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Acerca de interpretaciones del art. 140 de la ley 24.660

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Carlos Gabriel Arnossi

Pontifical Catholic University of Argentina
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 EL DERECHO
[AGOSTO DE 2022 - NRO. 8]

PENAL
REVISTA DE DOCTRINA,
JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓN
Director: Carlos A. Mahiques. Consejo Asesor: Dr. Germán
Bincaz - Dr. Miguel Etcheverry - Dr. Adrián Patricio Grassi - Dr.
Miguel A. R. Kessler - Dr. Santiago Quian Zavalía

NOTA
Acerca de interpretaciones del art. 140 de la ley 24.660, por
Carlos Gabriel Arnossi
Cita Digital: ED-MMMCDXLIII-100

JURISPRUDENCIA
PENA: Ejecución de la pena; estímulo educativo; estudios
realizados y culminados durante la detención del imputado
en una segunda causa; pena única; efectos; principio de re-
troactividad de la ley penal más benigna; doctrina de la ar-
bitrariedad; art. 140 de la ley 24.660; interpretación (CFed.
Casación Penal, sala II, marzo 21-2022)

Acerca de interpretaciones del art. 140 de la ley 24.660
Sumario: 1. Introducción. 1.1. La norma. 1.2. El
caso. – 2. La decisión. 2.1. Voto del juez Mahiques.
2.2. Voto del juez Yacobucci. 2.3. Disidencia de la jueza
Ledesma. – 3. Algunas consideraciones sobre el fallo.
3.1. Derecho de defensa. 3.2. Proyecciones de la pe-
na única. 3.3. El rechazo de los talleres acreditados.
3.3.1. En el voto del juez Mahiques. 3.3.2. En el
voto del juez Yacobucci. 3.3.2.1. Consideraciones
iniciales. 3.3.2.2. Aportes de la jurisprudencia de la
Cámara Federal de Casación Penal. 3.3.2.3. Datos
del Servicio Penitenciario Federal. 3.3.2.4. Algunas
palabras más. – 4. Consideraciones finales
1. Introducción
1.1. La norma
En el año 2011, el Congreso Nacional de la Repúbli-
ca Argentina sancionó la ley 26.695, que modificó la ley
24.660 en lo referido al “derecho a la educación” de las
personas condenadas(1). Entre las modificaciones, se in-
cluyó la del artículo 140. La nueva redacción determinó
un régimen para estimular a los individuos condenados a
la realización de estudios cuando “completen y aprueben”
estudios primarios, secundarios o universitarios (sea de
modo total –es decir, culminando el nivel que correspon-
da– o parcial –aprobando un ciclo lectivo o curso parcial
que integre el nivel–), incluyendo en este último caso de
modo expreso a los de posgrado, y a cursos o talleres de
formación profesional. Y se determinaron los plazos de
reducción que corresponderían según el tipo de curso o ta-
ller aprobado, con un plazo máximo acumulativo de vein-
te meses. No se impuso un sistema de reducción de penas,
posibilidad que queda en todo caso reservada a los casos
de indulto y conmutación de penas por el Poder Ejecutivo,
sino de plazos para el acceso a los diversos períodos y fa-
ses del régimen penitenciario.
El artículo 12 de la ley 24.660 contempla cuatro perío-
dos: observación, tratamiento, prueba y libertad condicio-
nal(2). Si bien el artículo 140 refiere a “fases y períodos”,
no puede soslayarse que quizás lo más significativo del
período de prueba es la posibilidad de salidas transitorias,
seguido por la incorporación al régimen de semilibertad,
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes tra-
bajos publicados en El Derecho: El trabajo de los condenados y proce-
sados en los establecimientos carcelarios bonaerenses, por Guillermo
Domínguez Unzaga; EDPE 08/2004-44; La situación carcelaria de Ar-
gentina a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y
de los instrumentos internacionales que prohíben la tortura y otros tra-
tos o penas crueles, inhumanos o degradantes, por María Belén Olmos
Giupponi, EDPE 02/2006-14; ¿Todo vale? Protección de los derechos
humanos: delimitación de los roles de la Corte Suprema y el Poder
Ejecutivo, por Héctor Eduardo Sabelli, EDCO 2011-260; Los arts. 35,
inc. f), y 50 de la ley 24.660: posible solución tanto al problema del
reencarcelamiento desocializador como al de la pena compurgada en
condenas de hasta seis meses de prisión, por Daniel Eduardo Rafecas,
ED, 185-1044; La educación moral de los reclusos. El objeto de la po-
nencia consiste en plantear el interrogante acerca de la necesidad de
una educación moral en el Sistema Penitenciario, por Siro De Martini,
ED, 199-866; El trabajo de los condenados y procesados en los esta-
blecimientos carcelarios bonaerenses, por Guillermo Domínguez Unza-
ga, EDPE, 08/2004-44; Sobre el expansionismo penal y la saturación
carcelaria, por Andrés Martín Mateo, EDPE, 09/2005-49; La situación
carcelaria de Argentina a la luz del Derecho Internacional de los De-
rechos Humanos y de los instrumentos internacionales que prohíben la
tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, por
María Belén Olmos Giupponi, EDPE, 02/2006-14; Apuntes laborales y
previsionales para la reinserción social por el trabajo carcelario, por
Ignacio Javier Uresandi, ED, 250-963; La crisis del sistema penitenciario
y su relación con la inseguridad ciudadana, por Andrés Fabián Basso,
EDPE, 09/2009-41; El derecho a la educación y las personas priva-
das de la libertad, por Lucia Girard, EDPE, 05/2016. Todos los artícu-
los citados pueden consultarse enwww.elderecho.com.ar.
(1) Su antecedente fue el “Proyecto de Ley para el Estímulo Educati-
vo en Unidades Penitenciarias de la República Argentina”, elaborado
de modo conjunto por el Centro Universitario Devoto y el Instituto de
Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales. Se trataba de un
proyecto de mayor claridad que la norma que finalmente se sancionó.
