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FASE I

DEFINICION
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FASE I

DEFINICIÓN

1. TEORIZACIÓN DE LAS VARIABLES

1.1 BASES NORMATIVAS, DOCTRINALES Y


JURISPRUDENCIALES.

El examen que a continuación se presente, consiste en los fundamentos en

virtud de los cuales, puede abordarse el tratamiento de la conducencia de los medios de

prueba; en aquellos juicios de divorcio donde la causal alegada se trate de la

farmacodependencia del demandado. La normatividad venezolana será la de tupo

sustantivo, expresada en el Código Civil, la adjetiva, por vía del Código de Procedimiento

Civil.

1.1.1 FARMACODEPENDENCIA.

El Código Civil Venezolano, al prever las circunstancias causales del divorcio en

Venezuela, concibe una serie de condiciones atinentes al cónyuge que será

demandado, que según arroja la doctrina y la Exposición de Motivos del propio

legislador, hacen imposible la vida en común. Así, la norma sustantiva civil venezolana,

prevé lo siguiente: “Artículo 185° Son causales únicas de


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divorcio: (…) 6º. La adición alcohólica u otras formas graves de fármaco

dependencia que hagan imposible la vida en común (…).”

En primer lugar se observa la necesidad, de que a dependencia a la que alude el

legislador, sea una esencialmente grave; es decir, que imposibilite la vida en común de

los cónyuges; por lo que cabe deducir, que la clase de fármaco o psicotrópico

(independientemente de su carácter de prescrito médicamente o no), en uno que arropa las

condiciones intelectuales, físicas y morales de la persona, al punto de enajenarlo de la

normalidad que requiere la vida matrimonial.

Es importante en virtud de lo anterior, determinar, cuáles sustancias encuadran en

las previsiones normativas acerca de los psicotrópicos y drogas en general, por lo que para

cubrir el sentido del Artíc ulo en comento y de la causal de divorcio, es preciso acudir a la

Ley Orgánica Sobre el Tráfico Ilícito y Consumo de Sustancias Estupefacientes y

Psicotrópicas, en su Artículo 2º.

A los efectos de esta Ley, se consideran sustancias estupefacientes y psicotrópicas:


1º Las drogas, preparados, especialidades farmacéuticas y sales,
incluidas en las listas anexas a las leyes aprobatorias de la "Convención Única
de 1961 sobre Estupefacientes", del "Convenio sobre Sustancias
Psicotrópicas"; así mismo, a los efectos de esta Ley, se consideran materias
primas, insumos, productos químicos, solventes y precursores, todas aquellas
sustancias que aparecen señaladas en el cuadro I y cuadro II de la "Convención
de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas";
2º Aquellas otras que, por resolución del Ministerio de Sanidad y Asistencia
Social, sean consideradas como tales, las cuales se identificarán con el nombre
genérico que haya adoptado la Organización Mundial de la Salud, en razón a
que su consumo pueda

producir un estado de dependencia, estimulación o depresión del sistema


nervioso central, o que tenga como resultado alucinaciones,
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trastornos de la función motora, del juicio, del comportamiento, de la percepción


o del estado de ánimo o que su consumo ilícito pueda producir efectos análogos
a los que produce el consumo de una de las sustancias de las listas a que se
refiere el ordinal 1º de este artículo.
El Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, por resolución, podrá declarar
bajo control las sustancias utilizadas para la producción de medicamentos,
susceptibles de ser desviados a la fabricación ilícita de estupefacientes y
psicotrópicos, que no figuren en los cuadros I y II de la "Convención de las
Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas", identificándolas con el nombre genérico que haya adoptado la
Organización Mundial de la Salud.
El Ministerio de Fomento, por resolución, podrá declarar bajo control las
materias primas, insumos, productos químicos, solventes, precursores y
cualesquiera otro no destinados a la elaboración de medicamentos cuya
utilización pudiera desviarse a la producción ilícita de sustancias estupefacientes
y psicotrópicas, que no figuren en los cuadro s I y II de la "Convención de las
Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas".
Se adoptan en todas sus partes las definiciones expresadas en las leyes
aprobatorias de la "Convención Unica de 1961 sobre Estupefacientes", de fecha
16 de diciembre de 1968, del "Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas", de
fecha 20 de enero de 1972 y la "Convención de las Naciones Unidas contra el
Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas", de fecha 21 de
junio de 1991.

