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Corrientes literarias: Definición,

clasificación, tipos y exponentes


23/07/2022
Las corrientes literarias se han ido desarrollando a lo largo de la historia.
Gracias a ellas hoy poseemos textos de incalculable valor que, de una u
otra forma, han impactado en el pensamiento de la humanidad. De
ese modo, necesitamos conocerlas para apreciar su impacto y ampliar
nuestra cultura general.

Ese es el propósito del post que te presentamos hoy. Te enseñaremos


qué son estas corrientes, cuáles son sus características y cómo se
clasifican. Intentaremos explicar todo con mucha claridad, para que no te
quede ninguna duda. ¡Que comience el aprendizaje!
¿Qué es una corriente literaria?

Una corriente literaria es una tendencia de estilo,


ideología, estética o temas que comparten varias obras
en un momento determinado.
Es decir, estas corrientes son el reflejo de una influencia que se da en
diferentes autores y que acaba afectando su producción escrita. Como
consecuencia de ello, las obras resultantes presentan muchos parecidos.

Esas similitudes son las que permiten agrupar a los escritores, para luego
darle un nombre y una esencia a la corriente en sí de acuerdo con los
puntos en común compartidos por ellos.

Características de las corrientes


literarias
No basta con saber qué son las corrientes literarias. Para entenderlas a
fondo debemos conocer también sus características. Por esa razón las
iremos tratando a continuación.

Rasgos compartidos

Como ya señalábamos en la definición, las corrientes literarias


comparten una serie de rasgos: la ideología, la forma de narrar, el
lenguaje utilizado, las temáticas del texto en sí, etc. Incluso suelen darse
varias a la vez.

La coincidencia de todos esos puntos no necesariamente es


accidental.

Por el contrario, existen muchos factores detrás. Como ejemplos


podemos tomar la sociedad y la época en las que viven los autores. Si
hay movimientos sociales o crisis económicas, ambos influyen en lo que
ellos deciden escribir y en cómo lo presentan.

El resultado de ello es que los escritores desarrollan una visión pesimista


y, algunas veces, crítica. Es el caso de un autor como Azorín, de origen
español, quien se vio influenciado por las derrotas sufridas por España en
las colonias americanas (Cuba, Puerto Rico…).

Contemporaneidad de los autores


Como es lógico, las corrientes literarias plantean una
contemporaneidad entre los autores. O sea, los escritores viven
aproximadamente en la misma época.

Cabe señalar un dato muy importante que se suele omitir: cuando se


habla de las corrientes, el margen temporal que las compone puede llegar
a ser muy amplio.

En líneas generales, suelen abarcar un siglo, aunque algunas llegan a


ocupar más de uno.

Ese detalle implica que un autor podría empezar a escribir a comienzos


del siglo, mientras que otro lo haría ya casi al final, sin que ninguno de
los dos coincidiera en el mismo punto exacto.

Claro está, algunos autores llegan a estar mucho más cerca en el tiempo.
Sea como sea, la distancia no se vuelve un problema, dado que los
factores que influyen a los escritores y las propias obras publicadas se
mantienen durante el período.

Por consiguiente, la coincidencia de rasgos que mencionamos arriba


sucede de todas maneras, lo que a largo plazo acaba dando forma a la
corriente en sí.

Nombre representativo
Resulta evidente que estas corrientes han sido catalogadas como tal de
modo posterior. En otras palabras, los estudiosos que evalúan las
manifestaciones literarias del pasado son quienes han terminado por
juntarlas y darles la categoría que tienen.

Dentro de esa evaluación uno de los puntos más fundamentales es


darle un nombre a la corriente.

Para la denominación, los estudiosos buscan un aspecto representativo y


lo toman como base al momento de elegir el sustantivo. Así, por
ejemplo, el realismo obtuvo su nombre debido a que reflejaba la realidad
con mucho detalle y objetividad.

Ya para concluir, debemos resaltar que, a medida que ha avanzado el


tiempo, la distancia entre la corriente y la persona que la estudia se ha
hecho menor. Por ende, el nombre aparece mucho más rápido.

Oposición entre corrientes


Esta característica la dejamos de último por el simple hecho de que no se
dio en todas las corrientes literarias, sino en algunas de ellas.

Sucede que hubo corrientes que se desarrollaron en oposición a otras que existían
previamente. Dicho de un modo diferente, nacieron como una reacción.
En cuanto a por qué se genera esa oposición, debemos señalar que la
causa principal era el agotamiento de la corriente. Los nuevos autores
veían que la misma ya no podía ofrecer nada para ellos; o, simplemente,
estaban en contra de su ideal o estilo.

Retomando el ejemplo del realismo, este nació como oposición al


Romanticismo, que para los escritores realistas representaba una visión
muy subjetiva y adornada sobre la realidad.
Clasificación de las corrientes

literarias

La clasificación de las corrientes literarias es extensa. No es para menos,


ya que son muchas las que han aparecido, y cada una ha tenido una
identidad propia.

Las corrientes literarias se clasifican en:

 Literatura antigua
 Literatura medieval
 Literatura renacentista
 El siglo de oro
 Literatura neoclásica
 Romanticismo
 Realismo
 Naturalismo
 Modernismo
 Generación del 98
 Vanguardismo
 Generación del 27
 Generación del 36
 Literatura contemporánea
El período que veremos a continuación va desde la Antigüedad hasta
hace tan solo unas décadas. A pesar de ser un plazo largo, te será fácil
entender cada corriente, pues las trataremos por separado en distintos
artículos.

Literatura antigua
El período antiguo, que se ubica entre el siglo VIII a. C. y el inicio de la
Edad Media, engloba dos culturas que acabaron siendo vitales para la
conformación del mundo como lo conocemos hoy en día: la romana y la
griega.

Las obras producidas por ambas son lo que ahora denominamos


“literatura antigua”.

Tradicionalmente, dichas obras se conocen como las primeras


manifestaciones literarias de la historia. Sin embargo, otros pueblos
anteriores a los griegos y los romanos ya habían incursionado en la
literatura. Tal es el caso de La epopeya de Gilgamesh, un poema épico
originario de Sumeria.

Ahora bien, a nivel académico, la literatura grecorromana es el punto


de partida de las corrientes literarias, porque en ambas surgieron
verdaderos maestros de las letras que fueron pioneros y ejemplos a
seguir.

Sin ellos hubiera sido imposible que surgieran los autores y las corrientes
literarias que vinieron después. En consecuencia, la Antigüedad es
obligatoriamente la primera corriente que debemos estudiar.

Definición y ejemplos de literatura antigua


Características
No debemos olvidar que la literatura antigua representa el inicio de
toda la literatura. Por lo tanto, sus características se ubican en un
momento en el que los autores no tienen antecedentes en los cuales
inspirarse:

 Equilibrio forma-fondo: los textos de la literatura antigua buscan


un punto de equilibrio entre el contenido de la obra y la manera
como se presenta. Era importante para los autores que tanto la
forma como el fondo tuviesen un valor propio, sin que ninguno
predominara.
 Presencia mitológica: en este período la mitología abunda en la
producción literaria. Por ese motivo es que aparecen deidades,
semidioses y todo tipo de criaturas mitológicas. Entre los más
conocidos están Zeus, Hércules y los minotauros.
 Expresividad del lenguaje: en la Antigüedad también se
desarrollaron las figuras literarias, como la metáfora, el símil y el
epíteto. Estos recursos permitían a los autores embellecer sus obras
y elevar, así, las capacidades expresivas del lenguaje utilizado
(griego o latín).
 Predominancia del verso: la forma común de escribir en esta
primera corriente era el verso. Eso aplicaba para las textos
dramáticos, narrativos y poéticos por igual. No se utilizaba la
prosa, al menos no en la literatura propiamente dicha. Sin embargo,
la mayoría de las traducciones de las obras de esta época nos han
llegado en prosa y no en verso, ya que este último se pierde al
pasar de una lengua a otra.
Autores y obras representativas
Durante el período de la literatura antigua la producción escrita era
mucho más limitada a nivel técnico o tecnológico. No existían las
imprentas ni los libros como se conocen ahora.

