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GUERNICA: RITUAL PICASSIANO

(Cuando el público entra en el teatro las pintoras y pintores han


comenzado a versionar el Guernica a la vista de todos y en los
altavoces se escuchan canciones relacionadas con Picasso)

ACTO 1
RITUAL DE INICIACION
(Oscuro total suena durante ½ minuto el latido de un corazón.
Entran el CORO junto a Alime, la cantante que canta a capella en
turco el texto del Coro. El texto lo irán recitando el Coro y cantando
Alime hasta que ella llega al piano. El Coro lleva unas velas que irán
colocando en el proscenio, además de un incensario donde se
quemara Lavanda)

CORO/ROCIO: No podemos sujetar el agua con los dedos.


CORO/MAITE: Como no podemos agarrar el aire.
CORO/TOÑI: Ni retener la tierra.

CORO/MERCEDES: Ni sostener el fuego.
(Repiten la letanía hasta que se colocan en las Escaleras dispuestas
para ellas)
CORO/MAITE: ¡¡¡Antigona!!! ...Yo te convoco... ¡¡¡Antigona!!! ... Tú
que eres clara y cristalina como el agua ... Antígona ¿Estás aquí?
(Aparece con el recipiente de agua y se dirige al altar que se ha
montado en el centro del escenario)
ANTIGONA/AGUA: ¡¡¡Aquí estoy!!!!
CORO/MAITE: Antigona recuerda que eres agua... Llora... Limpia...
Fluye.
ANTIGONA/AGUA: Soy Antigona símbolo del poder femenino y
cómo el agua no temo a ninguna barrera. Me opongo al poder del
patriarcado en todas sus representaciones. Promulgo la
desobediencia a las tradiciones y denuncio la falta de fraternidad
entre las personas... ¡¡¡ Soy Antigona y cómo el agua no temo a
ninguna barrera!!!
CORO/ROCIO: ¡¡¡ Lisistrata !!!... Yo te convoco... ¡¡¡Lisistrata!!! ... Tu
como la tierra, dejas que el agua te moge aunque permaneces
inalterable y eres fuente de vida... Lisistrata ¿Estás aquí?
(Aparece con el recipiente de tierra y se dirige al altar que se ha
montado en el centro del escenario)
LISISTRATA: ¡¡¡Aquí estoy!!!
CORO/ROCIO: Lisistrata... recuerda que eres tierra... conecta...
construye ... entrega.
LISISTRATA/TIERRA: Soy Lisistrata una mujer libre que quiere la Paz
en el mundo. Llamo a la desobediencia civil contra las voces
guerreras. Todo lo que le ocurra a la Tierra, le ocurrirá a los hijos de
la Tierra... ¡¡¡Soy Lisistrata y soy fuente de vida!!!
CORO/TOÑI: ¡¡¡Medea!!! ... Yo te convoco ... ¡¡¡Medea!!! Medea tu
eres invulnerable como el fuego que alumbra nuestro camino ...
Medea ... ¿Estás aquí?
(Aparece con el recipiente de fuego y se dirige al altar que se ha
montado en el centro del escenario)
MEDEA/FUEGO: ¡¡¡Aquí estoy!!!
CORO/TOÑI: Medea... recuerda que eres fuego ... arde ... cautiva ...
enciende.
MEDEA/FUEGO: Soy Medea una mujer autónoma, que nadie me
tenga por floja, débil e indolente pues si es necesario prenderé
fuego a la morada nupcial. Me consideran bruja y hechicera, lejos
del prototipo ideal de la mujer de mi tiempo. ¡¡¡Soy Medea y como
el fuego destruyo aquello que me corta el paso!!!
CORO/MERCEDES: ¡¡¡Praxagora!!! ... Yo te convoco ...
¡¡¡Praxagora!!! Praxagora tú que eres libre como el aire ...
Praxagora ... ¿Estás aquí?
(Aparece con el recipiente de aire y se dirige al altar que se ha
montado en el centro del escenario)
PRAXAGORA: ¡¡¡Aquí estoy!!!
CORO/MERCEDES: Praxagora... recuerda que eres aire ... parate ...
enfoca ... decide.
PRAXAGORA/AIRE: Soy Praxagora y pretendo que las mujeres
gobiernen como hace el aire con las velas de una embarcación. Una
embarcación que las mujeres seremos capaces de llevar a mejor
puerto que los hombres. ¡¡¡Soy Praxagora y cómo el aire dirijo la
dirección de la veleta!!!
(Comienza un ritual a modo de letanía con oficiantes y coro
repitiendo las máximas que dicen las primeras mientras manejan
en sus recipientes los elementos que representan)
AGUA: La belleza está en el ojo de quién mira.
CORO: (Al unísono) La belleza está en el ojo de quien mira.
TIERRA: El arte es una mentira que nos permite averiguar la verdad.
CORO: (Al unísono) El arte es una mentira que nos permite
averiguar la verdad.

FUEGO: El artista debe convencer al público de la verdad de sus
mentiras.

CORO: (Al unísono) El artista debe convencer al público de la
verdad de sus mentiras.
AIRE: El arte es peligroso, nunca puede ser casto y si es casto, ya no
es arte.

CORO: (Al unísono) El arte es peligroso, nunca puede ser casto y si
es casto, ya no es arte.
AGUA: Profundo es lo desconocido para encontrar lo nuevo.
CORO: (Al unísono) Profundo es lo desconocido para encontrar lo
nuevo.
TIERRA: Todos hacemos de nuestra existencia una historia.
CORO: (Al unísono) Todos hacemos de nuestra existencia una
historia.
AGUA: El arte es la eliminación de lo innecesario.

CORO: (Al unísono) El arte es la eliminación de lo innecesario.
TIERRA: Dibujar es cómo escribir alargando la línea de las palabras.


CORO: Hoy empoderamos.... empoderamos a las personas que la


historia oficial se olvida de ellas.

CORO: (Al unísono, gritando) Hoy convocamos!!

TIERRA: Convocamos al hombre que ha sido capaz de ver e
imaginar un sufrimiento mayor en una sola cabeza de caballo, del
que muchos artistas habían encontrado en una crucifixión.
CORO: (Al unísono, gritando) Hoy negamos !!!

AGUA: Negamos el poder de la razón y la veracidad de muchas
historias impuestas.

CORO: (Al unísono, gritando) Hoy rechazamos !!!

FUEGO: Rechazamos la conexión causal entre la búsqueda y el
hallazgo.
CORO: (Al unísono, gritando) Hoy detestamos !!!

AIRE: Detestamos todas las teorías y explicaciones. El arte es
libertad.

CORO: (Al unísono, gritando) Hoy acabamos !!!

TIERRA: Acabamos con todos los que nos han engañado, con los
engañadores. Para acabar con los trucos, los amaneramientos, los
halagos, la historia...hay que sacarle los ojos a los artistas como se
hace con los jilgueros para que canten mejor.

CORO: (Al unísono, gritando) Hoy Valoramos !!!

AGUA: Valoramos el poder inventivo e imaginario de la magia del
arte.

CORO: (Al unísono, gritando) ¡¡¡Hoy Rechazamos!!! !!!Rechazamos
una dictadura absoluta !!!una dictadura de los pintores!!! ¡¡¡la
dictadura de un pintor!!! 
¡¡¡ PICASSO!!!

