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Concluida
Madura
¿Qué es más peligroso? ¿Alguien que odia o alguien que ama?
Jungkook llega a la vida de Taehyung para brindarle amor y
seguridad. quizá, demasiada seguridad. Es un chico que actúa
adorable y risueño la mayoría del tiempo, pero todos tenemos un lado
oscuro, y el suyo sale a la luz cuando se meten con lo que es suyo.
Y para él, Taehyung es suyo.
『 Dangerously beautiful 』KookV
ɾ ɩɾꙆ
Published: 2021
Source: https://www.wattpad.com
"La historia comienza cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose.
En el instante menos esperado, pero en el momento indicado"
—Que bonito —dijo cierto castaño caminando hacia la biblioteca en busca de algunos mapas que su
profesor le había encargado buscar.
Su escuela era una mierda. Pero no una mierda como institución o en infraestructura —que era de
muy baja calidad, e incluso tenías que llevar tu propio papel de baño y tenías que cuidar muy bien tus
pertenencias y comida o te quedabas sin nada— sino por los alumnos y profesores que hacían de la
experiencia escolar un martirio.
Al menos para algunas personas.
Y él era una de esas personas.
Primer día y ya era de nuevo la mula de la clase. Si no fuera un pedido directo del profesor se habría
negado.
Todos los días aparecía una frase a cualquier hora del día en su pantalla de inicio. Su primo había
instalado una aplicación para hacer que éstas aparezcan cada día, para al menos lograr hacer que una
sonrisa adornara su rostro, ya que eso casi nunca ocurría.
Él lo agradecía, pero las disfrutaría más si pudiera sentirse identificado o relacionado con todas esas
frases de amor, amor que era nulo en su vida. No puedes disfrutar por completo una canción cuando el
ritmo es bueno, pero la letra es desagradable.
Guardó su teléfono y continuó su camino, deteniéndose al ver a un chico parado frente a la cartelera
de la escuela, dónde habían papeles pegados por todos lados, y un mapa de el edidicio en medio. El
chico parecía perdido, trazando las lineas de colores que indicaban los caminos con sus dedos. Lo
escuchó suspirar exasperado y decidió acercarse para ver si necesitaba ayuda.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó parándose a su lado, mirándolo con ojos curiosos.
El chico volteó a verlo; su cabello largo hasta la altura de la nariz tapó levemente uno de sus ojos al
mirarlo con la cabeza algo inclinada hacia atrás, sus grandes y expresivos ojos le hicieron sentir una
corriente en todo su cuerpo al conectar sus miradas.
El chico se quedó unos segundos observándolo sin decir ni una palabra, la única acción que hizo en
todo ese tiempo de miradas fue girar su cuerpo hasta quedar frente a frente. El castaño un poco
avergonzado por su intensa mirada, y dándose cuenta de que ya habían pasado mucho tiempo en
silencio le obligó a preguntar una vez más.
—Disculpa, es que te vi y parecías algo perdido —dijo apartando la mirada por primera vez.
—Okey, lo admito, si estoy perdido —dijo con una sonrisa tímida, pero a la vez desprecupada.
No pudo evitar reir ante el tono y las palabras que había usado de primeras, le hicieron sentir que era
una de esas personas que siempre andaban positivas, con poca vergüenza y que vivía rodeada de
muchos amigos debido a su personalidad amigable.
—¿Estás buscando un lugar en específico? —preguntó mirando el mapa al no atreverse a volver a
verlo a los ojos y quedar hipnotizado.
—La oficina del director —respondió sin despegar la vista de él chico frente a él—. Inscribirme el
primer día es una costumbre que me niego a romper.
"Bienvenido a la mejor escuela del condado" pensó con sacrcasmo.
—No creo que sea tan malo, mejor tarde que nunca, dicen —respondió con la vista fija en la carpeta
que llevaba en su mano derecha, la cual tenía tatuajes en todos lados.
—Arruinaste mi pensamiento de chico malo —dijo con dolor muy fingido, llevando su mano libre a su
pecho.
—Lo siento, lo siento —se disculpó riéndose y llevando una mano a su boca para tapar su sonrisa. No
le gustaba que las personas vieran sus expresiones, un bajo autoestima y desagrado por la mayoría de
la gente le hizo tener esa manía.
—Te agradecería mucho si fueras tan amable en llevarme allá —pidió llevando su mano libre al
bolsillo de su pantalón.
—Claro, vamos por aquí —dijo apuntando detrás suyo —. Podemos ir por ambos lados, pero la
biblioteca me queda de camino —explicó. No quería perder tiempo en ir a lo suyo o tendría que
escuchar el reproche del profesor el primer día.
—Como tu quieras —sonrío y comenzó a seguirlo.
El castaño pensó en lo bonita que era su sonrisa. Bueno, el chico era completamente bonito, era
adorable cuando sonreía y parecía ser una buena persona. Se preguntó si era correcto comenzar a
hablarle o permanecer en silencio hasta llegar a donde el director y despedirse sin más. La respuesta se
contestó sola cuando escuchó al contrario hablar.
"Habrá que disfrutar de su compañía antes de que una a alguno de los grupitos tan odiosos" pensó
con algo de pena.
—¿Si hay kiosko aquí o debo de traer mi propia comida? —preguntó el chico de pelo largo observando
las paredes.
—Si lo hay, pero sinceramente te recomiendo no comer nada de ahí, o al menos ten cuidado y revisa la
fecha de vencimiento de todo —dijo con mala cara al recordar cuando compro un paquete de papas y
éstas estaban verdes e incluso alguna negras, y la chica no quiso devolverle su dinero.
—Supongo que moriré de hambre —bufó con un puchero en sus labios que Taehyng no pudo evitar
ver al volver su mirada hacia él.
—Puede que tengas suerte y alguien te de algo de lo suyo...si les agradas...
—¿Tu tienes un poco para ofrecerme? —preguntó con una sonrisa coqueta, que Taehyung trató de no
mal pensar e ilusionarse.
Era un gran error ilusionarte el primer día y él lo sabía a la perfección.
—Aquí es —dijo apartando la mirada de la suya y posandola sobre la puerta que estaba buscando—.
Adios. Suerte encontrar comida.
Avanzó unos pasos más camino a su destino original. Había sido agradable pasar esos minutos junto a
él chico desconocido, pero sabía que aquí terminaba todo. No era la primera vez que ayudaba a alguien
el primer dia, solo para que al segundo esa persona comenzara a molestarlo luego de ir por el camino
fácil; hacerse amigo de los brabucones del lugar para no tener que ser la victima.
Camino por el cual el jamás iría, ni aunque tuviera que soportar palizas y horas de hambre.
Entre ser o no ser, él era.
Se detuvo al sentir un tirón en su mano, volteó a que era lo que le impedía seguir caminando,
sorprendiendose al ver que aquel lindo chico sostenía su mano en un intento por detenerlo.
—Antes de que te vayas, ¿cómo te llamas? —preguntó con una mirada que él castaño no pudo
desifrar, pero que le hacía sentirse feliz junto con el interes en sus palabras.
Dudó recordando cosas de las cuales no quería hacerlo. Iba a negarse, pero algo en la mirada del otro
le trasmitía seguridad. No se sentía mal el querer confiar.
—Taehyung...
—Taehyung —repitió regalándole una sonrisa adorable a ojos del castaño. Hasta parecía un niño si
solo veías su rostro y no su cuerpo y tatuajes.
Quitó su mano rápido sin querer que parezca brusco y comenzó a caminar a páso rápido hasta la
biblioteca. Quiso ingorar los fuertes latidos en su corazón luego de ver semejante belleza sonreirle a él
de esa forma. Era inevitable, cualquiera se hubiese puesto rojo al verlo de lejos solamente.
"Normal, nos pasa siempre que vemos a alguien atractivo" trató de convencerse de que no era algo
especial, y solo era una reacción más del cuerpo humano.
La mirada de aquél chico nuevo cambió por completo cuando el castaño estuvo fuera de su campo
visual. Su sonrisa pasó de ser una tierna a una media sonrisa algo tétrica, a la vez que sus ojos se
entrecerraban observando el lugar por dónde de había ido aquel amable y lindo chico.
—Taehyung... —repitió.
Soltó una risa corta, pasó su lengua por sus labios y se giró para tocar la puerta frente a él.
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Corrió no muy rápido hasta su aula con el mapa de un metro en sus manos, ya con la idea de no gastar
tanto sus energías si ya se había tardado lo suficiente como para seguramente recibir un regaño.
—Disculpe la tardanza —dijo por respeto más que por gusto, con la respiración algo agitada.
—¿Acaso quieres que mi clase se arruine? ¿Eh? —la voz de su profesor sonaba fuerte, aunque no
llegaba a sonar como un grito—. Si tantas ganas tienes de andar por ahí holgazaneando en vez de hacer
lo que te pido entonces no entres a mi clase en primer lugar.
—Lo siento —dijo dejando el mapa sobre su escritorio, esperando su aprobación para volver a su
asiento.
—Por hacerme perder el tiempo, te vas a quedar parado frente a la clase hasta que termine —dijo sin
disimular lo mucho que le gustaba hacerle pasar un mal rato.
Sabía que era inútil explicarle el motivo de su tardanza, que solo lo acusaría de mentiroso y
maleducado, y eso solo sería darle más motivos para que lo denigrara.
Maldijo por dentro y quiso salir corriendo directo a un campo de cactus antes de tener que mirar a los
rostros de sus compañeros durante más de media hora. Estaba seguro de aprovecharían tenerlo de esa
forma para hacerle alguna maldad.
Y no se equivocó.
Pasaron solo cinco minutos y un chico sentado al frente comenzó a arrojarle bolas de papel directo a
su rostro, y otros compañeros fueron uniéndose a él a lo largo de los minutos. Solo cuando ya fueron
demasiadas las bolas de papel en el piso, cuando comenzaron a esparcirse hasta llegar al lugar donde el
profesor pisaba, fue que éste les dijo que pararan.
Apretó los puños aguantandose las ganas de mostrarse débil, mordiéndose el labio con fuerza hasta
sentir el sabor metalico ingresar a su boca. Sabor que ya hasta le era indiferente por todas las veces
que se había lastimado a si mismo.
Estaba seguro de que sus labios lo odiaban y se veían terriblemente mal.
Pudo volver a respirar cuando el sonido de la campana se escuchó por todo el lugar, moviéndose
rápidamente hasta su asiento para revisar sus pertenencias, rezando por que no le faltara nada.
Suspiró aliviado al notar que todo seguía en su mochila.
Como siempre, esperó a que el aula se vaciara para poder irse sin temor a que lo empujaran en el
acto. Caminó rápido hacia el aula de un curso más avanzado pero del mismo año, en busca de su unico
amigo en la institución. Tenía en mente regañarlo por no contestarle un mensaje en todo el tiempo que
las vacaciones duraron. Incluso antes de que terminara el año anterior, éste casi no pasó tiempo con él
ni le hablaba como antes.
No sabía si iba a encontrarlo en el aula, podría haber salido antes, pero con mirar no perdía nada.
Llegó y notó que no solo si estaba allí, sino que todos los de su clase parecían estar dentro, rodeando
el asiento de alguien que no logró divisar debido al cúmulo de gente.
No iba a entrar con todas esas personas, mucho menos con el chico que divisó entre ellos; Kim
Minjae, quién es una de las personas que más detesta de entre todas, y jura que el sentimiento es
recíproco. Decidió esperar en el marco de la puerta a ver si se alejaba de ellos o hacia contacto visual
con él.
Escuchó desde el centro de la ronda una voz que le resultaba familiar, pero no del todo. Trató de
recordar dónde había escuchado esa voz antes, pero la una voz irritante ante sus oídos interrumpió sus
pensamientos.
—Taehyungie, ¿que haces aquí? —preguntó Minjae observándolo desde su lugar, haciendo que todas
las miradas se pasaran sobre él— ¿viniste a buscarme, cariño? —preguntó en tono burlón.
Taehyung rodó los ojos y buscó con la mirada a su amigo una vez más, sonriendo levemente al notar
que éste lo estaba observando también.
—Seojoon Hyung, ¿podemos hablar? —preguntó calmado, tratando de ignorar todas las miradas sobre
él.
La risa de Minjae resonó en las cuatro paredes, seguido de su grupito de amigos que se le unieron,
incluso Seojoon.
—¿No le contaste? —preguntó con sorpesa fingida—. Bueno, que mejor momento que ahora —le dijo
al que Taehyung consideraba amigo—. Demuestrale cómo son las cosas ahora...y así probaras que eres
digno de pararte junto a nosotros.
El tono con el que lo había dicho era tan repugnante que Taehyung sintió un escalofrío por todo su
cuerpo. Miró a su amigo totalmente confundido y asustado, preguntándole con la mirada a que se
refería con esas palabras.
