Está en la página 1de 53

I NTRODUCC I ÓN

Antecedentes históricos
de la periodontología
Gerald Shklar y Fermfn A. Carranza

• • •
CONTENIDO

CIVILIZACIONES ANTIGUAS SIGLO XX


GRECIA Viena
ROMA Berlín
EDAD MEDIA Estados Unidos y otros países
RENACIMIENTO Infección focal
SIGLO XVIII Después de la Segunda Guerra Mundial
SIGLO XIX
Gi ngivitis ulcerativa necrosante aguda

~
as dive rsas forma s de las enfermedades gingiva- CIVILIZACIONES ANTIGUAS
les y periodontales aquc¡an al ser humano desde
los comienzos de la historia. Estudios paleon to- Alrededor del año 3000 Ae, los sumerios practicaban la
16gicos indican que la enfermedad periodontal destructiva , higiene bucal. Palillos dentales de oro elaborada me nte de-
como lo demuestra la perdida de hueso. afectó a los prime- corados, encontrados en excavacio nes real izadas en Ur, en
ros seres humanos de culturas tan distintas como el an ti- Mesopotamja, sugieren un interés por el aseo de la boca.
guo Egipto y la América precolombina .69 Los registros his- Los babilonios y asirios, al igua l que los antiguos sumerjas,
tóricos más primitivos sobre temas médicos revelan una sufrieron desde luego problemas pcriodon tales. Una tabli-
conciencia de la e nfermedad perlodontal y la necesidad de lla de arcilla de dicho periodo menciona un tratamiento
atenderla. Casi todos los escritos antiguos conservados in- mediante el masaie glngival combinado con diversas hier-
cluyen secciones o capítulos acerca de las afecciones buca- bas medicinales ..s.
les. Los problemas periodontales abarcan una cantidad re- la e nfermedad periodontal fue la má s frE'Cu ente de
levan te de espacio en dichos tex tos. A menudo se consideró todas las afecciones reconocidas en los cuerpos embalsa-
la existencia de un nexo entre el cálculo y la enfermedad mados de los an ti guos egipciOS. En co nsecue ncia, no
perJodontal y por lo general se postuló que algun padeci- sorprende que el problema recibiera atención en los es-
miento sistémico subyacente cau.saba los trastornos perio- cri tos médicos y quirúrgicos de esa época. El papiro Ebers
dontales. Sin embargo, no hubo análisis terapéuticos me- dta va rias veces a la e nfermedad gi ngival y ofrece algunas
tódicos, cuidadosamente razonados, si no hasta los tratados recelas para fo rtalecer los die ntes y la encía. Dichos re-
árabes sobre cirugía de la Edad Media, y sólo desde la época medios se elaboraban a partir de varias plantas y minera-
de Pierre Fauchard, en el siglo XVIII, se desarrolló el trata- les y se aplica ban a la encía en la fo rma de una pasta
miento moderno, con textos ilustrados e instrumentación con miel, goma vegetal o residuos de cerveza como ve-o
elaborada. hículo. llI
-- INTRODUCCIÓN

Entre los diferentes papiros médicos que aún se conser-


van, el más refinado, en términos de la práctica moderna
Los griegos alcanzaron supremacía en casi todos los cam-
pos o las disciplinas que ensayaron. La arquitectura, pin-
tura, escultura, alfarería, poesía, drama, filosofía e historia
de la medicina, es el papiro quirúrgico de Edwin Smith. 9
Esta fracción de un trabajo más extenso presenta 48 casos alcanzaron grados de perfección rara vez superados en eras
y analiza el diagnóstico, pronóstico y terapéutica conve- posteriores. Fue el tiempo de Homero, Platón y Aristóteles;
nientes. Considera las fracturas y dislocaciones mandibula- Eurípides, Esquilo y Sófocles; Herodoto y]enofonte; Fidias
res, si bien no cita los problemas periodontales como pade- y Praxíteles. La ciencia moderna también tuvo su origen en
cimientos que merecieran atención quirúrgica. Grecia y la medicina se desarrolló en términos del método
Los trabajos médicos de la India .antigua dedicaron una diagnóstico y la habilidad técnica. La medicina griega se
cantidad considerable de espacio a los problemas periodon- continuó en la civilización romana subsiguiente y el inicio
tales y bucales. En el Susruta Samhita, varias son las descrip- de la era bizantina.
ciones de la enfermedad periodontal grave con dientes Entre los griegos antiguos, Hipócrates de Cos (460-377
• móviles y emisión purulenta de la encía/ 2 En un tratado AC), padre de la medicina moderna, fue el primero en ins-
posterior, Charaka Samhita, se destacan la higiene bucal y tituir el examen sistemático del pulso, temperatura, respi-
el cepillado de los dientes: ración, excreciones y esputo del paciente. 13,39 Analizó la
función y erupción de los dientes así como las causas de
La varilla para cepillar los dientes ha de ser astringente, la enfermedad periodontal. Estimó que la inflamación
acre o amarga. Es preciso masticar uno de sus extremos de la encía podía deberse a las acumulaciones de cálculos,
en forma de cepillo; debe usarse dos veces al día, te- o pituita, y que la hemorragia gingival ocurría en los casos
niendo la precaución de no lesionar la encía. ls de males esplénicos persistentes. Uno de éstos lo describió
del siguiente modo:
Trabajos médicos de la antigua China también analiza-
ron la enfermedad periodontal. En el libro más antiguo, El vientre aumenta de volumen, el bazo se expande y en-
escrito por Huang-Ti alrededor del 2500 AC, un capítulo durece, el aquejado sufre dolor agudo; las encías se des-
versa sobre los padecimientos dentarios y gingivales. Los prenden de los dientes y huelen mal. 39
trastornos bucales se dividieron en tres tipos: Fong Ya, o
estados inflamatorios; Ya Kon, o enfermedades de los teji-
dos blandos de revestimiento dentario; y Chong Ya, o caries
dental Y ROMA
Las inflamaciones gingivales, los abscesos periodontales
y las ulceraciones de la encía se describieron con mucho Mucho tiempo antes del año 735 AC, los etruscos eran
detalle. Un estado gingival se explicó de la siguiente ma- adeptos al arte de construir dentaduras artificiales, si bien
nera: no hay pruebas de que conocieran la existencia de la enfer-
medad periodontal o su tratamiento.
Las encías se encuentran pálidas o de color rojo violáceo, Entre los romanos, Aulo Cornelio Celso (25 Ac-50 oc)
duras y protuberantes, a veces hemorrágicas; el dolor de citó de la siguiente manera las enfermedades que afectaban
dientes es continuo. las partes blandas de la boca y su tratamiento:
Se mencionan remedios con plantas medicinales (Zn-
hine-tong) para tratar tales estados. Los chinos fueron de los Si las encías se separan de los dientes, es conveniente
primeros en usar "el palillo de masticar" como monda- masticar peras y manzanas crudas y conservar sus jugos
dientes y cepillo dental para asear la dentadura y masajear en la boca.
los tejidos gingivales. Los palillos eran de ramas o raíces,
con un extremo aplastado y fibroso, y se utilizaban para Celso describió la movilidad dentaria producida por la
frotar y cepillar los dientes. Estos palillos todavía se em- debilidad de las raíces o laxitud de las encías. Notó que
plean en los pueblos de zonas subdesarrolladas de Asia y en tales casos era necesario tocarlas ligeramente con un
África. 39,47 hierro al rojo vivo y luego frotarlas con miel. I4 Los roma-
Los antiguos hebreos reconocieron la importancia de la nos tenían mucho interés por la higiene bucal. Celso
higiene bucal. Muchos estados patológicos de los dientes y consideró que las manchas de los dientes debían elimi-
sus estructuras vecinas están descritos en los textos talmú- narse y luego frotarse con un dentífrico. El uso del cepillo
dicos. Artefactos de la civilización fenicia incluyen una fé- dental aparece en los textos de muchos de los poetas
rula de alambre, construida al parecer para estabilizar los rom'lnos. El masaje gingival era parte integral del aseo de
dientes móviles por la enfermedad periodontal.J 6 la boca.
Pablo de Egina (625-690 oc) estableció una distinción
entre un épulis, excrecencia carnosa de la encía en el área
de un diente, y una fístula, a la que describió como un
GRECIA absceso de las encías. Escribió sobre la necesidad de retirar
con raspadores o una lima pequeña las incrustaciones de
Con el progreso de la cultura y la ciencia helénicas surgió tártaro y que era preciso limpiar con cuidado los dientes
uno de los periodos dorados de la civilización occidental. luego de la última comida del día. 63
Antecedentes históricos de la periodontología • INTRODUCCIÓN ,r.
EDAD MEDIA de oro y el limado de las anomalías oclusivas generalizadas.
La fama de su obra se extendió por todo el mundo árabe y
Tras la decadencia y la caída final del imperio romano, que fuera de él. En el siglo XII lo tradujo al latín Gerardo de
sumieron a Europa en el oscurantismo, surgió el Islam y la Cremona e influyó de modo notable a los cirujanos Gu-
era áurea de la ciencia y la medicina árabes. Los asombro- glielmo Saliceti (1201-1277) y Guy de Chauliac (c. 1300-
sos logros de la medicina islámica aportaron lo necesario 1368)59 en los siglos XIII Y XlV, así como a Fabricio de
para la aparición de la medicina europea a finales de la Aquapendente (1537-1619) en el siglo XVI. Abu'l-Qasim
Edad Media y el Renacimiento. En las primeras escuelas de describió del siguiente modo la forma de retirar el cálculo
medicina de Salerno y Montpelliet, los textos utilizables de los dientes: 2
eran de modo primario los reconocidos tratados árabes, en
adecuadas traducciones al latín (aunque lejos de ser preci- En ocasiones se deposita una concreción grande, áspera y
sas). fea en las superficies interna y exterior de los dientes o
Buena parte de la estomatología y la odontología medie- entre las encías: los dientes adquieren un color negro,
vales y renacentistas derivó directamente de los escritos amarillo o verde, luego de lo cual las encías se alteran y
árabes, en particular de los tratados de Avicena (Ibn Sina) la dentición se toma desagradable a la vista.
y Albucasis (Abu'l-Qasim). Las obras árabes obtuvieron Para tratar esta enfermedad, siente al paciente de
mucha de su información de los tratados médicos griegos. frente a usted, colocando su cabeza sobre su regazo.
Sin embargo, incorporaron bastantes refinamientos yenfo- Raspe los dientes y molares que presentan las concrecio-
ques novedosos, sobre todo en las especialidades quirúrgi- nes o los depósitos arenosos hasta que no quede nada.
cas/o Luego de la destrucción y virtual desaparición de la Raspe asimismo por todas partes donde los dientes estén
labor erudita en Europa durante el oscurantismo, muchos negros, amarillos, verdes o de otro color, hasta que des-
textos griegos clásicos sobre medicina traducidos al árabe aparezcan [los depósitos de cálculos]. Es posible que
en Bagdad durante el califato abasí se tradujeron de nueva baste con un raspado; de no ser así, intente una segunda,
cuenta al latín. Bagdad, junto con Córdoba, disfrutaron de tercera o cuarta veces hasta lograr por completo su propó-
notoriedad intelectual y médica; esas dos ciudades repre- sito.
sentaron la grandeza de los califatos oriental y occidental, Usted debe saber que el raspado dental se realiza con
respectivamente. instrumentos de varias formas, según sea el uso que se
Hunayn ibn-Ishaq (809-873) y sus colegas tradujeron al requiera de ellos. Los raspadores empleados para raspar
árabe las obras griegas originaJes de Galeno, Oribasio, Pa- las superficies internas de los dientes son distintos a los
blo de Egina, Dioscórides y el cuerpo hipocrático, así como utilizados para raspar las superficies externas y los usa-
la filosofía de Platón y de Aristóteles y las matemáticas de dos para las superficies interdentales. Se dispone de una
Arquímedes. Rhazes (Abu Bakr Muhammed ibn Zakariya variedad de raspadores (fig. 1).
al Razi) (841-926) redactó en 25 tomos un trabajo enciclo-
pédico sobre medicina y cirugía. También fue el facultati- En Japón, Yasuyori Tanba publicó en 984 el libro I-shin-
vo a cargo del gran hospital de Bagdad y enseñó medicina po, que significa "método esencial de medicina".26 Esta
a partir de casos clínicos. Ali ibn Abbas al Majousi (Haly obra constaba de 30 volúmenes, el quinto de los cuales
Abbas) (930-994) describió muchos padecimientos derma- describía el tratamiento de las enfermedades de la boca,
tológicos y sugirió avances quirúrgicos, como suturar los dientes, faringe y nariz. El autor escribió que la médula
vasos sanguíneos antes de extraer los tumores. Asimismo, ósea aportaba a los dientes nutrición y que la desnutrición
escribió con prolijidad acerca de temas dentales. ocasionaba la movilidad dentaria.
Avicena (980-1037), nacido en Persia, fue tal vez el más
eminente de los médicos árabes. Su obra Canon, tratado
completo sobre medicina, puede ser el texto médico más RENACIMIENTO
famoso de la historia y se utilizó sin interrupción durante
casi 600 años. Avicena empleó una extensa materia médica Durante esta época, con el rescate de la erudición clásica,
para las enfermedades bucales y periodontales y rara vez el auge del pensamiento científico y el conocimiento mé-
recurrió a medidas quirúrgicas. Los encabezados de su Ca- dico, además del florecimiento del arte, la música y la lite-
non sobre la afección gingival incluyen "Encías hemorrági- ratura, se aportaron importantes avances a la anatomía y
cas", "Fisuras de las encías", "Úlceras de las encías", "Sepa- la cirugía.
ración de las encías", "Recesión de las encías", "Movilidad Paracelso (1493-1541) es todavía una figura controver-
de las encías" y "Épulis".5 tida del Renacimiento y el humanismo. Escribió de manera
Abu'l-Qasim (936-1013) fue el destacado médico y ciru- extensa sobre una gran variedad de temas y sus obras com-
jano del califato occidental de Córdoba. Entre sus logros pletas -14 volúmenes en la cuidadosa edición moderna de
sobresalientes están sus contribuciones a la odontología y Sudhoff- se analizan continuamente para comprender sus
la periodontología. Contaba con un claro discernimiento ideas y, con frecuencia, conceptos complejos que abarcan
sobre la principal función etiológica de los depósitos de desde la química y el mundo físico hasta la filosofía y.el
cálculo. Describió con detalle la técnica para raspar los poder de la imaginación. 61
dientes, usando un refinado juego de instrumentos creados Paracelso planteó una interesante y desusada teoría de
por él. También escribió con detalle acerca de la extracción la enfermedad entre sus teorías patológicas especiales: la
dentaria, la ferulización de los dientes móviles con alambre doctrina del cálculo. Entendió que la calcificación patoló-
II'ITItODUCCIÓN

dan te de tártaro en los dien tes y la relacionó con el do-


lo r dentario. Este liltimo era pues compa rable con el dolor
producido por los cálculos en otros ó rganos, como los ri-
i'lones.·'

f • VII proceso digestivo ('spedfico también tiene //lgm ell /a


Ixx(l, con potencia sl/ficien te [mm sost/!lll!r lo vit/o . SI/S
productos de desee/lO se deposittl/l como tártaro en los
• •
l/jet/ tes, con /0 collsigllieme IlItemció" lle las e"do.~, des-
<> " • gaste de los dielltes y tlolor por /tI tlspt'rez(I que poSN' el
tártoro. Así, el dolor Ile llielltes es comfHIrtlble al dolor
((msado por los cálculos ('/J CIIa/(/uier otra parte.·'

• • Andreas Vesalio (1514-1564), oriu ndo de Bruselas, im-


'~~=~~=l- Il-i 31 :::=- --;;"=<1 partió cátedra en la Universidad de Padua, en la República
de Venecia. Ahí disecó cadáveres humanos y escribió un
magnífico libro sobre anatomía, con excelentes ilustracio-
nes en todo el texto, rea lizadas po r Ka lkar, discípulo de
• • Tiziano.'s
• ---.....J
iI
• El romano Bartolomé Eustaquio (1520- 1574) fue otro
• d5 •
sobresa liente anatomista y redactó un pequeño libro sobre
se odontología, Libelllls de dt'tl tlblls (pe'll/etlo tmtado sobre los
" flientes) de 30 capítulos.u
De muchas maneras, sus estudios anatómicos fueron
más detallados y abarcadores que los de su cl!lebre contem·
poráneo, Vesal io, pero sus estudios más importantes no se
conocieron sino hasta su publicación en 1722. Fue cl pri-
nler libro origi nal sobre dientcs y ofrccía muchas descrip-
ciones y conceptos nuevos sobre la base de investigaciones
y estud ios clínicos. Además de ser la primera descripción
e clara de la pulpa dental y el conducto radicular, Eustaquio
"
<2- 11 o • comprendió que las coronas de los dientes estaban COnl-
puestas por esmalte que recubría la dentina, lo que repre-
o senta la primera descripción de los dos tejidos diferentes de
=" ===C¿ ~==,="!=
Jos dientes. Con deta llcs describió la oclusión en seres hu-
manos y animales. Descubrió que los dientes perma nentes
Fi g . 1. Instrumentos penodontales de Abu 'I·Qaslm: se ilustran esca· provenían de folícu los dentales y no de las ra íces de los
nadores (se), limas (f) y el alambrado de dientes móViles (w). dien tes primarios, como sostenía Vcs.llio. Important e fue el
adelant o que supuso la descripción de Eustaquio de los
tejidos periodontales:

E/I todo caso, como ya lo S(',la/é, Itu míces l/e t()(/()!; los
gica se producía en d iferentes órga nos y consideró que dientes está/l !tm hie/l Wlitll/S a SI/S respecti l'Os all'rolos
estas afecciones eran el resultado de un trastorno metabó- q/le difícilmetlte se pueden m OI't'r. Lisametilos fiimlos 1/
lico en el cual el cuerpo toma nutrimentos de la comida y cadl! diente tlan tt/{/}'Or es/l/hUid",l. Más mí", llay fibrtls
desearla el desecho como t{/rtlm /s, materia l que no puede swmwlente fi/erres "uidl/s a los dientes; esto pro/XJrcionll
destrui rse, la denominada lIU1tt'ria ultima. Esle tarlara o WIlI conexión finllc al llll't'olo. La I'Orim/ll estruchlra de
material ñnal, compuesto de grava y compo nentes agl uti- /" boca creada por las e"cías rodea los dielltes /lO biell
nantes, era exógeno y provenía de cebada , guisantes, le- emergetl de SI/S alvt'%s. LII estrllcfllm de las encíl/s pro-
che, carne y pescado y bebidas como vi no, cerveza y jugos /,;alllentc die/ms contrib/lye ell 110 poco a re(orz"r los
de fru tas. Ta l material de la cOlll llla podía eliminarse por t¡¡entes.
cocción y por tanto excretarse en 1:ls h('Ces. Se pensaba que
el contenido de tárta ro de los alimentos va riaba de acuer- Asim ismo, en el último capítulo de su libra, Eustaquio
do con las reglones geograñcas. lol saliva servia a la diges- describió ciertos padecimientos de la boca así como moda·
tión en la boca corno lo hacídll Olra, sustancias en el estó- lidades y pautas tera péuticas. Su tratamiento de la pcrio-
mago. El tártaro también se pTl"dpitaba por la acción de la don titis fue notablemente moderno en el \entido de que
sal. qm' secaba o coagulaba Id , ustancia mucoide de los aconsejaba el raspado del cá lculo y el curetaje del rejido de
alimen tm. La cantidad de tártaro 10rlnado dependia de la granulación para que fuera posible una reinserción real de
par\(· del cuerpo. Pa racelso rL"1,.ol1odó la formacjón abun- los tejidos gingivales y periodonla les.
AII/fft'¡/.'''It'.~ históricas di' /1/ (JI.',iQtlQII/{/lo:(í/1 • INTRODUCCiÓN

El uso de astrilljetltes para colltra" I"s l'" das es de poco amarillos y negros el escritor describió el tártaro como
W
,

,'tdor. Pero si las elidas tlismilmyetl y s~ retrae" , y el "una greda blanca. ama tilla y negra que se asienta sobre la
diente s~ mbrl! de l/na sustlmda dura de tipo oltici/lar, parte baja de los dientes y sobre la encía ".
re""ir el die"te y la e/ldll es tall posible como jlllltllr l os El autor también sugirió raspar los dientes negros y usar
dedos ílldice y me(!io siempre que el médico priml!ro raspe polvos o pastas dentales pMa frotarlos contra los dient es y
l os dientes y rea vive las e/lcías COI/1m bistllñ y /lse me(Jj- ofreció recetas para ela borar diversos polvos y pastas.
eí lltlS ql/e (omell/mlas illserciolles. El ca pítulo 9, "De los dientes móviles", describe la pe-
riodontilis:
Am broise Pare (1509- 1590), cirujano en ¡efe del Hótel
Dieu en Pa rís, fu e un sobresaliente médico del Renaci- fUI periodontitisJ se ddJl.' (1 /" lIt'gligencia, dl'bilidml,
miento y sus aportaciones a la drugía dental son sustancia- t'tI(t'rlllt'dad dt' las /!tId(iS o Sl'IHlmci6t1 de las sl/SUmcias
les. Ideó con detalle muchas técnicas de cirugía bucal, en- '111t' CO/lSen'O/I ell SI/ IlIgI/{ {/ los di/'lI1t's; esto {/Colllect'
ve ellas la gingivectomía para los tejidos hipc:rplásicos de C/II/I/(Io los Imlllores de 1" cabeza di'seí/'lIdell sobrt' las
la encía.boI. También comprendió la relevancia etiológica del elidas o las raíces del/ltIr;as y/as llflo;t/II por Sil acci6/1
cálculo y contó con un juego de raspadores para retirar de IIOC;WI.
los dientes los depósi tos duros. Pare escribió en francés, en
lugar de hacerlo en latín, y en consecuencia sus trabajos se En consecuencia, surgió un burdo concepto sobre los
leyeron y comprendieron ampliamente. factores sistémicos y locales en el origen dl' la enfermedad
El primer libro escrito en una lengua común (alemán), pt'rlodontal. También se menciona la presencia de agentes
y dedicado de manera especifica a la práctica dental, se Infecdosos locales, o "gusanos". Se propone una variedad
publicó en Leipzig, en 1530, con el titulo de Artz/ley 81/- de ungüentos, a menudo de naturaleza astringente, y se
cllle;" o 2e"e Artzlley< (fig. 2). Se publicaron 15 ediciones recomienda fija r los dientes móviles con otros firmes me-
diferl'ntes entre aquel ai'o y 1576. Se ignora quién fue su diante hilo de seda u oro. Se menciona la cauterización de
autor a pesar de los considerables esfuerzos de investiga- la encía con un hierro candente, aunque "dicha quema-
ción histórica realizados para descubrir su identidad. 1I En dura es riesgosa y necesita de un maestro experto y caro".
esencia, la obra era un compendio de escritos previos sobre En el capítulo 11 , "Ulceración, Illal olor y deterioro de las
las enfermedades bucodentales y su tratamiento. Tres capí- encías", se analiza el tratamiento de la gingivi tis necro-
tulos estaban consagrados de manera específica a los pro- sanie con medicamentos que contienen vinagre y alum-
blemas periodo ntales. En el capítulo 7. "Sobre los dientes bre.
Gi rolamo Cardano ( 1501 -1576), médico, matemático y
filósofo italiano, fue al parecer el primero en diferenciar los
tipos de enfermedades periodontales. En una publicación
que data de 1562, lI1enclonó una clase de padecimien to

~r~n(t) ~ucb~ registrado a medida que avanza la edad y que lleva al pro-
gresivo aOojamjento de los dientes, así como un .segundo
tipo muy agresivo en los pacientes más jóvenes.JI No es
lánjroítler QUerlá krQn~ sino hasta finales del siglo XX que tal clasificación se redes-
cubrió y alcanzó amplia aceptación.
Anlon van Leeuwenhock (1632-1723), de DeUt, Ho-
landa, con tribuyó más al desarrollo de la ciencia biológica
moderna que cualquier otro científico capacitado de su
época. Hombre lego con mente Inqujsltiva y el pasatiempo
de desgastar cristales de lentes, creó el microscopio y lo usó
para descubrir microorganis mos, la estructura celular, las
células S<lngl.JÍneas, el esperma y diversas estructuras mi-
croscópicas más, como la estructura tubular de la dentina.'·
Era un fuerte opositor dl'l concepto de generación espon-
tánea, que finalmente Pasteur refutó dos siglos más tarde.
Lccuwenhoek describió sus hallazgos en ca rtas redactadas
origInalmente en holandés y remitidas a la /(oy(/I Societ)' o(
Lomlo//, que las tradujo al Inglés y las publicó en sus p/Ji/o-
sopliical tm//sactio//s.
A partir de material de sus tejidos ginglvalcs, varo
Leeuwenhock describió primero la minoOora bacteriana
de la boca y sus dibujos ofrecieron una representaciÓn ra-
zonablemente satisfactoria de las espiroquetas y los bacilos
bucales (fig. 3).

No limpié mis dientes (a prop6s itl)) (I/lml/le tres (/í(U;


Fig. 2 . Portada de AAzney Buchlcm (1530) . IUt'go tomé el Ifltlterial qlle se (/C/lllwl6 ell /JI.'q/lt'11U$ a lll-
INTRODUCCiÓN

,........ ·D LE CHIRURGIEN
.......... OEN T I 5 T I! ,
••
JiJ ' B&;;" <':'
--_- -
T"'AITF OH DENTS,
__
.._.. -...-
"'t"',... .... _ ,
o~:;'~·""~k!.!.~:t"!!

_
.
~
---
-_--... -
.... ..
._:=r;:..----
....
-....-:~-'~-
..........,.:.;,¡.:;.:.:..~
......-.. .
...

:!;J . ....
A r ...
.--.t.:...:;.:.";;.;.::"
,_o _... _.--.
11,1 J,
"'-
• Del.. H
__ .. ....i.
,.-,.

Fig_ 3 . DibujOS de espiroquetas. bacilos y otros micrOOfganismos


bucales elabofados por van leeuwenhoek.