En consecuencia, muchísimas obras de la Antigüedad han acabado


perdidas. Sea como sea, lo que nos ha llegado fue suficiente para que la
literatura cobrara vida:

 Homero: es el autor griego por excelencia. Fue quien compuso


la Ilíada y la Odisea, los dos poemas que fundan la narrativa en la
literatura occidental y universal. Asimismo, con ambas obras logró
dar una base sólida al uso de las figuras retóricas, lo que a su vez
estableció el lenguaje literario.
 Hesíodo: fue posterior a Homero, aunque ambos vivieron en el
mismo siglo. Su estilo y sus temáticas estaban muy vinculados a lo
campestre. Por otro lado, trató de un modo muy extenso la
mitología griega y el origen de los dioses. Esto se evidencia en
la Teogonía, que es su obra más famosa.
 Esquilo: este fue el primer tragediógrafo griego reconocido de la
Antigüedad y, por extensión, un precursor del teatro moderno. Sus
obras más conocidas son La Orestíada y Prometeo encadenado.
 Sófocles: aquí nos encontramos con otro de los tragediógrafos
griegos más importantes. Para algunos estudiosos es, de hecho, el
que mejor representa el espíritu de la tragedia. Entre las obras de
Sófocles se destacan Edipo rey y Antígona.
 Anacreonte: se dedicó a la poesía lírica. Vivió bastante; gracias a
ello tuvo tiempo de componer un sinnúmero de obras, de las cuales
nos han llegado muchas. Su temática central era el placer obtenido
a través de los sentidos.
 Virgilio: es el autor romano más trascendental. Cultivó la poesía
lírica y también la épica. Se le conoce por haber compuesto
la Eneida, poema estructurado a partir de los textos de Homero; sin
embargo, compuso muchas otras obras de gran importancia, entre
ellas las Bucólicas.
 Séneca: además de ser filósofo, Séneca fue un tragediógrafo
romano con bastante influencia entre sus contemporáneos. Su
tragedia más conocida es Fedra, en la cual aborda el mito de Teseo
y su esposa Fedra. No fue el primero en tratar ese tema, aunque su
forma de incluir violencia y sensualidad distinguen mucho su obra
de otras adaptaciones.
 Plauto: en esta ocasión nos topamos con un comediógrafo. Se
conservan muy pocas obras suyas, y las que tenemos no están
completas. Aun así, con La comedia de la olla —su texto más
popular— estableció el modelo ejemplar de la comedia romana en
general.
Literatura medieval
La literatura medieval es la corriente que empieza, como bien se puede
deducir del nombre, con la Edad Media, una etapa asociada con lo oscuro
y la superstición.

Se extendió por varios siglos, hasta aproximadamente el siglo XIV.

Para entender bien esta corriente debemos tomar en cuenta el factor


histórico. Con la caída del Imperio de Occidente, en el 476 d. C., se
marcó el fin del poderío romano y su influencia; al menos en lo que se
refiere a Occidente.
En contraste, el cristianismo (que ya para entonces era la religión oficial
de Roma) llegó a alcanzar su punto de máxima influencia en todos los
territorios que alguna vez habían sido del Imperio.

Así pues, el derrumbamiento de Roma supuso el auge de la religión


cristiana. Naturalmente, eso tuvo una influencia notable en el
pensamiento de la humanidad y, por lo tanto, en su producción literaria.

Según algunos autores, en comparación con la Antigüedad, el Medievo


no tuvo tanto esplendor (en parte por las limitaciones ideológicas de la
religión). Pero las obras de esa época siguen vigentes en la actualidad, lo
cual hace válido el estudio de esta corriente literaria.

Definición y ejemplos de literatura medieval


Características
Las características de la literatura medieval están directamente ancladas
al poder y la influencia cristiana de esta etapa de la historia. En ese
sentido, contrastan hasta cierto punto con las de la literatura antigua:

 Predominancia de lo religioso: la religión tenía una presencia


absoluta en todos los textos. Los ideales, los valores y el sentido
propio de cada obra se veía influenciada por este elemento. De ese
modo, es imposible entender la literatura medieval sin tomar en
cuenta los principios del cristianismo.
 Anonimato ocasional: si bien no sucedía en todos los casos,
muchas obras del Medievo no informan sobre quién es su autor.
Por consiguiente, han pasado a tener una autoría anónima. Con
todo, en más de una ocasión algunos críticos y estudiosos han
intentado localizar la fuente de estos textos, no siempre con éxito.
 Idealización de la realidad: para nadie es una sorpresa que
durante la Edad Media no existían las comodidades de las que
disponemos hoy. Aun así, era normal idealizar la realidad de
muchas maneras. Por ejemplo, en los textos se presentaba el amor
como algo perfecto y puro, y se daba un gran valor a la virginidad
de los enamorados.
 Rechazo de lo profano: en la literatura medieval no
encontraremos normalmente elementos o influencias que no se
ajusten a la ideología cristiana, pues todo lo ajena a ella era
considerado pagano. De hecho, cuando aparecen siempre son
planteados con un evidente rechazo.
Autores y obras representativas
Como ya dijimos arriba, durante el Medievo la propiedad intelectual no
tenía la importancia que le damos ahora; ni siquiera la que había
disfrutado durante la Antigüedad. Así, es difícil hablar de autores
representativos.

Teniendo ese detalle en consideración, es mucho más acertado


abordar las obras que reflejan el espíritu de la literatura medieval.

Vale mencionar que casi todas son cantares de gesta, que eran unos
poemas narrativos que reflejaban hazañas militares y otros valores
propios de la Edad Media. Por si acaso, iremos señalándolos, para evitar
confusiones:

 El cantar de Roldán: a este cantar de gesta francés se le considera,


si no el primero de todos, sí uno de los primeros. Está ubicado en la
época de Carlomagno y protagonizado por Roldán, un personaje
que representa el perfecto modelo del héroe medieval. A su vez, el
emperador Carlomagno es presentado como el símbolo del
cristianismo contra los sarracenos, que simbolizan lo pagano.
 El cantar de mio Cid: aquí nos encontramos con un canta de gesta
de origen español, y el modelo por excelencia de estos cantares en
lengua hispana. Retrata de manera más o menos histórica la vida de
Rodrigo Díaz de Vivar, un personaje histórico que en la obra busca
recuperar el honor perdido.
 El cantar de los nibelungos: este es un cantar de gesta alemán.
Gira principalmente en torno a la historia del héroe Sigfrido y su
esposa Brunilda, aunque incorpora también el ataque de Atila a los
burgundios. Entre otros elementos, cabe destacar la venganza como
el motor que impulsa las acciones de varios personajes.
 Los cuentos de Canterbury: son una serie de historias relatadas
desde la perspectiva de los peregrinos. Se considera que esta obra
maneja de forma magistral tanto la crítica como el humor. Al
mismo tiempo, consigue retratar con fidelidad las consecuencias de
la lujuria, de la venganza y del amor.
 La Divina Comedia: es, sin lugar a dudas, la obra más universal de
esta época y una de las más complejas de todos los tiempos. Es un
poema narrativo dividido en tres partes: “Infierno”, “Purgatorio” y
“Cielo”. El texto cuenta cómo el personaje de Dante (mismo
nombre del autor) recorre cada uno de esos lugares en una especie
de viaje de recuperación espiritual.
Sobre la Divina Comedia debemos profundizar un poco más. De este
texto se podrían señalar muchísimas cosas.

Pero lo que nos importa resaltar es su dificultad para ubicarlo en


una sola corriente.

Ciertamente, hemos elegido colocarla dentro de la literatura medieval, ya


que muchos de sus temas se ajustan a ella. No obstante, algunos de sus
planteamientos y la incorporación de elementos mitológicos
grecorromanos se escapan de esa corriente literaria.

Por ende, la Comedia está entre la literatura medieval y la renacentista,


que es la que veremos a continuación y que en buena medida restaura la
mitología profana. Esta particularidad no es extraña, ya que la obra fue
concebida a principios del siglo XIV, no muy lejos del inicio del
Renacimiento.

Consideramos necesario aclarar ese punto debido a que estamos frente a


un texto muy difícil de clasificar, mientras que los otros que
mencionamos sí pueden catalogarse en el Medievo sin ningún problema.

Literatura renacentista
Por “literatura renacentista” se entiende la producción literaria que se
desarrolló durante el Renacimiento. Este último fue uno de los períodos
de mayor creatividad dentro de la historia humana.
Los orígenes de esta corriente literaria se remontan a los finales del
siglo XIV y los principios del XV.

Fue en ese entonces cuando en Florencia las familias de mayor poder


decidieron que necesitaban un arte que las distinguiera del resto de Italia
y del Imperio.

De esa forma fue como poco a poco se desarrollaron varias


manifestaciones artísticas inspiradas en el mundo romano y griego. Los
artistas miraron hacia el pasado grecorromano, que había quedado
olvidado durante la Edad Media.

Ese movimiento, décadas después, acabó extendiéndose por las demás


ciudades italianas y por Europa. El ideal principal era hacer que
renaciera la cultura grecorromana, y de este hecho obtuvo el nombre
con el que pasó a la posteridad.

Definición y ejemplos de literatura renacentista


Características
Ya vimos que en la Edad Media la religión influía en las características
de la literatura. Aquí pasa lo mismo, pero con el mundo grecorromano
que se intenta rescatar:

 Predominancia de lo grecolatino: en la literatura renacentista la


influencia grecolatina pasa a estar en primer lugar. Eso significa
que la mitología y los ideales griegos y romanos son aprovechados
en la producción escrita, sin que haya ningún rechazo por parte los
artistas. Incluso en ciertos casos se reinterpretan los elementos del
cristianismo a partir de lo grecolatino.
 Imitación de los modelos antiguos: los autores del Renacimiento
se fijaron en los modelos literarios impuestos por los griegos y los
romanos e intentaron reproducirlos en sus propias obras. La
imitación es más o menos fiel en función de cada escritor, aunque,
en general, todos compartían la idea de que lo grecorromano era el
ideal que se debía seguir.
 La belleza de la naturaleza: para los renacentistas la naturaleza
representaba una fuente de belleza absoluta. Por ese motivo, la
tomaron como otro centro de inspiración para sus textos.
 Desarrollo del humanismo: este rasgo no está tan presente como
se ha hecho ver en más de una oportunidad. En el Renacimiento, la
literatura procuró dar un papel fundamental al ser humano y a su
sentir sin que estuviese tan determinado por los ideales religiosos.
Pero eso no significó un desplazamiento total de Dios, que siguió
siendo una figura irreemplazable.
Autores y obras representativas
En este período tenemos obras específicas que popularizaron a sus
autores y, a la vez, escritores que destacaron por varios textos. Así pues,
los abordaremos siguiendo ese mismo orden.

