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2.

Marco Teórico
2.1 Desarrollo del marco teórico
2.1.1 Antecedentes
2.1.1.1 Antecedentes internacionales
La urolitiasis es un problema público y de salud para toda la población del mundo, y con el paso de los
años su prevalencia va en aumento. La prevalencia de la litiasis renal en Europa Occidental es de
alrededor del 5% y, según muchos estudios, afecta del 1 al 15% de las personas. Este aumento puede ser
un fenómeno global que combina varios factores como el clima debido al calentamiento global, los
cambios en la dieta y el aumento de la diabetes y la obesidad. También es una enfermedad con una alta
tasa de recurrencia. Se estima que entorno el 50% de los pacientes que presenten un episodio litiásico
recidivarán en los siguientes 5 años, llegando incluso al 70% a los 10 años. Dicha patología provocará
una carga económica al sistema sanitario. En EEUU se estima un coste anual de 2.100 millones de
dólares (según datos del año 2000) en la atención de pacientes con nefrolitiasis, suponiendo un aumento
del 50% del coste anual desde 1994. Este coste puede llegar a ser de hasta 4.100 millones de dólares en
el año 2030 en EEUU.
La dificultad para realizar estudios epidemiológicos sobre la litiasis renal radica en la falta de registros
médicos formales y la gran cantidad de casos específicos y la no recurrencia de la enfermedad. Si bien
las encuestas sirvieron de base para realizar el censo, los registros hospitalarios reflejaron únicamente los
casos que requirieron tratamiento hospitalario para obtener datos sobre la prevalencia de la litiasis. Un
estudio publicado sobre la prevalencia e incidencia de urolitiasis en España. Calcularon la media de los
datos y encontraron una incidencia de cálculos urinarios en España del 0,73% y una prevalencia del
5,06%. Un reciente estudio de prevalencia de enfermedad renal crónica en España encontró una
prevalencia de cálculos renales del 13,9% en una muestra de pacientes de 19 años y más (8).
2.1.1.2 Antecedentes nacionales
Los cálculos renales son una condición médica común, con aproximadamente 5-12% de la población
desarrollando cálculos antes de los 70 años.
Del total de pacientes con enfermedad renal crónica, el 29.05% se encuentra en el departamento de
Cochabamba, el 28.74% en Santa Cruz, 28.59% en La Paz, el 3.66% en Tarija, 3% en Oruro, el 2.42%
en Chuquisaca, 2.03% en Potosí, el 1.75% en Beni y 0.76% en Pando. La enfermedad de Crohn (EC), la
colitis ulcerosa (CU) y las enfermedades inflamatorias no clasificadas, denominadas colectivamente
enfermedad inflamatoria intestinal (EII), son enfermedades intestinales inflamatorias crónicas con una
etiología definida. Efectos extraintestinales como cálculos renales causados clínica, patológicamente,
endoscópica y radiológicamente, pero no. La mayoría de los pacientes con enfermedad celíaca tienen un
mayor riesgo de desarrollar cálculos renales de oxalato de calcio, y debido a que este riesgo es
multifactorial, cada paciente tiene múltiples anomalías metabólicas formadoras de cálculos que se
vuelven más evidentes durante un episodio de actividad de la enfermedad. como cambios
fisicoquímicos, desequilibrios metabólicos endocrinos, cambios anatómicos o hidrodinámicos. Un solo
paciente suele sufrir múltiples trastornos metabólicos, que son más pronunciados durante los episodios
activos de la enfermedad. Se ha informado una mayor frecuencia de cálculos renales en pacientes
mayores de 0 años en el momento del diagnóstico de enteropatía, lo que representa con precisión el
grupo de edad de 30 a 50 años. Se decidió examinar a un paciente con enfermedad de Crohn, y este caso
pertenece a este grupo de edad. Mediante la implementación de pruebas complementarias y el trabajo
interdisciplinario con diferentes especialidades se establece la relación con la litiasis renal (9).
2.1.2 Definición de términos
2.1.2.1 Litiasis
El término "litiasis" se refiere a la formación de cálculos en órganos huecos o conductos del organismo.
Los cálculos están constituidos por sales minerales y pueden irritar, inflamar u obstruir el órgano en que
se forman o alojan. Las litiasis son más frecuentes en la vesícula biliar, el riñón y las vías urinarias
inferiores.
los cálculos pueden estar ubicados en cualquier parte del tracto urinario. Son bultos duros de varios
tamaños que se forman por la cristalización de sustancias que se excretan en la orina. Dependiendo de
dónde se forme el cálculo, puede llamarse cálculo renal, cálculo ureteral o cálculo en la vejiga.
2.1.2.2 Litogénesis
Es un término utilizado para describir una serie de procesos fisicoquímicos y biológicos que van desde la
sobresaturación de la orina hasta la formación de cálculos urinarios.
La litogénesis se puede dividir en dos etapas principales:
2.1.2.3 Cristalogénesis
Corresponde a las etapas de formación de los cristales en la persona normal y en la persona litiásica.
El Objetivo de la cristalogenesis es reducir la sobresaturación de uno o más solutos demasiado
concentrados en la orina. consta de varias etapas:
 la primera es la sobresaturación de la orina por una o más sustancias cristalizables.
 la segunda es la nucleación cristalina, es decir, el paso al estado sólido de la especie que está
sobresaturada. Esta fase conduce a la formación de partículas cristalinas de pequeño tamaño (partículas
de 5-200 nanómetros invisibles en microscopia óptica).
 la tercera fase es el crecimiento de los cristales formados, con la consecuencia de un aumento de
tamaño de las partículas por agregación de nuevas moléculas. Los cristales resultantes son visibles en
microscopia óptica y alcanzan comúnmente un tamaño de 1-50 μm.
 la cuarta fase corresponde a la agregación cristalina, que genera partículas de 10-100 μm, aunque
algunos agregados pueden superar los 250 μm. Esta fase, que puede ser simultánea a la fase de
crecimiento de los cristales, es la etapa principal y favorece el crecimiento rápido de las partículas
cristalinas.
2.1.2.4 Calculogénesis
Observada sólo en los pacientes litiásicos y que explica los procesos de retención, agregación y
conversión de los cristales, responsables de la formación, del crecimiento y de la transformación del
cálculo.
Agrupa todos los procesos que conducen al desarrollo de cálculos y a su evolución a partir de los
cristales formados durante las etapas precedentes, consta de fases:
 Retención de partículas, la primera etapa de la formación de cálculos
 Agregación de nuevos cristales, lo que favorece el crecimiento del cálculo
 Conversión de los cristales, que modifica las fases cristalinas constitutivas y la morfología (10).
2.1.2.5 Hipercalciuria
Es la presencia de un exceso de calcio en la orina sin una causa obvia, la hipercalciuria es una anomalía
metabólica, relativamente frecuente, con riesgo de formación de cálculos renales y nefrocalcinosis; la
causa más frecuente de litiasis renal (11).
2.1.2.6 Oxalato Cálcico
Componente más común en la urolitiasis (70 %). Se trata de un compuesto orgánico derivado del ácido
oxálico, cuya fórmula química es: CaC2O4
2.1.2.7 Cistina
Es una proteína constituida por dos moléculas de cisteína unidas por un puente disulfuro. Corresponde al
nombre del cálculo formado por la conjunción de dos moléculas de cisteína unidas por un puente
disulfuro.
2.1.2.8 Fosfato amónico magnésico(estruvita)
Es el cálculo de mayor personalidad dentro de la litiasis infectiva donde actúa el desdoblamiento de urea
y la elevación del pH urinario como mecanismos de formación. Su nombre mineralógico en la clínica es
estruvita. Su fórmula química es: (NH4) Mg (PO4) 6H2O (12)
2.1.2.9 Hiperoxaluria
Se define como la eliminación urinaria de oxalato superior a 50 mg/día/1,73 m2 . En niños, para su
definición suele usarse el cociente oxalato/creatinina en muestra de orina aislada.
2.1.2.10 Cistinuria
Es una tubulopatía consistente en un defecto de la reabsorción proximal de los aminoácidos dibásicos
cistina, arginina, lisina y ornitina. Se observa un defecto de transporte similar en el intestino. La
enfermedad se hereda de modo autosómico recesivo, y se caracteriza por la recurrencia de cálculos de
cisteína cuya solubilidad es muy baja cuando el pH urinario es inferior a 7,5.

