Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los conflictos nos hacen vivir, nos hacen pensar, buscamos cómo
solucionar el problema o cómo evitarlo de nuevo. Sobretodo nos hace
buscar al Señor y orar por sabiduría y buscar consejo en Su Palabra.
Queramos admitirlo o no, la persona con la que más confrontamos es nuestro cónyuge.
¿Por qué? Porque hemos establecido un nivel de amor y confianza en nuestra relacion,
somos libres de confrontar. Nosotros podemos discutir porque nos sentimos seguros en
Sugerencia dos:
Ser claro sobre el objetivo de confrontación.
Sugerencia tres:
Abraza la necesidad de amonestarnos unos a otros. Si empieza un clonflicto hay
que tratarlo desde raíz y prontamente. Una de las marcas de una vida sana e iglesia
sana es su compromiso y capacidad para hacer frente a los conflictos abierta y
creativamente. Si no lo hace, la vida y la iglesia se verán afectadas grandemente.
Página 42 EN SUS PASOS
Sugerencia cuatro:
Aprende a amonestar los unos y otros.
Primero, no os amonestéis unos a otros cada vez que alguien hace algo impropio o miope.
Como Jesús instruyó antes de criticar a alguien por la paja en su ojo, no dejes de mirar la
viga en el tuyo, Mateo 7:3. Necesidades de confrontación debe hacerse con gracia y
en el momento adecuado. Segundo, confronta después de la oración, pidiéndole a Dios
sensibilidad de tu parte y apertura de la otra persona. Tal oración se puede decir incluso