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T1 – ATENCION

DEL PARTO
NORMAL Y
CESAREA
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400

CAPÍTULO 21

FisiologÍa del trabajo de parto

COMPARTIMIENTOS MATERNOS Y FETALES . . . . . . . 400 la dilatación cervical y hacen que el feto descienda a través del
canal del parto. Extensas preparaciones tienen lugar tanto en el
FUNCIÓN DE LA HORMONA ESTEROIDE útero y el cuello uterino mucho antes de esto. Durante las prime-
SEXUAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 401 ras 36 a 38 semanas de gestación normal, el miometrio se encuen-
tra en estado preparatorio pero sin respuesta. Al mismo tiempo,
PAPEL DE LAS PROSTAGLANDINAS . . . . . . . . . . . . . . 402 el cuello uterino comienza una etapa temprana de remodelación
pero mantiene la integridad estructural. Después de esta inactivi-
FASE 1: INACTIVIDAD UTERINA Y MADURACIÓN dad uterina prolongada, se produce una fase de transición duran-
te la cual se suspende la falta de respuesta del miometrio y el cue-
CERVICAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 403
llo uterino experimenta maduración, borramiento y pérdida de
cohesión estructural.
FASE 2: PREPARACIÓN PARA EL TRABAJO
Los procesos fisiológicos que regulan el parto (momento del na-
DE PARTO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 408 cimiento de un bebé) y el comienzo del trabajo de parto siguen
siendo definidos. Tres teorías contemporáneas generales describen
FASE 3: TRABAJO DE PARTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 411
el inicio del trabajo de parto. Visto de manera simplista, el primero
UTEROTÓNICOS EN LA FASE 3: EL TRABAJO es la pérdida funcional de los factores de mantenimiento del embarazo. El
segundo se centra en la síntesis de factores que inducen el parto. El
DE PARTO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 416
tercero sugiere que el feto maduro es la fuente de la señal inicial para
el inicio del parto. Las investigaciones actuales respaldan un modelo
FASE 4: EL PUERPERIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 417
que se basa en los tres temas. Sin embargo, el inicio del parto repre-
senta con claridad la culminación de una serie de cambios bioquí-
micos en el útero y el cuello uterino. Estos son el resultado de las
señales endocrinas y paracrinas que emanan tanto de la madre co-
mo del feto. Sus contribuciones relativas varían entre especies, y
son estas diferencias las que complican el esclarecimiento de los
Desde tiempos inmemoriales, las mentes inquisitivas han busca- factores exactos que regulan el parto humano. Cuando el parto es
do una explicación para el hecho de que el trabajo de parto por lo anormal, puede dar lugar a parto prematuro, distocia o embarazo
general se produce unos 280 días después de la aparición del úl- postérmino. De estos, el trabajo de parto prematuro sigue siendo el
timo perodo menstrual, pero hasta ahora no se ha descubierto principal contribuyente a la morbimortalidad neonatal.
una causa universal satisfactoria.
—J. Whitridge Williams (1903)
COMPARTIMIENTOS MATERNOS Y FETALES
La importancia de la fisiología del trabajo de parto se destacó en la
primera edición de Williams Obstetrics, en la que se dedicó una ⬛ Útero
sección completa al tema. Considerando a la ciencia en ese mo- La capa miometrial del útero está compuesta de haces de fibras
mento, esos nueve capítulos estaban relacionados con los mecanis- musculares lisas rodeadas por tejido conjuntivo. En contraste con
mos del trabajo de parto y el parto. Sin embargo, la comprensión el músculo esquelético o cardiaco, la célula del músculo liso no se
actual del trabajo de parto incluye un amplio espectro de prepara- diferencia terminalmente y, por tanto, es muy fácil la adaptación
ción incluso antes de las primeras contracciones regulares. a los cambios ambientales. Los estímulos variados como el estira-
El parto es las últimas horas del embarazo humano se caracte- miento mecánico, la inflamación y las señales endocrinas y para-
riza por contracciones uterinas fuertes y dolorosas que favorecen crinas logran modular la transición de la célula del músculo liso

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 401

Fluido A m n io s Corion Decidua Miometrio


amniótico

CAPÍTULO 21
Mesénquima Citotrofoblasto
coriónico
Prostaglandina E 2

Miocitos
Epitelio
amniótico

FIGURA 21-1 El amnios sintetiza prostaglandinas y al final del embarazo, la síntesis se ve aumentada por el incremento de la activi-
dad de la fosfolipasa A2 y la prostaglandina H sintasa tipo 2 (PGHS-2, prostaglandin H synthase, type 2). Durante el embarazo, el
transporte de prostaglandinas del amnios a los tejidos maternos está limitado por la expresión de las enzimas inactivantes, la pros-
taglandina deshidrogenasa (PGDH, prostaglandin dehydrogenase) en el corion. Durante el parto, los niveles de PGDH disminuyen,
y las prostaglandinas derivadas del amnios pueden influir en la rotura de la membrana y la contractilidad uterina. El papel de la acti-
vación decidual en el parto no está claro, pero consigue involucrar el metabolismo de la progesterona local y concentraciones más
altas de receptores de prostaglandinas, mejorando así las acciones de la prostaglandina uterina y la producción de citocinas. (Re-
formulado de Smith R. Parturition. N Engl J Med 2007 Jan 18;356(3):271-283.)

entre fenotipos que proporcionan crecimiento celular, prolifera- (House, 2009; Lang, 2010). Al mismo tiempo que la expansión del
ción, secreción y contractilidad. estroma, el epitelio cervical prolifera y ejerce una inmunoprotec-
Además de esta plasticidad fenotípica, varias cualidades del ción específica del embarazo.
músculo liso confieren ventajas para la eficacia de la contracción
uterina y la expulsión fetal. En primer lugar, el grado de acorta- ⬛ Placenta
miento de las células musculares lisas con contracciones logra ser
un orden de magnitud mayor que el logrado en las células muscu- Además de proporcionar el intercambio de nutrientes y desechos
lares estriadas. En segundo lugar, las fuerzas se pueden ejercer en entre la madre y el feto, la placenta es una fuente clave de hormo-
las células del músculo liso en múltiples direcciones. Esto difiere nas esteroides, factores de crecimiento y otros mediadores que
de la fuerza de contracción generada por el músculo esquelético, mantienen el embarazo y pueden ayudar en la transición al parto.
que siempre está alineado con el eje de las fibras musculares. En Las membranas fetales, amnios y corion y decidua adyacente, for-
tercer lugar, el músculo liso no está organizado de la misma ma- man un importante tejido alrededor del feto que sirve como un
nera que el músculo esquelético. En el miometrio, los filamentos escudo fisiológico, inmunológico y metabólico para proteger con-
gruesos y delgados se encuentran en haces largos y aleatorios en tra el comienzo prematuro del parto.
todas las células. Esta disposición plexiforme ayuda a una mayor El amnios proporciona casi toda la resistencia a la tracción de
capacidad de acortamiento y generación de fuerza. Por último, las membranas fetales para resistir el desgarro y la rotura de la
una mayor generación de fuerza multidireccional en el fondo ute- membrana (capítulo 5, p. 95). Este tejido avascular es altamente
rino en comparación con la del segmento uterino inferior permite resistente a la penetración de leucocitos, microorganismos y célu-
versatilidad en la direccionalidad de fuerza expulsiva. las neoplásicas (figura 21-1). También constituye un filtro selectivo
Alineando las gruesas paredes uterinas musculares, el endo- para evitar que las partículas fetales unidas a secreciones pulmona-
metrio es transformado por las hormonas del embarazo y luego se res y cutáneas lleguen al compartimiento materno. De esta mane-
denomina decidua. Compuesta de células del estroma y células in- ra, los tejidos maternos están protegidos de los constituyentes del
munes maternas, la decidua sirve para mantener el embarazo a fluido amniótico que podrían acelerar de manera prematura la ac-
través de funciones inmunorreguladoras únicas que suprimen las tivación decidual o miometrial o podrían promover eventos adver-
señales inflamatorias durante la gestación. Sin embargo, al final sos como la embolia de líquido amniótico.
del embarazo, se produce la activación decidual. Con esto, las El corion es una capa de tejido principalmente protectora y
transiciones de decidua inducen señales inflamatorias y retiran la proporciona aceptación inmunológica. También está enriquecido
inmunosupresión activa, lo que contribuye al comienzo del parto. con enzimas que inactivan la uterotonina, que son agentes que es-
Durante el embarazo, el cuello uterino tiene múltiples funcio- timulan las contracciones. Las enzimas inactivantes incluyen la
nes que incluyen: 1) mantenimiento de la función de barrera para prostaglandina deshidrogenasa, la oxitocinasa y la encefalinasa
proteger el tracto reproductivo de la infección, 2) mantenimiento (Cheung, 1990; Germain, 1994).
de la competencia cervical a pesar de mayores fuerzas gravitacio-
nales a medida que el feto crece y 3) orquestación de los cambios
de la matriz extracelular que permiten una coherencia progresiva- FUNCIÓN DE LA HORMONA ESTEROIDE
mente mayor del tejido. SEXUAL
En mujeres no embarazadas, el cuello uterino está cerrado y
firme, y su consistencia es similar al cartílago nasal. Al final del En muchas especies, el papel de las hormonas esteroides sexuales
embarazo, el cuello uterino es fácilmente distensible, y su consis- es claro: el estrógeno promueve y la progesterona inhibe los even-
tencia es similar a los labios de la cavidad oral. Las observaciones tos que conducen al parto. Y la eliminación de la progesterona, es
en la ecografía tridimensional y la resonancia magnética muestran decir, la retirada de progesterona, precede de manera directa a la
aumentos en el área de la sección transversal del canal cervical y progresión del parto. Además, el suministro de progesterona a
en el estroma cervical desde el inicio del embarazo hasta el final algunas especies retrasará el parto a través de una disminución de

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402 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

la actividad miometrial y la continuación de la competencia del Ácido araquidónico esterificado


cuello uterino (Challis, 1994). En los humanos, sin embargo, pare- en almacenes de fosfolípidos
ce más probable que tanto el estrógeno como la progesterona sean
componentes de un sistema molecular más amplio que mantiene
la inactividad uterina. Fosfolipasa A2
SECCIÓN 7

Los niveles plasmáticos de estrógeno y progesterona en el emba- o


Fosfolipasa C con
razo normal son enormes y están muy por encima de las constantes
lipasas de diacilglicerol
de afinidad para sus receptores. Por esta razón, es difícil compren-
der cómo los cambios relativamente sutiles en la proporción de sus
concentraciones podrían modular los procesos fisiológicos durante Ácido araquidónico
el embarazo. La evidencia teleológica, sin embargo, de una mayor
proporción de progesterona-estrógeno en el mantenimiento del em-
barazo y una disminución en esta proporción para el parto es abru- Prostaglandina H2
madora. En todas las especies estudiadas, incluidos los humanos, la sintasa
administración de los antagonistas del receptor de progesterona tipos 1 o 2
mifepristona (RU-486) u onapristona promoverá algunas o todas las (PGHS-1 y PGHS-2)
características clave del parto. Estos incluyen la maduración cervical,
una mayor distensibilidad cervical y una mayor sensibilidad uterina
a la uterotonina (Bygdeman, 1994; Chwalisz, 1994b; Wolf, 1993). PGH2
El papel exacto del estrógeno en la regulación de la inactividad
uterina humana y la competencia cervical no se comprende tan
bien. Dicho esto, el estrógeno puede aumentar la capacidad de Prostaglandina
respuesta de la progesterona y, al hacerlo, promover la inactividad isomerasas
uterina. Al final del embarazo, el estrógeno ayuda a los procesos
que median la actividad uterina y la maduración cervical. Prostaglandinas
Tanto la progesterona como el estrógeno se unen a los recepto-
res nucleares que regulan la transcripción génica en un patrón es-
pecífico de células y contextos. Dos receptores nucleares para el 15-hidroxiprostaglandina
estrógeno son el receptor de estrógeno α (Erα, estrogen receptor ) y deshidrogenasa (PGDH)
el receptor de estrógeno β (Erβ, estrogen receptor β). Las isoformas
del receptor nuclear del receptor de progesterona (PR-A y PR-B)
están codificadas por diferentes transcripciones de un solo gen (Pa- Metabolitos de prostaglandina
inactivos
tel, 2015).
FIGURA 21-2 Descripción general de la ruta biosintética de la
prostaglandina.
PAPEL DE LAS PROSTAGLANDINAS
Las prostaglandinas son moléculas de lípidos con variadas accio-
nes similares a las hormonas. En el parto, juegan un papel promi- través de la acción de 15-hidroxiprostaglandina deshidrogenasa
nente en la contractilidad, relajación e inflamación del miometrio. (PGDH, 15-hydroxyprostaglandin dehydrogenase). La expresión de
Las prostaglandinas interactúan con una familia de ocho recepto- esta enzima se regula de manera positiva durante el embarazo en el
res acoplados a proteína G diferentes (p. 406), varios de los cuales útero y el cuello uterino, lo que proporciona la importante capaci-
se expresan en el miometrio y el cuello uterino (Konopka, 2015; dad de inactivar con mucha rapidez las prostaglandinas (Giannou-
Myatt, 2004). lias, 2002; Kishore, 2014). Por tanto, las respuestas miometriales a
Las principales vías de síntesis implicadas en la biosíntesis de las prostaglandinas provienen del equilibrio entre la síntesis de
prostaglandinas se muestran en la figura 21-2. Las prostaglandinas prostaglandinas frente al metabolismo, la expresión relativa de va-
se producen utilizando ácido araquidónico derivado de la membra- rios receptores de prostaglandinas o un cambio en las vías de seña-
na plasmática, que por lo general se libera por la acción de la fosfo- lización del receptor (Kandola, 2014; Lyall, 2002; Olson, 2007; Smi-
lipasa A2 o C. El ácido araquidónico puede actuar como sustrato para th, 2001). Es muy posible que los prostanoides contribuyan a la
la prostaglandina H sintasa tipos 1 y 2 (PGHS-1 y -2, type 1 and 2 relajación del miometrio en una etapa del embarazo y a las contrac-
prostaglandin H synthase), que también se llaman ciclooxigenasa-1 y ciones del miometrio después del inicio del parto (Myatt, 2004).
-2 (COX-1 y -2, cyclooxygenase-1 and -2). Ambas isoformas de PGHS Además del miometrio, el amnios sintetiza varios péptidos
convierten el ácido araquidónico en la prostaglandina G2 inestable y bioactivos y prostaglandinas que causan la relajación o la contrac-
luego en la prostaglandina H2. Estas enzimas son el objetivo de mu- ción del miometrio (véase figura 21-1). Al final del embarazo, la
chos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, nons- biosíntesis de prostaglandinas amnióticas aumenta y la fosfolipasa
teroidal antiinflammatory drugs). De hecho, las acciones tocolíticas de A2 y PGHS-2 muestran una mayor actividad (Johnson, 2002). En
los NSAID específicos, como se discute en el capítulo 42 (p. 826), se consecuencia, muchos plantean la hipótesis de que las prostaglan-
consideraron prometedoras hasta que se demostró que tenían efec- dinas regulan los eventos que conducen al parto. Es probable que
tos fetales adversos (Loudon, 2003; Olson, 2003, 2007). el amnios sea la principal fuente de prostaglandinas de líquido
A través de las prostaglandinas isomerasas, la prostaglandina amniótico, y su papel en la activación de las cascadas que promue-
H2 se convierte en prostaglandinas activas. Éstas incluyen prosta- ven la rotura de la membrana es evidente. Sin embargo, la influen-
glandinas E2 (PGE2, prostaglandins E2), F2α (PGF2α, prostaglandins 2α) e cia de las prostaglandinas derivadas del amnios sobre la inactivi-
I2 (PGI2, prostaglandins I2). La expresión de isomerasa es específica dad y la actividad uterina está menos delineada. Esto se debe a
de tejido y por tanto controla la producción relativa de diversas que el transporte de prostaglandinas desde el amnios a través del
prostaglandinas. Otro punto de control importante para la activi- corion para acceder a los tejidos maternos está limitado por la
dad de la prostaglandina es su metabolismo, que a menudo es a expresión de PGDH.

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 403

destacar que las fases del parto no deben con-


Fase1 Fase 2 Fase 3 Fase 4
fundirse con las etapas clínicas del trabajo de
Sin embarazo
Inactividad Activación Estimulación Involución
Preludio Preparación para
parto, es decir, la primera, segunda y tercera
Recuperación
Procesos de
al parto el trabajo de parto trabajo de parto etapas, que conforman la fase 3 del parto (fi-
del parto

CAPÍTULO 21
gura 21-4).
Falta de respuesta Preparación Contracción Involución
contráctil, uterina uterina, dilatación Comenzando incluso antes de la implan-
uterina,
ablandamiento para el trabajo cervical, tación, se impone un periodo notablemente
reparación
cervical de parto, expulsión fetal efectivo de inactividad del miometrio. Esta
cervical,
maduración y placentaria fase 1 por lo usual comprende 95% del emba-
lactancia
Concepción cervical (tres etapas razo y se caracteriza por la tranquilidad del
Inicio del del parto) músculo liso uterino con el mantenimiento de
parto Inicio del la integridad estructural cervical (figura 21-5).
trabajo de parto Entrega de
conceptosTodos los tipos de sistemas moleculares,
Fertilidad
neurológico, endocrino, paracrino y autocri-
restaurada
no, son llamados para implementar y coor-
FIGURA 21-3 Las fases del parto. dinar un estado de falta de respuesta uterina
relativa. Además, debe existir un sistema
complementario “a prueba de fallas” que pro-
FASE 1: INACTIVIDAD UTERINA teja el útero contra agentes que podrían perturbar la tranquili-
Y MADURACIÓN CERVICAL dad de la fase 1.
Durante la fase 1, las células miometriales experimentan una
Como se muestra en la figura 21-3, el parto se puede dividir arbitra- modificación fenotípica a un estado no contráctil, y el músculo
riamente en cuatro fases superpuestas que corresponden a las prin- uterino se vuelve insensible a los estímulos naturales. Al mismo
cipales transiciones fisiológicas del miometrio y el cuello uterino tiempo, el útero debe iniciar cambios extensos en su tamaño y
durante el embarazo (Casey, 1993, 1997; Challis, 2000; Word, vascularidad para acomodar el crecimiento fetal y prepararse para
2007). Estas fases de parto incluyen: 1) un preludio, 2) la prepara- las contracciones uterinas. La falta de respuesta miometrial de la
ción, 3) el proceso en sí mismo y 4) la recuperación. Es importante fase 1 continúa hasta casi el final del embarazo. Dicho esto, algu-
nas contracciones del miometrio de baja intensidad se sienten du-
rante la fase de reposo, pero normalmente
Etapas del trabajo de parto no causan dilatación cervical. Estas contrac-
1a. 2a. 3a. ciones son comunes hacia el final del emba-
Contracciones y Descenso Expulsión de razo, especialmente en multíparas, y se co-
dilatación cervical y parto fetal la placenta nocen como contracciones de Braxton Hicks o
trabajo de parto falso (capítulo 4, p. 50).
La inactividad de la fase 1 probablemen-
te proviene de: 1) acciones de estrógeno y
10 10
Fase de progesterona a través de receptores intrace-
máxima lulares, 2) aumento mediado por receptor de
Fase de
acelera- la membrana plasmática de células miome-
desacele-
ción ración
triales en monofosfato de adenosina cíclico
8 8
(cAMP, cyclic adenosine monophosphate), 3)
Dilatación cervical (cm)

generación de monofosfato de guanosina


cíclico (cGMP, cyclic guanosine monophospha-
6 6
te) y 4) otros sistemas, incluida la modifica-
ción de los canales iónicos de células miome-
triales.
Fase de
4 aceleración 4 ⬛ Contracción y relajación
del miometrio
El equilibrio entre la relajación y contracción
2 2 del miometrio está controlado por la regula-
Fase latente Fase activa ción transcripcional de hormonas esteroides
y péptidos de genes clave y sus productos
proteicos. La inactividad se logra en parte
0 0
2 4 6 8 10 12 14 16
por: 1) disminución de la diafonía intracelu-
lar y reducción de los niveles intracelulares
Tiempo (h)
de Ca2+ ([Ca2+]i); 2) regulación del canal iónico
FIGURA 21-4 Composición de la curva de dilatación promedio para el parto en mu- del potencial de la membrana celular; 3) acti-
jeres nulíparas. La curva se basa en el análisis de datos derivados de una gran serie vación de la respuesta de proteína desplega-
consecutiva de mujeres. La primera etapa se divide en una fase latente relativamente da por estrés del retículo endoplásmico uteri-
plana y una fase activa rápidamente progresiva. En la fase activa, hay tres partes no, y 4) degradación de la uterotonina. En
identificables: una fase de aceleración, una fase lineal de máxima aceleración y una contraste, la contractilidad resulta de: 1) inte-
fase de desaceleración. (Redibujado de Friedman EA. Labor: Clinical Evaluation and racciones mejoradas entre las proteínas de
Management. 2a. ed. New York: Appleton-Century-Crofts; 1978.) actina y miosina; 2) mayor excitabilidad de las

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404 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

Rigidez del tejido cervical


SECCIÓN 7

Actividad uterina

Nacimiento

Fase 1 Fase 2 Fase 3 Fase 4

Prostaciclina Estiramiento uterino Prostaglandinas Oxitocina


Óxido nítrico Receptores de unión gap Oxitocina Activación
hCG Señales fetales (SPA, PAF, CRH) ¿CRH? inflamatoria celular
CRH Senescencia de la membrana fetal Activación de células
Caspasa 3 Prostaglandinas inflamatorias
Progesterona ¿Cortisol? Estrógeno
PGDH Progesterona (retirada no clásica) Relaxina
Estrógeno
Relaxina
Hialurónico

El miometrio es el principal sitio El cuello uterino es Ambos son sitios de


de acción el sitio principal acción

FIGURA 21-5 Los factores clave que se piensa que regulan las fases del parto humano. CRH (corticotropin-releasing hormone): hor-
mona liberadora de corticotropina; hCG (human chorionic gonadotropin): gonadotropina coriónica humana; PAF (platelet-activating
factor: factor activador de plaquetas; PGDH: prostaglandina deshidrogenasa; SPA (surfactant protein A): proteína surfactante A.

células miometriales individuales, y 3) promoción de la diafonía intra- zación celular. Por ejemplo, la prostaglandina F2α y la oxitocina se
celular que permite el desarrollo de contracciones sincrónicas. unen a sus respectivos receptores durante el trabajo de parto para
abrir canales del calcio activados por voltaje. La activación de estos
Interacciones de actina-miosina receptores también libera calcio del retículo sarcoplásmico para dis-
minuir la electronegatividad dentro de la célula. Además, una ma-
Las proteínas de actina y miosina son esenciales para la contrac-
yor localización de los canales de catión no selectivos en la membra-
ción muscular. Para esto, la actina se debe convertir de una forma
na celular promueve la entrada de Ca2+ (Ying, 2015). El aumento en
globular a una filamentosa. De hecho, un mecanismo potencial los niveles de (Ca2+)i a menudo es transitorio. Sin embargo, las con-
para el mantenimiento de la relajación es la promoción de la acti- tracciones pueden prolongarse mediante la inhibición de la miosina
na a una forma globular más que a fibrillas, que se requieren para fosfatasa, una enzima que desfosforila la miosina (Woodcock, 2004).
la contracción (figura 21-6). Además, la actina se debe unir al ci-
toesqueleto en los puntos focales de la membrana celular para
permitir que se desarrolle la tensión. Regulación de los potenciales de membrana
La actina debe asociarse con la miosina, que se compone de Como se indicó, la excitabilidad de los miocitos está regulada en
múltiples cadenas ligeras y pesadas. El acoplamiento de la miosina parte por los cambios en el gradiente del potencial electroquímico
y la actina activa la adenosina trifosfatasa (ATPasa, adenosine tri- mediante la membrana plasmática. Antes del parto, los miocitos
phosphatase), hidroliza el trifosfato de adenosina y genera fuerza. mantienen una electronegatividad interior relativamente alta. El
Esta interacción se produce por la fosforilación enzimática de la mantenimiento de un potencial de membrana hiperpolarizado
cadena ligera de miosina de 20 kDa (Stull, 1998). Esto es cataliza- atenúa la excitación de las células del músculo liso y está regulado
do por la enzima cinasa de la cadena ligera de la miosina, que se ac- por canales iónicos.
tiva por el calcio. El calcio se une a la calmodulina, una proteína De acuerdo con la importancia de la inactividad miometrial, nu-
reguladora de unión al calcio, que a su vez se une y activa la cina- merosos canales del potasio controlan el potencial de membrana. Un
sa de la cadena ligera de la miosina. regulador clave es el voltaje de conductividad amplio y el canal de K
Por tanto, lógicamente, la relajación uterina ordinariamente es activado con Ca2+ (BKCa) (Pérez, 1993). En fisiología normal, el canal
promovida por condiciones que disminuyen las concentraciones de miometrial BKCa juega roles duales y opuestos para mantener un
(Ca2+)i. A diferencia de los agentes que provocan la contracción ac- equilibrio entre la inactividad uterina y la contractilidad. El canal BK-
túan sobre las células miometriales para aumentar los niveles de Ca se expresa de manera abundante en el miometrio. Durante la ma-
(Ca2+)i. O bien, permiten un influjo de calcio extracelular a través yor parte del embarazo, la abertura del canal BKCa permite que el
de canales del calcio regulados por voltaje (véase figura 21-6). Los potasio salga de la célula para mantener la electronegatividad inte-
canales de iones abiertos por voltaje se abren, los iones de calcio rior, evitando así la afluencia y contracción de Ca2+ con entrada de
adicionales se mueven dentro de la célula y se produce la despolari- voltaje. La mejora de la abertura del canal BKCa da como resultado la

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 405

A Célula del músculo liso


CRH,
β2-simpaticomiméticos,
prostaglandina E2 Relajación
Relajación

CAPÍTULO 21
+ Miosina LC20
PKA Núcleo
Fosfatasa
Gs cAMP
AC Miosina
R-PKA Fosfo-
ATP miosina LC20
Actina
Ca++ intracelular bajo globular

B Oxitocina,
Contracción
trombina,
prostaglandina F2α Contracción α-actinina

Cinasa de la cadena Miosina LC20


Gα ligera de la miosina
Actina
PLC Miosina
DAG + IP3 Ca++-complejo de calmodulina complejo
PIP3 de miosina LC20
Calmodulina
Cuerpo
Ca intracelular alto
++ denso
Ca++ Ca++

Retículo
sarcoplásmico

Ca++

FIGURA 21-6 Contracción y relajación de miocitos uterinos. A. La relajación uterina se mantiene por factores que aumentan los nive-
les de adenosina monofosfato cíclico de miocitos (cAMP). Esto activa la (PKA, protein kinase A): proteína cinasa A para promover la ac-
tividad de la fosfodiesterasa con la desfosforilación de la (MLCK, myosin light-chain kinase): cinasa de la cadena ligera de la miosina.
Otros procesos sirven para mantener la actina en forma globular y así prevenir la formación de fibrilla necesaria para las contraccio-
nes. B. Las contracciones uterinas son el resultado de la reversión de estas secuencias. La actina ahora asume una forma fibrilar, y el
calcio ingresa a la célula para combinarse con la calmodulina y formar complejos. Estos complejos activan la MLCK para provocar la
fosforilación de las cadenas ligeras de miosina. Esto genera actividad de ATPasa para causar el deslizamiento de la miosina sobre las
fibrillas de actina, que es una contracción uterina. AC (adenylyl cyclase): adenilil ciclasa; Ca2+ (calcium): calcio; DAG (diacylglycerol): dia-
cilglicerol; Gs y Gα (G-receptor proteins): proteínas del receptor G; IP3 (inositol triphosphate): trifosfato de inositol; LC20 (light chain 20):
cadena ligera 20; PIP3 (phosphatidylinositol 3,4,5-triphosphate): fosfatidilinositol 3, 4, 5-trifosfato; PLC( phospholipase): fosfolipasa C;
R-PKA (inactive protein kinase): proteína cinasa inactiva. (Redibujado de Smith R. Parturition. N Engl J Med 2007 Jan 18;356(3):271-283.)

relajación del miometrio, mientras que la inhibición del canal BKCa Se cree que los números óptimos y los tipos de uniones gap son
aumenta la contractilidad miometrial. La capacidad del canal BKCa pa- importantes para la sincronía miometrial eléctrica.
ra regular la dinámica del calcio y, en última instancia, la contractili- La progesterona mantiene la inactividad uterina en parte por
dad uterina desde el inicio de la gestación hasta al final puede ser el mecanismos que disminuyen la expresión de varias proteínas cla-
resultado de cambios temporales en la expresión del canal BKCa y/o ve necesarias para la contractilidad. Estas proteínas asociadas a la
similares que interactúan con BKCa (Wakle-Prabagaran, 2016). contracción (CAP, contraction-associated proteins) incluyen el recep-
tor de la oxitocina, el receptor de prostaglandina F y conexina-43.
Las uniones gap del miometrio Al final del embarazo, el aumento del estiramiento junto con una
mayor dominancia de estrógenos incrementa los niveles de CAP.
Las señales celulares que controlan la contracción y la relajación
La integración de diversas vías reguladoras culmina en la inhibi-
del miometrio se pueden transferir de manera efectiva entre las
ción liberada de los niveles de conexina-43 y del receptor de la
células a través de los canales de unión intercelulares. La comuni-
oxitocina para promover una mayor contractilidad uterina (Na-
cación se establece entre los miocitos mediante uniones gap, que
deem, 2016; Renthal, 2010; Williams, 2012b).
ayudan al paso de las corrientes de acoplamiento eléctrico o ióni-
co, así como al acoplamiento de metabolitos. Los canales trans-
membranales que forman las uniones gap están formados por dos Respuesta al estrés del retículo endoplásmico
“hemicanales” de proteínas (Saez, 2005). Estas conexonas están Como otro mecanismo potencial, la progesterona mantiene la in-
compuestas cada una por seis proteínas de la subunidad de cone- actividad uterina a través del apoyo de la caspasa 3 miometrial,
xina (figura 21-7). De éstos, conexina-43 se expresa en el miome- que es un agente anticontráctil (Jeyasuria, 2009). Esta proteína
trio y las concentraciones aumentan cerca del inicio del parto. Los degrada tanto la actina como la proteína específica de unión gap,
pares de conexonas establecen un conducto entre las células aco- conexina-43 (Kyathanahalli, 2015).
pladas para el intercambio de pequeñas moléculas que pueden ser En ratones, la activación de la caspasa 3 miometrial está regu-
nutrientes, desechos, metabolitos, segundos mensajeros o iones. lada por una respuesta al estrés del retículo endoplásmico inducido

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406 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

por el embarazo (ERSR, endoplasmic reticulum stress response). Co-


mo antecedentes, el retículo endoplásmico ayuda al plegamiento
Membrana de la célula 2
Membrana de la célula 1 y transporte de proteínas. Las irregularidades funcionales hacen
que las proteínas mal plegadas se acumulen y activen la ERSR. La
ERSR y su respuesta de proteína desplegada (UPR, unfolded-protein
SECCIÓN 7

Conexona Conexona response) son mecanismos celulares que funcionan para mantener
(célula 1) (célula 2) la homeostasis frente a estímulos, como el estiramiento y la infla-
mación. La ERSR prolongada promueve la activación de la caspa-
Unión gap sa 3 para preservar la inactividad a pesar de estos estímulos.

Paso bidireccional de iones Receptores acoplados a proteínas G


y moléculas pequeñas a través
Varios receptores de superficie celular regulan de manera directa la
de canales abiertos
contractilidad de los miocitos. Las discusiones hasta ahora han des-
crito receptores unidos a canales iónicos que regulan el Ca2+ intrace-
lular y el potencial de membrana. Además, numerosos receptores
No hay paso
acoplados a proteína G parecen estar modificados durante las fases
de moléculas
grandes a través del parto. Varios de estos están presentes en el miometrio y se aso-
de canales cerrados cian con la activación de adenilil ciclasa mediada por Gαs para pro-
ducir niveles de cAMP más elevados. Estos receptores junto con los
ligandos apropiados pueden actuar con hormonas esteroides sexua-
les para mantener la inactividad uterina (Price, 2000; Sanborn,
1998). Algunos ejemplos son el receptor de LH y el receptor de hor-
mona liberadora de corticotropina 1 (CRHR1, corticotropin-releasing
Membranas plasmáticas
interactuantes hormone receptor 1), ambos descritos en esta sección (figura 21-8).
Otros receptores miometriales acoplados a proteína G, en cambio,
FIGURA 21-7 Las subunidades de proteína de los canales de están asociados con la activación de la fosfolipasa C mediada por
unión gap se llaman conexinas. Seis conexinas forman un he- proteína G, que recuerda el ácido araquidónico liberado. Los ligan-
micanal (conexona) y dos conexonas (una de cada célula) for- dos para los receptores acoplados a proteína G incluyen numerosos
man un canal de unión gap. Los enlaces y los canales de unión neuropéptidos, hormonas y autacoides. Muchos de estos están dis-
gap se pueden formar a partir de una o más proteínas conexi- ponibles para el miometrio durante el embarazo en alta concentra-
nas. La composición del canal de unión gap es importante para ción a través de mecanismos endocrinos o autocrinos.
la selectividad de estos canales con respecto al paso de las Los receptores adrenérgicos-β son ejemplos prototípicos de
moléculas y la comunicación entre las células. señalización de cAMP que causan la relajación del miometrio. Los

A B
RECEPTOR UNIDO RECEPTOR UNIDO
Agonista Enlace
A LA PROTEÍNA G A LA PROTEÍNA G
antagonista

I II III IV V VI VII I II III IV V VI VII


γ γ
Gα Gα
β β γ
β
GDP PROTEÍNA G GDP

Gi α Gs α Gq α G 12,13α

GTP GTP GTP GTP


Inhibición de Aumenta Aumenta Activa
los canales iónicos cAMP DAG IP3 Rho
fosfolipasas cAMP

FIGURA 21-8 Vías de transducción de señal del receptor acoplado a proteína G. A. Los receptores acoplados a proteínas
heterotriméricas (GTP, guanosine-triphosphate): guanosina-trifosfato (proteínas G) son proteínas transmembrana integrales que
transducen señales extracelulares al interior de la célula. Los receptores acoplados a proteína G exhiben un motivo estructural co-
mún que consiste en siete regiones que abarcan la membrana. B. La ocupación del receptor promueve la interacción entre el re-
ceptor y la proteína G en la superficie interior de la membrana. Esto induce un intercambio de difosfato de guanosina (GDP, guano-
sine diphosphate) para GTP en la subunidad α de la proteína G y la disociación de la subunidad α del heterodímero βγ.
Dependiendo de su isoforma, el complejo de la subunidad GTP-α media la señalización intracelular ya sea de manera indirecta ac-
tuando sobre moléculas efectoras tales como adenilil ciclasa (AC) o fosfolipasa C (PLC), o de manera directa regulando el canal ióni-
co o la función de la cinasa. cAMP: monofosfato de adenosina cíclico; DAG: diacilglicerol; IP3: trifosfato de inositol.

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 407

receptores β-adrenérgicos median los aumentos estimulados por nilil ciclasa aumenta los niveles de monofosfato de guanosina cí-
Gαs en adenilil ciclasa, niveles elevados de cAMP y relajación de clico intracelular (cGMP, cyclic guanosine monophosphate). Esto
células miometriales. El factor limitante de la velocidad es proba- también promueve la relajación del músculo liso (Word, 1993).
blemente el número de receptores expresados y el nivel de expre- Los niveles de cGMP intracelular están aumentados en el miome-

CAPÍTULO 21
sión de adenilil ciclasa. Los agentes que se unen a estos receptores trio gestante y pueden ser estimulados por el péptido natriurético
se han usado para la tocólisis del trabajo de parto prematuro e auricular (ANP, atrial natriuretic peptide), los receptores de pépti-
incluyen ritodrina y terbutalina (capítulo 42, p. 826). dos natriuréticos cerebrales (BNP, brain natriuretic peptide) y el óxi-
Las hormonas luteinizante y hCG comparten el mismo recep- do nítrico (Telfer, 2001). Todos estos factores y sus receptores se
tor, y éste acoplado a proteína G se ha encontrado en el músculo expresan en el útero gestante.
liso del miometrio y en los vasos sanguíneos (Ziecik, 1992). Los
niveles de receptores miometriales de LH-hCG durante el emba- Degradación acelerada de la uterotonina
razo son mayores antes que durante el parto. La gonadotropina
coriónica actúa para activar la adenilil ciclasa a través de un siste- Además de los compuestos inducidos por el embarazo que pro-
ma de unión a Gαs del receptor de membrana plasmática. Esto mueven la capacidad de refracción de las células miometriales, la
disminuye la frecuencia y la fuerza de contracción y reduce el nú- actividad de las enzimas que degradan o inactivan las uterotoni-
mero de uniones gap de células miometriales específicas de tejido nas producidas endógenamente aumenta notablemente en la fase
(Ambrus, 1994; Eta, 1994). Por tanto, los altos niveles circulantes 1. Algunas de estas enzimas degradantes y sus objetivos respecti-
de hCG pueden ser un mecanismo de inactividad uterina. En el vos incluyen PGDH y prostaglandinas; encefalinasa y endotelinas;
ratón, las variaciones en la densidad del receptor de FSH también oxitocinasa y oxitocina; diamina oxidasa e histamina; catecol
regulan la actividad contráctil del miometrio (Stilley, 2016). O-metiltransferasa y catecolaminas; angiotensinas y angiotensi-
La prostaglandina E2 media sus diversos efectos celulares a tra- na-II; y factor activador de plaquetas (PAF, platelet-activating factor)
vés de cuatro receptores acoplados a la proteína G. En específico, y PAF acetilhidrolasa. Los niveles de varias de estas enzimas dis-
los receptores de prostaglandina E1 a E4 (EP1-EP4) se expresan en el minuyen tarde en la gestación (Germain, 1994).
miometrio durante el embarazo y con inicio del parto (Astle, 2005;
Leonhardt, 2003). Los EP2 y EP4 actúan a través de GαS para elevar ⬛ Decidua
los niveles de cAMP y mantener la inactividad de la célula miome-
Para garantizar la inactividad uterina, la síntesis en la decidua de
trial, pero cambian a una vía de activación de calcio Gαq/11 durante
las prostaglandinas, en particular PGF2α, se suprime de manera
el parto (Kandola, 2014). Los receptores EP1 y EP3 actúan a través
notable. La supresión de la producción de prostaglandinas aquí
de Gαq y Gαi para aumentar el Ca2+ intracelular y la contractilidad.
La hormona peptídica relaxina se une al receptor acoplado a persiste durante la mayor parte del embarazo, y el retiro de la
proteína G denominado receptor 1 del péptido de la familia de la relaxi- supresión es un requisito previo para el parto (Norwitz, 2015).
na (RXFP1, relaxin family peptide receptor 1). La unión activa la adeni- La fase 1 de parto también promueve un ambiente de toleran-
lil ciclasa en las células del músculo liso uterino. La adenilil ciclasa, cia inmune para proteger al feto. De manera concreta, las células
a su vez, previene el aumento de Ca2+ intracelular y, por tanto, pro- estromales deciduales aseguran proactivamente que los antígenos
mueve la inactividad uterina (Downing, 1993; Meera, 1995). Hay fetales no desencadenen una respuesta inmune materna. Esto se
dos genes de relaxina humanos separados, designados H1 y H2. De debe a una capacidad reducida para atraer células T. Esta capaci-
estos, H1 se expresa principalmente en la decidua, el trofoblasto y dad limitada deriva en parte del silenciamiento epigenético de
la próstata, mientras que el H2 se expresa principalmente en el genes de quimiocinas inflamatorias que atraen células T (Erleba-
cuerpo lúteo. Se cree que la relaxina en el plasma de las mujeres cher, 2013; Nancy, 2012; PrabhuDas, 2015).
embarazadas se origina exclusivamente a partir de la secreción del
cuerpo lúteo. Los niveles plasmáticos alcanzan un pico de cerca de ⬛ Reblandecimiento cervical
1 ng/mL entre las 8 y 12 semanas de gestación. A partir de enton-
La etapa inicial de remodelación cervical, denominada reblande-
ces, disminuyen a niveles más bajos que persisten hasta el término.
cimiento, comienza en la fase 1 del parto. Se caracteriza por una
La hormona liberadora de corticotropina (CRH, corticotropin-re-
mayor integridad del tejido, pero el cuello uterino permanece fir-
leasing hormone) se sintetiza en la placenta y el hipotálamo. Discuti-
me e inflexible. Hegar (1895) describió por primera vez el ablan-
do en la página 410, los niveles plasmáticos de CRH incrementan
damiento palpable del segmento uterino inferior a las 4 a 6 sema-
de manera dramática durante las últimas 6 a 8 semanas de embara-
nas de gestación, y este signo se utilizó una vez para diagnosticar
zo normal y están implicados en mecanismos que controlan el mo-
el embarazo. Clínicamente, el mantenimiento de la integridad
mento del parto humano (Smith, 2007; Wadhwa, 1998). La CRH
anatómica y estructural del cuello uterino es esencial para que el
parece promover la inactividad del miometrio durante la mayor
embarazo continúe a término. La dilatación cervical prematura, la
parte del embarazo, pero luego ayuda a las contracciones del mio-
insuficiencia estructural o ambas pueden predecir el parto.
metrio con el inicio del parto. Los estudios sugieren que estas accio-
El ablandamiento cervical es el resultado del aumento de la
nes opuestas se logran mediante acciones diferenciales de CRH a
vascularización, la hipertrofia e hiperplasia celular y los cambios
través de su receptor CRHR1. En el miometrio no funcional a tér-
estructurales y la composición lenta y progresiva en la matriz ex-
mino, la interacción de CRH con su receptor CRHR1 activa la vía
tracelular (Mahendroo, 2012; Myers, 2015; Word, 2007). La clave
de señalización Gs-adenilato ciclasa cAMP. Esto da como resultado
de los cambios en la matriz es que el colágeno, que es la principal
la inhibición del inositol trifosfato (IP3) y la estabilización de los ni-
proteína estructural del cuello uterino, experimenta cambios con-
veles de (Ca2+)i (You, 2012). Sin embargo, en el miometrio del tra-
formacionales que alteran la rigidez y la flexibilidad del tejido
bajo de parto a término, las concentraciones de (Ca2+)i son aumen-
(Zhang, 2012). De manera específica, se altera el procesamiento
tadas por la activación de CRH de las proteínas G Gq y Gi y
de colágeno y el número o tipo de enlaces cruzados covalentes
estimula la producción de IP3 y una mayor contractilidad.
estables entre las triples hélices de colágeno. Los enlaces cruzados
maduros entre los monómeros de colágeno recién sintetizados se
Monofosfato de guanosina cíclico reducen debido a la disminución de la expresión y la actividad de
Como se acaba de describir, el cAMP es un importante mediador las enzimas que forman enlaces cruzados que comienzan al prin-
de la relajación miometrial. Sin embargo, la activación de la gua- cipio del embarazo (Akins, 2011; Drewes, 2007; Yoshida, 2014).