COMIENZA A SONAR EL PASODOBLE A PICASSO

(El Coro y las Diosas retiran sus elementos y salen de escena. En la


pantalla se proyecta el montaje visual de Picasso/Manolo)
(Durante el Pasodoble aparece en el escenario el Cabezudo de
Picasso que al ritmo de la música cruza el escenario y queda frente
al público)
PICASSO: Este escenario tiene para mí la consideración de un
templo en el que se celebrará, la ceremonia sagrada de la creación;
el lugar donde se conjugará el fructífero e iniciático dialogo del
pintor, las modelos y la superficie neutra, vacía, sobre la que se
plasmará una nueva realidad, fruto de la búsqueda de la perfección,
incluso más perfecta que la propia vida.
¡¡¡EL ARTE DEBE VENCER A LA REALIDAD!!!
Hoy... aquí ... Seré Pablo Picasso.
(Se dirige al altar del caballete para dejar el cabezudo y la capa)
PICASSO: Me interesa la pintura como oficio pero no quiero
frontera alguna entre el arte y la vida. Tengo necesidad de
vaciarme, de vaciarme completamente, de vaciarme siempre y tan
pronto como me he vaciado, me lleno de nuevo rápidamente y
necesito vaciarme de nuevo. Lo sé... sé muy bien que mi obsesión
por mi obra tuvo un efecto perjudicial en mi relación con las
mujeres... pero ellas son la fuente a la que necesito acudir
constantemente.
¡¡¡Alime!!!...las Musas de Picasso.

ACTO 2
LAS MUSAS DE PICASSO
ESCENA 1
(Mientras Alime interpreta las Musas de Picasso las escenógrafas
montan el decorado de la primera escena. Entran todas las musas y
se sientan en las sillas que tienen personalizadas delante del
Guernica) (Durante la canción se proyecta el visual de las musas de
Picasso)
(Cuando Picasso empieza a presentar, en la pantalla se proyecta el
visual de Fernandé/Pepa y Eva/Lupe)
PICASSO: Ella es Fernande Olivier... cuando la conocí los dos
teníamos 21 años ... me enamore apasionadamente de ella y
Fernande acepto mi adoración... me inspiro para Las Señoritas de
Aviñón. Vivimos juntos 7 años hasta 1912... y me vacié ...
(Fernande desde su silla se dirige a su espacio creado con sus
zapatos)
PICASSO: Fue entonces cuando conocí a una amiga de Fernande.
Marcelle Humbert conocida en el mundillo de los artistas como Eva
Gouel y empecé a llenarme de nuevo. Le llamaba “M`Jolie” la
pintaba con forma de guitarra y la abrazaba como si lo fuera. Por
desgracia a los 3 años murió y quede de nuevo vacío.
(Eva desde su silla se dirige a su espacio creado con un espejo)
(Las dos hacen sus monólogos al mismo tiempo)

FERNANDE : Llueve tanto como la tarde que vi a Pablo por primera


vez en la plaza Revignan.
Cuantos recuerdos de aquellos años. Yo había llegado a París
unos meses antes, como una fugitiva, huyendo de un marido
maltratador y con la pena de haber perdido a un hijo y sin ninguna
esperanza de poder ser madre de nuevo.
Me impulsaba la rabia, el deseo de libertad y poder comenzar
una vida nueva. Empecé a ganarme la vida posando como modelo de
los mejores artistas de París. No fue fácil conectar con el ambiente
de esos hombres. Era un círculo cerrado, dominado por las
hormonas que los hacen sentirse tan superiores. No me acostumbré
nunca. Las mujeres que accedíamos a estos círculos éramos tratadas
como seres incapaces de pensamientos serios. Eran unos
intelectuales machistas, ellos solo veían la belleza física. Admiraban
mi cuerpo que les servía para despertar su inspiración y su pasión.
¡No me sentía feliz por eso! Me sentía condenada por mi propia
belleza.
Al poco tiempo de conocer a Pablo decidí posar solo para él.
Entonces él estaba inmerso en una enorme melancolía por la huella
que había dejado la muerte de su amigo Casagemas y así se reflejaba
en su pintura; colores fríos, escenas y personajes marginales de
miradas tristes. En cambio, yo era la juventud en todo su esplendor,
llena de vida, de ilusión. Le inspiré hacia un cromatismo cálido,
alegre… Un escenario nuevo en su pintura. Si, fui la causante del
cambio psíquico y artístico de Pablo. Me convertí en su musa y su
modelo, su inspiración, la luz que daba color a esa vida sin recursos
que vivíamos.
Esos fueron unos años de admiración, amor y pasión… ¡Solo
unos años!
Tu mirada hacia mí fue cambiando, solo querías poseerme para
satisfacer tu ego. Me pintabas desfigurada, distorsionada, como un
¡MONSTRUO! Ya no encontrabas en mí la línea curva ni la luz,
empezaste a pintar figuras llenas de líneas rectas y colores oscuros
que no poseían ninguna belleza. ¡Esa no era yo! Y me decías
enfadado:
¡yo no pinto lo que veo!
¡Yo pinto lo que siento!
Creo que estabas pintando tu propia violencia y desencanto.
Continuamente me ofendías con tus palabras y actuaciones. Pintaste
el cuadro del prostíbulo con cinco mujeres y me dijiste que yo era
una de esas prostitutas. ¡Eso es lo que yo era para ti, Pablo! ¡Un
monstruo, una crida y una puta!
Ya no me amabas, pero tampoco querías que otros lo hicieran.
Tú podías ir con todas las mujeres que quisieras, pero yo no podía
tener ni un amigo.
Cómo me traicionasteis mi amiga Eva y tú. Me lanzasteis a los
brazos de Ubaldo y así tener una excusa y un motivo para
abandonarme. Tan necesitada estaba de afecto y amor que caí en la
trampa y os perdí a los dos.
Pablo, fui tu compañera fiel en los años de miseria, allí en el
Bateau-Lavoire, y no supe serlo en los años de fama y prosperidad.
Han pasado tantas mujeres por tu vida después de mí, que fui
silenciada por ellas. Ni tú mismo te acordarás de aquella joven que
fue tu modelo y amante, y que a veces no podía salir porque le
escondías los zapatos.

EVA: La segunda, eso es lo que recuerda la historia de mí, la


segunda novia de Pablo Picasso.
No, la que le inspiró y lleno el profundo vacío que sentía. Conmigo
volvió a sentirse genio, a ilusionarse, a brillar.

Yo era una joven de belleza típicamente parisina, piel de porcelana,


dulce, tierna, menuda y sumisa. Pertenecía a la bohemia de parís,
era musa y modelo de artistas además de coreógrafa.

Nos conocimos en el otoño de 1911, yo era amiga de Fernande tu


compañera, tu primera novia, tu amante….
Los cuatro salíamos juntos, yo estaba por entonces con Louis
Marcoussis.

¿Recuerdas Pablo? creo que te enamoraste de mí el día que


discutías con tu grupo en una fiesta de la ´banda de Picasso’ donde
presentaste un cuadro, nadie reconocía que expresaba tu pintura
de estilo cubista, yo intervine y dije que era el retrato de tu
marchante Vollard… entonces tus ojos me miraron con admiración
y curiosidad, me preguntaste que como lo había averiguado,
entrecerrando mis ojos, te contesté.

Desde entonces te enamoraste de esa muchacha que sabia mirar


con los ojos entrecerrados, era la primera mujer a la que
verdaderamente amaste, ¿y acaso fui la única?
Nuestro amor fue clandestino, hasta que rompimos con nuestras
parejas, la culpa sobrevolaba sobre nuestro amor al igual que lo
haría la enfermedad.