2.1.3 Litiasis Renal.

2.1.3.1 Definición
La litiasis renal es definida como la presencia de cálculos en el tracto urinario y es una entidad
infrecuente en la infancia. Su incidencia ha disminuido en los países desarrollados. Consiste en la
precipitación de sustancias cristalinas que normalmente están disueltas en la orina, de distinta
composición química.
Los cálculos o litos son concreciones de diferentes sales minerales incorporados en una matriz orgánica,
que se origina en el riñón o en las vías urinarias superiores.
Según la litiasis renal es una patología frecuente que puede afectar entre el 5 al 12% de la población de
manera sintomática antes de los 70 años, siendo a su vez para la formación de cálculos,
Fisiopatológicamente, se afirma que, para la eliminación de los productos insolubles a través de la orina,
existen factores inhibidores de la formación de los cristales de oxalato de calcio como son los
glucosaminoglicanos, la nefrocalcina y la proteína de Tammhorsfall; mientras que los inhibidores de los
cristales de fosfato de calcio son: el citrato, el pirofosfato y el magnesio.
Si el cálculo formado es pequeño, a una dimensión meno de 5 mm, es eliminado con relativa facilidad;
pero s el cálculo es de mayor tamaño o presenta un tamaño similar a la luz del uréter, se enclavará, lo
cual conduce a una reacción inflamatoria localizada y la posterior obstrucción a la salida de orina a
través de él. Todo lo anterior conllevará a la distensión del uréter y de la pelvis renal, aumentado las
ondas peristálticas que intentan eliminar el obstáculo en la zona
Si la obstrucción persiste, la orina acumulada a ese nivel comienza a ascender por un mecanismo
conocido como “vis a tergo” hacia los tubos colectores, produciendo el reflujo pielocalicial y los túbulos
de la nefrona se dilatarán, amentando la presión hasta que se equilibra con la presión de filtración
glomerular, es entonces cuando se puede afirmar que la función renal ya está comprometida, es decir al
igualarse las dos presiones. El riñón tratará de compensar a través de mecanismos como el aumento del
flujo renal y el aumento de la reabsorción tubular para facilitar la reanudación de la filtración
glomerular.
2.1.4 Litogénesis.
Para la formación de los cálculos, la litiasis pasa necesariamente por una sucesión de etapas que
concurren en la formación y crecimiento del cálculo. La primera etapa es la de la sobresaturación de la
orina. La segunda fase es la de la germinación cristalina. La siguiente etapa es la del aumento de tamaño
de las partículas formadas, ya sea por el crecimiento de los cristales o por la agregación de éstos entre sí.
Finalmente, la cuarta etapa es la de la retención de una o varias de las partículas formadas en un túbulo
renal, en la pared de una papila o en las vías urinarias. Se trata de la nucleación propiamente dicha del
cálculo. A partir del núcleo así constituido el cálculo crece por cristalización local o por aumento de
tamaño de los cristales formados por encima del grado de sobresaturación urinaria. La saturación
urinaria puede elevarse hasta el punto de permitir la formación espontánea de cristales y finalmente
cálculos por alguno de los siguientes mecanismos:
• Aumento de la concentración urinaria de los componentes del cristal (calcio, oxalato, fosfato, ácido
úrico o cistina) o disminución de la diuresis.
• Modificaciones en el PH urinario. Un pH urinario bajo favorece la formación de cálculos de ácido
úrico pues un pk en orina es de 5.5. son embargo, un pH alcalino favorece la génesis de cálculos de
fosfato cálcico.
• Disminución o modificación en los inhibidores urinarios de la cristalización o de la agregación
cristalina.
2.1.5. Tipos de Cálculos
El 60 – 70 % de todos los cálculos están constituidos por oxalato cálcico, los de ácido úrico en el 10 –
15%, los de estruvita en el 10% de los casos, los de fosfato cálcico, apatita 7% y los de cistina en el 1%.
A continuación, se describen cada uno de ellos:
• Oxalato cálcico:
Es el componente más común en la urolitiasis (70 %). Se trata de un compuesto orgánico derivado del
ácido oxálico, cuya fórmula química es: CaC2O4
El oxalato solo interacciona químicamente con el calcio. La presencia de oxalato en orina forma parte
del mecanismo fisiológico de depuración renal de sustancias tóxicas fruto del metabolismo. La
formación de cálculos, es fruto del desequilibrio entre solventes y solutos (sobresaturación).
según García, son un tipo de cristales, se caracterizan por su rápida formación debido a las reacciones de
carga eléctrica que simulan la superficie del cristal actuando como una carga positiva y a su vez las
células epiteliales renales actuando como cargas negativas, esto predispone a una mayor facilidad y
rapidez en el agrupamiento de cristales posterior a los primeros anclajes formados.
• Ácido úrico:
El ácido úrico es resultado del metabolismo de las proteínas (purinas y piramidinas) ingeridas con la
dieta. Los carnívoros (y omnívoros) poseen mecanismos metabólicos para procesar las proteínas siendo
el ácido úrico uno de los productos finales de su proceso degradativo. La aparición de concreciones en el
tracto urinario es el resultado (como en la mayoría de cálculos) de un desequilibrio entre disolventes y
solutos (sobresaturación), pero el ácido úrico es uno de los componentes principales de la orina como
producto final de desecho. “aparecen con más frecuencia como resultado del aumento de la acides
urinaria (pH urinario < 5.5) o, raramente, con la hiperuricosuria grave, en la cual se cristaliza el ácido
úrico no disociado. Los cristales de ácido úrico pueden formar el cálculo completo o, con más
frecuencia, constituir un núcleo sobre el cual se forman los cálculos de calcio o cálculos mixtos de calcio
y ácido úrico”.
• Estruvita: “se forman a partir de una infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer
rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, con muy pocos síntomas o pequeñas
advertencias”.
• Fosfato cálcico apatítico: este se caracteriza por presentar diversas configuraciones del fosfato y
calcio y otros átomos de carbono.
• Cistina:
Es una proteína constituida por dos moléculas de cisteína unidas por un puente disulfuro. Corresponde al
nombre del cálculo formado por la conjunción de dos moléculas de cisteína unidas por un puente
disulfuro. Su fórmula química es: SCH2CH(NH2 )CO2H2
Es de carácter genético, causados por un excedente de cistina en la orina, donde las personas con
cistinuria presentan dificultad para disolver la mayor parte de cistina, formando así los cálculos.
2.1.6 Etiopatogenia
La orina es una solución acuosa inestable que contiene multitud de componentes inorgánicos, orgánicos
o celulares. Los mecanismos fisicoquímicos que permiten mantener dichos solutos en solución se
conocen de modo incompleto.
Los cálculos renales son de origen multifactorial y se asocian con anomalías genéticas e infecciones que
favorecen las etapas litogénicas: nucleación, agregación, crecimiento y fijación del cálculo. Conviene
recordar que los cálculos urinarios son concreciones sólidas compuestas por cristales inorgánicos y por
matriz orgánica en proporción variable.
Actualmente se admite que la nucleación es el proceso inicial para la formación de los cristales que
luego formarán el cálculo urinario definitivo. Este proceso puede ser inducido por una variedad de
sustancias o situaciones:
 Aumento de los solutos.
 Modificación del pH urinario.
 Disminución de los inhibidores de la cristalización.
 Una vez que se ha formado el cristal, éste queda retenido en el aparato urinario y se produce su
crecimiento mediante la agregación de nuevos cristales.
 Como ya se ha mencionado con antelación, en función de su composición química los cálculos
urinarios se dividen en 5 grandes grupos:
 Cálcicos, que a su vez pueden ser de oxalato cálcico monohidrato o dihidrato, fosfato cálcico y
una combinación de fosfato y oxalato cálcico.
 Fosfato amónico magnésico.
 Ácido úrico-uratos.
 Cistina.
Otros componentes.
Todos los cálculos comparten muchas características patogénicas, diagnósticas y terapéuticas, aunque
cada grupo tiene peculiaridades de suma importancia.