De las determinaciones normativas que se producen, sobre el carácter y efectos de

las sustancias mencionadas se colige; la alteración de las facultades mentales y físicas de

la persona con dependencia, como efecto directo de los principios químicos de las

sustancias sobre el sistema nervioso, con la natural repercusión en los niveles físicos e

intelectuales.

1.1.2 CONDUCENCIA DE L A PRUEBA.


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La conducencia de la prueba en Venezuela, ha sido entendida por la doctrina;

como una condición de idoneidad del medio probatorio que se desprende, del concurso de

las exigencias que el legislador hace a los fines de permitir su ingreso a la causa y la

formación de la convicción del juez, acerca de aquello que es el tema de la prueba.

En términos generales, para que el medio de prueba en juicio sea

conducente; se impone la cobertura del principio de legalidad probatoria, pero en el caso

de la probanza sobre condiciones que son consustanciales a la persona (como la

farmacodependencia), es preciso que se parta del dispositivo constitucional que prevé, por

una parte, el respeto a la dignidad personal del individuo señalado en la causal y por la

otra; la evidencia de acatamiento de las garantías que ofrece el debido proceso. En éste

orden de ideas se observa, que la Constitución Nacional de 1999, prevé en su Artículo 46

lo siguiente:

Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y


moral; en consecuencia:
(…)
3. Ninguna persona será sometida sin su libre consentimiento a experimentos
científicos, o a exámenes médicos o de laboratorio, excepto cuando se
encontrare en peligro su vida o por otras circunstancias que determine la ley.

Se presume entonces, de los términos constitucionales, que el primer contenido

de la conducencia del medio de prueba en juicio de divorcio; cuyo


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tema sea la farmacodependencia del demandado, deberá ser la voluntad que preste éste

para la realización de cualquier procedimiento científico que determine la adicción a la

sustancia estupefaciente o psicotrópica. Adminiculada a la anterior, aparecen las

consideraciones que realizó el Legislador Constituyente de 1999 acerca del debido

proceso y sus manifestaciones, cuando prevé en el Artículo 49 lo siguiente:

El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y


administrativas; en consecuencia:
1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y
grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser
notificada de los cargos por los cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y
de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán
nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido proceso. Toda
persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las
excepciones establecidas en esta Constitución y en la ley.
(…)
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra
sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto
grado de consanguinidad y segundo de afinidad.

En el sentido de lo previsto por el Constituyente, toda prueba que se incorpore al

proceso, debe ser obtenida conforme a las leyes adjetivas que regulan las formas de su

percepción, hecho que impide el constreñimiento del demandado en divorcio para prestar

aquellas que pudieran descubrir (sin su voluntad), la presencia de la causal que su

cónyuge alega.
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1.1.3 LEGALIDAD DEL MEDIO DE PRUEBA.

La legalidad de la prueba, como condición y exigencia a la que se refiere la ley

adjetiva civil venezolana, no aparece delimitada por el legislador en la norma, con

precisión absoluta , por el contrario parece identificarse como un conjunto de atributos;

que a cargo del juez, deben poder establecer su la obtención de la misma ha cumplido los

requisitos de la conducencia y si el medio en que se contiene, no traspasa los límites del

debido proceso. En éste orden de ideas, Artículo 398° del Código de Procedimiento Civil

ha señalado:

Dentro de los tres días siguientes al vencimiento del término fijado en el artículo
anterior, el Juez providenciará los escritos de pruebas, admitiendo las que son
legales y procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales
o impertinentes. En el mismo auto, el Juez ordenará que se omita toda
declaración o prueba sobre aquellos hechos en que aparezcan claramente
convenidas las partes.

