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Universidad Nacional de Rosario (UNR)

Facultad de Humanidades y Artes

Antropología

Materia: Sistemas Socioculturales Americanos

Prof. Titular: Dra. Laura Ana Cardini


Adscriptas: Dra. Julia Broguet, Prof. Elisabet Secanelly Lic. Gianina Moisés Sosa
Auxiliares de2ª Categoría: María Guadalupe Arias, Martina Iriarte y Cecilia Rey

Trabajo Práctico n.º4

Salleras, Daniela; legajo N° S-3534/3

Rosario, 14 de octubre de 2020


Configuración de los estudios “afro” en América

Serna Moreno (2015) explica que los estudios afroamericanos surgen del desarrollo de diversas
disciplinas humanísticas: sociología, historia, antropología y demografía, entre otras. Siendo
fundamental la antropología critica. Estos estudios se habían iniciado durante el siglo xix en Estados
Unidos, con predominancia de la perspectiva sociológica, con el propósito de incluir a la población
negra libre a la sociedad posterior a la guerra civil, aunque careciendo del enfoque antropológico.

El autor destaca que la dinámica de las relaciones culturales ha estado atravesada por relaciones de
dominación y poder. La conquista, es decir, las acciones militares mediante las que se tomó posesión de
territorios ajenos y la colonización, como intento de posesión de los espíritus, lenguajes, esquemas
mentales y perceptivos de los conquistados, marcaron procesos interculturales conflictivos y el
surgimiento de nuevas identidades A partir de la brecha existente entre estas categorías (conquista y
colonia), los autores sitúan el análisis de algunos aspectos de los procesos afroamericanos.

Yevington (2001) plantea que la antropología de la diáspora africana en América Latina y el Caribe se
consolidan como especialización de la disciplina durante la década de 1930 a partir de la influencia de
los trabajos de Melville J. Herskovits y E. Franklin Frazier. Herskovits estaba influenciado por la
corriente del particularismo histórico y cultural boasiano. Sostenía la concepción boasiana de
separación entre raza y cultura. Influenciado por el renacimiento del harlem, crecimiento del arte, el
folklore y la herencia africana en la década de 1920, comienza diversas investigaciones de campo en
países africanos y el Cribe para rastrear “africanismos”: supervivencias de la cultura africana que se
remontaban mucho tiempo atrás y que sobrevivieron a la esclavitud. Estas supervivencias se reflejan en
la religión, el lenguaje, la familia y demás instituciones trasladadas al Nuevo Mundo por los esclavos
africanos. Empleó conceptos fundamentales para la disciplina, entre ellos: Tenacidad cultural,
permanencia, interpretación, sincretismo y aculturación.

En oposición a estos enfoques, Frazier planteó que los esclavos africanos en Estados Unidos fueron
desposeídos de sus culturas en el proceso de esclavización y que el legado de sus ancestros, sus hábitos
y costumbres se perdían al tener que adoptar otros. A partir del debate de estos autores se plantea la
necesidad de un abordaje que combinara las perspectivas sociales y culturales.

El documental Herskovits. Otra mirada a Afroamérica (2009) relata que, en 1927, el investigador
comienza a crear una institución basada en sus estudios de campo. En 1948, en el marco de los
procesos de descolonización, crea el primer centro de estudios africanos del país y establece contacto
con los líderes de las naciones post-coloniales. Su obra influyó mas tarde en el activismo por el acceso
pleno a los derechos civiles de la población afroamericana, aunque con un nuevo enfoque: este
establece una critica a las instituciones dominadas por blancos, como las que él mismo había liderado.
Además, los activistas afroamericanos plantearon la exigencia de ser participes de las investigaciones y
no sólo objetos de las mismas.
Acontecimientos históricos

En el siglo xix el concepto de raza es el tema central de la Antropología. La antropología física


estudiaba y media las partes corporales de personas de diferente etnicidad (ojos, naríz, grosor de los
labios) y se creía que la conducta, la inteligencia y la criminalidad variaba con la raza. Esta era una
forma de legitimar la opresión de las minorías y las jerarquías sociales valiéndose de la ciencia.

En este contexto, la colonización europea del Nuevo Mundo estaba casi completa. Las colonias eran
explotadas para servir a los intereses del país de origen. La mano de obra utilizada para la elaboración
de materias primas y cultivo de las tierras era proporcionada por los esclavos africanos traídos al
continente. La fuerza laboral africana fue explotada mayormente en la plantación agrícola de cacao,
azúcar, arroz, tabaco y algodón. La importación de esclavos africanos fluctuó de acuerdo con la
demanda de estos productos desde el mercado europeo, acrecentándose la población de esclavos en
Jamaica, Cuba, Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Guyanas y sur de Estados Unidos. La mayoría
eran traídos de regiones de África Occidental y Congo- Angola.

