Está en la página 1de 10

CERVANTES

EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA (1547-1616)


1. Cervantes: entre el Renacimiento y el Barroco.
- Relación vida-obra.
- Caracteres diferenciadores (fusión géneros literarios, mezcla armónica de la
retórica culta y la naturalidad familiar de la lengua hablada, ideales renacentistas
mezclados con aspectos de la realidad humana).
2. CERVANTES POETA.
3. CERVANTES DRAMATURGO:
- Teatro clasicista.
- Comedia Nueva.
- Entremeses.
4. CERVANTES NOVELISTA:
- Géneros:
· Novela Pastoril.
· Novela morisca.
· Novela bizantina.
· Novela picaresca.
· Novela corta italiana.
· Libros de caballerías.
- Las Novelas Ejemplares.
5. EL QUIJOTE.
- Ediciones de la obra: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605).
Quijote apócrifo de Avellaneda (1614). El ingenioso Caballero don Quijote de la
Mancha (1615). ¿Por qué se cambia el título de la primera a la segunda parte?
- Influencias presentes en la obra.
- Intención del autor: parodia de las novelas de caballerías (título, personajes…)
- Estructura de la obra. Estructura externa. Estructura interna (Interpolaciones o
historias interpoladas). Aventuras Andantes y Aventuras Fingidas.
- El tiempo: tiempo de la novela y tiempo histórico. Referencias en la novela a
hechos reales (como la publicación del Quijote de Avellaneda…)
- Espacio: Anatopismos (espacios reales). Estudio de Francisco Parra Luna que
sitúa el “lugar de la Mancha…” en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).
- Narración: Autores. Procedimientos narrativos. Narrador. Ritmo narrativo.
- Personajes: Aludidos. Fingidos. Fantásticos. Interpolados. Personajes principales
y caracterización.
- Sanchificación de don Quijote y Quijotización de Sancho Panza.
- Técnica y estilo. Características.
- Lengua. Variedades.
- Trascendencia de la obra.

1
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

1. CERVANTES: ENTRE EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO.


1.1 RELACIÓN VIDA-OBRA.

Miguel de Cervantes Saavedra nace en Alcalá de Henares en 1547. Al igual que su abuelo y su
padre, lleva una vida azarosa e itinerante que se ha relacionado con el supuesto origen
converso de la familia, aunque no se ha podido demostrar. Recibe en su educación un
profundo conocimiento de los autores clásicos y una sólida formación humanista. Viaja a Italia
en 1570 y se empapa de su arte y literatura. Participa en la batalla de Lepanto, donde recibe
varias heridas, entre ellas la que causó la inmovilidad de su brazo y que le dio el sobrenombre
de “el manco de Lepanto”. Posteriormente se embarca en diversas campañas militares por
Italia. Es apresado por piratas cuando regresaba a España y pasa 5 años en Argel (etapa
recreada en varias obras, como Los tratos de Argel, Los baños de Argel, y el relato de El capitán
cautivo dentro de El Quijote). Liberado por los padres trinitarios, encuentra arruinada a su
familia y no se reconocen sus méritos militares. Vuelve al mundo de las letras, concretamente
al teatro, para ganarse la vida. Se casa en 1584 con Catalina de Salazar y publica un año
después La Galatea.

En 1587 empieza a recoger víveres para la Armada Invencible de Andalucía, pero al quebrar su
banquero, es encarcelado por no pagar los impuestos. Busca mejor fortuna en Valladolid,
donde está la corte, y publica la primera parte de El Quijote (1605), gestada posiblemente
durante su estancia en la cárcel. Es encarcelado de nuevo al ser acusado infundadamente de
asesinato. Se traslada posteriormente a Madrid, donde pasa sus últimos años con serios
problemas familiares: la muerte de varios hermanos, las desavenencias con su primera hija
(fruto, al parecer de una relación previa), la muerte de una nieta, los continuos cambios de
domicilio y los acuciantes problemas económicos. Es bajo la protección del conde de Lemos y
del Arzobispo de Toledo, que alivian parcialmente sus necesidades económicas, que publica las
Novelas Ejemplares (1613), Viaje al Parnaso (1614), y la segunda parte de El Quijote (1615),
dejando inacabada Los trabajos de Persiles y Segismunda, que aparecerá tras su muerte,
producida el 23 de abril de 1616.