Sabiendo que los cálculos renales tienen origen multifactorial y muchos de ellos están asociados a
anomalías genéticas y la presencia de infecciones que facilitan el proceso de las litogénesis como es: la
nucleación, agregación, crecimiento y fijación del cálculo, cabe mencionar que los litos urinarios son
concretos sólidos conformado por cristales inorgánicos y por matriz orgánica en diferentes cantidades
Un cristal litiásico inicial tanto su origen y formación hasta un cálculo renal es todo un procedimiento
complejo donde se dan sucesos y elementos, situaciones
El origen de los cálculos tiene su inicio con la nucleación que son sustancias que precipitan por una
sobresaturación y por intervención de fenómenos de inducción (epitaxia) como él (calcio, oxalato, ácido
úrico, fosfato, cistina, etc.), y por la falta de acción de sustancias que inhiben la cristalización (citrato,
magnesio, piro-fosfato, fitato, nefrocalcina, glucosaminoglicanos, proteínade Tamm-Horsfall, etc.) de
acción que es la formación de los cristales que posteriormente irán a formar el cálculo urinario definitivo
y esta transformación es impulsado por determinadas funciones y situaciones que suceden por:
- Aumento de solutos
- Modificación del ph urinario
- Disminución de los inhibidores de la cristalización
Al formarse el cristal, este queda retenida en el sistema urinario y empieza a crecer produciéndose la
agregación de nuevos cristales y como los cálculos de alguna forma comparten algunas de sus
características generales como el diagnóstico, tratamiento sin embargo cada uno tienen peculiaridades de
importancia.
De acuerdo a su composición, los cálculos renales se clasifican en cinco grupos:
- Los Cálcicos, que también pueden ser de oxalato cálcico monohidrato o dihidrato, fosfato cálcico y
una combinación de fosfato y oxalato cálcico.
- Fosfato amónico magnésico.
- Ácido úrico-uratos.
- Cistina.
- Otros componentes.
- La oliguria menor a 1500cc en 24 horas es considerada como un factor de riesgo para la formación
de cálculos renales.
Las obstrucciones del tracto urinario se consideran como causas posrenales y que pueden darse en
cualquier nivel del sistema urinario y que puede ser de causa intrínseca como los cálculos nefríticos que
ocasionan obstrucción de los uréteres.
2.1.7 Fisiopatología
La fisiopatología de la litiasis renal implica una serie de procesos que conducen a la formación de
cálculos renales en el tracto urinario. La mayoría de los cálculos renales están compuestos de sales de
calcio, como oxalato de calcio y fosfato de calcio, y se forman cuando la concentración de estas sales en
la orina es demasiado alta.
La formación de cálculos renales puede ser causada por una variedad de factores, como la
deshidratación, la dieta rica en proteínas y sodio, la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes
mellitus, la enfermedad inflamatoria intestinal, la hiperparatiroidismo y la acidosis tubular renal.
Además, la hipercalciuria, la hiperoxaluria y la hipocitraturia son trastornos metabólicos que pueden
aumentar la probabilidad de formación de cálculos renales. La hipercalciuria se produce cuando hay un
exceso de calcio en la orina, mientras que la hiperoxaluria se produce cuando hay un exceso de oxalato
en la orina. La hipocitraturia se produce cuando hay una disminución de los niveles de citrato en la
orina, lo que puede aumentar la formación de cálculos renales.
Una vez que se forman los cálculos renales, pueden causar obstrucción del tracto urinario, lo que puede
provocar dolor, infección y daño renal. La obstrucción también puede provocar una disminución del
flujo de orina, lo que puede aumentar la concentración de sales en la orina y aumentar la probabilidad de
formación de nuevos cálculos renales.
2.1.8 Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones clínicas de la litiasis renal pueden variar dependiendo del tamaño y la ubicación de
los cálculos renales. Algunas de las manifestaciones más comunes incluyen:
- Dolor renal: El dolor renal es el síntoma más común de la litiasis renal. El dolor renal es un dolor
intenso que se siente en la parte baja de la espalda, en el costado o en la zona abdominal. Este
dolor puede ser agudo o sordo y puede irradiarse hacia la ingle o los genitales. El dolor renal es
causado por la obstrucción del flujo de orina debido a la presencia de cálculos renales en el tracto
urinario. El dolor puede ser tan intenso que puede causar náuseas y vómitos.
- Dolor al orinar: El dolor al orinar es otro síntoma común de la litiasis renal. El dolor puede ser
agudo o quemante y puede estar acompañado de una sensación de ardor. El dolor al orinar es
causado por la irritación de la uretra debido a la presencia de cálculos renales en el tracto
urinario. Además del dolor, también puede haber una sensación de urgencia para orinar y una
disminución en el flujo de orina.
- Sangre en la orina: La presencia de sangre en la orina, también conocida como hematuria, puede
ser visible a simple vista o solo detectable mediante un examen de orina. La hematuria puede ser
causada por la irritación de la uretra o del tracto urinario debido a la presencia de cálculos
renales. La cantidad de sangre en la orina puede variar desde pequeñas cantidades hasta una
cantidad significativa que puede ser alarmante.

