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CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN CUARTA
ANTECEDENTES
1. Pretensiones
“1º. Que se conceda la tutela como mecanismo principal y de forma definitiva, para que se
amparen los derechos fundamentales invocados del ICBF y se declare sin efecto: (i) la
sentencia N.º 0196 proferida el 13 de noviembre de 2020 por el TRIBUNAL
ADMINISTRATIVO DEL CHOCÓ dentro del proceso de nulidad y restablecimiento del
derecho radicado N.° 27001-33-33-002-2015-00275-01 de Yassira Varela Halaby contra el
ICBF; (ii) la sentencia N.º 037 proferida el 5 de mayo de 2016 por el JUZGADO SEGUDO
ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DE QUIBDÓ (CHOCÓ) y confirmada por la
sentencia N.º 202 del 27 de noviembre de 2020 del TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DEL
CHOCÓ, proferida dentro del proceso de nulidad y restablecimiento del derecho radicado N.°
27001-33-33-002-2014-00769-01 de Ismenia Martínez Rentería y Andy Yicely Perea Segura
contra el ICBF; y (iii) la sentencia N.º 20 proferida el 19 de febrero de 2021 por el TRIBUNAL
ADMINISTRATIVO DEL CHOCÓ dentro del proceso de nulidad y restablecimiento del
derecho radicado N.° 27001 33-33-002-2014-00643-01 de Luis Eduardo Flórez Ortiz contra
el ICBF.
2º. Que, en consecuencia, se ordenen las medidas necesarias para la garantía y protección
de los derechos fundamentales del ICBF, entre otras, se ordene a las autoridades judiciales
accionadas que profieran una nueva decisión dentro de improrrogable término de quince (15)
días hábiles siguientes a la notificación del fallo que resuelva la presente acción de tutela”.
2. Hechos
1
De acuerdo con el correo electrónico de recepción de tutelas y hábeas corpus que obra en el sistema
SAMAI.
2.2. El 3 de febrero de 2015 solicitó al I.C.B.F. el reconocimiento y pago de las
prestaciones sociales a las que consideró tener derecho como consecuencia
de la relación laboral que existió en la realidad.
2.6. Las señoras Ismenia Martínez Rentería y Andy Yicely Perea Segura se
vincularon con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - I.C.B.F.
Consideró que el vínculo contractual con las demandantes había sido por un
término prolongado y que las funciones en realidad eran de carácter
permanente de la entidad; además agregó que al tener que desarrollar
funciones asignadas por el supervisor, se entendía que actuaba como
superior jerárquico y que, la vinculación contractual fue por un lapso
prolongado, debiendo cumplir horario y órdenes continuas.
2.11. El señor Luis Eduardo Flórez Ortiz se vinculó con el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar - I.C.B.F. Regional Chocó mediante la suscripción de
diversos contratos de prestación de servicios desde el 10 de octubre de 2011
hasta el 31 de diciembre de 2013, desempeñándose como profesional de
apoyo en el área financiera, concretamente de Contabilidad.
3. Fundamentos de la acción
3.1. Defecto fáctico. Consideró que el Tribunal omitió valorar adecuadamente las
pruebas recaudadas, en especial la prueba testimonial y que sin soporte
alguno indicó en las 3 providencias cuestionadas la existencia de los
elementos de dependencia y subordinación, al igual que el Juzgado
accionado en la sentencia que resolvió el proceso de las demandantes
Ismenia Martínez Rentería y Andy Yicely Perea Segura.
En los casos de los señores Yassira Varela Halaby y Luis Eduardo Flórez
Ortiz, advirtió que el Tribunal indicó en las providencias respectivas que el
Juzgado en primera instancia había llegado a establecer la subordinación a
partir de una prueba testimonial cuando en ninguno de los dos procesos se
llegó a esa conclusión fundamentado en ese elemento de prueba, por el
contrario, dijo que de manera suficiente y motivada se negaron las
pretensiones de las respectivas demandas.
