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El mundo para nuestros niños y niñas muchas veces puede ser un lugar aterrador, si a ello le
sumamos la situación actual por la que atraviesa tanto nuestro como el mundo general, realmente
puede generar la visualización de encontrarse en un lugar peligroso. Sin embargo, como padres, o
cuidadores debemos procurar entregar un lugar de amor y comprensión para nuestros niños y
niñas, no de miedo y paranoia.
Es así, que podemos educar a nuestros hijos e hijas capaces de adaptarse y superar las
adversidades de la vida y podemos además proporcionarles las herramientas que necesitan para
responder a los desafíos tanto dentro de su niñez como de la adolescencia y la adultez joven, para
a partir de ello desenvolverse con éxito en la edad adulta.
Nuestros hijos e hijas están experimentan un enorme estrés, producto de lo que significa atravesar
una pandemia, ello podría deteriorar tanto su salud física como su bienestar psicológico y
emocional. Es así como familia, cuidadores y educadores, debemos orientar nuestro trabajo al
fortalecimiento y adquisición de destrezas para enfrentar y recuperarse de las adversidades y estar
preparados para los futuros desafíos. A nivel general, podemos identificar 7 características que se
relacionan con el desarrollo de la resiliencia en niños y niñas:
En resumen, queremos destacar que, para el desarrollo de la resiliencia, la familia, los cuidadores y
los educadores, tienen un rol fundamental, pero por sobre todo madres y padres, quienes deben
dar énfasis por tanto a los siguientes puntos:
Establecer vínculos fuertes con el niño o niña : El apego es muy importante, como hemos
señalado en nuestros textos anteriores, en el entrenamiento de la resiliencia, nos muestra
que no estamos solos y que otras personas pueden ayudarnos en nuestros malos
momentos. Como personas adultas podemos proporcionarles seguridad y protección al
pequeño mediante muestras de apego y afecto.
Enseñarles a aceptar los cambios : Cuando somos pequeños, debemos aprender que no
todo depende de nuestras decisiones, hay cosas que no podemos controlar y eso no es
malo. El cambio forma parte de nuestra vida y debemos aceptarlo, de este modo,
evitaremos frustraciones en un futuro.
Resuelve sus dudas: Un niño o niña con inquietudes nos va a preguntar sobre todo lo que
le rodea, si no se le resuelven las dudas adecuadamente, estas pueden producir
preocupación y ansiedad por lo desconocido.
Enseñarle a cultivar las amistades : Del mismo modo que el apego en la familia fortalece la
resiliencia, aprender a tener buenas relaciones personales ayuda al pequeño a establecer
una mejor red social de apoyo. Además, el niño y la niña se sentirá aceptado por sus
iguales y amparado en otros ambientes no familiares.
Anímalo en sus metas: es posible que comience a desarrollar proyectos individuales
(empezar a dibujar, hacer manualidades, aprender un nuevo deporte) es muy importante
que le ayudemos a perseguir su objetivo. Posiblemente, no le salga a la primera, pero es
importante que aprenda a ser perseverante y a no abandonar sus sueños a pesar de las
primeras frustraciones.
ACTIVIDAD