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¿Cuál es tu excusa hoy?

¿Quieres que Dios te sane? El enfermo contestó: Señor, no


tengo a nadie que me meta en la piscina cuando el agua se
mueve.

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¿Cuál es tu excusa hoy?
 Wladimir Andrés Ponce Caroca
Inscripción Nº ___.___

Santiago, agosto 2019, Llay Llay- iglesia el pórtico

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los publicadores

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Juan 5:1-9
5:1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos,
y subió Jesús a Jerusalén.
5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas,

un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene


cinco pórticos.
5:3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos,

cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del


agua.
5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al

estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía


al estanque después del movimiento del agua, quedaba
sano de cualquier enfermedad que tuviese.
5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años

que estaba enfermo.


5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya

mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?


5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me

meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre


tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su

lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

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El espíritu Santo me ha traído hasta aquí para
bendecirme.
Escucharé su palabra, la pondré por obra.
Dios transformará mi vida.
Hoy seré bendecido.

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Introducción
Las excusas constituyen un pretexto para evitar
obligaciones, para exculparse, para no hacernos
responsables.

Estoy seguro que si nos preguntamos porque no


somos quienes anhelamos ser tendremos muchos
argumentos para explicar porque no hemos alcanzado
nuestras metas.

Miramos nuestros fracasos y entonces nos escudamos


señalando que son la causa de la falta de habilidades,
porque no hemos nacido en una familia especial, o
porque no fuimos apoyados, en fin, de seguro que
existe una buena excusa que explique nuestros
fracasos.

Pensamos que no tenemos las suficientes habilidades


como para lograr nuestras metas, que en definitivas no
somos la mejor persona para lograr el éxito, si tan solo
fuésemos distintos, seguramente lograríamos nuestros
sueños.

Todos nosotros hemos nacido por la unión de un


espermatozoide y un ovulo, en cada eyaculación se
liberan en promedio 250 millones de espermatozoides
y solo uno logra atravesar las paredes del ovulo. Usted
es el mejor de entre 250 millones de posibilidades,
usted nació con la capacidad necesaria para llegar a
ser todo lo que desea ser. Y si eso aún no fuera
suficiente, Dios en su infinita misericordia te miro, te
hizo nacer nuevamente y te ha hecho parte de su
familia, entonces ¿en qué te excusa hoy para no ser
quien Dios quiere que seas?

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En el texto leído vemos a un grupo de
personas enfermas en busca de un
milagro.
Existía una historia que explicaba porque tantos
enfermos iban al estanque, ella contaba que un ángel
movía las aguas y estas sanaban al primero que se
lanzaba al agua. La historia es incluida en el texto para
explicar el versículo 7, no aparece en el papiros 66
fechado el 200 d.C. ni el P75, tampoco en el códice
sinaítico ni en el códice vaticano. Lo central del texto
entonces no es el ángel moviendo el agua sino el
encuentro de Jesús con el hombre enfermo.

El hombre enfermo iba al estanque movido por la


esperanza, por una fe estéril, sabía que jamás sería
sano pero tenía la esperanza.

Muchas personas viven de una esperanza estéril sin


hacer absolutamente nada para que sus sueños se
transformen en una realidad.

La fe sin obras es muerta, sentarnos a esperar que


Dios nos bendiga no es precisamente lo que hacen las
aves, una persona de fe se levanta en busca de sus
sueños, lucha por lograr sus metas, se prepara con fe
y nunca tiene excusas.

Debemos ser de aquellos que enfrentan las


dificultades diciendo “pero si Dios lo dice1”, hagamos
las cosas en obediencia a las palabras del maestro,
transformémonos en emprendedores, en aquellas
personas que gustan de superar problemas,
conquistemos nuestros miedos, levantémonos de

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Lucas 5:5

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nuestra derrotas y comencemos a vivir vidas llenas de
fe y confianza, el Espíritu Santo mora en nosotros.
El texto nos habla de un paralitico lleno
de excusas.
Jesús le hizo la pregunta más importante de su vida:
¿Quieres ser sano?, sin embargo la respuesta del
hombre no era la que uno pudiera esperar, en vez de
decirle simplemente que sí, lo que hizo fue dar
excusas, no le dijo que quería ser sano, sino que le
explico porque no era sano. El paralitico no solo
estaba enfermo sino que estaba lleno de excusas.

Cuando miramos lo que nos falta y no valoramos lo


que tenemos somos como este paralitico que aunque
Dios mismo se nos aparezca para brindarnos una
nueva vida, estamos tan centrados en nuestras
carencias que simplemente daríamos excusas y
explicaríamos porque no hemos alcanzados las
bendiciones que Dios tiene preparado para nosotros.

Wilma Rudolph, tuvo una doble neumonía a los cuatro


años, y a los seis años tuvo poliomielitis que le dejó
paralizada una pierna durante varios años. Catorce
años después en 1961, en los juegos olímpicos de
Moscú igualó el récord mundial de los 100 metros
planos y cuatro días más tarde rompió el record
mundial, convirtiéndose en la mujer más rápida del
mundo. Ella no tenía excusas para lograr lo imposible.

Cinco panes y dos peces en las manos de Jesús son


más que suficientes para quien mira la solución por
sobre el problema.2

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Juan 6:9

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Somos el mejor entre 250 millones de posibilidades y
aún muchos no creen que con Dios todo es posible.
No tenemos excusa para alcanzar nuestras metas.
El texto nos muestra que tan solo con
creer en la palabra de Jesús podemos
alcanzar nuestras metas.
Jesús le dijo: Ponte de pie, toma tu camilla y anda. Y de
inmediato el varón quedó sano

Todas las metas que ha alcanzado han sido posibles


porque hizo lo que tenía que hacer. Es la receta más
simple del mundo, crea en las palabras de Dios y
comience a hacer lo que tiene que hacer.

