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Títulos de Castilla y león a la dominación de indias

Este punto del programa se refiere a los títulos con los que España pretendía justificar el
dominio de las indias para incorporarlos a su patrimonio.

Cuando Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en su carácter de reyes de castilla


dispusieron que las indias fuesen incorporadas a la corona de castilla la pregunta que nos
hacemos es QUE TITULOS ESGRIMIA LA CORONA CASTELLANA PARA
JUSTIFICAR ESE EXCLUSIVO DERECHO DE DOMINIO frente a los demás
países europeos.

España comprendió que no podía ser indiferente a la opinión de las demás naciones, para
defender y conservar el honor de sus conquistas debía justificar el dominio invocando lo
que conocemos como los justos títulos de dominación a las indias. La corona contaba
con teólogos y legistas que llevaron la cuestión al terreno jurídico por un lado y al
religioso por el otro , estos establecieron que :

DESDE EL PUNTO DE VISTA RELIGIOSO: Se esgrimía en la palabra divina a través


de un versículo de Isaías, donde se profetizaba el descubrimiento de tierras donde
abundaba el oro y la plata, o también de las profecías de Abdías según la cual la nueva
orbe debía ser convertida a Cristo por gente española, decían que la esencia de la
colonización llevada por España tenía el objeto de incorporar a los indios a la fe católica,
que sería algo asi como una guerra santa, tendiente a la conversión de los infieles.

DESDE EL PUNTO DE VISTA JURÍDICO: El justo titulo nace como un derecho


originario de conquista, derivado de la ley natural, mediante el cual se podía obligar a los
indígenas a respetarlo, se decía que esas tierras no pertenecían a nadie, por lo tanto tampoco
la podían detentar los indios, lo cual engendraba derechos a favor de los conquistadores.

Al tomarse conocimiento de los resultados del viaje de colon, los reyes católicos
recurrieron al papa para asegurarse de los derechos sobre las tierras descubiertas y por
descubrirse,

Recordemos que el derecho internacional de la época reconocía al pontífice de roma en su


carácter de jefe espiritual del orbe cristiano la facultad de disponer de aquellas tierras que
no eran parte de un estado cristiano a fin de otorgar su dominio a un príncipe cristiano para
que procediese a la evangelización de sus habitantes.

Entonces la corona de España empieza a gestionar con el papa Alejandro VI quien expidió
una serie de bulas papales relativas a los nuevos territorios.

La primera es conocida como - Inter coetera de 3 de mayo de 1493.- El Papa concede a los
reyes de Castilla y León todas las islas y tierras firmes, descubiertas ya o que fuesen
descubiertas en el futuro, siempre que no estuvieran ya sometidas a algún príncipe cristiano
y bajo la condición de que enviaran a ella evangelizadores.

La segunda es la Bula de partición o demarcación. Amplía y concreta la bula anterior.


Dona todas las tierras que hay a partir de 100 leguas al oeste de Cabo Verde. Esta línea se
modificó en 1.494 a través del Tratado de Tordesillas, situando la línea de partida a 370
leguas al oeste de Cabo Verde.

Eximiae devotionis de 3 de julio de 1493. Reproduce, en parte, las dos anteriores. Concede
a los reyes de Castilla y León para sus tierras descubiertas los mismos privilegios otorgados
anteriormente a la Corona de Portugal para los territorios anexados en África.

Dudum siquidem de 25 de septiembre de 1493.- Bula de ampliación. Amplía la donación


“a todas y cada una de las islas y tierras firmes halladas o por hallar, descubiertas o por
descubrir, que estén, o apareciesen a los que navegan o marchan hacia el occidente y aún al
mediodía, bien se hallen tanto en las regiones occidentales, como en las orientales y
existentes en la India”.

El rey de Portugal no estuvo conforme con las bulas papales, precisamente por la vaguedad
de la demarcación de la bula intercaetera, por lo cual presiono a fernando e isabel para
suscribir el tratado de Tordesillas por el cual llevan la línea divisoria a 370 leguas marinas
al oeste de cabo verde, estableciendo que las tierras situadas al occidente de la misma
correspondían a castilla y las situadas al oriente pertenecían a portugal, además se
comprometían a no realizar exploraciones en el sector no atribuido, y a cederse mutuamente
tierras que fueran descubiertas en forma casual, pero este tratado omitió determinar con
exactitud el punto de partida desde donde debían realizarse las expediciones y por otro lado
las partes no coincidían en la extensión de la legua marina, además este tratado obligaba
solo a las partes suscribientes, no a terceros, entonces tanto Inglaterra como Francia u
Holanda se establecieron al norte del continente donde la colonización española no llego a
concretarse., es asi que estos títulos invocados por España fueron discutidos, y el único
valido a esgrimir por España frente a las demás naciones europeas fue el de la ocupación
territorial, los demás títulos invocados fueron puestos en tela de juicio para determinar su
validez, mas aun lo que atañe al origen de la posesión a través de la concesión de la santa
sede, por un lado tenemos a fray bartolome de las casas que con la finalidad de explicar
los justos títulos y los derechos de los indios, reconoce que los antiguos aborígenes de
América eran verdaderos dueños y señores de las tierras que ocupaban, aún siendo autores
de pecados y conductas graves, ya que representaba un derecho natural que corresponde a
todos los hombres, incluso a aquellos infieles que nunca escucharon ni fueron instruidos en
la doctrina cristiana.

