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Villegas
Paiva
August 2011
* Nota de Gaceta Constitucional: la STC Exps. Nºs 01413-2010-PHC/TC y 03900-2010-PHC/TC (acumulados), objeto del pre-
sente comentario ha sido publicada en Jurisprudencia del Tribunal Constitucional, Tomo 19, Gaceta Jurídica, Lima, julio de 2011,
pp. 43-52.
** Egresado de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Director Académico del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias
Penales (CEICPE). Miembro del área penal del Estudio Vargas Rodríguez & Asociados-Consultores Abogados (Chiclayo).
1 Cfr. RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Ricardo. Derechos fundamentales y garantías individuales en el proceso penal. Comares, Gra-
nada, 2000, p. 11. CORDÓN MORENO, Faustino. Las garantías constitucionales del Derecho Penal. Arazandi, Navarra, 1999,
pp. 178 y 179.
2 OBANDO BLANCO, Víctor. El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva en la jurisprudencia. Segunda edición, Palestra, Lima,
2002, p. 209.
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concreto en su resolución, sino que debe ex- afectación arbitraria contra uno de los dere-
poner clara y detalladamente los argumentos chos más preciados de un ser humano como lo
de los que se sirve para llegar a dicho pronun- es su libertad, hecho que no tiene cabida en un
ciamiento, es decir, se trata de la congruencia Estado Constitucional de Derecho.
que debe coexistir entre los fundamentos (re-
En el presente estudio desarrollaremos el tema,
lato fáctico) y el contenido del fallo (norma ju-
apenas reseñado en las líneas precedentes,
rídica). Solo así los justiciables podrán ejercer
con corrección los derechos de defensa y con- examinaremos –con la limitaciones de espa-
tradicción, consustanciales a las reglas del fair cio que nos impone un trabajo de esta natura-
trial (proceso justo)3. leza– los aspectos más relevantes del derecho
a la debida motivación de las resoluciones ju-
Tal exigencia se vuelve mucho más estricta diciales y su especial incidencia en el marco
cuando de un proceso penal se trata, en tan- de la detención judicial preventiva con mo-
to la actuación del ius puniendi contiene las tivo de la reciente sentencia expedida por el
intromisiones más graves contra los derechos Tribunal Constitucional (en adelante, TC) en
fundamentales de las personas, como lo es la los Exps. Nºs 01413-2010-PHC/TC y 03900-
prisión preventiva –o mandato de detención 2010-PHC/TC (acumulados), donde resolvió
según el Código Procesal Penal de 1991 (en el recurso de agravio constitucional interpues-
adelante, CPP de 1991)–, medida coercitiva to a favor de Eva Lorena Bracamonte Fefer y
que consiste en la privación temporal de la li- Liliana Castro Mannarelli, declarando infun-
bertad personal del imputado con la finalidad dada la demanda por considerar que la Reso-
de asegurar el éxito del proceso (asegurar la lución de 8 de setiembre de 2009, emitida por
presencia del imputado en la sede judicial y la el Décimo Sétimo Juzgado Especializado en
efectividad de la sentencia). lo Penal de Lima, y la Resolución de fecha
Por ello, dicha medida a parte de estar suje- 5 de noviembre de 2009, emitida por la Se-
ta a los principios de legalidad, provisiona- gunda Sala Especializada en lo Penal para
lidad, necesidad, proporcionalidad, instru- procesos con Reos Libres de la Corte Supe-
mentalidad y la presencia conjunta de los rior de Justicia de Lima –que decretaron y
presupuestos materiales regulados en el ar- confirmaron el mandato de detención judicial
tículo 135 del CPP de 1991, que justifican su preventivo en contra de las actoras del hábeas
imposición4; debe estar especialmente motiva- corpus y cuya nulidad era el objeto de pre-
da en la resolución que la ordena, de tal modo tensión de la demanda– cumplían con la exi-
que su adopción esté racionalmente sustenta- gencia constitucional de motivación de las
da como medida inevitable, al no haber ningu- resoluciones judiciales, al expresar una sufi-
na otra medida idónea y eficaz para coadyuvar ciente justificación para imponer y confirmar
al éxito del proceso penal, así como el inte- el mandato de detención provisional, por lo
rés de la sociedad en que las conductas delic- que –según el TC– no habiéndose acreditado
tivas sean perseguidas y sancionadas. De esa la vulneración de este derecho ni los demás
forma, todos podrán conocer que tal imposi- reclamados en conexidad con el derecho a la
ción es necesaria, válida y razonable, y no una libertad individual.
3 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “La debida motivación de las resoluciones jurisdiccionales y su incidencia en el marco de la
prisión preventiva. Comentario a la sentencia del Exp. Nº 05490-2007-PHC/TC (caso Elvito Rodríguez)”. En: Jus Constitucional.
Nº 8, Grijley, Lima, 2008, pp. 103 y 104.
