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LOS ESPAÑOLES ROBARON LAS TIERRAS A LOS AMERICANOS: ¿PSEUDO HISTORIA

o VERDAD?

Editado por 'Historia para cristianos'

¿Quién no ha oído alguna vez eso de que “los españoles robaron las tierras a los indios”,
“los españoles echaron a los indios de sus tierras”, “los españoles nos dieron la biblia y nos
quitaron las tierras”, etc.? Yo muchas veces y desde muy variados lugares, por eso quise
saber qué había de verdad y qué de mentira sobre un tema tan importante. Ya conocemos
la leyenda negra, lo fácil que es inventarse mentiras y lo rápido que se difunden. Supuse
que algo interesante encontraría y que las cosas no serían tan simples.

LA DONACIÓN PONTIFICIA, LA BULA INTER CAETERA.

Antes de nada vamos a estudiar los derechos que tenía la corona castellana sobre las
tierras del Nuevo Mundo. Se parte, tras el Descubrimiento de 1492, de la donación pontificia
de Alejandro VI mediante las bulas “Breve Inter Caetera” e “Inter Caetera” del 3 y 4 de mayo
de 1493 por la que:

"…por la autoridad de Dios omnipotente concedida a San Pedro y del Vicariato de


Jesucristo que ejercemos en la tierra, . . . a vos y vuestros herederos 10s reyes de Castilla y
León, perpetuamente, por la autoridad apostólica, a tenor de la presente, donamos,
concedemos y asignamos (las tierras descubiertas), y a vos y vuestros herederos . . .
señores con plena, libre y omnimoda potestad, autoridad y jurisdicción os hacemos,
constituimos y diputamos”.

Esta bula papal entregaba todas las tierras descubiertas en las Indias Occidentales a la
corona castellana, es decir, desde el punto de vista legal la misma era su legítima
propietaria pero con condiciones, como era la de evangelizar a sus habitantes y difundir el
cristianismo por las mismas. Evidentemente se aclara que no se podían obtener tierras que
fueran propiedad de otro rey o príncipe cristiano para evitar posibles conflictos. Este es un
punto crucial porque evidentemente mucha gente no da por válida esta cesión, no considera
al Papa como alguien legítimo para andar regalando tierras a otros, más cuando no son
suyas, pero en ese momento histórico sí lo era y así fue aceptado.

RECONOCIMIENTO DE LA PROPIEDAD DE LOS INDIOS SOBRE SUS TIERRAS

Como decíamos, esta cesión papal significaba que las tierras recién descubiertas en el
Nuevo Mundo pertenecían a los Reyes Católicos y que ellos podían disponer de ellas y
entregárselas a quien deseasen, era una propiedad legal pero no así de uso, disponían de
ellas pero no las utilizaban por lo que podían ceder la propiedad real como lo deseasen.
Pero surgía un asunto muy importante: ya había habitantes en estos territorios y no podían
ser despojados de ellas así como así. Entonces ¿qué hacer con las tierras que los nativos
ya ocupaban y cultivaban? fueran comunales (forma de propiedad más habitual) o
individuales (altos jerarcas). La corona de Castilla desde el principio reconoció la
propiedad anterior a la llegada de los castellanos, por lo que los indios eran los legítimos
propietarios de sus tierras, pero en el mundo prehispánico no existía un registro por escrito
de las propiedades por lo que era imposible demostrar de esta manera a quién pertenecían
o no unas tierras. Para resolver este espinoso asunto se permitió al nativo el no tener que
presentar ninguna documentación que demostrase su titularidad; con solo su testimonio o el
de sus familiares o vecinos bastaba.

Podemos comprobarlo en las Leyes Nuevas de Indias en su Ley 14, título XII, lib. IV en
donde leemos que “por habernos sucedido enteramente en el señorío de las Indias y
pertenecer a nuestro patrimonio y corona real los baldíos, suelos y tierras que no estuvieren
concedidos por los Señores Reyes predecesores o por nosotros, o en nuestro nombre”. Y
en el mismo artículo se recomienda repartir tierras a los españoles “que los indios no han
labrado ni pueden cultivar”, es decir, las tierras baldías.

Yendo más allá, en el famoso Requerimiento destinado a leerse ante los indígenas se
reconoce tácitamente que los indios poseían sus propias tierras al manifestar que “vos
dejaremos vuestras … haciendas libres y sin servidumbre”. Otro ejemplo es cuando en el
año 1520 Bartolomé de las Casas firmó una capitulación para la colonización del oriente
venezolano en el que se le indica que tendrá las tierras que compren a los indios y no otras.
Incluso el conquistador del Perú, Francisco Pizarro, fue investigado por haber repartido
tierras de indios entre sus hombres durante la conquista del Perú, algo a lo que no tenía
derecho.

Los reyes mediante Reales Cédulas dejaron bien claro que no se podía repartir a los
conquistadores tierras de indios y que además, las que se repartieran debían de
encontrarse lejos de las mismas para evitar que el ganado español se comiese sus
sementeras. Como por ejemplo en la Real Cédula de 1571 en la que se daban instrucciones
al gobernador y capitán general del Río de la Plata, el adelantado Juan Ortiz de Zárate, que
“proveereis que se reparta a los pobladores no ocupando ni tomando cosa particular de los
indios y para que esto se cumpla mejor por ahora hareis la dicha población algo desviada
de las partes y lugares donde los otros indios tuvieren sus poblaciones, pastos y
sementeras”.

Las tierras que se podían repartir entre los recién llegados no podían ser tierras propiedad
de nativos, solo se podía hacer con tierras baldías y que no estuviesen en uso. Esta
concesión se realizaba en forma de mercedes y regalías en pago de los servicios prestados.
En los primeros años de la conquista y colonización eran los cabildos los que se
encargaban del reparto de tierras, es decir, las actas de los cabildos fueron los primeros
registros de la propiedad en el continente americano. Una vez fundada la ciudad y
establecidos sus límites se procedía a la parcelación del terreno en forma de peonías, que
proporcionaba sustento a un soldado de a pie y a su familia, o caballerías, más grandes que
las peonías y que se entregaban a soldados que disponían de un caballo y habían luchado
con él. En las órdenes reales siempre se recordaba que estos terrenos nunca debían
ocupar territorios ocupados o cultivados por nativos.

LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS INDIOS EN EL TEMA DE TIERRAS

Pero ya sabemos que las leyes dicen una cosa y siempre hay alguien que las incumple o
mediante trampas y engaños trata de aprovecharse y obtener beneficios de forma oscura.
Eso ocurrió también con las tierras americanas. Los indios poseían tierras que por su
situación o por los recursos naturales que contenían eran apetitosas para los más
ambiciosos. Encomenderos cuyos indios eran poseedores de tierras trataban de hacerse
con ellas con la excusa de que no las estaban usando u ocupaban tierras de forma ilegal
que pertenecían a nativos. Para defenderse los nativos podían recurrir al Protector de Indios
y al Juzgado General de Indios, instituciones que velaban por defender sus derechos ante
los que intentaban abusar de ellos. Los archivos históricos están repletos de multitud de
pleitos y denuncias de este tipo en las que normalmente el vencedor era el nativo y de esa
manera recuperaba sus derechos sobre su propiedad.

Fuentes:

Mariluz Urquijo, José M.: El Régimen de la Tierra en el Derecho Indiano. Buenos Aires,
Editorial Perrot, 1972

Silva Vargas, Fernando: Tierras y Pueblos de Indios en el Reino de Chile. Esquema


histórico-jurídico. Santiago, Universidad Católica de Chile. Facultad de Ciencias Jurídicas,
Políticas y Sociales, 1962

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