Que lo que hizo fue limitarse a citar textualmente lo dicho por los testigos
pero que en ningún momento los valoró ni examinó las condiciones de los
declarantes y que por el contrario, fue el mismo I.C.B.F. el que en la defensa
ejercida en los procesos ordinarios observó la sospecha que pesaba sobre
los testimonios, con excepción del proceso del señor Luis Eduardo Flórez
Ortiz en el que el Juzgado sí verificó la existencia de un testigo sospechoso,
esto en la medida en que todos sirven de testigos de todos dentro de sus
respectivos procesos.
De esta misma prueba de los contratos que fueron celebrados por las partes,
dijo que no había prueba de las circunstancias en que cada uno de los
contratistas desempeñaron las respectivas obligaciones contractuales para
cada periodo de ejecución de cada uno de los contratos y que permitieran
demostrar de forma irrefutable los elementos de la subordinación y
dependencia.
También afirmó que el juez de primera instancia tampoco tuvo en cuenta las
pruebas recaudadas que demostraron que la demandante Ismenia Martínez
Rentería prestaba al mismo tiempo sus servicios profesionales al servicio del
Instituto Técnico en Computación y Sistemas (INTECO) por lo que mal
podría concluirse que estaba sometida a una subordinación y dependencia
del I.C.B.F.
Del término de duración de los contratos destacó el caso del señor Luis
Eduardo Flórez Ortiz y encontró que lo manifestado fue que los contratos
celebrados tenían por objeto “prestar servicios profesional (sic) como Contador,
en las diferentes dependencias del Grupo Financiero de la Sede Regional Chocó del
ICBF, en materia contable, presupuestal y de tesorería”, con lo que para la
entidad accionante, sustituyó el objeto de los contratos suscritos y que
tuvieron un alcance completamente diferente, particularmente en los 3
primeros.
“... si bien es cierto que la actividad del contratista puede ser igual a la de empleados
de planta, no es menos evidente que ello puede deberse a que este personal no
alcance para colmar la aspiración del servicio público; situación que hace imperiosa la
contratación de personas ajenas a la entidad. Y si ello es así, resulta obvio que deben
someterse a las pautas de ésta y a la forma como en ella se encuentran coordinadas
las distintas actividades. Sería absurdo que contratistas encargados del aseo, que
deben requerirse con urgencia durante la jornada ordinaria de trabajo de los
empleados, laboren como ruedas sueltas y a horas en que no se les necesita. Y lo
propio puede afirmarse respecto del servicio de cafetería, cuya prestación no puede
adelantarse sino cuando se encuentra presente el personal de planta. En vez de una
subordinación lo que surge es una actividad coordinada con el quehacer diario de la
entidad, basada en las cláusulas contractuales.”
4.1. Por auto del 26 de abril de 2021, el despacho ponente admitió la acción de
tutela, negó la medida provisional solicitada, ordenó notificar a las partes y
vinculó, en calidad de tercero con interés a Yassira Varela Halaby, Ismenia
Martínez Rentería, Andy Yiceli Perea Segura y a Luis Eduardo Flórez Ortiz,
quienes actuaron como demandantes en los procesos ordinarios; y al
Juzgado Cuarto Administrativo Mixto del Circuito de Quibdó quien profirió la
sentencia de primera instancia dentro del proceso Nro. 27001-33-33-002-
2014-00643-00.
4.2. Los señores Yassira Varela Halaby, Ismenia Martínez Rentería, Andy
Yiceli Perea Segura y Luis Eduardo Flórez Ortiz en calidad de terceros
con interés, manifestaron lo siguiente:
Por último, frente al caso de Luis Eduardo Flórez Ortiz, señalaron que las
pruebas aportadas al proceso permitían evidenciar la configuración de los 3
elementos constitutivos de una relación laboral, por ejemplo documentos
como los llamados de atención a través de memorandos, constantes
contratos sucesivos suscritos, citación de turnos en semana santa, un
informe de la Contraloría, entre otros, además de la prueba testimonial con
respecto a la que destacaron que quienes fungieron como testigos eran las
únicas personas que podían corroborar los hechos de la demanda, al ser
compañeros de trabajo quienes tenían un conocimiento directo de los
hechos.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
3
Decreto 2591 de 1991, Art. 1º: “Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces,
en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe
en su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera
que estos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o
de los particulares en los casos que señala este decreto”.