4 En el procesal penal de 2004 los presupuestos materiales de la prisión preventiva están regulados en el artículo 268.
II. LA DEBIDA MOTIVACIÓN DE LAS RE- valoración jurídica. Ahora bien, esta funda-
SOLUCIONES JUDICIALES mentación, para una adecuada motivación, no
1. Concepto y contenido dependerá de la extensión de la resolución ju-
dicial, ni del avocamiento del magistrado para
La motivación de las resoluciones judiciales responder a cada una de las alegaciones for-
se refiere a la justificación razonada que hace muladas por las partes, pues de lo que se trata
jurídicamente aceptable a una decisión judi- es que la decisión final esté precedida de una
cial, es sinónimo de justificación y, por ello, la argumentación racional que la fundamente, lo
esencia de este concepto se encuentra en que cual dependerá del caso en concreto. Como
su decisión es conforme a Derecho y ha sido sostiene Pico I Junoy: “No se trata de exigir
adoptada con sujeción a la ley. No basta que se a los órganos jurisdiccionales una argumenta-
explique cual fue el proceso sicológico y so- ción extensa, exhaustiva o pormenorizada que
ciológico para llegar a la decisión, sino que se vaya respondiendo, punto por punto, a cada
requiere, además, demostrar o poner de ma- una de las alegaciones de las partes, ni impe-
nifiesto que las razones por las que se tomó dir la fundamentación concisa o escueta que
una decisión son aceptables desde la óptica del en cada caso estimen suficiente quienes ejer-
ordenamiento5. cen la potestad jurisdiccional”8.
Como ha sostenido el Tribunal Constitucional: En esta línea, el TC en la sentencia que nos
“El derecho a la debida motivación de las re- ocupa ha expresado –en su fundamento jurídi-
soluciones importa que los jueces, al resolver co 5– que: “[L]a Constitución no garantiza una
las causas, expresen las razones o justificacio- determinada extensión de la motivación, por
nes objetivas que los lleven a tomar una de- lo que su contenido esencial se respeta siem-
terminada decisión. Esas razones (…) deben pre que exista fundamentación jurídica, con-
provenir no solo del ordenamiento jurídico vi- gruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por
gente y aplicable al caso, sino de los propios sí misma, exprese una suficiente justificación
hechos debidamente acreditados en el trámite de la decisión adoptada, aun si esta es breve o
del proceso”6. concisa, o se presenta el supuesto de motiva-
ción por remisión. Tampoco garantiza que, de
En tal perspectiva, la motivación de las resolu-
manera pormenorizada, todas las alegaciones
ciones judiciales está configurada por las razo-
que las partes puedan formular dentro del pro-
nes de hecho y de Derecho que sirven al juzga-
ceso sean objeto de un pronunciamiento ex-
dor para fundamentar su decisión de la causa
preso y detallado (…)” (véase, entre otras, la
sometida a su conocimiento. Es, pues, la fun-
STC Exp. N° 01230-2002-HC/TC, fundamen-
damentación fáctica y jurídica de la decisión
to 11). Esto es así en tanto hay grados de mo-
judicial7.
tivación, pues la motivación ausente resulta
Con la debida fundamentación se garantiza inconstitucional; sin embargo, la fundamenta-
que la decisión expresada en el fallo o reso- ción jurídica que presente una suficiente jus-
lución sea consecuencia de una deducción ra- tificación que sustente lo resuelto no resulta
zonada de los hechos, de las pruebas y de su inconstitucional, lo que debe ser apreciado en
5 COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las sentencias. Sus exigencias constitucionales y legales. Tirant lo Blanch,
Valencia, 2003, pp. 38 y 39.
6 STC Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC, f. j. 6.
7 Cfr. TICONA POSTIGO, Víctor. “La motivación como sustento de la sentencia objetiva y materialmente justa”. En: Cuadernos de in-
vestigación y jurisprudencia. Nº 9, Año 3, Poder Judicial, Lima, 2004, p. 2; COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. Ob. cit., p. 157; DE
LA RÚA, Fernando. Teoría general del proceso. Depalma, Buenos Aires, 1991, p. 146; ZAVALETA RODRÍGUEZ, Roger. “Motivación
de las resoluciones judiciales”. En: CASTILLO ALVA, José Luis; LUJÁN TÚPEZ, Manuel; ZAVALETA RODRÍGUEZ, Roger. Razona-
miento judicial. Interpretación, argumentación y motivación de las resoluciones judiciales. Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 335.
8 PICÓ I JUNOY, Joan. Las garantías constitucionales del proceso. Primera edición y tercera reimpresión, Bosch, Barcelona, 2002,
p. 61.
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el caso en particular (Cfr. STC 02004-2010- la ignorancia y olvido total de las alegacio-
PHC/TC, fundamento 5)”. nes al desarrollo y respuesta de todas ellas. Es
posible, entonces, que se ignoren determina-
Por ello, estamos de acuerdo con la posición
das alegaciones, hechos impeditivos o prueba,
asumida por el TC, pues si bien lo extraordi-
siempre que sean de relevancia secundaria y
nario desde un enfoque constitucional sería
no constituya una alegación esencial10.