Fig_ ... Portada de El cirujano dentista de Fauchard (1746).

t¡(It/des 50br€' las end as por (/rriba de mis dientes (I/Iterio- Fauchard escribió que las confituras y los dulces destruyen
res ... Encontré algunos (I//i/llfi lell/os vivos. los dientes al pegarse a sus superficies y prod ucIr un ácido.
Describió con detalle su instrumental perlodonta l (6g. 5) Y
También describió una ca ntidad considerable de bacte- la técnica de raspado para "desprender la materia dura, o
rias en un hombre que nunca se había aseado la boca. so tártaro, de los. dientes".
John Hunter ( 1728. 1793), el anatomista. cirujano y pa-
tólogo más eminente de Ingla terra en el siglo XVII I, rc-
SIGLO XVIII dactó un excelente tratado sobre odontología con el título
Historia IIatum/ de los dientes 11I1II/(/IIOS.<2 Incluyó Ilustraclo·
En esencia. la odontología moderna surge en la Europa del nes notablemente claras de la anatomfa de los di entes y sus
siglo XVIII , primordia lmente en Francia e Inglaterra. A estructuras de soporte. También describió los rasgos de las
Pierre Fauchard, nacido en llrNar'la en 1678, se lo considera
con justicia el padre de la profesión tal y como se conoce
hoy. Si bien autodidacta en odonlología, pudo generar un
enfoque sistemá tico sobre el ejercicio dental con base en el
conocimien to de su época. Fauchard mejoró de manera
notable los instrumentos y las habilidades técnicas reque-
ridos para efectuar un tratamiento odontológico. Su obra,
El cimj,mo (/l'II tislli, publicada en 1728 (6g. 4). d io respeta-
bilidad a la profesión y desarrolló un vasto aprecio por las
habilidades técnicas y quirúrgicas del odontólogo. ZJ Fau-
chard se convirtió en el dentista más importante de París
y, en 176 1, fa lleció luego de una la.ega vida de servicio y
logros.
E.I libro de Fauchard no sólo transfonn ó el e jercicio de
la odolllologia; sirvió además para educar a la siguiente
generación de dentistas, algunos de los cua les emigraron a
Estados Unidos. y traba ja ron durante los primeros arIos. de
la República. Algunas prótesis completas de George Was-
hington se elaboraron con resortes similares a los Incluidos
en el disei'1O Ilustrado por Fauchard. Su libro contIene to-
dos los aspectos del ejercIcIo odontológico (p. ej., la odon-
tología restauradora, prostodoncia, cirugía bucal, perio- 4 2 5 3
donda y o nodoncia). Los capitulas 4 y 5 de El cimjullo
dentista (~ EI régimen y cuidado necesarios pa ra preservar
Fig. 5 . los cinco tipos de instrumentos empleados por rauchard para
los dientes" y "Cómo conservar blancos los dientes y for- desprender el taflara de los dientei: , . Cincel; 2. pico de loro; 3.
talecer las encías") describen la odontología preventiva. punzOn: 4. hoja convexa; y S. gancho con forma de Z.
A ,rl('«('¡/mtt's ¡'¡stdricu$ di.'!tl /X'rif)j/lm/fJ/ugí(j • INTRODUCCi ÓN

enfermedades periodon tales y enunció el concepto de la los dientes firmes, recomendó evitar la colocación de dien-
erupción activa y pasiva de los dientes. tes artificiales y posponer el tratamiento de la caries hasta
Con temporáneo de Hunter, a Thomas Berdmore (1740- completar el tratamiento glngiva l. Koccker fue uno de los
1785) se le consideró el dentista más sobresaliente de [n- primeros partidarios de la teoría de la lnfet::ción focal de
glaterra y se le conocía como el "odont610go de su Majes- origen dentario y aconsejó extraer todos los dientes y las
tad " (es decir, del rey Jorge IU). Publicó en 1770 un Tratado raíces muy afectados, incluidos todos los molares sin anta-
sobre los trastamos y I(IS de(on"itlades de los dientes y las er¡- gonista, para impedir las infecciones sistémicas ....
cías, con varios capítulos dedicados a los problemas perio- A Levi Spear Parmly (1790-1859), dentista de Nueva
dontales. 1 En el capítulo 7, UDel tártaro de los dientes, las Orleáns, se lo considera el padre de la hIgie ne bucal e in-
depresiones de la enda y el dolor dentario ocasionados por ven tor del hilo dental. J • En un libro que publicó en 1819
las concreciones tartáricas abandonadas por mucho afirma que la caries dental puede detenerse por cepillado y
tiempo"', Bcrdmore ofret::ió descripciones detalladas de la mediante el uso de:
Instrumen tación para quitar el tártaro, si bien destacó la
prevención. También ret::urrió a procedimientos quirúrgi- hilo dI' seda encerado (...) t/"e se hace pa.wtr por los
... 1It1
cos cuando era net::esario eliminar el tejido gingival hiper- illtersticios de los tlie/llt.'s, /!tItrr! sus e/ldlos y los arcos (le
plásico una vez removido el tártaro: las /!/lcftIS, ptlra clesprt'l/(Ier la Sl/stal/cia in'ittlri l'{/ '111t'
ninglÍn cepillo p/lede retirar y 'lile es la fi,en te r('(11 e/(' et/-
Porque sin éstas !las medidas quirúrgicas] , /(1$ /!/lcí(1S (ermet!ud.
l/O rrxletlrál/ estrecll(llllt'lIfe td dieflfe, que se IIn elllpt'que-
,lecida en el cllello por la elimi/laci61l de Sil tárttlro. Alphonse Toirac (1791-1863) fue el primero en usar, en
1823, el término piorret/ ah'l'olar, aunque algunos o tros au-
Los primeros dentistas estadounidenses calificados se tores disputan este cr&lito." EH. Rehwin kel, médico ale-
prepararon en Ingla terra o Francia. to Robert Woffendale man que emigró a Estados Unidos y asistió al Haltimore
(1742-1828) se capacitó en Londres con Berdmore y más College o( Detllal Surgery. Introdujo dicho concepto en Esta-
adelante editó uno de los primeros libros de odontología dos Unidos.-
en Estados Unidos. En un anuncio aparecido en 1766 en el A mediados del siglo XIX, Jo hn W. Riggs (181 1- 1885)
New York Weekly 10/lnlfll escribió: Uruego se me permita in- (fig. 6) fue la principal autoridad sobre enfermedad perlo-
formar al público que realizo todas las operaciones para los dontal y su tratamiento en Estados UnIdos, al punto de que
dientes, las encías, los alveolos y ,,1 paladar". Muchos den- la periodontltls, o pio rrea alveolar, se conoció como ~e n ­
tistas de la época colocaban proclamas sim ilares. John fermedad de Riggs". Nació en Seymour, Connecticut, el 25
Baker (c. 1732- 1796) hle uno de los odontólogos de George de octubre de 1811, Y se graduó en el 8altimore Col/ege o(
Washington, tuvo una carrera muy exitosa e impartió sus Dental Surgery en 1854. Ejerció en Hartford, donde murió
conocimie ntos dentales a Paul Revere, Isaac Greenwood y el 11 de noviembre de 1885. Al parecer, Riggs fue la pri-
Josiah Flagg. E.n un Inserto publicado en 1768 en el New mera persona en limitar su práctica a la periodoncia. E.n
York Weekly loumal, Baker expresaba que era capaz de:

... curar el escorbuto de las encías, por más 8rmoe qlle


fllera; primero se limpial! y rasptm los diel/tes tle toda
sllstallcia arenosa tlIrtárica COrroSil.'fl, 'lile obstacul iza el
crccimiettfo de las ('1Ie1t1S, i,,(<<la el aliePllo y es IlIIlI de
las principales CtlllStIS del escorbuto, y, si 110 se ('Vita a
tiempo, corroe IeIS ell cías por lo qlle los dientes de mllclws
persOlltlS se CQm el/teros ( ...) Sil demí(rico C01/ il/stn/ceio--
ues CO/IV(!"ie"tes para presen'ar los dielltes y las e"elas se
puede atltl/lirir t'l1 su cOlIs/lltorio.

SIGLO XIX
Leonard Koecker (1785-1850), un dentista de origen ale-
mán, ejerció en Baltilllore. En un artículo de 1821, publi-
cado en el Pllil(/delphhl 10l/fIIal o( Medicine ami Physictll
Sdmces, describió los cambios inflamatorios de la encía y
la presencia de cálculos en los dientes, que conducían a su
movilidad y ex foliación .... Mencionó el retiro cuidadoso
del tártaro y la necesidad de que el pacieme aseara la boca,
procedimiento que sugirió realizar por la mai'mna y luego
de cada comida. usando un polvo astringente y un cepiHo
dental y colocando "las cerdas (... ) e n los espacios de los Fig. l . John W. Riggs (1811 ·1885). (Tomado ele Hoffman-Axthelm W'
diemes". También desalentó la ferull zaclón porque aflojaba History of Denusuy Chltago. Qumle'SsellCe. 1981 )
-
. '"
- ' \ INTRODUCCIÓN

consecuencia, puede considerársele como el primer espe-


cialista en este campo. En Hartford, Riggs se asoció con
Horace Wells y llevó a cabo la primera intervención quirúr-
médico alemán Robert Koch (1843-1910), en una serie de
brillantes investigaciones, descubrió el microorganismo
que causa el ántrax bovino y el origen bacteriano de la
gica bajo anestesia, al extraerle con óxido nitroso un diente tuberculosis. !O
al Dr. Wells en 1844. El inglés ]oseph Lister (1827-1912) fue el primero en
En junio de 1867, Riggs describió su tratamiento de la trasladar a la clínica y el ejercicio de la cirugía los concep-
enfermedad periodontal ante un auditorio de la Connecticut tos de Pasteur. De esa manera nacía la era de la antisepsia
Valley Dental Society en Northampton. 52 Sin embargo, sus (y más tarde, la asepsia). Pasteur, Koch y sus colaboradores
publicaciones no fueron muchas; en un artículo aparecido y seguidores (Elie Metchnikoff, Emile Roux, Paul Ehrlich,
en 1876 en el Pennsylvania Joumal ofDental Science,67 Riggs Emil von Behring, Shibasaburo Kitasako y muchos otros)
promovió con vehemencia la limpieza de la boca, ya que descubrieron el origen bacteriano de muchas enfermedades
estimaba que "los dientes mismos, con sus adherencias (p. ej., neumonía, cólera, fiebre puerperal, difteria, menin-
acumuladas y superficies ásperas (... ) son la causa estimu- gitis, peste, disentería, sífilis) y dieron nacimiento a dos
lante de la enfermedad". Riggs se opuso enérgicamente al ciencias que se convirtieron en básicas para la periodoncia:
procedimiento quirúrgico, que en ese entonces consistía en la bacteriología y la inmunología.
cortar la encía. Un tercer adelanto científico que cambió el ejercicio de
Riggs y sus discípulos ejercieron mucha influencia en la la odontología en general, y de la periodoncia en particu-
profesión dental. Eran partidarios del llamado tratamiento lar, fue el descubrimiento de la radiografía por el físico ale-
periodontal conservador y crearon el concepto de preven- mán Wilhelm Rontgen (1845-1923),26 llevado a cabo en
ción y profilaxis bucales. Entre sus seguidores destacaron L. 1895 en la Universidad de Würzburg; si bien fue un ha-
Taylor, D.D. Smith, R.B. Adair y W.]. Younger. 38 Muchos llazgo puramente de la ciencia básica, médicos y odontólo-
artículos de discípulos y contemporáneos de Riggs descri- gos lo aplicaron de inmediato. Resultó ser una herramienta
bieron las características clínicas y el tratamiento de la esencial en periodoncia y muchas otras áreas de la medi-
enfermedad periodontal, este último basado casi por com- cina y la odontología.
pleto en las medidas higiénicas. 52,66 Younger (1838-1920) Asimismo, a finales del siglo XIX, estudios realizados
consideró la enfermedad periodontal como una infección por Rudolph Virchow (1821-1902), ]ulius Cohnhein (1839-
local y fue el primero en analizar, en 1893, la posibilidad 1884), Elie Metchnikoff (1845-1916) y otros, comenzaron
de la "reinserción". En 1902 comunicó un caso en el cual a dilucidar los cambios microscópicos registrados en la in-
injertó tejido gingival"desde atrás del tercer molar" hacia flamación. l Esto permitió entender la patogenia de la en-
una amplia zona de recesión en un canino superior del fennedad periodontal, con base en estudios histopatológi-
mismo sujeto. Primero trató con ácido láctico la raíz del coso N.N. Znamensky, en Moscú, comprendió la compleja
canino y luego fijó el injerto gingival con "agujas de cam- interacción de los factores locales y sistémicos en el origen
bray delgadas" y afirmaba que la operación era exitosa. 3 de la enfermedad periodontal (fig. 7). En 1902 resumió sus
Varios de los grandes adelantos de la ciencia médica observaciones y conceptos en un artículo clásico, "Piorrea
ocurrieron en la segunda mitad del siglo XIX, cuando ini- alveolar: su anatomía patológica y tratamiento radical".87
ció una era que puede llamarse medicina modema, que por En él describió la presencia en la encía inflamada de un
supuesto incluye a la odontología. l2 infiltrado celular que se extendía a más profundidad a me-
El primero fue el descubrimiento de la anestesia por Ho- dida que la enfermedad avanzaba, lo que provocaba resor-
race Wells (1813-1848) de Hartford, en 1845, y William ción ósea producida por células multinucleadas (osteoclas-
Morton (1819-1868) de Boston, en 1846, quienes hallaron tos) y lagunas de Howship. Znamensky trató la piorrea
los efectos anestésicos del óxido nitroso y el éter, respecti- mediante curetaje profundo de las bolsas y eliminación del
vamente. Cuatro décadas después Sigmund Freud (1856- cálculo, usando cocaína como anestésico.
1939) llevó a cabo experimentos sobre los efectos psíquicos Al parecer, Adolph Witzel (1847-1906), odontólogo ale-
de la cocaína y reconoció sus acciones adormecedoras so- mán, fue la primera persona en reconocer en las bacterias
bre la lengua. Proveyó la droga a su amigo Carl Koller la causa de la enfermedad periodonta},3l,84 Witzel enseñó
(1857-1944), un oftalmólogo de Viena, quien indujo la en la Universidad de lena, aunque el primer microbiólogo
anestesia del ojo con una gota de cocaína. Los químicos bucal fue en realidad Willoughby D. Miller (1853-1907),
Alfred Einhorn y Richard Willstadter, de Munich, realiza- nacido en Alexandria, Ohio. Miller recibió su preparación
ron otras investigaciones que llevaron al descubrimiento en ciencias básicas en la University of Michigan y su capaci-
de la procaína (novocaína) en 1905. Más tarde, con la adi- tación dental en el Pennsylvania Dental College. Emigró a
ción de la adrenalina, descubierta separadamente en Esta- Alemania, donde trabajó en el laboratorio de microbiología
dos Unidos por ]okichi Takamine y Thomas Bell Aldrich, de Robert Koch y se embarcó en una carrera de investiga-
nace la anestesia local Y ción que introdujo en la odontología los principios de la
El segundo adelanto científico lo efectuó el químico bacteriología moderna. Su logro principal tuvo lugar en la
francés Louis Pasteur (1822-1895),18,72 quien finalmente cariología, en la que dio a conocer la teoría quimioparasí-
probó que la generación espontánea de los organismos no tica de la caries. En su clásico libro The microorganisms of
existía y estableció mediante sus estudios del gusano de the human mouth (Los microorganismos de la boca humana),
seda que un organismo (un protozoario) puede causar una publicado en 1890, Miller describió las caracte!ísticas de la
enfermedad en otro (el gusano de seda), con lo que estable- enfermedad periodontal y consideró la función de los ele-
ció la teoría microbiana de la enfennedad. A continuación, el mentos predisponentes, los factores de irritación y las
AIII/'I.·rd",rl('s J¡js/6ric<l\ dt' 1(l//('rill(IrIll/f)h\~ü, • INT"ODUCC IÓ N 9

griegos estaban afcctados de ~ do l o r e n la boca y mal


aliento~ . En 1778, Hunter describió las caracteristic;ls clíni·
cas de esta enfer medad y la diferenció del escorbuto y la
periodontitis crónica. En el siglo XIX hubo una e pidemia
de GUNA en el e jército francés y e n 1886 el patólogo ale-
mán Hersch analizó algunos de los rasgos de esta afección,
como los ga nglios agrandados, fiebre , malestar general y
mayor sa livación.
I-I yaci nthe Jean Vlncent (1862- 1950), 11.1. m&lico francés
(¡lIe trabajÓ en el Pastellr Insti clIle de París, y Hugo Ca rl
Plaut (1 858- 1928)6.S en Alemania, describieron el espirilo y
el baci lo fusifonTle en lo que se llam6 (II/Si/1tI di' ViI/cellt. En
1904, Vincent describió estos microorganismos en la gingi-
vit is ulcerativa necrosa nte aguda."

SIGLO XX

En el primer tercio del siglo XX, la periodollcia florec ió en


Europa Central, con dos centros princip;lles de excelencia:
Viena y Berlfn.

Viena
la t'SCUela vienesa generó 105 conceptos histopatológicos
fundamental e-s sobre los que se edificó la periodoncla mo-
Fig . 7. Rasgos microscópICOS de la enfermedad penodonlal segun derna. Su representante prinCipal fue lIernhard Gottlieb
Znamensky. ( 1885- 1950) (Iig. 8), quien publicó am plios estudios mi-
croscópicos de la enfermedad periodontal rea lizados con
e jemplare-s dc necropsIas humanas. Sus aportaciones mas
relevantes aparecieron en la bibliografía alemana del dece-
bacterias e n el origen de la piorrea alveolar. Estimó que lal nio de los 20 y describió la Inserción del epitelio ginglval
padecimien to no era producto de una bacteria específica, al diente,.<! la hislopatología de la enfermedad pe rlodontal
sino de una comple ja variedad de bacterias diferentes pre- Inflamatoria y degene rati va, ~·~~ la biología del cemento,
~e ntes habitualmente en la boca. Esto constituyó lo que
más larde se conocería como la l1iporesis de la plum ¡"esp/'-
dfiC(l, que perduró siete dC{'cnios sin pone rse en duda . ".S<
No obstante, MilIcr no identificó la placa bactcriana.
E.sIO correspondió primero a J. Leon Wllliams ( 1852. 1932),
un dentista estadounidense que trabajó en Londres y quien
dcscribió en 1897 una acumulación gelatinosa de baderias
adherida a 1<1 superficie del esmalt e en re lación con la ca-
rie~, ~' y después a G.V. Black ( 1836- 19 15), que en 1899
acufló el término phlC(l microbia1la g¡'latillosa.
Sa loman Robicsck (18-15-1928), nacido en Hungría, ob-
tuvo su tílulo de médico y ejerció la odontología en Viena.
Creó una técnica quirúrgica que comprend ía una c,"(c i ~ i 6n
de gingivectomía festoneada continua a fin de ex po ner el
hueso marginal para la remodelación y el curelaje subse-
cuentes:' La prirnera descripción, en 1901 , de una proba·
ble fun ción del traumatismo oclusivo y el bruxismo cn la
e nfermedad periodon ta1. suele atri buirse al denti ~ t ¡1 aus-
triaco Moritz Karolyl (1865- 194 5)," quien también sugi rió
~u corrección med iante el desgaste de las superficj('s ocl u-
si vas y la elaboración de placas de mordida.

Gingivitis ukerativa necrosa nte aguda


Jenofonte reconoció en el siglo IV M ... la gingivitis ulcerat iva Fig. 11. Bemhard Gottlleb (188S-19S0) {Tomado de Gold SI Peno·
necrosa nte aguda (GUNA). Menciona que los soldados don!JC5 lile pasto Part 11 I ehn Penodomol 1985. 12. 171)
-"'
¡ "O INTRODUCCi ÓN

fig . 9. Sahm l. Orban (1899- 1960) {Tomado de J Periodontol


1960;31 :266.) Fig. 10. Oskar Weski (1879-1952). (Tomado de Holfman-Axthe(m W
Hlstory 01 Dentlstry. Chlcago, QUlntessence, 1981 .)

la e ru pción d cnt al activa y pasiva, así como la oclusión


traumática. E.n el laborato rio de Julius Tandler, Gottlieb nes de Alrred Kantorowicz (1880- 1962), Karl Haüpl (l893-
también e fect uó estudios h istológicos sobre los te jidos pe- 1960) Y otros sobre las características hislopalológicas de
riodon ta lcs de animales. Det/ml Cosmos, e n 1921 , yel/aur- los tej idos periodon lales.
1101 o{ tlle A m t-rica/l Delltal Association, en 1927, publicaron Neumann ( 1882- 1958) (fig. 11 ). en un libro publicado
en inglés revisio nes de los est udios de Gottlieb. Un libro en 1912'100 (con nue\'as ediciones en 19 15, 1920 Y 1924),
editado en 1938 por Gottlieb y Drban, Biología y patología describió los principiOS de la ci rugía periodontal con caiga.
del (liellte y su mectlllismo de soporte,JSpresentó en inglés una jos, e ntro ellos la modificación d el contorno óseo, como se
revisión completa de los conceptos creados por Gottlieb y conoce hoy en d la:.. (fi~. 12). Leonard Widman (187 1-
sus colaborado res en Viena .
Balint J. Drba n (1899-1960) (fig. 9) fue un contemporá-
neo más loven de Golllicb e n Viena. Drban llevó a cabo
estudios histológicos extensos sobre los te jidos pcriodonla-
les, que si rvieron como fundamen to para buena parle de la
terapéutica mode rna. Olros miembros de la escuela vienesa
fu eron Rudolph Kro nfeld (190 1-19 40), Joseph P. Wei n-
mann (1889-1960) Y Harry Sicher (1889-1974). Todos eslos
científicos emigraron a Estados Unidos en el d ecen io de los
30 y contribuyeron m ucho al progreso de la odonto logía
estadounidense.

Berlín

El grupo berlinés estuvo integrado principalmente por


cient íficos clín icos que desarro llaJOn y depuraro n el enfo-
que qui rurgico de la terapéutica periodonta!. Destacaron
en él Oska r Weski y Robert Neumann .
Weskl (1879- 1952) (fig. 10) realizó los primeros estudios
q ue correlacionaro n los ca mbios radiográficos e histopato-
lógicos registrados en la en fe rmedad periodo ntal.'l Tam-
bién definió el perlodonclo como una e ntidad form ad a por
cemen to, encía, liga mento perlodonta l y hueso. Le otorgó
el nomb re de ,,{mil/eli do, vocablo modificad o más ta rde
(por razones etimo lógicas) a parodol/cio, término aun utili- rig . 11 . Robert. Neumann (1882- 1958) (Cortesla del Dr Steven I
zado en Europa. También merecen citarSe las contribucio- Gold, New York. NY.)
Arrt«t¡I,'r,t"s Ilist6rkvs.Jt la prnCHIQI'fQ/Q.I{W • 11Iro'TROIJUCCIÓN ,
1~1_..

apósito quirúrgico con el nombre comercial de Wondr·


I'ak!'"
lsadore Hirschfeld (1882- 1965), de Nueva York, preco-
nizó el método no quirúrgiCO y escribió artículos clásicos
sobre la higiene bucal;oo factores locales y otros temas. En
1913, Alfred Fones (J869- 1938) abrió en Bridgeport , Con-
necticut, la primera escuela para higienistas dentales.
En otros países, H.K. Box (Ca nadá), M. Roy y R. Vincent
(Francia), R, Jaccard y A.J. Held (Suiza), EA. Carran1-3, Sr., y
R. Erausqujn (Argentina); W.W. James, A. Counsell y E.W.
Fish (Gran Bretaila) y A. Lcng (Chile) son reconocidos por
sus importantes aportaciones. Es probable que el libro mas
completo sobre periodoncla, publicado en la primera mi-
tad del siglo XX, sea E/ !'am(fellciQ, Sil pal%g(a y ¡mtalllit'lIIo,
del uruguayo EM. Pucci, editado en 1939.