Así, el principio de libertad probatoria que permisa el ingreso al proceso, de

cualquier medio de prueba, siempre que supere el exámen del juez; tiene por límite

precisamente las condiciones de legalidad y de pertinencia, asumiéndose que es legal,

cuando el medio reúne todos los atributos que señala el debido proceso, o lo que es lo

mismo; que puede superar el escrutinio del sentenciador, porque en su practica se han

respetado los derechos sustanciales y materiales del sujeto con quien se involucra.
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Ahora bien, toca ahora el tratamiento de las bases doctrinales, que se armonizan con la

normativa ya referenciada, y que versa sobre el conocimiento científico que los autores

han producido, acerca de la condición de la farmacodependencia, de su posible

determinación para los efectos del proceso y, de su legalidad, esto último abordado a

través de los presupuestos generales para el ingreso de los medios probatorios a la causa.

1.1.4 FARMACODEPENDENCIA.

El XIV Informe Técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 1969,

define la farmacodependencia como la patología, relacionada con el consumo de

sustancias psicotrópicas, estupefacientes y drogas en general (prescritas o no), cuando el

paciente desarrolla dependencia respecto de las mismas y son éstas capaces de alterar el

normal funcionamiento de las facultades físicas e intelectivas de la persona. La

definición producida por la OMS, es la siguiente:

El estado psíquico y a veces fís ico causado por la interacción entre un


organismo vivo y un fármaco, caracterizado por modificaciones del
comportamiento y por reacciones que comprenden siempre un impulso
irreprimible a tomar el fármaco en forma continua o periódica, a fin de
experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar una sensación de
malestar que surge al dejar de consumirlo.

La dependencia al fármaco, se externaliza o representa por el conjunto de

conductas obsesivo compulsivas, que se desarrollan e intensifican en la medida


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que el consumo de las sustancias alcanza algún nivel de desarrollo, o; cuando la naturaleza

del fármaco y sus consecuencias son mas o menos notorias y adictivas (sustancias

psicoactivas también conocidas como drogas).

Del concepto anterior no se discrimina el hecho del carácter prescrito o no de las

sustancias, por lo que puede tratarse de una de origen médico que por el empleo paulatino

genera dependencia en el paciente, o de la que requiere para su supervivencia; pero que

sin embargo, es capaz de generar los efectos psicoactivos predichos. Es por la razón

anterior que la tendencia contemporánea respecto de ciertas clases de dependencia a

fármacos, particularmente los prescritos médicamente, es a considerar al paciente,

como un “enfermo”, es decir, sujeto de una patología, partiéndose incluso (en algunas

naciones), consumos mínimos de sustancias.

1.1.5 EXPERTICIA.

El examen de expertos o experticia, es a la luz de la legislación venezolana,

aquella prueba que se practica en el marco del proceso; por experto o especialista (perito),

en un área científica que por cuya especialidad es imposible a las partes y/o al juez,

comprender con la amplitud que requiere, la formación de convicción sobre el

funcionamiento, forma, entidad o atributos de la misma. En éste orden de ideas, Parilli

(2003, p. 3), ha definido la prueba de experticia, del modo siguiente:


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Es el medio probatorio personal que busca la convicción del juez, sobre la


existencia o inexistencia de criterios hecho. Peritaje es una actividad procesal
desarrollada en virtud de encargo judicial por persona distinta a las partes en el
proceso (Devis Echandia). En nuestro derecho, la experticia es el medio de
prueba consistente en el dictamen de personas con conocimientos especiales
(científicos, artísticos, técnicos o prácticos) designadas por las partes o por el
juez con el fin de cooperar en la apreciación técnica de cuestiones de hecho
sobre las cuales debe decidir el juez según su propia convicción.
Por otra parte el perito o experto puede definirse como la persona que
poseyendo especiales conocimientos teórico, prácticos, informa bajo juramento
al juzgador sobre puntos litigiosos en cuanto se relaciona con su especial
saber o experiencia.