- Náuseas y vómitos: Se presentan debido al dolor intenso que se experimenta, la presencia de


cálculos renales en el tracto urinario puede causar una obstrucción del flujo de orina, lo que
puede provocar una acumulación de líquidos y electrolitos en el cuerpo, lo que puede causar
náuseas y vómitos.

- Fiebre y escalofríos: La fiebre es una respuesta del cuerpo a una infección o inflamación, y puede
ser causada por la presencia de cálculos renales en el tracto urinario. Los escalofríos son una
respuesta del cuerpo a la fiebre y pueden ser experimentados como temblores o frío intenso.

- Dificultad para orinar: La presencia de cálculos renales en el tracto urinario puede causar una
obstrucción del flujo de orina, lo que puede hacer que sea difícil orinar.

2.1.9 Evaluación y métodos de diagnóstico


Historia clínica: se debe recopilar información sobre los síntomas del paciente, como dolor en la espalda
o en el costado, náuseas, vómitos, fiebre, entre otros. También se debe preguntar sobre antecedentes
familiares de litiasis renal y enfermedades previas que puedan aumentar el riesgo de desarrollar cálculos
renales.
Examen físico: se debe realizar un examen físico completo para detectar signos de dolor o inflamación
en el área renal, así como para evaluar la presencia de fiebre o infección.
Análisis de orina: se debe realizar un análisis de orina para detectar la presencia de sangre, proteínas o
infección en la orina, lo que puede indicar la presencia de cálculos renales.
Análisis de sangre: se debe realizar un análisis de sangre para evaluar la función renal y detectar posibles
desequilibrios en los niveles de calcio, ácido úrico y otros componentes que pueden contribuir a la
formación de cálculos renales.
Radiografía simple de abdomen: se puede realizar una radiografía simple de abdomen para detectar la
presencia de cálculos renales en el tracto urinario.
Ecografía renal: se puede realizar una ecografía renal para detectar la presencia de cálculos renales y
evaluar el tamaño y la ubicación de los mismos.
Tomografía computarizada (TC): la TC es el método de diagnóstico más preciso para detectar la
presencia de cálculos renales y evaluar su tamaño y ubicación.
Análisis de cálculos renales: se puede analizar los cálculos renales para determinar su composición
química y ayudar a prevenir la formación de nuevos cálculos.

2.1.10 Diagnóstico Diferencial

Muchas enfermedades se pueden mimetizar con nefrolitiasis cualquier forma de sangrado renal asociado
con coágulos puede causar obstrucción uretral y producir síntomas idénticos a los de una litiasis renal,
otras situaciones miméticas de las litiasis renales son los aneurismas de la aorta abdominal, la
pielonefritis, el cáncer renal, la tuberculosis renal, la necrosis papilar, el infarto renal y la trombosis de
vena renal la necrosis papilar, que es más probable en pacientes con diabetes o células falciformes puede
causar un cólico renal verdadero cuando la papila desprendida obstruye el uréter.
También se debe considerar el embarazo ectópico, la apendicitis y la obstrucción intestinal, algunos
pacientes que toman habitualmente analgésicos presentan síntomas de litiasis renal y entre otras
situaciones también se pueden presentar situaciones miméticas con las:
- Patología renal no litiásica: pielonefritis aguda.
- Dolores secundarios a procesos abdominales: apendicitis aguda retrocecal, úlcera gastro duodenal
perforada, cuadros funcionales digestivos, pancreatitis aguda, diverticulitis aguda y colecistitis.
- Dolores de origen reumático: lumbalgia, lumbociatalgia, artrosis y sacrolumbalgia.
- Dolores de patología intratorácica y neumonía de base.
- Fisura de aneurisma de aorta.
- Dolores genitourinarios: deferento-epididimítis aguda, torsión del cordón espermático y cuadros
anexiáleses en la mujer.
Los principales constituyentes de los cálculos son diversas sustancias orgánicas o inorgánicas. El oxalato
cálcico es el más frecuente, ya que aparece en el 65% de los cálculos.
Según la composición de los cálculos y de otros factores debe realizarse un estudio metabólico-mineral
para descartar la reaparición de la enfermedad litiásica o la presencia de enfermedades asociadas con
ellos.
El diagnóstico de la litiasis renal (piedras o cálculos renales) se realiza por los síntomas clínicos y el
análisis de la orina. La situación, tamaño y repercusión del cálculo se valoran con métodos de imagen:
ecografía, radiografía simple de abdomen y TAC de abdomen. La composición de los cálculos
expulsados se realiza mediante análisis específicos.

2.1.11 Complicaciones

2.1.11.1 Disminución o pérdida de función en el riñón afectado


Esta pérdida de función alterará o no el medio interno según se vea afectado un solo riñón o los dos a la
vez. Cuando la enfermedad afecta sólo a un riñón, el otro tiene la capacidad suficiente para seguir
filtrando todas las toxinas y eliminando el exceso de agua y sales minerales, sin que se afecte tampoco su
capacidad para secretar hormonas. Pero si la lesión alcanza a los dos riñones a la vez, entonces la
amenaza contra la vida será mayor o menor en función de la gravedad del daño.
La insuficiencia renal crónica es la incapacidad para cumplir las funciones renales instaurada lentamente
por la progresiva inutilización de nefronas que se expresa mediante una disminución, también lenta y
progresiva, del filtrado glomerular.
Comienza a desequilibrarse el medio interno y se ponen de manifiesto de forma progresiva un gran
número de alteraciones derivadas del acumulo de agua, sales minerales y toxinas y de la disminución de
la secreción de eritropoyetina y vitamina D por el riñón. Muchas de las enfermedades del riñón, sobre
todo si no se tratan adecuadamente y se prolongan en el tiempo, pueden llevar a esta situación de daño
irreversible. Pero no sólo las enfermedades específicas del riñón causan lesiones a ese nivel. También
existen otras enfermedades del organismo en general como la diabetes o la hipertensión que van dañando
los vasos renales progresivamente y al cabo de algún tiempo puede ser un problema para el que lo
padece.
Durante mucho tiempo (generalmente años) y hasta que se llega a una situación terminal de disminución
extrema de la filtración glomerular, el organismo se va adaptando a la situación y es posible ayudar al
riñón a mejorar el equilibrio interno con distintos fármacos y con una dieta adecuada. Pero estas medidas
al final son insuficientes y es necesario someter al paciente a un programa de diálisis que sustituya a su
riñón mientras se encuentra un órgano nuevo para trasplantárselo.
2.1.11.2 Daño renal, cicatrización
• Insuficiencia Renal Aguda:
Se manifiesta primeramente por una disminución del volumen de orina formado (oliguria e incluso
anuria), con la consecuente sobrecarga de agua y sales y la acumulación de toxinas (azoemia).
La sobrecarga de líquido y sales que no son eliminados puede ser tan importante que llegue a provocar la
incapacidad del corazón para bombear adecuadamente tanto volumen de sangre, produciendo incluso un
grave fallo circulatorio.
El acumulo de derivados nitrogenados es rápido y se manifiesta clínicamente por somnolencia,
alteraciones del comportamiento y coma en los casos graves. El paciente presenta también alteraciones
digestivas que consisten en disminución del apetito, náuseas y vómitos y un aliento característico
denominado “fetor urémico”.
• Insuficiencia Renal Crónica:
Los pacientes adelgazan progresivamente y es frecuente la falta de apetito y el cansancio.
El color de la piel es pálido-amarillento y suele existir sequedad y picor generalizado de la misma se
desarrolla hipertensión y la sobrecarga crónica del sistema circulatorio puede desembocar en
insuficiencia cardiaca. Los huesos pierden el correcto equilibrio metabólico por la falta de vitamina D y
no son infrecuentes las fracturas ante traumatismos leves.

