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Renacimiento en España.

Particularidades del estilo plateresco

La influencia de las formas renacentistas se produce en España de manera


inusual. No debemos pensar que la influencia de este movimiento surgido en el
favorable contexto toscano se produjo de forma idéntica en los distintos
territorios hasta los que llegó su alcance. La transmutación de los ideales
clásicos, interesados por el mundo de la antigüedad, por el acercamiento entre
el arte y la ciencia y demás parámetros, hacia otros espacios hubo siempre de
insertarse en la cultura propia de cada horizonte y esto supone siempre
respectivos cambios y alteraciones.
El siglo XVI español se distingue, sin embargo, por un aliento de asimilación de
los postulados renacentistas, que no supone en modo alguno una apropiación
oportunista. El estudio de los lineamentos del arte durante el siglo nos ayudan a
corroborar que los artistas peninsulares, o los que venidos de otras regiones
desarrollan sus carreras dentro de España, conservan un acento propio que
bebe también de toda la tradición artística anterior y conserva la espontaneidad
que le distingue.
A diferencia de otros países en los que el arte renacentista llega y mantiene su
nomenclatura, en España, por las particularidades propias que alcanza el
fenómeno dentro del país, a la arquitectura muy propia de la península, en la
que convergen afortunadamente los elementos propios del estilo gótico con lo
mudéjar y las novedades renacentistas - ¿sólo a la arquitectura? – se le
reconoce como plateresca. Plateresco. Término que acuño Ortiz de Zúñiga en
el siglo XVII al comparar la decoración de las fachadas de los edificios con la
minuciosa labor de los plateros. Es un concepto que defino con acierto el
carácter, la apariencia de estos trabajos ornamentales que se despliegan sobre
las fachadas con toda libertad.
El renacimiento en España no puede encuadrarse fríamente bajo los moldes
itálicos o medievales. El ornamento plateresco no se propone ni acentuar la
función de determinada construcción – como en el medioevo – ni crear una
composición armónica y unitaria en primer término - como en el renacimiento –
El resultado español lleva un sello propio de identidad. Elementos como
columnas, pilastras y bóvedas se usan con toda libertad sin someterse a un
canon exclusivo.
En términos constructivos se destacan las bóvedas – tanto de crucería como de
medio cañón con casetones - los paramentos almohadillados, las balaustradas
con capiteles compuestos y una preferencia connotada por los arcos de medio
punto. Las cresterías de procedencia gótica, los medallones, los grutescos que
coronan los capiteles de las columnas y otras fantasías. La base temática de la
decoración plateresca radica en el grutesco, que a su llegada a España se
cargan de cabezas heroicas y torsos. Los temas aquí se dramatizan al extremo
y así los capiteles se llenan de cabezas sufrientes, arpías, monstruos de toda
índole. Son comunes en algunos como Siloé, Covarr., Vallejo, y Gil, una
especie de quimera de inchados músculos y apariencia terrorífica y garras
potentes. El mundo decorativo es tan variado como la imaginación de los
artífices. Los grutescos se decoran con los seres más inusitados que con
frecuencia asumen un rostro de acusado patetismo. Efecto plástico de
recurrencia dentro del arte plateresco.

