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PARASHÁ 43

VaEtjanán (yo imploro)


Deuteronomio 3:23-7:11
Isaías 40:1-26
Mateo 23:31-39

SÁBADO 1 DE AGOSTO

Velar, obedecer y enseñar la Torá: servicio


6 Guardadlos (velar, vigilar, cumplir, observar), pues, y ponedlos por obra (hacer,

obedecer, servir, usar, permanecer); porque esta es vuestra sabiduría (entendimiento,


inteligencia, hacer más sabio) y vuestra inteligencia (entendimiento, prudente,
inteligencia) ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán (obedece con atención para
discernir, para advertir y ser testigo) todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo
sabio (expertos en la Palabra) y entendido (entendida en las instrucciones de la Torá),
nación grande es esta.
7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está

Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos (clamamos)?


8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios (decretos) justos (derechos,

rectos) como es toda esta ley (Torá, instrucción, enseñanza) que yo pongo hoy delante
de vosotros?
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia (Por tanto, guarda para ti y vela

por tu alma [con toda tu persona y mente, con todo tu cuerpo, con toda tu intimidad, con
toda tu voluntad, con toda tu vida] con todas tus fuerzas), para que no te olvides de las
cosas que tus ojos han visto (no sea que la falta de memoria [extravío] a las palabras [a
la ley, a los mandamientos, decretos, preceptos] que observaron [discernieron,
reflexionaron] tus ojos, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida (y no sea
que te corrompas [desvíen, pierdan, rebelen] de tú corazón [alma, entendimiento,
inteligencia, voluntad] todos los días de tú vida); antes bien, las enseñarás a tus hijos, y
a los hijos de tus hijos.
(Deuteronomio 4:6-9)

La importancia del “oír” la Palabra


Deuteronomio 6:4-9
4 Oye (inteligentemente con atención y obediencia, advertir, escuchar, discernir,

obedecer, ser testigo, dócil), Israel: Jehová (YHWH) nuestro Dios (Elohim), Jehová
uno es (“ejad” H259 unir, único, todo, podemos entenderlo como El Eterno uno es, es
único y todo a la vez espiritualmente hablando).
8085. ‫ ׁשעמ‬shamá; raíz prim.; oír inteligentemente (a menudo con impl. de atención,
obediencia, etc.; caus. decir, etc.):—advertir, al son, anunciar, atención, atender,
atentamente, atento, conceder, consentir, contar, convenir, convocar, dar oídos, decir,
declarar, discernir, divulgar, dócil, entender, entendido, escuchar, exclamar, fielmente,
juntar, llegar, mirar, obedecer, obediente, de oídas, oído, oír, (poner, prestar) atención,
pregonar, proclamar, publicar, recibir, resonar, saber, sonar, testigo.
8086. ‫ ׁשעמ‬shemá (cald.); corresp. a 8085:—obedecer, oír.
El “shema”, también podemos entenderlo como “la llama eterna encendida”, como
“manantial de vida” y “David, como linaje de Yeshúa”

Así que la fe es por el oír, y el oír (con obediencia, discernimiento, atención, siendo
testigo, ser dócil en recibir y en dar oídos, Yeshúa), por la palabra de Dios. (Romanos
10:17)
La Palabra nos trae discernimiento, nos corre el velo, tierniza nuestro corazón y ello nos
hace libres. Con el discernimiento recuperamos la conciencia, la escala de valores, la
diferenciación para el cumplimiento de las instrucciones de la Torá.

Interpretación en sentido extensivo del “shemá”


Tributos de Yeshúa
Es mantener la llama encendida permanentemente, estando atentos, siendo dóciles en el
aprendizaje y en la enseñanza, obedeciendo las instrucciones de la Torá, estudiando la
Palabra, con inteligencia para discernir mentalmente y distinguir con entendimiento, que
son el agua y manantial de vida, cuidando así la comunión con Dios para evitar ser
contaminados por el entorno del mundo que nos rodea (como lo hizo José en Egipto),
porque somos del linaje de David a través de Yeshúa que nos injerta en el pueblo del
Eterno, único, verdadero y todo en Él.

