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Tacto Docente: Enseñar con el Corazón

Sandra Catherine Saucedo Reyes

Escuela Normal Superior Federal de Aguascalientes

“Profr. José santos Valdés”

Licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje del Español en Educación Secundaria

Metodología de la Investigación

Dr. Miguel Ángel Moreno Rendón

16 de enero de 2023
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Tabla de Contenidos

Resumen 3
Palabras Clave 3
Tacto Docente 3
Introducción 3
Desarrollo 4
Presentación General de Resultados 4
Descripción de Factores 5
Conclusiones en relación con la investigación 7
Conclusiones 8
Referencias 8
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Resumen
El presente documento tiene la finalidad de invitar al lector a reflexionar acerca del impacto y

repercusiones que el tacto docente tiene, al momento de crear un ambiente y clima de

aprendizaje. En consiguiente, si lo anterior fue alcanzado de manera correcta, se podrá estimular

adecuadamente las emociones de los alumnos, para obtener un proceso de enseñanza-aprendizaje

sin obstáculos que lleguen a truncarlo. Es importante crear consciencia tanto en el sistema de

educación como en los docentes actuales que, la educación debe estar llena de momentos felices:

lo que garantizará un logro en el aprendizaje.

Se pretende mostrar diferentes autores locales, nacionales e internacionales que sustenten la

importancia que tiene el tacto docente, para que los alumnos puedan aprender; así como, el

análisis de una investigación aplicada a alumnos de tercer grado de secundaria, cuyas clases de

español, transcurrían con tensión, silencio y miedo, ocasionándoles distracción, ansiedad y

estrés. Asimismo, también se muestran los resultados conseguidos de dicha investigación, donde

se discute con la hipótesis que se planteó primeramente.

Si bien, algunos estudiosos del tema, mencionan que el generar una motivación no asegura

interés, y por lo tanto, tampoco el aprendizaje, otros autores reafirmar que si se sabe plantear de

acuerdo al tipo de aprendizaje de los alumnos, el objetivo será conseguido.


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Abstract

The purpose of this document is to invite the reader to reflect on the impact and

repercussions that the teacher's touch has when creating a learning environment and climate.

Consequently, if the above was achieved correctly, it will be possible to adequately stimulate the

students' emotions, in order to obtain a teaching-learning process without obstacles that could

truncate it. It is important to create awareness in the education system as well as in the current

teachers that education should be full of happy moments, which will guarantee a learning

achievement.

It is intended to show different local, national and international authors that support the

importance of the teacher's touch, so that students can learn; as well as the analysis of an

investigation applied to students of third grade of secondary school, whose Spanish classes, passed

with tension, silence and fear, causing them distraction, anxiety and stress. Likewise, the results

obtained from this research are also shown, where the hypothesis that was first proposed is

discussed.

Although some scholars of the subject mention that generating motivation does not ensure interest,

and therefore, neither does learning, other authors reaffirm that if it is planned according to the

type of learning of the students, the objective will be achieved.

Palabras Clave
Emociones, aprendizaje, tacto, docente, alumnos.

Key Words

Emotions, learning, tact, teacher, students.


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Tacto Docente

Introducción

El origen de la docencia tiene raíces incluso en la prehistoria, donde se transmitían

conocimientos y experiencias de supervivencia y caza. Al ir evolucionando, el maestro debía

enseñar religión y tradiciones de su pueblo, sin tener un papel de valor social más allá de ser una

herramienta para socializar a la comunidad. Con el pase del tiempo, surgen los sofistas, quienes

eran los enseñantes de la sabiduría y perfección en Grecia y Roma. Para la época de la edad media,

los clérigos se encargaban de enseñar en las primeras universidades el encontrar una reconciliación

entre la fe y el razonamiento. Posteriormente, se agregó al sistema a los hijos de los burgueses, así

la educación tomó un enfoque más pragmático, para la enseña de oficios que sirvieran a la corte.

Más tarde, en el siglo XIX, los maestros además de solo enseñar contenidos, se encargaban de

instruir la personalidad de los menores. Por otra parte, los Jesuitas eran señalados como los mejores

maestros, puesto que integraron nuevas estrategias de aprendizaje.

Es hasta el siglo XX, que la educación toma forma a como actualmente la conocemos; sin

embargo, los maestros eran figuras de autoridad que imponían respeto e incluso, sus normativas

alcanzaban el ámbito familiar. La corriente conductista, impulsada por autores como Skinner y

Watson, tiene lugar dentro de esta situación, debido a que, tras un régimen autoritario, se trata de

una serie de estímulos que intentaban propiciar una conducta positiva de los alumnos, además de

castigos en caso de alguna respuesta negativa.

