Está en la página 1de 11

El habeas corpus

por Sebastián Alejandro Rey1

Sumario: § I. Introducción. § II. Regulación en el derecho


interno. § a. El habeas corpus preventivo. § b. El habeas corpus
correctivo. § c. El habeas corpus colectivo. § d. El habeas
corpus durante el estado de sitio. § III. La jurisprudencia del
sistema interamericano. § IV. La jurisprudencia del sistema
europeo. § V. Conclusiones.

§ I. Introducción

Dentro de las numerosas modificaciones que se llevaron a cabo a partir de la


reforma constitucional del año 1994, una de las más novedosas y trascendentes fue la
del artículo 43, al constitucionalizar las ya existentes acciones de amparo y habeas
corpus.
A continuación, se abordará la regulación del habeas corpus en el derecho
interno y la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), en
particular, en lo relacionado con el habeas corpus preventivo, el habeas corpus
correctivo, el habeas corpus colectivo y el habeas corpus durante el estado de sitio.
Más adelante, se estudiarán los lineamientos de Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) y del Tribunal Europeo de Derecho Humanos (TEDH)
sobre la materia.

§ II. Regulación en el derecho interno

A nivel nacional la acción de habeas corpus tiene raigambre constitucional a


partir de la reforma del año 1994 que en su artículo 43 dispone que “cuando el derecho
lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de
agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición
forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o
1
Magíster en Derechos Humanos (UNLP). Doctorando en Derecho (UBA). Investigador adscripto del
Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja” y Director de Proyectos de
Investigación en Derecho Decyt (2012-2018). Profesor Adjunto de Derechos Humanos (UNPAZ,
UNDAV).

1
por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del
estado de sitio”.
Con anterioridad, el procedimiento se encontraba regulado desde fines del año
1984 por la Ley N° 23.098 2. La norma establecía en su artículo 3º la procedencia del
hábeas corpus cuando se denuncie un acto u omisión de autoridad pública que implique:
1° Limitación o amenaza actual de la libertad ambulatoria sin orden escrita de
autoridad competente.
2° Agravación ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la privación
de la libertad sin perjuicio de las facultades propias del juez del proceso si lo hubiere.
De este modo, Ledesma señala que no solo tutela la libertad ambulatoria sino
también la dignidad del trato carcelario3.
Asimismo, queda claro que la acción no procede si la privación de la libertad se
originó en una causa seguida ante un juez4.
La ley facultaba a los jueces a declarar de oficio en el caso concreto la
inconstitucionalidad, cuando la limitación de la libertad se lleve a cabo por orden escrita
de una autoridad que obra en virtud de un precepto legal contrario a la Constitución
Nacional -artículo 6º-.
En cuanto a los requisitos formales, la denuncia de habeas corpus podrá ser
formulada a cualquier hora del día por escrito u oralmente en acta ante el secretario del
tribunal y deberá contener el nombre y domicilio real del denunciante; los datos
personales conocidos de la persona en cuyo favor se denuncia; la autoridad de quien
emana el acto denunciado como lesivo; la causa del acto denunciado como lesivo, y las
razones de la ilegitimidad del acto -artículo 9º-.
El juez debe ordenar a la autoridad requerida que presente ante él al detenido
con un informe circunstanciado del motivo que funda la medida, la forma y las
condiciones en que se cumple. Si por un impedimento físico el detenido no pudiera ser
llevado a presencia del juez, la autoridad requerida presentará en el mismo plazo un
informe complementario sobre la causa que impide el cumplimiento de la orden,
estimando el término en que podrá ser cumplida.

2
Como antecedente puede mencionarse el artículo 20 de la Ley Nº 48.
3
Cf. Ledesma, Ángela, Juicio de hábeas corpus, Hammurabi, Buenos Aires, 2014, p. 33.
4
CSJN: Fallos 310:57 y 311:334.

2
Posteriormente se lleva adelante la audiencia donde el juez dará oportunidad
para que se pronuncien la autoridad requerida y el amparado, personalmente o por
intermedio de su asistente letrado o defensor.
Terminada la audiencia el juez dictará inmediatamente la decisión que deberá
ser motivada -debido a su estrecha vinculación con grave materia constitucional y
esenciales derechos de las personas5-, y rechazar o acoger la denuncia -artículo 17-.

