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Inicio Libros Williams Obstetricia, 26e
INTRODUCCIÓN
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del parto. Sin embargo, mucho antes de esto existen preparaciones extensas, tanto en
el útero como en el cuello uterino. Durante las primeras 36 a 38 semanas de la
uterina, inicia una fase de transición durante la cual se suspende la falta de respuesta
miometrial y el cuello uterino experimenta maduración, borramiento y pérdida de su
cohesión estructural.
Los procesos fisiológicos que regulan el parto y el inicio del trabajo de parto aún se
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La capa miometrial del útero está compuesta por haces de células de músculo liso
:
rodeadas por tejido conjuntivo. A diferencia del músculo estriado o cardiaco, la célula
del músculo liso no tiene una diferenciación terminal, por lo que es muy adaptable a
los cambios ambientales. Diversos estímulos, como el estiramiento mecánico, la
inflamación y las señales endocrinas y paracrinas, modulan la transición de la célula
de músculo liso a fenotipos que permiten el crecimiento, proliferación, secreción y
contractilidad celulares.
Además, diversas cualidades del músculo liso confieren ventajas para la eficiencia de
de las fibras musculares. Tercera, los filamentos gruesos y delgados del músculo liso
están dispuestos en haces largos aleatorios en todas las células. Esta disposición
plexiforme favorece el mayor acortamiento y la capacidad generadora de fuerza. Por
último, una mayor generación de fuerzas multidireccionales en el fondo uterino con
respecto a la del segmento uterino inferior ayuda a optimizar los vectores de fuerza
expulsiva.
consistencia es similar a la del cartílago nasal. Al final del embarazo, el cuello uterino
de manera significativa a la masa total del tejido. Vink et al. (2016) mostraron que las
estructura de la ECM del embarazo temprano al tardío (House, 2009; Lang, 2010;
Pizzella, 2020). Al mismo tiempo que la expansión del estroma, el epitelio del cuello
El amnios proporciona toda la fuerza tensil a las membranas fetales para resistir el
desgarro y rotura de la membrana (cap. 5). Este tejido avascular es muy resistente a la
penetración de leucocitos, microorganismos y células neoplásicas (fig.
fig. 21–1
21–1).
También constituye un filtro selectivo para impedir que las secreciones pulmonares y
FIGURA 21–1
El amnios sintetiza prostaglandinas y, en el embarazo avanzado, la
síntesis aumenta por incremento de la actividad de la fosfolipasa A2
Epitelio Miocitos
amniótico
ESTEROIDEAS SEXUALES
:
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Sin embargo, en los seres humanos tanto el estrógeno como la progesterona son
uterina.
son enormes y exceden por mucho a las constantes de afinidad con sus receptores.
Por esta razón es difícil comprender cómo los cambios sutiles en la proporción de sus
mantenimiento del embarazo y del descenso de este índice para inducir el parto es
486) u onapristona promueve algunos o todos los elementos clave del parto. Estos
incluyen la maduración del cuello uterino, mayor distensibilidad cervicouterina y
Las isoformas nucleares del receptor para progesterona (PR, progesterone receptor)
(PR-A y PR-B) están codificadas por distintos transcritos de un solo gen (Patel, 2015).
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Las prostaglandinas son moléculas lipídicas con diversas acciones semejantes a las
familia de ocho diferentes receptores acoplados con la proteína G, varios de los cuales
en la figura 21–2
21–2. Las prostaglandinas se producen a partir de ácido araquidónico
derivado de la membrana plasmática, que por lo general se libera por la acción de las
FIGURA 21–2
Generalidades de la vía biosintética de la prostaglandina. PG,
Es importante señalar que las fases del parto no deben confundirse con las etapas
clínicas del trabajo de parto. La primera, segunda y tercera etapas del trabajo de parto
conforman la fase 3 del parto (fig.
fig. 21–4
21–4).
FIGURA 21–3
Las fases del parto.
Century-Cro!s, 1978.)
FIGURA 21–5
Factores que se consideran clave en la regulación de las fases del
parto humano. CRH, hormona liberadora de corticotropina; hCG,
surfactante A.