Fuentes de entrada
En primer lugar se encuentran los artistas extranjeros que realizan trabajos por
encargos en los distintos países de Europa, u otras figuras importantes para el
caso español como son los canteros, entalladores y escultores que igualmente
eran contratados para determinadas obras. –
Otra fuente llegada de la novedad está dada a partir de las enseñanzas
recibidas por los maestros locales en España a donde fue costumbre viajar.
Algunos historiadores toman también en consideración la posible influencia que
representó lo visto por los señores en sus viajes y los aires tampoco
desestimables llegados a través de grabados, series decorativas o estampas.
El renacimiento llega a España en un momento de esplendor artístico. El
reinado de los Reyes Católicos produjo un ambiente propicio para el desarrollo
de la cultura - sin el cual no puede entenderse lo posterior - y la vida en sentido
general. El comienzo del siglo XVI coincide con un auge de una nobleza
creciente en constante deseo de ostentación. Estos apetitos muchas veces se
tradujeron en monumentos póstumos u otros reconocimientos que dieron
trabajo a no pocos arquitectos y tallistas italianos que trajeron consigo la
impronta del arte renacentista ya fraguado en Italia.
El Renacimiento en España no se reduce a una copia de los motivos,
conceptos y paradigmas clásicos de la península itálica. Hay hechos
importantes que no debemos olvidar al analizar las particularidades del
renacimiento español al que muchos equívocamente han tildado de
anquilosado por perpetuar o conservar determinadas estructuras y/o códigos
constructivos góticos, frente a las cuales lo propiamente renacentista queda
como un aditamento que el artista manipula a consideración suya.
En primer lugar debemos considerar que: La influencia renacentista llega a
España de forma oblicua. Vale anotar que en el caso de España predominan
más los arquitectos franceses y flamencos que los italianos, esto explica
también la falta de clasicismo del plateresco. El influjo italiano en le arte español
tampoco proviene de los centros dominantes dentro del movimiento, sino de
regiones secundarias hasta las cuales estos códigos llegaban y eran
igualmente modificadas. Entiéndase, Lombardía, Nápoles, Venecia, por ejemplo
La vuelta hacia el mundo antiguo no resultó en Italia un fenómeno demasiado
extravagante. De algún modo en Italia habían convivido siempre con los ecos
de la antigüedad y volver a ella fue como redescubrirse a sí mismos, no así en
España donde este mundo era más ajeno y otras tradiciones tenían mayor
arraigo.
Otro factor de interés estriba en el sistema de trabajo implementado en España:
En las obras arquitectónicas intervienen varias figuras que intervienen sobre el
resultado final. El arquitecto, el patrono – señor de la obra – y el maestro
constructor – contratista – El elemento local – representado siempre por los
últimos, el primero puede o no ser extranjero – tiene una considerable fuerza.
Los maestros sobre todo ejercían una fuerza especial. Se agrupaban en
gremios de tipo religioso a los cuales el arquitecto debía entregar sus tazas de
modo que fueran avaladas como correctas.
Estas premisas son determinantes en los caminos que toma el arte español
renacentista que no puede verse desligado de su antecedente isabelino,
fenómeno que a veces se desarrolla casi de forma paralela o indistinta,
El arte plateresco es un arte fundamentalmente ornamental. Sobre la estructura
gótica persistente se atempera la novedad en forma de decoración
desbordante. La bóveda de crucería gótica con sus acostumbrados dibujos
flamígeros continúa evolucionando para dar lugar a los dibujos decorativos más
complejos que podamos imaginar que varían entre las distintas escuelas. LA
arquitectura renacentista española es igualmente ajena a la consabida
horizontalidad clásica ante la influencia de un estilo como el gótico que
alcanzara en el estilo de los Reyes Católicos su epígono, el arte de la península
gustó de conservar un acusado gusto por lo ascensional, un afán de
verticalidad que se confirma en las bóvedas y otras estructuras.
En el estilo plateresco el ideal de belleza no está dado por el receloso cuidado
de las proporciones, los perfiles, la armonía de las estructuras y el juego no
desmesurado de luces y sombras. El acento principal de los edificios no radica
tampoco en la bóveda central como modeladora del resto del edificio como en
el R italiano. En España lo bello estriba en la vestimenta del edificio en las
fachadas exteriores y los policromados retablos interiores, a los zócalos de
azulejos, a las rejas caladas de ascendencia mudéjar y a los trabajos de
yesería socorridos en no pocos casos.
Todo pasa aquí por el filtro español y se reviste de una decoración vaporosa de
la que no escapan siquiera los órdenes las columnas que mutan en balaustres y
tienen sus fustes decorados al igual que las pilastras que desdeñan ahora la
severidad medieval que les caracterizó. La decoración llena sin reparos la
fachada, que se convierte en el motivo principal del edificio y actúa como una
estructura autónoma que no se supedita al resto del muro del edificio sino que
brota de él como por capricho. La fachada es una especie de tapiz que da
cabida a una gran diversidad de temas y seres reales e imaginarios. – Esto
continúa hasta aprox. 1530 fecha en que se nota una predilección evolutiva por
destacar los elementos arquitectónicos.
Ya desde fines del siglo XV se dejaban sentir los conocimientos renacentistas
que “cuajan” en España hacia 1520, cuando la mayoría de los edificios
comenzaron a afiliarse a los nuevos preceptos no siempre bien comprendidos.
Incluso las catedrales todavía en construcción asumieron dentro de su
estructura gótica elementos – capillas, sepulcros y otros – reconocidos como
renacentistas.