Seojoon se acercó a él sin expresión alguna, y cuando llegó frente a él cambió totalmente. Lo miraba
desde arriba, con un aire de superioridad y rechazo que Taehyung pudo sentir en lo más profundo de su
corazón.
—Era tan aburrido fingir ser tu amigo —dijo con gracia en cada palabra—. Solo necesitaba que
hicieras mis tareas y me alimentaras mientras estaba aquí, pero me cansé de eso y Minjae me ofreció
algo más interesante.
—H-hyung...¿Que dices...? —no pudo evitar que la voz saliera quebrada al momento de intentar
preguntarle que era lo que estaba diciendo.
—No me dirijas la palabra si no quieres ganarte un enemigo más. Estoy harto de ti y de tener que
fingir que me agradas —soltó sin pudor.
Taehyung quería decir algo, quería, de verdad. Pero nada salió de su boca, pero si comenzaba a salir
de sus ojos. Buscó con la mirada a Minjae para al menos maldecirlo para sus adentros, pero se quedó
aún más shockeado al ver al chico de la mañana ser rodeado por todos. Por alguna razón se sintió
mucho peor luego de verlo, sentía incluso vergüenza.
Se giró al sentir caer la primer lágrima y corrió lejos de allí, lejos de esa gente, lejos del que decía ser
su amigo, al unico de allí que quiso de verdad, al que le confió muchos secretos, al que pudo sonreirle
sin pena ni vergüenza. A aquél chico estúpidamente lindo que lo miraba con el ceño fruncido.
Ahora todo tenía sentido. Las veces en las que lo molestaban a él y no a Seojoon; cuando otras veces
también molestaban a la gente que intentaba acercársele con buenas intenciones, cuando le pedía que
por favor terminara su tarea ya que debía de cuidar a su abuela...todas esas veces Minjae había hecho
una fiesta.
Dejó de correr luego de varios minutos sin estar seguro de hacia donde se dirigía, trató de calmar su
respiración agitada mientras la misma era alterada a causa de su llanto. Se odió. Se odió tanto por ser
tan ingenuo y estúpido, por no darse cuenta antes, por que le afectara tanto, por confiar.
"La gente es repugnante" pensó recordando los momentos con el mayor, en una amistad que solo él
dusfrutaba.
"A la mierda todos, no necesito a nadie, a nadie"
Se sentó en suelo apoyando su espalda contra la pared de la parte trasera del gimnasio, donde había
terminado. Llevó sus rodillas a la altura de su rostro y se permitió llorar todo lo que quisiese por esa
vez, solo esa única vez. No le importaba si alguien lo escuchaba, no le importaban las clases que
seguían ni lo que pensaran los demás de él luego de presenciar la escena que se armó.
Con el paso de los minutos su llanto disminuía, hasta que ya no quiso seguir haciéndolo. Se limpió el
rostro con la manga de su camisa y suspiró hondo. Levantó la mirada y tragó sintiendo su garganta
seca, señal de que tenía sed.
—Vaya mierda todo... —dijo observando las nubes moverse lentamente.
Un rostro apareció en su campo visual y pegó un grito asustado. Escuchó una risa y notó mejor a
quien había irrumpido en su momento de paz. El chico de la mañana lo mirada desde arriba, sacando la
cabeza de una ventana que estaba sobre él.
—Con que aquí estabas —dijo sonriendo para luego subirse al marco de la ventana y saltar hasta
quedar frente a él.
Decir que estaba confundido con la actitud del chico frente a él era poco. Apartó la mirada él
limpiando una vez más su rostro por si había quedado algún rastro de lagrimas secas debajo de sus
ojos, no quería que lo viera peor de lo que ya estaba.
—¿Qué quieres? —preguntó sin mostrar mucho interés. Si el chico venía a burlarse de él,
definitvamente terminaría por confirmar que su vida es un asco, y que estaba destinado a estar rodeado
de personas que solo le harían querer tirarse de un décimo piso.
Claro que tener ganas y tener el valor para hacerlo son dos cosas completamente distintas.
—Me preocupé —respondió sentándose en forma de indio a su lado sin acercarse demasiado. Giró a
verlo con una leve pero sincera sonrisa—. No entendí del todo que fue lo que pasó y tampoco voy a
preguntar, pero te veías muy mal...Me preocupé.
Taehyung volteó a verlo, tan sorprendido como apenado al recordar la escena tan humillante que el
chico a su lado había presenciado. Se emocionó por un momento, pero luego la duda y la desconfianza
volviendo a ocupar todo el espacio en su cabeza y sobre todo, en su corazón.
—No bromees, a penas me conoces —dijo llevando su mirada a sus manos—. Ni siquiera sé tu nombre
—balbuceó lo último sin la intención de ser escuchado, pero el otro lo hizo.
—¡Es verdad! No te dije mi nombre —se giró y quedó con el perfil de Taehyung frente a él—. Mi
nombre es Jeon Jungkook —sonrió esperando alguna respuesta del castaño.
—...Okay —fue todo lo que dijo luego de evitar mirarlo.
No le gustaba ser tan borde o que pareciera que no le importaba en lo más mínimo cuando en
realidad le gustaría conocerlo mucho más, pero no sabía si...No. Más bien, no quería saber si el también
se acercaba a él con malas intenciones y un falso interés por querer tener algun tipo de relación.
Dolía mucho cuando las personas a las que le tenía aprecio lo lastimaban. Dolía mucho más que las
palabras de esa gente que no le importaba en lo más mínimo.
—Sabes, cuando se acercaron a mí pensé que eran agradables... —comenzó a hablar apoyando su
codo sobre su pierna y su barbilla en la palma de su mano, mirándolo sin quitar en ningún momento esa
sonrisa típica de maestra jardinera amable—. Pero, luego te dijeron todo eso y te hicieron llorar...No
quiero saber nada con gente así.
—Lo siento, pero...vete —dijo escondiendo su rostro entre sus brazos— Por favor.
Jungkook borró su sonrisa y lo miró preocupado, no sabía por qué le pedía eso, pero tenía una idea
luego de escuchar la conversación y el trato de los demás con él. No había que ser muy inteligente para
saber que Taehyung no se llevaba bien con nadie de allí y nadie tenía la intención de hacerlo. Por las
heridas en sus labios y su forma de hablar, como si quisiera alejar a todos de él, pudo darse cuenta de
que el castaño sufría de la peor de las formas en que alguien puede hacerlo; en silencio y aguantando
todo.
—No quiero irme, así que me quedaré —dijo despreocupado.
—Vete —repitió un poco más fuerte.
—No traje comida, pero tengo una botella de agua en mi mochila, ¿Quieres un poco? —ofreció
acercándose más a el otro.
Taehyung levantó ma mirada tratando de que en ésta se notara lo que en realidad no sentía pero
quería aparentar que sí; enojo.
—¿Acaso no entiendes que no te quiero aquí? —preguntó manteniendo la mirada, sintiendo que eso
hacía que sus palabras sonaran más verdaderas.
—Luego de llorar tienes que hidratarte, de lo contrario te dolerá la cabeza —continuó hablando como
si el castaño frente a él nunca le hubiera dicho que se fuera, manteniendo esa sonrisa que ya
comenzaba a irritar al otro.
—¡Bien! Me iré yo entonces —dijo tomando su mochila y colocándose de pie para comenzar a alejarse.
Sin un lugar en mente, solo quería alejarse del pelinegro.
Escuchó pasos detrás suyo y confirmó que había comenzado a seguirlo luego de escuchar su voz
nuevamente.
—¿Hay papel en los baños? ¿O eso también debo de traerlo yo? —preguntó sin cambiar el tono de voz,
caminando detrás de Taehyung con la mano en los bolsillos.
—Deja de seguirme —dijo apretando más el agarre en la correa de su mochila. No comprendía por
qué el pelinegro no lo dejaba en paz, ¿acaso tantas ganas tenía de molestarlo? ¿Había hecho una
apuesta con Minjae para ver cuanto tardaba en verle la cara de estúpido de nuevo?
—Pero quiero hacerlo —dijo con un puchero en sus labios que Taehyung no pudo ver debido a que no
podía verlo.
Se detuvo de golpe haciendo que el pelinegro casi chocara con su espalda, se giró a él y suspiró
rendido.
—¿Es una petición de Minjae? Si es así dile que se vaya a la mierda y me deje en paz al menos el
primer día —dijo con fastidio.
—¿Por qué piensas que necesito una razón para acercarme a ti? —preguntó serio, con preocupación
en sus palabras y una mirada que le hacía sentirse regañado—. Solo quiero conocerte más, que
podamos ser amigos, ya sabes...
—No necesito amigos, no necesito a nadie —dijo volviendo a girarse para continuar caminando.
—¿Por qué dices eso si no es lo que realmente quieres? —preguntó haciéndole saber que no podía
mentirle ni disimular algo que no era.
—Tu no sabes que es lo que quiero, no hables como si me conocieras —dijo cuando volvió a girarse
para encararlo una vez más.
—Tu boca puede decir mentiras, pero los ojos no mienten, Taehyung —dijo acercándose un poco más
hacia él, con la mirada totalmente fija en sus ojos.
Taehyung tragó duro luego de escuchar la forma en la que había dicho su nombre, y la atenta mirada
con la que estaba siendo observado. Apartó la suya sintiéndose avergonzado ante la cercanía de otro,
tratando inutilmente de mantener su postura de negación ante sus ganas de acercarse a él.
—Solo alejate, ya estoy harto de todos... —dijo sin ganas ya de ocultar el dolor en sus palabras,
girando para avanzar hasta unas escaleras que había cerca de ellos, y sentarse en uno de los primeros
escalones.
—Aún no he hecho nada para que te hartes de mí —dijo defendiendo su idea de querer conocerlo más.
Jungkook se sentó un escalones más arriba que Taehyung, a su lado. Taehyung se quedó pensando un
todo lo que le había ocurrido en el día y suspiró cansado.
"Soy muy joven para estar tan harto de la vida" pensó abrazando su mochila inconscientemente.
—Si quieres puedo demostrarte que quiero llevarme bien contigo, ¿Qué quieres que haga para
probarlo? —preguntó abrazando sus piernas, con la mirada sobre el otro, con la misma sonrisa de antes.
Taehyung se lo pensó. Iba a pedirle que si quería el agua que le había ofrecido antes, sintiendo la
garganta seca y su cabeza comenzar a doler un poco, pero recordó que debían de estar en clase y no
podría ir a buscarla sin que lo regañaran.
—Nada —contestó finalmente.
—¿Estás seguro? Porque puedo hacer lo que quieras, enserio —dijo con una emoción que el castaño
no comprendió.
—No deberías de entregarte tanto a una persona que acabas de conocer —dijo mirándolo por primera
vez desde que se sentaron.
—¿Porque? Yo quiero que confíes en mí, asi que tengo que confiar en ti tambien —respondió como si
fuera lo obvio.
Taehyung pudo sentir la calidez y sinceridad de sus palabras, lo que lo hizo sonreir
inconscientemente. Jungkook tambien sintió cómo su corazón palpitaba con más fuerza al ver en todo
su esplendor aquella sonrisa que tanto se negaba a mostrar.
Por suerte, Taehyung no se dió cuenta de su pequeño "error" y solo negó con la cabeza al pensar que
no podría alejar facilmente al pelinegro que ahora lo miraba con la misma mirada que cuando tomó su
mano más temprano.
—Oye, no me respondiste lo del papel de baño —dijo de nuevo para afirmar que preguntaba en serio.
—Regla indispensable número tres —respondió levantando tres dedos en su dirección—. Trae papel
todos los días y cuídalo como si fuera oro. Aunque si puedes, trata de no ir al baño de aquí.
—¿Tres? ¿Hay más? —preguntó tratando de no mostrar su alegría al ver que el castaño parecía
haberse rendido con la idea de alejarlo.
—Bueno, no es que las haya, yo me las inventé pero debería haber un cartel con todas ellas en la
entrada —dijo abriendo su mochila buscando algo en su interior.
—Si tu lo crees, entonces informame —pidió apoyando su barbilla en ambas manos. La sonrisa no se
le iba por nada.
—Regla número uno; siempre ten tus cosas encima, aquí puede desaparecer tu mochila en menos de
lo que tardas en pestanear —sacó un túper rectángulo color lila, sacó tres cubiertos de plástico en una
bolsa, mostrando que eran nuevos— dejó la mochila a un lado y le ofreció la cuchara a Jungkook—.
Regla número dos, siempre trae tu comida, y también cuidala como si fuera oro. Aquí son unas hienas
que roban la comida de quien sea.
—¿Enserio vas a compartirla conmigo? —preguntó refiriéndose a la comida. Taehyung asintió con un
pequeño rubor en sus mejillas, casi imperceptible.
—No es mucho...ni lo mejor, pero debes de comer algo, solo por este día —explicó con una
indiferencia que el chico a su lado no creyó en lo más mínimo.
Jungkook tomó la cuchara con una sonrisa mucho más grande que la que normalmente mostraba,
agradeciendo por la comida antes de tomar un poco de arroz condimentado del recipiente.
