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PARASHÁ 31

Emor (diles)
Levítico 21:1-24:23
Ezequiel 44:15-31
Lucas 14:12-24
SÁBADO 9 DE MAYO

Pensemos que debemos resguardar el servicio para ser merecedores de convertirnos en


hijos de Su pueblo y servidores en Su templo guardando con celo Su pacto.

DESDE EL SACERDOCIO
La responsabilidad de ser siervo de Dios
6 Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: Basta ya de

todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel; 7 de traer extranjeros, incircuncisos


de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi
casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre, y de invalidar mi pacto con todas
vuestras abominaciones. 8 Pues no habéis guardado lo establecido acerca de mis cosas
santas, sino que habéis puesto extranjeros como guardas de las ordenanzas en mi
santuario. (Ezequiel 44:6-8)
Este texto podemos traerlo a la actualidad, en estos tiempos que no hay templo
edificado, pero en cada uno de nosotros, si nos consideramos sacerdotes, hemos
edificado en nuestro interior y lo hemos convertido en el templo de Dios.
En el cual mora el Espíritu de Dios.

¿Qué traemos al interior de éste?


De acuerdo a lo que incorporemos o consumamos desde el punto de vista físico como
espiritual, será nuestro real estado el cual a los ojos de Dios no lo podremos ocultar ni
disimular.
Pensemos…
¿Estamos contaminando o no Su santuario?
Y de descuidar nuestra santidad ¿invalidamos Su pacto con nuestras abominaciones?

El cuidado de nuestra santidad, es un trabajo privado, diario y delicado.


Oración, intercesión y adoración es el servicio que debemos realizar diariamente y
convertirlo a su vez en buenas obras.

La complicidad de invalidar Su pacto


Versículo 8
“….Pues no habéis guardado lo establecido acerca de mis cosas santas…”
9 Asíha dicho Jehová el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e
incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que
están entre los hijos de Israel. 10 Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se
alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad. (Ezequiel 44:9-10)
Conforme a nuestros actos, a nuestros frutos, a nuestro actuar, reflexionemos…
¿Nos comportamos como extranjeros incircuncisos de corazón y carne?
Si forzamos la Palabra o bien me apoyo en textos extraños ¿me comporto cómo
sacerdote que huye hacia sus propios ídolos?
¿Estoy contaminando mi templo, mi casa, mi familia y el Cuerpo?
Todo lo que toco con mi cuerpo y todo lo que mi boca diga será solo para contaminar si
las respuestas resultan ser afirmativas.

¿Pongo en duda los calendarios bíblicos, pongo en duda las fechas de las fiestas, me
apoyo en material extraño a las Escrituras para forzar la Palabra, siembro en
consecuencia murmuración y difamación, descontextualizo?
¿Traemos espíritus de división y contienda?
¿Terminamos fijando nuestro eje en lo demás con un espíritu destructivo?
Cuidado, porque si las respuestas a estas inquietudes son afirmativas son señales claras
de que me he apartado de Dios.

Si somos sacerdotes tenemos más responsabilidad con nuestros actos y pensamientos.


Debemos pensar bien antes de hablar o cuestionar.
Nuestro corazón habla de nosotros.

Perder el servicio
12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por

tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano y jurado, dice Jehová el Señor,
que ellos llevarán su iniquidad. 13 No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes,
ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que
llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron.14 Les pondré, pues, por
guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el servicio de ella, y para todo
lo que en ella haya de hacerse. (Ezequiel 44:12-14)
Dios tiene reservado un lugar para aquellos que desobedecen o que se interesan por
cuestionar la Palabra a través de extranjeros incircuncisos de corazón.
El castigo será no poder servir al Todopoderoso.

Premio al que cuida la santidad de las cosas del Padre


Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se
presente de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; asimismo daréis al
sacerdote las primicias de todas vuestras masas, para que repose la bendición en
vuestras casas. (Ezequiel 44:30)

La palabra destacada en el texto de Ezequiel, aparece nuevamente como “ofrenda”, pero


en hebreo es “terumá”
En el diccionario Strong:

Su raíz, es “rum”
7311. rum; raíz prim.; estar elevado; act. elevarse o levantarse (en varias aplicaciones,
lit. o fig.):— acrecentar, alabar, hacer alarde, altivo, alto, alzar, apartar, aumentar, criar,
dirigir, elevado, elevar, eminencia, enaltecer, enaltecimiento, encrespar, encumbrar,
engrandecer, enorgullecer, ensoberbecer, exaltar, excelso, glorificar, levantar, llevar,
ofrecer, poderoso, poner, quitar, reservar, tomar.

