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¿Qué es la literatura?

Definición Características Concepto

Cuando hablamos de literatura, hacemos referencia a un tipo de expresión artística que se fundamenta,
principalmente, en el uso del lenguaje oral y el lenguaje escrito. En este sentido, el autor de las obras literarias, usa la
palabra como el medio que le servirá para la expresión de un sentimiento, sueño, deseo, idea, acontecimiento o
experiencia, que bien puede ser real o ficticia.
La literatura como concepto también se aplica al medio de expresión de una lengua, un conjunto de conocimientos
y conjunto de producciones propias de un espacio y tiempo en específico.
Definición de la literatura
Podemos definir la literatura como una actividad artística cuya vía de expresión es el lenguaje. El concepto también
permite definir un grupo de producciones literarias que nacen en un país, un género en particular o en un período de
tiempo. La literatura es definida como una expresión verbal que incluye textos escritos, como también textos
cantados o textos hablados.
La primera forma de literatura que se conoció es la transmisión oral, de ahí que la literatura defina tanto la oralidad
como la escritura. La literatura es un arte y por ello está reunida con otras artes que cuentan con una finalidad
estética.

Significado de literatura

La palabra Literatura, proviene del término litterae, que en latín, hace referencia a una selección de saberes para la
lectura y la escritura, es así que también se acuñado a significados relacionados con el aprendizaje propiamente o la
gramática. Es así que el autor hace uso estético de la palabra con el fin de desarrollar una obra o producción literaria
sea hablada o escrita. Por su etimología, la literatura está relacionada con la cultura y es por ello que se ha reunido
dentro del campo artístico.
Aunque si bien el concepto y significado de literatura ha cambiado con el paso del tiempo debido a su carácter
subjetivo, se sigue considerando que las obras literarias deben tener un valor intelectual o estético.
Canon literario: ¿Qué no es literatura?
El canon literario es el medio sobre el cual se mide y construye un modelo que define todo aquello que es y no es
literatura. En este sentido, el canon literario reúne una lista de obras clásicas que, a pesar del tiempo, se siguen
leyendo con gran interés y gozan de prestigio artístico, consideradas obras fundamentales para la enseñanza de la
literatura. Este tipo de obras se convierten en referentes ineludibles de una cultura en particular y de la cultura
universal, capaces de estimular la lectura literaria.
Es importante tener en cuenta que no hay una definición del canon literario universalmente aceptado, dado que ha
sido objeto de discusiones amplias en relación con su procedencia, componentes literarios, entre otros aspectos. Sin
embargo, prevalece el criterio de que debe ser la excelencia estética la que le permita alcanzar este nivel a una obra.
Entonces, ¿qué no es literatura? Un texto es no literario cuando su finalidad es informativa, expositiva o instructiva,
de forma que no hacen parte de literatura los artículos científicos, académicos, instructivos, artículos periodísticos,
las crónicas, textos publicitarios, cartas informativas, contenido de una página web, etc. No llevan contenido
maravilloso o ficticio

Lengua y literatura (introducción)

La lengua hace referencia al sistema de signos que cuenta con características específicas, es decir el código
lingüístico, las vocales y la forma en la que articulan. La lengua está regida por reglas dentro de una comunidad que
las conoce y las usa a diario. Hace parte esencial del lenguaje. Es así que se convierte en el medio de la humanidad
para la expresión y la comunicación, y de la literatura como su medio inmediato de expresión en una zona
determinada.
Características de la literatura
Entre los principales puntos característicos de la literatura, encontramos que es una expresión artística antigua. De
hecho, la obra más antigua que se ha encontrada es el Poema de Gilgamesh.
La literatura está compuesta por géneros literarios que dan origen a otros tipos de literatura que se han expandido
por el mundo. El lenguaje que se emplea en cada una de las obras cumple una función poética en el interior del
lenguaje. Es una producción que nace de la creatividad y de la originalidad de cada uno de los autores, quienes para
la creación se pueden basar en sensaciones, experiencias, acontecimientos históricos, sentimientos y demás. Por
otro lado, la literatura se estudia a partir de la teoría literaria, la cual permite, entre otras cosas, analizar la estructura
de su discurso y la composición en general.
Como mencionamos, no todo lo que se escribe o dice es considerado literatura, debe partirse del canon literario y la
función del texto para determinar si lo es o no.
Movimientos literarios

Lo movimientos literarios hacen referencia a una serie de obras de la literatura que son creadas en un período en
específico y a la vez, comparten elementos en términos de temáticas, ideología, estilos, entre otros aspectos clave.
Es así que, dentro de las corrientes literarias, destacan una gran cantidad de autores que empiezan a poner sobre la
mesa la realidad a partir de su contexto social, cultural y político, de acuerdo a un espacio y tiempo determinado.
Es importante tener en cuenta que varios de los movimientos literarios tienen contacto y algunos de ellos coinciden
con otras expresiones artísticas que tienen lugar, en este caso con campos fundamentales como la pintura y la
música, donde se evidencia la fuerza de las corrientes literarias.
Los movimientos literarios son: clasicismo, el renacimiento, el neoclasicismo, el realismo, medieval, barroquismo,
romanticismo, modernismo, posmodernismo, vanguardismo y posvanguardismo.

Géneros literarios

La literatura, a partir de su consolidación, se empieza a dividir en categorías de forma histórica, aunque se debe
mencionar que otra parte de esta organización está directamente relacionada con la escritura y el contenido de estas
manifestaciones literarias. Debido a que así ha funcionado a través de la historia, ha sufrido cambios y múltiples
formas de clasificación.
Es así que los géneros literarios son las clases en las que se encuentran divididos los textos literarios, los cuales
cuentan con una finalidad determinada y un concepto en específico que es en el que se van desarrollando. A su vez,
cada uno de estos géneros, cuenta con subgéneros en los que se dividen y que comparten características claves.

Tipos de literatura

Dentro de los géneros literarios, particularmente dentro del género narrativo con subgéneros como la novela, el
cuento y la poesía, surgen los tipos o clases de literatura, los cuales permiten poder clasificar una obra con
características mucho más específicas de distinción. Es así que, en primera medida, se distinguen dos categorías
esenciales: la literatura oral, vinculada a creencias populares transmitida a través de la palabra hablada y la literatura
escrita, la cual aparece a través de formas físicas, desde sus inicios con las tabletas de arcilla y las figuras en rocas y
paredes.
Luego de esta, viene una segunda clasificación que incluye la literatura de no ficción, la cual está elaborada a partir
de hechos y la literatura ficcional o de ficción, la cual está permeada de inventos hasta ciertos aspectos.
De ahí que se deriven otros tipos de literatura como: literatura fantástica, literatura infantil, literatura juvenil,
literatura erótica, literatura de ficción realista, literatura de culto, literatura romántica, literatura futurista, literatura
gris, literatura feminista, literatura gótica, literatura de terror, literatura policiaca.

Historia de la literatura – Épocas y Origen

El origen de la literatura en un tiempo y lugar exactos siguen siendo una incógnita para los expertos. La historia
literaria se basa en la difusión de hechos que han tenido lugar en el mundo a partir de épocas o etapas, siendo estas
expresadas de forma escrita o relatada.

Época preclásica (Siglo XIX a.C – VII a.C)

Durante este momento, el ser humano intenta dar una explicación al origen del universo y el mundo en el que
habita a partir de seres sobrenaturales. Estas serán características propias de la época que dejarán marcadas en el
campo literario expresando, también, las relaciones del ser humano y la naturaleza, sumado a los fenómenos
naturales a los que también buscan darles explicación, el origen de los pueblos, el comportamiento humano y la
relación del ser humano y Dios. Este período se ubica en países del Medio Oriente como Egipto y Judea, pero
también en la India y China.
Es en la época preclásica donde nacen las leyendas, los mitos y otras obras que darán origen, posteriormente a los
cantos épicos y las epopeyas (de las que hablaremos en los géneros literarios).

Época clásica o antigua (Siglo VII a.C – III d.C)

En este momento inicia el desarrollo de la cultura latina y la cultura griega. Las preocupaciones de los seres humanos
giran entorno a la racionalidad, al universo y al mundo, donde la expresión literaria estará dotada de lenguas
predominantes. Es así que la literatura tomará características más definidas en función de sus formas y el contenido.
Otros elementos que surgirán en este momento serán la clasificación de las obras de acuerdo a la narración de
hechos históricos y la descripción de prototipos humanos.
Su principal centro de desarrollo será Grecia, lugar en el que surgirán las epopeyas más importantes de la literatura
universal, como “La Odisea” y “La Ilíada”, las cuales llevan contenido de hechos míticos y legendarios. Es así que a
esta cultura se le debe fundamentalmente la clasificación de las obras literarias en géneros literarios.

Época medieval (Finales del siglo III d. C. – XIV)

El cristianismo empieza a tomar fuerza en Occidente y en este sentido las manifestaciones culturales se
caracterizarán por llevar contenido entorno a la actividad religiosa, expresando los ideales propios de la religión
cristiana, entre ellos la duración de la vida, la moral religiosa, la contemplación de Dios, los castigos divinos, entre
otros aspectos, todos ellos regidos por la visión teocéntrica.
Sin embargo, las manifestaciones artísticas, entre ellas la literatura, entrarán en contacto con las clases populares y
el culto empieza a dar forma a una simbiosis que combina la religión con el paganismo. La literatura se divide entre la
literatura culta con la conservación de textos antiguos elaborados por clérigos, llevando el nombre de “Mester de
clerecía”, y la literatura de tradición oral que será reflejo de la vida cotidiana y la imaginación popular.

Época del renacimiento (XV – XVII)

Para este momento, la literatura se fundamentará en el estudio de la antigüedad clásica grecolatina. Se unirá la
visión antropocéntrica del mundo con una actitud de carácter racionalista abierta y aplicada a la vida. El ser humano
será exaltado en las expresiones artísticas, mientras que será el teatro el que evidencie la crisis religiosa que surge en
este instante por la Reforma. La poesía mística resaltará en este momento, plantando la comunión con Dios, la
narrativa será clave y surgirá una de las obras más importantes “La Divina Comedia” de Dante, y la lírica da paso a la
poesía cortesana con las figuras del amor idealizado y la naturaleza. Aparecen otros referentes fundamentales para
el desarrollo de la literatura como Lope de Vega, William Shakespeare y Tirso de Molina.

Época barroca (Siglo XVI y XVII)

Conocida como la literatura del barroco, en este momento, el campo literario se verá impregnado de un exceso de
adornos que entrarán en comunicación con el uso de las figuras literarias y con el hermetismo de la lengua. Este
momento que surge en Europa, principalmente en España, dado que nace como arte religioso, se dividirá
posteriormente en el conceptismo y el culteranismo. El primero de ellos definido por la intención de intensificar la
expresión con versos y prosas, como parte de la lírica. Mientras que el culteranismo será la corriente que se enfoque
en el sentido de las palabras, también conocida como cultismo.

Época neoclásica (Finales del siglo XVII – XVIII)

Luego de la época del barroco, surge una preocupación de los artistas por regresar a la imitación de los modelos
clásicos, entre ellos los modelos de expresión y enfoques que tenía la literatura, momento también conocido como
neoclasicismo. La principal característica de la época será el dominio de la razón en las artes, momento que dará
origen al ideal pedagógico de la literatura para la enseñanza usándola como medio.
En este momento nacerán otros géneros y componentes de la literatura como lo son el ensayo y la fábula, donde se
continúa usando el contenido y la forma de expresión en los mismos modelos. También surge la novela de aventuras,
es el espacio de desarrollo del teatro clásico en Francia y aparecen otras ideas clave para el desarrollo de las ideas de
la ilustración, abriendo la puerta al romanticismo en la literatura.

Época romántica (Finales del siglo XVIII – XIX)

Si bien inicia en el continente europeo, este momento también llegó a extenderse a América debido a las guerras de
independencia que surgieron allí. Es así que el también conocido como romanticismo literario comprende la escuela
literaria que se enfocó en un espíritu que resalta el subjetivismo, expresa el predominio de los sentimientos por
encima de la razón, la unión y contemplación de la naturaleza y la ruptura general de las normas.
Los románticos, precursores de esta escuela literaria, establecen que las obras que se desarrollen no necesariamente
deben estar sujetas a la realidad, sino que deben expresar el estado de ánimo del escritor, pues es más importante el
contenido que la forma en la que se realice. El refugio de su propio “yo” será una de las características más
importantes de creación literaria que no lo exime de los acontecimientos de la realidad.
En esta época surge la literatura realista y la literatura naturalista que desarrollarán producciones evidenciando otro
tipo de valoraciones donde prevalece el objetivismo, el positivismo, la ciencia y otros aspectos dentro de la vida del
ser humano.

Época modernista (Siglo XIX – XX)

Durante este momento, la literatura que se realiza está sujeta a la búsqueda de la perfección formal, de manera que
se aleja de la realidad y se aloja en el mundo fantástico, recurriendo a personajes como las princesas y príncipes,
dibujando además espacios con paisajes remotos. Aquí surge el concepto del “arte por el arte”. Para la literatura
modernista será importante mantener la forma sobre el contenido.
Es importante tener en cuenta que el movimiento lírico pertenece a Latinoamérica, dando lugar a lo exótico que une
símbolos que hacen parte de la antigüedad clásica. Fue una época de corta duración pero considerada una escuela
literaria que se expandió sustancialmente en el campo de la poesía.

Época contemporánea (Siglo XX hasta la actualidad)


Este momento se caracteriza por un intenso desarrollo de la técnica literaria, así como de los métodos de producción
que surgen a mitad del siglo XIX mezclados con los métodos del principio del siglo XX. Aspectos como las nuevas
teorías del lenguaje, el desarrollo de las ideas socialistas, las guerras mundiales, el surgimiento del psicoanálisis,
entre otros, darán particularidades a la literatura.
Un referente importante de la época es Ferdinand de Saussure, quien dirá que las palabras son signos que sirven
para expresar la realidad pero que no coinciden con la esencia de cada uno de los objetos, lo que abrirá la puerta a
formas de expresión artística que involucran los descubrimientos y otros conflictos en movimientos, a lo que se
conoció como el “vanguardismo”.
Por su parte, el vanguardismo se encargará de incluir el progreso y los productos tecnológicos con las nuevas
técnicas de la narrativa, creando técnicas experimentales en relación con el uso de la lengua, la creación de vocablos,
la creación de términos, entre otras actividades.
Este momento dará origen a la literatura moderna en la que surgirá, también, la literatura del posromanticismo, el
modernismo, postmodernismo y las vanguardias literarias.

Período Pre-Clásico

Esta época abarca desde el siglo XIX a.C hasta el siglo VIII A.C a menudo se llama a esta época como época mítica,
pues esta primera parte se centra en la preocupación del ser humano por intentar explicar el origen de sí mismo, del
mundo y del universo.
En este sentido, la literatura preclásica desempeña un papel fundamental, pues en ella quedan evidencias de estas
expresiones, registrando aspectos como: las relaciones entre el ser humano y Dios, la explicación de fenómenos
naturales, el origen de la población, las primeras costumbres, etc.
Durante la época de la Literatura preclásica nacerán distintos tipos de subgéneros como lo son las leyendas, los
mitos, los apólogos, pero también es el inicio de otra serie de textos que se consolidarán más adelante, como lo
serán los poemas épicos o la épica, y las epopeyas.
Además de ello, se considera que sería la sede de nacimiento para la poesía lírica que sería representada por Píndaro
y Safo, dando origen al género lírico en este momento.

Historia y origen de la época preclásica

Se considera que esta época tiene lugar principalmente en países ubicados en el oriente, de manera que alcanza
países como India y China, además de tocar otras zonas de Medio Oriente entre las que encontramos a Judea y
Egipto.

Características de la Literatura Preclásica

Veamos las características más importantes de esta época literaria:


Contenido literario: como mencionamos, esta etapa se caracteriza por una búsqueda frecuente a respuestas sobre el
origen del todo, por ello el contenido literario de la época preclásica se centra en respuestas a ello que, además,
generan expresiones que dan cuenta acerca de las relaciones del ser humano con Dios y con los demás integrantes
de las comunidades.
Forma de expresión: es importante tener en cuenta que en este momento de la historia la escritura aún no se había
inventado, razón por la que la forma de expresión corresponde a registros a partir de inscripciones en jeroglíficos
egipcios. Los expertos afirman que estos son los primeros indicios y manifestaciones literarias.
Transmisión: estos primeros textos si bien eran registrados en superficies cercanas a ellos, también fueron
transmitidos a través de la narración oral, de manera que eran llevados de generación en generación en la memoria
de los sabios y ancianos que difundían la información y los primeros textos recopilados a través de la palabra a los
jóvenes de la época, para que estos, a su vez, posteriormente los enseñaran.
Registros: infortunadamente son muchos los registros que se han perdido de esta época, ya sea por accidentes,
extinción de la cultura que los desarrolló u otros factores que generaron su pérdida.

Las más importantes obras de la época preclásica

De acuerdo a las primeras manifestaciones literarias que tienen lugar en la época de la Literatura Preclásica, se
considera que es el nacimiento también para obras como los poemas épicos escritos por autores como Hesíodo y
Homero.
Para conocer más acerca de las siguientes épocas literarias, no olvides visitar nuestra sección de Literatura, donde
podrás encontrar una gran cantidad de información no sólo relacionada con el desarrollo histórico, sino también una
amplia clasificación de sus expresiones, autores y más.

Período Clásico

Se denomina época clásica de la literatura a aquella que se generó durante los siglos X a.C hasta el siglo V d.C. Es
considerada la piedra angular de lo que será, posteriormente, la consolidación de la literatura a nivel universal. Es así
que la literatura de esta época engloba tanto la literatura griega como la literatura latina.
Para esta momento de la historia, los pueblos ya se habían constituido en asentamientos, sin embargo se desarrollan
una serie de guerras y conflictos entre las ciudades-Estado que implican principalmente a la Antigua Grecia y el
Imperio Persa, acontecimientos que darán lugar a una gran cantidad de cambios sociales, políticos y culturales que se
verán reflejados en las producciones literarias de la época.

