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CONCLUSIÓN:

 Consideramos que el principal efecto que tuvo es que se declaró constitucional y

así mismo refuerza la protección respecto a los derechos de los inversionistas

[NMF], resultando favorecido todos aquellos que decidan negociar con Nuevo

Rico en virtud de este tratado, no siendo una protección específicamente para el

Estado de Baldiri y así mismo, dicha aplicación se encuentra inmerso dentro de

las excepciones generales y de las medidas necesarias y las condiciones de

interpretación establecidas por la Corte Constitucional de Nuevo Rico. En este

sentido, el alcance de la decisión No. 2005-033 de la Corte Constitucional es

que no otorga una protección específica con respecto a Bolkonsky

Concesionaria, sino que busca garantizar de manera efectiva un trato que

no puede ser menos favorable que el otorgado a los inversionistas

nacionales, por ello tampoco puede resultar perjudicial para el estado

nacional lo cual es el Estado de Nuevo Rico.

 Cabe recalcar el cumplimiento absoluto de los artículos 6.1.3, 6.1.5, 6.8, 6.8.2,

12.1.1, 12.1.2, del TLC, tal como lo menciona la parte demandante, así como de

todas aquellas regulaciones existentes para el tipo de negociaciones, y al mismo

tiempo resaltar que las medidas tomadas por Nuevo Rico no son arbitrarias ni

mucho menos injustificadas ya que fueron medidas necesarias las cuales

encuentran un fundamento legal en el capítulo 19, artículo 19.1 del TLC

“Excepciones generales” y tal como ya se mencionó líneas arriba, la Corte

Constitucional amplia dicha aplicación a respecto de todas las disposiciones de

la Sección A del Capítulo 7 de Inversión y no solamente respecto de las

obligaciones contenidas en los artículos 7.5 y 7.6.


 En resumen, es que la corte estableció un trato igualitario que ni perjudique

a Baldiri ni a Nuevo Rico, por eso condicionó la aplicación del mismo a las

condiciones que ya se han estudiado, no es una protección exclusiva para los

extranjeros si no se vulneraría el principio de igualdad y pondría en

desventaja a Nuevo Rico.

 Otro, no se vulneraron ninguno de los artículos del TLC celebrado entre

Baldiri y Nuevo Rico, ya que se puede evidenciar su cumplimiento y siendo

que las excepciones generales fueron ampliadas por parte de la Corte de

Nuevo Rico para asegurar la soberanía del estado receptor, así como las

medidas necesarias, etc. Las medidas que se han tomado se encuentra

perfectamente reguladas.

II. Observaciones sobre los méritos de la controversia, en especial:

A. Sobre los efectos de la decisión No. 2005-033 de la Corte Constitucional en

el alcance de la protección otorgada por el tratado

La protección, Trato de Nación Más Favorecida [NMF] otorgada por el Tratado de

Libre Comercio [TLC] celebrado entre Nuevo Rico y Baldiri [Art. 7.6 del TLC] es

referente a que cada “Cada Parte concederá a los inversionistas de otra Parte un

trato no menos favorable que el que conceda, en circunstancias similares, a los

inversionistas de cualquier otra Parte o de un país que no sea Parte en lo

referente al establecimiento, adquisición, expansión, administración, conducción,

operación y venta u otra forma de disposición de inversiones en su territorio”

respetando el principio de igualdad. [Subrayado y negrita es nuestro]

Esto implica que el inversor extranjero [en el caso concreto, Estado Baldiri]

recibirá del Estado Receptor [en el caso concreto, Nuevo Rico] un trato que sea “en
forma consistente, libre de ambigüedades y con total transparencia en sus

relaciones con el inversor extranjero […] sin que arbitrariamente revoque

cualquier precedente decisión o normativa emitida que fuese tomada por el

inversor para asumir sus compromisos y para alcanzar sus actividades

comerciales” [Sommer, pág. 106.]

