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Finanzas Públicas
Fuente: Ceriotto, L. (2022). ¿Aerolíneas, estatal o privada? Vuelve el debate, mientras crecen las pérdidas. Clarín.
https://www.clarin.com/economia/-aerolineas-estatal-privada-vuelve-debate-crecen-perdidas_0_gfPpt4UVb1.html
Caso 2: El péndulo del mercado al Estado: ¿qué pasó con las empresas públicas en la
última década en Argentina?
Fuente: Diéguez, G. y Valsangiacomo, A. (2016). El péndulo del mercado al Estado: ¿qué pasó con las empresas públicas en la
última década en Argentina? Documento de Políticas Públicas, 178. https://www.cippec.org/wp-content/uploads/2017/03/977.pdf
El normativo, que se ocupa del deber ser del Estado; y el positivo, que se ocupa de lo
que el Estado es. Luego, nos detendremos en la llamada escuela del bienestar, que se
agrupa en las fallas del mercado, y conoceremos la denominada escuela de la elección
pública, que pone énfasis en las fallas de los procesos políticos.
Luego de desarrollar las finanzas públicas a través de los enfoques positivos y
normativos, se analizarán los aportes teóricos-prácticos de la escuela del bienestar.
Esta escuela esboza, como proposición primordial, que el Estado debe participar
para guiar, corregir y completar al mercado en su tarea de establecer de forma
eficiente los recursos de una economía. Ello, porque el sistema de mercado por sí
solo no puede solucionar todas las dificultades económicas, en algunas ocasiones
falla y es necesaria la mediación del Estado. (UNC, s.f., https://bit.ly/3pTjo7u)
Asimismo, se analizará de manera detallada cada una de estas posibles fallas como
justificación a la intervención pública, tanto desde los aspectos de la eficiencia como de
la equidad, “pero sin dejar de lado que a veces el remedio puede ser peor que la
enfermedad, ya que el Estado puede fallar al intervenir en la economía” (UNC, s.f.,
https://bit.ly/3pTjo7u).
En definitiva, este contenido permitirá “entender las razones que explican la intervención
del Estado en la economía, por ejemplo, del financiamiento a través del presupuesto
público de la educación universitaria” (UNC, s.f., https://bit.ly/3pTjo7u).
Sin embargo, a lo largo del siglo XX, las funciones públicas se han ampliado y
diversificado, y el Estado ha dejado de ser un mero guardián del buen desarrollo de la
actividad económica, para convertirse en un verdadero agente económico. En
ocasiones, el sector público actúa como empresario, ofreciendo ciertos bienes, que las
empresas privadas no pueden ofrecer. Asimismo, coordina y regula el mercado, a la vez
que establece una política económica orientada a alcanzar ciertos objetivos generales (a
los cuales se hará referencia en esta unidad).
Debe señalarse, además, que por sector público se entiende bastante más que el
Estado- nación de las modernas organizaciones políticas. Se trata de un conjunto de
organismos y unidades económico-administrativas que dependen del Estado y que se
subdividen, al menos, en tres distintos niveles de gobierno: las administraciones locales,
las regionales y las nacionales. A partir de ahora, y para abreviar, a los sujetos públicos
se los denominará Estado o sector público.
Las finanzas públicas, como campo de estudio de la agencia del sector público en la
economía, se encuentra íntimamente relacionada con las discusiones acerca de la
relación entre Estado y mercado, o entre la esfera pública y privada.
Los entendimientos acerca de esta relación van cambiando de acuerdo con los
contextos históricos y sociopolíticos; tales entendimientos impactan en la forma en que
se estudia y practica finanzas públicas.
Justificaciones a la intervención del Estado en la economía
Las funciones económicas en una sociedad pretenden responder la siguiente pregunta:
¿qué, cómo y para quién producir? Uno de los mecanismos que se aplicarán para
responder estas preguntas es el mercado, el cual se basa en el intercambio,
simplemente cuando exista un título exclusivo de propiedad.
Así, los fabricantes producen lo que los consumidores anhelan y lo realizan al mínimo
costo, gracias a las fuerzas de la competencia. De este modo, los mercados llevan al
uso eficiente de los recursos en una economía.
Pero el mecanismo de mercado no puede por sí solo satisfacer todas las funciones
económicas: surgen diferentes contextos que inducen los fallos del mercado y justifican
la intervención del sector público. Estos fallos pueden ser de eficiencia o de equidad:
bienes públicos, fallos de competencia, externalidades, mercados incompletos, fallos de
información y estancamiento, inflación y desequilibrio, de equidad y los denominados
bienes preferentes.
Las consideraciones acerca de la necesidad de la intervención del sector público en la
economía implican una serie de premisas que provienen tanto del análisis normativo
como positivo. En este punto, se sugiere leer las páginas 4 y 5 del libro Hacienda
Pública Teórica y Aplicada (Musgrave y Musgrave, 1992). Más allá de estas
consideraciones teóricas, los hechos demuestran que el sistema de mercado requiere,
para su adecuado funcionamiento, de la intervención del sector público, el cual
complementa al mercado a través de acciones tendientes a guiar y corregir la acción
privada.
Sin considerar la participación del sector público y bajo los supuestos del modelo de
competencia perfecta, la teoría económica señala que, mediante la libre interacción de
las decisiones individuales, se produce una asignación eficiente de los bienes. Vale decir
que los individuos obtienen lo deseado, maximizando su utilidad, y las empresas
maximizan sus beneficios produciendo de la forma más barata.
