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El laberinto de la soledad:

Fragmento “Todos Santos, Día de Muertos”.

Octavio Paz, escritor, poeta y ensayista mexicano ganador del premio nobel a la literatura en 1990.
Paz se encuadra en dos géneros: lírica y ensayos, en este caso veremos el laberinto de la soledad:
Fragmento “Todos Santos, Día de Muertos”. El tema del que habla es acerca de las fiestas y todo lo
que conlleva, en su mayoría, el fragmento habla de cómo somos los mexicanos en ese aspecto. El
texto tiene un enfoque filosófico, pues es la manera en la que se reflexiona acerca de la vida y la
muerte. Su hipótesis o idea directriz es una visión que cuenta como el mexicano lleva las penas, la
angustia, la pobreza, la ira, el temor… es mediante ese ambiente fiestero que nos hace ver la vida
y la muerte de una manera muy particular, es una visión personalizada de México en sus
festividades.

Los temas tratados son los siguientes:

· Fiestas

· la vida y la muerte

· cultura mexicana

-Puedo decir que el tema que más interesante me parece es la Cultura mexicana. Mi manera de
traducir su ensayo seria que en nuestra cultura se respeta y se festejan todo tipo de cosas,
hacemos tributo a los fallecidos, a nuestros santos devotos etc., apreciamos nuestra vida tanto
que la festejamos después de la muerte. Octavio Paz, habla de la cultura mexicana como si nuestra
costumbre de festejar fuera solo por querer tener algo que hacer. Dice que somos solitarios, pero
queremos aparentar no serlo, teniendo estas grandes fiestas. Tomando cualquier cosa y
convertirla en algo que festejar: el dolor, la felicidad, el agradecimiento, la devoción, el rencor, la
ira, todo lo festejamos.

-No estoy completamente de acuerdo con lo que menciona; no somos solitarios, nos importa la
familia, el vecino, la comunidad… somos nobles y nos sentimos orgullosos de ser quien somos y
como somos. Nuestros festejos son parte de nuestra manera de ser; alegres y nobles. Por
supuesto que no todos somos iguales y pienso que de ahí sale su argumento traducido a ese texto.
El mexicano tal vez oculte su tragedia bajo las faldas de una fiesta, pero eso no le resta
importancia. Más bien es una manera positiva de mirarle el lado bueno a las cosas, aunque no lo
tenga. Es darse ánimos para no decaer y tratar de hacer hasta lo imposible antes de rendirse.
Reflexión
Octavio Paz, nos da armas para analizar nuestra identidad como mexicanos, pone al descubierto
nuestra indiferencia hacia la vida. La forma dramática en que nos describe; nuestras canciones,
refranes, reflexiones y fiestas populares hablan de mexicano que no le asusta nada. Morir es tan
natural y hasta deseable, tanto que lo convertimos en una fiesta, la muerte nos atrae el mexicano
lo exagera todo desde su devoción a un santo hasta su adulación a la muerte, el querer olvidarnos
de todo, pero no del todo. Cegarnos un ratito. Como pueblo ritual que somos engrandecemos
nuestras ceremonias, queremos que valga la pena y así demostramos que tanto nos importa.
Nuestra nobleza es tan grande que nos quitamos la comida del plato para dárselo a quien deberás
lo necesite. La alegría con la que nos levantamos día a día, a pesar de que las cosas no pinten bien
es algo que nos identifica. Somos positivos, no solo una bola de personas argüenderas y fiesteras.
Vivimos de la fe y de quienes hacen esos milagros y volcamos nuestras energías en querer
agradecer esos favores. Somos ricos en ese aspecto, lindos por dentro y por fuera, y no nos
importa morir porque sabemos que el que nace algún día tiene que morir y lo mejor es recibirlo de
la mejor manera: cantando, bailando y dándole gracias a la vida por dejarnos ser parte de ella.

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