4
Los requisitos generales para la procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales
son: i) que el actor indique los hechos y las razones en que se fundamenta la acción; ii) el accionante
haya utilizado todos los mecanismos judiciales ordinarios y extraordinarios a su alcance para la protección
de sus derechos fundamentales (subsidiariedad); iii) que la acción se haya interpuesto en un término
prudencial (inmediatez); iv) que el asunto sea de evidente relevancia constitucional; v) que no se trate de
una decisión proferida en sede de tutela; vi) injerencia de la irregularidad procesal en la providencia
atacada.
5
Los requisitos especiales para la procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales son:
i) defecto orgánico, ii) defecto procedimental, iii) defecto fáctico, iv) defecto material o sustantivo, v)
defecto por error inducido, vi) defecto por falta de motivación, vii) defecto por desconocimiento del
precedente y viii) defecto por violación directa de la Constitución.
De manera pacífica y reiterada, la jurisprudencia constitucional 6 ha indicado que
cuando se interpone la acción de tutela contra providencias judiciales, el examen
de los requisitos generales de procedencia debe realizarse con especial rigor, para
no desconocer los principios de autonomía e independencia judicial, y los de
legalidad, cosa juzgada y juez natural como elementos esenciales del derecho al
debido proceso.
3.1. De manera previa considera oportuno la Sala precisar que si bien la parte
accionante plantea la existencia de los defectos fáctico y sustantivo por
desconocimiento del precedente, en realidad y como bien lo afirma la
tutelante en su escrito, este último se trata de la extensión de los argumentos
que se presentan en relación con el defecto fáctico y es más un refuerzo
jurisprudencial con el que pretende insistir en la inexistencia de
subordinación como elemento relevante para acreditar una relación laboral
encubierta, de manera que la Sala abordará el problema jurídico únicamente
desde el defecto fáctico propuesto.
6
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia SU-686 de 2015. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. Y
Consejo de Estado. Sala Plena de lo Contencioso Administrativo. Sentencia del 5 de agosto de 2014.
Proceso No. 11001-03-15-000-2012-02201-01 (IJ). M.P. Jorge Octavio Ramírez R.
En este sentido, se ha dicho que para que exista el defecto fáctico, es
necesario que de las pruebas que obren en el expediente no sea posible, de
ninguna manera objetiva y razonable, alcanzar la conclusión a la que llega la
decisión que se cuestiona. En otras palabras, que el apoyo probatorio en que
se basó el juez para resolver determinado asunto resulta absolutamente
inadecuado para el caso concreto. Porque si bien el juez ordinario goza de
una amplia facultad de valoración probatoria fundada en los principios
científicos de la sana crítica, dicho poder no puede ejercerse de manera
arbitraria.
Para analizar si el juez natural pudo incurrir en este defecto, corresponde al
juez de tutela establecer si aquel adoptó criterios objetivos, racionales y
rigurosos, en lo que respecta a la apreciación de las pruebas.
4.2. De manera previa, estima oportuno la Sala aclarar que si bien en el informe
rendido dentro del presente trámite de tutela el apoderado de los terceros
con interés, manifestó que en relación con el caso de las señoras Ismenia
Martínez Rentería y Andy Yiceli Perea Segura el I.C.B.F. no había
presentado recurso de apelación contra la sentencia del Juzgado, se trata de
una afirmación que no es cierta, pues fue precisamente con ocasión del
recurso presentado por la parte demandada - en su momento el I.C.B.F.- que
se habilitó la competencia del Tribunal para conocer del asunto en segunda
instancia, pues la decisión de primera instancia había sido favorable a las
pretensiones de las demandantes.