1.2 CARACTERES DIFERENCIADORES.

Su labor literaria surge paralela a su experiencia vital, por lo que, poniendo como punto de
inflexión su cautiverio en Argel, podemos hablar de dos etapas: la ilusión de su juventud
heroica y el desengaño de su madurez, llena de problemas. Esta doble experiencia aporta una
nueva manera de entender la relación hombre-mundo: La libertad, Sancho, es uno de los
más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse
los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra
se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que
puede venir a los hombres. (El Quijote)

Por su formación, acepta la estética e ideales renacentistas (amor como adoración casi
religiosa, ideas clasicistas del teatro, reflejo de sus ilusiones heroicas…), pero por su propia
trayectoria, introduce la preocupación por el hombre, el ansia de verdad, la angustia y la

2
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

imaginación humanas. Estas circunstancias hacen que su obra presente, con relación a su
época, caracteres diferenciadores:

- Funde con una nueva técnica las formas de la novela anterior. En él encontramos todo,
pero transformado. Su mérito está en el intento de reproducir, a través del arte
narrativo, la vida en toda su complejidad.
- Su expresión armoniza la retórica culta y la naturalidad familiar de la lengua hablada.
Une los más diversos estilos (cómico y dramático, caballeresco y rústico, pastoril y
cortesano) dándoles un ritmo nuevo, natural y espontáneo.
- Presenta en sus obras los ideales renacentistas de heroísmo, culto a la belleza y
búsqueda de perfección, pero los mezcla con aspectos de la realidad humana. Así,
aparecen en El Quijote dos posiciones esenciales: idealismo y realismo.

Con todo, Cervantes simboliza al hombre de su tiempo, con heroicidades y derrotas, en el


trance decisivo de la historia: el dramático momento en que el espíritu español comienza a
apagarse.

1. CERVANTES POETA.

La gran mayoría de sus creaciones poéticas se han perdido. Aparte de algunos poemas que se
han conservado manuscritos y de otros que se encuentran insertos en dramas y novelas, sólo
publicó una obra en verso, El viaje del Parnaso (1614). Presenta aquí en conflicto a los buenos
y malos escritores, por lo que es una obra interesante por sus juicios literarios y por las
referencias autobiográficas que contiene. En general, Cervantes como poeta es un escritor
culto empapado de la tradición clásica e italiana.

2. CERVANTES DRAMATURGO.

Sus obras teatrales no fueron excesivamente apreciadas en su tiempo, aunque sí recogieron,


como él mismo dice el general y gustoso aplauso del público. Crea su teatro en un momento
de cambio en escena, cuando se produce la lucha entre la concepción clasicista y la nueva
comedia barroca. Ese dilema, resuelto con el triunfo de Lope de Vega y su Arte nuevo de hacer
comedias, obliga a Cervantes a fluctuar entre la orientación renacentista y la nueva comedia.

Siguiendo las fórmulas clásicas, que implican la observación de las tres unidades, un tema
noble y un lenguaje elevado, creó su teatro clasicista: Los tratos de Argel y Numancia.

El éxito del público le llega con otra fórmula teatral, la comedia nueva marcada por Lope de
Vega, que defiende la mezcla de lo cómico y lo trágico, prefiere el verso octosílabo y no
respeta las tres unidades. Cervantes se acerca a esta tendencia progresivamente a pesar de
que no es de su agrado. Escribe 8 comedias en las que destaca la caracterización de los
personajes, su profundidad psicológica y la variedad de temas tratados. Sobresalen, entre
ellas, Los baños de Argel, Pedro de Urdemalas, y El rufián dichoso.