Historia y origen de la época clásica literaria

Hablamos de la época clásica para referirnos al período greco-romano situado en la Edad Antigua entre el próximo
Oriente Antiguo en sus primeras civilizaciones, la Alta Antigüedad y la Baja Antigüedad, que también es conocida
como Antigüedad Tardía. Aquí es muy importante tener en cuenta que ya se registra una herencia cultural que logra
mantenerse tras los “siglos oscuros” y que alcanzará su auge en épocas posteriores.
Es necesario mencionar que durante esta época, tienen lugar varios acontecimientos determinantes, como lo son el
nacimiento, el apogeo y la caída de ciudades griegas y romanas, acontecimientos que permitirán la producción de
una gran cantidad de contenido literario, de allí que sea posible identificar la época clásica de la literatura.
Por otro lado, es necesario mencionar que si bien la época clásica de la literatura también involucra a Roma, mucho
de lo que esta cultura mantuvo fue herencia de lo desarrollado por Grecia tras la conquista de este territorio, de ahí
que la literatura griega fuera tomada como modelo para la continuación y el desarrollo de la literatura romana en
términos de formas y temáticas.

Desarrollo literario de géneros y subgéneros

En este momento empiezan a establecerse los primeros géneros y subgéneros de la literatura, caracterizados en este
primer instante de forma particular y concebidos de la siguiente manera:
Poesía lírica: o la lírica, como será conocida posteriormente, tendrá uno de los más importantes avances en este
momento, pues se desarrollan relatos que expresan la preocupación de las personas de la época, reflejada en obras
como “La Odisea” y “La Ilíada”, de Homero, principal exponente de la literatura de la época clásica, así como otros
autores que veremos más adelante.
Oda: en este período también aparece la oda, otro de los subgéneros literarios que se enfocará en los cantos de
carácter amoroso. Particularmente la oda proporcionará al género lírico el intimismo con el que se va a caracterizar a
partir de ese momento.
Elegía: es considerado uno de los primeros subgéneros establecidos en los que aparecen autores como Arquíloco de
Paros, quien desarrolla textos en los que canta a su patria, la cual fue destruída con las guerras y enfrentamientos
entre ciudades-estado.
Género dramático: es importante resaltar que un género que nace de forma evidente dentro de esta época literaria
es el género dramático, el cual inicia con una serie de representaciones de carácter religioso que involucra al ser
humano con los dioses, el destino y el universo. Este tiene su origen en la poesía coral que era cantada en las fiestas
en honor a Dionisos. Así, se desarrolla el drama, la comedia y la tragedia.

Principales características de la época clásica en la literatura

Las características más importantes de esta época literaria son:


Contenido literario: una de las particularidades más importantes de este momento, debido a los enfrentamientos
constantes y guerras, será el planteamiento del ideal del hombre de la época, de manera que la producción literaria
evidencia una búsqueda de la perfección y del ideal de belleza de los hombres más importantes, digna de construir e
imitar.
Por otro lado, la literatura de la época clásica también se va a distinguir por hacer énfasis en relatos que expresan
tonos personales e íntimos, donde los autores establecen diálogos consigo mismos, poniendo en conocimiento sus
emociones y sentimientos.
Forma de composición: en cuanto a la forma de composición que llevaban estos primeros relatos de la época clásica
se desarrolla principalmente la rima, lo cual facilitaba la memorización de estos, además de una cantidad de sílabas
determinadas, forma que será la base para la producción de otra serie de relatos variados.
Prosa: es en esta época donde aparecen, también, los indicios de la prosa, la cual será compuesta con el fin de ser
leída y que permitirá la narración de los conflictos constantes entre Grecia y Persia.
Forma de transmisión: otra de las características más importantes de la época clásica de la literatura, tiene que ver
con la forma en la que se transmiten los primeros relatos, dado que se basa en una transmisión oral, la cual, similar a
la época preclásica, pasará de generación en generación para mantenerse viva con el paso del tiempo y las regiones.
Ideal de belleza: esta búsqueda constante que inician y propician los hombres, persigue una belleza ideal del cuerpo
humano que se alcanzará a partir de la armonía y el equilibrio.
Escritos sobre el origen: en este momento continúa la escritura de textos que pretenden dar explicaciones acerca
del origen del mundo, del ser humano y del universo, continuación de lo que nace en la época preclásica de la
literatura. Sin embargo, cada cultura tendrá una explicación distinta en cuanto al origen de todo.
Personajes de las obras: particularmente en los mitos griegos los personajes serán héroes y dioses. Los dioses serán
inmortales y con mucho poder, pero con una cercanía evidente a lo humano, lo cual era representado a partir de
virtudes y defectos como la ira, el rencor, la envidia, los celos, la bondad, etc. Los héroes serán hombres que poseían
cualidades extraordinarias, y podían ser hijos de mortales o de dioses. Ambos tipos de personajes fueron sustanciales
para los poetas de la época, quienes los tomaron como inspiración para sus obras, pero seguirán presentes en los
poetas de la posteridad.
Literatura romana: como mencionamos, la literatura romana reside en la herencia de la literatura griega, sin
embargo surgirán cambios como por ejemplo la invención de subgéneros como la fábula, la oratoria y la retórica.
Además, tanto la literatura, como las demás expresiones artísticas concebidas hasta este momento, serán
instrumentos ideológicos que estarán al servicio del Imperio Romano.
Lengua latina: con la adopción de la literatura, Roma empezará a transmitir la lengua latina al mundo occidental, así
como también otras áreas entre las que se encuentra la organización del gobierno, la ingeniería, el derecho y la
administración.

Principales obras y autores de la época clásica

Para este momento, Aristóteles empieza a establecer las distinciones de los primeros relatos a partir de la poesía
épica y la epopeya, así como la poesía lírica y la elegía, géneros y subgéneros que podrás encontrar en nuestra
sección de géneros literarios. Además de ello, la producción en rima y el número de sílabas, permitirá la construcción
de otros subgéneros como los romances, la oda, las elegías y los sonetos.
En cuanto a los autores más representativos de la época sigue sonando el nombre de Homero, que se dedica a la
escritura de los grandes héroes y sus aventuras con obras como “La Ilíada” y “La Odisea”,así como Plauto, quien se
dedicó a la escritura de comedias y Hesíodo, con sus escritos “Teogonía”, donde explica la genealogía de los dioses
griegos, “Trabajos y días”, entre otros.
En cuanto a las obras romanas de la época clásica, aparecen autores como Virgilio con su obra la “Eneida”, principal
exponente del género épico, Suetonio con Los Doce Césares, Horacio con obras como epístolas, odas y sátiras, entre
otros que fueron determinantes para el desarrollo de la literatura.
Edad Media (Literatura Medieval)

Aunque a menudo se suele llamar literatura medieval, lo cierto es que se debe concentrar principalmente en la
época en la que surge, de manera que aquí se incluye la literatura desarrollada en la Edad Media en el continente
europeo, momento que duró aproximadamente unos mil años y que inicia con la caída del Imperio Romano de
Occidente, hasta finalizar con el inicio del Renacimiento.
Esta época literaria se va a caracterizar principalmente por desarrollar una literatura compuesta a partir de escritos
religiosos que incluyen textos sagrados y textos profanos de la época. Sin embargo, pese a la gran producción
literaria de este momento de la historia, la mayoría de las obras carecen de un autor reconocido, por lo que
hablamos de un porcentaje considerable de obras anónimas.

Historia y origen de la época medieval literaria

La literatura medieval nace con la reconquista de los cristianos ante los reinos musulmanes a partir del siglo VII,
proceso que se extiende por gran parte del territorio de España y que lleva consigo una nueva lengua y una serie de
temáticas relacionadas con las hazañas de los grandes héroes, temas que serán cruciales para el desarrollo de la
literatura de esta época. Es así que florecerá con las lenguas nativas del continente europeo, desarrollando una gran
variedad de textos que serán escritos no sólo en verso, sino también en prosa.
Con la caída del Imperio Romano vino también la fragmentación de Europa, lo que dio paso a la nueva formación de
estados nacionales que se construían, también, con las lenguas vernáculas. Las primeras manifestaciones literarias
tendrán lugar cuando se empiezan a registrar por escrito. Esto, sin dejar de lado el poder extendido que había
logrado la Iglesia Católica.
Es así que la literatura medieval estará sometida a las manos de los monjes, así como otras expresiones artísticas,
quienes debido a la preparación intelectual que poseían, se dedicaban no sólo a la producción literaria sino también
a la traducción de obras antiguas sobre temas que consideraban interesantes.
El desarrollo literario medieval

Uno de los ejes centrales de la literatura medieval será la épica, sobre la cual empiezan a consolidarse las historias
medievales a menudo frecuentando temas como los viajes, especialmente de los aventureros y los obstáculos que
deben enfrentar y superar para alcanzar sus victorias. Es así como empiezan a desarrollarse una gran cantidad de
obras que serán enriquecidas por otros relatos de autores que también emprendieron sus propios viajes.
En cuanto a la participación femenina, lo cierto es que para esta época las mujeres no tenían las mismas condiciones
que los hombres, sin embargo, muchas de ella que logran empezar a escribir lo hacen principalmente a través de la
literatura religiosa, un método que les permitía poder ganar renombre poco a poco. Esto permitía que, luego de
haber publicado reflexiones y demás contenido relacionado con la Iglesia, pudieran ser canonizadas como Santas. Es
así que la mayoría de las obras femeninas serán realizadas por monjas.

Drama medieval

Aunque si bien el desarrollo sustancial del drama medieval tendrá lugar en la época posterior, lo cierto es que en sus
inicios el drama aparece como parte fundamental de la celebración religiosa, de forma que se ve dentro de las
ceremonias de la Iglesia, así como también se usará para la representación de eventos registrados en la Biblia y
basados en las vidas de los santos.
La representación del drama medieval se hacía en el interior de la Iglesia, sin embargo, pronto empiezan a realizarse
fuera de ella, escritos en latín y con la actuación de artistas importantes de la época. La salida del drama medieval de
la Iglesia, permitió que los actores tuvieran más libertad para trabajar sus papeles e incluso empezar a imaginar
contenido no religioso, por lo que empiezan a aparecer escenas secundarias y cómicas.

Literatura medieval profana

Durante este momento, la literatura profana no tiene tanta producción como lo será la literatura religiosa, sin
embargo, la que existe se caracteriza por sus tintes fuertes en relación con la crítica hacia el poder de la Iglesia y la
corrupción de sus integrantes.
Además de ello, es posible encontrar en la literatura medieval importantes poemas enfocados a la política, las cuales
se empiezan a desarrollar principalmente en los últimos años de la Edad Media. Estos poemas políticos serían
escritos no sólo por escritores laicos, sino también por clérigos. En esta sección se suele incluir la literatura de viaje
que crece en esta época.
Principales características de la literatura en la época medieval

Estas son las características más importantes de la literatura en esta época:

Temas: la caballerosidad será uno de los temas más recurrentes, pues en ello incluía la lealtad hacia Dios, la devoción
a la dama, la conducta cortés, y en general, la honorabilidad a la que aspiraban los hombres, tema que tendrá forma
en las leyendas heroicas. Así mismo el amor cortés, será de gran importancia para la lírica del Medioevo, pues
expone el amor al estilo caballeresco cayendo a menudo en la tristeza de la indiferencia.
Lengua: para la literatura medieval la lengua de uso será el latín, aunque no será la única, pues con la Baja Edad
Media empiezan a aumentar los textos escritos en lenguas vernáculas.
Autores anónimos: como mencionamos, gran parte de la literatura medieval mantiene obras con autores anónimos,
condición que es resultado no sólo de la ausencia de documentos de la época, sino que también se debe a que estos
autores estaban sujetos a los Padres de la Iglesia católica, en especial, razón por la que su actividad, en muchos
casos, se dedicaba a la reescritura de historias ya conocidas mucho más que a la creación completa literaria.
Aún cuando se trataba de obras nuevas, no quedaba en claro a quién se debía su autoría, pues se atribuían a otros
autores, por ejemplo. Esto permitió que la autoría pasara a ser de menor importancia.
Verso y prosa: en esta época también se mantiene la escritura en verso debido a la facilidad con la que podía
memorizarse y que aparece en subgéneros como la égloga, la lírica, la oda, la elegía, el soneto, entre otros. Sin
embargo, la prosa tiene su origen con las novelas de caballería, las cuales empiezan a relatar las hazañas de los
grandes héroes, un tipo de obras que se desarrollaron a partir de la literatura clásica. De esta manera en la prosa
figuran las hagiografías principalmente.
Obras religiosas: una gran parte de la producción literaria era de carácter religioso, pues la Iglesia Católica poseía el
centro intelectual, lo que le permitió tomar la literatura como herramienta para la producción de himnos litúrgicos,
así como tratados sobre teología pero también sobre filosofía.
A pesar de ello, la perspectiva femenina fue atacada y juzgada con dureza por los demás escritores, aunque no
redujo la influencia que tuvieron sus escritos entre los textos laicos.
Transmisión oral: si bien para este momento ya se manejaba el texto escrito, lo cierto es que la transmisión oral
seguirá siendo igualmente importante, razón por la que muchas de las manifestaciones literarias de la Edad Media se
difundirán a partir de esta forma. A esto se suma que muchas obras líricas se leerán en los monasterios frente a un
público, así como otras obras de carácter moralizante y reflexivo que posteriormente harán parte del género
didáctico. Esto también se debió a que una gran parte de la población no sabía leer.

Las principales obras de la época Medieval


Entre los principales autores de la época medieval, podemos destacar figuras como Santo Tomás de Aquino, Pierre
Abélard y Anselmo de Canterbury, quienes se dedicaron a la escritura de tratados teológicos y filosóficos con el fin de
reconciliar las enseñanzas tanto de autores griegos como autores romanos en relación con la Iglesia Católica.
También se desarrollaron obras como las hagiografías, que eran textos enfocados en la vida de los Santos y que
tuvieron especial relevancia en este periodo.
Entre algunas de las obras más importantes resalta “La leyenda Dorada”, escrita por Jacobo de la Vorágine, una
compilación de hagiografías, también está “Dies Irae” (Día de la Ira) y “Stabat Mater” (Estaba la Madre),
considerados los más importantes poemas latinos litúrgicos. Otras obras de la época son: “El Decamerón” de
Giovanni Boccaccio, “Suma teológica” de Santo Tomás de Aquino, “Confesiones” de San Agustín, “Libro del buen
amor” de Juan Ruiz, “La Divina Comedia” de Dante Alighieri, “Cancionero” de Petrarca, “Conde de Lucanor” de Don
Juan Manuel, entre otras.

Renacimiento

La literatura del renacimiento, como también se le conoce, refiere a toda aquella literatura que se produjo durante el
Renacimiento, época que abarca desde el siglo XV hasta el siglo XVI en el continente europeo. Se caracterizó
principalmente por retomar las formas clásicas de la época grecolatina, proceso que se realizó no sólo en la
literatura, sino también en otras expresiones artísticas, además de la filosofía.
Muchos autores y artistas consideraron que durante la Edad Media se deja de lado el humanismo que había
caracterizado la época clásica, razón por la que el término -Renacimiento-, toma título en este momento para
retomar las ideas. Esto tuvo principal importancia sobre todo por la invención de la imprenta, herramienta que
contribuyó sustancialmente a la difusión de las ideas que se plantean para esta época en materia cultural e
intelectual.

Historia y origen de la literatura renacentista


El movimiento de la literatura renacentista nace en Italia, considerado centro cultural que, posteriormente permitió
que se fuera extendiendo a otras regiones del continente europeo. Durante este momento tiene lugar, también, la
llegada de los españoles a América, proceso que influyó de forma importante en las expresiones literarias, llevando
la mirada a una sobrevaloración de la razón por encima de la fe y la ciencia.
Este acontecimiento será crucial, pues conducirá a los autores a obras con un sentido intenso hacia la razón humana
como uno de los valores supremos. Es así que, específicamente en Florencia, la literatura renacentista tomará su
primer lugar de desarrollo. Sin embargo, además de ello, la literatura del renacimiento se verá en medio de dos
caminos fundamentales; de un lado la expresión de la idealización de la realidad, y de otro, la búsqueda por plasmar
el realismo crítico.

Desarrollo literario en el Renacimiento

Este momento será crucial para el desarrollo de la literatura, pues empiezan a surgir nuevas formas de escritura
entre las que resalta fundamentalmente la novela. Sin embargo, también aparecen también otros subgéneros como
lo son el soneto, el ensayo y el verso endecasílabo como forma de composición.
La literatura renacentista continuará cultivando la poesía lírica, así como la poesía con contenido religioso,
incluyendo en sus producciones la novela pastoril y los libros de caballerías, continuando con las representaciones
dramáticas. Por otro lado es necesario mencionar que además del uso del verso decasílabo como estilo de la época,
empiezan a trabajarse temas extranjeros que con frecuencia refieren a la universalidad.
Así mismo, resalta en esta época la introducción de la figura del enunciador que da vida a la voz poética, el uso de la
prosa con el fin de expresar ideas y opiniones, el uso estético que tendrán los mitos y las leyendas, el modo en que
aparecen temas que no son de la misma región, y por sobre todo, la reducción de la función moralizante dentro de la
literatura, pues en la literatura medieval este era un aspecto constante debido al poder de la Iglesia Católica y su
sometimiento de las artes.