(2) Acerca de la caracterización de la libertad condicional como
un período del régimen progresivo o como un instituto previsto por el
Código Penal, ver, entre otros, López, Axel y Machado, Ricardo, Aná-
lisis del régimen de ejecución penal. Ley 24.660. Ejecución de la pena
privativa de la libertad. Comentarios. Jurisprudencia. Concordancias.
Decretos reglamentarios, 2ª. edición, Buenos Aires, Fabián J. Di Pláci-
do, 2014, pp. 400-403.
2
por Carlos Gabriel Arnossi
razón por la cual el artículo 140 estaría incluyendo a las
salidas transitorias, semilibertad y libertad condicional,
las que no son otorgadas de modo automático al cumplir-
se los requisitos temporales prescriptos por las normas,
sino que cada una de ellas depende de otras condiciones
también fijadas por las normas aplicables a cada caso(3).
Respecto de la libertad asistida según la ley 24.660,
es un instituto que sirve como sucedáneo de la libertad
condicional(4). En los hechos, es solicitada por aquellos a
los cuales le ha sido negada esta última. Es por ello por lo
que parece razonable que, si bien el artículo 12 no refiere
de modo expreso a la libertad asistida, se considere apli-
cable a ella la reducción del artículo 140 de modo similar
a como se la aplica a la condicional. Aunque al comienzo
hubo dudas sobre los casos en los que correspondía apli-
carse(5), después fue superada la discusión inicial en la ju-
risprudencia acerca de si la aplicación del estímulo educa-
tivo correspondía o no a todas las fases, períodos e institu-
tos –salidas transitorias, semilibertad, libertad condicional
y asistida(6)– del régimen de progresividad penitenciario(7).
Por este motivo no corresponde entender al estímulo
educativo como una suerte de reducción de aplicación au-
tomática, ya que, un beneficiado por una resolución judi-
cial que aplique el artículo 140 podría no llegar a gozar
de modo efectivo de un adelantamiento temporal para el
acceso a los beneficios preliberatorios si es que a su vez
el juez competente, al resolver la solicitud en el momento
oportuno –por ejemplo, una libertad condicional– consi-
derase que, a pesar de haberse cumplido con el requisito
temporal, la persona condenada no alcanzó aquellas otras
condiciones que ordena la ley –por ejemplo, el pronóstico
de reinserción social del artículo 13 del Código Penal–.
1.2. El caso
El caso para examinar fue resuelto por la Sala II de la
Cámara Federal de Casación Penal. El condenado lo ha-
bía sido a la pena de diecisiete años de prisión por el Juz-
gado Nacional en lo Penal Económico Nº 1(8), por delitos
cometidos en el año 1988. Posteriormente, fue condena-
do, en 2020, a la pena de prisión perpetua, inhabilitación
absoluta y costas por el Tribunal Oral en lo Criminal Fe-
deral de Mar del Plata en una segunda causa(9), por delitos
que fueron encuadrados como de lesa humanidad, que ha-
brían tenido lugar entre los años 1974 y 1975. El referido
Tribunal dispuso la unificación de la condena dictada en
esta última causa con aquella recaída en la en las primeras
actuaciones, imponiendo así una pena única de prisión
perpetua, accesorias legales y costas del proceso.
Después de ello, la defensa solicitó la aplicación del
estímulo educativo previsto por el artículo 140 por los
cursos anuales referidos a la carrera de Abogacía comple-
tada en la Universidad de Buenos Aires y a la Maestría
en Sociología de la Universidad Nacional de Lomas de
Zamora durante la detención sufrida en la primera causa.
El Tribunal corrió traslado al fiscal, quien pidió el rechazo
(3) En cuanto a las salidas transitorias, los requisitos están puestos
por el art. 17 de la ley 24.660; a la semilibertad, por el art. 23bis de
la misma ley; a la libertad condicional, por el art. 13 del Código Penal
y el art. 28 de la ley 24.660; a la libertad asistida, por el art. 54 de la
mencionada Ley de Ejecución.
(4) Ver López, Axel y Machado, Ricardo, op. cit., p. 197.
(5) Ver el Anexo “Posición de los integrantes de la Cámara Fe-
deral de Casación Penal en relación con la aplicación del estímulo
educativo (art. 140 ley 24.660) (Octubre de 2013)” en Secretaría
General de Capacitación y Jurisprudencia (Defensoría General de la
Nación), Boletín de Jurisprudencia. Ejecución de penas privativas de
libertad. Sanciones disciplinarias - Estímulo Educativo, Buenos Aires,
octubre de 2013, p. 52, https://jurisprudencia.mpd.gov.ar/Boleti-
nes/2013.10.%20Ejecuci%C3%B3n%20Penal%20(nacional).pdf (con-
sultado el 08/06/2022).
(6) Hoy podríamos agregar el régimen del art. 56 quater de la ley
24.660.
(7) Ver “Recurso de hecho deducido por la Defensora Oficial de
Miguel Clemente Villalba en la causa Villalba, Miguel Clemente s/
causa nº 16.255”, resuelta el 07/10/2014 por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación. Asimismo, el art. 8º inc. 1 de la reglamentación
del Capítulo VIII (Educación) de la ley 24.660, aprobada mediante el
Decreto Nº 140/2015 del Poder Ejecutivo Nacional.
(8) En la causa “Alonso, Jorge Francisco y otro s/contrabando de
estupefaciente”.
(9) “Corres, Oscar Héctor y otros s/ homicidio agravado p/el
conc. de dos o más personas y privación ilegal de la libertad agrava-
da (art. 142 inc. 1)”.

del pedido, a lo que siguió la contestación del traslado por
la defensa, que a su vez, solicitó la producción de nueva
prueba, y con ella, pidió la ampliación del estímulo, por
la realización de nueve talleres que habrían sido comple-
tados por el condenado durante su detención, a saber: un
taller de Literatura de cuatro horas semanales, otro de Fi-
losofía, de una hora semanal, ambos en 2017, otros simi-
lares talleres de Literatura y Filosofía en el 2018, más un
taller de Yoga de dos horas semanales, y, en el 2019, otros
talleres de Literatura, Filosofía y Yoga con idéntica carga
horaria, y un taller “Encuentro de Civilizaciones” de una
hora semanal.