§ a. El habeas corpus preventivo

Gelli destaca que este tipo de habeas corpus se vincula con casos de
hostigamientos o alteraciones parciales de la libertad sin que se verifique una privación
de la misma6. Es decir, situaciones donde se vigila o persigue a una persona, lo cual
altera su libertad.
En estos casos el juez ordenará que la autoridad requerida presente el mismo
informe que en el habeas corpus clásico y citará al amparado inmediatamente para la
audiencia prevista en la normativa vigente.
Para que proceda la acción se requieren razones fundadas o indicios vehementes
de que se privará de la libertad a una persona sin orden escrita de autoridad competente,
lo cual podría ocurrir, por ejemplo, en casos de seguimientos, hostigamientos o
amenazas de personal policial7, aunque ello no debe interpretarse como que imposibilita
la tarea investigativa en el marco de un proceso penal8.

§ b. El habeas corpus correctivo

Esta clase de habeas corpus se vincula con supuestos de agravamientos de las


condiciones de detención de una persona, independientemente de si se encuentra
condenada o detenida preventivamente.
Dado que lleva implícita la idea de evitar la mortificación del detenido, puede
también presentarse ante la sola amenaza de un agravamiento de las condiciones de
detención de la persona9. Sin embargo, el recurso debe atenerse a las circunstancias
5
CSJN, Fallos: 332:2544.
6
Cf. Gelli, María Angélica, Constitución de la Nación Argentina, tomo I, La Ley, Buenos Aires, 2008,
p. 663.
7
CSJN: Fallos 311:308.
8
Cf. Ledesma, Ángela, ob. cit., pp. 64 y 65.
9
Íd., p. 80.

3
existentes en el momento del dictado de la sentencia, de tal modo que la restricción a la
libertad que se invoca sea actual, es decir, contemporánea con la decisión judicial del
caso10.
Los casos de habeas corpus correctivos comprenden desde problemas de
hacinamiento11, traslados, alojamiento en comisarías, alimentación o salud de un
detenido12 hasta la posibilidad de presentarlo para garantizar el acceso al derecho a la
educación de un detenido –cf. artículo 142 de la Ley Nº 24.660-.

§ c. El habeas corpus colectivo

La Reforma constitucional de 1994 consagró expresamente en el artículo 43 del


texto fundamental la protección jurisdiccional de los derechos de incidencia colectiva y,
a partir de ello, la dogmática jurisprudencial ha ido configurando el alcance y los rasgos
particulares para su procedencia.
A partir del fallo “Verbitsky”13, la CSJN decidió extender la dimensión colectiva
otorgada a la acción de amparo al instituto del hábeas corpus correctivo. En este caso, el
Director del Centro de Estudios Legales y Sociales interpuso un habeas corpus
correctivo y colectivo a favor de la totalidad de los detenidos alojados en
establecimientos policiales superpoblados y/o en comisarías de la Provincia de Buenos
Aires. Para el Tribunal, el instituto del habeas corpus es una especie de amparo cuya
distinción reside en el particular derecho que protege -la libertad ambulatoria-, por lo
que también posee la dimensión colectiva que el texto constitucional otorgó a partir de
la Reforma de 1994 al amparo individual14. Tal vez, una de las conclusiones que llevó a
nuestro máximo Tribunal a resolver con este criterio ha sido la circunstancia fáctica,
prácticamente inobjetable, que demostró la existencia de “situaciones plurales” de todos
los sujetos privados de libertad en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, lo cual
generó, a su vez, la aparición de intereses colectivos. Estos son los que conducen a la
necesidad de admitir una acción igualmente plural, toda vez que al tener tal dimensión,
su satisfacción no puede lograrse mediante peticiones individuales15.
10
CSJN: Fallos: 312:579.
11
CSJN: Fallos: 327:5658.
12
CSJN: Fallos: 323:4108.
13
CSJN, Fallos: 328:1146.
14
Íd., considerando 16.
15
Cf. Rey, Sebastián Alejandro y Goldsman, Carolina, “La reciente jurisprudencia en materia de acción
de amparo colectivo”, Suplemento de Derecho Constitucional de La Ley, Buenos Aires, 22 de agosto
de 2006, pp. 85-93.

