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ENSAYO DE LOS "JUSTOS TÍTULOS" DE ESPAÑA AL DOMINIO DE AMÉRICA Y

LOS JUSTOS TÍTULOS EN LA DOMINACIÓN CASTELLANA DE INDIAS

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Facultad de …………., carrera que se esta estudiando,

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Octubre 05 del 2021


ENSAYO DE LOS "JUSTOS TÍTULOS" DE ESPAÑA AL DOMINIO DE AMÉRICA Y
LOS JUSTOS TÍTULOS EN LA DOMINACIÓN CASTELLANA DE INDIAS

Cuando hablamos del proceso de la conquista de América debemos comenzar por

reconocer cual era el propósito inicial que llevo a este descubrimiento, que fue el conseguir

que España lograra conquistar el comercio de las especias de la India, cuando se produce el

descubrimiento de América y su posterior colonización de los diferentes territorios, con esto

empezó el proceso de distribución o adjudicación de tierras basándose en el derecho

consuetudinario medieval, que procedía del romano y el canónico anteriores, y que fue el que

se usó también en la Reconquista: si en ésta se ponía en el tapete una restauración del poder

cristiano y del reino visigodo, aquella venía a ser una continuación por cuanto a dicho reino

habían pertenecido el norte de África, de ahí la legitimidad de la conquista de Canarias por

Castilla y las esporádicas argumentaciones acerca del derecho hereditario castellano sobre el

Nuevo Mundo, sólo un paso más allá.

Pero Gonzalo Fernández de Oviedo aseguro que Colón había descubierto el país de las

Hespérides, llamadas de esa forma por Hespero, duodécimo monarca de la vieja España que

ya había alcanzado aquellas tierras; pero González de Oviedo nunca pudo aportar las pruebas

que al respecto le pedía el Consejo de Indias, así que tendió a imponerse otro argumento

menos problemático: el res nulius o bienes sin dueño, por el que un territorio deshabitado

pertenecía a quien lo descubría y poblaba, esto fue usado por Portugal para quedarse con las
Azores. Lo que no coincidía con este concepto o con este argumento es que las Indias sí

estaban habitadas, por lo que se introdujo una variante: era lícito apropiarse de países

descubiertos y que pertenecieran a príncipes paganos. La teoría recomendaba, obviamente,

que si dichos príncipes eran muy poderosos era mejor optar por la diplomacia. No obstante,

los escrúpulos morales y legales seguían latentes, de ahí que Portugal solicitara al Papa una

bula que legitimaba la conquista de la costa atlántica africana, autorizaba a esclavizar a sus

habitantes y prohibía la injerencia de otros países so pena de excomunión. Ésta, que ante tal

panorama dirigió su expansión hacia el oeste a través del Atlántico, requirió del pontífice

exactamente lo mismo, obteniendo las famosas cinco bulas alejandrinas por Alejandro VI.

En esa época era usasdo por marinos y descubridores una costumbre la cual era que

solían dejar constancia de su paso dejando estelas grabadas, erigiendo cruces de madera o

mediante inscripciones en los troncos de los árboles, clavando la espada en tierra, tomando un

puñado de ésta o celebrando ceremonias de toma de posesión, esto lo hizo el escribano de

Colón, por ejemplo, levantó acta de la que hizo el almirante en 1492 al desplegar el pendón

real y dos lábaros. Ahora bien, todo esto que podía servir de manera simbólica no convenció

en absoluto a los teólogos hispanos y, muy especialmente, a los escolásticos. El alma de esa

tendencia, Santo Tomás de Aquino, quien había dicho que la formación de los estados surgía

de la razón natural, de ahí la legitimidad del poder estatal de los paganos; asimismo, el

derecho de propiedad sería válido para todos al fundamentarse en el derecho natural, como

conclusión a esto se determinó que a los indios no se les podía arrebatar ni su tierra ni su

autoridad sobre ella.


De hecho, muchos de los la escolástica también impugnaban la validez de las bulas

papales, las cuales estaban basadas en la idea de la autoridad de la Santa Sede sobre la

societas christiana (el mundo cristiano) y a ese concepto de dominus orbis recurrían los

juristas; pero muchos de los teólogos españoles volvían a Santo Tomás: puesto que Cristo no

había querido ser un príncipe terrenal, el Papa carecía de autoridad sobre los paganos, que

según el derecho natural (el “iusnaturalismo católico”) eran iguales al resto de los hombres,

Francisco de Vitoria fue uno de los primero en discutir la idea de que el descubrimiento daba

derecho de propiedad y después le siguieron Bartolomé de Las Casas y otros, ante los que

reaccionó Juan de Solórzano acusándoles de “dudar de la grandeza y potestad del que

reconocemos por viceDios en la tierra”.