:
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uterino queda sin respuesta a estímulos naturales. Aunque esta falta de respuesta
continúa hasta casi el final del embarazo, se perciben algunas contracciones
miometriales de baja intensidad durante la fase quiescente. Estas contracciones no
suelen causar dilatación del cuello uterino y son frecuentes hacia el final del
embarazo, sobre todo en las multíparas. Se conocen como contracciones de Braxton
Es probable que la inactividad de la fase 1 sea efecto de: 1) acciones del estrógeno y la
Las proteínas actina y miosina son esenciales para la contracción muscular. Por esta
actina hacia su forma globular en lugar de fibrillas, que son necesarias para la
contracción. Además, la actina debe estar unida al citoesqueleto en puntos focales en
la membrana celular para permitir el desarrollo de la tensión.
La actina debe vincularse con la miosina, que está compuesta por múltiples cadenas
ligeras y pesadas (fig.
fig. 21–6
21–6). Esta interacción se establece por la fosforilación
FIGURA 21–6
Relajación y contracción del miocito uterino. A. La relajación uterina
:
se mantiene por factores que aumentan la concentración en el
miocito de monofosfato de adenosina cíclico (cAMP). Esto activa a la
Por lo tanto, es lógico que la relajación uterina suela promoverse con condiciones que
regulados por ligando o por voltaje (fig. 21–6). Por ejemplo, la PGF2α y la oxitocina se
unen con sus receptores respectivos durante el trabajo de parto para abrir los canales
por Ca2+ y por voltaje de alta conductancia (BKCa) (Pérez, 1993). El canal BKCa se
expresa en abundancia en el miometrio y tiene una función doble, promotora y
opositora, para mantener un balance entre la inactividad uterina y la contractilidad.
La abertura del canal BKCa permite que el potasio salga de la célula para mantener la
electronegatividad interior, lo que previene la entrada de Ca2+ activada por voltaje y la
Las señales celulares que controlan la contracción y relajación del miometrio pueden
transferirse de manera efectiva entre las células a través de los canales de unión
progesterona sobre los genes de las CAP y un mayor dominio del estrógeno elevan las
concentraciones de las CAP. La integración de diversas vías reguladoras culmina en la
mantener la inactividad uterina (Price, 2000; Sanborn, 1998). Los ejemplos son el
receptor para hormona luteinizante (LH, luteinizing hormone) y el receptor 1 para
FIGURA 21–7
Vías de transducción de señal del receptor acoplado con la proteína
G. A. Los receptores acoplados con proteínas de unión con trifosfato
hCG. Este receptor acoplado con la proteína G se encuentra en el músculo liso y vasos
sanguíneos del miometrio, y la concentración durante el embarazo es mayor antes del
trabajo de parto (Ziecik, 1992). La hCG activa a la adenililo ciclasa mediante un
las células miometriales específicas del tejido (Ambrus, 1994; Eta, 1994). Por
consiguiente, la concentración alta de hCG circulante puede ser un mecanismo de la
terbutalina (cap. 45). Es probable que el factor limitante del ritmo sea el número de
receptores expresados y el grado de expresión de adenililo ciclasa.
la contractilidad.
plasmática de CRH aumenta de manera notable durante las seis a ocho semanas
finales del embarazo normal e interviene en los mecanismos que controlan el
momento del parto humano (Smith, 2007; Wadhwa, 1998; Wang, 2019). Al parecer, la
CRH favorece la inactividad miometrial durante la mayor parte del embarazo, pero
luego promueve las contracciones con el inicio del parto. Los estudios sugieren que
trabajo de parto, las concentraciones de (Ca2+)i aumentan por la activación por CRH
de las proteínas G Gq y Gi, e inducen la estimulación de la síntesis de IP3 y una mayor
contractilidad.
auricular, péptido natriurético cerebral y óxido nítrico (Guerra, 2019; Telfer, 2001).
Todos estos factores y sus receptores se expresan en el útero gestante.
Decidua
FIGURA 21–8
Tolerancia y activación inmunitarias en la interfaz maternofetal. En
fetales.