Podríamos comprender la importancia, de la riqueza que se pierde al momento de la


traducción, más allá de una simple aparente traducción como “ofrenda” de esta palabra
“terumá”, como “una ofrenda que eleva a quien la realiza y que a su vez glorifica al
Todopoderoso”.
Terumá, es un acercamiento al Padre, y no debe ser con las manos vacías sino con lo
mejor de los primeros frutos, “terumá” encierra un acto de elevación espiritual.
La ofrenda es solo un medio, un vehículo, porque en definitiva mi acto, que según el
interior de mi corazón, es lo que realmente presento a Dios, en síntesis presento mi
estado espiritual ante Él.

Debemos proteger con teshuvá constante nuestra santidad, para resguardar el Pacto de
Dios para con cada uno de nosotros y que mi ofrenda espiritual esté en sintonía y
armonía con las instrucciones del Padre.
Arrepentimiento bíblico profundo para no quedar fuera del servicio.
Y así resguardar Su Pacto para servir al Padre Celestial como el merece.

Más comentarios
**En ésta porción de la TORÁ nos habla sobre cómo debe ser la forma de vivir de un
sacerdote y de su familia, el sacerdote debe cumplir su función primeramente en su
hogar para después poder ejercer un sacerdocio en la congregación, por lo tanto si su
familia es un caos, qué se puede decir de ese sacerdote?, vemos que la familia de un
sacerdote, un servidor de DIOS, debe de buscar también la santidad al igual que el
sacerdote, no quiere decir que los familiares tengan que servir en lo mismo que él, pero
si deben servir en algo ya que a DIOS todos le debemos servir, lo que sí deben hacer es
buscar la santidad al igual que él.

Vemos por ejemplo en levítico:


Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al
fuego. (Levítico 21:9)

**Esto nos da una idea del cuidado y responsabilidad que debe tener un sacerdote en la
educación de sus hijos y el respeto a la instrucción de DIOS que infunde en la familia

**DIOS nos pide que seamos santos porque ÉL es santo, y la búsqueda de la santidad,
nos lleva a la restauración de nuestras vidas, lo que a su vez nos lleva a acercarnos más
al PADRE en una verdadera TESHUVÁ.

** La verdadera restauración en nuestras vidas ocurre una vez que recibimos a CRISTO
y es un camino gradual que se logra a través de la palabra y con la ayuda permanente
del espíritu santo, ya que de lo contrario si fuera solo por conocer la palabra sin el
espíritu no podríamos conocer el Amor de DIOS ni recibir de su GRACIA , por
ejemplo si no tuviéramos el espíritu santo obrando en nuestras vidas, podríamos tomar
la palabra para nuestro beneficio y gusto como lo hacían muchas veces los fariseos por
ejemplo en el final de la porción de levítico de hoy encontramos la ley del talión:

rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro,
tal se hará a él. (Levítico 24:20)

**Si leemos ésta palabra sin el espíritu y sin el amor de DIOS podemos utilizarla para
venganza, sin embargo el principal motivo de DIOS con esta palabra es nuestra
restauración, ya que si tenemos temor de DIOS nos damos cuenta que si buscamos el
camino de santidad, todo lo que cosechamos sembramos y si hacemos algo malo ante
los ojos de DIOS nosotros mismos nos perjudicamos de la misma forma y con el mal
que hemos hecho.

La mujer sorprendida en adulterio


1
Pero Jesús se fue al monte de los Olivos. 2 Al amanecer se presentó de nuevo en el
templo. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles. 3 Los maestros de la ley y
los fariseos llevaron entonces a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en
medio del grupo 4 le dijeron a Jesús: —Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el
acto mismo de adulterio. 5 En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú
qué dices? 6 Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué
acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo. 7 Y, como
ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de ustedes que
esté libre de pecado, que tire la primera piedra. 8 E inclinándose de nuevo, siguió
escribiendo en el suelo. 9 Al oír esto, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por
los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que aún seguía allí. 10 Entonces él
se incorporó y le preguntó: —Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena? 11 —Nadie,
Señor. —Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar (Juan 8:1-11)

**Si vemos el obrar de JESUCRISTO con la mujer adúltera y nos guiamos por la
palabra de forma literal, JESUCRISTO debería haber mandado a apedrear a la mujer,
sin embargo JESUCRISTO nos muestra el amor del padre buscando una oportunidad
para la mujer y su restauración, por lo tanto les hace ver a los fariseos cuál era el deseo
de su corazón y que en ellos no había amor al prójimo. El amor de DIOS no busca
solamente la restauración propia sino que busca la restauración del otro.

**El principal objetivo por el cual DIOS nos pide que nos santifiquemos a través de su
hijo JESUCRISTO, es que ÉL nos quiere restaurar

Pero yo te restauraré y sanaré tus heridas —afirma el Señor (Jeremías 30:17)

Por lo tanto concluimos que si DIOS NOS DICE QUE SEAMOS SANTOS ES
PORQUE NOS AMA Y QUIERE VERNOS RESTAURADOS.

"Edificación Mutua Comunidad de Fe Cosquín"

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