Éramos muy felices yo era la antítesis de Fernande, tu querías una


mujer dulce y sumisa. Dejamos la bohemia y acudíamos a los
salones de Paris, el dinero y la fama nos acompañaban…todo
perfecto.

Me pintabas, me adorabas con un amor de adolescente romántico,


me llamabas “Ma Jolie”, como el título de una canción de moda que
cantábamos y bailábamos juntos.
Decías que yo te calmaba, te hacia feliz

“Ma Jolie”. Que orgullosa me sentí cuando vi mi nombre en tus


cuadros.

Viajamos ,vivimos y disfrutamos de la vida por muy poco tiempo,

Mi enfermedad llegó y después de un tiempo vimos que era


irremediable, yo a pesar de ella, te cuidaba, te atendía, te amaba
tanto que aguantaba mi dolor.

Ahora sé, que antes de mi muerte buscabas consuelo en otras… No


podías estar solo …mi muerte hizo de tu vida un infierno

Siento que me amaste como a ninguna, fui un amor romántico, tu


amor verdadero….

(Picasso se ha acercado a Eva y después de abrazarla la saca de


escena mientras Fernande acaba su parlamento tirando los zapatos
y saliendo de escena)
(Comienza a sonar una música parisina)
(Las escenógrafas montan el decorado de la escena segunda. En la
pantalla se proyecta el montaje visual de Genevieve/Marsale)
ESCENA 2
PICASSO: Ella es Geneviève Laporte... La conocí cuando vino
hacerme una entrevista para el periódico de su Liceo. Nuestra
relación comenzó viviendo aún con Françoise Gilot. En el verano de
1951 la invite a Saint-Tropez pero cuando se enteró que Francoise
me esperaba en casa, se negó a quedarse a vivir conmigo. Nunca
quiso instalarse en mi casa. La pinte porque me recordaba a una
vendedora de flores que había pintado allá por 1905. Era una
adolescente a la que yo no me atrevía ni acariciar el cabello y le
regalaba chocolate.
(Genevieve se levanta de su silla y va hacia el centro del escenario
bailando y Picasso comienza a pintarla en un cuadro traslucido)
GENEVIEVE : En nuestras citas de los miércoles, un día recuerdo
que le pregunte si había leído a Marx y me dijo que no , que se hizo
del partido comunista porque odiaba a Franco.
Me gustó mucho la piel de toro que cubría su lecho. En esa época
no podría imaginar que luego me dibujaría sobre ella.
Me pintó vestida de novia, como una esfinge, de odalisca o con un
jersey azul marino….
En los retratos que me hizo, se puede apreciar cómo me amaba…
PICASSO: Amé a Genevieve durante dos años y con ella fui
feliz…eso se reflejaba en los 20 dibujos que le pinté, eran como 20
cartas de amor que hice para ella.
GENEVIEVE: En los dibujos hay ternura, amor, dulzura
PICASSO: El dibujo no es ninguna broma, es algo muy grave, es muy
misterioso que en un simple trazo pueda representar a un ser vivo.
GENEVIEVE: En los libros que escribí sobre el hablo de sus pasiones,
de sus obsesiones. A sus 70 años no quería envejecer, le atormenta
hacerse viejo, la muerte….
Pero yo no me fijaba en eso. Para mí era un maestro, un genio….
Pobre Pablo… tenía tantos miedos
Miedos a la agonía de la duda
Miedo a enfrentarse a la soledad del lienzo en blanco
Miedo a ser feliz miedo a implicarse demasiado en una relación
Miedo a perder su individualidad.
Miedo a depender emocionalmente de alguien que no fuera el
mismo
Miedo al vacío creativo.
Tenía muchos miedos…. creo que desde que murió su hermana
Conchita, el miedo, a la muerte, nunca le abandono.

(Picasso que había dejado de pintar sigue pintando y al final sale de


escena mirando a Genevieve)

GENEVIEVE: He notado que empiezo a parecerme a los retratos que


hizo de mí hace 20 años.
Ahora que estoy al final de mi vida quiero que las pinturas que me
regaló sean disfrutadas por todas las personas. No tiene sentido
que sigan guardadas en la caja fuerte. He decidido subastarlas.
Sus 20 cartas de amor se han trasformado…en una Fundación para
la protección de la naturaleza y el medio ambiente.
Su huella siempre seguirá dando Vida a muchos seres y caminará
junto a mí.
¡¡¡Gracias Pablo ... Gracias por tanto¡¡¡¡

(Comienza a sonar “Cuando el amor muere” y las escenógrafas


cambian el escenario para la escena tercera)
(En la pantalla se proyecta el montaje visual Marie
Therese/Mariangel y Roque/Rocio)
ESCENA 3

PICASSO: Mi querida Marie-Therese Walter... cuando la conocí yo


tenía 46 años, ella...
(Marie-Therese se levanta de su silla y se dirige al espacio suyo)
MARIE-THERESE: Yo tenía 17 años... iba de compras por los
Boulevares... El me miró y me dirigió una bonita sonrisa... después
me abordo y me dijo..."Mademoiselle tiene usted una cara muy
interesante, me gustaría hacerle un retrato... Soy Pablo Picasso.
¿Picasso?...No tenía ni idea de quien era Pablo Picasso.
PICASSO: Su juventud, su alegría, su risa, su naturaleza jovial me
sedujeron y a partir de aquel día toda mi pintura comenzó a
ondularse. Con ella me llené hasta rebosar y de una forma u otra
estuvo y la sentí junto a mí toda mi vida. Con ella tuve a mi
encantadora hija Maya... siento que fue la única mujer que me amo
como Pablo y no como Picasso.
PICASSO: La persona que más pinte fue Jaqueline... Jaqueline
Roque, ella tenía 28 años y yo 71 ... quede deslumbrado por su
belleza clásica y su serenidad. Cuando entro en mi vida tuvo que
soportar 40 años de un pasado prodigioso que le era extraño y las
secuelas de una vida como la mía. Me cuido cuando todo el que se
acercaba a mi lo hacía por algún interés... envejecía ... y por
primera vez en mi vida me sentí desvalido y enamorado, al lado de
una mujer que era por fin mi verdadera compañera... Jaqueline era
maravillosa... fue cuando el erotismo imposible dio paso al amor.
(Roque se levanta de su silla y se dirige al espacio suyo)
ROQUE: Pablo... ¿Y a ti que te asusta?

PICASSO: Nada original... la decrepitud, la enfermedad y la muerte,
como a todo el mundo.

MARIE-THERESE: Pablo tu morirás con los pinceles puestos... ¿Qué
será de mi cuando tú faltes?

