PASO 1: Para reconocer la respiración y el estiramiento
muscular como un medio de autorregulación emocional, se invita a practicar “el gato”, una técnica de yoga que invita a tomar conciencia de la respiración y postura corporal. PASO 2: Los participantes se sientan en una silla, verificando que sus pies estén bien apoyados en el suelo, abriendo sus piernas al ancho de las caderas y enderezando espalda alineando la cabeza con esta. PASO 3: Luego, se solicita llevar el rostro hacia al frente, fijando la mirada en un punto del horizonte y apoyar la palma de las manos sobre las rodillas. PASO 4: Para comenzar se inspira profundamente por nariz mientras y se arquea la espalda, llevando el cuello y rostro hacia atrás. Después, se exhala por nariz, realizando el movimiento inverso, es decir, agachando la cabeza llevando rostro hacía al abdomen y la mirada hacia al ombligo. PASO 5: Se repite la secuencia 3 veces inhalando y exhalando acompañando el movimiento de la columna como si fuese un gato, siempre recordando que el vientre se infla y desinfla con el movimiento y la respiración.