3
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

Además de las obras anteriores, publicó entremeses, obras de un solo acto, con carácter
humorístico y tema popular, que se representaban en los entreactos de una obra larga. Para
ellos, sigue la tradición de Lope de Rueda. En ellos, Cervantes crea personajes y tipos
populares de la época. Los más logrados son El retablo de las maravillas y La guarda
cuidadosa.

3. CERVANTES NOVELISTA.

Será sin duda en el campo de la novela en el que Cervantes sobresalga de manera innegable.
Su tarea como narrador le llevó a experimentar con la mayor parte de los modelos narrativos
previos y, por ello, será un autor clave en la renovación de los géneros literarios que se dará en
el Barroco. Así, casi todas las fórmulas narrativas del siglo XVI son ensayadas por Cervantes: el
libro pastoril (La Galatea), el libro de caballerías (El Quijote), las novelas cortas italianas
(Novelas ejemplares), novela de aventuras o bizantina (Los trabajos de Persiles y Segismunda).
No obstante, Cervantes no se limita a recrear el acervo literario de su tiempo, sino que acierta
a convertir su cultura libresca en materia viva, lo que hace que sean fundamentales en su
propia obra las relaciones entre la vida y la literatura.

Su primera novela, La Galatea, sigue la estela de los libros pastoriles y desarrolla el tema de los
amores entre pastores, incluyendo además digresiones de crítica literaria, juicios teóricos…

Su última obra, el Persiles, sigue el molde de la novela bizantina, donde los enamorados
protagonistas, tras peregrinar y pasar por variadas peripecias, terminan su periplo felizmente;
sin embargo, fiel a la importancia literaria del principio de verosimilitud, procura que los
hechos narrados resulten creíbles.

Si no hubiera escrito El Quijote, es muy posible que Cervantes hubiese pasado a la historia de
la literatura como el autor de las Novelas ejemplares. Se trata de una colección de doce relatos
cortos (1613). En el prólogo, el autor dice que con esta obra es el primero en novelar en lengua
castellana, lo cual es cierto si se tiene en cuenta el significado literario del título, ya que
“novelar” sería, realmente, escribir relatos cortos, y el adjetivo “ejemplares” remite al género
medieval de los exempla (presentación de un ejemplo con extracción de moraleja). Pesa a la
variedad de las 12 novelas, suele agrupárselas en dos grupos, ya que en uno domina el
tratamiento realista de personajes y ambientes (Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera,
El celoso extremeño, El casamiento engañoso, y El coloquio de los perros) en tanto que en el
otro hallamos un tono marcadamente idealista (El amante liberal, La española inglesa, La
fuerza de la sangre, Las dos doncellas y La señora Cornelia. Combinan rasgos de ambos grupos
La gitanilla y La ilustre fregona.

4. EL QUIJOTE.

5.1 EDICIONES DE LA OBRA.

La obra maestra de Cervantes consta de dos partes. La primera, publicada en 1605 (El
ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha), es más espontánea y contiene diversidad de
4
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

elementos, mientras que la segunda (El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha), de
1615, está mucho más pensada y responde a un plan bien trazado. No obstante, entre ambas
partes existe cierto paralelismo estructural: tras unos capítulos iniciales introductorios, al
protagonista le suceden ininterrumpidamente una serie de aventuras; hacia la mitad de ambas
partes el continuo deambular del protagonista se detiene, en la venta en la primera parte y en
casa de los duques en la segunda, en donde suceden hechos muy diversos, con un marcado
cariz literario; el final de ambas parte es también simétrico: desengañado y derrotado, don
Quijote regresa a casa. Antes del desenlace, la segunda parte contiene un conjunto de
capítulos, sin paralelo en la primera, en los que Cervantes responde a la publicación del Quijote
de Avellaneda.