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408 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

Estas enzimas son lisil hidroxilasa y lisil oxidasa. En conjunto, es- un antagonista natural, y 5) regulación por microRNA de las enzi-
tos cambios al inicio del embarazo contribuyen a una mayor inte- mas metabolizadoras de progesterona y factores de transcripción
gridad del tejido. que modulan la inactividad uterina (Condon, 2003; Mahendroo,
La evaluación clínica in vivo del cuello uterino confirma la evi- 1999; Mesiano, 2002; Nadeem, 2016; Renthal, 2010; Williams,
dencia clínica de la importancia de los cambios en la matriz en el 2012a). En conjunto, estas observaciones respaldan el concepto de
SECCIÓN 7

reblandecimiento cervical (Badir, 2013; Parra-Saavedra, 2011). La que existen vías múltiples para una extracción funcional de proges-
prevalencia de insuficiencia cervical también es más alta en aquellas terona.
con defectos hereditarios en la síntesis o ensamblaje de fibras de
colágeno o elásticas (Anum, 2009; Hermanns-Le, 2005; Rahman,
⬛ Cambios en el miometrio
2003; Wang, 2006). Ejemplos son los síndromes de Ehlers-Danlos y
Marfan, discutidos en el capítulo 59 (p. 1151). Al mismo tiempo que Los cambios en el miometrio de la fase 2 lo preparan para las
la remodelación de la matriz en el periodo de ablandamiento, los contracciones del parto. Esto es el resultado de un cambio en la
genes implicados en la dilatación cervical y el parto se reprimen de expresión de proteínas clave que controlan la inactividad uterina
manera activa (Hari Kishore, 2012). a una expresión de proteínas asociadas a la contracción, descrita
con anterioridad (p. 405) (Renthal, 2015). De estas CAP, los recep-
tores miometriales de la oxitocina y las proteínas de unión gap,
FASE 2: PREPARACIÓN PARA EL TRABAJO tales como conexina-43, aumentan de manera notable en número.
DE PARTO Estas CAP incrementan la irritabilidad uterina y la capacidad de
respuesta a la uterotonina.
Para prepararse para el trabajo de parto, la inactividad miometrial Otro cambio crítico en la fase 2 es la formación del segmento
de la fase 1 del parto debe suspenderse, lo que se conoce como uterino inferior a partir del istmo. Con este desarrollo, la cabeza
despertar o activación uterina. Esta fase 2 del parto es una progre- del feto a menudo desciende hasta la entrada pélvica o incluso la
sión de los cambios uterinos durante las últimas semanas del em- atraviesa, lo que se conoce como alumbramiento. El abdomen co-
barazo. Es importante destacar que los cambios de eventos asocia- múnmente sufre un cambio de forma, a veces descrito por las mu-
dos con la fase 2 pueden causar parto prematuro o retrasado. jeres como “el bebé cayó”. También es probable que el segmento
inferior del miometrio sea único en el segmento uterino superior,
lo que da lugar a funciones distintas para cada término y durante
⬛ Retirada de progesterona el parto. Esto es respaldado por estudios en humanos que demues-
Los factores clave en la activación uterina se muestran en la figura tran la expresión diferencial de los receptores de prostaglandinas
21-5. En las especies que exhiben retirada de progesterona, la pro- y CAP dentro de las regiones miometriales de segmento superior
gresión hacia el parto y al trabajo de parto puede bloquearse me- e inferior (Astle, 2005; Blanks, 2003; Sparey, 1999). A corto plazo,
diante la administración de progesterona a la madre. Si la admi- la expresión elevada del gen HoxA13 en el segmento miometrial
nistración de progesterona en ausencia de la retirada clásica de inferior en comparación con el segmento superior también induce
progesterona en mujeres embarazadas consigue retrasar la apari- la expresión de CAP y la contractilidad regionalizada del segmen-
ción oportuna del parto o prevenir el trabajo de parto prematuro, to inferior (Li, 2016).
continúa siendo investigada. La posibilidad de que las inyecciones
que contienen progesterona o los supositorios vaginales puedan Receptores de oxitocina
prevenir el trabajo de parto prematuro se ha estudiado en varios
ensayos aleatorizados realizados durante los últimos 15 años. Es- Debido a su aplicación desde hace mucho tiempo para la induc-
tos se discuten en el capítulo 42 (p. 816), y su uso en la prevención ción del trabajo de parto, parecía lógico que la oxitocina desem-
del parto prematuro recurrente continúa siendo objeto de debate peñara un papel central en el trabajo de parto espontáneo. Los
(Norman, 2016). niveles del receptor miometrial de la oxitocina aumentan durante
La retirada clásica de la progesterona como resultado de una la fase 2 del parto, y el nivel de mRNA del receptor de la oxitoci-
disminución de la secreción no ocurre en el parto humano. Sin na en el miometrio humano a término es mayor que el encontra-
embargo, un mecanismo para la inactivación de la progesterona, do en el miometrio pretérmino (Wathes, 1999). Sin embargo, no
mediante el cual el miometrio y el cuello uterino se vuelven re- está claro si la oxitocina desempeña un papel en las primeras fa-
fractarios a las acciones inhibitorias de la progesterona, se en- ses de la activación uterina o si su única función es en la fase
cuentra respaldado por estudios que usan antagonistas del recep- expulsiva del parto. La mayoría de los estudios de regulación de
tor de la progesterona. La mifepristona es un antagonista de la síntesis del receptor miometrial de la oxitocina se han llevado
esteroide clásico que actúa a nivel del receptor de progesterona. a cabo en roedores. La interrupción del gen del receptor de la
Aunque menos eficaz para inducir el aborto o el trabajo de parto oxitocina en el ratón no afecta el parto. Esto sugiere que, al me-
en mujeres posteriormente en el embarazo, la mifepristona pare- nos en esta especie, los sistemas múltiples probablemente asegu-
ce tener algún efecto sobre la maduración cervical y el incremen- ren que ocurra el parto.
to de la sensibilidad miometrial a la uterotonina (Berkane, 2005; La progesterona y el estradiol parecen ser los principales regu-
Chwalisz, 1994a). ladores de la expresión del receptor de la oxitocina. El tratamiento
Los diversos mecanismos mediante los cuales se logra la reti- con estradiol in vivo o en explantes miometriales aumenta las con-
rada o el antagonismo funcional de la progesterona es un área centraciones del receptor de la oxitocina miometrial. Sin embar-
activa de investigación. Estos incluyen: 1) cambios en la expre- go, esta acción se previene mediante el tratamiento simultáneo
sión relativa de las isoformas del receptor de progesterona nu- con progesterona (Fuchs, 1983). La progesterona también puede
clear, PR-A, PR-B y PR-C; 2) interacción diferencial de PR-A y actuar dentro de la célula miometrial para mejorar la degradación
PB-B con potenciadores e inhibidores de la expresión génica; 3) del receptor de la oxitocina e inhibir la activación de la oxitocina
alteraciones en la actividad de PR a través de cambios en la expre- de su receptor en la superficie celular (Bogacki, 2002). Estos datos
sión de coactivadores o correpresores que influyen de manera indican que uno de los mecanismos por los cuales la progesterona
directa en la función del receptor; 4) inactivación local de proges- mantiene la inactividad uterina es a través de la inhibición de una
terona por enzimas metabolizadoras de esteroides o síntesis de respuesta miometrial de la oxitocina.

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 409

⬛ Maduración cervical y IV, proteínas matricelulares, glucosaminoglucanos, proteogluca-


nos y fibras elásticas. De estos, el colágeno es en gran parte res-
Antes de que comiencen las contracciones, el cuello uterino debe
ponsable de la disposición estructural del cuello uterino. Durante
someterse a una extensa remodelación. Esto finalmente conduce a
el ensamblaje del colágeno, múltiples moléculas de triple hélice de
que el cuello uterino ceda y se dilate por contracciones uterinas

CAPÍTULO 21
colágeno se entrecruzan entre sí por las acciones de la lisil oxidasa
intensas. Las modificaciones cervicales durante la fase 2 incluyen
para formar fibrillas. Además, el tamaño de la fibrilla, el empaque
principalmente cambios en el tejido conjuntivo, denominados ma-
y la organización determinan la fuerza y las propiedades mecáni-
duración cervical. La transición de la fase de ablandamiento a la de
cas del cuello uterino. Estas propiedades están reguladas en parte
maduración comienza semanas o días antes del parto. Durante esta
por proteoglucanos que se unen al colágeno tales como decorina o
transformación, la matriz cervical cambia sus cantidades totales de
biglucano, así como proteínas matricelulares como la trombospon-
glucosaminoglucanos, que son polisacáridos lineales grandes, y pro-
dina 2 (figura 21-9).
teoglucanos, que son proteínas unidas a estos glucosaminoglucanos.
Una mayor renovación del colágeno durante el embarazo pro-
Muchos de los procesos que ayudan a la remodelación cervical
bablemente permita la sustitución gradual de fibrillas de colágeno
están controlados por las mismas hormonas que regulan la fun-
cruzadas maduras con fibrillas mal entrecruzadas, que producen
ción uterina. Dicho esto, los eventos moleculares de cada uno son
una mayor desorganización del colágeno. Este aumento de volu-
variados debido a las diferencias en la composición celular y los
men de renovación, en lugar de pérdida de colágeno para lograr
requisitos fisiológicos. Por ejemplo, la hormona relaxina regula la
la remodelación cervical, está respaldado por estudios en ratones
inactividad del miometrio. También regula la maduración cervi-
y humanos los cuales documentan ningún cambio en el conteni-
cal, pero a través de la proliferación celular y la modulación de los
do de colágeno entre estados no grávidos y embarazo a término
componentes de la matriz extracelular (Park, 2005; Soh, 2012). El
(Akins, 2011; Myers, 2008; Read, 2007; Yoshida, 2014). En apoyo
cuerpo uterino tiene un predomino de músculo liso. Por el contra-
adicional, polimorfismos o mutaciones en genes requeridos para
rio, el cuello uterino tiene una alta proporción de fibroblastos para
el ensamblaje de colágeno se asocian con una incidencia elevada
suavizar las células musculares, y la matriz extracelular contribuye
de la insuficiencia cervical (Anum, 2009; Rahman, 2003; Warren,
de manera significativa a la masa de tejido general. Estudios re-
2007).
cientes en el cuello uterino humano sin embarazo informan un
gradiente espacial de células de músculo liso. En específico, las Glucosaminoglucanos y proteoglucanos. El hialuronano es un po-
células del músculo liso constituyen casi 50% de las células del lisacárido de alto peso molecular que funciona solo, mientras que
estroma en el orificio interno, pero sólo 10% en el orificio externo la mayoría de los otros glucosaminoglucanos (GAG, glycosamino-
(Vink, 2016). glycans) se complementan con proteínas para formar proteogluca-
nos. El hialuronano es una molécula hidrófila que llena el espacio
y, por tanto, se cree que una mayor producción de hialuronano
Tejido conjuntivo cervical
durante la maduración cervical aumenta la viscoelasticidad, la hi-
Colágeno. El cuello uterino es un tejido rico en matriz extracelu- dratación y la desorganización de la matriz. La síntesis de hialuro-
lar. Los constituyentes de la matriz incluyen colágeno de tipos I, III nano se lleva a cabo mediante isoenzimas de hialuronano sintasa
y la expresión de estas enzimas se eleva
Fibra de colágeno en el cuello uterino durante la madura-
ción (Akgul, 2012; Straach, 2005).
Aunque no está bien definido, tam-
bién se sugieren cambios en la composi-
ción del proteoglucano para acompañar a
la maduración cervical. Al menos tres pe-
queños proteoglucanos ricos en leucina se
Fibrilla expresan en la cérvix-decorina, biglicano
Antes de Durante la y fibromodulina (Westergren-Thorsson,
la maduración maduración 1998). En otros tejidos conjuntivos, la de-
Enlaces cervical cervical corina interactúa con el colágeno para re-
cruzados de gular el empaque, el orden y la resistencia
colágeno de las fibrillas de colágeno (véase figura
21-9) (Ameye, 2002). Además del cuello
uterino, estos proteoglucanos se expresan
en las membranas fetales y el útero.
Sección transversal
Las fibrillas de fibras de colágeno Cambios inflamatorios. En la fase 2, las
empaquetadas Fibrillas empaquetadas células inmunes residentes se localizan
apretadas Sección transversal sin apretar en el estroma cervical, aunque se ha cues-
de fibras de colágeno tionado el papel funcional de estas células
en esta fase de la remodelación. Los estu-
FIGURA 21-9 La arquitectura de la fibra de colágeno se reorganiza en las fases 1 y 2 dios de micromatrices que comparan los
del parto para permitir un aumento gradual en la integridad mecánica del cuello uteri- patrones de expresión génica a término
no. Una fibra de colágeno se compone de muchas fibrillas. El tamaño y el empaqueta- tanto antes como después de la madura-
miento de las fibrillas están regulados en parte por pequeños proteoglicanos como la ción cervical muestran un pequeño au-
decorina y por la densidad de los enlaces cruzados de colágeno. En la fase 1, el tama- mento en la expresión génica proinflama-
ño de la fibrilla es uniforme y las fibrillas están bien organizadas, aunque una disminu- toria. Por el contrario, la expresión génica
ción en la densidad del entrecruzamiento ayuda a suavizar. Durante la maduración cer- proinflamatoria e inmunosupresora en el
vical en la fase 2, el tamaño de la fibrilla es menos uniforme, y el espacio entre las cuello uterino después del parto aumenta
fibrillas de colágeno y las fibras es mayor y desorganizado. marcadamente en comparación con la de

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410 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

la maduración cervical (Bollapragada, 2009; Hassan, 2006, 2009). ten los mecanismos que causan el parto prematuro en estos dos
Además, los estudios detallados en ratones proporcionan eviden- ejemplos, se debe considerar el papel del estiramiento uterino.
cia de que la migración de leucocitos, pero no la activación, tiene Se siguen definiendo los sistemas de señalización celular que
lugar antes del parto. Una vez que el parto está en marcha, se están influenciados por el estiramiento para regular la célula mio-
aumenta la activación de los neutrófilos, los macrófagos M1 pro- metrial. Este proceso de mecanotransducción puede incluir la acti-
SECCIÓN 7

inflamatorios y los macrófagos M2 de reparación de tejidos en el vación de los receptores de superficie celular o los canales iónicos,
cuello uterino. Esto sugiere un papel para las células inflamatorias la transmisión de señales a través de la matriz extracelular o la li-
en la remodelación y reparación cervicales posparto (Mahendroo, beración de moléculas autocrinas que actúan de manera directa
2012). sobre el miometrio (Shynlova, 2007; Young, 2011).

Inducción de la maduración cervical Cascadas endocrinas fetales


Ninguna terapia previene la maduración cervical prematura. Por La capacidad del feto para proporcionar señales endocrinas que
el contrario, el tratamiento para promover la maduración cervical inician el parto se ha demostrado en varias especies. Sin embargo,
para la inducción del trabajo de parto incluye la aplicación directa la evidencia sugiere que no está regulada de la misma manera en
de prostaglandinas PGE2 y PGF2α. Las prostaglandinas probable- los humanos. Dicho esto, el eje fetal hipotalámico-hipofisario
mente modifiquen la estructura de la matriz extracelular para ayu- adrenal-placentario humano se considera un componente crítico
dar a la maduración. Aunque el papel de las prostaglandinas en la del parto normal. Además, se considera que la activación prema-
fisiología normal de la maduración cervical sigue sin estar claro, tura del eje provoca muchos casos de trabajo de parto prematuro
esta propiedad es útil clínicamente para ayudar a la inducción del (Challis, 2000, 2001). Al igual que en las ovejas, se cree que los
trabajo de parto (capítulo 26, p. 505). productos con esteroides de la glándula suprarrenal fetal humana
En algunas especies no humanas, las cascadas de eventos que tienen efectos sobre la placenta y las membranas que eventual-
permiten la maduración cervical se inducen al disminuir las con- mente transforman el miometrio de un estado inactivo a uno con-
centraciones séricas de progesterona, y en los humanos, la admi- tráctil. Un componente clave en el humano logra ser la capacidad
nistración de antagonistas de la progesterona causa la maduración única de la placenta para producir grandes cantidades de CRH
cervical. (figura 21-10).
Una hormona CRH que es idéntica a las CRH hipotalámica
Epitelios endocervicales materna y fetal es sintetizada por la placenta en cantidades relati-
vamente grandes (Grino, 1987; Saijonmaa, 1988). Sin embargo, a
Además de los cambios en la matriz, durante el embarazo, las cé- diferencia de la CRH hipotalámica, que está bajo retroalimenta-
lulas epiteliales endocervicales proliferan de tal manera que las ción negativa de glucocorticoides, el cortisol en cambio estimula la
glándulas endocervicales representan un porcentaje significativo producción placentaria de CRH. Esta habilidad hace posible crear
de la masa cervical. El canal endocervical está revestido con epite- una cascada endocrina de retroalimentación que no termina hasta
lio escamoso columnar secretor de moco y estratificado. Estas cé- el parto.
lulas forman una barrera mucosa y una estrecha barrera de unión Los niveles de CRH en el plasma materno son bajos en el pri-
que protege contra la invasión microbiana (Akgul, 2014; Blas- mer trimestre y aumentan desde el estado de gestación hasta el
kewicz, 2011; Timmons, 2007). El epitelio de la mucosa reconoce término. En las últimas 12 semanas, los niveles plasmáticos de CRH
y disuade la invasión de patógenos a través de la expresión de aumentan de manera exponencial, alcanzan su punto máximo du-
receptores tipo Toll que identifican patógenos y a través de pépti- rante el trabajo de parto y luego caen de manera precipitada des-
dos antimicrobianos e inhibidores de la proteasa. Además, estos
epitelios expresan señales a las células inmunes subyacentes cuan-
do un desafío patógeno excede su capacidad protectora (Wira,
2005).
Hipofisaria
CRH placentaria
⬛ Contribuciones fetales al parto ACTH

Es intrigante imaginar que el feto humano maduro proporciona la


Estrógenos Suprarrenal
señal para iniciar el parto y la evidencia de la señalización fetal Trofoblastos
maternos fetal
está aumentando (Mendelson, 2017). El feto puede transmitir se-
ñales a través de agentes sanguíneos que actúan sobre la placenta
o a través de la secreción en el líquido amniótico.
Cortisol fetal

Estiramiento uterino
DHEA-S fetal
El crecimiento fetal es un componente importante en la activación
uterina en la fase 2 del parto. Con la activación uterina, se requie-
re estiramiento para la inducción de CAP específicas. Por lo regu- FIGURA 21-10 La cascada endocrina suprarrenal fetal de la
lar, el estiramiento incrementa la expresión de conexina-43 y los placenta fetal. En la última etapa de la gestación, la (CRH, corti-
receptores de la oxitocina. Los niveles de péptido liberador de cotropin-releasing hormone): hormona liberadora de corticotro-
gastrina, un agonista estimulador para el músculo liso, también se pina placentaria estimula la producción suprarrenal fetal de
aumenta con el estiramiento en el miometrio (Tattersall, 2012). (DHEA-S, dehydroepiandrosterone sulfate): sulfato de dihidroe-
Las pistas clínicas para un rol de estiramiento provienen de la piandrosterona y cortisol. Este último estimula la producción de
observación de que los embarazos múltiples conllevan un riesgo CRH placentaria, lo que conduce a una cascada de retroali-
mucho mayor de trabajo de parto prematuro que los simples; el mentación que mejora la producción de hormonas esteroides
trabajo de parto prematuro también es significativamente más co- suprarrenales. ACTH (adrenocorticotropic hormone): hormona
mún en embarazos complicados por hidramnios. Aunque se deba- adrenocorticotrópica.

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 411

pués del parto (Frim, 1988; Sasaki, 1987). Las concentraciones de fetal senescente a manifestar una forma de inflamación estéril de-
CRH en el líquido amniótico aumentan de manera similar al final nominada fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP, se-
del embarazo. La CRH es el único factor liberador de hormonas nescent-associated secretory phenotype). Esto a su vez propaga seña-
tróficas para tener una proteína de unión a suero específica. Duran- les inflamatorias que debilitan aún más la membrana fetal y

CAPÍTULO 21
te la mayor parte del embarazo, la proteína de unión a CRH (CRH- activan señales en la decidua y el miometrio para iniciar el parto.
BP, CRH-binding protein) se une a la mayor parte de la CRH circulante Por tanto, como la necesidad funcional de las membranas fetales
materna y esto la inactiva (Lowry, 1993). Durante el embarazo a disminuye a término, son capaces de promover señales que con-
término, sin embargo, los niveles de la CRH-BP en el plasma mater- tribuyen a la iniciación del parto.
no y el líquido amniótico disminuyen, lo que lleva a niveles marca-
damente mayores de CRH biodisponible (Perkins, 1995; Petraglia, Anomalías fetales y parto diferido
1997).
Algunas pruebas muestran que los embarazos con producción
En embarazos en los que el feto puede considerarse “estresado”
marcadamente disminuida de estrógenos pueden estar asociados
por diversas complicaciones, las concentraciones de CRH en plas-
con la gestación prolongada. Estos “experimentos naturales” in-
ma fetal, líquido amniótico y plasma materno son mayores que las
cluyen mujeres con deficiencia de sulfatasa placentaria hereditaria
observadas en una gestación normal (Berkowitz, 1996; McGrath,
y anencefalia fetal con hipoplasia suprarrenal. El amplio rango de
2002). La placenta es la fuente probable de esta concentración ele-
longitud gestacional visto con estos trastornos, sin embargo, cues-
vada de CRH. Por ejemplo, el contenido de CRH placentaria es
tiona el papel exacto del estrógeno en el inicio del parto humano.
cuatro veces mayor en placentas de mujeres con preeclampsia que
Otras anormalidades fetales que previenen o reducen de ma-
en aquellas de embarazos normales (Perkins, 1995).
nera extrema la entrada de orina fetal o secreciones pulmonares
La CRH placentaria se cree que desempeña varias funciones
en el líquido amniótico no prolongan el embarazo humano. Los
en la regulación del parto. Puede mejorar la producción de cortisol
ejemplos son la agenesia renal y la hipoplasia pulmonar, respecti-
fetal para proporcionar retroalimentación positiva para que la pla-
vamente. Por tanto, una señal fetal a través del brazo paracrino
centa produzca más CRH. Al final del embarazo, la fase 2 o 3 de
del sistema de comunicación materno-fetal no parece ser obligato-
la modificación del parto en el receptor de CRH favorece un cam-
ria para el inicio del parto.
bio de la formación de cAMP a niveles de calcio de células del
Algunas anomalías cerebrales del ternero fetal, el cordero fetal
miometrio aumentados a través de la activación de la proteína ci-
y, en ocasiones, el feto humano retrasan el momento normal del
nasa C (You, 2012). La oxitocina actúa para atenuar la acumula-
parto. Hace más de un siglo, Rea (1898) observó una asociación
ción estimulada por la CRH de cAMP en el tejido miometrial. La
entre la anencefalia fetal y la gestación humana prolongada. Mal-
CRH actúa para aumentar la fuerza contráctil miometrial en res-
pas (1933) amplió estas observaciones y describió un embarazo
puesta a PGF2α (Benedetto, 1994). Finalmente, la CRH estimula la
síntesis de esteroides C19 suprarrenales fetales, aumentando así el con un feto anencefálico que se prolongó a 374 día (53 semanas).
sustrato para la aromatización placentaria. Concluyó que la asociación entre la anencefalia y la gestación pro-
Algunos han propuesto que el aumento del nivel de CRH al longada era atribuible a la función anómala fetal-hipofisaria-su-
final de la gestación refleja un reloj fetal-placentario (McLean, 1995). prarrenal del feto. De hecho, las glándulas suprarrenales del feto
Las concentraciones de CRH varían mucho entre las mujeres, y la anencefálico son muy pequeñas y, a término, pueden ser sólo del
tasa de aumento en los niveles de CRH materna es un predictor 5 al 10% más grandes que las de un feto normal. Esto es causado
más preciso del resultado del embarazo que una medida única por una falla en el desarrollo de la zona fetal que por lo normal
(Leung, 2001; McGrath, 2002). En este sentido, la placenta y el representa la mayor parte de la masa suprarrenal fetal y la produc-
feto, a través de eventos endocrinológicos, influyen en el momen- ción de hormonas esteroides C19 (capítulo 5, p. 104). Dichos em-
barazos están asociados con retraso en el parto y sugieren que las
to del parto al final de la gestación normal.
glándulas suprarrenales fetales son importantes para el inicio
oportuno del parto.
Factor surfactante pulmonar fetal
y activador de plaquetas
La proteína surfactante A (SP-A, surfactant protein A) producida FASE 3: TRABAJO DE PARTO
por el pulmón fetal es necesaria para la maduración pulmonar. La
SP-A es expresada por el amnios humano y la decidua, está pre- Esta fase es sinónimo de trabajo de parto activo, que habitualmen-
sente en el líquido amniótico y estimula las vías de señalización en te se divide en tres etapas. Estos componen el gráfico de trabajo
las células del miometrio humano (García-Verdugo, 2008; Lee, de parto comúnmente utilizado que se muestra en la figura 21-4.
2010; Snegovskikh, 2011). Sin embargo, quedan por esclarecer los La primera etapa comienza cuando se logran contracciones uteri-
mecanismos exactos mediante los cuales la SP-A activa la contrac- nas regulares, de frecuencia, intensidad y duración suficientes
tilidad miometrial en las mujeres. Un modo pueden ser sus efectos para provocar el adelgazamiento cervical, que se denomina borra-
sobre las prostaglandinas. En específico, la SP-A inhibe de manera miento. Varias uterotoninas pueden ser importantes para el éxito
selectiva a la prostaglandina F2α en la decidua a término, pero los de esta etapa de trabajo de parto activo (véase figura 21-5). Se ha
niveles de SP-A disminuyen en el líquido amniótico a término demostrado que estos estimulan la contracción del músculo liso a
(Chaiworapongsa, 2008). Además de la SP-A, el pulmón fetal for- través del acoplamiento de proteína G. Esta etapa de trabajo de
ma el agente uterotónico como factor activador de plaquetas parto finaliza cuando el cuello uterino está completamente dilata-
(Frenkel, 1996; Toyoshima, 1995). Este factor y la SP-A juegan un do, unos 10 cm, para permitir el paso de un feto de tamaño nor-
papel en la señalización fetal-materna para el parto (Gao, 2015). mal a término. La primera etapa del parto, por tanto, es la etapa de
borramiento y dilatación cervical. La segunda etapa comienza cuan-
do la dilatación cervical se ha completado y finaliza con el parto. Por
Senescencia de la membrana fetal tanto, la segunda etapa del parto es la etapa de expulsión fetal. Por úl-
Hacia el final del embarazo, las membranas fetales experimentan timo, la tercera etapa comienza inmediatamente después del par-
un envejecimiento fisiológico denominado senescencia celular to y finaliza con la expulsión de la placenta. Por consiguiente, la
(Menon, 2016). En las membranas fetales humanas y modelos ani- tercera etapa del parto es la etapa de separación y expulsión de la
males, el estiramiento y el estrés oxidativo inducen a la membrana placenta.

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412 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

Segmento Anillo de Segmento


activo retracción activo
fisiológica
SECCIÓN 7

Cuerpo (Bandl)
Anillo de Ph. R.R.
retracción Segmento
Cuello I.O. anat. fisiológica
I.O. Hist. Segmento
Se pasivo pasivo
uterino I.O. I.O. borrado
mo
del istmo E.O. E.O. E.O. E.O.
cervical
ÚTERO SIN ÚTERO EMBARAZADO PRIMERA ETAPA NORMAL SEGUNDA ETAPA SEGUNDA ETAPA NORMAL
EMBARAZO A TÉRMINO TEMPRANA DEL UTERO NORMAL DEL UTERO EN DEL UTERO EN EL TRABAJO
EN EL TRABAJO DE PARTO EL TRABAJO DE PARTO DE PARTO-DISTOCIA
FIGURA 21-11 Secuencia del desarrollo de los segmentos y anillos en el útero a término y en trabajo de parto. Tenga en cuenta la
comparación entre el útero de una mujer no embarazada, el útero a término y el útero durante el parto. El segmento uterino inferior
pasivo se deriva del istmo y el anillo de retracción fisiológica se desarrolla en la unión de los segmentos uterinos superior e infe-
rior. El anillo de retracción patológica se desarrolla a partir del anillo fisiológico. Anat. I.O. (anatomical internal os): os interno anató-
mico; E.O. (external os): os externo; Hist. I.O. (histological internal os): os interno histológico; Ph. R.R (physiological retraction ring):
anillo de retracción fisiológica.

⬛ Primera etapa: inicio clínico del parto promedia 1 minuto. La intensidad de la contracción varía aprecia-
blemente durante el trabajo de parto normal. En específico, las
Contracciones uterinas del parto presiones del líquido amniótico generadas por contracciones du-
En algunas mujeres, las contracciones uterinas intensas que pro- rante el parto espontáneo promedian 40 mm Hg, pero varían de
vocan el parto comienzan repentinamente. En otros, la iniciación 20 a 60 mm Hg (capítulo 24, p. 479).
del parto se anuncia mediante la liberación espontánea de una
pequeña cantidad de moco teñido de sangre por la vagina. Esta Distintos segmentos uterinos inferior y superior. Durante el traba-
expulsión del tapón de moco que previamente había llenado el jo de parto activo, las divisiones anatómicas uterinas que se inicia-
canal cervical durante el embarazo se conoce como “show” o ron en la fase 2 del parto se vuelven cada vez más evidentes (figu-
“show sangriento”. Su aprobación indica que el parto ya está en ras 21-11 y 21-12). Por palpación abdominal, incluso antes de la
progreso o que probablemente se prolongue en horas o días. rotura de la membrana, los dos segmentos a veces se pueden dife-
A diferencia de las contracciones musculares fisiológicas, las renciar. El segmento superior es firme durante las contracciones,
contracciones del músculo liso durante el parto son dolorosas. Se mientras que el segmento inferior es más suave, distendido y más
han sugerido varias causas posibles: 1) hipoxia del miometrio con- pasivo. Este mecanismo es imperativo porque si todo el miome-
traído, como la angina de pecho; 2) compresión de ganglios ner- trio, incluidos el segmento uterino inferior y el cuello uterino, se
viosos en el cuello uterino y el útero inferior por haces musculares contrae con simultaneidad y con la misma intensidad, la fuerza
interconectados contraídos; 3) estiramiento cervical durante la expulsiva final disminuiría marcadamente. Por tanto, el segmento
dilatación, y 4) estiramiento del peritoneo que recubre el fondo.
De estos, la compresión de los ganglios nerviosos en el cuello
uterino y el segmento uterino inferior por el miometrio contraído es
una hipótesis especialmente atractiva. La infiltración paracervical
con anestésico local por lo general produce un alivio apreciable del
dolor con contracciones (capítulo 25, p. 490). Las contracciones ute-
rinas son involuntarias y, en su mayor parte, independientes del
control extrauterino. El bloqueo neuronal de la analgesia epidural Segmento activo
no disminuye su frecuencia o intensidad. En otros ejemplos, las
contracciones miometriales en mujeres parapléjicas y en mujeres
después de una simpatectomía lumbar bilateral son normales pero
Segmento pasivo
indoloras.
Nivel de os cervical externo
El estiramiento mecánico del cuello uterino mejora la actividad Cuello uterino
uterina en varias especies, incluidos los humanos. Este fenómeno Nivel de os cervical interno
es el reflejo de Ferguson (Ferguson, 1941). Su mecanismo exacto no Vagina
está claro y se ha sugerido la liberación de la oxitocina, pero no se
ha demostrado. La manipulación del cuello uterino y la “extrac-
ción” de las membranas fetales se asocian con un aumento en los
niveles sanguíneos de los metabolitos de la prostaglandina F2α.
El intervalo entre contracciones se estrecha de manera gradual
aproximadamente 10 minutos en el inicio de la primera etapa del
parto hasta tan sólo 1 minuto o menos en la segunda etapa. Los
periodos de relajación entre contracciones, sin embargo, son esen- FIGURA 21-12 El útero en el momento del parto vaginal. El
ciales para el bienestar fetal. Las contracciones irrefutables com- segmento superior activo se retrae alrededor de la parte que
prometen el flujo sanguíneo uteroplacentario lo suficiente como se presenta cuando el feto desciende por el canal del parto. En
para causar hipoxemia fetal. En la fase activa del trabajo de parto, el segmento inferior pasivo, hay considerablemente menos to-
la duración de cada contracción oscila entre 30 y 90 segundos y no miometrial.

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 413

superior se contrae, retrae y expulsa al feto. En respuesta a estas multáneamente con los esfuerzos respiratorios forzados con la
contracciones, el segmento uterino inferior ablandado y el cuello glotis cerrada se conoce como pujar. La fuerza es similar a la defe-
uterino se dilatan y forman así un tubo muy expandido y adelga- cación, pero la intensidad suele ser mucho mayor. La importancia
zado a través del cual puede pasar el feto. de la presión intraabdominal se muestra por el descenso prolon-

CAPÍTULO 21
El miometrio del segmento superior no se relaja a su longitud gado durante el parto en mujeres parapléjicas y en aquellas con un
original después de las contracciones. En cambio, se vuelve relati- bloqueo epidural denso. Y, aunque es necesario aumentar la pre-
vamente fijo en una longitud más corta. El segmento uterino su- sión intraabdominal para completar el trabajo de parto en la se-
perior activo contrae su contenido decreciente, pero la tensión gunda etapa, pujar logra poco en la primera etapa. Agota a la ma-
miometrial permanece constante. El efecto final es mantener la dre, y sus presiones intrauterinas elevadas asociadas pueden ser
holgura, manteniendo así la ventaja obtenida en la expulsión del perjudiciales para el feto.
feto. Al mismo tiempo, la musculatura uterina se mantiene en
contacto firme con el contenido uterino. Como consecuencia de la Cambios cervicales
retracción, cada contracción sucesiva comienza donde la dejó su
Como resultado de las fuerzas de contracción, ocurren dos cam-
predecesora. Por tanto, la parte superior de la cavidad uterina se
bios fundamentales: borramiento y dilatación en el cuello uterino
vuelve un poco más pequeña con cada contracción sucesiva. De-
maduro. Para que una cabeza fetal de tamaño promedio pase a
bido al acortamiento sucesivo de las fibras musculares, el segmen-
través del cuello uterino, su canal debe dilatarse a un diámetro de
to activo superior se engrosa de manera progresiva durante la
alrededor de 10 cm. En este momento, se dice que el cuello uteri-
primera y segunda etapas del trabajo de parto (véase figura 21-11).
no está completa o totalmente dilatado. Aunque no puede haber
Este proceso continúa y da como resultado un segmento uterino
descenso fetal durante el borramiento cervical, lo más común es
superior muy engrosado inmediatamente después del parto.
que la parte fetal presentada descienda un poco a medida que se
Desde un enfoque clínico, es importante entender que el fenó-
dilata el cuello uterino.
meno de retracción del segmento superior depende de una dismi-
Borramiento cervical es “obliteración” o “absorción” del cuello
nución en el volumen de su contenido. Para que esto suceda, en
uterino. Se manifiesta de manera clínica por acortamiento del ca-
particular al inicio del trabajo de parto, cuando todo el útero es
nal cervical desde una longitud de casi 3 cm hasta un simple orifi-
casi un saco cerrado con una dilatación cervical mínima, la mus-
cio circular con bordes casi delgados como borde de papel. Las
culatura del segmento inferior debe estirarse. Esto permite que
fibras musculares a nivel del orificio cervical interno se levantan
una mayor porción del contenido uterino ocupe el segmento infe-
hacia arriba o se “retoman” hacia el segmento uterino inferior. La
rior. El segmento superior se retrae sólo en la medida en que el
condición del os externo permanece temporalmente sin cambios
segmento inferior se distiende y el cuello uterino se dilata.
(figura 21-13).
La relajación del segmento uterino inferior refleja la misma
progresión gradual de retracción. Recuerde que después de cada
contracción del segmento superior, los músculos no vuelven a su
longitud anterior, pero la tensión sigue siendo esencialmente la Multípara Primigrávida
misma. En comparación, en el segmento inferior, el alargamiento
sucesivo de las fibras con el trabajo de parto se acompaña de adel-
gazamiento, en lo normal a sólo unos pocos milímetros en la par-
te más delgada. Como resultado del adelgazamiento del segmento
inferior y del engrosamiento concomitante del segmento supe-
rior, un límite entre los dos está marcado por un reborde en la
superficie uterina interna: el anillo de retracción fisiológica. Cuando A
el adelgazamiento del segmento uterino inferior es extremo, como
en el parto obstruido, el anillo es prominente y forma un anillo de
retracción patológica. Esta condición anormal también se conoce co-
mo anillo de Bandl, que se trata en más detalle en el capítulo 23 (p.
455).

Cambios en la forma uterina. Cada contracción alarga de manera B


gradual la forma uterina ovoide y de ese modo reduce el diámetro
horizontal. Este cambio de forma tiene efectos muy importantes
en el proceso de trabajo de parto. Primero, hay mayor presión en
el eje fetal, es decir, el diámetro horizontal más pequeño sirve para
enderezar la columna vertebral fetal. Esto presiona firmemente el
polo superior del feto contra el fondo, mientras que el polo infe-
rior es empujado más hacia abajo. El alargamiento de la forma
ovoide se ha estimado en 5 a 10 cm. En segundo lugar, con el C
alargamiento del útero, las fibras musculares longitudinales se
tensan. Como resultado, el segmento inferior y el cuello uterino FIGURA 21-13 Esquema que muestra el borramiento y la dila-
son las únicas partes del útero que son flexibles y éstas se tiran tación. A. Antes del parto, el cuello uterino primigrávido es lar-
hacia arriba y alrededor del polo inferior del feto. go y sin dilatar, en contraste con el de la multipara, que tiene
dilatación del orificio interno y externo. B. Cuando comienza el
borramiento, el cuello uterino de la multípara muestra dilatación
Fuerzas auxiliares y canalización del orificio interno. Esto es menos evidente en el
Después de que el cuello uterino se dilata por completo, la presión cuello uterino primigrávido. C. Como se logra el borramiento
intraabdominal materna produce la fuerza más importante en la completo en el cuello uterino primigrávido, la dilatación es míni-
expulsión fetal. La contracción de los músculos abdominales si- ma. Lo contrario ocurre en la multípara.

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414 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

El borramiento se puede comparar con un proceso de canali-


zación en el que toda la longitud de un cilindro estrecho se con-
vierte en un embudo de abocinado muy obtuso con una pequeña
abertura distal circular. Debido al crecimiento de la actividad mio-
metrial durante la preparación uterina para el trabajo de parto, a
SECCIÓN 7

veces se logra un borramiento apreciable de un cuello uterino


ablandado antes de que comience el trabajo de parto activo. El
borramiento provoca la expulsión del tapón mucoso a medida que
se acorta el canal cervical.
Debido a que el segmento inferior y el cuello uterino tienen
menos resistencia durante una contracción, se ejerce un tirón cen-
trífugo en el cuello uterino y crea una dilatación cervical (figura 21-
14). A medida que las contracciones uterinas causan presión sobre
las membranas, la acción hidrostática del saco amniótico a su vez
dilata el canal cervical como una cuña. El proceso de borramiento
y dilatación cervical causa la formación de la bolsa de las aguas del
líquido amniótico. Esta es la porción principal de líquido y saco
amniótico ubicada en frente de la parte que se presenta. En ausen-
cia de membranas intactas, la presión de la parte fetal que se pre- os cervical Interno
senta contra el cuello uterino y el segmento uterino inferior es si-
os cervical externo
milarmente efectiva. La rotura temprana de las membranas no
retarda la dilatación cervical, siempre que la parte fetal que se
presenta se posicione para ejercer presión contra el cuello uterino A
y el segmento inferior.
Volviendo a la figura 21-4, recuerde que la dilatación cervical
se divide en fases latentes y activas. La fase activa se subdivide
más en la fase de aceleración, la fase de máxima aceleración y la
fase de desaceleración (Friedman, 1978). La duración de la fase
latente es más variable y sensible a factores externos. Por ejemplo,
la sedación puede prolongar la fase latente y la estimulación mio-
metrial la acorta. La duración de la fase latente tiene poco que ver
con el curso posterior del parto, mientras que las características de
la fase acelerada por lo general son predictivas del resultado del os cervical Interno
parto. La primera etapa finaliza cuando se completa la dilatación
cervical.
os cervical externo

⬛ Segunda etapa: descenso fetal


En muchas nulíparas, la orientación y encajamiento de la cabeza
B
se logra antes de que comience el parto. Dicho esto, es posible que
la cabeza no descienda más hasta el final del parto. En el patrón
de descenso del trabajo de parto normal, se forma una curva hi-
perbólica típica cuando la estación de la cabeza fetal se traza en
función de la duración del trabajo de parto. La estación describe el
descenso del diámetro biparietal fetal en relación con una línea
trazada entre las espinas isquiáticas de la madre (capítulo 22, p.
436). El descenso activo por lo general tiene lugar después de que
la dilatación ha progresado durante algún tiempo (figura 21-15).
Durante la segunda etapa del trabajo de parto, la velocidad de
descenso es máxima y se mantiene hasta que la parte que se pre-
senta llegue al piso perineal (Friedman, 1978). En las nulíparas, la os cervical Interno
parte que se presenta típicamente desciende lenta y constante- os cervical externo
mente. Sin embargo, en las multíparas, en particular las de alta
paridad, el descenso puede ser rápido.

⬛ Cambios en el piso pélvico C


El canal del parto está apoyado y funcionalmente cerrado por el
piso pélvico (capítulo 2, p. 21). El componente más importante del FIGURA 21-14 Acción hidrostática de las membranas al efec-
piso es el músculo elevador del ano y el tejido conjuntivo fibromus- tuar el borramiento y dilatación cervical. Con la progresión del
cular que cubre sus superficies superior e inferior. Las propiedades trabajo de parto, observe las relaciones cambiantes del os in-
biomecánicas de estas estructuras y de la pared vaginal cambian terno y externo en (A), (B) y (C). Aunque no se muestra en este
notablemente durante el parto. Estos resultados provienen de la diagrama, con rotura de la membrana, la parte que se presenta,
estructura o composición de la matriz extracelular alterada (Alper- aplicada al cuello uterino y al segmento uterino inferior que se
in, 2015; Rahn, 2008; Lowder, 2007). forma, actúa de manera similar.

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 415

Fase de
la cavidad uterina casi se anula. El órgano
Descenso fetal pendiente consiste en una masa de músculo casi sólida,
Descenso

máxima de varios centímetros de grosor, por encima


Fase de del segmento inferior más delgado. El fondo

CAPÍTULO 21
desaceleración
uterino ahora se encuentra justo debajo del
nivel del ombligo.
Esta disminución repentina en el tamaño
Segunda
uterino está inevitablemente acompañada de
Primera etapa
etapa una reducción en el área del sitio de implan-
tación placentaria (figura 21-16). Para que la
placenta se acomode a esta área reducida, se
Fase de engrosa, pero debido a la elasticidad placen-
Dilatación

aceleración taria limitada, se ve obligada a doblarse. La


Dilatación cervical DIVISIÓN tensión resultante tira de la capa más débil
DILATACIONAL (decidua esponjosa) de ese sitio. Por tanto, la
DIVISIÓN
DIVISIÓN PREPARATORIA
PÉLVICA
separación de la placenta sigue la despropor-
ción creada entre el tamaño de la placenta
0 2 4 6 8 10 12 14 16 relativamente sin cambios y el tamaño redu-
Tiempo (horas) cido del sitio de implantación.
La estructura suelta de la decidua esponjo-
FIGURA 21-15 Curso del trabajo de parto dividido sobre la base de la evolución sa ayuda en gran medida a la escisión de la
esperada de las curvas de dilatación y descenso en tres divisiones funcionales. La placenta. A medida que avanza el desprendi-
división preparatoria incluye las fases latente y de aceleración. La división dilata- miento, se forma un hematoma entre la pla-
cional es la fase de máxima pendiente de dilatación. La división pélvica abarca centa en separación y la decidua adyacente,
tanto la fase de desaceleración como la segunda etapa, que es concurrente con que permanece unida al miometrio. El hema-
la fase de pendiente máxima de descenso fetal. (Redibujado de Friedman EA. La- toma por lo general es el resultado más que la
bor: Clinical Evaluation and Management. 2a. ed. New York: Appleton-Cen- causa de la separación, porque en algunos ca-
tury-Crofts; 1978.) sos el sangrado es insignificante.

El músculo elevador del ano cierra el extremo inferior de la


cavidad pélvica como un diafragma. De este modo, se presentan
una parte superior cóncava y una superficie inferior convexa. Las A
porciones posterior y lateral del piso pélvico, que no están atrave-
sadas por el músculo elevador del ano, están ocupadas bilateral-
mente por los músculos piriforme y coccígeo.
El músculo elevador del ano varía en grosor de 3 a 5 mm,
aunque sus márgenes que rodean el recto y la vagina son algo más
gruesos. Durante el embarazo, el elevador del ano por lo general
experimenta hipertrofia, formando una banda gruesa que se ex-
tiende hacia atrás desde el pubis y rodea la vagina unos 2 cm por
encima del plano del himen. En la contracción, el elevador del ano
atrae tanto el recto como la vagina hacia adelante y hacia arriba en
dirección a la sínfisis del pubis y, por tanto, actúa para cerrar la B
vagina.
En la primera etapa del parto, las membranas, cuando están
intactas y la parte de presentación fetal sirven para dilatar la parte
superior de la vagina. El cambio más marcado consiste en estirar
las fibras musculares del elevador del ano. Esto se acompaña de
adelgazamiento de la porción central del perineo, que se transfor-
ma de una masa de tejido de 5 cm de espesor en forma de cuña a
una estructura membranosa delgada, casi transparente, de menos
de 1 cm de grosor. Cuando el perineo se distiende al máximo, el
ano se dilata de manera notable y presenta una abertura que varía
de 2 a 3 cm de diámetro y a través de la cual se abomba la pared
anterior del recto.

⬛ Tercera etapa: expulsión de placenta


y membranas
Esta etapa comienza inmediatamente después del parto fetal e im-
plica la separación y la expulsión de la placenta y las membranas. FIGURA 21-16 Disminución del tamaño del sitio placentario
A medida que el recién nacido nace, el útero se contrae de mane- después del nacimiento del recién nacido. A. Relaciones espa-
ra espontánea alrededor de sus contenidos decrecientes. Normal- ciales antes del nacimiento. B. Relaciones espaciales placenta-
mente, en el momento en que el recién nacido nace por completo, rias después del nacimiento.