dar respuesta pormenorizada, expresa y de-
tallada a todas las alegaciones que las par- 2. Funciones
tes hayan formulado dentro del proceso, ello
terminaría por colocar niveles impracticables La debida motivación de las resoluciones ju-
y de difícil cumplimiento a la hora de moti- risdiccionales tiene una función endoprocesal
var las resoluciones judiciales. Basta imagi- y otra extraprocesal, veamos:
nar las peticiones y alegaciones absurdas ale- 2.1. Función endoprocesal
jadas de los hechos y prueba, las alegaciones
impertinentes que no guardan relación con- La motivación permite el pleno ejercicio del
creta con el material fáctico o con el objeto derecho de defensa, en tanto busca que las par-
del proceso para darse cuenta cuan peligro- tes conozcan los fundamentos y razones deter-
so y difícil sería llevar hasta sus extremos la minantes de la decisión judicial, lo cual lle-
garantías de motivación de las resoluciones vará o permitirá que posteriormente tengan la
judiciales en su conexión con el derecho de posibilidad de impugnarla cuando no están de
defensa9. acuerdo con lo resuelto por el juez. En ese sen-
tido, Ariana Deho11 estima que al poder cono-
Sin embargo –como señala Castillo Alva–; cer la ratio decidendi de la resolución se podrá
una cosa es sostener que no es necesario dar detectar esos errores que se mantendrían ocul-
respuesta a todas y cada una de las alegacio- tos, sino se explicitarán por escrito, a los efec-
nes, y otra muy distinta es afirmar que se deba tos de poder utilizar las impugnaciones ende-
ignorar las alegaciones de las partes. Ya sea rezadas a reparar tales errores.
en cuanto a hechos impeditivos, prueba o con-
sideraciones jurídicas. En tal sentido, lo que Sobre este aspecto, la Corte Interamericana de
debe buscarse –siguiendo al autor citado– es Derechos Humanos, (Corte IDH) refiere que:
un equilibrio y ponderación adecuada que per- “[L]a motivación de la decisión judicial es
mita la conexión y coexistencia entre el dere- condición de posibilidad para garantizar el de-
cho de defensa y el deber de motivar las reso- recho de defensa. En efecto, la argumentación
luciones. Y ello solo se alcanza cuando, por lo ofrecida por el juez debe mostrar claramente
menos, se analizan, debaten y ponderan en la que han sido debidamente tomados en cuenta
resolución las principales y/o esenciales ale- los argumentos de las partes y que el conjunto
gaciones de las partes, aun cuando no se ago- de pruebas ha sido analizado rigurosamente,
te ni ultime la discusión de todas y cada una más aún en ámbitos en los que se comprome-
de [estas]. Esta posición intermedia permi- ten derechos tan importantes como la libertad
te evitar extremos perniciosos que van desde del procesado”12.
9 Cfr. CASTILLO ALVA, José Luis. “El derecho de defensa y su relación con el deber de motivar las decisiones judiciales”. En: Jus
Doctrina & Práctica. Nº 4, Grijley, Lima, 2007, p. 122.
10 CASTILLO ALVA, José Luis. Ob. cit., p. 122.
11 ARIANA DEHO, Eugenia. “Deber de motivación escrita de las resoluciones judiciales”. En: La Constitución comentada. Primera
edición, primera reimpresión, Gaceta Jurídica, Lima, 2006, p. 507.
12 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez, sentencia del 31 de noviembre de 2007,
párr. 118.
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“
rantía de la “no arbitrariedad”, diccional debe señalar, en su
[La] fundamentación,
la motivación debe ser justi- para una adecuada moti- parte considerativa, de su reso-
ficada de manera lógica. De vación, no dependerá de lución los fundamentos jurídi-
ahí que la exigencia de moti- la extensión de la resolu- cos que ha empleado, los cua-
vación, como señala Colomer, ción judicial, ni del avo- les lo han conducido a resolver
no sea el mero hecho de redac- camiento del magistrado el caso de una forma determi-
tar formalmente sino que la para responder a cada una nada y no de otra.
justificación debe ser racional de las alegaciones formu-
y lógica como garantía frente ladas por las partes, pues Ahora bien, hay casos en los
al uso arbitrario del poder”20. de lo que se trata es que que se admite la motivación
la decisión final esté pre- por remisión, es decir, que el
Al ser un límite contra la ar- cedida de una argumenta- juez superior, por ejemplo,
”
bitrariedad, la debida motiva- ción racional. confirme una sentencia de pri-
ción, regulada en el 135, inci- mera instancia estableciendo
so 5, de nuestra Constitución21, “por sus propios fundamen-
es a la vez una garantía cons- tos” con referencia a la moti-
titucional del debido proceso y la tutela judi- vación que ha realizado el a quo23.
cial efectiva, pues mediante el conocimiento
de las razones que tuvo el juzgador para emitir 3.2. Motivación clara
pronunciamiento, se verificaría si la interpre- El pensamiento del juzgador debe ser aprehen-
tación desarrollada se condice con el Derecho, sible, comprensible y examinable, las ideas
lo que conduciría a respetar el debido proceso que se expresan no deben dejar lugar a du-
y favorecer la tutela judicial efectiva. Como das24. La motivación clara puede establecerse
afirma el Tribunal Constitucional “mediante como imperativo procesal en la medida en que
ella, por un lado, se garantiza que la adminis- las partes son los destinatarios directos de la
tración de justicia se lleve a cabo de confor- resolución de un conflicto ante el Poder Judi-
midad con la Constitución y las leyes (artículo cial. Y es que la exigencia de motivar las re-
138 de la Constitución) y, por otro, que los jus- soluciones deviene del principio de impug-
ticiables puedan ejercer de manera efectiva su
nación, lo que supone indispensable que las
derecho de defensa”22.
partes conozcan qué es lo que se va a impug-
3. Requisitos para una debida motivación nar, pues de otra forma el derecho a la defensa
se vería restringido de modo irrazonable.
