Está en la página 1de 6

Cadenas de Iniquidad (Parte 1)

“Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena de iniquidad”.


Hechos8:23 (La biblia de las Américas).

Simón se había convertido en cristiano y tenía ya un tiempo asistiendo a


las reuniones de la iglesia, tenía también un particular interés sobre los
milagros poderosos que ocurrían. Inclusive le gustaban mucho las
enseñanzas de Felipe el Apóstol. Simón llevaba una vida cristiana normal,
aprendiendo e inclusive seguía maravillado por el poder de Dios dada su
vida pasada como mago. Hasta que un buen día salió algo a la luz…

I.-¿QUE SON LAS CADENAS DE INIQUIDAD?:


Pedro guiado por el Espíritu Santo le dice estas palabras:

“Entonces Pedro le dijo: Que tu plata perezca contigo, porque pensaste


que podías obtener el don de Dios con dinero. No tienes parte ni suerte
en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Por tanto,
arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te
perdone el intento de tu corazón. Porque veo que estás en hiel de
amargura y en cadena de iniquidad”. Hechos 8:20-23

El Espíritu Santo le revela a Pedro la condición espiritual de Simón. A pesar


de ser salvo y estar asistiendo regularmente a las reuniones de su iglesia,
Simón tenía un grave problema que lo podía llevar a la muerte. ¡Si, a la
muerte!. Era esclavo de Iniquidad, es decir tenía hábitos pecaminosos en
su vida desde antes de entregarse a Dios, que a pesar de ser convertido lo
estaban desviando del camino de Dios. Esas cadenas de iniquidad y
amargura lo acompañaban a donde él fuera de día y noche, fueron
descubiertas por el Espíritu Santo. Es decir, hasta que el Espíritu Santo por
medio de un siervo de Dios le reveló su condición y él no tuvo más que
aceptar su condición y pedir que se orará por él.

En este caso Simón tenía un problema grave que lo ataba al dinero, era
una ambición por el dinero, para todo quería sacar una ganancia. El mal
no estaba en querer ganar dinero (ya que esto no es pecado),si no que el
dinero ocupaba el lugar de Dios en su corazón a tal grado de querer usar a
Dios para su propio beneficio. Es decir, el dinero ocupaba un lugar
prominente en el corazón de Simón que lo hizo desviarse mentalmente de
la verdad.
¿Alguna vez te has preguntado, porque tú siendo cristiano estas
batallando con pecados en tu vida, con costumbres y deseos que no son
de un cristiano? ¿Alguna vez has tenido sentimientos de fracaso por no
dejar un vicio o una costumbre pecaminosa? ¿Estás luchando en tu vida
con pecados habituales como la ambición, pornografía, lujuria, drogas,
perversiones, pensamiento de suicidio, pensamientos de fracaso, rencor,
drogas, chisme, queja, envidia, pleitos, etc.?

II.-RECONOCIENDO QUE TODOS TENEMOS INIQUIDAD:

Déjame decirte que hoy en día hay miles de cristianos asistiendo a las
iglesias, con años de estar asistiendo, pero cargando unos sentimientos de
fracaso, de derrota, de amargura, de opresión, de cadenas invisibles de
iniquidad. Personas que no han podido llegar al propósito de Dios. Las
iglesias están llenas de profetas, maestros, pastores, grandes ministros,
pero fracasados, derrotados. Viviendo su vida como la de Simón, en hiel
de amargura y cadenas de iniquidad. Que no pueden ver más allá de lo
superior y aparente.

¿Pero entonces donde está el error de la palabra de Dios? ¿Qué es lo que


ha fallado en la vida de esos cristianos? ¿No acaso Dios pagó ya por
nuestros pecados e iniquidades? ¿No acaso Dios ya nos hizo perfectos
para siempre? ¿Qué es en sí lo que está pasando en la vida de estos
cristianos?

Dios nos invita a dejar nuestras iniquidades:

“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el


Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca
el nombre de Cristo.”2 Timoteo 2:19

Es increíble como los cristianos hemos adquirido las costumbres del


mundo, las hemos asimilado y no nada más eso, las hemos incorporado a
nuestro cristianismo. Y no estoy hablando de religiosidad aparente. No
estoy hablando de costumbres religiosas que son una falsa piedad. Estoy
hablando de cosas carnales que están ocupando el lugar de las cosas
espirituales en nuestra vida.

Para ser efectivos en nuestros ministerios y llamados necesitamos


limpiarnos de la impiedad, Pablo cuando le escribe a Timoteo continúa
diciendo:

“Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra,
santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”.2 Timoteo
2:21

III.-RECONOCIENDO QUE TODOS TENEMOS NECESIDAD DE SER LIMPIOS


DE INIQUIDAD:

Ves cómo es importante estar limpios de iniquidad delante de Dios para


ministrar con efectividad y ser útiles en el cuerpo de Cristo. ¿Pero cómo es
posible que estas cadenas de iniquidad estén operando en la vida de
muchos cristianos? ¿Cómo sé yo si hay iniquidad en mi vida? ¿Cómo
podemos librarnos de estas cadenas de iniquidad? ¿Puedo llegar a
realizarme en el propósito de Dios para mi vida si no me limpio de
iniquidad?