La experticia, es un medio de prueba, llamada a generar un juicio acerca del

hecho que se pretende probar, por lo que es solo un medio auxiliar para la ilustración del

juez, cuyo mayor valor frente a otros medios depende, del carácter científico con que

actúa el experto, como un especialista en el conocimiento de las realidades que analiza.

La expresión procesal de la experticia, viene a estar representada, por el informe o

dictamen de peritos o expertos; que es el medio por el cual se trae la prueba al expediente,

sea administrativo o judicial. Como ya se señaló ut supra, la designación de las peritos

puede hacerse a petición de las partes o de oficio por el juez o tribunal; ya sea, en este

ultimo caso, para dirimir la discordia entre los peritos de las partes, o porque el juzgador lo

estime necesario para su mejor ilustración.

En éste mismo sentido, Devis Echandia (1997), señala que no debe confundirse la

fuente de la prueba con el medio, mediante el cual se manifiesta ésta . Esta ultima noción

comprende los modos aceptados en cada ley procesal


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como vehículos de la prueba (…) Gracias a estos medios, el juez llega a conocer el hecho

fuente y este deduce lo que se habrá de probar, así sea en forma directa e inmediata, si es

hecho fuente es el mismo hecho que se quiere probar.

Se tiene entonces que en el caso de la causal de divorcio estudiada, el hecho fuente

sería la farmacodependencia de la que padece el demandado en divorcio; al tiempo que el

medio es, la experticia que practicada en el sujeto permite detectar el padecimiento, lo

consuetudinario de su carácter y los efectos que produce. Pasceri (2007, p. 7), señala a este

respecto:

La plena convicción no la obtiene el juez, generalmente, con un solo medio


de prueba, sino del concurso y la variedad de medios aportados al proceso; ni
tampoco basta para llegar a ella una convicción meramente subjetiva o
caprichosa del juez. En una concepción racional de la justicia y especialmente
de las pruebas, el convencimiento que implica la decisión, de ser la resultante
lógica de un exámen analítico de los hechos y de una apreciación crítica d e los
elementos de prueba. Como se ve, se ha discutido si el informe pericial
contiene un valor absoluto, a cuya aceptación esté obligado el juez, o si
mas bien no pasa de ser una de tantas pruebas sometidas a la valoración
judicial, relacionándola con todas las demás resultancias que consten en los
autos. Este segundo criterio es el prevaleciente en la doctrina y el más aceptado
para los fines judiciales.

La experticia entonces, resulta fundamental a aquella actividad probatoria donde

el tema de la prueba es, esencialmente complejo; por el elemento científico que se

involucra con él y que en tales términos no es accesible al sentenciador, no a las mismas

partes.
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Ahora, si bien el dictamen rendido en el informe que levanta el experto o perito, es

sensiblemente idóneo para la formación de la convicción del juez, no se encuentra tasado

por la norma para su valoración; por lo que queda al sentenciador adminicular lo

arrojado, con el resto del probatorio para deducir así, lo que sea preciso sobre lo

condición de farmacodependiente.

Como toda prueba, la experticia requiere de la concurrencia de los atributos de la

legalidad; para que sea procedente dentro del proceso, con una especial consideración al

hecho; de la relación directa con la entidad física de la persona, que tendría, un exámen

médico científico que determine el consumo de fármacos, en niveles de dependencia.

1.1.6 LEGALIDAD DE LA PRUEBA.

Como condición imprescindible para que el medio de prueba se ingrese al proceso,

la legalidad (que es una exigencia concreta en el probatorio, de un principio procesal en

general); es estudiada por Calvo (2002, p. 312), del modo siguiente :

Desde el punto de vista común es (…) la demostración de la efectividad de los


hechos controvertidos.
Es el medio de que se pueden valer las partes, para acreditar lo s hechos de los
que hacen depender su derecho de pretensión.
Para el objeto de nuestro estudio consideramos la prueba como la etapa del
procedimiento dentro de la cual deben acreditarse, mediante los medios que la
ley permite, los hechos alegados y controvertidos.
Condiciones de los medios probatorios. Son:
1. La legalidad. Consiste en que el medio de prueba debe estar admitido
como tal en la ley.