Así las cosas, el fiscal dictaminó contra la solicitud de
ampliación de la presentación original y, sin correr nueva
vista a la defensa, el Tribunal rechazó el pedido de aplica-
ción de estímulo educativo, al considerar que los talleres
no pueden encuadrarse en los cursos de formación profe-
sional a los que refiere el artículo 140. El Tribunal decidió
que tampoco correspondía conceder el estímulo educativo
por los estudios aprobados por el condenado mientras es-
tuvo detenido en el marco de la primera causa, porque ha-
bía finalizado sus estudios en 1994 y 1995, la ley 24.660
es del año 1996, y la reforma que incorporó el estímulo
educativo mediante la ley 26.695 en dicha ley es de 2011,
cuando el condenado llevaba once años en libertad.
Ante esta decisión adversa, la defensa interpuso un re-
curso de casación, invocando la violación al principio de
contradicción y el derecho a ser oído, en atención a la
ausencia de traslado a esa parte del dictamen fiscal, la
errónea aplicación de la ley sustantiva en virtud de la in-
terpretación restrictiva del artículo 140 y la fragmentación
de los estudios realizados porque había sido dispuesta la
unificación las dos condenas, toda vez que se trataba de
una pena única, y expresó que se vulneró el principio de
la retroactividad de la ley penal más benigna.
2. La decisión
2.1. Voto del juez Mahiques
El Dr. Mahiques consideró al recurso formalmente ad-
misible y coincidió con lo resuelto por el Tribunal acerca
de que no se llegaba a advertir la influencia de los talleres
acreditados en orden a la formación laboral, pues “para
que un curso pueda reputarse de formación profesional en
los términos del artículo 140 inciso b) de la ley 24.660,
debe verificarse –independientemente de la duración de
aquel- una formación suficiente en determinado oficio que
coadyuve armónicamente con el fin resocializador del ins-
tituto, que pueda razonablemente entenderse como una
herramienta de trabajo cuando el detenido reingrese al
medio libre”(10).
Sobre la aplicación del estímulo a los logros educativos
mientras duraba su detención en la primera causa, el juez
Mahiques entendió que “no puede perderse de vista que
la sanción impuesta en el supuesto fáctico que nos ocupa
se trata de una pena única…” y que, por ello, “atendien-
do a la unidad en la respuesta punitiva dispuesta” debía
considerarse todo el tiempo en el que el condenado estu-
vo detenido “como un solo lapso temporal de esta única
nueva sanción penal”. En esta línea, agregó: “…al haberse
unificado las condenas, se ha establecido una pena única
que engloba a ambas. Por ello, a pesar de que los cursos
que la defensa pretende que se tengan en cuenta resultan
anteriores a la sanción de la norma que introdujo el insti-
tuto del estímulo educativo en la ley de ejecución penal,
es evidente que ésta es la norma aplicable, en tanto habría
realizado los estudios durante el tiempo que estuvo de-
tenido para esta sanción penal”. El Dr. Mahiques apuntó
que “no puede dejarse de lado que la ley Nº 24.660 resulta
una norma complementaria del Código Penal y, por lo
tanto, a su respecto, es aplicable el principio de legalidad
y retroactividad de la ley penal más benigna por vía del
art. 2 del Código de fondo”, y afirmó que, en tanto “el
principio de retroactividad de la ley penal más benigna es
una expresión del principio de legalidad” y que ambos re-
visten jerarquía constitucional y convencional, la ley apli-
cable “es aquella vigente al momento del hecho siendo,
también, de aplicación excepcionalmente la ley penal pos-
terior más benigna” por imperio de los artículos 18 de la
Constitución Nacional, 9 de la Convención Americana so-
bre Derechos Humanos(11), 15 del Pacto Internacional de
(10) Apartado VI.
(11) En adelante, CADH.
3
Derechos Civiles y Políticos(12) y 2 y 3 del Código Penal,
por lo que entendió que asistía razón a la defensa, pues el
art. 140 no determinaba la exclusión de sus efectos para
un caso como aquel que se trataba, “(y) la creación de ese
efecto, a través de una interpretación dinámica y sistemá-
tica de esa norma a la luz del fin resocializador, no podría
ir en desmedro del principio de legalidad, que debe impe-
rar aún en la ejecución de la pena”.
De acuerdo con ello, el Dr. Mahiques entendió que la
resolución cuestionada mediante el recurso de casación
carecía de fundamentación, y, en consecuencia, había in-
currido en arbitrariedad, contra lo dispuesto por el artícu-
lo 123 del Código Procesal Penal de la Nación, y votó por
hacer lugar de modo parcial al recurso, casar y anular par-
cialmente la resolución en cuanto rechazó la aplicación
del artículo 140 por los estudios finalizados durante la
detención en la primera causa y reenviar las actuaciones
al Tribunal a fin de que se dictara un nuevo pronuncia-
miento.
2.2. Voto del juez Yacobucci
El Dr. Yacobucci adhirió a la postura del Dr. Mahiques
y estimó pertinente la aplicación de la ley penal más be-
nigna e incluir a los estudios aprobados por el condenado
en el marco de la causa anterior en virtud de la unificación
de las condenas, por lo que votó por la anulación parcial
de la resolución recurrida y el reenvío al Tribunal para
que dictara un nuevo pronunciamiento.
Ahora bien, respecto del examen de los talleres acre-
ditados por la defensa, Yacobucci continuó un criterio
asumido en previos votos(13), según el cual, en una inter-
pretación sistemática del artículo 140 de la ley 24.660,
y de las leyes 26.206 (de Educación Nacional) y 26.058
(de Educación Técnico-Profesional), a aquellos cursos de
ochocientas horas reloj anuales o más les sería aplicable
la reducción de dos meses, y a los que cumplan con cua-
trocientas a setecientas noventa y nueve horas anuales, un
mes. Ello sería así ya que el artículo 32 inciso c) de la ley
26.206 establece una carga mínima de 25 horas reloj de
clases semanales para la educación secundaria, por lo que
los cursos de formación profesional del mentado artículo
140 deben completar, como mínimo, un total de 25 horas
reloj de clase semanales por el plazo de ocho meses –o
dos cuatrimestres—. En atención a ello, votó por rechazar
el agravio, toda vez que los cursos acreditados no cumpli-
rían con la cantidad de horas expresada.