Principales características de la literatura renacentista

Entre las particularidades más importantes de esta época para la literatura, encontramos las siguientes:
Temas: los temas que abundan en la literatura renacentista son a menudo el amor que le canta a la belleza del alma
y del cuerpo, así como la tragedia que se avecina cuando el amor no se logra. También aparecen temas relacionados
con la idealización de la naturaleza y la forma en la que inspira a los artistas, la mitología clásica para traer de nuevo
a personajes de este momento histórico, las hazañas de los caballeros, la crítica social que señala las injusticias y las
desigualdades, así como la crítica a la Iglesia, cuestionando sus modos de actuar, corrupción y manejo del poder. En
ello también incluye los sentimientos religiosos.
Aunque si bien posee una serie de temas variados para sus creaciones, la mujer continúa siendo un eje de inspiración
para el poeta, destacando características físicas claras y preferentes que resaltan la belleza sólo en la mujer que
posea la tez blanca, el pelo rubio y los ojos claros.
Tradición grecolatina: recordemos que esta época debe su nombre a la mirada que hacen los autores sobre la
tradición cultural clásica grecolatina, la cual busca traer de vuelta sus formas y sobre todo el humanismo con el que
se caracterizó el arte clásico, incluyendo la literatura clásica.
Visión antropocéntrica: un aspecto esencial de este momento tiene que ver con el lugar que ocupa el ser humano,
pues se considera ser el eje central del mundo, configurando de esta manera una visión antropocéntrica en la
literatura renacentista. Este aspecto contrasta con las ideas que se profesan en la literatura medieval, donde es Dios
el que ocupa el centro del universo, desarrollando anteriormente una visión teocéntrica.
Razón: durante esta época, otro aspecto fundamental de desarrollo literario y artístico, tiene que ver con que la
razón pasa a ser más importante que la fe, de manera que se pone la razón por encima de la fe enfatizando en la
necesidad de cultivar un espíritu crítico y racionalista que será exaltado y trabajado en la literatura. A esto se debe
añadir que la mentalidad de la época se entregaba a la curiosidad, estímulo que provocó a muchas personas el gusto
por la investigación y la ciencia.
A esto se debe a que en la época del renacimiento se hayan desarrollado importantes inventos, como lo serán la
imprenta, la brújula, el telescopio y posteriormente, la reforma protestante en el interior de la Iglesia Católica. Es
precisamente la imprenta la que permite facilitar el conocimiento de la escritura y la lectura entre las personas, lo
que aumentó considerablemente el número de lectores y que se reflejó en el crecimiento de la demanda de
producciones literarias.
Naturaleza: para este momento y una de las constantes más importantes, sobre todo en la expresión poética, será la
visión sobre la naturaleza, dado que se la considera como el máximo símbolo de la perfección, poniéndola así con
una visión idealizada de la naturaleza.
Principales obras de la época renacentista
Esta época se caracteriza por una gran producción literaria, pues autores previos como Dante, Bocaccio y Petrarca
inspiran a muchos de los escritores posteriores para sus propias producciones artísticas bajo el esplendor del
Renacimiento.
Entre las principales obras y autores que hacen parte de la literatura renacentista encontramos por ejemplo:
“Utopía” de Tomás Moro, “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra, “Noche oscura” de San
Juan de la Cruz, “Elogio de la locura” de Erasmo de Rotterdam, “Gargantúa y Pantagruel” de Francois Rabelais, “El
lazarillo de Tormes” de autor anónimo, “Macbeth” y “Romeo y Julieta” de William Shakespeare, “La reina del hada”
de Edmund Spenser, “El cortesano” de Baltasar Castiglione, entre otros más.

Barroco

También conocida como literatura barroca, fue considerada principalmente una manifestación literaria que tuvo
lugar durante el siglo XVII en el continente europeo, principalmente en España. Esta época literaria se destacó, entre
otras cosas, por un desarrollo de la literatura sustancial con la invención de nuevas formas que empiezan a ser
anunciadas por los autores de la época.
La época anterior a la literatura barroca es el Renacimiento, con la literatura renacentista, y se distinguirá de esta por
el triunfo de la ornamentación y una constante búsqueda del placer estético, además de traer a las producciones
artísticas las ideas relacionadas con el pesimismo y el desengaño. Es así que tendrá un panorama totalmente distinto
para las temáticas literarias donde reinan las luchas del ser humano, la mentira, el engaño, entre otros defectos
humanos.

Historia y origen de la literatura del Barroco

Aunque si bien en sus inicios el término -barroco- era usado para denominar el desarrollo de las artes plásticas,
pronto se empieza a hablar del barroco en otras áreas, principalmente en la literatura, medio en el que también
empiezan a aparecer otras formas. Sin embargo, muchos expertos sitúan el nacimiento de la literatura barroca en el
siglo XVI, pues nace como un movimiento de tipo ideológico que mantiene una sólida relación con el Renacimiento.
Como una época de cambios, la literatura pretende renovar muchas de las formas literarias que se venían
manejando, así como también dará a luz a muchos otros estilos literarios en España y otras regiones del continente
europeo. Uno de los acontecimientos que más influye en este proceso será la Contrarreforma, pues empieza a
sentirse una preocupación que desestabiliza la serenidad de la literatura renacentista y que construirá una literatura
barroca caracterizada por el conflicto y el desequilibrio. Esto se verá reflejado posteriormente en una serie de estilos
que tomarán lugar en varios países del continente.
Hacia finales del siglo XVI España empieza a experimentar una serie de condiciones políticas y sociales que
desencadenan en un panorama desolador para la población, pues se verá afectada por cuestiones como la
desigualdad social, la miseria, el hambre, la peste, entre otros problemas sustanciales a los que los artistas no serán
indiferentes. Es así que empieza a configurarse uno de los ejes más importantes de la literatura barroca, pues llevará
la mirada a la miseria del ser humano, los pícaros, la desigualdad, la muerte y otros temas que toman un papel
determinante en la literatura de la época.
Posteriormente se trasladó a América, donde adquiere otra serie de modificaciones y sentidos, pues empieza a
evidenciarse una cercanía religiosa, la escritura en prosa y una búsqueda de la poesía por acercarse e impresionar al
sentimiento y al entendimiento.

Desarrollo literario del Barroco


Uno de los ejes centrales del desarrollo literario de esta época reposa en el uso desmedido de una serie de
elementos que recoge como herencia pero de los que también se inspira para la creación de nuevas formas literarias.
Es así que en este momento la literatura barroca empieza a utilizar la adjetivación con frecuencia, la metáfora en sus
expresiones poéticas, la perífrasis, la antítesis, el hipérbaton, hará alusiones constantes a la mitología clásica, entre
otros que hacen parte de lo que conocemos hoy como las figuras retóricas.
En cuanto a la forma de manifestación de esta literatura, es posible encontrar distintos caminos. Uno de ellos es el
Eufuismo, un estilo elaborado que fue usado por poetas de origen inglés. Así mismo aparece también el Marinismo,
la primera y segunda escuela de Silesia, el Conceptismo y finalmente el Culteranismo.
Otro aspecto relevante de la literatura barroca tiene que ver con su coincidencia con el Siglo de Oro, lo que traerá a
la expresión literaria otros temas de interés como el honor, el amor, la religión y la sátira. Se considera que será una
época fundamental para la prosa, la cual florecerá de la mano con obras de Miguel de Cervantes, pero también será
cultivada por otros autores como lo son Lope de Vega, Baltasar Gracián y Francisco Quevedo.

Poesía del Barroco

La producción artística de la poesía fue uno de los procesos más importantes para el desarrollo de la literatura
universal en este momento, dado que su cercanía e impacto con el poeta será determinante para examinar las
preocupaciones vivas en sus autores. Sin embargo, será una poesía con muchos artificios y recursos literarios que
desencadenan, posteriormente, en el surgimiento de corrientes como el conceptismo y culteranismo, estilos que
puedes examinar en nuestra sección de Literatura.

Drama en el Barroco

En cuanto al género dramático de la época, se seguirán representando los relatos bíblicos dictados por la Iglesia, así
como obras de comedia. En este sentido, las obras cómicas permiten poder enlazar lo trágico con la comedia, lo que
lo dota de un tinte más revelador frente al sentimiento de las condiciones que enfrentaba España en este momento.

Principales características de la literatura del Barroco

Estas son las características más importantes de la literatura de esta época:


Temas: como mencionamos, las condiciones deplorables en las que entra España para este momento, serán el eje
inspirador para el poeta que pierde el color y empieza a examinar las consecuencias. Es así que a menudo los temas
de la época se centran en el engaño, la decepción, la muerte, la enfermedad y en general, se caracterizará por
manejar contenido desolador y triste.
Oposición al Renacimiento: otro de los aspectos que resaltan la literatura barroca es la concepción de su sentido,
dado que se pone en contrario con la literatura del renacimiento, de la que busca desesperadamente distinguirse a
través del uso de varios recursos literarios que construyen un mayor nivel de complejidad para la interpretación de
las obras.
Elementos usados: además de los recursos literarios variados que usará, no podemos dejar de desconocer en sus
obras la constante presencia de la ironía y el sarcasmo. Estos dos elementos son cruciales para el autor, pues
pretende poner en evidencia sentimientos de melancolía, dolor y desengaño.
Espiritualidad: aspectos relacionados con la y con la espiritualidad, serán frecuentes dentro de las producciones
literarias del Barroco, dado que atribuyen un importante apoyo a la Iglesia, concibiéndola como un ente de mayor
seguridad frente a la crisis que estaban viviendo para conseguir la paz y la tranquilidad a través de la fe.
Nuevas formas añadidas: otra de las características más importantes de la época literaria, es la corriente innovadora
que representó para el desarrollo de las producciones, pues empiezan a llevar la mirada a manifestaciones de la
literatura de otros países. Sin embargo, otro de los cambios más importantes fue el paso progresivo de la renovación
literaria a través del uso excesivo de recursos retóricos en las composiciones, proceso que inició masivamente entre
los escritores.

Principales obras de la época barroco

En cuanto a las obras y autores más relevantes de la época encontramos artistas como Luis de Góngora, Francisco de
Quevedo, Francisco Rodríguez Lobo, John Donne, Angelus Silesius, Henry Vaughan, Andreas Gryphius, Antonio Vieira,
Gregorio de Matos, entre otros. En cuanto a autores que empiezan a trabajar la literatura barroca en el continente
americano podemos encontrar a Sor Juana Inés de la Cruz de origen mexicano, así como Erick Flores Pedro, Francisco
de Terrazas y Bernardo de Balbuena.

Neoclasicismo

Es una de las épocas literarias más determinantes para el desarrollo de esta expresión artística que inicia a mediados
del siglo XVIII y finaliza hacia el siglo XIX. Una de las características más importantes de la literatura neoclásica tiene
que ver con la renovación que se realiza a los valores tanto estéticos como filosóficos procedentes de la Antigüedad
Clásica, razón por la que recibe su nombre.
También aparecerán otra serie de aspectos como el culto a la razón y otros factores que conducirán a una nueva
etapa de la evolución de la literatura que nace en Francia y pronto empezó a extenderse a otros países del
continente europeo hasta alcanzar el continente americano.
Historia y origen de la literatura neoclásica

En sus inicios fue llamado simplemente clasicismo. Esta época literaria tiene su sede de origen en Francia en el siglo
XVIII, lugar desde el que pronto empieza a extenderse a otras zonas del continente y del mundo, gracias a la
expansión, también, de la ilustración. La ilustración era un movimiento filosófico que pretendía derogar el
dogmatismo a través de la exaltación de la razón y el conocimiento. Es así que para este momento se publica por
primera vez la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert. De esta manera la enciclopedia empieza a tener un valor
sustancial durante la divulgación de las ideas de la ilustración basados en el dominio público de obras entre las que la
literatura podría gozar de mayor libertad.
Sin embargo, para su aparición hubo otros dos sucesos que empujaron la literatura neoclásica; de un lado el
descubrimiento de las ruinas de Herculano y Pompeya, hecho que despierta el interés por el estudio de la cultura
grecolatina y de otro lado, los cambios de los modos de producción y estructura social con la revolución industrial y
la revolución francesa que defendía la libertad y la igualdad.
La literatura neoclásica surge como respuesta a la literatura barroca, época literaria inmediatamente anterior a la
reacciona con un sentimiento marcado de revolución filosófica y estética, proclamándose como un movimiento
artístico confesional, en otras palabras, con una estructura propia que se opone a las formas que se venían
trabajando.

Desarrollo literario en la época neoclásica

Es importante mencionar que la literatura neoclásica busca inicialmente una cultura que se sustente en la moral,
pero también en la razón y en el progreso. Este pensamiento estaría formado a partir del contexto desde el que
surge y las condiciones sociales y políticas que empieza a atravesar no sólo Francia, sino también, más tarde, el
continente europeo con las revoluciones.
Durante la literatura neoclásica también se ponen en evidencia otra serie de aspectos que limitan con la elegancia
formal, así como constantes conflictos entre las pasiones, el honor y el deber que permanecían en las obras
literarias. Será expuesta la inspiración por la Antigüedad Clásica, así como un uso mayoritario de los géneros críticos
dejando a un lado los géneros didácticos que se venían desarrollando en la época barroca.
En cuanto a la literatura neoclásica en Hispanoamérica, también influyó de forma importante enalteciendo los
valores racionales y permitiendo que cada región pudiera desarrollar una serie de elementos propios.
Particularmente Latinoamérica desarrolló un enfoque dirigido a los valores de la libertad y el progreso, los cuales se
sustentaban en figuras como Simón Bolívar. En esta época también nace la literatura gauchesca en países del sur de
América.
La literatura neoclásica comprende tres eras distintas que le permitieron su consolidación. Estas son:

Era de la restauración

En esta etapa resalta principalmente la poesía que continúa los modelos grecolatinos pero añadiendo un factor
novedoso para su composición: la sátira. Para esta era el teatro también experimenta un cambio importante con la
incorporación de la prosa en la escritura de las obras, lo cual permite un mejor desarrollo de la comedia en escena y
agrega los pastorales y odas.

Era agustina

Esta segunda era adquiere su nombre por Augusto, el emperador romano que fue exaltado por la prosperidad que
permitió para el Imperio. Adicional a ello, para esta etapa se empieza a trabajar en novelas de ficción, algunos cortes
autobiográficos e inicia el desarrollo del periodismo. Se mantienen las comedias, aunque la poesía se inclina hacia el
sentimentalismo. Poco a poco empieza a formularse una literatura cercana a lo moral, realista y racional.

Era de Johnson

También conocida como la era de la sensibilidad, tuvo varios ejes importantes sobre los que inicia la producción
literaria, siendo estos lo intelectual, el equilibrio y la razón, aunque se evidenció una fuerte inclinación por la
literatura popular. Para esta etapa las obras de William Shakespeare alcanzan una gran importancia, de manera que
empieza a aumentar su reconocimiento. Sin embargo, el artista también se dedicó a la creación de diccionarios sobre
ortografía y gramática, así como también a la escritura de enciclopedias.

Principales características de la literatura neoclásica


Estas son las características más importantes de esta época literaria:
Temas: si bien parte de los temas literarios fueron instrumentalizados por el poder político, no sucedió con toda la
producción artística. Estas creaciones fuera del sometimiento del gobierno, a menudo tocaban temas con modelos
morales, las nuevas ideas que llegaban con la revolución francesa y la revolución industrial, la mitología romana, y en
casos menores la religión.
Propósito moralizante: se considera que el principal objetivo de esta época literaria es la moralización de la
sociedad. Este propósito se basa en la educación para la construcción del proyecto del progreso, razón por la que
todos los artistas de las distintas áreas empiezan a crear obras que difunden los valores que se requieren para llegar
a una sociedad moral, racional y progresista que deje atrás la ignorancia y el dogmatismo del que habían sido sujetos
en la época anterior.
Valores universales: en búsqueda de esta construcción social, existe una serie de valores considerados universales
que permitirían el paso a la modernidad de la sociedad, entre los que resaltan el espíritu de sacrificio, el heroísmo, la
libertad y la idea de patria.
Modelo clásico: es importante tener en cuenta que la literatura neoclásica debe su nombre a esta relación con el
arte de la Antigüedad Clásica, esto porque la interpretan como una referencia moral sobre la cual pueden fundar un
nuevo proyecto. Muchos expertos califican esta visión como una idealización moral del pasado para la construcción
de la modernidad.
Importancia de la razón: entre los principales elementos de la literatura neoclásica la razón ocupa uno de los más
determinantes para la formación del pensamiento artístico. La razón se convierte en uno de los elementos más
frecuentes de las representaciones artísticas porque representa la organización metódica y la virtud para la sociedad,
de manera que el culto a la razón será una constante de los artistas para difundirlo a los lectores y demás
espectadores.

Principales obras de la época neoclásica

Entre las obras y autores más importantes de la literatura neoclásica encontramos “Las fábulas” de Jean de la
Fontaine, “Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift, “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe, “Ocios de mi juventud”,
“Don Sancho García”, “Solaya o los circasianos” de José Cadalso Vázquez, “Ensayo sobre el hombre”, un poema
filosófico escrito por Alexander Pope, entre muchos otros más.

Romanticismo

El romanticismo es un movimiento artístico y literario que surgió entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX
en Alemania e Inglaterra. Desde allí se extendió a toda Europa y América. El movimiento romántico está basado en la
expresión de la subjetividad y la libertad creadora en oposición al academicismo y el racionalismo del arte
neoclásico.
Tiene su origen en la influencia del movimiento germánico Sturm und Drang (que significa ‘tormenta e ímpetu’),
desarrollado entre 1767 y 1785, el cual reaccionaba contra el racionalismo ilustrado. Impulsado por el Sturm und
Drang, el romanticismo rechazó la rigidez académica del neoclasicismo que, para entonces, había ganado la
reputación de frío y servil al poder político.
La importancia del romanticismo radica en haber promovido la idea del arte como un medio de expresión individual.
Dice el especialista E. Gombrich que durante el romanticismo: «Por primera vez, acaso, llegó a ser verdad que el arte
era un perfecto medio para expresar el sentir individual; siempre, naturalmente, que el artista poseyera ese sentir
individual al que dar expresión».
En consecuencia, el romanticismo fue un movimiento diverso. Había artistas revolucionarios y reaccionarios. Otros
eran evasivos de la realidad, otros promotores de los valores burgueses y otros antiburgueses. ¿Cuál sería el rasgo
común? Según el historiador Eric Hobsbawm, el combate del término medio. Para comprender esto mejor,
conozcamos las características del romanticismo, sus expresiones, representantes y contexto histórico.

