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El arbitraje de inversión fue creado por el Banco Mundial, a través del convenio sobre
arreglo de diferencias relativas a inversiones entre Estados y nacionales de otros Estados, dando
vida, a su vez, al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones
(“CIADI”). Así, de conformidad con dicho convenio, la CIADI tiene la facultad para
proporcionar servicios para la conciliación y el arbitraje de diferencias en materia de inversión
entre Estados Contratantes y nacionales de otros Estados Contratantes.
Esto permite al inversionista extranjero eludir las jurisdicciones nacionales que podrían
ser sesgadas o carentes de independencia., y para resolver la disputa de acuerdo con las
diferentes protecciones otorgadas en virtud de los tratados internacionales.
En algunos casos, el inversionista puede estar obligado por el acuerdo de arbitraje sobre
el cual se basa su reclamo a agotar todos los recursos legales internos efectivos antes de iniciar
un reclamo en arbitraje. De lo contrario, otros acuerdos de arbitraje obligan al inversionista a
elegir demandar al estado ante tribunales nacionales o ante un tribunal arbitral internacional
(llamado "bifurcación en el camino"). Es muy importante que un inversionista extranjero revise
en detalle el instrumento que contiene el consentimiento del Estado anfitrión para el arbitraje
antes de iniciar el procedimiento., ya que se le puede prohibir iniciar un arbitraje más adelante si
los tribunales del Estado anfitrión se acercan primero para resolver la disputa.
El arbitraje promedio de inversión lleva un poco más de tres años. De acuerdo con las
estadísticas del CIADI, en 2015 el arbitraje promedio (entre la fecha de la constitución de un
tribunal arbitral hasta su conclusión) duró “de media, 39 meses”. La disputa más larga del CIADI
en la historia continuó durante un período de diecinueve años., pero esto fue realmente
excepcional e implicó la constitución de dos tribunales arbitrales separados.
Una de las peculiaridades que podemos encontrar en las reglas de este arbitraje expedito
es la contenida en la Regla 86, la cual regula el Acuerdo para Dejar de Tramitar el Arbitraje de
Manera Expedita. Al respecto, dicha regla prevé que “en cualquier momento, las partes pueden
dejar de tramitar el arbitraje de manera expedita notificando conjuntamente su acuerdo por
escrito al Tribunal y al secretario general.”.
Para que dicha solicitud proceda, el Tribunal podrá decidir que un arbitraje no continúe
tramitándose de manera expedita. Al decidir dicha solicitud, el Tribunal considerará la
complejidad de las cuestiones, la etapa del procedimiento y todas las demás circunstancias
relevantes.
Esto da lugar a un estado de incertidumbre, pues no queda claro cuáles son las cuestiones
y circunstancias relevantes para tomar en consideración, para que el Tribunal determine si es
procedente dejar de tramitar el arbitraje de manera abreviada o no.
De igual manera, es importante señalar que en el caso de que se estime procedente dejar
de tramitar el arbitraje de manera abreviada, esto no quiere decir que se tenga a las partes por
desistidas del procedimiento arbitral, pues la única consecuencia es que el Tribunal, o el
secretario general, si el Tribunal no ha sido constituido, determinará el procedimiento a seguir en
virtud de los Capítulos I-XI y fijará los plazos necesarios para la tramitación del procedimiento.