El déficit de eritropoyetina hace que disminuya la formación de glóbulos rojos en la médula ósea,
desarrollándose anemia. Y así progresivamente hasta que llega a producirse fallo de casi todos los
órganos del cuerpo, desde el sistema nervioso hasta el sistema inmunitario. Uropatía obstructiva
unilateral aguda es una afección en la cual el flujo urinario se bloquea, haciendo que éste se represe y
lesione uno o ambos riñones.
Los síntomas comunes de la uropatía obstructiva incluyen, entre otros, los siguientes:
• Dolor de costado
• bilateral o unilateral
• de tipo cólico o severo
• Alteraciones urinarias
• Fiebre
• Náuseas o vómitos
• Edema
• Hematuria
Si se diagnostica y corrige rápidamente la obstrucción aguda, el daño renal es mínimo o reversible, sin
importar si es unilateral o bilateral, la obstrucción unilateral crónica usualmente no causa insuficiencia
renal, debido a que la mayoría de los pacientes tiene el otro riñón funcionando en forma normal.
La obstrucción bilateral crónica puede llevar a que se presente falla o insuficiencia renal debido a que
ambos riñones pueden resultar dañados y no funcionar incluso después de corregida la obstrucción.
2.1.11.3 Reaparición de los cálculos
La recidiva de los cálculos es frecuente. Se estima que más del 60% de personas que los han padecido
pueden volver a presentar un nuevo episodio en los próximos 10 años. Depende de si han cambiado sus
hábitos alimenticios o de si han modificado las causas que lo motivaron o las circunstancias que
favorecen la aparición de cálculos.
Se recomendaría primero el estudio para saber el origen y tipo de sus cálculos. Aportar alguno de los que
ha expulsado resulta muy útil para saber su composición y adecuar la
dieta. Si el cálculo es de calcio, lo más lógico es disminuir la ingesta del mismo en la dieta, reducir los
lácteos y derivados de la leche. En el caso del ácido úrico, está claro que debe hacerse
una dieta pobre en uratos (carnes rojas, mariscos, pescado azul, tomate), los de oxalato requieren,
además, disminuir la ingesta de cítricos. Además de la dieta, hay que procurar un buen estado de
hidratación, que ayude a evitar infecciones urinarias concomitantes.
2.1.11.4 Infección de las vías urinarias
Una infección de las vías urinarias o IVU es una infección del tracto urinario. La infección y puede
ocurrir en diferentes puntos en el tracto urinario, que incluyen:
La vejiga. Una infección en la vejiga también se denomina cistitis o infección vesical.
• Los riñones. Una infección de uno o en los dos riñones se denomina pielonefritis o infección renal
• Los uréteres. Los conductos que llevan la orina desde cada riñón hasta la vejiga sólo en raras
ocasiones son el único sitio de una infección.
• Uretra. Una infección del conducto que lleva la orina desde la vejiga hacia el exterior se denomina
uretritis. La mayoría de las infecciones de las vías urinarias son causadas por bacterias que ingresan
a la uretra y luego a la vejiga. La infección se desarrolla con mayor frecuencia en la vejiga, pero
puede propagarse a los riñones. La mayoría de las veces, el cuerpo puede librarse de estas bacterias.
Sin embargo, ciertas afecciones aumentan el riesgo de padecer IVU.
Las mujeres tienden a contraerlas con más frecuencia debido a que su uretra es más corta y está más
cerca del ano que en los hombres. Debido a esto, las mujeres tienen mayor probabilidad de contraer una
infección después de la actividad sexual o al usar un diafragma para el control de la natalidad. La
menopausia también aumenta el riesgo de una infección de las vías urinarias.
Los siguientes factores también incrementan sus probabilidades de sufrir una IVU:
• Diabetes
• Edad avanzada y enfermedades que afectan los hábitos de cuidados personales (como mal de
Alzheimer y delirio)
• Problemas para vaciar completamente la vejiga
• Tener una sonda vesical
• Incontinencia intestinal
• Cálculos renales
• Embarazo
• Cirugía u otro procedimiento en las vías urinaria. 39)

2.1.12 Tratamiento

Tratamiento conservador: Es el incremento obligado a la ingesta de líquidos para lograr una diuresis
diaria de 2 litros, para ello se debe de beber al menos 3000 ml al día. El agua galicada ofrece protección
contra la formación recidivante, limonada y jugo de naranja se emplean para aumentar la diuresis y
excreción urinaria de citrato. Restricción de proteínas, restricción de sodio es importante mantener
hidratado al paciente.
Cólico nefrítico: Abundante ingesta hídrica, uso de alfa bloqueadores, AINEs, prednisona, ingreso
hospitalario, vigilancia estrecha y tratamiento antibiótico.
Tratamiento definitivo de la litiasis es en función de su localización y tamaño Cálculos renales, pre
hiliares y de la unión pieloureteral: menos de 2 cm litotripsia extracorpórea con ondas de choque
(LEOC) y más de 2 cm cirugía abierta o percutánea de reducción de masa litiásica.
 Menos de 1000 unidades hounsfield para éxito de litotricia
 Arriba de 100 es muy dura, se resuelve con laser
 Menor de 2cm litotricia flexible si está en riñón rígida si está en uréter
 Más de 2cm nefrotomia percutane
En estos últimos tiempos han existido avances muy notables en el tratamiento urológico sobre los
cálculos renales, obteniéndose grandes resultados la remoción de estos con las técnicas cada vez menos
invasivas como son la litotricia y la cirugía endoscópica disminuyendo en los pacientes la permanencia
hospitalaria y las posibles complicaciones de la litiasis renal, cabe mencionar que pese a los avances que
se evidenció no se modificaron la formación de los calculo renales para prevenir la recurrencia es
fundamental el manejo integral de los pacientes con litiasis renal.
La decisión de cuál manejo terapéutico es el mejor va a depender de la sintomatología, la composición y
el tamaño de los litos. En el manejo sintomático del dolor se recomienda la utilización de AINEs.
Se han formulado tratamientos médicos eficaces, capaces de corregir los trastornos subyacentes.
Incluyen fosfato de celulosa de sodio, tiazida, y ortofosfato para la nefrolitiasis hipercalciuria; citrato de
potasio para la nefrolitiasis cálcica hipocitratúrica; ácido
acetohidroxámico para cálculos de infección; yd -penicilamina y α-mercaptopropionilglicina para la
cistinuria. Con estos tratamientos, ahora se puede prevenir la formación de nuevos cálculos en la
mayoría de los pacientes.
En el manejo quirúrgico de los litos ureterales, la Asociación Americana de Urología recomienda como
primera línea de tratamiento la litotripsia extracorpórea por ondas de choque o la ureteroscopía con
litotripsia láser.
En el manejo y tratamiento de litiasis renales, la LEOCH es más eficaz, menos invasivo que pulveriza
los cálculos con el uso de ondas; hay otras técnicas como la ureteroscopia, litotripcia intracorpórea
(LIC), y otras técnicas de intervención como los ureteroscopios
La LEOCH es la más recomendada para los litios renales por debajo de 20 mm de diámetro mientras que
la nefrolitotomía percutánea está recomendada en los litos de dimensión mayor (grado de recomendación
B) existen algunos estudios que sugieren que la LEOCH puede utilizarse de 1.5 y 3 cm no obstante aún
no existe evidencia científica al respecto. Dado que la LEOCH tiene ciertas limitaciones, se han
impulsado otros procedimientos endourologicos como opción de tratamiento.
2.1.13 Factores De Riesgo Dietéticos