Características del romanticismo

Identifiquemos algunos rasgos comunes en términos de valores, concepción, propósito, temas y fuentes de
inspiración del romanticismo.
Subjetividad vs. objetividad. Se exaltaba la subjetividad, los sentimientos y los estados de ánimo sobre la objetividad
y el racionalismo del arte neoclásico. Se enfocaron en los sentimientos intensos y místicos, como miedo, pasión,
locura y soledad.
Imaginación vs. inteligencia. Para los románticos, el ejercicio de la imaginación era equiparable al pensamiento
filosófico. Por ende, revalorizaron el papel de la imaginación en el arte en cualquier de las disciplinas artísticas.
Lo sublime vs. belleza clásica. Se opone la noción de lo sublime frente a la belleza clásica. Los sublime se entendía
como la percepción de la grandeza absoluta de lo contemplado, que no solo place, sino que conmueve y turba al no
corresponder a expectativas racionales.
Individualismo. El romántico procura la expresión del yo, el reconocimiento de la identidad individual, de la
singularidad y la distinción personal. En la música, por ejemplo, esto se expresó como un desafío al público en la
improvisación artística.
Nacionalismo. El nacionalismo fue la expresión colectiva de la búsqueda de la identidad del individuo. En una época
de cambios vertiginosos, era importante mantener el vínculo con el origen, la herencia y la pertenencia. De allí el
interés por el folclor.
Liberación de las reglas academicistas. Se propone la liberación de las rígidas reglas del arte academicista,
particularmente del neoclasicismo. Subordinan la técnica a la expresión individual y no al contrario.
Redescubrimiento de la naturaleza. El romanticismo convirtió al paisaje en una metáfora del mundo interior y una
fuente de inspiración. Por ende, se prefirieron los aspectos más salvajes y misteriosos del paisaje.
Carácter visionario u onírico. El arte romántico trae a la luz el interés por los asuntos oníricos y visionarios: sueños,
pesadillas, fantasías y fantasmagorías, donde la imaginación se libera de la racionalidad.
Nostalgia por el pasado. Los románticos sienten que con la modernización se han perdido la unidad entre el hombre
y la naturaleza, e idealizan el pasado. Tienen tres fuentes: la edad media; lo primitivo, exótico y popular y la
revolución.
Idea de genio atormentado e incomprendido. El genio del romanticismo es un incomprendido y atormentado. Se le
distingue del genio renacentista por su imaginación y originalidad y, también, por la narrativa de una vida
atormentada.

Temas del romanticismo.


Abarcan un registro tan diverso como el tratamiento de:
 Edad Media. Hubo dos caminos: 1) evocación del arte sacro medieval, especialmente el gótico, expresión de
fe e identidad. 2) Lo maravilloso medieval: monstruos, criaturas míticas, leyendas y mitologías (como la
nórdica).
 Folclor: tradiciones y costumbres; leyendas; mitologías nacionales
 Exotismo: orientalismo y culturas “primitivas” (culturas indígenas americanas).
 Revolución y nacionalismo: historia nacional; valores revolucionarios y héroes caídos.
 Temas oníricos: sueños, pesadillas, criaturas fantásticas, etc.
 Inquietudes existenciales y sentimientos: melancolía, melodrama, amor, pasiones, muerte.

Literatura del romanticismo

La literatura, al igual que la música, se percibía como un arte de interés público al colindar con los valores del
creciente nacionalismo. Por ello, defendía la supremacía cultural de la lengua vernácula a través de la literatura
nacional. Asimismo, los escritores incorporaron la herencia popular a los temas y estilos de la literatura, en desafío a
la cultura aristocrática y cosmopolita.
Un rasgo distintivo del movimiento literario romántico fue la parición y desarrollo de la ironía romántica que
atravesó todos los géneros literarios. También hubo mayor presencia del espíritu femenino.
En poesía, se valoró la lírica popular y se desecharon las reglas poéticas neoclásicas. En la prosa, aparecieron géneros
como el artículo de costumbres, la novela histórica y la novela gótica. Fue también un período extraordinario para el
desarrollo de la novela por entregas (novela de folletín).

Pintura y escultura en el romanticismo

La pintura romántica se liberó del encargo y, por ende, logró perfilarse como expresión individual. Ello fue favorable
a la libertad creativa y a la originalidad, pero hizo más difícil el mercado de la pintura e influyó en que esta perdiera
cierto grado de influencia en lo público.
Artísticamente, la pintura romántica se caracterizó por el predominio del color sobre el dibujo y el uso de la luz como
elemento expresivo. En el caso de la pintura francesa, se sumaron composiciones complejas y abigarradas de
influencia barroca.
También fue característica la evasión de la claridad y la definición, y el uso de trazos y texturas al descubierto con
fines expresivos. Se prefirieron técnicas como la pintura a óleo, la acuarela, los grabados y las litografías.
La escultura del romanticismo tuvo un desarrollo menor que la pintura. En un principio, los escultores mantuvieron
el interés en la mitología clásica y los cánones de representación tradicionales. Sin embargo, poco a poco
aparecieron escultores que modificaron algunas reglas. Así, se usaron diagonales para crear composiciones
trianguladas, se buscó crear dinamismo y mayor tensión dramática y se introdujo el interés por los efectos de
claroscuro.

Romanticismo musical

La música alcanzó protagonismo como arte público, y fue percibida como manifiesto político y arma revolucionaria.
Esto se debe, en parte, al auge de la relación entre música y literatura, que dio lugar al florecimiento del lied como
género musical, y que llevó a la ópera a otro nivel de popularidad, todo gracias a la valorización de la lengua
vernácula.
Así, se desarrollaron ampliamente las óperas en lenguas nacionales como el alemán y el francés. También hubo un
extraordinario desarrollo del género canción con poesía tradicional, popular y nacional. Asimismo, apareció el poema
sinfónico.
Estilísticamente, se desarrolló una mayor complejidad de ritmos y líneas melódicas; aparecieron nuevos usos
armónicos. Los compositores e intérpretes buscaron crear mayores contrastes y exploraron los matices en su
máxima expresión.
Es fundamental mencionar el extraordinario desarrollo de la música para piano. Este instrumento se creó en siglo
XVIII y, por ende, tuvo un importante papel en el clasicismo musical. Pero en el romanticismo se exploraron todas sus
posibilidades expresivas y su uso se popularizó. Asimismo, la orquesta se amplió, pues se crearon y añadieron nuevos
instrumentos como el contrafagot, el corno inglés, la tuba y el saxofón.

Arquitectura durante el romanticismo

No hubo un estilo arquitectónico romántico propiamente dicho. La tendencia dominante de la primera parte del siglo
XIX fue el historicismo arquitectónico, la mayoría de las veces determinado por la función del edificio o por la
historia del lugar.
Este historicismo había tenido su inicio en el movimiento neoclásico, que acudió a estilos como el neogriego o el
neorromano para los edificios de orden público. Dominaba la nostalgia del pasado.
Para el diseño de los edificios religiosos del siglo XIX, los arquitectos tocados por el espíritu romántico solían acudir a
las formas vigentes durante el esplendor del cristianismo. Por ejemplo, el neobizantino, el neorrománico y el
neogótico.
También se usaron los estilos neobarroco, neomudéjar, etc. De todos estos estilos conservaron los aspectos
formales, pero se usaron materiales y técnicas constructivas de la era industrial.

Principales representantes del romanticismo

Literatura:
 Johann Wolfgang von Goethe (Alemania, 1749 - 1832). Obras representativas: Las desventuras del joven
Werther (ficción); La teoría del color.
 Friedrich Schiller (Alemania, 1759 - 1805). Obras representativas: Guillermo Tell, Oda a la alegría.
 Novalis (Alemania, 1772 - 1801). Obras representativas: Los Discípulos en Sais, Los Himnos a la noche, Los
Cantos espirituales.
 Lord Byron (Inglaterra, 1788 - 1824). Obras representativas: Las peregrinaciones de Childe Harold, Caín.
 John Keats (Inglaterra, 1795 - 1821). Obras representativas: Oda sobre una urna griega, Hyperion, Lamia y
otros poemas.
 Mary Shelley (Inglaterra, 1797 - 1851). Obras representativas: Frankenstein, El último hombre.
 Víctor Hugo (Francia, 1802 - 1885). Obras representativas: Los miserables, Nuestra Señora de París.
 Alejandro Dumas (Francia, 1802 - 1870). Obras representativas: Los tres mosqueteros, El conde de
Montecristo.
 Edgar Allan Poe (Estados Unidos, 1809 - 1849). Obras representativas: El cuervo, Los crímenes de la calle
Morque, La casa Usher, El gato negro.
 José de Espronceda (España, 1808 - 1842). Obras representativas: Canción del pirata, El estudiante de
Salamanca.
 Jorge Isaacs (Colombia, 1837 - 1895). Obra representativa: María.
Artes plásticas:
 Caspar David Friedrich (Alemania, 1774-1840). Pintor. Obras representativas: El caminante sobre el mar;
Monje a la orilla del mar; Abadía en el robledal.
 William Turner (Inglaterra, 1775-1851). Pintor. Obras representativas: El «Temerario» remolcado a su último
atraque para el desguace; La batalla de Trafalgar; Ulises burlando a Polifemo.
 Théodore Géricault (Francia, 1791-1824). Pintor. Obras representativas: La balsa de la Medusa; Oficial de
cazadores a la carga.
 Eugene Delacroix (Francia, 1798-1863). Pintor. Obras representativas: La libertad guiando al pueblo; La barca
de Dante.
 Leonardo Alenza (España, 1807- 1845). Pintor. Obras representativas: El viático.
 François Rude (Francia, 1784-1855). Escultor. Obras representativas: La partida de los voluntarios de 1792 (La
Marsellesa); Hebe y el águila de Júpiter.
 Antoine-Louis Barye (Francia, 1786-1875). Escultor. Obras representativas: León y serpiente, Roger y Angélica
montados sobre un hipogrifo.

Música:
 Ludwig van Beethoven (Alemania, 1770-1827). Músico del período de transición al romanticismo. Obras
representativas: La quinta sinfonía, La novena sinfonía.
 Franz Schubert (Austria, 1797-1828). Obras representativas: Das Dreimäderlhaus, Ave María, Der
Erlkonig (Lied).
 Robert Schumann (Alemania, 1810-1856). Obras representativas: Fantasía en C, Kreisleriana op. 16,
Frauenliebe und leben (Amor y vida de una mujer), Dichterliebe (Amor y vida de un poeta).
 Fréderic Chopin (Polonia, 1810-1849). Obras representativas: Nocturnos Op. 9, Polonesa Op 53.
 Richard Wagner (Alemania, 1813-1883). Obras representativas: El anillo del Nibelungo, Lohengrin, Parsifal,
Sigfrido, Tristán e Isolda.
 Johannes Brahms (Alemania, 1833-1897). Obras representativas: Danzas húngaras, Liebeslieder Waltzes Op.
52.
Contexto histórico del romanticismo

Culturalmente, el siglo XVIII estuvo marcado por el Iluminismo, que preconizaba el triunfo de la razón sobre el
fanatismo, la libertad de pensamiento y la fe en el progreso como nuevo sentido de la historia. La religión perdía su
influencia pública y era confinaba a la esfera privada. La revolución industrial, que transcurría paralelamente,
consolidó a la burguesía como clase dominante y formó una clase media emergente.
La Ilustración se expresaba con el arte neoclasicismo. Con el neoclasicismo, comenzaron los "ismos" como tal, es
decir, los movimientos con programa y conciencia deliberada de estilo. Pero aún existían barreras para la libertad
individual y contradicciones, de modo que no tardó en formarse una reacción.
Los nuevos cambios despertaban la desconfianza ante el excesivo "racionalismo" que, irónicamente, justificó muchas
prácticas intolerantes; se miraba con nostalgia los tiempos de la fe y se sentía una cierta desconfianza hacia los
nuevos sectores sociales sin tradición.
El impacto del "buen salvaje"

En 1755, Jean-Jacques Rousseau publicó Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los
hombres, donde refutaba la obra Leviatán de Thomas Hobbes. Hobbes justificaba el despotismo ilustrado para
garantizar la razón y el orden social, ya que entendía que el individuo tiende a la corrupción por naturaleza.
Rousseau propuso la tesis contraria: que el ser humano es bueno por naturaleza y que la sociedad lo corrompe. Los
aborígenes americanos, de quienes se decía vivían en armonía con la naturaleza, fueron referidos por Rousseau
como modelo ejemplar. Surgió así la tesis del “buen salvaje”. La idea fue tan escandalosa que le mereció la
enemistad con Voltaire y fue considerada herética por la Iglesia. Aún así, nadie pudo detener su contagio
revolucionario.
La influencia del nacionalismo

El nacionalismo había despertado en Europa desde que Montesquieu, en pleno contexto de la Ilustración, definió las
bases teóricas de la nación en el siglo XVIII. De hecho, el nacionalismo fue un valor compartido por los neoclasicistas,
pero el romanticismo le confirió un sentido nuevo al vincularlo no solo a un principio político sino ontológico: el “ser
nacional”.
Este valor adquirió gran beligerancia cuando Napoleón, símbolo revolucionario del Estado laico, más pronto que
tarde demostró su deseo de establecer un imperio europeo. La reacción no se hizo esperar. Los artistas de la
transición romántica le dieron la espalda. Un ejemplo paradigmático es Beethoven, quien le había dedicado
la Sinfonía Heroica a Napoleón y, al verlo avanzar en contra del pueblo germano, borró la dedicatoria.

La aparición del Sturm und Drang

Entre 1767 y 1785 surgió un movimiento germánico llamado Sturm und Drang ("Tormenta e ímpetu"), impulsado por
Johann Georg Hamann, Johann Gottfried von Herder y Johann Wolfgang von Goethe. Este movimiento rechazó el
racionalismo y rigor del arte neoclásico y se constituyó en antecedente e impulso del romanticismo. El movimiento
había recibido la influencia del pensamiento roussoniano y despertaba el germen de la inconformidad frente al
estado de las cosas.

El arte como vocación

El romanticismo, impulsado en parte por el Sturm und Drang, también revelaba una crítica, pero esta partía de una
profunda desconfianza ante el mundo conocido, ese mundo del progreso y de la creciente masificación.
Las academias habían constreñido la creatividad artística y el arte de finales del siglo XVIII había dejado de ser
revolucionario para ser predecible y servil. Los románticos creían que el arte estaba destinado a expresar no solo la
opinión sino la sensibilidad del artista. Nació la idea del arte como vocación, lo que liberó al artista de las
obligaciones de la relación con el cliente/patrono.

El Romanticismo en Argentina

Inestabilidad social, guerras civiles, ideas irreconciliables acerca de cómo organizar el país… En Argentina y en toda
Hispanoamérica se produjeron hacia la misma época, grandes tensiones sociales en busca de un orden más justo que
garantizara la construcción de las nacionalidades. La anarquía primero y tras ella la irrupción de los caudillos fue el
resultado de la ruptura de las estructuras coloniales después de las guerras de la independencia. Había un clima de
efervescencia y búsqueda de un nuevo orden. En ese marco histórico y, principalmente, en el período que transcurre
entre 1830 y 1860, se desarrolló el Romanticismo en América, aunque sus postulados siguieron vigentes durante
algunas décadas más en la literatura gauchesca.
El Romanticismo fue un intenso movimiento cultural que abarcó las artes plásticas, la literatura, la música, la política.
Su cosmovisión fue sentimental, es decir, tenía como centro el sentimiento y la emoción por sobre la razón. Se
originó en Alemania a fines del siglo XVIII, se expandió por el resto de Europa y extendió su influencia a América.
Tanto en Argentina como en el resto de Hispanoamérica, este movimiento se adhirió intensamente a una de las
corrientes del Romanticismo europeo: la social. La otra corriente, la del Romanticismo sentimental, se manifestó
entre 1860 y 1890, cuando el país ya se había organizado políticamente. Dos novelas ejemplifican cada una de ellas:
Amalia, de José Mármol y María de Jorge Isaac, respectivamente. Pero en sus comienzos, la realidad americana no
permitió a los románticos abandonarse a la contemplación egocéntrica; por el contrario, les exigió dar una respuesta
a las necesidades colectivas.
En lo literario, los románticos buscaron la originalidad a través de una literatura nacional con rasgos propios,
diferentes de los europeos. Por eso, la naturaleza se vuelve protagonista.
Además de los temas, intentaron renovar el lenguaje. Plantearon la necesidad de una lengua nacional, liberada de las
convenciones de la Real Academia Española y más ligada a las expresiones regionales y coloquiales. Dijo Sarmiento:
«El idioma de América deberá ser suyo, propio, con su modo de ser característico y sus formas e imágenes tomadas
de las virginales, sublimes y gigantescas que su naturaleza, sus revoluciones y su historia indígena le presentan.»

Características del Romanticismo en América:

 El individualismo: el romántico europeo exaltaba su yo, y buscaba la originalidad dentro de sí mismo, en sus
sentimientos.
 El sentimentalismo: Se actuaba con pasión, con heroísmo, con coraje. Lo sentimental acompañó a la
afirmación de ideales de libertad, progreso y democracia.
 El historicismo: Los románticos afirmaban que hay que conocer la realidad presente, sus contradicciones, su
proceso para poder realizar cambios que posibiliten la organización y la conducción de un país hacia el
progreso, la civilización y la libertad.

Los temas románticos:

 La patria: los escritores sienten que su destino individual está ligado al destino de la patria.
 El amor: En el Romanticismo sentimental se presenta un amor idealizado, ennoblecido. En el Romanticismo
social éste queda siempre condicionado a las exigencias de la realidad histórica, expuesto a los riesgos del
momento político. Su posibilidad de realización depende, más que de las libertades individuales, del clima
social en el que se genera.
 El amor romántico termina casi siempre en muerte o en pérdida. Es un amor irrealizable.
 La mujer: adquiere suma importancia porque es la generadora de la pasión. Se la presenta como mujer ángel
o como mujer demonio según ennoblezca al hombre o lo condene a la destrucción.
 La naturaleza: en el paisaje americano y en su gente el romántico encuentra rasgos de lo propio, de lo
diferente. Como la naturaleza en Hispanoamérica asombra por su generosidad y su tamaño, el romántico la
identifica con lo exótico. El desierto, la pampa, la selva, los grandes bosques, la magnitud de las montañas,
permiten explorar el color local y su paisaje humano.