La camapana sonó una vez más, anunciando el cambio de hora. Aún flataban otra hora para la hora de
comer, pero no iban a hacer caso a lo que le dijeran, al menos no por lo que resta del día.
—Oye, Taehyung, pásame tu número —pidió con la boca llena, cosa que hizo que el castaño lo mirara
con el ceño fruncido.
—Primero; no hables con la boca llena. Segundo, no.
—Vamos, necesito tu numero para poder hablar contigo fuera de la escuela —pidió llevando otra
cucharada de arroz a su boca. Estaba realmente bueno, y la carne que lo acompañaba también tenía un
gusto exquisito.
—¿Y por qué haríamos eso? No somos amigos, no te ilusiones —dijo lo último en un tono más bajo,
más para el mismo que para el otro.
—Vamos, no seas así —pidió nuevamente mientras masticaba. Taehyung lo miró mal y no pudo evitar
golpear suavemente su frente.
—No hables con la boca llena —regañó una vez más.
—Lo siento, lo siento... —Jungkook se quedó unos segundos mirando el suelo, luego volvió su mirada a
él con una media sonrisa divertida—. Ya sé que hacer para que confíes en mí.
—No tienes que hacer nada, ya te dije que ésto es solo por ésta vez —dijo en tono neutro apartando la
mirada a su comida.
—Voy a cuidarte —dijo decidido, tomando una cucharada más de arroz—. No dejaré que nadie te haga
daño.
Y Taehyung se atragantó con un pedazo de carne, con las mejillas encendidas, el corazón a mil, y con
un mal presentimiento contradictorio a lo bien que se sintió escuchar esas palabras.
*•*•*•*•*
Como estoy eh, pues nada, aquí otra historia jaja
G.GG
Taehyung se dió cuenta de que Jungkook era realmente insistente; curioso, insistente, perseverante e
insistente, de nuevo. Hasta la hora de salida estuvo haciéndole preguntas sobre la escuela, queriendo
saber más sobre el castaño, insistiendo en conseguir su número y hablando sobre él mismo para
transmitirle confianza.
Con todo lo que habló ya sabía cual era su color favorito; sus gustos musicales, su talla de ropa, el
distrito donde vivía, que le gustaban los deportes y pasar tiempo con amigos, que era menor que él, sus
materias favoritas y las que no le gustaban, y sobre todo, sabía que no pararía hasta que Taehyung
aceptara ser su amigo.
Taehyung no comprendía el porqué de su insistencia e interés, tampoco supo porqué lo estaba
acompañando hasta la estación de tren, ni porqué mintió con tomar el mismo tren solo para esperar a
que se hubiera subido a salvo. Fue un acto tan lindo que no pudo evitar que su corazón se acelerara al
verlo sonreírle aún cuando el tren avanzó varios metros.
—No...no te emociones —se dijo a si mismo.
Cuando llegó a su casa, ingresó murmurando un "llegué" aún sabiendo que no habría nadie para
contestarle. Solo recordó lo sucedido con Seojoon cuando vio la foto que él había tomado de ambos, en
ambos rostros se mostraban sonrisas, pero sólo la de uno era sincera.
Tomó la foto que estaba a un lado de su monitor y la rompió en varios pedasos, lanzandola al pequeño
contendor de basura a un lado de su escritorio. Se tiró en su cama y decidió que solo dormiría hasta la
hora de la cena, cerrando los ojos con una sola imagen en su cabeza; Jungkook sonriendole.
Se despertó alrededor de las 11 con el estómago rogándole por comida. Llamado al que respondió sin
mucha vacilación, después de todo, la comida no se haría sola.
Tomó un baño largo antes de comenzar a cocinar.
Mientras preparaba algo rápido y poco elaborado, su teléfono sonó avisando que alguien lo llamaba,
miró la pantalla sin dejar de colar el arroz y sonrió un poco al notar que su primo lo estaba llamando.
Atendió y se colocó el teléfono entre su hombro y su mejilla para seguir cocinando mientras hablaba.
—Hyung, ¿no es muy tarde para hablar sobre videojuegos?
—Hola, primito de mi corazón, yo estoy bién, muchas gracias por preguntar, si, si comi,
gracias por preocuparte tanto —Habló con sarcasmo el chico al otro lado de la línea.
—¿Por qué eres tan dramático, Daehyun?
—¿Por qué me odias, Taehyung?
—Sabes que te quiero, maldito drama queen —dijo terminando de colocar su comida en el plato.
—Aaww, yo también te amo mucho, maldito nerd —respondió con una voz exageramente
cariñosa.
—Jamás dije que te amaba, tampoco exageres.
—¿Tienes algo que hacer el domingo a la noche? —preguntó ignorando sus palabras anteriores.
—Pues-
—¡Perfecto! Entonces iré a buscarte eso de las ocho, iremos a ver a un lugar que te
sorprenderá —dijo emocionado, sin intenciones de aceptar una respuesta negativa de parte del
castaño.
—Oye, yo no dije que-
—Descansa, te veo el sábado —dijo rápido, sin darle tiempo a contestar algo—. Te quiero, toma
mucha agua.
—Pero, yo...olvídalo, también te quiero —dijo dándose cuenta de que no iba a poder negarse.
La llamada finalizó y se rió por la actitud de su único primo. Todas las semanas lo invitaba a algún
lugar para sacarlo de su casa y hacer que olvide su vida escolar y cotidiana aunque sea por un par de
horas, y Taehyung no podía estar más agradecido por eso. Había hechos varios amigos fuera de la
escuela gracias a él, aunque eran más conocidos de su primo con los que se llevaba bien, más que
amigos.
—Quién necesita amigos con un primo así —dijo comenzando a comer, en silencio.
Dejó algo de arroz en el tuper que había lavado con anterioridad y lo guardó en la heladera para el
siguiente día, fue a lavar sus dientes y se acostó con una sonrisa en sus labios. No necesitaba tanto para
ser feliz, solo personas que lo quisieran, no importa la cantidad sino la intensidad.
Por alguna razón la imagen de cierto pelinegro invadió una vez más sus pensamientos, haciendolo
suspirar.
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"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andabamos para encontrarnos" —Julio Cortázar.
—No comprendo... —dijo luego de leer la imagen que apareció en su pantalla.
Iba ingresando a su amada escuela cuando notó a alguien pararse frente a él, impidiendole avanzar.
No miró a la persona y solo trató de pasar por su lado, pero aquél sujeto se colocó frente a él una vez
más, impidiendole seguir caminando. Levantó la vista ya cansado y se encontró con uno de los amigos
de Minjae mirándolo con burla.
—Ay no, tenía que ser éste —dijo haciendole saber lo mucho que le desagradaba—. Muévete, no tengo
ganas de seguir viéndote la cara.
—¿Cuando aprendiste a ser tan grosero, Taehyungie? —dijo con falsa simpatía.
—Que asco, no me digas así —dijo tratando de seguir caminando, pero un fuerte agarre en su hombro
lo hizo detenerse.
—Parece que aún no aprendes cuál es tu lugar en esta escuela —tomó su mochila e intentó quitarsela,
pero Taehyung se lo impidió aferrando más su agarre en la correa que estaba tomando—. No hagas esto
más difícil y dame la maldita mochila —dijo sin ocultar su tono violento.
—Pudrete —dijo Taehyung haciéndole frente, sin intención de mostrarse débil.
—Maldita puta —dijo lanzandolo al suelo de una cachetada tan fuerte que lo pudo escuchar hasta las
personas que no estaban prestando atención a la escena.
Taehyung se llevó la mano al lugar donde había recibido el golpe y sintió caliente su mejilla. Miró de
nuevo al estúpido que lo había golpeado y se sorprendió al verlo retorcerse del dolor mientras Jungkook
lo tenía de rodillas, con un brazo detrás de su espalda, y la posición se veía tan dolorosa como
incómoda.
No pudo ver con claridad el rostro del pelinegro, pero pudo deducir que estaba enfadado por su tono
de voz.
—Oye, nadie lo toca, menos en mi presencia —dijo mientras hacía cada vez más fuerte el agarre en el
brazo contrario.
Los gritos de dolor de aquel chico atrajeron la mirada de todos los estudiantes que estaban cerca y de
los que empezaban a llegar. Taehyung se hubiera reído de la posición en la que estaba aquél imbecil,
pero su mente prefirió admirar lo sexi que se veía Jungkook en esa situación. Sin nombrar lo feliz que
se sintió al ser defendido de esa forma por él.
Aunque eso no le quitaba la vergüenza de las mismas acciones. Es que todos estaban viendo y habían
escuchado sus palabras.
Reaccionó luego de unos minutos al recordar que seguramente alguien llamaría a algún directivo
para ver que era lo que ocurría, y se apresuró a levantarse para llevarse a Jungkook lejos del lugar.
—Jungkook, suficiente, tenemos que irnos antes de que algún profesor venga —dijo tomando su brazo
libre. Jungkook cambió su expresión por completo y sonrió al mirarlo.
—Taehyung, espera, haré que se disculpe —dijo haciendo gritar más al chico en el suelo.
—No necesito sus disculpas, solo vámonos, o estarás en problemas —dijo tratándo de apartarlo de allí.
—Pero, el te golpeó —dijo con el ceño fruncido.
—Y tu le estás por romper el brazo —dijo rodando los ojos—. Vamonos, por favor —pidió tomando su
mano el lugar de su brazo.
Jungkook pareció ceder ante sus palabras y soltó al chico para dejarse arrastrar por Taehyung, sin
mirar en ningún momento al chico que dejó quejándose de dolor detrás suyo. El pelinegro hizo que se
detuvieran y se quedó observando la piel del castaño con detenimiento, apretando su puño libre con
enojo al recordar cómo aquél chico lo había golpeado, que parecía ser con mucha fuerza, ya que le dejó
una marca muy notoria.
Taehyung se quedó helado al sentir la palma del menor sobre su herida. A penas la tocaba, con
cuidado y de forma suave, sin querer presionar demasiado al pensar que dolería al hacerlo.
—¿Te duele mucho? —preguntó llevando su mirada a la del castaño, la cual ya estaba sobre los ojos
profundos del azabache, mirándolo con unos ojos que buscaban algo en su mirada.
—...Si —respondió sincero al no tener ganas de mentirle—. Gracias, pero hubiera sido mejor que no te
metieras —apartó la mano del menor sin romper el contacto visual—. Ahora se meterán contigo por mi
culpa.
—No me importa que se metan conmigo, me preocupa que lo hagan contigo —dijo llevando su mano
nuevamemte al rostro del mayor—. Te dije que iba a cuidarte, ¿recuerdas? —sonrió.
—Y yo te dije que no tenías que hacerlo, ahora vendrán todos los amigos de Minjae y de seguro que te
darán una paliza, estúpido —dijo enojado al darse cuenta de que iban a lastimarlo por su culpa.
—Se pelear, no podrán hacerme nada —dijo orgulloso, sacando un pañuelo de su mochila—. Toma,
mojalo y ponlo en tu mejilla.
—No te golpeará uno solo, son unos cobardes —dijo aceptando el pañuelo—. Y lo siento, pero no creo
poder hacer mucho para ayudarte.
—Si estas preocupado por mi, significa que me darás tu número ¿verdad? —preguntó emocionado,
ignorando sus palabras.
—¿Por qué jamás me escuchan? —dijo golpeando su rostro al recordar la conversación que tuvo con
su primo.
El sonido de la campana se escuchó por todo el lugar, señal de que las clases habían comenzado.
Jungkook tomó la mano del mayor y lo acompañó hasta su clase, por las dudas. Taehyung siguió
advirtiéndole sobre Minjae y sus amigos durante todo el corto camino, pero Jungkook solo lo ignoraba
pidiéndole su número.
—Vendré rápido a buscarte, no salgas solo ¿Okay? —dijo dándole una botella de agua para mojar el
pañuelo anteriormente dado—. Y sólo dime si alguien te molesta y yo me encargo.
—Jungkook, ya vete —dijo sin tomar la botella. Ingresó a su aula bajo la atenta mirada de todos,
murmurando cosas a las que Taehyung prefirió no prestarles atención.
No pasaron más de cinco segundos luego de tomar asiento cuando una de sus compañeras se paró
cerca de él con su grupito de amigas y comenzaron a hablar en voz alta para que el castaño las
escuchara bién.
—No puedo creer que un chico tan lindo y sexi haya defendido a...esa cosa —dijo una de ellas mirando
sin disimulo al castaño que aún no había comenzado a sacar sus cosas de la mochila.
—Seguro que luego de que le dieran tantas palizas y lo humillaran, lo contrató como guardaespaldas
—dijo la chica rubia.
—Yo digo que es su puta personal, y el chico no quiere que dañen su nuevo juguete sexual —habló la
peliroja.
—Cierto, cierto —comenzaron a reirse—. Aunque, que juguete tan feo.
—Seguro que Minjae le enseñó a dar buenas mamadas.