Periodización:
El arte plateresco para un mejor estudios de su evolución puede dividirse en
dos momentos fundamentales: Uno hasta 1540, tendiente al abigarramiento
decorativo, a la profusión de ornamentos que cubren las fachadas a un ritmo
envolvente y que parece querer devorarlo todo, pilastras, columnas, capiteles...
La segunda etapa abarca las dos décadas que siguen. La diferencia
fundamental entre ellas no gira en torno a la estructura sino a la decoración.
Ahora esta se concentra en algunos puntos de la estructura arquitectónica, pero
manteniendo la fluidez característica. El arte plateresco tiene su telón de cierre
en una búsqueda de la austeridad y de las formas clásicas con predilección por
la monumentalidad y la robustez dadas por las formas propiamente
arquitectónicas sin el añadido ornamental. – en esta dirección está Luis y
Gaspar de Vega, Hernán González de Lara, Bustamante, y algunas obras de
Valdelvira - El Escorial es el superlativo de estos ideales. Mientras Roma y la
Toscana representan el extremo purista del estilo, ante una fantasía
desbordante en medallones, candeleros, pináculos... no puede menos que
reconocerse que España es el ala anticlásica del mismo.

Hasta Toledo y Juan de Herrera no se logra totalmente que la arquitectura


varíe su estructura gótica.
En España no sucede como en Italia donde los tratados de arquitectura y las
Fundamentación teórica alcanzan auge en la etapa. Curiosamente la
arquitectura plateresca no tiene entonces un corpus teórico a través del cual
podamos justificar la creación arquitectónica. El libro de cabecera de los
arquitectos españoles parece ser Medidas del Romano de Diego de Sagredo.
Este texto que constituye el primer manual teórico escrito fuera de Italia se
publicó en Toledo en 1526 con posteriores reediciones. Sagredo se basa en
Vitrubio. El texto es una especie de interpretación personal de las teorías del
italiano pero en el que el autor no puede negar su procedencia española y
natural interés por lo hispánico. En el año 1586 aparece publicado un libro que
define las directrices de la arquitectura plateresca De varia conmensuración
para la escultura y la arquitectura, impreso en Sevilla.
A la introducción del renacimiento en España hay vinculados varios nombres,
entre los que destacan algunos arquitectos y artífices extranjeros o nacionales
formados en Italia. Entre estos últimos se encuentran Vasco de la Zarza y
Bartolomé Ordóñez de cuyas incursiones en algunos proyecto9s se tiene
noticias desde comienzos del siglo XVI. Sin duda fue determinante la labor de la
familia de los Mendoza. Pedro González de Mendoza, Cardenal de España. .
Su mecenazgo fue determinante para la introducción del Renacimiento en
España. Esta familia estaba asentada en Castilla. Su abolengo se fue
extendiendo por toda la sociedad española, alcanzando títulos que les
permitieron convertirse en mecenas, en grandes gestores e impulsores de la
actividad constructiva. El cardenal tenía vínculos con Roma.
Un análisis de la genealogía de esta familia no ayuda a encontrar a algún
Mendoza detrás de muchas de las obras cumbres de la arquitectura plateresca.
Los primeros signos de renovación se transparentan en los palacios, colegios y
conventos para ir alcanzando después las iglesias y cetros de gobierno de las
diferentes ciudades. El primer edificio del renacimiento español se reconoce
como el Colegio de Santa Cruz de Valladolid. Responde a un encargo del
cardenal Mendoza y según se cree es obre de Lorenzo Vázquez. Este colegio
es una obre de transito. Iniciada en 1487-1491, en medio de la profusión del
gótico isabelino. Su estructura se corresponde con el gótico. Es en el empaque