4.4. En el caso de las señoras Ismenia Martínez Rentería y Andy Yiceli Perea
Segura quienes demandaron de manera conjunta, el Tribunal Administrativo
del Chocó en la decisión del 27 de noviembre de 2020 dentro del expediente
Nro. 27001-33-33-002-2014-00769-01 al momento de analizar el caso
concreto, dejó establecido que en virtud del artículo 328 del Código General
del Proceso el pronunciamiento estaba circunscrito a los argumentos del
recurso de apelación, escrito que valga decir, hizo un planteamiento muy
general frente al caso concreto.
Así, luego de hacer un cuadro con la relación de cada uno de los contratos y
las respectivas fechas de inicio y terminación suscritos entre la entidad
accionante - I.C.B.F. - y las señoras Ismenia Martínez Rentería y Andy Yiceli
Perea Segura, encontró que cada uno de los contratos tenía el siguiente
objeto:
4.5. Del caso del señor Luis Eduardo Flórez Ortiz analizado por el Tribunal en el
proceso con el Radicado Nro. 27001-33-33-002-2014-00643-01, efectuó la
valoración de la prueba documental, concretamente los contratos que el
señor Flórez Ortiz suscribió con el I.C.B.F., términos de duración de cada
uno de ellos, así como el objeto contractual que consistió en « Prestar servicios
profesionales como Contador, en las diferentes dependencias del Grupo Financiero de la
Sede Regional Chocó del ICBF, en materia contable, presupuestal y de tesorería » y que
en virtud de dichos contratos « El contratista se compromete a cumplir con el objeto del
contrato a la luz de las normatividades vigentes de la contratación estatal, procesar y/o
depurar informes periódicos, proyectar observaciones requeridas por otras áreas, elaborar
cuadros y matrices conforme lo requiera, apoyar las acciones del grupo financiero, procesar
información en SIFF NACIÓN II en el Grupo Financiero - área de contabilidad».
(…)
17. La escucha del testimonio permite establecer que la declarante fue observadora
directa del modo de cumplimiento y el tipo de funciones desarrolladas por el actor en
la relación demandada con el ICBF, las que se describen como no realizadas de forma
liberal, sino sujeta a horarios, órdenes y que son de naturaleza subordinada pues
atienden al control de un superior (Coordinador del Grupo Financiero) para llevar a
cabo su ejecución, encontrándose adecuadas a la naturaleza y objeto de la entidad.
18. Entonces, constatado el objeto y las funciones que se establecieron en los
contratos suscritos entre los extremos procesales, sumado a lo dispuesto por la
declarante, se aprecian actividades que exigen para su ejecución necesaria
dependencia y subordinación, e inclusive nótese que estaba sujeto ha llamado de
atención por parte del Coordinador del Grupo, aunado a lo anterior, el hecho de que
las funciones desempeñadas por la accionante no fueron de carácter transitorio o
esporádico, característica propia del contrato de prestación de servicios. A contrario
sensu, los mismos revelan que se trató de una relación prolongada en el tiempo como
lo demuestran los contratos sucesivos que durante aproximadamente 2 años y 03
meses fueron celebrados entre el demandante y el ICBF con el fin de emplearlo de
modo permanente; la Sala al realizar una valoración bajo las reglas de la sana crítica
de las pruebas allegadas al proceso, encuentra que es posible determinar la
existencia de una relación laboral subordinada, siendo incuestionable el ánimo de la
entidad contratante de emplear de modo permanente y continuo los servicios del actor
en consideración a la continuidad de la relación y poner de presente que dentro del
material probatorio obrante en el proceso es posible establecer que se configuró el
elemento de la subordinación y continuada dependencia, de forma que se revocará la
sentencia recurrida”.
FALLA