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TRÁMITE DEL PROCESO DE AMPARO

En el capítulo anterior, al desarrollar el tema de la naturaleza jurídica del


amparo se determinó que el mismo posee la naturaleza de proceso, por las
razones expuestas en dicho momento. Como todo proceso, el amparo posee un
conjunto de etapas y actuaciones procesales que conformar su desarrollo; en el
caso concreto del amparo guatemalteco, el trámite de dicha garantía constitucional
se encuentra determinado en la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad y complementado, adicionalmente, por conducto del Acuerdo
de la Corte de Constitucionalidad 1-2013, Disposiciones Reglamentaria y
Complementarias a la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, mediante el cual se derogaron los Acuerdos 7-88, 4-89, 50-02
y sus reformas, todos de la Corte de Constitucionalidad, así como cualquier
disposición reglamentaria que pudiera resultar incompatible con lo dispuesto en
dicho cuerpo legal, cuyo desarrollo es abordado en el presente capitulo.

1. Sujetos procesales

De conformidad con el artículo 7 del Acuerdo 1-2013 de la Corte de


Constitucionalidad, poseen la calidad de partes (sujetos procesales) los siguientes.

1.1. Sujeto activo (solicitante)

Esta calidad corresponde a la persona que comparece a promover el


referido proceso constitucional. Al respecto puede indicarse que dicha calidad
puede ostentarse en forma personal, cuando el agravio denunciado es en la esfera
propia de sus derechos; también puede ostentarse en representación del
agraviado, como en el caso de los representantes legales o en el supuesto de las
acciones entabladas por el Procurador de los Derechos Humanos y en la defensa
de intereses corporativos o gremiales -vg. sindicatos, colegios profesionales,
partidos políticos. La omisión de acreditamiento debido de la calidad con que
actúa quien se presenta en representación del postulante, faculta a los tribunales
de amparo a suspender el trámite de la referida garantía (auto de 12 de mayo de
2016, expediente 1333-2016).

1.2. Sujeto pasivo (autoridad denunciada)

Corresponde la calidad de sujeto pasivo a aquella persona o entidad que en


ejercicio del poder imperio (en el caso del Estado) emitió o produjo el acto o
resolución denunciada como agraviante por el sujeto activo. Al respecto es preciso
indicar que dicha calidad se encuentra íntimamente ligada con el acto reclamado,
ya que la relación lógica de la producción o existencia de este por dicho ente es lo
que permite tenerlo como tal.

Los demás aspectos relacionados con estos dos temas fueron


oportunamente desarrollados al abordar lo atinente de los supuestos procesales
de la legitimación activa y pasiva.

1.3. Ministerio Público

Por disposición legal, en todo proceso de rango constitucional se le debe


dar intervención al Ministerio Público. De ahí la naturaleza de sujeto procesal de
dicho ente Estatal.

En relación a la participación que tiene dicha institución en los procesos


constitucionales en general, este precepto introdujo un cambio sustancial en
costumbre generalizada que se había optado con anterioridad, determinando
puntualmente que dicha institución estatal actuará en los procesos de amparo por
medio de la fiscalía correspondiente, cuando no se encuentre constituida como
solicitante, autoridad denunciada o tercera interesada, en observancia de los
principios de unidad e indivisibilidad que la rigen. Con esta modificación
reglamentaria se pretende que el Ministerio Público participe en los procesos
constitucionales por conducto de una sola de sus fiscalías, en una sola calidad,
dependiendo el caso; lo anterior garantiza que se evite el contrasentido que con
anterioridad se sucitaba en los procesos constitucionales en que dicha institución
comparecía en forma simultánea, en calidad de postulante of autoridad
cuestionada, tercera interesada y por mandato del artículo 35 de la ley de la
materia.

1.4. Terceros interesados

Ignacio Burgoa define al tercero perjudicado (tercero interesado según


nuestra ley) como: "...el sujeto que tiene interés jurídico en la subsistencia del acto
reclamado, interés que se revela en que no se conceda al quejoso la protección
federal o en que se sobresea el juicio de amparo respectivo. En su calidad de
parte, el tercero perjudicado tiene todos los derechos y obligaciones procesales
que incumben al agraviado y a la autoridad responsable, pudiendo, en
consecuencia, rendir pruebas, formular alegaciones e interponer recursos."

Según José Arturo Sierra González, la condición que debe imperar para
que una persona pueda ser vinculada como tercero es el interés directo o personal
que posee en la subsistencia o suspensión del acto reclamado, debido al efecto
positivo o negativo que el mismo pueda producir en la esfera de sus derechos. En
este sentido, debe agregarse que el Ministerio Publico como tal puede actuar
simultáneamente en su calidad de tercero con interés y como institución
gubernamental que, por disposición legal, debe comparecer dentro de la
tramitación de los procesos constitucionales que se instauren.

En nuestro medio, el tercero interesado puede ser definido como aquella


persona que puede tener interés directo en la subsistencia o suspensión del acto,
resolución o procedimiento que ha sido señalado como agraviante; ello, debido a
que es parte en las diligencias que constituyen el antecedente del amparo, o por
tener alguna otra relación jurídica con la situación planteada.

Entre los requisitos de la petición de amparo, contenidos en el artículo 21


de la Le de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, no encontramos
disposición alguna que determine la exigencia de indicar, por parte del amparista,
en dicho libelo, cuáles son las personas que a su criterio podrían tener un interés
en el asunto sometido a conocimiento del Tribunal constitucional; no obstante ello,
el artículo 34 de la ley ibíd. impone la obligación a la autoridad impugnada y al
solicitante del amparo, que de tener conocimiento de que alguna persona tiene
interés directo en el asunto, están obligados a hacerlo saber, indicando su nombre
y dirección y, en forma sucinta, la relación de tal interés.

En este sentido, la Corte de Constitucionalidad ha sostenido el criterio de


que, al advertir que en un proceso de amparo se ha omitido vincular como parte a
una persona que tiene manifiesto interés en el asunto, las actuaciones sean
anuladas para reencauzar el proceso con la debida participación del sujeto
procesal omitido; ello, aun cuando el mismo se encuentre concluido en la primera
instancia. Dicho criterio no debe servir de pauta para tornar engorroso y extenso el
amparo; efectivamente, al momento en que se omita la indicación, tanto por la
autoridad impugnada como por el amparista, de la existencia de un posible tercero
con interés, el juez de mérito debe señalar plazo para cumplir con dicho aspecto
bajo apercibimiento de que, en caso contrario podría producirse, a futuro, la
anulación de actuaciones al establecerse la existencia de dicho tercero y su no
vinculación oportuna al proceso.

La afirmación anterior encuentra sustento en lo decidido por la Corte de


Constitucionalidad, la cual ha indicado que: "...Establece el artículo 34 de la Ley
de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad que si la autoridad,
persona reclamada o el postulante del proceso tuviesen conocimiento de que
alguna persona tiene interés directo en la subsistencia o suspensión de la
resolución, acto o procedimiento, ya sea por ser parte en las diligencias o por
tener alguna otra relación jurídica con la situación planteada, están obligadas a
hacerlo saber al tribunal. El enunciado anterior presenta el inconveniente práctico
de dejar a criterio de los sujetos activo y pasivo proceso, quiénes pueden tener un
posible interés en el asunto objeto de análisis dentro del proceso de amparo. <>
La ambigüedad de la norma genera la posibilidad de que, a criterio de cualquiera
de los sujetos procesales aludidos (sujeto activo y pasivo), una persona con un
posible interés legítimo no sea vinculada al referido proceso constitucional, al
respecto esta Corte ha indicado con anterioridad que es necesario considerar que,
dentro de la tramitación de los amparos, la figura los terceros interesados, pasa a
formar parte de los elementos considerados no propiamente como indispensables
para la tramitación de los procesos de esta naturaleza; ello, si se considera que
este tipo de acciones se circunscribe a determinar la posible violación que una
autoridad pudo cometer contra el solicitante del amparo, pasando a un segundo
plano el interés que pueda o no poseer el sujeto que intervenga en calidad de
tercero interesado; en segundo lugar, ha de acotarse que la no inclusión o
separación de un tercero interesado es una cuestión que puede ser superada o
subsanada durante la tramitación normal del proceso en cuestión, con la simple
solicitud de este de ser tenido tomado como tal. Por ello, puede concluirse que la
falta de participación notificación y en sí, la existencia o vinculación de un tercero
interesado, no debe ser motivo suficiente para detener o retrasar la tramitación de
este tipo de acciones constitucionales...' (Auto de fecha veintinueve de marzo de
dos mil cuatro, dictado dentro del expediente quinientos cincuenta y nueve - dos
mil cuatro). <> La falta de vinculación como tercero de una persona, como en el
presente caso, para ser objeto de impugnación mediante el ocurso en queja, debe
ser producto de una conducta positiva o negativa del Tribunal de amparo ante un
requerimiento concreto de cualquiera de los sujetos procesales o incluso, de aquel
que pretende ostentar tal calidad dentro del mismo, siempre que tal actuar sea
jurídicamente injustificable."."

2. Interposición

2.1. Demanda o Petición de amparo

Para el autor mexicano Ignacio Burgoa, la interposición del amparo, sea


uniinstancial o biinstancial, se realiza a través de la "demanda de ampro, la cual
define como "...el acto procesal por virtud del cual se ejercita la acción respectiva
por su titular, que es el agraviado, y quien, mediante su presentación se convierte
en quejoso; es el elemento que inicia el procedimiento constitucional y que
encierra la a petición concreta que traduce el objetivo esencial de la citada acción:
obtener la protección de la Justicia Federal. Por tal motivo, podemos afirmar que la
acción es el derecho público subjetivo de obtener el servicio público jurisdiccional
y que la demanda es el acto procesal, proveniente del titular de dicha acción, en el
cual aquel derecho se ejercita positiva concretamente."