(…).
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El autor patrio agrega a la definición de pruebas, un elemento que resulta esencial

a estas, y es el que refiere al cumplimiento de los extremos de legalidad, oportunidad,

publicidad y pertinencia; de allí que indepe ndientemente de que la prueba sea, de las

típicas, o una de las que conforman el cúmulo de las pruebas libres; es imperioso el

cumplimiento de tales presupuestos para que puedan estas ingresar al mundo probatorio.

Visto lo anterior, aparece entonces la idea, de que la prueba libre, debe

Así entonces, se tiene que la legislación nacional estipula los términos de una

libertad probatoria, según la cual, todas las pruebas deben ser admitidas por el Tribunal,

aun cuando estas no sean de las nominadas, tasadas o expresadas por el Código de

Procedimiento Civil; siempre y cuando no evidencien ilegalidad alguna y sean

conducentes, encontrándose el juez obligado a desechar las que aparezcan

manifiestamente ilegales o impertinentes al objeto en el proceso.

De lo anterior se colige que conforme a lo establecido en el artículo 398 del

Código de Procedimiento Civil, el Juez debe pronunciarse sobre la admisibilidad de las

pruebas producidas por las partes oportunamente, limitando su admisión sólo a aquellas

que no sean ma nifiestamente ilegales o impertinentes. En efecto, cuando el juez dicta la

decisión interlocutoria que admite o niega las pruebas promovidas, no está valorando el

mérito probatorio de éstas, sino manifestando su convicción de que los medios

probatorios aportados, permitirán dilucidar la controversia de fondo.


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No debe confundirse así, la legalidad del medio probatorio con la legalidad de

la prueba, ya que el análisis de esta última debe trascender al estado de la admisión,

puesto que supone un examen más profundo y crítico, con conocimiento de causa por

parte del sentenciador.

1.2 SISTEMA DE VARIABLES.

Una variable es una cualidad susceptible de sufrir cambios. Un sistema de

variables consiste, por lo tanto, en una serie de características por estudiar, definidas de

manera operacional, es decir, en función de sus indicadores o unidades de medida, la cual

en esta investigación la variable es de la conducencia de los medios de prueba. El

sistema será desarrollado mediante un cuadro, donde además de variables, se especifique

n sus dimensiones e indicadores.

1.2.1 DEFINICIÓN NOMINAL.

Conducencia de la prueba

1.2.2 DEFINICIÓN CONCEPTUAL .

La conducencia de la prueba se entiende, como el requisito para la legalidad de los

medios empleados en el proceso; que atienden al modo de obtención, al cumplimiento de

los extremos que para ello se exigen, para que


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sea valedero en la actividad probatoria y capaz de engendrar en el juzgador, convicción

suficiente sobre lo que se pretende probar; con respeto a los derechos constitucionales y

legales del sujeto que es fuente de la misma (fuente de la prueba).

1.2.3 DEFINICIÓN OPERACIONAL.

La conducencia de prueba se verifica a dentro de la actividad probatoria en el

proceso venezolano, una vez que el medio instrumentado es promovido ante la

jurisdicción y para la admisión el juez analiza la utilidad del mismo, en contraste con el

universo de posibles medios probatorios existentes y el cumplimiento de las exigencia

de legalidad en la obtención que cada uno de ellos haga.