No obstante, para tiempos contemporáneos, se ha estudiado otros modelos de aprendizaje,

como el constructivista y el humanista: tomando como prioridad al alumno y sus necesidades,

además de buscar que el aprendizaje tenga un impacto significativo para que pueda ser
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comprendido y construido. Pese a lo anterior, no en todo el sistema de educación actual es aplicado,

aunque se tenga esa intención.

Los estudiantes pasan al menos de 6 a 7 horas al día en la escuela, durante máximo cinco

días a la semana, convirtiéndola en su segundo hogar. Es por lo que se esperaría que recibieran un

trato digno por parte de sus compañeros y principalmente de sus maestros; sin embargo, no siempre

se toma en consideración y el tacto docente pasa desapercibido. Se dice comúnmente que, si el

alumno no concreta exitosamente su aprendizaje, es problema del mismo, sin antes inspeccionar y

analizar qué factores pueden estar obstruyendo este proceso cognitivo. Aunque si bien, es cierto

que estas dificultades suelen remontarse a las relaciones intrafamiliares y sociales del alumnado,

es importante resaltar que otro aspecto que posiblemente trunque el aprendizaje, viene del docente.

Innovar dentro del aula, no es lo único que propicia un proceso de enseñanza-aprendizaje

funcional. La actitud del docente, además de ser una base para dicho proceso, es fundamental para

el inicio de la comunicación y de las relaciones futuras; por ello, su comportamiento determina y

contribuye al logro de la meta. Al construir esta relación entre alumno-docente es importante

considerar utilizar el lenguaje verbal y no verbal, donde los docentes expresen sentimientos y

emociones que los estudiantes deberán recibir y codificar. De este hecho depende la situación en

que se pueda encontrar el alumno, sin mencionar la organización en el espacio físico y el ambiente

que crea en él.

El presente ensayo pretende abordar como objeto de estudio, el impacto que produce el

carácter y tacto del docente en las emociones de los alumnos, y, por ende, en su proceso de

aprendizaje. En otras palabras, el propósito principal es invitar al lector a reflexionar sobre las

repercusiones que contiene el tacto pedagógico al momento de crear un ambiente y clima de


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aprendizaje que estimulen correctamente las emociones de los alumnos para obtener un proceso

de enseñanza-aprendizaje correcto.
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Capítulo I: Marco Metodológico

1.1 Planteamiento del Problema

Elegí trabajar con alumnos de tercer grado. Pude observar en la visita previa su

comportamiento durante la clase de la maestra titular. La sesión transcurría con un silencio

abrumador y un ambiente tenso, propiciados por el carácter recto e inflexible de la docente. Me

percaté de que las emociones que los alumnos intentaban no demostrar eran principalmente el

miedo y ansiedad; las cuales, se hacían notar aún más cuando sentían la presencia de la maestra

cerca de ellos. Al tener encima estímulos negativos en sus emociones, su respuesta también era

negativa dentro del ámbito participativo y por supuesto, también en su aprendizaje.

Hablando con algunos maestros me mencionaron que no debía culpar a los maestros por

crear ambientes de aprendizaje que no resultaran cómodos o agradables para los alumnos, sino

todo lo contrario, pues afirmaban que el grupo debía ser catalogado como “apático”. No

obstante, al haber pasado a lo largo de mi vida académica, por ambientes que más bien me

causaban problemas emocionales, puedo empatizar con mi grupo para defenderlos de esta

situación.

Es vital recordar que, aunque hay emociones negativas que pueden favorecer el

aprendizaje de manera conductual, no es una vía que deba seguirse dentro de la ejecución de una

clase. El aprendizaje se ve influido por las emociones; es decir, con aquellas que sean positivas,

será más fácil que el alumno aprenda, a que si se encuentran en un estado anímico negativo,

como la depresión, el enojo, etc. Por otra parte, que estas emociones negativas sean muy

recurrentes, incluso pueden llegar a ser nocivas para la salud y estabilidad mental y emocional

del alumnado.
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De aquí, el problema a abordar es buscar fomentar el tacto docente para con los alumnos,

puesto que nuestro carácter y comportamiento aportan a la creación de ambientes de aprendizaje

cómodos para los estudiantes; así, sus emociones positivas apoyarán en el proceso de enseñanza-

aprendizaje. Al estar observando el grupo de tercer grado que se me asignó, pude percatarme

acerca del comportamiento tan particular que los alumnos demostraron durante la clase de

español. Un ambiente y clima de aprendizaje eran tornados tensos y abrazados por la ansiedad

que los estudiantes sentían, consecuencia de la manera en que la docente titular impartía la clase.

Es importante recordar, desde nuestro papel pedagógico, que las emociones que los alumnos

presenten durante la sesión de clases, darán hincapié a que aprendan o no, o que incluso,

desarrollen algún sentimiento negativo o positivo para con la materia.