Esta continuación apócrifa de la obra cervantina se publicó en 1614 firmada por un tal Alonso
Fernández de Avellaneda, seudónimo quizá de Gerónimo de Pasamonte, autor en la época de
una autobiografía y a quien Cervantes habría tomado como modelo para el personaje de Ginés
de Pasamonte, el galeote liberado por don Quijote. Este Quijote apócrifo, literariamente
mediocre, es muy interesante porque revela la indignación que la publicación de la primera
parte del cervantino habría causado en el círculo de Lope de Vega, cuyas comedias son
satirizadas por Cervantes; por otro lado, el Quijote de Avellaneda se convierte en portavoz de
una reacción señorial ante la impertinencia que para la alta nobleza supuso la pretensión de un
mero hidalgo, Alonso Quijano, de pasar por Caballero. Es interesante ver las referencias que
Cervantes hace en la segunda parte de su novela a este apócrifo, así como las variaciones que
supuso con respecto a las intenciones que presentaba en la primera parte.

El cambio sustancial del título en ambas partes responde al éxito de don Quijote, que logra
fama con sus aventuras y pasa de ser un simple hidalgo a ser considerado formalmente
caballero.

Algunos autores han mencionado la posibilidad de que Cervantes hubiera escrito una novelita
previa a la narración de la novela, que estaría incluida en la obra, abarcando los capítulos I-VI
de la primera parte (la primera salida de don Quijote).

5.2 INFLUENCIAS.

Se han señalado numerosas influencias en la gran novela cervantina, como la idea del hombre
que enloquece leyendo, tomada de El entremés de los romances (anónimo, 1588-1591), el
escudero de Primaleón y Polendos (1534), que señala que su señor se enamora de una fea
doncella… Muchos de los episodios, sobre todo en la primera parte, son tomados de novelas
de caballerías, como el episodio de los molinos, el del vizcaíno (de El Caballero de la Cruz), el
bálsamo de Fierabrás (tomado de un cantar de gesta de igual título), el caballero de la triste
figura, reflejo del caballero de la rica figura de Belianís de Grecia, el motivo del manuscrito
encontrado, común en este género novelesco, que atribuye la obra a Cide Hamete Berengeli,
el ofrecimiento de la ínsula al escudero…

5
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

El mismo título es una imitación paródica de los más conocidos libros de caballerías: el término
”ingenioso” designaba a una persona de feliz inventiva, a un loco; el empleo de este término
frente a otros usados en obras de caballería del tipo “valiente”, “valeroso”… supone un
rebajamiento del personaje al que remite. Por otra parte, la hidalguía era el estamento más
bajo de la nobleza, el término “don” se aplicaba a personas de renombre o linaje y su empleo
en otro tipo de personajes resultaba ridículo. El apellido del caballero conlleva, para Martín de
Riquer, reminiscencias de términos como “cuixot”, parte de la armadura que recubría el muslo,
al que se añade el sufijo “-ote”, que en castellano connota un matiz ridículo también. En los
libros de caballerías solía añadirse al nombre del caballero un sintagma referido a su lugar de
procedencia, siendo ésta siempre una tierra lejana, exótica, insigne… A don Quijote se le añade
el sintagma “de la Mancha”, lugar próximo y conocido por los lectores, y por ello, cómico.

5.3 INTENCIÓN DEL AUTOR (FINALIDAD DE LA OBRA)

El propósito explícito del Quijote es, sin duda, la parodia burlesca de los libros de caballerías.
De hecho, fue leído como libro cómico durante los siglos XVII y XVIII; sin embargo, desde el
Romanticismo hasta hoy los lectores de la novela tienden a apreciar en el protagonista el ansia
de libertad, su valor, su fe en la justicia, su amor absoluto por Dulcinea… La novela sería
entonces una defensa del ideal de un mundo en el que los grandes ideales han perdido su
sentido. Estas dos interpretaciones irreconciliables son posiblemente insuficientes. El supuesto
romanticismo del libro es un anacronismo, pues Cervantes es un hijo de su tiempo, y es
impensable que proponga una interpretación romántica del mundo. Tampoco la mera
comicidad parece explicar el libro, ya que la literatura caballeresca se encontraba ya muy
desacreditada y, en verdad, la naturaleza inquebrantable de la locura del protagonista contra
todo sentido común y toda experiencia acaba por hacer patético al personaje y termina por
producir la compasión del lector. Pero es que, además de ser un libro de humor y plantear
ideas de alcance universal, El Quijote es también, primordialmente, un libro de crítica y teoría
literaria y un notable fresco de la vida española de su tiempo: en la obra, los personajes hablan
constantemente de literatura, además, se exponen de modo teórico conceptos e ideas sobre
temas, géneros y formas literarias; aún más, la misma obra es un ejercicio de experimentación
literaria: en El Quijote se encuentran relatos pastoriles, moriscos, cortesanos, poemas,
diálogos… La novela es también un retrato social donde pasean encumbrados nobles, hidalgos
o escuderos, labradores ricos o míseros labriegos,…