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416 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

Amnios su proteína transportadora, neurofisina, a lo largo de los axones


Corion hasta el lóbulo neural de la glándula hipofisaria posterior en vesí-
Decidua vera culas que se unen a la membrana para su almacenamiento y pos-
Miometrio terior liberación. La prohormona se convierte enzimáticamente en
la oxitocina durante el transporte (Gainer, 1988; Leake, 1990).
SECCIÓN 7

Además de su efectividad en la inducción farmacológica del


trabajo de parto a término, la oxitocina es una uterotonina poten-
te que se produce de forma natural en humanos. Las observacio-
nes posteriores proporcionan apoyo adicional para esta teoría: 1)
el número de receptores de la oxitocina sorprendentemente au-
menta en los tejidos miometriales y deciduales cerca del final de
la gestación; 2) la oxitocina actúa sobre el tejido decidual para
promover la liberación de prostaglandinas, y 3) la oxitocina se sin-
tetiza de manera directa en tejidos fetales deciduales y extraem-
brionarios y en la placenta (Chibbar, 1993; Zingg, 1995).
Aunque hay poca evidencia que sugiera un papel de la oxito-
cina en la fase 2 del parto, abundantes datos respaldan su impor-
tante papel durante el parto en la segunda etapa y en la fase 4 del
parto. En específico, los niveles séricos de la oxitocina materna
FIGURA 21-17 Posparto, las membranas se arrojan en pliegues están elevados: 1) durante el trabajo de parto en la segunda etapa,
a medida que la cavidad uterina disminuye de tamaño. (Utiliza- que es el final de la fase 3 del parto; 2) en el puerperio temprano,
do con permiso del Dr. Kelley S. Carrick.) y 3) durante la lactancia (Nissen, 1995). Inmediatamente después
de la expulsión del feto, la placenta y las membranas que comple-
tan la fase 3 del parto, las contracciones uterinas firmes y persis-
tentes son esenciales para prevenir la hemorragia posparto. La
El gran descenso en el área superficial de la cavidad uterina oxitocina probablemente causa contracciones persistentes.
expulsa simultáneamente las membranas fetales —el amniocorion
y la decidua parietal— entre innumerables pliegues (figura 21-17). ⬛ Prostaglandinas
Las membranas por lo general permanecen in situ hasta que la
separación de la placenta está casi completa. Luego se despegan Aunque su papel en la fase 2 del parto en embarazos sin compli-
de la pared uterina, en parte por la contracción adicional del mio- caciones está menos definido, es claro el papel crítico de las pros-
metrio y en parte por la tracción que ejerce la placenta separada a taglandinas en la fase 3 del parto (MacDonald, 1993). En primer
medida que desciende durante la expulsión. lugar, los niveles de prostaglandinas, o sus metabolitos, en el líqui-
Después de que la placenta se ha desprendido, puede ser ex- do amniótico, el plasma materno y la orina materna aumentan
pulsada por el aumento de la presión abdominal. La finalización durante el trabajo de parto. En segundo lugar, los receptores para
de la tercera etapa también se logra comprimiendo y elevando al- PGE2 y PGF2α se expresan en el útero y el cuello uterino. Por tan-
ternativamente el fondo, mientras se ejerce una tracción mínima to, si estos tejidos están expuestos a las prostaglandinas, respon-
en el cordón umbilical. El hematoma retroplacentario sigue la pla- derán. En tercer lugar, el tratamiento de las mujeres embarazadas
centa o se encuentra dentro del saco invertido formado por las con prostaglandinas, por cualesquiera de las diversas vías de ad-
membranas. En este proceso, conocido como mecanismo de Schult- ministración, causa el aborto o el parto en todas las edades gesta-
ze de expulsión placentaria, la sangre del sitio placentario se vierte cionales. Además, la administración de inhibidores de prostaglan-
en el saco de la membrana y no se escapa externamente hasta dina H sintasa tipo 2 (PGHS-2, prostaglandin H synthase type 2) a
después de la extrusión de la placenta. En la otra forma de extru- mujeres embarazadas retrasa el inicio espontáneo del trabajo de
sión placentaria, conocida como mecanismo de Duncan, la placenta parto y algunas veces detiene el trabajo de parto prematuro (Lou-
se separa primero en la periferia y la sangre se acumula entre las don, 2003). Por último, el tratamiento con prostaglandinas del
membranas y la pared uterina y se escapa por la vagina. En esta tejido miometrial in vitro a veces causa contracción, dependiendo
circunstancia, la placenta desciende de lado y su superficie mater- del prostanoide probado y el estado fisiológico del tejido tratado.
na aparece primero. Durante el trabajo de parto, la producción de prostaglandinas
en el miometrio y la decidua es un mecanismo eficiente para acti-
var las contracciones. Por ejemplo, la síntesis de prostaglandinas
UTEROTÓNICOS EN LA FASE 3: es alta e invariable en la decidua durante las fases 2 y 3 del parto.
EL TRABAJO DE PARTO Además, el nivel de receptor para PGF2α se aumenta en la decidua
a término, y este incremento es muy probablemente el paso regu-
lador en la acción de la prostaglandina en el útero.
⬛ Oxitocina Las membranas fetales y la placenta también producen prosta-
A fines del embarazo, durante la fase 2 del parto, el número de glandinas. En lo principal PGE2, pero también PGF2α, se detectan
receptores de la oxitocina miometrial crece de manera apreciable en el fluido amniótico en todas las edades gestacionales. A medida
(Fuchs, 1982; Kimura, 1996). Este incremento coincide con una que el feto crece, los niveles de prostaglandina en el líquido am-
mayor capacidad de respuesta contráctil uterina a la oxitocina. La niótico aumentan de manera gradual. Sin embargo, su mayor ele-
gestación prolongada se asocia con un retraso en el aumento de vación de la concentración dentro del fluido amniótico es demos-
los niveles de estos receptores (Fuchs, 1984). trable después de que comienza el trabajo de parto. Estos niveles
La oxitocina, literalmente, el nacimiento rápido, fue la primera más altos probablemente resulten a medida que el cuello uterino
uterotonina implicada en el inicio del parto. Este nanopéptido es se dilata y expone el tejido decidual (figura 21-18). Se cree que
sintetizado en las neuronas magnocelulares de las neuronas su- estos niveles más altos en la bolsa de las aguas, comparados con los
praópticas y paraventriculares. La prohormona se transporta con del compartimiento superior, siguen una respuesta inflamatoria

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CAPÍTULO 21 FisiologÍa del trabajo de parto 417

do por agentes uterotónicos endógenos y farmacológicos (capítulo


27, p. 526).
La involución uterina y la reparación cervical son procesos rá-
pidos de remodelación que restauran estos órganos al estado no

CAPÍTULO 21
embarazado. Estos protegen el tracto reproductivo de la invasión
por microorganismos comensales y restauran la capacidad de res-
puesta endometrial a la ciclicidad hormonal normal.
Durante el inicio del puerperio, la lactogénesis y el descenso
de la leche comienzan en las glándulas mamarias (capítulo 36, p.
656). Reinstitución de la preparación de señales de ovulación para
el próximo embarazo. La ovulación por lo general ocurre de 4 a 6
Amnios
semanas después del nacimiento. Sin embargo, depende de la du-
Corion ración de la lactancia y la anovulación inducida por la lactancia y
la amenorrea mediada por la prolactina.

Cuello
uterino
REFERENCIAS
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aminoglycan composition during normal pregnancy and preterm
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nes a término y es capaz de inducir la síntesis de otros mediadores mone increases prostaglandin F2 alpha activity on human myometri-
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tor AT2 predomina, pero el receptor AT1 se expresa preferente- bor. J Clin Endocrinol Metab 2003;88(7):3392.
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421

CAPÍTULO 22

Parto normal

MECANISMOS DEL PARTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 421 el parto vaginal es un evento traumático. Para evaluar esto en parte,
Staer-Jensen y colegas (2015) obtuvieron mediciones ecográficas
CARACTERÍSTICAS DEL PARTO NORMAL . . . . . . . . . . . 431 transperineales de los músculos del suelo pélvico a las 21 y las 37
semanas de gestación, y nuevamente a las 6 semanas, y a los 6 y 12
TRATAMIENTO DEL PARTO NORMAL . . . . . . . . . . . . . 434 meses después del parto. Ellos midieron en 300 nulíparas la movi-
lidad del cuello de la vejiga y el área dentro del hiato urogenital
PROTOCOLOS DE TRATAMIENTO DEL PARTO. . . . . . 438 durante la maniobra de Valsalva. Este hiato es la abertura en forma
de U en los músculos del suelo pélvico a través de la cual pasan la
uretra, la vagina y el recto (capítulo 2, p. 19). En este estudio, el área
elevadora del hiato fue significativamente mayor a las 37 semanas
de gestación y a las 6 semanas después del parto en comparación
con el embarazo más temprano. Luego, a los 6 meses después del
Se deduce que es necesario algún proceso de adaptación o acomo-
parto, el hiato mejoró y se redujo para volver a un área comparable
dación de la cabeza en partes adecuadas de los diversos planos
a la de la gestación de 21 semanas. Sin embargo, no se observó
pélvicos para asegurar la finalización del parto. Esto es provoca- ninguna mejora adicional a los 12 meses después del parto. Es de
do por cierto movimiento de la parte presente, que pertenece a lo destacar que la ampliación del área hiatal sólo se observó en aque-
que se denomina mecanismo de parto. llas que tuvieron partos vaginales.
—J. Whitridge Williams (1903) Estos hallazgos demuestran cambios en la estructura del suelo
pélvico antes del parto que pueden reflejar las adaptaciones nece-
El parto es el proceso que conduce al nacimiento de un niño. Co- sarias para el alumbramiento vaginal (Nygaard, 2015). Los cam-
mienza con el inicio de las contracciones uterinas regulares y ter- bios adicionales en el suelo pélvico se tratan en el capítulo 4 (p.
mina con el alumbramiento del recién nacido y la expulsión de la 52), y las contribuciones del embarazo y el parto para el posterior
placenta. La gravidez y el nacimiento son procesos fisiológicos y, prolapso de los órganos pélvicos y la incontinencia se describen
por tanto, el parto y la llegada del bebé deben considerarse nor- en el capítulo 30 (p. 568).
males para la mayoría de las embarazadas.
⬛ Estática fetal
MECANISMOS DEL PARTO Al inicio del parto, la posición del feto con respecto al canal del
parto es fundamental para la vía del parto y, por tanto, debe de-
terminarse en el parto prematuro. Las relaciones importantes in-
⬛ Cambios en el suelo pélvico cluyen estática, presentación, actitud y posición fetales.
Se requieren muchos cambios de adaptación para el embarazo y La estática fetal describe la relación del eje largo del feto con
para el trabajo de parto y el alumbramiento. Según Nygaard (2015), el de la madre. En más de 99% de los partos a término, la estática

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422 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

da entren en contacto, y la cara esté frente al canal del parto: presen-


CUADRO 22-1 Presentación fetal en 68 097 embarazos
tación de cara. La cabeza del feto puede asumir una posición entre
únicos en el Parkland Hospital estos extremos. Cuando el cuello sólo está parcialmente flexionado,
Presentación Porcentaje Índice puede presentarse la fontanela anterior (grande): presentación sinci-
pital. Cuando el cuello sólo está parcialmente extendido, la frente
SECCIÓN 7

Cefálica 96.8 —
puede emerger: presentación de frente. Estas dos últimas suelen ser
Pélviana 2.7 1:36
transitorias. A medida que avanza el parto, las presentaciones sin-
Estática transversal 0.3 1:335 cipitales y de frente casi siempre se convierten en presentaciones de
Compuesta 0.1 1:1 000 vértice o de cara por flexión o extensión del cuello, respectivamen-
Cara 0.05 1:2 000 te. Si esto no pasa, puede haber distocia, como se explica en el ca-
Frente 0.01 1:10 000 pítulo 23 (p. 452).
El feto a término se presenta por lo general con el vértice, lo
que resulta lógico porque el útero es piriforme o con forma de pe-
ra. Aunque la cabeza del feto a término es ligeramente más grande
fetal es longitudinal. Una estática transversal es menos frecuente, y que las nalgas, todo el polo podálico del feto —es decir, las nalgas y
los factores que predisponen a ésta incluyen la multiparidad, la las extremidades— es más voluminoso y móvil que el polo cefálico.
placenta previa, hidramnios y las anomalías uterinas (capítulo 23, El polo cefálico está compuesto únicamente por la cabeza del feto.
p. 452). Ocasionalmente, los ejes fetal y materno pueden cruzarse Hasta aproximadamente las 32 semanas, la cavidad amniótica es
en un ángulo de 45 grados, formando una estática oblicua. Dicha grande en comparación con la masa fetal, y el feto no está apretado
estática es inestable y se vuelve longitudinal o transversal durante por las paredes del útero. Sin embargo, con posterioridad, la pro-
el parto. porción de volumen de líquido amniótico disminuye en relación
con la masa fetal en crecimiento. Como resultado, las paredes del
útero se fijan más cerca de las partes fetales. El feto orienta su
⬛ Presentación fetal polaridad para que su polo podálico más abultado y móvil quede
La parte de presentación es la porción del cuerpo fetal que se en- en el fondo más amplio. La alta incidencia de presentación de nal-
cuentra en el canal del parto o en la proximidad más cercana. Por gas en fetos hidrocefálicos está de acuerdo con esta teoría, ya que
lo general, se puede sentir a través del cuello uterino durante la cuando el polo cefálico fetal es más grande requiere mayor espacio
exploración vaginal. Por consiguiente, en estáticas longitudinales, que el suelo podálico.
la parte de presentación es la cabeza o las nalgas del feto, las
cuales se denominan presentaciones cefálica y pelviana, respectiva-
Presentación pelviana
mente. Cuando el feto se encuentra con el eje largo de forma
transversal, el hombro es la parte de presentación. El cuadro 22-1 La incidencia de la presentación pelviana disminuye con la edad
describe las incidencias de estas diversas presentaciones. gestacional y se aproxima a 3% a término. Cuando el feto se presen-
ta de este modo, las tres configuraciones generales son las presenta-
Presentación cefálica ciones franca, completa y de pie, descritas en el capítulo 28 (p. 539).
La presentación pelviana puede deberse a circunstancias que impi-
Estas presentaciones se clasifican según la relación entre la cabeza den que tenga lugar una versión normal. Un ejemplo es un tabique
y el cuerpo del feto (figura 22-1). Por lo general, la cabeza se que sobresale en la cavidad uterina (capítulo 3, p. 45). Las variacio-
flexiona de modo que el mentón toque el tórax. La fontanela occi- nes de la actitud fetal, en particular la extensión de la columna ver-
pital es la parte de presentación, y ésta se denomina presentación tebral como se ve en las presentaciones pelvianas francas, también
de vértice u occipital. Con mucha menos frecuencia, el cuello del pueden evitar que el feto gire. Si la placenta se inserta en el segmen-
feto puede extenderse de repente para que el occipucio y la espal- to uterino inferior, puede distorsionar la anatomía intrauterina nor-
mal y provocar una presentación pelviana.

⬛ Actitud fetal
En los últimos meses del embarazo, el feto
asume una postura característica descrita
como actitud o hábito (véase figura 22-1).
Como regla general, el feto forma una ma-
sa ovoide que corresponde aproximada-
mente a la forma de la cavidad uterina. El
feto se dobla sobre sí mismo para crear una
espalda convexa. La cabeza está fuerte-
mente flexionada; el mentón está casi en
contacto con el pecho; los muslos se flexio-
nan sobre el abdomen y las piernas se do-
blan en las rodillas. En todas las presenta-
ciones cefálicas, los brazos por lo general
A B C D se encuentran en el pecho o paralelos a los
lados. El cordón umbilical llena el espacio
FIGURA 22-1 Estática longitudinal. Presentación cefálica. Diferencias en la actitud del entre las extremidades. Esta postura carac-
cuerpo fetal en presentaciones (A) de vértice, (B) sincipital, (C) de frente y (D) de ca- terística es un resultado del modo de creci-
ra. Obsérvense los cambios en la actitud del feto en relación con el vértice fetal a me- miento del feto y su adaptación a la cavi-
dida que la cabeza se flexiona menos. dad uterina.

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CAPÍTULO 22 Parto normal 423

CAPÍTULO 22
A B

FIGURA 22-2 Estática longitudinal. Presentación de vértice. A. occipitoanterior izquierda (LOA, left occiput anterior). B. occipitopos-
terior izquierda (LOP, left occiput posterior).

Excepciones anormales de esta actitud se producen a medida OA


que la cabeza fetal se extiende más, de manera progresiva, de la
presentación de vértice a la de cara. Esto provoca un cambio pro- ROA LOA
gresivo en la actitud fetal de un contorno convexo (flexionado) a
un contorno cóncavo (extendido) de la columna vertebral. ROT LOT

⬛ Posición fetal ROP LOP


La posición se refiere a la relación de una porción elegida arbitraria-
mente de la parte de presentación fetal hacia el lado derecho o iz- OP
quierdo del canal del parto. Por consiguiente, con cada presenta-
ción puede haber dos posiciones —derecha o izquierda. El occipucio
fetal, el mentón (mentum) y el sacro son los puntos determinantes Aproximadamente dos tercios de todas las presentaciones de
en las presentaciones de vértice, cara y pelviana, respectivamente vértice están en la posición occipital izquierda, y un tercio en la
(figuras 22-2 a 22-6). Debido a que la parte de presentación puede derecha.
estar en la posición izquierda o derecha, se emplean las designacio- En las presentaciones de hombro, el acromion (escápula) es la
nes occipital izquierda y derecha (LO y RO), de mentoniana iz- porción del feto elegida arbitrariamente para la orientación con
quierda y derecha (LM y RM), y sacra izquierda y derecha (LS y RS). la pelvis materna. Un ejemplo de la terminología que se emplea a
Además, se considera la relación de una porción dada de la parte veces para este propósito se ilustra en la figura 22-7. El acromion
de presentación con la porción anterior (A), transversal (T) o poste- o la espalda del feto pueden dirigirse hacia atrás o hacia adelante
rior (P) de la pelvis materna. Como se muestra en las figuras 22-2 a y hacia arriba o hacia abajo. Debido a que es imposible diferen-
22-6, hay seis variedades de cada una de las tres presentaciones. Por ciar exactamente las diversas variedades de presentación del
tanto, en una presentación occipital, la presentación, posición y va- hombro con un examen clínico y porque tal diferenciación espe-
riedad pueden abreviarse en el sentido de las agujas del reloj como: cífica no tiene ningún propósito práctico, es costumbre referirse

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424 SECCIÓN 7 Trabajo de parto


SECCIÓN 7

A B

FIGURA 22-3 Estática longitudinal. Presentación de vértice. A. Occipitoposterior derecha (ROP, right occiput posterior). B. Occipito-
transversa derecha (ROT, right occiput transverse).

a todas las estáticas transversales simplemente como presentacio-


nes de hombro. Otro término utilizado es estática transversal, con
espalda arriba o espalda abajo, lo cual es clínicamente importante
al decidir el tipo de incisión para el alumbramiento por cesárea
(capítulo 23, p. 453).

⬛ Diagnóstico
Maniobras de Leopold
Se pueden usar varios métodos para diagnosticar la presentación
y la posición del feto. El examen abdominal se puede realizar de
forma sistemática mediante el empleo de las cuatro maniobras
descritas por Leopold en 1894 y que se muestran en la figura 22-8.
La madre se encuentra en posición supina y cómodamente situa-
da con su abdomen descubierto. Estas maniobras pueden ser difí-
ciles, si no imposibles, de realizar e interpretar si la paciente es
obesa, si el volumen del líquido amniótico es excesivo o si la pla-
centa está insertada de manera anterior.
La primera maniobra evalúa el fondo uterino. Permite la iden-
tificación de la estática fetal y la determinación de cuál polo fetal
—es decir, cefálico o pelviano— ocupa el fondo. La parte de las
nalgas da la sensación de una gran masa nodular, mientras que la
cabeza se siente dura y redonda y es más móvil.
La segunda maniobra se realiza cuando las palmas se colocan a
ambos lados del abdomen materno y se ejerce una presión suave
pero profunda. Por un lado, se siente una estructura dura y resis-
tente, la espalda. Por el otro, se sienten numerosas partes móviles
pequeñas e irregulares, las extremidades fetales. Cuando se com-
FIGURA 22-4 Estática longitudinal. Presentación de vértice. prueba si la espalda está en dirección anterior, transversal o poste-
Occipitoanterior derecha (ROA, right occiput anterior). rior, se puede determinar la orientación fetal.

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CAPÍTULO 22 Parto normal 425

CAPÍTULO 22
Mentoanterior izquierda Mentoanterior derecha Mentoposterior derecha

FIGURA 22-5 Estática longitudinal. Presentación de cara. Posiciones mentoanterior izquierda y derecha y mentoposterior derecha.

FIGURA 22-7 Estática transversal. Acromiodorsoposterior de-


recha (RADP, Right acromiodorsoposterior). El hombro del feto
FIGURA 22-6 Estática longitudinal. Presentación pelviana. Sa- está a la derecha de la madre y la espalda está en posición
croposterior izquierda (LSP, Left sacrum posterior). posterior.

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426 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

parto. Al menos en el pasado, de acuerdo


con Lydon-Rochelle y colegas (1993), los clí-
nicos experimentados han identificado con
precisión la mala representación fetal utili-
zando maniobras de Leopold con una alta
SECCIÓN 7

sensibilidad —88%, especificidad —94%, va-


lor predictivo positivo —74% y valor predic-
tivo negativo —97%. Con la experiencia, es
posible estimar el tamaño del feto mediante
estas maniobras (Field, 1995). Sin embargo,
las estimaciones por palpación y los pesos
reales al nacer, especialmente en una mujer
obesa, guardan poca correlación (Fox, 2009;
Goetzinger, 2014; Noumi, 2005).

Examen vaginal
Antes del parto, el diagnóstico de la presen-
tación fetal y la posición mediante examen
A B
vaginal no es a menudo concluyente porque
la parte de presentación debe palparse a tra-
vés de un cuello uterino cerrado y un seg-
mento uterino inferior. Con el inicio del
trabajo de parto y después de la dilatación
cervical, las presentaciones de vértice y sus
posiciones se reconocen por la palpación de
las diversas suturas y fontanelas fetales. Las
presentaciones faciales y de nalgas se iden-
tifican mediante la palpación de los rasgos
faciales o el sacro y el perineo fetales, res-
pectivamente. Durante este examen vagi-
nal, es aconsejable seguir una rutina defini-
da, la cual comprende cuatro movimientos.
Primero, el examinador inserta dos dedos
en la vagina y se encuentra la parte de pre-
sentación. La diferenciación de vértice, cara
y nalgas se logra con facilidad. En segundo
lugar, si la presentación es de vértice, los
dedos se dirigen hacia atrás y posteriormente
se deslizan hacia adelante sobre la cabeza del
feto hacia la sínfisis materna (figura 22-9).
C D Durante este movimiento, los dedos cruzan
necesariamente la sutura sagital y su curso
FIGURA 22-8 Maniobras de Leopold (A-D) realizadas en fetos con una estática lon- lineal está trazado. A continuación, se deter-
gitudinal en la posición occipitoanterior izquierda (LOA). minan las posiciones de las dos fontanelas,
que se encuentran en cada extremo de la su-
tura sagital. Para esto, los dedos pasan a la
extensión más anterior de la sutura sagital, y
se examina e identifica la fontanela encon-
trada allí. Luego, los dedos pasan a lo largo
La tercera maniobra ayuda en la confirmación de la presenta- de la sutura al otro extremo de la cabeza hasta que se siente y se
ción fetal. El pulgar y los dedos de una mano agarran la parte in- diferencia la otra fontanela (figura 22-10). Por último, la estación,
ferior del abdomen materno justo por encima de la sínfisis del o el grado en que la parte de presentación ha descendido a la pel-
pubis. Si la parte de presentación no está encajada, se sentirá una vis, también se pueden establecer en este momento (p. 436). Con
masa móvil, por lo general la cabeza. La diferenciación entre cabe- el uso de estas maniobras, se determinan las diversas suturas y
za y nalgas se realiza como en la primera maniobra. fontanelas (figura 29-1, p. 554).
La cuarta maniobra ayuda a determinar el grado de descenso.
El examinador se coloca frente a los pies de la madre y los dedos
Ecografía y radiografía
de ambas manos se colocan en los lados de la parte de presenta-
ción. Ejerciendo una presión profunda en dirección del eje de la Las técnicas ecográficas pueden ayudar a identificar la posición
entrada pélvica. En muchos casos, cuando la cabeza ha descendi- fetal, especialmente en pacientes con paredes abdominales mus-
do a la pelvis, el hombro anterior o el espacio creado por el cuello culares u obesas. En comparación con los exámenes dactilares, la
pueden diferenciarse con facilidad de la cabeza dura. ecografía para la determinación de la posición de la cabeza del feto
La palpación abdominal se puede realizar durante los últimos durante el parto en la segunda etapa es más precisa (Ramphul,
meses del embarazo así como durante y entre las contracciones del 2014; Wiafe, 2016).

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CAPÍTULO 22 Parto normal 427

plegamiento mayor de las extremidades sobre


el tronco. Como resultado, el ovoide fetal se
transforma en un cilindro, con una sección
transversal lo más pequeña posible que pasa

CAPÍTULO 22
típicamente a través del canal del parto.

Encajamiento
El mecanismo mediante el cual el diámetro bi-
parietal —el mayor diámetro transversal en
una presentación occipital— pasa a través de la
entrada pélvica, se denomina encajamiento. La
cabeza del feto puede encajarse durante las
últimas semanas de embarazo o no hacerlo
hasta después del comienzo del parto. En mu-
chas multíparas y algunas nulíparas, la cabeza
FIGURA 22-9 Localización de la sutura sagital mediante examen vaginal. del feto puede moverse con libertad por enci-
ma de la entrada de la pelvis al inicio del par-
to. En esta circunstancia, se dice algunas veces que la cabeza “flo-
ta”. Una cabeza de tamaño normal no se encaja con su sutura
⬛ Presentación occipitoanterior sagital en dirección anteroposterior. En cambio, como se comentó,
En la mayoría de los casos, el vértice entra en la pelvis con la su- la cabeza del feto penetra casi siempre en la entrada de la pelvis ya
tura sagital que se encuentra en el diámetro pélvico transverso. El sea de forma transversal u oblicua. Segel y colaboradores (2012)
feto ingresa a la pelvis en la posición occipitotransversa izquierda analizaron el trabajo de parto en 5 341 pacientes nulíparas y des-
(LOT, left occiput transverse) con una mayor frecuencia que en la cubrieron que el encajamiento de la cabeza del feto antes del inicio
posición occipitotransversa derecha (ROT) (Caldwell, 1934). En las del parto no afectó las tasas de alumbramiento vaginal en el parto
posiciones occipitoanterior —LOA o ROA— la cabeza puede entrar espontáneo o inducido.
en la pelvis con el occipucio ya girado 45 grados de forma anterior La cabeza del feto tiende a acomodarse al eje transversal de la
desde la posición transversal, aunque esta rotación puede ocurrir entrada pélvica, en tanto que la sutura sagital, si bien permanece
posteriormente. El mecanismo de parto en todas estas presenta- paralela a este eje, puede que no esté exactamente a medio camino
ciones suele ser similar. entre la sínfisis y el promontorio sacro. La sutura sagital está de-
Los cambios necesarios en la posición de la parte de presenta- flexionada a menudo en dirección posterior hacia el promontorio,
ción para desplazarse por el canal pélvico constituyen los mecanis- o anterior hacia la sínfisis del pubis (figura 22-12). Esta deflexión
mos del parto. Los movimientos cardinales del parto son el encaja- lateral a una posición anterior o posterior en la pelvis se denomina
miento, el descenso, la flexión, la rotación interna, la extensión, la asinclitismo. Si la sutura sagital se acerca al promontorio sacro, una
rotación externa y la expulsión (figura 22-11). Durante el parto, mayor parte del hueso parietal anterior entra en contacto con los
estos movimientos no sólo son secuenciales sino que también dedos del examinador, y la condición se denomina asinclitismo an-
muestran una gran superposición temporal. Por ejemplo, en el terior. Sin embargo, si la sutura sagital se encuentra cerca de la
encajamiento, hay flexión y descenso de la cabeza. Es imposible sínfisis, se presentará una mayor parte del hueso parietal poste-
que los movimientos se completen a menos que la parte de pre- rior, y la condición se denomina asinclitismo posterior. Con asincli-
sentación descienda de manera simultánea. De forma conjunta, tismo posterior extremo, puede palparse fácilmente el oído pos-
las contracciones uterinas producen modificaciones importantes terior.
en la actitud o el hábito fetal, en especial después de que la cabeza En el trabajo de parto normal los grados moderados de asinclli-
ha descendido a la pelvis. Estos cambios consisten principalmente tismo son la regla. Sin embargo, si son intensos, la condición es una
en la extensión fetal, con pérdida de convexidad dorsal y en un razón común para la desproporción cefalopélvica aun con una pel-
vis de tamaño normal. El desplazamiento
sucesivo de la cabeza del feto del asinclitis-
mo posterior a anterior ayuda al descenso.

Descenso
Este movimiento es el primer requisito para
el nacimiento del recién nacido. En las nulí-
paras, el encajamiento puede tener lugar
antes del inicio del parto, y puede que no le
siga un descenso adicional hasta el inicio de
la segunda etapa. En multíparas, el descenso
suele comenzar con el encajamiento. El des-
censo se produce por una o más fuerzas de
un total de cuatro: 1) presión del líquido am-
niótico, 2) presión directa del fondo sobre la
pelvis durante las contracciones, 3) esfuer-
zos de compresión de los músculos abdomi-
nales maternos y 4) extensión y endereza-
FIGURA 22-10 Diferenciación de las fontanelas mediante examen vaginal. miento del cuerpo fetal.

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428 SECCIÓN 7 Trabajo de parto


SECCIÓN 7

1. Cabeza flotante, antes del encajamiento. 5. Extensión completa

2. Encajamiento, descenso, flexión. 6. Restitución (rotación externa)

3. Descenso adicional, rotación interna. 7. Salida del hombro anterior.

4. Rotación completa, extensión inicial. 8. Salida del hombro posterior.

FIGURA 22-11 Movimientos cardinales de trabajo de parto y alumbramiento desde una posición occipitoanterior izquierda.

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CAPÍTULO 22 Parto normal 429

Asinclitismo anterior Sinclitismo normal Asinclitismo posterior

CAPÍTULO 22
Plano
Sutura occipito-
Parietal frontal Parietal
sagital
anterior posterior
Plano de
entrada pélvica

FIGURA 22-12 Sinclitismo y asinclitismo.

Flexión rota en dirección posterior hacia el hueco del sacro (figuras 22-14
y 22-15). La rotación interna es esencial para completar el trabajo
En cuanto la cabeza descendente encuentra resistencia, ya sea
de parto, excepto cuando el feto es inusualmente pequeño.
desde el cuello uterino, las paredes pélvicas o el suelo pélvico, por
Calkins (1939) estudió a más de 5 000 pacientes en trabajo de
lo regular se flexiona. Con este movimiento, el mentón se pone en
parto para determinar el tiempo de rotación interna. Llegó a la
contacto de una forma más cercana con el tórax del feto, y el diá-
conclusión de que, en aproximadamente dos tercios, la rotación
metro suboccipitobregmático apreciablemente más corto se susti-
interna se completa en el momento en que la cabeza llega al sue-
tuye por el diámetro occipitofrontal más largo (figura 22-13).
lo pélvico; en alrededor de otro cuarto, la rotación interna se
completa poco después de que la cabeza alcance el suelo pélvico;
Rotación interna y en 5% restante, la rotación no tiene lugar. Cuando la cabeza no
Este movimiento hace que el occipucio se aleje de manera gradual gira hasta alcanzar el suelo pélvico, rota normalmente durante las
del eje transversal. Por lo general, el occipucio gira en dirección siguientes contracciones en multíparas. En las nulíparas, la rota-
anterior hacia la sínfisis del pubis pero, con menos frecuencia, ción ocurre de forma regular durante las siguientes tres a cinco
contracciones.

Extensión
Después de la rotación interna, la cabeza flexionada de forma an-
gulosa alcanza la vulva y experimenta una extensión. Si la cabeza
angulosamente flexionada no se extendiera al alcanzar el suelo
pélvico, sino que se adentrara más, impactaría en la porción pos-
terior del perineo y de manera eventual sería forzada a través de
los tejidos perineales. Sin embargo, cuando la cabeza presiona el
piso pélvico, entran en juego dos fuerzas. La primera, ejercida por
el útero, actúa más posteriormente, y la segunda, efectuada por el
suelo pélvico resistente y la sínfisis, actúa más anteriormente. El
vector resultante está en la dirección de la abertura vulvar, lo que
provoca la extensión de la cabeza. Esto pone la base del occipucio
en contacto directo con el margen inferior de la sínfisis del pubis
(véase figura 22-14).
Con la distensión progresiva del perineo y la abertura vaginal,
aparece gradualmente una porción cada vez más grande del occipu-
cio. La cabeza emerge a medida que el occipucio, el bregma, la
frente, la nariz, la boca y, finalmente, el mentón, pasan de manera
sucesiva sobre el borde anterior del perineo. Inmediatamente des-
pués del alumbramiento, la cabeza cae hacia abajo para que el men-
tón quede sobre el ano materno.

FIGURA 22-13 La acción de palanca produce la flexión de la Rotación externa


cabeza. La conversión de diámetro occipitofrontal (izquierda) a
suboccipitobregmático (derecha) reduce típicamente el diáme- Después de que la cabeza emerge ésta sufre una restitución (véase
tro anteroposterior de casi 12 a 9.5 cm. figura 22-11). Si el occipucio se dirigió en un inicio hacia la izquier-

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430 SECCIÓN 7 Trabajo de parto


SECCIÓN 7

A B

C D

FIGURA 22-14 Mecanismo de parto para la posición occipitotransversa izquierda, vista lateral. A. Encajamiento con asinclitismo
posterior en el borde pélvico. Durante el descenso, la sutura sagital se desvía hacia el sacro. B. Esto conduce al asinclitismo ante-
rior. C. Rotación interna y descenso. D. Mayor rotación interna y descenso con extensión del cuello.

45º
3
45º
2
1 45º

FIGURA 22-15 Mecanismo de parto para la posición occipitoposterior derecha que muestra rotación anterior.

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CAPÍTULO 22 Parto normal 431

da, gira entonces hacia la tuberosidad isquiática izquierda. Si ori-


ginalmente se trasladó hacia la derecha, el occipucio rota a la de-
recha. La restitución de la cabeza a la posición oblicua es seguida
por una rotación externa completa para alcanzar nuevamente una

CAPÍTULO 22
posición transversal. Este movimiento corresponde a la rotación
del cuerpo del feto y sirve para relacionar su diámetro bisacromial
con el diámetro anteroposterior de la salida pélvica. Así, un hom-
bro es anterior detrás de la sínfisis y el otro es posterior. Este mo-
vimiento es provocado aparentemente por los mismos factores
pélvicos que produjeron la rotación interna de la cabeza.

Expulsión
Casi inmediatamente después de la rotación externa, el hombro
anterior aparece bajo la sínfisis del pubis, y el perineo pronto se
dilata por el hombro posterior. Después de la salida de los hom-
bros, el resto del cuerpo pasa con rapidez. Cuando el hombro an- FIGURA 22-16 Moldeo considerable de la cabeza y la forma-
terior está fuertemente encajado debajo de la sínfisis, se diagnos- ción de succión en un recién nacido que acaba de salir.
tica distocia de hombro, la cual se describe en el capítulo 27 (p. 520).

⬛ Presentación occipitoposterior put se forma por lo regular cuando la cabeza está en la parte infe-
En aproximadamente 20% de los partos, el feto ingresa a la pelvis rior del canal del parto y con frecuencia sólo después de que se
en una posición occipitoposterior (OP, occiput posterior) (Caldwell, encuentra la resistencia de una salida vaginal rígida. Debido a que
1934). La posición occipitoposterior derecha (ROP) es un poco más se desarrolla sobre el área más dependiente de la cabeza, se puede
frecuente que la izquierda (LOP). Parece probable, a partir de las deducir la posición original de la cabeza del feto al observar la
pruebas radiográficas, que las posiciones posteriores se asocian ubicación del caput succedaneum.
más a menudo con un diámetro pélvico anterior reducido. Tam- El moldeo se refiere a cambios en la forma de la cabeza ósea del
bién se ven más comúnmente en relación con la placentación ante- feto como resultado de fuerzas compresivas externas (véase figura
rior (Gardberg, 1994a). 22-16). Algunos moldeos se desarrollan antes del parto lo que po-
En la mayoría de las presentaciones occipitoposteriores, el me- siblemente esté relacionado con las contracciones de Braxton Hic-
canismo de parto es idéntico al observado en las variedades trans- ks. La mayoría de los estudios indican que los huesos parietales se
versales y anteriores, excepto que el occipucio debe rotar interna- superponen pocas veces. Un mecanismo de “cierre” en las suturas
mente hacia la sínfisis del pubis hasta 135 grados, en lugar de 90 coronal y lambodoideas impiden tal superposición (Carlan, 1991).
y 45 grados, respectivamente (véase figura 22-15). El moldeo da como resultado un diámetro suboccipitobregmático
Las contracciones efectivas, la flexión adecuada de la cabeza y reducido y un diámetro mentovertical alargado. Estos cambios
el tamaño promedio del feto en conjunto permiten que los occipu- son de la mayor importancia en pacientes con pelvis contraída o
cios que se colocan en la parte más posterior giren con rapidez tan presentaciones asinclíticas. En estas circunstancias, el grado en
pronto como alcancen el suelo pélvico, y que de esta forma el que la cabeza es capaz de moldearse puede marcar la diferencia
parto no se alargue de modo apreciable. Sin embargo, en 5 a 10% entre el parto vaginal espontáneo o quirúrgico. Algunas publica-
de los casos, la rotación puede ser incompleta o no producirse en ciones más antiguas se refirieron a la deformación grave de la ca-
lo absoluto, en especial si el feto es grande (Gardberg, 1994b). Las beza como la causa de un posible trauma cerebral. Debido a la
contracciones deficientes, la flexión defectuosa de la cabeza o la gran cantidad de factores asociados, por ejemplo, el parto prolon-
analgesia epidural, las cuales disminuyen la presión muscular ab- gado con sepsis fetal y acidosis, es imposible vincular el moldeo
dominal y relajan los músculos del suelo pélvico, pueden predis- con alguna supuesta secuela neurológica fetal o neonatal. La mayo-
poner a una rotación incompleta. Si la rotación es incompleta, ría de los casos de moldeo se resuelve en la semana posterior al
puede producirse una detención en el plano transversal. Si no se parto, aunque se han descrito casos persistentes (Graham, 2006).
produce una rotación hacia la sínfisis, el occipucio puede perma- En el capítulo 33 (p. 628) se analiza la diferenciación del moldeo,
necer en la posición occipitoposterior directa, una condición co- el caput succedaneum y el cefalohematoma.
nocida como variedad posterior persistente del occipucio. Ambas
pueden llevar a la distocia y al parto por cesárea. Las técnicas
para hacer la rotación manualmente desde las posiciones OP a CARACTERÍSTICAS DEL PARTO NORMAL
OA se ilustran en el capítulo 29 (p. 560).
El mayor impedimento para comprender el parto normal es reco-
nocer su inicio. La definición estricta de parto es: contracciones
⬛ Cambios en la forma de la cabeza uterinas que provocan un desgaste y una dilatación del cuello uterino
demostrables. Lo anterior no ayuda fácilmente al médico en la de-
del feto
terminación del comienzo del trabajo de parto, ya que este diag-
En presentaciones de vértice, las fuerzas del parto alteran la forma nóstico se confirma sólo de forma retrospectiva. Se pueden usar
de la cabeza del feto. En partos prolongados antes de la dilatación varios métodos para marcar su inicio. Uno define el inicio como la
cervical completa, la porción del cuero cabelludo fetal que se en- hora en que las contracciones dolorosas se vuelven regulares. Des-
cuentra justo sobre el orificio cervical se vuelve edematosa. Esta afortunadamente, la actividad uterina que causa molestias, pero
hinchazón se conoce como caput succedaneum (figura 22-16). Por que no representa un trabajo de parto real, puede desarrollarse en
lo general, alcanza un grosor de sólo unos pocos milímetros, pero cualquier momento durante el embarazo. El trabajo de parto falso
en partos prolongados puede ser lo suficientemente extenso para a menudo se detiene de manera espontánea, o puede proceder
evitar la diferenciación de las diversas suturas y fontanelas. El ca- con rapidez a contracciones efectivas.

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432 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

Descenso
10
1959-1966
2002-2008
8
Dilatación (cm)
SECCIÓN 7

4
División de

Dilatación
División dilatación División
2 preparatoria pélvica
0 1 2 3 4 5 6
Tiempo (hora) Tiempo
FIGURA 22-17 Curvas de trabajo de parto promedio para pa- FIGURA 22-18 Curso de parto dividido funcionalmente sobre
cientes con embarazos únicos a término que se presentan en la base de las curvas de dilatación y descenso en: 1) una divi-
un parto espontáneo con alumbramiento vaginal para nulíparas sión preparatoria, incluidas las fases latente y de aceleración;
de 1959-1966 en comparación con las de 2002-2008. (Redibu- 2) una división de dilatación, que ocupa la fase de máxima pen-
jado de Laughon SK, Branch W, Beaver J, et al. Changes in la- diente, y 3) una división pélvica, que abarca tanto la fase de
bor patterns over 50 years. Am J Obstet Gynecol 2012;206:419. desaceleración como la segunda etapa concurrentes con la
e1.9.) fase de máxima pendiente de descenso. (Redibujado de Fried-
man EA. Labor: Clinical Evaluation and Management. 2a. ed.
Un segundo método define el inicio del trabajo de parto a par- New York: Appleton-Century-Crofts; 1978.)
tir del ingreso a la unidad de atención a éste. En Estados Unidos,
el ingreso para el parto con frecuencia se basa en la extensión de
la dilatación cervical acompañada de contracciones dolorosas. Si además la fase activa en la fase de aceleración, de pendiente máxima
una mujer tiene membranas intactas, se presume que una dilata- y de desaceleración (figura 22-19).
ción cervical de 3 a 4 cm o más es un umbral razonablemente
confiable para el diagnóstico del trabajo de parto. En este caso, se Fase latente
inicia el trabajo de parto con el momento de ingreso hospitalario. El comienzo del parto latente, según lo definió Friedman (1972), es
Este método basado en presunciones evita muchas de las incerti- el punto en el que la madre percibe contracciones regulares. La fase
dumbres en el diagnóstico del trabajo de parto durante las etapas latente para la mayoría de las pacientes termina una vez que se al-
más tempranas de la dilatación cervical. Laughon y colegas (2012) canza la dilatación de 3 a 5 cm. Este umbral puede ser clínicamente
compararon la duración del parto espontáneo a término en nulí-
paras que dieron a luz en Estados Unidos entre 1959 y 1966 con
la duración en las que concibieron de 2002 a 2008. Como se mues- 10
tra en la figura 22-17, durante esos 50 años, la duración del parto
Fase de pendiente

desaceleración
aumentó en alrededor de 2 horas.
Fase de
máxima

8
⬛ Primera etapa del parto
Dilatación cervical (cm)

Para el parto, Friedman (1954) describió un patrón sigmoideo ca-


racterístico al representar la dilatación cervical en función del tiem- 6
po. Este enfoque gráfico, que se basó en observaciones estadísticas,
aceleración
Fase de

cambió el tratamiento del parto. Friedman desarrolló el concepto


de tres divisiones funcionales del parto para describir los objetivos 4
fisiológicos de cada división (figura 22-18). Primero, durante la di-
visión preparatoria, aunque el cuello uterino se dilata poco, los com-
ponentes de su tejido conjuntivo cambian considerablemente (ca- 2
pítulo 21, p. 413). La sedación y la analgesia de conducción son
capaces de detener esta división. La división de dilatación, durante 2a.
Fase latente Fase activa
la cual se produce la dilatación a su ritmo más rápido, no se ve etapa
0
afectada por la sedación. Por último, la división pélvica comienza 2 4 6 8 10 12 14
con la fase de desaceleración de la dilatación cervical. Los mecanis- Tiempo (h)
mos de parto clásicos que involucran los movimientos cardinales
fetales de la presentación cefálica tienen lugar principalmente du- FIGURA 22-19 Combinación de la curva de dilatación media
rante esta división pélvica. En la práctica real, sin embargo, el ini- para el parto de nulíparas. La primera etapa se divide en una
cio de la división pélvica pocas veces se identifica con claridad. fase latente relativamente plana y una fase activa rápidamente
Como se muestra en la figura 22-18, el patrón de dilatación progresiva. En la fase activa, hay tres partes componentes
cervical durante la división preparatoria y de dilatación del trabajo identificables que incluyen una fase de aceleración, una de
de parto normal es una curva sigmoidea. Se definen dos fases de pendiente máxima y una de desaceleración. (Redibujado de
dilatación cervical. La fase latente corresponde a la división prepa- Friedman EA. Labor: Clinical Evaluation and Management. 2a.
ratoria y la fase activa a la división dilacional. Friedman subdividió ed. New York: Appleton-Century-Crofts; 1978.)