Carlos Arellano García, citado por Deifilia Baptistina España Barrios en su


trabajo de tesis, indica que la relacionada demanda es "...El acto procesal del
quejoso en virtud del cual ejercita la acción de amparo para solicitar la protección
de la Justicia Federal, al estimar que uno o varios actos reclamados de una 0
varias autoridades responsables, violan sus garantías individuales..."

En el sistema guatemalteco, según se aprecia en la Ley de Amparo,


Exhibición Personal y de Constitucionalidad, no se hace alusión a una demanda
propiamente dicha, como medio inicial de requerir la protección constitucional
relacionada. El artículo 21 de la ley ibid indica los requisitos que debe contener la
"petición", en alusión al modo o medio de instar la jurisdicción constitucional. Se
considera que resulta indistinta la forma en que se le quiera denominar al método
para acudir a dicha vía constitucional, pues ello no genera incidencia alguna en la
tramitación y resolución del amparo; no obstante, se estima que la mejor forma de
denominarla es la de petición, ya que en nuestro sistema jurídico el mismo puede
plantearse por escrito u oralmente.

La legislación guatemalteca determina como regla general que la referida


protección constitucional debe ser requerida por escrito, o, excepcionalmente,
podrá promoverse en forma oral, cuando concurran en la persona del amparista
las condiciones que determina el artículo 26 de la ley precitada, las cuales son: 1)
que la persona sea notoriamente pobre o ignorante; 2) ser menor de edad o
incapacitado; y 3) en ambos casos, que no puedan actuar con auxilio profesional.
Tales aspectos deben ser fácilmente advertibles por parte del Tribunal, al
momento en que se pretenda interponer el amparo, aunque no corresponda al
mismo calificar la viabilidad o procedencia de la acción en virtud de tales
condiciones, pues dicha labor corresponde al Procurador de los Derechos
Humanos, por conducto de los peritajes, exámenes o estudios que correspondan;
en estos casos, el procedimiento a seguir será elaborar un acta en la que se
consignarán los agravios denunciados, de la que de inmediato se remitirá copia
certificada al Procurador de los Derechos Humanos para que aconseje o, en su
caso, patrocine al interesado.

Con relación al planteamiento por escrito, según disposición contenida en el


artículo 21 anteriormente citado, el mismo debe cumplir con los siguientes
requisitos:

a. Designación del Tribunal ante el que se presenta.

b. Indicación los nombres y apellidos del solicitante o de la persona que lo


represente; su edad, estado civil, nacionalidad, profesión u oficio, domicilio y lugar
para recibir notificaciones (para poder determinar la legitimación activa). Si se
gestiona por otra persona, además, deberá acreditarse la representación (respecto
a la representación, por la forma en que se encuentra redactada la norma y en
atención al espíritu del amparo, la misma podrá acreditarse mediante copia simple
del documento que la contenga; pero debe acreditarse en dicha fotocopia que se
ha cumplido con los requisitos de inscripción en los registros respectivos del
mismo).

c. Cuando quien promueve el amparo sea una persona jurídica, deberán


indicarse sucintamente los datos relativos a su existencia y personalidad jurídica.
Es preciso recordar que en estos casos debe contarse con los datos necesarios
que puedan acreditar su existencia con arreglo a las leyes.

d. Especificación de la autoridad, funcionario, empleado, persona entidad


contra quien se interpone el amparo. El cumplimiento de este requisito resulta de
vital importancia para determinar la procedencia del amparo; ello, en virtud de lo
considerado con relación a la legitimación pasiva.

e. Relación de los hechos que motivan el amparo, es decir, la determinación


del marco referencial de agravios que habrá de servir de sustento al tribunal para
examinar la posible procedencia de otorgar la protección constitucional instada.

f. Indicación de las normas constitucionales o de otra índole en que


descansa la petición de amparo con las demás argumentaciones y planteamientos
de derecho.

Con relación a los incisos e) y f) ya aludidos, la Corte de Constitucionalidad,


citando a Ignacio Burgoa, ha indicado que: "...uno de los elementos esenciales de
la demanda, imprescindible para la viabilidad de la pretensión deducida, se
significa en los denominados conceptos de violación. Al respecto, afirma que 'Este
elemento constituye la parte medular de toca de amparo, ya que de la formulación
de los conceptos de violación depende, en un aspecto muy importante, el
otorgamiento de la protección federal estatal para do acatable el caso de
Guatemala>, en los casos en que no es ejercitable la facultad o la obligación de
suplir la deficiencia de la queja por el órgano de control concepto de violación no
es sino la relación razonada que el agraviado debe formular o establecer entre los
actos desplegados por las autoridades responsables y las garantías
constitucionales que estime violadas, demostrando jurídicamente la contravención
de éstas por dichos actos, o sea, expresando por qué la actividad autoritaria
impugnada conculca sus individuales. El concepto de violación implica, por tanto,
un razone miento lógico, para cuya formulación de vista de las exigencias
inherentes a las garantías individuales que el agra necesario observar los actos
reclamados desde el punto considere violadas, demostrando que efectivamente
las infringen. <, > el concepto de violación en el razonamiento comparativo entre
una situación ontológica o real o legal (la producida por los actos reclamados) y un
estado deontológico o legal constitucional (el previsto en las garantías
individuales), y cuya conclusión declara una disparidad, discrepancia o no
correspondencia entre ambos elementos de la comparación. En otras palabras, el
concepto de violación se traduce, en puridad lógica, en un verdadero silogismo,
siendo la premisa mayor los preceptos constitucionales que se estimen
contravenidos, la premisa menor les actos reclamados, y la conclusión, la
contrariedad entre ambas premisas La exigencia de incluir el elemento aludido en
la demanda de amparo se encuentra regulada en el artículo 21, incisos e) y f), de
la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. Dichos incisos
establecen en su orden, como requisitos de la petición: la "Relación de los hechos
que motivan el amparo" y la "Indicación de las normas constitucionales o de otra
índole en que descansa la petición de amparo con las demás argumentaciones y
planteamientos de derecho". Según puede apreciarse en la dicción legal de
mérito, la conjunción lógica y razonada de ambos requisitos en la demanda de
amparo constituye el elemento denominado "conceptos de violación" a que alude
el autor citado...".

g. Acompañar la documentación que se relacione con el caso, en original o


en copias, o indicar el lugar en donde se encuentre y los nombres de las personas
a quienes les consten los hechos y los lugares donde pueden ser citadas y
precisar cualesquiera otras diligencias de carácter probatorio que conduzcan al
esclarecimiento del caso.

h. Lugar y fecha.

i. Firmas del solicitante y del abogado colegiado activo que lo patrocina, asi
como el sello de este. Si el solicitante no sabe o no puede firmar lo hará por él otra
persona o el abogado que auxilia.

j. Acompañar copia para cada una de las partes y una adicional para uso
del tribunal.
En complemento de los requisitos establecidos en el artículo 21 de la ley de
la materia, las disposiciones reglamentarias complementarias adicionaron, en
forma complementaria, los siguientes:

 De todo memorial y documentos adjuntos que se presenten en papel,


deberán acompañarse tantas fotocopias legibles como sujetos intervengan.
En el caso de los amparos en única instancia, al igual que de las
inconstitucionalidades generales, deberán acompañarse del escrito inicial,
de cualquier escrito posterior y de los documentos adjuntos, como mínimo,
doce fotocopias legibles. Existe la posibilidad de que se ajunte disco
compacto u otro medio electrónico que contenga la versión digital exacta de
los escritos que presenten, lo cual no quedó puntualmente dispuesto como
una posibilidad de sustituir las copias a las que se ha hecho alusión y,
adicionalmente, quedó regulado como una posibilidad discrecional de los
sujetos procesales, por ende, carece de obligatoriedad. (artículo 5 del
referido cuerpo legal).

o Por su parte el artículo 10 de las aludidas disposiciones, en sus


literales c), e), f), i), j) y k), respectivamente, enumera los requisitos
que califica de "necesarios para tener por cumplidos los
requerimientos de la ley", siendo estos:

o Nombre del o de los abogados colegiados activos que patrocinan la


acción, así como el número de colegiado de cada uno de ellos.

o Indicación de a quienes debe darse intervención como terceros


interesados, aportándote al tribunal el lugar en el cual puedan ser
notificados, de conocerlo, o indicar su desconocimiento, en caso
contrario.

o Descripción del acto reclamado, especificando su contenido.

o Casos de procedencia. Individualización de los medios de


comprobación que ofrezca el solicitante, o si requiere que se releve
de prueba. Detalle preciso de los efectos de la protección
constitucional que pretende.

2.2. Competencia

El conocimiento del proceso de amparo está encomendado a los distintos


Tribunales de la República, y su competencia se encuentra contenida en los
artículos 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 y 18 de la ley de la materia, complementado
con lo dispuesto en el Auto Acordado 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad. Al
respecto es importante enumerar algunos aspectos importantes:

 Cuando en el mismo memorial se interponga amparo contra dos a más


autoridades, reclamando contra resoluciones o actos que hayan sido objeto
de conocimiento y resolución en grado, atraerá por competencia ampliada-
el Tribunal de amparo facultado para conocer contra la autoridad de mayor
jerarquía."

