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Como construir una correcta auto

estima.
Si alguien quiere sentirse orgulloso de algo, que se sienta
orgulloso de Jesucristo, el Señor.

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Ante Dios, nadie tiene de qué sentirse orgulloso
 Wladimir Andrés Ponce Caroca
Inscripción Nº ___.___

Santiago, July de 2023

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publicadores
1 Corintios 1:26-31
1:26
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois
muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni
muchos nobles; 1:27 sino que lo necio del mundo escogió
Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo
escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 1:28 y lo vil del
mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que es, 1:29 a fin de que nadie se jacte en su
presencia.
1:30
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha
sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y
redención; 1:31 para que, como está escrito: El que se gloría,
gloríese en el Señor.

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El Espíritu Santo me ha traído hasta aquí para
bendecirme.
Escucharé su palabra, la pondré por obra.
Dios transformará mi vida.
Hoy seré bendecido.

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Introducción
Uno de los rasgos esenciales en el ser humano es su
auto estima, que es la forma en que nos valoramos.

El objetivo es contar con una autoestima adecuada,


que no sea demasiado alta ni demasiado baja.

Aquellos que tienen una autoestima bastante alta


pueden tomar más riesgos en la vida, porque se
sienten casi invencibles, lo cual en ciertas ocasiones
es peligroso.

Por otro lado, aquellos con baja autoestima, pueden


no probar cosas nuevas o no tener una vida social
activa, y sufren de depresión y otros problemas de
salud mental. 

¿Cómo podemos construir una auto estima adecuada?


¿Dónde depositamos nuestro valor como personas?

Muchos construyen su auto estima desde lo que otros


piensan de ellos, otros construyen su auto estima
desde lo que ellos se dicen de sí mismo pero nosotros
construimos nuestra auto estima desde lo que somos y
valemos para Dios

¿Se ha preguntado cuánto vale para Dios?, Jesucristo


fue asesinado en sacrificio en nuestro lugar, nosotros
debimos morir por nuestros pecados, sin embargo
somos salvos de esa condenación por el asesinato de
Jesús, lo que tan hermosamente llamamos “el

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sacrificio vicario de Cristo”, nosotros valemos la vida
del hijo de Dios.

En nuestra sociedad las personas se valoran por su


conocimiento, sus títulos, sus logros académicos van
dando valor.

También valoramos a las personas por su capacidad


de emprendimiento, por su poder de concretar y lograr
sus metas. Además valoramos a las personas por la
familia en la que han nacido, les decimos que han
nacido en cuna de oro.

El Apóstol Pablo conocía muy bien las características


que hacían valorar a las personas en el primer siglo, y
al parecer no han cambiado mucho y es por eso que
señala los elementos o características de las personas
que valoramos y nos muestra como nosotros, aun sin
ser sabios por naturaleza, sin tener la capacidad y el
poder para emprender y lograr éxitos, aun sin haber
nacido en una familia con recursos y respaldo,
mediante la gracia de Dios, podemos alcanzar a
desarrollar esas mismas características por el puro
amor que Dios derrama sobre nosotros.

No podemos seguir depositando nuestra auto estima


en otras personas, ni siquiera podemos dejar que
nuestra auto estima se fortalezca por el mero hecho de
decirnos que podemos, de auto convencernos de que
somos capaces.

No son nuestras amistades ni lo que nos decimos lo


que hace que nuestra auto estima crezca, sino una
íntima relación con Dios. Siempre volvemos al mismo
principio de vida, una vida sin cristo es una vida vacía

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y sin sentido, y el Apóstol Pablo desea que
aprendamos como construir una correcta auto estima.

En primer lugar, Pablo nos recuerda que en


Cristo podemos llegar a ser sabios en la
forma de enfrentar la vida.
Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los
sabios

Recordemos quienes éramos antes de haber sido


llamados por Dios. La biblia misma señala que éramos
personas que vivían sin sensatez, si cordura, que no
teníamos claridad en nuestros juicios, sin embargo, a
través del conocimiento de los principios bíblicos, de
los principios espirituales que sostiene una vida
basada en los valores que emanan de la persona de
Dios hemos llegado a desarrollar cierto grado de
sabiduría que paulatinamente va creciendo.

No éramos sabios, sin embargo cada vez que


decidimos conforme a los principios y valores del
cristianismo estamos actuando con sabiduría y nuestro
entorno ve en nosotros sabiduría en las decisiones
que tomamos.

Dios se muestra a la sociedad en la forma que vivimos


nuestra vida, Dios nos ha elegido para demostrarle a
nuestra sociedad que la sabiduría basada en los
principios del humanismo, de la libertad, del
progresismo solo van a destruir los pilares que
sostienen a la familia, y una vez destruida la familia, la
sociedad misma caerá. Cuando la maldad se
multiplique, el amor de muchos se enfriará y nos

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encerraremos en el egoísmo, en el materialismo, en el
exitismo, donde solo nos interesará nuestro bienestar.

En segundo lugar, Pablo nos enseña que en


Cristo podemos llegar a ser fuertes y capaces
en la forma de enfrentar la vida.
Lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte

Nuestra capacidad de emprender, nuestras fuerzas


para soportar, el poder de crear, todas estas
características son ampliamente valoradas por la
sociedad, sin embargo no son muchos los
emprendedores en nuestra sociedad.