 La Celestina: con este nombre se conoce popularmente la


Tragicomedia de Calisto y Melibea, compuesto por Fernando de
Rojas. Se trata de un drama teatral en el que una mujer, Celestina,
se encarga de facilitar y ocultar los amores entre los jóvenes
Calisto y Melibea. La obra tiene una estructura tan amplia que es
prácticamente imposible representarla, motivo por el cual se lee
más como un relato.
 El Decamerón: escrita por el autor italiano Giovanni Boccaccio,
esta obra es en realidad una compilación de cuentos cortos que
reflejan algunas de las más bajas pasiones del ser humano. En ellos
se deja en evidencia muchas críticas disfrazadas hacia aquellas
personas que profesaban el cristianismo, pero no cumplían
correctamente sus ideales.
 El Orlando furioso: se le considera el poema narrativo más
importante del Renacimiento. Fue compuesto por Ludovico
Ariosto, y habla sobre la locura de amor sufrida por Roldán (el
mismo personaje del cantar de gesta) hacia Angélica. Toda la obra
refleja una gran ironía y un retrato más humano y menos idealizado
sobre los caballeros.
 William Shakespeare: es posiblemente el autor más famoso de
todos los tiempos. Dedicó su vida a la poesía y el teatro, aunque
fue por este último por lo que pasó a la historia. Compuso dramas
cuyos personajes representan muchas facetas del ser humano. Entre
sus textos se destacan Hamlet, Macbeth y Romeo y Julieta.
 Garcilaso de la Vega: fue un poeta español del siglo XVI.
Adquirió la esencia renacentista durante sus viajes a Italia, donde
pudo entrar en contacto con el mundo grecolatino. Esa influencia
redirigió sus poemas, que por su métrica y contenido son
considerados lo más elevado del Renacimiento español. Dentro de
su amplia obra hay églogas, sonetos y elegías.
 John Milton: este poeta inglés, perteneciente al siglo XVII, era un
gran conocedor de los clásicos grecolatinos. Estos influyeron en
sus dos poemas más conocidos: El Paraíso perdido, sobre la caída
de Adán y Eva, y El Paraíso recobrado, acerca de las tentaciones
sufridas por Jesús en el desierto. Ambas obras destacaron y siguen
destacando por su musicalidad.
El Siglo de Oro
Hablar del Siglo de Oro es bastante complicado, ya que no se trata de un
período de 100 años —como todo siglo—; además, engloba varios
movimientos literarios al mismo tiempo. Por si eso no bastara, fue una
etapa exclusivamente española.

Tradicionalmente, se toma como inicio del Siglo de Oro el año 1492,


cuando Antonio de Nebrija publica la Gramática castellana.

En cuanto al final, este se corresponde con el año 1681, que fue cuando
murió el último de los representantes de esta etapa, el dramaturgo
Calderón de la Barca.

Podemos notar que hablamos de casi doscientos años, un período mayor


de lo que se corresponde a un siglo. Sea como sea, en este período
aparecieron autores de un talento extraordinario nunca antes visto dentro
de España, que todavía estaba conformándose en esa época.

La calidad de las obras compuestas por esos escritores fue lo que hizo
añadir el complemento “de Oro”, que sirve como metáfora para
exaltar precisamente ese valor. Desde entonces, esta corriente literaria
ha sido la más fructífera y creativa en la historia de la nación española.
Definición, ejemplos y ejercicios del Siglo de Oro

Movimientos incluidos
Justo arriba dijimos que el Siglo de Oro engloba varios movimientos.
Pues bien, si queremos entender esta corriente debemos hablar un poco
de ellos, aun cuando sea de manera superficial.

Por “movimientos” nos referimos a una serie de estilos adoptados por


algunos autores durante esta etapa. Aunque fueron muchos, nos
centraremos en los dos más importantes:

 Culteranismo: fue un estilo literario en el que abundaban


estructuras y metáforas complejas, lo que dificultaba el
entendimiento del texto. Asimismo, se utilizaba mucho la sintaxis
latina y muchas expresiones propias del latín. El máximo autor
culterano fue, sin dudas, Luis de Góngora.
 Conceptismo: es el opuesto del culteranismo. En vez de enfocarse
en la forma, se daba mayor prioridad al fondo. Los autores de este
estilo construían conceptos a partir de la asociación de elementos,
con lo cual planteaban ideas muy ambiguas. Su máximo
representante fue Francisco de Quevedo.
Conviene señalar que ambos movimientos suelen ser incluidos por los
expertos dentro del Barroco. Este fue otra etapa de la literatura, pero
tuvo lugar no solo en España, sino en toda Europa; y ocurrió en
paralelo al Siglo de Oro.

Características
Las características que veremos a continuación tuvieron influencia en
todos los movimientos y estilos del Siglo de Oro. Sin embargo,
influyeron en unos más que en otros:

 Predominancia del teatro: durante el Siglo de Oro el teatro fue la


forma expresiva principal. Los autores de esta época dejaron de
separar la tragedia de la comedia —como hacían los griegos— y
fusionaron ambas en lo que ahora se denomina “drama”. De allí se
deriva el nombre “dramaturgos”, que hace referencia a quienes los
componían.
 Lo cotidiano como temática: la cotidianidad, que para los autores
de las corrientes anteriores no era algo digno de ser tratado en las
obras, pasó a ser un elemento común, especialmente en el teatro.
Los escritores partían de los sucesos cotidianos para crear sus
personajes y tramas.
 Establecimiento de modelos propios: si bien es cierto que los
autores del Siglo de Oro también aprovechaban la influencia
grecolatina, no se centraron en simplemente imitar los modelos
literarios de la Antigüedad, sino que procuraron crear los suyos.
Algunos escritores incluso crearon textos de estilo manual que
indicaban cómo hacer sonetos, dramas, etc.
 Uso preferente del verso: en esta corriente el verso volvió a
cobrar la importancia que tuvo en la Antigüedad. Se utilizaba la
prosa, pero para los textos poéticos y dramáticos se prefería el
verso. No siempre se aplicaba con rimas, sino que se jugaba con
varias opciones.
Autores y obras representativas
El Siglo de Oro fue una etapa que engloba a muchísimos autores. No
obstante, hay cinco de ellos que han sobrevivido el paso del tiempo y,
además, se han vuelto influencia para los escritores modernos:

 Lope de Vega: conocido también como “el Fénix de los ingenios”,


fue el dramaturgo por excelencia de todo el Siglo de Oro, además
de uno de los autores que más éxito disfrutó en vida. Su apodo se
debe a la inmensa cantidad de obras que dejó en vida. Entre ellas
destacan Fuenteovejuna y La dama boba.
 Miguel de Cervantes: es para muchos el autor más valioso de esta
corriente literaria. Si bien probó suerte con la poesía y el teatro, en
ninguno destacó tanto como en la narrativa. Compuso múltiples
cuentos y relatos, aunque su fuerte principal fueron las novelas. La
principal de todas es Don Quijote de la Mancha, la obra narrativa
más traducida en el mundo y la más valiosa en lengua hispana.
 Luis de Góngora: fue el escritor más representativo del
culteranismo. De hecho, fue tanto su aporte a ese estilo que este
recibe también el nombre “gongorismo”. Sus obras tuvieron una
especial influencia en Europa y América. Compuso muchísimos
poemas, y el más destacado es Soledades.
 Francisco de Quevedo: está considerado como el autor por
excelencia del conceptismo. Como poeta exploró y practicó todas
las formas líricas de su tiempo. Se dedicó también a la prosa y al
teatro, y cultivó la crítica literaria y la filosofía. Entre sus textos
principales, además de los poemas, están El Parnaso
español y Sueños y discursos.
 Calderón de la Barca: es el último exponente del Siglo de Oro. Se
destacó especialmente en el teatro. En sus textos utiliza una
fórmula de construcción muy enrevesada y compleja, parecida en
buena medida a la del culteranismo. Su obra de mayor éxito es La
vida es sueño, mas puede decirse que toda su producción gozó de
popularidad y es materia de estudio al día de hoy.
Literatura neoclásica
La literatura neoclásica es, hasta cierto punto, una
evolución del Renacimiento.
Lo grecorromano recupera su valor una vez más, solo que ahora deja de
ser una fuente cultural buscada para convertirse en un canon o modelo
impuesto a los autores.

Hay que contextualizar esta literatura en el tiempo si queremos


comprenderla. Pues bien, se la suele ubicar en el siglo XVIII, conocido
como “Siglo de las Luces”. Ese nombre se le atribuye debido a la
Ilustración, un movimiento intelectual y filosófico que ocasionó grandes
cambios a nivel ideológico.

Dicho movimiento influyó a los autores, como es lógico. En


consecuencia, procuraron apartarse de los valores medievales y se fijaron
en el mundo grecolatino, en el cual encontraron una mayor variedad de
ideas.

Sin embargo, ya en el siglo XVII hubo autores que también quisieron


darle una nueva vitalidad al mundo grecolatino rescatado durante el
Renacimiento. La influencia de sus obras fue tal que se les incluye en
esta corriente, a pesar de ser anteriores.