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CAPÍTULO 22 Parto normal 433

10 ron la creencia sostenida de que la prolongación de la fase latente


es benigna.
9
8 Fase activa

CAPÍTULO 22
7 El progreso del trabajo de parto en nulíparas tiene un significado
particular porque todas estas curvas revelan un cambio rápido en
Dilatación (cm)

6 la pendiente de las tasas de dilatación cervical entre 3 y 5 cm (véa-


5 se figura 22-20). Por tanto, se puede considerar que la dilatación cervical
de 3 a 6 cm o más, en presencia de contracciones uterinas, representa el
4
umbral para el parto activo. Del mismo modo, estas curvas propor-
3 cionan guías útiles para el tratamiento del parto.
De vuelta a Friedman (1955), la duración media del parto en
2
fase activa en nulíparas fue de 4.9 horas. Pero la desviación están-
1 dar de 3.4 horas es grande, por tanto, se informó que la fase activa
tiene un máximo estadístico de 11.7 horas. De hecho, las tasas de
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 dilatación cervical oscilaron entre un mínimo de 1.2 y 6.8 cm/h.
Friedman (1972) también descubrió que las multíparas progresan
Horas algo más rápido en el parto en fase activa, con una tasa normal
Hendricks, Brenner & Kraus Ledger mínima de 1.5 cm/h. Su análisis del parto en fase activa describe
Studd Univ. of Michigan
conjuntamente las tasas de descenso fetal y dilatación cervical (véa-
se figura 22-18). El descenso comienza en la etapa posterior de la
Rodesch et al. Temple Univ. dilatación activa, a partir de 7 a 8 cm en nulíparas y se vuelve más
rápido después de 8 cm.
Philpott & Castle Friedman
Hendricks y colaboradores (1970) cuestionaron las conclusio-
FIGURA 22-20 Progreso del parto en pacientes primerizas nes de Friedman sobre el curso del parto humano normal. Sus
desde el momento del ingreso. Cuando el punto de inicio de la principales diferencias incluyeron: 1) ausencia de una fase latente,
abscisa comienza con el ingreso en el hospital, no se observa 2) fase sin desaceleración, 3) brevedad del parto y 4) dilatación a
una fase latente. tasas similares para nulíparas y multíparas después de 4 cm. Ellos
cuestionaron el concepto de una fase latente porque observaron
que el cuello uterino se dilató y borró lentamente durante las 4
semanas previas al parto. Sostuvieron que la fase latente en realidad
útil, ya que define límites de dilatación más allá de los cuales se progresó durante varias semanas. También informaron que el par-
puede esperar un parto activo. Más recientemente, un Comité de to fue relativamente rápido. Específicamente, el tiempo promedio
Consenso del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y la desde el ingreso hasta la dilatación completa fue de 4.8 horas para
Sociedad de Medicina Materno-Fetal (2016c) han redefinido que el nulíparas y de 3.2 horas para multíparas.
parto activo comienza con 6 cm de dilatación. Una discusión más Otros han reevaluado las curvas de parto de Friedman. Zhang
completa de estos cambios con relación al parto se encuentra en el y colaboradores (2010) estudiaron registros de parto electrónico
capítulo 23 (p. 445). de 62 415 parturientas con parto espontáneo a término y vaginal.
Este concepto de fase latente tiene una gran importancia en la Para las nulíparas, el tiempo medio para progresar de 4 a 5 cm fue
comprensión del trabajo de parto humano normal, porque el parto de 1.3 horas, de 5 a 6 cm 0.8 horas y posteriormente, se obtuvie-
es considerablemente más largo cuando se incluye una fase latente. ron centímetros adicionales alrededor de cada 0.5 horas. Descu-
Para ilustrar mejor esto, la figura 22-20 muestra ocho curvas de brieron que el parto normal puede tardar más de 6 horas en pro-
trabajo de parto de nulíparas en las que se diagnosticó el parto gresar de 4 a 5 cm y más de 3 horas de 5 a 6 cm de dilatación. Las
desde el momento de su admisión, en lugar de hacerlo a partir de tasas para multíparas fueron similares de 4 a 6 cm. Luego, el parto
la aparición de contracciones regulares. Cuando el parto se define se aceleró mucho más rápido en multíparas. Los datos de este es-
de manera similar, las curvas individuales de parto son notable- tudio constituyen la base de las nuevas pautas con respecto a las
mente comparables. indicaciones de nacimiento por cesárea para la detención del par-
Friedman y Sachtleben (1963) definieron una fase latente pro- to presentadas en el documento de Consenso de Cuidado Obsté-
longada como aquella que supera las 20 horas en las nulíparas y trico del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y la So-
las 14 en las multíparas. Estos tiempos correspondieron a los per- ciedad de Medicina Materno-Fetal (2016c) y se describen en el
centiles 95. Los factores que afectaron la duración de la fase laten- capítulo 23 (p. 444).
te incluyen sedación excesiva o analgesia epidural; afección cer- En un estudio realizado en el Parkland Hospital, se descubrió
vical desfavorable, es decir, la existencia de tejido grueso o sin que la analgesia epidural alarga la fase activa de la curva de traba-
dilatación, y trabajo de parto falso. De las embarazadas a las que jo de Friedman en 1 hora (Alexander, 2002). Este aumento fue el
se les había administrado sedación intensa, 85% entró finalmente resultado de un ligero, pero significativo descenso en la tasa de
en parto activo. En otro 10%, las contracciones uterinas cesaron, dilatación cervical: 1.4 cm/h en las pacientes que recibieron anal-
lo que sugiere que tenían un trabajo de parto falso. Un 5% restan- gesia epidural comparada con 1.6 cm/h en las que no la recibie-
te experimentó la persistencia de una fase latente anormal y re- ron. Varios otros informes señalan también que la obesidad de la
quirió la estimulación con la oxitocina. Se evitó la amniotomía madre alarga las primeras etapas del parto entre 30 y 60 minutos
debido a la incidencia de 10% de trabajo de parto falso. Sokol y (Chin, 2012; Kominiarek, 2011). Finalmente, Adams y colabora-
colaboradores (1977) informaron una incidencia de 3 a 4% de fase dores (2012) descubrieron que el miedo materno prolongaba el
latente prolongada, independientemente de la paridad. Friedman parto en aproximadamente 45 minutos.
(1972) informó que la prolongación de la fase latente no influyó Se ha notificado que las anomalías de la fase activa ocurren en
negativamente en las tasas de morbilidad o mortalidad fetal o los partos de 25% de nulíparas y 15% de multíparas (Sokol, 1977).
materna. Sin embargo, Chelmow y colaboradores (1993) refuta- Friedman (1972) subdividió los problemas de fase activa en tras-

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434 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

tornos de prolongación y detención. Los patrones anormales de par- Primero, el parto debe ser reconocido como un proceso fisiológico
to, los criterios de diagnóstico y los métodos de tratamiento se normal que la mayoría de las embarazadas experimenta sin com-
resumen en el capítulo 23 (p. 442). plicaciones. En segundo lugar, deben anticiparse las complicacio-
nes intraparto, que a menudo surgen de forma rápida e inespera-
da. Por tanto, los médicos deben hacer que todas las pacientes y
SECCIÓN 7

⬛ Segunda etapa del parto


sus acompañantes se sientan cómodos al mismo tiempo que ga-
Esta etapa comienza con la dilatación cervical completa y finaliza rantizan la seguridad de la madre y el recién nacido en caso de
con la salida del feto. La duración media es de aproximadamente 50 que surjan complicaciones de forma repentina. La Academia
minutos para nulíparas y alrededor de 20 para multíparas, pero es Americana de Pediatría y el Colegio Americano de Obstetras y
muy variable (Kilpatrick, 1989). En una paciente de paridad supe- Ginecólogos (2017) han colaborado en el desarrollo de las Pautas
rior con una vagina y perineo previamente dilatados, dos o tres es- para la atención perinatal. Estos proporcionan información detalla-
fuerzos de expulsión después de la dilatación cervical completa pue- da sobre el contenido apropiado de la atención intraparto, inclui-
den ser suficientes para el parto completo. Por el contrario, en una dos los requisitos del personal y de las instalaciones (cuadro 22-2).
con una pelvis contraída, con un feto grande o con esfuerzos de El trabajo de parto y el parto fuera del hospital son elegidos
expulsión afectados por la analgesia de conducción o la sedación, la por algunas parturientas. Esta opción y sus riesgos y beneficios se
segunda etapa puede ser más prolongada. Un mayor índice de masa analizan en el capítulo 27 (p. 524).
corporal materna no interfiere con la duración del parto en la segun-
da etapa (Carlhäll, 2013; Robinson, 2011). Las anomalías de esta
etapa se describen en el capítulo 23 (p. 446). ⬛ Tratamiento médico de urgencia
y ley de parto. EMTALA
⬛ Duración del parto El Congreso promulgó EMTALA en 1986 para garantizar el acceso
La duración normal del parto puede verse alterada por las nume- público a los servicios de emergencia, independientemente de la
rosas variables clínicas que afectan la conducta del parto en las capacidad de pago. Todos los hospitales que participan en el Me-
unidades obstétricas modernas. Kilpatrick y Laros (1989) informa- dicare con servicios de emergencia deben proporcionar un exa-
ron que la duración media del parto de primera y segunda etapa men de detección apropiado para cualquier mujer embarazada
fue de alrededor de 9 horas en nulíparas sin analgesia regional, y que experimente contracciones y se presente al departamento de
que el límite superior del percentil 95 era de 18.5 horas. Los tiem- emergencias para su evaluación.
pos correspondientes para los multíparas fueron una media de 6 La definición de una condición de emergencia hace referencia
horas y un 95% máximo. de 13.5 horas. Estos autores definieron el específica a una mujer embarazada que tiene contracciones. El
inicio del parto como el momento en que una mujer recordaba las parto se define como “el proceso de parto que comienza con la
contracciones regulares y dolorosas cada 3 a 5 minutos que condu- fase latente del parto y continúa hasta la salida de la placenta.
cían a un cambio cervical. Una mujer que experimenta contracciones tiene un parto verda-
El trabajo de parto espontáneo se analizó en cerca de 25 000 dero, a menos que un médico certifique que después de un tiem-
pacientes que dieron a luz a término en el Parkland Hospital a po razonable de observación, la mujer tiene un trabajo de parto
principios de los años noventa. Casi 80% de las embarazadas in- falso”. Una mujer con trabajo de parto verdadero se considera
gresaron con una dilatación cervical de 5 cm o menos. La paridad “inestable” para su traslado interhospitalario hasta que el recién
(nulíparas versus multíparas) y la dilatación cervical en el ingreso nacido y la placenta hayan salido. Sin embargo, una mujer esta-
fueron determinantes reveladores de la duración del parto espon- ble puede ser transferida bajo la dirección de la paciente o por un
táneo. La mediana de tiempo desde la admisión hasta el parto es- médico que certifique que los beneficios del tratamiento en otra
pontáneo para todas las parturientas fue de 3.5 horas, y 95% de instalación superan los riesgos del traslado. Los médicos y
todas las grávidas dieron a luz en 10.1 horas. Estos resultados su- hospitales que violen estos requisitos federales están sujetos a
gieren que el parto normal humano es relativamente corto. sanciones civiles y la terminación de su participación en el pro-
grama Medicare.
⬛ Resumen del parto normal
El parto se caracteriza por la brevedad y considerable variación bio-
lógica. El parto activo puede diagnosticarse de manera confiable
cuando la dilatación cervical es ≥3 cm en presencia de contraccio- CUADRO 22-2 Proporciones recomendadas de enfermera/
nes uterinas. Una vez que se alcanza este umbral de dilatación cer- paciente para el parto y el alumbramiento
vical, se puede esperar una progresión normal, según la paridad,
Proporción Entorno clínico
en las siguientes 4 a 6 horas. El progreso anticipado durante una
segunda etapa de 1 a 3 horas se monitorea para garantizar la segu- 2:1 Nacimiento.
ridad del feto. Finalmente, la mayoría de las pacientes en trabajo de 1:2 Pacientes en trabajo de parto sin
parto espontáneo, independientemente de la paridad, si no son complicaciones.
asistidas, darán a luz dentro de aproximadamente 10 horas des-
pués del ingreso para el trabajo de parto espontáneo. La actividad 1:1 Pacientes en trabajo de parto de segunda
uterina insuficiente es una causa común y corregible del progreso etapa.
anormal del parto. Por tanto, cuando la duración del parto normal su- 1:1 Pacientes con complicaciones médicas/
pera la norma esperada, deben considerarse primero las intervenciones
obstétricas.
distintas de la cesárea —por ejemplo, la administración de oxitocina.
1:1 Inducción/aumento de oxitocina.

TRATAMIENTO DEL PARTO NORMAL 1:1 Durante la iniciación de la analgesia


epidural.
El tratamiento ideal del trabajo de parto y el parto requiere dos 1:1 Circulación para el parto por cesárea.
puntos de vista potencialmente opuestos por parte de los médicos.

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CAPÍTULO 22 Parto normal 435

⬛ Identificación del trabajo de parto tos por un guante se introducen en la vagina, evitando la región
anal.
Se insta a las mujeres embarazadas a que informen al inicio del
trabajo de parto en lugar de postergar el aviso hasta que el mismo
Membranas rotas

CAPÍTULO 22
sea inminente por temor a que puedan estar experimentando uno
falso. La admisión temprana es especialmente importante si du- Durante la atención prenatal se instruye a la paciente para que sea
rante la atención previa al parto la paciente, el feto o ambos tienen consciente de la fuga de líquido de la vagina e informe de tal even-
factores de riesgo para complicaciones intraparto. to con prontitud. La rotura de las membranas es significativa por
Aunque la diferenciación entre trabajo de parto falso y verda- tres razones. Primero, si la parte de presentación no está fija en la
dero es difícil a veces, el diagnóstico por lo general se puede aclarar pelvis, el cordón umbilical puede experimentar un prolapso y
por la frecuencia e intensidad de las contracciones y por la dilata- comprimirse. En segundo lugar, es probable que el parto comien-
ción cervical. Pates y colegas (2007) estudiaron una recomendación ce pronto si el embarazo está en o cerca del término. En tercer
comúnmente utilizada para parturientas. Es decir, en ausencia de lugar, si el parto se retrasa después de la rotura de la membrana,
rotura de membranas o sangrado, las contracciones uterinas con 5 es más probable que haya la infección intrauterina y neonatal a
minutos de diferencia durante 1 hora —o sea, ≥12 contracciones en medida que aumenta el intervalo (Herbst, 2007).
1 hora— pueden representar el inicio del trabajo de parto. Entre las Durante el examen con espéculo estéril, las membranas rotas
768 pacientes de este estudio en el Parkland Hospital, el parto ac- se diagnostican si el líquido amniótico se acumula en el fornix
tivo definido como dilatación cervical ≥4 cm se diagnosticó dentro posterior o si fluye un líquido claro del canal cervical. Aunque se
de las 24 horas en tres cuartos de las grávidas con ≥12 contraccio- han recomendado varias pruebas de diagnóstico para la detección
nes por hora. Bailit y colaboradores (2005) compararon los resulta- de rotura de membranas, ninguna es completamente confiable. Si
dos de 6 121 grávidas que presentaron un trabajo de parto activo el diagnóstico sigue siendo incierto, otro método implica la
definido como contracciones uterinas más dilatación cervical ≥4 determinación del pH del fluido vaginal. El pH de las secreciones
cm con los de 2 697 parturientas que se presentaron en la fase la- vaginales normalmente oscila entre 4.5 y 5.5, mientras que el del
tente. Las pacientes que fueron ingresadas durante el trabajo de líquido amniótico suele ser >7.0. El uso del indicador nitrazina
parto en fase latente tuvieron más detenciones en la fase activa, para identificar membranas rotas es un método simple y bastante
una necesidad más frecuente de estimulación del parto con la oxi- confiable. Los papeles de prueba están impregnados con el tinte,
tocina y tasas más altas de corioamnionitis. Se llegó a la conclusión y el color de la reacción entre estas tiras de papel y los fluidos va-
de que las intervenciones médicas en grávidas que se presentaban ginales se interpreta en comparación con una tabla de colores es-
en la fase latente podrían haber sido la causa de anomalías de parto tándar. Un pH por encima de 6.5 es consistente con la rotura de
posteriores. las membranas. Pueden producirse resultados de pruebas falsos
En aquellos casos en que no se puede establecer con certeza un positivos con sangre, semen o vaginosis bacteriana coexistentes,
diagnóstico de trabajo de parto, la observación durante un periodo mientras que las pruebas falsas negativas pueden ocurrir con poco
más largo es a menudo prudente. Las grávidas que acuden al Par- líquido.
kland Hospital por síntomas de parto a las 240/7 semanas de gesta- Otras pruebas para identificar el líquido amniótico incluyen la
ción o más son evaluadas de forma sistemática en una unidad de arborización o ferning del líquido vaginal, lo que sugiere un líquido
asistencia al parto de urgencia contigua a una unidad de trabajo de amniótico en lugar de cervical. El líquido amniótico se cristaliza
parto y parto. Todas las embarazadas en el área de urgencias son para formar un patrón similar a un helecho debido a sus concen-
evaluadas por enfermeras practicantes y parteras certificadas utili- traciones relativas de cloruro de sodio, proteínas y carbohidratos.
zando protocolos por escrito. Las mujeres con embarazos sin com- La detección de alfa-fetoproteína en la bóveda vaginal se ha utili-
plicaciones, con membranas intactas y dilatación cervical <4 cm, zado para identificar el líquido amniótico (Yamada, 1998). Aun-
reciben un control fetal externo continuo por hasta 2 horas. Se que se requiere pocas veces, la identificación también puede se-
admiten parturientas diagnosticadas con trabajo de parto por un guir a la inyección de índigo carmín en el saco amniótico a través
cambio cervical o por contracciones uterinas persistentes. Des- de la amniocentesis abdominal. Por último, pueden buscarse pro-
pués de la revisión del médico, aquellas pacientes sin cambio cer- teínas específicas del fluido amniótico utilizando ensayos de pun-
vical o con disminución de las contracciones regresan a casa con to de atención. Estos incluyen AmniSure, que se une a la alfa mi-
un diagnóstico de trabajo de parto falso. En un estudio reciente, croglobulina-1 placentaria, y ROM Plus, que detecta la proteína de
un total de 3 949 pacientes con embarazos sin complicaciones en- unión al factor de crecimiento de la insulina-1 más alfa-fetoproteí-
tre las 370/7 y 416/7 semanas de gestación fueron diagnosticadas na (Doret, 2013; Igbinosa, 2017).
con trabajo de parto falso. El intervalo medio desde el alta hospi-
talaria hasta el momento en que se volvieron a presentar fue de 4.9
días (Nelson, 2017). En este protocolo, el alta hospitalaria con tra- Evaluación cervical
bajo de parto falso a término no se asoció con tasas más altas de El grado de borramiento cervical refleja la longitud del canal cervical
resultados neonatales adversos o parto por cesárea. El Colegio en comparación con la de un cuello uterino sin borramiento.
Americano de Obstetras y Ginecólogos (2016a) ha aprobado uni- Cuando la longitud del cuello uterino se reduce a la mitad, se des-
dades de clasificación obstétrica en hospitales. vanece en un 50%. Cuando el cuello uterino se vuelve tan delgado
como el segmento uterino inferior adyacente, se desvanece com-
pletamente, o a 100%.
⬛ Evaluación inicial La dilatación cervical se determina estimando el diámetro pro-
Se registran la presión sanguínea materna, la temperatura, el pul- medio de la abertura cervical mediante un recorrido con el dedo
so y la frecuencia respiratoria. El ritmo cardiaco fetal se evalúa llevado a cabo por el examinador desde el margen de la abertura
mediante un dispositivo Doppler portátil, ecografía o fetoscopio. cervical en un lado hasta el margen del lado opuesto. El diámetro
El registro de embarazo se revisa rápidamente para identificar las recorrido se estima en centímetros. Se dice que el cuello uterino
complicaciones. Los problemas identificados o anticipados duran- está completamente dilatado cuando el diámetro mide 10 cm, por-
te la atención prenatal deben destacarse en el registro de embara- que la parte que se presenta de un recién nacido con tamaño a
zo. La mayoría de las veces, a menos que haya sangrado en exceso, se término puede pasar generalmente a través de un cuello uterino
realiza un examen cervical. El índice y los dedos del medio cubier- que está con amplitud dilatado.

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436 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

La posición del cuello uterino está determinada por la relación anulada de captura limpia en todas las pacientes para detectar pro-
del sistema cervical con la cabeza del feto y se clasifica como poste- teínas y glucosa. Sin embargo, en el Parkland Hospital se obtiene
rior, posición media o anterior. La posición determina que la consis- una muestra de orina para la determinación de proteínas sólo en
tencia del cuello uterino sea suave, firme o entre suave y firme. grávidas hipertensas (cuadro 40-1, p. 712).
La estación fetal, es decir, el nivel de la parte del feto que se Se considera que las parturientas sin atención prenatal corren
SECCIÓN 7

presenta en el canal del parto, se describe en relación con las es- riesgo de contraer sífilis, hepatitis B y VIH, y se realizan estudios
pinas isquiáticas. Estas espinas se encuentran a medio camino de detección de estos, así como análisis de tipo de sangre y anti-
entre la entrada y la salida de la pelvis. Cuando la porción más cuerpos (American Academy of Pediatrics y American College of
baja de la parte fetal que se presenta está al nivel de las espinas, Obstetricians and Gynecologists, 2017). Algunos estados, por
se designa como una estación cero (0). ejemplo, Texas, exigen pruebas de rutina para la sífilis, la hepatitis
En el pasado, el eje largo del canal del parto por encima y por B y el VIH en todas las pacientes ingresadas en unidades de parto
debajo de las espinas isquiáticas estaba dividido arbitrariamente en y alumbramiento, incluso si se realizaron durante la atención pre-
tercios por algunos grupos y en quintos (aproximadamente 1 cm) natal.
por otros. En 1989, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólo-
gos adoptó la clasificación de estación que divide la pelvis por en- ⬛
cima y por debajo de las espinas en quintos. Cada quinto represen-
Tratamiento del parto de primera etapa
ta 1 cm por encima o por debajo de las espinas. Por tanto, a Tan pronto como sea posible después de la admisión, el resto de
medida que la parte fetal que se presenta desciende desde la entra- un examen general se completa. La mejor manera de determinar
da hacia las espinas isquiáticas, la designación es −5, −4, −3, −2, si un embarazo es normal resulta cuando se completan todos los
−1, y luego estación 0. Debajo de las espinas, a medida que la exámenes, incluidos los registros y las revisiones de laboratorio.
parte fetal presente desciende, ésta pasa +1, +2, +3, +4 y +5 esta- Luego se puede establecer un plan racional para monitorear el par-
ciones hacia la salida. La estación +5 cm corresponde a la cabeza to en función de las necesidades del feto y de la madre. Debido a
fetal visible en el introito. que el lapso del parto varía notablemente entre las mismas, las
Si la parte delantera de la cabeza fetal se encuentra en la estación afirmaciones precisas sobre la duración anticipada del parto son
0 o más abajo, la mayoría de las veces ha encajado, por lo que el plano imprudentes.
biparietal ha pasado a través de la entrada de la pelvis. Si la cabeza se En general, el alivio del dolor debe depender de las necesidades
encuentra moldeada de manera inusual o si la formación del caput succe- y deseos de la mujer. El American Academy of Pediatrics y Ameri-
daneum es amplia, o ambas cosas, a la vez, es posible que no se haya rea- can College of Obstetricians and Gynecologists (2017) ha especifica-
lizado el encajamiento, aunque la cabeza parece estar en la estación 0. do objetivos óptimos para la atención de pacientes con anestesia en
En un estudio realizado en cinco centros de enseñanza en Den- obstetricia. Esto se trata en detalle en el capítulo 25. En algunas
ver, se encuestó a residentes, enfermeras y profesores para deter- unidades, las embarazadas pueden optar por pasar parte del parto
minar qué definiciones se estaban utilizando para describir la esta- de primera etapa en una gran bañera con agua. Los riesgos y bene-
ción fetal (Carollo, 2004). Cuatro definiciones diferentes estaban ficios se describen en el capítulo 27 (p. 524).
en uso. ¡De manera inquietante, estos investigadores descubrieron
que pocos cuidadores sabían que otros estaban usando diferentes Monitoreo fetal intraparto
definiciones de estación! Dupuis y colegas (2005) probaron la con-
Este tema se discute en detalle en el capítulo 24. Brevemente, la
fiabilidad de las estimaciones clínicas de la estación usando la po-
American Academy of Pediatrics y American College of Obstetri-
sición de la parte principal en centímetros por encima o por deba-
cians and Gynecologists (2017) recomiendan que, durante el parto
jo de las espinas. Se utilizó un simulador de nacimiento en el que
de primera etapa, en ausencia de cualquier anomalía, debe com-
la estación podía medirse con precisión y compararse con el exa-
probarse el ritmo cardiaco fetal inmediatamente después de una
men vaginal realizado por los médicos. Informaron que los exami-
contracción al menos cada 30 minutos y luego cada 15 durante la
nadores clínicos tenían imprecisiones un tercio del tiempo.
segunda etapa. Si se usa monitoreo electrónico continuo, el ras-
Estas cinco características: dilatación cervical, desvanecimien-
treo se evalúa mínimo cada 30 minutos durante la primera etapa y
to, consistencia, posición y estación fetal, se evalúan al tabular el
al menos cada 15 minutos durante el parto de la segunda etapa.
puntaje de Bishop. Este puntaje se usa comúnmente para predecir
Para las pacientes con embarazos en riesgo, la auscultación del
el resultado de la inducción del parto y se analiza en el capítulo 26
corazón fetal se realiza al menos cada 15 minutos durante la pri-
(p. 505). En conjunto, estos factores sugieren la “favorabilidad”
mera etapa del parto y cada 5 minutos durante la segunda etapa.
subjetiva del cuello uterino para el éxito de la inducción.
El monitoreo electrónico continuo se puede utilizar con la evalua-
ción del rastreo cada 15 minutos durante la primera etapa del par-
Estudios de laboratorio to, y cada 5 minutos durante la segunda etapa.
Cuando una paciente ingresa para el parto, la mayoría de las veces
se controla la concentración de hematócrito o hemoglobina. El he-
matócrito se puede medir con facilidad y rapidez. En el Parkland
Monitoreo materno
Hospital, la sangre se recoge en un tubo de recolección estándar La temperatura, el pulso y la presión arterial se evalúan al menos
con anticoagulante. A partir de esto, se llena un tubo capilar he- cada 4 horas. Si las membranas se rompieron muchas horas antes
parinizado para girar en una centrífuga de microhematócrito en la del inicio del parto o si hay una elevación de la temperatura límite,
unidad de parto y alumbramiento. Esto ofrece un valor de hema- ésta se verifica cada hora.
tócrito en 3 minutos. El tubo de recolección inicial también se Si bien las contracciones uterinas por lo general se evalúan con
envía al laboratorio de hematología para su evaluación si el hema- monitoreo electrónico, se pueden examinar cuantitativa y cualita-
tócrito en el punto de atención tiene un volumen <30%. Se permi- tivamente de forma manual (capítulo 24, p. 478). Con la palma de
te que otro tubo de sangre etiquetado se coagule y se envía al la mano apoyada ligeramente sobre el útero, se determina el tiem-
banco de sangre para determinar el tipo sanguíneo y la prueba de po de inicio de la contracción. Su intensidad se mide a partir del
anticuerpos, si es necesario. Se recoge una muestra final para la grado de firmeza que logra el útero. A la altura de las contracciones
serología de la sífilis y el virus de la inmunodeficiencia humana efectivas, el dedo o pulgar no puede marcar fácilmente el útero
(VIH). En algunas unidades de parto, se examina una muestra durante una contracción “firme”. El momento en que desaparece

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CAPÍTULO 22 Parto normal 437

la contracción se señala a continuación. Esta secuencia se repite espontáneo a término recibieron una de tres infusiones intraveno-
para evaluar la frecuencia, duración e intensidad de las contrac- sas (Edwards, 2014). Al grupo 1 se le administraron 125 mL/h de
ciones. solución de Ringer con lactato con 5% de dextrosa (D5LR), el gru-
Durante la primera etapa del trabajo de parto, la necesidad de po 2 recibió 250 mL/hora de la misma solución (D5LR) y al grupo

CAPÍTULO 22
exámenes vaginales posteriores para monitorear el cambio cervi- 3 se le dispusieron 25 mL/h de D5LR. Se permitió a las pacientes
cal y la posición actual de la parte variará de manera considerable. de los grupos 1 y 2 que consumieran trocitos de hielo, paletas y
Cuando las membranas se rompen, se realiza un examen para ex- caramelos duros, y las del grupo 3 también recibieron Gatorade.
cluir el prolapso del cordón de manera expedita si la cabeza del La ingesta oral fue limitada en los grupos 1 y 2, pero se permitió ad
feto no estaba definitivamente encajada en el examen anterior. El libitum en el grupo 3. Los autores concluyeron que cualesquiera de
ritmo cardiaco fetal también se controla de inmediato y durante la los regímenes estudiados era seguro, pero ninguno era superior
siguiente contracción uterina para ayudar a detectar la compre- para el desempeño del parto.
sión oculta del cordón umbilical. En el Parkland Hospital, los exá-
menes pélvicos periódicos se realizan casi siempre en intervalos Posición materna
de 2 a 3 horas para evaluar el progreso del parto. Las pruebas que
implican el número de exámenes vaginales para la morbilidad re- En la cama, la paciente que se encuentra en trabajo de parto pue-
lacionada con la infección resultan conflictivas (Cahill, 2012; So- de asumir la posición que le resulte más cómoda y, a menudo,
per, 1989). esta será la reclinación lateral. La posición supina por lo general
se evita para impedir la compresión aortocava y su potencial para
disminuir la perfusión uterina (capítulo 4, p. 62). Sin embargo, la
Ingesta oral paciente con un parto normal no necesita estar confinada a la
Los alimentos y líquidos con partículas no se deben consumir du- cama durante una fase temprana. Una silla cómoda puede ser
rante el trabajo de parto activo y el parto. El tiempo de vaciado beneficiosa psicológica y quizás fisiológicamente. Otros alientan
gástrico se prolonga notablemente una vez que se establece el la ambulación.
parto y se administran analgésicos. Como consecuencia, los ali- Los defensores de la ambulación informan que ésta acorta el
mentos ingeridos y la mayoría de los medicamentos permanecen parto, disminuye las tasas de aumento de la oxitocina, disminuye
en el estómago y no se absorben. En cambio, pueden ser vomita- la necesidad de analgesia y reduce la frecuencia del parto vaginal
dos y aspirados (capítulo 25, p. 499). De acuerdo con la Academia quirúrgico (Flynn, 1978; Read, 1981). En su revisión Cochrane,
Americana de Pediatría y el American Academy of Pediatrics y Lawrence y colaboradores (2013) descubrieron que el parto en po-
American College of Obstetricians and Gynecologists (2017), la siciones ambulantes o verticales acortaba el trabajo de parto en la
ingesta oral de cantidades moderadas de líquidos claros resulta primera etapa en aproximadamente 1 hora y reducía las tasas de
razonable para las pacientes con un parto sin complicaciones. Se parto por cesárea y analgesia epidural. Sin embargo, Lupe y Gross
permiten cantidades moderadas de líquidos claros como agua, té (1986) llegaron a la conclusión de que no hay pruebas concluyentes
claro, café negro, bebidas carbonatadas, paletas y jugos de fruta que respalden las afirmaciones de que la posición vertical de la
sin pulpa en quienes paren sin complicaciones. En aquellas con madre o la ambulación mejoren el parto. Informaron que las emba-
riesgos apreciables para la aspiración o con peligros significativos razadas preferían acostarse de lado o sentarse en la cama. Pocas
para el nacimiento por cesárea, se puede establecer una restric- optaron por caminar, menos por ponerse en cuclillas, y ninguna
ción adicional. Por ejemplo, para las parturientas con cesárea pla- quiso la posición de rodilla-pecho. Las parturientas tendían a asu-
nificada, los líquidos se prohíben 2 horas y los sólidos de 6 a 8 mir posiciones fetales en el parto posterior. La mayoría de las pa-
antes de la cirugía (American College of Obstetricians and Gyne- cientes entusiasmadas con la ambulación volvieron a la cama cuan-
cologists, 2016b). do comenzó el trabajo de parto activo (Carlson, 1986; Williams,
1980).
Líquidos intravenosos Bloom y colegas (1998) realizaron un ensayo aleatorio para es-
tudiar los efectos de la ambulación durante la primera etapa del
Aunque un sistema de infusión intravenosa (IV, intravenous) se parto. En 1 067 pacientes con embarazos a término sin complica-
establece a menudo de manera sistemática al inicio del parto, la ciones en el Parkland Hospital, estos investigadores informaron
necesidad real de este sistema en la mujer embarazada normal es que la deambulación no afectó la duración del parto. Tampoco
limitada, al menos hasta que se administre analgesia. Sin embar- redujo la necesidad de analgesia, ni fue perjudicial para el recién
go, el acceso venoso es ventajoso durante el puerperio inmediato nacido. Debido a estas observaciones, se les da a las embarazadas
para administrar de manera profiláctica la oxitocina y, en ocasio- sin complicaciones la opción de elegir una posición reclinada o
nes, terapéuticamente cuando persiste la atonía uterina. Además, una ambulación supervisada durante el parto.
con trabajo de parto más prolongados, la administración de gluco-
sa, sodio y agua a una velocidad de 60 a 120 mL/h a las grávidas
que de otra manera ayunan evita la deshidratación y la acidosis.
Rotura de membranas
Shrivastava y colegas (2009) observaron partos más breves en Si las membranas están intactas, la práctica de una amniotomía
nulíparas que parieron por vía vaginal a las que se les proporcionó resulta muy tentadora, incluso durante el parto normal. Los su-
una solución salina intravenosa normal con solución de dextrosa puestos beneficios son un parto más rápido, la detección tempra-
en comparación con las que sólo recibieron solución salina. En na del líquido amniótico teñido de meconio y la oportunidad de
otro estudio, 195 pacientes en trabajo de parto recibieron Ringer aplicar un electrodo al feto o insertar un catéter de presión en la
con lactato o solución de cloruro de sodio isotónica a una velocidad cavidad uterina para el monitoreo. Las ventajas y desventajas de la
de 125 o 250 mL/h. El volumen medio del líquido IV total fue de amniotomía se analizan en el capítulo 26 (p. 511). Es importante
2 008 mL en el grupo de 125 mL/h y de 2 487 mL en el grupo destacar que la cabeza del feto debe aplicarse bien al cuello uterino
de 250 mL/h (Garite, 2000). El parto duró más de 12 horas en un y no debe desprenderse de la pelvis durante el procedimiento para
número significativamente mayor de parturientas que recibieron evitar el prolapso del cordón umbilical.
una infusión de 125 mL/h en comparación con aquellas que reci- En los casos con rotura prolongada de la membrana, que se
bieron 250 mL/h, 26 frente a 13%, respectivamente. En otro estu- defina como una rotura de más de 18 horas, se recomienda la ad-
dio, 311 nulíparas con embarazos sin complicaciones en el parto ministración de antimicrobianos para la prevención de infecciones

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438 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

estreptocócicas del grupo B. Esto se discute en el capítulo 64 (p. tenía ventajas sobre la reclinada. Las posiciones verticales inclu-
1221). Esta práctica también reduce las tasas de corioamnionitis y yen sentarse, arrodillarse, ponerse en cuclillas o descansar con la
endometritis (Saccone, 2015). espalda a una elevación de 30 grados. En pacientes con analgesia
regional, un estudio aleatorio reciente encontró tasas más altas de
parto vaginal en aquellas que estaban en una posición reclinada
SECCIÓN 7

Función de la vejiga urinaria comparadas con las que se encontraban en posición vertical, 41
La distensión de la vejiga puede dificultar el descenso de la parte frente a 35% (The Epidural and Position Trial Collaborative Group,
fetal anterior y provocar hipotonía e infección de la vejiga. Duran- 2017). En grávidas sin analgesia epidural, Gupta (2017) comparó
te el parto, la región suprapúbica se inspecciona y se palpa perió- las posiciones verticales con las posiciones supinas o de litotomía
dicamente para detectar la distensión. Si se ve o se palpa con faci- y su efecto en el parto. Las posiciones verticales ofrecieron un
lidad la vejiga por encima de la sínfisis, se debe alentar a la intervalo un poco más corto para el parto, así como menos episio-
paciente para que orine. A veces, aquellas que no pueden hacerlo tomías y partos vaginales operatorios. Sin embargo, aumentaron
en una cuña tienen la posibilidad de desplazarse con ayuda a un las tasas de pérdida de sangre >500 mL y quizás de laceraciones
inodoro y orinar con éxito. Si la vejiga está distendida y no es de segundo grado. Berghella y colaboradores (2008) plantearon la
posible evacuar, se indica la cateterización. Carley y colaboradores hipótesis de que la paridad, la compresión aortocava menos inten-
(2002) descubrieron que 51 de 11 332 partos vaginales (1 en 200) sa, la mejor alineación fetal y los diámetros de salida pélvica más
se complicaron debido a la retención urinaria posparto. La mayo- grandes podrían explicar estos hallazgos. En un estudio anterior,
ría de las pacientes reanudó la evacuación normal antes del alta se observó un aumento de 20 a 30% en el área de salida pélvica en
hospitalaria. Musselwhite y colegas (2007) informaron retencio- la posición de cuclillas en comparación con la supina (Russell,
nes en 4.7% de aquellas que tenían analgesia epidural del parto. 1969). Finalmente, Babayer y sus colaboradores (1998) advirtieron
Los factores de riesgo de la retención fueron primiparidad, parto que sentarse o agacharse en la segunda etapa durante un tiempo
inducido con la oxitocina o aumentado, laceraciones perineales, prolongado puede causar neuropatía del nervio fibular común
parto vaginal quirúrgico, cateterización durante el parto, y una (antes peroneo).
duración >10 horas. A medida que la cabeza desciende a través de la pelvis, el
perineo comienza a hincharse y la piel suprayacente se estira.
Ahora el cuero cabelludo del feto se puede ver a través de la
⬛ Tratamiento del parto de segunda abertura vulvar. En este momento, la embarazada y su feto están
etapa preparados para el parto, el cual se describe en el capítulo 27 (p.
Con la dilatación cervical completa, lo que significa el inicio de la 516).
segunda etapa, la paciente comienza por lo general a pujar. Con
el descenso de la parte de presentación, ella desarrolla la necesi-
dad de defecar. Las contracciones uterinas y las fuerzas de expul- PROTOCOLOS DE TRATAMIENTO
sión acompañantes pueden durar ahora 1 minuto y repetirse en DEL PARTO
un intervalo de no más de 90 segundos. Como se mencionó con
anterioridad, la duración media de la segunda etapa es de 50 mi- Un enfoque ordenado y sistemático del parto repercute en resulta-
nutos en nulíparas y de 20 minutos en multíparas, aunque el inter- dos maternos y perinatales beneficiosos reproducibles (Althabe,
valo puede variar. Los intervalos de monitoreo del ritmo cardiaco 2008). Posteriormente se presentan varios protocolos de trata-
fetal se analizaron en la página 436 y la interpretación de los pa- miento del trabajo de parto. Estos incluyen los del Hospital Mater-
trones electrónicos de ritmo cardiaco fetal en la segunda etapa se no Nacional en Dublín, la Organización Mundial de la Salud y el
analiza en el capítulo 24 (p. 469). Parkland Hospital.
En la mayoría de los casos, el acto de pujar es reflexivo y espon- En Dublín, hace más de 30 años, O’Driscoll y colaboradores
táneo durante el trabajo de segunda etapa. Ocasionalmente, una (1984) fueron pioneros en el concepto de que un protocolo de tra-
paciente no puede emplear sus fuerzas de expulsión para obtener tamiento del parto disciplinado y estandarizado reducía el número
una buena ventaja y es posible que se requiera un entrenamiento. de alumbramientos mediante cesárea por distocia. Su tasa general de
Sus piernas deben estar medio flexionadas para que pueda empu- cesárea fue de 5% en las décadas de 1970 y 1980 con dicho trata-
jar con ellas contra el colchón. Cuando comienza la siguiente con- miento. El enfoque se conoce actualmente como tratamiento activo
tracción uterina, se le indica que ejerza presión hacia abajo como del parto. Dos de sus componentes —la amniotomía y la oxitocina—
si estuviera esforzándose para defecar. No se alienta a una pacien- se han utilizado de forma amplia, especialmente en países de habla
te para que puje más allá de la finalización de cada contracción. En inglesa fuera de Estados Unidos. Con este protocolo, el parto se
cambio, a ella y al feto se les permite descansar y recuperarse. Du- diagnostica cuando las contracciones dolorosas van acompañadas
rante este periodo de disminución activa, es probable que el ritmo de un desgarro cervical completo, un “show” sangriento o membra-
cardiaco fetal auscultado durante la contracción sea lento, pero nas rotas. Las pacientes con tales hallazgos se comprometen a dar
debería recuperarse al rango normal antes del siguiente esfuerzo a luz dentro de las 12 horas. El examen pélvico se realiza cada hora
de expulsión. Los resultados fetales y obstétricos parece que no se durante las siguientes 3 horas, y luego a intervalos de 2 horas.
ven afectados, ya sea que haya un entrenamiento o no para el em- Cuando la dilatación no ha aumentado al menos 1 cm/h, se realiza
puje durante la labor de parto en la segunda etapa (Bloom, 2006; una amniotomía. El progreso se evalúa nuevamente a las 2 horas y
Tuuli, 2012). Bloom y colegas (2006) estudiaron los efectos del en- se inicia la infusión de la oxitocina en dosis altas, descrita en el ca-
trenamiento activo de los esfuerzos de expulsión en parturientas pítulo 26 (p. 509), a menos que se logre una dilatación de al menos
sin analgesia epidural. Informaron que aunque la segunda etapa 1 cm/h. Las parteras atienden constantemente a las grávidas. Si las
fue ligeramente más corta en aquellas entrenadas, no se obtuvie- membranas se rompen antes del ingreso, la oxitocina se inicia sin
ron otras ventajas para la madre. progreso en la marca de 1 hora.
Se han recomendado varias posiciones durante la segunda eta- López-Zeno y colegas (1992) compararon prospectivamente
pa para aumentar los esfuerzos de empuje. Eason y colegas (2000) dicho tratamiento activo con su enfoque “tradicional” para el tra-
revisaron varias posiciones y su efecto en la incidencia de trauma- tamiento del parto en el Northwestern Memorial Hospital en
tismo perineal. Descubrieron que la posición vertical apoyada no Chicago. Asignaron aleatoriamente a 705 nulíparas con embara-

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CAPÍTULO 22 Parto normal 439

zos no complicados en un parto espontáneo a término. La tasa de REFERENCIAS


alumbramientos por cesárea fue significativamente más baja con
el tratamiento activo frente al tratamiento tradicional, 10.5 frente
a 14.1%, de manera respectiva. Los estudios posteriores no mos- Adams SS, Eberhard-Gran M, Eskild A, et al. Fear of childbirth and dura-

CAPÍTULO 22
tion of labour: a study of 2206 women with intended vaginal delivery.
traron esto. Wei y asociados (2013), en una revisión de la base de BJOG 2012;119(10):1238.
datos Cochrane, encontraron una modesta reducción en las tasas Alexander JM, Sharma SK, McIntire DD, et al. Epidural analgesia length-
de parto por cesárea cuando se comparó el tratamiento activo del ens the Friedman active phase of labor. Obstet Gynecol 2002;100:46.
parto con la atención estándar. Frigoletto y colegas (1995) infor- Althabe F, Buekens P, Bergel E, et al. A behavioral intervention to improve
maron sobre otro estudio aleatorio con 1 934 pacientes nulíparas obstetrical care. N Engl J Med 2008;358:1929.
en el Brigham and Women’s Hospital de Boston. A pesar de que American Academy of Pediatrics and the American College of Obstetricians
and Gynecologists. Guidelines for Perinatal Care. 8a. ed. Elk Grove Vil-
encontraron que el tratamiento de esta forma acortaba el parto, lage: AAP; 2017.
no se vio modificada la tasa de nacimientos por cesárea. Estas ob- American College of Obstetricians and Gynecologists. Obstetric forceps.
servaciones ya han sido reportadas por otros especialistas (Brown, Comittee Opinion 71, August 1989.
2013). American College of Obstetricians and Gynecologists. Hospital-based tri-
La Organización Mundial de la Salud (WHO, World Health Or- age of obstetric patients. Committee Opinion núm. 667, July 2016a.
ganization) diseñó un partograma para su uso en países en desarro- American College of Obstetricians and Gynecologists. Oral intake during
labor. Committee Opinion núm. 441, September 2009, Reaffirmed 2016b.
llo (Dujardin, 1992). Según Orji (2008), el partograma es similar American College of Obstetricians and Gynecologists. Obstetric analgesia
para nulíparas y multíparas. El parto se divide en una fase latente, and anesthesia. Committee Opinion núm. 177, April 2017.
que no debe durar más de 8 horas, y una fase activa. Esta última American College of Obstetricians and Gynecologists, Society for Maternal-
comienza con una dilatación de 3 cm, y el progreso no debe ser Fetal Medicine. Safe prevention of the primary cesarean delivery. Ob-
más lento que 1 cm/h. Se recomienda una espera de 4 horas antes stetric Care Consensus núm. 1, March 2014, Reaffirmed 2016c.
Babayer M, Bodack MP, Creatura C, et al. Common peroneal neuropathy
de la intervención cuando la fase activa es lenta. El parto se grafi-
secondary to squatting during childbirth. Obstet Gynecol 1998;91:830.
ca, y el análisis incluye el uso de líneas de alerta y acción. Laven- Bailit JL, Dierker L, Blanchard MH, et al. Outcomes of women presenting in
der y colegas (2006) asignaron al azar a 3 000 pacientes nulíparas active versus latent phase of spontaneous labor. Obstet Gynecol 2005;
para intervenciones de parto a las 2 horas frente a 4 horas según 105:77.
lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Su tasa Berghella V, Baxter JK, Chauhan SP, et al. Evidence-based labor and deliv-
de parto por cesárea no se vio afectada, y llegaron a la conclusión ery management. Am J Obstet Gynecol 2008;199:445.
Bloom SL, Casey BM, Schaffer JI, et al. A randomized trial of coached versus
de que las intervenciones como la amniotomía y la oxitocina se uncoached maternal pushing during the second stage of labor. Am J
incrementaron innecesariamente utilizando el intervalo de 2 ho- Obstet Gynecol 2006;194:10.
ras. Desde su revisión de la base de datos Cochrane, Lavender y Bloom SL, McIntire DD, Kelly MA, et al. Lack of effect of walking on labor
colegas (2013) no recomiendan el uso del partograma para el tra- and delivery. N Engl J Med 1998;339:76.
tamiento estándar del parto. Brown HC, Paranjothy S, Dowswell T, et al. Package of care for active man-
En el Parkland Hospital, las embarazadas son admitidas si se agement in labour for reducing caesarean section rates in low-risk wom-
en. Cochrane Database Syst Rev 2013;9:CD004907.
diagnostica un parto activo o si se confirma la rotura de las mem- Cahill AG, Duffy CR, Odibo AO, et al. Number of cervical examinations
branas. El parto se define como una dilatación cervical de 3 a 4 cm and risk of intrapartum maternal fever. Obstet Gynecol 2012;119(6):
o más en presencia de contracciones uterinas. Las pautas de trata- 1096.
miento indican que se realice un examen pélvico aproximadamen- Caldwell WE, Moloy HC, D’Esopo DA, et al. A roentgenologic study of the
te cada 2 horas. Se sospecha de un parto ineficaz cuando el cuello mechanism of engagement of the fetal head. Am J Obstet Gynecol 1934;
uterino no se dilata alrededor de 2 horas después de la admisión. 28:824.
Calkins LA. The etiology of occiput presentations. Am J Obstet Gynecol
Luego se realiza una amniotomía y el progreso de parto se deter- 1939;37:618.
mina en la siguiente evaluación de 2 horas. En aquellas cuyo parto Carlan SJ, Wyble L, Lense J, et al. Fetal head molding: diagnosis by ultra-
no progresa, se coloca un catéter de presión intrauterino para eva- sound and a review of the literature. J Perinatol 1991;11:105.
luar la función uterina. Las contracciones hipotónicas y la ausen- Carley ME, Carley JM, Vasdev G, et al. Factors that are associated with clin-
cia de dilatación cervical después de 2 a 3 horas adicionales resul- ically overt postpartum urinary retention after vaginal delivery. Am J
Obstet Gynecol 2002;187:430.
tan en una estimulación del parto con la utilización del régimen
Carlhäll S, Källén K, Blomberg M, et al. Maternal body mass index and
de dosis altas de la oxitocina descrito en el capítulo 26 (p. 509). El duration of labor. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 2013;171(1):49.
objetivo es la actividad uterina de 200 a 250 unidades de Monte- Carlson JM, Diehl JA, Murray MS, et al. Maternal position during parturi-
video durante 2 a 4 horas antes de que se pueda diagnosticar la tion in normal labor. Obstet Gynecol 1986;68:443.
distocia. Si se sospecha plenamente de contracciones hipotónicas, Carollo TC, Reuter JM, Galan HL, et al. Defining fetal station. Am J Obstet
se pueden colocar monitores internos con amniotomía y se eva- Gynecol 2004;191:1793.
Chelmow D, Kilpatrick SJ, Laros RK Jr, et al. Maternal and neonatal out-
lúan de nuevo el cambio cervical y el patrón de contracciones en comes after prolonged latent phase. Obstet Gynecol 1993;81:486.
2 horas. La confirmación de las unidades deficientes de Montevi- Chin JR, Henry E, Holmgren CM, et al. Maternal obesity and contraction
deo en ese momento puede incitar al aumento de la oxitocina pa- strength in the first stage of labor. Am J Obstet Gynecol 2012;207:129.
ra las indicaciones maternas o fetales. e1.
Se aceptan tasas de dilatación de 1 a 2 cm/h como evidencia Doret M, Cartier R, Miribel J, et al. Premature preterm rupture of the mem-
de progreso después de que se haya establecido una actividad ute- brane diagnosis in early pregnancy: PAMG-1 and IGFBP-1 detection in
amniotic fluid with biochemical tests. Clin Biochem 2013;46(18):1816.
rina satisfactoria con la oxitocina. Esto puede requerir hasta 8 ho- Dujardin B, De Schampheleire I, Sene H, et al. Value of the alert and action
ras o más antes del parto por cesárea para la distocia. El tiempo lines on the partogram. Lancet 1992;339:1336.
acumulado requerido para llevar a cabo este enfoque de trata- Dupuis O, Silveira R, Zentner A, et al. Birth simulator: Reliability of trans-
miento gradual permite a muchas embarazadas llevar a cabo un vaginal assessment of fetal head station as defined by the American
parto efectivo. Este protocolo de tratamiento se ha evaluado en College of Obstetricians and Gynecologists classification. Am J Obstet
Gynecol 2005;192:868.
más de 20 000 pacientes con embarazos sin complicaciones. Es
Eason E, Labrecque M, Wells G, et al. Preventing perineal trauma during
importante destacar que estas intervenciones de parto y la prácti- childbirth: a systematic review. Obstet Gynecol 2000;95:464.
ca relativamente poco frecuente del alumbramiento por cesárea Edwards RK, Reed CA, Villano KS, et al. Effect of hydration on spontane-
no pusieron en peligro al feto-recién nacido. ous labor outcomes in nulliparous pregnant women: a multicenter

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440 SECCIÓN 7 Trabajo de parto

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SECCIÓN 7

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516

CAPÍTULO 27

Parto vaginal

PREPARACIÓN PARA EL PARTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . 516 descrito en el capítulo 29 (p. 553). Por último, un feto con mala
presentación o una gestación multifetal, en muchos casos pue-
POSICIÓN ANTERIOR OCCIPITAL . . . . . . . . . . . . . . . . . 517 den ser objeto de parto vaginal, pero se requieren técnicas
especiales que aparecen descritas en los capítulos 28 (p. 543) y 45
POSICIÓN OCCIPITAL POSTERIOR PERSISTENTE . . . 519 (p. 888).