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CUADRO DE OPERACIONALIZACION DE LA VARIABLE

OBJETIVO GENERAL: ANALIZAR LOS MEDIOS PROBATORIOS PARA LA


CONDUCENCIA DE LA PRUEBA DE FARMACODEPENDENCIA EN LOS JUICIOS
DE DIVORCIO EN VENEZUELA.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS VARIABLE DIMENSIONES INDICADORES
Analizar la noción de - Tipo de fármaco.
farmacodependencia a la luz Noción de Habitualidad.
de la legislación venezolana. Farmacodependencia. - Síndrome.
- Patología.
Analizar la prueba de - Derecho a la
experticia para la integridad física.
comprobación de Prueba de experticia - Derecho a la
farmacodependencia en los para integridad moral.
juicios de divorcio en farmacodependencia. - Derecho a la
Venezuela. salud.
- Orden público
familiar.
Analizar las exigencias de - Promoción del
legalidad para el medio de medio de prueba.
prueba empleado en juicio Legalidad de la - Licitud del objeto
para la causal referida. prueba para de la prueba.
farmacodependencia. - Orden para la
práctica.
- Evacuación de la
prueba en el juicio
de divorcio.
Fuente: Araujo, Quintero y Villasmil (2008).
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2. DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe XIV de 1969, al

igual que la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), asumen el carácter y

condición patológica de la farmacodependencia, al definirla como el estado psíquico y a

veces físico causado por la interacción entre el individuo y un fármaco, caracterizado

por modificaciones del comportamiento y por reacciones que comprenden siempre un

impulso irreprimible a tomar el fármaco en forma continua o periódica, a fin de

experimentar sus efectos psíquicos o evitar la sensación de abstinencia.

Las legislaciones del mundo experimentan en torno a la

farmacodependencia, profundos problemas, especialmente respecto de la comprobación

procesal de tal afección (por la imposibilidad de practicar exámenes médicos sin el

consentimiento del individuo); para aquellas causas donde dicha enfermedad importa

consecuencias jurídicas, siendo el caso típico, el juicio de divorcio.

Vale en este sentido recoger la misma imposibilidad para la comprobación

en juicio de la condición de fármaco dependiente en el demandado en caso de divorcio; de

la que adolecen otros Estados como Colombia y Chile. En el primero de ellos el

Componente de Medicina Legal del Sistema de Vigilancia Epidemiológica sobre

Sustancias Psicoactivas de la Ciudad de Medellín (VESPA), ha pretendido sin éxito

adelantar un sistema de detección de la


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patología en pacientes vivo, lo mismo que el Sistema Nacional de Información sobre

Drogas de Chile.

Ahora bien, en éste orden de ideas se observa, que la Constitución Nacional de

1999, prevé en su Artículo 46 el derecho de toda persona; a experimentar respecto por

entidad física y moral; de allí que ninguna pueda ser sometida sin su libre consentimiento

a “experimentos científicos, o a exámenes médicos o de laboratorio, excepto cuando se

encontrare en peligro su vida o por otras circunstancias que determine la ley”.

La letra de la norma programática, impide la práctica de exámenes médicos o de

laboratorio al ciudadano, a menos que se cuente con el permiso expreso de éste; garantía

que en materia de la prueba que se requeriría para el establecimiento en juicio de la

condición de fármaco dependiente, se armoniza con el Artículo 49 ejusdem, que reza:

“(…) 5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí

misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de

consanguinidad y segundo de afinidad”.

De la apreciación apriorística del texto constitucional, se presume la

imposibilidad de constreñir al demandado en juicio de divorcio, a la confesión de su

condición, por una parte; y por la otra, a someterse a procedimientos médicos para la

detección de la predicha condición; realidades que demandan el estudio que se adelanta,

acerca de los medios por los que su probanza sería


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conducente en el proceso civil, partiendo de que ello (la conducencia probatoria) exige

primordialmente en las formas de obtención.

El Divorcio ha sido entendido en la legislación patria, como la manera establecida

por la ley, para disolver el vínculo matrimonial, cuando concurran las causales que, de

acuerdo al ordenamiento jurídico; justifiquen la ocurrencia de tal disolución y para lo

cual se instrumentan, o bien el proceso ordinariamente entendido en la sede civil, u otros

especiales, como por ejemplo; el que opera según los términos de la Ley Orgánica de

Protección del Niño, Niña y Adolescentes en Venezuela.