Taehyung sintió su pecho doler mucho más con ese último comentario. Quiso apoyar su rostro en la
palma de su mano, pero se había olvidado que una estaba lastimada, haciendo que soltara un quejido de
dolor poco audible.
—Se merece el golpe que le dió Wooseok.
Por suerte para el castaño, la profesora de quimica entró justo luego de aquel comentario, haciendo
que las chicas fueran a sus respectivos asientos.
"Ni siquiera he visto su pene porque estaba demasiado ocupado llorando mientras intentaba
quitarmelo de encima, estupidas" pensó aún afectado por el comentario sobre Minaje.
━─━──── ────━─━
—¡Taehyung! —gritó Jungkook asomándose por la puerta de su aula mientras todos salían de ésta.
El nombrado estaba guardando sus cosas en la mochila y se asustó por el repentino grito, luego se
calmó al ver de quién se trataba. Caminó hasta dónde se encontraba el menor y salió caminando como
si nada por su lado.
—Taehyung, tu mejilla aún está algo roja, ve a mojarte la cara —escuchó decir al menos detrás de él.
—La gente piensa que me acuesto contigo, que por eso me defendiste y estás conmigo —soltó sin
dejar de caminar, sorprendiendo al menor.
—¿Qué? Eso no es verdad.
—Obvio que no lo es, pero la gente cree lo que quiere creer —Taehyung se detuvo en las escaleras
dónde se habían sentado el día anterior y se sentó en uno de los escalones—. Te dije que te alejaras,
ahora diran cosas sobre tu y yo, seguramente también traten de dejarte mal frente a todos por mi culpa
—dijo sacando una barras de cereales de su mochila.
—No es tu culpa que los demás sean tan idiotas —dijo sentándose a su lado, aceptando con una
sonrisa la barra de cereal que el mayor le ofreció—. Gracias.
—De igual forma, no tendrás una vida escolar normal si piensan que tienes algo conmigo, te lo digo
por tu bien —dijo mirándolo con suplica—. Jungkook, me agradas, no quiero que tengas que soportar lo
que yo.
—No me molesta que piensen que tenemos algo, de hecho me gusta —dijo mirandolo normal, como si
no hubiese dicho nada que haga que el castaño casi se ahogara con lo que estaba comiendo.
—¿Q-que cosas dices? —preguntó con el color rojo no solo en una de sus mejillas—. No digas
estupideces.
—No son estupideces, de verdad que me gusta —dijo comiendo el último pedaso de cereal.
Taehyung se quedó un momento pensando en si preguntar o no preguntar, en si creerle o no creerle.
Al final decidió preguntar pero no creerle.
—¿Por qué? —preguntó mirandolo de una forma que el azabache no pudo decifrar, pero que no le
agradó para nada, por alguna razón—. ¿Por qué eres así conmigo? No me hagas sentirme de esta forma
para luego hacer lo mismo que ellos, no creo pode-...
Jungkook unió sus labios sin dejar que continuara hablando. Solo los unió durante un par de
segundos, pero se sintió como si hibiese sido más tiempo.
Taehyung se quedó helado en su lugar, con los ojos abiertos sin poder reaccionar a lo que el menor
acababa de hacer. Cuando el menor se alejó, le sonrió.
—Sabes, ayer no fue la primera vez que vi —admitió bajando la mirada con un rubor notable en sus
mejillas.
Taehyung abrió la boca para decir algo, pero no salió nada. Jungkook aprovechó eso para seguir
hablando.
—Un amigo mío es amigo de tu primo, Daehyun —comenzó a contarle sin mirarlo—. Hace dos meses,
el te llevó a su fiesta de graduación y yo estaba allí porque también era la fiesta de mi amigo, ahí fue
cuando te vi...
El castaño comenzó a escucharlo con interes y sorpresa a medida que iba avanzando es su relato. Sin
poder creer que el menor lo conocía desde antes.
—Cuando te vi pensé: Wow, es tan hermoso. Y cuando te vi sonreir, no pude apartar la mirada de ti en
lo que restaba de fiesta, y por alguna razón no tuve el valor para hablarte —confesó mirándolo a los ojos
después de un rato—. Eso es muy raro en mi, ya que no soy tímido ni nada de eso, soy de encarar y dar
el primer paso siempre...pero contigo no fue igual.
—Jungkook, tu-
—¡Un mes después te vi de nuevo! —dijo alzando un par de tonos más, como pidiéndole que lo dejara
terminar—. Esta vez estabas con una niña pequeña en el parque de los peces, yo fui allí a recojer un
quit de boxeo que había comprado por internet, y me estaba yendo cuando te vi y te reconocí al instante
porqué ¿cómo no reconocer a tal belleza? Quiero decir, eres realmente hermoso, Taehyung, y no sé
porqué nadie aquí lo nota —dijo nervioso, con un tono más rojo que el anterior.
Taehyung se colocó de igual forma luego de escuchar sus palabras. No podía creer que el chico frente
a él era el mismo que había hecho gritar de dolor a un chico mucho más grande que él hace un par de
horas. Se veía tan bonito avergonzado.
—Me quedé horas viendo como jugabas con esa niña, viendo lo cariñoso y atento que eras con ella y
ahí confirmé que me gustabas...aún sin saber tu nombre, ni nada más. Le pregunté a mi amigo, que
también es amigo de tu primo, si te conocía, y me dijo que asistias a esta escuela, así que me transfería
solo para ver si podía conocerte...y estaba tan feliz de encontrarme contigo a penas llegaba —admitió
sonriendo a penas—. Sentí que fue el destino.
—E-eso...eso es bastante tétrico, si te lo piensas bien —bromeó apartando la mirada.
—Bueno, si, pero...La cosa es que, no tengo malas intenciones contigo —dijo completamente serio,
tomando su rostro del lado sano para hacer que lo mirara—. No sé quién te dañó de esta forma,
Taehyung. Pero yo no tengo intenciones de hacer lo mismo, y voy a ganarme tu corazón, definitivamente
lo haré.
—Yo... —Taehyung quería hablar, pero no había nada que quisera decir exactamente. No podía creer
todo lo que le estaba diciendo, no podía ser verdad, era demasiado bueno como para que le estuviera
pasando a él.
—No me importa que toda la escuela me odie, mientras tú no —sonrío y apartó su mano del rostro del
contrario—. Ya te lo dije, voy a cuidarte.
—¿Quién es tu amigo? —preguntó tratando de cambiar de tema.
—Moon Jongup, ¿lo conoces?
—Si, es un gran amigo de mi primo.
—También mío, ¿ves? Des-ti-no —dijo llevando su mano a su pecho de forma dramatica, haciendo reir
al castaño a su lado.
—Yo diría que acoso, pero tranquilo, no voy a denunciarte —bromeó sacando su teléfono del bolsillo.
—¿Ahora si vas a darme tu número? —preguntó emocionandose una vez más, buscando su teléfono en
sus bolsillos.
—No, Jungkook. Voy a preguntarle a mi primo si te conoce a ti —dijo con un leve rubor en sus
mejillas. Ahora se sentiría avegonzado con todo lo que el menor diría, y eso no le agradaba mucho.
—Oh, bueno... —dijo bajando la mirada con un puchero que Taehyung no pudo evitar mirar, luego el
menor levantó su vista y puso unos ojos de cachorro por los cuales el mayor no pudo evitar sentirse
afectado.
—Ay no, no, no me mires así —pidió apartando la mirada, pero Jungkook se acercó más a su rostro sin
quitar su expresión—. No...basta, no sigas.
—Me puse en vergüenza contándote como comenzaste a gustarme...y aún así... —dijo con los ojos
brillosos. Parecía que iba a llorar en cualquier momento, y Taehyung se sintió mal.
—Tsk, eres malvado, Jeon Jungkook —dijo dándole su teléfono con su número en la pantalla—. Rápido,
antes de que cambie de opinion —dijo mirando hacia otro lado.
—Eres tan lindo —dijo el menor anotando su número con una sonrisa de oreja a oreja, agendandolo
cómo: "Tae bonito". Mientras que el mismo se agrandó como: "Futuro novio ;)".
Taehyung leyó el nombre y lo miró con una ceja alzada, tratando de no avergonzarae por sus
palabras.
—Sabes que luego lo cambiaré, ¿verdad?
—Has lo que quieras conmigo.
━─━──── ────━─━
G.GG
Estuvo con el corazón en la garganta desde que volvieron a clases hasta que estas terminaron. Temía
que el amigo de Minjae se haya enterado de lo ocurrido con su amigo y fuera a por Jungkook, pero por
suerte, éste no vino a clases hoy, por lo que el cobarde de Wooseok no se atrevería a enfrentarlo el solo.
Luego de la confesión de Jungkook, obviamente no pudo evitar sentirse avergonzado con cada cosa
que diga o haga. No todos los días alguien se te confiesa de esa forma; te dice que se quedó flechado
desde hace un mes, que se cambió de escuela solo para conocerte y que va a conquistarte.
Es algo shockeante. Lindo, pero shockeante.
—¿En que piensas? —la voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos.
Nuevamente le acompañó a la estación de trenes. Le preguntó si pensaba hacerlo todos los días y dijo
que si, y no le pidió que no lo hiciera, ya que sabía que lo haría aunque le dijera que no. Justo ahora lo
estaba mirando con esos ojos tan lindos, mostrando su preocupación, esa que no recibe hace mucho de
nadie más que sus familiares.
—En que mañana Minjae te recibirá en la entrada con todos sus amigos para golpearte, por idiota —
respondió enojandose de nuevo.
—Te dije que no te preocupes por eso, soy fuerte —dijo levantando su brazo derecho mostrando sus
biceps—. Mira, toca, es grande.
Taehyung no pudo evitar mal pensar sus palabras, lo que lo hizo apartar la mirada avergonzado.
Volvió a ver al menor, quien estaba haciendo poses extrañas mostrándole los musculos de sus brazos.
—¿Qué haces? Me avergüenza solo verte —dijo sin poder evitar reirse ante las poses exageradas que
hacía.
—Solo muestro mis encantos —le guiñó un ojo mientras seguía haciendo poses cada vez más extrañas.
—Ya basta, la gente comienza a notar que te faltan algunos jugadores —bromeó tocando su cabeza
con el dedo, sin dejar de reir.
—Tus palabras no me duelen, Tae —dijo llevando una mano a su pecho—. Me queman, me lastiman,
mi corazón lo siente...No, espera, eso es por ti —dijo sonriendole coqueto.
—¿Siempre fuiste tan Don Juan? —preguntó rodando los ojos, rindiéndose en ocultar el rubor en sus
mejillas.
—Puedo ser muchas cosas, incluso podría ser tu novio, pero aún no me quieres lo suficiente.
—Callate de una vez —pidió tapandose el rostro con las manos.
Por suerte para Taehyung, su tren llegó y podría irse antes de que le de un ataque de vergüenza y
termine incluso aceptando algún cumplido del menor, solo para que se callara. Antes de que el tren
estuviera a su vista, Jungkook lo llamó.
—Estoy algo apurado, así que me voy ahora, pero... —buscó algo en sus bolsillos y se lo entregó en
sus manos, de forma que el castaño debía de aceptarlo si o si—. Es para que cuides tus labios. Son
lindos, pero siempre estan lastimados, y no deberías de seguir lastimandolos.
Taehyung miró de qué se trataba lo que había colocado en su mano y se quedó observándolo con la
boca entreabierta; era un bálsamo labial con sabor a cereza.
—Nos vemos mañana —saludó mientras se alejaba caminando de espaldas—. ¡úsalo!
Cuando el tren se detuvo a espaldas del castaño, Jungkook ya se había ido. Se quedó unos segundos
observando el lugar por donde se había marchado, luego se giró para subir al tren que no lo esperaría.
Dentro se quedó observando aquel labial detenidamente, como si fuera algo extraño, algo que nunca
pensó que tendría en sus manos. Y es que el sabía que sus labios estaban muy malheridos debido a que
se los lastimaba seguido, pero nunca sintió la necesidad de cuidarlos o curarlos, hasta ese momento.
"¿Son lindos? Imposible. Se que se ven espantosos porque yo los hago verse mal...Entonces, ¿por
qué...?"
Le quitó la tapa y olfateó el producto. Tenía un fuerte aroma a cerezas, lo que hacía que sintiera
ganas de probarlo, pero obviamente no iba a hacerlo. Se lo pensó durante unos segundos, hasta que se
lo colocó delicadamente sobre sus labios, sintiendo la curvatura de sus heridas en los mismos.
"No creo que los cure, pero...ya que gastó dinero en ésto, debería usarlo, ¿verdad?" Pensó guardando
el labial en su mochila.
Pasó ligeramente la lengua por sus labios inconscientemente y se quedó unos segundos saboreando el
sabor a cereza que ahora poseían sus labios. Sonrió por alguna razón que no supo comprender, pero no
pudo evitar volver a probar sus propios labios en todo el camino a casa.