4
La dimensión colectiva no se aplica únicamente a casos actuales de lesiones sino
también potenciales.
En cuanto a la legitimación para incoar la acción se ha admitido a la Defensoría
General de la Nación, al Ministerio Público Fiscal, a organizaciones no
gubernamentales y asociaciones profesionales, como los colegios de abogados, entre
otras16.

§ d. El habeas corpus durante el estado de sitio

La Ley Nº 23.098 dispone que cuando el Poder Ejecutivo limite la libertad de


una persona en el marco de un estado de sitio -artículo 23 de la Constitución Nacional-,
mediante el procedimiento de habeas corpus los jueces podrán comprobar la legitimidad
de la declaración del estado de sitio; la correlación entre la orden de privación de la
libertad y la situación que dio origen a la declaración del estado de sitio; la agravación
ilegitima de la forma y condiciones en que se cumple la privación de la libertad, y el
efectivo ejercicio del derecho de opción -artículo 4º-.
Empero, en “Granada”17 la CSJN destacó que “son facultades privativas de los
Poderes Legislativo y Ejecutivo las referentes a la apreciación de las circunstancias de
hecho que tornan aconsejable la adopción del procedimiento de habeas corpus, por lo
cual la decisión de dichos poderes que instaura el estado de sitio no resulta revisable por
los jueces”.
La interpretación amplia de los poderes de los jueces para revisar la legalidad de
una detención no fue compartida por todos los magistrados durante la última dictadura
cívico-militar, lo que costó la vida de miles de personas. Esta práctica judicial motivó
que al reformarse la constitución en el año 1994 se incluyera específicamente la
posibilidad de interponer esta acción en casos de desaparición forzada de personas.
Sin embargo, debe señalarse que la CSJN en el caso “Zamorano” había afirmado
que podía controlar la aplicación por parte del Poder Ejecutivo de su poder de detener
personas y realizar un control de razonabilidad entre la adecuación de las causas que
motivaron una detención y los motivos que originaron la declaración el estado de sitio 18.
Similar criterio tuvo en “Timerman”, destacando que el Poder Ejecutivo debe
16
Cf. Ledesma, Ángela, ob. cit., p. 189. Ver, entre otros, CSJN: Fallos: 321:2691; 325:524; 329:3863 y
332:2544.
17
CSJN: Fallos: 307:2284.
18
CSJN: Fallos: 294:441.

5
proporcionar información suficiente a los jueces a los fines de poder realizar dicho
análisis19.

§ III. La jurisprudencia del sistema interamericano

En el ámbito del sistema interamericano de protección de los derechos humanos,


el artículo 7.6 de la CADH dispone que “[t]oda persona privada de libertad tiene
derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin
demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o
la detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona
que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o
tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho
recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o
por otra persona”. Esta disposición debe leerse conjuntamente con el artículo 25.1, que
establece que “[t]oda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales”.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha interpretado estas normas en
dos Opiniones Consultivas. En la Opinión Consultiva OC-8/87, la CIDH solicitó que la
Corte analice si el recurso de habeas corpus es una de las garantías judiciales que no
puede suspenderse por un Estado Parte de la CADH, porque algunos Estados habían
sancionado leyes y tenían una práctica judicial en ese sentido.
El tribunal destacó que “las garantías sirven para proteger, asegurar o hacer
valer la titularidad o el ejercicio de un derecho”20 y que aún en condiciones de grave
emergencia hay ciertos derechos y libertades que no admiten una suspensión transitoria
de su ejercicio por lo que es necesario que también subsistan las garantías judiciales
indispensables para su protección, entre las que se encuentran el habeas corpus y el
amparo.

19
CSJN: Fallos: 300:818.
20
El Hábeas Corpus bajo suspensión de garantías (arts. 27.2, 25.1 y 7.6 Convención Americana sobre
Derechos Humanos), CIDH, Opinión Consultiva OC-8/87 del 30 de enero de 1987. Serie A No. 8, párr.
25.