2.3. Disidencia de la jueza Ledesma
Siguiendo su habitual posición cuando la decisión im-
pugnada fue tomada por el juez sin correr traslado a la de-
fensa después del dictamen fiscal adverso, la Dra. Ledes-
ma votó por invalidar el trámite y reenviar las actuaciones
al Tribunal, a fin de que se dictara un nuevo pronuncia-
miento, previa intervención de las partes, por entender
que se violó el derecho de defensa en juicio y el principio
de contradicción, ya que la defensa no pudo controvertir
los argumentos del representante de la vindicta publica
ante el pedido de ampliación del estímulo en referencia a
los talleres cursados durante los años 2017, 2018 y 2019,
lo cual implicó una vulneración al derecho de defensa en
juicio y al principio contradictorio.
Finalmente, la Sala II hizo lugar parcialmente al re-
curso de casación, anuló de modo parcial la resolución
respecto de los estudios cursados y aprobados durante la
primera causa y dispuso el reenvío al Tribunal para que
dictara un nuevo pronunciamiento.
3. Algunas consideraciones sobre el fallo
3.1. Derecho de defensa
La Dra. Ledesma no se dedicó a considerar la cuestión
de si correspondía la aplicación del estímulo, pues se cen-
tró en el derecho de defensa soslayado por el Tribunal.
Es, como se explicaba, algo ya clásico en votos de la ca-
marista, quien ha expresado en otras oportunidades que el
principio contradictorio “debe regir en todas las instancias
del proceso, incluso en la etapa de ejecución” y que “una
de las consecuencias que hacen a la aplicación del princi-
pio contradictorio es que la convicción del juez emane de
(12) En adelante, PIDCP.
(13) Ver su disidencia en “Montero Casanova, Pedro Confesor s/
recurso de casación”, de la Sala II de la Cámara Federal de Ca-
sación Penal, causa CPE 497/2013/TO1/4/1/CFC2, resuelta el
28/12/2018.

la información que surja de esa contradicción, ya que ella
ha podido ser apreciada y discutida por las partes, en su
presencia”(14).
Al margen de la correcta afirmación del derecho que
realizó la jueza Ledesma, en tanto el Tribunal quitó a la
defensa la oportunidad de rebatir los argumentos de su
contraparte antes de la resolución, es posible realizar al-
gunas consideraciones sobre los votos de los camaristas
Mahiques y Yacobucci.
3.2. Proyecciones de la pena única
El Tribunal había pretendido excluir al condenado del
estímulo educativo con el efecto de imponer una ejecu-
ción de la pena más gravosa que la que hubiese corres-
pondido a un individuo detenido en una sola causa, dejan-
do de lado que ya no hay dos penas a ejecutar sino solo
una. Ambos jueces han coincidido en la solución práctica
sobre la aplicación al caso de la ley 24.660 en general, y
del artículo 140 en especial(15).
El Dr. Mahiques mantuvo su posición sobre las normas
que deben regir en casos de condenas unificadas, afirman-
do que “la ley aplicable es aquella vigente al momento de
su ejecución…”(16), y el Dr. Yacobucci continuó la postura
que viene sosteniendo(17), acerca de que “no resulta posi-
ble aplicar parcialmente dos regímenes distintos de eje-
cución de pena, dado que el tratamiento penitenciario no
puede escindirse en función de las diversas condenas uni-
ficadas”. En esta oportunidad, ambos han llegado a una
coincidencia práctica. Los dos coincidieron, también, en
que el artículo 140 de la ley 24.660 se trataba de la ley pe-
nal más benigna y debía aplicarse por imperio del artículo
2 del Código Penal.
Cabe señalar que los estudios invocados aprobados no
habían sido completados durante períodos ajenos a la cau-
sa unificada, sino que habían tenido lugar mientras ocu-
rría la primera detención y, al tratarse de una pena única,
no correspondía dejar de lado la aplicación del estímulo
por estudios finalizados durante la primera causa, puesto
que, desde el momento en que esa primera condena se
integró con la segunda y pasaron a conformar un todo, no
habría posibilidad de una división de regímenes o de insti-
tutos de la ejecución, cuyo resultado fuese excluir uno de
ellos en perjuicio del condenado, sino que debe aplicarse
el régimen vigente, que contempla el estímulo educativo.
3.3. El rechazo de los talleres acreditados
3.3.1. En el voto del juez Mahiques
Sobre el voto del Dr. Mahiques en cuanto al rechazo de
los talleres acreditados, eso responde a que no cumplen
con la naturaleza y finalidad requerida por la ley, al no ad-
vertirse cómo dichos cursos podrían contribuir a la capa-
citación laboral del interno y favorecer así su reinserción
social. Ello parece razonable y suficientemente fundado,
pues, en primer lugar, el objetivo general de todo el ré-
gimen de ejecución de la pena privativa de la libertad se
orienta –según el artículo 1 de la ley 24.660– a la reinser-
ción social y, en segundo lugar, el objetivo específico de
la norma es contribuir al logro de esa reinserción a través
de favorecer la formación laboral(18).
(14) Voto de la Dra. Ledesma en “Charca Taype, Manuel Martín
s/recurso de casación” de la Sala II de la Cámara Federal de Casa-
ción Penal (causa nº CFP 6729/2017/TO1/11/1/CFC1, resuelta el
07/03/2019).
(15) En similar sentido ha resuelto la Sala 1 de la Cámara Nacio-
nal de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal
en “Escalante” (Causa nº 137034/2017/EP1/1/CNC1, “Escalante,
Romina Soledad s/ estímulo educativo”, resuelta el 28/06/18).