Era un buen producto, el sabor duraba mucho más de lo que imaginó.
━─━──── ────━─━
En un callejón oscuro a mitad de la noche se encontraban tres hombres rodeando a uno que se
encontraba arrodillado en el frío, mojado y sucio suelo del lugar. Dos sostenían sus brazos mientras el
tercero estaba parado frente a el sometido, mirándolo con ojos vacíos y oscuros.
—Han Wooseok...nos volvemos a encontrar —habló el azabache con voz neutra.
—Jeon...¿por qué me estás haciendo esto? ¡Tu fuiste el que se metió conmigo! —preguntó el rubio
arrodillado. Su voz sonaba como si no sintiera miedo, pero el sudor en su frente decía todo lo contrario.
—Exacto, ¿y recuerdas porqué? —preguntó colocándose de cuclillas para quedar frentena su rostro.
El rubio se quedó pensando unos momentos y soltó una risa con poca gracia cuando recordó la escena
de la mañana.
—¿Todo esto por la zorra de Taehyung? —preguntó olvidando por un momento en la situación en la
que estaba—. Es la perra de Minjae, y siempre será así, es por eso que podemos hacer con el lo que se
nos antoje...se llama compartir .
Jungkook arrugó el entecejo lanzándole una mirada asesina. Levantó su brazo derecho y le dió una
bofetada tan fuerte que el rubio quedó unos segundos en blanco, gimiendo de dolor luego de sentir el
ardor en su mejilla izquierda.
—Taehyung no es de nadie, mucho menos de ese bastardo, ¿entendido? —preguntó sosteniendo su
menton con fuerza.
El rubio sintió un escalofrío por todo su cuerpo al ver aquellos ojos oscuros, que tenían una mirada
asesina, tan fría y fija que llegaba a sus huesos, haciendolos temblar. La sonrisa tétrica con le que le
sonrió solo lo hizo asustarse más; como si fuera el inicio de algo malo, algo malo para él.
—¿Sabes que pasará a partir de ahora si se siguen metiendo con Tae? —preguntó con diversión en su
voz—. Recibiran lo que él, pero multiplicado por diez.
Jungkook se levantó y sacó unos nudillos americanos con una pequeña púa sobre cada círculo, y se lo
colocó de forma que quedaran apuntando donde su palma.
—E-espera, ¿No vas a...? —el rubio trató de soltarse del agarre de los tipos que lo sostenían con
fuerza, pero solo logró que la presión en sus brazos se hiciera más fuerte.
La mano de Jungkook impactó de lleno con su rostro, abofeteandolo con tanta fuerza que las púas le
cortaron la piel fácilmente, dejando varías lineas rojas que llegaban desde un extremo de su mejillas
hasta su labio.
—Uno... —contó sin quitar la sonrisa divertida de su rostro.
Volvió a golpearlo con la misma fuerza, haciendo mas cortes mientras que los que ya estaban
comenzaban a sangrar de a poco. Los gritos de dolor del rubio se oían por todo el lugar, pero no había
nadie cerca para escucharlo.
—Dos...
Siguió golpeándolo hasta llegar hasta diez, solo sintiéndose sarisfecho cuando llegó a aquella sifra.
Comenzó a reirse mientras observaba la mitad de su rostro completamente destruida, roja y herida, la
sangre que caía mezclada con las lágrimas que soltó el rubio durante los dos minutos más dolorosos de
toda su vida.
El rubio estaba por desmayarse debido al dolor y al dolor de cabeza que comenzó a sentir luego de
todos esos golpes en su cabeza, pero Jungkook tomó su cabello e hizo que lo mirara una última vez.
—Si Tae se entera de esto...—se acercó a su oreja para susurrarle—. La proxima vez te golpeare tanto
que quedarás irreconocible...¿comprendes?
El rubio asintió sin mucha fuerza. Jungkook lo soltó y caminó lejos de allí junto con sus dos amigos,
sintiendo que había hecho lo correcto, y ahora había un estúpido menos que molestara a Taehyung. Las
palabras del rubio sobre Minjae le dejaron un mal sabor de boca, y unas ganas de arracarle los ojos al
mismo, pero no podía hacerlo.
No aún.
—Chicos, yo invito la cena de mañana —les dijo a sus amigos con una sonrisa amable, como si no
hubiera golpeado de forma sádica a un chico minutos antes.
—¡Ese es nuestro Kookie! —respondió uno de ellos, mientras el otro abrazaba al azabache por los
hombros.
━─━──── ────━─━
El viernes llegó más rápido que cualquier otras veces para Taehyung. La presencia del azabache en su
vida era —aunque no quisiera admitirlo— algo que comenzaba a a hacerlo sentir bien, tanto que le daba
miedo. Los últimos días nadie lo molestó más allá de los idiotas de su salón y algunos comentarios
cuando caminaba por los pasillos, pero por alguna razón Minjae no se había acercado a molestarlo en
los últimos dos días.
Estaba a punto de agradecerle al de arriba cuando el pelinegro del que hablaba se detuvo justo
delante de él, impidiendole que continuara avanzando.
—Enserio, ¿no tienen otro modus operandi? —preguntó rodando los ojos al recordar a Wooseok hacer
lo mismo días atrás—. Podrían al menos dejarme entrar, ¿no te parece?
—Adoro tu sentido del humor, enserio —habló el pelinegro sonriendole. Cosa que solo causó rechazo
al castaño.
—¿Qué te parece esto? Cuando estés esperando el autobus, te lanzas frente al primero que veas que
no va a detenerse —propuso con una sonrisa completamente falza, con la intención de que se notara su
falsedad.
Minjae rió ante sus palabras, negó con la cabeza y tomó su barbilla, utilizando más fuerza cuando
Taehyung intentó soltarse de su agarre.
—Dicen por ahí que tienen un nuevo amigo... —observó todo su rostro en busca de alguna expresión
de arrepentimiento, pero solo había rechazo en sus ojos—. Jeon Jungkook.
—Dicen por ahí que eres un imbecil, y yo les creo.
—Me estás engañando con alguien de mi misma clase, ¿acaso sabes lo que puede pasarle? —negó con
la cabeza acercando más su cuerpo al contrario—. Eres mío, Taehyung. No voy a permitir que nadie
más toque lo que es mío.
Taehyung le escupió en la cara, empujándolo con fuerza en un intento de alejarlo. El pelinegro no
borró su sonrisa incluso mientras se limpiaba el rostro.
—No soy de nadie, mucho menos tuyo, que asco —soltó con asco, sin importarle las miradas de los
demás alumnos sobre ellos—. Y no te metas con Jungkook, el no tiene la culpa de que estés tan mal de
la cabeza.
La mirada de Minjae cambió por completo al escuchar aquel nombre salir de sus labios. Tomó su
brazo con fuerza, arrastrándolo hacia un lado del patio de la escuela, mientras reía sin gracia.
—¡Sueltame, bastardo! —gritó intentando escapar de su agarre, sintiendo su muñeca doler ante la
fuerza con la que estaba siendo sujetado.
—Aprenderás a respetarme, zorra.
Tenía miedo.
Sabía que Minjae intentaría hacerle lo mismo que el año pasado, y solo pensarlo hacía que todo su
cuerpo temblara. Comenzó a respirar con dificultad, no pudo evitar morder sus labios ante el miedo y
sintió el sabor a cereza de éstos. La imagen de Jungkook apareció en su cabeza y por alguna razón
sintió aún más ganas de llorar.
"Jungkook...ayúdame"
Minjae se detuvo en el almacén detrás de la escuela donde se guardaban los objetos de la clase de
educación física. Lo lanzó al suelo haciendo que cayera de espalda, luego se lanzó encima del castaño
intentando besarlo a la fuerza.
—¡No, déjame! —intentó hacerlo a un lado para poder huir, pero Minjae logró colocarse de forma que
no podía hacer mucho.
—Amo tus expresiones cuando lloras...te ves tan hermoso... —lamió el rastro de lágrimas que caía por
sus mejillas.
—D-déjame...por favor...¡Sueltame, maldita sea!
Un estruendo llegó a oído de ambos, haciendo que los chicos en el suelo detuvieran todo movimiento
en el momento. Taehyung llevó su mirada a la puerta y sintió una presión en el pecho, y la tensión en
sus musculos comenzaba a desaparecer; un Jungkook con respiración agitada los estaba observando
desde el marco de la puerta, con los ojos encendidos de ira al ver a la escena frente a él, apretando los
puños al notar las lágrimas en el rostro del castaño.
Se acercó a ambos y sin pensarlo dos veces pateó el estómago de Minjae con tanta fuerza que el
pelinegro se quedó sin aliento durante un par de segundos. Jungkook ignoró por el momento a ese
bastardo y puso toda su atención en el castaño sobre el suelo. Éste cubría su rostro con sus manos
mientras lloraba con fuerza, cada llanto rompiendo de a poco el corazón del menor.
—Tranquilo, cielo...Todo está bién —dijo mientras lo levantaba con sumo cuidado—. Ya pasó...No
volverá a pasar —aseguró rodeandolo con sus brazos.
—I-infeliz —habló Minjae colocándose de pie para hacerle frente al menor—. No lo toques.
Jungkook lo miró con odio, desagrado, furia y muchas cosas más que no podía poner en palabras, pero
que pondría en acción más pronto que nunca. No había duda sobre eso.
Su prioridad en ese momento era Taehyung y nada más, por lo que muy a su pesar ignoró a Minaje y
llevó al castaño hacia fuera con la unica intensión de alejarlo de allí, de él.
—Vamos, te sacaré de aquí —tomó la mano del castaño llevándolo fuera del almacén.
—¡Te dije que lo soltaras!
Minjae se lanzó hacia Jungkook con la intención de golpearlo, pero éste hizo un movimiento rápido
dejando a Taehyung detrás suyo, recibiendo el golpe de lleno antes de golpearlo con la suficiente fuerza
para dejarlo inconsciente durante varios minutos.
—No me digas que hacer, maldito bastardo —musitó dándole una última mirada antes abandonar el
lugar, luego la escuela.
Taehyung continuaba llorando, parecía no poder parar y eso solo enfurecía más a Jungkook, que no
quería ni pensar en lo que hubiera pasado si el no llegaba, y mucho menos quería pensar en la
posibilidad de que esto haya pasado antes, y haya terminado lo que esta vez no permitió.
Caminaron unas dos cuadras hasta llegar a un Porsche gris claro estacionado cerca de la escuela, del
cual Jungkook sacó sus llaves y abrió la puerta del piloto, ingreso y le quitó el seguro a la puerta del
copiloto para que el castaño pudiera entrar.
—Sube —pidió colocándose el cinturón.
Taehyung prefirió no decir nada sobre el auto y se limitó a hacer lo que le pedía. Ingresó cerrando la
puerta detrás de si y se quedó limpiando los rastros de lágrimas que continuaban cayendo, en un
intento inutil por que esto ya no sucediera. Jungkook prefirió no decir nada y arrancar el auto camino a
un lugar donde el castaño pudiera relajarse.
━─━──── ────━─━
Luego de varios minutos Taehyung consiguió calmarse y dejar de llorar, en ningún momento dejó de
mirar por la ventana evitando encontrarse con los ojos del menor. Jungkook sabía que había algo más
que lo estaba atormentando además de lo que acababa de pasar, pero prefirió guardarse las preguntas
para más tarde.
—Así que tenías un auto —habló Taehyung queriendo alejar la incomodidad del momento—. Me
mentiste, no tomas el bus luego de que suba al tren.
—Si, bueno...¿eso importa ahora? —preguntó tratando de cambiar de tema.
—No realmente, pero si tenías un auto podrías haberte ofrecido a llevarme a casa, nadie se resiste a
un auto tan lindo —bromeó.
—Quiero que te enamores de mi, no de mi auto —le siguió el juego.
—Sabes, luego de verte mejor creo que estoy enamorado —dijo riéndose de sus propias palabras.
—Solo me quieres por mi dinero —respondió con fingido dolor en sus palabras.
—¿Tienes dinero? ¡Casémonos! —dijo mirándolo por primera vez desde que se subió al auto, sin poder
contener la risa ante sus propias palabras.
—¿Solo así?, ¿sin una cita antes? Eres tan poco romántico.
—Ya...¿puedes decirme a donde vamos? —preguntó apartando la mirada una vez más.
—¿Te gustan los peces?
—¿Vivos, cocinados o sushi?
—Vivos.
—Si, son lindos.
—Bueno, entonces tengo suerte... —dijo estacionando el auto. Apagó el motor, se bajó del vehículo y
se apresuró a abrir la puerta del copiloto.
—No era necesario, pero gracias —dijo tomando su mano para bajar del auto al igual que la gente
importante y con dinero.
Jungkook no soltó su mano y caminó a la entrada del lugar, donde había un guardia de seguridad
vigilando la entrada. El azabache se acercó a la cabina donde estaba parado y saludó al hombre con un
saludo de manos extraño.