La primera literatura nacional

Estudiar la literatura romántica argentina tiene una significación especial, ya que, para muchos autores y críticos
posteriores, se trata de la primera literatura genuinamente argentina, surgida precisamente en el momento en que,
transcurridas algunas décadas desde la declaración de la independencia, el país comenzó a definirse como tal. En
consecuencia, es imposible estudiar la literatura argentina de ese momento sin realizar, al mismo tiempo, un análisis
del contexto histórico en el que tuvo lugar, ya que la principal intención de esa literatura fue expresar ese contexto.
Esteban Echeverría (1805-1851) y Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) son autores inaugurales de la literatura
argentina. El escritor y crítico Ricardo Piglia, en su libro La Argentina en pedazos, señala que la narrativa argentina
comienza, precisamente, con Echeverría y Sarmiento, y con sus obras El matadero y Facundo, las cuales cuentan una
misma historia de violencia y luchas de poder desde perspectivas diferentes.
Ambos textos tratan el enfrentamiento entre «civilización y barbarie», ambos denuncian y critican con igual pasión la
situación sociopolítica de la época y proponen los cambios necesarios para la concreción del país que sueñan.
Plantean, en definitiva, la causa de los males de la argentinidad y así están definiendo el «ser argentino» en sus dos
versiones antagónicas: los que ejercen el poder y los sojuzgados, los que persiguen sólo intereses personales y los
que luchan por altos ideales sociales, los que oprimen y los que defienden la libertad.

Buenos Aires vs. las provincias

Entre 1820 y 1830, la Argentina estaba independizada, pero disgregada enfrentando estallidos de guerra civil. La
inestabilidad política era el resultado de las posturas encontradas entre el interior y Buenos Aires y su permanente
medición de fuerzas.
Las provincias, lideradas por caudillos que buscaban una organización federal de la Nación, se oponían a las
pretensiones de Buenos Aires de ejercer un poder centralizado y hegemónico, basado en la supremacía económica
estratégica que le daba el puerto. Esta etapa se caracterizó por la sucesión de períodos en los que existía un
gobierno nacional y otros en los que las provincias se declaraban autónomas. Federales y unitarios chocaban, en
congresos y batallas, tratando de imponer sus ideas acerca de un gobierno nacional unificado. Entre los primeros, se
destacaron Juan Manuel de Rosas, hacendado bonaerense, y Facundo Quiroga, caudillo riojano que llegó a tener un
poder militar y político muy importante en el interior.
En 1826, se promulgó una Constitución de marcado tinte unitario, fue rechazada por parte de las provincias. El país
vivía una situación crítica por la imposibilidad de lograr la organización nacional y por los problemas económicos y de
política exterior (la guerra con el Brasil por la Banda Oriental). El gobierno nacional no existía, y la capacidad para
manejar las relaciones exteriores recayó en Buenos Aires, a cargo del federal Manuel Dorrego.

La guerra civil

La paz con el Brasil, firmada en 1828, originó un levantamiento unitario comandado por el general Juan Lavalle,
quien asesinó a Dorrego. Las provincias consideraron esta muerte una traición y decidieron enfrentarse al poder
unitario. Así se inició la guerra civil. Lavalle se unió a José María Paz, quien luchaba contra los caudillos; mientras, en
Buenos Aires, el poder de Rosas crecía y comenzaba el exilio de los unitarios.
En 1829, la Junta de Representantes eligió a Rosas gobernador de la provincia y le dio facultades extraordinarias para
enfrentar los conflictos internos. La escena política nuevamente planteaba un cambio: Buenos Aires, gobernada por
un poderoso caudillo federal que contaba con el apoyo incondicional del campo; el interior, bajo el dominio unitario
logrado con la campaña exitosa de Paz, quien había vencido a Juan Bautista Bustos y a Facundo Quiroga.
La Liga Unitaria reunió a Córdoba, Salta, Tucumán, Catamarca, Mendoza, San Juan, San Luis y Santiago del Estero,
con el fin de constituir un gobierno nacional. Como contrapartida, Buenos Aires y las provincias del litoral firmaron,
en 1831, el Pacto Federal en el que se comprometieron a actuar conjuntamente frente a toda agresión externa y a
organizar el país bajo el sistema federal cuando las condiciones de paz lo permitieran.
Mientras tanto, nada se planificaba sobre economía, y la industria nacional sufría la entrada irrestricta de
mercaderías del exterior. Las provincias signatarias del Pacto declararon la guerra a Paz y lo vencieron. El Pacto
Federal recibió a las provincias de la vencida Liga Unitaria y formaron una Confederación, base de la futura
organización nacional.

El primer gobierno de Rosas

Durante el primer gobierno de Rosas, el país no estaba organizado como una nación, sino que las provincias se
habían enfrentado firmando por un lado la Liga Unitaria (Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan,
San Luis, Tucumán, Salta y Mendoza) y por el otro lado el Pacto Federal (Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y
Corrientes).
El 6 de diciembre de 1829 la legislatura eligió a Rosas gobernador y le otorgaron facultades extraordinarias. Desde el
principio declaró enemigo al partido unitario, y utilizó la famosa divisa: «El que no está conmigo, está contra mí»
para atacarlos. Por lo que puso a su favor a los burgueses, conservadores y reaccionarios, a los católicos, a los
gauchos descontentos, a los indios, a la plebe urbana y a parte de la población rural. Rosas apareció como un
restaurador, debido a la actitud de desprecio, de violación de derechos que habían dado los anteriores gobiernos. En
su contra aparecieron los unitarios, los jóvenes ilustrados, los liberales, los militares y viejos patricios de la
revolución.
Su gobierno era centralista, respetuoso de los señores feudales siempre y cuando estos le estuviesen sometidos.
Tenía un criterio proteccionista antieuropeo, de un nacionalismo estrecho, y reacio a los cambios y a lo extranjero.
Su primera medida en el gobierno, de hecho, fue suprimir la libertad de prensa y adueñarse de ella. Sin embargo este
primer periodo fue solo una imagen de lo que sería el segundo término, ya que aquí Rosas no tenía experiencia
verdadera en la política.
Así es que en 1832 Rosas impide que la Comisión Representativa convoque a un congreso general para organizar la
república. La idea de Rosas era que el país no estaba en condiciones de entrar en una organización general; debía
mantenerse la unión de las provincias sólo con el Pacto Federal. «Debemos existir y después organizarnos», era su
argumento.

El segundo gobierno de Rosas

Rosas terminó su primer gobierno en 1831 y no aceptó la reelección, pues no se le renovarían las facultades
extraordinarias.
En 1834, se produjo una guerra civil entre Tucumán y Salta, provincias federales. Rosas envió a controlar la situación
a Quiroga, quien murió asesinado en Barranca Yaco, en 1835. Ese mismo año, la Legislatura nombró gobernador a
Rosas; le otorgó, dado el recrudecimiento de las luchas, la suma de los poderes públicos y extendió su mandato a
cinco años. Pero este segundo período, comenzado en 1835, culminó recién diecisiete años después, en 1852, con la
batalla de Caseros.
Rosas ejerció un gobierno conservador de carácter paternalista y cerrado a todo lo exterior. La organización fue
centralista, a pesar de que se hablaba del país como de una Federación, y esto acrecentó el sentido de unidad. Si
bien Rosas era gobernador de Buenos Aires, reunía las atribuciones de un presidente y su mandato, de hecho, tenía
alcance nacional: así, por ejemplo, manejaba las relaciones exteriores, el vínculo con la Iglesia y la economía a partir
del control de la Aduana e intervenía las provincias que se le opusieran. Algunas de estas condiciones vigentes
durante un período de tiempo tan extenso fueron conformando la unidad nacional.

El Romanticismo en la Argentina

Luego de su estadía en Francia, entre los años 1825 y 1829, Esteban Echeverría introdujo las ideas románticas en
América latina. Por primera vez en la historia de la cultura latinoamericana, entró en estas tierras un movimiento
artístico de origen europeo que no venía desde España. Esto se debió a que, luego de su independencia política, la
Argentina buscaba la independencia cultural y, por eso, rompió cualquier lazo que la uniera a la península.
La literatura romántica, en la Argentina, tomó casi exclusivamente un tinte político. Esto no fue casual: las ideas
románticas se adecuaban al momento histórico y a las necesidades de los autores que, en general, eran hombres de
acción comprometidos con su realidad y que hicieron de su producción literaria un instrumento de lucha, como Juan
Bautista Alberdi (1810-1884), Esteban Echeverría, Domingo F. Sarmiento, José Mármol (1817-1871) y José Hernández
(1834-1886), entre otros. Sus posturas políticas podían diferir, pero lo que los unía era su adhesión al gran objetivo
romántico: la búsqueda, la lucha por la libertad. Libertad que no podía separarse de conceptos como independencia
e identidad nacional y que el Romanticismo defendió en todos los órdenes de la vida: libertad de ideas, política,
religiosa, idiomática.

El ideario romántico local

En la Argentina, la lucha romántica en el plano político se caracterizó por la valoración del proceso que llevó a la
independencia y por el enfrenta-miento acérrimo a la figura de Rosas. En lo religioso, se destacó por su oposición a la
Iglesia cada vez que esta limitaba las libertades individuales; en lo idiomático, por la defensa de las formas propias
que toda lengua de una comunidad adopta. La libertad perseguida, finalmente, se expresó en lo económico por
medio del liberalismo, doctrina en pleno auge en la sociedad europea. Independencia política, económica, ideológica
y afán de progreso conformaron el ideario romántico argentino y su proyecto político.
En relación con la ideología del movimiento, los autores crearon personajes con características particulares. Sus
héroes son generalmente seres perseguidos, incomprendidos, que sufren el destino de quienes han nacido en un
mundo que no reconocen como propio. En Echeverría y en Sarmiento, esos héroes fueron los unitarios; en
Hernández, el gaucho. Los primeros crearon héroes que encarnaban los ideales de libertad individual y social.
Activos, capaces de luchar hasta la muerte en la consecución de sus fines, se oponen a todo lo que sea uniformidad,
represión, censura, encierro económico y cultural; en suma, atraso. La subjetividad romántica se manifiesta en su
modo de ver la realidad hostil que los rodea. Los autores tenían mucho en común con sus personajes: sufrieron el
mundo que les tocó vivir, se le opusieron, defendieron sus ideas por las armas y, también, por medio de su obra
periodística y literaria. El exilio fue, para mucho ellos, una salida frente a la persecución política.

La naturaleza romántica

El Romanticismo concibió la naturaleza como una forma de expresión de la propia sensibilidad y un reflejo del modo
de percibir la realidad histórica. En las obras de los argentinos, la pampa ilimitada y la naturaleza salvaje son símbolos
de libertad, en el sentido de que no han sido modificadas por el hombre, y los desórdenes de la naturaleza son
siempre un correlato de los desórdenes sociales.
El costumbrismo apareció en la literatura romántica como otro modo de expresar lo genuino, lo propio de cada
localidad y, así, lo nacional. Es constante la descripción de los habitantes típicos, de sus modos de vida, creencias,
vestimentas, hábitos y hablas regionales.
En síntesis, la literatura romántica local, por medio de la descripción de los habitantes del país y de la exposición de
su ideología política, muestra cómo era la sociedad argentina a la vez que manifiesta el proyecto de sus autores
sobre cómo debía ser. Esta tensión entre opuestos -civilización y barbarie- definió la identidad nacional de la época.
La naturaleza inhóspita e inabarcable fue un símbolo de libertad para los románticos.

La cautiva y El matadero

En la producción literaria de Esteban Echeverría, se manifiesta siempre un programa ideológico ya que considera la
literatura como vehículo para expresar los ideales colectivos.
La primera obra significativa de este autor fue La cautiva, valiosa por adecuar los preceptos románticos a la realidad
argentina. En ella, se incorporó el paisaje del país a la literatura, la que se volvió portadora de ideas y conceptos
polémicos de la época. Además, por tratarse de un poema narrativo, hizo su aporte al advenimiento de lo que sería
la novela nacional. Es una obra romántica porque rompe con los géneros tradicionales, porque desarrolla un tema
contemporáneo y popular dándole dimensión heroica, porque incluye como héroes a personajes comunes y porque
tiene como objetivo la llegada de la literatura a todas las clases sociales. En La cautiva, Echeverría introdujo
expresiones locales que conviven con un lenguaje culto. Esta tensión entre localismo y universalismo, entre lo
primitivo propio de América y lo culto perteneciente a Europa está presente en toda su obra.
Por otra parte, El matadero es el primer texto narrativo argentino de valor ya que, por entonces, la producción
rioplatense se orientaba más a la poesía y al ensayo. El matadero resulta innovador, porque incluye elementos
realistas en momentos en que el Realismo apenas estaba surgiendo en Europa: describe a partir de una observación
directa de la realidad y su visión no es parcial ni restringida a detalles pintorescos.
El crítico argentino Noé Jitrik señala que el valor de esta obra radica en el hecho de que muestra la problemática que
fundó la literatura nacional. Por ejemplo, la relación de la cultura argentina con la europea, la existencia de una
literatura nacional surgida de la descripción de la realidad del país, el papel del intelectual como intérprete de esa
realidad desconcertante.
La literatura nacional

En la Argentina, la literatura anterior a la de la llamada Generación del 37 no expresó la realidad histórica en que
tuvo lugar. Con Esteban Echeverría, el panorama cambió. El paisaje argentino y la lengua particular de la región ya
habían aparecido en las obras de Bartolomé Hidalgo (1788-1822) y de los payadores, poetas gauchos que
improvisaban escenas cantadas de la vida del pueblo. Pero fue Echeverría quien, por primera vez, concibió la
literatura nacional como una disciplina que se nutrió de sus propias fuentes -la realidad- y expresó lo que la nación
era. Lo siguieron, entre otros, Alberdi y Sarmiento.
Las condiciones que posibilitaron este nacimiento fueron varias: la existencia de un grupo homogéneo de autores a
quienes unía el origen social, la educación, la experiencia común del exilio y el impacto que les causó la figura de
Rosas. El destierro les permitió ver a la Argentina a la distancia y les produjo un sentimiento de añoranza y de
admiración por su grandeza virgen, al mismo tiempo que la urgencia de actuar sobre ella y de construirla. Rosas les
generó sentimientos contradictorios: su origen popular, sus actitudes irracionales y su poder los fascinó, a la vez que
les provocó rechazo.
El Romanticismo se asoció en la Argentina con la necesidad de construir una nación a través de una literatura propia
por medio del enfrentamiento a los gobiernos totalitarios. Pero en este aspecto surgió una contradicción: en el afán
de oponerse a Rosas, terminaron identificando lo popular tradicional con el atraso y, en su afán de progreso, se
volvieron reaccionario y extranjerizantes. Fueron americanistas en lo literario y antiamericanistas en lo político.
Plantearon el rechazo de lo español, impulsaron la inclusión de los escenarios locales y el uso de un lenguaje propio
en oposición, de las formas puras del castellano peninsular.

La identidad nacional en El matadero

El matadero, escrito en 1840, es una manifestación clara de la naciente literatura argentina, porque se inscribe en un
momento determinado de la historia del país, toma partido y adquiere, además, una forma estética propia.
Echeverría ubicó la acción en una zona marginal de la ciudad, en los límites entre lo urbano y lo rural, y describió el
ámbito y sus personajes típicos. Al hacerlo, formalizó una acusación política, ya que en la descripción critica la
brutalidad, el atraso del sistema implantado por Rosas. El clima de turbulencia, descontrol y desborde tiene su
paralelo, a la manera romántica. La manifestación de una naturaleza también ingobernable, la de la inundación con
que se abre el relato. Matasiete, la chusma grosera, el juez son símbolos del salvajismo político criticado; mientras
que el unitario representa la cultura y el anhelo de libertad y respeto. De acuerdo con esto, en El matadero se
muestran las dos posturas antagónicas en que se debatía la sociedad argentina de la época: la del progreso y la del
atraso.

Progreso, atraso y libertad

Echeverría reconoció el conflicto que mantenía enfrentados a los argentinos y sostuvo la necesidad de la unión.
Rehusó alinearse en alguno de los bandos en lucha, unitarios y federales, y propuso la creación de un or-den nuevo
que tomara lo mejor de cada facción. Sin embargo, finalmente debió optar frente a la realidad que se le imponía: la
fractura social. El de la violencia, que expresó de manera brutal en el cuento, fue el único aspecto común a ambos
bandos y, en él, se centra temáticamente El matadero.
El otro gran tema que se manifiesta en la obra es el de la libertad como camino para la construcción de la nación. Así,
Echeverría elogia la independencia conseguida y critica el autoritarismo imperante en su época, en sus dos
vertientes: eclesiástica y política. La Iglesia aparece cuestionada, porque claramente se había embanderado tras la
causa resista. El sistema de gobierno, por su parte, está representado por los personajes del matadero a quienes se
ve incapaces de ejercer su libertad responsablemente y de respetar la de los otros. Ambos, Iglesia y tiranía, al atentar
contra la libertad individual, impedían la organización nacional sobre la base del respeto a los derechos de todos los
habitantes.
Los personajes, que aparecen tipificados, representan las facciones en pugna. Pero esta tipificación no es sólo
literaria. Echeverría expresó el modo en que el sector al que pertenecía veía a unitarios y federales en la vida y no
sólo en las letras. Así, Rosas era el antihéroe; sus seguidores, una horda de brutos sin pensamiento propio y dueños
de una fuerza y violencia descontroladas; el pueblo era una masa manejable por el miedo o el hambre; y el unitario,
el representante de la libertad de ideas, el honor, el valor y la dignidad.
Además de lo ideológico, la obra adquiere identidad nacional por su carácter renovador y particular en lo que se
refiere al estilo. Es la primera manifestación del cuento en la Argentina; introdujo el realismo como modo de
representar la realidad. Las costumbres se describen, en general, para enfatizar lo que debía superarse, pues eran
expresión del atraso. Esta postura crítica frente a lo popular se explica porque, en el cuento, el pueblo con sus hábito
es mucho más que el grupo menos favorecido en lo económico y en lo cultural; es símbolo de la sociedad según
Rosas la concebía.