Reblandecimiento cervicouterino
la fase 1 del parto. Se caracteriza por una mayor distensibilidad tisular, aunque el
cuello uterino permanece firme e inflexible. Hegar (1895) describió por primera vez un
reblandecimiento palpable del segmento uterino inferior a las cuatro a seis semanas
de gestación, y este signo se usó en alguna época para diagnosticar el embarazo. En
clínica, el mantenimiento de la integridad anatómica y estructural de cuello uterino es
:
esencial para que el embarazo continúe hasta el término. La dilatación prematura del
cuello uterino o su insuficiencia estructural anuncian el parto.
Yoshida, 2014). Estas enzimas son la lisilo hidroxilasa y la lisilo oxidasa. El recambio
gradual de colágena durante el embarazo sustituye las fibrillas de colágena con
enlaces cruzados por fibrillas con enlaces deficientes. El resultado es una colágena
con menor rigidez. Los proteoglucanos de unión con colágena, decorina y biglucano,
aseguran que la nueva colágena con enlaces deficientes esté bien ensamblada y
FIGURA 21–9
Los estudios en ratones identificaron cambios moleculares en la
estructura y función de la colágena durante la remodelación del
DE PARTO
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del embarazo. Es importante señalar que los cambios relacionados con la fase 2
pueden causar un trabajo de parto prematuro o tardío.
Retiro de la progesterona
progesterona puede retrasar el inicio oportuno del parto o prevenir el trabajo de parto
prematuro. Se ha estudiado la posibilidad de que la progesterona pueda prevenir el
trabajo de parto prematuro, pero su uso para evitar el parto prematuro todavía es
controversial (cap. 45).
Los diversos mecanismos por los que se alcanza el retiro funcional o el antagonismo
Cambios miometriales
(Mendelson, 2019; Renthal, 2015; Stanfield, 2019). Estas CAP aumentan la capacidad
de respuesta uterina a las uterotoninas.
Otro cambio crítico en la fase 2 es la formación del segmento uterino inferior a partir
del istmo. Con este desarrollo, la cabeza fetal desciende a menudo incluso más allá
del estrecho pélvico superior: el descenso. El abdomen experimenta con frecuencia
un cambio en la forma, que las mujeres refieren algunas veces con la expresión “el
bebé ya cayó”. También es probable que el segmento inferior del miometrio sea
distinto del segmento uterino superior y esto conduzca a diferentes funciones para
cada uno cerca del término y durante el trabajo de parto. Esto se sustenta en estudios
humanos que demuestran una expresión diferencial de receptores para
prostaglandina y CAP en las regiones miometriales del segmento superior y el inferior
(Astle, 2005; Blanks, 2003; Sparey, 1999). Cerca del término, la expresión aumentada
:
del gen HoxA13 en el segmento miometrial inferior, comparado con el superior,
Debido a su aplicación desde hace mucho tiempo para inducir el trabajo de parto,
parece lógico que la oxitocina participe de forma importante en el trabajo de parto
espontáneo humano. Las cantidades miometriales del receptor para oxitocina se
incrementan durante la fase 2 del parto, y la cantidad de mRNA del receptor para
roedores. La alteración del gen del receptor para oxitocina en el ratón no afecta al
parto. Esto sugiere que, al menos en esta especie, es probable que múltiples sistemas
aseguren que el parto ocurra.
receptor para oxitocina (Bogacki, 2002). Estos datos indican que uno de los
mecanismos por los que la progesterona mantiene la inactividad uterina es la
:
inhibición de una vía de señalización miometrial de oxitocina.
Maduración cervicouterina
Glucosaminoglucanos y proteoglucanos
Cambios inflamatorios
Epitelios endocervicales
:
Además de los cambios en la matriz durante el embarazo, las células epiteliales
endocervicales proliferan de tal manera que las glándulas endocervicales representan
un porcentaje significativo de la masa del cuello uterino. El conducto endocervical
Resulta interesante considerar que el feto humano maduro emite la señal para iniciar
el parto y la evidencia de una señalización fetal es cada vez mayor (Mendelson, 2017).
