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4.1 elementos.
Los elementos de la Acción de Amparo: sujetos, objeto y causas. LOS SUJETOS.
Como sujetos dentro de la Acción de Amparo tenemos: el activo, que lo es el
gobernado y el pasivo que en todo caso será una autoridad o bien un particular en
ejercicio de funciones de autoridad que le son delegadas por la misma. EL OBJETO.

LOS SUJETOS. Como sujetos dentro de la Acción de Amparo tenemos: el activo,


que lo es el gobernado y el pasivo que en todo caso será una autoridad o bien un
particular en ejercicio de funciones de autoridad que le son delegadas por la misma.
EL OBJETO. El objeto de la acción de amparo, es que, mediante la prestación del
servicio jurisdiccional, se proteja al sujeto activo contra una norma general
inconstitucional, o un acto u omisión de la autoridad que vulnera sus derechos
humanos y sus garantías.
LAS CAUSAS. Las causas de la acción son: la remota y la próxima. La causa
remota consiste en la relación que guarda el gobernado con los derechos humanos
que le son reconocidos, así como con las garantías que le son tuteladas en su favor
por la Constitución, derecho objetivo, de donde resulta que puede acudir a los
Tribunales de la Federación, cuando sus derechos y garantías le son vulnerados. La
causa próxima está constituida por la transgresión de los derechos humanos y las
garantías del gobernado por el acto de autoridad.

4.2 quejoso.

Quejosa/o: Es el titular de un derecho subjetivo o de un interés legítimo, el cual es


afectado por un acto u omisión de la autoridad responsable o una norma general en
relación a sus derechos humanos.

4.3 autoridad responsable.

El agraviado o agraviados;

1. La autoridad o autoridades responsables;


2. El tercero o terceros perjudicados, pudiendo intervenir con ese carácter: a).-
La contraparte del agraviado cuando el acto reclamado emana de un juicio o
controversia que no sea del orden penal, o cualquiera de las partes en el
mismo juicio cuando el amparo sea promovido por persona extraña al
procedimiento; b).- El ofendido o las personas que, conforme a la ley, tengan
derecho a la reparación del daño o a exigir la responsabilidad civil
proveniente de la comisión de un delito, en su caso, en los juicios de amparo
promovidos contra actos judiciales del orden penal, siempre que éstas
afecten dicha reparación o responsabilidad; c).- La persona o personas que
hayan gestionado en su favor el acto contra el que se pide amparo, cuando
se trate de providencias dictadas por autoridades distintas de la judicial o del
trabajo; o que, sin haberlo gestionado, tengan interés directo en la
subsistencia del acto reclamado.

4.4 tercer perjudicado.


El artículo 5o., fracción III, de la Ley de Amparo establece de manera enunciativa y
no limitativa, algunos de los supuestos en que se tiene el carácter de tercero
interesado, es decir, no contempla todos aquellos casos en que una persona puede
tener dicha calidad. De manera específica, el inciso b) prevé que cuando el acto
reclamado derive de un juicio o una controversia del orden judicial, administrativo,
agrario o del trabajo, puede tener el carácter de tercero interesado la contraparte del
quejoso. Ahora bien, la interpretación que debe darse a esa porción normativa es en
el sentido de que quien busque atribuirse la calidad de tercero interesado, debe
tener una posición contraria a la del quejoso, esto es, que su actitud procesal esté
confrontada con la postura que asume éste, sin que constituya un obstáculo que
ambas partes hayan fungido como demandadas en el juicio de origen, pues lo
relevante es que sus pretensiones sean opuestas, en virtud de que ante el
otorgamiento de la protección de la Justicia de la Unión, la parte tercero interesada
verá afectada su esfera jurídica. Dicha interpretación es congruente con la parte
final del precepto aludido, en la que se establece que también tiene el carácter de
tercero interesado la persona extraña al procedimiento que tenga un interés
contrario al del quejoso. Por tanto, el que se permita que alguien ajeno al juicio
acuda a la instancia constitucional con esa calidad, corrobora el hecho de que es
irrelevante el carácter con el que se comparezca al procedimiento, pues lo
importante es que se tenga un interés contrario al del quejoso.

4.5 ministerio publico.

