La memoria

La memoria humana es una de las capacidades que posee el ser humano

más compleja pero que a su vez es fascinante, es aquella a la que mayor parte del
tiempo se recurre y mayor esfuerzo se le exige; nos permite que recuperamos
cierta información e imágenes y conservar nuestras experiencias y emociones.

La memoria es conocida como la capacidad que posee el ser humano de

poder adquirir, almacenar y recuperar información almacenada en el cerebro,
gracias a estas capacidades, es que el individuo puede aprender y recordar
eventos pasado o la información que necesite; sin la memora, el ser humano sería
incapaz de aprender, pensar o percibir estímulos de su alrededor, además de que
no sería capaz de dar a conocer sus ideas y perdería su idiosincrasia (Kundera,
1929).

Su función principal radica en proporcionar a la persona los conocimientos

que se considere necesarios para que logre comprender el entorno en el que se
está desarrollado; de esta manera logrando conservar y reelaborar sus recuerdos
para un mejor funcionamiento y desenvolvimiento en el presente y futuro,
actualizando sus ideas, planes y habilidades (Flores-Prado, 2016).

La memoria posee tres tipos de memoria esenciales, que son la memoria a

corto plazo, memoria a largo plazo y memoria sensorial; para la primera memoria
se dedica a retener información por breves lapsos de tiempo; a pesar de la
brevedad del tiempo en el que la información está disponible en la memoria activa,
esta tiene un gran valor en procesos cognitivos vinculados con el razonamiento
lógico y la resolución de problemas.

La memoria de corto plazo se divide en 4 sub sistemas que se especializan

en diferentes tipos de estímulos: sistema ejecutivo (procesos de la memoria),
almacén episódico (procesa varios estímulos y los convierte en una
representación de la información), Bucle fonológico (retiene la información verbal
alfa numérica), y la agenda visoespacial (retiene información en forma de
imágenes).
 La memoria a largo plazo tiene una temporalidad mayor, suele trascender el
paso de los años; la capacidad para almacenar la información y para mantenerla
disponible de forma inmediata sin que sea olvidada depende de varios factores: la
profundidad con la cual se procesó el estímulo, las asociaciones que se hayan
hecho para retener la información, y la cantidad de veces que se haya recuperado
la información.

La memoria inactiva o de largo plazo se divide en dos grandes sistemas:

memoria explícita (también llamada memoria declarativa, almacena información
que disponible de manera consciente; a su vez, se divide en dos sub categoría:
memoria episódica: almacena información sobre momentos específicos en tiempo
y espacio, la memoria semántica: retiene información general, lo que permite un
mayor entendimiento del mundo), por su parte, la memoria implícita o
procedimental también llamada memoria no declarativa, es el sistema encargado
de retener información vinculada a las habilidades motrices.

La memoria sensorial implica todos los procesos de codificación de

estímulos externos por lapsos muy breves y de forma selectiva; el período de
permanencia de la información es mucho más breve, ya que apenas dura unos
milisegundos, dependiendo del tipo de estímulo y de su relevancia, esta
información puede ser desechada o puede pasar a la memoria de corto plazo,
donde permanecerá unos segundos más; este tipo de memoria se puede clasificar
en icónica (estímulos visuales), ecoica (estímulos auditivos), olfativa (registra
olores), háptica (tacto) y gustativa (sabor).

Para concluir, la memoria es descrita como aquella capacidad o poder que

posee el ser humano para retener y recordar información, a través de procesos
asociativos inconscientes, ideas, impresiones y conceptos ya experimentados, así
como la información que se aprendió de manera consciente.

Referencias bibliográficas
Flores-Prado, W. (2016). Ensayo de la memoria. Obtenido de Magnesol:
https://www.magnesol.pe/blog/eco/ensayo-de-la-memoria
Kundera, M. (1929). La memoria humana. Brno.