—JK, tiempo sin verte —dijo el hombre de canas, sonriendo en grande al ver al menor.
—Que bueno verlo saludable, señor Jung —saludó con la misma alegría.
—Buenos días —saludó Taehyung haciendo una reverencia al hombre frente a ellos.
—Imagino que quieren ingresar —dijo el hombre buscando las llaves del lugar en su bolsillo—. Toma,
asegúrate de no escuciar nada y recuerda que nada de comida dentro, ¿okay?
—Si, nos vemos luego —saludó caminando hacía la entrada del lugar para ingresar la llave en las
cerraduras de la puerta.
—Jungkook, no está abierto —le dijo como si fuera algo que el menor desconocía.
—Si para mí, cielo —dijo guiñandole un ojo a la vez que abría la puerta.
—¿Quién eres exactamente? —preguntó dejándose llevar por el menor dentro del lugar—. Y no me
digas alguna estupidez porque sabes a que me refiero.
—Digamos que mi padre tiene muchos amigos —respondió restandole importancia.
Taehyung iba a decir algo más, pero se quedó boquiabierto cuando las primeras paredes de agua los
rodearon. Abrió la boca soltando la mano del menor para acercarse a los grandes cristales y admirar a
los peces desde cerca.
—Que...hermoso —dijo sonriendo encantado con lo que estaba viendo.
Jungkook ignoró por completo a los peces a su alrededor para concentrarse solo en el chico frente a
él, ese que ahora mismo estaba sonriendo tan hermosa e inocentemente. Tan distinto a su expresión
rendida y solitaria que tenía el día que habló por primera vez con él.
—Si, eres hermoso —dijo admirándolo tan fijamente que el castaño sintió su mirada atravesar su piel.
—No desaprovechas nada, ¿verdad? —preguntó bajando su mirada apagada a sus manos, que se
sentían frías y ásperas—. Deberías de dejar de hacer esto, Jungkook.
—¿Hacer qué? —preguntó acercándose a él hasta quedar detrás suyo. Pidiéndole en silnecio que
volteara a verlo sin necesidad de que tuviera que pedirselo.
—Tratar de acercarte a mí —se abrazó a si mismo—. No sigas, por favor.
—¿Por qué? —preguntó con su aliento golpeando la nuca del mayor, creando escalofríos a por toda su
espalda—. ¿Por qué no quieres confiar en mí?
—La última vez que confíe en alguien con tus intensiones...¿sabes como terminó todo?
—No, dime.
—Un maldito abusó de mí y ahora piensa que soy su propiedad y puede hacer conmigo lo que
quiera...cuándo quiera... —Taehyung sintió el llanto cerca cuando el hablar con claridad comenzaba a
ser más dificil.
—Lo de hoy...No es la primera vez, ¿verdad? —preguntó temiendo por la respuesta.
No obtuvo respuesta verbal, solo una negación con la cabeza luego de varios segundos en silencio.
Jungkook trató de contener la ira que sintió al confirmar sus sospechas, tomó los hombros del mayor
para girarlo y quedar frente a frente.
—Yo no soy como ese infeliz, no lo soy, Taehyung —trató de mirarlo directo a los ojos, pero el castaño
evitaba conectar sus miradas—. Dije que voy a cuidarte, y aunque jamás aceptes mis sentimientos voy a
seguir haciéndolo...Pero quisiera que confiaras en mí, aunque sea un poco.
—Tengo miedo, estoy sucio... —tapó su rostro y comenzó a llorar nuevamente—. Sé...siento que no
eres como él...P-pero no entiendo por qué yo...
—Podría quedarme horas hablando de todas las cosas que me gustan y conocí de ti estos últimos días,
pero no quiero aburrirte —tomó el rostro del mayor y alejó sus manos de su rostro—. Taehyung,
mírame.
Obedeció y se animó a mirarlo. Jungkook sonrió de forma extraña tratando de aliviar un poco el
ambiente, luego limpió su rostro cuidadosamente.
—Quiero proteger esa sonrisa que tanto ocultas, ¿necesito algún otro motivo?
━─━──── ────━─━
Taehyung sintió la enorme necesidad de abrazarlo luego de oír sus palabras, y así lo hizo. Un abrazo
fuerte, casi necesitado, era una forma de sentirse protegido y olvidar todo lo demás. El azabache se
sorprendió por un momento, pero lo envolvió de la misma forma, con la misma intensidad.
Se sentía tan bien que incluso asustaba.
—Tae... —el menor se alejó unos centimetros para poder mirarlo a los ojos—. ¿Confías en mí?
No respondió al instante, se quedó mirando aquellos orbes oscuros que brillaban gracias a la luz azul
del lugar, buscando en esos mismos la respuesta a su pregunta. Cuando notó en brillo único en ellos,
asintió lentamente.
—Si...No hagas que me arrepienta —amenazó abultando los labios que forma tierna.
Jungkook sonrió en grande haciendo que aparezcan pequeñas arrugas a los lados de sus ojos. No
pudo evitar posar sus ojos en los labios ya no tan lastimados del mayor y acercó los suyos hasta quedar
a pocos centimetros de los contrarios. Taehyung no desvió su mirada en ningún momento, y esperó el
beso que creyó que iba a recibir, pero luego de unos segundos sin que el menor se acercara más, bufó
despacito.
—¿Por qué no lo haces? —preguntó sin querer apartar sus labios ni un centimetro.
—Estaba esperando tu aprobación —sonrió y terminó de eliminar el espacio entre ellos.
Taehyung se permitió no limitarse, al menos esta vez y así no arruinar el momento y la atmósfera que
se había creado. Sus labios se movían lento pero profundo, queriendo sentir por completo al otro,
sintiendo la necesidad que juntar sus lenguas luego de varios segundos. Jungkook acariciaba las
caderas del mayor mientras que éste aprovechó para acariciar sus hombros y espalda, lugares que
había examinado con la mirada muchas veces, pero ahora podía tocar como quisiera.
Jungkook sonrió en medio del beso haciendo que éste se rompiera y Taehyung lo golpeara despacio
regalándole por haber interrumpido.
—¿De que te ríes? —preguntó mirándolo con el ceño fruncido.
—Lo siento, es solo que... —suspiró uniendo sus frentes—. Estoy feliz.
—Oh...
El mayor se sonrojo ante tal confesión, y por suerte para él, la tenue oscuridad y luz azul camuflaron
el color a la perfección. Jungkook separó sus cuerpos y entrelazó sus manos dejando un último beso
sobre los labios del castaño.
—¿Quieres ver los tiburones? —preguntó emocionado.
—No me jodas, ¿hay tiburones? —preguntó de la misma forma, dejándose llevar por el menor, que
conocía el lugar mejor que él.
—Pequeños y medianos, pero tiburones son tiburones.
Recorrieron cada sección sin querer perderse de nada. El más sorprendido por todo fue Taehyung,
obviamente, ya que el menor conocía el lugar y los peces casi de memoria. Aunque pudo deleitarse con
las sonrisas sinceras y con un Taehyung feliz durante horas.
Y eso, era más que suficiente para él.
━─━──── ────━─━
Cierto pelinegro comenzó a abrir los ojos lentamente, sintiéndose perdido durante varios segundos
luego de que su vista se aclarara. Intentó tocar su rostro pero algo se lo impedía, sintió un escalofrío
recorrerle todo el cuerpo y fue en ese momento cuando se dió cuenta de que estaba desnudo, atado de
todas sus extremidades, colgando boca abajo sin poder moverse.
Se dió cuenta de que tampoco podía hablar al intentarlo y sentir que algo le impedía mover la boca.
Una mordaza extraña cubría sus labios y le hacían doler cuando intentaba abrir la boca.
Intentó safarse, pero solo conseguía que las sojas en todo su cuerpo lastimaran su piel. Comenzó a
desesperarse, a sudar y a llorar del miedo de no saber por qué y cómo había terminado de esa forma.
Escuchó unos pasos acercarse y miró hacia todos lados buscando con la mirada al dueño de éstos entre
la oscuridad que lo rodeaba.
—Kim Minjae... —oyó a alguien pronunciar su nombre.
El rostro de Jungkook emergió de las sombras y Minjae lo miró completamente asustado. Gruñó
tratando de gritar, moviéndose bruscamente tratando de librarse de las ataduras y salir corriendo lo
más lejos posible luego de ver todo lo que le esperaba en los ojos del azabache.
—¿Te gusta el bondage? —preguntó deteniéndose frente a él—. Es muy popular en estos días,
¿sabías?
Minjae gruñó de nuevo y apartó la mirada de la suya sl no poder continuar viendo aquellos ojos
inundados en odio mezclado con locura.
—Puede que no te guste...pero te gusta rudo, ¿verdad? —tomó los cabellos del pelinegro y tiró
haciendo que conectaran sus miradas nuevamente—. Te gusta tener el poder y no te importa si la otra
persona siente dolor, ¿no es cierto?
Minjae solo podía llorar y rezar por qué nada de lo que estaba pasando por su cabeza le sucediera.
—Ahora sentirás lo que Taehyung...pero multiplicado por diez —sonrió con malisia y retrocedió—.
Déjame presentarte a unos amigos que quieren conocerte.
Dicho eso, de la oscuridad comenzaron a aparecer varios tipos desnudos, con unos accesorios
extraños rodeando sus cuerpos y una mascara que impedía ver sus rostros.
—Hagan lo que quieran con él, chicos —dijo Jungkook girandose para retirarse del lugar—.
Recuerden enviarme el material que graben, necesito algo para callar a ese idiota luego de esto.
Los hombres asintieron y Jungkook salió del lugar con el teléfono de Minjae en mano, enviando un
mensaje a sus padres avisando que estaría todo el fin de semana fuera de la ciudad con unos viejos
amigos con los que se reencontró.
—Un idiota menos... —dijo retirando el chip del teléfono para romperlo, el aparato se lo regaló a un
hombre de bajos recursos que estaba urgando en la basura junto con dinero para que comiera al menos
una semana entera.
━─━──── ────━─━
Taehyung terminó de lavar los platos y decidió irse a acostar temprano ya que su primo vendría antes
del mediodía y debía de esperarlo con comida hecha o tendría que escuchar los reclamos del mismo
durante todo el día.
Se cepilló los dientes, se colocó una camiseta olgada para dormir cómodo y se dispuso a acostarse. El
tono de llamada predeterminado de su teléfono se escuchó por toda la habitación y contestó sin ganas
pensando que se trataba de su primo, ya que es el único que lo llama.
—Si llamas para recordarme hacer la comida, déjame decirte que-
—¿Me harás la comida? Vaya, llamé buscando cobre y encontré oro.
La voz que escuchó no era de Daehyun. Apartó el teléfono para ver quién era el remitente de la
llamada y se sorprendió cuando leyó el nombre de Jungkook en la pantalla.
—Creí que eras mi primo —aclaró—. Créeme, no quieres comer lo que preparo.
—Puedes pedir delivery y decir que lo preparaste tú.
—Nunca se me había ocurrido, ¿acaso tú haces eso? —se colocó boca abajo apoyando su mentón
sobre la almohada.
—Claro que no. Mi estrategia es dejarte elegir lo que quieras y yo lo pediré para ti.
—Tan romantico —dijo sarcasticamente—. Espera, ¿por qué me llamaste? —preguntó recordando que
estaba por irse a dormir.
—Quería saber como estabas, y si la pasaste bien hoy...ya sabes... —su voz se tornó tímida de un
momento a otro y Taehyung sonrió ante eso.
—Estoy bien, y la pasé genial...Gracias.
—¡Me alegra oír eso!
—Si, aunque aún no me explicaste como es que puedes entrar a un acuario privado como si fuera tu
patio de juegos.
—El acuario es de un amigo de mi padre —comenzó a explicar—. Soy como un hijo para el
señor Jung, así que me consciente con lo que le pida, siempre y cuando sea cuidadoso.
—Ya veo...Eso es muy genial.
—Si, aunque hubiera preferido que tuviera un parque de diversiones que un acuario —
admitió para luego reírse.
—No te conformas con nada, ¿verdad? —preguntó rodando los ojos divertido ante la actitud infantil
del menor.
—Que puedo decir, mis padres me mimaron demasiado. Es su culpa.
—Cierto. Un niño malcriado es eso, mal criado.
—Oh, vamos, seguro que tus padres también te malcriaban con algo.
—Mis padres murieron cuando yo era pequeño, asi que no pudieron hacerlo —respondió calmado.
Como si estuviera acostumbrado a hablar sobre el tema.
—Oh...Lo siento, no debí hablar sin saber —se golpeó mentalmente por ser tan tonto.
—No te lo dije, asi que no tenías porque saberlo, no te preocupes —respondió restandole importancia
—. Además, no recuerdo nada sobre ellos, así que no es algo que me afecte demasiado.
—Aún así, lo siento. Soy muy bruto, pero tienes que quererme así —bromeó tratando de aliviar
el ambiente.