Uya, Okón (1989) explica que la socialización de los africanos en el Nuevo Mundo se produjo dentro
de este contexto de esclavitud, su autonomía cultural se logró a través de supervivencias de las
características culturales de sus países de origen dentro de sus instituciones. En estos sitios donde la
población de esclavos era mayoría, la socialización de los mismos se facilitaba, beneficiando la
creación de instituciones propias. En el Caribe, a partir de las condiciones de vida precaria, la
explotación laboral y poder al que los esclavos estaban sometidos, estos se vieron impulsados a
elaborar un nuevo modo de vida. En el siglo xix, eran obligados a convertirse al cristianismo, sin
embargo, la mayoría se mantuvo adherente a sus costumbres originarias. Sus manifestaciones
religiosas: Santería en Cuba, vudú en Haití, mylanismo en Jamaica y Shango en Trinidad ,tenían como
base común el concepto africano de magara, que refiere al propósito ultimo en la vida de un individuo
y la comunidad. Las sociedades esclavas del Caribe tenían creencias en hechicería y magia basadas en
determinadas actitudes filosóficas, a partir de las cuales se organizaron grupos religiosos centralizados
comunitariamente.

La resistencia cultural comienza a surgir cuando el esclavo comprende que el colono no lo veía como a
un ser humano, sino que lo reducía a una fuerza de trabajo que pudiera ser explotada, por lo que ignora
a sus dioses, emociones y rituales. A partir de esto, comienza la cultura maroon de resistencia.
Utilizaron la música, el arte y la danza como un medio de reaparecer su memoria, como una expresión
de supervivencia. Los festivales y carnavales eran el momento en que se reunían los esclavos para
intercambiar información y preparar revueltas. (Diène Doudou, 2012)

La rebelión mas significativa se da en la colonia de Saint Dominique (posteriormente Haití). Grüner


(2012) explica que allí surge la primera revolución anticolonial de América, declarando su
independencia en 1804 e influyendo en revoluciones posteriores. Fue la única revolución de esclavos
triunfante en la que la clase dominada toma el poder, fundando una nueva nación. A la vez, recuperaron
la memoria de los habitantes originarios de la isla al ponerle un nombre indígena. Ademas de su
carácter político y social, la Revolución haitiana supuso un movimiento filosófico y cultural. Su
influencia fue evidente en obras de la filosofía moderna como Dialéctica del amo y del esclavo de
Hegel. Otro aspecto significativo fue la elaboración del articulo 14 de la Primera Constitución Haitiana
de 1805, donde se estipula que todos los ciudadanos haitianos, independientemente de su color de piel,
serían denominados como negros. El autor explica que esto surge como una ironía hacia la falsa
universalidad de la Revolución Francesa, que no contemplaba a los hombres negros. Pero constituye
también una concepción en la que la denominación “negro” es política y no biológica o “racial”. Esto
dio lugar a un debate sobre el concepto, la categoría y la realidad de la “negritud”. La Revolución
haitiana, si bien desvalorizada, reaparece en el siglo xix en narrativas, poesías y formas estéticas como
referencia a la esclavitud. En el siglo xx, el concepto de negritud es retomado por el poeta Aimé Cèsair,
otorgándole carácter político y filosófico. Luego es retomado y teorizado por Frantz Fanon en Los
condenados de la tierra.
Bibliografía Utilizada

Diène, Doudou (2012) “La esclavitud y la cultura cimarrona” (pp. 19-25). En Pineau, Marisa (Ed.)
Huellas y legados de la esclavitud en las Américas. Proyecto Unesco La Ruta del Esclavo. Universidad
de Tres de Febrero, Eduntref, SáenzPeña.

Documental Herscovits. Otra mirada a Afroamérica (2009) Dirección de investigación: Vincent


Brown. Disponible en: https://youtu.be/JHR3Y2SPQP8

Grüner (2012) “Haití: la única revolución de esclavos triunfante” (pp. 223-228). En Pineau (Ed.)
Huellas y legados de la esclavitud en las Américas, Proyecto Unesco La Ruta del Esclavo.

Serna Moreno, J. Jesús María (2015) “Resistencia, identidad, choque cultural y lucha anticolonial de
los pueblos afroamericanos” (pp. 21-43). En Serna, Jesús María; Díaz, Viviana y Dalia Aidee Guevara
(Coordinadores) Afrodescendientes y diversidad étnico-cultural en México y Nuestra América. Centro
de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe. UNAM, México.

Uya, Okón (1989)Historia de la esclavitud negra en las Américas y el Caribe. Ed. Claridad.[Selección:
“Modelos de asentamientos negros en el Nuevo Mundo” (pp. 120-136) y “Vida y cultura de los
esclavos en el Caribe” (pp. 137-158)]

Yelvington, Kevin (2001) “The anthropology of Afro-Latin america and the Caribbean: Diasporic
Dimensions” (pp. 227-260). Annual Review Anthropology, V. 30. [Traducción de la Cátedra a cargo de
Elisabet Secanell].

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