 Cuando la competencia no estuviere claramente establecida, lo actuado por


el Tribunal que conoció originalmente conservara su validez. No obstante
las reglas y establecidas sobre competencia, e amparo será admitido por el
tribunal ante el cual se haya presentado y sin demora lo remitirá al tribunal
competente; en estos casos, ser la Corte de Constitucionalidad la que
determinará el Tribunal competente para conocer del proceso..
Respecto a lo manifestado en cuanto a la competencia es necesario citar
las disposiciones complementarias a dicho tema, emitidas mediante los
artículos 6 del Auto Acordado 1-2013 y 23 del Acuerdo 1-2013, los cuales
disponen lo siguiente:

o Cuando la petición de amparo sea presentada ante un órgano


jurisdiccional no competente, éste se limitará a dictar de inmediato
resolución que contenga como único pronunciamiento la remisión al
Tribunal competente o, en su caso, a uno de los Centros de
distribución implementados por el Organismo Judicial, para la
asignación correspondiente. Se exceptúa lo anterior cuando se
encuentre en riesgo la vida de las personas, en cuyo caso el órgano
jurisdiccional ante el que se presente deberá eitir pronunciamiento en
relación con el amparo provisional y procederá de inmediato a remitir
las actuaciones a donde corresponde.

o Cuando el tribunal receptor de la solicitud dudare de su competencia,


emitirá resolución motivada en la que manifieste las razones en las
que funda su duda y dirigirá un oficio a la Corte de
Constitucionalidad, por la vía de comunicación que considere más
expedita, acompañando una copia de la solicitud de amparo. El
tribunal consultante deberá continuar con el trámite del amparo hasta
que reciba la comunicación de lo resuelto por la Corte,
absteniéndose, en todo caso, de dictar sentencia. Lo actuado
conservará validez.

 De conformidad con el artículo 17 de la ley ibíd., en caso de impedimento,


excusa o recusación del Tribunal de amparo, este, después de conceder la
suspensión del acto, resolución o procedimiento reclamado, si fuere
procedente, dictará auto razonado con expresión de causa y pasará
inmediatamente los autos al de igual categoría más próximo del orden
común. Si se tratara de los miembros de un tribunal colegiado se ordenará,
en su caso, la suspensión del acto y se llamará inmediatamente a los
suplentes a efecto de que el tribunal quede integrado en la misma audiencia
en que se presente el amparo.
 La competencia se establece, adicionalmente a lo acotado en relación a los
artículos indicados al inicio, por razón del territorio, de la materia y
jerarquía, según modificación introducida por virtud del artículo 6
relacionado con anterioridad, para lo cual se deberá atender a las
siguientes reglas:

o En lo que concierne a la competencia por territorio, la poseerá el


órgano jurisdiccional que corresponda al lugar en el que tenga su
domicilio o su sede física la autoridad denunciada.
o En los asuntos judiciales, la competencia por materia se determina
por la que corresponda a los antecedentes del caso, según la ley
rectora del acto o actos reclamados.

En la situación de que en determinado lugar no exista tribunal competente


por razón de la materia, será hábil para el efecto el órgano jurisdiccional
que conoce materia civil, siempre observando la asignación de la
competencia por razón de territorio y jerarquía de la autoridad denunciada,
de acuerdo con lo que establece el artículo 6 precitado.

2.3. Otras cuestiones relacionadas

 Cuando en un escrito de interposición de amparo o en cualquier otro


memorial se exprese que el mismo estará patrocinado por más de un
abogado, ese escrito deberá ser firmado y sellado por todos a quienes se
encargue el patrocinio; ello, debido a que quienes signan dichos escritos
son los responsables directos de la juridicidad del planteamiento
presentado y, por ende, se les debe imponer la sanción pecuniaria
respectiva (multa), en caso de que el proceso sea declarado sin lugar; en
caso contrario, el tribunal tendrá como abogados responsables únicamente
a aquellos que hayan suscrito el memorial.
 Cuando los abogados directores incurran en la omisión de adherir los
timbres forenses al escrito inicial del amparo (o cualquier otro escrito), se
les debe fijar plazo (por lo general de tres días, en aplicación extensiva de
lo preceptuado en el artículo 22 de la ley de la materia), para que cumplan
con tal obligación. Vencido dicho plazo sin que se cumpla con lo ordenado,
debe procurarse no interrumpir la gestión auxiliada, pero se puede reportar
dicho incumplimiento al Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala,
para que proceda a imponer las sanciones que corresponda."

 La Corte de Constitucionalidad ha aceptado que determinados


profesionales del Derecho no cumplan con adherir el timbre forense en los
escritos que auxilian; ello, cuando se trate de funcionarios públicos en el
ejercicio de sus funciones, cuando sean abogados asesores de los bufetes
populares de las universidades del país; en el caso de los abogados
adscritos a la Defensa Pública Penal y al Ministerio Público, de conformidad
con lo establecido en el artículo 7 de la Ley de Timbre Forense y Timbre
Notarial.

 Sólo los abogados colegiados y los parientes dentro de los grados de ley,
podrán actuar gestionando por el afectado sin acreditar representación en
forma alguna cuando declaren que actúan por razones de urgencia.

 El documento con el que se pretenda acreditar la personería puede ser


presentado en original o copia, simple o certificada; debe ser totalmente
legible y contener las razones de los Registros Públicos en los que debe
asentarse la relacionada personería
 Cuando varias personas actúen en forma conjunta dentro de la tramitación
del amparo, cada una en su calidad de parte, están obligadas a designar un
representante común; caso contrario, el Tribunal deberá hacerlo de oficio,
previa emisión del apercibimiento en tal sentido y la fijación del plazo
respectivo.

2.4. Deficiencias en la interposición

Como ya se ha acotado con anterioridad, la ley de la materia (artículo 21),


determina los requisitos que toda primera solicitud, en materia de amparo, debe
cumplir al momento de requerir la protección constitucional que la misma conlleva.
En el supuesto de que el solicitante del amparo omita uno o más de los
relacionados requisitos, el artículo 22 de la referida ley dispone que el Tribunal que
conozca del proceso le dará trámite (en sentido extensivo y garantista debe
entenderse que se hace alusión a la admisión a trámite de la acción de amparo), y
fijará un plazo de tres o más días en razón de la distancia al interponerte, para que
subsane la deficiencia advertida.

En muchas oportunidades el solicitante del proceso no cumple con


subsanar las posibles deficiencias a las que se ha hecho alusión en el apartado
anterior, dentro del plazo establecido para el efecto, supuesto que no es abordado
por el precepto indicado pero que, en complemento, se desarrolla por conducto del
artículo 14 del Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad, el cual dispone
que en ante el eventual acaecimiento de dicha circunstancia, transcurridos los tres
días señalados para el efecto sin subsanar la deficiencia advertida, pueden
verificarse dos posibilidades: 1) si tales requisitos omitidos son de imprescindible
observancia, a juicio del tribunal de amparo, e inciden en la prosecución del
trámite, dicho órgano jurisdiccional suspenderá, mediante auto motivado, el trámite
en forma definitiva de la acción; 2) si tales requisitos no reúnen la característica de
imprescindibles, siempre a criterio del tribunal, se proseguirá el trámite, pero
deberán ser subsanados por parte del obligado en momento previo a que se dicte
la sentencia, sin fijar con precisión el plazo, entendiéndose que podría señalarse
un plazo para el efecto, adicional, lo cual se produciría con posterioridad a la
segunda audiencia o, según sea el caso, de la primera. En el segundo escenario
indicado, en caso de reiteración del incumplimiento en dicha fase, también
mediante auto motivado, suspenderá en definitiva el trámite de in acción.

Respecto de lo manifestado en el párrafo que antecedente, es preciso


indicar que la forma en que se redacta el contenido del relacionado artículo,
resulta justo indicar, a criterio del autor, que el posible inconveniente que generará
su implementación será, en el peor de los escenarios hipotéticos a considerar, que
se produzca la suspensión definitiva de procesos por el incumplimiento de
requisitos que jurisprudencialmente no han sido calificados como indispensables,
ello debido a que, por la forma de interpretarse la norma, tal calificación ha variado
a la de "postergables e impostergables", sin considerarse el tipo de requisito
omitido o la falta de relevancia en la sustanciación de la garantía constitucional, lo
que podría producir la suspensión definitiva de los amparos por la falta de
cumplimiento de requisitos intrascendentes.

2.5. Primera resolución

En la primera resolución se dispone la admisión a trámite del proceso


instado, o, en su caso, el señalamiento del plazo para subsanación de requisitos
según los argumentos expuestos con anterioridad, el otorgamiento del amparo
provisional de conformidad con los supuestos contenidos en el artículo 27 de la ley
de la materia (extremo que quedará ampliado a continuación), y la orden girada a
la autoridad impugnada para que remita informe circunstanciado o los
antecedentes del caso en un plazo perentorio de cuarenta y ocho horas, más el de
la distancia cuando sea procedentes

Según el artículo 25 de las disposiciones reglamentarias, el tribunal deberá


determinar si precisa de los antecedentes del caso o si requiere informe
circunstanciado de los hechos que motivan el amparo, a ambos, los cuales podrán
ser remitidos al tribunal en forma electrónica, si el remitente y el propio tribunal
contaran con los medios tecnológicos para ello. En el supuesto de que requiera
informe circunstanciado, la autoridad denunciada deberá pronunciarse sobre la
veracidad o no de aquellos hechos con las justificaciones que estime pertinentes.