del edificio donde se distinguen notas renacentistas. Se percibe la indecisión
entre un pasado de herencias en declive y un futuro abierto a la asimilación de
las novedades foráneas. El paño central se encuentra decorados por una
portada que destaca entre los contrafuertes, tampoco ajenos a la
ornamentación.
El palacio de Cogolludo es igualmente obra de las postrimerías del XV. En
esta construcción el aire renacentista modela también la estructura aunque
todavía son evidentes las indecisiones entre los dos estilos. El acento militar del
edificio se reduce a las formas mínimas y necesidades defensivas ínfimas, de
modo que apenas se percibe reciedumbre alguna. De4saparecen los torreones
para dar lugar a la sillería almohadillada, recurrida en esta tipología en el
espacio italiano. El edificio tiene un espíritu civil, dado a la horizontalidad
estructural. La portada es adintelada y la custodian sendas columnas adosadas
de fustes decorados. Como contrapunto de las ventanas que remiten al gótico
tardío, la fachada luce elementos decorativos que subvierten, modifican la
imagen de lo que fuera un palacio medieval.
En Guadalajara se distingue también la casa de Don Antonio DE Mendoza, hoy
Instituto de Segunda enseñanza. Es de comienzos de XVI. El patio es
prototípico de la región. Es un patio cuadrado, de dos pisos con galerías
alquitrabadas que alternan entre la piedra y la madera. Las columnas sostienen
las alfarjías de los techos. Se emplean los órdenes clásicos en alternancia de
ellos, creando determinada regularidad.
Estas obras anteriores se atribuyen a Lorenzo Vázquez de quien se tienen
pocas noticias pero alrededor del cual se produce el más temprano momento
del Renacimiento en la Península.
En varios lugares de España fue notorio el impulso que dan algunos maestros
españoles al inicio del Renacimiento entre estos nombres cuentan algunos
como el de Micheli Carlone de quien se dice que intervino en la realización del
Castillo de la Calahorra – en la provincia de Granada - una importante obra de
inicios del R. Español. Se realizó entre 1509-1512, con la intervención de
Rodrigo Vázquez. Este castillo conserva una estructura militar, es en las
portadas donde se despliega una decoración con temas de moda. Salón de
los marqueses, asemeja un arco de triunfo romano, nichos con figuras clásicas.
Abundan los relieves en los que igualmnente aparecen personajes como apolos
y otras deidades de la antigüedad, esta casa era de Don Rodrigo Díaz de Vivar
- El patio es de gran belleza y acento clásico.
Otros arquitectos italianos son Francisco Florentín y Jacobo Florentín, a quien
la historiografía conoce como “el Indaco Vechio” cuya obra tuvo gran
trascendencia en el Sur de España. Es autor de la torre y otras labores de la
catedral de Murcia – ver después – El Renacimiento granadino también le debe
a él. Un brote renacentista de origen italiano encontramos en la región Aragón –
Juan de Moreto, hizo la capilla de San Miguel en la catedral de Jaca., 1529.
El momento inicial del Renacimiento, primer Renacimiento es descrito por
Fernando Chueca: “Se caracteriza por una aceptación muy literal de los temas
itálicos ornamentales, pero tratados con una sensibilidad hispánica de fuerte
acento racial. Estos temas unas veces florales y otras de candeleros y arreos
militares, en los que todavía no abundan las típicas bichas ni las cabezas
patéticas, se tallan a la manera de tapiz, en un relieve bajo que recubre
totalmente los elementos arquitectónicos que decora. Todos extendidos con
gran densidad e insistencia, en abigarrada profusión, con un predominio de los
valores decorativos sobre los estructurales que continúan teniendo raíz gótica.