DISTOCIA DE HOMBROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 520


PREPARACIÓN PARA EL PARTO
POBLACIONES ESPECIALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 524
El final de la segunda etapa del parto se anuncia cuando el peri-
TERCERA ETAPA DEL TRABAJO. . . . . . . . . . . . . . . . . . 525
neo comienza a dilatarse, la piel que recubre se estira, y el cuero
CUIDADO INMEDIATO POSPARTO . . . . . . . . . . . . . . . 527 cabelludo fetal se ve a través de los labios de separación. El au-
mento de la presión perineal ejercida por la cabeza del feto crea
esfuerzos de apoyo reflexivo, que son estimulados cuando es apro-
piado. Es este el momento en que se hacen los preparativos para
el parto. Si la vejiga está distendida, la cateterización puede ser
necesaria. También se presta atención continua a la supervisión
de la frecuencia cardiaca fetal. Como ejemplo, el cordón de la
nuca a menudo se tensa con el descenso y puede llevar a la pro-
fundización de desaceleraciones variables.
Durante la segunda etapa del parto, las posiciones de empuje
pueden variar, pero para el parto, la posición de litotomía dorsal
es la más común y muchas veces la más satisfactoria. Para alcan-
Tan pronto como aparezca la cabeza en la vulva, el médico debe
zar una mejor exposición se utilizan sostenes o estribos para las
estar preparado para frenar su progreso. Debe sostener su mano de
piernas. Corton y asociados (2012) no observaron incrementos en
tal manera que sea capaz de ponerla inmediatamente en acción, ya
las tasas de laceraciones perineales con o sin el uso de éstos. Con
que en muchos casos la resistencia de la vulva es superada de forma el posicionamiento, las piernas no se separan demasiado, ni se
inesperada, y un solo dolor puede ser suficiente para empujar la cabeza colocan una más alta que la otra. Dentro del soporte de la pierna,
de repente a través de ella con el consiguiente desgarre perineal. la región poplítea debe descansar cómodamente en la porción
—J. Whitridge Williams (1903) proximal y el talón en la porción distal. Las piernas no se atan a
los estribos, lo que permite una rápida flexión de los muslos hacia
Como lo describe Williams, la culminación natural de la segunda atrás en el abdomen en caso de que se produzca distocia de los
fase del parto es el parto vaginal controlado de un neonato sano hombros. Durante los empujes de la segunda etapa las piernas
sin que la madre sufra muchos traumatismos. El parto vaginal es pueden sufrir calambres, los cuales se alivian con el reposiciona-
la vía de parto preferida para la mayoría de los fetos, aunque va- miento de la pierna afectada o mediante un breve masaje.
rios entornos clínicos pueden favorecer el parto por cesárea. De La preparación para el parto incluye la limpieza de la vulva y
las vías de parto, el parto espontáneo de vértice presenta el me- el perineo. Si se desea, se pueden colocar cortinas estériles de tal
nor riesgo de comorbilidad materna y las comparaciones con el manera que sólo se exponga el área inmediata alrededor de la
parto por cesárea se describen en el capítulo 30 (p. 568). El parto vulva. La depuración, uso de bata, guantes, máscaras y gafas pro-
es generalmente espontáneo, aunque algunas complicaciones tectoras contribuyen a proteger tanto a la parturienta como al obs-
maternas o fetales pueden justificar el parto vaginal quirúrgico, tetra de los agentes infecciosos.

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 517

POSICIÓN ANTERIOR OCCIPITAL

⬛ Salida de la cabeza

CAPÍTULO 27
En el momento de la distensión perineal, la posición del occipucio
suele conocerse. En algunos casos, sin embargo, el moldeo y la for-
mación de caput succedaneum pueden haber impedido la identifi-
cación precisa precoz. En este momento se vuelve a hacer una valo-
ración cuidadosa según se describe en el capítulo 22 (p. 426). En la
mayoría de los casos, la posición es directamente occipital anterior
(OA) o se gira ligeramente de forma oblicua, pero en quizás 5%
persiste el posicionamiento occipital posterior (OP).
Con cada contracción, la abertura vulvovaginal es dilatada por
la cabeza del feto para formar gradualmente un ovoide y, final-
mente, una casi circular (figura 27-1). Este cerco del diámetro ma-
yor de la cabeza por el anillo vulvar se denomina coronación. El
perineo se adelgaza y puede lacerarse espontáneamente. El ano se
estira mucho, y la pared anterior del recto puede verse fácilmente
a través de él.
Ya no se recomienda la episiotomía de rutina, y su uso selectivo
está dirigido a agrandar la abertura vaginal para indicaciones espe-
cíficas (p. 529). Con el fin de limitar la laceración vaginal espontá-
nea, algunos realizan masaje prenatal del cuerpo perineal para
aumentar su dilatación, o masaje perineal intraparto para ensan- FIGURA 27-2 Salida de la cabeza. La boca aparece sobre el
char el introito para el paso de la cabeza. Durante el masaje con perineo.
lubricante, se agarra el perineo en la línea media con ambas manos
usando el pulgar y los dedos opuestos. Se realiza repetidamente puede disminuir los desgarres (Laine, 2008). En general, este pro-
estiramiento exterior y lateral para adelgazar el perineo. Pero se- ceder disminuye las tasas de lesiones del esfínter anal en compa-
gún se observa en estudios aleatorios, esta técnica no previno sig- ración con el enfoque de parto “manos libres” (Bulchandani, 2015;
nificativamente la laceración perineal (Beckmann, 2013; Mei-dan, McCandlish, 1998).
2008; Stamp, 2001). Alternativamente, si los esfuerzos de expulsión son inadecua-
El uso preparto del globo de bombeo intravaginal Epi-No tiene dos, o si se necesita un parto expedito, se puede emplear la manio-
un objetivo similar, pero tampoco previene el trauma perineal o la bra de Ritgen modificada o un corte de episiotomía. Con la maniobra
lesión del elevador (Brito, 2015; Kamisan Atan, 2016). modificada, los dedos enguantados colocados debajo de una toalla
Cuando la cabeza dilata la vulva y el perineo lo suficiente co- ejercen presión sobre la barbilla fetal a través del perineo justo
mo para abrir el introito vaginal hasta un diámetro de 5 cm o más, enfrente del cóccix. Al mismo tiempo, la otra mano presiona con-
se puede usar una mano enguantada para sostener el perineo (fi- tra el occipucio (figura 27-3). Originalmente descrita en 1855, la
gura 27-2). La otra mano se utiliza para guiar y controlar la cabeza
del feto y así sacar el diámetro más pequeño de la cabeza a través
del introito y evitar el parto expulsivo. La salida lenta de la cabeza

FIGURA 27-3 Maniobra de Ritgen modificada. Se aplica pre-


sión moderada hacia arriba de la barbilla fetal con la mano pos-
FIGURA 27-1 Apoyo del perineo a medida que la cabeza co- terior cubierta con una toalla estéril. La otra mano aplica pre-
rona. sión occipital.

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518 SECCIÓN 8 Parto

maniobra permite la salida controlada de la cabeza fetal (Cunnin-


gham, 2008).
También favorece la extensión del cuello, por lo que la cabeza
pasa por el introito y sobre el perineo con sus diámetros más pe-
queños. Comparando la maniobra de Ritgen con apoyo perineal
SECCIÓN 8

simple en 1 623 mujeres, Jönsson y colegas (2008) observaron una


incidencia similar de desgarres de tercer y cuarto grado, definidos
más adelante (p. 528).

⬛ Salida de los hombros


Después de la salida de la cabeza fetal, se pasa un dedo a través
del cuello del feto para determinar si está rodeado por uno o más
bucles de cordón umbilical. La incidencia del cordón nucal au-
menta con la edad gestacional y se observa en casi 25% de los
partos a término (Larson, 1997; Ogueh, 2006). Si se palpa un bu-
cle de cordón umbilical, se desliza sobre la cabeza si está lo sufi- A
cientemente suelto. Si se aplica muy fuerte, el bucle se corta entre
dos abrazaderas. Aproximadamente 6% de todos los partos se com-
plican con cuerdas nucales apretadas, pero no están asociados a
un peor resultado neonatal en comparación con aquellos que ca-
recen de un lazo del cordón (Henry, 2013).
Tras su salida, la cabeza del feto cae en posición posterior,
haciendo que la cara casi entre en contacto con el ano materno. El
occipital gira rápidamente hacia uno de los muslos maternos, y la
cabeza asume una posición transversal. Esta rotación externa in-
dica que el diámetro bisacromial, que es la distancia entre los
hombros, ha girado hacia el diámetro anteroposterior de la pelvis.
Más a menudo, los hombros aparecen en la vulva justo des-
pués de la rotación externa y salen espontáneamente. En caso de
retraso, la extracción ayuda a la salida controlada. Los lados de la
cabeza se sujetan con las dos manos, y se aplica tracción suave
hacia abajo hasta que el hombro anterior aparece debajo del arco
púbico (figura 27-4). A continuación, por un movimiento hacia
arriba, sale el hombro posterior. Durante el parto, se trata de no
ejercer una fuerza brusca o poderosa con el fin de evitar una le- B
sión del plexo braquial fetal.
FIGURA 27-4 Salida de los hombros. A. Tracción suave hacia
El resto del cuerpo casi siempre sigue los hombros sin dificul-
abajo para efectuar el descenso del hombro anterior. B. Com-
tad. Sin embargo, en caso de retraso prolongado, se puede acele-
pletamiento de la salida del hombro anterior. Tracción suave
rar su salida ejerciendo tracción externa moderada en la cabeza y
hacia arriba para sacar el hombro posterior.
presión moderada sobre el fondo uterino. Se evita enganchar los
dedos en las axilas, pues eso podría lesionar los nervios de las ex-
tremidades superiores y producir una parálisis transitoria o posi-
blemente permanente. Inmediatamente después del parto, se pro-
duce un chorro de líquido amniótico que a menudo está teñido de
sangre. cal a una distancia de 2 a 3 cm de su inserción en el abdomen
Anteriormente, la aspiración inmediata del bulbo nasofaríngeo fetal.
del neonato era una práctica rutinaria para eliminar las secrecio- Para los neonatos nacidos a término, el momento del pinza-
nes. Se observó, sin embargo, que la succión de la nasofaringe pue- miento del cordón umbilical sigue siendo discutible. El retraso del
de ocasionar bradicardia neonatal (Gungor, 2006). Las recomenda- pinzamiento del cordón umbilical transfiere un mayor volumen
ciones actuales de reanimación neonatal de la American Heart de sangre al recién nacido. Un retraso de hasta 60 segundos pue-
Association evitan la succión inmediatamente después del naci- de aumentar las reservas totales de hierro del cuerpo, expandir el
miento, incluso en presencia de meconio (capítulo 33, p. 620). Y en volumen de sangre, y disminuir la incidencia de anemia en el neo-
presencia de líquido teñido con meconio, no se recomienda la in- nato (Andersson, 2011; Yao, 1974). Esta práctica puede ser parti-
tubación rutinaria para aspiración traqueal en los neonatos vigoro- cularmente valiosa en poblaciones en las que predomina la defi-
sos o no vigorosos. La aspiración está reservada para los neonatos ciencia de hierro (Kc, 2017; Organización Mundial de la Salud,
que tienen obstrucción obvia de la respiración espontánea o que 2014).
requieren ventilación por presión positiva (Wyckoff, 2015). Para la Por el contrario, una mayor concentración de hemoglobina au-
succión, las opciones son aspiración con jeringa de bombilla, o ca- menta los riesgos de hiperbilirrubinemia y hospitalización prolon-
téter de succión y puede incluir intubación y succión si existe obs- gada para fototerapia neonatal (McDonald, 2013). El pinzamiento
trucción de la vía respiratoria. retrasado también puede dificultar la reanimación neonatal opor-
tuna y necesaria. Dicho esto, los primeros estudios piloto están
evaluando el valor de la reanimación de los neonatos al lado de la
⬛ Sujeción del cordón cama para permitir el retraso de la sujeción (Katheria, 2017; Win-
El cordón umbilical se corta entre dos pinzas colocadas 6 a 8 cm ter 2017). Afortunadamente, en general, el pinzamiento del cor-
del abdomen fetal, y luego se aplica una pinza al cordón umbili- dón umbilical retrasado en comparación con el pinzamiento pre-

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 519

coz no empeora las puntuaciones de Apgar, el pH del cordón chos fetos que nacen en OP son OA al inicio del trabajo de parto y
umbilical, ni las molestias de las vías respiratorias ocasionadas por reflejan mala rotación durante el parto. Los riesgos de predisposi-
policitemia. Respecto a los resultados maternos, las tasas de hemo- ción incluyen analgesia epidural, nuliparidad, mayor peso fetal y
rragia posparto son similares en los grupos con pinzamiento pre- parto previo con posicionamiento OP (Cheng, 2006a; Gardberg,

CAPÍTULO 27
coz y tardío (Andersson, 2013). 2004; Lieberman, 2005). Respecto a la forma pélvica, una pelvis
No se dispone de muchos datos sobre el “ordeño” del cordón, antropoide y un ángulo subpúbico estrecho pueden predisponer
en el que el operador empuja la sangre a través del cordón hacia (Barth, 2015; Ghi, 2016).
el recién nacido. Esta maniobra parece ser segura y puede ser ven-
tajosa en caso de que se indique clínicamente la sujeción rápida
⬛ Morbilidad
del cordón (Upadhyay, 2013).
Para el neonato prematuro, el pinzamiento tardío del cordón Las mujeres con una posición OP persistente tienen mayores tasas
tiene varios beneficios, incluyendo mayor volumen de glóbulos ro- asociadas de parto prolongado en la segunda etapa, parto por ce-
jos, menor necesidad de transfusión de sangre, y tasas de hemorra- sárea y parto vaginal quirúrgico. Para las mujeres que dan a luz
gia intraventricular y enterocolitis necrotizante más bajas (Backes, por vía vaginal, se incrementan las tasas de pérdida de sangre y de
2014; Rabe, 2012). Para los neonatos que requieren reanimación laceraciones de tercer y cuarto grado (Senécal, 2005).
acelerada, el ordeño del cordón puede ser beneficioso para transfe- Los neonatos que nacen en posición OP tienen mayores
rir rápidamente el volumen (Al-Wassia, 2015; Katheria, 2015; Patel, complicaciones que los que nacen en posición OA. Cheng y co-
2014). Aun así, debido a los cambios rápidos en el volumen sanguí- laboradores (2006b) compararon los resultados de 2 591 mujeres
neo, la American Heart Association recomienda no emplear el or- con parto en posición de OP persistente con los de 28 801 muje-
deño del cordón de forma rutinaria en los neonatos nacidos con res cuyos neonatos nacieron en posición OA. Virtualmente, to-
<29 semanas de gestación (Wyckoff, 2015). das las posibles complicaciones del parto se manifestaron con
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2017a) ma- más frecuencia en la posición OP persistente. Sólo 46% de estas
nifiesta que existen evidencias suficientes para respaldar el retraso mujeres dio a luz espontáneamente, y el resto representó 9% de
del pinzamiento del cordón umbilical en los neonatos a término y partos por cesárea. Estos investigadores también observaron que
prematuros por lo menos 30 a 60 segundos después del nacimien- la posición OP en el parto estaba asociada con más resultados
to. Esta opinión también está avalada por la Academia Americana neonatales adversos a corto plazo, incluyendo acidemia en el cor-
de Pediatría (2017a). Las pautas de la American Heart Association dón umbilical, traumatismo de nacimiento, puntajes de Apgar
aconsejan que la práctica puede ser beneficiosa para los neonatos <7 e ingreso en sala de terapia intensiva. Resultados similares
a término o prematuros que no necesitan reanimación inmediata fueron reportados por Ponkey (2003) y Fitzpatrick (2001) y cola-
al nacer (Wyckoff, 2015). boradores.
Se han investigado métodos para prevenir la posición OP per-
⬛ Posición transversal occipital sistente y su morbilidad acompañante. Primero, el examen digital
para la identificación de la posición de la cabeza fetal puede ser
En ausencia de una anomalía o asinclitismo en la arquitectura pél- inexacta, y la ecografía transabdominal se puede utilizar para au-
vica, la posición transversal occipital (OT) suele ser transitoria. Así, mentar la precisión (Dupuis, 2005; Zahalka, 2005). Se coloca el
a menos que las contracciones sean hipotónicas, la cabeza general- transductor transversalmente justo cerca del monte de Venus
mente gira de forma espontánea a una posición OA. Si la rotación materno. En la ecografía, las órbitas fetales y el puente nasal se
se detiene debido a la poca fuerza de expulsión, el parto vaginal encuentran ventralmente, mientras que el occipital se encuentra
por lo general puede lograrse fácilmente de varias maneras. La for- en el sacro inferior. Tal información puede proporcionar una ex-
ma más fácil es la rotación manual del occipital ya sea a una posi- plicación para el trabajo de parto prolongado de segunda etapa o
ción OA anterior o menos comúnmente a una posición posterior puede identificar candidatos adecuados para la rotación. De las
del occipucio. Si cualquiera de las dos resulta exitosa, Le Ray y demás posibles intervenciones, la variación de la posición mater-
colaboradores (2007) reportan una tasa de parto por cesárea del 4% na ya sea antes o durante el parto no parece disminuir las tasas
en comparación con una tasa de 60% en las mujeres en quienes la de posición OP persistente (Desbriere, 2013; Kariminia, 2004; Le
rotación manual no tuvo éxito. Algunos recomiendan rotación con Ray, 2016).
fórceps de Kielland para la posición de OT persistente, como se
describe en el capítulo 29 (p. 561). Se utilizan estas pinzas para
rotar el occipital a la posición anterior, y el parto es realizado con ⬛ Parto
los mismos fórceps o por sustitución con fórceps Simpson, Tucker
El feto en una posición OP puede nacer espontáneamente o me-
-McLane, o similares.
diante parto vaginal operatorio. En primer lugar, si la salida de la
En algunos casos, la forma pélvica conduce a una posición de
pelvis ósea es espaciosa y el perineo está algo relajado por partos
OT persistente que no se supera fácilmente. Por ejemplo, la pelvis
previos, a menudo se produce un parto rápido espontáneo de po-
platipeloide se aplana anteroposteriormente y la pelvis androide
sición OP. Por el contrario, si el perineo es resistente al estira-
tiene forma de corazón. En ambos casos, puede que el espacio no
miento, el trabajo de parto de segunda etapa puede prolongarse
sea adecuado para una rotación occipital hacia una posición ante-
significativamente. Durante cada esfuerzo de expulsión, la cabeza se
rior o posterior (figura 2-17, p. 31). Debido a estas preocupacio-
impulsa contra el perineo a mayor grado que cuando la cabeza
nes, se evita la fuerza indebida cuando se intenta un parto con
se encuentra en posición OA. Esto conduce a mayores tasas de
fórceps.
laceraciones de tercer y cuarto grado (Groutz, 2011; Melamed,
2013).
En algunos casos, el parto vaginal espontáneo desde una posi-
POSICIÓN OCCIPITAL POSTERIOR ción OP no parece factible o se necesita un parto expedito. Aquí,
PERSISTENTE puede ser preferible una rotación manual con parto espontáneo
desde una posición OA. Esta técnica se describe detalladamente
Aproximadamente del 2 al 10% de los fetos únicos cefálicos a térmi- en el capítulo 29 (p. 560). Las tasas de rotación exitosas van desde
no nacen en posición occipital posterior (OP) (Cheng, 2010). Mu- 47 a 90%. Y, como es de esperarse, la rotación hasta la posición

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520 SECCIÓN 8 Parto

OA y el parto vaginal van seguidos de menores tasas de parto por ⬛ Consecuencias maternas y neonatales
cesárea, laceración vaginal y pérdida de sangre materna (Le Ray,
2005; Sen, 2013; Shaffer, 2006, 2011). En general, la distocia de hombros es más riesgosa para el feto que
Como desventaja, la rotación manual está vinculada a mayores para la madre. Los principales riesgos maternos incluyen los des-
tasas de laceración cervical. Por tanto, la inspección cuidadosa del garres perineales graves y hemorragia posparto, generalmente por
SECCIÓN 8

cuello uterino después de la rotación es obligatoria. atonía uterina, pero también por laceraciones (Gauthaman, 2016;
Para el parto exigente en posición OP persistente, se pueden Rahman, 2009). Por el contrario, la lesión neuromusculoesqueléti-
aplicar fórceps o dispositivos de vacío, lo cual se realiza a menudo ca neonatal significativa y la asfixia constituyen una preocupa-
conjuntamente con episiotomía. Además, si la cabeza está com- ción. Estas lesiones específicas se describen en el capítulo 33 (p.
prometida, el cuello uterino totalmente dilatado, y la pelvis es ade- 630). En una revisión de 1 177 casos de distocia de hombros, la
cuada, la rotación con pinzas puede ser intentada por aquellos que lesión del plexo braquial se diagnosticó en 11% y la fractura
posean habilidades. Estas técnicas operatorias vaginales se descri- clavicular o humeral en 2% (Chauhan, 2014). MacKenzie y
ben en el capítulo 29 (p. 561). asociados (2007) revisaron 514 casos, y reportaron que 7% de los
Con poca frecuencia, la protrusión del cuero cabelludo fetal a neonatos mostró evidencia de acidosis en el parto, y 1.5% requirió
través del introito es consecuencia del marcado alargamiento de la reanimación cardiaca o desarrolló encefalopatía isquémica
cabeza fetal producido por la moldura en combinación con la for- hipóxica (HIE). En otra reseña de 200 casos, las tasas de acidosis
mación de un gran caput succedaneum. En algunos casos, es posi- fetal grave y HIE eran de 0.5% en cada una de ellas cuan-
ble que la cabeza ni siquiera esté comprometida, es decir, el diáme- do el parto se completaba en 5 minutos. Estas tasas aumentaron a
tro biparietal puede no haber pasado por la entrada pélvica. En 6 y 24%, respectivamente, con retrasos en el parto ≥5 minutos
estos casos, el parto es característicamente largo y el descenso de la (Leung, 2011a).
cabeza lento. La palpación cuidadosa por encima de la sínfisis pue-
de revelar que la cabeza fetal está situada por encima de la en-
⬛ Predicción y prevención
trada de la pelvis. Resulta apropiada la realización de cesárea rápi-
damente. Los riesgos de distocia de hombros aumentan en presencia de ma-
En el Parkland Hospital, se prefiere el parto espontáneo o rota- crosomía fetal, obesidad materna, segunda etapa de parto prolon-
ción manual para el manejo de la posición OP persistente. Cuando gada, y un evento anterior (Mehta, 2004; Overland, 2009; Schum-
se hace necesario, se emplea la rotación manual a la posición OA mers, 2015). Aunque estos factores se asocian claramente con esta
seguido de parto con fórceps o el parto con fórceps desde la posi- complicación, no ha sido posible establecer una identificación de
ción OP. Si ninguno de los dos puede completarse con facilidad y instancias individuales antes del hecho. El Colegio Americano de
seguridad, se realiza el parto por cesárea. Obstetras y Ginecólogos (2017c) hizo una revisión de los estudios
y llegó a la siguiente conclusión:
DISTOCIA DE HOMBROS 1. La mayoría de los casos de distocia de hombros no se puede
Tras la aparición completa de la cabeza fetal durante el parto vagi- predecir y evitar con precisión.
nal, es posible que el resto del cuerpo no le siga de inmediato. El 2. La inducción electiva del parto o la cesárea electiva para todas
hombro fetal anterior puede quedar encajado detrás de la sínfisis las mujeres sospechosas de tener un feto macrosómico no son
y no salen utilizando el empuje materno y la tracción hacia abajo apropiadas.
que normalmente se ejercen. Como el cordón umbilical está com- 3. La cesárea planificada puede ser considerada para las mujeres
primido dentro del canal de parto, esta distocia constituye una diabéticas con un feto cuyo peso se estima en >4 500 g.
emergencia.
Pueden realizarse varias maniobras, además de la tracción hacia
Peso al nacer
abajo en la cabeza y el cuello del feto, para liberar el hombro. Esto
requiere un enfoque de equipo, en el que la comunicación efectiva Hay correspondencia entre el aumento de la incidencia de distocia
y el liderazgo resultan vitales. de hombros y el aumento del peso al nacer (Acker, 1985; Øverland,
No existe consenso sobre una definición específica de la dis- 2012; Stotland, 2004). Las características maternas comúnmente
tocia de hombros. Algunos centran la atención en si las maniobras citadas asociadas con un mayor peso fetal al nacer son la obesidad,
para liberar los hombros son necesarias, mientras que otros usan embarazo después del parto, multiparidad y diabetes (Jolly, 2003;
el intervalo de tiempo de parto de cabeza a cuerpo como definitoria Koyanagi, 2013). La combinación de macrosomía fetal y diabetes
(Beall, 1998). Spong y colaboradores (1995) informaron que el mellitus materna aumenta la frecuencia de la distocia de hombros
tiempo medio del parto de cabeza a cuerpo en nacimientos normales (Langer, 1991; Nesbitt, 1998). Esta predisposición puede derivarse
era de 24 segundos en comparación con 79 segundos en aquellos del hecho de que los fetos de mujeres diabéticas tienen circunferen-
con distocia de hombros. Estos investigadores propusieron que se cias de hombro y extremidades más grandes, y mayores diferencias
utilizara un tiempo de parto de cabeza a cuerpo >60 segundos para de tamaño de hombro a cabeza y entre el pecho y la cabeza en re-
definir la distocia de hombros. Actualmente, sin embargo, el diag- lación con los fetos de peso comparable de madres no diabéticas
nóstico sigue dependiendo de la percepción clínica de que la trac- (McFarland, 1998; Modanlou, 1982). Dicho esto, la traducción de
ción normal hacia abajo necesaria para liberar el hombro fetal es estas medidas específicas en umbrales clínicos ecográficos autóno-
ineficaz. mos ha mostrado una sensibilidad predictiva deficiente (Burkhardt,
Debido a estas definiciones divergentes, la incidencia de la 2014).
distocia de hombros varía. Una revisión reciente cita una utilidad Preventivamente, la inducción precoz del parto ha dado lugar
clínica promedio del 1% de todos los partos (Ouzounian, 2016). a resultados conflictivos. En un estudio, aproximadamente 800
La incidencia ha aumentado en las últimas décadas, probable- mujeres con sospecha de fetos macrosómicos fueron asignadas al
mente debido al aumento de peso del feto al nacer (MacKenzie, azar a la inducción precoz entre 37 y 39 semanas o a cuidado de
2007; Øverland, 2014). Una mayor identificación y documenta- expectante (Boulvain, 2015). Las tasas de distocia se redujeron en
ción también puede producir un aumento de la incidencia (Kim, dos tercios en el grupo de intervención, y en ninguno de los gru-
2016). pos se observó lesión del plexo braquial. A pesar de que no se

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 521

realizaron mediciones, esta práctica se equilibra con la morbilidad ⬛ Tratamiento


del parto precoz. Por otra parte, también debe considerarse la
Debido a que la distocia de hombros no se puede predecir con
pobre precisión de la predicción del peso fetal anteparto (Hoop-
precisión, los clínicos deben conocer bien los principios de su
mann, 2010; Malin, 2016; Noumi, 2005). Por el contrario, un es-
tratamiento. Debido a la compresión del cordón con esta distocia,

CAPÍTULO 27
tudio aleatorio anterior de 284 mujeres evidenció que las tasas de
uno de los objetivos es reducir el tiempo de parto de la cabeza al
distocia de hombros no se redujeron con la inducción precoz a las
cuerpo, el cual se equilibra con el segundo objetivo, que es evitar
38 semanas (Gonen, 1997).
lesiones al feto y a la madre por manipulaciones agresivas. En con-
Como se analizó anteriormente, la cesárea puede ser conside-
secuencia, se recomienda un intento inicial de tracción suave,
rada para prevenir la distocia de hombros. Dicho esto, Rouse y
asistido por los esfuerzos de expulsión materna. La analgesia ade-
Owen (1999) concluyeron que una política profiláctica de parto
cuada es, sin duda, ideal. Algunos médicos abogan por realizar
por cesárea para los fetos macrosómicos requeriría más de mil
una episiotomía grande para proporcionar espacio para las mani-
partos por cesáreas con morbilidad concomitante para evitar una
pulaciones. La episiotomía en sí no reduce las tasas de lesiones
sola lesión permanente del plexo braquial.
del plexo braquial, pero eleva las tasas de laceración de tercer y
cuarto grado (Gurewitsch, 2004; París, 2011; Sagi-Dain, 2015).
Distocia de hombro anterior Puede elegirse la episiotomía para completar las maniobras nece-
El riesgo de distocia de hombro recurrente varía de 1 a 13% (Bin- sarias.
gham, 2010; Moore, 2008; Ouzounian, 2013). Para muchas muje- Después de una tracción suave, se pueden utilizar varias técni-
res con distocia de hombro previa, puede ser razonable la realiza- cas para liberar el hombro anterior de su posición impactada detrás
ción de un ensayo de parto. El Colegio Americano de Obstetras y de la sínfisis. Una discusión más detallada de estos y del tema se
Ginecólogos (2017c) recomienda que se haga una valoración del presenta en la tercera edición de Obstetricia operativa de Cunningham
peso fetal estimado, edad gestacional, intolerancia materna a la y Gilstrap (Cunningham, 2017). De estos, la presión suprapúbica
glucosa y gravedad de lesiones neonatales previas, y que los ries- moderada puede ser aplicada por un asistente, mientras que la trac-
gos y beneficios de la cesárea sean analizados con cualquier mujer ción hacia abajo se aplica a la cabeza del feto. La presión se aplica
con un historial de distocia de hombros, después de lo cual cual- con el talón de la mano al hombro anterior encajado arriba y detrás
quier modo de parto puede ser apropiado. de la sínfisis. Así pues, el hombro anterior se deprime o se gira, o
ambos, para que los hombros ocupen el pla-
no oblicuo de la pelvis, donde puede libe-
rarse el hombro anterior.
A menudo, cuando se requieren pasos
adicionales, se selecciona a continuación la
maniobra de McRoberts. Esta maniobra con-
siste en quitar las piernas de los estribos y
flexionarlas bruscamente hacia el abdo-
men. A menudo se aplica simultáneamente
presión suprapúbica (figura 27-5). Gher-
man y asociados (2000) analizaron la ma-
niobra de McRoberts utilizando pelvimetría
de rayos X, y observaron que el procedi-
miento causaba enderezamiento del sacro
en relación con las vértebras lumbares, rota-
ción de la sínfisis del pubis hacia la cabeza
materna, y una disminución del ángulo de
inclinación pélvica. Aunque esto no aumen-
ta las dimensiones pélvicas, la rotación ce-
fálica tiende a liberar el hombro anterior
impactado. Gonik y colaboradores (1989)
probaron la posición de McRoberts objetiva-
mente con modelos de laboratorio y encon-
traron que la maniobra reducía las fuerzas
necesarias para liberar el hombro fetal. Si
no tiene éxito, la mayoría pasa a liberar el
hombro posterior o a rotar el diámetro bisa-
cromial hacia uno de los diámetros oblicuos
de la pelvis materna.
Con la liberación del hombro posterior,
el obstetra cuidadosamente barre el brazo
posterior del feto a través de su pecho,
seguido de la liberación del brazo (figura
27-6). Si es posible, los dedos del opera-
dor se alinean de forma paralela al eje lar-
go del húmero fetal para disminuir los
riesgos de fracturas óseas. Luego se gira la
FIGURA 27-5 Maniobra de McRoberts. La maniobra consiste en quitar las piernas de cintura escapular hacia uno de los diáme-
los estribos y flexionar bruscamente los muslos hacia el abdomen. El asistente tam- tros oblicuos de la pelvis, con la consi-
bién proporciona presión suprapúbica simultáneamente (flecha). guiente liberación del hombro anterior.

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522 SECCIÓN 8 Parto

De las maniobras de rotación, Woods (1943) informó que gi-


rando progresivamente el hombro posterior 180 grados en forma
de sacacorchos, se podía liberar el hombro anterior impactado.
Esto se conoce frecuentemente como la maniobra de sacacorchos de
Woods (figura 27-7). Rubin (1964) recomendó dos maniobras. Pri-
SECCIÓN 8

mero, los hombros del feto se mueven de lado a lado aplicando


fuerza al abdomen materno. Si esto no tiene éxito, la mano pélvica
alcanza el hombro fetal más accesible, que es empujado entonces
hacia la superficie anterior del tórax. La mayoría de las veces esta
maniobra abduce ambos hombros, lo que a su vez produce un
diámetro bisacromial menor. Esto permite el desplazamiento del
hombro anterior por detrás de la sínfisis (figura 27-8).
Si no tuvieran éxito inicialmente, pueden repetirse y por últi-
mo se pueden elegir otros métodos. Con una maniobra de Gaskin,
la parturienta se da la vuelta hacia sus rodillas y manos. Aquí, la
tracción hacia abajo contra la cabeza y el cuello intenta liberar el
hombro posterior (Bruner, 1998). Los desafíos con ésta incluyen
inmovilidad por la analgesia regional, y tiempo perdido en el re-
A posicionamiento del paciente.
En algunos, el brazo posterior es inaccesible para la liberación.
Cluver y Hofmeyr (2009) describieron la tracción posterior de la es-
linga de la axila para liberar el brazo posterior. Con este método
alternativo, un catéter de succión se enrosca debajo de la axila y
ambos extremos se unen por encima del hombro. La tracción ha-
cia arriba y hacia afuera en el bucle del catéter libera el hombro.
En una pequeña serie de 19 casos, esta maniobra resultó exitosa
en 18 casos. Sin embargo, la lesión neonatal incluyó tres casos de
fractura humeral y uno permanente y cuatro transitorios de pará-
lisis de Erb (Cluver, 2015).
Puede intentarse la fractura deliberada de la clavícula anterior con
el pulgar para presionarlo hacia y contra la ramificación púbica
con el fin de liberar la impactación del hombro. En la práctica, sin
embargo, la fractura deliberada de la clavícula de un neonato
grande es difícil. Si resulta exitosa, la fractura se cura rápidamente
y suele ser trivial en comparación con la lesión del nervio braquial,
asfixia o muerte.

FIGURA 27-6 Liberación del hombro posterior para aliviar la


distocia de hombro. A. La mano del operador se introduce en
la vagina a lo largo del húmero posterior fetal. B. El brazo es
entablillado y barrido a través del pecho, manteniendo el brazo
flexionado por el codo. C. La mano fetal se agarra y el brazo se FIGURA 27-7 Maniobra de Woods. La mano se coloca detrás
extiende a lo largo del lado de la cara. El brazo posterior se li- del hombro posterior del feto. El hombro se gira en forma de
bera de la vagina. sacacorchos para que el hombro anterior impactado se libere.

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 523

CAPÍTULO 27
A B

FIGURA 27-8 La segunda maniobra de Rubin. A. El diámetro bisacromial está alineado verticalmente. B. El hombro fetal más fácil-
mente accesible (aquí se muestra la parte anterior) se empuja hacia la pared torácica anterior del feto (flecha). Más a menudo, esto
resulta en el secuestro de ambos hombros, lo que reduce el diámetro bisacromial y libera el hombro anterior impactado.

La maniobra de Zavanelli implica el reemplazo de la cabeza del mientras se aplica tracción normal hacia abajo a la cabeza del
feto en la pelvis seguido de parto por cesárea (Sandberg, 1985). Se feto.
administra terbutalina, 0.25 mg por vía subcutánea, para producir 4. La maniobra de McRoberts requiere dos asistentes. Cada asis-
relajación uterina. La primera parte de la maniobra consiste en tente sostiene una pierna y flexiona bruscamente el muslo ma-
devolver la cabeza a una posición OA u OP. El operador flexiona terno hacia el abdomen.
la cabeza y la empuja lentamente hacia la vagina, y a continuación
se realiza el parto por cesárea. Sandberg (1999) revisó 103 casos Estas maniobras resolverán la mayoría de los casos de distocia
reportados. La maniobra tuvo éxito en 91% de los casos cefálicos de hombros.
y en todos los casos de atrapamientos de cabeza. A pesar del re- Si los pasos mencionados anteriormente fallan, entonces se
emplazo exitoso, las lesiones fetales fueron comunes pero pudie- pueden intentar los siguientes pasos, repitiendo cualquiera de las
ron haber sido el resultado de las múltiples manipulaciones utili- maniobras:
zadas previo a la maniobra de Zavanelli (Sandberg, 2007). 5. Se intenta la liberación del brazo posterior. Sin embargo, con
La sinfisiotomía, en la que interviene el cartílago sinfisario y gran un brazo completamente extendido esto suele ser difícil de lo-
parte de su apoyo ligamentoso se corta para ensanchar la sínfisis grar.
púbica, se describe en el capítulo 28 (p. 548). Se ha utilizado con 6. Se aplica la maniobra de tornillo de Woods.
éxito para la distocia de hombros (Goodwin, 1997; Hartfield, 1986). 7. Se intenta la maniobra de Rubin.
La morbilidad materna puede ser significativa debido a las lesiones
del tracto urinario. La cleidotomía consiste en cortar la clavícula con El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2017c) ha
tijeras u otros instrumentos afilados y generalmente se hace en un concluido que ninguna maniobra es superior a la otra al liberar un
feto muerto (Schramm, 1983). hombro impactado o reducir la posibilidad de lesión. Sin embar-
go, la realización de la maniobra de McRoberts se considera un
enfoque inicial razonable. En una revisión de más de 2 000 casos,
Simulacro de distocia de hombro Hoffman y sus colegas (2011) señalaron una tasa de éxito del 84%
Hernndez y Wendel (1990) sugieren el uso del simulacro de disto- con la liberación posterior del hombro, y tasas comparables de
cia de hombros para organizar mejor el manejo de las emergen- lesión neonatal en comparación con otros métodos estándar. Esto
cias: contrasta con una revisión de 205 casos, en la cual la liberación del
hombro posterior produjo tasas de lesiones neonatales superiores
1. Pida ayuda, movilice asistentes y anestesia y personal pediátri- a los métodos de rotación (Leung, 2011b). Spain y asociados
co. Inicialmente, se realiza un intento de tracción suave. Drene (2015) observaron que la duración más que una maniobra especí-
la vejiga si está distendida. fica aumentaba la ocurrencia de lesión neonatal.
2. Se puede desear una episiotomía generosa en este momento Es importante destacar que el paso de una maniobra a la si-
para permitir mayor espacio posterior. guiente debe ser organizado y metódico. Como se ha señalado, la
3. La mayoría de los profesionales utiliza inicialmente la presión urgencia por aliviar la distocia se debe sopesar con las fuerzas de
suprapúbica porque tiene la ventaja de la simplicidad. Sólo se tracción y manipulaciones potencialmente perjudiciales. Lerner y
necesita un asistente para proporcionar presión suprapúbica, colaboradores (2011), en su valoración de 127 casos de distocia de

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524 SECCIÓN 8 Parto

hombros, reportaron que todos los neonatos sin secuelas de disto- mujeres con cesárea previa, con presentación de nalgas, y con
cia de hombro nacieron a los 4 minutos. Por el contrario, los neo- gestación multifetal (Cheyney, 2014; Cox, 2015). El Colegio Ame-
natos más deprimidos (57%) tuvieron intervalos de parto de cabe- ricano de Obstetras y Ginecólogos (2017b) considera que estas
za a cuerpo de >4 minutos. El porcentaje de neonatos deprimidos son contraindicaciones absolutas. Además, el Colegio considera
aumentó bruscamente después de 3 minutos. que los hospitales y centros de maternidad acreditados son el lu-
SECCIÓN 8

Los protocolos y adiestramiento para tratar con la distocia de gar más seguro para el parto, pero reconoce la autonomía de la
hombros utilizando la educación y simulacros basados en la simu- paciente bien aconsejada.
lación cuentan con el apoyo basado en la evidencia. Estas herra-
mientas mejoran el rendimiento y la retención de los pasos de la
⬛ Nacimiento en agua
simulación (Buerkle, 2012; Crofts, 2008; Grobman, 2011). Su uso
se ha traducido en la mejoría del resultado neonatal en algunas Como una opción para aliviar el dolor, algunas mujeres eligen pa-
investigaciones, pero no en todas (Crofts, 2016; Fransen, 2017; sar parte de la primera etapa del trabajo de parto en una bañera
Kim, 2016; Walsh, 2011). El Colegio Americano de Obstetras y grande llena de agua. Con esta práctica, un estudio realizado por
Ginecólogos (2012) también ha creado una lista de verificación de Cochrane encontró tasas más bajas de uso de anestesia y que no
seguridad del paciente para guiar el proceso de documentación en hay efectos adversos neonatales o maternos mayores en compara-
el caso de la distocia de hombros. ción con el parto tradicional (Cluett, 2009).
No obstante, para el parto, el nacimiento en agua acarrea mayor
preocupación por los daños neonatales y sin beneficios comproba-
POBLACIONES ESPECIALES dos. Estudios casuísticos describen que la aspiración conduce a aho-
gamiento en agua dulce (Pinnete, 2004). El riesgo de avulsión del
cordón umbilical durante el parto en agua se aproxima a tres por
⬛ Nacimiento en casa mil nacimientos, y se produce primordialmente por sacar al recién
nacido del agua de forma abrupta (Schafer, 2014). Por último, los
En 2014, 0.7% de los partos en los Estados Unidos fueron partos
informes casuísticos también enumeran las infecciones graves, que
en casa planeados y el 0.2% no fueron planeados (MacDorman,
enfatizan la necesidad de protocolos de saneamiento rigurosos.
2016). De los nacimientos no planificados en un periodo de 15
Dicho esto, en la mayoría de los estudios en gran escala que com-
años en Noruega, 69 de 6 027 o 1.1% resultó en muerte fetal o
paran los partos en la tierra y el agua, las tasas de infección mater-
neonatal. Esta alta tasa fue atribuida a infección, prematuridad, y
na o neonatal no aumentan (Bovbjerg, 2016; Burns, 2012; Thoeni,
desprendimiento de la placenta (Gunnarsson, 2017). La multipa-
2005). En resumen, varios estudios comentan sobre las deficien-
ridad y la distancia hasta el hospital fueron riesgos atribuidos
cias del estudio y las complicaciones aisladas, pero no identifican
(Gunnarsson, 2014). En Estados Unidos, la juventud, la falta de
evidencia definitiva de mayores tasas generales de daños neonata-
atención prenatal, raza minoritaria, y menor nivel educacional
les por nacimiento en agua en poblaciones de bajo riesgo (Davies,
fueron riesgos asociados al parto en casa no planificado (Decler-
2015; Taylor, 2016). Sin embargo, dada la escasez de datos robus-
cq, 2010).
tos y el potencial de complicaciones graves, el Colegio Americano
Por el contrario, la demografía de las mujeres que eligen el
de Obstetras y Ginecólogos (2016a) recomienda actualmente que
nacimiento en casa planificado en Estados Unidos favorece a las de
“el nacimiento se produzca en tierra, no en el agua”.
raza blanca, no fumadoras, que reciben pago por cuenta propia,
que tienen educación universitaria y que son multíparas (MacDor-
man, 2016). Como beneficios percibidos, el parto planificado en ⬛ Mutilación genital femenina
casa para aquellas mujeres con embarazos de bajo riesgo resulta
en menos intervenciones médicas, incluyendo aumento del traba- Esta práctica se refiere a la modificación vulvar y perineal médica-
jo de parto, episiotomía, parto vaginal quirúrgico y parto por cesá- mente innecesaria. En Estados Unidos, es un delito federal reali-
rea (Bolten, 2016; Cheyney, 2014). Respecto a la seguridad del zar una cirugía genital innecesaria en una niña menor de 18 años.
parto planificado en el hogar, no se dispone de datos de los ensa- Dicho esto, se practican formas de mutilación genital femenina en
yos aleatorios, y los estudios observacionales en gran escala se países de África, Oriente Medio y Asia. Hasta 200 millones de
derivan de sistemas de atención heterogéneos, cuyos resultados mujeres en todo el mundo han sufrido uno de estos procedimien-
pueden no ser generalizables. Por ejemplo, en varios países desa- tos, y aproximadamente 513 000 niñas en Estados Unidos estuvie-
rrollados, un gran número de mujeres bien estudiadas tienen el ron en riesgo de ser sometidas a esta práctica en 2012 (Goldberg,
parto en casa atendidas por parteras con buen entrenamiento y en 2016; UNICEF, 2016). La sensibilidad cultural es imperativa, por-
un entorno estrechamente integrado al sistema sanitario local que muchas mujeres pueden sentirse ofendidas por la sugerencia
(Birthplace in England Collaborative Group, 2011; de Jonge, 2015; de que han sido agredidas o mutiladas (American College of Obs-
Hutton, 2016). El nivel de dicha coordinación en Estados Unidos tetricians and Gynecologists, 2014).
es menos uniforme. La Organización Mundial de la Salud (2008) clasifica las muti-
En general, los riesgos de nacimientos en el hogar en Estados laciones genitales en cuatro tipos (cuadro 27-1). Las complicacio-
Unidos son pequeños, pero mayores que los del parto en el hospi- nes a largo plazo de la cirugía y sus cicatrices asociadas incluyen
tal. Los partos en el hogar asistidos por comadrona conllevan un la infertilidad, dolor genital, disminución de la calidad de vida
riesgo de mortalidad neonatal de 1.3 por cada mil nacimientos. sexual y propensión a infección urogenital (Almroth, 2005; An-
Ésta es una tasa casi cuatro veces mayor en comparación con los dersson, 2012; Nour, 2015). En general, las mujeres con síntomas
partos en el hospital asistidos por la partera. Las causas subyacen- significativos después de los procedimientos de tipo III son candi-
tes más comunes de muerte son las atribuidas a eventos del traba- datas a la cirugía correctiva. Específicamente, la división del tejido
jo de parto y al parto, anomalías congénitas, y a la infección. En cicatricial de la línea media para reabrir la vulva se denomina des-
relación con las lesiones neonatales, las tasas de convulsiones neo- infibulación.
natales y disfunción neurológica grave se elevan de manera simi- La mutilación genital femenina se ha asociado con algunas
lar en los grupos con nacimientos en el hogar (Grünebaum, 2013, complicaciones maternas y neonatales adversas. La Organización
2014, 2017; Snowden, 2015; Wasden, 2016). Y lo que es muy im- Mundial de la Salud (2006, 2008) estimó que estos procedimientos
portante, el parto en casa conlleva riesgos sustanciales para las aumentaron las tasas de morbilidad perinatal de 10 a 20 por mil