3.1. Motivación expresa
3.3. Respeto a las máximas de la experiencia
Por exigencia de una motivación escrita de las
resoluciones judiciales, regulada en el artículo Las máximas de la experiencia se cons-
139.5 de la Constitución, el órgano encargado tituyen a partir de las reglas de la vida, las
19 TOYOHAMA ARAKAKI, Miguel. “El deber de motivación de las resoluciones judiciales y la determinación judicial de la pena”. En:
Actualidad Jurídica. Nº 194, Gaceta Jurídica, Lima, enero de 2010, p. 154.
20 COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. Ob. cit, p. 97.
21 Constitución Política del Perú
Artículo 139.- Principios de la función jurisdiccional
Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
22 SSTC Exps. Nºs 01091-2002-HC/TC, f. j. 17; 05608-2007-PHC/TC, f. j. 1; y, 01699-2008-PHC/TC, f. j. 2.
23 TORRES ZÚÑIGA, Natalia. “El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales. Reflexiones a la luz del hábeas cor-
pus a favor de Giuliana Llamoja”. En: Actualidad Jurídica. Nº 180, Gaceta Jurídica, Lima, 2008.
24 ESPINOZA CUEVA, Carla. Teoría de la motivación de las resoluciones judiciales y jurisprudencia de casación y electoral. Corte
Nacional de Justicia-Tribunal Contencioso Electoral, Quito, 2010, p. 64.
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ANÁLISIS Y CRÍTICA
4.4. La motivación insuficiente de las facultades del juez, siempre que este
proceda de conformidad con los fines esencia-
Se refiere al mínimo exigible para que la de-
les de los procesos”27.
cisión esté motivada adecuadamente y para
que satisfaga el derecho del justiciable y de
III. PRESUPUESTOS DEL MANDATO DE
la sociedad de conocer las razones que apo- DETENCIÓN Y EL DERECHO FUNDA-
yan la decisión judicial. En este supuesto exis- MENTAL A LA DEBIDA MOTIVACIÓN
te un inadecuado control de aspectos lógicos DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
formales y defectos en la valoración proba- La prisión preventiva28 como medida caute-
toria, vulnerándose el principio lógico de ra- lar (de naturaleza personal) tiene una finalidad
zón suficiente26. No se trata de dar respuestas a
instrumental, la cual consiste en la realización
cada una de las pretensiones planteadas, la in-
exitosa del proceso penal y de sus consecuen-
suficiencia vista aquí, en términos generales,
cias, en tal sentido, su objetivo es asegurar la
solo resultará relevante desde una perspecti-
presencia del imputado a sede judicial y la
va constitucional si es que la ausencia de ar-
gumentos o la “insuficiencia” de fundamentos efectividad de la sentencia; de ello se colige
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustan- que no tiene el carácter de medida punitiva29.
cia se está decidiendo. La prisión preventiva –y en general, todas las
4.5. La motivación sustancialmente incon- medidas coercitivas– no tienen el carácter de
gruente sanción, ya que no son penas, sino medidas
instrumentales, que se conciben como formas
Los órganos judiciales están obligados a resol- de restricción imprescindibles para neutralizar
ver las pretensiones de las partes congruente- los peligros que puede tener la libertad de la
mente con los términos en que han sido plan- persona que lleven a que se impida el descu-
teadas, sin ir más allá de lo solicitado por las brimiento de la verdad, por una parte, y la ac-
partes, ni otorgar algo distinto a lo solicitado tuación de la ley sustantiva, por la otra30.
por aquellas, u omitir pronunciarse sobre al-
gún pedido. Esto último debe matizarse con Si bien es cierto que la prisión preventiva se
el principio iura novit curia que establece qué constituye en la injerencia más grave en la es-
órgano jurisdiccional competente debe aplicar fera de la libertad personal31 con vistas a ase-
el Derecho que corresponda al proceso, aun- gurar el proceso; sin embargo, resulta en al-
que no haya sido invocado por las partes o lo gunos casos in extremis indispensable para
haya sido erróneamente. A decir del TC, “esta lograr una persecución penal eficiente32. En tal
actuación no representará una extralimitación sentido, su utilización será legítima en tanto
sea la última ratio entre las medidas coerciti- Córdova–, se debe mostrar cuál es el peligro
vas que se necesiten aplicar a un procesado; de procesal que intenta afrontar; debe argumen-
ese modo, se trata de armonizar dicho instituto tar que el auto de prisión cautelar es la medi-
con la presunción de inocencia33. da menos restrictiva de las igualmente idóneas
para alcanzar la finalidad propuesta y debe
Para cumplir con lo precisado, su imposición
apelar a las concretas circunstancias del sujeto
debe estar sujeta, por un lado, a los principios
procesado para argumentar la posibilidad del
de legalidad, jurisdiccionalidad, prueba sufi-
peligro procesal que dice estar presente en el
ciente, instrumentalidad, proporcionalidad,
caso, así como la necesidad del mandato de
provisionalidad y, por otro, debe darse la con-
prisión preventiva35.