—No lo sé, no soporto tanta estupidez, ¿sabes? —bromeó de igual forma, sonriendo al darse cuenta de
que el menor siempre intentaba sacarle una sonrisa.
—Oye, dije bruto, no estupido —reprochó ofendido.
—¿Quieres comenzar a discutir sobre eso, Jeon?
—No. Lo siento, cariño —respondió con una sumisión que hizo reir a ambos.
—Estaba por dormir cuando interrumpiste mi sueño —dijo volviendo a recostarse sobre su espalda—.
Si no tuviera que levantarme temprano hablaríamos más, pero...
—Descuida. Descansa —dijo con voz suave. Como deseándole dulces sueños solo con esa palabra.
—Tu igual...
Colgó la llamada sin muchas ganas y dejó el teléfono sobre su mesa de luz. Volvió a recostarse para
dormir y al momento de cerrar los ojos escuchó el sonido de notificación. Volvió a tomar el aparato y se
extrañó al ver que Jungkook le había enviado una imagen.
Cuando la vio, quedó sorpendido al verse a si mismo en la imagen; se encontraba de pefil observando
el acuario con una sonrisa tímida, sus tenían un brillo muy bonito en sus ojos que creyó que había sido
edición, de no ser porqué estaba muy bien hecho como para serlo.
Un mensaje llegó segundos después, y Taehyung pudo sentirlo en ese momento: ya había caído por el
azabache.
"Eres como un tesoro con muchas cerraduras, y quiero ser quién consiga todas las llaves"
━─━──── ────━─━
La alarma lo hizo abandonar el mundo de lo sueños, en el cual estaba disfrutando de un concierto de
Sam Smith y maldijo a su primo por eso. Se levantó luego de estirar sus brazos hasta que sintió que era
sificiente y fue directo a la cocina. Tenía un mensaje de su primo avisandole que iría una hora antes
porque se aburría en su casa, y suspiró con cansancio.
—No podía aguantar las ganas de venir a molestarme, ¿verdad? —le preguntó al pequeño cactus que
tenía en el centro de la mesa.
Recibió otro mensaje de su primo y rió al leer el contenido de su mensaje.
"Sé que acabas de insultarme, Taehyung. Puedo sentirlo"
—A veces da miedo lo mucho que me conoce —dijo para si mismo.
Comenzó a preparar el desayuno para ambos tomándose su tiempo para cada cosa. Puede que su
primo esté en su casa en menos de lo que imagina, pero no le gustaba hacer las cosas a las apuradas y
eso no iba a cambiar por nada.
Tenía todo listo cuando escuchó que alguien intentaba abrir la puerta con llave y no se inmutó al
saber de quien se trataba. Escuchó la puerta ser abierta y luego cerrada, escuchó pasos acercándose a
donde se encontraba y luego sintió su trasero doler.
Le habían dado una fuerte nalgada.
—¡Te dije que dejaras de hacer eso! —regañó el castaño sobando su parte golpeada.
—Tienes un buen trasero, no puedo evitarlo —se excusó dejando su mochila sobre la mesa.
—Tu tienes un rostro muy golpeable, y aún así me abstengo de hacerlo por respeto a tus padres —dijo
terminando de servir el desayuno.
—Si, yo también te quiero mucho —respondió ignorando su comentario.
—¿Sabes quien más tiene un buen trasero? —preguntó luego de que de le ocurriera una forma de
molestarlo—. Youngjae.
Daehyun detuvo su mano que iba a tomar una tostada al oír el nombre que había dicho el castaño. Lo
miró con ojos amenazantes.
—Sus brazos también son muy sexis, y no hablemos de lo increblemente guapo que es —continuó
hablando con una sonrisa traviesa al notar que había logrado molestarlo.
—Ah, no, amigo —dijo amenzandolo con una cuchara—. Consigue el tuyo.
—Youngjae es un chico libre, sin compromisos, ¿por qué no debería coquetearle? —preguntó
preparándose una tostada con queso y mermelada.
—¡Por qué es mío! Mio, solo mío —dijo de forma infantil, moviendo sus manos rápidamente mientras
abultaba sus labios—. El no lo sabe, pero es mío.
—Las personas no son de alguien, Hyung —regañó dándole una mordida a su tostada.
—Lo sé, pero no puedo evitar pensar de esa forma...Tu no lo entiendes porque no te gusta nadie, pero
cuando lo hagas, recordarás mis palabras —dijo bebiendo su café con leche con indignación.
Taehyung dejó de masticar por un momento y se sonrojó al pensar en Jungkook cuando escuchó las
palabras de su primo. Negó luego de varios segundos pensando que no era posible que el pensara
alguna vez de esa forma con el menor, le parecían de mal gusto.
—Cambiando de tema, ¿que tal este año? —preguntó con miedo de escuchar la respuesta que le daría
—. ¿Esos malditos siguen molestandote?
—Si, pero éste año no es tanto...de hecho, casi nada —dijo tranquilizando al mayor, que lo miraba con
preocupación.
—Aún no puedo creer lo de Seojoon...ese maldito. Juro que voy a golpearlo cuando lo vea.
—No lo vale, es mejor tenerlo lejos.
—Si, eso es verdad...—iba a continuar comiendo cuando recordó algo—. Oye, y ¿porqué me
preguntaste por Jeon Jungkook el otro día? —preguntó con mucha curiosidad.
Taehyung se ahogó con su té y trató de que el color no se le subiera a la cara. Se limpió los labios y
carraspeo pensando bien sus palabras.
—Digamos que ahora es mi amigo, y cómo dijo que te conocía, quería corroborarlo.
—¡¿Eres amigo de Jeon Jungkook?! —preguntó más sorprendido de lo que el castaño esperaba.
—Si...es nuevo en la escuela, y de alguna forma ahora somos amigos, ¿por qué tanta sorpresa? —
preguntó extrañado por el comportamiento del mayor.
—Es amigo de un amigo, y según los rumores; su padre trabaja para la mafia —contó en voz baja,
como si alguien pudiera oírlos—. También se dice que nadie jamás pudo ganarle en una pelea callejera,
que tiene problemas de ira y es un psicópata.
—Eso no es cierto —dijo en voz alta, molesto por lo que escuchaba del menor.
—Oye, tranquilo. Yo solo te cuento lo que se dice por ahí —se defendió al notar a su primo molestarse
—. ¿Tu porqué te enojas tanto? ¿Acaso te gusta? —preguntó con la intensión de molestarlo.
—Iré a darme un baño —dijo levantándose de la mesa para huir rápidamente y evitar contestar
aquella pregunta—. Lava los trastes.
—¡Oye, no podras escapar de mí, Kim Taehyung!
Se encerró en el baño y suspiró. No se sentía preparado para admitir en voz alta que el azabache
había conseguido conquistarlo en tan poco tiempo, así que iba a evitar el tema lo más que pueda antes
de poder hacerlo.
Se tomó una ducha larga tratando de relajarse lo más posible, y salió casi media hora después. Se
vistió con algo simple y no quiso secarse el cabello, y lo dejó secarse al natural. Caminó hacia la sala
donde sabía que estaría Daehyun y se alarmó cuando lo vio con su teléfono en mano.
"Mierda. Los mensajes de Jungkook" pensó mordiéndose el labio en senal de nerviosismo.
—Hay algo llamado privacidad, no sé si lo conoces pero es algo que debes de respetar —dijo
acercandose al mayor con la intensión de quitarle el teléfono.
—Así que Jeon Jungkook... —dijo en tono pícaro, sonriendole con complicidad—. No me dijiste que
tenías algo con él, ¡Eres un pésimo primo!
—No tengo algo con él —le quitó el teléfono—. Bueno, hay algo...pero no es nada oficial y yo...Me
siento bien estando con él —admitió sin esconder el sonrojo en sus mejillas.
—Oh por dios...estas rojito —dijo con ternura. Acercándose a él para tomar sus mejillas y apretarlas—.
Mi primito tiene novio.
—No es mi novio, no te adelantes.
—Pero lo será, no lo niegues —respondió de igual forma.
—Eres tan molesto...
—Vamos, cuéntame todo lo que pasó desde que conocieron —dijo haciendo que se sentaran en el sofá.
Parecía una señora preguntandole el chisme de la semana a otra de sus amigas chismosas, y Taehyung
rió al pensar en eso.
━─━──── ────━─━
—Exactamente, ¿a donde vamos? —preguntó el castaño con algo de miedo al notar que las calles por
donde estaban caminando no parecían del todo seguras.
Ingresaron a un barrio al cual ninguno de los dos jamás había estado; las calles estaban más oscuras
que iluminadas, no había policías cerca y había basura acumulada en varias esquinas. A Taehyung se le
pusieron los pelos de punta.
—Según la ubicación que me envió Jongup...tenemos que entrar ahí —dio apuntando un callejón de
apariencia sospechosa.
—¿A donde carajos te envió? Ese lugar parece perfecto para tirar cadaveres y que nadie los escuentre
—dijo completamente asustado.
—Tranquilo, confía en mí —dijo enlazando sus brazos para darle seguridad—. Solo camina.
—Tengo un mal presentimiento...
Caminaron hacia el callejón donde se suponía que debían de ingresar y al hacerlo notaron una puerta
con dos hombres muy fornidos delante de ésta. Daehyun lo arrastró hacia ellos y cuando le mostro un
papel color negro ambos hombres lo dejaron ingresar sin decir ni una sola palabra.
—¿Lo ves? Llegamos a salvo —dijo sonriendo con inocencia.
Taehyung lo miró mal y el mayor entendió que no la estaba pasando nada bién. Siguieron caminando
por un largo pasillo hasta que poco a poco comenzaron oír muchísimas voces, gritos y música. Cruzaron
una puerta más y ambos abrieron la boca totalmente sorprendidos.
—¿Pero que...? ‐Taehyung no pudo terminar la frase cuando Jongup se acercó a ellos.
—Bienvenidos a los MMA hurban —dijo como si les estuviera presentando una maqueta de escuela.
El lugar era enorme; había un ring en forma de octágono en medio de todo el lugar y asientos
alrededor, pantallas gigantes sobre el ring y hasta una barra donde había varias chicas sirviendo tragos.
El lugar no era para nada lo que ambos se esperaban al ver el lugar donde se encontraba.
—¿A los qué? —preguntó Daehyun aún sin comprender que era ese lugar.
—¿Que demonios pasa aquí? —preguntó el menor de todos algo alarmado por los gritos de las
personas.
—En pocos minutos comenzará el primer round, así que será mejor que nos apresuremos —dijo el
rubio tomando la mano de ambos para llevarlos a primera fila.
—Son mis invitados, así que tienen lugares VIP. No me lo agradezcan —bromeó el rubio sentándose en
medio de ambos chicos.
—Este lugar es increíble —alagó el pelinegro.
—Lo sé. Este lugar esta oculto de la ley, y solo gente de confianza y aficionados de gran interes y
dinero pueden ingresar —explicó el rubio—. La gente hace sus apuestas por su favorito y el ganador de
la mayoría de rounds puede elegir el premio que quiera.
—No comprendo, ¿esto es boxeo? —pregntó Taehyung.
—¿No conoces lo que son las artes marciales mixtas? —preguntó. A lo que Taehyung negó—. Son una
combinación de varias artes marciales y deportes de combate, el boxeo es una de ellas.
—¿O sea que vale todo? —preguntó esta vez Daehyun.
—Se puede decir que si, aunque hay varias reglas a la hora de combatir. Las reglas básicas son: no
picar los ojos, ni en los orificios, nada de golpes bajos, morder, jalar el cabello, golpear directamente a
la columna o cuello, etc.
—Creo que entiendo...
Taehyung iba a preguntar algo más pero el sonido de una campana lo asustó. La voz de alguien se
escuchó por todo el lugar y la musica bajó su volumen, todos se callaron y el presentador comenzó a dar
la bienvenida a todos.
—Cada vez veo más caras nuevas, lo que me alegra muchísimo. ¡Espero que está noche
disfruten al máximo y apuesten mucho más! —la gente gritó en respuesta y las luces de todo el
lugar comenzaron a centrarse en el ring—. Sin más tiempo que perder, les presentaremos a
nuestros primeros peleadores.
—Ya verán que emocionante será esto.
—El día de hoy tenemos dos cosas que sé que les gusta; un nuevo luchador y un favorito de
muchos —las luces se concentraron en un lado de la jaula con forma de octágono y dejó ver a un chico
rubio—. En esta esquina, con un peso medio de ochenta y un kilos, ¡Choi Bojin! Denle la
bienvenida con unos fuertes apalusos.
Taehyung aún no comprendía de que iba todo, pero aún así aplaudió.
—Del otro lado; con un peso welter de setenta y siete kilos, el favorito de muchos y también
mío...¡JK!
El grito euforico de todos hizo retumbar todo el lugar, y cuando las luces dejaron ver al otro peleador,
Taehyung abrió los ojos sin poder creer lo que estaba viendo.