Por lo planteado con anterioridad, se debe dar una solución adecuada a este problema:

estrategias que fomenten el tacto docente, para empatizar con los alumnos y tener un lazo de

confianza entre alumno-maestro. Diseño de actividades para el desarrollo del respeto y la

confianza entre alumnos y en sí mismos.

1.2 Pregunta de Investigación

¿El tacto docente tiene alguna repercusión en el proceso de enseñanza y aprendizaje?

1.3 Hipótesis

Sensibilizar el tacto docente mostrará cambios significativos en el ambiente de aprendizaje, por

lo que dará pie a que se cree una relación sana entre docente-alumnos, para mejorar el proceso de

enseñanza-aprendizaje.
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1.4 Objetivo General

La meta principal de esta investigación es diseñar estrategias para lograr fomentar el tacto

docente que mejore los ambientes de aprendizaje dentro del aula de clases, y al mismo tiempo,

marcar un aprendizaje significativo de los alumnos.

1.5 Objetivos Específicos

Se debe indagar en los siguientes puntos:

1. Fomentar el tacto docente en el personal frente a grupo.

2. Inteligencia emocional

3. Estrategias de mejora para ambientes de aprendizaje

4. Estimular emociones positivas en los alumnos

5. Manejar las emociones de nuestros alumnos

1.6 Justificación

Los alumnos de secundaria, al estar en una etapa de desarrollo, no solo físico, sino también

psicológico, son propensos a tener declives emocionales, por distintos acontecimientos de su

entorno. Desafortunadamente, esto también se ve influenciado no solo por el ambiente áulico que

propician sus compañeros, sino del docente frente a grupo; quien llega a ocasionar ansiedad,

miedo o depresión en sus estudiantes, con su manera de tratarlos.

Es preocupante que en pleno siglo XXI, los docentes no impartan sus clases poniendo como

prioridad a sus alumnos. Recordemos que, sin ellos, la docencia no existiría. No se puede dar una

clase tajantemente, ni desde la indiferencia. El motor de la educación son los estudiantes, y

aunque cada uno implique un gran esfuerzo en nuestra labor, lo cierto es que se debe enseñar con

el corazón: tener ese tacto, que conlleve amabilidad, cordialidad, empatía, carisma y alegría,
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logre ganar no solo la atención de los alumnos, sino también su confianza; además de que

puedan desenvolver sus habilidades interpersonales.

Un ambiente favorable dentro del aula de clases será productor de alumnos que se sientan

cómodos y en confianza para participar, interactuar y preguntar sus dudas con sus compañeros y

maestros. Si bien, las clases deben ser lo más atractivas e innovadoras posible para los alumnos,

no es lo único que importa en el proceso de enseñanza-aprendizaje; parte de nuestro desempeño

pedagógico es encargarnos de crear dichos ambientes de aprendizaje, comenzando por el tacto

docente, que es nuestro carácter para con nuestros alumnos.

A lo largo de mi estancia en los diferentes niveles educativos, y ahora en mis prácticas

docentes, he observado las dos caras del problema: como alumna y como maestra, me doy cuenta

el cómo los docentes ejercen cierto maltrato que repercute en su salud psicológica y física. Al ser

estudiante, he comprobado en carne propia el cómo afecta que los maestros ocasionen miedo o

ansiedad; por esto mismo, padezco de problemas gástricos ocasionados por estrés y ansiedad

académica, además de que desarrollé problemas para socializar y de confianza en mí persona. La

causa de querer estudiar más a fondo el porqué debe existir este tacto docente, es precisamente

porque quiero evitar que mis futuros alumnos lleguen a sufrir las consecuencias de no tener un

maestro al que le apasione enseñar.

Los alumnos que son felices, suelen aprender de mejor manera. Sus emociones son guías

para concretar su aprendizaje. Siempre hay que pensar antes de actuar.


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1.7 Tipo de investigación

El siguiente proyecto tiene como finalidad, indagar cómo los alumnos perciben a un maestro

que les provoca emociones positivas, y si su aprendizaje se concretó de mejor manera. Incluso,

observar si hay un cambio en su personalidad. Por lo tanto, será experimental, descriptivo y

cualitativo.
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Capítulo II: Marco Contextual o Referencial

2.1 Ubicación de la Problemática

Este semestre tuve la oportunidad de seleccionar para mis jornadas de prácticas, a la Escuela

Secundaria General No. 18 "Congreso de Chilpancingo", situada en el fraccionamiento Morelos

I, del municipio de Aguascalientes. El contexto externo de la escuela, se conoce entre los

citadinos por ser un punto rojo dentro de la ciudad al presentarse como escenario de diversos

actos delictivos y de drogadicción. Es por esto, que las perspectivas que tenía sobre el alumnado

de la escuela, no eran del todo buenas. Me asignaron un grupo, pero pude trabajar con cuatro

más; todos de tercer grado; es decir, eran adolescentes de entre 14 y 15 años de edad.

