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¿Qué tipos de emociones existen?

Ira.
Alegría.
Asco.
Tristeza.
Sorpresa.
Miedo.

Rabia o ira
La rabia es una emoción defensiva, nos sirve para refirmarnos. Solemos
sentirla en el pecho y/o en forma de tensión en todo el cuerpo.

La rabia en cierta manera nos empodera y nos hace, hablando en plata,


que todo nos la sople. El problema de esto son las nefastas consecuencias
que después suele tener sobre nuestra vida.

Para cuidar nuestra salud, lo peor que podemos hacer con ella es
reprimirla. Tenemos que aprender a canalizarla. La rabia es energía y
debemos aprender a soltarla de forma dosificada.

Asco
Sí, como lo oyes. El asco es una de las emociones básicas que existen y
no solamente aparece cuando olemos algo desagradable o consumimos
un alimento en mal estado.

Incluso puede suceder en el vínculo con nosotros mismos. Es la


emoción que sienten las personas con complejos físicos cuando se miran
al espejo.

Miedo
Existe actualmente una gran campaña de descrédito al miedo, con
aquello de no tenerle miedo a nada. Sin embargo, seguramente sea la
emoción de la que más depende nuestra supervivencia por motivos
obvios. Es habitual sentirla en el estómago o en el pecho.

El miedo se orienta hacia el futuro, es la emoción que media tanto en


que no nos atropelle un coche, como en que no perdamos todos nuestros
ahorros.
El miedo se nutre de la incertidumbre y de la preocupación. Sus
respuestas favoritas para sentirse tranquilo son el control y la evitación. La
forma de trabajar el miedo es con exposición y afrontamiento.

Tristeza
Gracias a Inside out muchas personas reconocen actualmente el valor
adaptativo de la tristeza. Nos sirve para echar de menos, sentir compasión
e incluso para conectar con nosotros mismos.

Es raro sentir tristeza en alguna parte del cuerpo concreto, suele ser
una sensación que nos invade por completo apagándonos. A veces
podemos sentirla en forma de vacío en el pecho o estómago.

También sirve para rendirnos. A priori cabría pensar que eso no es algo
positivo, pero claro que lo es. En muchas ocasiones es necesario dejar de
luchar contra algo que no va a cambiar. Desde haber perdido el tren, hasta
aceptar el fallecimiento de un ser querido.

Con la tristeza deberemos aprender a darle espacio y aceptarla. Pasado


un tiempo adecuado, debemos dejar de prestarle tanta atención. Si la
negamos malo, pero sinos quedamos en ella, se extenderá.

Alegría

La alegría es una emoción amistosa o una sensación de satisfacción o


felicidad placer.La alegría es producida normalmente por un suceso
favorable que suele manifestarse con un buen estado de ánimo, la
satisfacción y la tendencia a la risa o la sonrisa.

SORPRESA

La “sorpresa” es una emoción , l causada por algo inesperado, por algo


imprevisto, novedoso o extraño, cuya principal consecuencia es desviar
toda nuestra atención hacia lo que la causó. Esta emoción se clasifica
como neutra o ambigua, puesto que nunca es negativa ni positiva; lo que
se puede clasificar como positivas o negativas son las reacciones que
surgen a partir de esta emoción. La sorpresa dura pocos segundos, pues se
convierte en otra emoción, dependiendo del hecho que la causó, y de
cómo la interpreta la persona.
Emociones ¿Qué Son Y Para Qué Sirven?

Las emociones son respuestas o reacciones fisiológicas de nuestro


cuerpo ante cambios o estímulos que aparecen en nuestro entorno y en
nosotros mismos. Por ejemplo, si estamos cruzando la calle distraídos y
escuchamos el ensordecedor sonido de un claxon (estimulo externo)
cerca, nos asustaremos. También puede ocurrir que estemos viendo
tranquilamente una película en el sofá de nuestra casa y aparezca en
nuestra mente un recuerdo (estimulo interno) que nos entristezca. Las
emociones se experimentan a través de cambios fisiológicos, cognitivos y
conductuales.
La raíz etimológica de la palabra “e-moción” nos da mucha información
acerca de su significado. En latín “movere” significa moverse y el prefijo
“e” denota un objetivo. La palabra emoción, desde el plano semántico,
significa “movimiento hacia”. Las emociones nos ayudan a aprender cosas
nuevas, entender otras e impulsarnos a la acción. Buen ejemplo de ello
sería la conducta de chillar de una persona ante un susto o la conducta de
estudiar aplicadamente un tema que te apasiona. Son vitales para el ser
humano ya que nos permiten vivir adaptados y plenamente.