Precisamente de ese afán de recuperación en común surge el término


“neoclásico”, que significa ‘el nuevo clásico’. O sea, se toma la literatura
clásica o antigua y se reconstruye otra a partir de sus principios,
esquemas y modelos. Por eso esta corriente se llama igualmente
“Neoclasicismo”.

Características
Los rasgos o características de esta corriente están influidos directamente
por el contexto histórico que ya mencionamos arriba. Además, conviene
señalar que se dieron en autores de varias nacionalidades (casi todas
europeas):

 El arte como medio de enseñanza: en la literatura neoclásica el


arte tenía un carácter didáctico, es decir, poseía la finalidad de
enseñar al lector. La idea de recrear o entretener quedaba en
segundo plano, así que el autor no debía enfocarse en ella, sino en
el valor educativo de su texto.
 La razón por encima de la creencia: esta característica se
desprende directamente de la Ilustración. La razón pasó a ser el
elemento que gobernaba por encima de cualquier otra cosa. Los
dioses, las divinidades y cualquier creencia similar eran
desechados.
 Distinción entre géneros literarios: otro rasgo importante de esta
corriente es que se separaba los géneros literarios. De ese modo, no
estaba bien visto unir elementos de la poesía con el teatro, del
teatro con la narrativa, etc. Cada género debía mantenerse puro y
tradicional, sin experimentaciones de ningún tipo.
 Uso del lenguaje culto: el lenguaje utilizado por estos autores
debía ser culto y elevado. Cualquier expresión popular o dialecto
vulgar tenía que desecharse, ya que solamente la lengua culta era
digna de ser usada con fines artísticos.
 Respeto a la formalidad: la formalidad hace referencia a la
manera en la que tenía que componerse cada género. La norma era
apegarse a ella. De hecho, surgieron muchas academias que
regulaban la producción literaria e indicaban lo que era de buen
gusto y lo que no.
 Arte disciplinado: para los neoclásicos, un buen escritor debía ser
disciplinado. No debía dar rienda suelta a su imaginación ni a sus
sentimientos. Todo lo contrario, debía regular las emociones y
elaborar su obra con serenidad.
Autores y obras representativas
Dentro de los autores neoclásicos existió una notable variedad en cuanto
a los géneros literarios que cultivaron, además de un esfuerzo notable por
lograr un estilo propio y diferenciado. A continuación conoceremos los
más destacados:

 Voltaire: fue no solamente un autor de máximo nivel, sino además


uno de los filósofos más importantes de la Ilustración y de la
historia. En vida se dedicó a criticar muchos asuntos, entre ellos el
poder de la Iglesia. Sus textos, mayormente narrativos, poseen un
carácter crítico y educativo a la vez; y entre ellos se
destacan Edipo y Cándido.
 Molière: fue un dramaturgo italiano. Se destacó por tratar
innumerables vicios humanos en sus obras: la avaricia, la
venganza, la prepotencia, entre muchos otros. Asimismo, usó
muchos recursos como la sátira y la ironía. Dentro de sus dramas
más conocidos están Don Juan y El enfermo imaginario.
 Juan Meléndez Valdés: en este caso nos topamos con un autor
español. Cultivó la poesía y la dramática. En esta última tuvo
menos éxito, pues no encajaba con las normas neoclásicas de la
época. En cambio, sus poemas están catalogados entre lo mejor de
la lírica del Neoclasicismo. Su obra más conocida es el
poemario La inconstancia: Odas a Lisi, inspirado en un texto de
Góngora.
 Jean Racine: se le considera uno de los autores más importantes
que ha dado Francia al mundo. Se dedicó primordialmente a las
tragedias, las cuales compuso con una métrica muy elaborada y
con temas ya tratados en la Antigüedad. De sus obras debemos
resaltar Fedra (el mismo mito que ya vimos con Séneca)
y Andrómaca.
Romanticismo
El Romanticismo viene a ser, en buena medida, una reacción en contra
del Neoclasicismo. Si este último se caracterizaba por someter todo a la
razón y a la formalidad, el primero optó por recuperar la libertad
creativa de cada escritor.

Esta corriente se consolidó en el siglo XIX, cuando aparecieron sus


exponentes más representativos y de mayor trascendencia. No obstante,
ya en el siglo XVIII —el mismo de la Ilustración— habían surgido
algunas manifestaciones que anticiparon la literatura romántica.

El ejemplo más claro fue el Sturm und Drang.

Se trata de un movimiento surgido en Alemania durante la década de


1770. Su traducción literal es “Trueno e Ímpetu”, y refleja bastante
bien lo que fue: un intento de componer a partir de la imaginación y las
sensaciones, dejando por fuera la razón y cualquier límite creativo que
esta pudiese imponer.

El Sturm und Drang, pese a ser breve, afectó a varias ramas del arte, no
solo a la literatura. En cuanto al campo estrictamente literario, aportó los
pilares ideológicos del Romanticismo, que luego serían imitados por una
inmensa cantidad de escritores.

Características
Como podemos deducir, las características del Romanticismo son
totalmente opuestas a las del Neoclasicismo. Aquí la objetividad y las
normas estilísticas pierden importancia:

 El yo como creador: los escritores del Romanticismo le daban


extrema importancia al yo, esto es, a la primera persona. En
consecuencia, los textos solían estar escritos desde esa perspectiva,
especialmente si eran narrativos o poéticos. Este factor es el que les
permitía darles a sus obras la mayor subjetividad posible.
 Predominancia de los sentimientos: en la corriente romántica los
sentimientos de cada autor estaban por encima de todo. Sus textos
debían el reflejar el mundo tal como él lo veía, o sea, desde una
perspectiva subjetiva que no necesariamente se correspondía con la
realidad.
 Lo individual por encima de cualquier regla formal: para los
autores románticos el único modelo a seguir a la hora de componer
era el que ellos mismos se imponían. Rechazaban por completo
cualquier canon o estructura impuesta por las academias (aunque
eso no significaba que no sintieran respeto por la literatura clásica).
 Destino trágico: dentro de los textos del Romanticismo era usual
que el destino siempre fuese un elemento trágico. Nunca se
muestra a favor de los personajes, sino que normalmente los hace
vivir una serie de experiencias deprimentes y hasta fatales.
 Experimentación con los géneros: dado que los románticos no se
apegaban a los cánones formales, era común que experimentaran
con los géneros literarios. Podían llegar a unir uno con otro, o
incluso a añadir nuevos elementos para enriquecer el género en
cuestión.
 Uso libre del lenguaje: en el Romanticismo se utilizaba la lengua
con total libertad. Eso implicaba que los autores podían usar el
lenguaje culto o el popular en función de sus aspiraciones. Por esa
razón, podemos hallar en las obras románticas muchos términos o
expresiones considerados vulgares.
 Lo nacional por encima de lo universal: a los escritores de esta
corriente no les importaba exaltar ningún valor considerado
universal. Por el contrario, procuraban destacar el pensamiento y
las ideas que caracterizaban a su país.
 Adaptación de la naturaleza: la naturaleza en la literatura
romántica tiende a ser protagonista en algunas ocasiones. Pero su
rasgo más particular es que se adapta a las emociones de los
personajes. Así, se muestra calmada o se altera en función de lo
que ellos sientan.
Autores y obras representativas
En el Romanticismo hubo una alta cantidad de obras publicadas, ya que
las circunstancias históricas permitieron que algunos autores se dedicaran
de manera profesional a la escritura.

La lista sería inabarcable. Por ende, hemos preferido hacer una selección
de los escritores románticos que más influyeron en su momento y luego
de su muerte:

 Johann Wolfgang von Goethe: fue no solamente uno de los


mayores exponentes del Romanticismo, sino uno de sus
precursores, pues estuvo en el Sturm und Drang. Se destacó en
muchos campos más allá de la literatura. En esta cultivó con
muchísimo éxito el teatro y la narrativa. Sus obras cumbres
son Las cuitas del joven Werther y Fausto.
 Víctor Hugo: se trata del autor más prolífico de todo el
Romanticismo. Compuso en vida una infinidad de textos que
abarcan todos los géneros: poesía, teatro, narrativa y muchos más.
El estilo de este autor se caracterizó por la profundidad psicológica
de los personajes que protagonizaban sus obras. Entre todas ellas
sobresalen dos novelas, Nuestra Señora de París y Los miserables.
 François-René de Chateaubriand: este escritor francés incorporó
muchos elementos y valores cristianos en su producción literaria.
La mayoría de los textos que compuso se destacan por tener un
tono pesimista, algo muy propio del Romanticismo. El mejor
ejemplo de ello son sus dos novelas Atala y René.
 Alexandre Dumas: otro gran exponente del Romanticismo
francés. Al igual que Víctor Hugo, fue sumamente prolífico; sin
embargo, se cuestiona mucho si realmente escribió todo lo que
publicó. Sea como sea, se dedicó principalmente a las novelas, las
cuales componía con una estructura muy armoniosa y medida. La
más populares son El conde de Montecristo y Los tres
mosqueteros.
 José Zorrilla: este es el autor español que representa a la
perfección el Romanticismo dentro de su país. Disfrutó del éxito en
vida, y mucho más que sus contemporáneos. Los géneros que
cultivó fueron el teatro y la poesía. Para los críticos su obra mejor
lograda es Don Juan Tenorio, en la cual adapta el mito de don Juan
desde la perspectiva romántica.
Realismo
El realismo es la corriente literaria que nace en oposición al
Romanticismo. Se desarrolló en su mismo siglo, el XIX, de la mano de
autores que no compartían el ideal de la sentimentalidad y la subjetividad
por encima de todo.