En materia judicial, cuando se haya recibido en original los antecedentes


del caso, estos deberán devolverse a quien los haya remitido, sea de oficio o a
petición de parte (a su costa), dejando copia certificada en autos de la actuación
judicial que se señala como acto reclamado y de las actuaciones judiciales que
estén relacionadas directamente con éste o que lo hubiesen originado, con el
objeto de que se continúe con la tramitación del proceso subyacente al amparo;
salvo que haya sido otorgado amparo provisional con efectos suspensivos. No
obstante lo anterior, el tribunal constitucional puede requerir, en cualquier estado
del proceso, la devolución de los originales por medio de decreto.

Lo manifestado en el apartado anterior permite concluir, en forma


relativamente clara que:

1. El antecedente puede ser remitido en copia simple, salvo requerimiento


expreso en contrario.
2. en tanto no se otorgue en forma expresa el amparo provisional, el
proceso que constituye el antecedente del mismo y en el que se produjo el acto
cuestionado, no podrá ser suspendido de hecho en su tramitación; no

En esta resolución el Juez de amparo puede, según su apreciación,


decretar el Amparo Provisional; para el efecto se requiere que las circunstancias lo
hagan aconsejable. Juntamente con este primer pronunciamiento del amparo
provisional, el Tribunal solicita de la autoridad impugnada la remisión de los
antecedentes del caso o, en su defecto, informe circunstanciado; para el efecto,
fija el plazo de cuarenta y ocho horas, más el de la distancia cuando proceda, a
cuyo vencimiento sin que se verifique el cumplimiento de lo ordenado, procederá a
decretar la suspensión provisional del acto, resolución o procedimiento reclamado.
Con respecto a este tema en particular, existe actualmente un proyecto de reforma
a la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, en el sentido de
que previamente a tener por admitido el referido proceso constitucional se deben
requerir los caso, en tanto que el proceso actual permite la admisión del
antecedentes de la remisión de amparo indistintamente de contar o no con los
antecedentes del proceso; adicionalmente, determina que en caso de
incumplimiento los mismos, el Tribunal deberá disponer la continuación del asunto
teniendo por ciertos los hechos denunciados, sin perjuicio de lo que pueda
probarse al respecto; debe conminar a la autoridad para que los remita; y, otorgará
el amparo provisional únicamente si a su juicio la negativa de remitir las
actuaciones lo hiciere aconsejable. En la actualidad, como se dijo, el mero
incumplimiento de la remisión posibilita el otorgamiento automático del amparo
provisional.

Sin perjuicio de lo anteriormente manifestado, vía jurisprudencial, la Corte


de Constitucionalidad ha determinado la posibilidad de inadmitir a trámite esta
garantía constitucional -rechazar-, en el supuesto de ocurrió alguno de los
siguientes supuestos:
 Cuando se insten contra actuaciones acaecidas en otracción de esa
misma naturaleza (amparo contra amparo). Al respecto el tribunal
refirió que ello atiende a que I) de permitirse tal situación se
generaría una circulo interminable de impugnaciones de semejante
naturaleza, en perjuicio de los principios de seguridad y certeza
jurídica; II) el mecanismo idóneo para objetar lo ocurrido dentro de la
tramite ción de un amparo es el Ocurso en Queja. (autos de fechas 6
de enero y 27 de febrero del 2015 y 29 de febrero de 2016, dictados
dentro de los expedientes 20-2015, 879-2015 respectivamente). y
622-2016.

 Cuando se insten contra normas de carácter general. En este punto


aclara dicho Tribunal que se refiere a aquellos casos en los cuales se
pretenda la expulsión, suspensión o pérdida de vigencia de
normativa genera e impersonal dirigida a una colectividad
indeterminada-, al ser la inconstitucionalidad de ley de carácter
general la vía adecuada para lograr dicho cometido no obstante lo
anterior, la Corte de Constitucionalidad ha viabilizado la posibilidad
de instar amparos contra el Organismo Legislativo objetando la
emisión de una ley y, por ende, logrando via amparo provisional la
suspensión de la vigencia de dicho cuerpo normativo. (autos de 18
de febrero de 2015, 27 de febrero y 30 de octubre de 2015, dictados
dentro de los expedientes 529-2013, 879-2015 y 4661-2015,
respectivamente)

 Cuando se insten contra el rechazo liminar del planteamiento de


inconstitucionalidad de ley en caso concreto, lo anterior debido a que
el correctivo idóneo para dicho cometido es el ocurso en queja
(criterio establecido en sentencia de 10 de abril de 2013, expediente
688-2002 y los autos de 10 de abril de 2003, 4 de junio y 5 de
septiembre de 2012, dictados dentro de los expedientes
respectivamente). 688-2002, 1450-2012 y 3732-2012,

3. Primera audiencia

Una vez remitidos los antecedentes o el informe circunstanciado, se dicta


resolución referente a otorgar o no el amparo provisional cuando no se ha hecho
pronunciamiento al respecto, o a confirmar o revocar el mismo en caso se haya
decretado con anterioridad; adicionalmente, se determina quienes actuarán en
calidad de posibles terceros con interés y, también, debe conferirse audiencia por
el plazo común de cuarenta y ocho horas a las partes dentro del proceso.

Según el artículo 26 de las disposiciones reglamentarias, es en esta resolución


cuando el Tribunal de amparo realiza una calificación preliminar, para determinar
que el proceso cumple con los presupuestos procesales analizados en el capítulo
anterior, ya que, en caso contrario, se suscita la improcedibilidad del mismo y, por
ende, la necesidad de suspenderlo en definitiva. (Este tema será abordado con
mayor profundidad posteriormente).

Esta primera audiencia tiene por objetivo que el amparista, los terceros
interesados, el Ministerio Público y la autoridad impugnada se manifiesten, el
primero, respecto de los antecedentes o el informe circunstanciado remitido, los
terceros y el Ministerio Público, sobre la acción intentada y lo manifestado por la
autoridad impugnada, y el ente recurrido, sobre los argumentos vertidos por el
solicitante de la protección constitucional en el memorial contentivo del proceso en
cuestión. Es en este momento cuando los sujetos procesales, a excepción del
amparista, deben proponer sus respectivos medios de prueba, señalar lugar para
recibir citaciones y notificaciones y, por último, expresar los argumentos
respectivos, que estimen pertinentes, para apoyar o rebatir las afirmaciones del
amparista.

No obstante que el artículo 35 de la ley de la materia no contempla la referida


audiencia a la autoridad impugnada, con el objetivo de garantizar el contradictorio
es factible que dicho sujeto haga uso de la misma, debiendo admitirse dicho
actuar por parte del Tribunal de Amparo. En muchas oportunidades la autoridad
cuestionada decide evacuar la audiencia relacionada al momento de remitir los
antecedentes o informe respectivos; ello a pesar de que la misma aún no se ha
señalado, y es práctica reiterada de los tribunales tenerla por evacuada en ese
momento.

A diferencia de otros procesos, en el amparo la no evacuación de esta


audiencia produce como efectos que, ante la falta de un lugar señalado para
recibir notificaciones, las mismas deban practicarse por los estrados del Tribunal;
las partes omisas no podrán aportar medios de prueba, debido a que es en esta
etapa el momento procesal oportuno para proponerla.

En la práctica se advierte que, con relación a esta audiencia, en la mayoría de


los casos las partes, con excepción del amparista, concurren únicamente a
señalar lugar para recibir notificaciones, a pedir que el proceso se abra a prueba y
a proponer sus respectivos medios de convicción probatoria; en otros casos,
concretamente con relación al Ministerio Público, cuando no actúa como
postulante, únicamente se apersona al proceso, señala lugar para recibir
notificaciones y solicita que se abra a prueba el proceso. En otras palabras, esta
audiencia es desaprovechada en la mayoría de ocasiones por los sujetos
procesales, debido a que no realizan pronunciamiento alguno respecto del fondo
del amparo solicitado o de los antecedentes remitidos.

4. Amparo provisional

El amparo provisional o suspensión del acto reclamado, como también se le


conoce, es definido por Ignacio Burgoa como "...aquel acontecimiento (acto o
hecho) o aquella situación que generan (sic) la paralización o cesación
temporalmente limitadas (sic) de algo positivo, consistente en impedir para lo
futuro el comienzo, el desarrollo o las consecuencias de ese 'algo, a partir de
dicha paralización o cesación, sin que se invalide lo anteriormente transcurrido o
realizado." La definición anterior permite inferir que esta institución posee efectos
a futuro, sin que su procedencia pueda afectar sucesos ya acaecidos: es decir, no
opera en forma retroactiva.

Para José Arturo Sierra González, el amparo provisional es "...una providencia


cautelar decretada por el Tribunal en el inicio del procedimiento, la cual persigue
fundamentalmente preservar la materia del proceso de amparo, puesta en peligro
por la dinámica propia del acto reclamado, provocando su paralización temporal
hasta la resolución definitiva del conflicto o controversia constitucional planteada."

Con relación a este tema en particular, Juan Manuel Díaz-Durán Méndez:


indica que "...es una institución que dentro del proceso de amparo reviste una
importancia trascendental, a tal grado que en muchas ocasiones sin ella, este
medio de control seria nugatorio o ineficaz."

Partiendo de las concepciones anteriores se puede definir el amparo


provisional como una institución procesal, de naturaleza cautelar, que tiene por
objetivo evitar que el acto señalado como agraviante pueda continuar produciendo
efectos a futuro, al punto que pueda tornar en excesivamente gravoso el
otorgamiento en definitiva de la protección constitucional.