2.1.13.1 Agua
La ingesta de líquidos es un componente importante en la prevención de la formación de cálculos
renales.
El alto consumo de líquidos reduce las concentraciones urinarias de calcio, oxalato, fósforo y ácido
úrico, lo que reduce la hipercalcemia y el ácido úrico. Se ha demostrado que un alto consumo de agua
(2000-3000 ml/1,73 m2) es beneficioso y económico. En algunos grupos de mayor riesgo como la
cistinuria, se recomienda incluso una ingesta superior a 3 litros al día.
Las personas que viven en climas cálidos y secos y que sudan mucho pueden correr un mayor riesgo de
padecer litiasis renal.
2.1.13.2 Proteínas e hidratos de Carbono.
Comer alimentos ricos en proteínas, sodio (sal) y azúcar puede aumentar el riesgo de desarrollar
ciertos tipos de cálculos renales, al igual que una dieta rica en sodio.

La ingesta elevada de sodio aumenta la excreción urinaria de calcio y reduce la excreción de citrato, lo
que facilita la cristalización de los cristales de oxalato de calcio.
El alto consumo de carbohidratos aumenta la excreción urinaria de calcio, un efecto que puede ser
mediado por la insulina. Se observó una relación positiva entre la ingesta de sacarosa y la formación de
nuevos cálculos renales en mujeres.
El consumo de proteína animal (no láctea) aumenta el calcio, el oxalato urinario, la uricosuria, la
acidosis metabólica y reduce el citrato urinario. Se ha encontrado una asociación positiva entre el
consumo de proteína animal (no lácteos) y la frecuencia de cálculos renales en hombres.
Lácteos
los productos derivados de la leche (que son la mayor fuente de calcio de la dieta), Cuando se consume
leche (u otros productos derivados), el calcio se une al oxalato en el intestino para formar un compuesto
que el cuerpo no puede absorber y se excreta en las heces. De esta forma, la cantidad de calcio absorbido
reduce la cantidad de oxalato que se absorbe y llega así a la orina. Menos oxalato en la orina significa
menos cálculos de oxalato de calcio.
Disminuir el calcio en la dieta puede paradójicamente aumentar la formación de litiasis. Evite los
suplementos de calcio.
Tabla N°1 reducción de factores de riesgo
INCREMENTAR DISMINUIR
Ingesta de líquido (> de 3L/día) Consumo de oxalato (nueces, almendras, maní, avellanas,
espinacas, frutillas, chocolate y vitamina C)
Ingesta de Calcio dietario (1000 a Consumo de sal y alimentos ricos en sodio (menos de 6gr de
1200mg/día) sal al día). Esto contempla reducir el consumo de
mantequillas, embutidos, conservas, sopas y cremas
deshidratadas, quesos y jamón. Evitar agregar sal extra a
las comidas.
Ingesta de fibra dietética (frutas, Consumo de proteína animal “no láctea” (vacuno, aves,
verduras y granos enteros) pescado, huevos). Limitar el consumo diario a 1gr/kg de peso
ideal.
Ingesta de alimentos ricos en citrato
(frutas y jugos cítricos)
Nota.- la presente tabla enfoca como la alimentación es un factor de alta
importancia para el manejo de la nefrolitiasis

2.1.1 Factor De Riesgo Genero/Edad/Raza

2.1.1.1 Género
En los países industrializados la frecuencia de litiasis renal es mayor en los hombres que en las mujeres,
con tasas de recurrencia de por vida de hasta un 50%.
Según un estudio realizado por la NHANES en BOLIVIA. los hombres son más propensos que las
mujeres con una relación 3:1, una prevalencia del 7,1% en mujeres y del 10,6% en hombres; en algunos
otros países occidentales es del 4,3% en mujeres y del 6,9% en hombres.
En Latinoamérica la incidencia es más alta, el riesgo de presentar un cálculo renal puede llegar a ser
alrededor de un 20% en el hombre y entre 5-10% en las mujeres; esto porque las mujeres presentan
concentraciones urinarias más bajas de calcio, oxalato y ácido úrico y más altas de citrato que los
hombres, lo que hace que la formación de cálculos renales sea menor en ellas; aun así, con el paso de los
años la tasa de incidencia ha tenido un aumento para las mujeres, que podría deberse a factores de
riesgo asociados al estilo de vida como la obesidad.
2.1.1.2 Edad
Aunque se conoce poco acerca del efecto de la edad en la litiasis renal, se sabe que afecta todos los
grupos etarios; sin embargo, se ha demostrado que la edad de comienzo de la enfermedad litiásica
depende de la composición de los cálculos. Por ejemplo, los cálculos de cistina se comienzan a formar
en la primera y segunda década de la vida, seguido de los cálculos de calcio entre la tercera y quinta
década, mientras que los de ácido úrico suelen comenzar a edades tardías, por encima de 50 años.
Los niños y adolescentes muestran una baja incidencia en la formación de cálculos de todas las
composiciones.
En la actualidad, un 10,6% de los varones y un 18,4% de las mujeres forman su primer cálculo antes de
los 20 años. Se cree que estos resultados son debidos a los cambios que se han presentado en las mujeres
respecto a sus hábitos de vida y la dieta.
Estudios recientes han demostrado que los pacientes geriátricos con urolitiasis son solo el 10- 12% de
todos los pacientes que son referidos a un tercer nivel para tratamiento de urolitiasis y también los más
propensos a complicaciones o cálculos infecciógenos, en especial quienes tienen más de 60 años por
mayor frecuencia de infección de tracto urinario y enfermedad urológica concomitante. Se estima que en
este grupo el riesgo de padecer litiasis en un hombre es del 20% y en una mujer del 5-10%.
2.1.1.3 Raza
La raza blanca es la más afectada, con una mayor prevalencia que los afrodescendientes y mestizos
juntos, un 5,2 vs. un 3,8% respectivamente. De acuerdo con Reyes et al., existe diferencia racial en la
excreción de electrólitos relacionados con la litogénesis como el sodio y el magnesio.
La litiasis idiopática es más frecuente en caucásicos en comparación con las personas de raza negra,
independiente de la zona geográfica, por ejemplo, en EE. UU. un 5,9 vs. un 1,7% respectivamente. Esta
diferencia no se mantiene cuando se dan los mismos hábitos dietéticos y factores ambientales. Hubo un
aumento significativo en la prevalencia de la urolitiasis en los afrodescendientes americanos una vez que
habían adoptado los hábitos alimenticios caucásicos.
2.1.2 Factores Medio Ambientales