(16) Cámara Federal de Casación Penal, Sala II, “Gonzales Men-
doza, Rafael Martin s/ recurso de casación”, causa CFP 9444/2018/
TO1/37/1/CFC1, resuelta el 21/10/2020, apartado II del voto del
juez Mahiques. Seguida en su voto en disidencia en “Almarante, Ra-
fael Omar”, de la misma Sala II, causa FPA 15707/2017/TO1/6/1/
CFC3, resuelta el 16/06/2021.
(17) Cámara Federal de Casación Penal, Sala II, “Rodríguez
Catalán, Eduardo Ernesto s/ recurso de casación”, causa FBB
12000127/2009/TO1/3/1/CFC2, resuelta el 12/11/2020,
y sus votos en varias resoluciones de la misma Sala que le siguie-
ron, como “Morales, Lucinda”, causa FSA 29282/2018/TO1/4/1/
CFC1, resuelta el 02/11/2021 y “Tapia, Juan Eduardo”, causa FMZ
241/2018/TO1/1/1/CFC1, resuelta el 25/11/2021.
(18) Como expresa el camarista Gustavo Hornos: “…procura fa-
cilitar la reinserción social mediante el fomento del estudio y la capa-
citación laboral o formación profesional a las personas privadas de
libertad” (Voto concurrente en la causa CCC 37945/2012/TO1/1/
CFC1, caratulada: “Aguiar, Alcides Alejandro s/recurso de casación”,
resuelta por la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal el
04/08/2016).
4
Es decisivo considerar que, en el caso del inciso “b”,
la norma apunta de modo expreso a la “formación profe-
sional” y no a otro tipo de cursos, de formación cultural
en general, aunque puedan favorecer otros aspectos de
la persona detenida y contribuyan de algún modo a los
objetivos constitucionales-convencionales de reforma y
readaptación social contemplados por los artículos 5.6 de
la Convención Americana de Derechos Humanos y 10.3
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
ambos elevados a la jerarquía constitucional por el artí-
culo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional. Ese tipo
de cursos “no implican una formación profesional en el
sentido de la ley 26.058, pero que sí se deben tener en
cuenta para su evaluación integral en el régimen progresi-
vo penitenciario” (19).
3.3.2. En el voto del juez Yacobucci
3.3.2.1. Consideraciones iniciales
Acerca del criterio del Dr. Yacobucci para no admitir
a los talleres referidos como cursos de formación pro-
fesional anuales en el marco del artículo 140 “b” –pos-
tura que es seguida en diversos fallos por su colega el
juez Carbajo(20)–, debe señalarse, en primer lugar, que el
artículo 140 es demasiado oscuro y poco taxativo. Deja
demasiado lugar a la interpretación, lo cual no es bueno
en materia jurídico-penal. Permite que se multipliquen los
criterios, y habilita un amplio margen de discrecionalidad
judicial que puede derivar fácilmente en arbitrariedad. En
segundo lugar, que el artículo refiere a “trayectos de for-
mación profesional o equivalentes, en consonancia con
lo prescripto por la ley 26.206 en su Capítulo XII” y a
la reducción de “dos (2) meses por curso de formación
profesional anual o equivalente”. No hay, por lo tanto,
ninguna pauta horaria expresa en el texto del artículo 140
de la ley 24.660.
Parece razonable que, si el curso es reconocido como
anual por las autoridades que lo autorizan, las que lo dic-
tan y lo consideran aprobado, ello fuese suficiente para
tenerlo como tal a los fines de la inclusión en el supuesto
legal, salvo el caso de algún absurdo, como podría ser
un curso que se llegara a considerar nominalmente como
anual, pero con una duración muy acotada.
3.3.2.2. Aportes de la jurisprudencia de la Cámara
­Federal de Casación Penal
Otra integrante de la Cámara Federal de Casación Pe-
nal, la Dra. Figueroa, ha sostenido que “el carácter cua-
trimestral o bien anual o bien equivalente a anual, debe
ser establecido por el órgano educativo que dictó el curso
en cuestión, arrogándose el juez funciones que no le son
propias al determinar la intensidad de cursada y carga ho-
raria correspondiente, lo que resulta contrario al principio
Republicano de Gobierno” (21). La referida camarista ha
entendido que “(e)l alcance otorgado por el Máximo Tri-
bunal al principio de legalidad, resulta claro en torno a
que la deficiencia en la práctica legislativa no habilita a
la administración penitenciria(sic), o bien a la judicatura,
a crear definiciones relativas que ha de ser considerado
“anual o equivalente” en lo atinente a la realización de
cursos de formación técnico profesional por parte de los
condenados”(22), que “considerar que la determinación
(19) Voto del juez Juan Carlos Gemignani en la causa FSM
65533/2015/TO1/27/CFC5 “Borycewycz, Cecilia Marisol s/ inci-
dente de estímulo educativo”, resuelta por la Sala IV de la Cámara Fe-
deral de Casación Penal el 12/09/2018, considerando VII. En cuanto
a la jurisprudencia nacional (ordinaria), ver el voto de Luis M. García
–al cual adhirieron sus colegas Bruzzone y Días– en “Benítez, Iván Da-
río s/recurso de casación” (legajo Nº 30.398/2011/TO1/1/CNC1),
resuelto el 30/12/2015 por la Sala 1 de la Cámara Nacional de
Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
(20) Ver, entre otros, sus votos en los fallos de la Sala IV de la
Cámara Federal de Casación Penal “Pacheco Asmat, Fernando Se-
gundo s/ recurso de casación”, causa CFP 3035/2012/TO1/6/1/
CFC6, resuelta el 30/05/2019, “Pazos, María Fernanda s/recurso
de casación”, causa CFP 4795/2014/TO1/145/CFC33, resuelta el
05/06/2019 y “González, Ricardo Daniel s/ recurso de casación”,
causa FCT 2983/2015/TO1/6/CFC7, resuelta el 19/05/2021.