El Ministerio Público Federal, quien podrá intervenir en todos los juicios e interponer
los recursos que señala esta Ley, inclusive para interponerlos en amparos penales
cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales, independientemente de las
obligaciones que la misma Ley le precisa para procurar la pronta y expedita
administración de justicia. Sin embargo, tratándose de amparos indirectos en
materias civil y mercantil, en que sólo afecten intereses particulares, excluyendo la
materia familiar, el Ministerio Público Federal no podrá interponer los recursos que
esta ley señala.

4.6 la competencia en el juicio de amparo.

En el juicio de amparo la competencia jurisdiccional es la aptitud, derivada del


derecho objetivo, que se otorga al Poder Judicial para desempeñar la función
jurisdiccional respecto de la impugnación de la inconstitucionalidad o ilegalidad
presunta de los actos o leyes de la autoridad estatal.
4.7 improcedencia y sobreseimiento en el juicio de amparo.

La improcedencia en el juicio de amparo constituye una respuesta denegatoria a la tutela


de derechos humanos y derechos fundamentales en una jurisdicción constitucional, para
un juicio procesal constitucional como es el amparo mexicano, y que desnaturaliza el
noble objetivo de garantizar el goce y la protección más amplia de estos derechos para
todas las personas como lo ordena en su artículo 1o. de la propia Constitución.

El principio pro persona es parte del ordenamiento jurídico establecido por mandato
constitucional en el segundo párrafo del primer artículo, en el que manda favorecer en
todo tiempo a las personas con la protección más amplia; situación que no es real, ni
concreta, al rechazar una demanda de juicio de amparo a causa de la improcedencia que
impide, que obstaculiza, la realización del estudio de la controversia planteada en la
demanda de amparo; y en consecuencia, la no realización del Juicio de Amparo al que
finalmente puede o tiene que llegar el particular o grupo de personas a él, por sentencias
que se consideran injustas u otra situación jurídica en todas las materias del derecho
vigente mexicano, en los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.

Es decir, todo el caudal del ordenamiento jurídico mexicano finalmente puede llegar o
llega al juicio de amparo, sea al amparo indirecto o al amparo directo; razón por la que
sus puertas deben estar siempre abiertas, sea para emitir una sentencia otorgando el
amparo o bien con sentencia para negar el amparo; en ambos casos, con la debida
motivación y fundamentación; pero no dar un rechazo con fundamento en la
improcedencia sin estudiar el caso, porque aquélla constituye una negación a la
existencia del derecho mismo.

4.8 los recursos en el juicio de amparo.

Del latín recursus, que significa camino de vuelta, de regreso o retorno, el recurso
es el medio de impugnación que se interpone contra una resolución judicial
pronunciada en un proceso ya iniciado, generalmente ante un Juez o tribunal de
mayor jerarquía y de manera excepcional ante el mismo juzgador, con objeto de que
dicha resolución sea revocada, modificada o confirmada. En la Ley de Amparo
vigente hasta el dos de abril del presente año, y en lo que se refiere a los recursos
que se encontraban contemplados en la sustanciación del juicio de garantías, el
artículo 82, establecía: "Artículo 82. En los juicios de amparo no se admitirán mas
recursos que los de revisión, queja y reclamación.". Como es de verse, en la
derogada Ley de Amparo se establecían limitativamente los recursos de revisión, de
queja y de reclamación, como medios para impugnar las resoluciones dictadas por
los órganos jurisdiccionales que conozcan del juicio constitucional -directo o
indirecto-. Ahora, en la Ley de Amparo publicada en el Diario Oficial de la
Federación el dos de abril del año en curso, cuya entrada en vigor ocurrió el tres
siguiente (con la precisión a que se refiere el artículo Tercero Transitorio) 2 , en el
artículo 80 se indica: “Artículo 80. En el juicio de amparo sólo se admitirán los
recursos de revisión, queja y reclamación; y tratándose del cumplimiento de
sentencia, el de inconformidad.”
4.9 La suspensión en el juicio de amparo.
La suspensión en el juicio de amparo, se entiende como la medida cautelar por
virtud de la cual, el órgano jurisdiccional que conoce del juicio de garantías, en
forma potestativa y unilateral, ordena a las autoridades señaladas como
responsables que mantienen paralizada o detenida su actuación durante todo el
tiempo que dure la sustanciación del juicio de amparo, hasta en tanto se resuelva en
definitiva sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de sus actos.

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