Después de esto surge nuevo otra duda que resolver, al realizar el proceso de evangelización

que se dio para dar paso al poder eclesiástico era una forma de ¿legitimaba la conquista por

las armas?, lo que llevo a que los conquistadores lo creyeran, por supuesto, y lo defendían no

pocos teólogos. La idea de un príncipe cristiano que asumiera la responsabilidad se adaptaba

como un guante al momento y a la persona de Carlos V: la fundación de un imperio universal

que integraba los reinos en una comunidad internacional según el derecho de gentes era un

concepto medieval. Si los paganos se negaban a reconocer la soberanía ecuménica del

emperador, no quedaba otra que tratarlos como rebeldes. Frente a esto volvieron a reaccionar

los escolásticos; Vitoria negó que el emperador fuera señor de todo el orbe y Carranza expuso

que nunca se había dado algo así porque el mundo era demasiado diferente.
Cada vez que se resolvía una cuestión con relación a los territorios surgía otra nueva

como ¿tenían legitimidad sobre sus territorios los príncipes indios? Según lo que decían las

crónicas, el Sapa Inca y el Huey Tlatoani azteca no habían heredado sus imperios, sino que

los habían logrado a base de conquistas, luego era legítimo deponerlos, muy diferente era que

se sometieran voluntariamente a la soberanía española, algo que eliminaba cualquier posible

discusión incluso entre los escolásticos. El problema estaba en que debía ser una sumisión

libre y los conquistadores la habían forzado tomándolos como rehenes, esto no solo lo realizo

Cortés y Pizarro, pues esto fue una práctica común durante el periodo de la conquista y la

colonización.

Por otra parte, se debatía también si era acorde a derecho instaurar un sistema de

dominio, tal como defendía Ginés de Sepúlveda apoyándose en la Política de Aristóteles y

según la cual los pueblos bárbaros e incultos debían servir a los dotados de razón, con este

argumento nació la imagen más despectiva hacia las civilizaciones americanas por parte de

los colonizadores, la que ponía el acento en la idolatría, los sacrificios humanos, la

antropofagia, la sodomía, el impudor, la deshonestidad o la lujuria, obviando cualquier rasgo

positivo que estas poseían en las culturas americanas, por eso también se dudó de su

humanidad.

El jurista Gregorio López, miembro del Consejo de Indias, mantenía a mediados del

siglo XVI que los pecados de los indios contra Dios y la naturaleza eran en sí un título

jurídico para la conquista, (Enfrente a estas situación e ideas estaban los misioneros y

teólogos como Antonio de Montesinos, Bernardo de Minayo quien viajó a Roma para
denunciar ante el Papa la situación o Juan Garcés que refutó estos los argumentos por escrito,

el propósito y Su esfuerzo se vio recompensado por Pablo III, que en la bula de 1537

proclamó que los indios eran hombres verdaderos y podían disponer libremente de sí mismos

y de sus propiedades. Pero esto no fue acogido por todos el puesto que prestigiosos colonos

negaban esta bula papal basándose en el derecho a hacerles la guerra bajo el concepto de la

superioridad cultural, algo que fue subrayado por otro prestigioso colono planteando además

si sujetar a los indios a un ordenamiento social ajeno no resultaría dañino para ellos. En suma,

los escolásticos aceptaban la idea de una república universal, pero en situación de

reciprocidad de todos los pueblos; los españoles, pues, tenían derecho a ir al Nuevo Mundo,

establecerse y comerciar, pero sin forzar a nada a los indios, salvo que presentaran resistencia.

Otros sostenía como medio de salvaguarda de los derechos fundamentales fue

resumido en la tesis de los siete justos títulos de Victoria, era el derecho a viajar y a

establecerse sin dañar a los aborígenes, derecho sobre ellos si hacían la guerra, derecho a

predicar y evangelizar, derecho a conquistar si algún príncipe forzaba el regreso a la idolatría,

derecho a salvar a la gente de una muerte injusta (en relación a sacrificios y canibalismo) y

derecho de los indios a tener un soberano cristiano.

Todo este debate, que empezó al poco de volver Colón y se prolongó a lo largo de dos

siglos, fue lo suficientemente importante y tuvo tal repercusión pública que Carlos V lo

consideró “perjudicial y escandaloso”, recomendando a los religiosos evitarlo y guardar toda

la documentación crítica relativa al mismo, pero estos esfuerzos fueron inútiles porque los

teólogos españoles insistieron y lograron ser recibidos por el emperador para decirle que la
labor en el Nuevo Mundo eran “invasiones violentas de crueles tiranos, condenadas no sólo

por la ley de Dios, si no por todas las leyes humanas” y pidiéndole que paralizara la conquista

y devolviera los territorios a los indios. Se cuenta que Carlos tuvo la intención de hacerle

caso, pero no hay constancia documental y probablemente se trató de una leyenda, aunque la

influencia de esa controversia quedó reflejada en una legislación que trataba de ser

humanitaria.

Con esto podemos concluir que los procesos de legitimación de las tierras por parte de

los colonos en diferentes regiones de América se vieron en procesos de violencia, persecución

y una serie de hechos que determinaron el desplazamiento de los indígenas, la exterminación

de la cultura existente en el continente, que muchos se basaron en procesos de evangelización

para apoderarse de tierras, que la violencia fue justificada bajo el ampara de la religión, que

otros consideraban a los indios como inferiores por lo tanto no tenían derechos sobre lo que

durante mucho tiempo fue de ellos por derecho natural, que existieron también personas

interesadas en que se les respetara los derechos de estos porque si los consideraban como

iguales, sin importar sus orígenes; que a pesar del tiempo que a pasado en nuestro país y otros

países de América aún se ve el proceso de despojo y desplazamiento de las personas con la

intención de apoderarse de sus tierras por parte de grandes terratenientes por medio de la

violencia y la injusticia que se vive aún.

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