Infección focal

Se han referido al concepto de en fermedades sistémicas


originadas en infecciones dentales y bucales las tablillas de
arcilla asirias (siglo VII Ae), l'lipocrates (460.370 Ae ), el T(¡/-
IlIIul babilonio (siglo 111 oc) y Girolamo Cardano y el ale-
mán Wa lter Hermann Ryff en el siglo XVl.'loO En el siglo
XIX, Benjamin Rush (célebre médico y uno de los signata-
rios de la declaración de la Independencia estadounidense)
en 1818 y Leonard Koccker e n 1828, reconocieron el papel
de la sepsis bucal en el reumatismo y olras enfermedades.
Más adelante en ese mis mo siglo, W.D. Ml1ler también
mendonólas infL'Cciones bucales como la causa de muchas
enfermooades.!.I
En un trabajo publicado en 1900,11 y una d('Cada des-
pués e n una con fere ncia dictada e n la McGifI UI/;vt'rsíty de
Montreal,'] Sir WIlIiam !-Iunter (1861 . 193 7), médico britá-
fig. 12. Procedimiento qUirúrgiCo sugerido por Roben Neumann a
nico, acusa a la odontología como la causa de la S<'psis
pnnclPlos del SIglo XX Arriba. luego de elevar un colgajO mucopeflós· bucal, la cual a su vez ocasiona trastornos reu máticos y
tJCO. se recorta su marQCr1 con hJefa. dejando un contorno festo- otras enfermedades crónicas. Billings, Roscnow y muchos
neado. AbaJo. mO(iIIlcac1On del contorno oseo por medio de fresas. otros" toman estas ideas y aconsejan la extracción de todos
(Tomado de Gold SI Roben. Neumann - a plOneef In pCflOdontal flap los dientes con Infecciones periodontales y perla pica les
surgery J PeriOdontol 1982:53'456)
para prevenir enfermedades sistémicas. Esto llevó a realizar
extracciones indiscriminadas de dientes (y eliminación de
amígdalas).
La teoría de la infección focal cayó en desgracia cuando
1956)&1. de Suecia y A. Cieszynskl de Polonia fueron otros se comprobó qu(' la extracción no eliminaba ni rcducfa las
odolllólogos que describieron a comienzos de siglo la ciru- anomalías generales con las que estaban relacionadas al
gía con colgajos. En ('1 decen io de los 20 surgió una des· parecer los dientes InfectadOS. 11.'" No obstante, este con·
agradable controversia entre Widman, Cieszynski y Neu· cepto se reactuall1.6 en el decenio de los 90, esta ve? con
mann acerca de la precll1in('ncia de la descripción del fundamentos más sólidos de investigación (cap. 13).
colgajo periodontal."""
Después de la Segunda Guerra Mundial
Estados Unidos y otros países
A parllr del decenIo de los 50, Estados Unidos y las nacio-
En Estados Unidos, la cirugía perlodontal se desarrolló en nes escandinavas adoptaron una función de avanzada en
los primeros det'enios del siglo XX . En los primeros dece- la investigación perlodontal clínica y básica, con adelantos
nio" se idearon técnicas quirúrgicas para recubrir raíces principales en los campos de la patología experimental,
denudadas (W.J. Younger, 1902:' A.W Harlan , 1906;,n y P. microbiología e inmunología.
Rosenthal, 1912"'). Sin embargo, su empleo no tuvo difu- Se crearon modelos animales de la enfermedad perio-
sión. Antes de I¡I Primera Gu('rra Mundial, A. Zcntler,8c> j. dontal y muchos investigadores estud iaron la función de
Zemsky/s G.V. Ulack, ~ O. Kirkl;tnd,'· A.W. Ward ,"" A.B. los factores loc111es y sistémicos, lrving Glickman 09 14-
Crane, H. Kaplan 'o y ot ros hideron importantes contribu- 1972) (fi g. 13) fue el Investigador principal e n ese periodo.
ciones a la ci rugía periodontal. En 1923, Ward introdujo el En tre otros estudiosos que contribuyeron al conocimiento
INTRODUCCiÓN

Fig . 13. Irvlng Glickman (1914-1972)


Fig. 14. Jens Waerhaug <1907-1980). (Tomado de , Clin PerlOdontol
1980;7534.)

de la patología experimelllal de los tejidos periodonlales se


cuenta a Herman Becks (lB97- 1962), Paul Boyle (1901- o( PeriCHlomology, presenta todos los adelantos de esta disci-
1980), Henry Goldrnan (1911-1991), Balint Orban (1899- plina. Otras revistas periódicas científicas sobre periodon-
1960), Sigurd Ramfjord (1911-1991), Isaac Schour (I9OQ. cl a son el !(Jumal o( Perl(J{/(Jlltal Researcll, /ollnwl o( Clil/ictll
1964), joseph Weinmann (1889- 19.60) y Helmut Zander Periotlolltology, Peri(Jdulltology 2000 e Illfefllatioll(/1 !O/mw{ uf
(1912- 1991). En el área clínica, muchos autores expandie- I'eriotlomics al/d Restomtive Del/tistry. En otros id iomas me-
ron dicho conocimiento, entre ellos Frank Beube (1904- recen mencionarse el !ollm(ll ,le P(Jr(}(lolltologie (Francia),
1995), Samuel Charles Miller ( 1902-1957), Timothy l'eri(J(/otlci(/ (Espat'la) y !ol/fII(l1 o( ti/e /(lprmese AS$ocitltioll o(
O'Leary (1921-1991), john I>richa rd (1907- 1990), Saul PeriCHlo",ology Oapón).
Schluger (1908-1990) y Sidney Sorrin (19O()..1978). En Estados Unidos, la educación en pe.riodoncia tam-
jens Waerhaug (1907-1980) de Oslo (fig. 14) fue la figura bién creció durante la segunda mitad del siglo XX y la
principal del grupo escandinavo; su disertación, La bols(/ mayor parte de sus escuelas de odontología cuenta con
gi" Siw/l, publicada en 1952, inauguró una nueva era en el unidades distintas e independien tes para la ensei'lanza e
conocimien to de la biología de.l pcriodoncio, tras discutir investigación en esta disciplina. En 1947, la Amcricnll Ot'lI-
las ideas de la escuela de Viena sobre la inserción gingival lal A.UOC;(lnQII reconoció él la periodonda como especiali-
y establecer el papel fundamen tal de la placa bacteriana en dad de la odon tologla. A final es del decen io de los 40, varias
el origen de la enfermedad periodontal. ~l Harald Llle, Jan unive rsidades estadoun idenses (Columbia, Michigan ,
Undhe Sture Nyman y Jan Egelberg son miembros destaca- Tufts) iniciaron los primeros programas con base universi-
dos de la escuela escandinava. taria para capacitar a los especialistas en periodoncia. Esos
En la actualidad, la función de los microorganismos y la programas, de un ai'lo de duración, se extendieron a dos
reacción inmunitaria son el centro de la atención de mu- ai'los casi un decenio más tarde. En la actualidad, existen
chos grupos de investigación. Científicos como Rober! más de 50 programas de posgrado en periodoncia con bases
Genco, Roy Page, Sigmund Socransky, Max Ustgarten, Wal- e n universidades y hospitales; todos tienen tres ailos de
ter loesche, Jorgen Slots y muchos otros conducen la an - duración.
torcha hacia el futuro. Este libro documellla sus aporta-
ciones. SISl/ OG RAffA
Diversos talleres y conferencias internacionales resumen
el conocimiento actual acerca de los aspectos biológicos y l. Ackernl'Cht EH: Rudolf Vlrchow. New York, Amo I'ress, 1981 .
clínicos de la pcriodontología. Me recen citarse los que se 2. Albucasis: La Chirurgle. Tmnslated by L I.eClere. Parls, 8all-
Ji~re, 1861.
rea lizaron en 195 1, 1966, 1977, 1989 Y 1996, copatroci-
3. American Dental Club of !'arls: Meetings of Deccmber
nados y publicados por la American Acmlemy o( Perüxlol/to- 1902 and January and March 1903. Den! Cosmos 1904; 46:
logr. 39.
Esta institución, fundada e n 1914 por dos mujeres pe- 4. Artzney Buchleln . l.eipzig. Mlchael alum, 1530. F.ngllsh Ifans-
riodoncistas, Grace Rogers Spalding (1881-1953) y GiIlette laUo n in Dent Cosmos 1887; 29:1.
Hayden ( 188Q.. 1929), es ahora la cabeza de la periodoncia 5. Avice nna: UberCanonis. WIlICt', 1507. Reprinted, Hildeshelm,
organizada. Su publicación científica mensual, TI,,! ! ollm(/I Georg Olms, 1964.
Periodoncio
normal
Michael G. Newman

I pcriodonclo se fo rma con los tejldos de soporte y

G protección del diente (enda. ligamento periodontal,


cemento, hueso alveolar). Se divide ('11 dos partes: la
encía, cuya función principal es proteger los teJidos subya-
c('n les, y el aparato de inserción, compuesto de ligamen to
pcriodontal, cemento y hueso alveolar, l.l Se considera que
el cemento es parte del pcriodoncio dado que, ju nto con el
h ueso, sirve de soporte a las fi bras del ligamento perio-
danta!.
El periodondo está sometido a variaciones funcionales
y morfológicas, así corno a cambios relacionados con la
edad. Esta sección incluye las características normales de
los tejidos periodomales. conocimiento im prescind ible
para entender las enfermedades del periodoncio.
Los tejidos blandos y duros que rodean a los im plantes
dentales poseen muchas características semejantes y algu-
nas diferencias relevantes respecto de los tejidos periodon-
tales. El capítulo 67 describe dichas caracleriSlicas y dife-
rencias.

15
CAPÍTUL O

La encía
Marra f . Itoiz y Fermfn A Carranza

• • •
CONTENIDO

CARACTERíSTICAS CLíNICAS CORRELACIÓN ENTRE CARACTERfsTICAS


Encía marginal CLíNICAS y MICROSCÓPICAS
Surco glngival Color
Encía Insertada Tamaño
Encía interdental Contorno
CARACTERfsTICAS MICROSCÓPICAS Forma
Epitelio gingival Consistencia
Tejido conectivo gingival Textura superficial
Posición

~
a /lit/cosa hllml se compone de tres zonas: la encía casi 1 mm de ancho, la encía marginal forma la pared de
y el revestimiento del palada r duro, que forman tejido blando del surco glnglval. Puede separarse de la su-
1:1 1m/cosa mUSlim /aria; el dorso de la lengua, cu- perficie dental mediante una sonda periodontal.
bierto por mI/cosa especializada; y la mucosa bucal . que
cubre el resto de la boca . La (!/leía es la parte de la mucosa Surco gingival
bucal que reviste las apófisis alveolares de los maxilares y
rodea el cuello de los dientes. Es el surco poco profundo o espacio circundante del diente
que fo rman la superficie dental, por un lado, y el revesti-
miento e pitelial del margen libre de la e ncía, por el otro.
CARACTERíSTICAS CLíNICAS TIe ne forma de V y apenas permite la entrada de una sonda
pcriodontal. La determinación clín ica de la profundidad
Desde el punto de vista anat Ómico, la encía se divide el1 del surco gingival es un parámetro diagnóstico importante.
marginal, insertada e interden tal. En circunstancias ideales o de normalidad absoluta, la pro-
fundidad del surco gingival es O o casi 0.° Dich as circuns-
Encía marginal tancias estrictas de normalidad sólo se producen experi-
mentalmente en a nimales libres de gérmenes o luego de
Tam bién se conoce como no insertada y corresponde al llevar a cabo un control inte nso y prolongado de la pla-
ma rgen terminal o borde de la e nda q ue rodea a los dientes ca.W
a modo de colla r (fi gs. 1-1 y 1-2). En casi el 50% de los En la encía del ser humano, sana desde el punto de vista
casos, una depresión linea l supe rficia l, el S IIfCO gillgiml cJinlco, es posible encontrar un surco de cierta profund i-
libre, J la sepa ra de la e ncia inst'rtada . Po r lo general, con dad. Tal profundidad, en la forma establecida para cortes
16
1.<1 f'''¡'',' • CAPiTULO 17

e ncía insertada se extiende hasta la mucosa ¡Ilveolar relati·


va mente laxa y móvil , de la cual está separada por la /lJ/ió"
/II/1cogillgil'lll ((¡g. 1-2).
Otro parámetro clinito importante es el (ll/cho (Ií' la elldll
iIlSI'rl{/(lfI. Corresponde a la distancia en tre la unión mueD-
gingival y la proyecció n sobre la superficie externa del
fo ndo del surco ginglval o bolsa pcrlodontal. No debe con·
fundirse con e l ancho de la encía queratinizada, ya que ésta
abarca también la encía marginal (fig . 1-2).
El ancho de la encía insertada de modo vestibular varía
e n distintas zonas de la boca. l• Po r 10 regular es lIlayor en
la región de los incisivos (3.5 a 4.5 mm e n el maxilar y 3.3
a 3.9 mm en la mandíbula) y me nor en los segmentos pos·
terlores. El ancho mínimo aparece en el área del primer
premolar ( 1.9 mm en el maxilar y 1.8 m m en la mandí-
Fig . 1.1 . EneJa normal de un adulto JOVen. NÓtese la demarc.aclOn bula)J (fig . 1-3).
(lInea mucogulQlval) (flechas) enve la encla Insertada '1 la mucosa al· La unió n mucogingival permanece ilwariable durante la
veoIar mas OSCUf a vida adulta;' e n consecuencia, los ca mbios del ancho de
la e ncía insertada son resultado de mooifiC<lclol1('s de la
posición de su extremo coronarlo. El ancho de la encía
Insertada aumenta con la edad' y en los dkntes sobre·
histológicos, m ide 1.8 mm, con variaciones de O a 6 mm;'1 erupcionados.1 En la zona lingual de la mandíbula, la encía
otros investigadores registran I.SIl.\ y 0.69 mm, respectiva· insert ada termina e n la un ión con la mucosa alveolar
me nte ..o La manio bra clínica usada para dele rminar la lingual, que se cont inua con el revestimiento de mucosa
profundidad del surco conslSIC e n introducir un instru- del piso de 1,1 boca. En el maxilar superior, la supe rficie
menlo metálico - la sonda pe riodo ntal- y estimar la dis- pa];llina de la encía insertada se une de rmlne ra Impe rcep'
tancia que pe netra. La profundidad histológ ica del surco tibIe con la mucosa del paladar, asimi smo firme y resi-
no tiene que ~er, y no es, exactamen te igual a la profundi· liente.
dad a la cual pe net ra una sonda . En e l ser humano, la lIa·
mada profundidad de sondeo de'un surco gi ngival c1inica· Encía inte rd enta l
mente normal es de 2 a 3 111m (cap. 30).
Ocupa el nicho gingiva l, que es el espac io interproxl mal
En cía inse rtada po r debajo dcl área de contacto. La encía intcrdental puede
~e r piramidal o tener forma de "col". En el primer caso, la
Este tipo de encia se continua COIl la encía marginal. Es punta de una pa pila se halla inmediatamente por debajo
firme y resilien te y está fijad a t"On fi rmeza al periostio sub- del punto de contacto. La segunda fo rma pre~e nta una
yacente del hueso alveolar. La superficie vestibular de la depresión a modo de valle que conecta una papila vestibu·
lar y o tra lingual y se adapta a la mo rfología del contacto
Interproxima ll'l (fig). 1·-} Y 1·5) .
La forma de la encía en un espacio interdental determi-
nado depende del punto de contacto e ntre los dos die ntes
contiguos y de la presencia o ausencia de cierto grado de
,----~;--- Surco gmgival
Encfa marginal o libre
--""--...,- Surco marginal

Encla msertada

. .....- Unión mucogmgival

Mucosa alveolar

Fig. ' . 2. [squema de los puntos anatOmlCOS de referencia de la Fig. 1.3. Ancho promedio de la encra Insertada en 18 denllCIOO hu·
enela mana pcfmanente.
18 I',\R I F I • 1',.,.,/)<101'(";0 1k",,,,1I

"01 "
Fig. ' .5. Corte \'estlbulollngual (monol que muestra el col entre las
papllM Imerdemalcs vestibular y lingual El col se encuentra cublCfto
por l'puelro escamoso estratifICado no queratlnlzado
Fig. 1·4. SilJO de una exuacc.on que muestra las paPIlas ulterdef'llales
vestrbular y p¡¡launa. aSI CCUllO el col IntermediO (flecha)
cldas como cNula~ cla ras o no queratinocitos, que incl u-
yen célu las de Langerhans, cél ulas de Merkel y lI1elano-
citos.
recesión. (La figura 1-6 reprcscnta las variadones en la en- La función principal del epitelio gingiva l es proteger las
cia interden tal normal.) estructuras profundas y permitir un In tercambio sclectivo
¡..as superficies vesti bular y lingual convergen h acia el
área dt' contacto interproximal, y las mesiales y distales son
algo cóncavas. Los márgenes laterales y el extremo de las
¡>apilas interdentalcs están formadosJlOr una continuación
de la encia marginal de los dientes adyacen tes. La IlOrdón
in termedia se COm ¡lOne de encia insertada (fig. 1-7).
Si hay un diaslema, la encla ~c inserta con firmeza en el
hueso in terdental y rOTlua una ~u pe rfi c i e uniforme, redon·
dt'ild" y sin papilas inlerdentalcs (fig. I·g).

CARACTERíSTICAS MICROSCÓPICAS

1.(1 l'neía está wmtlltlkla por lIll nudeo Cl'nlral de tejido


conectivo cubil'rto por epitelio escamoso estrati fi cado. Es- A B
tos dos tej idos se de\Crlbcn por separado.-

Epitelio gingival

Aspec tos ge neral es de In hi o logía


de l e pitelio gingival
Si bien constituye un revestimiento continuo de epitelio
esC(lIllOSO estratificado, es posible definir tres áreas diferen-
tes en ténninos morfológicOS) fU/lclonalcs: epitelio bucal
o externo, epi lello del surco y epitelio de unión.
U tillO celular principal del epitelio gingival, al igual
que en todos los Olros epitelios escamosos estratificados, es

el 'fllt'flltimxito. Se encuentran también otras células cono-
e o
Fig. '·6. Esquema que compara las v_iaaones anatonllcas del col
Intcrdental en la encla normal (IZQUierda) y después de la rl'ces.ron
• Puede encontr arse una dcsctlpcl('ltr detallada de la hlstologla perlO· 9m9'\'al (derecha) A, a. segmento mandibular anterior, VISIIlS vesllbu·
danlal en el II!)fol he PCfIOOontlur.l le 1; [ Schroeder. publIcado por la. y vesllbulolingual, respectIVamente C. IJ reglOl"l man(llbullll pos.
Spflnger .Verl39 New York. en l~¡;b y on Blologu:al Slructure or lhe teriOr, VlstllS vestlbul/lf y vestlbulollngual, respecllvamente En a y D
normal and dlscased pellodof"ll" " " P. rtOdantology 2000 1997.(13) se muestran los punlOS de contacto demarlO
L" {'licia . CAI 'fTULO t 19

f ig . '·8. Ausencia de papilas Il"lIerdentales y col donde falta el con·


'·7.
f ig . Papilas Interdentales con la pOrclon central formada por tacto dental pro~imal . (Corlesla del Dr. Osvaldo Costa.)
encla Insertada , El aspecto de las papilas varia de acuerdo con la di·
mensión del espaCIO interproxlmal ginglvaL (Cortes!a del Df. Osvaldo
Costa.)
morfológicos que se produce en la célula a medida que
migra desde la capa basal (fi g. 1-9). El cambio morfológico
principal es un aplanamiento progresivo de la célula, con
con el medio bucal. Esto se logra med iante la proliferación un aumento de tonofi lamcn tos y uniones intercelulares
y diferenciación de los queratinocitos. vinculado con la producción de gránulos de queratohiali na
La proliferaci6/1 de los queratinocitos ocurre por mitosis y la desaparición del nucleo. (Véase Schroeder para mayo-
en la capa basal y, con menor frecuenci a, en los estratos res deta lles. 91 )
su prabasales, donde una proporción pequeña de células Un proceso completo de queratiniz.lción conduce a la
perdura corno compartimiento proli ferativo, en tanto que producción de un estrato córneo superficial urloqU/'mti/li-
un IllUnero mayor comienza a migrar hacia la superficie. z(/(Io similar al de la piel, sin mkleos en el estra lO córneo y
La di(erellnadólI es el proceso de queratinización, que un estrato granuloso bien deflll ido (fig. 1-10). Sólo algunas
consiste en una secuencia de fenó menos bioquímicos y zonas del epi telio gingival externo se encuentran ortoque-

Gotita
Estrato de lipldo
córneo
Oueratohialina

Eslrato Gránulos
granuloso laminados

"'''-~. Tonofibrillas
Estrato ~ _ _ _ Complejo Golgi
espinoso

~~51t:==~- Espacio Intercelular


_ _ _ _ _ _ _ Oesmosoma

Estra to
basal
=======-- MlIocondria

- - - - - - - Retlculo endoplásmico
granular
F-~----- Membrana basal

fig . ' . 9. Esquema de las celulas representativas de las diversas capas del epitelio escamoso estratifICado, como lo revela el microscopIO elec tr O-
Oleo. (Modificado de Welnstock A. En: Ham AW. Hlstology. ed 7. Phlladelphia. lB Lipplncott. 1974 )
20 I)ARTI~ I • {'eriO,/lm;;IIIIorl/llll

Fig. 1. 10. A, mlcrolotografla de encla queratlntlada tomada con el mtCloscoptO electromco dc rastrco ; ~ rOCOfloccn los qtJCratmOCttos aplana·
dos 'J sus IImttes en la SUpefllclC de la enefa (xl 000) B, mtCfofotografla del margen gtng,val en el borde del surco g"19tval obtenida con el
mIcroscopIO eleclrOl'lICO de rastreo; se observa un acercamtento de vanos querattnocttos caSI por exfoliar ( X l 000) (TomadO de Kaplan GB.
PamelJCl' CH, Rubef'1 MP Scannmg electIOI'l mlCl'oscopy 01 sulcular aOO JUrlCttOnal epdheha correlated wtth hlstology fPart IJ. I Pertodontol
1977;4B 446)

ratinizadas; las dl'más regiones gi ngivales están cubiertas (illlsritw, cuyos pTl'Curlloores con.'iti tuyen los grá nulos de
por epitelio pa raquerati nil.ado o no queratin i7.ado,1fI que se queratohialina. En la transición repentina hacia el estrato
halla al parecer en fas{'!i Intermedias de queratinil.aci6n, córneo, los gránulos de queratohialina desaparecen y dan
Dichas áreas pueden progresar hacia la madurez o dcsd i· origen a la ftlagrina, que forma la matriz del mmt'OCito, la
fere nciarSl' e n distintas circu nstancias fisiológicils o patoló, célulil epi telial más diferenciada,
gicas. En consecuencia, en el estado de diferenciación total,
En los I'pi/dios pilflulllefr/lilliZl/¡}OS, el estrato córneo re, los corneocitos están fo rmados e n esencia por haces de
tiene núcleos piCIlÓtiCOS, y los gránulos de queratohialina tonofilame ntos de queratina inclui dos e n una miltriz
están dispe rsm ~ in l'onstituir un estrato grilnuloso. El epite- amorfa de filagrina y rodeados por una envoltura resistente
lio l/O ll uemtil1izado (aunque 1;1.'i citoqucralinas son el corn- por debajo de la membrana celu lar, Los patrones inrlluno-
polll;,ntc principal , COlIJO en todos los epitelios) no posee histoquímicos de los diferentes tipos de que ratina , proteí-
estrato granuloso ni estrato córneo y las célu las superficia- nas de la envoltura y filagr!na cilmbi ¡_n por la estimulación
les poseen núck'os vi¡_bles, normal o patológica y modifican el proceso de queratini-
La inrmmohistoquimica, la electroforesis en gel y las zación . ~ t -5]

técn icas in mun01lbsorb('ntes permiten la identirlcación del El microscopio electrónico revel¡1que los queralinocitos
patrón ca racterístico de citoquerati nas posible e n cada tipo están interconectados por estruct uras de la lX'riferia cel ular
epitelial. Las proteína.'i de las queratinas se componen de denominadas (leSmOSOl//lH.·' Éstos poseen una estructura
subunidades de diferentes polipl'ptidos reconocibles por su típica que consta de dos placas densas de fijación en las
punto isoeléctrico y peso molecu lar, Se enumeraron en cuales se insertan tonor_brillas y una línea interme-dia, el('('-
secuencia inve rsa Tl'specto de su peso molecular. En gene- trónicamcnte dens.1, en el comparti mien to extracelu lar,
ral, las cl-Iulas basales empiezan a si ntetizar querat inas Los tonofila mentos, expresión morfológicil del citocsque-
de Illenot peso molecular (como Kt ~, 40 kd) Y expresan leto de las proteínas de (jueratina, se irrad ian a modo de
Olras qu('ratinas con lX'soS molecu lares mayores a medida cerdas de cepillo desdc la~ placas de inserción hacia el cito-
que migran hacia la superficie, El componen te principal plasma de las c~lu l as. El espacio enlre las células lX>scc
del eSlra to córneo cs el polipéptido de la queratina Kt de proyecciones citoplásmicas semejantes a micro\'el1osidildes
68 kd. !" que se extienden hacia el ('~pacio intercelular y a menudo
Du rante la m;lduración se sinteti7..an proteínas diferen- se interdigitan.
te~ de las querati nas, L.1!1 estudiadas con mayor detalle son Las un iones densas (Wllllt' tKt!u(/e/ls) son forma~ de co-
la </UI'f(/{IJ/i"illII y la im'I/ll/di/la, p r('Cur~oras de una cslrm'- n.... xión dc la\ e('lulas epiteliales, observadas con menor
lura re~i~ t en t e de~de el punto de vista químico (la clwol- frecuencia dnnde ~e e~tlrna que lallo membra nas de 1¡IS célu-
lura) localizada por dcha jo de la memhrana celular, ~' la la~ con ti glla~ ~e ftt~ionan. I!UZl Algunas observaciones ~lL-
LlI l'IlfÍll • CA l'fTULO 1 21

Fig . 1. 11 . [nela pIgmentada de un perro; se observan melanoci·


tos (M) en la capa del epItelio basal y melanOforos (e) en el tejIdo
conectivo (técnICa de Glucksman)

gieren que dichas estructuras permiten el paso de iones y tejido conectivo, llamadas melal/6fagos o /1I!'i(1/I6foro.~, fago.
moléculas pequeñas de una célula a otra . citan los gránulos de melanina y los retienen.
La concentración de organelos citoplásmicos varia entre Las células de Lcmger/la/Is son de lipo dendrítico y se lo-
los diferentes estratos epiteliales. Las mitocondrias son más ca liza n entre querat inocitos en los niveles suprabasales (fig.
numerosas e n los estratos Illás profundos y disminuye n 1-12). Perte necen al sistema mononudear fagociti co (sis·
hacia la superficie de la célula. En concordancia, la demos- tema reticulCK'ndotelia l) como monocitos modificados de·
tración histoquímica de deshidrogenasa succínjca, dinu- rivados de la lII&1ula ósea. Contiene n gránulos alargados y
cleótido de nicot inamida-adenina, citocromooxidasa y se los considera macrófagos con posibles propiedades anUo
otras e nzimas mitocondriales revela un ciclo tricarboxílico génicas.:Q Las células de Langerhans poseen una fun ción
más activo en las células basales y parabasalcs, donde la relevante en la reacdón inmunitaria como células que pre-
proximidad de los vasos sanguíneos facilita la producción sen tan los ant ígenos a los linfocitos. Tienen gránulos espe-
de energía po r via de glucólisis aerobia. cífi cos g (gránu los de Birbeck) y marcada actividad de tri·
A la inversa, las enzimas de la vía de las pentosas (vía fosfatasa de adenosina. Se localizan en el epitelio bucal de
alterna de la glucólisiS), como glucosa-6-fosfatasa, incre- la encía norlllal y, e n cantidades menores, e n el epitelio del
mentan su actividad hacia la superficie. Esta vja ge.nera surco. Es probable que no los haya en el epitelio de unión
una mayor cantidad de productos inte rmedios para la de la encía no rmal.
elaboració n de ácido ribonuclcico (RNA), que a su vez es Las (NI/le/s ele Mukef .se ubican en las capas más profun-
necesario para la síntesis de las proteínas de queratin i. das del epitelio, poseen termi naciones nerviosas y .se co-
7..1c1ón . Este l>'l trón histoquímico se correladona con el
Illayor vol umen y cantidad de tonofilamenlos observados
e n las células que ,llca nza n la superficie, y la intensidad
de la actividad es proporcional al grado de diferencia·
ción.n ..l<>.~~,'"
Las células ubicadas en la parte más alta del estrato es·
pinoso contienen numerosos grá nulos densos conocidos
como queratilloSOm(IS o cuerpos de OdIa/Id, que son lisoso--
mas modificados. Contienen una gran can tidad de fosfa -
tasa ácida, enzima que interviene en la destrucción de las
membranas de organelos. Tal destrucaón ocurre abrupta·
mente entre los estratos granuloso y córneo y durante la
cemen tación in tercelular de las células cornificadas. Por lo
tanto, la actividad de la fosfatasa ácida se relaciona estre-
chamente con el grado de que ratinización .'U7.llD
Las células no queratinocitos se hallan en el epitelio
gingival como en otros epitelios malpighianos. Los meltmo-
citos son células dcndrit icas localizadas en las capas basal y
espinosa del epitelio gingival . Si ntetiza n melanina en o rga·
nelos denominados prem ('/clI/osomtls o m elallosom as Jl)'IO,IO'
(fig. 1-1 1). Contienen tirosinasa, que hidroxila la tirosi na
en d ihidroxifc nilalani na (dopa ), que a su vez se convierte Fig. 1. 12. Epitelio glnglval humano, zona ve5ll bular. la técnica de
progrc~ivamentc en m{'lanina. Otras células del epitelio y Inmunoperoxidasa indica la presencia de celulas de Langcrhans
22 I'ARTE I • f>fr;ot.frJllrio 1I0rm,,/

Fig. '-13. Encla humana normal tenida con el mClodo hlstoqul·


miCO de Schlfl (PAS) Se reconoce la membrana basal (B) entre el
epitelio (E) y el tejido conectivo subyacente (C) En el epitelio hay
material de glucoprotelna entre las cClulas y en la membrana
cel ular de las capas córnea superficial (H) y granular (G) subya·
ce ntes. El tejido conectivo presenta una sustanCia fundamental
amorfa difusa y fibras colágenas. Las paredes de vasos sangulneos
destacan claramente en las proyecciones Interpapllares del tejido
conectivo (P).