Esta institución posee caracteristicas muy particulares:

 Puede ser decretada o revocada en cualquier momento durante la


tramitación del amparo;
 Debido a su carácter cautelar su ejecución debe ser inmediata, sin que
se afecte por la apelación que se hubiere interpuesto;

 Opera cuando existe un hecho agraviante generado por una actitud


positiva; contrario sensu, no procede cuando la actitud denunciada sea
negativa-vg. omisión de resolver a tiempo;

 Opera mientras el acto cuestionado mantenga su potencia vital, es decir,


que pueda seguir produciendo algún efecto nocivo en la esfera de los
derechos de amparista; por el contrario, no procede si el mismo carece
de dinamismo y vitalidad (ésta se produce por dos razones; na, porque
por si mismo, por su naturaleza o por su íntima, lo hacen ser inofensivo
o incapaz de generar consecuencias materiales o jurídicas; y otra,
porque haya llegado a su agotamiento total),

Procede otorgar amparo provisional en los siguientes casos:

 Cuando exista peligro inminente de privación de la vida del


solicitante, a su integridad personal, así como daño grave o
irreparable al mismo, ello aún y cuando el acto cuestionada sea una
actitud negativa;

 Cuando la ejecución del acto señalado como agraviante pueda dejar


sin materia sobre la cual resolver en el amparo, o pueda tornar difícil,
gravosa o imposible la restitución de las cosas al estado anterior.

 Cuando la autoridad impugnada esté actuando con notoria ilegalidad,


falta de jurisdicción o competencia; y.
 Cuando se trate de actos que ninguna autoridad pueda ejecutar
legalmente.

En todo caso, el otorgamiento o revocatoria de esta institución procesal dependerá


del criterio de la autoridad que conozca del asunto, para determinar In
concurrencia de los supuestos establecidos en el artículo 28 de la ley precitada.

El otorgamiento de esta denominada "medida cautelar" conlleva los siguientes


efectos:

 La suspensión de forma provisional únicamente del acto impugnado;


 Dicha medida es de observancia obligatoria para todas las partes y por
ende, su ejecución es inmediata; y.
 Una vez decretada la misma, la autoridad cuestionada no puede variar en
forma alguna el acto objeto de paralización.

Para el efecto de lo indicado en el párrafo anterior, al momento de decretarse


la referida suspensión del hecho o acto agraviante, se puede levantar acta en la
que se haga constar detalladamente el estado que en ese momento guardan los
hechos y actos que se suspenden y la prevención hechu de no modificarlos hasta
que la cuestión sea resuelta en definitiva.

En este punto es importante indicar que si el amparo provisional no ha sido


otorgado o el mismo ha sido revocado, el Tribunal que conozca del proceso
debiera devolver la pieza original de los antecedentes a la autoridad impugnada
para evitar que, de hecho, el proceso innecesariamente; en tal caso la tramitación
del proceso se realizará con copia sea paralizado simple de las actuaciones. Por
el contrario, cuando dicha medida sea decretada y se considere que existe un
riesgo latente de que el acto pueda ser mutado dolosamente por la autoridad
recurrida, podrá ordenarse el envio de las piezas originales de los antecedentes y
retenerlas en el tribunal constitucional mientras se dilucida el hecho objeto de
análisis en esa sede.

Respecto al amparo provisional,, la Corte de Constitucionalidad ha indicado


que:"...Dentro de la jurisdicción constitucional, la institución procesal del amparo
provisional o suspensión del acto reclamado es la que cumple la función
paralizante del acto reclamado, impidiéndole la gestación de nuevas
consecuencias. Sirve para preservar la materia del proceso de amparo. Entonces,
si el amparo provisional sirve para preservar la mater i de fondo que debe
resolverse en el proceso de amparo, paralizando el desenvolvimiento dinámico del
acto reclamado, no cabe duda que se trata de una disposición o instrumento
tendiente a preservar una situación fáctica o jurídica, o asegurar expectativas
futuras. Conlleva todas las caracteristicas que lo asimilan a la naturaleza de una
medida o providencia cautelar... Debe recalcarse que la suspensión provisional del
acto, dado el carácter de medida cautelar de urgencia, su ejecución es inmediata.
Esto nos lleva al resultado de que, aun cuando el auto que conceda, deniegue o
revoque tal medida, es susceptible de ser combatido por medio del recurso de
apelación, tal apelación no tiene efecto suspensivo por lo que la medida acordada
por el tribunal de primera instancia, debe ser ejecutada." <...> Dada esa calidad
equiparada de medida precautoria que posee la figura del amparo provisional, en
virtud de la finalidad que persigue (evitar la materialización irreversible de un daño
motivado por el supuesto acto reclamado), es imperioso que la ejecución del
otorgamiento de dicha protección constitucional (amparo provisional), sea
ejecutado por el ente correspondiente a la mayor brevedad posible y dentro del
plazo fijado por el Tribunal de amparo; para el efecto, dicho acto procesal no
puede ser suspendido por ningún motivo, incluyendo su impugnación mediante
apelación ante esta Corte, en otras palabras, su ejecución no se encuentra sujeta
o condicionada a que la resolución en la cual fue acordado se encuentre firme.".

Respecto del tema deben tenerse presente, como reglas generales respecto
de su aplicación y efectos:

 Su otorgamiento es excepcional, la regla general será siempre el preservar


la decisión, que en ejercicio de su competencia y facultad, haya dictado la
autoridad cuestionada.
 Los efectos de su otorgamiento se circunscriben al acto expresamente
señalado como agraviante, salvo que el tribunal constitucional, para
garantizar la positividad de lo decidido, disponga la suspensión de otro
actuar adicional o, por el contrario, haga extensivos los efectos de la
protección provisional conferida.

 Solo debe otorgarse cuando el agravio denunciado mantenga potencia vital,


es decir, que tenga efectos de tracto sucesivo que no se agotan en el
momento mismo de su emisión.
 Su otorgamiento o denegatoria no conllevan la anticipación de criterio del
órgano constitucional ni, mucho menos, imponen la obligación de resolver
en sentencia en determinado sentido.
 Puede ser otorgado o revocado en cualquier fase del proceso, ya sea de
oficio o a solicitud de parte.
 Su ejecución debe verificarse de forma inmediata, sin que pueda verse
afectado por la interposición de recurso o pronunciamiento pendiente de
emisión.

Las disposiciones reglamentarias, en su artículo 24, disponer que en caso de


concederse el amparo provisional, el tribunal deberá precisar los alcances y
efectos de su pronunciamiento y, de ser denegado, ante la eventual reiteración de
la solicitud de otorgamiento con expresión de nuevas circunstancias, en cualquier
estado del procedimiento, antes de dictar sentencia, el tribunal deberá valorarlas y
emitir pronunciamiento expreso con relación a la procedencia o no de su
otorgamiento. De igual manera, en la segunda instancia, procederá la Corte de
Constitucionalidad cuando, a petición de parte o de oficio, disponga decretar,
revocar o modificar la suspensión provisional del acto, resolución o procedimiento
reclamados, hasta antes de dictar sentencia.

En los amparos bi-instanciales en los que en alzada -en apelación la Corte de


Constitucionalidad decrete la protección interina requerida, no es viable presentar
ante dicho tribunal, posteriormente, solicitud por conducto de la cual se pretenda la
revocatoria del provisional otorgado, debido a que su competencia para conocer
de dicho asunto se agotó cuando aquel fallo adquiera firmeza (autos de 6 de julio
de 2016, dictados dentro de los expedientes 2204-2016 y 1898-2016).

5. Apertura a prueba

Es en esta fase donde se proponen los respectivos medios de prueba para que
los mismos sean tenidos como tal y, adicionalmente, se solicita el respectivo
diligenciamiento de aquéllos que lo requieran. De conformidad con el artículo 35
de la ley de la materia, vencido el plazo de la primera audiencia conferida, hayan o
no alegado las partes, el Tribunal estará obligado a abrir a prueba el amparo, por
el improrrogable término común de ocho días, si fuere pedida por el solicitante;
caso contrario podrá, cuando a su juicio proceda, relevar de prueba el proceso.

En forma complementaria el artículo 28 del Acuerdo 1-2013, determina que


vencido el término de la primera audiencia concedida a las partes, el tribunal de
amparo relevará de prueba cuando a su juicio no sea necesario recabar medios de
comprobación o los ofrecidos por las partes no se refieran a los hechos que hayan
invocado o sean útiles para demostrar lo alegado, en clara alusión al "principio de
limitación de la prueba".

La iniciación del referido periodo se, producirá únicamente cuando los medios de
comprobación o la prueba que de oficio deba recabarse no conste en el
expediente. La obligación de tramitar prueba a petición del solicitante que señala
el artículo 35 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, se
tendrá por cumplida cuando el tribunal incorpore para su valoración aquellos
medios que ya consten en autos. Para el efecto, el tribunal emitirá resolución en la
que detalle los medios de comprobación que admite o rechaza y,
consecuentemente, podrá prescindir del periodo probatorio.

La modificación en la sustanciación de la referida fase procesal que introduce


el artículo 28 precitado, entonces, permite definir tres figuras referentes en cuanto
a los medios de convicción en materia de amparo, siendo estos:

1. La apertura propiamente dicha, la cual se verificará únicamente cuando los


medios probatorios no obren ya en el proceso (prueba documental) y, por su
naturaleza, deban ser diligenciados de alguna manera

2. El relevo de prueba, consístete en la omisión de la fase probatoria debido a


la ausencia de prueba idónea o a su falta de ofrecimiento.