En el desarrollo del arte plateresco se distinguen varios focos de proyección de


la estética plateresca.
1. Burgos. Tronco burgalés. El plateresco burgalés no participa del
apasionamiento decorativo de otros focos, es más mesurado en su
desenvolvimiento ornamental y no por ello exento de belleza y energía. Los
motivos se ajustan a los caracteres señalados.
El plateresco burgalés bebe del arte de Colonia y tiene su expresión más alta
en Diego de Siloé – 1495-1563 – Siloé pasó la primera parte de su carrera
artística (1519-1528) en su lugar de nacimiento, Burgos, donde trabajó
principalmente como escultor. Combinó el estilo renacentista italiano (que había
estudiado en una visita a Nápoles hacia 1517), con las influencias del estilo
gótico español y del arte árabe.
Su carrera se proyecta enérgica desde el comienzo. La escalera Dorada de la
catedral de Burgos es su obra más importante de este periodo (1519). Su
proporcionada, rotunda y airosa estructura con esculturas de querubines,
escudos de armas y ornamentación vegetal, ocupa en su totalidad uno de los
muros de la catedral. Con esta obra, Siloé salvó el desnivel de la puerta de la
Coronería de la catedral, situada en el brazo norte del crucero de la misma, e
incorporó además elementos arquitectónicos de raigambre clasicista, al modo
del arquitecto italiano Donato Bramante, diseñando una escalera monumental
que se bifurca en dos tramos paralelos al muro del fondo. Un detalle a anotar
en el tronco burgalés es el predominio de la decoración a partir de elementos
de la fauna y muy característico de Siloé fue el tema maternal y el bestiario y
los cuernos de la abundancia.
Desde 1528 hasta el final de su vida trabajó en Granada, con incursiones en la
arquitectura pero sobre todo como escultor. Se le encargó culminar dos
conjuntos arquitectónicos proyectados anteriormente con una finalidad
funeraria: la iglesia del convento de San Jerónimo (lugar de enterramiento de
los Fernández de Córdoba, sobre todo del Gran Capitán) y la catedral de
Granada, donde va a realizar uno de los edificios más destacados del estilo
renacentista español. De este templo destaca la organización de su cabecera,
como un enorme espacio central cubierto con una gran cúpula, al modo de los
edificios funerarios de la época romana Sobresale también la portada del
Perdón (hacia 1534) estructurada a modo de un gran arco de triunfo. Su rica
decoración y las enérgicas y fluidas líneas y curvas de su interior fueron una
temprana expresión del estilo plateresco en el arte español. – esta última obra
corresponde al segundo plateresco.
Otro de sus proyectos más destacados es el de la iglesia del Salvador de
Úbeda, concebida como lugar de enterramiento de la familia Cobos. Tiene una
nave central de tres tramos, capillas laterales entre contrafuertes y una
cabecera circular cubierta con una gran cúpula.
Otro de los maestros de este tronco y seguidor de Siloé es Juan de Vallejo.
Obra: El Cimborio de la Catedral de Burgos, conjuga estilos. Vallejo retoma
motivos siloescos. El calvario sobre cornucopias, los medallones rematando las
portadas, en la cima del ático.
Puerta de la Pellejería de la C de Burgos, 1516, primaria.
La escuela burgalesa dejó impronta en Valladolid y Salamanca