ne<:tan con células contiguas mediante desmosomas. Se les tejido conectivo subyacente (sobre todo colágena de tipo
ha identificado como receptores táctiles.78 IV) mediante fibrillas de anc!aje.n .f.\.I11 El complejo de lá-
El epitelio se une al tejido conectivo subyacente por mina basal y fibrilla s es la línea positiva al rAS (PAS, del
medio de una láminll basal de 300 a 400 Á de espesor, que inglés periutfjc (/c¡,J-Scll iff) y argirófi la que se observa al mi -
se localiza casi 400 Á por debajo de la capa basal del epi te- croscopio Óptico'I9·112 (fig. 1- 13). La lámina basal es permea-
lio. VJ .9t.. "1II La lámina basal consta de las llamadas lámina ble a los líquidos pero opera C0 l110 barrera para partículas.
lúcida y lámina densa. Los hemideslllosomas de las células
epi teliales baslI les hacen contacto con la lámina l(¡cida, Ca racterísticas estructurales y metabólicas
formada principalmente por 111 glucoproteína laminina. La
lámina densa se compone de colágena dt; ti po IV. La lá mina
basal, claramente d iferenciada e n el plano ultracstruclural,
EPITELIO BUCAL °
de las diferentes zonas del epitelio gingi va l
EXTERNO. C ubre la cresta y la
superficie exterior de la encía marginal y la superficie de la
se conecta con una condensación reticular de fibras del e ncía insertada. Está queratinizado (fig . 1-14), paraquerati-

, .-

- __ ..-_-- . . .J
.'.
-'
~ .~
• • ••
• ,. • • •• •• • •
-
•• •• • •

, , • , • ,
, •
. • • •
• •
\
•.... '!>;
.
d

t,.
,

'~ ~ p~ 4 '¿~Q.
'" ~T4
¡

.j.:
\ " •
1,
I

p<\ · .
~' ,
o ,
" . r· •
p
.. ,.
,.fo' •
, .. , . ,>\ 0

I
1\/;" ¡ • i

A B e
Fig. 1.14. Vanaclones del epitelio glnglval. A, queratinizado. B. no queratinlzado C. paraqueratllllzado Capa cOrneil (H). capa granular (G).
capa de celulas esplllOsaS {PI. capa de células basales (Ba). células supcrnClalcs aplanadas (S) . capa paraqueratOtlca (Pk)
LlIl'llriti • CAPíTULO 23

nizado o presenta estas variedades combinadas. Sin em-


bargo, la superficie prevalen te está paraqueratiniza-
da. u.2U.12I
El grado de la queratinización gingival disminuye con la
edad y el inicio de la menopausia,al pero no se relaciona
necesariamente con las diferentes fases del ciclo mens-
trual. M La queratin ización de la mucosa bucal varía en
diferentes regiones en el siguiente orden: paladar (más
queratinizado), encía, lengua y carrillos (menos queratini-
zados).'+
Las queratinas Kh K~ Y K10 a Kll, que son específicas para
la diferenciación epidérmica, se expresan inrnllnohistoquí-
mi,"amente con alta intensidad en las zonas ortoquerati ni-
zadas y con menor en las paraqlleratinizadas. También es-
tán presentes las queratinas K. y K, ., características de los
epitelios muy prolifera ti vos, y las Ks y K,., citoqueratinas
específicas de la estratificación. Las áreas paraqueratiniza-
das expresan K,Q, por lo regular ausente en los epitelios
normales ortoqueratinizados. '+.89
E.n concordancia con la maduración total o casi total, las
reacciones histoenzimáticas para la fosfatasa ácida y las
enzimas de la vía de las pen tosas son muy inlensas.'M9
El glucógeno puede acumularse de forma intracelular fig . 1_16. Biopsia de ser humano impregnada en Epon: se observa
cuando no lo degrada por completo alguna de las vías glu- un surco glngival relativamente normal. La pared de tejido blando del
colíticas. Por lo tanto, su concentración en la encía normal surco glngival e5t.:1 formada por el epitelio bucal del surco (ose) y su
tiene relación inversa con el grado de qucratinización 98.,1~1 tejido cone<:tivo subyacente (ct) . La superfICie esfacelada del epitelio
de ulllOn Ge) constituye la base del surco ginglval. El espacio del es-
e intlamaciÓn.' U'O.'19 malte est.:l delineado por una estructura cuticular densa (dc) Se ad·
EPITELIO DEL SURCO. Es el epitcHo que recubre el sur- vierte una linea algo aguda de demarcación entre el epitelio de union
co gingiva l (fig. 1-15). Se trata de u.n epitelio escamoso es- y el epitelio bucal del surco (flecha) Es posible observar diversos leu·
tratificado delgado, no queratinizado y sin proyecciones cocitos pohmorfonucleares (pmn) que atraviesan el epiteliO de unión.
El surco contiene eritrocitos producto de la hemorragia registrada al
interpapilares, que se extiende desde el limite coronal del momento de tomar la biopsia ( x 391 . re<:uadro. x 55) . (A panlr de
epitelio de unión hasta la cresta del margen gingival (fig. Schluger S. Youdelis R. Page Re: Periodontal Disease Philadelphia. Lea
1-16). Por lo general, presenta numerosas cél ulas con va- & Febigef, 1977.)
cuolización hidrópica. IJ
Al igual que otros epitelios no queratillizados, ca rece de
estrato granuloso y córneo y de las citoqueratinas K1, K1 Y
Kw a KIl' Sin embargo, contiene K. y Ku, las llamadas clto- Los estudios histoquímicos de las enzimas revelan de
queratinas de tipo esofágico. También expresa K'9 y en manera uniforme un grado menor de actividad que en el
circunstancias normales no contiene células de Merkcl. epitelio externo, sobre todo en el caso de las enzimas rela-
cionadas con la queratinización. La dcshidrogenasa de
glucosa-6-fosfato expresa reacción débil y homogénea en
todos los estratos, a diferencia del gradiente que aumenta
hacia la superficie observado en los epitelios corni!icados."'Y
La tinción de la fosfatasa ácida es negativa, I8 aunque se han
descrito Iisosomas en cé.lulas exfoliadas ..n
A pesar de estas características morfológicas y químicas,
el epitelio del surco posee capacidad para queratinizarse si
a) se 10 revierte y expone a la cavidad bucapu l o b) se eli-
mina por completo la microllora bacteriana del surco.z..z Por
el con trario, el epitelio exterior pierde su queratinización
cuando entra en contacto con el diente. u Estos hallazgos
sugieren que la irritación local del surco impide su quera-
tinización.
E.l epitelio del surco es sumamente importante porque
en ocasiones actúa como una membrana semipermeable a
través de la cual los productos tóxicos de las bacterias pa-
fig . '·15. Vist a con el microscopIo electrónico de rastreo de la super- san hacia la encía y el líquido gingivaJ se filtra hacía el
fICie epitelial frente al diente en un surco 91nglval humano normal. El
epitelio (Ep) muestra celulas en proceso de descamacion, algunos surco. 1lJ
eritrOCitO'> diseminados ([) y unos cuantos leucocitO'> que emergen (L) EPITELIO DE UNION . El epitelio de 11111011 consta de
(x 1 000). una banda que rodea al diente a modo de colla r constituida
I'ART.: I • Periodoflcio I/ormal

por epilello esca moso estratificado no qucratinizado. En las las endoteliales y epiteliales en su contenido de la minina,
primeras eta pas de la vida, su grosor es de tres a cuatro pero difiere en su lámina basal Interna, que no po~ colá·
capas, aunque la cantidad de estratos aume nta con [a edad gena de tipo IV. - Estos resultados indica n que las células
hasta 10 o aún 20. Estas cél ulas pueden agruparse en dos del epi telio de unión [ntervlenen en la producción de la-
estratos: basal y supra basal. La longitud del epitelio de minina y tienen una (undón clave en el mecanismo d\."'
unió n varía desde 0.25 hasta 1.35 mm. adhesión.
El epileHo de unión se fo rma por la confluencia del epi- L.1 S fibras gingivales fortalecen la inserción del epitelio
telio bucal y el epitelio reducido del esmalte d urante la de unió n con el diente. Dichas fIbras refuerzan la encía
erupción dentaria (fig. 1-17). No obstante, el epitelio redu- marginal contra la su perficie dentaria . Por tal motivo, se
cido del esma lte no es esencial para su formación; de he- considera que el epitelio de unió n y las fibras gingivales
cho, el epitelio de unión se restaura en su totalidad después son una entidad funcional , conocida como IIlIit/m/ tf('lIt~
de la Instrume ntación o la reparación quirúrgica y se forma sif/sival."
en torno de un implante.u
Las capas celulares que no se yuxtaponen al diente ex- Formació n del su rco gingiva l
hiben numerosos ri bosomas libres y prominentes estructu- Una vez concluida la formaci ó n del esma lte, éste se cubre
ras cubiertas por membrana, como com plejos Golgi y va- de epitelio reducido del esmalte, que se fija al diente me-
cuo las cl toplásm icas, al parecer fagocftlcas. También hay diante una lámina basal y hemldesmosomas. 65.111'1 Cuando
cuerpos de tipo lisosomal, pero la falta de queratinosomas el diente penetra la mucosa hucal, el epitelio reducido del
(cuerpos de Odland) y fosfatasa ácida demostrable por his- esmalte se une al epitelio buca l y se transforma en epitelio
toquímica, en relación con el bajo grado de diferenciación , de unión. A medida que el diente erupciona, este epitelio
reflejaría un bajo poder de defensa contra la acumulación fusionado se condensa a lo largo de la corona y los amelo-
de placa microbiana en el surco gingival. Se han notificado blastos, que forman la capa interna del epitelio reducido
hallazgos morfológicos similares en la encía de ratas libres del esmalte (fig. 1-17). se convierten gradualme nte en cé-
de gérmenes. Es habitual encon tra r leucocitos neutrófilos lulas epiteliales escamosas. La transformación del epitelio
polimorfonucleares en el epitelio de unión de ratas comu- reducido del esmalte en epitelio de unión prosigue en di-
nes y ratas libres de gérmenes. m rección apical , sin intermmpir la inserción con el diente.
Los diferentes poUpéptidos de la queratina del epitelio Según Schroeder y Listgarten, este proceso toma e ntre uno
de unión poseen un patró n histoq uímico particu lar. Ex- y dos años.9l
presa K !~, ausente en los epit elios queratiniz.ldos, y las ci- El epitelio de unió n es una estructura en autorrenova-
toq ue ra tinas Ks Y K" específi cas de la estratificación." cló n contin ua, con actividad milólica presente en todas las
Margan y colaboradores'l describieron que las reacciones capas celu lares. u .loo Las células epiteliales en proceso de
para demostrar la presencia de K. o Ku revelaron un cam- regeneración se despla7.an hacia la superfIcie dentaria y a
bio abrupto entre el epitelio del surco y el de unión. La lo largo de ella en dirección coronaria hacia el surco gi ngi-
wna de unió n es el único epitel io bucal no queratinizado val, do nde se exfolian " (fig. 1-18). Las células hijas migra-
estrat ifIcado que no sin tetiza los polipéplidos específicos to rias proporcionan una inserción continua con la superfi .
mencionados. Otro comportamie nto particular consiste e n cle dental. Aún no se ha medido la fuerza de la unió n
que pese a ser un epitelio con alto recambio celular, no epitelial al diente.
expresa K. y K,. relacionadas con epitelios muy prolifera- El surco gingival se forma cua ndo el diente e mpciona en
tivos. la cavidad bucal. En ese mome nto, el epitelio de unión y
Al Igual que el epite lio del surco, el de unión evidencia el epitelio reducido del esmalte for lllan una banda ancha
menos actividad enzi mática glucolítica que el epitelio ex· que se fIja a la superficie dentaria desde la proximidad del
terno y carece de actividad de fosfatasa ácida.'..... vértice de la corona hasta la unió n arnelocementaria.
El epitelio de unión se fija a la superficie dental (inser. E.I SUlCO gingival es el espacio o surco poco profundo,
ción epitelial) mediante una lámina basal interna y con el con forma de V entre el diente y la e nefa, que rodea la pun-
tejido conectivo g ingival por medio de una lámina basal ta recién erupcionada de la coro na. En un diente erupcio-
externa que posee la misma estructura que otras uniones nado por completo, sólo el epitelio de unión perdura . El
de epite lio con tejido conectivo e n o tras partes de l SllrcO COlIsta ,le mI espacio slI¡wrfida l coro",,1 a 1" i"serci6" del
cuerpo .... '" epitelio dI! uni6". Está limitado por el diente ell IItI latlo y por
La lá mina basal interna consta de una lámina densa t'f epitdio del SlIrcO en el otro. El /lItu8ell Sitlgivtll es ItI ext/'llsi611
(adyacente al esmalte) y una lámina lúd da a la cua l se fijan corom¡/ (Iel surco sillgival.
hemidesmosomas. Bandas orgánicas del esmalte se intro-
ducen en la lámina densa ."o El epi telio de unión se fija al
cemento a fibril ar presente en la corona (casi siempre limi-
tado a una zona a poco menos de I mm de la unión ame·

f ig _ ' .17_ErupciOn de un diente de gato. A. dIente no erupcionado
locementaria)'IS y de modo semejante al cemen to radicu- Dentina (O). remanentes de la matflz del esmalte (El. epItelio redu·
lar. cldo det esmalte (REE. del Ingtés reduced ename! l'pI thcllt./m). epllelto
Se han publicado estudios histoquimicos sobre la pre- bucal (OE . del inglés oral eplfhellum), artefacto de la téCmca (a) B,
dIente en erupciOn que forma epttelio de unlOfl (JE. dellnglesJUflCIIO-
sencia de polisacáridos neu tros en la zona de inserción nal epuhellum) C. diente completamente erupciona~o Surco con
epitelial .' '' Datos de in vestigaciones también señalan que residuos epiteliales (S). cemento tC) y restos epllellales tER. del inglés
la lámina basal del epitelio de unión semeja la de las célu- cpl tllclial rests)
25
26 I'ARTE I • f'eriQ(/ulldlJ IIIJf//1Il1

nes limitada por márgenes lineales demarcados con cla-


ridad .
E listgarten clasificó las estructuras cuticulares en capas
de origen evolutivo y capas adquiridas." Las capas adq//iri-
d(l$ Incluyen a las de naturaleza exógena, como la saliva,
las bacterias, el cálcu lo y las manchas superficiales (caps. 6
y 11). Las ("{¡pas de origeu evolutil'O son aquellas que normal·
mente se forman como parte del desarrollo dentario e in-
cluyen al epitelio reducido del esmalte, cemento coronal y
cu tícula dental.
Una vez concluida la formación de esmalte, el epiteliO
ameJoblástico se reduce a una o más capas de células que
permanC("en fijadas a la superficie del esmalte por hClllides·
mosomas y una lámina basal. Este epitelio red/lcido del ¡'S-
malre consta de ameloblastos pOSlSecretorios y células del
estrato intermedio en el órgano del esma lte.
En ciertas especies animales, el epitelio reducido del es-
ma lte desaparece por completo y con mucha rapidez, de-
jando así a la superficie de esmalle en contacto con tejido
e conectivo. Por consiguien te, las células de éste depositan
en el esmalte una capa delgada de cem ento, conocida
como ceme1lto coro1lal. En el ser humano aparecen algunas
Fig. '-18. Epitelio de union en un diente en proceso de erupclOn. El veces placas delgadas de cemento afibrilar en la mitad cer-
epitelio de uniOn (lE, del ingles)unctlonaJ epilheJium) esta formado por
la adhesiOn del epiteliO bucal (OE. del Ingles oral epllhelium) y el epite· vica l de la corona.
Iio reduCido del esmalte (REE. del inglés roouced enamel epithellum). Se El microscopio electrónico revela sobre la superficie de
reconoce cemento afibrdar (Ae, del Inglés afibrillar cemenlum). que esmalte una O/tíO/la delltal formada por una capa de mate-
se forma algunas veces sobre el esmalte, luego de que el REE dege· ria orgánica homogénca dc grosor variable (casi 0.25 pm).
nera las flechas indican el ITIOVlmierlto coronal de las celulas epitelia-
les en Y1as de regeneraclon, que se muluplican mas rápido en el epite- No está mineralizado y no siempre aparece. En ciertos ca-
lio de umOn que en el epitelIO bucal E, esmalte; e , cemento radicular sos, próxima a la unión amclocementaria, la cutícu la den-
Hay un patrOn de recambio celular Similar en el diente erupcionado tal se deposita sobre una capa de cemento afibrilar, que a
por completo (Modificado de llstgarten MA: ehanging concepts su vez yace sobre esma lte. L.1 cut!cula puede presentarse
aboUt Ihe dentogmglvalJunction. J ean Dent Assoc 1970:36:70.) entre el epitelio de unión y el diente. Estudios hlstoquími-
cos ult raestructurales sef'lalan que la cutícula dental posee
naturaleza proteínica ~1 y podría ser tina acumulación de
componentes de líquidos hísticos..tO,·z
Renovación d el epite lio gingival
El epileHo bucal experimenta una continua renovación. Su Líquido gingivaJ (líquído del surco)
espesor se mantiene gracias al equilibrio entre la formación El su rco gingival contiene un líquido que se filtra hada él
de células nuevas en las capas basal y espinosa y la exfolia· desde el tejido conectivo gingival a través del delgado epi·
ción de células viejas en la superficie. La actividad mitótica telio del surco.
tiene una periodicidad de 24 horas; los índices más altos y Se estima que el líquido ginglval: a) elimina materlat del
ba jos ocurren por la mariana y la noche, respectlvamente. n o surco, b) contiene proteínas plasmáticas que podrían me-
El índice mitótico es más alto en las zonas no queratlniza- jorar la adhesión del epitelio con el diente, c) posee propie-
das y aumenta en la gingivitis, sin diferencias considerables dades antlmicroblanas y d) ejerce actividad inmunitaria
por género. Las opiniones difieren respecto de si el índice para proteger la enÓa. (En el capítulo 15 se analizan COIl
mitótlco aumenta...·...," o dlsminuye lO con la edad. detalle el líquido gingival y su importancia en la s.1lud y la
E.n animales de experimentación, el índice mitótico enfermedad.)
varía en diferentes regiones del epitelio bucal, en orden
de~cenden te : mucosa bucal, paladar duro, epi telio del Tejido conectivo gingival
surco, epitelio de unión , superficie externa de la encía ma r-
ginal y encía insertada ......·... 1I1 Se informa que los periodos F.J tejido conectivo de la encía se denomina láll/;/I11 prol,ja
de recambio para distintas zonas del epitelio bucal de ani- y consta de dos capas: un l'stra/Q pllpiJt¡r subyacente al epi-
males de experimentación son los siguientes·: paladar, len- telio, que incluye proyecciones papilares entre las prolife-
gua y carri llo, cinco a seis días; encía, 10 a 12 dlas, con raciones epite liales imerpapilares, y una captl retiCrllar
igualo mayor tiempo requerido con el paso de la edad, y contigua al periostio del hueso alveolar. El tejido conC("tlvo
epitelio de unión, uno a seis días. u .los posee un comparti miento celular y otro extracelular como
puesto por fibras y sustancia fundamental.
Estructur' ls cuticulares sob re el die nte La sustancia fundamental ocu pa el espacio entre fibras
Se utiliza el térmi no cutícuh¡ para describir una eSlructu- y célu las, es amorfa y posee un contenido elevado de agua.
'ra acelu lar delgada con una matriz homogénea, ell.ocasio- Se compone de protcoglucanos, principalmente ácido hia-
1./ll'IIrfu • CAl'iTUI.O t 27

lurónico, sulfato de condroili na y gl ucoproteínas, sobre


todo fibronectina. 1..15 glucoproteínas muestran una débil
reacción positiva al rAS de la sustancia fundamentaJ..l<> La
fibronectina fij a los fibroblas tos a las fibra s y a muchos
otros componentes de la matriz intercelular, lo que contri-
buye a mediar la adhesión y migración de las células. La
laminina es otra glucoproteina hallada en la lámina basal ,
que sirve para unirla a célu las epiteliales.
Las tres clases de fibras de tejido conectivo son coláge-
nas, reticulares y elásticas. [,..1 colágena de tipo I conforma
el mayor componente de la lámina propia y confiere al
tejido gingiva l resistencia a la tensión . La colágena de tipo
lV. (fi bras reticulares argirófilas) se ramifican entre los haces
colágenos de tipo I y se continúa n con fibras de la mem-
brana basal y las paredes de los vasos sanguíneos.b'I
El sistema de fibras elásticas se integra con fibras de
oXitalán, elaunina y elastina distribuidas entre las fibras
colágenas. 2it

Fibras gingivales
El tejido conectivo de la encía marginal es de naturaleza
densamente colágena y contiene un sistema predominante
de haces de fibras colágenas llamadas fibras gillgivales, inte-
gradas por colágena de tipo l. ..... Las fibras gi ngivales poseen
tres funciones:

l. Aseguran firmemente la encía margi nal con tra el


diente.
2. Proveen la rigidez necesaria pa r,1 soporta r las fu erzas de Fig. 1_19. Corte vest ibulolingual de encla marginal; se advierten fi·
la masticación si n separa rse de la superficie dentaria . bras ginglvales (F) que se e)[tienden desde el cemento (C) hasta la
3. Unen la enda marginal libre con el cemento de la raíz cresta de la encla. hacia la superficie glngival exterior y externamente
y la e nda insertada contigua. al periostio del hueso (B). las fibras circulares (CF, del ingléS cirtular
fibers) aparecen cortadas en sentido transversal entre los demas gru-
pos. (Cortesla de Sol Bernick.)
Las fibras gingiva les se agrupan en tres grupos: gingivo-
dental, circular y transepta l. MI
GRUPO GlNG IVODENTAl. Las fibras de esta clase
corresponden a las superficies interproximales, lingua les y
vestibulares. Se insertan en el cemento, justo por debajo umon ameloc~entaria, que rodean a la encía margi nal
del epitelio, en la base del surco gi ngiva l. En las superficies vestibular o lingual del diente para fijarse en la otra super-
vestibulares y linguales se proyectan como abanico desde fic ie proximal del mismo; y b) un grupo de fibms trrl/lsgill-
el cement o hacia la cresta y la superficie externa de la enda g;vales que se fijan a la superficie proximal de un die nte,
marginal , para terminar a poca distancia del epitel io (fi gs. atraviesa n en diagonal el espacio interdental, ci rcundan
1-19 y 1-20). También se ex tiende n por fuera del periostio la superficie vestibular o lingual del diente vecino, para
de los huesos alveolares vestibular y lingual y t'e rm inan en atrav('sar de nueva cuen ta diagonalmente el espacio inter-
la enda insertada o se un('n con el periostio. En sentido dental y fijarse en la supe rfi cie proxima l del siguiente
interproximal, las fibra s gi ngivodentales se extienden hacia diente.
la (Testa de [a encía interdental.
GRUPO CIRCULAR. Las fibras circulares atraviesan el Elementos celu lares
tejido conectivo de la encía marginal e interdental y ro· El fibroblasto es el elemento celular preponde rante del te-
dean al diente a manera de anillo. jido conectivo gingiva l. Numerosos flb roblastos aparecen
GRUPO TRANSEPTAl. Localizadas en el espacio inter- entre los haces de fibras. Como en el tejido conectivo de
proxi mal, las fibras de este grupo forman haces horizonta- otras partes del cuerpo, los fibroblastos si ntetizan colágena
les que se extienden entre el. cemento de dientes adyacen- y fibras elásticas, así como ¡as glucoproteínas y los glucosa-
tes en los cuales se insertan , Se ubican entre el epitelio de minoglucanos de la sustancia inte rcelular amorfa. Además,
la base del su rco gingival y la cresta del hueso interdental. los fibroblastos regulan la degradación de la colágena.
A VE"Ces se las clasi fi ca entre las fibras principales del liga- Los l/1astoótos, distribuidos e n el cuerpo, abundan en el
mento periodontal . te jido conectivo de la mucosa bucal y la encía.z.4· IOJ,I04,lN Los
rage y colaboradores,u tambien describieron al un con- IIIQcr6(asos fiim y los lIistiocitos están presen tes e n el tejido
junto de fibms St'lIIicirCl/lares insertadas en la superficie conectivo gingival como compone ntes del sistema mono-
proximal del diente, inmedi atamente por debajo de la nuclear fagod tico (sistema reticuloendotelial) y derivan de
28 PARTE I • l'I.'riQtIQ/lcio /10",,,,1

Que las ca ntidades pequei'las de leucocitos dehen consi·


derarse un com ponente normal de la encia o un infiltrado
inflamatorio incipiente sin expresión clínica es una conje-
tura de importancia tc6rica más que práctica. Cuando la
normalidad gingival se luzga con criterio clínico muy es-
tri cto, o en condiciones experimen tales muy espci:iales, no
hay Iinfocitos,"-1lO pero son elementos prácticamente cons·
tantes en la encia no rmal, incluso antes de la erupc.;ón
completa cid dient e. bl.7iI.~J Estudios inmunohistoquímlcos
que utilizan anticuerpos mo noclonales identificaron dife·
rentes subpo bladones de Ilnfocitos. El infiltrado de la zona
por debajo del epitelio de un ión de la encia sana, en clien-
tes recién e rupcionados de nUjos, se compone principal-
me nte de linfocitos T (células colaboradoras, cilotóxicas,
supresoras y asesi nas naturales)I·jll"l y en consecuencia
podría interpretarse como tejido lin(olde normal de un
sistema de reconocimiento de defensa temprano. A medida
que el tiempo pasa, los Ilnfocitos U y los plasmocitos apa-
recen en mayor ca ntidad para elaborar anticuerpos eSJ>l."'Cí-
ticos con Ira antígenos ya reconocidos que sil'mpre están e n
el surco de la encía clínicamente normal :"

