EL PODER DE TYRANTHRAXUS

La luz de las estrellas ilumina sutilmente a un joven a

través del cristal, se encuentra sentado frente a un
libro, tras él una enorme biblioteca se desvanece en la
oscuridad.

- Kraktaruzz… - susurra una

voz entre la tenebrosidad
de la biblioteca.

El bibliotecario se levanta
de la mesa en la que
estaba, coge una de los
pequeños candelabros que
allí hay y se acerca a las
sombras.

- ¿Hola? ¿Maestro, es
usted? – Dice en un tono
bajo, como tratando de no
molestar a nadie, a pesar
de estar solo en aquel
enorme lugar.

- Taraktarrr… - Vuelve a
susurrar la escalofriante
voz.

Al llegar a una de las estanterías el archivero encuentra unos libros en el suelo, se acerca a
ellos y situa con sumo cuidado el flamero en una mesita y se dispone a colocar los libros en sus
respectivos sitios, acomoda todos los libros sin ningún problema. De pronto se percata en que
un extraño libro se encuentra en la mesita junto a la vela que el mismo había dejado antes,
totalmente encuadernado en negro y con el grabado de un dragón en la portada, el libro está
escrito en un extraño lenguaje que jamás había visto antes, pero al leerlo algo resuena en su
cabeza “El poder de Tyranthraxus”. Extrañado recoge el libro, ni siquiera logra recordar donde
diablos iba aquel libro, así que recoge el candelabro y vuelve a la mesita donde antes había
estado leyendo. Prepara todo el lugar para una lectura sin interrupciones cuando al abrir el
libro descubre que está escrito totalmente en un lenguaje irreconocible para él, aún así intenta
leerlo y el resultado es el mismo que con el título, el mero hecho de mirar las páginas le
otorgaba una enorme comprensión de los textos, y la voz que antes susurraba en la oscuridad
ahora solo resonaba en su cabeza. Toda la noche leyendo hizo que sus pensamientos volaran,
no de forma metafórica, si no que de una forma mucho más “mágica”. Al empezar a salir el sol
los demás bibliotecarios de candelero se empiezan a despertar, es la hora del relevo, así que el
joven erudito marcha hacia su cama, pero al cerrar el libro su cabeza comienza a dar vueltas,
se sujeta en la mesa para evitar caerse, y ante sus ojos puede ver como el oscuro libro se
deshace como una nube de polvo en un vendaval, y la misma retumba en su cabeza
“Bienvenido…”
A día de hoy el joven se encuentra en la posada “Rosa y aguja” en Aguasprofundas. Ha
recorrido un gran trecho desde su hogar, Candelero, para poder llegar hasta aquí, incluso
pidiendo un permiso para realizar trabajos de campo, pero algo en su interior dice que el
camino de la verdad lo va a hallar aquí. Por alguna razón el conocimiento del libro se le ha
quedado grabado en su cabeza, y se he decidido a encontrar cualquier información
relacionada con eso mitos.