Generalmente los litos renales van a depender en sí de los componentes de la orina que estas pueden
verse afecto por algunas enfermedades o eventualidades que coadyuvan o empeora este proceso.
Una sudoración excesiva y el hecho de eliminar orina concentrada son considerados como predisponente
y es así que en aquellas personas que desempeñan actividades como son los que están en constante
relación con el fuego como los cocineros, fogoneros maquinistas.
- Factores geográficos: El aspecto geográfico de la litiasis renal habitualmente va a depender de
factores de riesgo ambientales, encontrándose una prevalencia más elevada en climas cálidos, áridos
o secos, como las regiones montañosas, desérticas o tropicales, aunque factores genéticos y
dietéticos podrían influir más que la geografía. Estudios sobre la litiasis renal han demostrado que la
temperatura ambiental y la luz solar se asocian de forma independiente con la prevalencia de este
mal.
- Ambiente climatológico En los climas en particular en el verano se ha reportado la formación o la
aparición de cálculos que empeoran por la ingesta escasa de líquidos y la disminución de orina pues
las temperaturas elevadas conducen al aumento de sudoración como consecuencia del calor
climatológico e induce al organismo a una situación de deshidratación la misma que hace que se
reduzcan el volumen urinario y como consecuencia la cristalización de los componentes de la orina
fomentando la creación de cálculos. También el hecho de exponerse directamente al sol y la
exposición de mayor cantidad de la luz ultravioleta hace que se active la producción de la vitamina
D incrementado la concentración sérica de 25-hidroxivitamina D, haciendo que se incremente el
calcio urinario. La excreción excesiva de calcio y oxalato se viene relacionado con aumento en el
tiempo de exposición a la luz solar. Este factor tiene más impacto en personas de piel clara y puede
ayudar a explicar por qué los afroestadounidenses en Estados Unidos tienen menor incidencia de
cálculos. Es posible que el calentamiento global aumente la incidencia de urolitias.
- Sedentarismo
- Se va a considerar que el sedentarismo de una persona es cuando su gasto de actividad física
semanal no supera las 2000 calorías, y por lo tanto las estructuras y funciones del organismo no se
ejercitan como se requieren.
- El sedentarismo es la falta de actividad física regular, definida como: “menos de 30 minutos diarios
de ejercicio regular y menos de 3 días a la semana”. La conducta sedentaria es propia de la manera
de vivir, consumir y trabajar en las sociedades avanzada.
- Y la ingesta diaria de los alimentos y el componente calcio que deriva de ellos y que normalmente
está destinada a los huesos, en el caso de para la formación de cálculos estos se aglomeran en la
sangre por la falta de actividad física del organismo.
- Factor De Riesgo La Ingesta De Ácido Ascórbico (Vitamina C)
-
- La formación de cálculos en las vías urinarias (pelvis renal, uréter) puede ser consecuencia de una
enfermedad metabólica general (por ejemplo, la gota) o de una alteración metabólica provocada por
cualquier enfermedad (por ejemplo, el hiperparatiroidismo), o bien puede asociarse a una infección
de las vías urinarias o cistitis o ser idiopática (es decir, sin causa determinada). En la formación del
cálculo concurren las siguientes causas:
- La excesiva secreción urinaria de sustancias relativamente solubles en la orina;
- Las modificaciones del estado físico de la orina (aumento de la concentración de sustancias
disueltas con aporte hídrico modesto o variaciones en su grado de acidez);
- La formación de un núcleo de origen alrededor del cual se produce la precipitación de la sustancia
poco soluble.
- La litiasis oxálica es muy frecuente, ya que cerca de la mitad de los cálculos de las vías urinarias
son de oxalato de calcio. El ácido oxálico es un producto terminal no esencial del metabolismo
intermediario de nuestros tejidos. La mayor parte de los pacientes que presentan cálculos de oxalato
no registran ningún defecto en el metabolismo del oxalato. En estos pacientes la litiasis renal está
provocada por una eliminación excesiva de calcio a través de la orina o por una probable anomalía
del estado fisicoquímico de la orina que predispone a la formación del cálculo, aunque la
concentración de oxalato de calcio en la orina sea normal. No obstante, una escasa minoría de
pacientes padece una alteración congénita del metabolismo que determina una hiperproducción (y
por consiguiente hipersecreción urinaria) de oxalatos.
- La alimentación perseguirá la reducción en la medida de lo posible de la concentración urinaria de
ácido oxálico y de calcio. Deben por tanto evitarse los alimentos ricos en ácido oxálico, aunque no
pocas veces se observa una irritación de las vías urinarias incluso después de la ingestión de
alimentos que presentan un modesto contenido de ácido oxálico (tomates, espárragos, judías
verdes). La reducción del calcio alimentario, indicado en los sujetos que presentan un aumento de la
eliminación urinaria de calcio, se obtiene disminuyendo drásticamente o incluso evitando el
consumo de lácteos.
- La vitamina C se encuentra de forma natural en los cítricos (naranjas, mandarinas, pomelos,
limones, lima), fresas, kiwis, grosellas, piña, guayabas y papayas. Hay muchas verduras que
contienen esta sustancia, las más abundantes en vitamina C son los pimientos, el tomate, el brécol,
la coliflor y las coles de Bruselas.
- Sin embargo, se deberá de replantear su uso y consumo en caso de antecedentes de litiasis renales.
- El citrato urinario es un potente inhibidor de la formación de piedras en el riñón, a su vez la
vitamina C es un inhibidor del primero. De tal forma la vitamina C inhibe el potencial efecto
protector del citrato urinario, incrementando así el riesgo de formación de nuevas litiasis o el
crecimiento de las ya conocidas. Además, el producto de la degradación de la vitamina C es el
oxalato que es uno de los principales componentes de las litiasis de calcio en la orina. Existen
diversos estudios que demuestran que un consumidor de altas dosis de vitamina C, incrementa por
dos el riesgo de tener una litiasis renal.