Dar o entregar todo por la Palabra


5 Y amarás (desearás) a Jehová tu Dios de todo tu corazón (con todos tus sentimientos,

con toda tu voluntad e incluso el intelecto [facultad de la mente que permite aprender,
entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad:
entendimiento, inteligencia, razón, conocimiento], con gozo, con sabiduría, con
voluntad, con juicio, con deseo, con decisión), y de toda tu alma (con toda tu persona y
mente, con todo tu cuerpo, con toda tu intimidad, con toda tu voluntad, con toda tu
vida), y con todas tus fuerzas (con toda vehemencia [pasión], hasta no poder contarse).
No dejando ningún recoveco en nuestro interior, estar infinitesimalmente llenos de Él.
Que no quede en nuestro interior nada que no esté impregnado de la Palabra, de las
instrucciones del Eterno, nuestro cuerpo impregnado de Torá.
6Y estas palabras (mandatos, mandamientos) que yo te mando hoy, estarán sobre (en)
tu corazón (con toda tú voluntad e intelecto);
Y estos mandamientos, las instrucciones de la Torá, estarán en cada razonamiento,
cuando tomes decisiones y que obren en tú voluntad.

Enseñar la Palabra: el servicio


7 y las repetirás (inculcarás, enseñar con empeño [como dejando una marca], con

repetición) a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa (a tú familia, y a tú


huésped), y andando por el camino (en el curso de la vida), y al acostarte, y cuando te
levantes.
Y las repetirás a tus hijos Sus instrucciones con empeño para que queden marcadas en
ellos, para que sean mojones históricos en sus vidas, las hablarás (las enseñarás) en tú
familia y tú huésped en el curso de tú vida…
8Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales (memorial para
recordatorio) entre tus ojos (con celo, atentos, con diligencia);
Sus instrucciones deben quedar con marcas o señales en nuestras manos como
recordatorio permanente, como una cicatriz, con celo y diligencia.
Recordemos que dice la Palabra respecto a estar atentos,
1 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los
ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os
da.
Traducción del hebreo:
De aquí en adelante oye (obedece con atención para discernir, para advertir y ser
testigo) Israel los estatutos y los decretos (juicios) que yo instruyo (o enseño) a
vosotros, a fin de que viváis (guardéis) y vosotros entréis y heredéis la tierra que
YHWH, tú Elohim de vuestros padres, os da a vosotros.
2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis

(velaréis, protegeréis) los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.


(Deuteronomio 4:1-2)

La Palabra como vigía para nuestra protección


9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Y las escribirás Sus instrucciones como grabándolas en las bases o pilares de tú casa o
de tú familia y al entrar y al salir, como vigía permanente.

El terror del pueblo


22 Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio

del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en
dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. 23 Y aconteció que cuando vosotros oísteis
la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí,
todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, 24 y dijisteis: He aquí
Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de
en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive.
25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si

oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. 26 Porque ¿qué es el
hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como
nosotros la oímos, y aún viva? 27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová
nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros
oiremos y haremos. 28 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y
me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han
hablado; bien está todo lo que han dicho. 29!!Quién diera que tuviesen tal corazón, que
me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a
sus hijos les fuese bien para siempre! 30 Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. 31 Y tú
quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les
enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por
posesión. 32 Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os
apartéis a diestra ni a siniestra. 33 Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os
ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que
habéis de poseer. (Deuteronomio 5:22-33)

Su respuesta fue totalmente desconcertante. ¿Por qué alguien reaccionaría de esta


manera a tal glorioso milagro de Dios comunicándose con su pueblo? Despreciar el
hecho de que DIOS te hable directamente y sin intermediarios, escuchar su voz audible
y ver el poder de su terrible presencia directamente, ¿por qué despreciar esto?
La única razón que tiene sentido, es que fue Porque los israelitas tenían pecado
escondido en sus corazones. Ellos eran idólatras a escondidas.