El feto puede emitir señales a través de moléculas en la sangre que actúan en la
placenta o mediante la secreción al líquido amniótico.
del parto. Con la activación uterina, el estiramiento es necesario para inducir CAP
específicas. Es decir, el estiramiento aumenta la expresión de conexina 43 y los
receptores para oxitocina. Las concentraciones del péptido liberador de gastrina, un
agonista estimulante del músculo liso, también se incrementan con el estiramiento
:
del miometrio (Tattersall, 2012).
Los sistemas de señalización celular están influidos por el estiramiento para regular a
la célula miometrial. Este proceso, la mecanotransducción, puede incluir activación
de receptores o conductos iónicos en la superficie celular, transmisión de señales a
través de la ECM o liberación de moléculas autocrinas que actúan de manera directa
La capacidad del feto para emitir señales endocrinas que inicien el parto se ha
demostrado en varias especies. Sin embargo, la evidencia sugiere que no está
regulado de la misma manera en los seres humanos. En consecuencia, el eje
hipotálamo-hipófisis-suprarrenal fetal se considera un componente crítico del parto
normal. Además, se presupone que la activación prematura de este eje induce en
muchos casos el trabajo de parto prematuro (Challis, 2000, 2001). Se cree que los
productos esteroideos de la glándula suprarrenal fetal humana tienen efectos en la
placenta y las membranas que al final transforman el miometrio de su estado inactivo
al contráctil.
:
Un componente clave en el ser humano podría ser la capacidad singular de la
hasta el parto.
FIGURA 21–10
Cascada endocrina placentaria-suprarrenal fetal. En la gestación
después del parto (Frim, 1988; Sasaki, 1987). Las concentraciones de CRH en el líquido
amniótico también aumentan en la gestación avanzada. La CRH es el único factor
liberador de hormona trófica que tiene una proteína específica para unión en el suero.
Durante la mayor parte del embarazo, la proteína de unión con CRH (CRH-BP, CRH-
binding protein) se une con la CRH materna circulante y esto la desactiva (Lowry,
1993). Sin embargo, durante el embarazo más avanzado, la concentración de CRH-BP
tanto en el plasma materno como en el líquido amniótico decrece, lo que eleva de
forma notoria la cantidad de CRH biodisponible (Perkins, 1995; Petraglia, 1997).
Hacia el final del embarazo, las membranas fetales experimentan senescencia celular
Algunas anomalías cerebrales del ternero fetal, el cordero fetal y algunas veces del
feto humano retrasan el momento normal del parto. En particular, está bien descrita
la relación entre anencefalia fetal y gestación prolongada (Rea, 1898; Malpas, 1933).
Malpas concluyó que la gestación prolongada era atribuible a la función anómala en
el cerebro-hipófisis-suprarrenales del feto. En realidad, las glándulas suprarrenales
del feto anencefálico son muy pequeñas y al término pueden tener un tamaño de solo
Otras anomalías fetales que impiden o reducen en gran medida la entrada de orina o
secreciones pulmonares fetales al líquido amniótico no prolongan el embarazo
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:
Esta fase es sinónimo del trabajo de parto activo, que se acostumbra dividir en tres
acoplamiento con la proteína G. Esta etapa del trabajo de parto termina cuando el
cuello uterino está dilatado por completo, alrededor de 10 cm, para permitir el paso
del feto con tamaño de término. Por lo tanto, la primera fase del trabajo de parto es la
etapa de borramiento y dilatación del cuello uterino. La segunda comienza cuando la
dilatación del cuello uterino es completa y termina con el nacimiento; en
Esta expulsión del tapón mucoso que antes llenaba el conducto cervical durante el
embarazo se denomina “tapón mucoso sanguinolento”. Su expulsión indica que el
trabajo de parto ya está en progreso o es probable que inicie en horas a días.