6
La vigencia de estas garantías implica también la intervención de un órgano
judicial independiente e imparcial, apto para determinar la legalidad de las actuaciones
que se cumplan dentro del estado de excepción 21. En particular, señaló que “es esencial
la función que cumple el hábeas corpus como medio para controlar el respeto a la vida e
integridad de la persona, para impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar
de detención, así como para protegerla contra la tortura u otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes”22.
En la Opinión Consultiva OC-9/87 agregó que para que un recurso exista en los
términos de la CADH, “no basta con que esté previsto por la Constitución o la ley o con
que sea formalmente admisible, sino que se requiere que sea realmente idóneo para
establecer si se ha incurrido en una violación a los derechos humanos y proveer lo
necesario para remediarla. No pueden considerarse efectivos aquellos recursos que, por
las condiciones generales del país o incluso por las circunstancias particulares de un
caso dado, resulten ilusorios. Ello puede ocurrir, por ejemplo, cuando su inutilidad haya
quedado demostrada por la práctica, porque el Poder Judicial carezca de la
independencia necesaria para decidir con imparcialidad o porque falten los medios para
ejecutar sus decisiones; por cualquier otra situación que configure un cuadro de
denegación de justicia, como sucede cuando se incurre en retardo injustificado en la
decisión; o, por cualquier causa, no se permita al presunto lesionado el acceso al recurso
judicial”23.
Por su parte, en el ejercicio de su competencia contenciosa, la CIDH realizó
diferentes manifestaciones sobre el instituto que nos ocupa a partir del precedente
“Velázquez Rodriguez”, donde profundizó la idea de la exigencia convencional de que
existan recursos adecuados y eficaces24.

21
Íd., párrs. 30 y 42.
22
Íd., párr. 35; CIDH, Caso Blake Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 24 de enero de 1998. Serie C
No. 36, párr. 104.
23
CIDH, Garantías judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana so-
bre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-9/87 del 6 de octubre de 1987. Serie A No. 9, párr.
24. En casos de patrones de ejecuciones extrajudiciales, el tribunal consideró que las víctimas no tuvie -
ron la posibilidad de interponer un recurso sencillo y efectivo que le permitiera hacer valer su derecho a
la libertad personal y eventualmente que le hubiese evitado las conculcaciones a sus derechos a la inte -
gridad personal y vida. Cf. Caso Juan Humberto Sánchez Vs. Honduras, CIDH, Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de junio de 2003. Serie C No. 99, párr. 85. En “Goiburú”
manifestó que “los tribunales de justicia normalmente se negaban a recibir y tramitar recursos de ha -
beas corpus en relación con medidas decretadas por el Poder Ejecutivo bajo dicho estado de sitio, medi -
da que no funcionó como un instrumento para afrontar situaciones excepcionales, sino como una herra -
mienta al servicio de una dictadura”. Caso Goiburú y otros Vs. Paraguay, CIDH, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de 2006. Serie C No. 153, párr. 112.

7
En reiteradas oportunidades hizo referencia a disposiciones o requisitos exigidos
que si bien no suspendieron de manera expresa la acción de habeas corpus que contiene
el artículo 7.6 de la Convención, en la práctica condujeron a la ineficacia del citado
instrumento tutelar en tanto recurso rápido y sencillo25.
En “Castillo Páez”, el tribunal consideró probada la ineficacia del recurso de
habeas corpus para lograr la libertad de las víctimas y, además, prevenir la desaparición
o indeterminación del lugar de detención y, en última instancia, asegurar el derecho a la
vida, en función de que agentes del Estado adulteraron el registro de ingreso de
detenidos, lo cual impidió localizarlas26.
Asimismo, destacó que el habeas corpus puede tener como finalidad no solo
lograr que un juez o tribunal competente decida, sin demora, sobre la legalidad de un
arresto o detención y, en caso de que éstos fuesen ilegales, la ejecución, también sin
demora, de una orden de libertad, sino también que el defensor y los familiares de un
detenido puedan entrevistarse con este último27.
Para el tribunal, la autoridad judicial encargada de resolver un recurso de habeas
corpus, entre los datos conducentes que debe analizar para definir si una detención es
arbitraria, se encuentra la competencia de la autoridad emisora de la orden de detención,
considerando los hechos imputados y las circunstancias de la persona a la que éstos se
atribuían28. Asimismo, el análisis por la autoridad competente del recurso judicial que
controvierte la legalidad de la privación de libertad no puede reducirse a una mera
formalidad, sino que debe examinar las razones invocadas por el demandante y