Sin embargo, la realidad económica rara vez se corresponde con los supuestos del
modelo de competencia perfecta. La violación a estos supuestos es lo que constituye el
principal argumento que la teoría económica utiliza para justificar la intervención del
Estado, es decir, la existencia de fallas de mercado; situación que implica que, bajo
determinadas circunstancias, el mercado no conduce a la eficiencia económica. En este
punto se sugiere leer las páginas 5 y 6 del libro Hacienda Pública Teórica y Aplicada
(Musgrave y Musgrave, 1992).
Las fallas de mercado tradicionales son situaciones en la que los recursos se asignan
erróneamente o en forma ineficiente. El resultado es una pérdida social, si se deja que el
mercado actúe por su cuenta; o, dicho de otro modo, el equilibrio del mercado no es el
que maximiza el bienestar social, por lo que se requiere la intervención del sector
público para tratar de corregir las fallas. Algunas de las fallas de mercado comúnmente
reconocidas, según Musgrave y Musgrave (1992), son las siguientes:
En el caso 2 (artículo presentado), nos podemos hacer estas preguntas: ¿de qué
hablamos cuando hablamos de empresas públicas?, ¿cuál es el escenario actual de las
empresas públicas nacionales?, ¿qué ventajas y desventajas presentan?
Los puntos anteriores constituyen algunos de los principales ejemplos, en los que
coincide la literatura, que justifican la intervención del sector público en la economía. Sin
embargo, esto no implica necesariamente que esas medidas correctoras sean siempre
las adecuadas o alcancen los resultados deseados. El sector público también puede
tener fallas, las que, si bien no son tratadas en esta unidad, es importante tener en
cuenta a la hora de efectuar un análisis integral de la actuación pública.
La contaminación es una externalidad, los habitantes del lugar no participan de esa
producción y, sin embargo, se ven afectados con un aire sucio. La fábrica no paga por la
producción de este residuo de su producción, por lo que el precio del bien que produce
no tiene incluido los costos de contaminación, ni los costos de instalación de filtros. El
precio de mercado del bien que produce solo representa los costos privados, pero no
incluye los costos sociales.
Los temas en que los actos de un individuo asignan costos a otras se llaman
externalidades negativas. No obstante, no todas las externalidades son
negativas. Hay algunos casos importantes de externalidades positivas, en los
que los actos de una persona benefician a otras. (Stiglitz, 2016. p. 96)
Por ejemplo, si una persona planta un árbol al frente de su casa, los vecinos se
beneficiarán de él, al poder mirarlo, y porque los árboles generan oxígeno.
Existe un gran número de ejemplos de externalidades: un automóvil adicional en
una autopista congestionada aumenta la congestión, tanto disminuyendo la
velocidad de circulación, como acrecentando las posibilidades que suceda un
accidente.
[…] Siempre que hay actividades que forman externalidades de ese tipo, la
asignación de los recursos que efectúa el mercado puede no ser eficiente. Como
no recae sobre las personas el total de los costos de las externalidades negativas
que crean, las ejecutan en exceso; por el contrario, como los individuos no reciben
todos los beneficios de las actividades que generan externalidades positivas,
realizan pocas. (Stiglitz, 2016, p. 96)
Algunas actividades del Estado se justifican porque los consumidores tienen información
incompleta. La intervención del Estado para corregir los fallos de la información va más
allá de sencillas medidas de protección del consumidor.
La información es, en muchos aspectos, un bien público, ya que proveer
información a una persona más no supone reducir la cantidad que tienen otras. La
eficiencia solicita que se divulgue gratuitamente o, con más precisión, que solo se
cobre el costo real de transmitirla. El mercado privado, a menudo, suministra una
información insuficiente, lo mismo que suministra una cantidad inadecuada de
otros bienes públicos. (Stiglitz, 2016. p. 100)
En el caso 2, se puede advertir que el crecimiento de las empresas públicas forma parte
de una decisión política premeditada de un Estado que buscaba aumentar su
participación en los asuntos económicos y sociales que hacen a la calidad de vida de la
ciudadanía, es decir, la intervención del Estado era intencional. Sin embargo, solo una
de las nuevas empresas públicas creadas en contexto electoral supuso un aumento
significativo en el empleo público (Administradora de Recursos Humanos Ferroviarios).
En el mismo texto, se puede advertir las características de las empresas públicas
nacionales por regímenes jurídicos:
La continuidad de la figura de las sociedades anónimas con participación estatal
mayoritaria como instrumento de gestión estatal empresarial preponderante halla
su cimiento en una serie de características que las vuelven especialmente
atractivas, a saber:
No obstante, cabe señalar que la forma societaria que el Estado prefiera, estará
asimismo vinculada al tipo de actividad económica en el que se busca participar.
(Diéguez y Valsangiacomo, 2016, https://bit.ly/3IpIGRd)
Asimismo, el Estado tiene dos funciones importantes que no pueden ser llevadas a cabo
por el mercado:
Los puntos anteriores constituyen algunos de los principales ejemplos en los que
coincide la literatura, que justifican la intervención del sector público en la economía. Sin
embargo, esto no implica necesariamente que esas medidas correctoras sean siempre
las adecuadas o alcancen los resultados deseados. Como mencionamos, el sector
público también puede tener fallas. Si bien estas no son tratadas en esta unidad, es
importante tenerlas en cuenta a la hora de efectuar un análisis integral de la actuación
pública.
A continuación, se resumen algunas de las principales razones que justifican la
intervención del Estado:
Referencias
Ceriotto, L. (2022). ¿Aerolíneas, estatal o privada? Vuelve el debate, mientras crecen
las pérdidas. Clarín. https://www.clarin.com/economia/-aerolineas-estatal-privada-vuelve-
debate-crecen-perdidas_0_gfPpt4UVb1.html