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1.1.

Descripción del aspecto literario de la obra

1.1.1. Introducción

En el presente apartado, se describen los aspectos literarios de El viejo señor obispo.

Para ello se recurre a las distintas teorías de análisis literarios. Cada una de dichas teorías

aporta puntos de vista particulares para enfatizar rasgos y elementos del texto.

Las corrientes literarias y sus mentores más importantes permiten el análisis descriptivo

de la obra desde sus respectivos enfoques.

3.

1.1.2. Enfoque desde el Positivismo

Un primer análisis del cuento El viejo señor obispo desde el punto de vista literario se

puede enfocar desde el positivismo, que “lleva consigo una nueva visión del mundo y una

nueva manera de actuar en todos los campos de la actividad humana. Con él, la razón se

convierte en el único principio válido” (Sunyer Martín, 1988: 1).

Según José María Pozuelo Yvancos, en el campo literario, los textos literarios son

tomados como hechos positivos con valor de documentos que reenviaban para su sentido a

la propia historia literaria y se interpretaban en relación con la biografía de su autor. Según

esta corriente literaria el autor que había emitido un texto, es considerado como el objetivo

último del estudio de sus obras, junto a su época.

El método positivista aunó diferentes dominios humanísticos en torno al dato en el suceder


histórico como reflejo del hombre y de su cultura. Su ambición era, por otra parte, la de evitar
el juicio subjetivo del intérprete o crítico y acercar la investigación a los métodos imperantes
en las ciencias naturales ocupadas en la empiricidad demostrable del dato positivo. (Pozuelo
Yvancos, 1994: 73)

Por las razones antes mencionadas, para el análisis literario de la obra desde el punto de

vista del positivismo, es de vital importancia la biografía del autor. En este sentido, para
orientar el presente trabajo, es pertinente preguntarse ¿Qué aspectos de la vida del autor

resalta en su obra?

La respuesta a la pregunta anterior, en este caso, será abordada a partir de dos

referencias: la explícita y la implícita. En el primer caso, el procedimiento consistirá en

buscar en el relato de El viejo señor obispo algunas referencias biográficas del autor. En el

caso de la referencia implícita, se indagará en otras obras del autor rasgos de su

pensamiento y cultura que aparecen de modo implícito en el texto.

Referencia explícita

Acabó de caer cuando durante una insurrección popular, abortada en sangre, la casa del
Obispo se convirtió en refugio clandestino de los cabecillas revolucionarios y, por último, en
puesto sanitario subrepticio. El Obispo y la señorita Teresa atendían a los heridos. Dos de
ellos murieron casi al final. Esa noche, a la luz de la luna, el propio Obispo cavó un hoyo entre
los naranjos y las tacuaras de la huerta y allí los enterró después de rezarles un responso,
arrodillado con su hermana sobre la tierra recién removida, mientras las balas perdidas
silbaban su canto ciego de suindá entre las hojas. (Roa Bastos, 1953: 33)

En el fragmento anterior se puede encontrar reflejada la faceta del autor como enfermero

en tiempos de furia, en tiempos de revolución. Roa Bastos ayudó como enfermero en la

Guerra del Chaco. Por su corta edad

no fue destinado a la primera línea del frente, sino a los servicios de enfermería, `barriendo y
levantando camillas´. En ese destino solo se recogen los trozos de la batalla, asistiendo al
dolor físico y moral del soldado que únicamente guarda las señales y los recuerdos de su
miserable grandeza. (Tovar, 2012: 71)

. También vivió en carne propia la Revolución del 47, en la que participó activamente y

luego le costó el exilio en compañía de otros intelectuales del país.

Atendiendo a lo expuesto antes, Roa Bastos proyecta en su texto parte de lo que él

mismo ha vivido tanto en la Guerra del Chaco como en la Revolución de los Pynandi:

experiencia de desesperación, muerte y fragilidad de la vida humana.

Referencia implícita
Con respecto a la referencia implícita se plantea la pregunta: ¿Qué aspectos del

pensamiento y capital cultural1 del autor, verificable en otras fuentes, aparecen en el texto?

En este caso, interesa indagar sobre el pensamiento religioso Augusto Roa Bastos. A

continuación se presentan algunos recortes de otras obras roabastianas para intentar

responder la pregunta formulada:

Sobre el propio sentimiento religioso, en una entrevista, Roa Bastos reconocerá que no

ha perdido nunca

el sentimiento religioso. No cristiano ni católico. El sentimiento religioso profundo de las cosas


que no son solo materiales sino que hay otras realidades que uno no entiende. Esta pulsión,
esta punzada del mundo espiritual, que debe ser la fuente de lo religioso, siempre actuó en mí .
(Tovar, 2012: 72)

También dice que su tía Raymunda hizo nacer en él “el sentimiento de lo sagrado, la

vocación de entrega a los demás” (Roa Bastos, 1995: 79). Este sentimiento religioso del

autor se encuentra plasmado en el texto en varios aspectos profundamente religiosos: el

servicio, la actitud ante la muerte, el perdón, la purificación, la compasión, la lucha por la

verdad, etc. Sobre el sentido religioso del pueblo paraguayo, Roa Bastos dice:

Lo religioso está en la misma sustancia, en la misma esencia del ser humano y tiñe todos sus
gestos, su comportamiento, de un ritmo muy especial, de un ritmo solemne, de un ritmo
profundo, donde se nota la fuerza de esta energía espiritual, que hace que nuestro pueblo –
profundamente religioso, hay que reconocerlo -, haya podido superar las grandes catástrofes
de su historia. Esta religiosidad popular es una de las características fundamentales de nuestro
modo de ser, de nuestro tekoeté. Y yo creo que no debemos dolernos por ello, no es un signo de
barbarie, es un signo de la ancestralidad que nos domina desde adentro, inmemorialmente. Lo
que tenemos que hacer es no recubrir la civilización sino hacer que estas esencias nuestras
vayan también impregnando toda esta invasión de la cultura que debemos forzosamente tener.
(Gamarra, 1998)

Las afirmaciones que hace el autor, aparecen en el relato El viejo señor obispo en

cada uno de los mendigos que se sientan a la mesa con el protagonista de la historia y

1
Según (Bourdieu, 2000) el capital cultural es “aquel que puede convertirse bajo determinadas condiciones en
capital económico, sobre todo en títulos académicos”. Una de los estados en se presenta es el “interiorizado o
incorporado, esto es, en forma de disposiciones duraderas del organismo”.
conforman su coro. El sentimiento religioso está presente aun cuando los personajes

viven estados de locura o no pueden hablar (como en el caso de María Te´ongûe), pero

el amor profeso se puede deducir de la mirada fija y vigilante hacia la habitación donde

yacía el obispo. Todos, a pesar de sus desgracias particulares, representan, una porción

de la gente sencilla, y de su fe.

Evidentemente el pensamiento religioso de Roa Bastos es mucho más amplio, que lo

que aquí presentamos. De hecho, la mayoría de sus obras tendrán este atravesamiento,

como él mismo lo reconoce:

Una de las vetas más ricas es precisamente esta tendencia ritualista que tiene nuestro país.
Esto nos viene no solamente de nuestros antepasados hispanos, sino principalmente de
nuestros antepasados indígenas, que eran y siguen siendo ritualistas por excelencia. Creo que
somos una colectividad en peregrinación. En mis novelas, este mito de la peregrinación, de un
país en peregrinación se da a través en muchos episodios que conforman una especie de ciclo
ritual que se repite constantemente. (Gamarra, 1998)

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