24
Cf. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras, CIDH, Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie
C No. 4.
25
Cf. Caso Neira Alegría y otros Vs. Perú, CIDH, Fondo. Sentencia de 19 de enero de 1995. Serie C
No. 20, párr. 77; Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador, CIDH, Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de
1997. Serie C No. 35, párr. 66; Caso Durand y Ugarte Vs. Perú, CIDH, Fondo. Sentencia de 16 de
agosto de 2000. Serie C No. 68, párr. 100; Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú, CIDH, Excep-
ción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C No.
137, párr. 114; Caso La Cantuta Vs. Perú, CIDH, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
noviembre de 2006. Serie C No. 162, párr. 112; Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez Vs. Ecuador,
CIDH, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007.
Serie C No. 170, párr. 129; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú, CIDH, Excepción Preliminar, Fondo, Re-
paraciones y Costas. Sentencia de 22 de Septiembre de 2009. Serie C No. 202, párr. 74 y Caso J Vs. Pe-
rú, CIDH, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de
2013. Serie C No. 275, párr. 171.
26
Cf. Caso Castillo Páez Vs. Perú, CIDH, Fondo. Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C No.
34, párrs. 81-83.
27
Cf. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú, CIDH, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de
mayo de 1999. Serie C No. 52, párr. 183
28
Cf. Caso Cesti Hurtado Vs. Perú, CIDH, Fondo. Sentencia de 29 de septiembre de 1999. Serie C No.
56, párr. 130.

8
manifestarse expresamente sobre ellas, de acuerdo a los parámetros establecidos por la
Convención Americana29.
En cuanto a la tramitación del recurso, destacó que pese al paso del tiempo
desde que supuestamente desapareció una persona, el recurso de habeas corpus puede
resultar eficaz para determinar su paradero o realizar importantes adelantos al respecto,
si se realizan de forma diligente las actuaciones procesales encaminadas a ello, tomando
en cuenta las amplias facultades del juez ejecutor y la obligación de las autoridades
estatales de brindarle la información requerida30. En particular, los jueces no pueden
conformarse con los escasos datos que las autoridades brinden como respuesta o
requerir información de forma muy específica y, ante la falta de ella, no solicitar datos
más generales sobre el paradero de las víctimas31.
Por último, en “Instituto de Reeducación del Menor” el recurso de hábeas corpus
genérico interpuesto con el propósito de reclamar las condiciones de reclusión en que
vivían los internos en dicho lugar de detención se resolvió casi cinco años después de
haber sido interpuesto. Por ende, la CIDH concluyó que la tramitación del recurso
excedió todo límite permisible y, además, impidió que el recurso sea efectivo puesto
que algunas de las personas a cuyo favor se interpuso ya no se encontraban en el
Instituto cuando se dio lugar32.

§ IV. La jurisprudencia del sistema europeo33

El artículo 5.4 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades


Fundamentales establece que “[t]oda persona privada de su libertad mediante detención
o internamiento tendrá derecho a presentar un recurso ante un órgano judicial, a fin de
que se pronuncie en breve plazo sobre la legalidad de su privación de libertad y ordene
su puesta en libertad si fuera ilegal”.
Para el TEDH el propósito del artículo 5 es prevenir la arbitrariedad y las
privaciones injustificadas de la libertad34. Por ende, cuando se trata de una privación de
29
Cf. Caso López Álvarez Vs. Honduras, CIDH, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febre-
ro de 2006. Serie C No. 141, párrs. 96 y 97.
30
Cf. Caso de las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador, CIDH, Fondo, Reparaciones y Costas. Sen-
tencia de 1 de marzo de 2005. Serie C No. 120, párr. 86.
31
Íd., párrs. 92 y 93.
32
Caso “Instituto de Reeducación del Menor” Vs. Paraguay, CIDH, Excepción Preliminar, Fondo, Re-
paraciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112, párr. 247.
33
Agradezco la colaboración de Marisol Dorrego en la búsqueda de la jurisprudencia del TEDH.
34
Cf. McKay v. the United Kingdom (GC), TEDH, 3/10/2006.