Por recomendación de mi maestra titular, Marisela Pérez Pérez, he escogido su grupo asesorado,

debido a que menciona que se trata de un grupo noble y disciplinado. Desde mis observaciones,

los alumnos no son total o mayoritariamente de aprendizaje auditivo, pues les costaba entender

rápidamente las instrucciones de la maestra, ya que pedían en repetidas ocasiones volver a

escucharlas. El grupo está integrado por 33 alumnos, de los cuales 17 son varones y 16 son

mujeres.

2.2 Principales Términos y Conceptos

Tacto docente: “(...) el tacto pedagógico se comprende como una forma de ser sensible

que emerge en la interacción educativa ante situaciones educativas concretas que requieren de un

trato cuidadoso y prudente. Es una cualidad ética porque involucra la interacción con los

alumnos que son personas, y como tales, merecen un trato respetuoso." (p. 4)
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"(...) mediante el lenguaje verbal (habla, tono de voz) y el lenguaje no verbal (código gestual,

mirada, movimientos corporales), los docentese expresan sus sentimientos y emociones que los

alumnos reciben y codifican." (p. 10) (Ibarra, 2017)

Ambiente de aprendizaje: “. Un ambiente de aprendizaje se debe entender como un

espacio en el cual se dan distintas interacciones entre los sujetos, es decir, estudiantes, docentes y

directivos, y todos los componentes de un sistema de aprendizaje activo, razón por la cual los

ambientes de aprendizaje se consideran como un espacio activo en el cual se mezclan los seres

humanos, las acciones pedagógicas de quienes intervienen en la educación y un conjunto de

saberes que son mediadores en la interacción de factores biológicos, físicos y psicosociales en un

espacio que puede ser físico o virtual” (Fernández, 2015).

Motivación: Para Jean Piaget, la motivación es la voluntad de aprender, entendida como

un interés para los estudiantes por aprender todo aquello que se relacione con su entorno.

Inteligencia Emocional: Dentro del artículo sobre pediatría, escrito por Alicia Jiménez

Jiménez en 2018, hace citas de diversos autores, donde todos coinciden en que la inteligencia

emocional se refiere a la capacidad de un individuo para sentir, reconocer y controlar los

sentimientos y emociones propios; además de identificar los ajenos para guiar nuestras acciones

y forma de pensar.
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2.3 Metodología

Instrumentos

El instrumento utilizado para la investigación del problema planteado fue una entrevista con

fines cuali-cuantitativos. Al aplicar este instrumento, y ser compuesto por ambos métodos, se

obtendrán resultados representativos y detallados.

Por el lado cuantitativo, se busca obtener cifras exactas, mediante el planteamiento de preguntas

estandarizadas con respuestas fijas. Sus resultados funcionan como estadísticas. Mientras que, la

cuestión cualitativa, tiene como finalidad describir detalladamente un aspecto; por lo que, no

cuenta con una estructura, ya que, estudia opiniones, pensamientos o motivaciones del

encuestado. Pese a que la información que se recolecta con este método es concreta y fructífera,

es difícil de analizar por las variantes que pueden resultar. Con base en lo anterior, estos

instrumentos fueron elegidos, debido a que se quería conocer ciertos porcentajes sobre opiniones

de los alumnos, al mismo tiempo que se debía averiguar su opinión con respecto al tema en

cuestión. Para la implementación del instrumento, se utilizó un Formulario de Google.

La población en la que se llevó a cabo el estudio, fue en


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Capítulo III: Marco teórico

3.1 Antecedentes

Los maestros de antes eran más estrictos en sus enseñanzas y disciplinas. A veces, esto

significaba castigos físicos para los alumnos que no cumplían con las reglas. Estas prácticas, sin

embargo, han sido condenadas en la actualidad como inaceptables e ineficaces. Hoy en día, se

prefiere un enfoque más amable, basado en la cooperación y el respeto, para enseñar a los

alumnos.

La educación a inicios del siglo XX, como lo abordamos en secciones anteriores, aunque

preparaba a los niños para tener un oficio, también buscaba formar su personalidad; no obstante,

no se contaba con la sensibilidad necesaria para cuidar de la salud física y emocional de los

estudiantes. Durante mucho tiempo, los maestros dirigían una educación de memorización y

repetición de conceptos; a la par, que tenía un soporte conductista, mediada por recurrentes

castigos violentos, que eran usados para regular la actitud de los alumnos. Es decir, la regulación

de la disciplina organizacional entre alumnos, se conseguía mediante el miedo constante que les

provocaban, mayormente, en aquellos que mostraban un mal comportamiento.