currencia de los presupuestos materiales que
justifican tal medida, regulados en el artículo Conforme a lo sostenido hasta aquí, resulta
135 del CPP de 1991. acertado sostener, como lo hace Peña Cabre-
ra Freyre, que: “La presencia de los elementos
Asimismo, la resolución que ordena el man-
que se encuentran contenidos en la redacción
dato de detención preventiva debe estar debi-
normativa del artículo 135 del Código Proce-
damente fundamentada, para demostrar que la
sal Penal de 1991, deben tener fiel reflejo en la
decisión adoptada es racional y no un capricho
resolución jurisdiccional que imponga la pri-
del juzgador que afecta indebidamente el de-
sión preventiva, en el sentido de que el juez ha
recho fundamental a la libertad personal. Es
de valorar cada uno de ellos, mediando un ra-
más, tratándose del mencionado instituto, “la
zonamiento lógico-jurídico, que revista la de-
exigencia de motivación debe ser más estricta,
cisión de validez y razonabilidad. Exposición
pues solo de esa manera es posible despejar la
de hechos y de Derecho que, en conjunto, in-
ausencia de arbitrariedad en la decisión judi-
ciden en el plano de motivación de la resolu-
cial, a la vez que con ello se permite evaluar si
ción, conforme a la exigencia constitucional,
el juez penal ha obrado de conformidad con la
cuyo incumplimiento puede dar lugar a una
naturaleza excepcional, subsidiaria y propor-
decisión per se arbitraria, que ha de ser en-
cional de la prisión preventiva”34.
mendada a través de una acción constitucional
La motivación del auto de prisión preventi- de hábeas corpus”36.
va condiciona la validez del principio de pro-
porcionalidad, porque solo puede verificarse 1. Fumus delicti comissi
su existencia cuando una adecuada motiva- El artículo 135.1 del CPP de 1991 señala como
ción de las razones que la justifican confirma primer presupuesto condicionante para la im-
la presencia de los requisitos de idoneidad, ne- posición del mandato de detención preventiva
cesidad y proporcionalidad en sentido estric- que, de los primeros recaudos sea posible de-
to. En tal perspectiva –como explica Castillo terminar: “Que exist[a]n suficientes elementos
2002, pp. 439, 482 y 483; PASTOR, Daniel. Tensiones. ¿Derechos fundamentales o persecución penal sin límites? Ad-Hoc, Bue-
nos Aires, 2004, p. 186; REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. En busca de la prisión preventiva, Jurista Editores, Lima, 2006, pp. 84,
85 y 115.
33 “[Al ser] los derechos fundamentales límites a la actuación del legislador, las medidas de la restricción de la libertad ambulato-
ria, cuando no se producen a consecuencia de la imposición de una pena, quedan justificadas únicamente como última ratio, en
la medida en que resulten absolutamente imprescindibles y necesarias para la defensa de bienes jurídicos fundamentales en un
proceso penal y siempre que no hayan otros mecanismos radicales para conseguirla. Caso contrario, se produce una afectación
al derecho a la libertad individual y al principio informador de presunción de inocencia” (STC Exp. Nº 0731-2004-PHC/TC, f. j. 4).
34 Véanse SSTC Exp. Nºs 1091-2002-HC/TC, f. j. 18; y 03784-2008-PHC/TC, f. j. 7. Acogiendo este criterio, el CPP de 2004 pres-
cribe en el artículo 271, numeral 3, que “el auto de prisión preventiva será especialmente motivado, con expresión sucinta de la
imputación, de los fundamentos de hecho y de Derecho que lo sustente, y la invocación de las citas legales correspondientes”.
35 CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Criterios de interpretación para evaluar la constitucionalidad del mandato de detención”. En: Actua-
lidad Jurídica. Nº 137, Gaceta Jurídica, Lima, 2005.
36 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. Ob. cit., p. 105.
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ANÁLISIS Y CRÍTICA
“
un delito que vincule al impu- adecuadamente sustentado o
[L]a presencia del pe-
tado como autor o partícipe ligro procesal (en el caso motivado, pues en las resolu-
del mismo”. en concreto, peligro de ciones cuestionadas –según la
Esta suficiencia probatoria fuga) y su concurrencia cita que de ellas hace el TC en
constituye el fumus delicti co- con los otros presupues- la sentencia y que nos permiti-
tos (suficiencia probatoria mos reproducir textualmente–
missi (equivalente al fumus del fumus delicti comissi y se argumenta que:
boni iuris exigible en el De- la prognosis de pena), los
recho Civil), el cual consta de cuales fueron debidamen- “[C]omo ya se tiene anota-
dos reglas37: la primera, refe- te motivados, hacen ra- do, los indicios razonables
rida a constatar en la causa zonable la medida de de- aportados por el fiscal pro-
la existencia de un hecho que tención judicial preventiva vincial, confluyen (…)”.