9
la libertad es importante que se observe el principio de certeza legal y las condiciones
para las privaciones de la libertad bajo la normativa interna de cada Estado deben
definirse con claridad y ser razonables35.
La ausencia de un razonamiento motivado por parte de los tribunales internos
sobre las detenciones es tomada en cuenta por el TEDH para analizar si una detención
fue legítima o no. La ausencia de cualquier motivación por parte de las autoridades
internas en su decisión de autorizar una detención prolongada es incompatible con el
Convenio36.
En tales casos el artículo 5.4 provee a las personas detenidas del derecho de
buscar una revisión judicial respecto a su detención37 y, a la vez, protegerlas contra las
detenciones arbitrarias38. Es decir, el Convenio dispone que deba existir un recurso
frente a una detención y la posibilidad de examinar su legalidad 39. En aquellos casos en
los que la detención pueda ser prolongada, la posibilidad de interponer un recurso en los
términos del artículo 5.4 del Convenio debe estar contemplada por la legislación
interna40.
El recurso de habeas corpus debe tramitar ante un órgano de carácter judicial
que sea independiente del Poder Ejecutivo y de las partes del caso 41. Asimismo, este
remedio judicial debe ser rápido y capaz de examinar no solo la legalidad de la
detención sino también darle fin en caso de que aquélla resultase arbitraria. Estas
circunstancias deben ser determinadas de acuerdo a las características de cada caso en
concreto42.
Por último, al evaluar la rapidez con la que se tramita el recurso contra una
detención arbitraria, el TEDH toma en consideración la actitud diligente por parte de las
autoridades, cualquier obstrucción causada por parte de la persona detenida y otros
factores que puedan causar retrasos en la tramitación del recurso que no sean
imputables al Estado parte43.

§ V. Conclusiones
35
Cf. Creangă v. Romania (GC) 23/02/2012 y Medveyev and Others v. France (GC), TEDH ,
29/03/2010.
36
Cf. Stašaitis v. Lithuania, TEDH, 21/03/2002.
37
Cf. Mooren v. Germany (GC), TEDH, 09/07/2009 y Rakevich v. Russia, TEDH, 28/10/2003.
38
Cf. Koendjbiharie v. the Netherlands, TEDH, 25/10/1990.
39
Cf. Idalov v. Russia (GC), TEDH, 22/05/2012 y Reinprecht v. Russia, TEDH, 15/11/2005.
40
Cf. Kafkaris v. Cyprus (no. 2), TEDH, 21/06/2011.
41
Cf. Stephens v. Malta (no.1), TEDH, 21/04/2009.
42
Cf. Baranowski v. Poland, TEDH, 28/03/2000 y Rehbock v. Slovenia, TEDH, 28/11/2000.
43
Cf. Mooren v. Germany (GC), TEDH, 09/07/2009 y Kolompar v. Belgium, TEDH, 24/09/1992.

1
0
En el presente capítulo se intentó dar cuenta acerca de los avances normativos y
los criterios jurisprudenciales en relación al instituto del habeas corpus tanto a nivel
nacional como en los dos sistemas regionales de protección de los derechos humanos
más importantes.
De este modo, las diferentes modalidades del recurso de habeas corpus
reconocidas por la normativa argentina con posterioridad a la reforma constitucional de
1994 se ve enriquecida por los criterios establecidos por la CIDH, de aplicación
obligatoria para los tribunales argentinos de conformidad con la doctrina del “control de
convencionalidad”44.

44
Cf. Rey, Sebastián Alejandro, “La Corte Suprema de Justicia de la Nación y su recepción de la
doctrina interamericana del control de convencionalidad”, Jurisprudencia Argentina, 2013-II, Abeledo
Perrot, 24 de abril de 2013, pp. 28/33.

1
1

También podría gustarte