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SÁBADO 1 DE AGOSTO
rectos) como es toda esta ley (Torá, instrucción, enseñanza) que yo pongo hoy delante
de vosotros?
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia (Por tanto, guarda para ti y vela
por tu alma [con toda tu persona y mente, con todo tu cuerpo, con toda tu intimidad, con
toda tu voluntad, con toda tu vida] con todas tus fuerzas), para que no te olvides de las
cosas que tus ojos han visto (no sea que la falta de memoria [extravío] a las palabras [a
la ley, a los mandamientos, decretos, preceptos] que observaron [discernieron,
reflexionaron] tus ojos, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida (y no sea
que te corrompas [desvíen, pierdan, rebelen] de tú corazón [alma, entendimiento,
inteligencia, voluntad] todos los días de tú vida); antes bien, las enseñarás a tus hijos, y
a los hijos de tus hijos.
(Deuteronomio 4:6-9)
obedecer, ser testigo, dócil), Israel: Jehová (YHWH) nuestro Dios (Elohim), Jehová
uno es (“ejad” H259 unir, único, todo, podemos entenderlo como El Eterno uno es, es
único y todo a la vez espiritualmente hablando).
8085. ׁשעמshamá; raíz prim.; oír inteligentemente (a menudo con impl. de atención,
obediencia, etc.; caus. decir, etc.):—advertir, al son, anunciar, atención, atender,
atentamente, atento, conceder, consentir, contar, convenir, convocar, dar oídos, decir,
declarar, discernir, divulgar, dócil, entender, entendido, escuchar, exclamar, fielmente,
juntar, llegar, mirar, obedecer, obediente, de oídas, oído, oír, (poner, prestar) atención,
pregonar, proclamar, publicar, recibir, resonar, saber, sonar, testigo.
8086. ׁשעמshemá (cald.); corresp. a 8085:—obedecer, oír.
El “shema”, también podemos entenderlo como “la llama eterna encendida”, como
“manantial de vida” y “David, como linaje de Yeshúa”
Así que la fe es por el oír, y el oír (con obediencia, discernimiento, atención, siendo
testigo, ser dócil en recibir y en dar oídos, Yeshúa), por la palabra de Dios. (Romanos
10:17)
La Palabra nos trae discernimiento, nos corre el velo, tierniza nuestro corazón y ello nos
hace libres. Con el discernimiento recuperamos la conciencia, la escala de valores, la
diferenciación para el cumplimiento de las instrucciones de la Torá.
con toda tu voluntad e incluso el intelecto [facultad de la mente que permite aprender,
entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad:
entendimiento, inteligencia, razón, conocimiento], con gozo, con sabiduría, con
voluntad, con juicio, con deseo, con decisión), y de toda tu alma (con toda tu persona y
mente, con todo tu cuerpo, con toda tu intimidad, con toda tu voluntad, con toda tu
vida), y con todas tus fuerzas (con toda vehemencia [pasión], hasta no poder contarse).
No dejando ningún recoveco en nuestro interior, estar infinitesimalmente llenos de Él.
Que no quede en nuestro interior nada que no esté impregnado de la Palabra, de las
instrucciones del Eterno, nuestro cuerpo impregnado de Torá.
6Y estas palabras (mandatos, mandamientos) que yo te mando hoy, estarán sobre (en)
tu corazón (con toda tú voluntad e intelecto);
Y estos mandamientos, las instrucciones de la Torá, estarán en cada razonamiento,
cuando tomes decisiones y que obren en tú voluntad.
Y las escribirás Sus instrucciones como grabándolas en las bases o pilares de tú casa o
de tú familia y al entrar y al salir, como vigía permanente.
del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en
dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. 23 Y aconteció que cuando vosotros oísteis
la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí,
todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, 24 y dijisteis: He aquí
Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de
en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive.
25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si
oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. 26 Porque ¿qué es el
hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como
nosotros la oímos, y aún viva? 27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová
nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros
oiremos y haremos. 28 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y
me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han
hablado; bien está todo lo que han dicho. 29!!Quién diera que tuviesen tal corazón, que
me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a
sus hijos les fuese bien para siempre! 30 Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. 31 Y tú
quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les
enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por
posesión. 32 Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os
apartéis a diestra ni a siniestra. 33 Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os
ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que
habéis de poseer. (Deuteronomio 5:22-33)
Ellos pusieron excusas y dijeron a Moisés: Nosotros sabemos que podemos oír hablar a
Dios de en medio del fuego y sobrevivir. Sin embargo, si tenemos que sentarnos bajo
su presencia, pura, y santa seremos consumidos. ¿Por qué tendríamos que morir? De
toda la gente en el mundo, nosotros somos los que hemos oído la voz de Dios y
seguimos vivos.
Pero el Señor sabía lo que había en sus corazones. Dijo a Moisés: He oído la voz de las
palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; es correcto todo lo que han
dicho. Dios estaba diciendo, en otras palabras: Las palabras de la gente suenan bien
porque ellos conocen el vocabulario religioso correcto.
DIOS luego nos da una clave acerca de lo que realmente estaba pasando:
Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días mis
mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre
(Deuteronomio 5:29)
Ellos estaban dando honor a Dios con sus labios - pero sus corazones estaban lejos de
Él.
Este pueblo se acercó a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón
está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha
sido enseñado. (Isaías 29:13)
Los israelitas eran tan devotos a sus pequeñas imágenes de oro, que nada los podía
alejar de su alabanza idólatra. Ni siquiera una montaña de fuego, un terremoto
sobrenatural o un trueno ensordecedor podía desatarlos de su idolatría. Ellos finalmente
ignoraron la voz audible de Dios.
Ningún creyente que esconde pecado en su corazón quiere escuchar una Palabra Santa y
que exponga el pecado. Esa persona siempre huirá de la voz del Espíritu Santo, Y se
volverá a algún predicador que es blando con el pecado, que ofrece predicaciones
blandas y profecías halagadoras.
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las
cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes
bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. (Deuteronomio 4:9)
Termino mi reflexión con éste pasaje, no debemos hacer nuestra vista a un lado, ni
hacer el oído sordo a éstas cosas que sucedieron con el pueblo de DIOS y que
actualmente siguen sucediendo, la historia del pueblo de DIOS y nuestra historia
personal de vida, debe servirnos para tomar una conducta firme en cuanto a las
decisiones que tomamos día a día, para no caer en el mismo pecado que nuestros
antepasados.
El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará,
sino que YHWH te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. (Isaías 60:19)