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Dado que los productos lácteos son mezclas complejas, cumplen muchas funciones
en la repostería. Sin embargo, su influencia no siempre se nota. A diferencia de los
huevos, la grasa o la harina, los productos horneados sin lácteos son relativamente
fáciles de preparar. La leche a menudo se reemplaza simplemente con agua. En
otros casos, puede utilizar varios alimentos en lugar de leche o queso. Puede ser
leche de arroz, leche de almendras, leche de soja o tofu (tofu). Estos sustitutos
lácteos naturales son buenos para las personas alérgicas a las proteínas de la leche
o intolerancias a la lactosa, y para los vegetarianos que no quieren consumir
productos lácteos.
Las siguientes funciones están relacionadas principalmente con la leche líquida y la
leche en polvo. También se indican las funciones específicas realizadas por un solo
producto lácteo.
FUNCIONES PRINCIPALES
Ralentizar el endurecimiento
Los alimentos como el pan y los pasteles de hojaldre se cocinan con leche para
obtener una corteza más suave. Por ejemplo, una baguette francesa crujiente
contiene agua. Pullman con una corteza suave o un molde para pan contiene leche.
El ablandamiento se produce porque las proteínas de la leche y los azúcares
absorben agua y ralentizan su evaporación de la corteza.
Algunos productos horneados (en particular el pan de levadura) producen una miga
más fina y homogénea cuando se cuecen en leche o leche en polvo. La
combinación de proteínas de la leche, emulsionantes y sales de calcio ayuda a
estabilizar las pequeñas burbujas de aire. Cuanto más pequeñas sean las burbujas,
más fina será la miga.
Absorbe la humedad
Las salsas cocinadas con agua en lugar de leche no son lo suficientemente firmes
porque la leche tiende a coagular los huevos. La leche también hace que la miga del
pastel sea más firme y firme. Esto se debe a que las sales de calcio en la leche
fortalecen la estructura del huevo de la misma manera que las sales de calcio en el
agua dura fortalecen la estructura del gluten.
Proporciona hidratación
¿Sabía que?
Al igual que los demás tipos de alimentos, la leche y los productos lácteos pueden
provocar enfermedades. Factores como la contaminación y el crecimiento de
patógenos, los aditivos químicos, la contaminación ambiental y la descomposición
de los nutrientes pueden afectar a la calidad de la leche.
Los peligros microbiológicos son un importante problema de inocuidad de los
alimentos en el sector lechero porque la leche es un medio ideal para el crecimiento
de bacterias y otros microbios. Estos se pueden introducir en la leche a partir del
medio ambiente o de los mismos animales lecheros. La leche puede contener
microorganismos nocivos como salmonella, escherichia coli O157:H7, listeria
monocytogenes, staphylococcus aureus, yersinia enterocolitica, bacillus cereus,
clostridium botulinum, mycobacterium bovis, brucella abortus y brucella melitensis.
Los peligros químicos se pueden introducir accidentalmente en la leche y los
productos lácteos y transformarlos en peligrosos e inadecuados para el consumo.
La leche puede contaminarse cuando los animales lecheros consumen piensos o
agua que contienen sustancias químicas. Otras causas de contaminación pueden
ser el control inadecuado del equipo, el entorno y las instalaciones de
almacenamiento de la leche. Entre los peligros químicos cabe mencionar productos
como detergentes, desinfectantes de pezones, desinfectantes lácteos,
antiparasitarios, antibióticos, herbicidas, plaguicidas y fungicidas.
Una zoonosis es una enfermedad infecciosa que puede ser transmitida entre los
animales vertebrados y los seres humanos. Las infecciones zoonóticas comúnmente
asociadas al consumo de leche y productos lácteos son la tuberculosis, la
brucelosis, la leptospirosis, la salmonelosis y la listeriosis.