Irrigació n sa ngu í nea, vaso s linfáticos y n ervios


Es posible observa r vasos sanguím."Os en cortes histológicos
mediante reacdones inmunohistoquímicas contra proteí-
Fig. 1_20. Esquema de las fibras gmglvodentales que se extienden nas de células endoteliales (fa ctor VII[ y mo léculas de lid ·
desde el cemento <11 hasta la cresta de la ene/a, (2) hacia la superfIC ie hesión). Antes de que se desarrollll ran estas técnicas, los
externa 'J (3) extemameflte en relación con el perlostto de la tabla patro nes de irrigación de los tej idos periodontales se des·
vestibular l as fibras Circulares (4) aparecen en yn corte ¡,-ansv~1
cribían mediante reacciones histoenzi maticas para fosfa·
tasa alcalina y tri fosfato de adenosina debido a li! mayor
actividad de estas enzimas en las células endotelia les ..lI IlII
En animales de experimentación tambié n se usó la perfu-
los monocitos sangu lneos. Los (I{/i/HXitOS y los eosil/6filos, si sión con tinta china para estudiar la distribución "ascular.
bien escasos, también aparecen e n la lámina propia. la inyección y ulte rior de mostración cle peroxidasa permi·
En la enda clínicamente normal hay (ocos pe1rU'/lQS de ten la identificación de vasos y estudios de pe rmeabili·
plasmocitos y linfocitos e n el tejido conectivo cercano a dad.10 1 La reacció n de ]lAS también destaca ¡¡as paredes
la base del surco (6g. 1-2 1). En el tejido conectivo gingival vasculares con una línea positiva en su membrana basal....
y el surco se observan cantidades relativament e altas de Las células endot ellales expresan asimismo actividad de S-
neutrÓfilos. Estas cé lulas Inflama torias aparecen casi nucleotidasa . Se puede indicar microscopia electrónica de
siempre en cantidades rc<lucñas en la e nda clínicamente rastreo después de la inyección de plástico en los "asos por
normal. la arteria carótida, seguida por la corrosión de los tejidos
blandos.J1
Las tres fuent es de irrigación sa ngulllea de la encía son
las siguientes (figs. 1-22 y 1-23):

l . Arteria/as supmperiósticas al lado de las superficies vesti-


bular y lingual del hueso alveolar. A partir de ellas, los
capilares se extienden a lo largo del epitelio del surco y
e ntre las prolireraciolles reticulares de la su perficie gir1-
gival exterior. 'U• Algunas ra mas de las arte riolas pasan a
través del hueso alveolar hacia el ligamento pe rlodo ntal
o corren sobre la cresta del hueso alveolar.
2. Vi/SOS (/e/ligamellto per;ot!OI/f(II, que se extienden hacia la
encía y establecen anastomosis con capi lares en el área
del surco.
3. Arteria/lis, que emergen de la cresta del tabique interdl'll·
tapl y se extienden paralelas a la cresta del hueso para
anastomosa rsc con vasos del ligamento periodontal, con
Fig. 1-21 . Corte de enela cllnlcamente normal; se observa cierto capilares en áreas del surco glngival y vasos que discu·
grado de InflamacrOfl. ca~ SIempre cerca de la base ele! surco rren sobre la cresta alveolar.
Lu ;'IIn" • CA I'iTUtO I 29

Fig. ' . 22. Diagrama de una arteriola que peneua el hueso alveolar
entre los dientes para Irrigar los tejidos Interdcntalcs (izqUierda) y una
arteriola suprapenósw:a sobre el hueso alveolar veslIbular; ambas
emiten ramas haCia el tejido contiguo (derecha)

Por debajo del epitelio en la superficie gingival externa,


los capilares se extienden hacia el tefido conectivo papilar
en tre las proyecciones epiteliales interpapilares en la forma
de asas terminales agudas con ramas eferentes y aferentes,
espirales y varices....·... (figs. 1-23 y 1-24). En ocasiones, las asas B
se unen mediante ('omunicacio nes cmZ<ldas38 y también hay

Fig. ' · 24 . Vista con microscopIO electrónico de rastreo de los tejidos


ginglvales de la encra palatina de un molar de rata luego de la perfu-
slon vascular con plastico y la corrosión del tejIdo blando. A, aspecto
bucal de capilares glnglvales: t, diente; papila Interdental (flecha)
( X 180). 8. vista desde el lado del diente. ObSérvense los vasos del
plexo Junto al epll eho del surco y el de unión. las puntas de f!echa
ser'lalan los vasos en el area del surco con cambiOS Inflamatoflos, g.
cresta de la encra marginal: s. fondo del surco glnglval . pi. vasos del
ligamento periodontal ( x 150). (Cortesla de NI Sefhseth y K Selvlg,
Umversidad de Bergen, Noruega .) •

capilares colapsados que sirven de vasos de reserva cuando


la circu lación crece como reacción ante la irritación.'l
En el epitelio del surco, los capila res se disponen en un
plexo plano con anastomosis, paralelo al esmalte desde la
base del surco hasta el margen gingival.l.S En el área del col,
o papila intcrdental, hay un patrón mixto de capilares y
asas anastornosadas.
El /lrella;e lil/fático de la elida capta los vasos linfáticos de
las papilas del tejido conectivo. 100 Sigue hacia la red de re-
Fig. '.23. Irrigación sangulnea y circulación pcnferlca de la encla . colección externa al periostio del proceso alveolar y des-
Tejidos perfundldos con tinta china. Nótese el plexo capilar paralelo
pués hacia los gangl ios linfáticos regionales (en especial el
con el surco (S) y las asas capilares en la capa papilar exterior ASI .
mismo. aparecen los vasos supraperiOstlCOs externos ¡¡I hueso (B) que grupo submaxilar). Asimismo, los vasos linfáticos sullya.
Irrigan la encla y un vaso del ligamento periodontal con anastomosis centes al epitelio de unión se dirigen hacia el ligamento
en el plexo del surco. (Cortesla de Sol Bernlck.) periodontal y acompai'lan a Jos vasos sanguíneos.
30 I'ARTE 1 • 1',',i(1(I(JII(Ío /wfllwl

La i/len'(/ciÓ1/ gl/l811'111 deriva de la!; fib ras que surgen de


los nervios presentes en el ligame nto periodon ta l y de los
nervios labia les, bucales y palatinos. u En el te jido conec-
tivo se distingue n las siguientes estructuras nerviosas: una
red de fibras argirófi las terminales, algunas de la!; cuales se
extienden hacia el epitelio; corpúsculos táctiles de tipo
Meissner; bulbos terminales de tipo Krause, que son recep-
tores térmicos; y husos encapsulados_'

CORRELACiÓN ENTRE CARACTERíSTICAS


CLíNICAS Y MICROSCÓPICAS
Com prender las características clínicas no rmales de la e n-
eía exige la ca pacidad de in terpretarlas en términos de las
estructuras microscópicas q ue representan_
fig . 1-25. Mucosa bucal. superfiCies vestibular '1 palatina En la super-
ficie vestibular (F) se reconoce encla marginal (MG. del inglés margl·
Color nal ginglva). encra insertada (AG. del Inglés allacnoo glnglva) '1 mucosa
alveolar (AM. del Inglés alveolar mucosa) la linea doble marca la
Por lo general , e l colo r de la e ncía insertada y la margina l uniOn mucoginglval NOtense las diferenCias entre el epitelio '1 el te·
se describe como rosa coral y se debe al aporte vascular, Jido conectiVO en la encla Insertada '1 la mucosa alveolar la superfiCie
palatina (P) presenta entra marginal (MG) '1 mucosa pafatlna gruesa
grosor y grado de que ratinil.aclón del epitelio, así como a queratlnlzada (PM. del Inglés palalal mucosa)
la presencia de las células que con tienen pigmentos. El
colo r varía enlre las personas y parece relacionarse con la
pig me ntación de la piel. Es más claro en personas rubias de
tez clara que en trlguenas de tez oscura (fig. 1-1, a COlor). ración del tamano es un rasgo com ún de la enfermedad
La enda insertada está delimitada desde la mucosa al- gingiva l.
veolar contigua, en la región vestibular, por una línea
m ucogingival definida con claridad. J..3 mucosa alveolar es
Contorno
ro ja, unifo rme y brillan te, en vez de rosa y graneada. La
comparación de la estruct ura mic roscó pica de la e ncía in - El conto rno (o fo rma) de la eneía varía de modo conside-
sertada con la de la mucosa alveolar provee una explica- rable y depende de la morfo logía de los dientes y su alinea-
ción de sus diferencias fi sonó micas. El epitelio de la mu- ción e n el arco den tal, ubicación y tamaflo del área de
cosa alveolar es más delgado, no está queratinizado y contacto proxi mal, así como de las dimensiones de los es-
carece de proyecciones epiteliales interpapilares (fig. 1-25). pacios in terproximales gi ngivales vestibulares y linguales.
El tejido conectivo de la mucosa alveolar es laxo y los vasos La enda marginal envuelve a los dien tes a manera de un
sanguíneos son más nume rosos. collar y sigue un conto rno festo neado en las caras vestibu -
lares y linguales. Forma una línea recta a lo largo de los
Pigmentación fisiológica (me lanin a). A la melani- di entes con superflcies relativame nte planas. En olros con
na, pigmento de colo r pardo que no deriva de la he moglo- convexidad mesiodistal pronunciada (p. el., caninos supe-
bina, se debe la tonalidad no rmal de la piel, la encía y el riores) o en la vest ibuloversión, el conto rno normal a r-
resto de las mucosas buca les. Todos los individuos norma- queado se acentúa y la e ncía aparece más apicaJ. La enda
les la tienen, si bien no siempre e n ca ntidades suficien tes de los dlenles en linguoversl6n es horizontal y se encuen-
para poder ident ificarla clínicamente; en los albinos es es- tra engrosada (fig. 1-26).
casa o nula. La pigmentació n me lánica de la boca es nota-
ble en personas de raza negra (fig. 1- 1, a color). Forma
Según Dummett ,lJ la distribució n de la pigmentación
bucal e n la gente de raza negra es la siguie nte: encía, 60%; El conto rno de las superficies dentales proximales, tan to
palada r duro, 6 1%; membranas mucosas, 22%; le ng ua, como la localización y forma de los espacios interproxi ma-
15%. u/ pigmentación gitlgivaf se obserl'(l como 1111 cambio dl' les gingivales, rigen la morfología de la enda interde ntal.
cofor difllso, plÍrpllm OSCII ro, o etl la (onna de placas pardas de Cuando las superficies proximales de las coro nas son rela·
asp«fo irreglllar. Puede aparecer en la e ~cía en tan sólo tres tivamente planas en sentido vestibu lo lingual, las raíces se
horas después del nacimiento y con frecuencia es la ún ica hallan m ás próxi mas e ntre sí, en sentido mesiodistal, el
manifestación de pigmentaclón ..IJ hueso interdental es delgado y los espacios interproximales
gi ngivales y la encía interden tal son estrechos. A la inversa,
Tamaño cuando las su perficies proximales divergcn desde el área de
contaclo, el diámetro lIlesiodi stal de la encía inte rdental es
Corresponde a la suma to tal de la masa de elementos celu- am plio (fig. 1-27). La altura de la encía interdental varía
lares e intercelulares de la e ncía y su irrigación. La a lte según sea la ubicación del contacto proximal.
l.tI ('Ildll • CA I'ITU LO I 31

los cinco años de edad, aumen ta hasta la edad adulta y


suele desaparecer en el anciano.
Desde el punto de vista microscópico, el graneado es
producto de protuberancias redondeadas que se alternan
con depresiones en la superlicie gingival. La cap<l papilar
de tejido conectivo se proyecta en las el('vaciones y tanto
las r('giones elevadas como las hundidas C'itán cubiertas
por epileHo escamoso estratificado (lig. 1-28). Existe un
nexo entre el grado d(' queralinización y la prominencia
del graneado.
La microscopia electrónica de rastreo indiGI que la va-
riación de la forma es considerable pero la profundidad es
relativamente constant('. A bajo aumento s(' observa una
superficie rizada, interrumpida por depresiones irregulares
fig . 1_26. Contorno gmglval engrosado. a modo de refuel'ZO. de un de 50 I.un de diametro. A gran aumento se rl'Conocen mi·
dleflte desviado haCia vestibular. agravado po!" la ImtaclOn local cau· crofosetas celulares:'"
sada po!" la acumul!tclOn de placa E/ ,~m ll/,(lflo es l/mI (0(111(/ de esp/!Cilllizaci6/1 a¡/apt(llim o de
(í'fi lt'(zo ¡}(Ira /a [imcl611. Es una característ iCi. de la enefa san a
y la reducción o pérd ida de graneado un signo fr('cuell te de
enfermedad gingival. Cuando el tratami('nto restaura la
Consistencia salud de la encía, el aspecto gran('ado reaparece.
La textura superficial de la encía es consecuencia de la
La enda es [imll' y resilie//fe y, con excepción del margen presencia y grado de querati nización del epitelio. Se estima
libre móvil, se fija con firmeza ni hueso subyacente. La que la quer<ltinización es una adaptación protectora para la
naturaleza colágcna de la lámina propia y su proximidad al función. Se incrementa cuando el cepillado de ntal esti-
mucoperiostio del hueso alveolar determinan la consisten- mula la encía. Sin embargo, IrwestigacJones sobre Injertos
cia firme de la e ncla insertada. Las libras gingiva les contri- gingivalcs libres (cap. 66) indican que si se trasplanta tejido
buyen a la firmeza del margen de la encía. conectivo de una región qlleratinizada hacia otra no que·
ratinizada se recubre de epitelio qlleratiniz.ldo." Este ha·
Textura supeñicial lIazgo Indicaría que el lipo de su perficie epitelial tiene de·
terminación genética determinada por el tejido conectivo.
La superficie de la encía posee una textura similar a la cás-
cara de naranja y se alude a ella como graneada (lámina de Posición
color 1·1). El gram'ado se visualiza mejor cuando se seca la
enda (lámina de color 1-1). Ltll'udll insertada t'S gra//eada, La p()~i(i611 de la e ncía se refiere al nivel donde el margen
/1O la /1/mgi'/(/I. La JX>rción central dí' las papilas Interdenta· gingival se fija al diente. Cuando éste (,n1pciona hacia la
les suele ser graneada, aunque los bordes lTlarginale~ son cavidad bucal, el margen y ('1 surco se localizan en el vcrtice
lisos. La distribució n y extensión del graneado "aTÍan de de la corona y a medida que la eru pción avam..l se obser·
acuerdo con las personas y las diferentes zonas de una van má\ cerca de la raíz. Durant(' el proceso de erupción,
misma boca.""" Es menos prominente en las superficies como ya se describió, los epitelios de unión , hucal y redu-
linguales que e n las vestibulares y fa lta en algunos sujetos. cido del esmalte sufren alteraciones y remodelación ('x ten-
El graneado también guarda relación con la edad. No lo sas, en tanto que se conserva al mismo tiempo la baja
hay en la infancia, apa rece en algunos nii'los alrededor de profundidad fisiológica del surco. Sin esta remodelación de

B
A

fig . 1-27 . forma de 1M papilas glnglvales Inlel'dentales coodlclonadas po!" la morfologla de los dientes y los espaciOS Inlerpl'olllmales A. papilas
IntCfdentales amplias B. papilas Intel'denlales estrechas
32 PARTE 1 • PeriotluurilJ IllJrm,,¡

A medida que los dien tes erupcionan, se deposita ce·


mento en los ápices y las furca cio nes de las raíces y S<'
fo rma hueso en el fondo del alveolo y la cresta del hueso
alveolar, De este modo. el alargamiento radIcular sustitu·
ye parte de la estructura dental perdida por la atrició n y
se conserva la profundid ad del alveolo para sostener la
raíz.
La e rupció n pasiva tiene cuatro fases (fig. 1-29). Aunque
e n un principio se consideró que era un proceso fi siológico
no rmal, hoy en d ra se la ca taloga como patológica.

Etapa l . Los dientes alcanzan la línea de oclusió n . El epite-


lio de unión y la base del surco gingival están sobre el
esmalte.
Etapa 2. El epitelio de unión pro life ra, por lo q ue parte se
localiza sobre cemento y parte sobre esmalte. La base del
surco todavía yace sobre esma lte.
Etapa 3. Todo e l epitelio de unión está sobre cemento y la
base del surco en la un ión amelocementa rla. Conforme
el epitelio de unión prolifera desde 1.. corona hacia la
raíz, permanece en [a unió n amelocemcntaria no más
t lem¡>o que en cualquier ot ra zona del d ien te.
Etapa 4. El epitelio de unión contin .... a su proliferación so-
Fig. ' _28. BIopsia gmglval del mISmo pacIente mostrado en la f.gura bre el cemento. La base del surco yace sobre cemento,
'·7; se observan elevacIones y depresIones alternadas (flechas) en la parte del cual está expuesto. La proliferación del epitelio
encla insertada, lo que crea un aspecto graneado.
de unión sobre la raíz se acompaña por la degeneración
de las fib ras gingivales y dclligamellto pcriodonta l y su
desi nserció n del diente. Se igno ra ruál es la causa de tal
degeneración. No obstante, en la act ualidad se estima
los epitelios podña haber una relación anató mica anormal que es resultado de la infla mación crónica y por tanto
entre encía y die nte. se trata de un proceso patológico.

Eru pció n den ta l con ti nu a. De acuerdo con el concep- Como se mencionó, la aposición ósea acompaña a la
to de la erupció n continua,O! la erupción no cesa cuando eru pción activa. La distancia entre el ex tremo apical del
los dientes encuentran a sus antagonistas fun cio nales. sino epitelio de unió n y la cresta del alveolo permanece com-
que persiste a través de la vida. Consta de una fase activa y tame mientras se mantiene la erupción conti nua del diente
otra pasiva . La empeió/I aet i,'a es el desplazamiento de los (1.07 mm):oo
dientes en la dirección del plano oclusivo, m ientras que la
erupció/I pasiva es la exposición de los die ntes por la migra-
ción apicaJ de la encía.
Este concepto distingue e ntre la (OfOna fIIU/tómica (por.
ció n del diente cubierta por esmalte) y la míz al/atómica
(parte del diente recubierta por cemento), así como e ntre
la eorol/a díllim (segmento del diente despojado de e ncia
qm' se proyecta hacia la boca) y la miz e/íl/ica (área del
diente cubierta por [os tejidos periodontales). Cuando los
dientes alcanzan a sus antagonistas fu ncionales, el surco
gingival y e l e pite lio de unió n aún están sobre el esmalte y
la coro na cHnlca mide poco más o menos dos tercios de la
corona anatómica.
Gottlieb estimó que la erupció n activa y la pasiva prose-
guían de manera conjunta. La erupció n activa se coordina
con la atrición . Los dientes erupcionan para compensar la
sustancia dental desgastada po r la atrición. Ésta reduce la Fig . '-21. Esquem8 de los cU8tro pasos de la erupclon paSIva, segun
corona clínica e Impide que se to rne desprol>orclonada- Goulleb y OrOOn.O$ la base del surco glngival (fJccha) 'J el epitelio de
mente larga en relación con la rafz clínica, lo que evita así unlOn (lE, del Ingl~ juncllonaJ epitheJium) se localizan en el esmalte
una excesiva acción de palanca sobre los tejidos periodon- (1 l. La base del surco glnglval (llechaJ estil en el esmalte y parte elel
epttelio de unión sobre la (all (2) La base del surco ginglval (fIechlt)
tales. Lo ideal es que la velocidad de la e rupción activa se se halla en la linea amelocementllfla y todo el epitelIO de umOll yace
vincule con el desgaste dentario y ello "conserva la dimen· sobre la rall (3). La base del surco glnglval (fIocha) ':J el epItelIO de
sión vertical de la dentición . unlOn se ubican sobre la ralz (4)
1.11 t'IId(, • CAl'fTUI.O I

La exposición del diente por la migración apical de la 21. Caffesse RG, KarTing T, Nasllcti CE: I<eralinizing potential of
encia recitx> el nombre de recesi611 gi/lgim/ o atrofia. De sulcular epllhelium . J l'eriodonto J 1977; 48: 140.
acuerdo con el concepto de la empclón continua, el surco 22. Caffesse RG, Nas¡teti CE, Castelli WA: 1111,' role of the suleular
gi ngival podría localizarse sobre la corona, la unió n amelo- envlronment In conlrolUng epi thcl1al kerallnl za tlon. J l'er1·
odontol 1979; 50:1.
cementaria o la raíz, segú n sean la edad del paciente y la 23. Caffesse RG, I<o rnman KS, Nas jleli CE: TIle effect of Inlensive
etapa de la empci6n. En consecuencia, se considera normal an tibacterial therapy o n Ihe sulcular environment in mono
algo de exposición radicular con la edad y se la conoce ke)'s. 11 . Inflammatlo n, mllo tic aCllvlty and kerat [nl zal[on of
como recesióll fisiof6gica. Como se mencionó, hoy día no se the su lcular epilhellum. } Pcrlodonlol 1980; S: 155.
acepta este concepto. La ('x posición excesiva recibe la de- 24. Carranza FAJT, Cabrini RL: Masl cclls in humanglnglva. Oral
nominación recesi6n patol6gica (cap. 17). Surg 1955; 8: 1093.
25. Carranza FAJr, ltoiz. ME, Cabrini RL, et al: A sludyof periodon·
REFfRfNC IAS tal vascularlzation In dlfferent la baralory anlmals. } l'eTi·
odont Res 1966: 1:120.
1. Alnamo A: lnnul'nee of age o n Ihe locanon of Ihe maxillary 26. Chavier C: ElasUc ñbers of hea]thy human ginglva. J I'eri·
mucogl nglva] ¡uncllon. ] l'erlodonlR/..'S 1978; 13:189. odonlol 1990; 9:29.
2. Ai namo A, Aina mo J: Thl' wldlh 01 allachoo gingiva o n su· 27. Cla usen H, MOl;' O, lIuschard K, Dabelsteen E: Keratin pro-
praeruplcd teelh. ] Periodont Res 1978; 13: 194. leins [n human oral mucosa. J Oral I'a th 1986; 15:36.
.1. Ainamo J, L& H: AnalOmlcal charilclcrlsl lcs 01 glngiva. A 28. Clealon Jones P, Buskln SA, Vo lchansk y A: Surface uttra~ t ruc·
dinica l and lIlicroscopic study 01 Ihe rree and attachcd gin· ture of human gingiva. J PerlodonlRes 1978; 13:36 7.
giva.j Perlodonto l 1996; 37:5. 29. Cohen 11: Morpho[oglcal factors in the pathogenl'Sls of peri.
4. Ainamo], Talari A: The Incrt'ase wlth age of Ihe wldth of ato OOorllal dlsease. Br DeI11 J 1959; 107:31.
lachoo gingiva.] Periodonl Res 1976; 11 :182. JO. Cohen L: ATPase and dopa oxIdase acth>Jly in human glngi.
S. Amstad·Jossl M. Sctuoede r HE: Age-relaled a[teralions of val epilhellum. An.:h Oral Blol 1967; 12: 1241.
pcrlodorl lal structures around Ihe cemerltoenamcl lunctlon 3 1. l)ewar MR: Observatlons o n Ihe eO!llposltion and melabo-
and of Ihe gingival con nective lissue compas[lion In germ· IIsm of normal and Inflamed gl nglvae. J I'crlodonlal 1955;
free mIs. ) I'erlOOont Res 1978; 13:76. 26:29.
32. Di Franco CF, TOlO ro, RO\<lden G, el al: Identiñcallon of
6. Anderson GS, Stern 1: TIle proliferatlon and migratlon of the
Langerhans cells in huma n gingival epithelium.) l'erlodonto l
auachmelll cpllhelJum on Ihe cemen lal surrace of Ihe rat
¡nclsor. l'eT[odontics 1966; 4:15. 1985; 56:48.
33. Oummell CO: I'hyslologlc plgmcnlalloll of lhe oral and cu·
7. Annlu KL: Idenlificatlon of T cell subsets In gi ngivitis in
tancouJ tlsJues in Ihe Negro.} De.nt Res 1946; 25:422.
chlldren. reriOOonlology 1986; 7:3.
34. Ege[berg] : The topograph)' and permeabl1lty ofblood vessels
8. Attstrom RM, Graf de 8et'r M, Schroeder HF..: Clinleal and
al the denlogingival ¡uucllolI in dogs.J l'enOOont Res 1967;
histo logle characteristics of normal gingiva in dogs. ] I't!ri· 2(Suppl. 1).
odont Res 1975; 10: 11 5.
35. Elchel S, Shahrlk HA, Lisantl VF: Cytochemical demonstra·
9. Avery JK, Rapp R: I'aln conduelion 111 h uma n dental tI~sues. tion and lIletabolie signlficance of reduced diphmphopyri.
Denl CUn Nort h Am 1959; July:489. dinenucleot ¡de and lriphosphopyridinenudeollde reductases
10. Oara lulI MH, Toio rD, Cho ukas NC: Agi ng and ce.!1 renewal in human glngiva. ] Dent Res 19&4; 43:92.
of oral epitheUulIl. J 1'c.rlodontoJ 1969; 40:599. 36. Engel MO: Water·soluble muco prole[ns of tJle ginglva.} Dent
J I. Beagrle GS, Skougaard MR: Observaliolls o n Ihe lIfe cycle of Res 1953; 32:779.
Ihe glnglval eplthellal cells of miel' as revealed by auloradl· 37. Folke Lú\, Slallard RE: Periodontal mlcrOC'irculallon 3S re·
ograph )'. Acta Odontol Scand 1962; 20: 15. vealed by plastic mlcros pheres. J I't!rlodont Res 1967; 2:53. '
12. Berniek S: ]nnervatlon of Ihe teeth and periodontlum. Dent 38. Forsslund G: Structure and funoion of capillary s)'St('m in
Clin North Am 1959; Jul y:S03. the glngiva In mano Development of Slereophotogrammetric
13. Oio lcal l EL, Ca rranza FA Jr, Cabrlni RI.: Variaciones y a[lera· method and lis applicalion for study of the subt'plthelial
ciones de la queratlnizaclón en e/ldas humanas clínicamente b[ood vessels In vivo. ACla Odolllo l Sca nd 1959; 17(Supp!.
sanas. Rev Asoc Odomol Argent 1953; 41 :446. 26):9.
14. Bosch FX, Ouyaho un }I', Hader Ol, el a]: Exlenslve changes 39. Frank RM, Cimasonl G: Ullraslructure de I'epl l helium
in cytokeral ln exprt.'Sliion pauerns In pathologicaJly affoooo diniquemenl normal du sillon el de la 10 neli0l1 glng[vo-<!en.
h uman glngiva. ATch VD Celll'alh 1989; 58:59. taire. Z ZelHorsch 19 70; 109:356.
15. lkIuchard r : La n'Hu[e de l.angerhans: Un role hnm unllaire 40. Gargiulo AW, Wentz FM, Orban 11: Dlmens[ons alld relatlons
poUT l't'pl lhellum glngivale. J ra rodonlol 1987; 6:249. oflhedentoglngival junCllon In humans.} l'erlodo nlo I1 96 1;
16. Bowers, GM; A study of Ihe wldth of Ihe attached glngiva. J 32:26 1.
l'eriOOonto[ 1963; 34:2 10. 41 . GilletR, Crueh[ey A, Johnson NW: TIle natufe of the In llam·
17. Oral MM, Slahl SS: Keralinlzlng polentlal of huma n crt'vlcular matory intiltrales In chltdhood gi nglvHls, luvenlle perlodon.
epithellum. j i'eriodo rH o l 1977; 48:38 1. lItis and adull perlOOontltls. ImmunohlslochemlcaJ Sludies
18. Cabrinl IU.. Carran Zll FA }r: Hlstochcmlcal dlslrlbutlo n of using mo noclonal antlbod y to Hl.AI)R. } CJin I)eriodontol
add ph osp hala~e [n human glngiva.] I'erlodontol 1958; 29: 1986; 13:28 1.
34. 42. Glickman l. Jo hannessen l: Biomicroscopic (slillampJ evalu-
19. Cabrinl RL, Carranza FA }r: Hlslochern istry 01 perlodon· alion a f Ihe no nnal gl nglva of Ihe albino rat o ) AnI Denl
tal ti$sues. A review 01 Ihe Iiteralurc. Int Dent J 1966; 16: Assoc 1950; 41 :52 1.
476. 43. Gottlieb S, Orban S: Active and passlve emptlo n of Ihe teeth .
20. Cabrinl R, Cabrinl RI., Cauanza FA }r: Esludio hislológico de } Dent Res 19]3; 13:2 I 4.
la queratlnlzadón del epile lio ginglval y de la adherenda 44 . Greene AH: A sludy or l.he charact('rist lcs oí stippllng and its
epitelial. RI.'V Asoc Odonlol Argent 1953; 41 :212. re]allon to glnglval health. J "e"odon IO[ 1962; 33: 176.
CA PÍ TU L O