(21) Disidencia de la Dra. Ana María Figueroa en la causa 1419
“Rebollo, María Magdalena s/recurso de casación”, resuelta por la
Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal el 15/12/2014 (re-
gistro 24.366), considerando 3º. Criterio reiterado en el considerando
4º de su voto en la causa CCC 37945/2012/TO1/1/CFC1 “Aguiar,
Alcides Alejandro s/recurso de casación”, de la misma Sala I, resuelta
el 04/08/2016 (registro 1425/16.1) y en el considerando 4º de su
voto en la causa CPE 487/2014/TO1/6/CFC3 “Bidaux, Sergio s/
recurso de casación”, resuelta por la Sala I el 20/10/2016.
(22) Considerando 4º.

del alcance de los estudios de formación profesional por
parte de la judicatura constituiría una (sic) ejercicio ar-
bitrario de su parte, en tanto esa valoración subjetiva del
específico desempeño educativo –art. 140, inc. B), de la
ley 24.660–, afecta al principio de igualdad –art. 16 de
C.N.– al habilitar la posibilidad de un trato desigual a
sujeto en situaciones iguales”(23) y que “la inteligencia de
la norma en pugna no puede ser otra que aquella que evite
una desigualdad y arbitrariedad ante situaciones iguales,
por lo cual debe ser el órgano educativo quien determina
la anualidad o equivalencia a anual de un curso de forma-
ción técnico profesional, como por ejemplo, el contenido
del programa de estudios, la carga horaria, la intensidad
del curso, entre otros, conforme lo establecido por la ley
26.058 de Educación Técnico Profesional”(24). Por ello,
concluyó que “(d)eterminar que el órgano educativo es
quien detenta la competencia especial para calificar la du-
ración anual de un curso de formación profesional o equi-
valente a tal, conforme la redacción del art. 140, inc. B),
de la ley 24.660, constituye la interpretación respetuosa
del principio de legalidad y acorde a los lineamientos es-
tablecidos en párrafos anteriores acerca del Capítulo VIII
“Educación” de la ley 24.600 (sic) y la ley 26.058 de Edu-
cación Técnica Profesional”(25).
Una posición bastante distinta al del Dr. Yacobucci
acerca de este punto, en la misma Cámara Federal de Ca-
sación, es el del juez Gustavo Hornos, quien mantiene
una postura amplia en lo que a aplicación del estímulo
educativo respecta, y ha expresado en diversas oportuni-
dades mediante sus votos que “si el curso de formación
profesional es de duración cuatrimestral, corresponde en
función del principio de analogía in bonam partem, efec-
tuar una reducción de un mes, y si es de duración bimes-
tral corresponde una reducción de 15 días, aplicando el
concepto de “equivalencia” expresamente incluido en la
norma, pues no puede dejarse de lado el esfuerzo (…) en
procura de capacitarse satisfactoriamente” y que se trata
de “la interpretación que mejor se adecua a los fines bus-
cados por la norma, que procura facilitar la reinserción
social mediante el fomento del estudio y la capacitación
laboral o formación profesional a las personas privadas de
libertad, así como la que mejor garantiza los intereses en
juego”(26).
Esta aplicación de la norma que viene proponiendo el
camarista Hornos se alinea con comprender que el estí-
mulo educativo ha sido incorporado a la ley 24.660 como
una herramienta en orden al logro del objetivo de reinser-
ción social. En adición a ello, es pertinente expresar que,
si aún los cursos no anuales pueden ser tenidos en cuenta
para respetar la finalidad y el espíritu del artículo 140, no
se advierte cómo podría conciliarse con ello la exclusión
de un curso anual, máxime si el curso llegara a tener una
carga horaria significativa.
3.3.2.3. Datos del Servicio Penitenciario Federal
A fin de evaluar con mayor rigor la interpretación del
juez Yacobucci, en el marco de la elaboración de esta nota
se realizó un pedido de acceso a la información pública al
Servicio Penitenciario Federal(27) para conocer los cursos
y talleres de formación profesional ofrecidos desde el año
2011 con una carga horaria superior a las trescientas no-
venta y nueve horas. Veamos qué surge de allí.
El SPF informó que no encontró en sus registros la
carga horaria de los cursos o talleres de formación profe-
sional ofrecidos hasta 2016(28). Respecto de los ofrecidos
por diversas entidades educativas en la totalidad de los es-
tablecimientos penitenciarios federales de esa institución,
el resultado es el siguiente: En el año 2017, se llevaron a
cabo treinta y cuatro; solo tres pasaron las ochocientas
(23) Considerando 5º.
(24) Considerando 5º.
(25) Considerando 5º.
(26) Voto en la causa FSM 65533/2015/TO1/27/CFC5
“Borycewycz”, cit., considerando II. También en su disidencia en “Pa-
zos, María Fernanda s/recurso de casación”, cit., considerando II y
en su voto en la causa CFP 13407/2012/TO1/33/2/CFC12 de la
misma Sala, caratulada “Artica Vega, Danika s/recurso de casación”,
resuelta el 14/12/2016. En idéntico sentido su voto concurrente en la
causa CCC 37945/2012/TO1/1/CFC1 “Aguiar, Alcides Alejandro
s/recurso de casación”, resuelta por la Sala I el 04/08/2016.
(27) En adelante, SPF.
(28) El dato fue informado mediante la nota NO-2022-58603432-
APN-DECYD#SPF del 09/06/2022 suscripta por la Directora de Edu-
cación Cultura y Deportes dependiente de la Dirección Nacional del
Servicio Penitenciario Federal.
5
horas(29). En el 2018, fueron treinta y tres de más de tres-
cientas noventa y nueve horas, y ninguno pasó las seis-
cientas horas(30). En el año 2019, en las unidades depen-
dientes del SPF se dictaron treinta y siete cursos de más
de trescientos noventa y nueve horas, y solo uno excedió
las setecientas horas(31). En el período 2020-2021, treinta,
y solo uno de más de seiscientas(32). Para el año 2022, se
informaron veintiún cursos, y el de mayor duración es de
seiscientas tres horas(33).