Para los escritores del realismo, el factor subjetivo era un adorno


innecesario de la realidad. Eso ocasionaba que el reflejo de los problemas
de cada nación, por mencionar un ejemplo, no fuese preciso. Asimismo,
la actitud pesimista de los románticos les parecía algo absurdo.

Un hecho que tuvo mucho impacto en esta corriente fue la


Revolución Industrial.

Con ella se cambió para siempre lo que era el trabajo. Si bien supuso
muchas cosas buenas, generó también muchas injusticias para las clases
poco privilegiadas. Esa problemática social sirvió de inspiración para los
autores realistas.

Todo lo anterior no significa que el realismo acabó con el


Romanticismo. Ambas corrientes literarias convivieron por años, ya que
siempre hubo escritores que se inclinaban hacia una o hacia la otra según
sus propios gustos.

Características
Todas y cada una de las características del realismo se desprenden del
afán de los escritores por conseguir reproducir la realidad a nivel textual:

 Predominancia de lo objetivo: durante el realismo era una


prioridad ser objetivo en los textos. Debía presentarse la realidad
tal como era —independientemente de qué tan cruel fuese—, o al
menos aproximarse lo más posible a ella. El autor no permitía que
sus emociones le hiciesen alterarla.
 Nivel extremo de detallismo: en la literatura realista el detallismo
era elevadísimo. A la hora de describir personas, lugares, etc., los
escritores eran muy precisos e incorporaban todos los datos
posibles. Y si incluían información científica, se aseguraban de que
fuese válida.
 Los problemas sociales como tema: una de las fuentes de
inspiración de los autores realistas eran los problemas de su
tiempo. No se detenían a construir universos o mundos
imaginarios, sino que partían de lo que podían observar, y lo
reflejaban con mucha crudeza.
 Crítica hacia la problemática social: en esta corriente literaria,
era común que los autores, además de reflejar los problemas,
aprovecharan sus textos para emitir juicios casi siempre negativos
hacia ellos. Las obras, por lo tanto, se volvían un medio para
canalizar su desacuerdo con la sociedad y juzgar lo que creían
incorrecto.
Autores y obras representativas
En corrientes anteriores los autores tendían a ser solamente europeos. No
obstante, el realismo llegó a otros rincones del mundo, de donde también
siguieron escritores importantes:

 Honoré de Balzac: este autor, de origen francés, está considerado


como uno de los primeros exponentes del realismo. Se dedicó de
lleno a la narrativa, y pensó en idear un complejo grupo de novelas
que retratara la Francia de su época, pero la muerte se lo impidió.
Afortunadamente, sí logró crear varias obras maestras, como La
piel de zapa.
 Gustave Flaubert: también francés, fue un escritor que se destacó
por su metodología de composición. Tomaba muy en cuenta qué
lenguaje utilizar y cómo usarlo; asimismo, implementó muchas
técnicas narrativas que retomaron autores posteriores. Su obra
cumbre, de acuerdo con los críticos, es la novela Madame Bovary.
 Benito Pérez Galdós: se trata del máximo representante del
Realismo dentro de España. Además de una gran creatividad para
crear personajes, era particularmente bueno a la hora de usarlos
como medio para reflejar una problemática en sus novelas. En ese
sentido se halla encaminada Tristana, una historia sobre la
independencia femenina.
 Mariano Azuela: escritor mexicano que se dedicó a varios
géneros literarios. Pero fue en la novela en el que más se destacó.
Sus textos reflejan los problemas sociales que atravesaba México
en el siglo XIX, como por ejemplo la diferencia entre la clase alta y
la baja. Este tema es el elemento central de Los de abajo, la más
conocida de sus novelas.
 Stendhal: fue otro de los primeros autores que desarrollaron el
realismo en Francia. Cultivó principalmente la narrativa, tanto en
cuentos como en novelas. En estas se destacó más, y como ejemplo
podemos referir Rojo y negro, en la cual refleja con extraordinaria
precisión la psicología de las personas de su época según el nivel
social al que pertenecían.
 Fiódor Dostoievski: aquí estamos ante un autor ruso. Su
importancia se sostiene en que logró sobrepasar las fronteras de
Rusia y hacerse conocido en Europa. Dentro de sus textos daba
gran prioridad a los aspectos psicológicos de los personajes,
aunque su metodología no era tan cuidada como la de otros
escritores. Como máxima obra suya tenemos Crimen y castigo.
Naturalismo
El naturalismo representa, de cierta forma, la evolución del realismo
(como ocurre con el Neoclasicismo y el Renacimiento). Se trataba de
plantear la realidad con el máximo rigor científico hasta entonces
conocido.

La corriente naturalista empezó a desarrollarse durante la década


de 1870 en Francia.

Cabe señalar que se centró o se limitó al género narrativo, ya fuesen


cuentos o novelas. En consecuencia, no fue tan universal como las
corrientes literarias anteriores; tampoco contó con tantos exponentes
como ellas, aunque los que tuvo fueron suficientes como para
inmortalizar este nuevo estilo.
El nacimiento del naturalismo se debió principalmente a los avances de
la ciencia, como el desarrollo de la biología. Todos esos descubrimientos
influyeron a un grupo de autores que decidieron incorporarlos a sus
textos, con el fin de lograr un detallismo aún superior al de la
literatura realista.

Uno de ellos y el que dio comienzo formal a la corriente fue Emile Zola.
Este escritor, que además conocía bien el realismo, se mostró muy
consciente de lo que buscaba en sus obras: un enfoque preciso que dejara
al descubierto la verdad de la naturaleza humana.

Características
Entre las características del naturalismo podemos encontrar ciertos
parecidos en algunos puntos con el realismo, mientras que en otros se
aleja bastante de él:

 Máxima objetividad y rigor científico: en el naturalismo era


imprescindible lograr ser lo más objetivo que se pudiera.
Igualmente, debía tomarse en cuenta la ciencia a la hora de hablar
de enfermedades, trastornos, etc. Cualquier problema físico o
psicológico debía contar con un respaldo científico y no ser una
simple invención del autor.
 Ausencia de juicios: este rasgo supuso un punto de quiebre con el
realismo. Mientras que los realistas incluían juicios y opiniones en
sus obras, los autores del naturalismo pasaban de eso. Se limitaban
a reflejar sin aportar críticas ni valoraciones.
 Visión pesimista: los naturalistas solían imprimir en sus obras una
visión pesimista. En consecuencia, los personajes atravesaban
dificultades y experiencias desagradables sin ninguna esperanza de
tener un final feliz. La vida era cruel e injusta, tal como era para los
autores.
 Lenguaje realista y sin adornos: en el naturalismo se procuró
usar un lenguaje popular y realista. Los autores evitaban cualquier
adorno que pudiese entorpecer la fidelidad de la forma como
hablaban los personajes según su rango social.
 Enfoque en las clases marginadas: los naturalistas, como sus
antecesores del realismo, también tomaban en cuenta las
problemáticas sociales, pero enfocándose en las clases más bajas.
Las dificultades de los pobres y el menosprecio que recibían de la
sociedad eran para ellos su principal inspiración.
Autores y obras representativas
Anteriormente mencionamos que el naturalismo no tuvo tantos
exponentes como otras corrientes. Con todo, logró expandirse fuera de
Francia e influir en escritores de varias nacionalidades:

 Emile Zola: como ya dijimos, fue el representante máximo del


naturalismo, además de su teórico principal. Su segunda
novela, Thérèse Raquin, fue todo un éxito. Pero su gran ambición
fue el proyecto Les Rougon-Macquart, una serie de novelas que
giran en torno a las diferentes generaciones de una misma familia;
entre ellas podemos resaltar Nana, La ralea y La taberna.
 Guy de Maupassant: este autor recibió una gran influencia de
Flaubert. A pesar de que probó escribir algunas novelas, el éxito le
llegó con los cuentos. Estos últimos los componía con una
extensión considerable, sin llegar al tamaño de una novela
propiamente dicha. Los que mayor fama le dieron son Bola de
Sebo y Pedro y Juan.
 Emilia Pardo Bazán: considerada la primera naturalista de
España, esta escritora fue una gran activista y defensora de los
derechos de la mujer. Desde el principio de su carrera tuvo
influencia del naturalismo y de Emile Zola, pese a que cuestionaba
algunas de sus ideas. Aun así, las obras que compuso acabaron
siendo claves dentro de dicha corriente, como La tribuna y Los
pazos de Ulloa.
 Frank Norris: aquí nos topamos con un autor estadounidense.
Junto a otros escritores, fue el responsable directo de la entrada del
naturalismo a su país. Conoció dicha corriente en un viaje a
Francia, y a ella dedicó su trabajo literario. Los mejores ejemplos
son las novelas The Pit y McTeague.
 Vicente Blasco Ibáñez: es, según muchos críticos, el mejor
ejemplo del naturalismo dentro de España. En su estilo se nota una
influencia considerable del propio Zola y de otros autores
franceses. De su amplio repertorio se llevan el protagonismo las
novelas La barraca, Los cuatro jinetes del Apocalipsis y Arroz y
tartana.
Modernismo
El modernismo se originó a finales del siglo XIX y continuó hasta
comienzos del XX. Es una corriente muy curiosa, ya que su origen se
sitúa fuera de Europa. Hasta ahora el punto de partida era alguno de los
países europeos, mayormente Francia, y luego la influencia se expandía
al resto del mundo.

