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Reseña descriptiva

Aguiar E. Silva, Vitor Manuel. (1972). Teoría de la literatura.


Madrid: Gredos.

Capítulo: “El concepto de literatura. Teoría de la literatura”

Valentina María García Torres.


Introducción a la literatura.
Universidad del Atlántico.

Esta obra nació de los cursos de Teoría de la Literatura que dirigía el autor en la Facultad de Letras de

Coimbra en los años lectivos de 1962 y 1963, tiene como fin contribuir de manera significativa al

estudio del fenómeno literario, en la que se establecen programas y rumbos de investigación al estudio

de esta disciplina tan fascinante y compleja, fue escrita por Víctor Manuel de Aguiar e Silva, poeta,

filólogo y profesor portugués del siglo XX, quien expresa y concibe la literatura como una forma

insustituible para que el hombre se conozca a sí mismo. La obra constituye un aporte de gran valor para

quienes desean conocer acerca de esta actividad artística que construye realidades y que nos permite

expresar y experimentar diversas emociones a través de las palabras escritas que nunca mueren, sino

que trascienden con el tiempo.

En el primer capítulo se evidencian algunas características esenciales que posee la literatura, entre ellas

encontramos que su vocablo se encuentra afectado por la polisemia, es decir, que presenta varios

significados, lo que dificulta instaurar un concepto estable para la misma; la palabra literatura, deriva

del latín “literatura” que significaba el arte de saber escribir y leer. Dicho significado estuvo vigente

hasta el siglo XVIII, en el que se comenzó a utilizar la palabra poesía y, en el caso de los escritos en

prosa se empleaba el término elocuencia. Hacia el fin del mismo siglo, literatura adquiere un nuevo

significado que designa al conjunto de obras literarias de un país. Tal es la evolución del vocablo, que
para los siglos XIX y XX continúa cambiando. En el texto se aclara que, de todos los sentidos

expresados anteriormente, solo nos interesa el de literatura como actividad estética y sus obras.

En el inciso cuatro del primer capítulo, se menciona la siguiente frase «la obra literaria constituye una

forma determinada de mensaje verbal», lo que nos lleva al esquema de comunicación creado por

Roman Jakobson, en el que se presenta al autor como un emisor y la obra como el mensaje que será

descifrado por un receptor, es decir, el lector; esto es válido para todas las formas de comunicación

humana.

Prosiguiendo con el contenido del texto y con este lingüista, fonólogo y teórico literario ruso,

encontramos un estudio fundamental sobre la caracterización del lenguaje hecho por él, en el que

distingue seis funciones básicas en la comunicación verbal: la emotiva, la apelativa, la referencial, la

fática, la metalingüística y la poética. Siendo esta última esencial en un texto, dado que su función es

que el mensaje pueda crear su propia realidad; esto a partir de que la literatura misma en un proceso

intencional, crea un universo de ficción que no se indentifica con la realidad empírica. ¿A qué nos lleva

eso? A confirmar y enlazar otra de las características del lenguaje literario, que expresa que este es

semánticamente autónomo al poseer la capacidad y el poder para crear y estructurar distintos mundos

expresivos de forma idónea y completa.

Por otra parte, el autor también hace referencia a tres cualidades importantes de dicho lenguaje, que

son: plurisignificación, es decir, que el signo lingüístico es portador de múltiples dimensiones

semánticas; imprevisibilidad, aquella percibida en el uso del lenguaje y que genera incertidumbre; por

último la relación entre significante y significado, Dámaso Alonso afirmaba que «siempre existe una

vinculación entre significante y significado», entendiendo por significante una sílaba, un acento, una

variación, etc; dando incapie a un carácter verdaderamente destacado del lenguaje literario: el valor

sugestivo, la capacidad expresiva de las sonoridades que el escritor utiliza.


Cabe destacar que la obra nos ofrece un concepto preciso de obra literaria, que son, como hemos

mencionado, aquellas en las que el mensaje crea de forma imaginaria y creativa su propia realidad;

además su verdad es verdad de coherencia y consiste en una necesidad interna.

Cuando nos acercamos al final de este primer apartado, el autor nos incita a continuar leyendo con la

siguiente pregunta, ¿será posible una teoría de la literatura, aunque, según ciertos estetas y críticos, la

obra literaria sea individualidad absoluta, unicidad pura, enigma particular, e irreductible?

Necesariamente, estamos invitados al diálogo crítico, a estar en desacuerdo, y a ser analíticos. Es por

esta razón, que la obra se convierte en una excelente opción para leer si deseamos nutrir nuestros

conocimientos respecto a este arte.

Buena redacción, se ve que hiciste una buena lectura pues das cuenta de los conceptos más relevantes

del capítulo.

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