Acerca de cursos informados en las actuaciones origi-
nadas por la mentada solicitud de acceso a la información
pública por el Ente de Cooperación Técnica y Financiera
del Servicio Penitenciario(34), desde el 1 de marzo se dicta
en la Unidad Nº 31 el curso de “Operador de máquina
para la confección de indumentaria”, de cuatrocientas cin-
cuenta horas; el de “Fabricante de calzado”, de seiscientas
horas, desde el 1 de marzo en el Complejo Penitenciario
Federal I; y el de “Práctico en huerta bajo nylon”, de qui-
nientos cuarenta horas, desde el 1 de marzo en la Unidad
Nº 19.
Así las cosas, no se advierte que la hermenéutica en
cuestión sea la que más se ajusta a la situación de las
personas condenadas en el orden federal argentino, pues,
en la realidad, solo muy pocos individuos condenados en
unidades del SPF pueden acceder a una oferta educativa
que se ajuste al estándar. Ello dificulta en gran medida
la proyección del artículo 140 “b”, de modo tal que im-
pide la aplicación de una importante herramienta que el
legislador adoptó con el objetivo de favorecer el objetivo
receptado por los artículos 5.6 de la CADH y 10.3 del
PIDCP.
3.3.2.4. Algunas palabras más
Por otra parte, según la Resolución 160/2011 (Anexo
I “Estándares y criterios a considerar en los procesos de
acreditación de carreras de posgrado”, 3.4) del Ministerio
de Educación de la Nación(35), la duración mínima de una
carrera de especialización es de trescientos sesenta horas
reloj, y la de una maestría, setecientas horas reloj. Ahora
bien, si una carrera de posgrado como las enunciadas sue-
le estar compuesta por dos años de cursada entre los cua-
les se distribuye la carga horaria, puede concluirse que no
sería lo más adecuado exigir esa cantidad de horas o más
que ello para tener por cumplido un curso de formación
profesional anual. Esta consideración debe integrarse con
el hecho de que el artículo 140 “g” reconoce dos meses
de estímulo educativo por la realización de “cursos de
posgrado”, sin aclarar su duración, ni distinguir entre me-
ros cursos o carreras de este tipo. En adición a ello, debe
tenerse en cuenta la interpretación amplia del estímulo
educativo que surge de la sentencia “Villalba”, de la Corte
Suprema, apuntando a los objetivos constitucionales de la
ejecución de la pena privativa de la libertad.
El criterio del juez Yacobucci, aunque pone de mani-
fiesto un interesante intento de buscar una base objetiva
para suplir las patentes deficiencias del texto del artículo
140, parece ser lejano a la realidad penitenciaria y sin
sustento en la letra de esa norma, lo cual pondría esta her-
menéutica en pugna con el principio de legalidad y con la
naturaleza del estímulo en tanto orientado a promover los
fines de la ejecución de la pena de prisión.
4. Consideraciones finales
Así como hay personas detenidas que, aun pensando
con certeza o alta probabilidad que los estudios que desa-
rrollen intramuros no les serán de utilidad para adelantar
los tiempos para su libertad de todos modos eligen reali-
zar estudios, sea para distraerse y mantener un buen com-
portamiento, para obtener herramientas que los ayuden
a su vida extramuros y a su reinserción social, o por el
motivo que sea, hay muchísimas personas presas para las
cuales el estímulo educativo deviene determinante en su
(29) IF-2022-58530603-APN-DECYD#SPF.
(30) IF-2022-58530333-APN-DECYD#SPF.
(31) IF-2022-58554998-APN-DECYD#SPF.
(32) IF-2022-58530051-APN-DECYD#SPF.
(33) IF-2022-58529963-APN-DECYD#SPF.
(34) La información surge de la nota NO-2022-61448685-APN-
DP#ENCOPE suscripta el 16/06/2022 por personal de la División
Producción del Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio
Penitenciario.
(35) Disponible en https://www.argentina.gob.ar/normativa/na-
cional/resoluci%C3%B3n-160-2011-192733/actualizacion (consulta-
do el 12/05/2022).

elección de llevar a cabo estudios durante el cumplimien-
to de sus condenas, o no hacerlo.
Esta situación debe tenerse en cuenta a la luz de la
realidad del bajo nivel de instrucción formal de la ma-
yor parte de la población de los establecimientos peniten-
ciarios federales y del obvio interés comunitario en que
el sujeto condenado egrese del centro de detención con
una fuerte determinación –voluntaria, por supuesto– de
no volver a cometer delitos y de asumir una vida respe-
tuosa de los otros, para lo cual debe contar con medios
que faciliten ese cambio de dirección en su vida. Ésa es
la razón por la cual el estímulo educativo del artículo 140
–aún con una redacción defectuosa– tiene utilidad, actual
y potencial, siempre mejorable en su aplicación, en la que
reviste una función fundamental el Servicio Penitenciario
Federal y en la que debe atenderse siempre a su naturale-
za y a su fin.
Pena:
Ejecución de la pena; estímulo educativo; es-
tudios realizados y culminados durante la de-
tención del imputado en una segunda causa;
pena única; efectos; principio de retroactivi-
dad de la ley penal más benigna; doctrina de
la arbitrariedad; art. 140 de la ley 24.660;
interpretación.
Con nota a fallo
1 – Corresponde hacer lugar parcialmente al recurso de casa-
ción interpuesto por el defensor oficial y anular parcialmente
la resolución recurrida en cuanto rechazó la aplicación del
art. 140 de la ley 24.660 a los estudios realizados y culmina-
dos durante la detención del imputado en una segunda causa
y, en consecuencia, le corresponderá a la defensa probar
correctamente que el imputado obtuvo el título que alega, to-
da vez que, atento la respuesta brindada en el oficio librado
por la casa de estudios, aquél se encuentra aún pendiente de
acreditación.
2 – Procede hacer lugar parcialmente al recurso de casación
interpuesto por el defensor oficial y anular parcialmente la
resolución recurrida en cuanto rechazó la aplicación del art.