Otro gran logro estilístico fue, sin duda, la renovación en el plano de la lengua. Se incorporó el sociolecto de la clase
baja, con el uso de expresiones groseras y arcaicas, y un léxico de origen latinoamericano. El habla del unitario, por
otra parte, reflejó el sociolecto de la clase culta, semejante al del narrador. Así, la lengua alcanzó forma propia y
nacional mediante la inclusión no sólo de vocabulario y expresiones locales, sino de un tono particular, una manera
dinámica y vital de contar lo nacional.

El matadero

Algunos críticos literarios se inclinan a afirmar que es el primer esbozo de cuento argentino, ya que se desarrolla una
historia. Otros, como Carlos Mastrángelo, opinan que es demasiado difuso y panorámico y el hilo del interés cambia
a menudo de dirección porque se tratan en él varios asuntos. Esto se opone a las características del cuento que exige
el máximo de unidad y concentración en el menor espacio posible.
El matadero presenta un cuadro realista aunque idealizado bajo la mirada política del autor. Es un realismo que a
veces mutila y a veces deforma la realidad porque se pone al servicio de un propósito: persuadir, convencer. Por eso
este texto presenta características del Romanticismo y anuncia el movimiento literario siguiente: el Realismo.

Realismo

El realismo literario es una corriente que se desarrolla en Europa en la segunda mitad del siglo XIX y se abre paso
durante el declive del romanticismo.
Esta tendencia viene a alejarse de la fantasía y de la imaginación imperantes durante la primera mitad del siglo XIX
con el fin de explicar la realidad social y analizarla. Asimismo, supone en cambio en el lenguaje y el estilo del periodo
anterior.
La novela se impone en este periodo como la manifestación literaria más destacada y adecuada
para observar, reflejar y explicar la realidad social.
El realismo literario surge en Francia pero pronto se desarrolla en otros países. Pero, ¿Cuáles fueron sus
características y sus principales representantes? ¿Cuáles fueron los motivos por los que surge esta corriente? ¿En
qué contexto?
A continuación, conozcamos todo lo referente a esta tendencia literaria.

Características del realismo literario

Como toda corriente el realismo literario presenta una serie de características. Es decir, un conjunto de
peculiaridades en contenido y forma que la distinguen de otras. Así, las características del realismo, relativas a la
técnica y a la forma de creación, se pueden resumir en los siguientes puntos:

 Observación y descripción fidedigna de la realidad: la naturaleza “es como es” y así lo plasman los autores
en sus obras literarias. Es algo muy parecido a lo que hacen las ciencias experimentales a través de los
métodos de observación.
 Crítica social y política: los autores realistas escriben con el propósito de denunciar los conflictos de la vida
cotidiana, por ello en sus novelas siempre se postulan de manera crítica a la sociedad y a la política. El
propósito final de la obra es contribuir, de una forma o de otra, a la transformación y al cambio social.
 La burguesía como protagonista: generalmente los personajes del realismo literario son pertenecientes a
esta clase social. Los personajes pueden ser individuales o grupos sociales completos, los cuales sirven para
denunciar y tratar de reparar los problemas de la vida cotidiana.
 La novela como género literario por excelencia: para los escritores realistas la novela fue el medio más
adecuado para plasmar la realidad.
 La novela realista destaca por tener una estructura lineal y cronológica de los acontecimientos.
 Uso del narrador omnisciente que maneja y conduce la narración.
 Monólogo interior: a parte del uso del narrador omnisciente, aparece cada vez con más frecuencia en las
novelas esta técnica narrativa, a través de la cual se da a conocer pensamientos íntimos de los personajes.
 Verosimilitud: existe una clara oposición a la literatura fantástica, lo que se traduce en un intento constante
por crear historias creíbles, casi como si fueran un “fragmento de la realidad”.
 Lenguaje claro y conciso: el narrador se expresa a través de un lenguaje austero y presenta un estilo claro y
exacto para evitar dificultad de comprensión en el lector. Por otro lado, el lenguaje de los personajes se
adapta a su condición social. Así, en las novelas realistas aparecen diferentes registros y niveles del lenguaje.

Significado y origen del realismo literario

Para definir la palabra “realismo” hay que atender a su etimología. Por un lado, está compuesta por la raíz
latina realis- (real o verdadero) y, por otro lado, por el sufijo griego -ismo (movimiento o tendencia). Entonces,
podemos entender el concepto de realismo como “un movimiento que pretende representar fielmente la realidad”.
El realismo literario se puede definir como un movimiento cultural que surge en Francia durante la segunda mitad
del siglo XIX con los autores Balzac y Stendhal como principales percusores, y Flaubert, quien asienta el realismo
literario como un concepto independiente. Más tarde, la corriente se inicia en España, como consecuencia de la
situación social y política del momento, y en Latinoamérica.
El origen del realismo literario viene dado por un cambio ideológico que deja atrás el individualismo de la burguesía
para hacer un estudio minucioso de la sociedad, de lo real y lo cotidiano.

Antecedentes y contexto del realismo literario

Antes del realismo se dio el romanticismo, un movimiento cultural que tiene lugar a finales del siglo XVIII en
Alemania, Inglaterra y Francia. Después se desarrolla en la primera mitad del siglo XIX en diferentes países
occidentales.
Esta corriente destacó principalmente por su carácter individualista y por la expresión de la libertad individual a
través de las artes, frente a los valores impuestos y los problemas sociales.
El realismo literario surge en el ocaso del romanticismo y viene a romper la libertad individual, a la cual sustituye la
necesidad de explicar y analizar la realidad social del momento. Por otro lado, aparece como consecuencia de un
contexto social, político e ideológico concreto:

 Social: el descontento de la clase obrera da lugar a diferentes revoluciones en defensa de los derechos de los
trabajadores.
 Político: la burguesía se consolida en el poder y tiende hacia posturas conservadoras para defender y
proteger los derechos que habían conseguido hasta el momento. Los gobiernos que se establecen en ese
momento también son de carácter tradicionalista.
 Ideológico: la corriente filosófica del positivismo se extiende entre la burguesía, para la cual no existe otra
forma de conocer el mundo que no sea a través de método científico, mediante el estudio empírico de los
hechos.

Realismo en el arte

Pintura realista

Surge como reacción a la pintura romántica. En un contexto de industrialización, el artista toma conciencia de las
consecuencias de la misma y asume y denuncia los problemas sociales derivados a través de sus obras. El arte es un
“medio” para denunciar la realidad.

Características

En la pintura realista destacan las siguientes particularidades:

 Denuncia de las secuelas de la industrialización.


 Pérdida del deseo de evasión del Romanticismo para centrar la atención en la realidad objetiva y el presente.
 El hombre aturdido por su trabajo abrumador es un tema frecuente en las obras.

Representantes

Los principales representantes del realismo francés en la pintura son Daumier, Courbet y Millet.
Realismo literario

El realismo también se manifestó en la literatura que surge en Francia durante la segunda mitad del siglo XIX. Podría
afirmarse que el realismo literario emerge como una forma de ruptura con el romanticismo: la representación de la
realidad frente al sentimentalismo y a la evasión. Las características principales del realismo literario son:
 Fidelidad temática de las obras con la realidad.
 Oposición a la literatura fantástica.
 Denuncia y crítica sobre los problemas sociales del momento.
 La observación de la realidad es un pilar fundamental para describir conflictos y trasladarlos al lector de
forma minuciosa.
 La novela se convierte en el género por excelencia durante este periodo.
Stendhal (1783-1842), Honoré Balzac (1799-1850) y Gustave Flaubert (1821-1880) fueron los mayores exponentes
del realismo literario francés.
Otros autores destacados del realismo literario fueron: Charles Dickens (1812-1870) en Inglaterra, Benito Pérez
Galdós (1843-1920) en España o Fiódor Dostoievski (1821-1881) en Rusia.
Realismo en la filosofía
Es la corriente filosófica que se plantea cuestiones relativas a qué es la existencia y cómo esta es percibida por el ser
humano.
En filosofía moderna, este pensamiento manifiesta que los objetos percibidos a través de los sentidos como, por
ejemplo, mesas y sillas, poseen una existencia independiente del propio ser percibido.
Esta corriente se opone al idealismo de Kant o Berkeley. Algunos de sus representantes fueron: Aristóteles, San
Anselmo de Canterbury o Santo Tomás de Aquino.

Realismo en el cine

Aunque el séptimo arte nace a finales del siglo XIX, a lo largo del siglo XX el cine también ha bebido de la corriente
artística del realismo. Algunos movimientos cinematográficos han tratado de “dibujar” la realidad de manera
objetiva haciendo uso de la técnica y de la narrativa del medio.
Así destacaron, por un lado, el realismo poético francés durante los años 30 y, por otro lado, el
neorrealismo italiano a mediados de los años 40.

Realismo poético francés

El realismo poético es la tendencia cinematográfica surgida en Francia durante los años 30, en el periodo de
entreguerras con fuerte influencia de la literatura naturalista francesa del siglo XIX (Emile Zola, Balzac...) y las
vanguardias cinematográficas de la década anterior, especialmente de la corriente expresionista.
El término “realismo poético” fue acuñado por el historiador cinematográfico Georges Sadoul. Sus características
principales fueron:
 Protagonistas sumidos en situaciones marginales que se enfrentan a un destino trágico.
 Ambiente suburbial, sombrío y pesimista (calles empedradas, bruma, oscuridad…)
 Historias contextualizadas en Francia, especialmente en París.
 La mayoría de películas son filmadas en estudios, sin embargo pretenden representar la realidad y
“poetizarla”.
 El cine es visto como un medio para expresar los miedos y temores del momento. Todo ello se refleja,
especialmente, a través de la estética fotográfica empleada.
 Los principales representantes de esta corriente estética cinematográfica fueron: Marcel Carné, Julien
Duvivier, Jean Grémillon o Jean Renoir, entre otros.

Neorrealismo italiano

El neorrealismo es otra corriente estética surgida en Italia durante los años 40 del siglo XX que pretende mostrar la
sociedad de posguerra y la vida cotidiana de las personas.
Asimismo, este movimiento procura quitar los “artificios” del medio cinematográfico y, para ello, rechaza la
simulación de entornos en la puesta en escena y utiliza actores no profesionales y anónimos. Este movimiento ha
tenido una fuerte influencia en el cine posterior. Sus rasgos estéticos más destacados son:
 Producciones parcas de presupuesto.
 Cine comprometido con la vida cotidiana y la sociedad italiana de posguerra. Pretende ser un medio de
denuncia y protesta de las condiciones de los más desfavorecidos, especialmente la de mujeres y niños.
 Rodaje en exteriores. Ausencia de decorados, los emplazamientos de rodaje son lugares reales: calles,
plazas…
 Importancia del diálogo frente a la estética fotográfica.
 Los actores son gente corriente, procedentes de grupos marginales. No son “estrellas” cinematográficas del
momento.
 Los temas más recurridos son: la precariedad laboral, el paro, las situaciones cotidianas, la situación de la
mujer y los niños en la sociedad…
Los mayores representantes del neorrealismo fueron: Roberto Rossellini (Roma, ciudad abierta, 1945) Vittorio de
Sica (Ladrón de bicicletas, 1948) y Luchino Visconti (La tierra tiembla, 1948).

Contexto histórico del realismo

El siglo XIX estuvo marcado por graves tensiones sociales y políticas y por transformaciones en diferentes aspectos.
Asimismo tiene lugar la sociedad de clases en la que la burguesía logra la hegemonía.
Entretanto se produce un desarrollo industrial y el aumento demográfico, especialmente en las grandes ciudades,
donde la pobreza, la desigualdad social y la precariedad laboral están a la orden del día. En este contexto social y en
pleno ocaso del romanticismo, los artistas del realismo buscan plasmar en sus obras la realidad del momento y hacer
una crítica.

Realismo Mágico

El realismo mágico es un movimiento literario que tuvo su origen en América Latina hacia la década de 1930, aunque
alcanzó su apogeo entre 1960 y 1970, cuando coincidió con la generación del boom latinoamericano. Fue el escritor
venezolano Arturo Uslar Pietri quien acuñó el nombre de realismo mágico al movimiento, en un libro titulado Letras
y hombres de Venezuela, publicado en 1947.
Años más tarde, tras una larga polémica en relación al término, Uslar Pietri compartió que aquel nombre había
surgido de su memoria inconsciente, ya que alguna vez había leído un texto del crítico alemán Franz Roh, en el que
usaba realismo mágico para describir un estilo pictórico postexpresionista.
La aclaratoria fue necesaria para que se comprendiera que no había ni una relación entre ambos movimientos ni un
objetivo o concepto compartido. No fue, por lo tanto, un intento por identificar una cosa con la otra. Entonces, ¿a
qué se refiere el nombre realismo mágico literario?

¿Qué es el realismo mágico?

El realismo mágico es un tipo de narrativa en la cual lo extraño y lo peculiar se presenta como algo cotidiano. O
mejor dicho, es una narración basada en la observación de la realidad, donde tienen cabida singularidades,
peculiaridades y extrañezas dentro de la normalidad.
Esa realidad es posible en un contexto: Latinoamérica, en cuya sociedad se comunican, enfrentan y alimentan
mutuamente el pensamiento simbólico y el pensamiento técnico modernizador, fruto de una historia vertiginosa
signada por la yuxtaposición cultural, el mestizaje y la patente heterogeneidad.
Uslar Pietri insiste en separar conceptualmente el realismo mágico latinoamericano de otras estéticas
aparentemente similares. Incluso, se aparta de quienes ven un antecedente en obras como Las mil y una noches o en
el género de las novelas de caballería. Para el escritor venezolano, el realismo mágico no es una sustitución de la
realidad por un mundo alterno, como en los ejemplos citados. El realismo mágico describe un fenómeno existente al
que el autor califica como extraordinario.

El punto de origen

El realismo mágico surge, según Uslar Pietri, como contestación a una tradición literaria descriptiva e imitativa que
dominaba en Latinoamérica, como las corrientes del romanticismo latinoamericano, el modernismo y el
costumbrismo. Según el autor, estas corrientes aún no lograban hacerse cargo del universo complejo de la realidad
latinoamericana. En cambio, el realismo mágico cuestionaba “la fantasía escapista” de la estética modernista tanto
como el pintoresquismo de la literatura costumbrista. No se trata de que el realismo mágico hubiera sido una
invención, dice el autor, sino más bien un reconocimiento, un “retrato de una situación peculiar”.
Características del realismo mágico

Desde este punto de vista, algunas de las principales características del realismo mágico incluyen las siguientes:

 Parte de la observación de la realidad.


 Incorpora el universo de valores simbólicos de las culturas latinoamericanas, a las que reconoce como parte
de esa realidad sin apelar a una mirada vertical.
 Normaliza las peculiaridades en lugar de sustituir la realidad por un mundo fantástico o alterno.
 El narrador no ofrece explicaciones sobre los acontecimientos insólitos.
 Los personajes no demuestran extrañeza ante los fenómenos insólitos.
 Valora la percepción sensorial de la realidad.
 Rompe la linealidad temporal del relato.
 Expone realidades yuxtapuestas.
 Tiende a desarrollar ampliamente la metaficción.

Lo real maravilloso

En 1949, dos años después de que Arturo Uslar Pietri acuñara el término realismo mágico, Alejo Carpentier introdujo
la noción de lo real maravilloso para referir la nueva literatura que se gestaba en Latinoamérica. Con esto se
apartaba abiertamente de cualquier interferencia semántica con el concepto de realismo mágico europeo. Se
apartaba también del prejuicio según el cual esa nueva literatura habría sido una interpretación latinoamericana del
surrealismo.
Según el escritor cubano, la acepción del realismo mágico pictórico se refiere a la combinación de formas tomadas de
la realidad de tal manera que no se ajustan a la normalidad. El surrealismo, por su parte, se define como una
creación premeditada, basada en la literatura psicoanalítica, cuyo objetivo es construir una “sensación” de
singularidad. Pero no lo real maravilloso latinoamericano: “Aquí lo insólito es cotidiano”, dice Carpentier. Así,
Carpentier define lo maravilloso como algo extraordinario, que no tiene por qué ser ni bello ni amable. ¿Cómo
justifica este concepto de cara a la tradición literaria, cultural lingüística americana?
El escritor señala que Latinoamérica necesitaba tiempo para buscar un vocabulario que permitiese expresar aquella
realidad desbordante, aquel barroco exuberante consagrado en su naturaleza, en su historia y en su cultura atávica y
yuxtapuesta, y del que lo real maravilloso pareciera ser su continuación:

Y maravillados por lo visto, se encuentran los conquistadores con un problema que vamos a confrontar nosotros, los
escritores de América, muchos siglos más tarde. Y es la búsqueda del vocabulario para traducir aquello. Yo encuentro
que hay algo hermosamente dramático, casi trágico, en una frase que Hernán Cortés escribe en sus Cartas de
Relación dirigidas a Carlos V. (…): “Por no saber poner los nombres a estas cosas, no los expreso”; y dice de la cultura
indígena: “No hay lengua humana que sepa explicar las grandezas y particularidades de ella”. Luego para entender,
interpretar este nuevo mundo hacía falta un vocabulario nuevo al hombre, pero además –porque sin el uno no existe
lo otro–, una óptica nueva.

El debate entre el realismo mágico y lo real maravilloso

De la contraposición entre los términos propuestos por ambos autores, así como su mirada sobre la tradición
literaria, surge un aspecto fundamental del contexto literario: el largo debate en el que se cuestiona si el concepto
del realismo mágico es equivalente a lo real maravilloso.
La investigadora Alicia Llarena, en un ensayo titulado Un balance crítico: la polémica del realismo mágico y lo real
maravilloso americano (1955-1993), sostiene que existe una diferencia (y más), ya que en el realismo mágico
predomina una perspectiva fenomenológica, mientras que en lo real maravilloso predomina una perspectiva
ontológica. El primero describe la realidad plural; el segundo, reflexiona sobre el ser inscrito en esa realidad plural.
Dado que ambos conceptos comparten el interés por la representación de dicha realidad, la autora comprende la
razón por la que algunos críticos han propuesto reunir ambos términos en una expresión sincrética: “realismo
maravilloso” o “realismo mágico maravilloso”.