3. Prescindir del periodo probatorio, consiste en no abrir a prueba el proceso


debido a que la prueba, generalmente documental, ya obra dentro del mismo y
por ende no se requiere su posterior incorporación. En este caso debe
entenderse que si existe prueba, pero no hay periodo probatorio. La decisión
de relevar de prueba o de prescindir del periodo probatorio deberá ser
notificada a las partes, para que éstas, dentro de un plazo de cuarenta y ocho
horas tengan oportunidad de solicitar al tribunal que el caso se vea en vista
pública.
De abrirse a prueba, en cuanto a la sustanciación del procedimiento para
diligenciar los medios de convicción, el mismo precepto determina que el tribunal
podrá establecer el procedimiento idóneo para la incorporación de los mismos al
expediente. Si dentro del referido periodo no fuere posible la incorporación de
algún medio de comprobación que hubiere sido debidamente ofrecido, el tribunal
podrá disponer que éste sea tramitado fuera de los ocho días que manda la ley,
fijando para el efecto un plazo razonable. En este último evento, el tribunal podrá
diferir la emisión de la resolución en la que se señale segunda audiencia per
cuarenta y ocho horas a las partes, a la previa tramitación de aquel medio.

La ley especifica no determina las clases de prueba que pueden aportarse a este
proceso, ni indica la forma en que las mismas deben diligenciarse; por ello, debe
acudirse, en forma supletoria, a lo establecido en el Código Procesal Civil y
Mercantil, atendiendo siempre a la condición ineludible de prueba "idónea", para
ser tenida como tal, que no es más que aquella tendiente a demostrar la existencia
del acto reclamado o la producción del agravio denunciado.

Al respecto es preciso indicar que, por lo general, ante la Corte de


Constitucionalidad por lo general y en forma casi exclusiva, son admitidos como
medios de prueba aquellos consistentes en prueba documental, y en muy pocas
ocasiones otros medios probatorios contenidos en el Código previamente
relacionado. Respecto a este tema en particular, para la referida. Corte, a
diferencia de otros tribunales constitucionales, es factible tener como medio
probatorio los antecedentes del proceso.

6. Segunda audiencia
Esta fase del proceso de amparo se encuentra condicionada, ineludiblemente,
a la realización de la fase o período de prueba, en otras palabras, solamente si el
proceso de amparo ha sido abierto a prueba se podrá y deberá señalar la segunda
audiencia. Dicha etapa procesal tiene como finalidad analizar y pronunciarse sobre
los elementos de convicción aportados en el periodo probatorio. Esta se confiere a
las partes por el plazo común de cuarenta y ocho horas, transcurrido el cual, se
hayan o no pronunciado las mismas, se dictará sentencia en el término
establecido en la ley."

Con la modificación aludida en el apartado anterior, respecto a prescindir del


periodo probatorio y, con ello, a la posibilidad de solicitar que el caso se vea en
vista pública, el fenómeno que se ha generalizado de es que, por la falta de
alegación oportuna en la primera audiencia, en estos casos las partes procesales
han requerido en forma abundante el señalamiento de dicho tipo de vista,
distorsionando la finalidad que se pretendía lograr por dicho conducto, consistente
en la celeridad de su sustanciación. Al respecto estima oportuno referir que los
tribunales podrían evitar esa sobre carga de vistas públicas si, a pesar de
prescindir del periodo probatorio, por el hecho mismo de existir prueba, confirieran
la segunda audiencia que dispone la ley de la materia, reservando la posibilidad
de ver el caso en forma pública únicamente en los casos en que, de conformidad
con lo ya manifestado, se releve de prueba el proceso.

7. Vista pública

De conformidad con el artículo 38 de la ley de la materia, al efectuarse esta


audiencia, la aludida en el apartado anterior, o al notificarse la omisión de apertura
a prueba, cualquiera de las partes o el Ministerio Público puede requerir que el
caso se vea en vista pública, la cual deberá practicarse el último de los tres días
siguientes, a la hora que señale el Tribunal.
Todo lo referente con la celebración o práctica de dicha diligencia procesal se
encuentra regulado, expresamente, en forma exclusiva en el Acuerdo 1-2013 de la
Corte de Constitucionalidad, en sus artículos del 60 al 71, disposición que debe
aplicarse para la práctica de dicho acto procesal ante los distintos órganos
constitucionales existentes.

Aunque su verificación no tendría que revestir mayor dificultad para


implementación, en la práctica se ha podido apreciar la concurrencia de ciertas
dificultades que se abordarán, en forma muy sumaria, a continuación:

 El momento procesal para su requerimiento depende del sujeto procesal


que la solicite, el apelante debe realizarlo en el escrito de interposición del
referido recurso, el resto de los sujetos procesales podrán pedirla desde el
momento en que sean notificados de la impugnación, hasta dentro de las
veinticuatro horas siguientes a la notificación del pronunciamiento que
señaló día y hora para la audiencia.

 El objeto de la misma será estrictamente el de exponer y argumentar ante


el tribunal los reproches que se formulen contra el acto reclamado, en los
casos de amparo en única instancia o ante el tribunal de primer grado en
los procesos bi-instanciales; en las apelaciones debe versar sobre los
agravios del fallo recurrido. En el supuesto de no cumplir con lo
manifestado, el Presidente del tribunal -o el juez en el caso de los órganos
unipersonales- amonestará a quien corresponda y, de persistir, le
suspenderá en el uso de la palabra.

 Anteriormente se requería para la verificación de la la vista pública que, en


forma obligatoria, compareciera el o los solicitantes de la misma, así como
sus respectivos abogados patrocinantes. La incomparecencia de cualquiera
de los mencionados en la hora señalada para el efecto, producía la
suspensión de la misma, la cual se debía celebrar en forma privada.
Actualmente, en el supuesto de incomparecencia de quien la solicitó, la
misma se verificará con la comparecencia de cualquiera de las otras partes
o sujetos intervinientes, siempre que se encuentren acompañados del o los
abogados acreditados como auxiliantes dentro del expediente respectivo,
cuando manifiesten expresamente su intención de que la misma se
verifique.

 Con las nuevas disposiciones se ha eliminado la posibilidad de volver la


vista pública en privada, al menos no se refiere a ello en forma expresa la
Corte de Constitucionalidad, limitándose a referir que este tipo de
diligencias debe verificarse en la Sala de Vistas Públicas del Tribunal, salvo
que el Presidente del mismo disponga su celebración en otro lugar, lo cual
permite concluir que se ha descartado expresamente la existencia de la
vista en forma privada o escrita, en sustitución de la pública, la que deberá
volverse a señalar en el supuesto de ser suspendida por causas de fuerza
mayor

 El día y hora señalados para la audiencia de vista pública, el Presidente de


la Corte declarará abierta la audiencia e indicará al Secretario General o, en
su caso, al Secretario General Adjunto que relacione de manera breve;

a) En el caso de amparos en única instancia: relación del acto reclamado y


de la petición de fondo;
b) En el caso de apelaciones la parte conducente de las consideraciones y
la parte resolutiva del fallo apelado;
c) Concederá el uso de la palabra a las partes y sus abogados, para cuyo
efecto se observará el orden siguiente: en los casos de amparo en única
instancia intervendrán en primer lugar En el caso de amparo en única
instancia en primer lugar intervendrán los solicitantes de la acción;
posteriormente, la autoridad denunciada, los terceros interesados y el
Ministerio Público; en caso de apelaciones, intervendrá en primer lugar
el apelante y se continuará en el orden precisado con anterioridad,
según corresponda. En el caso de que fueren varias las partes o
terceros interesados que representen un mismo interés, podrán designar
a uno de ellos para que haga uso de la palabra, en momento previo a su
celebración.
d) Para el efecto cada una de las partes contará con un tiempo no mayor
de quince minutos, el cual podrá compartirlo o cederla el sujeto procesal
con su abogado auxiliante; este tiempo podrá ampliarse podrá ser
ampliado por autorización del Presidente de la Corte, cuando a su
criterio y por la importancia o extensión del asunto se amerite.

 Las partes deben dirigirse directamente al Tribunal; alegar en forma oral y


abstenerse de dar lectura a cualquier documento, salvo autorización previa
del Presidente de la Corte; concretarse al asunto planteado; ser breves,
precisos y concisos en su intervención; abstenerse de proferir expresiones
irrespetuosas o alusivas a las partes o miembros del tribunal.

 Los asistentes y comparecientes no podrán interrumpir las intervenciones


de las demás partes. En caso contrario, el Presidente podrá amonestar a
cualquier persona para que se conduzca con propiedad, puede suspender
el uso de la palabra o no concederla u ordenar el desalojo de quienes
estime pertinente.
 No existe derecho de réplica, quien haya intervenido no puede nuevo el uso
de la palabra.

8. Auto para mejor fallar

Idealmente, al concluirse la segunda audiencia o finalizada la primera


cuando no se abra a prueba el proceso, debe dictarse la sentencia que en
Derecho corresponde; no obstante ello, existen ocasiones en las que el Tribunal
constitucional considera conveniente la práctica de alguna diligencia que le
permita resolver de una forma más justa y apegada a la ley, y es en esas
circunstancias cuando puede acudir a esta figura o instancia procesal para dicho
cometido.