No con esto quiero generalizar y decir que todo lo que te sucede es por
culpa de la iniquidad, pero en un alto porcentaje me atrevería a decir que
si es por la iniquidad. Tal vez en un 80 o 90 por ciento de los casos.
Veamos…

Todas las personas somos personas de hábitos, es decir tendemos a


repetir las cosas, tomamos café ya por costumbre, nos sentamos en las
mismas bancas generalmente siempre, queremos fórmulas para el éxito,
queremos recetas para todo. Somos seres de hábitos. Somos seres que
podemos ser programados. Cada vez que aceptamos algo en nuestra vida,
le damos la bienvenida y se convierten en hábitos, que tarde o temprano
formaran parte de nuestra vida.

Ahora bien, hay una parte de nuestro ser que necesita ser programado
para triunfar, para realizar las cosas mecánicamente. Esto es innegable, el
80 o 90 por ciento de las veces hacemos muchas cosas automáticamente.
Esto no quiere decir que todos los hábitos son malos, solo menciono esto
para comprender como funciona nuestra tendencia a repetir las cosas,
buenas y malas. Es decir, las cosas que vas asimilando y las aceptas ya
sean buenas o malas se quedan contigo y de alguna manera las repites
automáticamente o desde tu subconsciente.

Hoy en día existen los automóviles híbridos, que funcionan con energía
eléctrica y energía proveniente de la gasolina. Es decir, cuando una
energía está agotada o llega a un nivel bajo, entra el otro tipo de energía.
Así se van alternando estas energías que hacen funcionar el automóvil. Así
son los hábitos, cuando nuestro cuerpo está programado para hacer cosas
de manera automática.

Inclusive muchas cosas que decimos o hacemos de repente nos damos


cuenta que no debimos haber dicho o hecho. ¡Pero ya lo hicimos porque
salió desde nuestro ser interior! Desde nuestro programa.
Cadenas de Iniquidad (Parte 2)

IV .- ENTENDIENDO LA CAUSA RAIZ DE LA INIQUIDAD:

A eso programa o ese software la biblia le llama el corazón. Las iniquidades muchas
veces funcionan de esta misma manera, ya forman parte de nosotros y están
grabadas fuertemente como dice la palabra, en el corazón:
“El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante;
esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares”. Jeremías
17:1
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su
corazón no está contigo”. Proverbios 23:7
“Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su
pecado”. Proverbios 5:22
Las iniquidades son cuerdas o cadenas invisibles que funcionan desde el corazón. El
corazón es el centro de tu ser, es el centro de operaciones, es la torre de control.
Desde donde se gobiernan las funciones de la vida. Las iniquidades operan desde
nuestro ser interior y la mayoría de las veces de manera inconsciente.
Han vivido con nosotros por los últimos 20, 30, 40 o 50 años. ¡Ya los queremos como
de la familia! (¡Que nadie toque mis iniquidades!). Lo peor de todo es que muchas
veces ya vienen incluidos en el paquete prenatal. Es decir vienen con todo y el bebe
recién nacido. Muchas de estas iniquidades ya vienen con nosotros por herencia.
“Antes en el corazón maquináis iniquidades; Hacéis pesar la violencia de vuestras
manos en la tierra. Se apartaron los impíos desde la matriz; Se descarriaron hablando
mentira desde que nacieron. Veneno tienen como veneno de serpiente; Son como el
áspid sordo que cierra su oído, Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil
que el encantador sea”. Salmo 58:2-5
Nadie tiene escapatoria, todos nacemos con una tendencia a pecar, eso se llama
iniquidad. Nacemos con la tendencia a repetir los pecados de nuestros padres,
abuelos o bisabuelos. Ahora agrégale los que vamos adquiriendo en la vida. Solo
quiero aclarar que no todos los pecados, enfermedades o condiciones físicas son
iniquidad. ¡Pero muchas si lo son!. Ahora bien Dios quiere ensenarte y revelarte tu
corazón. La biblia dice que engañoso es el corazón más que todas las cosas. La biblia
habla ampliamente y hace diferencia entre pecados, rebeliones e iniquidades. La biblia
esta repleta de pasajes que habla en detalle de estas cosas.

V .- EL TRATO DE DIOS HACIA LA INIQUIDAD:


Ahora bien, tú te preguntarás ¿por qué sucede esto? Dios nos dio sabiduría y además
él quiere que aprendamos de todo esto, y es tan importante esta verdad que él dijo:
– Que el pueblo de Dios perece por falta de conocimiento, por desechar el
conocimiento de él. Oseas 4:6
– Debemos ir a la raíz del problema para conocer desde donde y como operan estos
principios de Dios.
– Hay derechos legales que Satanás está usando para obrar por la palabra de Dios
– Las bendiciones de Dios no son automáticas, sino que requieren un estilo de vida,
ética, moral y valores espirituales obrando desde el corazón del hombre.
– Hay herramientas y armas espirituales dispuestas para cada ocasión y cada
ministerio.
– Dios conoce perfectamente el corazón del hombre y por lo tanto hay una razón para
que así sea.
De acuerdo a la biblia las cadenas de iniquidad se transfieren desde los padres a los hijos, así hasta la
tercera y cuarta generación (Éxodo 20, Éxodo 34, Números 14). Esta cadena de por si es interminable ya
que si mi padre peco y yo la repito. Yo vengo a ser una vez más la primera generación y la sigo pasando a
mis hijos, nietos y bisnietos. ¡Alguien tiene que detenerla!

Para los que necesiten alguna aclaración del porqué y como es que funcionan las iniquidades en los
cristianos, aquí están algunos pasajes que respaldan estas verdades:
“Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte,
misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que
guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de
ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre
los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Éxodo 34:6-7
“Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. Mas tan ciertamente
como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, todos los que vieron mi gloria y mis señales
que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi
voz, no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado
la verá. Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de
mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.
Números 14:20-24

También podría gustarte