ROQUE: ¿Quizás no tenga sentido esperar tanto?
MARIE-THERESE: Si ... no tiene sentido esperar tanto.
PICASSO: Estas dos mujeres decidieron no seguir mucho tiempo
solas después de mi muerte... Qué prueba de amor más sublime sin
yo merecerlo... Ahora reconozco cuan egoísta fui y que generosas
fueron muchas de mis amantes.
(El final del texto de cada una se funde, hablando a la vez, con el
comienzo de la siguiente)
ROQUE: Todo está oscuro, ya no hay luz en mí. Para sobrevivir
tengo que estar ebria, si ebria, anestesiada para no pensar... para
no sentir.
MARIE: 20 de Octubre de 1977... Una noche preciosa de otoño...
(sonríe) para mí la última ...Parecía un día normal, pero cuando
entré en la tienda y vi en un rincón el rollo de cuerda, lo supe.
Entendí que era la solución. Sí, por fin iba a descansar.
ROQUE: Cada noche le pongo la mesa para cenar pero él nunca
viene. A veces parecía escucharle caminar por el pasillo de
parquét ... sus zapatillas arrastrándose como el viento de la tarde.
Te veo por todas partes y no te encuentro, quiero tocarte, sentir tu
voz, oler la fragancia de los pigmentos a través de tu piel....
(enloquecida con las manos oliendo la camiseta) ¿estás aquí?...
¿estás ahí?... ¿estas allí?... ¿A dónde has ido? ¡Tú no has muerto!,
dios no muere, vive eternamente. Estás vivo en mí, tu fuego me
sigue quemando... tu fuerza creadora me atormenta ... No morirás
nunca para mi... (se ríe).
MARIE: Otro día que parecía como otro
cualquiera, y resultó no serlo, fue cuando en París a finales de año,
saliendo del metro, en la parada de Galerías Lafayette, solo vi unos
ojos negros, grandes y picaros dibujando una sonrisa que seguí
hasta sus labios que se movían lentamente al decir con acento
extranjero “Hola, eres muy guapa...soy pintor y me gustaría que
fueras mi modelo”. ¡Ah...! Nos pasamos toda la tarde hablando de
la vida, casi sin darnos cuenta se hizo de noche. El simpático...yo
alegre y risueña. El confiado y seductor... yo ingenua. Él un poco
bajo y moreno... yo alta y rubia. Cuarenta y cinco años él ... yo
diecisiete. En pocos días fui su modelo y muy poco después nos
amamos, aunque en secreto; yo era menor... él casado.
ROQUE: Las otras, tus otras amantes, tus compañeras que tanto te
quisieron, a todas les dejaste mutilado el corazón. Con ellas fuiste
el macho insaciable. Te serviste de todas ellas para satisfacer tu sed
erótica y la ambición de crear tu obra en las cuales ellas también te
inspiraron. Las volviste locas... ¡Todas te han odiado!... ¡Todas te
guardan rencor! ... Yo te he amado sin condiciones. Nuestro amor,
el más puro, ha transcendido en el tiempo... Es eterno... Tu bebiste
de mí y tragaste mi juventud. Te llenaste de vida, de fuerza, de
savia nueva. Mi esencia te lleno de la paz que nunca alcanzaste... Yo
bebí de ti y tragué tu divinidad. Ya no fui tu musa ni tu modelo
como fueron las otras. Me convertí en tu diosa, en tu sacerdotisa.
Tú y yo vivíamos adorando a un dios que eres tú en este santuario,
en este templo. Yo, la guardiana de esa puerta por donde no dejé
entrar ningún fariseo, ningún demonio, ningún vampiro, te protegí
de todos ellos.
MARIE: El maestro de pinceles y colores fue para mí, al principio,
maestro entre sábanas y almohadones de los secretos del sexo.
Aprendí rápido y el erotismo formó parte de nuestras vidas y de su
obra. Él me pintó de diferentes formas y durante mucho tiempo. Yo
era para él todo curvas; pechos dulces y redondos; caderas
ovaladas; rostro de mujer amada; hombros redondeados; curvas
serpenteantes de colores vibrantes, vivos y vívidos, suaves, limpios
y bellos. Dulces curvas que yo ni siquiera tenía en mi cuerpo y que
juntos, como de arcilla, modelamos.
ROQUE: Huraña, arrogante, codiciosa, manipuladora.... (se ríe). Así
me llamaban los que me criticaban ¿Qué sabrían ellos de nuestra
unión?
En los primeros años de nuestra relación... ¡cuánta pasión!
Me entregué a tu locura erótica y salvaje. Pasaron los años y me
convertí en tu compañera legal y también en una monja de clausura
que sin darme cuenta había hecho votos de castidad. No me
importó, me encantaba cuidarte y venerarte ... “monseñor” así te
gustaba que te llamase. Nuestra cama se convirtió en un altar que
ya no alimentaba nuestros cuerpos sino nuestros espíritus. A veces
pienso que me amó. Quizás sí que lo hizo... y a veces también
pienso que yo siempre le amé y quizás si que lo hice... si que lo
amé.
Entraste en la etapa más libre, más serena, más fértil y llena
de amor. Creaste decenas de retratos con mi rostro... ¡Me hiciste
inmortal!
MARIE: Creo que él realmente se pintaba a sí mismo a través de mis
retratos, pintaba lo que yo le daba: juventud, erotismo, confianza y
mucho amor.
En este momento, con toda la conciencia que me
permiten las fuerzas tener, y sintiéndome cansada y sin ilusiones, lo
recuerdo. Y él, que tanto amaba la vida y que tantas cosas dejó por
hacer, con rabia, me gritaría ¡VIVE! Y yo, ya no puedo, Pablo, no
puedo.
¡Cuánto nos amamos!
Como me gustaría amor, escucharte decir
“Linda, ¿sabes? Te voy a pintar de la forma más hermosa que
puedas imaginar” Cómo me gustaría, Pablo, que renacieran como
las flores en primavera, mis ilusiones.
ROQUE: Todo lo que poseo ahora me sobra, no necesito nada, ni
siquiera este cuerpo que me pesa, me oprime, me duele ... ¡No
quiero seguir habitando en mí! Quiero compartir la eternidad
contigo .... Quiero vivir sin este cuerpo que me estorba y me impide
buscarte y encontrarte allí en el otro lado donde tú estás, en ese
espacio infinito, etéreo donde habitan los dioses y los amantes.

(Comienza el recitado Marie y cuando termina la primera estrofa
comienza Roque escuchando las dos a la vez el texto repetido, una
sobre otra)
MARIE/ROQUE:
¿Hay mayor libertad que decidir mi destino final?
No necesito nada ni a nadie.
Soy libre y libre me siento
¡Abandono
mi cuerpo herido de muerte!
¡Me despojo de él!
(Comienza a sonar “Crepusculo” y las escenógrafas montan la
escena 4)

ESCENA 4

(Se proyecta el montaje visual de Dora/Ana. Se levanta de su silla,


se dirige al centro del escenario)
PICASSO: ¿Cuánto le debo a esta mujer? ... Dora Maar ... ella
construyo el andamiaje de mis ideas ... creo que fue la mujer que
mejor me comprendió artísticamente.
A Dora comencé a pintarla de diferentes formas... como un pájaro...
una ninfa acuática o con los rasgos de una flor... luego durante años
la piné con formas torturadas (pensativo)... la mujer que llora ... No
era por sadismo, obedecía simplemente a una visión profunda que
se me había impuesto, una profunda realidad.
Ella fue la principal
responsable de que acometiera el “Guernica”.
(Dora se quita el vestido y se pone una saya)
PICASSO: Soy un individualista y a Dora le debo que me interesara
violentamente en todo cuanto acontecía a mi alrededor. Pero la
vida es perra y ella, una mujer libre e independiente. Tanto que
asustaba a muchos de los que se acercaban a ella. Una mujer que
no se sometía a nada ... ¿no sé si por mi culpa? pero después de
pasar por los moldeadores de espíritus ... termino sometida a la
peor de las opresiones... la religión.
(En el centro del escenario Dora con una saya blanca hace su
monologo, durante el mismo, sobre la saya va marcando con sus
manos impregnadas de pintura negra los perfiles de su cuerpo, su
sexo, sus caderas, sus pechos, etc.)
DORA: Sola... Camino sola por un vasto paisaje.
Desde hace mucho
tiempo, ningún amigo, ningún transeúnte, camino sola, hablo sola.