5.4 ESTRUCTURA.

Rojas ha estudiado la estructura de ambas partes y ha determinado que ambas tienen, como
hemos visto, una estructura externa semejante, basada en una presentación, un periodo
activista, un periodo cortesano, literario y novelesco, y un regreso. Así, la estructura interna
de ambas partes sería:

1ª PARTE 1º Periodo activista (VII-XXII)

Presentación (I-VI) 1º periodo cortesano (XXIII-XXVI)

6
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

2ª vuelta a casa. 2º periodo activista (VIII-XXIX)

2ª PARTE 2º periodo cortesano (XXX-LII)

Presentación (I-VII) Periodo final; 3ª vuelta a casa (LXIV-


LXXIV)

Las interpolaciones son elementos que se intercalan en la obra pero de los que se podría
prescindir sin repercutir en la acción principal de la misma. Algunas interpolaciones están
narradas por el propio protagonista (de la historia intercalada), como es el caso de la “historia
del cautivo” en la primera parte, o la “historia de Ana Félix” en la segunda; a veces, estas
historias son narradas a lo largo de varios capítulos por los protagonistas, otras, son narradas
por otros personajes… En la segunda parte de la novela las historias intercaladas son más
breves y están conectadas con la principal. Estas interpolaciones amplían el horizonte social de
la novela ya que introducen temas como el amor y ofrecen variedad de estilo, dándose así una
parodia de los libros de caballerías en donde están presentes el género pastoril (historia de
Crisóstomo y Marcela), el relato morisco (historia del cautivo), la novela bizantina (historia de
Fernando y Dorotea), o la novela sentimental italiana (en El curioso impertinente).

Es importante mencionar la innovación literaria que supuso la yuxtaposición de episodios que


se da cuando Sancho se despide de don Quijote para dirigirse a la Ínsula: se presentan así
acciones simultáneas en diferentes escenarios y con diferentes personajes.

Se dan dos tipos de aventuras en la novela:

- Las aventuras andantes siguen un mismo esquema estructural: el caballero recibe un


estímulo externo que lo lleva a actuar, asimila esa realidad objetiva a la realidad
caballeresca y pasa a describir su realidad subjetiva, Sancho advierte a Don Quijote de
su error, el caballero desafía o reta a alguien o algo y encoleriza después ante el
desenlace, invoca a Dulcinea, a la que se ofrece. Si vence a sus adversarios, estos son
obligados a presentarse ante Dulcinea para mostrar sus respetos, si don Quijote es
vencido, aduce que la intervención de los encantadores es la causante de su fracaso.
En resumen, las aventuras andantes son aquellas en las que don Quijote confunde la
realidad y vive una aventura creada por su propia imaginación. Estas aventuras
predominan en la primera parte.
- Las aventuras fingidas surgen por dos motivos: ante los ruegos de la sobrina y el ama
de don Quijote, los allegados fingen aventuras para ayudarlo, es el caso de la aventura
de Micomicona; los personajes conocen la historia del caballero y fingen aventuras
para burlarse de él, por lo que son programadas e iniciadas por terceros. Predominan
en ellas lo oral frente a la acción, así como la pasividad y la aceptación de la apariencia
por parte del caballero (éstas predominan en la 2ª parte)

5.5 EL TIEMPO.

7
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

El tiempo de la novela y el tiempo de la historia coinciden en El Quijote: la primera parte se


desarrolla a principios del siglo XVII, la segunda se sitúa entre 1605 y 16014, puesto que don
Quijote ve la primera parte impresa y hojea el falso Quijote de Avellaneda.