140 de la ley 24.660 a los estudios realizados y culminados
durante la detención del imputado en una segunda causa,
pues los jueces del órgano colegiado de instancia anterior
afirmaron que no correspondía otorgar el estímulo educativo
y el consiguiente adelantamiento de fases en razón de los
estudios cursados mientras se encontraba cumpliendo la de-
tención en el marco de una segunda causa, destacando que el
imputado finalizó sus estudios cuando aún no estaba vigente
la ley 24.660, y menos aún la ley 26.695, que modificó la ley
de ejecución de la pena privativa de la libertad e incorporó
el instituto del estímulo educativo. Ahora bien, no puede per-
derse de vista que la sanción impuesta en el supuesto fáctico
que nos ocupa se trata de una pena única, comprensiva de la
condena dictada en una primera causa y aquella impuesta en
estas actuaciones (segunda causa).
3 – Asiste razón a la defensa en cuanto a que el a quo le dio
un erróneo encuadre jurídico al tema al resolver del modo
en que lo hizo, pues el art. 140 de la ley 24.660 no estipula
específicamente la restricción que pretende el tribunal para
excluir de los efectos que podría tener el estudio que efecti-
vamente cursó y aprobó el condenado durante la ejecución
de una condena que integra la pena única que se encuentra
cumpliendo. Y la creación de ese efecto, a través de una in-
terpretación dinámica y sistemática de esa norma a la luz del
fin resocializador, no podría ir en desmedro del principio de
legalidad, que debe imperar aún en la ejecución de la pena.
En este marco y en las particulares circunstancias del caso,
atendiendo a la unidad en la respuesta punitiva dispuesta,
corresponde considerar, a los fines del planteo defensista, to-
dos los períodos en los que el condenado permaneció priva-
do de su libertad como un solo lapso temporal de esta única
nueva sanción penal.
4 – La doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto corregir
sentencias equivocadas o que la parte estime tales, según
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6
El estímulo educativo del artículo 140 de la ley 24.660
es un instituto apto para contribuir con el objetivo de re-
forma y readaptación social de los penados. Pero, solo
puede funcionar mejor con el compromiso real de los tres
poderes del Estado, más el concurso ineludible de la per-
sona condenada.
VOCES: DERECHO PENAL - IMPUTADO - PROCESO PE-
NAL - EXCARCELACIÓN - DERECHO PROCESAL
PENAL - PENA - DERECHO PENAL GENERAL -
DERECHO PENAL ESPECIAL - DERECHOS Y GA-
RANTÍAS CONSTITUCIONALES - JUECES - SEGU-
RIDAD SOCIAL - EDUCACIÓN - EJECUCIÓN DE
LA PENA - PERSONA - CONSTITUCIÓN NACIO-
NAL - DERECHOS HUMANOS - ORGANISMOS IN-
TERNACIONALES - TRATADOS INTERNACIONA-
LES - ESTADO - CONTRATO DE TRABAJO
su personal discrepante criterio, sino que atiende sólo a su-
puestos en los que se verifica un apartamiento palmario de
la solución propuesta por la ley o una absoluta carencia de
fundamentación.
5 – La resolución recurrida se exhibe carente de un fundamen-
to discursivamente sustentable y solo basada en una motiva-
ción dogmática y aparente, defecto que abastece una de las
causales de arbitrariedad definidas en la doctrina judicial de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ello, en efecto,
conlleva la infracción consignada en el art. 123 del CPPN
en cuanto exige que las decisiones judiciales sean fundadas
y constituyan una derivación razonada del derecho vigente
en relación con las circunstancias comprobadas en la cau-
sa. Es, precisamente, el carácter discrecional del dictum, lo
que priva al fallo de su necesario y razonable sustento legal,
descalificándolo como acto jurisdiccional válido (arts. 123 y
404, inc. 2º, CPPN).
6 – No puede dejarse de lado que la ley 24.660 resulta una
norma complementaria del Código Penal y, por lo tanto, a su
respecto, es aplicable el principio de legalidad y retroactivi-
dad de la ley penal más benigna por vía del art. 2 del Código
de fondo.
7 – El principio de retroactividad de la ley penal más benigna
es una expresión del principio de legalidad, ambos de jerar-
quía constitucional y convencional. Por el principio de lega-
lidad, la ley penal aplicable es aquella vigente al momento
del hecho siendo, también, de aplicación excepcionalmen-
te la ley penal posterior más benigna. Ello así se colige de
los artículos 9 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, 18 de la C.N., y 2 y 3 del Código Penal.
8 – Debe entenderse por curso de formación profesional a
aquel que promueve en las personas el aprendizaje de ca-
pacidades, conocimientos, habilidades, destrezas, valores y
actitudes relacionadas con desempeños profesionales y cri-
terios de profesionalidad propios del contexto socio-produc-
tivo, que permitan conocer la realidad a partir de la reflexión
sistemática sobre la práctica y la aplicación sistematizada de
la teoría.
9 – Para que un curso pueda reputarse de formación profe-
sional en los términos del artículo 140 inciso b) de la ley
24.660, debe verificarse –independientemente de la duración
de aquel– una formación suficiente en determinado oficio
que coadyuve armónicamente con el fin resocializador del
instituto, que pueda razonablemente entenderse como una
herramienta de trabajo cuando el detenido reingrese al me-
dio libre.
CFed. Casación Penal, sala II, marzo 21-2022. – U., E. S. s/ recur-
so de casación.
En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República
Argentina, a los 31 días del mes de marzo de dos mil vein-
tidós, se reúne de conformidad con lo establecido en las
Acordadas N 24/21 y cctes. de la CSJN y Nº 5/21 y cctes.
de esta CFCP, la Sala II de la Cámara Federal de Casación
Penal integrada por el señor juez Carlos A. Mahiques, co-
mo Presidente, y el señor juez Guillermo J. Yacobucci y la
señora jueza Angela E. Ledesma, como Vocales, asistidos
por la Secretaria de Juzgado, Camila Clarey, a los efec-
tos de resolver el recurso de casación interpuesto por el
defensor oficial de E. S. U., doctor Manuel M. Baillieau,