Estructuras de soporte dentario


Fermin A. Carranza y George W. Bernard

• • •
C ON TE N ID O

LIG AMENTO PERIODONTAl Médula ósea


Fibras perlodontales Periostio y endostio
Elementos celulares Tabique inle rdenlal
Sustancia fundamental Topografía ósea
Funciones de l ligamento periodontal fenestraciones y dehiscencias
CEMENTO Re modelado del hueso a lve o la r
Permeabilidad del cemento DESARROLLO DEL APARATO DE INSERCIÓN
Unió n amelocementaria Cemento
Espesor del cemento Ugamento periodontal
Resorció n y reparación de l cemento Hue so alveola r
Exposició n del cemento al medio bucal Migració n fisiológica d e 105 dientes
PROCESO ALVEOLAR FUERZAS EXTERNAS Y EL PERtODONCla
Células y matriz intercelular IRRIGACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE SOPORTE
Pared de l a lveolo

1 aparato de inserció n de un d iente se compone del Fibras periodontales

G ligamen to pe riodontal, el cemento y el hueso a lveo-


lar. En primer término se describe la estructura de
estos te lid os y luego se analiza n su desa rro llo, irrigación,
Las filmlS prillcipales son los eleme ntos más importantes del
ligame nto pe riodontal; son de co lágena, están d ispuestas
ine rvació n y fu ncio nes. en haces y sigue n una trayecto ria sinuosa e n cortes lo ngi-
tud ina les (6g. 2-1) . Las porcio nes te rm inales de las fi bras
principales que se insertan en el ceme nto y el hueso reci-
LIGAMENTO PERIODONTAl ben el no mbre de fibras de SIUlrpt'y (fig. 2-2). Los haces de
estas fi bras prind pales constan de fi bras individua les q ue
Es e l tej ido conectivo que rodea la raíz y la conecta con el fo rma n una red continua de conexiones entre el d iente y
hueso. Se continúa con el tej ido conectivo de la enda y se el hUe5o.-.z,o
comun ica con los espacios medulares a través de los co n- La colágena es una pro teína compuesta por d ifere ntes
ductos vasculares del h ueso. am ino!icidos, los más importantes de ellos la glici na, pro-
36
f;$fmelll/'" " .. soport .. "<,IIIIIriO • CAPiTULO 2 37

Fig . 2·' . En cort~ longitudinales, las fibras prlnclpal~ del ligamento


penodontal siguen una trayector ia ondulante l a lunciOn formativa
del ligamento perlodonl al queda ilustrada poi' el osteoide nrolor·
mado y los osteoblastos a lo largo de la SUperfICie osea resorbida (IZ'
qUlerda). as! com o por el cementOlde y los cementoblastos (derecha).
NOtense las libras inclUidas en los tejidos calcificados en lormaclOn
('lechas) V. conductos va5Cular~.

lina, hidroxilisina t.' hidroxiprolina. u El conte nido de esta


ultima puede servir para dete rminar la cantidad de colá-
gena en un tejido. Fig. 2·2. F!bras colagenas InchJKlas en cemento (uqUlcrda) y hueso
La biosíntesis de colágena tiene lugar de nlro de los fi· (derecha) (tlnCIOn Mgentlca) O~ las ribrln de sna'pcy dentro
broblastos para formar moléculas de tropocolágeml . Éstas del hueso lasclCular (88. del !nglés bune/k! bonIl) y arnba del hueso
laminar.
Sl' integran en microfibrillas que ~e compactan para cons·
tituir fibrillas. Las fibrillas de colágena poSC<'n una estria·
ci6n transversal, consecue ncia de la superposición de las
lIlol éc ula ~ de tropocolágcna, y una ca racterística periodici- yen aun después de la destrucció n del hueso alveolar en
dad de 64 nm. En los tipos 1 y 111 de colágena las fibrillas la enfermedad pcriodon tal. Se puede considera r q ue es·
se juntan para conformar fibras y en la colágena de tipo I tas fibras pertenecen a la e nda porque no se insertan e n
las fibra ~ lo hacen para integrar haces (6g. 2-3). el hueso.
Los fi broblastos. condroblastos, osteoblastos, odonto- Gmpo de la eres/(! ah'oolar. Estas fibras Sl' ex tIenden en sen-
blastos y o tras c~lu las sintetizan colágena . Son varios los tido oblicuo desde el cemento apenas por debajo del epi·
tipos de ésta, todos diferenciados por su composición quí-
mica, distribució n. función y morfología.bl Las fibras prin-
cipa les incluyen de modo primario colágena de tipo I,n en
tanto que las fibras reticulares son de colágena del tipo IlI.
La colágen" IV se reconoce en la lámina ba sa L··~s
La C'Onfiguración molecular de las fibras de colágena les
confiere un a resistencia a la tracción mayor que la del
acero. En conSC("lIencia, la colágena aporta una combina-
ción pec uliar de flexibilidad y resistencia" los te jidos
donde se localiza .·!
Las li bras principales del ligamento pcriodontal están
dispuestas en seis grupos: transeptales, de las crestas "Iveo-
lares. horlzontalc5. oblicuas, apica les e interradiculares (fig.
2·4).

Grupo trlllHepll¡l. I.:IS fibra s transeptales se ex tienden en


sentido interproxhna l sobre la cresta alveolar y se inser- Rb..
tan en el cemento de los dientes adyacentes (fig. 2-5).
Son un hallazgo notablemente constant e y se reconstru- Fig . 2·3. Microlibnllas. fibnllas, libras y hacllS de col.1gcna
"ARTE , • /'eriollO/lciu IIUflllal

rig . 2-4 . Diagrama de los grupos de fibras principales.

telio de unión hasta la cresta alveolar (fig. 2-6). También rig. 2-6. Fibras de la cresta alveolar en un molar de rala .
discurren desde el cemento, por encima de la cresta al·
veolar, hasta la capa fibrosa del periostio que cubre el
hueso alveolar. Evitan la extrusión del dientp24 y se opa·
nen a los movimientos laterales. Su incisión no incre· sión masticatoria vertical y la transforman en tensión en
menta de modo relevante la movilidad dentaria.'z el hueso alveolar.
Grupo horizont(/I. Las fibras horizontales se extienden pero Grupo apica/. Estas fibras divergen de manera irregular
pendiculares al eje longitudinal del diente, d~sde el ce· desde el cemento hacia el hueso en el fondo del alveo-
mento hasta el hueso alveolar. lo. No aparecen sobre las raíces de formación incom·
Grupo de fibras ob/iwns. Las fibras oblicuas, el grupo más pleta.
voluminoso del ligamento periodontal, se ex tienden Grupo illtemuJiclI/aT. Las fibras interradiculares se abren en
desJe el cemento, en dirección coronal y oblicua, hacia abanico desde el cemento hacia el diente en las zonas
el hueso (fig. 2.4). Sostienen la mayor parte de la ten· de las furcaciones de los dientes multirradiculares.

Otros haces de fibras bien formadas se interdigitan en


ángulo recto o se despliegan alrededor y entre fascículos de
fibras dispuestos de manera regular. El tejido conectivo
intersticial posee fibras de colágena dispuestas con menor
regularidad entre los grupos de fibras principales; este te·
jido contiene vasos sanguíneos, linfáticos y nervios.
Aunq ue el ligamento periodontal no contiene elastina
madura, se identifican dos formas inmaduras: oxilalán y
elua nina. Las t1amadas fibras oxiral(Í/licIlS rlb corren parale-
las con la superficie radicular en dirección vertical y se
curvan para fijarse con el cemento,7 en ('1 tercio cervical de
la raíz. Se piensa que regulan el flujo vascular.'" Se ha des·
crito una red elastica en el ligamento periodon tal!* como
puesta por muchas laminillas de elasti na con fibras perifé.
ricas de oxitalán y fibras de eluanina. Se ha comprobado
que las fib ras oxitalánicas se forman {le 110\'0 en el liga·
mento periodontal regenerado .....
Las células del ligamento periodontal remodelan las fi·
bras principales para lograr adaptación ante las necesidades
rig . 2-5. Fibras tran~ptales (F) en la cresta del hueso Interdental fisiológicas "III• IZ < y como reacción a diferentes estímulos. "7
Eslmctl/TlIs (It sIJpo,/r ¡Ie/t/llrio • CAPiTUl.O 2

Además de estos tipos de fibras, se han descrito peque- Los restos epitelio/es de }.1I1I(1SSel forman un entramado
,'as fibras de coJ¡igena en relación con las fibras principales. en el ligamen to perlodonlal y aparenn como gru pos aisla-
Éstas transcurren en todas direcciones y forman una red dos de célu las o bandas entrelazadas (fig. 2-7), segun sea el
denominada plexo i/U/i(erfflcimlo de fibms. '()4 plano en el cual se corte el preparado microscópico. Algu-
nos autores" mencionan la continuidad con el epitelio de
Elementos celulares unión en animales de experimentación. Se considera que los
restos epiteliales son remanentes dr la vaina radicular de
Se reconocen cuatro tipos celulares en el ligamento perio- Hertwig, que se desintegra durante la formación radicular.
don tal: células del le¡ido conectivo, célu las de restos epite- Los restos epiteliales se d istribuyen cerca del cemento a
liales, células de defensa y las relacionadas con los elemen- través del ligamento perioclonta l de casi todos los dientes
tos ncurovasculares.' y son más numerosos en las regiones apica l"" y cervi-
Las d/llltlS de/tejido cO/lectil'O incluyen a los fibroblastos , cal. " H !lI Disminuyen en cantidad con la edad l"" por dege-
ce¡llentoblastos y osteoblastos. Los fibrob lastos son las cé- neración y desapa rición o bien al calcificarse y convertirse
lulas más frecue ntes en el liga mento periodontal y apare- en cementículos. Las célu las están rodeadas por una lámina
cen como cél ulas ovoideas o alargadas que se orien tan a lo basal definida e interconectadas por hemidesmosomas y
largo de las fibras principales y ex hiben prolongaciones contienen tonofilamentos.' Estimulados, los restos epitelia-
como seudópodos.ql E.<lIas células si nt et izan co lágena y les proliferan'lI'/·lIl. lIb e Intervienen en la formaclón de quis-
tambiÍ'n poseen la capacidad de f,¡gocHar fibra s de colá- tes periapicales y quistes radiculares lat erales.
gena "vie jas" y degradarlas wll mediante hidrólisi s enzi- Las células de defensa incluyen neutrófilos, linfocitos,
mática. Por lo tanto, los Crbroblastos parecen regular el maerófagos, mastocitos y eosinófilos. Éstos, así como las
metabolismo de la colágena mediante un meca nismo de células de los elementos neurovasculares, son sim ilares a
degradación in tracelula r en el que no interviene la acción los de otros te jidos conectivos.
de la colagenasa. 7
En el ligamen to periodontal adulto hay subgrupos de Sustancia fundamenta l
fibroblastos fenotípicamente peculiares y distintos en tér-
minos funcionales. Se los observa idénticos en los micros- El ligamento periodontal tambilin contiene una propor-
copios óptico y electrón ico,sl pero pueden tener funciones ción considerable de sustancia fundame ntal que rellena los
distintas, como la secreción de colágena de diferentes lipos espacios entre las fibras y las célu las. Consta de dos COIll-
o la producción de colagenasa. ponentes principales: glllwsmllillogliamos, como ácido
Los osteoblastos y eementoblastos, así como osteoclas- hlalurón ico y proteoglleanos, y glllcoprol e(/I(IS, como fibro-
las y odon loclaslos, también aparecen en las superficies nectlna y laminina; su conten ido de agua también es ele-
óseas y cementarias del ligamento periodontal. vado (7()1)ú).

A B
Fig. 2-7. RestQS epIteliales de Malassez A, dIente en erupcIón de un gato La fragmentacIón de la vaIna radIcular epItelIal de HertWlg da origen
a los restos epIteliales localizados a lo largo y cerca de la superfICie radlculllf S, ligamento peflodontlll humano con restos epitelIales en forma
de roseta (flechas) ubIcados cerca del cemento (e)
PARTE I • I'/'rlotlo.,do /wmml

El ligamento periodontal puede contener asimi smo ma- La t¡'Orfa teusio/lol del soporte dental atribuye a las fibras
sas calcificadas denominadas cemel/t(cufos, que se adhieren principales del ligamento perlodontal el cometido primor-
o desprenden de las superficies radiculares (tig. 2-8). Algu- dial en el sostén del cliente y la transmisión de las fuerzas
nas veces los cementiculos se forman en Jos restos epitelia- hacia el hueso. Cuando se aplica una fuerza a la corona, las
les calcificados, en torno de t"spfculas de cemento mt"nores fibras principales se despliegan y enderezan pri mero yen·
o hueso alveolar desplazado de mant"ra traumática hacia el tonces transmiten las fuerzas al hueso alvoolar, lo que
ligamenlo perlodontal. así como a partir de fibras de Shar- ocasiona una deformación elástica del alveolo óseo. Por
pey calcificadas y vasos calcificados y trombosados en el último, cuando el hueso al"eolar alcanza su limite, la carga
ligamen to periodontal.'s se transmite al hueso basal. Según muchos investigadores,
esta teoría es Insuficiente para explicar las pruebas experi-
Funciones del ligamento periodontal mentales disponibles.
1..1 trorftl del sistt'/II(I I'/sc(/('lástico considera el desplaza·
Las funciones del ligamento perlodontal son físicas, forma- miento del diente como una situación regulada en gran
tivas y de remodelación, nulri("\onales y sensitivas. parte por los desplazamientos de liquidas; segÍln este pos-
tulado, las fibras sólo lienen una fundón sl'CUndaria. IUl
Funció n física. Las funciones físicas del ligamen to pe- Cuando se transmiten las fuerzas al diente, el líquido ex-
riodontal incluyen las siguientes: Iracelular pasa del ligamento periodon tal a los espacios
medulares del hueso por las foramlnas de la cort ical alveo·
l. Provisión de un "estuche" de tejido blando para Ilrote- lar. Estas perforaciones de la cortical alveolar conectan el
ger los vasos y nervios de lesiones por fUNzas ITH.'cáni- ligamento periodonlal con la porción esponjosa del hueso
caso alveolar y son más abundantes en el terdo cervical que en
2. Transmisión de fuerzas oclusivas al hueso. los tercios medio y apical (rlg. 2-9).
J. Unión del diente al hueso. Una vez agotados'los líquidos tisulares, los haces de fi-
4. Conservación de los tejidos glnglvales en relación ade· bras absorben la merma y se contraen. Esto lleva a la estc-
cuada con los dientes. nosls de los vasos sanguíneos. La presión arterial de retorno
S. Resistencia al impacto de las fuerzas oclusivas (amorti- expande lo~ vasos y hace que 1m ultraflltrado'\ 'Ianguíneos
guación). pasen hada los tejidos para reabastecer asi lo~ líquidos ti-
sulares."
RESISTENCIA AL IMPACTO DE FUERZAS OCLUSIVAS TRANSMISION DE FUERZAS OCLUSIVAS AL HUESO.
(AMORTIGUAC ION) . Se han considerado dos teorfas La disposición de las fibras principales es simila r a la de un
sobre el mecanismo del soporte dentario: la teoría tensio-- puente suspend ido o una hamaca. Cuando el diente recibe
nal y la del sl~ll'rna viscoelá~tico. una fuerza aXi l, la raíz tiende a desplazarse hacia el alveolo.
Las fibras oblicuas alteran su piltrón ondulado, sin tensión,
adquieren su longitud completa y soportan la m;lyor parte
de la fuerza axH. Cuando se aplica una fuerza horizontal o
lateral son dos las etapas del movimien to dentario. La pri-
mera está dentro de los confines del ligamenlo perlodon.
tal; la segunda produce desplazamiento de las tablas óseas
vestibular y lingua1.'u FJ diente gira en torno de ~ u eje, que
puede cambIar a medida que la fuerza aUlllenla.

fig. 2-8. CernenUculos el1 elligamenlo peflodOl1tal: uno se encuentra fig . 2·9. AgUjeros que perlOfan la cortICat alveolar (mandlbula de
libre '1 el otro adherido 3 la superfICie radicular perro)
Es(rllrtllf<l~ de soport/' ¡/¡!/Itario • CApiTULO 2

denticiÓn, el ligamento periodontal es más delgado en la


superficie radicular mesial que en la distal.

Función de fo r mación y rcmodc laci6 n . Las células


del ligamento pe.rlodontal Intervienen en la formación y
resorciÓn del cemento y hueso, que ocurren en el movi·
miento dental fisiolÓgico, la adaptación del periodoncio
ante las fuenas oclusivas y la reparadÓn de las lesiones. Las
variaciones de la actividad enzimática celular""l se relacio-
nan con el proceso de remodelación.
Si bien rara, la formación de cartílago en el ligamen to
periodontal podrfa representar un fenÓmeno metaplásico
en la reparación del liga memo luego de una lesión}
El ligamento periodontal experimenta remode lación
constan te. Las células y fibras viejas se descomponen y las
sustitu yen o tras nuevas y es poSible observar actividad
mitótica e n los fibroblastos y las célu las e ndo tcli alcs. n Los
fig. 2 . 10. Derecha. dlSlnbuclOn de las fuerzas vestibulolinguales (Oe- fibrob lastos e laboran las fibras de colágena y las células
cha) alrededor del eje de rotaclOn (pumo negro en la ralz) en un pre -
mesenqulmatosas resIduales se convierten en osteoblastos
molar Inferior. Las fibras del ligamento penodomal se comPfimen en
las lonas de PfeslOn y lenslOn. Izquierda. el mismo diente en reposo. y cementoblastos. En consecuencia, la velocidad de la foro
mación y Ja diferenciaciÓn de los osteoblastos, cemen to·
blastos y fibroblastos afectan la velocidad con que se foro
man la colágena, el cemento y el hueso.
Estudios autorradiográficos con timidina, prolina y gli.
La porción apical de la raíz se desplaza en direcció n cina radiactivas indican una velocidad de recambio muy
contraria a la coro na . En zonas de tensión los haces de fi· alta de la colágena en el ligamento periodontal. La velocidad
bras principales está n estirados y sin ondulación. En las de de síntesis de colágena, establecida en molares de rata, es
presión, las fibra s se comprimen, el diente se desplaza y dos veces mayor que en la enda y cuatro veces tan rápida
hay una distorsión correspondiente del hueso en direcció n como la de la piel. lW l ambién hay un recambio acelerado de
del movimiento radicula r." glucosaminoglicanos sulfatados en las células y de la sus·
En los dientes unirradiculares, el e je de ro tació n se loca· tanela fundamental amorfa del ligamento perlodontal.$
liza entre el terdo apical y el tercio medio de la raíz (fig. Debe mencionarse que la mayor parte de esos estudios
2·10). Hay autores que citan el ápice radicular" y la mitad se efectu ó en roedores y que la información sobre primates
de las coronas de la raíz clínica como otros sitios del eje de y seres humanos es escasa. u'"
rotación. El ligamento periodontal, que tiene forma de re·
loj de arena, es más delgado en la zona del eje de rota· Fun cion es sen s iti va y nu triciana!. El ligamento pe.
ción zus (cuad ro 2- 1). En dientes de mú ltiples raíces, el eje rlodonta l aporta nutrientes al cemento, hueso y encía por
de rotación se localiza en el hueso situado entre las raíces. medio de 105 vasos sanguíneos, además de proveer drenaje
E.n concordancia con la migraciÓn fi siológica mesial d e la linfático (véase el análisis posterior).

_.
: CUADRO 2- 1 : '- .. ,
Grosor del ligam e n to l)Crlodonta l d e 172 d ie ntes d e 15 m a ndíbul as huma nas

Promedio •
. ' - ' . r (mm)
l. _t. Promedio de ,.
pon:iÓfl rUicul. r
rnedi. (mm)
~io
., "'pa (mm) del dient. (rrvn)

Edades de 11 a 16 al"los: 0.23 0.17 0.24 0.21


83 dientes de 4 mandrbulas
Edades de 32 a 50 aflos: 0.20 0.14 0.19 0.18
36 dIentes de 5 mandrbulas
Edades de 51 a 67 anos: 0.17 0.12 0.16 0.15
35 dIentes de 5 mandlbutas
Edad de 24 ar'lOs (1 caso) : 0.16 0.09 0.15 0.13
18 dientes de 1 mandrbula

ModifICado de Coohdge ED The Ihlckness 01 the human periodontal membrane J Am Dent Assoc 1937 :24 1260.
42 PARTE I • I'fri(J(fQ/lcio /wn/ml

tes de naturaleza no colágena de la sustancia fundamental


interfibrilar, como proteogllcanos, glucoproteínas y fosfo-
proteínas.
El cemento (lre/u/fln!S el primero en formarse y cubre casi
desde el tercio cervical hasta la mitad de la raíz; no con-
tiene células (fig. 2· 12). Este cemento se forma antes que el
diente alcance el plano oclusivo y su grosor varía desde 30
hasta 230 11 m. 100 Las fibras de Sha rpcy constituyen la mayor
parte de la estructura del cemento acelular, que posee una
función principal en el soporte dentario. Casi todas las fi·
bras se insertan en la superficie radicular en ángulos casi
rectos y penetran el cemento a profund idad; sin embargo.
otras entran desde varias di recciones distintas. Su tamailo,
cantidad y distribución aumentan con la función Y Las fi -
bras de Sharpcy se encuentran mineralizadas por com pleto
y los cristales minerales están dispuestos de forma paralela
a las fibrillas, al igua l que en la dentina y el hueso, excepto
en una zona de 10 a SO !Jm de anchura próxi ma a la un ión
cemento·dentina. donde se hallan ca lcificadas sólo de ma ·
nera parcial. Las porciones periféricas de las fibras de Shar·
peyen el cemento que se mineraliza activamente tienden
a encon trarse más calcificadas que en regiones interiores,
segun lo revela el microscopio electrónico de ras treo. ~l El
f ig . 2· 11 . Vista mlcroscopica de un molar de rata sometido a fuerzas
oclusohoflzontales, NOtense las zonas ensanchadas y estrechadas del cemento acelular también contiene fibrillas de colágena
ligamento penodontaL El eje de rolación se localiza en el espacio In· intrínsecas calcificadas y dispuestas irregularmente o para-
terradlcular. lelas a la superficie.'oo
El cemento cellllm, formado ulla vez que el dien te llega al
plano oclusivo, es más irregula r y contiene células (cemen·

El ligamento perlodontal se encuentra muy Inervado


por fibras nerviosas .sensitivas con capacidad para transmi-
tir sensaciones tácti les, de presión y dolor por las vías tri-
geminales.·I,1J Los fascículos nerviosos avanzan hacia el li-
gamento pcriodontal desde la región perlapical y por los "
conductos del hueso alveolar que siguen la trayectoria de ••
los vasos sanguíneos. Se dividen en fibras miellnizadas
únicas, que al final pierden sus vainas de mlelina y conflu -
yen en uno de cuatro tipos de terminacio nes neurales: .. ~
terminaciones libres, que poseen configuración arbórea;
mecanorreceptores de tipo Ruffinl, sobre todo en la zona
apical; corpusculos espirales de Meissncr, también mecano·
receptores, particularmente en la región radicular media; y
terminaciones fuslformes, para percibir presión y vibra·
ción, rodeadas por una cápsula fibrosa, en especial en el
ápice ..lUl

••• •
CEMENTO PL
Es el tejido mesenquimatoso calci fi cado que forma la cu-
bierta exterior de la raíz anatómjca. Los ti pos principales de
cemento radicu lar son el cemento accJular (primario) y el
celu lar (secundario).~1 Ambos constan de una matriz inter·
fib rilar calcificada y fibrillas de colágena .
Hay dos fuent es de fibras de colágena en el cemento: las f ig. 2·12. El cemento acelular (AC. del inglés aceJlurar cementum)
fib ras de Sharpey (extrínsecas), en la porción insertada de exhibe lineas aumentativas paralelas al eje longitudinal del diente
las fibras principales del ligamento periodontal," formada s Dichas lineas representan el crecimiento cementarlo po!' apos!ciOn.
Obsérvense las delgadas lineas claras que se dlTlgen hacia el cemento.
por los fibroblastos, y las fibras que pertenecen a la matriz perpendiculares a la superfICie; representan las fibras de Sharpey del
de cemento per St' (intrínsecas), producidas por los cemen· ligamento penodontat (PI.. del Ingl~ penoool1lat ligamen,) , D. den·
toblastos.'OJ Estos ultimas también forman los componen- tilla. ( x 300.)
EstruCfUfl/S Ile soportr dt'l/((Ir;o • CA l'iTU I.O 2

tocHos) en espacios individuales (lagunas) que se comuni- células. Es un producto de fibroblastos y cemen toblastos
ca n entre sí a través de un sistema de canalículos conecta- yen el ser humano se localiza en el tercio cervical de las
dos (lig. 2·13). El celllento celu lar es menos calcificado que raíces, pero puede extenderse en forma más apical. Su
el tipo acelular. M Las fibra s de Sharpey ocu pan una porción espesor fluctúa en tre 30 y 230 I.un.
más reducida del cemento celu lar y está n separadas por Ceme/lto celll/"r mixto estratificado. Está formado por fibra s
otras fibras desordenadas o paralelas a la superficie rad icu- extrínsecas (de Sharpey) y fibras intrínsecas y contiene
lar. Las fibras de Sharpey pueden estar calcificadas por células. Es un coproducto de fibroblastos y cemen toblas-
completo o en parte O poseer un núcleo sin calcifica r ro· tos y aparece en el tercio apical de las raíces y los ápices,
deado por un borde ca lcificado. óo• lo: así como en las zonas de furcaciones. Su espesor es de
El cemento celu lar y el acelular poseen una configura- 100 a I 000 ¡.lm.
ción en laminillas separadas por líneas aumentativas pa ra- Cemellto ceJlIl"r de fibras illtrimectls. Cont iene c{>lulas pero
lelas al eje lo ngitudinal de la raíz (figs. 2- 12 y 2- 13). Dichas no fib ras de colágena ex trínsecas. Está formado por ce·
lín~as representan los periodos de reposo de la formación mentoblastos y llena las lagunas de resorción.
de cemento y se encuentran más minerali7.adas que el ce- Cemellto intermedio. Es una zona poco definida cerca de la
mento adyacente."" Asimismo, la pérdida de la parte cervi- unión cemento-dentina de ciertos dientes que parece
cal del epitelio reducido del esmalte, al momento de la con tener restos celulares de la vaina de Hertwig, inclui-
erupción dental, puede poner porciones de esma lte ma· dos en sustancia fund amental cal cifi cad 'I. ~J·..s
duro en contacto con el tejido conectivo, q ue entonces
deposita sobre él un tipo de cemento afibrilar acelular.... El contenido inorgánico del cemento (h idroxiapatita.
Con base en estos hallazgos, Schroeder"~ catalogó el ce- ca IOIP04J. IOHIJ corresponde al 45 a 50%, que es inferior
mento de la siguiente manera: al del hueso (65%), esmalt e (97%) o dentina (70%). 1:1 Las
opiniones difieren acerca de si la microdureza aumentaN o
Cemetlto ate/lllar afibrilar. No incluye células ni fibras de disminuye con la edad 'u y no se ha est ablecid o la relación
colágena extrínsecas o intrín secas, aparte de una sustan- en tre envejecimiento y contenido m ineral del cemento.
cia hmdamental mineralizada. Es un producto de ce-
mentoblastos y e n los seres humanos se localiza e n el Permea bilidad del cemento
cemento coronario, con espesor de I a 15 ~m.
Cemento (lce/lllar de fibras. Está com puesto casi por como En animales muy jóvenes, tanto el cemen to celu lar cuanto
pleto por haces densos de fibras de Sharpey y carece de el acelular son muy permeables y permiten la difusión de
colo rantes desde la pulpa y la superficie rad icula r externa .
En el cemento celular, los canalículos de ciertas zon as y los
túbulos dentinarios están contiguos. Con la edad, la pero
meabilidad del cemento disminuye. 17

Unión amelocementaria
I

~., El cemento que se halla en la unión amelocementaria e


inmediatamente subyacen te a ella es de im l>ortancia clí-
..~. I nica particular en eJ raspado radicu lar. En la unión amelo·
cementaria el cemento presenta relaciones de tres clases. M
.~
, • I En el 60 a 65% de los casos el cemento se superpone al
, esma lte (fig. 2-14); en casi 30%, la unión tiene lugar borde
con borde y en S a 10% el cemento y el esmalte no entran
en contacto. En este últi mo caso, la recesión gingival ge-
nera gran sensi bilidad por exposición de la dentina.