El tiempo del discurso es lineal, pero la cronología del relato muestra numerosos desajustes,
por ejemplo, don Quijote dice que su primera salida dura dos días, mientras que el ama dice
que duró tres días. En la segunda parte la cronología es más disparatada, por ejemplo, en el
capítulo 28, don Quijote afirma que sus aventuras han durado dos meses y Sancho dice que su
señor le prometió la ínsula hace 20 años. La explicación de esta contradicción es sencilla: don
Quijote se refiere al tiempo de la acción, mientras que Sancho alude al tiempo de la escritura.
Este hecho tan llamativo es una muestra más de la ironía de Cervantes.

5.6 EL ESPACIO.

En cuanto al espacio, es itinerante y sin apenas descripciones. Destaca el uso de anatopismos,


que consisten aquí en situar acciones novelescas en geografía real y cercana y no lejana y
exótica como era común en este tipo de obras.

Es posible que el misterio que encierra el comienzo de la obra en cuanto a la localización inicial
del protagonista (En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…) quede
desvelado en el estudio de Francisco Parra Luna, publicado en noviembre de 2004, que
determina que este lugar se trataría de Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real. Para
localizar dicho lugar, el estudio se basa en numerosas pistas presentes en la obra, como que se
halla “a dos días de Sierra Morena”, “a dos días y una noche del Toboso”…, si bien se admite la
existencia de contradicciones que el equipo de Parra Luna atribuye al interés de Cervantes
(que deja entrever al final de la obra), de que todas las ciudades de la Mancha se disputen cuál
es la cuna de sus personajes.

5.7 LA NARRACIÓN.

Cervantes afirma que el autor de la novela es Cide Hamete Berengeli, aunque a lo largo del
relato se nos presenta un complejo cuadro de autores, ya que en el capítulo 1º de la segunda
parte se dice que es obra de varios autores y en el 8º aparece un solo autor… Esta
ambigüedad aporta realismo a la obra, pues justifica en cierto modo determinados desajustes,
como las ya mencionadas contradicciones temporales.

Los procedimientos narrativos empleados en El Quijote son principalmente la elección de


diversas y contradictorias fuentes (autores, copistas, traductores…), el artificio del manuscrito
encontrado, la selectividad descriptiva y la inercia narrativa.

El narrador de la obra cumple dos funciones: parodiar los libros de caballerías y aprovechar
este recurso dándole mayor profundidad. Aparece en el capítulo 1º de la 1ª parte un narrador
en 1ª persona, supuestamente el que encontró el manuscrito, que se termina en el capítulo 8.
Después, el narrador se identifica como segundo autor que encuentra un manuscrito árabe

8
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

que hace traducir. En cualquier caso, Cervantes escoge para su obra un narrador omnisciente
que Sancho, cuando lee la primera parte de la obra, no alcanza a comprender.

Se observa en la novela un continuo cambio de ritmo narrativo, aunque predomina el ritmo


lento, con largos diálogos apacibles entre amo y criado, la calma del campo… El tiempo del
relato se hace más vivo en episodios en los que se acentúa el dinamismo de la acción
(aventuras).

4.8 PERSONAJES.

Aparecen en la obra más de 600 personajes, de los cuales 150 hombres y 50 mujeres hablan o
actúan. Los allegados de Alonso Quijano son de clase media rural y labradores. Los personajes
que halla en sus andanzas son personajes reales (Maritormes, el caballero del Verde Gabán…),
pero frente a estos encontramos personajes aludidos, que no llegan a intervenir, como
Aldonza Lorenzo (Dulcinea). También hay personajes fantásticos que aparecen aludidos y a los
que, a veces, se les atribuyen la intervención directa en los acontecimientos. Los personajes de
las historias interpoladas son tipos planos caracterizados de forma esquemática siguiendo los
tópicos literarios de la época.