Los consejos de Dios llevados a la práctica nos


garantizas llegar a ser una persona madura, distinta al
resto, nuestra sociedad vive en la carencia, en la
ignorancia, una sociedad vacía y sin sabiduría,
podemos marcar la diferencia cuando comenzamos a
practicar las enseñanzas del maestro.

Lo sobre natural de Dios está oculto en reglas


sencillas, en consejos simples, ser hijo de Dios es vivir
por fe en medio de una sociedad ciega.

Tan solo creer en las enseñanzas del maestro puede


hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso, ser luz en
medio de tinieblas no significa que somos quienes
hablan del bien hacer, sino que somos aquellos que
con nuestra vida iluminamos el camino de la sociedad.

Nuestras vidas deben reflejar la plenitud del


cristianismo.

Tome sus carencias, sus debilidades y déjelas a un


lado, escuche la voz del maestro, levántese y corra por

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su bendición, no tenemos excusas, estamos
condenados a la bendición.
Finalmente, entendemos que muchas
veces nuestras excusas limitan nuestros
logros.
Si el paralitico se hubiese quedado con sus excusas y
no hubiese tomado en serio las palabras de Jesús
habría muerto esperando entrar en el estanque.

Nuestras escusas nos limitan, nuestras escusas frenan


nuestra fe y nos alejan del poder de Dios. Si Dios en
su palabra nos promete bendición, nuestras escusas
nos alejan de ellas.

José tenía excusas para no ser una persona íntegra,


había sido vendido por sus hermanos, pudo haber
tomado a la mujer de Potifar, sin embargo no se
excusó, sino que puso todo su compromiso en su
integridad y termino siendo el segundo en Egipto.

Nuestras debilidades no son excusas para lograr


nuestras metas. En una ocasión Jesús se encontró
con un ciego de nacimiento, juan lo relata así:

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le


preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó,
éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió
Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las
obras de Dios se manifiesten en él. (Juan 9:1-3)

Nuestras debilidades no son excusas, ellas son la


oportunidad para que Dios muestre todo su poder, el
poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad, el
poder de Dios se hace evidente cuando a pesar de
nuestras carencias logramos alcanzar nuestras metas,
nuestras debilidades no son excusas.

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Si de verdad quiere avanzar en su vida, deje sus
excusas a un lado y avance, deje sus debilidades, no
le preste atención a esos problemas, porque es ahí
donde está a su disposición el poder de Dios.

Si Usted es uno de aquellos que se auto compadecen,


si Usted es de aquellos que miran lo que necesita más
que valorar lo que tiene, si Usted es de aquellos que
saben explicar bien por qué no han logrado sus metas,
entonces ha llegado el día de cambiar su forma de
pensar y de ver la vida.

Comprométase con el cambio, declare hoy que desde


este día dejará las excusas, declare hoy que desde
este día comenzará a confiar en los consejos bíblicos
y transformará su manera de pensar. Declare que
desde hoy no dejará que el pasado capture su futuro.

Faraón tenía todo su palacio lleno de ranas, y llama a


Moisés para pedirle que ore a Jehová para alejar las
ranas, Moisés le dice “Dígnate indicarme cuándo debo
orar por ti” y contrario a toda lógica Faraón le responde
“Mañana”.

No es poca la gente que deja para mañana su


bendición, deja para mañana el comenzar un proyecto,
incluso el buscar a Dios. Personas llenas de escusas,
que tan solo miran sus debilidades y no logran valorar
sus fortalezas, personas que miran en menos el
talento que Dios les ha dado.

¿Qué más le podemos pedir a Dios?, el Espíritu Santo


habita en nosotros, con Cristo somos más que
vencedores, tan solo debemos confiar en sus fuerzas
en nosotros, el bien y la misericordia nos siguen a
diario, deja hoy que te alcancen.

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En consecuencia, podemos concluir que Dios ha
querido poner su bendición a nuestra disposición, no
estamos diciendo nada fuera de lo que el cristianismo
ha creído por más de dos mil años, Dios quiere
nuestro bien, no nuestro mal.

Si no hemos logrado desarrollar nuestro máximo


potencial es por la falta de compromiso y de fe,
entontes, ¿cuál es tu excusa hoy?, eres el mejor entre
250 millones de posibilidades, eres pueblo adquirido
por Dios, eres nación santa, eres real sacerdocio,
linaje escogido por Dios, no tenemos excusas, no
podemos huir de nuestro destino.

Jesús dijo que en el mundo tendríamos problemas,


dificultades, aflicciones pero debemos confiar en él
porque él ha vencido, nosotros somos más que
vencedores.

Si bien es cierto que Jesús no dio su vida para que


seamos millonarios sino para librarnos del pecado y
así tener paz para con Dios; y al librarnos del poder
del pecado podemos ser felices, podemos tener vida
abundante aun en medio de los problemas, porque la
verdadera fe no solo soporta el problema sino que lo
supera y no espera a vivir apaciblemente para ser
feliz, sino que podemos tener alegría y gozo cuando
nos encontramos en dificultades porque sabemos que
Dios es nuestro consuelo, nuestra fuerza, nuestro
escudo y nuestro estandarte de victoria.

Si Dios es por nosotros, nadie puede venir contra


nosotros, debemos creer en Dios, en su palabra, en
sus consejos y poner en práctica sus enseñanzas, hoy
comienza a cambiar nuestra vida. Lo creo.

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