Una muestra de cómo solía ser aquella educación, al menos en México, puede ser

observada en las películas mexicanas de la época del cine de oro. Se consolidaba una imagen

sabia y recta del maestro, con la suficiente autoridad moral de adiestrar con correctivos, que sin

importar cuán dolorosos fuesen, simplemente era “por el bien” del castigado, quién sería

convertido de una persona de bien, gracias a la pertinente reprimenda. El Consejo General del

Colegios Oficiales de Psicología (2006), dice que el mal comportamiento no debería suceder;

empero, la disciplina podría garantizar un ambiente con condiciones favorables y necesarias en el


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que el aprendizaje se pudiera consagrar. También menciona que si bien, el objetivo de la

educación no es disciplinar, servía como instrumento para que los objetivos académicos

pudieran alcanzarse.

(Valle-Barbosa, Vega-Lopez, & al, 2013) citan a (Suárez, 2007) “refiere que el repertorio

de castigos escolares ha sido muy variado y han sido utilizados en gran parte del mundo con la

finalidad de mantener la disciplina; los correctivos más practicados a nivel internacional fueron:

palizas, golpes, cachetadas, tirones de pelo y orejas, pellizcos, coscorrones, azotes, entre otros,

estar de rodillas normalmente con los brazos en cruz, sentarlos en una silla, tener la boca

amordazada.”

Con el paso del tiempo, se ha dejado de golpear a los estudiantes, debido a que Derechos

Humanos y algunos tintes políticos han abogado por su integridad. Golpear a los estudiantes en

la cabeza, tenía repercusiones en cerebro que dañaban el hipocampo, haciendo que no creciera

normalmente. Tampoco el cuerpo calloso crece, y esto impide la unión entre los hemisferios, y

por ende, el equilibrio de sus emociones. Aunque en la actualidad, las personas que fueron

educadas bajo este régimen, afirman no tener repercusiones desfavorables en su persona, y

aluden a que, contrariamente les ayudó a crecer para bien, muestran cierta dificultan para

demostrar sus emociones.

3.2 Actualidad

La enseñanza implementando el tacto en las aulas de hoy comenzaría reconociendo la

importancia de crear entornos de aprendizaje positivos, atractivos y de apoyo para los

estudiantes. Las investigaciones han demostrado que los estudiantes que se sienten seguros,

respetados y valorados en sus aulas tienen más probabilidades de estar motivados para aprender,
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participar en las discusiones y actividades de la clase y alcanzar sus metas académicas. a

enseñanza del tacto en las aulas de hoy comenzaría reconociendo la importancia de crear

entornos de aprendizaje positivos, atractivos y de apoyo para los estudiantes. Las investigaciones

han demostrado que los estudiantes que se sienten seguros, respetados y valorados en sus aulas

tienen más probabilidades de estar motivados para aprender, participar en las discusiones y

actividades de la clase y alcanzar sus metas académicas.

En años contemporáneos, el rol del maestro es ser guía para la construcción del

conocimiento, ya sea de manera individual o colaborativa. Sin embargo, el tacto docente sigue

buscando un lugar para mejorar la relación entre docente-alumnos, y claramente, el proceso de

enseñanza-aprendizaje. Pese a que no siempre se quiera admitir que el carácter del docente y el

trato que proporciona a sus estudiantes, repercute en el ámbito emocional y el aprendizaje.

Enseñar con tacto es un aspecto esencial de la pedagogía efectiva, particularmente en el mundo

actual. Implica crear un entorno seguro e inclusivo, fomentar la comunicación efectiva y

capacitar a los estudiantes para que desarrollen su propio sentido de agencia. Al enseñar tacto,

los educadores pueden ayudar a sus alumnos a navegar el mundo complejo y diverso que les

rodea con habilidad, compasión y confianza.

Crear un lazo afectivo con los alumnos, incluso será factor para que una materia sea amada u

detestada. (Zavala, 2007), nos dice que “la relación entre profesor y alumno es un vínculo

potencialmente inspirador que puede orientar, reforzar y sacar lo mejor de cada niño”; esto es, un

maestro que sea afectivo con sus alumnos, puede llegar a despertar nuevas aspiraciones e

inspiraciones en ellos. Hacer volar su imaginación, permite que ellos abran nuevas expectativas a

su realidad. (Flores Friend, 2023).


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“Las emociones se contagian, alegría o malhumor, antes de impartir una clase el maestro

debe regularse para controlar sus procesos emocionales, puede hacer ejercicios sencillos que le

permitan tener un ritmo cardiaco adecuado y así controlar sus emociones en la mente” (Calvillo,

2019). Siguiendo este razonamiento, se agrega que los docentes deben trabajar primeramente sí

mismos, para aprender a reconocer y manejar sus emociones; en otras palabras, adquirir

inteligencia emocional. Otros estudiosos del tema, sostienen que un “mal maestro” que no sabe

cómo gestionar sus emociones, será un mal ejemplo para su educando, ya que generará baja

autoestima y seguridad en ellos.