Si bien es cierto, este tratado fue sometido a una revisión de constitucionalidad por

parte de la Corte Constitucional de Nuevo Rico a consecuencia de las abundantes

críticas, ya que este evidenciaba mayores ventajas para el Estado Baldiri en relación

con Nuevo Rico; es decir, el Estado receptor se ponía en desventaja frente al

inversionista extranjero, violentando así el principio de igualdad, fundamento

principal por la cual se celebró dicha cláusula.

Producto de esa revisión, la Corte Constitucional dictó la sentencia N° 2005-033 en

la que se declara que el tratado [TLC] suscrito el 30 de septiembre de 2003 entre

Nuevo Rico y Estado Baldiri es compatible con la Constitución Política de Nuevo

Rico siempre y cuando se tenga en cuenta algunas consideraciones para su

interpretación con lo cual se busca garantizar un trato igualitario, caso contrario

sería poner en un estado de desventaja a Nuevo Rico frente al Estado Baldiri.

En lo referente a la constitucionalidad general del tratado [TLC], la Corte declara

que este sí se ajusta a la Constitución de Nuevo Rico, siempre y cuando el

mismo no sea interpretado de una manera tal que se otorguen tratos más

favorables a las inversiones e inversionistas de Baldiri frente a los nacionales de

Nuevo Rico. De esa forma, se garantiza que todos los inversionistas en Nuevo Rico,

locales y extranjeros, estén sometidos a la misma protección de sus inversiones y

derechos, sin que se derive responsabilidad internacional alguna para el Estado de


Nuevo Rico como consecuencia de actuaciones que garanticen este mandato del

principio de igualdad.

Dicha condición se debe a que inicialmente los miembros del Congreso

señalaron que el tratado sometido a su observación otorga mayor protección a

los inversionistas de Baldiri que aquella de que gozan los inversionistas de

Nuevo Rico, lo cual constituiría una violación al principio de igualdad ante la

ley consagrado en el artículo 8 de la Carta de Derechos Fundamentales.

Siendo así, la decisión emitida por la Corte tiene en el TLC, objeto de análisis

constitucional, tiene como efecto directo el otorgarle constitucionalidad y por lo

tanto la compatibilidad con la normatividad de Nuevo Rico.

De igual forma, en lo que respecta a la Constitucionalidad del artículo 7.6 (Trato de

Nación Más Favorecida), la Corte declara que dicho artículo del tratado es

ajustado a la Constitución, siempre y cuando el mismo no sea interpretado en

el sentido de admitir la incorporación de disposiciones sustanciales más

favorables previstas en otros tratados suscritos por Nuevo Rico en el futuro. Es

decir, se limita al tratado celebrado de manera expresa entre el Estado de Baldiri y

Nuevo Rico, no puede alegarse la aplicación de otros tratados de los cuales no

fueron partes ya que carece de razón que dos estados decidan un mecanismo de

solución de disputas, para que luego el inversor eligiera cualquier otro a su

“preferencia”. “En tal sentido, la aplicación desproporcionada de la cláusula de

NMF sería contraria a los alcances de buena fe que se debería hacer del término

“trato favorable” a tenor de la Convención de Viena sobre Derecho de los

Tratados de 1969”. [Sommer, pág. 111.] La cual fue ratificada por Baldiri en 1982

y Nuevo Rico, por su parte, lo hizo en 1985.


Así mismo, resulta importante mencionar la implicancia de la cláusula NMF en las

negociaciones internacionales, ya que “mucho depende de la redacción de la

cláusula NMF en particular, ya que algunos TBI indican si una cláusula de NMF se

aplica en la solución de controversias o no y, en ausencia de tal indicación, no

habría razón convincente para distinguir entre las normas sustantivas y de solución

de controversias. [Sommer, pág. 111.] siendo que en el Artículo 7.21 del TLC

celebrado entre Nuevo Rico y Baldiri se regula de la siguiente manera el Derecho

Aplicable para la solución de controversias, “El tribunal decidirá las cuestiones en

controversia de conformidad con este Acuerdo y con las normas aplicables del

Derecho Internacional”, de ello se desprende la aplicación de la misma, pero, ello

no implica que sea objeto de una aplicación amplia.