En este caso la influencia fue de Hispanoamérica hacia Europa.

Tal como ocurrió con el naturalismo, aquí también hay un protagonista


claro: Rubén Darío. A pesar de que hubo ciertos antecedentes, este autor
nicaragüense es considerado oficialmente el primer modernista, además
del responsable de popularizar el nuevo estilo literario en otros lugares.

Darío y los demás modernistas se rebelaron contra la normativa de


composición de su época, la cual estaba influenciada tanto por el
realismo como por el naturalismo. Y su éxito fue tal que otras ramas del
arte, como la arquitectura y la pintura, también adoptaron el modernismo.

Características
La literatura modernista se centró más en la poesía que en los demás
géneros. Por consiguiente, algunas características de esta corriente se
entienden mejor desde la perspectiva poética:

 Oposición al realismo y al cientificismo: el modernismo se opuso


de manera tajante a las directrices del realismo, que buscaba una
fidelidad absoluta hacia la realidad material; y también al
cientificismo propio de la corriente naturalista, que obligaba a
considerar los avances de la ciencia a la hora de crear literatura.
 Máxima importancia a la forma y la musicalidad: los escritores
de esta corriente tenían como prioridad la musicalidad de sus
poemas. Eso implicaba conseguir un ritmo y una forma elegantes y
perfectas. Este factor hizo que muchos de ellos rescatasen ciertos
tipos de versos que ya no eran usados y los adaptaran a sus
intereses.
 Rechazo a lo cotidiano: los modernistas rechazaron la realidad
cotidiana que vivían. No les parecía un material útil para la
composición, de modo que optaron por buscar o imaginar rincones
exóticos y construir sobre ellos. Dichos rincones muchas veces
guardaban relación con las tierras orientales.
 Influencia clásica: en el modernismo tuvo cierto peso el mundo
grecolatino. No era un pilar ineludible, como en el Neoclasicismo,
aunque sí era constantemente utilizado por los autores, quienes lo
veían como una forma de darles a sus textos un toque majestuoso y
culto.
 Visión melancólica sobre la vida: a los autores modernistas el
momento histórico que les tocó vivir no les agradaba. Se sentían
insatisfechos, lo cual originó en ellos una actitud muy melancólica.
En buena medida, esa fue otras de las razones por las que preferían
imaginares lugares exóticos; era como un escape de la realidad,
que les parecía decadente.
Autores y obras representativas
Los autores del modernismo son conocidos por su poesía. No obstante,
algunos de ellos también escribieron narrativa y otras formas literarias:

 Rubén Darío: se convirtió en el primer modernista a partir de la


publicación de su libro Azul, en el que ya dejaba claros los
principios del modernismo. La estética de dicha obra reflejaba un
nuevo espíritu que otros escritores habían intentado plantear sin
éxito. Otro texto importantísimo es Cantos de vida y esperanza.
 Amado Nervo: autor mexicano que cultivó varios géneros además
de la poesía, pero en esta última se destacó más. Sus poemas se
caracterizan por un profundo aire religioso y decadente a la vez, lo
cual se puede notar en los libros Perlas negras, La amada
inmóvil y Místicas.
 Leopoldo Lugones: fue un modernista argentino que experimentó
desde muy temprano con el verso libre en la poesía. Tuvo éxito en
varios géneros, entre ellos la narrativa, dentro de la cual consiguió
ser pionero en la literatura fantástica. En su producción literaria
resaltan el poemario Odas seculares y el libro de cuentos La
guerra gaucha.
 Ramon del Valle Inclán: este escritor español disfrutó del éxito y
el reconocimiento en vida. Se dedicó a la narrativa, al teatro y a la
poesía; igualmente, fue un periodista de mucho prestigio. En sus
obras criticaba los vicios de la sociedad española de su tiempo. Las
más conocidas son Cenizas: Drama en tres actos y Aromas de
Leyenda. Versos en loor a un Santo Ermitaño.
Generación del 98
La Generación del 98 hace referencia a un grupo de escritores españoles
cuya vida literaria comenzó en el año 1898 o alrededor de
él. Naturalmente, la denominación fue posterior.

A pesar de que muchos críticos han cuestionado la exactitud de ese


nombre, ya quedó establecido como la forma oficial de referirse al grupo.
Todos los autores que lo componen sufrieron una de las etapas históricas
más decadentes de España.

Dicha decadencia se debió a la pérdida de sus colonias.

Como bien sabemos, la nación había tenido por siglos varias colonias en
tierras americanas, pero estas se fueron independizando progresivamente.
Para la década de 1890 le quedaban tan solo tres, y cada una de ellas
luchaba por lograr liberarse del Imperio español.

Precisamente en 1898 fue cuando Cuba consiguió su libertad. A partir de


entonces España perdió su gran poderío. Una fuerte crisis empezó a
afectar lo económico, lo social y lo político. Esa caída moral se
convirtió en la máxima influencia y en la temática central de los
escritores de esta generación.

Características
Entre las características de esta corriente podemos notar el impacto
psicológico que supuso el fin del poderío de España, que pasó de ser una
nación poderosa a un país deprimente:

 Pesimismo constante: para los autores de esta corriente la


esperanza de un cambio no era más que una ilusión. Veían su
realidad con mucho pesimismo, al mismo tiempo en el que se
mantenían escépticos ante cualquier idea política o de cualquier
tipo que intentara negar la decadencia española.
 Lenguaje sencillo: la Generación del 98 se caracterizó también
por dejar atrás cualquier recurso retórico. Preferían un lenguaje
fácil y accesible para la mayoría de los lectores. De igual modo,
eran abiertos a incluir los léxicos o dialectos de las clases bajas en
sus textos.
 Preocupación en torno al futuro de España: en los escritores de
esta corriente se muestra con claridad una suma preocupación en lo
referente al futuro de su país tras las derrotas coloniales. Sobre ese
tema reflexionan mucho en los textos, dentro de los cuales se
cuestionan qué representaría España en el mundo después de
aquella crisis.
 Libertad religiosa: a diferencia de otras etapas en la literatura, en
la Generación del 98 se empezó a ver un mayor número de
posturas respecto a la religión. Algunos autores eran abiertamente
creyentes; otros se declaraban ateos o no practicantes. Fuera cual
fuera el caso, para todos resultaba atractivo el poder hacer
reflexiones acerca de Dios y el cristianismo.
Autores y obras representativas
La elevada calidad literaria de los autores de la Generación del 98 hace
pensar mucho en el Siglo de Oro, por la trascendencia de sus figuras y
obras:

 Azorín: más allá de dedicarse a la política durante décadas, fue un


escritor extraordinario en prácticamente todos los géneros que
cultivó. No obstante, los críticos han dado un valor destacado a su
producción novelística, gracias a joyas literarias como Antonio
Azorín, El licenciado vidriera (visto por Azorín) y Don Juan.
 Pío Baroja: aunque graduado como doctor, a largo plazo acabó
consagrando su vida a la literatura. Fue así como llegó a componer
novelas que son obras maestras de la narrativa del siglo XX,
como El mayorazgo de Labraz, Camino de perfección (pasión
mística) y Las tragedias grotescas.
 Antonio Machado: se trata del poeta más famoso de toda la
Generación del 98. Ya desde un comienzo sus textos demostraban
una habilidad de composición impresionante, mas él siguió
mejorando y evolucionando sus técnicas poéticas. Sus poemarios
más alabados son Campos de Castilla y Soledades.
 Miguel de Unamuno: no fue solo un escritor incomparable, sino
también un intelectual como nunca antes se ha vuelto a ver su país.
Sin embargo, su vida estuvo llena de muchas contradicciones
políticas que moldearon de una u otra forma su producción
literaria. De esta tenemos que resaltar el poemario El Cristo de
Velázquez y la novela La tía Tula.
Vanguardismo
Cuando hablamos de “vanguardismo” nos referimos a un fenómeno
literario que surgió en Europa a comienzos del siglo XX y que duró
algunas décadas. Fue una de las etapas más creativas y diversas de la
literatura.

Esta corriente implica varios movimientos a la vez.

Por lo tanto, no hablamos de un solo estilo, sino de muchos, cada uno


con sus rasgos particulares. Sin embargo, todos compartían una esencia
base muy similar, la cual tenía como punto central el defender la libertad
creativa de los autores.

La duración de cada vanguardia o movimiento fue más o menos breve.


Pero, en tan corto tiempo de vida, cada una logró aportar algún elemento
innovador a la literatura universal, y esa influencia se notó en las décadas
siguientes.

