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La 

estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que tienen


como objetivo la mejora del rendimiento y eficacia en el funcionamiento de
capacidades cognitivas como la memoria, la atención o la percepción, entre
otras. Actúa sobre aquellas capacidades y habilidades que se encuentran
todavía preservadas por medio de actividades y programas que promueven su
mejora y potenciación por mecanismos de neuroplasticidad cerebral.
La estimulación cognitiva tiene como propósito entrenar alguno o varios
procesos cognitivos simultáneamente con el fin de aumentar su capacidad.
Cada componente tiene diversos grados de complejidad y algunos tienen
estrechas relaciones entre sí, provocando que la estimulación de alguno
genere cambios asociados a otro proceso. De igual forma, dicha estimulación
motiva la utilización de nuevas técnicas de procesamiento de la información.
Autores como Sardinero Peña (2009) afirman que cuando se plantea un
ejercicio para la estimulación de la memoria, se tiene en cuenta que, al mismo
tiempo, la persona entrenará su capacidad para atender a la información que
debe aprender. Puede orientarse no al desarrollo de capacidades sino al
mantenimiento de éstas, principalmente en adultos mayores o en personas que
por enfermedad o por traumas, ven atrofiado el funcionamiento de alguno de
sus componentes cognitivos. Sardinero Peña (2009) afirma que el concepto de
entrenamiento cognitivo parte de la premisa de que las capacidades cognitivas,
al igual que las motoras, responden positivamente al ejercicio constante y
repetido incrementándose su función. Desde este punto de vista, se establece
una metáfora muy didáctica en la que se considera que el cerebro es un
músculo que necesita acción, y que la estimulación cognitiva es, en definitiva,
una forma de “gimnasia mental” estructurada y sistematizada que tiene por
objetivo ejercitar las distintas capacidades cognitivas y sus componentes,
combinando técnicas clásicas de rehabilitación, del aprendizaje, y actividades
pedagógicas.
La estimulación cognitiva tiene una base neurobiológica que sustenta su
utilidad como herramienta para mejorar y rehabilitar las distintas capacidades
cognitivas. Para comprender estos sustratos neurobiológicos es importante
conocer algunos conceptos relacionados. Veamos brevemente los dos más
importantes, la neuroplasticidad y la reserva cerebral.
En primer lugar la plasticidad cerebral o neuroplasticidad, entendida, según
Kolb y Cols (2010) como la capacidad del sistema nervioso para cambiar su
estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida como reacción a la
diversidad del entorno. Dicho de otra forma, la plasticidad cerebral permite al
cerebro, y más concretamente a sus neuronas, realizar un proceso de
regeneración tanto funcional como anatómico mediante el establecimiento de
nuevas conexiones sinápticas. La estimulación o entrenamiento cognitivo tiene
como objetivo el aumento en el número y consolidación de estas conexiones
para obtener una mejora en el funcionamiento cerebral en términos de rapidez
y eficacia de la transmisión de información.
La reserva cerebral es la capacidad que tiene el cerebro para tolerar las
lesiones. Al incrementar la reserva cerebral los síntomas de déficits cognitivos
retrasan su expresión y, por tanto, podría decirse que la reserva cognitiva se
mantiene o incluso mejora. Técnicas como la estimulación cognitiva,
experiencias personales como la educación, el estilo de vida o la actividad
física y mental, así como los cambios a nivel neurobiológico influyen en su
desarrollo y evolución.
En general existen técnicas y programas para entrenar directa o indirectamente
las siguientes capacidades y habilidades cognitivas:
 Atención: capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel
de activación adecuado para procesar la información relevante.
 Percepción: codifica y coordina las diversas sensaciones elementales
para darles un significado.
 Comprensión: capacidad de entender, analizar y reflexionar sobre la
información que recibimos.
 Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias ya sean
ideas, imágenes, acontecimientos, etc.
 Lenguaje: sistema de signos lingüísticos que nos permiten
comunicarnos, tanto de forma oral como escrita.
 Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación
entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar
información de forma rápida y automática.
 Orientación: capacidad de ser consciente de uno mismo y del contexto
en que nos encontramos, es decir, ser conscientes a nivel personal,
tiempo y lugar.
 Razonamiento: capacidad para resolver problemas (solución de
problemas), extraer conclusiones y aprender de manera consciente de
los acontecimientos de manera que podamos establecer relaciones
causales y lógicas.
 Aprendizaje: transformaciones relativamente estables en el
comportamiento suscitadas por distintas experiencias que dan lugar a la
adquisición de nuevos conocimientos y habilidades.
 Praxias: capacidad que tenemos para realizar movimientos voluntarios,
intencionados y organizados para llevar a cabo un plan o alcanzar un
objetivo.
 Gnosias: capacidad para reconocer información previamente aprendida
a través de los sentidos.
 Control ejecutivo: actividades mentales complejas encargadas de
integrar, organizar y coordinar el resto de capacidades cognitivas.
Las técnicas orientadas a utilizar y trabajar las capacidades cognitivas son
los cuadernos de ejercicios de estimulación cognitiva, los juegos de
entrenamiento cerebral o programas online, o el neurofeedback clásico.  
Estas técnicas están divididas en un conjunto de acciones que se basan en