2.1.16 Enfermedades Predisponentes Como Factor De Riesgo


2.1.16.1 Enfermedad intestinal
La presencia de enfermedades intestinales como la inflamación intestinal o la diarrea crónica puede
alterar el proceso de digestión, lo que puede afectar la capacidad del cuerpo para absorber calcio y agua.
Esto puede aumentar la cantidad de sustancias que forman cálculos en la orina.
2.1.16.2 Enfermedades renales
Riñón poliquístico: El riñón poliquístico es una enfermedad hereditaria que causa la formación de
grupos de quistes en los riñones, lo que puede llevar a su agrandamiento y disfunción
Acidosis tubular renal: La acidosis tubular renal aumenta la excreción de calcio y fósforo, lo que puede
provocar la formación de cálculos de fosfato cálcico debido a la orina alcalina y la baja concentración
urinaria de citratos
Infecciones urinarias: Las infecciones urinarias pueden causar la formación de cálculos en el tracto
urinario superior.
Riñón en esponja o en herradura: El riñón en esponja es una anomalía en el conducto colector del
riñón que suele estar relacionada con la presencia de nefrocalcinosis o acidosis tubular distal. Esta
condición puede aumentar el riesgo de formación de cálculos renales en un porcentaje que oscila entre el
4% y el 20%.
2.1.16.3 Enfermedades no renales
2.1.16.3.1 Hiperparatiroidismo
El hiperparatiroidismo es una condición en la que las glándulas paratiroides producen demasiada
hormona paratiroidea, lo que puede causar niveles elevados de calcio en la sangre y síntomas como
cálculos renales. Hay dos tipos de hiperparatiroidismo: primario y secundario. El primario es causado
por un tumor o hiperplasia de las glándulas paratiroides, mientras que el secundario está relacionado con
problemas renales.
La litiasis renal es una complicación común del hiperparatiroidismo primario y se presenta en el 20-50%
de los pacientes.
En pacientes con cálculos renales, el hiperparatiroidismo primario no es una causa común, pero el
hiperparatiroidismo secundario puede ser más frecuente debido a diversas razones como la insuficiencia
renal crónica, la falta de ingesta de calcio, la alteración de los receptores de vitamina D, la deficiencia de
vitamina D y los niveles elevados de fósforo en la sangre.
El hiperparatiroidismo secundario es una causa importante de la formación de cálculos renales
relacionados con la hipercalcemia, especialmente en mujeres. Esta condición provoca niveles elevados
de hormona paratiroidea, lo que aumenta la absorción intestinal de calcio y fósforo, y causa
hipercalciuria e hipercalcemia, lo que a su vez provoca sobresaturación de oxalato de calcio en la orina.

2.1.16.3.2 Cistinuria
Se produce cuando hay un problema en el transporte de ciertos aminoácidos, lo que causa que se excrete
una gran cantidad de cistina en la orina, lo que aumenta su concentración y puede provocar la formación
de cálculos renales que dañan el riñón.

2.1.16.3.3 Hipocitraturia
Es otro factor que contribuye a la formación de cálculos de oxalato cálcico, especialmente en mujeres,
ya que la disminución del citrato cálcico aumenta el nivel de calcio en la orina.

2.1.16.3.4 Hipercalciuria
Es la causa más común de litiasis renal en países industrializados y se transmite de forma dominante
autosómica, afectando tanto a hombres como a mujeres.
3. Conclusión
La litiasis renal es una afección muy común que afecta a muchas personas en todo el mundo. En este
sentido, se ha demostrado que la falta de información y de conciencia acerca de esta enfermedad sigue
siendo un límite para la prevención y tratamiento adecuado. Por ello, en torno a la prevención,
diagnóstico y tratamiento de la litiasis renal son apremiantes, y es importante tener en cuenta cada uno
de ellos en la atención médica.
1. Es importante reconocer que la litiasis renal se asocia con la formación de cálculos en los riñones, los
cuales pueden causar un gran dolor y generar problemas significativos si no se tratan adecuadamente. En
este sentido, conocer los aspectos generales de la enfermedad es crucial para detectarla oportunamente y
prevenirla en la medida de lo posible.
Asimismo, la identificación de las causas y factores de riesgo de la litiasis renal resulta igualmente
importante. Estos incluyen trastornos metabólicos, historia familiar, obesidad, alcoholismo y
medicamentos, entre otros. En consecuencia, es importante establecer medidas de prevención y
tratamiento que contemplen un abordaje integral de cada uno de estos factores, con el fin de reducir su
impacto para la salud.
2. En cuanto a los síntomas clínicos de la litiasis renal, es esencial reconocer que estos pueden ser muy
variados y dependen de la ubicación, el tamaño y el número de los cálculos renales. Por lo tanto, es
importante que las personas conozcan los signos y los síntomas asociados con la enfermedad, para que
puedan acudir inmediatamente al médico y buscar atención adecuada.
3. Por otro lado, la evaluación de los métodos de diagnóstico y tratamiento de la litiasis renal es
fundamental en la comprensión de la enfermedad y su posterior tratamiento. En este sentido, la
identificación temprana y el diagnóstico acertado son clave para la pronta atención y la atención médica
preventiva.
4. Finalmente, la relación entre la dieta y la formación de cálculos renales también es un aspecto muy
importante. Una alimentación adecuada, basada en un alto consumo de líquidos y una dieta equilibrada,
contribuye a evitar la formación de nuevos cálculos renales y previene la recurrencia de la enfermedad.
Siendo así se puede decir que La litiasis renal es una enfermedad que requiere una atención y un
conocimiento adecuados para evitar consecuencias graves a nivel físico y emocional. La prevención y el
tratamiento temprano son esenciales para la reducción de su impacto, y la información y la educación
acerca de los síntomas, diagnóstico y tratamiento son clave para abordar la enfermedad de manera
efectiva y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
4. Resumen
La litiasis renal, también conocida como cálculos renales, es una condición médica en la que se forman
piedras en los riñones. Estas piedras, que pueden variar desde pequeños gránulos hasta piedras grandes y
sólidas, pueden causar dolor abdominal y otros síntomas cuando se mueven a través del tracto urinario.
Aproximadamente el 10% de la población mundial desarrolla cálculos renales en algún momento de su
vida.
La formación de piedras en los riñones puede ser causada por varios factores, incluyendo la
deshidratación, una dieta alta en sal y proteínas, un historial familiar de cálculos renales, ciertas
condiciones médicas como el hiperparatiroidismo y la obesidad. La obstrucción parcial del flujo urinario
y la infección del tracto urinario también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales.
Los síntomas de los cálculos renales incluyen dolor severo en el abdomen o en la parte baja de la
espalda, náuseas y vómitos, dificultad para orinar y orina turbia o con mal olor. En algunos casos, los
cálculos renales pueden ser asintomáticos y pasan desapercibidos hasta que se descubren mediante
pruebas médicas.
El tratamiento de los cálculos renales depende del tamaño y la ubicación de las piedras, así como de la
gravedad de los síntomas. Para los cálculos más pequeños, los médicos pueden recomendar cambios en
la dieta y la hidratación, así como medicamentos que ayudan a disolver las piedras. Los procedimientos
que eliminan las piedras, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque, pueden ser necesarios si
las piedras son más grandes o no pueden ser eliminadas mediante otros medios. El tratamiento
quirúrgico es necesario para los casos más graves de cálculos renales.
Si no se trata, los cálculos renales pueden provocar infecciones urinarias y daños en los riñones.

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