Movimientos incluidos
Tal como señalamos, el vanguardismo se compone a su vez de varias
vanguardias. Para conocerlas bien es necesario definirlas por separado:

 Surrealismo: se desarrolló alrededor de 1924 en Francia. Tuvo sus


bases en la corriente del psicoanálisis y en la importancia que este
le otorgaba al inconsciente. Este le servía al escritor como guía
fundamental a la hora de hacer sus textos, lo que acabó generando
obras cargadas de mucho simbolismo.
 Futurismo: apareció en el año 1909 dentro de Italia mediante el
manifiesto futurista, un texto que resumía las características y
principios de la vanguardia. Se centraba en las máquinas, en la
violencia y en la velocidad. A nivel textual, eso supuso una
escritura que muchas veces carecía de signos de puntuación.
 Existencialismo: aunque fue originalmente una corriente
filosófica, acabó volviéndose una vanguardia caracterizada por
centrarse en estudia el sentido de la vida y el problema que el
mismo representaba. Los textos existencialistas, además, exploran
temas como la libertad y las emociones de las personas.
 Dadaísmo: surgió en el año 1913 dentro de Suiza. Sus
representantes principales fueron Tristán Tzara y Marcel Duchamp.
Esta vanguardia se caracterizó por cuestionar lo que se entiende
por “arte”. En consecuencia, planteaba un estilo de creación
literaria sin ninguna lógica ni coherencia.
 Expresionismo: esta vanguardia se originó en Alemania en 1910.
Su principio fundamental era el rechazo a las leyes morales de la
sociedad. En ese sentido, los autores expresionistas se atrevían a
tocar temas que estaban mal vistos socialmente, entre ellos la
sexualidad. A la par, mezclaban lo trágico y lo grotesco para lograr
un mayor impacto.
 Creacionismo: aquí sucede algo curioso, y es que uno de los
fundadores fue un escritor chileno, Vicente Huidobro. Él junto a
Pierre Reverdy crearon en España una vanguardia que partía del
afán creador de la naturaleza. Así, los autores creacionistas
exploraron sus respectivos idiomas para intentar hallar nuevas
formas expresivas.
 Cubismo: colocamos esta vanguardia en último lugar porque casi
no tuvo participación en la literatura. La desarrolló Guillaume
Apollinaire fijándose en los principios cubistas de pintores como
Pablo Picasso. El cubismo literario se enfocó en jugar con las
fuentes y otros aspectos tipográficos de las letras.
Características
Si bien las vanguardias fueron muy variadas, a continuación vamos a
presentarte las características que pueden encontrarse en todas:

 Rechazo hacia la burguesía: las vanguardias eran hasta cierto


punto una reacción hacia el mundo burgués y sus valores. Los
vanguardistas estaban en contra de ambos, y no dudaron en utilizar
sus textos para atacarlos y sembrar la posibilidad de un cambio.
 Oposición a las reglas establecidas: los vanguardistas estaban en
contra también de cualquier regla de composición literaria, de
manera que no se ajustaron a ellas. Todo lo contrario,
experimentaron siguiendo sus propias ideas para lograr un estilo
propio y nuevos modos de hacer literatura.
 Consciencia creativa: en las corrientes anteriores los autores no se
consideraban dentro de ellas, sino que la denominación fue
colocada posteriormente. En cambio, las vanguardias nacieron de
escritores que se unieron para establecer un movimiento. Por ende,
eran completamente conscientes de lo que hacían y de qué nombre
darle.
Autores y obras representativas
Entre los vanguardistas hubo muchos autores que podríamos mencionar.
No obstante, hemos decidido centrarnos en los que las fundaron o
definieron a través de sus obras:

 André Bretón: fue un escritor francés que se dedicó de lleno a la


poesía. Se le considera el fundador oficial del surrealismo, cuya
creación se le ocurrió poco después de entrar en contacto con las
ideas se Sigmund Freud. Algunos de sus poemas más famosos son
“La muerte rosa” y “Silueta de paja”.
 Tristan Tzara: además de una figura de clave del dadaísmo, fue
en su momento un poeta con bastante influencia entre sus
contemporáneos. Se le tiene como un vanguardista de máxima
importancia, puesto que el movimiento que creó sirvió de base a
otras vanguardias. Entre sus obras destacan los poemas “La
canción de la novia” y “Amiga”.
 Vicente Huidobro: es uno de los poetas más consagrados que ha
dado chile al mundo, al nivel del mismísimo Pablo Neruda, aunque
no fue su único género. Fundó varias revistas, y tuvo relación
algunas figuras literarias importantes de su época. En su gran
catálogo de obras podemos hallar Ecos del alma y La gruta del
silencio.
 Guillaume Apollinaire: como muchos otros vanguardistas, se
centró en el género poético. Desde muy joven frecuentó círculos
literarios en los que empezó a adquirir cierta fama; a la vez,
publicaba artículos de crítica en revistas, varios de ellos acerca del
cubismo. Como poemas principales debemos mencionar “El adiós”
y “La linda pelirroja”.
 Jean-Paul Sartre: este autor francés no fue un participante directo
de las vanguardias; tampoco se centró de lleno en la literatura, sino
que fue más un filósofo. Con todo, sus textos narrativos son una
representación incomparable de las ideas del existencialismo. A
manera de ejemplo tenemos los relatos “El muro” y “La infancia
de un jefe”.
Generación del 27
La Generación del 27 fue una corriente literaria compuesta por un grupo
de autores españoles que, en 1927, dedicaron un homenaje a Luis de
Góngora. Para ese entonces el poeta cumplía su tercer centenario de
fallecido.

Ese hecho fue el que tomaron luego los críticos para darles el nombre.
Sin embargo, algunos de los escritores incluidos contaban ya con buena
fama en aquella época.

La mayoría de ellos eran poetas.

Como consecuencia de ese detalle, casi toda la producción de esta


corriente pertenece al género lírico. Sea como sea, no es algo
cuestionable, dado que la Generación del 27 renovó para siempre y de
modo universal la poesía.
Características
Considerando que una buena parte de esta generación estaba compuesta
por poetas, algunas de las características se relacionan directamente con
el género poético:

 Fusión entre lo tradicional y lo innovador: los escritores de esta


generación procuraron encontrar un punto de equilibrio entre la
literatura tradicional o anterior y las vanguardias. O sea, se dejaban
influenciar por las obras ya establecidas y por lo que hacían sus
contemporáneos para innovar.
 Uso del versolibrismo: en la Generación del 27 la métrica poética
no era un factor importante. Para estos autores la musicalidad se
debía buscar de otras maneras, y por eso empleaban el verso libre,
que se ajustaba mejor a lo que cada uno de ellos sentía o deseaba
plasmar.
 Predominio de la metáfora y la imagen: otro rasgo de esta
corriente es que los recursos principales eran la imagen y la
metáfora. Pero no recurrían a ellas para encubrir la realidad, sino
para embellecerla a los ojos del lector.
 Compromiso con el país: en estos escritores encontramos también
un interés notable en el futuro de su país y en el avance de la
sociedad en que vivían. De allí se desprende que algunos
denunciaran en sus textos todo aquello que les parecía un vicio o
algo negativo.
 Similitud en la edad: curiosamente, los integrantes de esta
generación compartían un rango de edad similar. Tenían alrededor
de 30 años, ya que habían nacido entre 1892 y 1902.
Autores y obras representativas
En esta corriente hubo muchos autores, y estos a la vez compusieron
bastantes obras en vida. Aun así, en ambos casos vamos a destacar los
más representativos:

 Federico García Lorca: fue y sigue siendo el exponente más


universal de toda la generación. Se dedicó tanto al teatro como a la
poesía, e hizo también crítica literaria. El mundo gitano fue uno de
sus temas más recurrentes. Entre sus incontables textos, los de
mayor alcance han sido siempre Romancero gitano, Poema del
cante jondo, La zapatera prodigiosa y Bodas de sangre.
 Dámaso Alonso: además de un poeta de talla incomparable, fue un
crítico y teórico adelantado a su tiempo, gracias a lo cual llegó a
director de la Real Academia Española. En su trabajo poético
resaltan Hijos de la ira y Poesías ocasionales.
 Rafael Alberti: está considerado otro de los más grandes poetas de
Andalucía, de donde también salió García Lorca. Durante su
carrera fue evolucionando, aunque la nostalgia por su tierra natal
era una temática recurrente. Entre sus textos poéticos se
destacan Sobre los ángeles y Marinero en tierra.
 Vicente Aleixandre: este autor centró su carrera literaria en la
poesía. Se le reconoce un extraordinario tratamiento de la angustia,
el dolor y otras emociones. Su talento lo llevó a ganar el Nobel de
Literatura en el año 1977. Como muestras de su obra podemos
señalar La destrucción o el amor, Poemas de la consumación y En
un vasto dominio.
 Pedro Salinas: este fue el autor más longevo de la Generación del
27. Aunque en un comienzo enfocó sus obras en el amor y su
capacidad para darle sentido a la existencia, más adelante empezó a
tocar temáticas más contemporáneas, como el poder de las bombas
atómicas. Dentro de su repertorio podemos mencionar los
poemarios La voz a ti debida y Razón de amor y el drama La bella
durmiente.
Generación del 36
La Generación del 36 fue otra de las que aparecieron en España. Esta vez
el año del que se parte es 1936, tal como se puede intuir por el nombre.

El hecho primordial para tomar esa fecha es la guerra civil española.

En ella, el país sufrió un gran cambio debido a un golpe de Estado


llevado a cabo por un grupo de militares rebeldes. Como consecuencia,
cayó la Segunda República, y se instauró una dictadura militar liderada
por Francisco franco.
El paso de la España republicana a la dictatorial fue un hecho que no
pasó desapercibido para los autores de la época. Muchos de ellos se
posicionaron abiertamente en contra, motivo por el cual tuvieron que
exiliarse para no ser capturados.