“Si queremos que las expresiones afectivas estén guiadas por la llamada ética del cuidado,

debemos procurar que los estudiantes estén en un clima emocional propicio para el aprendizaje,

y disminuir las expresiones negativas” (Dirección General de Comunicación Social, 2018). Esto

da continuidad a usar nuestra personalidad e inteligencia emocional, para crear espacios seguros

y creativos que los alumnos puedan disfrutar. Es importante redimir las aulas de un ambiente

negativo: las emociones son contagiosas.

forma en que el toque de enseñanza puede mejorar los espacios del salón de clases es

promoviendo un sentido de confianza y seguridad. Esto puede incluir estrategias como la

escucha activa, responder a las necesidades emocionales de los estudiantes y proporcionar

comentarios positivos regulares.

Además de los beneficios emocionales, la enseñanza del tacto también puede desempeñar un

papel importante en el bienestar físico de los estudiantes. Por ejemplo, los maestros pueden usar

el movimiento, el yoga u otras técnicas para ayudar a los estudiantes a relajarse, concentrarse y

estar más atentos durante la clase. Otro aspecto de la enseñanza del tacto es promover momentos

felices durante la clase en los que los estudiantes estén activos, comprometidos y motivados para
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aprender. Esto podría ser a través de juegos, actividades prácticas u otros métodos interactivos

que permitan a los estudiantes divertirse mientras aprenden. Al brindar una variedad de

experiencias de aprendizaje, los maestros pueden ayudar a mantener a los estudiantes interesados

y entusiasmados con el aprendizaje.

3.3 Teorías

Se indagó la información precisa y complementaria en treinta distintos artículos y fuentes,

enlazados con el tacto docente y su influencia dentro del aprendizaje; dichos, pueden ser

catalogados en los siguientes ejes: la importancia del tacto docente, las emociones en el

aprendizaje, y, por último, el manejo de las emociones de los alumnos. De los diversos autores

hallados, solo algunos serán mencionados a lo largo del ensayo.

Es destacable mencionar de qué va cada eje de este ensayo:

a) Importancia del tacto pedagógico: el primer eje del escrito plantea el concepto sobre

tacto docente, al mismo tiempo que se mencionan sus efectos tanto en el aula de clases

como en los propios alumnos.

b) El tacto docente en la dimensión emocional de los alumnos: este segundo eje, alude a

la resonancia que tienen las emociones al momento de que los alumnos adquieren un

aprendizaje significativo.

c) Estrategias de sensibilización: por último, para el tercer eje hace hincapié en la manera

en que los docentes deben manejar las emociones de los alumnos, para crear un clima

armónico de aprendizaje.

Descripción de Factores
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Dentro de la investigación de cada eje, se buscó información con no más de diez años de

antigüedad, en tres niveles: local, nacional e internacional; habiendo vacíos de información, dentro

de los campos de investigación locales.

Importancia del Tacto Pedagógico.

Para comenzar a abordar el tema, es preciso señalar la importancia que conlleva el tacto

pedagógico para con los estudiantes. Mantener un trato cordial con los estudiando, va más allá de

preservar una relación entre docente-alumno en donde se fomente el respeto, debido a que nuestras

acciones repercuten en su aprendizaje: “La enseñanza no es solamente por medio de la voz, se

enseña con las manos, los gestos, la mirada y el corazón” (Montessori, 1937).

De acuerdo a la autora local (Anaya, 2013), concreta que con anterioridad, los maestros

que podían ser catalogados como buenos, eran aquellos que ejercitaban la repetición y

memorización, al mismo tiempo que con esto, lograban mantener el control y disciplina grupal.

Por otra parte, autores de talla nacional, mencionan que, en la actualidad, los docentes deben buscar

el bienestar de los niños en cualquier contexto sensible, mediante “una actuación prudente,

equilibrada y eficaz” (Arteaga García, Mayuris Burgos, & all., 2017), haciendo referencia a tener

“tacto pedagógico”.

El tacto pedagógico, como se ha abordado previamente, se trata de desarrollar empatía por

los estudiantes, comprender las situaciones personales que vive, para conocer los problemas o

necesidades por los que pudieran estar pasando; de esta manera, se contribuiría a un buen

desenvolvimiento estudiantil. Como lo menciona el autor mexicano (Asencio Aguilera, 2016)

“aunque el tacto no se pueda planificar, se puede preparar, uno puede prepararse, preparar el

corazón y la mente”, concordando al mismo tiempo con (Londoño Orozco, 2013), quien menciona
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que para desarrollar el tacto pedagógico, se deben considerar aspectos como el diálogo, la

confianza, el cariño hacia la enseñanza y los estudiantes, así como el interés en ellos.