Principales autores y obras del realismo mágico

Entre los principales representantes y obras del realismo mágico, podemos mencionar los siguientes:

 Miguel Ángel Asturias


 Alejo Carpentier
 Arturo Uslar Pietri
 Elena Garro
 Juan Rulfo
 Gabriel García Márquez

Naturalismo

El naturalismo es una corriente literaria, artística y filosófica que tiene lugar a finales del siglo XIX.
A menudo, el naturalismo es considerado como un sesgo más extremo del realismo, su coetáneo. Sin embargo,
aunque tienen rasgos comunes que vinieron a eclipsar el idealismo y el subjetivismo romántico, el naturalismo
abandona el afán de denuncia promulgado por los realistas.
Émile Zola, escritor francés, considerado el máximo exponente y teórico del naturalismo, lo definió “no solo como un
movimiento literario, sino como una nueva forma de concebir al hombre y estudiar su comportamiento”. Para ello, el
autor debe liberarse de las emociones y centrarse en el estudio de las conductas muy ligado al método científico.
Conozcamos, a continuación, las características y los principales representantes de este movimiento en la literatura
y en la pintura.

Bases científicas y filosóficas del Naturalismo

El naturalismo encuentra sus bases en algunas teorías científicas y filosóficas que se verían reflejadas en la forma de
hacer del autor como en el resultado, la propia obra. Entre ellas destacan:

Determinismo

Esta filosofía explica que el comportamiento humano está prefijado por una serie circunstancias sociales e, incluso,
por la herencia biológica.
En las obras naturalistas, los protagonistas están marcados por el contexto social y su propia naturaleza.

Ciencia experimental

Los naturalistas entienden el método científico como el único sistema capaz de alcanzar el conocimiento. Así que, se
aferran a los principios de observación, objetividad y precisión, los cuales utilizan como herramientas para hacer su
trabajo.
Es decir, el autor se podría equiparar a un científico que utiliza el método para obtener nuevos conocimientos a
través de la observación y la experimentación.

Materialismo

Esta filosofía considera solamente a la materia y niega la parte espiritual del individuo. En este sentido, el espíritu
sería una consecuencia de la materia. De esta forma se opone al idealismo romántico.

El Naturalismo en la literatura

El naturalismo nace en Francia para, más tarde, expandirse por diferentes países europeos e incluso fuera del
continente. Asimismo, el naturalismo surge paralelamente al realismo. Pero, ¿cuáles son sus peculiaridades?

Características del naturalismo

Pretensión de imparcialidad

Los autores naturalistas anteponen la objetividad frente a la subjetividad, predominante en los escritores
románticos.
Para los naturalistas sus obras sirven para retratar las calamidades de los individuos. Son una fotografía de asuntos
como la corrupción, el alcoholismo o las enfermedades. En definitiva, se trata de historias que carecen de esperanzas
individuales.
Si bien el Realismo ya partía de observar y reflejar la realidad de manera fidedigna. El naturalismo da un paso más
extremo y trata de fotografiar la miseria humana. Para ello los autores intentan reproducir la realidad que
encuentran ante sus ojos con el máximo detalle. Se trata, por tanto, de presentar la realidad tal cual es, tanto lo más
agradable como lo más duro.

Descripción detallada de ambientes

Si los autores reflejan el lado más cruel de la sociedad mediante individuos que viven situaciones míseras, también
dan importancia a la descripción de ambientes. Estos son, en su mayoría, entornos sórdidos y deplorables. Para ello,
los escritores dieron gran importancia a la descripción detallada en sus obras.

La observación llevada al extremo

La observación también tuvo una gran importancia para los realistas. Pero, los autores naturalistas la llevan al límite
y contemplan con hastío la realidad de su tiempo. Lo hacen mostrando una sociedad descompuesta y, a veces,
evidencian a las instituciones tradicionales.

Las clases sociales marginales como foco

Los autores naturalistas se centran en las clases más desfavorecidas o marginadas para tratar de dar una explicación
materialista al origen de los problemas sociales. A diferencia de los realistas que critican a la clase burguesa.
Para la burguesía, las obras naturalistas se vuelven una opción más evasiva, frente a las creaciones realistas que
denunciaban su propia clase social.

Carencia de lirismo

Los naturalistas no buscan la belleza del lenguaje, se trata de un estilo poco cuidado. Más bien, su técnica pretende
ser una reproducción de la jerga popular.

Autores del naturalismo

Émile Zola es considerado como el precursor de la corriente en la literatura. Sin embargo , diferentes autores
siguieron sus pasos a lo largo de la geografía mundial. Estos son algunos representantes más significativos de este
movimiento literario:

Naturalismo en la pintura

Las artes plásticas, concretamente la pintura, se vieron fuertemente influenciadas por la literatura coetánea. En este
sentido, los pintores pretendían replicar la realidad con la mayor naturalidad posible, excluyendo cualquier tipo de
juicio moral.

Características

Ausencia de juicio moral

Los pintores naturalistas no pretenden hacer una crítica o denuncia a través de sus obras. Más bien, para ellos lo más
importante es mostrar la realidad de la manera objetiva, con naturalidad y sin ningún tipo de juicios. Es decir, no se
trata de denunciar, sino mostrar sin importar que lo que se expone sea más o menos cruel.

Importancia de los detalles

Los naturalistas pretenden mostrar la realidad sin distorsión, es decir, quieren evitar cualquier tipo de interpretación
para conseguir la máxima autenticidad. Por ello, en su intento de replicar la realidad, dan una especial importancia a
los detalles.

Predilección por los espacios naturales

Los pintores naturalistas, en muchas ocasiones, escogieron escenarios relativos a la naturaleza como motivo de sus
obras.

Simbolismo
El simbolismo es un movimiento artístico y literario originado en Francia a partir de las segunda mitad del siglo XIX.
En un primer momento aparece en la literatura, sin embargo, pronto se extiende a otras artes como la pintura o el
teatro.
En esta corriente, los artistas de diferentes disciplinas encuentran en el arte una forma de expresión mediante el uso
sutil del lenguaje simbolizado.
El simbolismo revive algunos valores románticos y, al mismo tiempo, discrepa en la utilización del arte como
representación del mundo cotidiano, como si lo hacen corrientes como el naturalismo o el impresionismo.

Conozcamos, a continuación, las características y los principales representantes de este movimiento artístico.

Contexto

El simbolismo surge a finales del siglo XIX, coincidiendo con una época de decadencia y descontento en la que
muchos intelectuales comenzaron a cuestionar el positivismo.
Ante ello, los artistas, especialmente los del entorno literario, se oponen la tradición y costumbres relativas a la
burguesía. De este modo, aparece el artista más cercano al modo de vida bohemio, para concebir el arte de forma
libre, dejando atrás las normas establecidas.
Fue el poeta Jean Moréas quien, en 1885, planteó este nuevo estilo en un artículo afirmando que la poesía había que
buscarla “no tanto en su tono decadente como en su carácter simbólico”. A partir de ese momento comienzan a
surgir revistas que apoyan esta nueva forma de hacer poesía.

Simbolismo en la literatura

El simbolismo es un movimiento literario que encuentra en la poesía un sendero perfecto para descubrir, a través de
símbolos, una realidad oculta.

Características

Entre las particularidades del simbolismo en la literatura cabe destacar:

 Ruptura con las formas propias del realismo y el naturalismo.


 Renovación de la forma poética y libertad de creación frente a las rígidas normas establecidas.
 Lenguaje musical: toda poesía evoca música, la musicalidad priva sobre la literalidad del lenguaje.
 Subjetivismo e individualismo.
 Evocación de impresiones, sugerencia y alusión frente a las interpretaciones precisas de la realidad.
 Misterio y misticismo
 Uso del lenguaje poético como elemento cognitivo
 Utilización de figuras retóricas, como la metáfora o la sinestesia, para despertar sensaciones

Simbolismo en la pintura

Aunque el Simbolismo comenzó en la literatura, también se extiende en las artes plásticas, como es el caso de la
pintura. Que también encuentra su razón de ser en el rechazo del positivismo y materialismo, así como en la
decadencia de la burguesía.
Asimismo, los pintores simbolistas se oponen a la imposición de los impresionistas, quienes obligaban a la
observación de la naturaleza y sus cambios. Esto hace que los simbolistas recurran frecuentemente a la literatura en
sus creaciones.

Características

 Tendencia a la expresión a través de la forma y el color.


 Representación de una realidad alternativa, relativa al mundo onírico y espiritual, a través de los símbolos.
 Evasión del presente.
 Referencias a la mitología, la religión y lo sobrenatural.
 Sugestión frente a la imitación de la realidad.
 El erotismo.
 Subjetivismo y antirracinoalismo
Modernismo

También llamado modernismo literario, se trató de una de las épocas literarias más influyentes en el campo poético,
principalmente, aunque en general se caracterizó por mantener una rebeldía ambigua que trabajará en aspectos de
renovación estética acerca de la métrica y el lenguaje.
Se denomina modernismo a una forma hispánica que procede de la crisis universal de la literatura y que se
manifiesta no sólo en la expresión artística, sino también en otras áreas como la política, la ciencia y la religión. El
modernismo resaltó, entre otras cosas, por la evasión de asuntos políticos y sociales dentro de las composiciones
artísticas, dedicándose principalmente a la perfección del lenguaje, así como la invención de mundos ficticios.
Fue principalmente una época que dio origen a un movimiento literario hispanoamericano, pues aunque lejos de su
sede de origen, es en esta zona del mundo en la que encuentra su florecimiento.

Historia y origen de la literatura modernista

Esta época inicia en los últimos años del siglo XIX logrando una importante expansión no sólo en España y el
continente europeo, sino también en América. Aunque si bien en sus inicios el término -modernismo- era usado
como un concepto despectivo que se refería a quienes estaban en contra de las novedades, pronto se alejó de la
connotación negativa para convertirse en el título de quienes cultivaban una nueva tendencia con Rubén Darío como
representante. Se le consideró una de las corrientes herederas del posromanticismo, dado que la época
inmediatamente anterior era la época del romanticismo.
El desarrollo del modernismo literario alcanza su auge en la Primera Guerra Mundial, momento en el que
posteriormente experimenta la crisis con el desastre del 98 que produjo importantes consecuencias sociales,
políticas y económicas para España. Sin embargo, un aspecto importante que se debe resaltar es que la literatura
modernista no va a florecer como tal en Europa sino que será en América donde se establece con fuerza y pasa a
extenderse por varios países de este continente.

El principal desarrollo literario en el modernismo

Es posible identificar muchos de los aspectos de la literatura modernista en otros movimientos y corrientes
desarrolladas posteriormente, razón por la que se le considera como una de las épocas más importantes para el
surgimiento de las siguientes etapas de desarrollo de la literatura.
Para el desarrollo literario el modernismo representó la llegada de una época de renovación profunda que estaba
orientada por un sentido de rebeldía frente a la literatura que se había consolidado hasta el momento, de manera
que los modernistas, gestores de la tendencia, buscan nuevos temas y formas que respondieran a sus curiosidades e
inquietudes. A la vez, influye en el desarrollo de la literatura modernista corrientes literarias, entre ellas el
simbolismo y el parnasianismo.
La expresión de la belleza y el mundo interior que busca la literatura modernista se realiza a través de una serie de
recursos clave que toma como herramienta para lograrlo. En ello encontramos aspectos como los recursos fónicos
entre los que se encuentran las aliteraciones y las onomatopeyas, especialmente. Así mismo se observa el uso
constante de figuras literarias como las alegorías, las sinestesias, las metáforas y los paralelismos, el uso de palabras
exóticas, palabras cultas, la adjetivación y todo tipo de elementos que permitan la expresión del sentimiento.
De otro lado, durante esta época literaria también es posible analizar la recuperación de otros elementos, como lo
son los versos eneasílabo, el alejandrino, el octosílabo y el endecasílabo, los cuales eran usados fundamentalmente
por autores españoles. El ritmo también será un eje de trabajo en el que se realice la versificación por pies.

Principales características de la literatura modernista

Entre los rasgos más importantes de esta época literaria encontramos los siguientes:
Temas: a menudo la literatura modernista tocará temas relacionados con la belleza sensorial y un escape del mundo
real, creando así mundos ficticios buscando en ellos un orden bello al que pudieran recurrir como lugar de escape
debido al agobio que experimentaban en la cotidianidad y la rutina.
Preferencia por el mundo medieval: en búsqueda de este escape, los autores de la literatura modernista se refugian
principalmente en el mundo medieval, razón por la que se convierte en una de sus principales fuentes de inspiración
para la composición literaria. Sin embargo, es importante reconocer que en este proceso, los autores también llevan
la mirada al mundo del renacimiento, época anterior y el mundo clásico, así como una inclinación por lugares
apartados y exóticos.
En este sentido, los ambientes mágicos que incluyen princesas, personajes mitológicos, héroes mitológicos, etc.,
también serán tomados del mundo medieval y llevados a sus obras durante la época modernista de la literatura.
Mundo interior: durante esta época los escritores también intentan dejar a un lado el realismo que se venía
trabajando en las obras, el cual proponía una intención cercana a la observación de la naturaleza como fuente de
descubrimiento sobre los sentimientos individuales. De esta manera, el artista busca otros caminos para llegar a su
propio mundo interior, preferiblemente sin intermediarios.
Por otro lado, la literatura modernista expresa una fuerte relación con el romanticismo, del cual recoge el amor
imposible, en cierta medida. Además de ello, también se observa la idealización de la mujer y en general, de las
relaciones amorosas.
Otros aspectos que resaltan durante este movimiento son la forma en la que predomina lo nacional sobre lo
extranjero, pues en épocas anteriores se había llevado la atención más hacia lo externo. Adicional a ello se observa el
culto a la perfección formal, lo cual desencadena en una poesía equilibrada que trabajará con el desarrollo de las
nuevas formas y la recuperación de las formas de los versos.

Las destacadas autores y obras de la época modernista

Uno de los exponentes más importantes de la literatura modernista fue Rubén Darío, a quien se le consideró el
representante de esta época literaria. Posteriormente podemos identificar otros autores como lo son Manuel
Machado Ruíz, Salvador Rueda, Manuel Reina Montilla, Francisco Villaespesa, Tomás Morales, Ricardo Gil, Alberto
Álvarez de Cienfuegos, Saulo Torón Navarro, Eduardo Marquina, Antonio Machado, Alonso Quesada, Juan Ramón
Jiménez, Ramón del Valle-Inclán, Isaac Muñoz, Jacinto Benavente, María Martínez Sierra, Rafael Sánchez Mazas,
Fernando Fortún, entre otros escritores de origen español.
Por otro lado, en Latinoamérica resaltan otra serie de autores que comparten también participación en otras épocas
pero que fueron determinantes para el desarrollo de la literatura modernista. Entre ellos encontramos a: José Martí,
Julián Casal, José Asunción Silva, Guillermo Valencia Castillo, Ricardo Jaimes Freyre, Leopoldo Lugones, Enrique
Larreta, Carlos Pezoa Véliz, Lisímaco Chavarría, Rafael Ángel Troyo, Medardo Ángel Silva, Arturo Borja, Manuel de
Jesús Galván, Humberto Fierro, Ernesto Noboa, Amado Nervo, José Santos Chocano, Aurora Cáceres, Julia de Burgos,
Delmira Agustini, Rómulo Gallegos, Ventura García Calderón, entre otros.

Literatura Contemporánea

Es una de las épocas de mayor trascendencia del mundo literario, la cual hace referencia a una serie de estilos y
formas que se desarrollaron a partir del año 1940 hasta la actualidad. Esta época está caracterizada por una gran
variedad de elementos que van a influir en la composición de las obras literarias, entre ellos las nuevas condiciones
sociales y políticas de la época, así como la cultura y los avances tecnológicos.
Fue conocido también como movimiento contemporáneo, el cual reúne una serie de manifestaciones de la literatura
que en muchos casos serán resultado de la herencia de las antiguas formas a las que algunos autores favorecen
cultivándolas, mientras que otros buscarán la forma de oponerse a ellas e innovar completamente en este momento
a partir de la introducción de nuevas búsquedas y nuevos caminos que les permitan alcanzarlas.

Historia y origen de la literatura contemporánea

Surge en el año 1940 aproximadamente tras la Segunda Guerra Mundial, acontecimiento que produjo un importante
cambio en la mentalidad de la sociedad, razón por la que inicia una nueva tendencia que se verá reflejada en las
composiciones de los autores, la cual buscará romper con los modelos antes trabajados y todo tipo de parámetros
estéticos que hayan sido establecidos en las épocas previas.
La ola de cambios que proceden en esta época será una fuente muy importante para la consolidación de los nuevos
géneros literarios, dado que muchos de ellos empiezan a establecerse con mayor fuerza gracias al reconocimiento y
configuración de los subgéneros, así como también surgirán otros en forma de respuesta a los cambios de la realidad
social y los avances tecnológicos que se desarrollan.
Una gran parte de lo que se conoce en la actualidad como literatura contemporánea procede de autores
occidentales, no obstante, el proceso de globalización que se maximiza en esta época, permite la expansión del
movimiento, así como el reconocimiento de autores y figuras literarias desarrolladas en el Oriente Medio, Asia y
África.
En últimas, la literatura contemporánea se nutre de las influencias previas y los nuevos contextos en los que crece
como una forma de respuesta en sus obras ante la aparición de nuevas condiciones de vida, la necesidad de la
comunicación, el crecimiento de la población, las crisis económicas y otra serie de eventos que tienen lugar en los
países de origen. En ello no podemos dejar de reconocer que las novelas de fantasía alimentadas de la ficción, son
también una evidencia del retorno que se realiza a la rima en la poesía pero que le permite a los autores poder
desarrollar con mayor libertad a través de la experimentación de las nuevas formas.
Desarrollo literario de la época contemporánea

El principal motor de la literatura contemporánea será la creación de obras relacionadas con la fantasía, el misterio y
la ficción, esto basado en acontecimientos que hayan tenido lugar en la vida real. Adicional a ello, se verá reflejado
en las obras los avances tecnológicos de las condiciones presentes, así como avances industriales que permitirán
crear obras completamente innovadoras para la época.