Hace buen tiempo... pero no hace sol...no hay hora.
Sin un beso...
sin una caricia... sin amigo ni amante.
Sola... camino sola... hablo
sola... siento sola.
¿Loca?... (Pensativa)... Loca ... (Respiración
profunda) Loca… Yo que quería pasar a la historia sin necesidad de
palabras.
Recuerdas cuando nos conocimos... jugaba con la navaja a
pincharla entre mis dedos...
Te quedaste mirando
nos miramos,
me pides los guantes
te los di ensangrentados
y con ellos te di mi alma, mi vida, todo.

Era pintora... fotógrafa... poeta... inteligente... hermosa... atrevida...

Por eso te enamoraste...
nos enamoramos y surgió una pasión
arrebatadora... turbulenta... digna de dos artistas locos.
Entre
nosotros se desató una pasión de bestia en celo.
Tú te creías Dios y
yo te hice mi Señor... mi Altísimo... mi Todopoderoso... mi Yahve...
mi Ala... MI DIOS.
Eras el amante diablo... el Minotauro que devora
a las doncellas... que lo devora todo.
Tú me desangraste y con mi
sangre pintaste mis retratos.
No podías soportar que fuese
reconocida, por eso me impulsaste a dejar la fotografía... la
despreciabas e hiciste que volviera a pintar para hacerme invisible
bajo tu sombra.
Yo fui quien te convenció para que aceptaras el
encargo del Guernica y con ello te impulse a la inmortalidad...
me
reconozco en las mujeres del cuadro...te inspire para pintarlas, las
mujeres que gritan... sufren... huyen y lloran.
fui la mujer que más
influyó en tu pintura... conmigo pintaste cuadros más atrevidos y
poderosos.
Yo era una mujer comprometida... luchaba por la
libertad del pueblo.
Te convencí para que apoyaras La República ...
para que te comprometieras con tu pueblo que estaba siendo
bombardeado... que estaba sufriendo... muriendo... luchando
contra el fascismo... contra Franco.
Loca y Sola... desnuda de mi
arte... Despojada de mi ansia creativa ... abandonada a mi suerte.
Me ingresasteis en el Hospital Sainte-Anne. (Triste) No me
acompañasteis... me escoltasteis.
¿Por qué me registrasteis como
Lucienne Tecta y no como Dora Maar?
Lucienne Tecta.... Luz escondida (Ironica)
Yo que hasta ese
momento había estado permanentemente sobre-expuesta como
amante de Picasso a todos los ojos a todos los focos.
Yo era
reconocida, valorada...
¿ Pero qué hiciste conmigo?
Nadie sale
ileso del caos espiritual de haber amado tan ferozmente al fuego.

Me quebraste, me arrojaste al infierno... me encerré para
recomponerme, para sobrevivir...
¡Loca! ... (Suspiro) superé la
demencia, la enajenación (Suspiro) ... sola...
Me salve de la psicosis
rezando... La religión fue mi salvación, mi sustento, un bálsamo
para mi alma rota. Recobre con ella la cordura... mi cordura.
Sola... siempre sola ... adorando a otro dios... aunque tú eres mi
único Dios!!

(Comienza a sonar el “Vals del Angel” mientras las escenógrafas


montan la siguiente escena)
ESCENA 5

(Se proyecta el montaje visual de OLGA/JOSEFA. Se levanta de su


silla, se dirige hacia su escalera)

PICASSO: Ella es Olga Khokhlova hija de un coronel ruso y bailarina


del Ballet Ruso de Serge Diaghilev. La conocí cuando hice los
decorados y vestuario de “Parade” el espectáculo de danza que
creamos Erik Satie, Jean Cocteau, Serge Diaghilev y yo. Me case con
ella por el rito ortodoxo y los padrinos de la Boda fueron Max
Jacob, Guillaume Apolinaire y Jean Cocteau. Con ella tuve mi primer
hijo Paulo. Nuestro idilio duro doce años, el resto del tiempo hasta
1935 que nos separamos fue una guerra continua que realmente
duro hasta la muerte de Olga en 1955.
(Suben sobre las escaleras cada uno mientras hablan)
PICASSO: Recuerdas cómo nos conocimos en los ensayos de
“Parade” ... nos presentó Jean Cocteau.
OLGA: Nunca lo podré
olvidar... Diseñaste un vestuario a propósito para que yo hiciera el
ridículo. No recuerdo pasarlo peor sobre un escenario.
PICASSO: Me confundiste con un tramoyista pero al saber quién
era, noté en ti un cambio radical hacia mí ... aunque yo solo veía tu
mirada perdida como afligida, tus movimientos serenos, estilizados,
tu cara clásica, angelical... yo te pintaba majestuosa.
OLGA: (Cortándole) Entonces, ¿porque tienes que estar
continuamente cortejando a cuantas mujeres se te acercan?
PICASSO: Olga ... tus celos te ciegan... si lo nuestro no funciona, no
es...
OLGA: ¿No funciona?... qué es lo que no funciona?... Te he dado un
hijo... he dejado por ti mi carrera de bailarina... ¿Qué más quieres?
PICASSO: Olga ... no soy feliz... yo te amé como a nadie, pero…
OLGA: ¿Amarme? Tu jamás has amado a nadie en tu vida. No sabes
amar... solo sabes cortejar, adular, intentar poseer a las jovencitas
que deslumbras con tu fama... tu eres un hombre casado y yo soy
tu esposa y me debes un respeto.
PICASSO: Te respeto tanto que abandone el cubismo y volví al
neoclasicismo por ti.

OLGA: No me engañes ... lo hiciste porque yo te saqué de los bajos
fondos... te introduje en la alta sociedad parisina y mi circulo te los
demandaba ... nunca habías vendido tantos cuadros en tan poco
tiempo.
PICASSO: Con que facilidad me enervas ... tu eres la que no respetas
ni a mì, ni a mi arte.

OLGA: ¿Qué pasa?... ¿hoy te han dejado solo tus amigachos? ... ¿o
alguna de tus concubinas no ha respondido a tus llamadas?
PICASSO: Olga... Otra vez con tus absurdos celos.
(Bajan de las ecaleras y Picasso retira la tela que cubre un cuadro
de Olga. Forcejean con la tela blanca que cubria el cuadro)
PICASSO: Te gusta cómo te he reflejado ?
OLGA: Eres un sádico... Por qué me deformas ?

PICASSO: Quiero divorciarme.

OLGA: Por encima de mi cadáver... En Rusia cuando te casas es para
toda la vida.

PICASSO: He intentado varias veces hablar contigo del fin de
nuestra relación... Ya llevamos tiempo separados y quiero el
divorcio pero tú siempre pones una excusa.

OLGA: Soy Olga Khokhlova, he soportado tus infidelidades y tus
delirios de genio durante más de 12 años. Soy legalmente tu esposa
y como a todas quieres abandonarme. Te he dado un Hijo ... no
esperes de mi aprobación.