Las emociones siempre aparecen tras los pensamientos (que aparecen en


la conciencia o no) y dan lugar a acciones que suponen unos resultados.

Estímulo/situación => Pensamiento => Emociones => Acción => Resultado

¿Para qué sirven las emociones?

Las emociones nos ayudan a aprender de nuestros recuerdos. Cuando


nuestro cerebro almacena experiencias, no simplemente recopila hechos;
también registra nuestros sentimientos y estos sentimientos nos ayudan a
aprender. Por ejemplo, si un niño toca un horno caliente, experimentará
un dolor intenso. Solo pensar en volver a tocar otro horno en el futuro,
hará que se dispare el recuerdo de ese dolor y sufrimiento. De esta forma,
las emociones evitarán que le pase lo mismo otra vez.

Otro beneficio de las emociones es la forma en la que nos ayudan a


interpretar los sentimientos de otros, lo que a su vez nos ayuda a predecir
sus acciones. Es decir, nos ayudan a relacionarnos con los demás. Por
ejemplo, imagina que te estás enfrentando a un hombre colérico. Por su
lenguaje corporal (quizás sus puños o su tono de voz) puedes descifrar su
estado emocional. Sabiendo esto, puedes predecir sus acciones futuras;
por ejemplo, estar a punto de golpear a alguien.

El último beneficio que mencionaremos es el impulso para actuar.


Requerimos de nuestras emociones para poder reaccionar rápidamente
ante una situación. Por ejemplo, el hombre colérico del ejemplo anterior;
si creemos que puede estar cerca de explotar, nos sentiremos
amenazados o incluso enfadados como él, lo que nos preparará para huir
o luchar.
Ya sabemos que nuestras emociones son herramientas importantes para
entender e interactuar con nuestro entorno. Aun así, tienen defectos y
pueden impulsarnos a cometer errores.

Uno de esos errores ocurre cuando nos volvemos excesivamente


emotivos y no podemos pensar claramente. Nuestras mentes solo pueden
manejar un número limitado de elementos a la vez y cuando estamos en
un estado de intensidad emocional, nuestras mente es bombardeadas con
pensamientos alarmantes e imágenes perturbadoras. Así, no queda
espacio para el pensamiento racional y nuestro juicio se nubla. Por
ejemplo, cuando estás aterrorizado puedes verte reaccionando en exceso
a ciertas situaciones, pensando que son más peligrosas de lo que
realmente son. Éste es el por qué cuando estás aterrorizado, puedes
confundir una sábana tendida con un fantasma.

Otro error causado por nuestras emociones ocurre cuando actuamos


antes de poder juzgar una situación apropiadamente. Cuando la
información entra a nuestro cerebro, una fracción de ella se salta la región
responsable del pensamiento racional, el neocórtex, y entra directamente
al área emocional, el sistema límbico. Si el área emocional percibe que la
información es una amenaza para nosotros, puede provocar que
actuemos súbitamente, sin pensar racionalmente. Ésta es la razón por la
que puedes pegar un brinco cuando estás en un bosque oscuro y ves una
figura extraña con el rabillo del ojo.

Un error más de nuestra mente emocional es reaccionar a situaciones del


presente basándose en experiencias pasadas, aun cuando las condiciones
hayan cambiado. Por ejemplo, un niño que fue acosado en el colegio
puede crecer para convertirse en un hombre seguro de sí mismo, pero aun
así sentirse amenazado.

Aunque las emociones son importantes, pueden tomar el control de


nuestra mente y corromper nuestro pensamiento racional. Por eso
necesitamos algo de ayuda para manejarlas efectivamente.

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