Así mismo, en esta época surgen nuevos géneros literarios que empiezan a consolidarse a partir de la combinación
de otras técnicas y formas de escritura que se venían trabajando, añadiendo el juego con los límites existentes entre
la ficción y la realidad, un asunto determinante para el desarrollo literario de la época contemporánea. Sin embargo,
más allá de la construcción irreal de los ambientes, los escritores no descuidan la intimidad de los personajes, dado
que también hay una representación del mundo interior de estos a partir del subconsciente y el inconsciente.
Otros aspectos relevantes del desarrollo literario en la época contemporánea son:
Nuevos formatos en la narrativa: uno de los más importantes es la novela gráfica, la cual reúne un argumento de
mayor complejidad en la que es posible identificar la trama y los sentimientos y pensamientos de los personajes. Así
mismo, surge la fábula como subgénero reconocido en la que su contenido consta de argumentos sencillos con una
moraleja al final del texto en consecuencia de la trama.
En este sentido, la práctica del verso libre empieza a crecer con mayor fuerza, adquiriendo una posición muy
importante guiada por una estructura libre que deja a un lado el verso y le permite a los autores poder escribir con
mayor libertad e incluso jugar con el orden cronológico, secuencias y demás aspectos que se empiezan a
experimentar. Esto no sólo se verá reflejado en obras del género narrativo, sino también con la forma en la que
emplean la prosa dentro de la poesía.
Bajo este contexto empiezan a desarrollarse lo que serán las vanguardias o también llamado el vanguardismo, el cual
nace en la primera mitad del siglo XX y que será determinante para el desarrollo de la literatura contemporánea con
la representación de una gran diversidad de ideas de la época y estilos que tienen lugar en la composición. Para
conocer más acerca de este período, no olvides revisar nuestra sección de literatura donde encontrarás más
información.

Principales características de la literatura contemporánea

Entre los rasgos más importantes de esta época literaria encontramos los siguientes:

Temas: la literatura contemporánea está dotada de una gran variedad de asuntos disponibles desde los que
desarrolla su contenido, entre ellos encontramos la desigualdad social y la desigualdad de género, el terrorismo, la
ética, la moral, la economía, la estructura de las clases sociales, la guerra, la política, el medioambiente, la
corrupción, la alienación del ser humano dentro de la sociedad, entre otros que someten fuertemente las
condiciones sociales, políticas y culturales de las naciones de los autores.
Nueva visión: uno de los aspectos más importantes que darán cuenta las composiciones en la literatura
contemporánea, será la incorporación de una nueva visión del mundo, la cual estará en oposición con las creencias
tradicionales y las costumbres que se veían en las obras literarias de las épocas anteriores.
Tiempo: otra de las particularidades que empiezan a fortalecerse dentro de la literatura de la época contemporánea
es el paso del tiempo, dado que para este momento el tiempo no corre de manera lineal, sino que es posible romper
la secuencia cronológica de los acontecimientos. Es así que los autores tienen la libertad de jugar con el orden de los
hechos, donde pueden iniciar una obra desde el final de la historia e ir desarrollando en el curso el inicio y el nudo
para explicar lo que sucedió en la parte inicial. Algunos otros irán con frecuencia al pasado para construir el presente
e ir dando otros giros en la historia.
Realismo mágico: se empieza a usar como técnica narrativa durante el siglo XX. Se trata de una técnica innovadora
que además revoluciona las obras literarias bajo un carácter político y social.
Variedad de narradores: a diferencia de lo que sucede en los textos del género narrativo, del cual ya hablamos en
nuestro apartado de géneros literarios, en esta literatura no sólo hay una voz de un único narrador, llamado narrador
omnipresente, que todo lo sabe y todo lo ve. Es por ello que la literatura contemporánea goza de muchos puntos de
vista expuestos para el lector, lo que le permite tener otros puntos de partida desde los cuales pueda interpretar y
conectarse con la historia.
Ficción y no ficción: si bien la ficción será uno de los ejes más importantes de la literatura en la época
contemporánea, no será el único ambiente que desarrollarán los escritores, pues sus escenarios pisarán tanto
entornos ficcionales como aquellos que no lo son e incluso los difunde a modo de cruces entre ellos. De esta manera,
la combinación podrá verse a partir de narraciones de historias y acontecimientos de la vida real en ambientes
mágicos. También serán frecuentes las figuras históricas en las obras de los escritores de no ficción, quienes incluirán
elementos como las escenas imaginarias y personajes que cobran vida en los diálogos.
Literatura para niños: otro de los aspectos clave de la literatura en este momento tiene que ver con el aumento de la
literatura para niños, hecho que se ha visto mayormente en los últimos 20 años donde una gran variedad de autores
han empezado a escribir más para niños y para el público juvenil.

Principales obras y autores de la época contemporánea

Entre los principales representantes de esta época podemos encontrar a los siguientes autores, no sin antes
mencionar las obras más relevantes de la literatura contemporánea: “Ficciones” de Jorge Luis Borges, “Visión de
Anáhuac” de Alfonso Reyes Ochoa, “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, “Isla de pasión” de Laura
Restrepo, “Inés del alma mía” de Isabel Allende, “La tabla de Flandes” de Manuel Vázquez Montalbán, “Donde el aire
es claro” de Carlos Fuentes, “Ángel fieramente humano” de Blas Otero, “La familia de Pascual Duarte” de Camilo José
Cela, entre otros autores como: Juan Rulfo, representante del realismo mágico, así como Laura Esquivel, Octavio Paz,
Elena Poniatowska, Javier Marías, Rosa Montero, Arturo Pérez Reverte, Enrique Vila Matas, Juan Gabriel Vázquez,
Álvaro Mutis, entre otros.

Vanguardismo

Las vanguardias literarias son el conjunto de movimientos desarrollados dentro de la literatura durante la primera
mitad del siglo XX, que buscan la renovación y libertad de expresión. La literatura vanguardista, especialmente a
través de la poesía, reacciona contra los valores, las producciones estéticas anteriores y la tradición literaria.
La palabra vanguardia viene del término francés avant-garde, una palabra del ámbito militar, que destaca el carácter
innovador y provocador de estas nuevas corrientes, tanto en el campo del arte como en la literatura.
Las vanguardias literarias son siete: cubismo, futurismo, expresionismo, creacionismo, dadaísmo, ultraísmo y
surrealismo.
A grandes rasgos, podemos destacar que las características generales de la literatura vanguardista son:

 Libertad de expresión: los escritores vanguardistas innovan y experimentan a través de sus obras, las cuales
sirven como vía para expresarse libremente y romper con lo establecido por la tradición.
 Oposición a la reproducción de la realidad: los autores no pretenden reflejar la realidad sino crear una
nueva, con su propio valor y no a través de la semejanza.
 Transformación y experimentación poética: rehúso de la lógica y el sentimentalismo. Los vanguardistas
experimentan con las formas y establecen juegos de palabras o literarios asociándolos de forma arbitraria e
irracional. Predomina el uso de las metáforas y las imágenes, la supresión de la rima y los nexos sintácticos,
la ausencia de signos de puntuación y la experimentación tipográfica.
 Los manifiestos y revistas literarias: los autores vanguardistas hacen uso de los manifiestos y revistas
literarias, publicaciones donde podían expresar sus posiciones con claridad y publicar sus creaciones.

1. Cubismo

El cubismo literario surge de la influencia del cubismo pictórico, el cual se inicia en 1907 con pintores como Pablo
Picasso y Georges Banque.
En la literatura, el término cubismo hace referencia al tipo de obras de principios de siglo XX que integran lo visual
como parte del hacer poético, desafiando los límites de la literatura. Al igual que la pintura cubista, incluyó textos y
tipografías dentro de sus creaciones literarias.
Es el poeta y novelista Guillaume Apollinaire el representante de esta tendencia en la literatura, cuya manifestación
principal se muestra en la poesía. Algunas de las características que definen al cubismo literario son la
experimentación tipogáfica y la ruptura de esquemas métricos tradicionales.

Experimentación tipográfica

Los caligramas son las principales expresiones del cubismo en literatura. Estos escritos, generalmente poéticos, se
basan en la descomposición gráfica con el fin de formar una figura o imagen, normalmente referida a la temática del
poema. Es el caso del poema anterior de Guillaume Apollinaire, donde se intenta reproducir gráficamente lo que el
poema especifica.

Ruptura de esquemas métricos tradicionales


Se prescinde de la puntuación y de la métrica tradicional, la rima y gramática. Las palabras se unen en busca de
conformar un todo visual que impacte al lector: una imagen. En este sentido el cubismo literario parte de una idea
como el centro de la creación. Para ello, prescinde de las normas lingüísticas y ortográficas, sobrepone sensaciones y
pensamientos. Asimismo, es común en los poemas las diferencias de tamaños de letras.

Principal autor cubista y sus obras

 Guillaume Apollinaire (1880-1918).

2. Futurismo

El futurismo, como movimiento de vanguardia, surge a partir del manifiesto redactado por Fillippo Tommaso
Marinetti publicado en 1909 en el periódico francés Le Figaro. En él destaca la simultaneidad de sensaciones del
movimiento, exalta la energía, el progreso, la máquina y la industrialización.
El futurismo se caracterizará principalmente por la originalidad y el dinamismo, la ruptura de la sintaxis y la
adoración de los objetos como temática.

Originalidad y dinamismo

El escritor futurista pretende ser innovador, se opone a la literatura anterior, Marinetti propone el surgimiento de
una tendencia nueva y dinámica. La energía frente al sentimentalismo y la melancolía anterior.
Uno de los objetivos del futurismo es la originalidad, por ello los futuristas rechazaron las formas contrarias al
progreso y buscaban contenidos nuevos. Es como si los propios representantes sintieran que ellos ya eran el futuro.
El dinamismo se explica por la movilidad del mundo moderno, marcado por la energía y la velocidad. Los autores
futuristas experimentan este dinamismo jugando con las diferentes tipografías y formas para dar la sensación de
ritmo y movimiento.

Ruptura de la sintaxis

En literatura futurista se busca terminar con la sintaxis, la utilización del verbo en infinitivo para agregar más
dinamismo e importancia a la acción y, de alguna forma, despersonalizar el mensaje. También se pretende abolir los
adjetivos y dar más importancia a los sustantivos, intenta ultimar las locuciones conjuntivas, los puntos o la métrica,
con un único fin: “dejar palabras en libertad”.

Temática: adoración a los objetos

Con frecuencia, la temática de la literatura futurista gira en torno a los objetos y máquinas, en definitiva, a los
productos del mundo moderno, a las ciudades, automóviles y el ruido. En el siguiente poema de Marinetti,
llamado Canción del automóvil, se puede apreciar la adoración por lo que, en su momento, era un moderno medio
de transporte, el automóvil.

Principal autor futurista y sus obras

 Filippo Tommaso Marinetti (1880-1918).

3. Expresionismo

Este movimiento vanguardista tiene lugar en Alemania en 1910 reaccionando al impresionismo. Primero tuvo lugar
en la pintura y después en la literatura y en otras artes como el cine. En la literatura se da en manifestaciones como
la poesía y, especialmente, en la narrativa y el teatro.
Esta tendencia supuso, más que un movimiento, una forma de manifestar el inconformismo y pesimismo ante una
sociedad decadente. En el campo literario destacan las siguientes características:

Subjetividad

En el campo de la literatura, los autores expresionistas expresan su inconformidad con la sociedad a través de sus
obras. Para ello se alejan de la descripción objetiva de la realidad y priorizan la expresión de los sentimientos. Se
centra en el interior del individuo y los estados de ánimo, los cuales generalmente evoca de forma exagerada.
Temas y enfoques incómodos

La literatura expresionista saca a relucir temáticas que hasta entonces estaban vetadas como el miedo, la
enfermedad, la sexualidad, la moral, la locura o la muerte, rozando casi siempre lo siniestro y lo grotesco.

Esto se refleja en este poema de Gottfried Benn llamado Hermosa juventud, de su poemario Morgue (1912), donde
se crea una imagen violenta y contrasta la juventud y la muerte de forma grotesca.

Principales autores expresionistas

 Frank Wedekind (1864-1958).


 Heinrich Mann (1871-1950).

4. Creacionismo

El creacionismo fue iniciado en torno al año 1916 en París por el poeta chileno Vicente Huidobro. Esta vanguardia
literaria establece al escritor como un artesano que va conformando su creación, fundamentalmente poética.
El principal postulado de este movimiento se puede evidenciar en versos pertenecientes a Arte Poética (1948) de
Huidobro.
Entre las características principales del creacionismo literario destacan la búsqueda por crear una nueva realidad y el
empleo de la yuxtaposición de imágenes y metáforas.

Creación de una “nueva realidad”

La función del poeta no es la de imitar la naturaleza ni alabarla, sino la de crear una nueva realidad imaginaria. El
poema es una entidad autónoma en la que se crea esta realidad a partir de sus versos, en él se ha de eludir lo
anecdótico y lo descriptivo. El poema es el objeto y no la temática del mismo. En cierto modo, el poema no "revela"
la realidad sino que el poema es una realidad en sí misma.

Yuxtaposición de imágenes y metáforas

La poesía creacionista se nutre de la yuxtaposición de imágenes y metáforas que el autor relaciona de manera
arbitraria y sin ninguna vinculación o analogía con la realidad. A menudo se emplea un vocabulario original e incluso
se suprimen signos de puntuación.

Principal autor creacionista y sus obras

 Vicente Huidobro (1893-1948).


5. Dadaísmo

El dadaísmo tiene su origen en 1916 de la mano del poeta rumano Tristan Tzara y el alemán Hugo Ball. Surge de la
premisa de la inutilidad del arte y la cultura tradicional.
El dadaísmo literario se desarrolla fundamentalmente en la poesía y podemos identificarlo por su nihilismo y el
empleo de la arbitrariedad y la inmediatez para la creación.

El nihilismo como punto de partida

Este movimiento acepta la pérdida del sentido y de esto parte. No hay un sentido en sí, es algo espontáneo o
absurdo. El Dadá surge de la negación absoluta, un antiarte, un grito de rebeldía ante la cruel realidad de la Primera
Guerra Mundial.

La arbitrariedad y la inmediatez como técnica creativa

Los poemas dadaístas tienen que ver con la idea de espontaneidad e inmediatez. Consiste en anotar todas las
palabras que aparezcan en la mente y, con ellas, se crea un poema colocando las palabras aleatoriamente, por
sucesión, pero sin tratar de dar un sentido o significado racional. Su particularidad radica en el sinsentido gramatical
que expresa.
El dadaísmo literario también hizo uso del caligrama heredado de Guillaume Apollinaire.
Principal autor dadaísta y sus obras

 Tristan Tzara (1896-1963).

6. Ultraísmo

El ultraísmo es un movimiento que se da en España en 1918 en contraposición con el modernismo, que imperaba en
la poesía española de finales de siglo XIX y que agrupó a autores españoles e hispanoamericanos.
El ultraísmo está muy ligado al creacionismo y también del futurismo. Entre las características principales de este
movimiento, Jorge Luis Borges destacó en 1921 la eliminación de lo innecesario y el uso de imágenes y metáforas
como eje poético.

Eliminación de elementos “innecesarios”

Los escritores pretenden abandonar la ornamentación y los elementos que se utilizan buscando asombrar al lector.
Para ello, rompen las formas sintácticas habituales y el orden tradicional.
El autor ultraísta evita los nexos y las conjunciones, y la puntuación es remplazada o suprimida normalmente en los
poemas. En lugar de ello se emplean los espacios en blanco o versos escalonados. La disposición de la palabra tiene
un fin expresivo.
Esto se puede apreciar el siguiente poema de Borges titulado Aldeas y publicado en la revista Prisma en 1921.

Imágenes y metáforas como eje de la poesía

La poesía ultraísta busca revalorizar la imagen y está construida a base de metáforas. Es el resultado de la
combinación de varias imágenes, es decir, por superposición de las mismas da como resultado el poema.

Principal autor

 Jorge Luis Borges (1899-1986).

7. Surrealismo

El surrealismo es la más importante de las vanguardias literarias y surge en 1924 de la mano de André Breton y con la
publicación del Primer manifiesto surrealista (1924).
Esta corriente vanguardista, siguiendo a Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, pretende automatizar la psique,
como afirma Breton: “Es un dictado del pensamiento con ausencia de todo control ejercido por la razón, al margen
de toda preocupación estética o moral”.
Se caracteriza por la exteriorización de la psique, la escritura automática y un gran empleo de imágenes y metáforas.

La exteriorización de la psique humana

Esta corriente reivindica el subconsciente y el sueño sin la participación mediadora de la razón. Asimismo, los autores
de la literatura surrealista se mantienen indiferentes a la preocupación estética y moral.

Escritura automática

Esto es algo que también fue empleado en el dadaísmo. Para dejar fluir la consciencia, los autores surrealistas hacen
uso de la técnica de escritura automática, la cual permite dejar fluir la consciencia y ofrece como resultado una
creación que emerge del inconsciente sin dejarse llevar por ningún tipo de pensamiento que “juzgue” la creación.
Esto se puede observar en el siguiente fragmento del poema de André Bretón titulado Mundo en un beso.

Uso de imágenes y metáforas

Las creaciones dan como resultado imágenes oníricas mediante metáforas sensoriales. Es característico de la poesía
surrealista la comparación de un término real y otro figurado.

Principales autores
 André Bretón (1896-1966).
 Louis Aragon (1897-1982).
 Philippe Soupault (1897-1990).

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