Ellos pusieron excusas y dijeron a Moisés: Nosotros sabemos que podemos oír hablar a
Dios de en medio del fuego y sobrevivir. Sin embargo, si tenemos que sentarnos bajo
su presencia, pura, y santa seremos consumidos. ¿Por qué tendríamos que morir? De
toda la gente en el mundo, nosotros somos los que hemos oído la voz de Dios y
seguimos vivos.

Pero el Señor sabía lo que había en sus corazones. Dijo a Moisés: He oído la voz de las
palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; es correcto todo lo que han
dicho. Dios estaba diciendo, en otras palabras: Las palabras de la gente suenan bien
porque ellos conocen el vocabulario religioso correcto.

DIOS luego nos da una clave acerca de lo que realmente estaba pasando:
Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días mis
mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre
(Deuteronomio 5:29)

Ellos estaban dando honor a Dios con sus labios - pero sus corazones estaban lejos de
Él.
Este pueblo se acercó a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón
está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha
sido enseñado. (Isaías 29:13)

Los israelitas eran tan devotos a sus pequeñas imágenes de oro, que nada los podía
alejar de su alabanza idólatra. Ni siquiera una montaña de fuego, un terremoto
sobrenatural o un trueno ensordecedor podía desatarlos de su idolatría. Ellos finalmente
ignoraron la voz audible de Dios.

En la actualidad, miles de creyentes se aglomeran a escuchar predicadores que no saben


nada del temor de Dios. Y eso era exactamente por lo que los Israelitas
clamaban. Poco después de escuchar la voz de Dios hablarles audiblemente, se estaban
aferrando a sus ídolos de nuevo. Sus alabanzas al Señor eran simplemente un servicio
de labios hueco y sin significado.

Si fuéramos a traducir la súplica de los israelitas en términos modernos, sonaría algo


así: No queremos escuchar más mensajes que asustan acerca de juicio, Todo lo que
hacen es traer culpa innecesaria, Predícanos acerca del amor de Dios y el perdón,
después de todo, sólo somos humanos, Nuestro Dios es un Dios de amor, no de ira ni
temor ni juicio.

Isaías habló sobre esta clase de respuesta


Este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la TORA de YHWH;
que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto,
decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; dejad el camino (Isaías 30:9-10)

Ningún creyente que esconde pecado en su corazón quiere escuchar una Palabra Santa y
que exponga el pecado. Esa persona siempre huirá de la voz del Espíritu Santo, Y se
volverá a algún predicador que es blando con el pecado, que ofrece predicaciones
blandas y profecías halagadoras.

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las
cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes
bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. (Deuteronomio 4:9)

Termino mi reflexión con éste pasaje, no debemos hacer nuestra vista a un lado, ni
hacer el oído sordo a éstas cosas que sucedieron con el pueblo de DIOS y que
actualmente siguen sucediendo, la historia del pueblo de DIOS y nuestra historia
personal de vida, debe servirnos para tomar una conducta firme en cuanto a las
decisiones que tomamos día a día, para no caer en el mismo pecado que nuestros
antepasados.

Moisés ora para entrar a la tierra prometida


No añadir ni quitar
8Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley

que yo pongo hoy delante de vosotros? (Deuteronomio 4:8)

El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará,
sino que YHWH te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. (Isaías 60:19)

Crisol de hierro de Egipto


29 Mas si desde allí buscares a YHWH tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu

corazón y de toda tu alma. 30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas


cosas, si en los postreros días te volvieres a YHWH tu Dios, y oyeres su voz; 31 porque
Dios misericordioso es YHWH tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del
pacto que les juró a tus padres. (Deuteronomio 4:29-31)
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios
estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de

nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2 Corintios 5:17-


20)

"Edificación Mutua Comunidad de Fe Cosquín"

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