dictada [en contra de las
”
presenta los caracteres del de-
lito –relacionados con sus as- beneficiadas]. En cuanto a Eva Lorena
pectos objetivos–, la cual debe Bracamonte Fefer “(…) ha-
ser mostrada por los actos de bría contratado los servi-
investigación, los cuales de- cios ilícitos del [asesino]
ben ofrecer plena seguridad sobre su acaeci- (…), postura que se infiere de los reportes
miento; y, la segunda, que está en función del e informes de Telefónica (…) que mues-
juicio de imputación contra el inculpado, jui- tra que este llamó a Eva Bracamonte Fe-
cio que debe contener un elevadísimo índice fer (celular número 98735559), utilizan-
de certidumbre y verosimilitud –o alto grado do el celular de la agraviada, sin que esta
de probabilidad– acerca de su intervención en situación haya sido rebatida convincente-
el delito. mente por la denunciada (…); la denun-
ciada, reconoce que (…) descendió de su
La actividad probatoria –como sostiene Reyna
dormitorio ubicado en el segundo piso del
Alfaro38– desarrollada a lo largo de la fase pre-
inmueble al primer nivel (…) hasta en dos
liminar debe mostrar suficiencia, no solo de la
oportunidades (…), [resultando que] el
realización de un hecho punible sino de la in-
empleado doméstico (…) antes de descu-
tervención del imputado en este. Así, nos refe-
brir el cadáver, encontró las llaves de la
rimos a que los elementos recolectados en los
puerta del garaje de la residencia sin se-
actos de investigación, al momento de ser va-
guros y con las luces encendidas, pese a
lorados, arrojen un alto grado de probabilidad
que este, la noche anterior (…) las había
de que el imputado ha intervenido en el hecho
asegurado y apagado respectivamente; sin
punible, es decir, para la imposición de esta
embargo (…) [la] denunciada habría sido
medida cautelar, no resulta suficiente la sim-
la última con acceso al ingreso a las puer-
ple posibilidad pero tampoco es necesario un
tas del domicilio donde se produjo el cri-
juicio de certeza39.
men (…). Se pone de relieve como indicio
Bajo estas consideraciones, creemos que en incriminante la situación de las llamadas
el caso que nos ocupa, el primer presupuesto telefónicas, que contradictoriamente la
37 Ortells Ramos, citado por SAN MARTÍN CASTRO, César. “La privación de la libertad personal en el proceso penal y el Dere-
cho Internacional de los Derechos Humanos”. En: Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano-2004. Tomo II, Fundación
Konrad-Adenauer, Montevideo, 2004, p. 627.
38 REYNA ALFARO, Luis Miguel. Ob. cit., p. 339.
39 Cfr. VILLEGAS PAIVA, Elky Alexander. “Principios y presupuestos de la prisión preventiva en el nuevo Código Procesal Penal”.
En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 18, Gaceta Jurídica, Lima, febrero de 2011, p. 286; REYNA ALFARO, Luis Miguel.
Ob. cit., p. 322; SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. “Análisis del peligro procesal en el mandato de detención aplicado en el
caso Carlos Cacho”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 22, Gaceta Jurídica, Lima, mayo de 2011, p. 181.
denunciada (…) ha negado, por corres- correctamente la existencia del fumus delic-
ponder al marco temporal que coincide ti comissi.
con el momento de la ejecución del cri-
men; (…) [y entre otro], con posterioridad 2. La prognosis de pena
a los hechos, en el mes de julio de dos mil Este presupuesto se haya regulado en el
siete, viajó en compañía de Liliana Cas- artículo 135.2 del CPP de 1991 en los si-
tro Mannarelli a la República Argentina, guientes términos: “Que la sanción a impo-
país donde el autor (…) se encuentra dete- nerse o la suma de ellas sea superior a un
nido por extorsión; y desde allí solicitó te- año de pena privativa de libertad o que exis-
lefónicamente que se le remita un giro de tan elementos probatorios sobre la habitua-
dinero por cinco mil dólares, tal como se lidad del agente al delito. La referencia le-
advierte de [una] manifestación (…) reali- gal de la sanción a imponerse hace alusión
zada en presencia del Ministerio Público, a la pena concreta y no a la pena abstracta,
lo que coincide en cuanto al viaje y a la so- por ello, el juez debe tomar en considera-
licitud de dinero, con la indagatoria de [la ción todos aquellos elementos que incidan
denunciada] (…) quien indica que el di- en el ámbito de la individualización judicial
nero lo gastó en hospedaje y compras de de la pena”.
ropa, comida y otros, sin haber sustentado
dichos gastos”. En el caso en concreto, Eva Lorena Braca-
monte Fefer y Liliana Castro Mannarelli vie-
En cuanto a Liliana Castro Mannarelli nen siendo procesadas por los delitos de parri-
“(…) habría mantenido relación conviven- cidio y homicidio calificado, respectivamente.
cial con Eva Lorena Bracamonte desde el De las actuaciones en la investigación se tie-
día siguiente del asesinato de [la agravia- ne que el juzgado penal emplazado argumen-
da] hasta la actualidad (…), sin haber nin- ta, teniendo en cuenta la presencia de este pre-
guna aparente o convincente justificación supuesto –siempre, según la cita realizada por
(…) Eva Lorena Bracamonte Fefer (…) el TC– que:
le transfirió de manera informal el 50%
de las acciones de la Inmobiliaria Side- “(…) en la eventualidad de que el órgano
ral, transferencia que se ha mantenido con jurisdiccional competente, determine en su
reserva (…), no obstante el elevado valor oportunidad la responsabilidad penal de
de las acciones, que sobrepasan el mon- los denunciados (…), la sanción a impo-
to de 645,507.08 dólares americanos, [y] nerse podría superar el año de pena priva-
habi[endo] conocido poco tiempo a Eva tiva de la libertad. Con lo cual, también se
Lorena Bracamonte Fefer, fue nombrad[a] satisface la prognosis de pena que exige la
inicialmente como relacionista pública y norma procesal”.
