Está en la página 1de 2

Mi nombre es macduff

Mi infancia no fue normal por que mis papás no podían pagar mi educación pero hacían lo
que podían,aprendí de ellos pero un día una anciana iba a ser arrollada por una carreta en
descontrol y hay supe que no sería ciudadano, si no sería héroe

Una vez mi papá salvo un perrito que lo iban a sacrificar por diversión, mi padre era muy
joven en esos tiempos y aún no era rey, pero pequeñas acciones que hacía en el pueblo,
hizo notar su preocupación por la gente

Recuerdo que mi padre me decía -hijo, tú deberías ser rey y protector de nuestro pueblo

Y yo solo decía-pero como, aun soy joven y no estoy listo

Y mi padre insistía-Nadie está listo para estas responsabilidades, a lo largo del tiempo y la
experiencia sabrás manejarlo

Cuando muere mi papá, me convierto en rey, y me decía que él se veía en mi, por lo que
hacía y decía.
Esta historia me la contaba cuando se siente más orgulloso de mi, me aterroriza en
ocasiones y en otras me siento muy capaz

Mientras crecía, le tomé amor a lo que debía hacer y ser, sentía que de alguna forma era mi
destino.

Mi terapeuta me escuchaba inquieta cuando le hablaba de esto, porque veía que no había
problema con eso, y le preocupa saber que era el problema y cómo es que se desataba.
Después de un silencio mortal, me decía - ¿Y cual es el problema?

Yo suspiraba y sentía que mis lágrimas llegaban rápidamente a mis ojos, y caían
desenfrenadamente.

Yo no quería ser rey y no quiero ser rey, yo quiero ser un pintor, que quiere viajar y conocer
muchos lugares para poder proyectarlos en un lienzo, no sé qué hacer, amo tanto hacer
eso, pero sé que no sería lo mejor

La terapeuta en eso me pregunta,¿si tú fueras tú hijo, que te gustaría que tu padre hiciera?

Yo, desconsolada le respondo -Es muy triste, porque nunca concebí otra opción, yo sentía
que mi destino ya estaba trazado y no me molestaba, lo que me desestabiliza es que me
apasiona tanto pintar, pero se que no se puede tener todo, solo puedo tomar elegir una
decisión
Ahora siento que estoy afrontando las consecuencias por no afrontar a mis padres que no
quería ser rey, si no pintor.

Después de un silencio la terapeuta me pregunta -¿Y por qué no haces las dos?

A lo que yo respondí-Podría intentarlo, ya que nunca he hecho ambas.


Años después, comprendí que lo único que necesitaba era hablar y enfrentar todo lo que
sentía. Después de esa terapia, en mis tiempos libres pintaba y siempre me encontraba de
buen humor siendo rey y pintor, pues ahora me gusta mi vida .
Afrontar y hacer algo con lo que nos disgusta es la única forma de cambiar.

También podría gustarte