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 525

CUADRO 27-1 Clasificación de la mutilación genital


femenina según la Organización Mundial
de la Salud

CAPÍTULO 27
Tipo I Eliminación parcial o total del clítoris y/o
prepucio.
Tipo II Eliminación parcial o total del clítoris y de los labios
menores, con o sin escisión de los labios
mayores.
Tipo III Escisión parcial o total de labios menores y/o
mayores, seguida de fusión de la herida,
denominada infibulación, para cubrir y estrechar
la vagina. Con o sin clitoridectomía.
Tipo IV Pinchazo, perforación, incisión, raspado,
cauterización u otra lesión en los genitales
femeninos.
Adaptado de la Organización Mundial de la Salud, 2008.

nacimientos. También se observan pequeños aumentos de los


riesgos de parto prolongado, cesárea y hemorragia posparto (Berg,
2014; Chibber, 2011; Wuest, 2009). Cabe destacar que las conse-
cuencias psiquiátricas pueden ser profundas. FIGURA 27-9 Desinfibulación. Aunque no se muestra aquí, pri-
Para prevenir las complicaciones obstétricas, se puede realizar mero se infiltra lidocaína a lo largo de la incisión planeada, si
la desinfibulación anteparto o intraparto (figura 27-9) (Esu, 2017). no se dispone de analgesia regional. A modo de protección, se
En mujeres no sometidas a desinfibulación, las tasas de desgarre insinúan dos dedos de una mano detrás del estante creado por
del esfínter anal con el parto vaginal pueden aumentar (Berggren, los labios fundidos pero delante de la uretra y la cabeza coro-
2013; Rodriguez, 2016). En conformidad con nuestras experien- naria. Entonces se hace la incisión de la línea media. Después
cias, en muchos casos la desinfibulación intraparto permite un par- del parto, los bordes ásperos se suturan con material absorbi-
to vaginal exitoso sin complicaciones mayores. ble rápidamente para asegurar la hemostasia. (Reproducida
con permiso de Hawkins JS: Lower genital tract procedures. En
⬛ Cirugía reconstructiva pélvica previa Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et. al. (eds): Cunnin-
gham and Gilstrap´s Operative Obstetrics, 3a. ed. New York,
Estas cirugías en general se realizan a mujeres en edad reproduc-
McGraw-Hill Education, 2017.)
tiva, y por tanto, el embarazo después de estos procedimientos es
frecuente. Por supuesto, hay preocupaciones por la recurrencia de
los síntomas después del parto vaginal, y los datos de alta calidad En casos raros en los que se ha producido muerte neonatal o
para ayudar a la toma de decisiones basadas en evidencia son li- es cierta debido a anomalías asociadas, el parto vaginal puede ser
mitados. Para las mujeres con cirugía previa por estrés de inconti- razonable, pero la cabeza o el abdomen deben ser reducidos en
nencia urinaria, la cesárea electiva aporta protección ligeramente tamaño para el parto. La eliminación de líquido por cefalocentesis
mayor contra la incontinencia posparto (Pollard, 2012; Pradhan, o paracentesis con guía ecográfica se puede realizar intraparto.
2013). Dicho de otra manera, la mayoría de las mujeres con ciru- Como se describe en la página 523, la cleidotomía puede reducir el
gía correctiva previa por incontinencia pueden tener parto vaginal diámetro bisacromial. Para los fetos hidrocefálicos en posición de
sin recurrencia de síntomas. Además, la cesárea no siempre brin- nalgas, se puede realizar cefalocentesis suprapúbicamente cuando
da protección. Obviamente, la recurrencia de síntomas y la nece- la cabeza entra en la pelvis. Actualmente, estas prácticas son más
sidad de cirugía vaginal adicional deben ser sopesadas con el ries- pertinentes en los países en desarrollo.
go quirúrgico de la cesárea (Groenen, 2008). Sólo se dispone de
escasa información en relación con los resultados en mujeres que
han sido sometidas a cirugías previas por incontinencia anal o pél- TERCERA ETAPA DEL TRABAJO
vica o prolapso de órganos. Tales casos requieren individualiza-
ción.
⬛ Parto de la placenta
El parto en la tercera etapa comienza inmediatamente después del
⬛ Fetos anómalos parto fetal y termina con el parto placentario. Los objetivos inclu-
En raras ocasiones, el parto puede ser obstruido por hidrocefalia yen la entrega de una placenta intacta, y evitar la inversión uterina
extrema, anomalía del tallo del cuerpo, o por agrandamiento ab- o hemorragia posparto. Las dos últimas son complicaciones intra-
dominal fetal masivo producto de una vejiga muy distendida, as- parto graves y constituyen emergencias, como se describe en el
citis u organomegalia (Costa, 2012; Sikka, 2011). Con formas más capítulo 41 (p. 755).
leves de hidrocefalia, si el diámetro biparietal es <10 cm o si la Inmediatamente después del nacimiento del recién nacido, se
circunferencia de la cabeza es <36 cm, entonces se puede permitir examina la consistencia y el tamaño del fondo uterino. Si el útero
el parto vaginal (Anteby, 2003). se mantiene firme y no hay sangrado inusual, se debe esperar vi-

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526 SECCIÓN 8 Parto

gilante hasta que la placenta se separa. No se emplean ni masajes


ni presión hacia abajo en el fondo, pero éste se palpa con frecuen-
cia para asegurarse de que no se vuelva atónico y se llene de san-
gre proveniente de la separación placentaria. Para prevenir la inver-
sión uterina, no debe utilizarse la tracción del cordón umbilical para
SECCIÓN 8

extraer la placenta del útero. Los signos de la separación incluyen un


repentino chorro de sangre a la vagina, un fondo globular más
firme, un alargamiento del cordón umbilical a medida que la pla-
centa desciende hacia la vagina, y elevación del útero hacia el ab-
domen. Con el último, la placenta, una vez separada, pasa al seg-
mento del útero inferior y la vagina. Aquí, su volumen empuja el
cuerpo uterino hacia arriba.
Estos signos aparecen a los pocos minutos del parto, y el tiem-
po medio varía de 4 a 12 minutos (Combs, 1991; Frolova, 2016;
Shinar, 2016b). Una vez que la placenta se separa de la pared ute-
rina, se le puede pedir a la madre que se agache, y la presión in-
traabdominal a menudo expulsa la placenta hacia la vagina. Estos
esfuerzos pueden fallar o pueden no ser posibles debido a la anal-
gesia. Después de asegurar que el útero se contrae firmemente, el
cordón umbilical se mantiene un poco tenso pero no se tira. La
presión se ejerce con una mano colocada alrededor del fondo para
impulsar la placenta desprendida hacia la vagina (figura 27-10). Al
FIGURA 27-11 Membranas que estaban algo adheridas al re-
mismo tiempo, el talón de la mano ejerce presión hacia abajo en-
vestimiento uterino, se separan con una tracción suave con
tre la sínfisis del pubis y el fondo uterino, lo cual también ayuda a
pinzas de anillo.
prevenir la inversión.
Una vez que la placenta atraviesa el introito, se alivia la pre-
sión sobre el útero. La placenta se levanta suavemente y se retira.
Se debe tener cuidado para evitar que las membranas placentarias
sean arrancadas y olvidadas atrás. Si las membranas comienzan a ⬛ Tratamiento de la tercera etapa
rasgarse, se sujetan con una abrazadera y se eliminan suavemente
Las prácticas dentro de la tercera etapa del trabajo de parto pue-
(figura 27-11).
den ser consideradas en general como tratamiento expectante o
activo. El tratamiento implica esperar signos de separación pla-
centaria y permitir que la placenta salga espontáneamente o con
ayuda por estimulación del pezón o la gravedad (Organización
Mundial de la Salud, 2012). En contraste, el manejo activo de la
tercera etapa del parto consiste en la sujeción temprana del cor-
dón, tracción controlada del cordón durante la expulsión de la
placenta y administración inmediata de oxitocina profiláctica. El
objetivo de esta tríada es limitar la hemorragia posparto (Begley,
2015; Jangsten, 2011; Westhoff, 2013).
Como se señaló anteriormente, la sujeción retardada del cor-
dón umbilical con abrazadera no aumenta las tasas de hemorragia
posparto, y por tanto el pinzamiento temprano es un componente
menos importante en este trío. Del mismo modo, la tracción del
cordón puede también ser menos crítica (Deneux-Tharaux, 2013;
Du, 2014; Gülmezoglu, 2012). Muchos, pero no todos, recomien-
dan el masaje uterino tras parto placentario con el fin de prevenir
la hemorragia posparto. .Apoyamos esto con la advertencia de que
la evidencia para esta práctica no es fuerte (Abdel-Aleem, 2010).
Por tanto, los uterotónicos desempeñan un papel esencial en la
disminución de la pérdida de sangre el posparto. Las opciones in-
cluyen oxitocina (Pitocin), misoprostol (Cytotec), carboprost (He-
mabate), y los ergots, a saber, ergonovina (Ergotrate) y metilergono-
vina (Methergine).
Además, fuera de Estados Unidos se usa una combinación de
oxitocina y ergonovina (Syntometrine). También, en otros países,
se dispone de carbetocina (Duratocin), un análogo de oxitocina de
FIGURA 27-10 Expresión de la placenta. Nótese que ¡la mano acción prolongada, que es eficaz para prevenir las hemorragias
no está tratando de empujar el fondo del útero a través del ca- durante la cesárea (Attilakos, 2010; Su, 2012). De estos, la
nal de parto! Cuando la placenta sale del útero y entra en la va- Organización Mundial de la Salud (2012) recomienda la oxitocina
gina, el útero es elevado con la mano sobre el abdomen mien- como un agente de primera línea. Las drogas a base de ergot y
tras el cordón se mantiene en posición. La madre puede misoprostol son alternativas en ambientes que carecen de oxi-
ayudar en la salida de la placenta haciendo presión. A medida tocina.
que la placenta llega al perineo, el cordón se levanta, lo cual a Sin afectar las tasas de hemorragia posparto, retención pla-
su vez eleva la placenta fuera de la vagina. centaria, o duración del trabajo de parto en la tercera etapa (Soltani,

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 527

2010), se pueden administrar uterotónicos antes o después de la ⬛ Eliminación manual de placenta


expulsión de la placenta. Sin embargo, si se administran antes de
la expulsión de la placenta, pueden atrapar a un segundo gemelo En aproximadamente 2% de los nacimientos simples, puede que
no diagnosticado, no dado a luz. Esta preocupación es menos re- la placenta no sea expulsada con prontitud (Cheung, 2011). Hay

CAPÍTULO 27
levante con el uso generalizado de la ecografía. tres posibilidades que incluyen placenta adherente, en la que las
contracciones uterinas son insuficientes para desprender la pla-
centa; constricción del segmento uterino inferior, y placenta des-
Oxitocina de alta dosis
prendida pero atrapada; o una placenta adherente mórbida. Los
La oxitocina sintética es idéntica a la producida por la hipófisis riesgos consistentes para la placenta retenida incluyen muerte fe-
posterior. Su acción se nota aproximadamente 1 minuto después tal, parto previo por cesárea, retención previa y parto prematuro
de ser administrada, y tiene una vida media de 3 a 5 minutos. (Belachew, 2014; Coviello, 2015; Endler, 2014; Nikolajsen, 2013).
Cuando se administra como un bolo, puede causar hipotensión Para este último, en un estudio con casi 46 000 partos, el análisis
profunda. Secher y colaboradores (1978) reportaron que un bolo predijo que 90% de las placentas sería expulsado espontáneamen-
intravenoso de 10 unidades de oxitocina causó una caída transito- te en 180 minutos para gestaciones a las 20 semanas; 21 minutos
ria marcada en la presión arterial, con un aumento brusco en el a las 30 semanas; y 14 minutos a las 40 semanas (Dombrowski,
gasto cardiaco. Svanström y asociados (2008) confirmaron esos ha- 1995).
llazgos. Estos cambios hemodinámicos pueden ser peligrosos para La hemorragia posparto puede complicar una placenta reteni-
las mujeres hipovolémicas por hemorragia, o aquellas con ciertos da, y el riesgo de sangrado se acumula con la extensión de la ter-
tipos de enfermedades cardiacas. Así, la oxitocina debe adminis- cera etapa. Así, en ausencia de sangrado, algunos recomiendan el
trarse como una solución diluida por vía intravenosa continua, co- manejo expectante durante 30 minutos, mientras que otros utili-
mo infusión o como inyección intramuscular. zan un umbral de 15 minutos (Cummings, 2016; Deneux-Tharaux,
Puede ocurrir intoxicación por agua como resultado de la ac- 2009; Shinar, 2016a). La Organización Mundial de la Salud (2012)
ción antidiurética de dosis altas de oxitocina, si se administra en cita un límite de 60 minutos. En particular, si se produce un san-
un gran volumen de solución de dextrosa sin electrólitos (Wha- grado fuerte y la placenta no puede ser expulsada por técnica es-
lley, 1963). Por tanto, si hay que administrar oxitocina en dosis tándar, se indica la remoción manual de la misma (figura 27-12).
altas durante un periodo considerable, se debe aumentar su con- Cuando se realiza, algunos administran una dosis única de anti-
centración en lugar de aumentar el caudal de infusión. bióticos por vía intravenosa; sin embargo, una revisión sistemática
A pesar del uso rutinario de la oxitocina, no se ha establecido de estudios observacionales no encontró beneficios (Chibueze,
una dosis profiláctica estándar para su uso después del parto va- 2015). Aunque el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos
ginal o por cesárea. Nuestra práctica consiste en agregar 20 uni- (2016c) concluye que los datos ni apoyan ni refutan esta práctica,
dades (2 mL) de oxitocina por cada litro de infusión. Esta solución la Organización Mundial de la Salud (2012) recomienda la profi-
se administra después de la expulsión de la placenta a una veloci- laxis. En nuestra institución, administramos una dosis única para
dad de 10 a 20 mL/min, 200 a 400 mU/min, durante unos minu- mujeres que aún no reciben antibióticos.
tos hasta que el útero permanece contraído firmemente y se con-
trola el sangrado. Luego se reduce la tasa de infusión a 1 a 2 mL/
min hasta que la madre esté lista para su traslado a la sala de re-
cuperación de la unidad de posparto. La infusión generalmente se CUIDADO INMEDIATO POSPARTO
suspende en ese momento. Para las mujeres sin acceso intraveno-
so, se inyectan 10 unidades de oxitocina intramuscular. La hora inmediatamente posterior a la expulsión de la placenta es
crítica. Durante este tiempo, se reparan las laceraciones. A pesar
de que se administran uterotónicos, la hemorragia posparto como
Otros uterotónicos resultado de la atonía uterina es más probable en este momento.
La ergonovina y metilergonovina tienen niveles de actividad simi- Los hematomas pueden expandirse. En consecuencia, el tono uteri-
lares en el miometrio, y actualmente sólo se produce metilergono- no y el perineo son evaluados frecuentemente. La Academia Ame-
vina en Estados Unidos. Estos agentes alcaloides de ergot no pro- ricana de Pediatría y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecó-
porcionan una protección superior contra la hemorragia posparto logos (2017b) recomiendan que la presión arterial materna y el
en comparación con la oxitocina. Por otra parte, la seguridad y la pulso sean registrados inmediatamente después del parto y cada 15
tolerabilidad son mayores con la oxitocina (Liabsuetrakul, 2011). minutos para las primeras 2 horas. La placenta, las membranas y el
Por estas razones, los agentes alcaloides ergóticos son considera- cordón umbilical se examinan en busca de integridad y anomalías,
dos de segunda línea para la prevención de la hemorragia pospar- como se describe en el capítulo 6 (p. 111).
to. Si se selecciona, una dosis de 0.2 mg de metilergonovina se
administra lentamente por vía intravenosa en un periodo no me-
⬛ Laceraciones del canal de nacimiento
nor de 60 segundos para evitar la hipertensión repentina (Novar-
tis, 2012). La metilergonovina está relativamente contraindicada Las laceraciones del tracto genital inferior pueden afectar el cuello
para las mujeres hipertensas. uterino, la vagina o el perineo. Las laceraciones del cuello uterino
El misoprostol es un análogo de la prostaglandina E1, que ha y la vagina se describen en el capítulo 41 (p. 763). Las del perineo
demostrado ser inferior a la oxitocina en la prevención de la he- suelen seguir el parto vaginal, en su mayoría son laceraciones de
morragia posparto (Tunçalp, 2012). Sin embargo, en entornos de primer y segundo grado. Las laceraciones se clasifican por su pro-
escasos recursos que carecen de oxitocina, el misoprostol es ade- fundidad, y en la figura 27-13 se presentan las definiciones com-
cuado para la profilaxis de la hemorragia, y se administra como pletas y los ejemplos visuales. De estas, las laceraciones de tercer
una dosis oral única de 600 µg (Mobeen, 2011; Organización grado reflejan lesión del esfínter anal y ahora están subcategoriza-
Mundial de la Salud, 2012). Notablemente, aunque se prefiere la das como:
oxitocina para la prevención de hemorragias, los alcaloides del
ergot y las prostaglandinas juegan un papel más importante en el (3a) <50% de desgarre del esfínter anal externo (EAS);
tratamiento de la hemorragia posparto, lo cual se analiza en el ca- (3b) >50% de desgarre de EAS; y
pítulo 41 (p. 759). (3c) EAS más desgarres del esfínter anal interno (IAS).

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528 SECCIÓN 8 Parto


SECCIÓN 8

A B

FIGURA 27-12 Extracción manual de la placenta. A. Una mano agarra el fondo, la otra se inserta en la cavidad uterina, y los dedos
se barren de lado a lado a medida que avanzan. B. Cuando la placenta se desprende, se agarra y se retira.

1 2 4

3a 3b 3c

FIGURA 27-13 1. Laceración perineal de primer grado: lesión en el epitelio vaginal o en la piel perineal. 2. Laceración de segundo
grado: lesión del perineo que no afecta el complejo del esfínter anal pero involucra los músculos perineales, que son músculos
perineales transversales bulbo-esponjosos y superficiales. 3a. Laceración de tercer grado: <50% del esfínter anal externo (EAS) está
desgarrado. 3b. Laceración de tercer grado: >50% de la EAS está desgarrado, pero el esfínter anal interno (NIC) permanece intacto.
3c. Laceración de tercer grado: EAS y IAS están desgarrados. 4. Laceración de cuarto grado: el cuerpo perineal, el complejo com-
pleto del esfínter anal y la mucosa incorrecta están lacerados. (Reproducida con permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and
obstetric anal sphincter lacerations, En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.): Cunningham and Gilstrap’s Operative
Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 529

Las laceraciones de tercer y cuarto grado se consideran lesiones línea media comienza en la horquilla, se hace incisión de la línea
obstétricas del esfínter anal (OASIS), y su incidencia combinada media del cuerpo perineal, y termina mucho antes de llegar al es-
varía de 0.5 a 5% (Blondel, 2016; Friedman, 2015). Los factores de fínter anal externo. La longitud de la incisión varía de 2 a 3 cm en
riesgo para estas laceraciones más complejas incluyen nuliparidad, dependencia de la longitud perineal y el grado de adelgazamiento

CAPÍTULO 27
episiotomía de línea media, posición OP persistente, parto por ci- del tejido. La episiotomía mediolateral comienza en la línea media
rugía vaginal, raza asiática, longitud perineal corta y aumento de de la horquilla y se dirige hacia la derecha o la izquierda en un
peso fetal al nacer (Ampt, 2013; Dua, 2009; Gurol-Urganci, 2013; ángulo de 60 grados con respecto a la línea media (figura 27-14).
Landy, 2011). La mayoría de los estudios, pero no todos, indican Este ángulo explica la distorsión de la anatomía perineal durante
que la episiotomía mediolateral brinda protección (Jangö, 2014; la coronación y, en última instancia, produce una incisión a 45 gra-
Räisänen, 2011; Shmueli, 2016). dos de la línea media para suturar (El-Din, 2014; Kalis, 2011). La
Las tasas de morbilidad suben a medida que aumenta la seve- episiotomía lateral comienza en el punto 1 a 2 cm del lateral de la
ridad de la laceración. Comparadas con laceraciones más simples, línea media. También está en ángulo hacia la tuberosidad isquiáti-
las lesiones del esfínter anal se asocian con una mayor pérdida de ca derecha o izquierda.
sangre y dolor puerperal. La interrupción de la herida y las tasas Antes de la episiotomía, la analgesia puede ser proporcionada
de infección son otros riesgos (Goldaber, 1993; Lewicky-Gaupp, por analgesia regional para el parto, por bloqueo bilateral del ner-
2015). Stock y colaboradores (2013) reportaron que aproximada- vio pudendo, o por infiltración local de lidocaína al 1% En cambio,
mente 7% de las laceraciones de 909 OASIS tuvo complicaciones. algunos abogan por el uso de crema de lidocaína-prilocaína al
A largo plazo, las lesiones del esfínter anal están relacionadas con 2,5% (crema EMLA), pero ésta debe aplicarse una hora antes del
aproximadamente el doble de las tasas de incontinencia fecal en parto previsto, lo cual puede ser logísticamente difícil (Franchi,
comparación con el parto vaginal sin OASIS (Evers, 2012; Gyha- 2009; Kargar, 2016).
gen, 2014). Los datos sobre la dispareunia a largo plazo son limi- Si la episiotomía se realiza innecesariamente temprano, el san-
tados, y las tasas aumentan en algunos, pero no en todos los estu- grado incisional puede ser considerable antes del parto. Si se rea-
dios (Mous, 2008; Otero, 2006; Salim, 2014; Sundquist, 2012). liza demasiado tarde, no se evitarán las laceraciones. Típicamente,
Para asegurar la correcta reparación, es esencial la identificación la episiotomía se completa cuando la cabeza es visible durante una
y correcta categorización. El diagnóstico de OASIS mejora con la contracción a un diámetro de aproximadamente 4 cm, es decir,
experiencia clínica (Andrews, 2006). El ultrasonido endoanal intra- coronación. Cuando se utiliza de conjunto con el parto con fór-
parto, realizado en estudios de investigación, también aumenta la ceps, la mayoría realiza una episiotomía después de la aplicación
detección, y las tasas de desagarre clínicamente ocultas en primípa- de las cuchillas.
ras varían de 6 a 12% (Corton, 2013; Faltin, 2005; Ozyurt, 2015). Pocos datos comparan directamente los tipos de línea media y
Dicho esto, actualmente son pocos los datos que apoyan la ecografía mediolateral. Como se señala, la episiotomía de línea media tiene
endoanal intraparto rutinaria, y el Colegio Americano de Obstetras una mayor probabilidad de producir desgarre del esfínter anal
y Ginecólogos (2016b) no lo recomienda (Walsh, 2015). (Coats, 1980; de Leeuw, 2001). Las tasas de dolor autopercibido y
Las mujeres con un OASIS previo tienen una mayor tasa de dispareunia a corto plazo son similares, o aumentan con la episio-
recurrencia en comparación con las multíparas sin OASIS ante- tomía mediolateral (Fodstad, 2013, 2014; Sartore, 2004).
rior (Baghestan, 2012; Edozien, 2014; Elfaghi, 2004). Los riesgos
son similares a los de las primíparas en la población general y son
bajos (Basham, 2013; Boggs, 2014; Priddis, 2013). La macrosomía
fetal y el parto vaginal quirúrgico son riesgos notables en este gru-
po de parturientas y pueden influir en el asesoramiento en futuros
embarazos. Específicamente, las pacientes pueden optar por el
parto por cesárea para evitar repetir OASIS. Esta consideración
puede ser más pertinente para aquellos casos con incontinencia
anal posparto previa, con complicaciones de OASIS que requieren
cirugía correctiva, o con traumas psicológicos (American College
of Obstetricians and Gynecologists, 2016b). Sin embargo, la cesá-
rea planificada se sopesa con los riesgos operativos asociados que
se discutieron en el capítulo 30 (p. 568).

⬛ Episiotomía
Tipos
En contraste con las laceraciones espontáneas, la perineotomía es
una incisión intencionada del perineo. La episiotomía es una inci-
sión del pudendo –órganos genitales externos. En el lenguaje co-
mún, sin embargo, el término episiotomía a menudo se usa como
sinónimo de perineotomía, una práctica que seguimos aquí. Los
libros de texto de obstetricia y las directrices organizativas difieren FIGURA 27-14 Se corta una episiotomía mediolateral a medida
considerablemente en su descripción de las técnicas de episioto- que la cabeza del bebé corona. Los dedos se insinúan entre el
mía. Kalis y asociados (2012) han presentado una clasificación, y perineo y la cabeza. La incisión comienza en la línea media y
estamos de acuerdo con la necesidad de una estandarización ter- se dirige hacia la tuberosidad isquiática ipsilateral en un ángulo
minológica. de 60 grados con respecto a la línea media. (Reproducida con
Las episiotomías de línea media y mediolateral son los dos ti- permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and obstetric anal
pos principales y varían según el ángulo de incisión perineal. Las sphincter lacerations. En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC
estructuras involucradas reflejan los encontrados en la laceración III, et al. (eds.): Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics,
de segundo grado, y su reparación es análoga. La episiotomía de 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)

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530 SECCIÓN 8 Parto

Incluso un número menor de estudios comparan la episiotomía yos aleatorios mostró menores tasas de traumatismo perineal/
lateral con la mediolateral o de línea media. Un ensayo aleatorio vaginal severo en mujeres tratadas con un uso restrictivo, es decir,
comparó los tipos lateral y mediolateral en nulíparas. Los grupos no uso selectivo de episiotomía para el parto espontáneo en lugar de
presentaron divergencias en las puntuaciones del dolor, calidad de la episiotomía de rutina (Jiang, 2017). Es importante destacar que
esta revisión no distinguió entre episiotomías de línea media y
SECCIÓN 8

vida sexual, o en trauma vaginal o perineal, incluyendo OASIS


(Karbanova, 2014a, b; Necesalova, 2016). Los autores también in- mediolaterales.
formaron que las episiotomías mediolaterales requerían menos El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2016b) ha
tiempo y sutura para la reparación. Así, entre los tres, la episiotomía concluido que se prefiere el uso restringido de la episiotomía en
mediolateral puede ser la incisión preferida para reducir las tasas lugar del uso rutinario. Somos de la opinión de que el procedimiento
de OASIS. debe aplicarse selectivamente para indicaciones apropiadas. Así, la
episiotomía puede considerarse para indicaciones como distocia de
hombros, parto de nalgas, macrosomía fetal, parto vaginal opera-
Indicaciones torio, posiciones OP persistentes, longitud perineal marcadamente
En el pasado, se practicaba una episiotomía de rutina para evitar corta, y otros casos en los que la imposibilidad de realizar una
una laceración de desgarre y para limitar el dolor posoperatorio y episiotomía resulta en ruptura perineal significativa. La regla final
las lesiones del esfínter anal. Pero una revisión Cochrane de ensa- es que no hay sustituto para el juicio quirúrgico y el sentido común.

A B

C D
FIGURA 27-15 Reparación de episiotomía mediolateral. A. El epitelio vaginal y los tejidos más profundos se cierran con una sutura
única de bloqueo continua. El ángulo parece menos agudo ahora (aproximadamente 45°), debido a que el perineo ya no está
distendido. B. Después que el componente vaginal de la laceración se repara, los tejidos perineales más profundos se vuelven a
aproximar mediante una sutura única, continua y sin bloqueo. Las episiotomías pequeñas pueden no requerir esta capa más
profunda. C. Los músculos perineales transversales superficiales y bulboesponjosos se vuelven a aproximar con una técnica similar,
continua y sin bloqueo. D. Por último, la piel perineal se cierra con una sutura subcuticular. (Reproducida con permiso de Kenton K,
Mueller M: Episiotomy and obstetric anal sphincter lacerations . En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds): Cunningham
and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 531

Con este nuevo enfoque, las tasas de episiotomía han dismi- Para una reparación adecuada, es necesario conocer el soporte
nuido. Oliphant y colaboradores (2010) utilizaron la Encuesta de perineal y la anatomía, y esto se trata en el capítulo 2 (p. 19). La
Alta del Hospital Nacional para analizar las tasas de episiotomía analgesia adecuada es imperativa, y las mujeres sin analgesia regio-
entre 1979 y 2006 en Estados Unidos. Notaron un descenso del nal pueden experimentar altos niveles de dolor durante la sutura

CAPÍTULO 27
75% en la tasa de episiotomía ajustada por edad. En Estados Uni- perineal. Una vez más, puede usarse lidocaína inyectada localmen-
dos, en el 2012 se realizó la episiotomía a aproximadamente 12% te ya sea sola o como suplemento del bloqueo del nervio pudendo
de los partos vaginales (Friedman, 2015). bilateral. En las pacientes con analgesia epidural, puede ser nece-
saria una dosificación adicional.
Las laceraciones de primer grado no siempre requieren repa-
⬛ Laceración y reparaciones de episiotomía ración, y se colocan suturas para controlar el sangrado o restaurar
la anatomía. Aquí no hay muchos datos que sirvan de guía para la
Por lo general, las reparaciones perineales son diferidas hasta que selección de la sutura, y es adecuada la sutura fina absorbible o de
la placenta ha sido expulsada. Esta política permite una atención absorción tardía, y con cola adhesiva.
íntegra a los signos de separación y expulsión de la placenta. Otra La corrección de laceración de segundo grado, así como las re-
ventaja es que la expulsión de la placenta no interrumpe ni altera paraciones con episiotomía de línea media y mediolateral incluyen
la reparación. Esto es especialmente cierto si se debe realizar la pasos similares. A saber, estos cierran el epitelio vaginal y aproxi-
extracción manual. La principal desventaja es la pérdida continua man los músculos bulboesponjoso y perineal transverso superficial
de sangre hasta que se completa la reparación. La presión directa durante la restauración del cuerpo perineal (figura 27-15 y 27-16).
aplicada con una esponja de gasa ayuda a limitar este volumen. Para esto, la mayoría de los estudios apoyan un método de sutura

A B

C D

FIGURA 27-16 Reparación de episiotomía de línea media. A. Se coloca una puntada de anclaje sobre el vértice de la herida pa-
ra comenzar un cierre de carrera y bloqueo con sutura 2-0 para cerrar el epitelio vaginal y los tejidos más profundos y volver a
aproximar el anillo himenal. B. Un punto de transición redirige la sutura de la vagina al perineo. C. Los músculos perineales trans-
versales y bulboesponjosos superficiales se vuelven a aproximar utilizando una técnica continua, sin bloqueo, con la misma
longitud de sutura. Esto ayuda a la restauración del cuerpo perineal para un soporte a largo plazo. D. La sutura continua se lleva
hacia arriba como una sutura subcuticular. El nudo final se ata cerca del anillo himenal. (Reproducida con permiso de Kenton K,
Mueller M: Episiotomy and obstetric anal sphincter lacerations.. En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.): Cunnin-
gham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, McGraw-Hill Education, 2017.)

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532 SECCIÓN 8 Parto

que es más rápido que la colocación de sutura interrumpida y, con fuerza de este cierre se deriva del tejido conectivo que rodea el
pocas excepciones, produce menos dolor (Grant, 2001; Tetera, esfínter, a menudo llamado cápsula, y no del músculo estriado.
2012; Kindberg, 2008; Valenzuela, 2009). Por tanto, las suturas en serie interrumpidas incorporan fibras de
Las agujas romas son adecuadas y probablemente disminuyen esfínter y tejido conector periesfínter para unir los extremos del
la incidencia de lesiones por pinchazo (El-Refaie, 2012; Mornar, esfínter. Hay pocos datos basados en evidencia para guiar la se-
SECCIÓN 8

2008). Comúnmente los materiales de sutura utilizados son poli- lección de sutura para la reparación del esfínter, pero el material
glactina 910 de calibre 2-0 (Vicryl) o catgut crómico. Con el prime- de absorción tardía puede proporcionar resistencia a la tracción
ro, las principales ventajas son una disminución del dolor posqui- durante la curación. Esta teoría es sustentada por el estudio ante-
rúrgico y menor riesgo de dehiscencia de la herida (Jallad, 2016; rior de Jallad y colaboradores (2016), que mostró mayor tasa de
Kettle, 2010). Sin embargo, los cierres con poliglactina 910 tradi- descomposición perineal después de la reparación de OASIS con
cional, ocasionalmente requieren de la eliminación de la sutura catgut crómico.
residual del sitio de reparación debido al dolor o dispareunia. Es- Con la técnica de superposición, los extremos del esfínter anal
ta desventaja se puede reducir usando poliglactina 910 de absor- externo se llevan a la línea media y se colocan uno encima del
ción rápida (Vicryl Rapide) (Bharathi, 2013; Kettle, 2002; Leroux, otro. Este método sólo es adecuado para laceraciones de tipo 3c,
2006). aquellas que implican el esfínter anal externo e interno. Dos filas
Para la reparación de laceración de tercer grado, hay dos mé- de suturas tipo colchón viajan a través de ambos extremos del
todos disponibles para reparar el esfínter anal externo. El prime- esfínter para recrear el anillo anal. Al comparar los dos métodos,
ro es una técnica de extremo a extremo, que es de nuestra preferen- ninguno aportó resultados anatómicos o funcionales superiores a
cia y se muestra en la figura 27-17. Inicialmente, los extremos largo plazo (Farrell, 2012; Fernando, 2013; Fitzpatrick, 2000). Tam-
cortados del esfínter anal externo, que a menudo se retraen, son bién con laceraciones tipo 3c, el IAS se repara antes del EAS y se
aislados y llevados a la línea media. Es importante destacar que la describe a continuación.
Con reparaciones de laceración de
cuarto grado, los bordes rasgados de la mu-
cosa rectal se vuelven a aproximar (figura
27-18). En un punto de 1 cm de proximi-
dad al vértice de la herida, las suturas se
colocan aproximadamente a 0.5 cm de dis-
tancia en la musculatura rectal y no entran
en el lumen anorrectal
Los clínicos a menudo usan poliglactina
910 calibre 4-0 o catgut crómico para esta
línea de sutura. Algunos recomiendan una
segunda capa de refuerzo por encima de és-
ta (Hale, 2007). De no hacerse, entonces la
siguiente capa para cubrir la mucosa ano-
Superior
rrectal está formada por reaproximación del
Cápsula posterior esfínter anal interno. Este cierre sin bloqueo
se completa con suturas 3-0 o 4-0 (véase la
figura 27-18B). Después de cualquier repa-
ración, los recuentos de agujas y esponjas
se reconcilian y se registran en la hoja de
parto.
Inferior Anterior Para reducir la morbilidad infecciosa
asociada con las laceraciones del esfínter
anal, el Colegio Americano de Obstetras y
Ginecólogos (2016c) recomienda una dosis
única de antibiótico en el momento de la
reparación.
Esta práctica es apoyada por la eviden-
FIgura de ocho cia (Buppasiri, 2014; Duggal, 2008; Lewic-
ky-Gaupp, 2015; Stock, 2013). Una dosis
FIGURA 27-17 En resumen, con una aproximación de extremo a extremo del esfínter única de cefalosporina de segunda genera-
anal externo (EAS), se coloca una sutura a través del músculo EAS, y de cuatro a seis ción, o de clindamicina para las mujeres
suturas simples interrumpidas 2-0 o 3-0 de poliglactina 910 se colocan en las posicio- con alergia a la penicilina, es adecuada.
nes de las 3, 6, 9 y las 12 en punto a través del tejido conectivo del periesfínter. Para Con OASIS se prescriben, posoperatoria-
empezar, se identifican y se agarran los extremos interrumpidos del músculo estriado mente, ablandadores de heces durante una
EAS y la cápsula. La primera sutura se coloca posteriormente para mantener una ex- semana, y se evitan los enemas y suposito-
posición clara. Entonces se coloca otra sutura en posición inferior a las 6 en punto. rios.
Las fibras musculares del esfínter se reajustan a continuación mediante una sutura en Desafortunadamente, no siempre se ase-
forma de un ocho. Por último, el resto de la fascia se cierra con un punto colocado gura la función normal incluso con la repara-
antes del cilindro del esfínter y con otro colocado en la parte superior del cilindro. ción quirúrgica correcta y completa. Algunas
(Reproducida con permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and obstetric anal mujeres pueden experimentar incontinencia
sphincter lacerations. En Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.): Cunnin- fecal continua causada por lesión a la inerva-
gham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. Nueva York, Educación McGraw-Hi- ción de la musculatura del piso pélvico (Ro-
ll, 2017.) berts, 1990).

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CAPÍTULO 27 Parto vaginal 533

CAPÍTULO 27
A B

FIGURA 27-18 A. La sutura de la mucosa anorrectal comienza por encima del vértice de la laceración utilizando un método continuo,
sin bloqueo, con agujas finas para sutura absorbible tal como 3-0 o 4-0 catgut crómico o poliglactina 910. Las suturas se colocan a tra-
vés de la submucosa incorrecta aproximadamente a 0.5 cm de distancia del borde anal. B. Una segunda capa de refuerzo utiliza sutu-
ras 3-0 de absorción retardada en forma continua, sin bloqueo. Ésta incorpora los extremos desgarrados del esfínter anal interno (IAS),
que se pueden identificar como la estructura fibrosa blanca brillante que se encuentra entre la submucosa del canal anal y las fibras
del esfínter anal externo. En muchos casos, el IAS se retrae lateralmente y se debe buscar y recuperar para su reparación. (Reproduci-
da con permiso de Kenton K, Mueller M: Episiotomy and obstetric anal sphincter lacerations. In Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III,
et al. (eds.): Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a. ed. New York, McGraw-Hill Education, 2017.)

⬛ Cuidado de la laceración perineal Acker DB, Sachs BP, Friedman EA. Risk factors for shoulder dystocia. Obs-
tet Gynecol 66(6):762, 1985.
Inicialmente, las bolsas de hielo aplicadas localmente ayudan a Almroth L, Elmusharaf S, El Hadi N, et al. Primary infertility after genital
reducir la hinchazón y disipar el malestar (de Souza Bosco Paiva, mutilation in girlhood in Sudan: a case-control study. Lancet 366:385,
2016). En los días siguientes, los baños de asiento tibios ayudan 2005.
a la comodidad y la higiene. Además, una pequeña botella de Al-Wassia H, Shah PS. Efficacy and safety of umbilical cord milking at
birth: a systematic review and meta-analysis. JAMA Pediatr 169(1):18,
agua tibia puede limpiar el sitio después de vaciar o eliminar las 2015.
heces. La aplicación tópica de lidocaína al 5% en un ensayo alea- American Academy of Pediatrics: Delayed umbilical cord clamping after
torio (Minassian, 2002) no fue eficaz para aliviar el dolor causado birth. Pediatrics 139(6):e20170957, 2017a.
por la laceración perineal o de episiotomía. Los analgésicos orales American Academy of Pediatrics, American College of Obstetricians and
que contienen codeína proporcionan un alivio considerable. Las Gynecologists. Guidelines for Perinatal Care, 8a. ed. Elk Grove Village,
tabletas de NSAID pueden ser administradas para malestares me- AAP, 2017b.
American College of Obstetricians and Gynecologists. Documenting shoul-
nores. der dystocia. Patient Safety Checklist No. 6, August 2012.
Debido a que el dolor puede indicar un hematoma grande vul- American College of Obstetricians and Gynecologists. Guidelines for Wo-
var, paravaginal, de la fosa isquiorrectal o celulitis perineal, estos men’s Health Care, 4a. ed. Washington, ACOG, 2014.
sitios deben ser examinados cuidadosamente si el dolor es severo American College of Obstetricians and Gynecologists. Immersion in water
o persistente. El manejo de estas complicaciones se discute en los during labor and delivery. Committee Opinion No. 679, November
capítulos 37 y 41 (pp. 674 y 764). Además del dolor, la retención 2016a.
American College of Obstetricians and Gynecologists. Prevention and ma-
urinaria puede complicar la recuperación de la episiotomía (Mul- nagement of obstetric lacerations at vaginal delivery. Practice Bulletin
der, 2012, 2016). Su tratamiento se describe en el capítulo 36 (p. No. 165, July 2016b.
660). American College of Obstetricians and Gynecologist. Prophylactic antibio-
Para las mujeres con laceraciones de segundo grado o desgarre tics in labor and delivery. Practice Bulletin No. 120, June 2011, Reaffir-
del esfínter anal, se suele proscribir el coito hasta después de la med 2016c .
primera visita puerperal a las 6 semanas. En comparación con las American College of Obstetricians and Gynecologists. Delayed umbilical
cord clamping after birth. Committee Opinion No. 684, January 2017a.
mujeres con perineo intacto, aquellas que presentan traumatismo American College of Obstetricians and Gynecologists. Planned home bir-
perineal muestran tasas más altas de relaciones sexuales retrasa- th. Committee Opinion No. 697, April 2017b.
das a los 3 y 6 meses, pero no a 1 año (McDonald, 2015; Rådestad, American College of Obstetricians and Gynecologists. Shoulder dystocia.
2008; Signorello, 2001). Practice Bulletin No. 178, November 2002, Reaffirmed May 2017c.
Ampt AJ, Ford JB, Roberts CL, et al. Trends in obstetric anal sphincter in-
juries and associated risk factors for vaginal singleton term births in
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567

CAPÍTULO 30

Parto por cesárea e


histerectomía periparto

LA CESÁREA EN ESTADOS UNIDOS . . . . . . . . . . . . . . 567 En algunos casos, la histerectomía abdominal se indica des-
pués del parto. Cuando se realiza en el momento de la cesárea, la
RIESGOS DEL PARTO POR CESÁREA. . . . . . . . . . . . . . 568 operación se denomina histerectomía cesárea. Si se hace dentro de
un corto tiempo después del parto vaginal, se denomina histerec-
PREPARACIÓN DE LA PACIENTE . . . . . . . . . . . . . . . . . 569 tomía posparto. La histerectomía periparto es un término más am-
plio que combina estas dos. En la mayoría de los casos, la histerec-
TÉCNICA DE PARTO POR CESÁREA . . . . . . . . . . . . . . 571 tomía es total, pero la histerectomía supracervical es una opción.
Los anexos no son extirpados usualmente. En muchos casos, se
HISTERECTOMÍA PERIPARTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 580 realiza una histerectomía simple o tipo I. Sin embargo, para las
mujeres con cáncer cervical invasivo, la histerectomía radical ex-
CUIDADO POSOPERATORIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 585 tirpa el útero, el parametrio, y la vagina próxima para lograr la
extirpación del tumor con márgenes negativos. También, para los
casos de placenta percreta que se extiende hacia la pared pél-
vica, una escisión similar radical del parametrio puede ser nece-
saria.