Espesor d el cemento
El depósito de cemento es un meca nismo cont inuo que
I prosigue a velocidades cambiantes a través de la vida. La
formac ió n del cemento es más rápida e n las zonas aplcales,
donde compe nsa la erupción del diente, que ,1 su vez como
~. pensa la atrición. En la mitad coronaria de la raíz, el grosor
del cemento varía de 16 a 60 pm, casi el espesor de un
cabello. Alca nza su espesor máximo (hasta 150 a 200 ~m)
Fig. 2.13. El cemento celular (CC) muestra cemenl OCllOS ubicados en el tercio apical y en las zonas de fu rcaciÓn. Es más
en lagunas. El cemento celular es mas grueso que el acelular (véase grueso en las superficies distales que en las mesiales, tal vez
fig . 2·16) . También hay rastros de !lneas aumentativas, pero son me-
nos defimdas que en el cemento acelular. Las células contiguas a la por la estimulación fu ncio nal debida a la migración mes!al
superficie de cemento en el espacio del ligamento penodontal (PL. del con el paso del tiempo.JO Entre los 11 y 70 afias de edad, el
inglés penOOontaf Ilgamenr) son cementoblastos. D. dentina. ( x 300.) espesor promedio del cemento se triplica, con el incre·
I'ARTE I • P~iodo/lciu /lomml

e La resorción cementaria microscópi ca es muy frecuente. En


un estudio hubo resorción en 236 de 26 1 dientes (90.5%).s,
La cantidad promedio de zonas de resorción por diente fue
de 3.5. De 922 zonas de resordón, 708 (76.8%) se localiza-
ron en el tercio apica l de la raíz, 177 (19.2%) en el tercio
o medio y 37 (4.0%) en el gingival. Alrededor del 70% de
todas las zonas de resorción se confinó al cemento si n aft'C-
tar la dentina.
La resorción del cemento puede suceder por causas lo-
cales o sistémicas; también tiene lugar algunas veces sin
causa evidente (es decir, es idiopática). Entre las causas lo-
53 10% 60 a 65% ca les se hallan el traumatismo oclusivoU (fig. 2- 15), movi-
mientos ortodónticos,!J·nq1 presión por dientes erupcio-
Fig. 2·'4. Variaciones normales de la morfologla dental en la unlOn nados en mal posició n, quistes y turnores,OIi dientes sin
amelocementaria. A espacio entre esmalte y cemento con dentina antago nistas funci o na les, dientes retenidos, reimplanta-
(O) elfpuesta. B. relaciOn borde con borde de esmalte y cemento. C.
cemento superpuesto al esmalte. dos y trasplantados,I.;,a enfermedad periapical y enfer-
medad periodontal. Entre los estados sistémicos citados
C0l110 predisponentes o indudores de la resorció n cemen-
taria se cuentan la defIciencia de calcio,u hipotiro idl s-
mo,· osteodistrofi a fibrosa hereditarla l1 ' y enfermedad de
mento mayor en la reglón apica!. En algunos estudios se Paget.""
hallaron espesores promedio de 95 prn a los 20 años y de Al microscopio, la resorción del cemento aparece en la
2 15 pm a los 60 ailos de edad. lU, forma de concavidades como bahías en la superficie radi-
El término IIiperct:'me1ltosi!; (hlperplasia del cemento) se cular (fig . 2-16). Por lo regular hay células gigan tes mulll -
refie re al engrosamiento prominente de ese tejido. Puede nucleadas y macrófagos mononuclea res grandes junto al
limitarse a un dient e o afectar toda la dentición . En virtud cemento que sufre resorción activa (fig . 2- 17) . Varios sitios
de la considerable variació n fi siológica del espesor del ce- de resorción pueden coalescer para constituir una reglón
mento entre los diferentes dientes en una misma persona, vasta de destrucción . El proceso de resorción puede ex ten-
así como entre distintos sujetos, en ocasiones es difícil derse hacia la dentina subyacente e incluso la pulpa, pero
distinguir entre hi percementosis y engrosamiento 6s1016-- suele ser Indoloro. L.1 resorción celllentaria no necesaria-
glco del cemento. mente es continua y puede alternarse con periodos de re-
La hipercementosis aparece como el engrosamiento ge- paración y depósito de cemento nuevo. El cemento ncofor-
neralizado del cemento, con agrandamiento nadular del maclo está separado de la raíz por una línea irregu lar tel' lda
tercio apical de la ra íz. También se manifiesta en la forma intensamente, llamada IIneel rc\'i'rSlI, que delinea el margen
de excrecencias en forma de púas (espículas cementarlas) de la resorción previa (fig. 2-18). Las fibras incluidas del
creadas por la coalescencia de los cementículos que se ligamento periodontal restablecen un nexo funcional con
adhieren a la raíz o por calcificación de fibras periodontalcs el cemento nuevo. La reparación cementaria exige la pre-
en los sitios de inserció n en el cemento. 6OI sencia de tejido conectivo viable. SI el epitelio prolifera
El o rigen de la hipercementosis es diverso y aún no se hacia una región de resorción, la reparación no ocurre. ~..s ta
lo comprende bien. Tal vez la hipercemenlosis en espículas puede acontecer tanto en dien tes vitales como en desvila-
se origi ne por la tensión excesiva de los aparatos de orto- !izados.
doncia o las fuerzas oclusivas. El tipo generalizado ocurre
en varias ci.rcunstanclas. En los dientes sin an tagonista se Anquilosis. La fusión del cemento y el hueso alveolar
ha considerado que la hipercemelllosls es un esfuerzo por con obliteración del ligamento periodontal recibe el nom-
compensar la erupción dental exceSiva. En dientes someti- bre de anquilosis. Ésta tiene lugar en los dientes con resor-
dos a irritación periapical de poca intensidad causada por ción cemelita ria, hecho que sugiere que podría ser una
pulpo patías, se refiere una compensación por la destruc- fo rma de reparación anormal. Tambié:n puede presentarse
ción d" la inserción fibrosa al diente. El cemento se depo- luego de Inflamadón perlaplcal crónica, reimplantación de
sita junto al telido perlapical inflamado. Los pacientes con un diente y traumatismo oclusivo, así como en torno de
enfermedad de Paget sufren a veces hipercementosis de dien tes retenidos.
toda la dentición ." La anquilosis causa resorción de la raíz y su reemplazo
gradual por tejido óseo. Por tal motivo, los dientes reim-
Resorción y reparació n del cemento plantados que se anquilosan pierden sus raíces luego de
cuatro a cinco años y se exfolian.
Los dientes permanentes .no tienen resorció n fisio lógica, Cuando se colocan Implantes de titanio en el maxilar,
como los primarios. Si n embargo, el cemento de los dientes la cicatrización produce hueso que se fo rma en aposición
erupcionados y los incluidos está su jeto a resorción. Los directa con el dispositivo sin tejido conectivo in terpuesto.
cambios de resorción pueden ser de proporción microscó- Se podría in terpretar lo anterior como una form a de anq ui-
pica o suficientemente extensos como para presentar alte- losis. Dado que la resorció n del implante metálico es impo-
ración del con torno radicular reconocible en radiogra fías. sible, el implante permanece U anquilosado ~ al hueso de
Eslr"Clurtl.~ de W/HJrl., dl'lIIl/ríu • CA PíTU LO 2 45

Fig. 2·16. MicrofOlografla electrónica de rastreo en una ralz expuesta


por la enfermedad periodonlal que muestra una amplia bahfa de re-
S()(cn:m (R), Se observan remanentes de ligamento periodontal (P) y
calculo (C). El resquebrajamiento de la superfICie del diente se IndUJO
por la técnica de preparación, (x160,) (Cortesfa del Dr. John Sotto-
santi, San Diego. California,)

Exposición del cem ento al m edio bucal

E.l cemento queda expuesto al medio bucal en casos de


recesión gingival como consecuencia de la pérdida de in-
serción en la bolsa. En esos casos, la permeabilidad del ce-
mento es suficiente como para que penetren sustancias
orgánicas, iones inorgánicos y hacterias. La invasión baete-

fig. 2.15. ResorClon de cemento en relaClon con fuerzas oclusivas


excesivas. A, corte hI~to!oglco a baJO aumento de dientes anteriores
inferiores B. mlCrofotografJa de gran aumento del Incisivo central iz-
quierdo acortado por la resorCión de cemento y dentina Observese
la repalaclón parcial de las zonas eroSionadas (nechas) y un cernen·
tfculo arriba a la derecha

manera indefinida. I'demá~, dado que por la anquilosis no Fig. 2_11 . ReSOl"clon de cemento y dentina La X señala un osteo -
claslO multinuclear la flecha Ilustra la dlrecclon de la resorCión Nó·
es posible la proliferación apical del epitelio a lo largo de tese el frente festoneado de resorción en la dentma (D) El cemento
la raíz, elemento clave de la bolsa, no se forma bolsa perio- es la banda oscura teñida arriba y abajO a la derecha P. ligamento
dontal verdadera. penodontal
PARTE 1 • P.'r¡o(/ol/cio 1/0"'UlI

fig . 2·19. Corte mesiodlstal en un canino y Pfemolares Infer iores que


muestra lOS tabiques OSCOS Interdentales. Las tablas oseas den~s (A)
representan la cortical alveolar. o hueso alveorar propiamente diCho
(laminas cribilormes). que están sostenidas por trabewlas de hueso
f ig . 2-18. Corte que mue5tra la reparaclOfl oe una r¡¡'1 previamente espol1JOSO (C). NOtense a la defecha los vllSOS sangulneos verticales
resofbida El detecto aparece lleno con cemento celular (C) 'J se separa dentro de un conducto nutrie nte en el lablque Interdental
del cemento antiguo (R) por una linea Irregular (L) q ue indica el con·
torno preexistente de la ralz resorbld<l p. ligamento penodont&1

Además, el hueso de los maxilares se compone de Iwt'so


ba.w¡l, el cual es la porció n de la mandíbu la ubicada en
rlana es comün en la enfermedad periodontaJ (véase cap. sentido apical pero si n relación con los dient es (flg . 2-20).
22). Tam bién pueden formarse caries de cemento (cap. En términos anatómicos es posible dividir el proceso
30). alveolar en zonas diferentes; sin embargo, fundo na como
unidad, con todas las partes interrelacionadas en el soporte
de la dentición. Las figuras 2-21 y 2-22 muestran las pro-
PROCESO ALVEOLAR porciones relativas del hueso esponjoso y el compacto que
forman el proceso alveolar. La mayor parte de las porciones
El proceso td\l~ol(lr es la po rción del maxilar y la mandíbula vestibulares y linguales de los alveolos está constituida por
que forma y sostiene a los alveolos dentarios. Se forma hueso compacto solo. El esponjoso rodea la cortical alveo-
cuando el diente erupciona a fin de proveer la inserción lar en las zonas apical, apicolingual e interradlclllar.
ósea para el ligamento perlodontal; desaparece de manera
gradual una vez que se pierde el diente. Células y matriz intercelular
El proceso alveolar consiste en lo siguiente:
Los Qstevblastos, células que producen la matriz. orgá nica
l. Una tabla externa de hueso cortical formado por hueso del hueso, se diferencian de células foliculares plurlpoten·
haversiano y laminillas óseas compactadas. ciales. El hueso alveolar se forma durante el creci miento
2. La pared Interna del alveolo, constituida por hu eso fetal por osifi cació n intramembranosa y con sta de una
compacto delgado llamado hlleso t¡/veo/ar, apar('('(' en matriz calcificada con osteocitos encerrados dentro de es-
las radiografías como cortical alveolar. Desde el punt o pacios llamados lugll/Ilis. Los ostcocitos em iten prolonga-
de viSI,l h isto lóg ico, contiene una serie de abertu· ciones hacia los ca naHcu los que se irradian desde las lagu-
ras (lámi/la cribiforme) por las cuales los paquet('s neu· nas. Los canaliculos forman un sistema anastOl1\osan te a
rovasculares unel' el ligamento periodontal co n el través de la matriz Int ercelular del hueso, que l! ('V¡1 oxigeno
componente central del hueso alveolar, el hueso espon- y nutrientes a los osleocitos por ~a ngre y elimina los dese·
joso. chos metabólicos. Los vasos sa nguíneos se ramifica n ex ten·
3. Trabéculas esponjosas, entre esas dos capas compactas, samcn te y atraviesan el periostio. El endostio se localiza
que operan como hueso alveolar de soporte. El wbiq/le jun to a los vasos de la médula. Hay crecim iento óseo por
illtertll'llwl consta de hueso esponjoso de soporte ro- aposición de una matriz orgánica depositada por los oSleo·
deado por un borde compacto (fig . 2- 19). blastos. Los sistemas haversi.u1OS (osleones) son las vias
Estm etllms dI' SQport,'¡l;ont"r/¡¡ • C AI>ITUtO 2 47.

robla "',"",--+ APÓFISiS


ALVEOLAR

Hueso -::-t't;f.~:~
espoojoso
HUESO BASAL
Cooducto
dentario inferior

f ig . 2·20. Corte IHlnsversal de una mandlbula humana In Sltu la Ii·


nea incontinua Indica la separación enue el hueso basal y el alveolar.
(Reproducido a partir de Ten Cate AR. Oral Histology. De... elopment.
SUUClure. and functlon , 4th OO. SI lOUI$, Mosby, 1994.)
Fig _ 2.21 , Proporciones relatl .... as de hueso esponjoso y compacto en
un corte .... estibulollngual loogitud inal de inciSIVOS centrales (A), late·
rales (B), caninos (el. primeros premolares {DI. segundos premolares
(El, primeros molares (F) , segundos molares (G) 'J terceros molares
(H),
Internas que suministran sangre a huesos demasiado grue-
sos que no podrían irrigar sólo vasos superficiales. Se hallan
en las tablas corticales y la cortical a lveolar.
El hueso posee dos terceras partes de ma teria inorgánica glá ndula pa ratiroides, que entonccs libera ho rmona parat i-
y una de matriz o rgá nica. La primera está compuesta sobre roidea w rH), La rTH estimu la osteoblastos para liberar
todo por los mine rales calcio y fosfato, ju nto con hidro- interleuclnas 1 y 6, las cuales estimu lan a monocitos para
xilo, carbonatos, citrato y vestigios de ot ros iones," como migrar hacia el área ósea. El factor inh ibidor de leucemia
sodio, magnesio y flúor. Las sa les minerales aparecen en la (L1F', del inglés lellkemin inllibitillg (noor), secretado por os-
forma de crista les de hidroxlapatita de tamai"lo ultramicros-
cópico y constituyen alrededor de dos tercios de la estruc-
tura ósea.
La ma triz orgánical l consiste principalmente en coláge-
na de tipo [ (90%)/6 con pequeñas cantidades de proteínas
no colágenas, como osteoca[cl na, osteonectina, proteína
mo rfoge nética ósea, fosfopro telnas y proteogllcanos."
Si bien la organización In tema del tejido del hueso al-
veolar cambia de mane ra constante, conserva casi la misma
forma desde la infancia hasta la vida adulta . El depósito de
hueso de los osteoblaslas se equilibra por la resorción os-
teodástica en el transcurso de la remodelaclón y la re nova-
ci6n del tejido.
El remodelado es e l mecanismo óseo más Importante
como vehículo de cambios de forma, resistencia a fuerzas,
repa ración de heridas y homeostasis de caJcio y fósforo en
el organismo.
El hueso contiene 99% de los iones calcio del cuerpo y
por lo tanto es la fuente principal de liberación de calcio
cuando los niveles de calcio en sangre descienden; esto
puede vigilarse a través de la glándula paratlroides, La dis- Fig, 2-22. Forma de las ralces 'i dlstflbuciOn osea a su alrededOl en
minución de calcio en sangrc tiene como mediadores a un corte transversal del maxilar 'J la mandibula a nI.... el radicular me·
receptores que se hallan sobre las células principales de la diO.
PARTE I • 1','ri()(JoIJ(/O IJQmwl

teoblastos, coa lesce monocitos y los convierte en osteoclas- Otro mecanismo de resorción ósea consiste en la crea-
tos multinucJeados, que así resorben hueso y liberan en ción de un medio addógeno en la superficie del hueso, que
sa ngre iones de ca lcio de la hid roxiapatita. Esta liberación lleva a la disolución del componen te mineral del h ueso.
norma liza el nivel de ca lcio en sangre. Un mecanismo de Diferentes circunstancias provoca n esto, entre ellas una
realimentación de niveles sanguíneos no rma les de calcio bomba de protones a través de la membrana celular del
interrumpe la secreción de P'fl-l de la glá ndula parati.roides. osteoclasto,'· tumores óseos o presión local '" trasladada por
Entretanto, los osteoclastos han resorbido matriz orgánica la actividad secretoria del osteodasto.
junto con la hidroxiapatita. La desintegración de colágena Ten Ca te llJ describe la secuencia del mecanismo de re-
de la matriz orgá nica libera diversos sustratos osteógenos, sordón como sigue:
que se unen en forma cova lente a la colágena, y esto a su
vez estimula la diferenciación de osteoblastos, que por ul- 1. Fijación de ostcoclastos a la superficie mineralizada del
timo depositan hueso. Esta interdependencia de osteoblas- hueso.
tos y ostf;'OClastos en el remodelado se deno mina acopla . 2. Creación de un medio acidógcno sellado medi ante la
miento (COllpUTlS). acción de la bomba de protones, que desm ineraliza el
La matriz ósea que los osteoblastos depositan es osteoide hueso y expone la matriz orgánica.
no mi neralizado. Mientras se deposita osteoide nuevo, el 3. Degradación de la matriz orgánica expuesta a sus com-
viejo, localizado po r debajo de la superficie, se mineraliza ponentes aminoácidos por la acción de enzimas libera-
a medida que el frente de minerali zación avanza. das, como fosfata sa ácida y catepsi na .
La resorción ósea es un proceso complejo relacionado 4. Secuestro de iones minerales y aminoácidos dentro del
morfológicamente con la aparició n de superficies óseas osteoclasto.
erosionadas (lagunas de I-Iowship) y células multinucJeadas
grandes (osteoclastos) (fig . 2-23). Los osteodastos se origi- Pa red del alveolo
nan en el te jido hematopoyéticoluo.1'O y se forma n por fu-
sión de células mononucleares de poblaciones asincróni- Está forma da por hueso la minar denso, parte del cual posee
cas. 'O.....lU.'1J Cuando los ostcoclastos están activos, en con- una disposición en sistemas haversianos, y hueso fascicu-
rraposición al reposo, poseen un borde o ndulado irregular lar. Hueso fasciclIlar es el término que se otorga al hueso
del cual se secretan al parecer enzimas hidrolíticas.1!I Estas contiguo delliga menlo periodontal que contiene una gra n
enzimas digieren la porción orgánica del hueso. Las hor- cantidad de fibras de Sharpey (fig. 2_24).121 Se caracteri7..a
monas como la parathormona (i ndirectamente) y calcito- por presentar laminillas delgadas dispuestas en capas para-
nina, que poseen receptores sobre la membrana osteoclás-
tica, son capaces de modificar y regula r la actividad de los
osteoclastos y la morfología del borde o ndulado.

f ig. 2. 24. Penetrac,Ol'l profunda de las fibras de Sharpey en hueso


fascicular. El hueso tenido de oscuro (B l ) es laminar. El hueso fascicu·
lar (B~) asimila men05 tinciOn y muestra numerosas lineas blancas que
Fig . 2-23. Hueso alveolar de rata Vista hlstológJca de dos 05teoclas- corren mas o men05 paralelas entre sf: dJchas lineas corresponden a
t05 mult.n ucleados en una laguna de Howsh,p. las fibras de Sharpey. M , medula grasa: Pl. ligamento penodontal.
Eslm(tlIm~ d,' ~(}po'/t.' ,¡,'/l/lirio • cAríTUI.O 2 49

lelas a la raíz, con líneas de aposición interpuestas (fig. El hueso esponjoso aparcce de modo predominante en
2.25). El hueso fascicular se halla dentro de la cortica l al· los espacios interradiculares e interdentales y en cantidades
veolar. Algunas fibras de Sharpey se e ncuentran calcificadas limitadas en sentido vestibular o lingua l, excepto en el
por completo. Si n emba rgo, la mayor parle contiene un paladar. El ser humano adulto posee más hueso esponjoso
nuc!eo central no calcificado dentro de una ca pa ex terna e n el maxilar que en la mandíbula.
ca!clficada .l<1l El hueso fasctcu lar no es típico de los maxi-
lares; existe a tra vés del sistema esq uelético en cualquier Médula ósea
sitio donde se insertan ligamentos y musculoso
La porción esponjosa del hueso alveolar consta de tra- En el embrión yel re<:ién nacido, la médula roja hemato·
béculas que rodean espacios medulares de forma irregular poyética ocupa las cavidades de todos los huesos. La mé·
revestidos por una capa de célu las endósticas delgadas y dula roja sufre un cambio fisiológico gradual hacia un ti po
aplanadas. El patrón trabecular del hueso esponjoso,OlJ al de médula grasa o amarilla inactiva. En el adu lto, la mé·
que ¡ifectan las fuerzas oclusivas, es muy variado. La ma triz dula de la mandíbula es. en circunstancias normales, del
de trabécuJas espon josas está integrada por laminillas dis· segu ndo tipo, y la m ~d ula roja aparcce sólo e n costillas,
puestas de forma irregu lar, separadas por lineas aumentati· esternón, vértebras, cráneo y hlunero. No obstante, algu-
vas y de resorción, teñidas intensamen te, que indican acti· nas vcces hay focos de médula ósea roja el1 los maxllares,
vidad ósea previa, con algunos sistem as haversianos. casi siempre con resorción de trabéClllas óseas." Son sitios

Fig. 2. 25. Hueso fasclcular relacionado con la migracloo frslOlOgIC3 rT1eSlal. A. corte horizontal de las ralces molares en proceso de mlgraclOn
rTleSIal (Izqwerda. meSlal. derecha. distal) B. la superfICie radicular me51al presenta osteoclilSla (flechas) C. la superfICie radicular distal el(h,be
hueso laSClcular sustitUido parcialmente por hueso denso en el lado medular PL. ligamento penodontal
50 I'ARTE I • l'erio,/r/lldo /Wf/JUII

que aquel que reviste las cavidades óseas internas recibe el


nombre de el/dosliQ.
El primero está com puesto por una capa interna de os-
teoblaSIOS rodeados por células oSleoprogenitOras, que tie-
nen el potencial de diferenciarse en osleoblastos. y por un
est rato ex terior rico en vasos sanguíneos y nervios que
consta de fibras de coláge na y fibroblastos. Los fascículos
de fibra s de colágena periósticas pe netran el hueso y se fi -
jan al periostio del hueso. E.l endostlo está fo rmado por una
sola capa de osteoblastos y algunas veces una pequeña
cantidad d e tejido co necti vo. 1..1: capa interna es la capa
osteógena y la externa la capa fibrosa .