Características
Si bien en algunos puntos esta generación se parece a otras corrientes que
ya vimos, tiene otros rasgos que la diferencian de ellas:

 Sencillez de estilo: para los escritores de esta generación la


complejidad resultaba un peso innecesario. Eran más partidarios de
utilizar un lenguaje accesible a la mayoría, lo cual permitía que el
mensaje de sus obras quedase más claro. Tampoco utilizaban
eufemismos o términos que sirvieran como disfraz a la hora de
tocar ciertos temas.
 Uso propagandístico de la poesía: los poetas que estaban en
desacuerdo con la dictadura franquista no dudaron en utilizar sus
textos para atacarla. En contraste, los que sí se sentían de acuerdo
con ella hacían lo contrario, es decir, exaltaban el alzamiento
militar y el nuevo régimen de Gobierno.
 Preocupación por la realidad humana: la Generación del 36
mostró siempre una preocupación notable en lo referente al ser
humano y la realidad que lo rodeaba. Este asunto, además de servir
como temática, era para muchos autores una razón que justificaba
su producción literaria.
 Predominio de la prosa: otro rasgo importante que caracterizó a
estos autores fue que daban un uso prioritario a la prosa, pues la
consideraban el lenguaje natural. Dentro de la narrativa ya era muy
utilizada para ese entonces; mas ellos la incorporaron al teatro y a
la poesía, lo que suponía un rompimiento con una larga tradición
en la que se había preferido el verso.
 Interés por la innovación: la Generación del 36 también presentó
un interés notable hacia la idea de innovar en la literatura. Eso los
llevó a realizar diferentes experimentos para buscar nuevas vías de
expresión en cada uno de los géneros literarios. Sin embargo, no lo
llevaron al extremo, dado que consideraban que siempre debía
haber un mínimo de orden estético en la creación.
Autores y obras representativas
La Generación del 36 contó con algunos de los autores más renombrados
de España. Muchos de ellos, además de obtener premios y
reconocimientos literarios, llegaron a ocupar puestos académicos
importantes:

 Miguel Hernández: de acuerdo con los críticos, es el escritor más


trascendental y significativo de la generación. Su carrera literaria la
dedicó al teatro y aún más a la poesía. Fue un activo opositor al
régimen franquista; eso hizo que acabara muriendo en prisión.
Entre sus obras tenemos que mencionar Perito en lunas, El
labrador de más aire y Viento del pueblo.
 Miguel Delibes: está incluido entre los mejores novelistas de
España y del mundo. La principal característica de sus obras es que
están hechas con un estilo muy sencillo, aunque cuentan a la vez
con un lenguaje muy rico y diverso. Entre ellas las más exitosas
fueron La hoja roja, Las ratas y El príncipe destronado.
 Camilo José Cela: fue un extraordinario novelista y cuentista
tanto dentro como fuera de la Generación del 36; también se
dedicó a la poesía, pero solo al principio de su carrera. Sus
narraciones reflejan un manejo extraordinario de las situaciones,
los personajes y el ambiente. De todas ellas debemos mencionar las
novelas La familia de Pascual Duarte, La colmena y La cruz de
San Andrés.
 Blas de Otero: fue otro opositor activo contra el régimen
franquista, tal como Miguel Hernández. Por ende, en su poesía
procuraba reflejar la gran crisis social de su época; mas no fue su
única temática, sino que trató también la religión y el problema de
la existencia. Entre sus textos más exitosos se encuentran Redoble
de conciencia y Pido la paz y la palabra.
 Gabriel Celaya: se trata de uno de los autores más prolíficos de la
Generación del 36, ya que publicó cerca de cien obras en vida. Es
difícil definir su estilo, porque este fue cambiando con el paso del
tiempo. Sea como sea, siempre se enfocó en la sociedad y la
política como temas centrales. Las mejores muestras de su trabajo
son los poemarios Marea del silencio y Los espejos transparentes.
Literatura contemporánea
El término “literatura contemporánea” puede adoptar muchos
significados. Pero aquí lo usaremos para referirnos a la corriente
literaria que se desarrolló a lo largo del siglo XX en varios países y de
forma paralela a las vanguardias y a las generaciones españolas (que
también entran en lo contemporáneo).

La diversidad de esta etapa de la literatura fue notable.

Ello no se debió solamente a la variedad cultural y geográfica de sus


exponentes. Ocurrió también que muchos de ellos tenían una perspectiva
distinta de lo que debía ser el arte literario.

Por ende, aquí nos encontramos frente a una corriente que incluye
muchas vertientes creativas. Y es importante tener ese detalle en cuenta
para no generalizar de manera errónea algún rasgo o particularidad de
estos autores.

Características
Como es lógico pensar, al ser esta corriente tan diversa, las
características no engloban a toda la producción literaria. La
presencia de una o varias de ellas dependen al final de cuentas del autor o
la obra:

 La experimentación como norma: una buena parte de la


literatura contemporánea buscaba experimentar y desafiar todas las
normas establecidas. Eso permitió a algunos autores crear una
narrativa más compleja, una poesía más libre e incluso un teatro
que involucraba a los propios espectadores.
 Diversidad geográfica en la producción: en esta corriente,
comenzó a cobrar protagonismo la literatura de ciertos países o
zonas del mundo que hasta entonces habían pasado desapercibidas
en lo referente al arte literario. Un ejemplo de ello es
Latinoamérica.
 Influencia bélica: los constantes conflictos bélicos del siglo XX
influyeron a muchos escritores de esta etapa. De ese modo, más de
uno se dedicó a explorar en sus obras el asunto de la guerra y las
consecuencias que suponía para la humanidad.
 Creación de una identidad nacional: algunos países estaban
conformándose en el siglo XX, y eso exigía una identidad propia y
distintiva. Algunos escritores tomaron esa necesidad e intentaron
darle una respuesta a través de la literatura. Fue así como
procuraron encontrar formas expresivas propias que reflejaran sus
propios valores e ideas, sin dejarse influenciar por los modelos
europeos (que hasta entonces eran una norma).
Autores y obras representativas
Dentro de la literatura contemporánea, los autores más relevantes
escribían en inglés, francés o español. En este último caso, la gran
mayoría eran latinoamericanos:

 James Joyce: este novelista irlandés fue una figura clave para toda
la literatura contemporánea, debido a que sus obras representaban
una innovación total en cuanto a narrativa. Muchos de los demás
autores del siglo pasado recibieron una fuerte influencia de ellas.
Sus textos más representativos son Ulises, Finnegans
Wake y Retrato del artista adolescente.
 Marcel Proust: escritor francés y otra figura tan importante como
Joyce en la literatura del siglo pasado y tan experimental como él.
Se le considera principalmente un novelista, y en sus textos se alejó
de la corriente realista para ser más subjetivo. Entre los temas que
trató están el pasado, la memoria y el tiempo. La obra cumbre de
este autor es En busca del tiempo perdido. Casi igual valor tuvo su
primera novela, Los placeres y los días.
 Juan Rulfo: si bien su producción literaria fue escasa, apenas tres
libros, bastó para renovar la narrativa dentro de Latinoamérica.
Así, fue pionero en muchas técnicas narrativas y hasta precursor de
lo que acabaría llamándose “realismo mágico”. Su producción
literaria, famosa en muchas lenguas, comprende el libro de
cuentos El llano en llamas y las novelas Pedro Páramo y El gallo
de oro.
 Jorge Luis Borges: se trata de un autor argentino al que muchos
consideran el escritor más universal del siglo anterior. Cultivó
muchos géneros, entre ellos la crítica literaria y la poesía. No
obstante, con el que realmente se destacó fue la narrativa. Sus
cuentos están cargados de una notable erudición, de simbolismo y
de múltiples juegos narrativos. Toda su obra tuvo éxito, pero
debemos destacar Ficciones, Historia universal de la infamia y El
Aleph.
 Julio Cortázar: sobre este escritor argentino se han realizado
múltiples estudios, charlas y conferencias. Tanto su obra como sus
conceptos acerca de la literatura representan uno de los más altos
niveles a los que ha llegado esta rama del arte en Argentina y
Latinoamérica. Sus géneros principales fueron el cuento y la
novela, y como muestra conviene citar los
libros Bestiario, Rayuela y Las armas secretas.
 Gabriel García Márquez: es para muchos el autor colombiano
más importante de la historia. Al margen de su carrera como
periodista, se dedicó de lleno a la literatura; más específicamente, a
la narrativa. Su talento lo llevó a ganar el Nobel de Literatura en
1982. La novela principal de este escritor es Cien años de soledad,
mas hace falta mencionar otros textos importantes, como La mala
hora, Doce cuentos peregrinos y El otoño del patriarca.
 Carlos Fuentes: este escritor mexicano, contemporáneo con
Márquez y Cortázar, fue otro de los renovadores de la literatura
mexicana. Cada una de sus novelas representan un patrimonio
literario, por su extraordinario desarrollo y por los experimentos y
técnicas narrativos que contienen. Entre ellas se suelen
resaltar Terra Nostra y La muerte de Artemio Cruz.
 Pablo Neruda: sigue siendo el poeta más conocido en lengua
hispana. Este autor chileno logró el éxito desde muy joven; y
aunque sufrió muchas controversias, ninguna de ellas ha logrado
quitarle el prestigio obtenido con su incomparable técnica poética.
Sus poemarios más notables son Veinte poemas de amor y una
canción desesperada, Residencia en la Tierra y Canto general.
Con esto hemos finalizado nuestro resumen de las corrientes literarias,
esperando que sea de ayuda para avanzar en tu camino educativo.

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