2. Hacia el oeste se constituye otro foco cultural – Salamanca y León –


Salamanca: Siglo XVI desarrollo de la ciudad, deciden ampliarse las catedrales
y otras construcciones. La casa de las conchas es la que mejor ilustra la
mixtura entre elementos gótico tardíos y platerescos. La puerta de entrada
exhibe un dintel de decoración renacentista que cierra sobre sí en arco
mixtilíneo.
La catedral se agranda bajo postulados del gótico isabelino y como impulso de
los programas de construcción de universidades, hospitales y edificios públicos
aún vigentes se ejecuta en La universidad de Salamanca, la fachada plateresca
tipo estandarte, que data de 1553.edificio Es una de las muestras más
destacadas del estilo plateresco español del primer tercio del siglo XVI. Se trata
de un gran lienzo ciego concebido más propiamente como retablo que como
fachada Es una composición de tres niveles, el tercero coronando las trazas
verticales de los dos inferiores, en los que prima una exuberante ornamentación
(temas florales, heráldicos y militares) que aumenta en textura e intensidad
según se asciende hasta la cornisa de remate, desde los delicados temas del
piso inferior —inspirados en el quattrocento italiano— a los motivos más
recargados de los cuerpos superiores que llegan a ser esculturas exentas. Se
desconoce el autor de este retablo
En Ávila la arquitectura es más sobria a causa de los materiales, granito duro
difícil de modelar
El foco leonés se destaca en el segundo momento del plateresco. Despega a la
altura de 1525

3. Tronco Toledano y sus ramificaciones: Toledo es fundamental en el


desarrollo del renacimiento español. Es Toledo junto a Burgos donde las formas
itálicas se atemperan al espíritu hispánico para expandirse luego a otras
regiones. Toledo a comienzos del siglo era la capital política y cultural de
España. Todo esto favoreció a inicios de siglo un florecimiento de la cultura que
se tradujo en el embellecimiento de construcciones que hablan del espíritu de la
época. Un primer momento se caracteriza por el liderazgo de Sigüeza, donde
se destacan entre las obras de mayor antigüedad La Puerta del Jaspe. Son
obras de preludio, Retablo de Santa Librada – 1515-1518. No se conoce el
autor, se cree que participó Covarrubias. La experiencia cultural de Toledo da
lugar a una modalidad dentro del propio estilo conocida como “el estilo
Cisneros” - de algún modo no es más que la constante necesidad de retomar
las raíces culturales y preservar su vigencia aunque se asimile lo nuevo -
debido a que en los edificios en los que se presencia fueron realizados bajo la
comitencia del prelado. Es un modo efímero, se da en Toledo y Alcalá y el
material fundamental es el yeso. Es cercano al arabesco. que decora los
interiores con artesonados y los muros con yeserías de ritmo geométrico
Ej. Antesala Capitular de Toledo – Trazas Enrique Egas y Pedro Gumiel –
activo hasta 1516 - 1504-1512. La decoración abarca techos y paredes. El
conjunto es de acento italiano, los espacios vacíos están pintados al fresco por
Juan de Borgoña. La yesería de procedencia mudéjar “salva la sala” En un
mismo espacio comparten escena dos tradiciones diferentes y que sin
enfrentamientos proponen su particular concepto de lo bello. Universidad de
Alcalá de Henares, 1508 Pedro Gumiel - paraninfo -
El Hospital de la Santa Cruz es prototípico de esta etapa 1504-1514. Es un
edificio de confluencia de estilos. Lo planeó y comenzó enrique Egas, gótico
isabelino, La estructura interior corresponde a este estilo. El gótico isabelino se
manifiesta sin reparos en las nervaduras de las bóvedas y en la decoración
abarrocada propia del estilo. La entrada principal y puerta del vestíbulo son
renacentistas, no se puede precisar el autos de ellas. Todo está recamado
como si se tratara de filigrana en lugar de piedra.