La superficie anterior del útero se abre longitudinalmente por su LA CESÁREA EN ESTADOS UNIDOS
línea media. Esto se realiza mejor haciendo una incisión de unos
pocos centímetros con el bisturí, y entonces rápidamente ensan-
En Estados Unidos, el índice de parto por cesárea se elevó de 4.5%
charla con las tijeras hasta 16 o 18 centímetros. Se rompen las
en 1970 a 32.9% en 2009. Después de esta máxima, el índice ha
membranas, el niño es levantado por un pie y extraído rápida- tendido a un ligero descenso, y fue de 32.0% en 2015 (Martin, 2017).
mente. Algunas indicaciones para la realización de la cesárea se muestran
—J. Whitridge Williams (1903) en el cuadro 30-1. Más de 85% de estas operaciones se realizan por
cuatro razones: cesárea previa, distocia, peligro fetal o presentación
Desde la descripción anterior, la técnica de la cesárea ha evolucio- anormal del feto. Estos tres últimos componen los principales indi-
nado durante el siglo pasado. Por ejemplo, la preferencia por la cadores para un parto por cesárea primario (Barber, 2011; Boyle,
histerotomía clásica ha cedido lugar a la incisión inferior transver- 2013).
sal. Datos basados en evidencias ahora guían muchos pasos qui- Las razones por los índices de cesárea persistentemente signi-
rúrgicos y son presentados a lo largo de este capítulo. ficativos no son por completo comprendidas, pero algunas expli-
En cuanto a definiciones, el parto por cesárea define el naci- caciones incluyen las siguientes:
miento de un feto vía de la laparotomía y después la histerotomía.
Esta definición no se aplica a la extracción del feto de la cavidad 1. Las mujeres tienden a tener menos hijos, por tanto, un mayor
abdominal en el caso de ruptura uterina o con embarazo abdomi- porcentaje de nacimientos está entre las nulíparas, que tienen
nal. Raramente, la histerotomía se realiza en una mujer que ha un riesgo acrecentado para la cesárea.
acabado de morir o cuya muerte se espera pronto –cesárea post- 2. La edad materna promedio está subiendo, y las mujeres mayo-
mortem o perimortem (capítulo 47, p. 931). res, en especial las nulíparas, tienen mayor riesgo de cesárea.

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568 SECCIÓN 8 Parto

7. La obesidad, que es un riesgo en la cesárea, ha llegado a


CUADRO 30-1 Algunas indicaciones para la cesárea proporciones epidémicas.
Maternas 8. Los índices de cesáreas en mujeres con preeclampsia se han
acrecentado, mientras que la tasa de inducción del trabajo de
Parto previo por cesárea
parto para estas pacientes ha decrecido.
SECCIÓN 8

Placentación anormal 9. El índice de parto vaginal después de cesárea —VBAC (vaginal bir-
Petición de la madre th after cesarean)— ha disminuido de una máxima de 28% en
1996 a 11% en 2014 (Hamilton, 2015).
Previa histerotomía clásica 10. Las cesáreas optativas están siendo realizadas cada vez más
Tipo desconocido de cicatriz uterina para varias indicaciones que incluyen la petición de la madre, la
Dehiscencia de incisión uterina preocupación por daño al suelo pélvico asociado al parto vagi-
nal, y reducción de los índices de daño fetal.
Miomectomía previa del espesor miometrial 11. La tecnología de reproducción asistida es utilizada más amplia-
Masa obstructiva del tracto genital mente que en el pasado, y se asocia con tasas más altas de ce-
sáreas (Reddy, 2007).
Cáncer invasivo del cuello del útero
12. Litigios por negligencia, relacionados con daño al feto durante el
Traquelectomía previa parto vaginal espontáneo u operatorio continúan contribuyen-
Cerclaje permanente do a los índices de parto por cesárea actuales.
Cirugía reconstructiva pélvica anterior
Trauma perineal significativo anterior
RIESGOS DEL PARTO POR CESÁREA
Deformidad pélvica
Infección por HSV o VIH Proporcionar el consentimiento informado exacto, con la compren-
Enfermedad cardiaca o pulmonar sión de los riesgos y beneficios de la cirugía, tanto maternos como
para el recién nacido, es esencial. En amplios términos, la cesárea
Aneurisma cerebral o malformación arteriovenosa tiene riesgos quirúrgicos más altos para la madre en los embarazos
Patología que requiera cirugía intraabdominal simultánea actuales y subsiguientes, comparados con el parto espontáneo va-
Parto por cesárea perimortem ginal. Esto se compara contra tasas más bajas de daño perineal y
trastornos del suelo de la pelvis a corto plazo. Para el recién nacido,
Materno-fetal la cesárea ofrece índices más bajos de trauma al nacer y muerte
Desproporción cefalopélvica durante el parto, pero mayores tasas de dificultades respiratorias
iniciales.
Parto vaginal operatorio fallido
Placenta previa o abrupción de la placenta
⬛ Mortalidad y morbilidad maternas
Feto
Estatus fetal no tranquilizador Para la madre, la muerte atribuible sólo a la cesárea es rara en
Estados Unidos. Aun así, numerosos estudios atestiguan el incre-
Presentación anómala
mento de riesgos de mortalidad. Clark y colegas (2008), en una
Macrosomía revisión de casi 1.5 millones de embarazos, hallaron tasas de mor-
Anomalía congénita talidad materna de 2.2 por 100 000 partos por cesárea compara-
dos con 0.2 por 100 000 partos vaginales. En un metaanálisis de
Cordón umbilical anormal por estudio Doppler 203 estudios, Guise y colaboradores (2010) reportaron una tasa
Trombocitopenia de mortalidad materna de 13 por cada 100 000 con cesáreas repe-
Trauma neonatal en nacimiento anterior tidas optativas comparadas con 4 por cada 100 000 mujeres su-
friendo la tribulación del trabajo de parto después de una cesárea
VIH: virus de inmunodeficiencia adquirida; HSV (herpes simplex virus): anterior.
virus del herpes simple. Similares a las tasas de mortalidad, las frecuencias de algunas
complicaciones maternas se incrementan con todas las cesáreas
comparadas con los partos vaginales. Villar y asociados (2007) in-
formaron que las tasas de morbilidad materna aumentaron en dos
veces con las cesáreas, comparados con el parto vaginal. Entre es-
3. El uso de monitoreo electrónico del feto está extendido. Esta prác- tas, las principales son infección, hemorragia y tromboembolismo.
tica se asocia con un aumento de la tasa de cesáreas compara- Además, las complicaciones con la anestesia, que también escasa-
do con la auscultación intermitente del ritmo cardiaco fetal. El mente incluyen la muerte, tienen una incidencia mayor con la ce-
sufrimiento fetal es responsable sólo de una minoría de todas sárea comparado con el parto vaginal (Cheesman, 2009; Hawkins,
las cesáreas. En muchos más casos, la preocupación por un 2011). Los órganos adyacentes con poca frecuencia pueden ser
rastreo del ritmo del corazón del feto “no tranquilizador” da dañados, lo cual se describe en detalle en la página 583.
lugar a la cesárea. Las mujeres que han sido sometidas a una cesárea tienen más
4. La mayor parte de los fetos que se presentan de nalgas son probabilidades de que se les haga el parto por operación repetida
recibidos ahora por cesárea. en embarazos sucesivos. Para las mujeres que sufren cesáreas su-
5. La frecuencia de parto vaginal operatorio ha decrecido. cesivas, los riesgos maternos que se han descrito son aún mayores
6. Los índices de inducción del trabajo de parto continúan incremen- (Cahill, 2006; Marshall, 2011; Silver, 2006).
tándose, y el trabajo de parto inducido, en especial entre Como ventaja, el parto por cesárea se asocia con índices más
nulíparas, eleva el índice de cesáreas. bajos de incontinencia urinaria y prolapso de los órganos pélvicos

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 569

que por el parto vaginal (Glazener, 2013; Gyhagen, 2013a,b; Han- El debate alrededor de la CDMR incluye estos puntos médi-
da, 2011; Leijonhufvud, 2011). Los índices de incontinencia anal cos, el concepto de selección libre informada de la mujer, y la au-
aparecen no influenciados por la vía del parto (Fritel, 2007; Nel- tonomía del médico al ofrecerla. Durante el panel de los Institutos
son, 2010). Las ventajas protectoras persisten hasta cierto grado Nacionales de Salud (2006) anteriormente citados, los participan-

CAPÍTULO 30
con el tiempo, pero la cesárea no es totalmente protectora. Es más, tes hicieron notar que la mayoría de los resultados maternos y
estudios longitudinales sugieren que las ventajas iniciales para el neonatales examinados no tenían datos suficientes para permitir
suelo de la pelvis ganada con la cesárea, se pierden mientras la recomendaciones. A pesar de esto, el panel pudo extraer algunas
mujer envejece (Dolan, 2010; MacArthur, 2011, 2013; Nelson, conclusiones, de las que se hizo eco el Colegio Americano de Obs-
2010). Para tratar esto, los Institutos Nacionales de Salud (2006) tetras y Ginecólogos (2017a). A saber, la CDMR no debe realizarse
realizaron una conferencia sobre el parto por cesárea por petición antes de las 39 semanas de gestación a menos que la madurez de
materna. En resumen, los índices de estrés por incontinencia uri- los pulmones del feto sea confirmada. La cesárea es idealmente
naria después de la cesárea optativa son más bajos que los que evitada por las mujeres que desean varios hijos por las anomalías
siguen al parto vaginal. Sin embargo, la duración de esta protec- en la implantación de la placenta y los riesgos de histerectomía
ción no está clara, particularmente en las poblaciones multíparas por cesárea. Finalmente, la CDMR no debe ser motivada por la no
y de mayor edad. Este mismo panel consideró la evidencia, impli- disponibilidad para manejar efectivamente el dolor.
cando el parto vaginal en otros trastornos del suelo de la pelvis, es
débil y no favorece a ninguna vía de parto.
PREPARACIÓN DE LA PACIENTE
⬛ Morbilidad neonatal ⬛ Disponibilidad del parto
La cesárea está asociada con una tasa más baja de trauma fetal Ningún estándar de cuidado reconocido nacionalmente dicta el
(Linder, 2013; Moczygemba, 2010). Alexander y colegas (2006) ha- intervalo de tiempo aceptable para comenzar la cesárea. Previa-
llaron que el daño al feto complicó el 1% de los partos por cesárea. mente, un intervalo de 30 minutos de decisión para hacer la inci-
Las laceraciones de la piel fueron muy comunes, pero otros fueron: sión era recomendado. Al estudiar esto, Bloom y colaboradores
el cefalohematoma, fractura de la clavícula, plexopatía braquial, (2001) hallaron que 69% de 7 450 cesáreas realizadas en trabajo
fractura del cráneo y parálisis del nervio facial. Las cesáreas que de parto comenzaron más de 30 minutos después de la decisión
siguieron a un intento fallido de parto vaginal operatorio tuvieron de operar. En un segundo estudio, Bloom y colaboradores (2001)
la tasa de daños más alta, mientras que la tasa más baja —0.5%— evaluaron los partos por cesárea realizados por indicaciones de
ocurrió en el grupo de cesáreas optativas. No obstante, Worley y emergencia. Ellos informaron que el fracaso de lograr una cesá-
colegas (2009) notaron que alrededor de un tercio de mujeres cu- rea de menos de 30 minutos de tiempo de la decisión a la incisión
yos partos fueron atendidos en el Hospital Parkland, entraron en no estuvo asociado con resultados neonatales negativos. Una re-
trabajo de parto espontáneo a término, y 96% de ellas hicieron un visión subsiguiente sistemática se hizo eco de estos hallazgos (Tol-
parto vaginal sin resultados neonatales adversos. cher, 2014). A pesar de esto, frente a un deterioro agudo catastró-
Alguna evidencia muestra índices más altos de asma y alergias fico de la condición del feto, comúnmente la cesárea se indica tan
en aquellas cuyo parto fue por cesárea. Con la esperanza de mejo- rápido como sea posible, y por tanto los retrasos de determina-
rar la microbiota neonatal, se describe en estudios preliminares ción son inapropiados. La Academia Americana de Pediatría y el
limpiar la boca del recién nacido con una gasa que fue incubada Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2017) recomen-
en la vagina materna por una hora antes de la cirugía. Sin embar- daron que las instalaciones que ofrecen el servicio de obstetricia
go, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2007e) no deban tener la habilidad de iniciar una cesárea en un marco de
estimula esta práctica debido a pocos datos y al potencial para tiempo que incorpore mejor los riesgos y beneficios para la madre
transmitir organismos dañinos. y el feto.

⬛ Consentimiento informado
⬛ Cesárea por petición materna
Obtener el consentimiento informado es un proceso y no un mero
Algunas mujeres piden el parto por cesárea opcional. Los datos documento médico (American College of Obstetricians and Gyne-
en relación con la verdadera incidencia de cesárea a petición mater- cologists, 2015). La conversación debe ampliar la conciencia de la
na (CDMR, cesarean delivery on maternal request) son pobres. Las paciente de su diagnóstico y contener una discusión de las alter-
tasas estimadas están comprendidas entre 1 y 8% en Estados Uni- nativas de atención médicas y quirúrgicas, objetivos y limitaciones
dos (Barber, 2011; Declercq, 2005; Gossman, 2006; Menacker, del procedimiento y riesgos quirúrgicos. Para las parturientas con
2006). una cesárea anterior, la opción de una prueba de trabajo de parto
Las razones para este pedido incluyen la protección del suelo debe ser incluida para las candidatas apropiadas. También, para
pélvico, conveniencia, miedo al parto, y riesgo reducido de daño aquellas que deseen la esterilización permanente o la inserción de
al feto. Los datos para tratar estas preocupaciones se están acu- un dispositivo intrauterino, el consentimiento para estas cosas de-
mulando lentamente. Un estudio de más de 66 000 parturientas be ser completado coincidentemente.
chinas comparó los resultados de las que seleccionaron el parto Una paciente informada puede renunciar a una intervención
planificado vaginal o por cesárea primaria (Liu, 2015). Los índi- particular recomendada, y la autonomía de la toma de decisiones
ces de mortalidad neonatal y de morbilidad materna grave fueron de la misma debe ser respetada. En la historia clínica, los médicos
similares. Para los recién nacidos, los índices de trauma del parto, deben documentar sus razones para la negación, y deben hacer
infección y encefalopatía isquémica por hipoxia fueron bajos en notar que han sido explicados el valor de la intervención y las
ambos grupos, pero estadísticamente más bajos con la cesárea. consecuencias para la salud de no proseguir con ella.
Los índices de síndrome de dificultades respiratorias fueron ma- Para los Testigos de Jehová, las discusiones del consentimiento
yores en la cohorte de CDMR. Un estudio más pequeño compa- informado en relación con productos sanguíneos idealmente co-
rando estas dos vías de parto apoyan estos hallazgos (Larsson, mienzan temprano en el embarazo. Los productos sanguíneos acep-
2011). tables varían con amplitud entre las pacientes de manera individual,

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570 SECCIÓN 8 Parto

y una lista de control preoperatorio de productos permite una pre- izquierda lateral para ayudar al retorno venoso y evitar la hipoten-
paración superior (Hubbard, 2015; Husarova, 2016). En general, sión. Hay suficientes datos para determinar el valor del monitoreo
glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma son vistos co- del feto antes de la cesárea programada en mujeres sin factores de
mo componentes primarios de la sangre y son evitados. Sin embar- riesgo. Nuestra práctica es obtener un rastreo de 5 minutos previo
go, ciertos factores de coagulación o fracciones de glóbulos pueden a los casos seleccionados. Como mínimo, los sonidos del corazón
SECCIÓN 8

ser aceptables (Lawson, 2015). Antes y después de la cirugía, hie- del feto deben ser documentados en el salón de operaciones antes
rro, folato, y si es necesario, eritropoyetina son agentes aceptados de la cirugía.
para ayudar a maximizar los niveles de hemoglobina. Perioperato- Sobre más preparaciones, la eliminación del pelo en la región
riamente, la flebotomía debe ser limitada y se prefieren los tubos de la cirugía no baja los índices de infección de la zona quirúrgica
de recogida pediátrica. Las opciones intraoperatorias incluyen el (SSI, surgical site infection) (Kowalski, 2016). Sin embargo, si el pe-
tratamiento de la atonía para limitar la pérdida de sangre; los lo la obscurece, se elimina el día de la cirugía recortándolo, lo que
agentes hemostáticos tópicos, el ácido tranexámico y desmopresi- está asociado con menos SSI que afeitándolo (Tanner, 2011). La
na para promover la coagulación; el rescate de glóbulos rojos o depilación química la noche antes de la cirugía comparado con
hemodilución normovolémica aguda para suministrar la autodo- recortarlo, tiene índices similares de infección de la zona quirúr-
nación; y anestesia hipotensiva controlada, embolización de la gica (Lefebvre, 2015). Una almohadilla de base electroquirúrgica
arteria uterina, globos vasculares oclusivos y compresión tempo- se coloca cerca de la incisión y comúnmente en el muslo lateral.
ral de la aorta para sangrado incontrolado (Belfort, 2011; Mason, Un catéter implantado en la vejiga se coloca por lo regular en el
2015). Parkland Hospital para colapsar la vejiga lejos de la incisión de la
histerotomía, para impedir la retención urinaria secundaria a la
analgesia en la región y permitir una medición posoperatoria pre-
⬛ Momento para la cesárea cisa de la orina. Pequeños estudios muestran que la cateterización
programada puede ser evitada en pacientes estables hemodinámicamente para
minimizar las infecciones urinarias (Abdel-Aleem, 2014; Li, 2011;
Las secuelas adversas neonatales por inmadurez neonatal con par- Nasr, 2009),
to optativo antes de las 39 semanas completas son sensibles (Clark, El riesgo de tromboembolismo venoso se incrementa con el em-
2009; Tita, 2009). Para evitarlas, la seguridad de la madurez del feto barazo y casi es el doble en las que sufren cesárea (James, 2006). En
antes de una cirugía optativa es esencial, como lo presenta la Aca- concordancia, para todas las mujeres que no reciben ya la trom-
demia Americana de Pediatría y el Colegio Americano de Obstetras boprofilaxis, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos
y Ginecólogos (2017) y es discutido en el capítulo 31 (p. 597). Para (2017d) recomienda la iniciación con medias de compresión neu-
ayudar con este y otros componentes de la planificación de la cesá- mática antes de la cesárea. Éstas son normalmente descontinuadas
rea, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2011, 2014b) una vez que la mujer ya deambula. Las recomendaciones entre las
ha creado Listas de Control de Seguridad del Paciente que deben organizaciones varían, y el Colegio Americano de Médicos del Tó-
completarse antes de la cirugía planificada. rax sugiere sólo una temprana ambulación para aquellas sin facto-
res de riesgo a quien se les va a practicar una cesárea (Bates, 2012).
Para las pacientes que ya reciben profilaxis o las que tienen facto-
⬛ Cuidados preoperatorios res de riesgo acrecentados, ellos apoyan la intensificación de la
Si la cesárea es programada, se le puede administrar un sedante a profilaxis. Por último, el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos
la hora de dormir la noche antes de la cirugía. En general, no se (2015) son los más conservadores y sugieren profilaxis farmacoló-
administran otros narcóticos, sedantes o tranquilizantes hasta des- gica para la amplia proporción de pacientes. Estos métodos y reco-
pués que el feto nace. En una prueba aleatoria pequeña, no se ob- mendaciones varias se discuten en el capítulo 52 y se muestran en
tuvieron beneficios de un enema prequirúrgico (Lurie, 2012). Se el cuadro 52-6 (p. 1020).
detiene el consumo de comida sólida al menos de 6 a 8 horas antes Algunas mujeres programadas para la cesárea tienen una co-
del procedimiento. Las pacientes no complicadas pueden tomar morbilidad coincidente que requiere un manejo específico en an-
cantidades moderadas de líquidos ligeros hasta 2 horas antes de la ticipación de la cirugía. Entre otras, éstas incluyen la diabetes ges-
cirugía (American Society of Anesthesiologists, 2016). Esto está en tacional o insulinodependientes, coagulopatía o trombofilia, uso
sintonía con los protocolos de Recuperación Mejorada Después de crónico de corticoesteroides y enfermedad de las vías respiratorias
la Cirugía (ERAS, Enhanced Recovery After Surgery) que se esfuer- reactiva significativa. Las preparaciones quirúrgicas se discuten en
zan por mantener homeostasis anabólica y defienden las bebidas los respectivos capítulos que cubren estos temas.
ligeras con carbohidratos hasta 2 horas antes de una cirugía pro-
gramada y primera alimentación posoperatoria (Ljungqvist, 2017). ⬛
Aunque la evidencia apoya el método ERAS para muchos procedi-
Prevención de la infección
mientos, los datos que tratan específicamente el parto por cesárea
son escasos (Wrench, 2015).
Profilaxis por antibióticos
La mujer programada para cesárea repetida por lo regular se La cesárea se considera un caso limpio-contaminado, y la morbili-
ingresa el día de la cirugía y se evalúa por el equipo obstétrico y el dad febril posoperatoria es común. Numerosas pruebas de buena
de anestesia. Se revisan los análisis de hematócrito y de Coombs calidad muestran que una dosis única de un antibiótico adminis-
indirecto realizados recientemente. Si este último es positivo, en- trado en el momento de la cesárea disminuye significativamente
tonces debe asegurarse la disponibilidad de sangre compatible. la morbilidad (Smaill, 2014). Aunque es más obvia para las pacien-
Como se discute en el capítulo 25 (p. 490), se prefiere la anal- tes que van a ser sometidas a cesárea no programada, esta práctica
gesia regional para la cesárea. Se administra un antiácido poco también pertenece a quienes van a ser sometidas a la cirugía opta-
antes de la analgesia regional o la inducción por anestesia general. tiva (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2016).
Un ejemplo es la Bicitra, 30 mL oral en una dosis única. Esto mi- En dependencia de alergia a fármacos, lo más recomendado es
nimiza el riesgo de daño al pulmón por aspiración de ácidos gás- una dosis intravenosa única de antibiótico β-lactam —o una cefa-
tricos. Una vez que la paciente está supina, una cuña debajo de la losporina o penicilina de amplio espectro. Una dosis de 1 g de
cadera derecha y la parte baja de la espalda crea una inclinación cefazolina (Ancef) es una selección eficaz y económica. Las dosis

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 571

adicionales se consideran en casos con pérdida de sangre <1 500 riesgo modificable, y su mitigación es especialmente útil para muje-
mL o con una duración más larga de 3 horas. Las recomendacio- res mórbidamente obesas (Alanis, 2010; Ávila, 2012; Shree, 2016).
nes para la mejor dosis en parturientas obesas son contradictorias La normotermia intraoperatoria reduce las tasas de infección de la
(Ahmadzia, 2015; Maggio, 2015; Swank, 2015; Young, 2015). Un herida en la cirugía general y es una medida del Proyecto de Mejora

CAPÍTULO 30
análisis farmacocinético reciente mostró niveles de tejido suficien- de la Atención Quirúrgica (Kurz, 1996; The Joint Commission,
tes con una dosis de 2 g para las cesáreas que duren 1.5 horas. Los 2016). Este principio lógicamente podría ser extrapolado a la cesá-
autores recomendaron una consideración para repetir las dosis en rea, aunque faltan estudios definitivos (Carpenter, 2012). El suple-
pacientes obesas si las cirugías tomaran más tiempo (Grupper, mento perioperatorio de oxígeno inspirado de alta concentración no
2017). disminuye las tasas de infección de la herida (Duggal, 2013; Klingel,
Un cuerpo de evidencias creciente apoya la extensión del es- 2013).
pectro de antibióticos (Andrews, 2003; Tita, 2008). Una gran
prueba aleatoria añadió la azitromicina, 500 mg intravenosa, para ⬛ Seguridad quirúrgica
una profilaxis estándar previa a la cesárea para pacientes en tra-
bajo de parto o con ruptura de las membranas (Tita, 2016). Las La Comisión Conjunta (2013) estableció un protocolo para prevenir
tasas de infección de las heridas y de endometritis fueron signifi- errores quirúrgicos. Para la cesárea, todos los documentos relevan-
cativamente más bajas en el grupo de amplio espectro comparado tes se verifican inmediatamente antes de la cirugía, y el “acabado” se
con aquellas de la cohorte de profilaxis estándar. completa. El “acabado” requiere la atención de todo el equipo para
En mujeres embarazadas con historia de infección por estafi- confirmar que la paciente, el sitio y el procedimiento son correctos.
lococo áureo con resistencia a la meticilina (MRSA, methycillin-re- Las discusiones importantes también incluyen la presentación de los
sistant Staphylococcus aureus), una dosis única de vancomicina miembros del equipo de atención a la paciente, verificación de anti-
añadida a la profilaxis estándar para la cesárea puede ser elegida. bióticos profilácticos, estimación de la duración del procedimiento,
La descolonización juega un papel limitado, pero puede ser con- y comunicación de complicaciones anticipadas. En adición, las soli-
siderada previa a la cesárea programada en parturientas con colo- citudes de instrumentación especial deben abordarse preoperatoria-
nización por MRSA conocida (American College of Obstetricians mente para prevenir un posible compromiso de la paciente y retra-
and Gynecologists, 2016). sos intraoperatorios.
La alergia significativa a la penicilina o la cefalosporina que se Un recuento de instrumentos, esponjas y agujas antes y des-
manifiesta como anafilaxis, angioedema, dificultades respiratorias pués de la cirugía es crucial para la seguridad quirúrgica. Si los
o urticaria, amerita la profilaxis con una dosis única de 600 mg recuentos no se reconcilian, se obtienen imágenes radiográficas
intravenosa de la clindamicina combinada con una dosis basada para objetos extraños retenidos. (American College of Obstetri-
en el peso de aminoglucósido es una alternativa. Una dosis de 900 cians and Gynecologists, 2014a).
mg de clindamicina se usa para pacientes obesas.
La administración de antibióticos antes de la incisión quirúrgi-
ca disminuye las tasas de infección posoperatorias sin efectos neo- TÉCNICA DE PARTO POR
natales adversos en comparación con la administración de fárma- CESÁREA
cos después del pinzamiento del cordón umbilical (Mackeen,
2014b; Sullivan, 2007; Witt, 2011). La profilaxis se administra Con pequeñas variaciones, el rendimiento quirúrgico del parto por
idealmente dentro de los 60 minutos anteriores al inicio de cesárea cesárea es comparable en todo el mundo. La mayoría de los pasos
planificada. Para un parto urgente, se dan antibióticos tan pronto se basan en la evidencia establecida en datos, y éstos han sido re-
como sea posible. visados por Dahlke y Asociados (2013). Como con toda cirugía,
La preparación preoperatoria de la pared abdominal de la piel una comprensión clara de la anatomía relevante es esencial, y esto
es efectiva para prevenir la infección de la herida. Ya sea la clor- se describe e ilustra en el capítulo 2 (p. 14).
hexidina o soluciones de yodo povidona son adecuadas (Hadiati,
2014; Ngai, 2015; Springel, 2017). En los estudios que encontra-
ron una diferencia, la clorhexidina fue favorecida, y ésta es nues- ⬛ Laparotomía
tra práctica (Menderes, 2012; Tuuli, 2016a). Además, la limpieza
En obstetricia, una incisión transversal suprapúbica o en la línea
vaginal preoperatoria con una exfoliación con yodo povidona se
media vertical se elige para la laparotomía. La entrada abdominal
ha evaluado en pruebas en pequeños grupos aleatorios (Haas,
transversal es por incisiones Pfannenstiel o Maylard. De todos es-
2014; Caissutti, 2017). Algunos mostraron menores tasas de me-
tos, la incisión de Pfannenstiel se selecciona con mayor frecuencia
tritis, en especial para aquellos con membranas rotas o trabajo de
para la cesárea.
parto activo, pero no mostraron tasas más bajas de infección de la
Las incisiones transversales siguen las líneas de Langer de ten-
herida (Haas, 2010; Memon, 2011; Yildirim, 2012). Algunos reco-
sión cutánea. Así, en comparación con las verticales, las incisiones
miendan la limpieza vaginal preoperatoria, pero no lo hacemos en
de Pfannenstiel ofrecen superior y menores tasas de hernia por
el Hospital Parkland.
incisión. Sin embargo, el uso de la incisión de Pfannenstiel a me-
No se recomienda la profilaxis antibiótica contra la endocarditis
nudo se desaconseja para casos en los que un gran espacio opera-
infecciosa para la mayoría de las afecciones cardiacas —las excepcio-
torio es esencial o en el que el acceso a la parte superior del abdo-
nes son las mujeres con cardiopatía cianótica, válvulas protésicas, o
men puede ser necesario. Con incisiones transversales, debido a
ambas (American College of Obstetricians and Gynecologists,
las capas creadas durante la incisión de la aponeurosis interna y
2016). Los regímenes seleccionados para la profilaxis de la infec-
oblicua externa, se puede recoger un líquido purulento entre es-
ción por cesárea de rutina también servirán como cobertura apro-
tas. Por tanto, algunos favorecen una incisión vertical en la línea
piada para la endocarditis (capítulo 49, p. 965).
media para casos con alto riesgo de infección. La entrada emer-
gente es típicamente más rápida con incisión vertical durante la
Otras prevenciones cesárea primaria y repetitiva (Wylie, 2010). Por último, las estruc-
turas neurovasculares, que incluyen los nervios ilioinguinal e ilio-
El control glucémico en diabéticos disminuye las tasas de infección hipogástrico y los vasos epigástricos inferiores y superficiales, a
de la herida y se enfatiza en el capítulo 57 (p. 1105). Fumar es otro menudo se encuentran con las incisiones transversales. Lógica-

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572 SECCIÓN 8 Parto

mente, el sangrado, el hematoma en la herida, y los trastornos sea brusca o profundamente por el bisturí hasta que se alcanza el
neurológicos pueden complicar con más frecuencia estas incisio- borde superior de la sínfisis del pubis. A continuación, el borde
nes en comparación con las verticales. La mejor incisión para las fascial superior se agarra y de nuevo se completa la separación de
parturientas con obesidad mórbida no está claro (Smid, 2016). la fascia del músculo recto. Los vasos sanguíneos que corren entre
Como se discute en el capítulo 48 (p. 943), nuestra preferencia con la vaina y los músculos se pinzan, se cortan y se ligan, o se coagu-
SECCIÓN 8

la paciente obesa es una incisión vertical periumbilical de línea lan con una cuchilla de electrocirugía. La hemostasia meticulosa
media. es imprescindible para bajar las tasas de hematoma e infección de
La incisión de Maylard se diferencia en principio de la Pfan- la incisión. La separación fascial progresa cefálica y lateralmente
nenstiel en que los vientres del músculo recto del abdomen son para crear un área semicircular sobre la incisión transversal con
seccionados transversal y horizontalmente para ampliar el espacio un radio de alrededor de 8 cm. Esto variará dependiendo del ta-
operatorio. Éste es técnicamente más difícil debido a que se re- maño del feto. Los músculos rectos abdominales y piramidales
quiere su corte muscular y aislamiento y ligadura de las arterias luego se separan en la línea media, primero por encima y al ins-
epigástricas inferiores, que se extienden de manera lateral a estos tante debajo por una profunda disección para exponer la fascia
vientres musculares. transversal y el peritoneo.
Una vez que se obtiene acceso, los retractores de mano metá- La fascia transversal y la grasa preperitoneal se diseccionan
licos proporcionan exposición a la histerotomía. Algunos peque- con rudeza para llegar al peritoneo subyacente. El peritoneo cer-
ños estudios aleatorios han evaluado las tasas de infección de la ca del extremo superior de la incisión se abre con cuidado, ya sea
herida poscesárea con un retractor de barrera de plástico desecha- con brusquedad o elevándolo con dos hemostatos colocados alre-
ble (Alexis-O). Los resultados que muestran beneficios son contra- dedor de 2 cm de separación. Este sitio superior reduce los ries-
dictorios (Hinkson, 2016; Scolari Childress, 2016; Theodoridis, gos de la cistotomía. El pliegue del peritoneo entre las pinzas es
2011). examinado y palpado para asegurar que el omento, el intestino o
la vejiga no están adyacentes. Luego se corta el peritoneo, y la
Incisiones transversales incisión peritoneal se extiende por encima del polo superior de
la disección fascial y hacia abajo justo por encima de la reflexión
Con la incisión de Pfannenstiel, la piel y el tejido subcutáneo se peritoneal sobre la vejiga. Es importante destacar que en pacien-
cortan utilizando una incisión baja, transversal, ligeramente curvi- tes con previa cirugía intraabdominal, incluyendo parto por cesá-
línea. Esto se hace a nivel de la línea del nacimiento del vello pú- rea, el omento o el intestino pueden adherirse a la superficie in-
bico, que es por lo regular 3 cm por encima del borde superior de ferior del peritoneo. En grávidas con trabajo de parto obstruido,
la sínfisis del pubis. La incisión se extiende lateralmente lo sufi- la vejiga puede ser empujada de forma cefálica casi al nivel del
ciente para acomodar el parto —es típico de 12 a 15 cm. ombligo.
La disección aguda se continúa a tra-
vés de la capa subcutánea hacia la fascia.
Los vasos epigástricos superficiales por lo
general pueden identificarse a medio ca-
mino entre la piel y la fascia, pocos centí-
metros desde la línea media, y aparecen
coagulados. Si están lacerados, pueden ser Útero
ligados con sutura 3-0 simple o coagulados
con una cuchilla electroquirúrgica.
La fascia se disecciona bruscamente en
la línea media. La fascia abdominal ante-
rior está típicamente compuesta por dos
capas visibles, la aponeurosis desde el mús-
culo oblicuo externo y una capa fusionada
que contiene la aponeurosis de los múscu-
los oblicuo interno y transversos del abdo-
men. Idealmente, se practica una incisión
de las dos capas de manera individual du-
rante la extensión lateral de la incisión fas-
cial. Los vasos epigástricos inferiores sue- Serosa
len encontrarse fuera del borde lateral del vesicouterina
músculo recto abdominal y debajo de la
aponeurosis fusionada de los músculos obli-
cuos internos y transversos del abdomen. Vejiga
Así, aunque rara vez se requiere, la exten-
sión de la incisión fascial más lateral puede
cortar estos vasos. Con la extensión, estos
vasos se identifican mejor y se coagulan o
ligan para prevenir hemorragias y retrac-
ción de los vasos.
Una vez que se incide la fascia, el bor-
de inferior fascial se agarra con pinzas Ko-
cher y se eleva por un asistente mientras
el operador separa la vaina fascial desde el FIGURA 30-1 El peritoneo despegado sobre la reflexión de la vejiga se agarra con
músculo recto abdominal subyacente, ya fórceps y se corta con tijeras Metzenbaum.

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 573

Incisión vertical de línea media


Esta incisión comienza 2 o 3 cm sobre el margen superior de la
sínfisis. Debe ser suficientemente larga para permitir el parto del
feto, y es común de 12 a 15 cm. Una disección con cuchilla elec-

CAPÍTULO 30
troquirúrgica o bisturí a través de las capas subcutáneas expone al
final la cubierta del recto anterior. Se hace una pequeña abertura
Serosa
con el bisturí en la mitad superior de la línea alba. Esta ubicación
vesicouterina
aquí ayuda a evitar una cistotomía potencial. Los dedos índice y
medio se colocan debajo de la fascia para elevarla, y la incisión
fascial se extiende primero superior y después inferiormente con
tijeras. La separación de la línea media de los músculos rectos y
piramidales y la entrada peritoneal son similares a los de la inci-
sión Pfannenstiel.
Miometrio

⬛ Histerotomía
Con mucha frecuencia, el segmento uterino inferior se corta de
manera transversal como se describió por Kerr en 1921. En oca-
siones la incisión vertical confinada sólo al segmento uterino infe-
rior puede ser seleccionada (Krönig, 1912). En contraste, una in- Vejiga
cisión clásica comienza como una baja vertical, que después se
extiende cefálicamente en la porción activa del cuerpo uterino.
Por último, una incisión del fondo o saco posterior puede selec-
cionarse para casos con síndrome de acretismo placentario. FIGURA 30-2 Este borde peritoneal se eleva y se hace una in-
cisión lateral.
Incisión cesárea baja transversal
Para muchas cesáreas, se prefiere esta incisión. Comparada con la jos del lugar planificado de la histerotomía. También ayuda a evi-
incisión clásica es más fácil de reparar, causa menos sangrado de tar laceraciones de la vejiga si una extensión sin intención ocurre
la incisión, y promueve menos adherencia de los intestinos o del durante el parto del feto.
omento a la incisión miometrial. Localizada en el segmento inac- En general, esta separación caudal de la vejiga no excede los
tivo, también tiene menos probabilidades de ruptura durante un 5 cm y a veces es menor. Sin embargo, en casos con los que la his-
embarazo subsiguiente. terectomía poscesárea se planifica o anticipa, la disección extendida
Antes de cualquier histerotomía, el cirujano palpa el fondo pa- caudal se recomienda para ayudar a la histerectomía total y dismi-
ra identificar los grados de rotación uterina. El útero puede ser nuir el riesgo de cistotomía.
rotado para que un ligamento redondo esté
más anterior y más cercano a la línea me-
dia. En tales casos, el útero puede ser reo-
rientado manualmente y aguantado para
permitir que la incisión esté centrada. Esto Serosa
evita la extensión de la incisión y lacera- vesicouterina
ción de la arteria uterina adyacente. Una
esponja húmeda puede ser utilizada para
recoger los intestinos que sobresalen del
campo operatorio. Vejiga
La reflexión del peritoneo en el mar-
Segmento uterino
gen superior de la vejiga y que recubre el
inferior
segmento uterino inferior se agarra con
fórceps y se corta de manera transversal
con las tijeras (figura 30-1). Luego de la
incisión inicial, las tijeras se insertan entre
el peritoneo y el segmento uterino inferior.
Las tijeras abiertas se empujan lateralmen-
te de la línea media a cada lado. Esta inci-
sión peritoneal transversal se extiende casi
a toda su extensión del segmento uterino
inferior. Mientras se acerca el margen late-
ral de cada lado, las tijeras se dirigen lige-
ramente cefálicas (figura 30-2). El borde
inferior del peritoneo se eleva, y la vejiga
es separada suavemente del segmento ute-
rino inferior subyacente con una disección
profunda dentro de este espacio vesicoute-
rino (figura 30-3). Esta creación de la aleta FIGURA 30-3 Corte transversal que muestra la disección abrupta de la vejiga lejos
de la vejiga en efecto mueve la misma, le- del útero para exponer el segmento uterino inferior.

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574 SECCIÓN 8 Parto

Algunos cirujanos no crean una aleta de la vejiga. La ventaja


principal es un tiempo más corto de la incisión de la piel del parto.
Sin embargo, los datos que apoyan esta práctica son limitados
(O’Neill, 2014; Tuuli, 2012).
SECCIÓN 8

Incisión uterina. Se entra al útero a través del segmento uterino


inferior; se palpa digitalmente para encontrar el borde fisiológico
entre el segmento del miometrio superior más firme y el segmen-
to inferior más flexible que puede guiar la localización. La incisión
de la aleta de la vejiga puede servir también como guía, y con fre-
cuencia se selecciona el lugar para la histerotomía cerca de esta
línea.
Para las mujeres con dilatación cervical completa o avanzada,
la histerotomía se ubica relativamente más alta. Si no se ajusta, se
incrementa el riesgo de la extensión lateral de la incisión hacia las
arterias uterinas. También puede llevar a la incisión del cuello del
útero o la vagina en vez del segmento uterino inferior. Dichas
incisiones en el cuello del útero pueden distorsionar la anatomía
cervical posoperatoria.
Miometrio El útero puede ser diseccionado por varias técnicas. Cada una
es iniciada usando un escalpelo para hacer una incisión en el seg-
mento uterino inferior expuesto de 1 a 2 cm en la línea media
(figura 30-4). Los movimientos repetitivos superficiales evitan la-
ceración del feto. Cuando se hace menos grueso el miometrio, la
punta del dedo puede entrar de manera brusca en la cavidad ute-
rina. Una vez que el útero se abre, se alarga la histerotomía sólo
extendiendo la incisión, haciendo presión ligeramente hacia arri-
ba y lateral con cada dedo índice (figura 30-5). Alguna evidencia
sostiene la realización de la ampliación de la incisión del segmen-
FIGURA 30-4 El miometrio es cortado con movimientos super- to uterino inferior jalando con los dedos en oposición en una di-
ficiales para evitar cortar la cabeza del feto. rección cefalocaudal (Cromi, 2008; Xodo, 2016).

Saco
amniótico

FIGURA 30-5 Después de entrar en la cavidad uterina, la incisión se extiende lateralmente con los dedos o con tijeras de vendas
(recuadro).

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 575

De modo sucesivo, si el segmento uterino inferior es grueso y dida de sangre asociada, y de fractura del cráneo del feto. En esta
no cede, cortar lateral y después ligeramente hacia arriba con tije- situación, hay tres consideraciones para la extracción. Primero, el
ras de vendas alargará la incisión. Es importante que cuando se método de “empuje” puede ser usado. Con esto, la presión hacia
utilicen tijeras, los dedos índices y medio de la mano no dominan- arriba ejercida por una mano en la vagina por un asistente ayuda-

CAPÍTULO 30
te estén insinuados por debajo del miometrio y sobre las partes rá a desplazar la cabeza y permitir su extracción sobre la sínfisis.
del feto para evitar la laceración del feto. Al comparar la expan- Si esto se anticipa, una paciente en posición de patas de rana pue-
sión roma y profunda de la incisión uterina inicial, el segmento de permitir un acceso más fácil a la vagina.
romo se asocia con menos extensiones de incisiones no deseadas, Segundo, como alternativa, el método de “jalar” agarra las pier-
un tiempo operatorio más corto y menor pérdida de sangre. Sin nas del feto para sacarlas a través de la histerotomía. El feto es
embargo, las tasas de infección y de necesidad de transfusión no extraído por tracción como una completa extracción de nalgas. El
difieren (Cromi, 2008; Xodo, 2016). respaldo para este último método viene sólo de unas pruebas pe-
La incisión uterina se hace suficientemente grande para per- queñas aleatorias y estudios de cohortes retrospectivos (Berhan,
mitir el parto del feto sin rasgar los vasos uterinos que corren por 2014; Jeve, 2016; Nooh, 2017). Se puede elegir una incisión verti-
los márgenes uterinos laterales. Si la placenta se encuentra en la cal baja de histerotomía, que dará ms espacio para la técnica de
línea de incisión, debe ser separada o diseccionada. La función de “jalar”. Si se ha hecho una incisión baja transversal, entonces esto
la placenta es de esta forma comprometida, y así la cesárea se se puede extender a una incisión en J, U o T como se discutió pre-
realiza de forma expedita. viamente.
A veces, una histerotomía transversal se elige, pero no da espa- El tercer método a utilizar es la “almohadilla fetal”, el cual es
cio suficiente para la extracción del feto. En tales casos, una esqui- un globo intravaginal distensible que cuando se infla, eleva la ca-
na de la incisión de la histerotomía se extiende hacia la cabeza en beza del feto. El dispositivo está disponible fuera de Estados Uni-
la porción contráctil del miometrio —una incisión en forma de J. Si se dos, pero la evidencia de su eficacia es limitada (Safa, 2016; Seal,
completa bilateralmente, se forma una incisión en forma de U. Por 2016).
último, algunos prefieren en vez de estas, extenderlo en la línea A la inversa, con mujeres sin trabajo de parto, la cabeza del
media —una incisión en forma de T. Como se espera, cada una tiene feto puede ser desmoldada sin un punto cefálico de guía. La cabe-
más alta pérdida de sangre intraoperatoriamente (Boyle, 1996; Pa- za redonda puede ser difícil de levantar a través de la incisión
tterson, 2002). Además, mientras se extienden hacia la porción uterina en un segmento inferior relativamente grueso que no se
contráctil, un esfuerzo de trabajo de parto es quizás más complica- atenúa con el trabajo de parto. En tales casos, los fórceps o un
do por ruptura uterina en embarazos futuros. aparato de aspirar pueden ser usados para extraer la cabeza del
feto (figura 30-7).
Alumbramiento del feto. En una presentación cefálica, se desliza Después de la extracción de la cabeza, debe pasarse un dedo
una mano dentro de la cavidad uterina entre la sínfisis y la cabeza por el cuello del feto para determinar si tiene una o dos circulares
del feto. La cabeza se eleva suavemente con los dedos y la palma del cordón umbilical. Si están en esa posición, se deslizan sobre la
de la mano a través de la incisión. Una vez que la cabeza entra en cabeza. Se rota la cabeza hasta una posición transversal occipucio,
la incisión, la extracción puede ser ayudada por una presión mo- que alinea el diámetro biacromial fetal verticalmente. Se toman
derada transabdominal del fondo (figura 30-6). los lados de la cabeza con las dos manos y se aplica una tracción
Después de un trabajo de parto largo con desproporción cefa- hacia abajo suave hasta que el hombro anterior entra en la incisión
lopélvica, la cabeza del feto puede estar metida de forma apretada de la histerotomía (figura 30-8). Seguidamente, con un movimien-
dentro del canal del parto. La liberación de una cabeza del feto to hacia arriba, se extrae el hombro posterior. Durante la extrac-
impactada eleva el riesgo de extensión de la histerotomía, de pér- ción, se evita una fuerza abrupta o muy fuerte para evitar daño al
plexo braquial. Con una tracción hacia afuera mantenida, el resto
del cuerpo entonces sigue con facilidad. Una suave presión del
fondo puede ayudar.
Incisión en el segmento Con algunas excepciones, las recomendaciones actuales para
uterino inferior
la reanimación neonatal de la Asociación Americana del Corazón
evitan la succión inmediatamente después del nacimiento, aún
con meconio presente (Wyckoff, 2015). Una discusión más com-
pleta de esto y del pinzar el cordón umbilical retardado se encuen-
tra en el capítulo 27 (p. 518). El cordón umbilical se pinza, y el
recién nacido se entrega al miembro del equipo que conducirá los
esfuerzos reanimadores como se necesite.
Si se compara la cesárea optativa bajo anestesia neuraxial y los
partos espontáneos vaginales, los estudios muestran que la necesi-
dad de la reanimación neonatal no es prácticamente significativa
entre los dos (Atherton, 2006; Gordon, 2005; Jacob, 1997). La Aca-
demia Americana de Pediatría y el Colegio Americano de Obste-
tras y Ginecólogos (2007) recomendaron que “una persona califica-
da que sea experta en la reanimación neonatal debe estar en el
salón de parto”. En el Hospital Parkland, las enfermeras pediátri-
cas asisten en cesáreas programadas no complicadas. Notablemen-
te, si los riesgos neonatales anticipados se elevan, así debe ser tam-
bién la experiencia de reanimación de los asistentes (Wyckoff,
2015).
Para promover la lactancia materna, el Colegio Americano de
Obstetras y Ginecólogos (2007) recomienda contacto piel con piel
FIGURA 30-6 Extracción de la cabeza del feto. entre el recién nacido y la madre en el salón de parto. Aunque la

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576 SECCIÓN 8 Parto


SECCIÓN 8

A B

FIGURA 30-7 A. La primera paleta de fórceps de la cesárea se coloca. B. Se utiliza una ligera tracción hacia arriba y hacia afuera
para elevar la cabeza a través de la incisión.

mayoría de las pruebas aleatorias se enfocan en el parto vaginal, tudios, indican que el misoprostol parece funcionar similar a la oxi-
varios estudios pequeños apoyan dicho contacto después de la ce- tocina (Chaudhuri, 2014; Conde-Agudelo, 2013). Finalmente, algu-
sárea, y ésta es nuestra práctica (Moore, 2016; Stevens, 2014). nos recomiendan el uso de ácido tranexámico añadido a una infusión
Después del parto, una infusión intravenosa que contiene dos de oxitocina estándar para disminuir la pérdida de sangre (Simona-
ámpulas o 20 unidades de oxitocina por litro de cristaloide se infun- zzi, 2016; Wang, 2015). Su acción antifibrinolítica y efectos en los
de a 10 mL/min. Algunos prefieren las dosis de infusión más altas, índices de tromboembolismo en pacientes quirúrgicas embarazadas
sin embargo, deben evitarse los bolos no diluidos por la asociación es poco clara. Se necesitan pruebas más numerosas antes de su uso
con la hipotensión (Roach, 2013). Una vez que el útero se contrae extendido. Discusiones adicionales de todos estos agentes se en-
de manera satisfactoria, la dosis puede ser reducida. Una alternati- cuentran en el capítulo 41 (p. 759).
va es el carbetocin —un derivado de la oxitocina de acción más larga
que no está disponible en Estados Unidos— que provee una profi- Alumbramiento de la placenta. La incisión uterina se observa para
laxis para la hemorragia apropiada, aunque más costosa (Jin, 2016). detectar cualquier lugar que sangre vigorosamente. Éstos deben ser
Los alcaloides ergot son agentes de segundo nivel y conllevan efec- con rapidez pinzados con fórceps Pennington o de anillo. Aunque
tos colaterales de hipertensión. El carboprost, un derivado 15-metil algunos cirujanos puedan preferir la extracción manual de la pla-
de la prostaglandina F2α, es otro agente de segundo nivel usado centa, el alumbramiento espontáneo provocado por la tracción del
para tratar atonía uterina. Algunos, pero en efecto no todos los es- cordón puede reducir el riesgo de pérdida de sangre e infección en

A B

FIGURA 30-8 El hombro anterior (A) y después el hombro posterior (B) se extraen.

