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Los conflictos en el matrimonio.

Salmos 127:1.
Introducción:
Es normal que hay conflicto, porque somos diferentes. Somos hombre y mujer, tenemos
una crianza diferente, creemos que como hacemos las cosas es la forma correcta.
A Él le gustan cosas que a ella no le gustan y viceversa. Somos distintos.
Es prácticamente imposible que dos pecadores vivan juntos sin que haya problema.
Los diferentes trasfondos nos llevan a tener diferencias. El punto es saber cómo manejar las
diferencias.
Si Cristo es el centro del hogar, entonces el matrimonio va a buscar en Dios la solución a las
diferencias.
Hermanos, el matrimonio cristiano no debe asustarse por tener diferencias, deben analizar esas
diferencias a la luz de la Biblia.
Primero:
I.- El principal problema es el orgullo.
Siempre culpamos al otro, nunca soy yo el problema.
Santiago 4:1. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras
pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Siempre que tenemos conflicto el centro somos nosotros. Es que nunca me escuchas, no me
entiendes, me heriste, tú nunca me respetas.
Tu debes amarla, y tú hermana someterte a tu marido. Y no hay “pero” en esto. No hay
condiciones, debemos hacerlo porque la Palabra lo manda.
Debemos vivir delante de la presencia de Dios y dejar de centrarnos en nosotros. ¿buscamos un
cónyuge para satisfacer mis necesidades y caprichos o para ser conformado a la imagen de Cristo?
Si el Espíritu Santo mora en nosotros, el fruto del Espíritu debe manifestarse en la relación
matrimonial.
Pensemos en el amor.
Proverbios 10:12. El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas.
O la paz. Bienaventurado los pacificadores.
Proverbios 15:1. La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Es importante en las relaciones con personas, aun en el ámbito matrimonial. Si yo tiro balas,
esperaré recibir balas, pero qué pasa si recibo flores. Eso es ser pacificador.
Proverbios 19:11. La cordura del hombre detiene su furor,
Y su honra es pasar por alto la ofensa.
No te ofendas con facilidad, no respondas rápidamente y de manera alterada, debe ser uno el
conciliador, el que actúe con madures en la relación.
Algunos dicen: Yo soy tranquilo, pero cuando me buscan me encuentran. Eso no está bien.
Proverbios 29:22. El hombre iracundo levanta contiendas,
Y el furioso muchas veces peca.
Ha visto esas personas con carácter difícil, que se dicen de mecha corta, que son explosivos. De
cualquier cosa hacen un escándalo. Eso evidencia los frutos de la carne y no el fruto del Espíritu.
Proverbios 21:9. Mejor es vivir en un rincón del terrado
Que con mujer rencillosa en casa espaciosa.
Mujeres u hombres que por todo andan peleando, no son una bendición en el hogar.
Proverbios 16:32. Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

En esa época, tomar una ciudad era algo digno de alabanza, era para los valientes y destacados.
Bueno, es mejor el que se enseñorea de su espíritu. Controlar sus pasiones no es algo fácil.
Alejandro Magno murió a los 33 años. Conquistó el mundo, pero no sus pasiones, murió de glotón,
de borracho. Conquistó ciudades, pero no su corazón.
En el matrimonio necesitamos dominio propio. No es que cuando ella o él me dice eso, me da de
todo. Bueno, controla sus pasiones.
Las diferencias de criterio no tienen por qué convertirse en un conflicto. Somos diferentes y eso no
tiene por qué ser malo. El problema es cómo resolvemos los conflictos. Personas que se parecen
mucho también tienen problemas, y esos conflictos son necesarios para enriquecer la relación.
Nosotros convertimos lo conceptual en algo personal. El esposo llega con su proyecto de cambio
de vida, de empresa y la esposa que es aterrizada lo escucha, y le dice: cómo vas a manejar este
aspecto, oh, no lo había pensado. Y la esposa sigue poniendo trabas a su proyecto. Y el esposo lo
convirtió en personal, y dice: por eso no te cuento nada, porque nunca me apoyas. Ella simplemente
te está dando su visión para tu bien, no por algo personal.
En un equipo de futbol, alguien se equivoca comienza a tratar mal al otro y se convierte personal.
Pensar diferente no significa decir no te amo, no te apoyo, tengo algo personal contigo. Ambos
tenemos una cabeza, por eso no hay que caer en descalificaciones en el momento de presentar
argumentos en la relación.
Una buena comunicación ayuda a resolver las diferencias correctamente, debemos buscar las
formas que agraden a Dios. Se comunicativo, ¿mi amor tú quieres decirme esto? Desenreda el
asunto si crees que el otro no ha sido claro. Pero si lo haces con malas palabras, gritos, con
descalificativos, ofensas, eso es pecado.
Efesios 4:25-29. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el
sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje,
haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece
necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Colosenses 4:6. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo
debéis responder a cada uno.
Proverbios 25:11. Manzana de oro con figuras de plata
Es la palabra dicha como conviene.
Debo decir bien las cosas, con ternura. Por favor y gracias, con amor. Di: amor, por favor
escúchame que me estoy molestando. A veces, hablamos ásperamente: oye, tráeme esto. A ver,
cuidado, no soy tu hijo, hábleme con amor. A veces no nos gustan que nos digan las cosas.
Debemos manejar adecuadamente las cosas.
Debemos saber cuándo resolver las diferencias. Hay momentos que son inoportunos donde es
mejor callar. Debemos ver el tiempo cuando tratar las situaciones. Tenemos el ejemplo de Nabal en
la Biblia, tenía una mujer muy sabia llamada Abigail.
Proverbios 15:23. El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!

El consejo es muy importante en los problemas matrimoniales, pero el orgullo no les deja pedir
ayuda. Algunos tardan mucho en pedir ayuda.
Proverbios 11:14. Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;
Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

Proverbios 20:18. Los pensamientos con el consejo se ordenan;


Y con dirección sabia se hace la guerra.

Eclesiastes 4:13. Los pensamientos con el consejo se ordenan;


Y con dirección sabia se hace la guerra.

Las diferencias entre dos pecadores no deben ser motivo de conflicto. Tenemos las herramientas
para manejar los conflictos.
Colosenses 2:13-14. soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere
queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre
todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
El Señor nos ayude a manejar las diferencias de tal forma que nos ayude a enriquecer el
matrimonio.

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