Por otro lado, en lo que respecta a la Constitucionalidad del artículo 19.1 el cual

se refiere a las Excepciones Generales, la Corte considera que esta excepción

debe ser interpretada en el sentido en que la misma es aplicable respecto de

todas las disposiciones de la Sección A del Capítulo 7 de Inversión y no

solamente respecto de las obligaciones contenidas en los artículos 7.5 y 7.6.

Esto debido a que las excepciones de manera general son compatibles con la

Constitución ya que estas buscan salvaguardar las potestades del Estado

receptor para adoptar medidas necesarias para la protección de objetivos de

interés público como la seguridad pública, el orden público y la salud.

Caso contrario, de acuerdo a la Corte, la excepción tendría un alcance

extremadamente limitado y no serviría efectivamente al fin para el que está

concebida, que no es otro que el de permitir que el Estado receptor adopte

medidas razonables para la protección de los intereses mencionados por la

disposición y otros afines.


Por su parte, la Corte advierte que la expresión “medidas necesarias”, debe ser

interpretada en el sentido de permitir al Estado receptor la adopción de medidas

que son razonables y apropiadas frente a las distintas alternativas a disposición

para la protección de los objetivos de interés público.

Consideramos que el principal efecto que tuvo es que se declaró constitucional y así

mismo refuerza la protección respecto a los derechos de los inversionistas [NMF],

resultando favorecido todos aquellos que decidan negociar con Nuevo Rico en

virtud de este tratado, no siendo una protección específicamente para el Estado de

Baldiri y así mismo, dicha aplicación se encuentra inmerso dentro de las

excepciones generales y de las medidas necesarias y las condiciones de

interpretación establecidas por la Corte Constitucional de Nuevo Rico. En este

sentido, el alcance de la decisión No. 2005-033 de la Corte Constitucional es que

no otorga una protección específica con respecto a Bolkonsky Concesionaria,

sino que busca garantizar de manera efectiva un trato que no puede ser menos

favorable que el otorgado a los inversionistas nacionales, por ello tampoco

puede resultar perjudicial para el estado nacional lo cual es el Estado de Nuevo

Rico.

Como se sabe, la parte demandante alega, que las medidas que adoptó el Estado de

Nuevo Rico únicamente afectó a los concesionarios que tenían derecho a peajes

ubicados en la Región Norte, incluyendo a Bolkosnky Concesionaria. Con lo cual

concordamos, debido a que la razón por la cual se procedió con dicha acción fue en

aras de obtener los ingresos suficientes para poder proteger de la COVID – 19 al

gran número de pobladores de la región Norte siendo la región más afectada, ya que

en un inicio la Republica de Nuevo Rico no contaba con grandes ingresos, al ser un

país en desarrollo, por ello vio la necesidad de llevar a cabo dicha acción.
Siendo que varios expertos estiman que los recursos destinados para la atención

de la pandemia en la Región Norte fueron esenciales para mejorar la capacidad

de atención de pacientes contagiados y para evitar el colapso total del sistema de

salud de la región. Dichos recursos permitieron incrementar el número de unidades

de cuidados intensivos y de ventiladores disponibles para todos los pacientes, así

como adecuar distintos lugares (como centros de convenciones y deportivos) para la

atención de los pacientes. Así mismo, se estima que el aumento en las pruebas en la

Región Norte, producto también de la inyección de ingresos que recibió la

región, permitió identificar las zonas y grupos poblacionales más vulnerables al

contagio, lo cual a su vez permitió dirigir la actuación de las autoridades de

salud.

Sin embargo, resulta también sumamente importante recalcar que en la Región

Norte existen actualmente veintiocho (28) peajes ubicados a lo largo y ancho de

toda la región. De esos veintiocho (28) peajes diez (10) forman parte del

corredor vial concesionado a Bolkonsky Concesionaria bajo el Contrato de

Concesión No. 0025, de los cuales y de acuerdo con la Ley de Recuperación

Económica de la Nación expedida por el Congreso de fecha el 15 de agosto de 2020,

en su artículo 19, regula “Con el objeto de financiar los programas de recuperación

de la Región Norte, a partir de la promulgación de la presente ley la totalidad de

los ingresos que se obtengan provenientes de los peajes ubicados en la Región

Norte serán apropiados por el Ministerio de la Recuperación Económica, que se

encargará de destinarlos a la atención de los programas prioritarios para la

recuperación de la Región Norte”.