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 577

la operación (Anorlu, 2008; Baksu, 2005). El ma-


saje del fondo puede comenzar tan pronto como Segmento uterino
el feto es extraído para apresurar la separación de inferior
la placenta y su extracción (figura 30-9).

CAPÍTULO 30
Inmediatamente después de la extracción y Incisión uterina
rápida inspección total de la placenta, la cavidad
uterina se succiona y limpia con una esponja de
gasa para sacar membranas en avulsión, sebo del
feto y coágulos. En el pasado, los dedos cubiertos
por dos guantes o fórceps de aro ubicados a tra-
vés de la incisión de la histerotomía se usaban
para dilatar un cuello del útero ostensiblemente
cerrado. Esta práctica no reduce las tasas de in-
fección por hematómetra y no se recomienda
(Kirscht, 2017; Liabsuetrakul, 2011).

Reparación uterina. Después de la extracción de


la placenta, el útero se eleva a través de la inci-
sión y hacia la pared abdominal cubierta, y el
fondo se cubre con una esponja húmeda de la-
parotomía. Nosotros favorecemos esto, y cree- Placenta
mos que un útero relajado y átono puede ser
reconocido rápidamente y aplicarse masaje. Los
puntos de la incisión y los que sangran son vi-
sualizados y reparados con más facilidad en es- FIGURA 30-9 La placenta sobresale a través de la incisión uterina cuando el
pecial si ha habido extensiones. La exposición útero se contrae. Una mano suavemente masajea el fondo para ayudar la sepa-
de anexos es superior, y, por tanto, la esteriliza- ración espontánea de la placenta.
ción de las trompas es más cómoda. Por el con-
trario, algunos clínicos prefieren cerrar la histe-
rotomía con el útero in situ. Comparando estos Tradicionalmente, el peritoneo en el cul-de-sac anterior se apro-
dos métodos, la morbilidad febril, dolor y pérdida de sangre no xima con una línea de hilo de catgut crómico 2-0. Múltiples prue-
son significativamente diferentes (Walsh, 2009; Zaphiratos, 2015). bas aleatorias sugieren que la omisión de este paso no causa com-
Antes del cierre de la histerotomía, los vasos grandes previa- plicaciones posoperatorias (Grundsell, 1998; Irion, 1996; Nagele,
mente pinzados pueden ser ligados por separado o incorporados 1996). Si la esterilización de las trompas se va a realizar, se comple-
dentro del cierre continuo de la incisión. Si se planificó dejar un ta como se describe en el capítulo 39 (p. 702).
dispositivo intrauterino (IUD), el mismo debe ser colocado antes
del cierre de la histerotomía (capítulo 38, p. 685). Se agarra un
ángulo de la incisión uterina para estabilizar y maniobrar la inci-
sión. La incisión uterina se cierra con una o dos capas de hilo de
sutura absorbible continua núm. 0 o 1 (figura 30-10). El hilo de
sutura catgut crómico es usado por muchos, pero algunos prefie-
ren la poliglactina 910 sintética de absorción retardada (Vicryl).
En subsiguientes embarazos, ningún tipo de hilo de sutura se ha
demostrado superior para mitigar mayores tasas de resultados
adversos del embarazo como la ruptura de la incisión uterina
(CORONIS Collaborative Group, 2016). El cierre de capa única
es por lo regular más rápido y no se asocia con índices más altos
de infección o transfusión (CAESAR Study Collaborative Group,
2010; Dodd, 2014; Roberge, 2014). Además, muchos estudios
observaron que el número de capas no afecta de forma significa-
tiva las tasas de complicación en próximo embarazo (Chapman,
1997; CORONIS Collaborative Group, 2016; Durnwald, 2003;
Roberge, 2011).
En el Hospital Parkland, utilizamos un cierre uterino de una
capa con catgut crómico. La sutura inicial se ubica justo detrás del
ángulo de la incisión uterina. Después una línea de sutura de cerra-
dura continua para la hemostasia se realiza con cada hilo de sutura
que penetre el pleno grosor del miometrio. La línea de sutura se
extiende hasta un punto detrás del ángulo opuesto de la incisión.
Si la aproximación no es satisfactoria después de una capa simple
o si persisten los lugares de sangrado, entonces más suturas se re-
quieren. Otra capa de sutura continua se coloca para lograr la apro-
ximación y hemostasia, o los sitios individuales de sangrado pue-
den ser suturados con puntadas de colchón o de figura de ocho FIGURA 30-10 Los bordes cortados de la incisión uterina se
dirigida. aproximan con una sutura de cerradura continua.

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578 SECCIÓN 8 Parto

Adherencias rece bajar las tasas de complicaciones de la herida (Hussamy,


2018; Smid, 2017).
Después de la cesárea, comúnmente se forman adherencias dentro
del espacio vesicouterino o entre la pared abdominal anterior y el
útero. Y con cada embarazo sucesivo, el porcentaje de pacientes Técnicas de Joel-Cohen y Misgav Ladach
SECCIÓN 8

afectadas y la severidad de las adherencias se elevan (Morales, La técnica de Pfannenstiel-Kerr descrita ha sido utilizada por dé-
2007; Tulandi, 2009). Las adherencias pueden alargar de manera cadas. Más recientemente, las técnicas de Joel-Cohen y Misgav
significativa el tiempo de incisión al parto y tiempo operatorio to- Ladach han sido añadidas (Holmgren, 1999). Éstas difieren de la
tal (Rossouw, 2013; Sikirica, 2012). Aunque resulta poco frecuen- tradicional entrada Pfannenstiel-Kerr sobre todo por el lugar de
te, las tasas de cistotomía y daño al intestino también se incremen- su incisión inicial y mayor uso de disección con los dedos.
tan por la enfermedad de adherencia (Rossouw, 2013; Sikirica, La técnica de Joel Cohen crea una incisión en la piel transver-
2012). sal de 10 cm, 3 cm por debajo del nivel de las columnas iliaca
Intuitivamente, las cicatrices también pueden reducirse mane- dorsal superior anterior (Oloffson, 2015). La capa de tejido sub-
jando los tejidos de forma delicada, logrando la hemostasia, y mini- cutáneo se abre con el bisturí de 2 a 3 cm en la línea media. Esto
mizando la isquemia del tejido, la infección y reacción a un cuerpo se continua hacia abajo, sin extensión lateral, hacia la fascia. Una
extraño. Datos más recientes sobre los resultados a corto y largo incisión pequeña transversal se hace en la fascia y las tijeras cur-
plazo no muestran ningún beneficio con el cierre peritoneal (CAE- vadas Mayo se empujan lateralmente a cada lado, y por debajo de
SAR Study Collaborative Group, 2010; CORONIS Collaborative la grasa subcutánea intacta, para hacer una incisión en la fascia.
Group, 2013, 2016; Kapustian, 2012). De igual modo, muchos estu- Con esta incisión completada, un dedo índice de cada mano se
dios no muestran beneficios de colocar una barrera a las adheren- inserta entre los vientres del músculo abdominal recto y por de-
cias en el lugar de la histerotomía (Edwards, 2014; Kiefer, 2016). bajo de la fascia. Un dedo se mueve cranealmente y el otro cau-
dalmente, en oposición, para separar los vientres y abrir más la
Cierre abdominal incisión fascial. Entonces, un dedo de cada mano se engancha
bajo cada vientre para extender los músculos lateralmente. Se
Cualquier esponja de laparotomía se extrae, y los intestinos paracó- entra al peritoneo con el bisturí, y esta incisión se extiende cor-
licos y cul-de-sac se succionan suavemente de sangre y líquido am- tando cefalocaudal. La entrada de Misgav Ladach difiere en que
niótico. Algunos cirujanos irrigan los intestinos y cul-de-sac, espe- al peritoneo se entra abruptamente con los dedos (Holmgren,
cialmente en presencia de infección o meconio. La irrigación de 1999).
rutina en pacientes de bajo riesgo, sin embargo, lleva a mayor náu- Las modificaciones al método de Joel Cohen abundan. Para
sea intraoperatoria pero no a tasas de infección posoperatoria más cesáreas de emergencia, comenzamos por una línea algo más baja
bajas (Eke, 2016; Viney, 2012). en el abdomen. Por rapidez, extendemos la incisión fascial de for-
Previo al cierre abdominal, se verifican los conteos correctos de ma abrupta engarzando los dedos índices en los ángulos laterales
instrumentos y esponjas. Se permite que los vientres de músculos de la incisión fascial y jalamos lateralmente (Hofmeyr, 2009; Olo-
abdominales rectos vayan a su lugar. Con una diástasis significativa, ffson, 2015). Los dedos índices se insinúan entre los vientres rec-
los músculos rectos pueden ser aproximados con una o dos su- tos y después se mueven cefalocauldal en oposición para extender
turas de figura de ocho de 0 o núm. 1 hilo de sutura catgut. La fascia la incisión. La disección abrupta con los dedos índices entra al
del recto que cubre se cierra con una técnica continua de no cerra- peritoneo, y de nuevo, se abre y extiende craneal y caudal en opo-
dura con una sutura de absorción retardada. En pacientes con un sición. Por último, todas las capas de la pared abdominal se aga-
riesgo mayor de infección, puede haber un valor teórico en seleccio- rran manualmente y se jalan lateralmente en oposición para abrir
nar un hilo de sutura de monofilamento aquí en vez de un material aún más el espacio de operación.
trenzado. Estas técnicas se han asociado con tiempos operatorios más
El tejido subcutáneo con frecuencia no necesita ser cerrado si cortos y con tasas más bajas de pérdida de sangre intraoperatoria
tiene menos de 2 cm de espesor. Con capas más gruesas, sin em- y dolor posoperatorio (Mathai, 2013). Sin embargo, estas pueden
bargo, se recomienda el cierre para minimizar la formación de se- resultar difíciles para mujeres con fibrosis del recto anterior y ad-
oma y hematoma, que puede llevar a la infección de la herida y/o herencias peritoneales (Bolze, 2013).
disrupción (Bohman, 1992; Chelmow, 2004). Un reciente metaa-
nálisis encontró tasas más bajas de formación de seroma y de de-
sarrollo de complicación en la herida con el cierre, pero las tasas
Incisión clásica de cesárea
de hematoma y de infección de la herida no fueron afectadas (Per- Indicaciones. Esta incisión se evita usualmente, porque abarca el
gialiotis, 2017). Añadir un drenaje subcutáneo no previene las segmento uterino superior activo y éste tiene tendencias a rasgar-
complicaciones de la herida significativas (Hellums, 2007; Ramsey, se con los embarazos subsiguientes. Algunas indicaciones surgen
2005). de dificultades en exponer o entrar con seguridad al segmento
La piel se cierra con una puntada subcuticular continua de inferior uterino. Por ejemplo, se encuentra una vejiga con densas
hilo de sutura de absorción retardada 4-0, con goma adhesiva, o adherencias de cirugías previas; un leiomioma ocupa el segmento
con grapas. En comparación, los resultados cosméticos y las tasas uterino inferior; el cuello del útero ha sido invadido por cáncer, o
de infección parecen similares, la sutura de la piel toma más tiem- la obesidad masiva materna descarta un acceso seguro al segmen-
po, pero las tasas de separación de la herida son más altos con to inferior uterino. Una incisión clásica se prefiere también para
grapas metálicas (Basha, 2010; Figueroa, 2013; Mackeen, 2014a, la placenta previa con implantación anterior, especialmente los
2015). El poliglecapron 25 (Monocryl) o la poliglactina 910 (Vicryl) complicados por síndrome de placenta adherida. En casos extre-
son también apropiadas (Tuuli, 2016b). Los resultados con cianoa- mos de esto, la histerotomía clásica típica puede ser colocada aún
crilato adhesivo 2-octil (Dermabond) fueron equivalentes a las su- más alto en el cuerpo uterino o posteriormente para evitar la pla-
turas para las incisiones Pfannenstiel (Daykan, 2017; Siddiqui, centa. Como tal, los fetos con presentación cefálica son extraídos
2013). Una venda de la herida abdominal delgada estéril es sufi- en la manera similar a la extracción total de nalgas (cap. 28, p.
ciente. En pacientes mórbidamente obesas, la aplicación de un 548).
dispositivo de presión negativa profiláctico sobre la incisión de la En otros casos, las indicaciones fetales dictan la necesidad. La
piel cerrada para prevenir seroma y subsiguiente infección no pa- posición transversal de un feto grande, en especial si las membranas

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 579

están rasgadas y el hombro está impactado en el canal del parto,


usualmente necesita una incisión clásica. Un feto que presenta
una posición transversa hacia atrás y abajo es particularmente
difícil de extraer a través de una incisión uterina transversal. En

CAPÍTULO 30
casos cuando el feto es muy pequeño y viene de nalgas, una inci-
sión clásica puede ser preferible (Osmundson, 2013). En estos
casos, el segmento uterino inferior de pobre desarrollo provee un
espacio inadecuado para las manipulaciones requeridas para la
extracción de nalgas. O menos comúnmente, un feto con una
pequeña cabeza puede quedarse atrapado por el fondo uterino
que se contrae después de la ruptura de la membrana. Por último,
con múltiples fetos, una incisión clásica de nuevo puede proveer
espacio apropiado para la extracción de los fetos que pueden es-
tar mal posicionados o prematuros (Osmundson, 2015).

Incisión uterina y su reparación. Una incisión uterina vertical se


inicia con un escalpelo y se comienza tan bajo como sea posible
y preferiblemente dentro del segmento uterino inferior (figura
30-11). Si las adherencias, la insuficiente exposición, un tumor,
o placenta percreta descartan el desarrollo de una aleta de la
vejiga, entonces la incisión se hace sobre el nivel de la vejiga.
Una vez que se entra al útero con el escalpelo, la incisión se ex-
tiende cefálica con tijeras de vendas hasta que es suficientemen-
te larga para permitir la extracción del feto. Con el uso de las ti-
FIGURA 30-11 Una incisión de histerotomía vertical pequeña
jeras, los dedos de la mano no dominante se insinúan entre el
se hace en el segmento uterino inferior. Los dedos se insinúan
miometrio y el feto para evitar la laceración del feto. Cuando la
entre el miometrio y el feto para evitar la laceración del feto.
incisión se abre, numerosos vasos grandes que sangran profusa-
Las tijeras extienden la incisión cefálica lo necesario para la
mente se encuentran dentro del miometrio. Lo que resta de la
extracción. Reproducida con permiso de Johnson DD.
extracción del feto y la placenta refleja eso con una histerotomía
Cesarean delivery. In Yeomans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III,
baja transversal.
et al. (eds.). Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics.
Para el cierre de la incisión, un método emplea una capa de
3a ed. New York: McGraw-Hill Education; 2017.)
catgut crómico 0 o núm. 1 con puntadas continuas para aproxi-
mar la longitud más profunda de la incisión (figura 30-12). La
capa externa del miometrio se cierra entonces en su longitud con miometrio, ayuda tener un asistente que comprima el útero a ca-
un hilo de sutura similar y con una línea de sutura continua. Para da lado de la herida hacia la línea media cuando se haga cada
lograr una buena aproximación y evitar que la sutura rasgue el puntada.

FIGURA 30-12 Clásico cierre de la incisión. La mitad más profunda (izquierda) y la mitad superficial (medio) de la incisión se cierran
de forma continua. Se cierra después la serosa (derecha). (Reproducido con permiso de Johnson DD. Cesarean delivery. In Yeo-
mans ER, Hoffman BL, Gilstrap LC III, et al. (eds.). Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics. 3a ed. New York: McGraw-Hill
Education; 2017.)

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580 SECCIÓN 8 Parto

HISTERECTOMÍA PERIPARTO

⬛ Indicaciones
SECCIÓN 8

La histerectomía es más comúnmente realizada para detener o evi-


tar la hemorragia de atonía uterina de cura difícil o placentación
anómala (Bateman, 2012; Hernandez, 2012; Owolabi, 2013). Se
completa muchas veces durante o después de la cesárea, pero pue-
de ser necesaria después del parto vaginal. Si todos los partos se
consideran, la tasa de histerectomía periparto en Estados Unidos
se aproxima a 1 de cada 1 000 partos y se ha elevado considerable-
mente durante las últimas décadas (Bateman, 2012; Govindappa-
gari, 2016). Durante un periodo de 25 años, la tasa de histerecto-
mía periparto en el Hospital Parkland fue de 1.7 por 1 000 partos
(Hernandez, 2012). Mucho de esta alza se atribuye al incremento
de la tasa de cesáreas y sus complicaciones asociadas en embarazo
subsiguiente (Bateman, 2012; Bodelon, 2009; Flood, 2009; Orbach,
2011). De las histerectomías, alrededor de la mitad a dos tercios
son totales, mientras que los casos restantes son supracervicales
(Rossi, 2010; Shellhaas, 2009).
Las principales complicaciones de la histerectomía periparto
incluyen pérdida de sangre y riesgo de daño del tracto urinario. La
pérdida de sangre usualmente se aprecia porque la histerectomía
se realiza por hemorragia que frecuentemente es torrencial, y el
procedimiento se asocia con sangrado sustancial. Aunque muchos
casos con hemorragia no pueden ser anticipados, aquellos con im-
plantaciones anormales son a menudo identificados anteparto. FIGURA 30-14 La hoja posterior del ligamento ancho adyacen-
Las preparaciones preoperatorias para placenta adherida se discu- te al útero se perfora justo detrás de la trompa de Falopio, los
ten en el capítulo 41 (p. 781) y también han sido delineadas por la ligamentos uteroováricos, y los vasos de los ovarios.
Sociedad para la Medicina Materno-fetal (2010) y el Colegio Ame-
ricano de Obstetras y Ginecólogos (2017c).

Trompas de
Falopio
Ligamento redondo

FIGURA 30-13 Los ligamentos redondos se pinzan, se ligan FIGURA 30-15 El ligamento uteroovárico y las trompas de Fa-
doblemente, y se seccionan de manera bilateral. lopio se pinzan y se cortan. El pedículo lateral se liga doble.

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 581

Un factor importante que afecta la tasa de


complicación de la histerectomía por cesárea es si
la operación se realiza optativamente o emergen-
temente. Con la histerectomía por cesárea planifi-

CAPÍTULO 30
cada o anticipada, las tasas de pérdida de sangre,
transfusiones de sangre y complicaciones del trac- Útero anterior
to urinario son más bajas que con procedimientos
emergentes (Briery, 2007; Glaze, 2008).

⬛ Técnica de la histerectomía
La histerectomía total o supracervical se realiza
usando técnicas operatorias estándar. Es esencial
la exposición adecuada, pero en un inicio, la ubi-
cación de un retractor de autorretención como un Vasos uterinos
Balfour no es necesaria. Más bien, la exposición Hoja posterior del
satisfactoria se obtiene con tracción cefálica en el ligamento ancho
útero por un asistente, junto con retractores Ri- Ligamentos
chardson de mano o Deaver. La aleta de la vejiga uterosacros
se desvía hacia abajo al nivel del cuello del útero si
es posible para permitir la histerectomía total. En
casos en que la histerectomía por cesárea se plani-
fica o es en alto grado posible, la disección de la
aleta de la vejiga extendida se completa idealmen-
te antes de iniciar la histerectomía. Intentos tar-
díos de disección de la vejiga pueden ser oscureci-
dos por el sangrado, o el exceso de sangre puede
perderse mientras se realiza esta disección.
Después de la cesárea, la placenta es extirpada
comúnmente. En casos de síndrome de placenta FIGURA 30-16 La hoja posterior del ligamento ancho se divide de forma
adherida para lo cual la histerectomía ya está pla- inferior hacia el ligamento uterosacro.
nificada, la placenta se deja en su lugar sin tocar-
la. En cualquier situación, si se aprecia que la in-
cisión de la histerectomía está sangrando, puede
ser suturada o se pueden aplicar fórceps Penning-
ton o de esponja para la hemostasia. Si el sangra-
do es mínimo, ninguna de estas maniobras es
necesaria.
El ligamento redondo se divide cerca del útero
entre pinzas, y cada pedículo se liga (figura 30-
13). Se puede usar sutura 0 o núm. 1 en hilo cró-
mico o material de absorción retardada. La hoja
anterior del ligamento ancho se corta hacia abajo
para encontrar la primera incisión de la aleta de la
vejiga. La hoja posterior del ligamento ancho ad- Segmento uterino
yacente al útero es perforada brusca o fuertemente inferior
justo debajo de las trompas de Falopio, el ligamen-
to uteroovárico, y los vasos ováricos (figura 30-
14). Todas estas estructuras juntas son divididas Cuello del útero
por pinzas fuertes en un lugar cerca del útero (fi- atenuado y vagina
gura 30-15). El pedículo lateral se liga doblemen- superior
te. La pinza media permanece y se saca más tarde
con el espécimen uterino entero. La hoja posterior Tejido conectivo del
del ligamento ancho se corta hacia los ligamentos espacio vesicouterino
úterosacros (figura 30-16). Luego la vejiga y la ale-
ta peritoneal adjunta se desvían aún más y se sec-
cionan si es necesario. Si la aleta de la vejiga está Vejiga
adherida inusualmente, como puede estar después
de incisiones de histerotomía previa, la disección
cuidadosa con el bisturí puede ser necesaria (figura
30-17).
Se debe tomar especial cuidado a partir de este
punto para evitar daño a los uréteres, que pasan
por debajo de las arterias uterinas. Para ayudar a FIGURA 30-17 La vejiga se disecciona con el bisturí del segmento uterino
lograr esto, un asistente coloca tracción constante inferior.

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582 SECCIÓN 8 Parto


SECCIÓN 8

FIGURA 30-18 Se pinzan los vasos uterinos y una pinza media FIGURA 30-19 Los ligamentos cardinales se pinzan, se cortan
ayuda a evitar “sangrado de retorno”. Una vez dividido, el pedí- y se ligan.
culo vascular lateral se liga doblemente para asegurar la he-
mostasia.

para tirar del útero en la dirección contraria al lado en el cual los temáticamente con pinzas rectas o curvas y robustas del tipo Hea-
vasos uterinos están siendo ligados. Se identifican la arteria y ve- ney (figura 30-19). Las pinzas se colocan tan cerca del cuello del
nas uterinas ascendentes a cada lado, y estos vasos se pinzan ad- útero como sea posible, teniendo cuidado de no incluir excesivo
yacentes al útero. Para seguridad, algunos prefieren dos pinzas tejido en cada pinza. El tejido entre el par de pinzas se corta y el
laterales como se muestra en la figura 30-18. La pinza más al me- pedículo lateral se liga con hilo de sutura. Estos pasos se repiten
dio ayuda a evitar el sangrado de retorno del útero y permanece en dirección caudal y bilateral hasta que el nivel del arco vaginal
para sacarla más tarde con el espécimen. Se dividen los vasos ute- lateral se alcance en cada lado. De esta forma, las ramas descen-
rinos, y el pedículo del tejido lateral se liga con doble sutura. Des- dientes de los vasos uterinos se pinzan, cortan y ligan cuando el
pués de asegurar los vasos uterinos en cada lado, el ligamento re- cuello del útero se separa de los ligamentos cardinales.
dondo, el pedículo anexo y los vasos uterinos se tratan en el lado Si el cuello del útero está borrado y dilatado considerablemen-
contralateral. te, su suavidad puede oscurecer la identificación palpable de la
Sería más ventajoso con la histerectomía por cesárea, en casos unión cervicovaginal. La ubicación de la unión puede determinar-
de profusa hemorragia, pinzar con rapidez doblemente y dividir se a través de una incisión uterina vertical hecha anteriormente en
todos los pedículos vasculares entre las pinzas para ganar la he- la línea media, a través de una incisión de histerotomía abierta o
mostasia. El equipo quirúrgico puede entonces volver para ligar a través de una incisión creada al nivel de los vasos uterinos liga-
todos los pedículos. dos. Se dirige un dedo hacia la parte inferior a través de la incisión
para identificar el margen libre del cuello del útero borrado y dila-
tado. El guante contaminado se reemplaza. Otro método útil para
Histerectomía total identificar los márgenes del cuello del útero en casos de histerec-
Aún si la histerectomía total es planificada, pensamos que es téc- tomía planificada es colocar transvaginalmente cuatro clips de piel
nicamente más fácil en muchos casos terminar la operación des- o hilos de sutura de colores brillantes en las posiciones de 12, 3, 6
pués de amputar el fondo uterino y colocar pinzas Kocher u Osch- y 9 del reloj en los bordes cervicales.
ner en el muñón del cuello del útero para tracción y hemostasia. Inmediatamente debajo del nivel del cuello del útero, una pin-
Los retractores de autocontención pueden también colocarse en za curva se coloca frente al fondo vaginal lateral a cada lado, y se
este momento. Para extirpar el cuello del útero, la vejiga se movi- hace una incisión de la vagina por encima de la pinza (figura 30-
liza aún más si es necesario. Esto lleva a los uréteres en dirección 20). Se inspecciona el cuello del útero para asegurarse de que ha
caudal mientras la vejiga se retrae detrás de la sínfisis y evitará la sido extirpado completamente. Se usa una sutura que atraviese
laceración o sutura de la vejiga durante la escisión del cuello del para el cierre del anillo vaginal cuando se quiten las pinzas. Se
útero y el cierre del anillo vaginal. pueden añadir puntadas interrumpidas para aproximar la porción
El ligamento cardinal, los ligamentos úterosacros, y los mu- media del anillo. Cada fondo lateral vaginal se asegura a los liga-
chos vasos grandes que estos ligamentos contienen, se pinzan sis- mentos uterosacros para mitigar el prolapso vaginal posterior. Para

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 583

CAPÍTULO 30
FIGURA 30-20 Una pinza curva se coloca frente al fondo vagi- FIGURA 30-21 Una sutura continua de cerradura aproxima los
nal lateral por debajo del cuello del útero y se hace una inci- bordes de las paredes vaginales.
sión en medio del tejido hasta la punta de la pinza.

el cierre del anillo, algunos cirujanos prefieren cerrar la vagina trauma uretral se acerca a 0.3 de cada 1 000 casos (Güngördük,
aproximando las paredes vaginales anterior y posterior con suturas 2010; Oliphant, 2014; Rajasekar, 1997). El intestino se daña en cer-
interrumpidas figura de ocho o línea de sutura continua (figura ca de 1 de cada 1 000 cesáreas (Silver, 2006).
30-21).
Todos los lugares se examinan con cuidado por posible san-
grado. Una técnica es realizar un sondeo bilateral sistemático des-
Cistotomía
de las trompas de Falopio y los pedículos de los ligamentos de los La laceración de la vejiga ocurre por lo regular durante la disec-
ovarios hasta la bóveda vaginal y aleta de la vejiga. Los lugares de ción por el bisturí o abruptamente en el espacio vesicouterino pa-
sangrado se ligan con cuidado para evitar los uréteres. La pared ra crear la aleta de la vejiga durante la entrada a la cavidad perito-
abdominal normalmente se cierra en capas, como se describe con neal y durante la histerotomía (Phipps, 2005; Rahman, 2009). Los
anterioridad para la cesárea (p. 578). riesgos son cesárea anterior; cesárea de emergencia; enfermedad
de adherencia comórbida; histerectomía por cesárea, especialmen-
Histerectomía supracervical te casos con placenta mórbidamente adherente, y cirugía en traba-
Para realizar una histerectomía subtotal, el cuerpo uterino es am- jo de parto de segunda fase comparado con la cirugía en la prime-
putado inmediatamente sobre el nivel de la ligadura de la arteria ra fase (Alexander, 2007; Silver, 2006; Yossepowitch, 2004).
uterina. El muñón cervical puede cerrarse con sutura de catgut Una laceración a la vejiga es por lo general identificada in-
crómico continua o interrumpida. La histerectomía subtotal es a traoperatoriamente, y en un inicio un chorro de fluido claro o el
menudo todo lo necesario para detener la hemorragia. Puede pre- bulbo de Foley se puede ver. Si se sospecha la cistotomía, puede
ferirse para las mujeres que se beneficiarían de una cirugía más ser confirmada con la infusión de fórmula infantil o solución sali-
corta o para aquellas con adherencias extensas, que amenazan na teñida con azul de metileno a través de un catéter Foley inser-
significativamente con daño al tracto urinario. tado en la vejiga. La fuga de leche opaca o de azul de metileno
ayuda a la identificación de la laceración, así como a delinear sus
bordes. La cúpula se lacera en 95% de los casos, y las laceraciones
Salpingo-ooforectomía en el trígono lo restante (Phipps, 2005).
Debido a los grandes vasos anexos y su estrecha proximidad al Antes de la reparación de la cistotomía, se examinan los uré-
útero, podría ser necesario extirpar uno o ambos anexos para ob- teres y después se vigila si hay chorro de orina de cada orificio.
tener hemostasia. Briery y colegas (2007) reportaron ooforecto- Esto puede hacerse directamente a través de la cistotomía, si está
mía unilateral o bilateral en un cuarto de los casos. La consulta en la cúpula, o a través de una cistotomía retropúbica o extraperi-
preoperatoria para la histerectomía anticipada debe incluir esta toneal diagnóstica separada, si la laceración se acerca al trígono.
posibilidad. La visualización del chorro puede ser ayudada con 50 mg de azul
de metileno intravenoso.
⬛ Laceración al tracto urinario o al intestino Una vez que la evidencia uretral se confirma, la vejiga puede ser
cerrada con dos o tres capas de sutura continua usando un hilo de
Estas heridas son raras durante la cesárea. La tasa de laceración de sutura de 3-0 absorbible o de absorción retardada (figura 30-22). La
la vejiga se aproxima a 2 de cada 1 000 cesáreas, mientras que por primera capa invierte la mucosa hacia la vejiga. La vejiga se llena

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584 SECCIÓN 8 Parto


SECCIÓN 8

Incisión
uterina

Vejiga

Cistotomía

A B

FIGURA 30-22 Reparación de cistotomía. A. La capa primaria invierte la mucosa de la vejiga con suturas continuas o interrumpida
de 3-0 absorbible retardada o absorbible. B. La segunda y posiblemente la tercera capa aproxima la musculatura de la vejiga para
reforzar el cierre de la incisión.

con un fluido marcador para demostrar la integridad de la repara- na (Eisenkop, 1982). Si se sospecha la herida uretral, se administra
ción. Defectos de fuga pueden cerrarse con suturas de refuerzo inte- azul de metileno. La pelvis se inspecciona directamente para ver
rrumpidas. Las capas subsiguientes se reaproximan a la musculatura extravasación del tinte, que sugiere que se ha seccionado el uréter.
de la vejiga. El cuidado posoperatorio requiere drenado continuo de Seguidamente, se buscan chorros rápidos de orina manchada de
la vejiga durante 7 a 14 días para permitir que sane y minimizar el tinte de cada orificio para excluir enroscamiento o ligaduras. La
riesgo de formación de una fístula, y no se requiere la profilaxis uro- revisión de los orificios puede ser vía cistoscopia, si está disponible;
patógena durante este drenado. Una cistouretrografía no se necesita a través de una cistotomía traumática comórbida; o por medio de
hacer por rutina previo a la remoción del catéter por una única y cistotomía diagnóstica. Con chorros lentos o ausentes, se requiere
simple laceración (Davis, 1999). la consulta con un especialista. Un catéter uretral primero se ensar-
Las laceraciones mayores en el trígono o cerca de éste deman- ta para identificar obstrucción potencial del lugar y guiar la urete-
dan cuidadosa atención. Se puede consultar a los especialistas, y rólisis. Uréteres enroscados o ligados pueden ser liberados soltan-
en la preparación, stents uretrales pueden ser ensamblados. En do las suturas que los atrapan. Las laceraciones por aplastamiento
esos casos, los orificios uretrales son inspeccionados directamente se inspeccionan para asegurar tejido vital. En estos casos, los stents
para documentar un chorro de ambos. Si no se ven, entonces los se dejan para evitar estenosis de los uréteres. Un catéter Foley per-
stents pueden pasarse a través de la cistotomía y en cada orificio manece por 7 a 10 días y los catéteres de los uréteres se quitan vía
para confirmar que no hay obstrucción. Una vez que se ha confir- cistoscopia después de 14 días. La pielografía intravenosa (IVP,
mado, la reparación no debe afectar los orificios uretrales, y los intravenous pyelography) no es usualmente necesaria antes de quitar
stents pueden permanecer para asegurar la apertura uretral. los stents si fue puesta como una medida de precaución después de
Una cistotomía no reparada puede manifestarse como hematu- la herida relativamente menor (Davis, 1999).
ria, oliguria, dolor abdominal, obstrucción intestinal, ascitis, perito- Las laceraciones por aplastamiento con desvascularización, la-
nitis, fiebre, urinoma, o fístula. Para diagnóstico, la cistografía retró- ceración térmica, o sección transversal requieren una reparación
grada o la tomografía computarizada (CT, computed tomography) más extensa. Si un uréter que parece sano puede ser reimplantado
abdominal con cistografía puede ser utilizada (Tarney, 2013). La en la vejiga sin tensión indebida, entonces se prefiere la ureteroneo-
cistoscopia es también una opción, pero puede necesitar un salón cistostomía. Para más lesiones proximales, ureteroureterostomía,
de operaciones. Una vez identificada, se indica la pronta reparación enganche del psoas o la creación de una aleta Boari puede ser nece-
(Balgobin, 2017). saria. Una explicación de estos procedimientos más extensos se
encuentra en Cunningham and Gilstrap’s Operative Obstetrics, 3a edi-
Laceración uretral ción (Balgobin, 2017).
Estas lesiones ocurren con más frecuencia durante la reparación de Una herida del uréter no reconocida puede imitar las de la
las extensiones de la histerotomía en el ligamento ancho o la vagi- cistotomía con la adición de posible molestia en el ángulo costo-

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CAPÍTULO 30 Parto por cesárea e histerectomía periparto 585

vertebral. La urografía por CT es un instrumento diagnóstico ini- opciones, Yost y asociados (2004) encontró que la morfina daba
cial preferido (Sharp, 2016). La duración de tiempo de la herida a un alivio del dolor superior a la meperidina y se asoció con tasas
su identificación, dirige la reparación; las identificadas temprana- significativamente más altas de lactancia materna y permanencia
mente son apropiadas para una reparación inmediata. del recién nacido en la habitación. La lactancia puede ser iniciada

CAPÍTULO 30
el día de la cirugía. Si la madre opta por no amamantar, una ban-
Laceración en el intestino da de tela que sostenga los senos sin compresión marcada minimi-
zará la molestia.
Los desgarres serosos representan puntos débiles en el intestino
Después de transferirla a su habitación, la mujer se valora al
delgado. Si la obstrucción se desarrolla posoperatoriamente, esos
menos cada hora durante 4 horas, y de ahí en adelante a intervalos
puntos débiles pueden perforarse, lo que lleva a la peritonitis. Si
de 4 horas. Se alienta respirar con fuerza y toser para evitar atelec-
los desgarres serosos son pocos, pueden ser sobrehilados con su-
tasia. Se evalúan los signos vitales, tono uterino, producción de
tura fina absorbible o no absorbible (Davis, 1999). Las laceracio-
orina, y sangrado. Se mide el hematócrito de rutina la mañana
nes más significativas se reparan a menudo en consulta con un
siguiente a la cirugía. Si hubiera pérdida de sangre inusual o hipo-
cirujano general o un oncólogo ginecológico.
tensión, taquicardia, oliguria, u otra evidencia que sugiera hipovo-
lemia, se chequea con más frecuencia. Si el hematócrito disminu-
ye significativamente del nivel preoperatorio, la medición se
CUIDADO POSOPERATORIO repite y se hace una búsqueda para identificar la causa. Si el he-
matócrito se estabiliza, a la madre puede permitírsele caminar, y
⬛ Evaluación de euvolemia si hay poca probabilidad de más pérdida de sangre, la terapia con
Durante y después de una cesárea, los requerimientos de fluidos hierro se prefiere a la transfusión.
intravenosos pueden variar considerablemente. Los fluidos admi- Ya en posparto, la paciente comienza a movilizarse y excretar
nistrados consisten en solución Ringer lactato o una solución cris- su volumen extravascular expandido fisiológicamente. Por tanto,
taloide similar con 5% de dextrosa. Comúnmente, al menos 2 L se el mantenimiento de fluido intravenoso es adecuado después de
administran durante la cirugía. Si hay pérdida de sangre en una la cirugía hasta que se restablezca el consumo oral consistente.
cesárea no complicada se aproxima a 1 000 mL. Una mujer de ta- Si la producción de orina cae por debajo de 30 mL/h, sin embar-
maño promedio, con 30% o más de hematócrito y con un volumen go, la mujer debe ser revaluada prontamente. La causa de oliguria
de fluido extracelular y sangre expandido normalmente, con fre- puede ir desde pérdida de sangre no reconocida, hasta un efecto
cuencia puede tolerar pérdida de sangre hasta de 2 000 mL sin di- antidiurético de la oxitocina.
ficultad. Un sangrado no apreciado a través de la vagina durante el Las pacientes que sufrieron una cesárea no planificada pueden
procedimiento, sangrado escondido en el útero después de su cie- tener retención patológica o constricción del compartimiento del
rre, o ambos, por lo regular lleva a ser sobrestimado. fluido extracelular causado por preeclampsia grave, síndrome de
La pérdida de sangre promedia 15 000 mL con la histerectomía sepsis, vómitos, trabajo de parto prolongado sin consumo adecua-
por cesárea optativa, aunque esto es variable (Pritchard, 1965). La do de fluidos, o incremento de la pérdida de sangre. Las mujeres
mayoría de las histerectomías periparto no son planificadas, y la pér- con estas complicaciones generalmente son observadas en el sa-
dida de sangre en estos casos es mayor en consecuencia. Por tanto, lón de recuperaciones hasta que se consiga la estabilización.
además de monitorizar estrechamente los signos vitales y la produc-
ción de orina, el hematócrito debe ser determinado intra y posope-
Funcionamiento de la vejiga y del intestino
ratoriamente como se indica.
El catéter Foley con frecuencia puede ser extraído a las 12 horas
⬛ Sala de recuperación posteriores a la operación, o más convenientemente, la mañana
después de la cirugía. La prevalencia de retención urinaria después
La cantidad de sangrado vaginal se monitoriza estrechamente por
de la cesárea se aproxima 3 al 7% (capítulo 36, p. 660). El no progre-
una hora al menos en el periodo inmediato posoperatorio. El fon-
sar en el trabajo de parto y analgesia por narcóticos posoperatorios
do uterino se identifica con frecuencia palpándolo para asegurar
son riesgos identificados (Chai, 2008; Kandadai, 2014; Liang, 2007).
que el útero permanece firmemente contraído. Desafortunada-
En casos no complicados, se puede ofrecer líquidos o comida
mente, cuando la analgesia de conducción se esfuma o la mujer se
sólida algunas horas después de la cirugía y avanzar según lo tolere
despierta de la anestesia general, el palpar la región abdominal
(Guo, 2015). Algún grado de obstrucción intestinal dinámica sigue
probablemente produce dolor. Una bomba de analgesia controla-
virtualmente a toda operación abdominal, pero en muchos casos
da por la paciente (PCA) puede ser efectiva. Una vez que la anal-
de cesárea es insignificante. Los síntomas de obstrucción intestinal
gesia regional comienza a esfumarse o la mujer está bien despier-
posoperatoria incluyen distensión abdominal, dolores por gases, e
ta después de la anestesia general, los criterios para transferirla a
inhabilidad de sacar gases o defecar. Con náusea persistente, vómi-
la sala posparto incluyen sangrado mínimo, signos vitales esta-
tos o prolongado retraso de la función del intestino, la imagen ra-
bles, y producción de orina adecuada.
diológica pude ayudar a la exclusión de obstrucción del intestino.
Una radiografía simple abdominal es una primera elección fre-
⬛ Cuidados hospitalarios hasta el alta cuente. Sin embargo, en la población general, este estudio es diag-
nóstico en sólo 50 a 60% de casos de obstrucción del intestino del-
Analgésicos, signos vitales, fluidos intravenosos gado (Maglinte, 1997). De esta forma, una radiografía puede servir
Varios esquemas son apropiados para el control del dolor posope- mejor como instrumento de prueba en casos en que el íleo es el
ratorio. Un régimen de PCA usa morfina intravenosa administra- diagnóstico sospechado. Notablemente, un útero agrandado pos-
da según necesite, en una dosis de 1 mg con un intervalo de cierre parto puede comprimir el rectosigmoide y evitar que se llene de
de 6 minutos y dosis máxima de 30 mg en 4 horas. Una dosis gas. Por tanto, los hallazgos que sugieren una obstrucción del co-
adicional de refuerzo de 2 mg se permite por un máximo de dos lon distal pueden confundir los verdaderos casos de íleo efímero
dosis. Alternativamente, la meperidina intramuscular (IM, intra- (Kammen, 2000). En comparación, una CT con contraste intrave-
muscular), 50 a 75 mg cada 3 o 4 horas, o morfina IM, 10 a 15 mg noso provee mayor precisión en la obstrucción del intestino delga-
cada 3 a 4 horas es apropiado. En una prueba que utilizó estas do. El contraste oral se da simultáneamente cuando SBO se consi-

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586 SECCIÓN 8 Parto

dera (Katz, 2013). Por último, aunque no es común, una herida no REFERENCIAS
reconocida en el intestino puede ser la responsable por una fiebre
inexplicada y mala función de los intestinos. Aquí, CT puede ser el
mejor diagnóstico para etiologías potenciales. Abdel-Aleem H, Aboelnasr MF, Jayousi TM, et al. Indwelling bladder cath-
eterisation as part of intraoperative and postoperative care for caesar-
Para el tratamiento para la obstrucción intestinal, los fluidos
SECCIÓN 8

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intravenosos compensan el insuficiente consumo oral y las pérdi- Ahmadzia HK, Patel EM, Joshi D, et al. Obstetric surgical site infections: 2
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Como se discutió con anterioridad, las pacientes que son someti- ned cesarean delivery. Patient Safety Checklist núm. 4, December
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tics in labor and delivery. Practice Bulletin núm. 120, June 2011, Reaffir-
lan las caminatas cortas y la deambulación puede ser controlada med 2016.
por tiempo para que un analgésico administrado recientemente American College of Obstetricians and Gynecologists. Cesarean delivery
minimice las molestias. on maternal request. Committee Opinion núm. 559, April 2013, Reaffir-
Aunque no está basado en evidencia, se quitan las vendas qui- med 2017a.
rúrgicas después de 24 horas y se inspecciona la incisión diaria- American College of Obstetricians and Gynecologists. Optimizing support
mente. Una prueba pequeña aleatoria mostró que no hubo dife- for breastfeeding as part of obstetric practice. Committee Opinion Nro.
658, February 2016, Reaffirmed 2017b.
rencias en la sanación de la herida si se quitaban los vendajes a las American College of Obstetricians and Gynecologists. Placenta adherida.
6 horas (Peleg, 2016). Al tercer día posparto, una ducha no hace Committee Opinion núm. 529, July 2012, Reaffirmed 2017c.
daño a la incisión. Previo a esto, una cubierta de plástico puede American College of Obstetricians and Gynecologists. Thromboembolism
mantenerla seca durante el baño; si se usa, las grapas se quitan al in pregnancy. Practice Bulletin núm. 123, September 2011, Reaffirmed
cuarto día. Una vez que se quiten, las tiras de vendaje (Steri-Strips) 2017d.
pueden colocarse si se necesitan por 1 semana para reforzar la American College of Obstetricians and Gynecologists. Vaginal seeding.
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