Ta bique inte rde nta l


Consta de hueso esponjoso lim itado po r las corti cales al-
veola res (lámina criblforme o hueso alveola r propiamen te
f ig . 2.26. Corte ffiC'SlOOI$tal en el ilrea molar del maXilar de un hom· dicho) de la pared del alveolo de dientes vecinos y las ta-
bre de 59 anos de edad. se obsefvan focos de hematopoyeSls en la blas corticales vestibular y lingual (fi g. 2-27). Si el espacio
médula (F. f '. F) interdcntal es estrN:ho, el tabique puede consta r sólo de
corti cal alveolar. Por ejem plo, el espacio entre los segundos
premolares y los primeros mo la res Inferiores está Integrado
por cortica l alveolar y hueso esponjoso en 85% de Jos casos
frecuentes la luberosidad del maxila r (fig. 2. 26), así como y sólo por cortical alveolar en el 15% restante.U Si las raíces
las zonas de molares y premola res superiores e inferiores y se e ncuentran demasiado cercanas e ntre si, puede apare<:er
en la sínfisis y el angula mandibulares, que en las radiogra- una ~ ventana " irregula r en el hueso entre las raíces cont i-
fías aparecen como zonas radlolúcidas. guas (fig. 2-28). Entre los molares superiores, cltabiquc está
co mpuesto por cortical alveolar ~' hueso espon joso e n
Pe riostio y e ndostio 66.6% de los casos, sólo por cortical alveolar ell 20.8% y
presen ta fenestración en 12.5% de los casos.u Es impor·
Todas las superficies óseas están cubiertas por capas de te- tante determinar con radiografías la prox im idad radicula r
jido conectivo ostt'Óge no d iferenciado. El tejido que cubre (cap. 3 1). La angulaclón mesiodisI1I1 de la cresta del labique
la superficie externa d('l hueso se llama f1('(iostio, en tanto interdenta l es casi sIempre pa ralela a una Hne.. traz..lda

f ig . 2·27. Tabiques Interdentales A radlografla de la zona premolar Infenor NOtese la lamina dura prominente. B, tabiques Interdenl ales entre
el canino (derecha) y los premolares la porcIOn e5ponJOsa central esta limitada por laminas Cflbllormes de hueso denso del alveolo. (hto cons-
tituye la lilmlna dura alrededor de 105 dientes en la radiogral!a.)
ESTnlcf!lms d(' soporte r/f/Jf¡¡rir/ • CA PiTULO 2 51

o
Fig_ 2_29_ ContOl'no óseo nOl'mal que se adecua a la prominencia de
las ralces.
fig . 2· 28. "Ventana sin hueso entre f¡¡lce5 próximas de molares.
H

entre las uniones amelocementarias de los dientes adya- bien alineados. El margen óseo se adelgaza en filo de cuchi-
centes. 91 En los adultos jóvenes, la distancia entre la cresla llo y muestra un arco acentuado en dirección del ápice. En
del hueso alveolar y la unión amelocementaria varía entre los dientes en linguoversión, la tabla ósea vestibular es más
0.75 y 1.49 mm (promedio, 1.08 mm).:" Dic ha distancia gruesa que lo normal. El margen es romo y redondeado y
aumenta con la edad hasta un promedio de 2.81 mm ..l.Ii Sin horizontal más que arqueado. El efecto de la angtl lación
embargo, este fenómeno podría no ser tanto una función entre raíz y hueso sobre la altura del hueso alveolar es más
de la edad sino de la enfermedad periodontal. notable en las raíces palatinas de los molares superiores. El
Las dimensiones mesiodistales y veslibulolinguales, asi margen óseo se ubica más apicalmente en las raíces, que
como la forma del tabique interdental, dependen del ta- forman ángulos un tanto agudos con el hueso palatino. M
maño y la convexidad de las coronas de dos dientes conti- En ocasiones, la porción cervical de la tabla alveolar se
guos, así corno de la posición de los dientes en los maxila- encuentra muy engrosada en la superficie vestibu lar. al
res y su grado de crupci6n. 4 \ parecer como refue rzo contra las fuerzas oclusivas (fig.
2-30).
Topografía ósea
Fenestraciones y dehiscencia s
El contorno del hueso se adecua normalmente a la promi-
nencia de las raíces, con depresiones verticales intermedias Las regiones aisladas en las que una raíz carece de hueso
que convergen hacia el margen (fig. 2-29). La anatomía del y la superficie radicular está cubierta sólo con periostio y
hueso alveolar varía de una persona a otra y posee deriva- encía reciben la denominación de {t'///'stmcio/1/'s. En dichos
ciones clínicas notorias. La alineación de los dientes, la casos, el hueso marginal se halla intacto. Cua ndo las áreas
angulación de la raíz con el hueso y las fuerzas oclusivas desnudas se extienden al hueso marginal , el defecto se
afectan la altura y el espesor de las tablas óseas vestibular llama dehiscencia (fi g. 2-31). Dichos def('ctos ocurren en
y lingual. aproximadamente 2()1J{l de los dientes. Son más frecuentes
En los dientes en vestibuloversión, el margen del hueso en el hueso vestibular que en el lingual, en dientes anterio-
vestibular se localiza más apicalmente que e n los dientes res que en posteriores y a menudo son bilaterales.

A B

Fig. 2-30_ VariaCión de la porción cerv¡cal de !a tabla alveolar vestibular. A. conformación tipo repisa . B, tabla vestibular comparativamente
delgada
PARTE 1 • Pi.'riOt/(III' ;O Iwmlfll

vical y forma lo que se conoce como ditlfmsltlo ('pl fe/ial.


Este último separa el folículo dental de la papila dental.
Tras el inicio de la formación de la dentina, la vaina
radicular de j'lertwig se fragmenta y desaparece en parte;
las células remanentes forman conglomerados o cordones
epiteliales llamados restos t'pitdi(/Ie.~ (11' Mr¡f(lSsez (fig. 2-7A).
En dientes multirradiculares, el diafragma epitelial !:rece de
manera tal que proyecta extensiones horizontales, a modo
de lengüetas, y dera espacios para que se formen cada una
de las futuras raíces.

Cemento
Ll rmura de la vaina radicular de Hcrtwig hace posible que
las células mescnquimatosas del folículo dental entren en
con tacto con la dentina, donde comicnz.an a formar una
f ig . 2-31 . Dehiscencia del canino 'J fenestraclOn en el primer pre· caj)J con tinua de ccmentoblastos. Con base en estudios
molar inlllunoquímicos y ultraestructurales, Thomas l l s y otrosl1l,1l
conjeturaron que los cementoblastos también pueden ser
de origen epitelial (vaina radicular de llertwig) y su frir una
transformación mesenquimatosa epitelial.
Hay manifestaciones microscópicas de resorción de las La formación de cemento comienza I)()r el depósito de
lagunas en los margenes. La CaUs.l de dichas anormalidades una trama de fibrillas de colágena desordenadas y escasas
es confusa. La prominencia de los contornos radiculares, la en una sustancla fundamental o matriz denominada ct'-
malposici6n y la protruslón vesllbular de la raíz, en com- melltoide o prfCftllé'1ltO. Sigue una rase de maduración de la
binación con una labia ósea delg,lda, son factores predls- matriz, que después se mineraliza para formar cemento.
ponentes.M Ll feneslradón y la dehiscencia son impor- Algunas ve<:es, los cemenloblastos, que al princi pio están
tantes, dado que pueden complicar el desenlace de la separados del cemento por cementolde no calcificado, que-
operación pcriodontal. dan encerrados y atrapados en el interior de la matriz. Una
vez confinados, se los con()({' como c/,/"t'IItocitos, y penna-
Remod elado del hueso alveolar ne<:en viables a la manera de los osteocitos.
El órgano del esmalte -<Iue Incluye a la vaina radicular
En conlrasl(' con su aparente rigidez, el hueso alveolar es el epitcHal a medida que se desarrolla- está rodeado por una
menos estable de los tejidos pcriodontales. ya que su es- capa de tejido conectivo llamada saco (It'tlwl. La zona en
tructura se encuentra en flujo constante. Hay una cantidad contacto inmediato con el órgano dental, y que se conti-
considerable de remodelación interna por medio de la re- núa con el e<:tolllesénquima de la papila dental, recibe el
sorción y formación, reguladas por influencias locales y nombre de folfmlo (le/1ta/l~1II y está com puesta I)()r fibro-
sistémicas. Las primeras incluyen exigencias funcionales blastos indiferenciado$.
sobre el diente así como cambios de las células óseas rela·
cionados con la edad. Las influencias sistémicas pueden ser ligamento perlodontal
hormonales (hormol11l paratiroldca, calciton lna o vitamina
D,). A medida que la corona se aproxima ti la mucosa bucal
La remodelación del hueso alveolar afecta su altura, durante la erupción dentaria, estos fibroblastos se tornan
contorno y densidad y se manifiesta en tres ronas: junto al activos y comienzan a producir fibrillas de colágena . En un
ligamento periodontal. el periostio de las tablas vestibular principio carecen de orientación, pero pronto :Idquieren
y lingual y la superficie endóstica de los espacios medu- orientación oblicua respecto del diente. Entonces apare<:en
lares. los primeros haces de colágena en la región inmediata-
mente apical a la unión amelocementaria y dan origen a
los grupos dI.' fibras gingivodentales. Conforme la erupción
DE SARROLLO DEL APARATO DE IN SERCiÓN dental avanza, aparecen más fibras oblicuas que se filan al
cemento y hueso ncoformado. Las fibras transeptalcs y las
Una vez formadas las coronas, el estrato in termedio y el de la cresta alveolar se desarrollan cuando el diente aparece
retículo estrellado del órgano del esmalte desaparecen. Los en la cavidad bucal. El depósito de hueso alveolar y la or-
epitelios Interno y externo del órgano del esmalle perduran ganización del ligamento perlodontal son simu lt;l ncos. 107
y forman el llamado epitelio redl/cido del f'sl/mUe. La porción Estudios realizados con !llonos ardilla" muestran que
apical de éste constituye la I'(Ii11(1 (tltlimlar epitelial de Hf'tt- durante la erupcIón surgen primero fibras cementarlas de
wiS, que con tinúa su crecimien to en dirección apical y de- Sharpey y después las fibras de Sharpey que elllergen del
termina la forma de la raíz. Antes de comenzar la formación hueso. Las fibras de Sharpey apMecen en menor cantidad y
de la ra íz. la vaina r;ldicular se flexiona horizontalmente en est;ln mucho más espadadas que la~ que surgen del cemen-
la futura unión ameloremenlaria , estrecha la abertwa c(.'r- 10. En una fase posterior, las fibras alveolares se extienden
E.stnlrWms de sopo" t' clelllariu • CAPiTULO 2 53

hacia la zona media para unirse a las fibras cementarias en nal. Con el tiempo y el desgaste, las áreas de contacto
proceso de alargamiento y alcanzan su orientación, resis- proxima l de los dientes se aplanan y los dientes tienden a
tencia y grosor típicos al establecerse la fundón oclusiva. moverse en dirección mesia!' Esto se conoce como migm-
Otros Investigadores sugirieron antes que las fibras Indi- ci611 fisio/6gicu mesial. Para los 40 ai'los de edad causa una
viduales, más que continuas, constaban de dos partes Inde- reducción de casi 0.5 cm de la longitud del arco dental
pendientes unidas a mitad de la distancia entre cemento y desde la línea media hasta los terceros molares. E.l hueso
hueso, en una zona llamada plexo i// termedio. Se observó la alveolar se reconstruye en concordancia con la migración
presencia de éste en el ligamento perlodonta l de los incisi- fisiológica mesial de la dentición. La resorción ósea au-
vos de crecimien to conti nuo, mas no en dientes posterio- menta en las zonas de presión a lo largo de las superficies
res de roedores. SS,7U!ll Lo mismo se reconoció en los dientes meslales de los dientes )' se fo rman capas nuevas de hueso
de monos y seres humanos en erupción activa,H pero no fasclcular en las regiones de tensión en las superficies dis-
después de alcanzar el contacto oclusivo. Se presupone que tales (fig. 2-32; también fig . 2-25).
la reorganización de los extremos de las fibras en el plexo
a¡usta la erupción denta ria sin requerir la inclusión de fi-
bras nuevas en el diente y el hueso,1i Sin emba rgo, datos
autorrad iográficos y otros estudios aún no han confirmado FUERZAS EXTERNAS
la presencia de tal plexo y se lo considera un artificio de la Y EL PERIODONCIO
técn ica microscópica. 100
La finalidad del periodoncio es sostener los dientes duran-
Hueso alveolar te la función. Depende de la estimulación que recibe de la
función para conservar su estructura. En consecuencia, hay
De inmediato, antes de la mineralización, los osteoblastos un equilibro constante)' sutil entre las fuerzas de la oclu-
comienza n a producir vesículas de la matriz.'l Éstas contie- sión y las estructuras perlodon tales.
nen enzimas como la fosfatasa alcalina que ayudan a cap- El hueso alveolar sufre remodelación fis iológica cons-
turar la nudeadón de crista les de hldroxiapatita. A medida tante como reacción a las fuerzas externas, en particular a
que estos cristales crecen y se agrandan, forman nódulos las oclusivas. Se elimina hueso de las áreas donde ya no
óseos coa lescentes que, junto con las fibras de colagena hace falta y se agrega a otras donde surgen necesidades
desordenadas y de crecimiento rápido, son la subestructura nuevas. La pared del alveolo refle¡a la capacidad d e reac-
del hueso ondulado, el primer hueso for mado en el al- ción del hueso alveolar a fuerzas externas. 1..050steoblastos
veolo. Más adelante, mediante el depósi to de hueso, remo- y osteoide neoformado cubren el alveolo en las zonas de
delación y secreción de fibra s de colágena orientadas en tensión; los osteoclastos y la resorción ósea apar«en en
vainas, se forma el hueso laminar maduro. 12 zonas de presión. Las fue rzas oclusivas e jercidas sobre el
Los cristales de hidroxiapatita suelen alinearse con su diente también in(luyen en el número, la densidad y la
cje mayor paralelo a las fibras de colágena y se depositan alineació n de las t rabécu las espon¡osas. Las trabéculas
sobre las fibras de colágena, y en su interior, en el hueso óseas se alinean en la tra)'«toria de las fu erzas de tensión
laminar madu ro. De este modo, la matriz ósea tiene la ca- y compresión a rin de proveer resistencia máxi ma a
pacidad de resistir las intensas fuerzas mecánicas ejercidas la fuerza oclusiva con un mínimo de sustancia ósea (fi g.
durante la fun ción. 2-33).i1,lOS Cuando las fuerza s se incrementan, las trabécu-
El hueso alveolar se forma alrededor de cada folículo las de hueso esponjoso crct:en en número y grosor y puede
dentario durante la osteogénesis. Cuando un diente pri ma- agregarse hueso a la superficie externa de las tablas vestibu-
rio se desprende, su hueso alveolar se resorbe. El diente lar y lingual.
permanente que lo reemplaza se ubica en su lugar y forma El ligamento periodonta l tambi én depende de la estimu-
su hueso alveolar de su propio folículo dental. Conforme lación que provee la función oclusiva para conservar su
surge la raíz dentaria y los tejidos circundantes se organi- estructura. Dentro de los límites fisiológicos, el ligamento
zan y maduran, se produce la un ión del hueso alveolar con pcriodontal puede adecuar los aumentos de la función con
el hueso basa l formado por sepa rado y ambos se convierten un increm ento del grosor (cuadro 2-2), engrosa miento d('
en una estructura continua única. Aunque los huesos al- sus haces de fibras y aumento del diámetro y la cantidad
veolar y basal tienen orígenes intermed ios diferentes, en de fibras de Sharpey. Las fue rzas que superan la capacidad
última instancia ambos derivan del ectomesénqu ima de la de adaptación del pcriodoncio producen una lesión lla-
cresta neu ra!. mada traumatismo oclusivo. Dicho estado se describe en el
El hueso basal mandibular comIenza su mineralizacIón capítulo 24.
en el punto que el nervio mentonia no sale del agujero Cua ndo las fuerzas oclusivas decrecen, la cantidad y el
mentoniano, mient ras que el hueso basal maxiJar inicia en espesor de las trabéculas dismi nuyen. 28 El ligamento perio-
el punto en que el nervio suborbitario se proyecta por el don tal también se atrofia y adelgaza, y las fibras decr«en
agujero suborbita rio. en cantidad y densidad, pierden orientación UO y al final .se
disponen paralelas a la superficie radicular (fig. 2-34). Esto
Migración fisiológic.é\ de los dientes recibe el nombre de atrofia afimcio/Jal o por desuso. E.n esta
situación, el cemento no se af«ta 28 o engruesa y la dIstan-
El movimiento dental no concluye cuando la erupción cia desde la unión amelocementaria hasta la cresta alveolar
activa termIna y el diente se encuentra en oclusión funcio- aumenta. 11O
54 I',\RTE 1 • {','riQ<lolldo /l(m/wl

A B

Fig. 2-32. ReacciOn osea ante la m lgraCIOn flSlOIOglca mes.al A, tabiques Interdentales entre el canmo (IlQufCfda) y el pnmero y segundo pre·
molares. B. tabique u1terdental entre el pnmero y segundo premolares que mueslralammas de hu~ de aposrcrOn reciente frente a la distal del
pflmef premolar (IzQUIerda) y resorcIOn I,ente a la OlCSIal del segundo pi'emolar (derecha)

IRRIGACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS penetran desde el hueso alveolar y vasos anastolllosantes


DE SOPORTE de la enciaY Los vasos apicales emiten ramas que irrigan
la zona apical del ligamento pcriodontal antes de penetrar
La irrig.tción de l;¡s eSlrUClllras de soporte deriva de las aro en la pulpa dental. Los vasos Iransal veolares son ramas de
terias al"colar superior e inferior para la mandíbula y el los vasos in tersepta lcs que perforan la cortical alvcolar y
maxilar superior, respectivamente, y ll ega al ligamento entran al ligamento. Lm vasos intraseptales siguen para
periodontal desde tres fuentes: vasos apicales, vasos que pcrfundir la encía ; a su vez, d ichos vasos gi ngivales se
anastomosan con los del ligamento periodon tal de la re·
gión cervicaL IS
Los vasos del ligamento periodontal esta n contenidos
en espacios int ersticiales de tejido conectivo I;¡xo entre las
fibras principales y se conectan en un plexo de tipo reticu-
lar que corre en sentido longit udina l, más cerca no al hueso
que al cementoU (figs. 2-J5 y 2-36). La irrigacion aumenta
de incisivos a molares. La mayor irrigación se observa en
el tercio gingival de dientes unirradiculares; es me nor en el
tercio aplcal y la me nor Irrigación se registra e n el tercio
medio. Es similar en los tercios apical y medio de dientes
multirradiculares, un poco mayor en supcrficie\ rn e~la l es y
dista les que en vestibulares y linguales, y mayor en las su-
perfiCies mesiales de molares inferiores que en las distalcs. l \
[] aporte vascu lar del hueso ingresa al tabique interden-
tal a través de los conductos nutrientes ¡u nt o con venas,
nervios y vasos linfáticos. Las arteriolas dentales. que tam-
bién se ramifica n a partir de arterias alveolares, t mit en
tributarias por el ligamen to periodontal y algunas ramas
Fig. 2. 33. lrabeculas oseas reahneadas perpendIcularmente a la miz pe(jlleñas pasan a los espacios medu lares del hueso por las
meslill del molar ulchnildo perforaciones en la cortical al\"t~ola r. Los vasos pequei'lOS
Estrurtllra5 de soporte dell/(lrio • CA riTUI.O 2

: CUADRO 2-2: :.~~ _ f _-~ • '"

Comparación de la anchura periodontal de dientes fu n cionales y disfuncionales en un hombre de 38 años de edad

Anchura promedio del Anchura promedio del Anchur. promedio del


espacio periodontal en la espHio pet'iodont.' • la espacio pHiodontal en el
entrada del alveolo (mm) mitad del .Iveolo (mm) 'ondo del alveolo (mm)

Función incensa: 0.35 0.28 0.30


segundo premolar s uperior izquierdo

Función discreta: 0. 14 0. 10 0.12


primer premolar Inferior Izquierdo

Sin [unción : 0.10 0.06 0.06


tercer molar superior izquierdo

Mochficado de Kronleld R. Histologic study 01 the influence of function on the human periodontal membrane J Am Dent Assoc 1931;18:
1242.

emanad os del hueso compacto vestibular y lingual tam- periapical.:!O De ahí avanzan por el hueso alveola r hacia el
bién en tran en la médula y el hueso esponjoso. conducto dentario inferior en la mandíbula o el cond ucto
E.l drenaje venoso del ligamento periodontal acom- infraorbila rio en el maxilar superior y después a los gano
paña a las arterias. Las vénulas reciben sangre de la abun- glios linfáticos submaxilares.
dante red capilar; también hay anastomosis arterioVl'no-
sas entre los cap ilares. Éstas son más frecuentes en las
regiones apical e interradicular y se ignora cuál es su rele-
vancia.
Los vasos linfáticos complementan el siste ma de dre·
naje venoso. Los que drenan la región apenas por debajo
del epitelio de unión pasa n al interio r del ligamento perio-
dan tal y acampanan a los vasos sanguíneos hacia la región

M.

..
:l.
I ~.
~.
~

lO

Fig. 2·35_ Irrigación vascular del peflodoncio de un mono (perfun -


dido con tinta china). ObsérVense los vasos longitudinales en el liga-
Fig. 2. 34. Ligamento periodontal atrófico (Pi de un diente sin fun - mento periodontal y las arterias alveolares que pasan por los conduc·
ción Nótese el margen festoneado del hueso alveolar (B): se observa tos entre la médula ósea (M) y el ligamento perlodontal. D. dentina.
que hubo resorciOn. C, cemento. (Cortesla del Dr. Sol Berlllck, los Angeles. California.)
PARTE 1 • 1'.,r¡odOlldo 1I0mrll/

12. 8ernard GW, Pease OC: An electron rnicroscopic study 01


Illitial lntramembranous ostrogenesis. Amer J Anal 1969;
125:271.
13. Bemick S: Innervatlon of Ihe tceth and periodontium. Dent
Clin North Am 1959; 503.
14. Bien 5M: Hydrodynamic damping of looth movement.
1 Dent Res 1966; 45:907.
15. Bim H: The vascular supply of the perlodonlal membrane. 1
Periodont Res 1966; 1:51 .
16. 81alr HC, Teitelbaum SC, Ghiselli R, el al: Osleoclaslic bone
resorption by a polarized vacuolar protOIl pump. Science
1989; 24S:855.
17. BJayney JR, Wasserman F, Groetzinger G, el al: Furthcr Sludies
o n mi neral metabolism of human teelh by Ihe use ofradiaac-
tlve ¡sotopes. 1 Denl Res 29:S59, 1941.
18. Bosshardl AL, Schroeder HE: CemenlogeneSJs reviewed: a
comparlson between human prelllolars and rodent rnolars.
Anat Rec 1996; 245:267.
Fig. 2·36. Irrigación vascular del ligamento periodontal en un molar 19. Box HK: Sone resorptlon in red ma rrow hyperplasla In hu-
de rata, como lo revela el microscopio electrónico de rastreo luego de man jaws. Can Denl Res Found 1936; Bulletin 21.
la perfusrón con plCistico y la corr05ión del tejido. Las regiones media 20. Box KF: Evldence of Iymphalics in the perlotlontium.
y apical del ligamento perrodonlal aparecen con vaS05 sangulneos 1 Ca n Dent Assoc 1949; 15:8.
longitudinales desde el apice (abajo) hasta la encla (arriba), va!.OS 21. Boyle PE: Tooth suspension. A com paralive stutly of tl1l'
perforantes que ingresan al hueso (b) y muchas conexiones transver·
sales (puntas de flecha). Los vasos aplcales (a) forman un casquete que paradental tlssues of man and of Ihe guinea pig. J Delll Res
entra en contacto con 105 va!.OS pulpares. (Conesla del Dr. NI Selliseth 1938; 17:37.
y Dr. K Selvig, University 01 Bergen. Noruega.) 22. Cameiro 1, Fava de Mo raes 1:: Radioaulographic visuali7..atitln
of collagen metabolism in the I>l'riodonta l lissu~s tlf Ihe
mouse. Arch Oral 8iol 1955; 10:833.
23. Carranza FA Jr, Ilolz ME, Cabrlnl RL, el al: A study of ]>l'ri-
odonlal vascu larlzallon in dlffcrent laborato ry an irnals.
REfERENCIAS J Periodont Res 1966; 1:120.
24: Carranza FA Sr, Carranza FA j r: The managernenl of Ihe al-
1. Agnew RG, I:ong CC: Histologic stud ies on experimental veola r bolle in Ihe treatment of the periodon laJ pocke!.
Iransplantatlon of tceth. Oral Surg 1956; 9:18. J Periodontol 1956; 27:29.
2. Anne rolh G, Ericsson SG: An experlmenlal histological stud y 25. Chambers Tl : The cell ular Ihlsis of bone resorption. Clin
01 monkey tce th wit hout antagonist. Odont Revy 1967; 18: Orthop 1980; 251 :283.
345. 26. Ciando SC, Neiders ME, Hazen SI': The principal fibe rs of Ihe
3. Avery lK, Rapp R: Pain conduction in human de ntal tissues. periodonlal ligament. I'eriodonlics 1967; 5:76.
Dent Cli n North Am l uly 1959, p. 489. 27. Cohen L: Further sludies filIO the vascular architecture of Ihe
4. Bauer WH: Hfect of a faultily constructOO partial denture on mandible.l Dent Il.es 1960; 39:936.
a lool h and Its su pportlng tissue, wit h speciai reference to 28. Cohn SA: Dlsease alrop hy of Ihe ]>l'riodonliu m in rnice. Arch
formaUon 01 fibrocarl ltage in the periodontal membrane as Oral 8iol 1965; 10:909.
a resu lt of disturbed heallng cause<! by abnormal slresses. Am 29. Coolidge ED: The Ihicknt'Ss of thc h uma n periodon tal memo
J Orthod Oral Surg 1941; 27:640. brane.J Am Denl Assoc 1937; 24:1260.
5. Haumhammers A, StalJard R: 535 sulfate utilizatlon and turn- 30. Dastmalchi R, l'ol$On A, SOuwsma O, el al: CementulII thlck-
over by connective tissues of the periodontlum. 1 Perlodont ness and meslal drlft. j eHn l'erlodonloJ 1990¡ 17:709.
Res 1968; 3:187. 3 1. Davies WI, Picton OC: Dimensional changes in the ]>l'riodon-
6. )k(:ks ti: Root reso rptions and their relation to palhologic tal membrane of monkey's teeth wlt h horizon tal thrusts. J
bone formation.lntl Orthod Oral Surg 1936; 22:445. Denl R~s 1967; 46:1 14.
7. Beertsen W, McC ul10ugh CAG, SodekJ: The periodon tal llga- 32. Eastoe l E: The organlc mal rix of bone. In: IkluTlle GH (ed):
men !: a unlq ue, multifunctlonal connective ti.ssue. I'eriodon- The 810chcmistry and l'hyslolob'Y of Bone. New York, Aca-
tology 2000 1997; 13:20. demic Press, 1956.
8. Berkovitz BKB, Shore RC: Cells of the periodontal IIgament. 3:'1. El Moslehy MR, Stallard Il.E: IntermOOlate cemcntulIl. 1 Ped·
In: Berkovitz BKB, Moxha m 6j, Newman HE (eds): The Perl- odont Res 1968; 3:24.
odontal Ligamen! in Heallh and Disease. l.ondon, I'crgamon 34. Elliot lR, Bowers GM: Alveolar dehiscence and fencstratlon.
I'ress, 1982. I'eriodontics 1963; 1:245.
9. BerkoVitz BKB: The structure of the periodontalllgament: an 35. Folke LEA, Stallard RE: I'crlodon tal mlc roclrculat ion as
update. Eur J Orlhod 1990; 12:51. revealed by plastic lIlicrospheres. J I'eriodont Res 1967; 2:
lO. Bernard GW, Ko lS: OstcocJasl formation ;/1 'litro from bone 53.
marrow rnononuclear cells in osteoclast-free bone. Amer J 36. freeman E: The perlodonllum. In: Ten Cale Il. (00): Oral !lis·
Anat 1981; 161 :415. lology, ed 4. SI l.oui5, Mosby, 1994.
I l. Bcrnar-d GW, Marvaso V: Malrlx vesic!es as an ass,1Y for pri- 37. ful/mer HM, Sheelz JH, Narka tes AJ: Oxylalan collllt'clive
mary tissue calclficallon i/1 \'i l'{.l and ;/1 vi/ro. In: Ascenzi A, tissue fibers: a review. J OralPalhoJ 1974; 3:291.
Sonucci B, DeBernard B (etls): Matrix Vesic!es, Proceedings of 38. Gargiulo AW, Wt'Tltz FM, Orban B: Dlmcll5iom and relations
the 3rd Inlernaliona[ Conference on Matrix Vesic!es. Milano, o( Ihe dentoginglval ¡uncHon in hUlIlans. J l'erlodontol 196 J;
Wichti¡.;, [981 . 32:261.

También podría gustarte