En síntesis, un docente con tacto, será capaz no solo de sentir empatía y comprensión por

la vida de sus estudiantes, sino que, enseñará con cariño. Asimismo, a cada situación que se

presente dentro del aula de clases, podrá actuar correctamente para dar una solución eficaz que

satisfaga cualquier necesidad imprevista.

El Tacto Docente en la Dimensión Emocional de los Alumnos y

Alumnas.

El tacto pedagógico también evoca emociones en el estudiantado, y dependiendo de cada

situación, sean positivas o negativas, recaerán en el aprendizaje que adquieran. La educación, pese

a que pasa desapercibida, es mayormente emocional. Tal y como lo menciona la autora

aguascalentense (López, 2015), la escuela no solamente debe hacerse cargo de los ámbitos

cognitivos, lingüísticos, sino que también se responsabiliza de que los alumnos se desarrollen

integralmente, al igual que sus emociones.

Dentro del aula de clases, los docentes deben estar monitoreando y observando las

emociones que expresen sus alumnos, ya que, incluso de esto, dependerá el sentimiento que puedan

desarrollar hacia la asignatura: pueden amarla o rechazarla, provocando que el interés por la clase

se sesgue, y el propósito del aprendizaje no se cumpla. Aunado a lo anterior, de acuerdo con

(González Ramírez & Landero Hernández, 2010), el cansancio, la ansiedad y depresión, influyen

negativamente en el alcance de las expectativas académicas y personales, de la misma manera en

que su preparación para el mundo laboral no termine de formarse, y concluya en fracaso.


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Como se citó en (Aguilar García Retana, 2012), “Therer (1998), considera que, para que

los estudiantes aprendan, no solo depende de sus capacidades cognitivas, sino también

emocionales, por ello los docentes son los transmisores de información, y creadores de espacios

de aprendizaje”. Agregado a lo anterior, el bienestar psicológico de alumnos y docentes favorecen

el aprendizaje de calidad, por lo que, la siguiente cita cuadra con el contexto descrito previamente

a lo largo del eje: “las emociones son y forman una pieza crítica del cómo, qué, cuándo y por qué

las personas piensan, recuerdan y aprenden" (Helen, 2017).

Estrategias de Sensibilización.

Al igual que en los dos ejes anteriores, los autores locales son escasos, casi inexistentes, no

obstante, se comentará la siguiente frase: "Necesitamos centros educativos y hogares con corazón;

entornos emocionales y emocionantes" (Pinos, 2019). La sensibilización docente se entiende

como la capacidad de poder reconocer y comprender los sentimientos y emociones de los

estudiantes. Esto significa que los docentes pueden estar dispuestos a escuchar y entender los

problemas de los estudiantes, ofreciendo apoyo, orientación y orientación cuando sea necesario.

Esto también significa que los docentes pueden ser flexibles con los estudiantes, permitiendo que

los estudiantes tomen decisiones y acciones independientes. Esto se logra mediante el

establecimiento de relaciones de confianza con los estudiantes, que pueden ayudar a los estudiantes

a sentirse seguros y apoyados.

Como se ha ido mencionando en los ejes anteriores, la clave para ser un docente con tacto,

es necesario empezar por entrenar nuestra propia inteligencia emocional, sentir pasión por la

enseñanza y cariño por nuestro estudiantado. Es importante causar emociones positivas que

cautiven a los alumnos y despierten su interés por seguir aprendiendo; si bien, existen casos en los
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que la emociones como la ansiedad, en vez de perjudicar el aprendizaje, puede facilitarlo, no

sucede en todos los casos.

Es vital recordar que, como docente, cargamos con la responsabilidad que conlleva el crear

espacios de aprendizajes seguros y motivadores, ya que garantizan un mejor desenvolvimiento de

los alumnos. Algunas de las estrategias que podrían sugerirse para fomentar el tacto en los

docentes, sería:

1. Establecer una relación de confianza: el primer paso para establecer una buena relación

con los alumnos es ganarse su confianza. Esto se logra a través de la comunicación honesta y el

respeto mutuo. Por otro lado, también se ha observado que los maestros que procuran bromear

entre clases, o usan un vocabulario más cotidiano, tienden a tener una mejor relación con sus

grupos.

2. Escuchar a los alumnos: es importante que los profesores tomen en cuenta las opiniones

y necesidades de sus alumnos. Esto les ayudará a entender mejor sus problemas y necesidades, al

mismo tiempo que toman una postura empática con ellos.

3. Apoyar a los alumnos: los profesores deben ofrecer apoyo y orientación a sus alumnos.

Esto los ayudará a sentirse apoyados y respetados. Además, despertará en ellos nuevos horizontes

o metas a seguir, dada la inspiración.