luego como Gerente Administrativo de la
empresa (…), con sueldo similar a su co- Asimismo, debe tenerse en cuenta que si se
denunciada, además de no haber mencio- alega un error en la valoración de la progno-
nado en su declaración indagatoria el ha- sis de pena, ello no puede ser analizado en
ber recibido en transferencia el 50% de un proceso constitucional, pues ese asunto es
dichas acciones”. competencia de la justicia penal ordinaria. En
este sentido el TC en la STC Exp. 1091-2002-
Con estos argumentos, resulta razonable HC/TC, f. j. 2, ha dicho que el supuesto tema
considerar la probable intervención de las de la errada prognosis de la pena es un as-
actoras del hábeas corpus en el delito per- pecto que, (…), no se analizará en abstracto,
petrado. La certeza de ello o, por el con- pues no es un tema que se encuentre dentro
trario, su desvanecimiento, se logrará con de las competencias de este Supremo Intér-
el desarrollo del proceso. Desde nuestro prete de la Constitución, sino de la jurisdic-
punto de vista, en el caso se ha motivado ción ordinaria.
196
ANÁLISIS Y CRÍTICA
3. El peligro procesal (periculum in mora) Para Sánchez Córdova44 se puede prever este
Este presupuesto es el más importante de to- peligro cuando el imputado, por diversas razo-
dos40, pues su ausencia determina que no pue- nes (v. gr. temor a que le imponga una pena,
da dictarse mandato de detención aunque sub- negativa a pagar la reparación civil, desinterés
sistan los otros presupuestos ya aludidos en el en el proceso, etc.), decide no concurrir al juz-
presente trabajo. En este sentido, el TC ha te- gado cuando es citado para realizar determina-
nido oportunidad de señalar que: “La única do acto procesal, originando que sea declarado
manera de determinar si la detención judicial reo contumaz y se ordene su ubicación y cap-
preventiva de un individuo no responde a una tura a nivel nacional.
decisión arbitraria del juez, es observar o ana- Para la doctrina un criterio fundamental para
lizar determinados elementos objetivos que determinar la existencia del peligro de fuga es
permitan concluir que, más allá de los indicios el arraigo del imputado en el país45, el cual es
o medios probatorios que vinculan razonable- entendido como el establecimiento permanen-
mente al inculpado con la comisión del hecho te en un lugar, vinculándose a personas y co-
delictivo y del quantum de la eventual pena a sas, manteniendo relaciones de una intensidad
imponerse, existe peligro de fuga o de entor- determinada con el medio en donde se desen-
pecimiento de la actividad probatoria. La exis- vuelve. Jurídicamente, el concepto de arraigo
tencia de estos dos últimos riesgos es lo que la está determinado, en principio, por el domici-
doctrina denomina peligro procesal”41.
lio, residencia habitual, asiento de la familia,
3.1. Peligro de fuga de sus negocios o trabajo, del imputado y de
las facilidades para abandonar definitivamen-
Considerado como el elemento de mayor re-
te el país o permanecer oculto.
levancia para establecer el peligro procesal42.
Parte del supuesto de que el justiciable conoce El concepto de arraigo está estrechamente li-
el grado de imputación penal que le afecta, por gado a cuestiones socioeconómicas que deben
lo que hace una proyección de la posible con- tenerse en cuenta al momento de dictar la pri-
dena efectiva de prisión de la cual sería sujeto sión preventiva. Debe estimarse la posibilidad
si la justicia lo encuentra responsable, por lo de huir al extranjero o de ocultarse en el caso
que valorando estos elementos se sentirá ten- de un imputado que posea un mayor poder
tado a sustraerse de la acción de la justicia43. económico. Pero el peligro de fuga no puede
40 En el campo doctrinario véase a REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. Ob. cit., pp. 185, 189 y ss.; ORÉ GUARDIA, Arsenio. “Las medi-
das cautelares personales en el proceso penal peruano”. En: Portal del Instituto de Ciencia Procesal Penal. 2006, disponible en:
<www.incipp.org.pe>; PANTA CUEVA, David. “Criterios referentes al peligro procesal. A propósito de su tratamiento legal, doctri-
nario y jurisprudencial”. En: Revista Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología. 2007, p. 1, disponible en <www.iuspena-
lismo.com.ar>; CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El nuevo proceso penal peruano. Teoría y práctica de su implementación. Palestra,
Lima, 2009, p. 383; y a nivel jurisprudencial, entre otras, a las SSTC Exp. Nºs 02268-2002-HC/TC, f. j. 5; 01091-2002-HC/TC, f.
j.15; y, 03390-2005-PHC/TC, f. j. 18.