El pensamiento de Las Casas no se mantiene estático, sino que va evolucionando con el


tiempo.
De las Casas desconoció el poder temporal invocado por el Papado sobre los infieles para
poder disponer de sus tierras, razón por la cual no podía sustraérselas, quitarles el dominio
y entregarlo a otros príncipes. Sólo reconocía el poder temporal del Papa en orden al logro
de los fines espirituales osea la evangelización del Orbe. En ese caso aeptaba, que se
pudiera atribuir determinadas jurisdicciones a los príncipes cristianos para cumplir ese fin
evangélico, pero de ninguna manera para quitarles el señorío y dominio que sobre tales
jurisdicciones ejercían sus legítimos propietarios los indios.

Además se manifestó contrarío a la conquista de América por la fuerza, rechazando


totalmente ese medio para el cumplimiento de los fines apostólicos. Y Sostuvo la teoría
general de la injusticia de la guerra contra los indios, decía que no era un procedimiento
lícito para convertirlos al cristianismo, y para los casos en que la actitud de los indigenas
ofrecía peligro para la integridad física de los conquistadores, estos debían limitarse a
levantar fortalezas y desde allí iniciar el trato con ellos, y poco a poco ir multiplicando la
religión, ganando tierra por paz y amor, y dándoles el ejemplo de una vida mejor a la que
llevaban.

Por ultimo podemos decir que de Las casas sostenía que los indios, eran criaturas de Dios,
participaban de los atributos humanos y que tenían, por lo tanto, uso de razón y que eran
capaces de religión, de virtud y de vivir como hombres libres en sociedad civil y de tener
propiedades, leyes y gobiernos legítimos, todo lo cuai habían demostrado tener y usar antes
de la llegada de los españoles.

Por otro lado tenemos la opinión de FRANCISCO DE VITORIA

FRANCISCO DE VITORIA AL IGUAL QUE DE LAS CASAS negaba el poder


universal temporal al papa , para el, había causas justas e injustas para determinar el
derecho castellano a la ocupación de los territorios americanos.

Como causas injustas Vitoria consideraba:

· Que no podían considerarse dominio del emperador del Sacro Imperio, del “defensor de la
Fe”, toda vez que aquella no era zona del imperio y no le pertenecen.

· Que el dominio de aquellas tierras no puede hacerse por donación papal. Negaba el poder
teocrático del Papa, que no tiene potestad para repartir territorios en el mundo.

· Que el hecho de que los nativos no fuesen fieles no podía dar al imperio derecho para
usurpar sus tierras. El poder de todo príncipe manaba del derecho natural, no religioso, por
lo que negaba la pérdida del derecho sobre sus tierras a los indios por el hecho de no ser
cristianos. El derecho natural, es inherente a la persona.
· Que la dominación no podía ser justificada con la evangelización, pues el acto de creer
debe ser libre. La fe no puede ser impuesta y menos de forma violenta.

· Y tampoco se justificaba con la denuncia de que los indios eran salvajes y cometían
delitos contra natura, por lo que debían ser salvados mediante la evangelización. Vitoria
afirmaba que esa jurisdicción no podía recaer en manos del Papa o de un príncipe cristiano,
ya que al no ser cristianos aún no estaban bajo la jurisdicción de la doctrina cristiana.

En definitiva, Vitoria planteaba la absoluta necesidad de conseguir, primero, que el nativo


aceptase la religión libremente y, una vez convertido, se le podrían imponer la preceptiva
legislación y costumbres de la fe católica y del mundo civilizado.

Al contrario, Vitoria también expuso una batería de causas justas para el dominio de
América, que pueden resumirse de una forma fácilmente entendible de la siguiente manera:

Afirmaba que toda persona tiene derecho de circulación por la tierra, es decir, a circular por
cualquier parte del globo siempre que no dañe a nadie. “Dios dio la tierra a los hombres, no
dijo dónde y a quién”.

· Asimismo, la propagación del cristianismo era un derecho que tenían los miembros de la
Iglesia, en virtud del mandato bíblico. Esta circunstancia justificaba su presencia.

· Si los indígenas se convertían y eran coaccionados por otros por hacerlo, el príncipe
cristiano puede intervenir en su ayuda, enfrentándose a los segundos.

· También se podía intervenir si el que coaccionaba era el cacique, en tal caso contra éste.

· Si los jefes indígenas eran tiranos e imponían por la fuerza sus leyes, normas, etc., y éstas
iban contra natura, sacrificios humanos por ejemplo, por ley natural se podía intervenir.

· Si los indígenas aceptaban libremente la jurisdicción política del rey, quedaban


obviamente sometidos a éste.

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