Puesto que el divorcio afecta sustancialmente, la situación jurídica y estado civil de

los ciudadanos así vinculados, y repercute además en las condiciones sociales en general

de los grupos humanos; la legislación nacional solo lo entiende viable en el supuesto de

que acontezcan dentro de la unión conyugal algunos hechos específicos a los que el

legislador, ha entendido como de la gravedad necesaria para dar por terminado el nexo

entre los cónyuges y siendo dichos supuestos, las causales de divorcio.

El criterio de la jurisprudencia nacional, en materia de la comprensión del divorcio

en Venezuela, afirma los alcances que éste tiene como expresión de las vías que la ley

otorga a los particulares, para disolver el vínculo conyugal, en casos donde; es

precisamente la vida en común que causa mayor malignidad que el propio rompimiento

del vinculo , de allí que pueda argüirse a la luz de la


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legislación venezolana, la existencia del divorcio “solución” , a los problemas que

importa la vida en común, pero, solo y solo si, aparecen probadas las causales de

rompimiento estipuladas por la ley. (Expediente Nº 2557 de fecha 26 de Febrero del

2004. Tribunal Supremo de Justicia, Sala Social).

Legislaciones civiles como la mexicana, permisa n el llamado divorcio

“necesario”, entendido como aquel que ocurre en presencia de causales; que por su

gravedad imponen a la jurisdicción el procedimiento de divorcio, a los fines de evitar los

perjuicios que pudieran acontecer con mayor gravedad sobre el demandante.

El legislador patrio, en el tratamiento que ha operado sobre las causales de

divorcio, diseñó un esquema taxativo de supuestos en los cuales se hace operativa la

posibilidad de disolver el vínculo matrimonial, bien por vía contenciosa con la alegación

del supuesto por uno solo de ellas, o porque de forma no contenciosa aleguen mutuamente

el hecho, ambos.

La razón de ser de la taxatividad con la cual el legislador diseñó la norma

sustantiva civil en la materia, se encuentra en las orientaciones de un espíritu legislativo

proclive a la conservación del matrimonio; como institución fundamental para la familia,

asunto que no viabilizaba sino, la restricción de los supuestos que harían operativo el

divorcio.
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Del anterior entendido se desprende como elemento que priva, para la comunidad

de las causales de divorcio previstas en el Articulo 185 del Código Civil, la gravedad que

todas implican como impedimento para la vida matrimonial, por entender bajo tal idea, la

integración de todos los contenidos y expresiones de éste vínculo emocional, social y

jurídico que se entrañan con la unión de los cónyuges, y es que precisamente en el

entendido de que sean éstas graves, asume el legislador la posibilidad de la ruptura por

vía del proceso judicial respectivo.

Ahora bien, independientemente de la gravedad que en la apreciación de cada

persona implique la causal de divorcio que decida alegar para la acción por divorcio, el

proceso cue nta con sus propios mecanismos para la determinación objetiva de ésta a

través de la actividad probatoria, que recaería en cabeza de aquel que realiza la alegación

del presupuesto de ley, dado que así lo ordena la distribución de la carga de la prueba

hecha por el legislador para los procesos en sede civil.

Así entonces la determinación objetiva que debe alcanzar el juez competente, para

el conocimiento de juicio de divorcio, ocurre por medio de una actividad probatoria de

parte que tendrá por objeto determinar la verdad acerca de la causal que alega; más, tal

determinación no puede ser irrestricta si no resultan para ella idóneos todos los medios de

prueba que permisa el proceso


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civil venezolano, dado que casi todas comprometen derechos sustanciales de

quien es demandado por divorcio.

En éste orden de ideas aparece, que de las causales consagradas por el Artículo 185

del Código Civil, una de las que más gravemente impone un compromiso de derechos

primordiales del ciudadano; es la que se refiere a la condición de farmacodependencia,

prescrita en el ordinal 6º de la norma, cuando reza: “La adicción alcohólica u otras formas

graves de fármaco depende ncia que hagan imposible la vida en común”.

