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LA INMUTABILIDAD DE DIOS.

<< Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el
cual no hay mudanza, ni sombra de variación. >> Santiago 1:17.

El diccionario define la inmutabilidad como el estado o cualidad de ser aquello que no es capaz de
experimentar cambio, ya sea por aumento o disminución, desarrollo o evolución propia; inalterable;
invariable; permanente; como, Dios es Inmutable.

Dios no está sujeto a cambio alguno no importa cuál sea la esfera de relaciones. Él no podría ser
menos de lo que es. Él no puede ser removido de ningún lugar, ni está Su conocimiento ni Su
santidad sujetos a variación. Dios absolutamente no tiene cambio alguno ni en su naturaleza ni en
su carácter. Dios permanece siempre el mismo y sin mutación. << Yo Jehová no cambio.>>
Malaquías 3:6.

No solamente hay ausencia de cambio en Dios mismo, sino que también los principios morales
que Él ha establecido son de carácter permanente. <<Yo Soy el que Soy>> Éxodo 3:14. Al decir
que Dios es inmutable no se implica que es inmóvil o que no es activo. Su misma naturaleza
demanda una actividad continua.

Podemos decir, por consiguiente, que el carácter de Dios no cambia, pero su modo de tratar al
hombre cambia en la medida que éste cambia su actitud de pecado a santidad y de desobediencia
a obediencia. Dios siempre odia el pecado y tiene compasión y ama al pecador, lo que es cierto
antes y después del arrepentimiento de éste. Cuando Dios adopta un cambio en su trato para con
los hombres, Dios describe su acción como arrepentimiento.

Dios prosigue consistentemente un curso recto, pero su trato tiene que adaptarse a todo
cambio moral que ocurra en el hombre. La invariable santidad de Dios requiere que El trate al
malo diferente del justo. Cuando el justo se convierte en malo, su trato hacia él tiene que cambiar.
El sol no es inestable o parcial porque derrite la cera, pero endurece el barro, el cambio no está
en el sol sino en el objeto sobre el cual brilla.

<<La inmutabilidad de Dios no es la de una roca que no tiene sentimientos internos, sino más bien
la de una columna de mercurio que sube o baja según los cambios de la temperatura de la atmósfera
que la rodea. Cuando un hombre que anda en bicicleta contra el viento se da vuelta para andar con el
viento, parece que el viento ha cambiado, aunque sigue soplando lo mismo que antes.>> (Strong) <<
Ellos perecerán, más tú permaneces; ... Pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.>> Hebreos
1:11-12.

Todo cambia nuestro alrededor. Hay cambio, hay crecimiento y desarrollo. Inclusive la naturaleza
humana de Jesús cambió. El como Dios, en su naturaleza divina no cambia. Hebreos 13:8
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” Pero Jesús sí cambió en su naturaleza
humana. El nació como bebé, se hizo niño y creció hasta convertirse en adulto. No solo su cuerpo
creció sino también su alma maduró. Nos dice Lucas 2:52 “Y Jesús crecía en sabiduría y en
estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Pero en su naturaleza divina Jesús no cambia
porque Él es Dios sobre todas las cosas y bendito por toda la eternidad.

Dios es in mutable en sus atributos


Todos los atributos o perfecciones de Dios son siempre los mismos. Es imposible que Dios sea algo
distinto de lo que Él es hoy. Es imposible que Dios deje de ser misericordioso. Nosotros cambiamos.
Constantemente cambiamos. Hoy estamos bien mañana mal. Hoy hacemos el bien y mañana
hacemos el mal. Hoy prometemos algo y mañana rompemos nuestras promesas. Pero Dios no es
así. Dios es santo y siempre será santo. Dios es justo y perpetuamente será así. Dios es fuego
consumidor, ira destructora y El siempre permanecerá así. Él no puede llamar hoy pecado a lo
malo y mañana llamar bueno al pecado. Eso es lo que el mundo espera de Dios que El llame a lo
bueno malo y a lo malo bueno. El mundo no soporta la inmutabilidad de Dios. El mundo no puede
vivir con ella, porque sabe que la perfección moral de Dios les alcanzará.

Él es inmutable en su propósito
La voluntad de Dios no cambia. Sus propósitos jamás pueden ser cambiados. No pueden ser
cambiados por El ni por nadie. Sus propósitos son eternos. Como Dios es perfecto entonces no
hay necesidad de que cambie sus planes. Salmo 33:11 “El consejo de Jehová permanecerá para
siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.” Isaías 46:9-10 “Acordaos
de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay
semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era
hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;” Pero si el consejo de Jehová
no cambia, entonces sus propósitos no cambian.

Aplicaciones prácticas
Mira el amor tan grande que Dios tiene por su pueblo. Su amor por nosotros es inmutable. Su plan
de redimirnos y llevarnos a la gloria es inmutable. Dios nunca nos desechará. Aunque nosotros
merecemos que nos deseche. Fíjate lo que Dios le dice al pueblo de Israel. Malaquías 3:6-7 Dios
nos destruyó a su pueblo, aunque tenía razones suficientes para hacerlo. Durante toda su vida el
pueblo de Israel ha sido desobediente.

Dios es inmutable en su ser, sus atributos y en sus propósitos. Y porque Dios es así nosotros
debemos confiar plenamente en El, viviendo para Él.

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