De igual forma en la Región Norte actualmente están en ejecución tres contratos

de concesión adicionales al Contrato No. 0025 - Bolkosnky Concesionaria-. Dos


(2) de esos contratos son ejecutados por sociedades que se encuentran

integradas por capitales extranjeros, mientras que uno (1) es ejecutado por una

compañía de infraestructura 100% doméstica. Entre estos tres concesionarios se

distribuyen los dieciocho (18) peajes de la Región Norte que no forman parte del

corredor vial concesionado a Bolkonsky Concesionaria bajo el Contrato de

Concesión No. 0025.

Como consecuencia de la medida adoptada en el artículo 19 de la Ley de

Recuperación Económica del 15 de agosto de 2020, se suspendió el recaudo de

todos los peajes ubicados en la Región Norte, afectando a Bolkonsky

Concesionaria y a los otros tres (3) concesionarios con contratos de concesión

vigentes en la región dentro de los cuales se vio afectadas también inversiones

nacionales, por ello no existe una violación del principio de igualdad alegada por la

parte demandante.

De otro lado, en ningún momento, se limitó a Bolkonsky Concesionaria el poder de

ejercer sus inversiones en el Estado de Nuevo Rico por lo cual no se ha vulnerado el

principio de igualdad, esto, debido a que todos los peajes concesionados a

Bolkonsky Concesionaria en las Regiones Centro y Sur se encuentran

habilitados, toda vez que el recaudo de estos no se vio afectado por la medida

contenida en el artículo 19 de la Ley de Recuperación Económica. Siendo estas

las razones por las cuales las alegaciones de la parte demandante carecen de

fundamentos ya que todas las acciones realizadas por Nuevo Rico se dieron en el

marco de la Normativa que regula cada procedimiento, tal y como ya se ha venido

explicando.

En tal sentido, en ningún momento, se ha dejado de lado lo establecido en el TLC ni

otra normativa, porque ello supone el crecimiento como Estado, incluso se hizo
referencia el 15 de septiembre de 2005, en un acto público que tuvo lugar para

celebrar la entrada en vigencia del TLC entre Nuevo Rico y el Estado Baldiri, donde

el Ministro de Relaciones Exteriores señaló: “El TLC permitirá incrementar el

comercio y las inversiones entre ambos países en un marco de reciprocidad. La

Corte Constitucional introdujo importantes precisiones que garantizan que el

tratado se ajuste a las exigencias constitucionales y a la protección de los

derechos fundamentales”. [Subrayado y negrita es nuestro]

Por lo ante expuesto, cabe recalcar el cumplimiento absoluto de los artículos 6.1.3,

6.1.5, 6.8, 6.8.2, 12.1.1, 12.1.2, del TLC, tal como lo menciona la parte demandante,

así como de todas aquellas regulaciones existentes para el tipo de negociaciones, y

al mismo tiempo resaltar que las medidas tomadas por Nuevo Rico no son

arbitrarias ni mucho menos injustificadas ya que fueron medidas necesarias las

cuales encuentran un fundamento legal en el capítulo 19, artículo 19.1 del TLC

“Excepciones generales” y tal como ya se mencionó líneas arriba, la Corte

Constitucional amplia dicha aplicación a respecto de todas las disposiciones de la

Sección A del Capítulo 7 de Inversión y no solamente respecto de las obligaciones

contenidas en los artículos 7.5 y 7.6.

Máxime si es que con dicha medida se buscaba proteger a la gran población de la

Región Norte de Nuevo Rico, frente a una situación de pandemia por la COVID –

19, encuadrándose perfectamente en el numeral 2, literal b) del TLC el cual

establece que ninguna disposición del presente Acuerdo se interpretará de modo que

impida que cualesquiera de las Partes adopten o hagan cumplir las medidas

necesarias “para proteger la salud y la vida de las personas […]”.

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