Son descritos a través de procedimientos como el retrato, la prosopografía o la etopeya, pero


también por medio de caricaturas, descripciones literarias o su vestimenta (como símbolo de
su condición social). También se dan a conocer a través de sus movimientos y voz, la
caracterización indirecta (otros personajes), la autodefinición el diálogo o incluso los juicios de
valor del narrador.

Son Quijote es descrito como un loco, pero la lectura de la obra hace que el lector se plantee
una posible locura voluntaria. Sancho se describe remarcando su inicial dependencia a don
Quijote, aunque en la segunda parte pasa a dominar psicológicamente a éste. Es importante
señalar en este punto dos procesos que se dan entre ambos personajes y que se han dado en
llamar quijotización de Sancho Panza y sanchificación de don Quijote y que se manifiesta en
un supuesto cambio de papeles: Sancho pasa a hablar como un caballero, con su altivez y su
orgullo, mientras que don Quijote, cada vez más confundido, se vuelve más humilde y confiado
y adopta el modo de hablar de su escudero.

4.9 TÉCNICA Y ESTILO.

Es clara la constante búsqueda de efectos para mantener el interés del lector a través de
procedimientos técnicos como las suspensiones (historias que quedan en el aire), la
bifurcación de la acción (mediante las separaciones del caballero y su escudero), el cambio de
capítulo, las anticipaciones, recapitulaciones y evocaciones…

La variedad de estilo de la obra se caracteriza por su dinamismo, los chistes, juegos de


palabras, expresiones irónicas, la economía lingüística, marcado predominio de lo oral
(diálogo)… La progresividad de estilo de la obra conlleva la participación activa del lector.

9
CERVANTES
EL QUIJOTE
Lucía Gutiérrez Lage

4.10 LENGUA.

Los personajes poseen una clara conciencia lingüística y un gran respeto por el decoro, de ahí
que hallemos un lenguaje coloquial, con su variante rústica, y uno culto, con su variante
caballeresca.

4.11 TRASCENDENCIA DE LA OBRA.

Pocos han sido los que han permanecido impasibles ante una obra de esta grandeza literaria.

Hasta el siglo XVII, cuando fue publicada, ninguna obra había alcanzado semejante fama
editorial. Fue interpretada por sus contemporáneos como una novela paródica y humorística
sin mayor profundidad: Quevedo veía en don Quijote un ser grotesco.

En el siglo XVIII, la obra pasó a inspirar buena parte de la narrativa inglesa, siendo imitada por
Samuel Butler con su Hudibras, Lawrence Sterne con Tristan Shandy o Henry Fielding con
Joseph Andrews. Poco después, Cadalso intuye que bajo esta apariencia cómica se esconden
materias más profundas e importantes.

El desengaño de los románticos (siglo XIX) les lleva a interpretar la obra como reflejo de los
engaños, de la lucha entre lo ideal y lo real, y así lo manifiestan, entre otros, Schlegel, Byron o
Heine.

La huella de la obra es especialmente profunda en Rusia, donde fue publicada en el siglo XVIII.

En el siglo XX, se han vertido numerosísimas opiniones sobre la obra y se han realizado grandes
trabajos, como el de Américo Castro, Luis Rosales o Torrente Ballester.

Jorge Urrutia, director académico del Instituto Cervantes, manifestó que "Don Quijote es el
personaje de novela más europeo que ha imaginado la literatura y el más cercano a los
novelistas. La fantasía del lector no está atada por ningún elemento y es libre para soñar lo que
su imaginación desee encontrar en el libro".

Muchos escritores tienen El Quijote como libro de cabecera, y es que, según concluyeron hace
unos años los entonces 42 premios nobel, sigue siendo, a día de hoy, la obra literaria más
importante escrita por un ser humano.

10

También podría gustarte