PICASSO: La semana que viene te visitaran mis abogados para que
firmes el acta de divorcio.
(Se colocan la tela elástica que tapa sus caras pero los mantiene
unidos, al mirar cada uno en una dirección)
OLGA: Han venido tus abogados y yo he hablado con el mío. No
pienso firmar tu acta de divorcio hasta que se haga un inventario de
todas tus obras incluidas las que tienes en el Banco, por supuesto,
entonces hacemos la repartición... la mitad para mí y la otra mitad
para ti.

PICASSO: (Sorprendido y echándose las manos a la cabeza) ¿Estás
loca?... ¿Como vas a quedarte con la mitad de mis obras?

OLGA: Es lo que dice la ley y no pienso ceder ni un ápice... tú eres el
que quiere romper nuestro matrimonio.

PICASSO: ¿Matrimonio? Lo nuestro hace mucho tiempo que se
terminó... seguir así es un suplicio.

OLGA: Será para ti ... yo puedo seguir así toda mi vida.

PICASSO: No pienso dárte ni un céntimo.
OLGA: Eso ya lo veremos.

(Suena la “Canción de la Beduina” mientras las escenógrafas


cambian la escenografía. Ellas ayudan a Mercedes a subir a lo alto
de la escalera)
ESCENA 6

(Se proyecta el montaje visual de GILOT/MEÑA. Se levanta de su


silla, se dirige hacia el caballete)

PICASSO: Francoise la mujer flor… cuando conocí a Francoise Gilot


yo tenía 61 años, ella…
GILOT: Yo tenía 21 años… él era el pintor màs famoso del mundo…

PICASSO: Francoise era una mujer jovencísima, alegre, apasionada


por la pintura… una mujer decidida a vivir a su manera.

GILOT: Yo sentía que la pintura era toda mi vida.

PICASSO: Cuando se quedó embarazada yo me sentí rejuvenecer…


ser padre con màs de sesenta años…primero fue Claude y dos años
después Paloma… pero empecé a vaciarme de nuevo y ella se
impaciento.

GILOT: Si no cambia el fondo de nuestra relación, me voy a tener


que ir… me niego a vivir mi vida a través de la tuya.

PICASSO: ¡Ahh!… ¡nadie deja a un hombre como yo!

GILOT: Le di un año y a finales de 1953 me fui… yo Francoise Gilot


fui la única mujer que dejo a Picasso.

(Mercedes sobre la escalera repite las frases en amarillo y verde)

GILOT: Lo conseguí… al fin pude escapar del alcance de Pablo.


Muchas veces lo intente y volvía atraparme para él.
Dejé mi familia, mis amigos y mi gran sueño de ser pintora, todo mi
tiempo estaba dedicado a él.
Cuando nos conocimos me decía: “Francoise si quieres llegar a ser
alguien en la pintura debes trabajar todos los días” pero en cuanto
me ponía a pintar en mi estudio, él aparecía requiriéndome para
cualquier capricho suyo y tenía que dejarlo todo para atenderle a
él, así fui cada día dedicándole menos y menos tiempo a mi sueño
de ser pintora. Durante 10 años permanecí atrapada en su tela de
araña, donde quedaban atrapadas todas las mujeres que entraban
en su vida, les absorbía su belleza, su inteligencia, su corazón, luego
las iba asfixiando con su actitud dominante, despreciándolas con su
desamor y sus aventuras amorosas, para terminar abandonándolas
y mantener su propio Ego… olvidadas… sin escapatoria.
Yo no…,
siempre estuve alerta, tuve claro desde que me acerque a él y el
sintió interés por mí, que nunca terminaría como ellas.
¡Siempre con la Coraza puesta Francoise, como Juana de Arco!...
me decía Pablo.
Sí Pablo, como Juana de Arco, siempre en la lucha, pero con la
coraza puesta, no quería morir en la batalla.
Ni convertirme en la persona en que se había convertido Olga, con
ese resentimiento enfermizo hacia mí y mis hijos.
Ni en la Ilusa de Marie Theresse, creyéndose vivir un gran amor,
que no existía, Pablo solo ama su pintura.
Ni en la pobre Dora Mare. ¡¡Qué Gran Mujer!!, tan inteligente con
su brillante carrera de fotógrafa. Cuánto sufrió . Rota en mil
pedazos. Pablo, le dejaste hecho añicos, el corazón y su mente
prodigiosa.
Tenía que escapar de Pablo por mí y por ellas.
(Todas las mujeres se levantan de sus sillas)
Estaba sedienta por conseguir de nuevo mi independencia. ¡Que
ansias de libertad!
¡Qué ansias de vivir!
(Las mujeres se quitan los vestidos)
He vuelto…, Francoise Gilot ¡La Mujer!, ¡La artista! Para brillar con
luz propia.
(Las mujeres pasan por delante de ella, sueltan sus vestidos bajo el
cabezudo de Picasso y salen de escena)
(Al salir ellas de escena retirando sus sillas y las escaleras comienza
a sonar la canción del “Guernica” y este a moverse para llegar hasta
el centro del escenario)

ACTO 3
EL GUERNICA

PRESENTACION
(Al acabar la canción y estando el Guernica colocado en el centro
del escenario aparece Picasso con una bandera republicana)
PICASSO: El gobierno de la Republica de España me
encargó una obra que captara la atención del mundo para el
Pabellón de España en la Exposición Internacional de Paris
de 1937.
No me gusta la pintura como propaganda política, tampoco
había pintado antes un cuadro tan grande. Faltaban pocos
meses para la inauguración y no tenía idea alguna.
Franco y sus fanáticos estaban ganando la guerra en España,
el fascismo se expandía por Europa.
Un artista no es un imbécil que solo tiene ojos si es pintor,
oídos si es musico, o una lira que ocupa todo su corazón si es
poeta. El artista es un ser político, consciente de los
acontecimientos que ocurren a su alrededor y a los que
responde de todas las maneras.
La pintura no se hace para decorar pisos.
Fue entonces cuando llego la noticia de cómo pilotos
alemanes al servicio de los rebeldes españoles habían
bombardeado Guernica, masacrando a la población civil.
¡¡¡Ahí está el resultado!!!
LAS VIUDAS
(Suena la viola y aparecen las viudas por el escenario y la
Mujer Danza)
VIUDA 3: No el sol, sino la súbita bombilla pálida ilumina la
artificial materia de la muerte
VIUDA 2: El espacio infinito de una sola agonía, las
repentinas formas rotas en mil pedazos de vida violeta sobre
la superficie lívida del gris.
VIUDA 3: No el sol, sino la pálida bombilla eléctrica del frío
horror qué hizo nacer el gris coagulado de Guernica.
VIUDA 4: Nadie puede tender sobre tal sueño el manto de la
noche, callar el grito, tal lámpara extinguir que alumbra la
explosión de la muerte interminable, la cámara interior donde
no puede reposar ni morir en el gris Guernica la memoria.

MUJER/DANZA: La Villa está en Vizcaya.



En un valle a diez kilómetros del mar y a treinta de Bilbao, la
capital.

Tiene siete mil habitantes.

El día de mercado, los habitantes de los caseríos se reúnen
en la plaza para vender sus mercancías y comprar lo que
necesitan para la semana.
El veintiséis de abril de mil novecientos treinta y siete.
Era lunes. Día de mercado.


VIUDA 4.- A las cuatro y media de la tarde, las campanas


doblaron.

VIUDA 3.- Anunciaban la proximidad de la aviación.

