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NIÑOS CON TDAH

​Casi todos los niños tienen momentos en que su comportamiento está fuera de
control. Pueden correr de un lado a otro, hacer ruidos sin parar, negarse a esperar
su turno y chocarse con todo lo que los rodea, no prestan atención o no terminan lo
que comenzaron a hacer, pero para algunos niños, estas clases de comportamiento
son algo más que un problema ocasional. Los niños con trastorno por déficit de
atención e hiperactividad tienen problemas de comportamiento que son tan
frecuentes y graves que interfieren con su capacidad de vivir una vida “normal”
como dificultades con su autoestima, las relaciones problemáticas y el bajo
rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo,
algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH.

A lo largo de la historia, se han utilizado varios términos y conceptos para describir


los patrones de comportamiento asociados al TDAH. La comprensión y el
diagnóstico del trastorno han evolucionado significativamente a medida que ha
avanzado la investigación científica y se han ajustado los criterios diagnósticos. En
1844 el médico alemán Heinrich Hoffman escribió un poema llamado "Fidgety Phil"
en su libro "Struwwelpeter", que describía a un niño inquieto y distraído. Este poema
es considerado uno de los primeros relatos literarios de los comportamientos
asociados al TDAH. En 1950s-1960s se comenzó a utilizar el término "síndrome del
niño hiperactivo" para describir a niños con hiperactividad, impulsividad y problemas
de atención. En 1994, el TDAH fue oficialmente reconocido en la cuarta edición del
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) de la
Asociación Americana de Psiquiatría. Se establecieron tres subtipos:
predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo y
combinado. Hasta 2013, el DSM-5 actualizó los criterios diagnósticos del TDAH,
eliminando los subtipos y estableciendo dos categorías: "presentación
predominantemente inatenta" y "presentación combinada".
Primero tenemos que conocer e identificar los signos y síntomas de los niños con
TDAH:

● Presentan dificultad para prestar atención a los detalles como tareas


escolares o en actividades cotidianas.

● Pueden distraerse fácilmente, perder el interés rápidamente o saltar de una


actividad a otra.

● Tienen dificultad para organizar tareas, actividades y objetos, lo que puede


llevar a la pérdida de pertenencias o la falta de cumplimiento de deberes.

● Se resisten a tareas que exijan un esfuerzo mental continuo o que sean


tediosas.

● Olvidan tareas diarias como hacer la tarea, llevar cosas a la escuela o seguir
instrucciones.

● Los niños pueden parecer inquietos y moverse constantemente, incluso en


situaciones en las que se espera que estén quietos.

● Pueden hablar constantemente, incluso en situaciones donde se espera


silencio.

● Les resulta difícil jugar de manera calmada o disfrutar actividades que


requieran quietud.

● Pueden interrumpir conversaciones o actividades de otros sin esperar su


turno.

● Dificultad para esperar el turno

● Pueden actuar sin pensar en las consecuencias, lo que puede llevar a


comportamientos riesgosos.

Es importante tener en cuenta que no todos los niños con TDAH mostrarán todos
estos síntomas y que algunos síntomas pueden cambiar con el tiempo. Además,
otros trastornos y condiciones médicas pueden presentar síntomas similares, por lo
que es esencial obtener una evaluación profesional adecuada si se sospecha que
un niño podría tener TDAH. Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden marcar
una diferencia significativa en la vida del niño y en su capacidad para prosperar en
diferentes áreas. El TDAH suele ser multifacético y su tratamiento tiene que ser
adaptado a las necesidades individuales de cada niño, puede involucrar una
combinación de estrategias educativas, terapias conductuales y en algunos casos,
medicación. Aquí te dejamos los principales pasos a seguir cuando un menor
presenta TDAH:

1. Evaluación y diagnóstico preciso:


Es fundamental que un profesional de la salud realice una evaluación completa para
diagnosticar correctamente el TDAH y descartar otras posibles condiciones médicas
o psiquiátricas.

2. Educación y apoyo a los padres:


Brindar a los padres información detallada sobre el TDAH, sus síntomas y
estrategias de manejo puede ayudarles a entender y apoyar mejor a su hijo. La
educación sobre el trastorno puede reducir el estrés y mejorar la comunicación.

3. Terapia conductual:
Las terapias conductuales pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades de
autocontrol, manejo de impulsos y organización.

4. Modificación del entorno:


Realizar ajustes en el entorno del niño puede ayudar a minimizar las distracciones y
a fomentar la concentración. Esto podría incluir la organización del espacio de
estudio y la reducción de estímulos visuales y auditivos.

5. Terapia familiar:
La terapia familiar puede ayudar a los padres y a otros miembros de la familia a
aprender estrategias de manejo efectivas y mejorar la comunicación.

6. Apoyo escolar:
Trabajar en estrecha colaboración con los educadores y el personal escolar para
implementar adaptaciones en el aula, como tiempos de descanso, instrucciones
claras y asientos cerca del profesor.

7. Uso de medicación:
En algunos casos, los medicamentos estimulantes, como el metilfenidato o las
anfetaminas, pueden ser recetados por un profesional de la salud. Estos
medicamentos pueden ayudar a mejorar la concentración y el control de los
impulsos.
8. Establecimiento de rutinas:
Crear rutinas predecibles y estructuradas puede ayudar al niño a organizarse y
anticipar lo que viene a continuación.

9. Reforzamiento positivo:
Utilizar sistemas de recompensas y refuerzos positivos puede motivar al niño a
cumplir con tareas y comportamientos deseados.

10. Fomento de las habilidades sociales:


Enseñar habilidades sociales puede ayudar al niño a mejorar sus interacciones con
otros y a desarrollar relaciones más saludables.

11. Comunicación abierta:


Fomentar un ambiente en el que el niño se sienta cómodo expresando sus
emociones y necesidades puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.

Cada niño con TDAH es único, por lo que el tratamiento debe ser adaptado a sus
necesidades individuales. Trabajar en colaboración con profesionales de la salud,
educadores y otros miembros de la familia puede ser clave para brindar el mejor
apoyo posible y ayudar al niño a alcanzar su máximo potencial.

En conclusión, prestar atención a los niños con TDAH es de suma importancia


debido a los efectos significativos que este trastorno puede tener en su vida
académica, social y emocional. Reconocer y abordar el TDAH de manera adecuada
puede marcar una diferencia profunda en el bienestar y el desarrollo de estos niños;
sin el apoyo adecuado, pueden enfrentar un bajo rendimiento académico y una
disminución en su autoestima. El diagnóstico y el tratamiento temprano del TDAH
pueden empoderar a los niños proporcionándoles las herramientas necesarias para
enfrentar y superar los desafíos; la terapia, la educación y la medicación pueden
hacer una gran diferencia en su calidad de vida.

Además que si proporcionamos los apoyos adecuados, se está fomentando un


ambiente inclusivo en la escuela y en la comunidad. Además se puede ayudar a
reducir el estigma y mejorar su participación en la sociedad, todo esto puede marcar
una diferencia duradera en la vida de estos niños, permitiéndoles superar desafíos y
alcanzar sus metas.

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