De la definición supra citada, se desprende el hecho, de la vinculación de la

farmacodependencia con una patología médica, hecho éste que dirige a la consideración

de las siguientes cuestiones. En primer lugar al tratarse la farmacodependencia de una

enfermedad relacionada con el consumo patológico de fármacos (prescritos o no),

impondría para su prueba, del empleo de medios que revelen en el juicio de divorcio, no

solo el consumo eventual, sino no la recurrencia de ésta condición y ello amerita

necesariamente de la practica de exámenes médicos toxicológicos.

Por otra parte, al ser efectivamente una enfermedad la que da lugar a la

causal de farmacodependencia; debería el demandado por ella, gozar de un tratamiento de

ley como paciente de la misma y no de uno aparentemente discriminatorio como el

que se vislumbra del Código Civil, sancionando sus manifestaciones con la viabilización

de la ruptura del vínculo matrimonial.


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Se tiene entonces que la conjugación de las realidades predichas, se armonizan en

torno al objeto de estudio de la presente investigación; que pretende determinar los

medios probatorios que hagan posible la conducencia de la prueba de

farmacodependencia en los juicios de divorcio, pero; a la luz de las garantías

constitucionales que se ofrecen para el paciente demandado, por ser tales inderogables,

aun ante la necesidad del descubrimiento de la verdad en juicio.

3. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN .

3.1 OBJETIVO GENERAL.

Analizar los medios probatorios para la conducencia de la prueba de

farmacodependencia en los juicios de divorcio en Venezuela.

3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

Analizar la noción de farmacodependencia a la luz de la legislación venezolana.

Analizar la prueba de experticia para la comprobación de

farmacodependencia en los juicios de divorcio en Venezuela.


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Analizar las exigencias de legalidad para el medio de prueba empleado en juicio

para la causal referida.

4. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN .

La justificación teórica del presente estudio, se basa en la pretensión de un

análisis sistemático de la doctrina del Derecho Civil, del Procesal Civil y Probatorio

relativa al divorcio, pero bajo consideraciones de orden programático constitucional, que

confieran una vigencia temporal y principista a un ordenamiento preconstitucional y

desarticulado de las nuevas garantías fundamentales de la persona (en cuanto al proceso y

a la integridad humana).

La justificación práctica de la presente investigación, se verifica en la posición del

demandante en el proceso, y ello es así porque siendo verdadera su alegación, requiere

éste de la dotación de medios de prueba eficaces, que hagan conducente la demostración

de una patología que implica verdaderamente, en una buena cantidad de los casos,

profundos impedimentos para la vida en común, haciendo inobjetable el derecho del

demandante a pretender el divorcio.

Ahora bien, desde el punto de vista metodológico, la investigación que se inicia, se

justifica en la posibilidad de conjugar los instrumentos ofrecidos por la metodología de la

investigación científica; con la ciencia social del Derecho, cuya dinámica solo puede ser

abordada por medio de la escogencia de diseños que abracen tal característica. El presente

estudio permitirá realizar un análisis


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transversal sobre la conducencia de la prueba de farmacodependencia en Venezuela.

5. DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.

En relación a la delimitación temporal de la investigación planteada, se tiene que su inicio se


produjo en el mes de Febrero del 2008; y su culminación se estima para el mes de Junio del presente año

2008. Respecto de la limitación espacial, se observa que la misma se circunscribe al ámbito geográfico de la

república Bolivariana de Venezuela.

El ámbito temático dentro del cual se desarrollan los análisis necesarios a la

presente investigación, se integra principalmente de las ramas especiales del Derecho ;

dadas por la disciplina Civil, Procesal Civil y del Derecho Probatorio o de Pruebas. Las

dos primeras aplicaciones de la ciencia jurídica se instrumentará n, para la comprensión

sustantiva de las causales de divorcio en el plano nacional, partiendo de la consideración

del Código Civil Venezolano de 1982, orientadas por la doctrina de Calvo (2002), Osorio

(2005) y Henríquez La Roche (2004).

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