VIUDA 2.- Entre las montañas que rodean el valle apareció
un aparato.
VIUDA 3.- El pueblo se agitó.

VIUDA 4.- Después, aparecieron más aviones.

VIUDA 3.- La villa nunca había sido bómbardeada.

VIUDA 2.- Las primeras bombas hundieron algunas casas.

VIUDA 4.- La población se precipitó despavorida, a los
refugios. ¿Cuántas mujeres y niños se amontonaban en cada
uno?

VIUDA 3.- Mucha gente huía de la ciudad.

VIUDA 2.- Pero las calles y los campos eran ametrallados.

VIUDA 3.- Algunos se retorcían moribundos en el suelo.

VIUDA 4.- Dentro de los refugios, los llantos angustiosos se
mezclaban con los rezos del pueblo castigado.

VIUDA 3.- Cada oleada de aviones descargaba su mortífera
carga.

VIUDA 2.- Las casas se desplomaban sobre los hombres.

VIUDA 3.- Corrían por las calles, sobre montañas de
escombros, entre las llamas que envolvían los edificios. Los
aviones les ametrallaban.
VIUDA 4.- Dos hijas murieron agarradas a su madre cuando
las tres corrían hacia un refugio.

VIUDA 3.- Unos jóvenes fueron ametrallados dentro de las
aguas del estuario. Se habían refugiado allí para escapar del
bombardeo. Muchos murieron.

VIUDA 2.- Los cazas volaban muy bajo y ametrallaban a los
que se refugiaban en los bosques.

VIUDA 3.- Los bombardeos empezaron poco después de las
cuatro y media de la tarde. 

VIUDA 4.- Cada veinte minutos llegaba una oleada. Acabaron
a las ocho menos cuarto.

VIUDA 2.- ¿Por qué bombardearon aquella villa?

VIUDA 3.- Fue una especie de banco de prueba. Es
lamentable y cobarde bombardear a la población civil
indefensa

 VIUDA 4.- Todo quedó destruido. La última luz de la tarde
mostró a los supervivientes un cementerio entre ruinas y
llamas.

VIUDA 2.- Entre los escombros y en los campos próximos
yacían mil setecientos cincuenta y cuatro cadáveres y sufrían
ochocientos ochenta y nueve heridos.

VIUDA 3.- Ése fue el balance del bombardeo de Guernica.

(Comienza a sonar el Violoncello. Salen la mujer del incendio


y mujer que mira la luz, la Mujer y las viudas interactúan con
ellas)

MUJER DEL INCENDIO


Estoy en la cocina.
Todos han salido y yo recojo la mesa.
Suenan las campanas.
Ruido de aviones.
Explosiones.
Lejos.
Ahora cerca de la casa.
Voy a la ventana.
De la plaza llegan gritos.
La gente corre.
Ellos, los míos, no llegan.
Una bomba ha estallado en la casa.
Hay cascotes por todas partes.
Del granero sale humo.
Algo se quema.
Las bombas me aturden.
Los míos se habrán refugiado en algún lugar.
Las llamas asoman por los tejados.
Los techos se desploman sobre los muebles y el suelo.
Las sábanas, los manteles, las cortinas arden.
El humo me
asfixia.
Quiero salir de la casa.
Muchas otras casas están incendiadas también.
El pueblo entero es una antorcha.
Es inútil salir.

El fuego ha prendido mi ropa y mi carne.
Grito desesperada.

Mientras mi cuerpo se consume, transmito las llamas a lo que
estaba sin arder.

MUJER QUE MIRA LA LUZ


Hago el amor con el hombre, en la alcoba, todo cerrado, casi
a oscuras.

Fuera hay luz a borbotones.

Cuando me consumo en el abrazo, doblan las campanas y
los gritos de los niños que juegan en la calle cesan.
Es el bombardeo.

Le abrazo.
 Me abandono.

Le dejo hacer sin querer oír las explosiones.
Los cristales saltan hechos añicos.
El techo se hunde sobre la cama y la abandono.
 La cama ha
quedado destrozada y él, atrapado entre los hierros
retorcidos.

Salgo fuera, a la luz que me deslumbra.

Corro desnuda, entre la gente que huye espantada.

Alzo la cabeza para no ver el horror que hay junto a mí y el
resplandor del sol sobre las bombas que caen me ciega y no
distingo nada.

La destrucción me rodea, pero sólo siento él semen que llevo
dentro.

Algo estalla delante de mí.

Rasga mi vientre y me duele.

Los trozos de metralla revientan mis pechos.

Me arranco los ojos con los dedos.

Vuelvo a la oscuridad de la alcoba.

Siento correr por todo el cuerpo la sangre.

Muero cuando más amaba.

Quiero ver algo de luz, pero ya no puedo.

(Aparecen el caballo, el toro y el Guerrero que lleva sujeto por


una soga al caballo)

CABALLO
He traído al guerrero hasta aquí.
¿El guerrero venía a defender o a atacar?
No importa.
Si es guerrero, le acompaña la destrucción.
No me maldigáis por haberle traído.
Antes fui caballo de pica y he sentido el dolor de las heridas
cuando me ponían frente al toro.
Me corneaba las entrañas, pero nunca hería a su enemigo, el
que me cabalgaba y manejaba el hierro.
Soy uno más entre
vosotros.

Las bombas y la metralla también caen sobre mí.

¡Vamos! Aún puedo ayudaros.
Cabalgadme y huid del fuego.

Mi vientre se ha abierto.
Asoman las entrañas.
Hieden.
Cosed
la herida con sogas y tendré tiempo de sacaros al campo.
Galopo.
Galopo y siento que las entrañas van quedando en el
camino.
Galopo y saltan chispas de los cascos.

Las calles desaparecen bajo los escombros y nacen caminos
nuevos pavimentados de cadáveres.

Tengo la cara desencajada.

Los ojos se salen de sus órbitas.

Los piso. 
Destrozo la carne que ya han destrozado las
bombas.
Estoy bañado en sudor.
Me revuelco en una nube de
polvo.

TORO
Estoy tranquilo en el silencio de la dehesa.

Nada ensucia mi piel brillante, aunque la otra piel de toro esté
rasgada.

¿Qué cosa viene a herir o a romper aquel enjambre de
aviones y por qué las campanas se asustan?

Caen bombas.
Son como banderillas de fuego sobre la gente.

¿Cómo reacciona mi bravo hermano en el ruedo cuando se
las hincan?

Este campo ya no es apacible.
Huyo.
 Corro entre la gente que
también huye. 
No me temáis.
El símbolo sagrado de la mitología popular tiene tanto miedo
como vosotros. 
Quisiera que fuera de noche y dormir.

Pero este callejón me lleva al ruedo dónde se celebra la gran
corrida.
Ya sé lo que se siente en la plaza ante el castigo. Ya noto en
mi carne la punzada de una bala.

¿Se acepta o sé resiste?
¡Rabia!
¿Cómo se puede resistir?
¿No se habrán hecho la misma
pregunta que yo los que ya han muerto?

¿Cómo se puede no aceptar estando acorralado, condenado
a participar en la fiesta de sangre?

Vuelvo la cabeza hacia los aviones.

No quiero ver más cadáveres a mis pies, ni oír los estertores
de los moribundos.

Toda la piel de toro está bañada en sangre e indignidad.

Estoy aturdido, herido de muerte.

Por la boca escupo un chorro de sangre negra.

