Está en la página 1de 4

Los Atributos de Dios

La Bondad de Dios

Dolly Guapacha
Luz Dary Rojas
Valerie Sánchez Rojas

Fundamentos

Presentado a:
Pastor Juan Carlos Triana

Comunidad Cristiana Unión Misionera Para las Naciones


Sevilla Valle
2020
La Bondad de Dios

- Lo que Significa
La bondad de Dios es uno de los atributos de Dios, así como una descripción de
su esencia misma. Dios, por naturaleza, es intrínsecamente bueno, como el Salmo
34:8 nos dice: "Gustad y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía
en Él."

Sal.145.7 .Atributo por el cual Dios comunica la mayor felicidad posible a todas
sus criaturas, de manera espontánea, incesante y perfecta. Él es el fundamento de
la bondad y de todo lo bueno. Él no lo recibió de ninguna otra fuente. Las
personas pueden tener rasgos buenos o hacer buenas obras, pero la bondad no
está en nuestro carácter. Nuestra bondad viene de Dios. La bondad, como fruto
del pueblo de Dios, bondad es una palabra que combina el ser bueno y el hacer lo
bueno.

La felicidad, la dicha, no pueden ser causadas por el placer físico o por el mal,
sino por la virtud, por el bien, se dice que la felicidad solo puede ser poseída por el
hombre a quien Dios la conceda, ya que Él es dueño de todos los bienes, todas
las virtudes. Cuando se dice que Dios comunica la mayor felicidad posible, se
quiere decir que la felicidad verdadera solo puede ser ofrecida por Él.

- Lo que Hace
La bondad de Dios es evidente en toda Su creación y obras. Génesis 1:31 dice: Y
vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera..."
Nosotros no somos merecedores de Su bondad ni podemos ganárnosla. Está
disponible para nosotros sin importar nuestra condición social en la vida, y aunque
no seamos dignos de ella. Mateo 5:45 dice: “...Que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y que hace llover sobre justos e injustos." Y leemos en el Salmo 145:9
que "Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras."

La bondad de Dios es otro atributo infinito e inmutable. Por tanto, todo lo que Él
hace es bueno. Podemos mirar algún aspecto difícil de nuestra vida y sentir que el
Señor no nos ha manifestado esta característica. Sin embargo, las situaciones
desconcertantes y nuestro limitado entendimiento no alteran en absoluto quien es
Él. Una circunstancia puede no ser buena, pero la bondad de Dios no depende de
eso.
La bondad de Dios es individual. La letra de un antiguo coro dice: "Dios es tan
bueno; Es tan bueno conmigo." Todos podemos cantar esta canción, porque Él es
bueno con cada uno de nosotros individualmente, de maneras que satisfacen
nuestras necesidades individuales. Su bondad nos provee tales beneficios como:

 Nos proporciona el modelo perfecto de la bondad. Conociendo a Dios y


aprendiendo acerca de Su bondad podemos llegar a reconocer la bondad
verdadera y esforzarnos para hacer cosas buenas. Debemos orar como lo
hizo el Salmista: "Bueno eres tú, y bien hechor; enséñame tus estatutos"
(Salmo 119:68). Podemos ver a Dios como el modelo perfecto a imitar para
enseñarnos acerca de la bondad y de cómo hacer cosas buenas.

 Nos asegura que el propósito de Dios para nosotros es bueno. Así como los
padres desean cosas buenas para sus hijos, nuestro Padre Celestial desea
sólo lo bueno para nosotros. Santiago 1:17 dice: "Toda buena dádiva y todo
don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación." Sin embargo, debemos recordar que las
cosas buenas no siempre pueden presentarse como experiencias felices. A
veces el bien puede venir disfrazado de adversidad o dificultad, pero Dios
puede utilizar las dificultades para bien, como aprendemos en Romanos
8:28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

 Esto nos da seguridad y ánimo. Podemos depender de la bondad inmutable


de Dios. El Salmo 52:1 dice: "La misericordia de Dios es continua" (VRV).
Dios siempre será bueno. Su carácter no cambia. Continuará siendo el
creador de todas las cosas buenas y nosotros podemos estar seguros de
que Él nos proporcionará cosas buenas según Su plan perfecto.

 Nos acerca a Dios. El propósito de la bondad de Dios es el acercarnos a Él.


Esto fue manifestado en su mayor expresión cuando Dios sacrificó a Su
Hijo, Jesús, para nuestra salvación. Por Su bondad se nos ha dado la
oportunidad de escuchar Su palabra y aceptar la vida eterna al aceptar a
Jesucristo como nuestro Salvador.

- Conclusión
La Biblia nos dice que Dios es bueno para con todos (Sal 145.9), y que para Él no
hay acepción de personas (Ro 2.11). O bien la Biblia está diciendo la verdad de
que Dios muestra su bondad para con todos; o bien, es falsa, y Dios solo es bueno
cuando Él decide serlo y para con quienes Él elija.
A veces, quisiéramos que Él fuera menos imparcial con su generosidad, cuando a
las personas que consideramos malas les está yendo bien en la vida. Jesús dijo
que el Señor “hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e
injustos” (Mt 5.45). Podemos tratar de argumentar que las personas malas no
merecen ser tratadas bien en esta vida. Pero debemos recordar que nosotros,
incluso como creyentes, tampoco merecemos el favor del Padre celestial.

Él nos lo da libremente porque su naturaleza es ser bueno para con los que ama,
y Él ama a todo el mundo, tanto a los creyentes como a los incrédulos. La
diferencia es esta: si deseamos recibir la totalidad de la bondad de Dios, debemos
creer en Él, aceptar su amor y vivir en obediencia. A quienes le aman y andan en
integridad, Él les derrama la totalidad de su favor eternamente —sin negarles nada
(Sal 84.11, 12).

La bondad de Dios es el corazón de nuestra fe cristiana. Es debido a su deseo de


hacernos bien que proporcionó la salvación a través de Su hijo. Todo lo que Dios
hace es para nuestro bien. Podemos ver pruebas de la bondad de Dios por todas
partes en las provisiones que suministra para sustentar la vida desde las cosechas
que proporcionan nuestro alimento, hasta el aire mismo que respiramos. Podemos
poseer bondad en nosotros, e incluso el deseo de hacer el bien, pero la bondad
verdadera viene de Aquél que es perfectamente bueno y que desea cosas buenas
para todas las personas. Nuestra meta debe ser mostrarle la bondad de Dios a
otros todos los días.

También podría gustarte