Las diligencias para mejor fallar o auto para mejor fallar (nombre que
dispone la Ley de Amparo) constituye la posibilidad que posee el Tribunal de
amparo para producir medios de convicción, fuera del periodo legalmente
señalado para el efecto, mediante la práctica de cualquier diligencia o la obtención
de cualquier documento que traerá a su conocimiento, con el fin de clarificar la
cuestión sometida a su conocimiento.

Para la práctica de estas diligencias el Tribunal debe dictar un auto en el


que determine la diligencia que se debe practicar o los documentos que requiere
la identificación de la persona o ente que debe participar en la diligencia o que
debe remitir los documentos, y el plazo dentro del cual debe cumplirse con lo
ordenado. De conformidad con el artículo 40 de la ley de la mater a ficho plazo
puede variar, pero no puede ser mayor de cinco días.
Por lo general, dicho acto procesal es dispuesto antes de dictar sentencia,
aunque, en forma puntual, la ley no determina el momento oportuno para la
realización del mismo; no obstante ello, por cuestiones de mera logica debe
preceder al momento en el cual se debe dictar la sentencia respectiva, ya que
tiene por objetivo aportar elementos necesarios para arribar a la decisión que sea
más congruente con las constancias y a Derecho.

9. Sentencia

Las sentencias son, a decir de Ignacio de Burgoa, aquellos actos procesales


provenientes de la actividad jurisdiccional que implican la decisión de una cuestión
contenciosa o debatida por las partes dentro del proceso, bien sea incidental o de
fondo.

Durante la realización de un seminario-taller organizado por la Corte de


Constitucionalidad, en el año dos mil uno, se concluyó que sentencia "...es el acto
emanado del órgano jurisdiccional, mediante el cual decide de conformidad con el
derecho objetivo la causa o punto sometidos a su conocimiento."

En otras palabras, la sentencia es el acto procesal mediante el cual se hace


el pronunciamiento de fondo de la cuestión sometida a conocimiento del órgano
jurisdiccional respectivo o competente.

En materia de amparo la concepción de la sentencia no difiere en una forma


fundamental de la sentencia de cualquier proceso de la jurisdicción ordinaria, Esta
figura procesal, dentro del referido proceso constitucional puede ser definida como
la decisión legitima del órgano de control constitucional, por cuyo medio se
resuelve la cuestión principal sometida a conocimiento del órgano, en correcta
aplicación del derecho, interpretando el texto supremo (Constitución), la doctrina y
la jurisprudencia.

Concluida la segunda audiencia o verificada la vista pública, señala la ley


de la materia, el Tribunal de amparo deberá dictar sentencia dentro de los tres
días siguientes. En el caso concreto de la Corte de Constitucionalidad, dicho plazo
podrá ampliarse por cinco días más, según la gravedad del asunto.

A decir de Deifilia Baptistina España Barrios, existen varias clases de


sentencias en materia de amparo, las cuales pueden ser clasificadas así:

 Sentencias definitivas: las que, una vez determinado el cumplimiento de


los presupuestos procesales requeridos por la ley, realiza el
pronunciamiento de fondo sobre la cuestión sometida a consideración del
Tribunal Constitucional;

 Sentencias desestimatorias: aquellas que declaran sin lugar el proceso


constitucional sin realizar pronunciamiento de fondo, al advertir el
incumplimiento de los presupuestos procesales determinados en la ley;

 Sentencias estimatorias: aquellas que acogen las argumentaciones del


solicitante y, por ende, determinan la violación de los preceptos
constitucionales invocados como transgredidos;

 Sentencias denegatorias: determinan la improcedencia de la protección


requerida, previo análisis y pronunciamiento de fondo, en sentido negativo,
de los argumentos expuestos por el solicitante.
A criterio del doctor Mario Aguirre Godoy36), la sentencia de amparo
estimatoria produce los siguientes efectos:

 Deja en suspenso, en cuanto al amparista, el acto, resolución, ley o


procedimiento señalado como agraviante;

 Ordena el restablecimiento de la situación jurídica afectada y el cese


inmediato de la actitud reclamada;

 Cuando el acto reclamado consiste en un silencio administrativo. fijará un


término prudencial para que dé respuesta a la petición que le fuera
planteada.

 Fija plazo perentorio para que la autoridad impugnada cumpla con lo


ordenado en el amparo.

 Apercibe a la autoridad impugnada para dar estricto cumplimiento a lo


ordenado en el plazo señalado, bajo apercibimiento de imponer multa, sin
perjuicio de las responsabilidades civiles y penales respectivas.

 Se pronuncia sobre la condena en costas y la imposición de multa al


abogado patrocinante, cuando corresponda.

 Se pronuncia sobre si ha lugar al pago de daños y perjuicios."


10. Recursos

Denominase así a todo medio que concede la ley procesal para la


impugnación de las resoluciones judiciales, a efectos de subsanar los errores de
fondo o los vicios de forma en que se haya incurrido al dictarlas. El acto de recurrir
corresponde a la parte que en el juicio se sienta lesionada por la medida judicial.

La Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad determina


como medios a través de los cuales las partes pueden impugnar las actuaciones y
resoluciones dictadas durante la tramitación del proceso de amparo, los recursos
de aclaración, ampliación, el ocurso en queja y la apelación. Fuera de los recursos
contenidos en la ley de la materia, no pueden interponerse otros medios de
reproche contenidos en otras leyes, ni aún por aplicación supletoria.

10.1. Aclaración y ampliación

 Pueden impugnarse mediante aclaración y ampliación, los autos y las


sentencias dictadas dentro de la tramitación del amparo.

 Procede la aclaración, cuando los conceptos de un auto o sentencia sean


oscuros, ambiguos o contradictorios. Procede la ampliación, cuando en
tales resoluciones se hubiere omitido resolver alguno de los puntos sobre
los que versare el amparo o la incidencia, en su caso.

 Se plantean dentro de las veinticuatro horas de notificada la resolución


impugnada, y se resuelven en las cuarenta y ocho horas siguientes.
 Contra las resoluciones dictadas por la Corte de Constitucionalidad sólo
proceden los recursos de aclaración y ampliación.

 Dichos medios de impugnación no pueden, desde ningún punto de vista,


modificar el fondo de la resolución impugnada.

10.2. Ocurso en queja

Para Manuel de Jesús Mejicanos, citado en su trabajo de tesis por Angélica


Vásquez Girón, el ocurso en queja es un medio de impugnación procesal de
carácter vertical (porque la que conoce del mismo y lo resuelve con exclusividad
es la Corte de Constitucionalidad); procede únicamente en los amparos bi-
instanciales, cuyos efectos se contraen a ser el sustitutivo del recurso de nulidad
contemplado en el Código Procesal Civil y Mercantil; ello, debido a que procede
cuando a criterio de una de las partes, el Tribunal de amparo no cumpla con lo
dispuesto en la Ley de la materia.

Dicha profesional define ese medio de impugnación como aquel por medio del
cual las partes del proceso de amparo reclaman contra vicios en el trámite o en la
ejecución de dicho proceso, cuando el Tribunal de Amparo no cumple con lo
previsto en la ley o lo resuelto en la sentencia; su procedencia se extiende a las
anomalías procesales, a la errónea interpretación c aplicación de la ley de la
materia, y a cualquier otra circunstancia que, por su naturaleza, no sea susceptible
de ser impugnada por otra via. De ahí que se pueda afirmar que el único sujeto
pasivo de dicho medio de impugnación es el Tribunal de amparo de la primera
instancia.
El ocurso en queja, por regla general, debe ser interpuesto por escrito ante la
Corte de Constitucionalidad. El escrito respectivo debe llenar los requisitos que
señala el artículo 21 de la Ley de Amparo, es decir, los de toda primera solicitud
en materia de amparo, con la salvedad de que dicha regia se aplica
supletoriamente en lo que sea atinente al recurso en cuestión. Adicionalmente, es
importante advertir que, extraordinariamente, con fundamento en lo dispuesto en
el artículo 26 de la misma ley, dicho medio de impugnación puede ser interpuesto
en forma oral, cuando se suscite la negativa infundada a levantar el acta de
interposición del amparo verbal y remitir su copia adonde corresponde.

La tramitación del ocurso es en extremo breve o sin mayores complejidades:


planteado en un plazo no mayor de cinco días -articulo 17 del Acuerdo 1-2013 de
la Corte de Constitucionalidad-, se concede audiencia a la autoridad ocursada por
veinticuatro horas para que informe al respecte de la queja presentada (articulo 72
de la Ley de Amparo); a continuación, la Corte de Constitucionalidad debe resolver
dentro de las veinticuatro horas siguientes, con aplicación supletoria de lg
establecido en el artículo 142 de la Ley del Organismo Judicial. Aún y cuando se
reguló expresamente el plazo de interposición del ocurso, a criterio del autor no
debe desatenderse la posibilidad de aplicar también, la teoría del principio de
"preclusión procesal". Dicha hipótesis o principio consiste en viabilizar la
procedencia del relacionado medio de impugnación antes de que precluya la fase
procesal en que se conoce de la misma. Para Marlon Barahona, también citado
por Angélica Vásquez Girón, la oportunidad de su procedencia no queda ilimitada
en el transcurso del tiempo, ya que si el quejoso deja que el proceso transcurra y,
por el contrario, continúa litigando a pesar de la anomalía ya advertida, su
denuncia será eventualmente desestimada al considerarse tácitamente aceptada
la situación impugnada.

