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Por Joneliz Cardona Castelblanco

Grado 10.05
Sede Media Técnica.

Mi papá, mi héroe.
En la vida a veces hay que tomar decisiones muy difíciles. Les
contaré una partecita de mi vida; ,de cómo pasé de vivir situaciones
caóticas a llevar una vida tranquila.
En esa época tenía siete años, mi papá un día se fue de la casa por
razones que aún no sé y desde entonces la vida se me empezó a
enredar. Vivía con mi mamá, y ella, la verdad, casi no tenía tiempo
para mi hermana y para mí, trabajaba casi todo el día y en sus
descansos la pasaba en la casa del novio, yo mantenía en la calle.
Por circunstancias de ley, no volví a ver a mi papá. Mientras fui
creciendo aprendí a cocinar, a trabajar, eso sí, sin descuidar nunca
mis estudios, aprendí a ser independiente, pero siempre pasaban
muchas cosas en la casa que mi mamá no se daba cuenta.
Al cumplir diez, tuve la posibilidad de comunicarme nuevamente con
mi papá, fue gracias a mi tía, ella siempre que lo llamaba me lo
pasaba. Él vivía en Bucaramanga, le conté lo que sucedía y lo mucho
que deseaba que me llevara con él… Pero… ¿Cómo hacerlo?... Fue a
escondidas de mi mamá.
El primero de noviembre decido irme de la casa. Como normalmente
lo hacía, fui al culto, y después de ahí, había quedado con mi papá
que él me recogería. Lo esperé en una esquina, las manos me
sudaban y temblaba por miedo a que mi mamá me descubriera… De
repente… vi bajar a un señor de un taxi, mis ojos se llenaron de
lágrimas, el corazón se me quería salir… ¡era mi papá!... venía a
rescatarme, me llevaría a vivir con él. Él es mi héroe, y yo soy su niña,
él me protege y yo lo amo.
No fue fácil la decisión que tomé, no fue fácil dejar a mi mamá y a mi
hermana. Después de cuatro años volví a visitarla y nos llevamos
bien.
Mi papá es lo mejor que me ha pasado.

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