4. Respetar a los alumnos: los profesores deben tratar a sus alumnos con respeto y dignidad.

Esto también les ayudará a sentirse respetados y respaldados por sus profesores. Un alumno que

se sienta respetado, tendrá la confianza para desenvolverse dentro del aula, además de realizar

preguntas sobre sus dudas, o incluso, para contar sus problemas.


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5. Establecer límites claros: los profesores deben establecer límites claros para sus alumnos

para que estos sepan qué esperar de sus profesores. Esto también ayudará a mejorar la relación

entre profesores y alumnos, y evitará malentendidos. Recordemos que, aunque se debe generar un

ambiente de aprendizaje idóneo, no se pretende que alumno y docente, sean amigos.


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Capítulo IV: Resultados de la Investigación

Como se mencionó con anterioridad, el instrumento de investigación, fue ejecutado en

estudiantes de tercer grado de secundaria. Se encuestó a estos adolescentes desde dos puntos de

vista: el primero, fue a términos generales sobre los maestros que han tenido a lo largo de su

vida; el segundo, fue hecho para que redimensionaran los aspectos que no les gustaban

particularmente de la clase de español. Lo anterior, debido a su relación distante y seca, con su

docente titular.

La encuesta obtuvo las siguientes respuestas cuantitavas:

El 90% de los alumnos reafirman que el trato de sus docentes tiene impacto.
27

En esta gráfica, para el 65% de los alumnos, consideran que la manera en los docentes los trate,

influye en su aprendizaje. El 10% contradice al porcentaje anterior; y los alumnos restantes no

están seguros de cómo podría tener algún impacto.

En esta gráfica, al igual que en la anterior, los alumnos vuelven a reafirmar que cuando sus

emociones se ven afectadas, también lo es su aprendizaje.


28

Los resultados arrojan que el trato de los maestros es un factor motivacional para poner atención

en una materia específica. Un maestro que proporciona mal trato a los alumnos, pierde la

atención del grupo.


29

Un maestro que ama su labor, y muestra un buen desempeño en su práctica, da pauta a que

existan momentos felices en su enseñanza. Motiva a sus estudiantes a querer aprender más del

tema.

Las respuestas cualitativas fueron las siguientes:


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Aquí, se muestra que los alumnos prefieren a los maestros que son empáticos, amables, y son

atentos y tienen disponibilidad para resolver sus dudas.


31
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Los alumnos quieren maestros que quieran y puedan ayudarlos a contestar sus preguntas.

Además de que sean empáticos y muestren una actitud positiva.

Aquí, los alumnos expresaron sus sugerencias para mejorar la clase de español.
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Conclusiones Generales

Al realizar esta investigación y observar los vacíos que existían en la información a nivel

local, me comprometo a seguir investigando sobre los tres ejes que presenté. Asimismo, como

seguir modificando mis investigaciones para ampliarlas a nuevas visiones. debido a que es un

tema que debe tratarse más a profundidad para ser conscientes del peso que carga en nuestra

labor al momento de trabajar con las emociones de los alumnos.

Con base en lo investigado en cada eje, se puede concluir que el tacto docente sí influye

dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Lo anterior, es debido a que la manera en que el

docente frente a grupo, logre manejar y enseñar a los educandos, ocasionará emociones que

resuenen en su aprendizaje, ya sea de forma positiva o negativa. Los mismos maestros son los

responsables de que las estrategias empleadas durante las clases funcionen, al igual de encargarse

de generar espacios seguros en cualquier dimensión para los estudiantes. El tacto docente es una

herramienta fundamental para el aprendizaje de los alumnos. El uso apropiado de esta técnica

puede contribuir a aumentar la motivación de los estudiantes, mejorar la comprensión de los temas,

y ayudar a los alumnos a desarrollar el pensamiento crítico. Un buen profesor debe ser capaz de

equilibrar los métodos tradicionales de enseñanza con el uso de tácticas más modernas que se

ajusten mejor a los intereses y necesidades de los alumnos. Esto requiere que el profesor tenga

conocimientos sobre la forma de aprender de sus estudiantes, así como la habilidad de comunicar

de forma clara y persuasiva. El tacto docente es una herramienta importante para asegurar que los

alumnos se sientan cómodos, motivados y entusiasmados con el proceso de aprendizaje.

Recordemos que se debe enseñar con el corazón, para ser un impulso más dentro de la

motivación de nuestros estudiantes, a seguir estudiando y auto superarse. Motivarlos a seguir

soñando en crecer como personas, y lograr obtener ciudadanos funcionales que contribuyan para
34

bien en la sociedad. Una sonrisa, una palabra o una palmada puede hacer la diferencia entre la

deserción escolar y las ganas de continuar con su vida académica. Es por eso que, como docentes,

debemos dejar a un lado cualquier forma de expresión verbal o no verbal, que pueda resultar

negativa o percibirse de tal manera, por los alumnos.

Cronograma
35

Referencias

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