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Reseña: Cultura Primitiva: La ciencia de la cultura por E. Tylor

Juan Cruz

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Externado de Colombia

12044: Antropología

Sandra Portela

14 de agosto de 2023
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Reseña: Cultura Primitiva: La ciencia de la cultura por E. Tylor

El libro Cultura Primitiva escrito por Edward Burnett Tylor en el año 1871 a través de sus
capítulos tiene una clara intención de desarrollar un estudio sobre la cultura, las
civilizaciones y su desarrollo haciendo un ejercicio de debate específicamente centrado y
desarrollado en torno a la relación que existe entre las civilizaciones “primitivas” y las
“civilizadas”, él lo expone como “una investigación etnográfica, con una especial
consideración a la civilización de las tribus inferiores en su relación con la civilización de
naciones superiores”.

En este capítulo llamado la ciencia de la cultura, él hace un ejercicio intenso en demostrar a


través de un sin número de ejemplos la manera en que el concepto de cultura o civilización
(que para él son aparentemente iguales) tienen un componente evolutivo y/o de desarrollo
que se derivan de la historia previa, de la historia de la antigua civilización que estuvo
presente con anterioridad a aquella en cuestión, a su vez expone casos de lo que él llama
“supervivencia”, que es el mantenimiento de hábitos antiguos y como esto a su vez
ejemplifica “la transición de tiempos viejos a nuevos y cambiantes”; también expone una
notable intención de contraponer y comparar otras ciencias y, en efecto, más precisamente
su forma de estudio en su respectivo campo con la etnografía (o antropología) y evidenciar
que en estas otras “hay unas leyes definas y estables, unas secuencias de causa y efecto
donde cada hecho depende de lo que ha ocurrido antes de él, y actúa sobre lo que tiene que
venir después”.

Otro punto que Tylor explica y defiende arduamente a lo largo del texto, es aquel de cómo,
cuando se hace una tarea de comparación entre diferentes culturas, en diferentes fechas,
teniendo en cuenta a diferentes historiadores, se puede observar con certeza y claridad la
forma en que las pequeñas sociedades estudiadas en cuestión tienen grandes similitudes que
en muchos casos son una copia clara y concisa de la otra, él expone que estos “fenómenos
culturales similares se repiten en diferentes partes del mundo, en diferentes épocas y
también siendo narrados por diferentes voces”, a su vez explica como “hay una regularidad
y similitud entre la composición de las sociedades humanas que se puede hacer un ejercicio
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tranquilo de ignorar las incidencias individuales y generalizar con respecto a sus respectivas
costumbres, artes, leyes, creencias, conocimiento, etc.”.

Tylor también ejemplifica la importancia de entender que “la acción social colectiva es el
resultado de múltiples acciones individuales, y también de cómo se deben entender y ver
los movimientos de la vida nacional siendo un total (todos), así estos dos métodos de
investigación terminan siendo absolutamente consistentes.”. Otro punto claro y relevante es
el de intentar persuadir al lector de preguntarse acerca de “hasta que punto somos los
creadores de nuestra propia realidad diaria o solamente transmisores y modificadores de los
resultados de épocas pasadas”.

Tylor expone muchos ejemplos que invitan al lector a cuestionarse y reflexionar acerca de
sí, como él lo expone, la cultura es un proceso de ideas trasladadas de un ser humano mayor
a otro más joven, de un padre a su hijo, de una abuela a su nieto; de hacer un proceso de
evaluación de aquellas creencias que están impregnadas en su ser y que en gran medida
definen su identidad y su autopercepción con respecto a sí mismo y/o a su entorno.
Ciertamente, se debe invitar a hacer un ejercicio de reflexión también acerca de en qué
manera el lector se define a sí mismo y en cuál define a los demás (a los otros).

En conclusión, si se hace un ejercicio comprometido de inferir detalladamente cada idea


expuesta por Tylor se puede llegar a un punto de preludio con respecto a la comprensión
factible del concepto de otredad, y de cómo el ser humano generación tras generación lo ha
ido tipificando, definiendo e impregnando hasta convertirlo en un imperativo, tal que, se
hace un ejercicio inconsciente y permanente de observar como otros a aquellos que a
simple vista presentan diferencias con respecto a sí mismo, aunque Tylor también sienta las
bases para aquel que quiera hacer un ejercicio consciente, en intención, de desprender el
concepto de otredad de su cotidianidad, esto al ejemplificar con tanta claridad como todas
las generaciones, sociedades, civilizaciones y culturas a lo largo de todas las épocas
presentan grandes similitudes, evidentes, unas con otras y al tener este precedente se
debería generar una intención clara y manifiesta por empezar a ver, pensar y sentir al otro al
igual que a sí mismo.
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Referencias

Reimpreso de Edward B. Tylor. Primitive Culture. (Londres: J. Murray. 1871)

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