Al respecto el referido tribunal ha indicado: "Constituye una deficiente técnica


procesal, invocar como motivo de impugnación o vicio, en materia de ocurso,
situaciones que fueron propiciadas o consentidas por los sujetos procesales que
las alegan; ya que, dentro de la tramitación propia del amparo, tuvieron la
oportunidad y los medios adecuados para poder evitar que dicha situación
denunciada, reclamada o alegada (la que motiva el ocurso), produjera los efectos
que considera nocivos o violatorios al proceso en sí, ya que los efectos producidos
por estos son las consecuencias lógicas y legales establecidas en la ley de la
materia.":

La denegatoria del ocurso intentado genera como consecuencia la imposición de


una multa al quejoso. Por aparte, el acogimiento del recurso puede generar la
anulación de actuaciones, el apercibimiento a la autoridad ocursada para que
ejecute determinado acto o cumpla con lo ordenado en dicho proceso, la
imposición de multa al mismo tribunal, la orden de reponer actuaciones y, en si,
según el articulo 72 precitado, podrán adoptarse todas las medidas disciplinarias
que se estimen pertinentes. Según criterio de la Corte de Constitucionalidad,
resulta legalmente inviable instar dicho correctivo contra las actuaciones
realizadas por dicho tribunal (autos de 23 de febrero de 20 1, 22 de marzo y 26 de
septiembre de 2012, dictados dentro de los Expedientes 3630-2010, 1234-2012 y
4795-2012).

De conformidad con el artículo 17 del Auto Acordado 1-2013, la interposición de


un ocurso en queja no conlleva, como consecuencia inherente, la suspensión de la
tramitación del proceso dentro del cual es instado, de ahí que los tribunales de
primer grado no pueda, legalmente, abstenerse de seguir sustanciando y
conociendo de la referida garantía constitucional; en el supuesto de que el ocurso
pueda ser acogido, como consecuencia de ello, la Corte de Constitucionalidad
podrá disponer la anulación de las actuaciones que resulten viciadas por el actuar
denunciado.
10.3. Apelación

Para Deifilia España, en materia de amparo el recurso de apelación puede


ser descrito como el medio por virtud del cual las partes que participan en un
proceso de amparo pueden lograr que un órgano de superior jerarquía revise el
criterio que el Tribunal de Amparo de primer grado haya asentado al juzgar la
constitucionalidad o anticonstitucionalidad de un acto de autoridad.

A través de dicho medio de impugnación se garantiza, en este proceso


constitucional, la verificación del debido contradictorio, el derecho de defensa, el
derecho al conocimiento de la cuestión objetada en alzada, el principio del debido
proceso; este es, en efecto, el único medio de impugnación por medio del cual se
puede pretender la modificación del fondo del auto sentencia de amparo
impugnada. Dicho medio de impugnación procede, de conformidad con lo
establecido en el artículo 61 de la ley de la materia, contra las sentencias de
amparo, los autos que denieguen, concedan o revoque el amparo provisional, los
autos que resuelvan la liquidación de costas y de daños y perjuicios, y los autos
que pongan fin al proceso.

Con fundamento en lo establecido en el artículo 61 citado, en todos los


casos este medio de impugnación debe ser interpuesto dentro de las cuarenta y
ocho horas siguientes de practicada la última notificación, es decir, que el cómputo
del plazo no es personal sino común a todas las partes. Todos los recursos de
apelación deben ser conocidos en alzada por la Corte de Constitucionalidad, y la
misma no tendrá efectos suspensivos (en alusión a la apelación del auto que
conceda, deniegue o revoque el amparo provisional).

Durante la tramitación de esta etapa procesal, el tribunal de alzada puede


ordenar la práctica de diligencias para mejor fallar, las cuales deberán practicarse
en un plazo no mayor de tres días, cuando se trate de la apelación de un auto; y
en un plazo no mayor de cinco días, cuando se trate de la apelación de
sentencia."

Dicho medio de impugnación debe ser interpuesto por escrito debe


indistintamente ante el tribunal que haya conocido del proceso en primera
instancia o ante la Corte de Constitucionalidad (apelación directa); en este último
supuesto, dicha Corte requerir en forma telegráfica o telefónica los antecedentes
del caso, previo a admitir a trámite el relacionado recurso Con fundamento en lo
dispuesto en el artículo 18 del Acuerdo 1-2013 anteriormente citado, el escrito que
contenga dicho recurso deberá indicar, en forma razonada, los motivos de
inconformidad que le cause la sentencia de primer grado que impugna; para el
efecto, en el supuesto de que no se haya cumplido con dicho razonamiento, el
tribunal constitucional deberá fijar un plazo de veinticuatro horas para superar
dicha deficiencia, bajo apercibimiento de tener por desistido tácitamente el
recurso.

En el caso de apelación de un auto, el Tribunal de alzada debe dictar el


auto respectivo, dentro de las treinta y seis horas siguientes a la recepción de los
antecedentes del caso; para el caso del amparo provisional, el tribunal de primer
grado enviará a la Corte de Constitucionalidad copia del expediente de amparo, la
cual podrá verificarse en forma física o electrónica, ello con el objeto de no
demorar el trámite de la garantía. Cuando se trate de apelación de una sentencia,
con fundamento en lo dispuesto en el artículo 19 de las disposiciones
reglamentarias y 66 de la ley de la materia, la Corte de Constitucionalidad deberá
dentro de los tres días de recibidos los antecedentes de la aplicación, emitir
decreto por el cual señalará día y hora para la vista, dentro de los diez días
siguientes, pudiéndose ampliar este plazo hasta por quince días por razón de la
distancia; el recurso se resolverá dentro de los cinco días inmediatos a la
verificación de esta, salvo lo dispuesto en relación con las diligencias para mejor
fallar.
Algunos criterios sustentados por la Corte de Constitucionalidad con
relación a la procedencia o improcedencia de dicho medio de impugnación son:

 Deviene improcedente el recurso de apelación cuando, no obstante que por


esa vía se impugne la resolución que se pronuncia sobre el otorgamiento,
denegatoria o revocación del amparo provisional, pretenda pronunciamiento
sobre la supuesta ausencia de los presupuestos procesales del proceso
instado: "Con relación a los autos que denieguen, concedan o revoquen el
amparo provisional, de la lectura del precepto anteriormente indicado y en
atención al espíritu de la norma e institución que contiene, debe entenderse
que dicho medio de impugnación pretende cuestionar, únicamente, el
pronunciamiento relacionado con el amparo provisional; por ello, es
imperativo que el memorial que contenga el referido recurso deba versar,
en cuanto a su contenido y argumentos, única y exclusivamente en
pronunciar la inconformidad del otorgamiento, denegatoria o revocatoria de
la referida protección constitucional.".

 La suspensión definitiva del proceso de amparo por deficiencias en el


cumplimiento de los presupuestos procesales, con fundamento en lo
dispuesto en el artículo 27 de las disposiciones reglamentarias, es apelable
y dicha impugnación debe ser instada en forma razonada.

 En las resoluciones que, en cuanto al amparo provisional, remita a


pronunciamientos previamente adoptados sobre el otorgamiento o
denegatoria de la protección interina pretendida "estése a lo resuelto"-, al
no revelar un nuevo criterio sobre dicho extremo, limitándose a reiterar lo
estimado con anterioridad (autos de 17 de febrero de 2012 y 3 de mayo de
2016, dictados dentro de los expediente: 421-2012, 1319-2016 y 1535-
2016, respectivamente).
No son apelables las resoluciones que difieren el pronunciamiento del
amparo provisional, a la espera de tener a la vista los antecedentes o informe
circunstanciado del asunto, al no contener decisión alguna al respecto (auto de 28
de junio de 2012, dictado dentro del expediente 2412-2012)

11. Enmienda de procedimiento

Según el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, de Manuel


Osorio, la enmienda es, en sentido general y procesal, la acción y efecto de
enmendar, con las respectivas subsanaciones. En materia constitucional, es la
facultad que posee con exclusividad la Corte de Constitucionalidad de enmendar
el proceso de amparo, en cualesquiera de sus instancias, al tenor de lo que regula
el artículo 41 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad.

A través de esta facultad, la Corte puede anular las actuaciones acaecidas


en la tramitación del proceso de amparo, tanto en la primera como en la segunda
instancia, cuando establezca que en el mismo no se observaron las disposiciones
legales, debiéndose reponer las actuaciones desde que se incurrió en nulidad.

Algunos aspectos relevantes de este proceso o facultad son:

 En los procesos de amparo los tribunales no tienen facultad de enmendar el


procedimiento en primera instancia, exceptuándose de tal prohibición la
Corte; ello, con fundamento en lo establecido en el artículo 41 de la ley ibid.
 Cuando un tribunal de amparo de primera instancia advierta error o vicio
sustancial en el procedimiento debe plantearlo a la Corte, como lo señala el
artículo 43 del Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad. Para el
efecto se impone al tribunal la obligación de calificar en auto motivado la
pertinencia de la anulación del acto y, por medio de oficio circunstanciado
que contenga la advertencia respectiva, remitirá el expediente original a la
Corte en un plazo máximo de tres días, conservando competencia
únicamente en cuanto al amparo provisional y sus efectos.

 No procede realizar el planteamiento de error substancial cuando la


deficiencia de requisitos formales pueda ser subsanada conforme lo
dispuesto en el artículo 42 de las disposiciones reglamentarias o, en su
caso, cuando no afecte la validez del acto.

 La enmienda de procedimiento como tal no constituye un recurso a


disposición de las partes dentro del proceso, ya que sólo puede ser
planteado por el Tribunal de amparo; para las partes, la ley ha puesto a
disposición el ocurso en queja examinado. Al respecto la norma precitada
determina que el tribunal podrá hacer propia la

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