:
Un rasgo singular de las contracciones musculares fisiológicas, es decir, las del
músculo liso uterino durante el trabajo de parto, es que son dolorosas. Las causas
sugeridas son: 1) hipoxia del miometrio contraído, como en la angina de pecho; 2)
compresión de ganglios nerviosos en el cuello uterino y la parte inferior del útero por
los haces musculares entrelazados contraídos; 3) estiramiento del cuello uterino
de 10 min al inicio de la primera etapa del trabajo de parto hasta solo 1 min o menos
:
en la segunda. Sin embargo, los periodos de relajación entre las contracciones son
esenciales para el bienestar fetal. Las contracciones continuas comprometen el flujo
sanguíneo uteroplacentario lo suficiente para causar hipoxemia fetal. En la fase activa
del trabajo de parto, la duración de cada contracción varía desde 30 hasta 90 s y
Durante el trabajo de parto activo, se vuelven más evidentes las divisiones uterinas
anatómicas que se iniciaron en la fase 2 del parto (fig.
fig. 21–11 y 21–12
21–12). Algunas veces
se distinguen los dos segmentos por palpación abdominal, incluso antes de la rotura
de las membranas. El segmento superior es firme durante las contracciones, mientras
que el segmento inferior es más blando, distendido y más pasivo. Este mecanismo es
obligado porque si todo el miometrio, incluidos el segmento uterino inferior y el
cuello uterino, se contrae al mismo tiempo y con la misma intensidad, la fuerza
FIGURA 21–11
Secuencia del desarrollo de los segmentos y anillos en el útero al
:
término y en el trabajo de parto. Nótese la comparación entre el
útero no gestante, el útero al término y el útero durante el trabajo de
parto. El segmento uterino inferior pasivo deriva del istmo y el anillo
FIGURA 21–12
Útero al momento del parto vaginal. El segmento superior activo se
retrae alrededor de la parte de presentación conforme el feto
primera y segunda etapas del trabajo de parto (fig. 21–11). Este proceso continúa y
:
resulta en un segmento uterino superior con un grosor enorme justo después del
parto.
un límite entre los dos por una cresta en la superficie uterina interna, el anillo de
retracción fisiológico. Cuando el adelgazamiento del segmento uterino inferior es
extremo, como en un trabajo de parto obstruido, el anillo es prominente y forma un
anillo de retracción patológico. Este trastorno también se conoce como anillo de
Bandl, que se describe con más detalle en el capítulo 23.
Se calcula que cada contracción alarga de manera gradual la forma ovoidea del útero
:
5 a 10 cm y así estrecha el diámetro horizontal. Esta presión del eje fetal rectifica la
columna vertebral fetal. También presiona el polo superior del feto con firmeza contra
el fondo, mientras que el polo inferior es impelido hacia abajo. Con el alargamiento
uterino, las fibras musculares longitudinales se tensan. Como resultado, el segmento
inferior y el cuello uterino son las únicas partes del útero que son flexibles y son
Fuerzas auxiliares
Después de que el cuello uterino se dilata por completo, la fuerza más importante
para la expulsión fetal se produce por la presión intraabdominal materna. La
contracción de los músculos abdominales junto con los esfuerzos respiratorios
intensos con la glotis cerrada se conoce como pujo. La fuerza es similar a la de la
defecación, pero la intensidad suele ser mucho mayor. La importancia de la presión
descienda durante el borramiento del cuello uterino. Sin embargo, conforme el cuello
uterino se dilata, la parte fetal de presentación casi siempre desciende un poco.
FIGURA 21–13
Esquema que muestra el borramiento y la dilatación. A. Antes del
trabajo de parto, el cuello uterino de la primigesta es largo y no
Como el segmento inferior y el cuello uterino tienen menor resistencia durante una
contracción, se ejerce una tracción centrífuga en el cuello uterino y produce la
dilatación del cuello uterino, siempre que la parte de presentación esté situada de tal
forma que ejerza presión contra el cuello uterino y el segmento inferior.
FIGURA 21–14
Acción hidrostática de las membranas para inducir el borramiento y
la dilatación del cuello uterino. Con la progresión del trabajo de
externo en (A)
(A), (B) y (C)
(C). Aunque no se muestra en este diagrama,
con la rotura de membranas, la parte de presentación aplicada al
Como se muestra en la figura 21–4, recuérdese que la dilatación del cuello uterino se
:
divide en las fases latente y activa. La duración de la fase latente es más variable y
sensible a factores externos. Por ejemplo, la sedación puede prolongar la fase latente
parto. Las curvas normales y anormales del trabajo de parto se describen con detalle
en los capítulos 22 y 23.