En Segovia el Renacimiento se muestra mesurado por el influjo gótico de la C –


1525 -
Alonso de Covarrubias 1488-1570 se destaca en ambos momentos del
plateresco – gusto por la decoración y búsqueda de las formas puras. Estuvo
en Sig. De 1515-1517 Covarrubias comenzó su carrera como escultor. Su
acercamiento a la arquitectura es desde la escultura. No es hasta 1537 que se
le conoce como arquitecto pero por las características de sus trabajos es un
maestro del primer plateresco del cual conserva sus características. En Sigüeza
se destacó en la decoración de retablos, sepulcros y otros elementos que
desde tempranos momentos subrayan su talento. Su estilo es síntesis de
diversas influencias. Una obra decisiva es la Capilla de los Reyes nuevos en
Toledo, obra que le granjeó el título de arquitecto maestro en Toledo.
Otras obras: Portada de la Capilla de San Juan en la C de Toledo, 1537.
Armoniza con los elementos flamígeros y mudéjares circundantes. Bajo una
abocinada puerta gótica inserta una estructura típica del Renacimiento y el
acostumbrado medallón sostenido por ángeles. Las esc. no son suyas.
Sagrario nuevo de Sigüeza. 1532 Su construcción abarca la década del
cuarenta. Es una sacristía prototípica del R. español, nave de cañón con
descanso en los intercolumnios. Se conoce como la sala de las caras, de no se
por este detalle las formas son bastante limpias, clásicas
El cardenal Tavera fue de los más grandes mecenas que conoció Covarrubias.
El le encomendó obras en la residencia arzobispal de Alcalá de Henares,
escalera claustral Cada sillar está decorado, los rostros son patéticos – esto es
para década del treinta – Temas decorativos: ovas, rosetones, cornucopias…
Covarrubias fue nombrado por el príncipe Felipe su arquitecto junto a Luis de
Vega para const.. los alcázares de Sevilla, Toledo y Madrid. Cobar. Se encargó
de Toledo. Entre las obras más significativas de Covarrubias están: Alcázar de
Toledo, colaboraron con él. Ya se deja ver la mano de Felipe en el arte, prefería
un tipo de arquitectura que se destacara por sus proporciones no por la
ornamentación, esto va en correspondencia con su ideología.. Portada
principal, comenzó 1546. materializza el ideal imperial a través de los blasones,
columnas, heráldicas, limpieza de los muros.
Puerta de Bisagra. Salida del Hospital de Afuera de la Ciudad de Toledo, 1545-
1562 Arco de triunfo. Se yergue entre los cubos laterales, sobre el arco de ½
punto talla una gigantesca águila bicéfala que remata en un frontón liso. Tuvo
una larga vida y muchos discípulos.
El Renacimiento en Galicia: Escasos monumentos. Quizás sea el Hospital de
Santiago el ejemplo más calificado para definir lo que fuera el renal en Galicia
en esta etapa temprana. Galicia tuvo un barroco muy fuerte y luego el gótico
caló igualmente en el carácter constructivo de este espacio donde vienen a
confluir corrientes diversas que dan al arte en general un sentido híbrido. Es un
hospital planeado por Egas como el resto de los realizados por impulso de los
Reyes Católicos. 1501-1511. Su estructura es gótica y su portada refleja las
primeras notas de un renacimiento particular. La ornamentación es prolija. La
portada es como del veinte.
Aragón: La arquitectura aragonesa no se caracteriza por la novedad de sus
estructuras ni se plantea grandes empresas. LA belleza de las construcciones y
su singularidad estriba en muchos casos en la utilización de materiales
regionales como el ladrillo. La arquitectura aragonesa es mayormente de
carácter civil.
Ej: Portada del Convento de Santa Engracia en Zaragoza, 1514 ya estaba
terminada. Los ornamentos se de gran refinamiento. Se efigian los Reyes C.
En Aragón estuvo el florentino Juan de Moreto antes de 1513
Portada de Santa María de Calatayud – 1523.28 De Juan de la Talavera y
Esteban de Obray. Coincide con la fase más escultórica del plateresco – “estilo
príncipe Felipe”, explicar nombre –
LA obra más significativa es la Lonja de Zaragoza, de 1541 comenzó, Exterior
sobrio, edificio cumbre del renacimiento civil, pared despojada de accesorios
ornamentales. Es de ladrillo, remata en cuatro torrecillas.
Navarra y el País Vasco: En Navarra el Renacimiento responde a la propia
complejidad geográfica del área. Es un espacio abierto a las influencias
burgalesa y aragonesa y también francesa, esto unido a la impronta propia.
Estas corrientes se presentan en ocasiones independientes. El edificio más
importante del renacimiento Vascongado es la universidad de Oñate. Es de
afluencia francesa, se creó en 1540