41 STC Exp. Nº 01567-2002-HC/TC, f. j. 5.
42 Véase, en este sentido: ROXIN, Claus. Ob. cit, p. 260: “En la práctica, el peligro de fuga representa el motivo de detención más
importante, en cuyo caso, para fundar una fórmula preponderante, se invoca la expectativa de una pena elevada”; SAN MARTÍN
CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Volumen II, Grijley, Lima, 2003, p. 1238: “La detención o encarcelamiento preventivo
se legitima, como hemos sostenido enfáticamente, sobre la base del ‘peligrosismo procesal’ y, en esencia, sobre la regla del pe-
ligro de fuga y, muy menor medida, por el peligro de oscurecimiento o entorpecimiento de la actividad probatoria. La naturaleza,
el carácter o la gravedad de la infracción penal imputada no justifican por sí misma la limitación de la libertad personal”.
43 CÁCERES JULCA, Roberto. “La determinación del peligro procesal como presupuestos del mandato de detención judicial pre-
ventiva. A propósito de la sentencia del Exp. Nº 05490-2007-PHC/TC (caso Elvito A. Rodríguez Domínguez”. En: Jus Constitucio-
nal. Nº 4, Grijley, Lima, 2008, p. 164.
44 SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. Ob. cit., p. 184. Similar posición es asumida por REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. Ob. cit.,
p. 223.
45 Así, VÉLEZ FERNÁNDEZ, Giovanna. “La prisión preventiva en el nuevo Código Procesal Penal: ¿Medida cautelar o pena anti-
cipada? En: Investigación preparatoria y etapa intermedia. Problemas de aplicación del Código Procesal Penal de 2004. Gaceta
Jurídica, Lima, 2010, pp. 194 y 195.
basarse respecto de quienes no poseen vivien- o reticente; o, también, inducir a terceros para
da, debido a sus escasos recursos económicos que realicen las conductas mencionadas.
o de quienes viven en asentamientos humanos
Sobre este aspecto, el TC ha sostenido, con
precarios, derivados de una política económi-
toda razón, que “[el] peligro de entorpeci-
ca que los marginó, justificando solo por ello
miento de la actividad probatoria puede darse,
la necesidad de la prisión preventiva46.
por ejemplo, en caso de que exista el peligro
Otro criterio para valorar la existencia del pe- de que el imputado destruya medios probato-
ligro de fuga lo constituye la importancia del rios o lleve a cabo actos de coacción contra
daño resarcible y la actitud que el imputado posibles testigos, en suma, actos materiales a
adopta voluntariamente frente a él. Sin embar- través de los cuales pueda perturbar la activi-
go, consideramos que si existe el temor de que dad investigadora. Sin embargo, el peligro de
el imputado no resarza el daño en razón a la entorpecimiento de la actividad probatoria no
gran cantidad de dinero que habría que abo- puede sustentarse legítimamente en la negati-
nar por el daño ocasionado, no corresponde- va de los cargos por parte del imputado, lo que
rá imponer un mandato de detención, sino una constituye únicamente un ejercicio del dere-
medida de embargo. En todo caso, puede ayu- cho de defensa”48.
dar a acreditar la buena conducta del imputado Ahora, veamos cuáles fueron los argumentos
en el proceso penal, que desvanecería el peli- que se esgrimieron en el caso que comenta-
gro de fuga47. mos, para sustentar la existencia del peligro
Otro criterio a tener en cuenta es el comporta- procesal. La resolución que decretó el man-
miento del imputado durante el procedimien- dato de detención –de acuerdo con la cita del
to o un procedimiento anterior, en la medida TC– sostuvo lo siguiente:
de que indique su voluntad de someterse a la “Sobre el requisito del peligro procesal
persecución penal. Aquí se valora el compor- (…) se evalúa que la denunciada Braca-
tamiento del imputado durante el proceso que monte Fefer carece de arraigo familiar en
actualmente se le sigue, como por ejemplo su la medida que radica en el inmueble sito
inasistencia injustificada a las citaciones que en la Calle Paul Harris, en compañía, solo
se le hace para que realice determinado acto de su codenunciada Castro Mannarelli
procesal, lo que daría lugar a sospechar sobre (…) [n]o verificándose que tenga apego
su posible elusión del proceso. Asimismo, si el con ninguno de sus familiares (…). Tam-
imputado ha tenido ya otro proceso en el que bién debe tenerse en cuenta que las propie-
no ha mostrado indicios de sometimiento per- dades y las empresas que posee como he-
sonal, entonces, se tendrá en cuenta este an- redera (…) no las maneja directamente la
tecedente para determinar el peligro de fuga. denunciada, sino terceros, por ello es que
en su manifestación de fojas ciento vein-
3.2. Peligro de obstaculización
titrés, no declara dedicarse a actividad la-
Está referido a los actos que el imputado rea- boral alguna (…); durante la investigación
liza para destruir, modificar, ocultar, suprimir policial, ha mostrado una conducta de re-
o falsificar fuentes de prueba; influir para que sistencia a la citación, tal como se indica
los coimputados, testigos o peritos informen a fojas ochenta y ocho, sobre ‘la negativa
falsamente o se comporten de manera desleal de la denunciada Eva Lorena Bracamonte
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ANÁLISIS Y CRÍTICA