realizar ejercicios en papel o en medios digitales. El objetivo es movilizar y
utilizar el cerebro para resolver tareas haciendo uso de una o más capacidades
cognitivas, y así crear más reserva cognitiva de las mismas. Aunque los
ejercicios están orientados a trabajar una capacidad cognitivo específica, se
necesitan utilizar y coordinar varias áreas cerebrales para resolverla. Es decir
el foco está en la capacidad cognitiva y no en el área cerebral
específica (intervienen varias áreas y cada persona puede utilizarlas de forma
diferente).
Una forma clásica es a través de los cuadernos de estimulación
cognitiva que trabajan las funciones ejecutivas y las capacidades cognitivas
como memoria, atención, orientación, razonamiento, resolución de problemas,
etc. y que se pueden adquirir en librerías o incluso se pueden descargar de
internet. Existen cuadernos más generales que incluyen ejercicios de distintas
capacidades y otros que únicamente trabajan una capacidad concreta como
memoria o atención. También se pueden encontrar cuadernos más específicos
que van orientados a una patología determinada como, por ejemplo, para la
enfermedad de Alzheimer.
Otra forma de estimulación cognitiva, que en los últimos tiempos ha tenido un
auge importante, son los conocidos como juegos de “entrenamiento cerebral”
(o brain training), orientados al entrenamiento de diferentes funciones
cognitivas mediante variedad de ejercicios como acertijos, problemas de lógica,
sudokus, cálculo mental, etc. Estas aplicaciones, disponibles para móviles,
ordenadores y tablets, permiten su utilización prácticamente por cualquier
persona y en cualquier lugar y momento. Por esta razón su uso está muy
extendido y son muy populares. Sin embargo, desde hace años no se libran de
la crítica de la comunidad científica. La razón es porque, aunque permiten
mejorar en las capacidades cognitivas que han sido trabajadas, no se consigue
evidencia sobre su transferencia a tareas cognitivamente cercanas ni a tareas
de la vida.
Por último, el neurofeedback clásico pretende que el usuario aprenda la tarea
de autorregular su actividad cerebral. Esto se consigue implementando un
modelo de los años 60, en el cual se proporciona al usuario un feedback
basado en el estado de la actividad que hay que regular. El feedback suele ser
algún medio audiovisual o juego, y la actividad cerebral alguna de las bandas
de frecuencia como teta, alfa o alguna combinación de las mismas. Estas
técnicas tienen implementaciones muy entretenidas y su uso está muy
extendido en países como Estados Unidos. Sin embargo, aunque el modelo
teórico del neurofeedback ha demostrado ser correcto y se ha utilizado con
éxito en muchas aplicaciones, hay dos problemas básicos en su
implementación clásica. Por un lado, los equipos suelen ser de baja
calidad (baja relación señal - ruido, SNR), lo que limita enormemente el tipo y
calidad de la actividad cerebral a medir. En segundo lugar, sus
implementaciones no tienen en cuenta la variabilidad inter- e intra-personal
de la actividad cerebral (es decir, tratan todas las personas como si tuvieran
la misma actividad cerebral y como si ésta no cambiará con el tiempo y/o
estado cognitivo/emocional). Finalmente, se necesitan más estudios
controlados aleatorizados sin intervención humana para entender mejor
qué protocolos y en qué poblaciones son efectivos.
La estimulación cognitiva está recomendada para todas las personas con
discapacidad intelectual con el fin de:
 Potenciar sus capacidades existentes,
 intentar desarrollar al máximo aquellas con las que no cuentan,
 darles estrategias para suplir aquellas que no pueden desarrollar.
De esta manera, la finalidad es que tengan una vida lo más funcional y
autónoma posible.
Para efectos del presente taller, se diseñaron una serie de actividades de
estimulación cognitiva que integran procesos como: memoria y atención.
La atención hace referencia a la capacidad que tiene la mente para concentrar
su esfuerzo en ciertos estímulos sensoriales mientras desecha otros, razón por
la cual constituye un factor fundamental en los procesos de aprendizaje en
razón a que posibilita asimilar y percibir de forma apropiada los contenidos que
son objeto de enseñanza.
La memoria juega un papel trascendental en el aprendizaje, al punto que se
consideran como correlacionales e interdependientes. Aprender implica de
alguna forma la incorporación de nueva información en el cerebro, y sólo en la
medida en que dicha información puede ser recordada puede denominarse
como algo realmente aprendido. Lo anterior no pretende reducir la memoria a
un repositorio de datos, ya que la memoria es en sí misma dinámica en la
medida en que en su interior, la información almacenada se reorganiza
permanentemente como consecuencia de los diversos estímulos a los que se
ve expuesta.
Independiente de los tipos de memoria de que se trate, su importancia radica
en la posibilidad que presenta de realizar procesos de evocación, es decir, de
recuperar información almacenada recientemente o en tiempos más remotos.
Dicha información corresponde a representaciones de orden interno que la
mente activa, en ocasiones de forma voluntaria y en otras, involuntaria.

Fuentes bibliográficas

Pozo, J. I. (1997). Teorías cognitivas del aprendizaje.

Rivas Navarro, M. (2008). Procesos cognitivos y aprendizaje significativo.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21621219/ (Cols,2010)

https://www.bitbrain.com/es/blog/que-es-estimulacion-cognitiva

https://www.neuronup.com/actividades-de-neurorrehabilitacion/actividades-para-
discapacidad-intelectual/5-actividades-de-estimulacion-cognitiva-para-la-discapacidad-
intelectual/

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