En muchas nulíparas, el encajamiento de la cabeza ocurre antes del inicio del trabajo
de parto. No obstante, es posible que la cabeza no descienda más hasta el trabajo de
parto avanzado. En el patrón de descenso del trabajo de parto normal se forma una
diámetro biparietal fetal en relación con una línea trazada entre las espinas
isquiáticas maternas (cap. 22). El descenso activo casi siempre ocurre después de que
la dilatación ya avanzó durante cierto tiempo. Durante la segunda etapa del trabajo
presentación casi siempre desciende en forma lenta y constante. Sin embargo, en las
multíparas el descenso puede ser rápido.
El conducto del parto está sustentado y en condiciones fisiológicas cerrado por el piso
:
pélvico (cap. 2). El componente más importante del piso es el músculo elevador del
ano y el tejido conjuntivo fibromuscular que cubre sus superficies superior e inferior.
En la primera etapa del trabajo de parto, las membranas, cuando están intactas, y la
parte de presentación fetal sirven para dilatar la parte superior de la vagina. El cambio
más notorio consiste en el estiramiento de las fibras musculares del elevador del ano.
distiende al máximo, el ano se dilata de manera notoria y muestra una abertura que
varía de 2 a 3 cm de diámetro y a través de la cual se abulta la pared anterior del recto.
expulsión del recién nacido, la cavidad uterina queda casi cerrada y es casi una masa
sólida de músculo de varios centímetros de espesor, por arriba del segmento inferior
más delgado. El fondo uterino se encuentra entonces justo debajo del nivel de la
cicatriz umbilical.
FIGURA 21–15
Disminución del tamaño del sitio placentario después del
nacimiento del recién nacido. A. Relaciones espaciales antes del
parietal (fig. 21–16). Por lo general, las membranas permanecen in situ hasta que la
fig. 21–16
separación placentaria está casi completa. A continuación, estas se despegan de la
pared uterina, en parte por la contracción adicional del miometrio y en parte por la
FIGURA 21–16
Después del parto, las membranas se pliegan conforme la cavidad
placenta o se encuentra dentro del saco invertido formado por las membranas. En
este proceso, conocido como mecanismo de Schultze de la expulsión placentaria, la
sangre del sitio placentario se vierte al saco de las membranas y no escapa al exterior,
hasta después de la salida de la placenta. En la otra forma de expulsión placentaria,
la sangre que se acumula entre las membranas y la pared uterina escapa por la
vagina. En este caso, la placenta desciende de lado y aparece primero su superficie
materna.
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Oxitocina
placenta (Chibbar, 1993; Zingg, 1995). Además, muchos datos apoyan la función
importante de la oxitocina durante la segunda etapa del trabajo de parto y en el
(Nissen, 1995). Justo después del nacimiento del feto y la placenta, que completa la
fase 3 del parto, las contracciones uterinas firmes y persistentes inducidas por la
Prostaglandinas
Las prostaglandinas tienen una participación crítica en la fase 3 del parto (MacDonald,
2003).
del parto. Además, la concentración del receptor para PGF2α aumenta en la decidua al
término y lo más probable es que este incremento sea el paso regulador en la acción
de la prostaglandina en el útero.
inicio del trabajo de parto. Es probable que estas concentraciones más altas se
alcancen conforme el cuello uterino se dilata y expone el tejido decidual (fig.
fig. 21–17
21–17).
Se cree que estos valores más altos en la bolsa anterior, comparados con los del
compartimiento superior, siguen a una respuesta inflamatoria que emite señales para
FIGURA 21–17
:
Vista sagital de la bolsa anterior expuesta y los fragmentos
deciduales unidos después de la dilatación del cuello uterino
Endotelina 1
Las endotelinas son una familia de péptidos de 21 aminoácidos que son inductores
Angiotensina II
AT2R en las embarazadas (Cox, 1993). Durante el embarazo normotenso, los efectos
FASE 4: PUERPERIO
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De inmediato y durante cerca de una hora después del parto, el miometrio mantiene
una contracción persistente. Esto comprime en forma directa los grandes vasos
uterinos y permite la trombosis en su luz para prevenir la hemorragia. Por lo general,
seis semanas después del parto. Sin embargo, esto depende de la duración del
BIBLIOGRAFÍA