La capacidad de lograr nuestras metas es lo que hace


la diferencia entre las personas y Pablo nos señala
que en cristo, aunque antes no éramos poderosos ni
capaces, ahora lo somos porque de esa forma Dios
avergüenza a los fuertes de nuestra sociedad en
decadencia.

La diferencia que marca el cristianismo, es que


nuestra capacidad de poder está dirigida al servicio,
porque si pedimos para nuestros deleites, el Apóstol
Juan nos dice que jamás recibiremos, pero si pedimos
para servir a los demás, Dios mismo abre las ventanas
de los cielos, porque Jesús nos ha prometido que en
tanto que llevemos el evangelio, él estará con nosotros
todos los días de nuestra vida.

Dios no nos ha transformado en seres con fortaleza


propia, sino nos ha equipado con sus fuerzas,

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podemos alcanzar nuestras metas porque caminamos
en los brazos del todo poderoso y si Dios es con
nosotros ¿Quién podrá contra nosotros?

En tercer lugar, Pablo nos enseña que en


Cristo llegamos a ser valiosos en la forma de
enfrentar la vida.
Lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que
no es, para deshacer lo que es

Las familias nobles entregaban un respaldo


incalculable a sus descendientes, no solo el dinero,
sino la educación, los contactos con la elite, todo
estaba a disposición del noble para asegurarle una
vida de gloria.

Nosotros éramos menospreciados por la sociedad,


nadie se atrevía apostar siquiera que lograríamos la
mitad de lo que Dios nos ha dado por su infinita
misericordia.

Si hubiéramos seguido el consejo de quienes nos


visionaban ¿dónde estaríamos hoy?

Si bien es cierto que nuestra sociedad valora a las


personas que han nacido en familias acomodadas y de
renombre, pues hoy estamos convencidos que hemos
nacido a una nueva familia, a la familia de la fe, a esa
familia que tiene como Padre a Dios mismo y como
hermano a Jesucristo, el hijo de Dios.

Con nuestra sabiduría para enfrentar la vida y con el


poder del Espíritu Santo que nos da las fuerzas para

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vencer la tentación y alcanzar nuestra meta,
entendiendo que ahora somos parte de la familia de
Dios y que sobre todo ese Dios fuerte, ese guerrero
invencible, ese creador todopoderoso es nuestro padre
amoroso que nos escucha y que nos ama con amor
eterno, ese es nuestro Dios y nada debemos temer
cuando ponemos toda nuestra confianza sobre él.

Sabiduría, Capacidad y respaldo es lo que nos brinda


esa nueva relación con Dios, ya no tenemos que
esperar que otro venga a darle valor a nuestra vida
porque Dios mismo ha venido para formar en nosotros
una nueva auto estima, yo valgo la vida del hijo de
Dios quien pago el precio más alto por mí y pos
Usted.

¿Vamos a poner nuestro valor como persona en lo que


otro opina de nosotros?, pues ya no, porque lo más
importante desde hoy en adelante es saber,
reconocer, aceptar y vivir en el convencimiento de que
Dios es mi padre y aunque ande por momentos
difíciles, tenebrosos, no temeremos porque nuestro
padre va con nosotros.

Comenzamos diciendo que uno de los rasgos


esenciales en el ser humano es su auto estima, que es
la forma en que nos valoramos.

Nuestro valor esta en las manos de Dios, somos muy


valiosos para Dios y eso no podemos menospreciarlo.
Yo valgo el sacrificio del hijo de Dios.

Ya no debo valorarme por lo que otros dicen de mí,


sino por lo que Dios dice, y él me ha dicho: con amor
eterno te he amado; por eso nunca dejará de tratarnos

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con bondad, siempre estará allí para restaurarnos,
para consolarnos, para darnos una nueva oportunidad.

© Yo sé quién soy en Cristo y de Cristo me glorío, en


Jesús pongo mi esperanza, mi fortaleza viene de él.

Quiero invitarlos a adorar a Dios, ahí donde no


muchas veces vemos la mano de Dios, quiero que
miremos el interior de nosotros y volvamos a
reconstruir nuestra auto estima, ya no basada en lo
que otros dicen de mí, sino en las palabras que Dios
tiene mara mí.

Si alguien te ha dicho que no puedes, pues entiende


que él está hablando desde sus limitaciones no desde
tus fortalezas, porque tu fortaleza está escondida en
Cristo, porque con cristo somos más que vencedores.

Si alguien te ha dañado metiéndote y


menospreciándote, es el momento de soltar esa pena,
de perdonar a ese agresor y recuperar tu sanidad en
Cristo.

Jesús dio su vida por nosotros, tomo nuestro lugar al


morir y nos ha lavado de culpa, se ha llevado lo que
provoca nuestro dolor y nos invita a sumergirnos en el
mar profundo de su amor eterno.

Decidamos por Cristo, decidamos por el perdón,


decidamos por la sanidad emocional, decidamos por el
futuro, decidamos por mantener una relación íntima
con Cristo.

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Gritémosle al mundo que estamos en la gracia de
Dios, en Cristo yo sé quién soy, somos hijos de Dios y
coherederos con Cristo, yo valgo para Dios la vida de
su propio hijo, yo valgo para Dios.

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