GUERRERO
Lo que soy: un guerrero y hago la guerra.
 No soy un hombre
normal. No trabajo para la paz.

Caigo del caballo y me rompo. 
Soy como las figuras de
escayola.

No derramo ni una sola gota de sangre, ni siquiera cuando los
cascos me golpean.

Oprimo la espada con fuerza. Está rota, pero todavía sirve
para destruir. 
Los brazos y las manos con sus músculos de
aristas han aprendido a manejarla.

Cumplo las órdenes que recibo: sujetar siempre la
espada.
¡Que nadie me la arrebate!

¿Pero alguno de estos piensan luchar contra mí?
Gritan.
Corren y gritan.
 Ninguno me mira.

Pasan sobre mí como sobre las ruinas de sus casas.

¿De qué se asustan?

Es la guerra.
 La heroica guerra.

Deteneos. 
No huyáis.

Quiero arengaros y convenceros de que la guerra es cosa
que nos atañe a todos.

Es violenta, pero no cruel.
 Trae siglos de dominio y gloria.

Los pies de las gentes reducen a polvo mi cuerpo.

No me escuchan.
 No me admiran.

Las bombas arrojan sobre mí cadáver muros de piedra.

Estoy cerrado en un tumba espesa y desconocida.

¡Señaladla para que rindan a mi cuerpo honores militares!
¡Señaladla!
(Aparecen la flor y el pájaro)

FLOR
Soy la primera flor nacida este año.
Me riega la sangre que
corre junto a mí.
Cuando llueva, el agua arrastrará la carne podrida de los
muertos y me alimentará.
 En unas horas seré el único ser
vivo.
 La flor hermosa en un campo de cadáveres.
Una flor atada a la tierra, sin posibilidad de escapar. 
Respiro
el aire que circula a ras del suelo.
También está podrido.
 Voy
a morir ahogada, pero mi agonía será la más lenta de todas.
¡Viejo roble, tú aún respiras limpio!
Si una bomba te derriba, cae sobre mí y destrózame.

¿Para qué sirvo?
¿Quién va a contemplar mi belleza si no hay
tiempo para la admiración?
Todos somos insignificantes ante la magnitud de las bombas.

Me asfixia el olor a estiércol.

Me cubre el polvo de escayola del cadáver que tiene un hierro
en la mano. 
No sangra. 
No tiembla en los estertores últimos,
mientras se descompone.
¿Y si su hierro afilado me cortara el tallo?
 Sería mejor.

Han cesado los ataques. 
Silencio, Ni un grito, ni un quejido.

Los aviones regresan, pero ¿por qué los hombres continúan
callados?

De nuevo, las bombas, la metralla, el resquebrajarse de los
edificios y el crepitar de los hierros al fuego.

Los hombres no han callado.
¡Han muerto todos! 
El pueblo ya es un cementerio. 
Una
tumba grande.

He quedado sola, muriendo lentamente.

PÁJARO
Sobre los tejados el espacio es ancho.
Vuelo, Planeo.

Desciendo y enseguida remonto el vuelo.
Los ruidos son los normales. Llegan apagados desde el
pueblo.

De pronto, en las alturas, se hace un silencio absoluto.
Advierto algún peligro.

Después, el doblar de las campanas llega atronador.
Vienen aviones.

Una línea recta en el aire.

Vuelo desorientado.
Me refugio en un alero.

Estallan las primeras bombas y la casa se desmorona sobre
el suelo.

Huyo en medio de una sensación de inseguridad y desnudez.

La paz es una paloma.

¿Puede la paloma cubrir con sus alas extendidas a las
víctimas inocentes?

Las bombas quebrarían sus alas.

El estruendo rompe mi tímpano.

Pierdo el sentido de la orientación.

Me mareo y siento que me precipito en el vacío.

Escucho a mi lado el silbido de las bombas que caen más
deprisa que yo y enseguida asciende el ruido de las
explosiones.

Entro por una ventana.

Choco contra las paredes de la habitación y caigo sobre la
mesa.
Tengo un ala rota.
 Me tambaleo.
 Me ahogo.
 Alargo el cuello
en un intento de encontrar más aire.
 Abro el pico.

Veo en el techo un gran agujero y el cielo.
 Ya no puedo
intentar alcanzarle.
 Y aunque pudiera, ¿para qué?

Los aviones son sus dueños.
(Aparece la mujer con niño muerto)

MUJER CON SU HIJO MUERTO


El bombardeo.

Yo pensaba:
son aviones que van a la guerra
pasan sobre
nosotros camino de los sitios en donde hay soldados que
luchan.

Cuando tú seas grande, esta guerra habrá acabado y no
vendrá otra.

Conocerás sus horrores por lo que los viejos te cuenten.

Tu padre es soldado.
 Está allí, con los otros soldados.

Pero las bombas caen aquí, sobre nosotros.

Debe ser un error.

Hay que salir del pueblo. 

Llegar a un sitio en el que estemos a salvo de las bombas.

Corro con el niño en brazos.
 Cruzo calles y plazas.
Todo se
hunde.
 Los caminos se cierran.

¿Por qué mi cuerpo es tan frágil que no puede defenderte?
Un avión me ametralla. 

Corro y me persigue.
 Lloro.
Me desespero.

El niño está muerto.

Caigo sobre él. 
Mi cuerpo le envuelve.

¿Qué tengo ahora que defender?

Mis pechos ya no amamantarán nada, porque ya no tengo
hijo, ni está el hombre que hirió mi sexo una vez.

Siento cerca el aliento de un toro.

El macho.

¡Machos que engendráis hijos que luego matáis!

El avión vuelve para ametrallarme.

Extiendo las manos y pregunto al que le guía:
¿Ya para qué? ¿Eres tú el responsable de la muerte de mi
hijo?
¿O quién?

(Los personajes se van incorporando con la ayuda de las


Viudas y quitandose la mascara forman un grupo que avanza
para arropar a la mujer de la lampara)

PORTADORA DE LA LÁMPARA
El zumbido de los aviones se acerca.

Este pueblo es su meta de hoy.

Os lo anuncio: traen la destrucción y la muerte.

Huid antes de que lleguen.

Nada podéis contra ellos. 
Es tarde.
Ya arrojan su carga sobre
nosotros. 
Nada puedo hacer para evitarlo.

Mi gesto, como el vuestro, es de terror.

Grito mi indignación, porque vuestras voces se pierden entre
los escombros y son ahogadas por el estruendo de las
bombas.
Recorro la ciudad.
Ilumino cada rincón buscando los triunfos de la muerte.

Alzo la vista y maldigo a los aviones que cubren el cielo y a
los que emplean las armas para matar.

No puedo traeros la paz, pero no voy a predicar tampoco la
venganza.

Cuando la noche os cubra, mi lámpara seguirá encendida
señalando al mundo el lugar en que se ha consumado el
crimen.
Nadie puede ignorar mi denuncia.

Transmitidla cuantos estáis aquí.

Evitad que los hogares sean destruidos por el fuego.

Lamentad que los hijos mueran asesinados en los brazos de
sus madres.

Este que agoniza retorciéndose de dolor es un pueblo
inocente.
Encended vuestras antorchas y mantenedlas así mientras en
el mundo los pueblos sean destruidos y sus gentes
asesinadas.
(Ha dejado la lampara en el centro del proscenio y se retira
junto a sus compañeras)

OSCUTO TOTAL

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