En 1517 intervino en las obras del hospital de Santa Cruz en Toledo, obra de
Enrique Egas, para el que realizó la portada de la fachada principal con un
carácter goticista tradicional, y los alzados del patio, donde desarrolló un
interesante tema de columna única como solución de esquina. Otra obra
destacada es la capilla de los Reyes Nuevos en la cabecera de la catedral de
Toledo, donde la entrada tortuosa desde la girola condicionó el carácter forzado
del vestíbulo. En ella destacan las estructuras góticas del interior de la capilla y
los casetones del intradós del arco de medio punto, que soporta los dos tramos
de la nave. Tras su intervención en las portadas del Real Monasterio de San
Clemente y en la capilla de San Juan, también en la catedral de Toledo, volvió a
Sigüenza, para cuya catedral realiza la llamada sacristía de las Cabezas,
llamada así por los motivos que decoran la bóveda de cañón que cubre el
recinto. En los arcos de medio punto que separan la nave de los muros
laterales se observan ciertas referencias a Leon Battista Alberti.

En 1534 fue nombrado maestro mayor de la catedral de Toledo. Ese mismo año
construyó en el hospital de Santa Cruz la escalera claustral, que ocupa una de
las esquinas del patio, compuesta por tres tiros encajados sobre planta
cuadrada con una interesante decoración en los muros a base de sillares
almohadillados, casetones en las cubiertas y motivos de grutescos en los
pilares. Hacia el final de esta primera etapa eminentemente escultórica, trabajó
en el palacio arzobispal de Alcalá de Henares, para el que completó la fachada
principal y una nueva escalera claustral semejante a la del hospital toledano,
con nuevos temas decorativos y mayor unidad compositiva.

La segunda etapa de su obra (1541-1570) se desarrolló en la ciudad de Toledo,


y estuvo marcada por la construcción del hospital Tavera o de San Juan
Bautista. Se trata de un recinto de planta rectangular simétrico respecto a un
eje que recorre la entrada, el patio, dividido en dos por una galería central, y la
iglesia al fondo. En el patio se observa la superposición de órdenes (toscano en
la arquería inferior de arcos de medio punto y jónico en la superior de arcos
rebajados) con arquitrabe intermedio. En la fachada principal destaca el
almohadillado de los sillares del cuerpo superior. Finalmente, merecen atención
sus intervenciones en la construcción del Alcázar de Toledo, con el mismo
almohadillado en los muros exteriores, y la Puerta Nueva de Bisagra.

A las pequeñas ciudades de la región llego el sentir de la novedad que alcanzó


en términos de arquitectura habitacional las viviendas de la nobleza
fundamentalmente
Ejemplo: Palacio de Hernando Pizarro en Trujillo – fig. 94 – Espíritu casi
barroco es de 1562

En cuanto a los interiores se refiere es difícil definir con exactitud una tipología
exclusivamente plateresca. La influencia gótica y morisca en general son tan
fuertes en España que resulta demasiado complejo escindir uno y otro estilo
dentro de una urdimbre tan tupida. Quizá sean las columnas los elementos que
más destaque la presencia renacentista. La columna crea despejados interiores
basilicales en los cuales las columnas separan las naves y sostienen las
bóvedas nervadas que mencionábamos.

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