—¡¿Jungkook?! —gritó, pero solo fue oído por los chicos a su lado debido a los gritos de la multitud.
━─━──── ────━─━
—A la mierda... —dijo Daehyun luego de ver a Jungkook—. Tae, ¡tu novio pelea aquí! ¿Por qué no me
dijiste?
—¿Jungkook? —preguntó esta vez el rubio—. ¿Sales con él?
—...N-no, no es mi novio...y no tenía ni idea de que él hacia esto —dijo sintiéndose algo mal por no
saber algo tan importante como esto.
¿Cómo podía ocultarle algo semejante si se suponía que quería tener algo con él?
—Peleadores, al centro del ring.
Jungkook y el otro chico se acercaron hasta quedar frente a frente.
Taehyung debía admitir que en esas pintas, con el cabello atado y esa mirada de superioridad ante
todo lo hacian ver extremadamente sexi. No tenía ni idea de que portara tal físico, aunque lo haya
tocado, no es lo mismo que admirarlo por completo, al igual que sus piernas. El castaño quiso posar sus
manos por esos muslos tan grandes y fuertes.
Los gritos de las féminas dirigidos hacia el menor lo ponían incómodo, y los comentarios obscenos le
hicieron apretar la mandíbula.
—Saludense —pidió. A lo que ambos obedecieron.
Jungkook tenía una mirada desinterasa, y luego del saludo llevó su mirada hacia su lado izquierdo
mirando a las personas a su alrededor sin buscar nada en particular, cuando su mirada cruzó con la de
cierto castaño que lo miraba con ojos sorprendidos. El azabache se quedó de piedra en su lugar y
maldijo por lo bajo.
—Preparense...
Jungkook se posicionó aún con la mirada sobre Taehyung, pensando es demasiadas cosas como para
preocuparse por la pelea. Mientras tanto, Taehyung solo deseaba que el menor no saliera herido, o al
menos no tanto. La campana sonó anunciando el inicio del round y el azabache llevó su mirada a su
contrincante, con su vista en él contrario pero su mente en otro lado.
El rubio comenzó a acercarse con pequeños pero rápidos saltos hacia el azabache, al notar que no se
movía aprovechó para lanzar el primer golpe que le dió de lleno en su rostro. Jungkook tambaleó pero
no cayó, y comenzó a moverse tratando de esquivar los ataques del contrario.
—¡¿pero que es esto?! ¡Acaban de golpear a JK! —se escuchó la voz del conductor junto con los
gritos de sorpresa de todos los presentes—. Parece que nuestro peleador favorito no esta
concentrado, ¡vamos chico, tu puedes!
Taehyung se llevó una mano a sus ojos, cubriendolos por un momento luego de presenciar el golpe
que recibió el menor. De dolía el rostro a él cuando notó la herida que ahora tenía su labio inferior.
—Esto es raro... —habló Jongup observando la pelea—. Jungkook suele terminar los rounds rápido y
sin recibir ningún golpe...pero ahora se ve preocupado, es como si no quisiera golpearlo.
—¿Será por tu presencia aquí, Tae? —preguntó su primo, preocupado por como se sentiría al ver a su
enamorado en esa situación.
—N-no lo sé- ¡Cuidado! —gritó cuando vió que el rubio comenzaba a propinarle patadas a los costados
de su cuerpo.
Jungkook trataba de cubrir y esquivar los golpes, pero le era dificil, no podía concentrarse. No quería
golpearlo, no delante de Taehyung.
El rubio comenzó a propinarle puñetazos mientras comenzaba a arrinconarlo contra una de las
esquinas de la jaula. Cuando lo tuvo completamente contra las rejas comenzó a golpearlo no solo con
los puños, sino con las rodillas también.
—¡Han arrinconado a JK! ¿Que sucede con él, el dia de hoy? ¡¿por qué no se defiende?!
Taehyung comenzó a desesperarse. Solo faltaba minuto y medio para que el round terminara y
parecía el que menor no iba a hacer algo por defenderse. Pensó en lo que Daehyun le había dicho y se
sintió culpable, quizá Jungkook no quería que lo viera de esa forma, pero a él solo le afectaba el hecho
de que resultase lastimado.
Se levantó y corrió hacia un lugar de la reja donde el menor pudiera verlo y escucharlo, sostuvo las
rejas y tomó aire para gritar.
—¿¡Que crees que estas haciendo, estúpido?! —gritó llamando la atención todos a su alrededor,
incluso la del menor que lo mirada sorprendido y con culpa mientras seguía tratando de esquivar los
golpes—. ¡Deja de perder el tiempo y pelea!
El equipo de Jungkook se apresuró a alejarlo del ring, pero ya había logrado su cometido. El azabache
le mostró una media sonrisa y empujó al rubio con sus brazos, le dió un fuerte rodillazo en el estómago
aprovechando que el otro estaba confiado, luego amagó con golpearlo con la zurda para confundirlo e
impactar su derecha con fuerza, haciendo que el rubio cayera al suelo casi inconsciente. El réferi se
acercó y alejó al menor del rubio para revisarlo.
—¡Y ahí esta el K.O que estabamos esperando! No se quién será ese chico pero gracias por
hacer reaccionar a nuestro querido JK.
El primer round terminó y Jungkook se acercó a su esquina para descansar y tomar agua. Taehyung
suspiró aliviado y estaba por sentarse cuando alguien del equipo del menor le pidió que vaya a hablar
con él. A lo que Taehyung, confundido, aceptó.
Llegó al lugar donde Jungkook lo esperaba sentado sobre ring en la puerta donde ingresaba a éste.
Estaba tomando una botella de agua mientras regulaba su respiración.
—¿Que haces aquí, cielo? —preguntó tomando su mano.
—No creo que esa pregunta sea algo que solo tú tienes que hacer, ¿sabes? —respondió tratando de no
mostrar su preocupación al ver la herida en su rostro y al pensar en que seguro que su cuerpo dolía en
muchas partes.
—Siento no habertelo dicho, no quería que tuvieras una mala impresión justo cuando quería que
confiaras en mí —se disculpó sintiéndose realmente mal, y con miedo a que el castaño no volviera a
hablarle.
—No quiero buenas impresiones, quiero sinceridad, Jungkook —regañó soltando su agarre para tomar
el mentón del menor y acercar su rostro al contrario—. Pensaré el perdonarte solo si ganas, ¿entendido?
—Tu mandas —dijo sonriendole coqueto.
Se alejó al mismo tiempo que la campana volvió a sonar anunciando el comienzo de otro round. El
castaño volvió a su asiento mucho más calmado y soltó todo el aire que estuvo conteniendo para
parecer despeocupado.
—Eres como la chica de la que King Kong se enamoró —dijo su primo de la nada—. Solo tu puedes
manejar a la bestia —bromeó.
—Callate —respondió intentando que los colores no le suban al rostro al sentir la mirada de todos
sobre él.
—¿Enserio no eres su novio? —preguntó el rubio algo impactado por lo que acababa de ver.
—No, no lo soy.
—Damos comienzo al nuevo round luego de este pequeño descanso.
Jungkook se notaba mucho más confiado, su mirada decía "voy a ganar", y el rubio se mostraba
bastante inseguro sobre lograr algo en este round.
El réferi hizo sonar su silvato y la pelea comenzó; Jungkook fue el primero en acercarse, haciendo un
juego de piernas que confundía no solo a su contrincante, sino que a la tribuna también. Cuando logró
confundirlo lo suficiente, lo golpeó con fuerza con la zurda haciendo que su cuerpo cayera hacia la
derecha, y con una patada con su pierna derecha lo tiró de lleno al suelo. Se colocó encima del rubio y
logro darle dos puñetazos más antes de que el réferi lo alejara.
El round terminó cuando el réferi levantó la mano en señal de que el rubio no podía continuar, y
Jungkook miró a Taehyung sonriéndole con complicidad. El castaño salió de su hipnosis al presenciar lo
que el menor podía hacer y sonrió tímido, bajando la mirada mientras negaba con la cabeza.
El siguiente round tuvo el mismo final que el segundo, y terminó más rápido al estar el rubio ya
debilitado y con cero esperanzas de lograr ganar. El resultado fue tan obvio que Jungkook no quiso
quedarse a escuchar sus puntos finales, bajó del ring y se acercó al castaño ignorando a su equipo, su
amigo y al primo del mayor.
—Espérame aquí, ¿de acuerdo? —dijo, no esperando respuesta y corriendo hacia las duchas con su
equipo detrás de él.
—Claro, lo que digas —respondió rodando los ojos ante la actitud del menor.
—Bueno...todo esto es muy raro —dijo el rubio rompiendo el silencio entre ellos—. No sé que habrá
entre ustedes dos, pero gracias por hacerlo reaccionar. Aposté por Jungkook, y iba a perder mucho si el
lo hacia.
—El presentador dijo que era el favorito de muchos, eso significa que es muy bueno, ¿verdad? —
preguntó Daehyun.
—Es el mejor —afirmó orgulloso—. Jamás a perdido una pelea, y siempre pide que donen comida o
cosas necesarias a comedores comunitarios o escuelas de bajos recursos como premio.
—Wow, es una buena persona. Tienes mucha suerte, Tae.
—Si...supongo —dijo completamente encantado con lo que escuchó sobre el menor.
Sin dudas no dejaba de sorprenderlo ni de ganarse su corazón. Maldijo internamente al sentir su
pecho golpear con fuerza y rapidez, sonrió levemente y esperó con nervios a que el menor volviera.
El último round de dos chicos que no conocía había comenzado y aún el menor no se aparecía.
Taehyung estaba comenzando a aburrirse, el deporte no era de su total agrado y si no se trataba de
Jungkook no sentía emoción alguna.
—Ahora que lo veo bien, el pequeño Jungkook no está nada mal —dijo Daehyun llamando la atención
de su primo—. Y digo pequeño porque es menor que yo, por qué por lo que pude ver, no tiene nada de
pequeño —levantó sus cejas de forma lasciva.
—¿Que dices? No andes viendo cosas que no son tuyas —dijo con molestia, sintiendo un dolor extraño
en su pecho al notar que su primo miraba de forma sexual a Jungkook.
—¿Por que? Jungkook es un chico libre, tu mismo dijiste que solo son amigos, ¿cierto? —preguntó con
confusión fingida.
—Si, pero aún así no puedes volver a pensar así de él, no lo hagas —se cruzó de brazos comenzando a
alterarse.
—¿Por qué? Puede ser una buena opción si Youngjae me rechaza —fingió hablar en serio, mirándolo
fijo.
—¡Jungkook es mío! ¿Comprendes? —gritó colocándose de pie, totalmente indignado con la actitud de
su primo cuando le había contado como se sentía con respecto al menor.
Daehyung comenzó a reir.
—Las personas no son de alguien, Taehyungie —le dijo las mismas palabras que él en la mañana.
Taehyung cayó en cuenta de sus palabras y tapó su rostro con sus manos en un intento inutil por
ocultar su vergüenza. El mismo había dicho que jamás pensaría en el menor como un objeto que solo él
puede tener y era justo lo que estaba haciendo.
—Puede ser, pero Tae tiene razón —dijo Jungkook detrás del castaño.
Había llegado justo cuando antes de que Daehyun comenzara a hablar de él, y su corazón dió un
vuelco cuando escuchó a Taehyung celarlo de esa forma.
Rodeó la cintura del menor con ambos brazos y apoyó su mentón en su hombro izquierdo.
—Lo siento, pero soy completamente suyo —respondió sonriendo muy contento.
—Ustedes si que me deprimen —dijo Jongup limpiando una lágrima imaginaria en su mejilla.
—Y luego dice que no es su novio... —dijo Daehyun por lo bajo.
Taehyung se cruzó de brazos y apoyó su cabeza sobre la contraria. Miró a Daehyun con superioridad
sin darse cuenta de que estaban atrayendo más miradas de las que le hubiera gustado. Jungkook dejó
un beso en su mejilla, se acercó a su oreja y susurró:
—Vamos a otro lugar.
━─━──── ────━─━
Taehyung no dijo nada en todo el camino. Estaba avergonzado por la escena que había hecho en aquel
lugar y evitaba a toda costa hablar sobre ello. Jungkook, por otro lado, tenía una sonrisa que no podía
quitarsela nada ni nadie.
—Cielo, ¿enserio no vas a hablarme? —preguntó aparcando en auto en algún lugar del cual el mayor
desconocía, ya que si bien estaba viendo por la ventana, no estaba mirando realmente.
—...No tengo nada que decir.
—¿Nada de nada? —Taehyung negó aún sin verlo—. Voy a contestar todo lo que quieras saber,
enserio. Tu solo pregunta.
El mayor se lo pensó por unos segundos y volteó a verlo con la vergüenza aún presente en su mirada.
Cosa que hizo latir con fuerza el pobre corazón del menor.
—¿Todo? —preguntó con voz suave.
—Todo —afirmó asintiendo varias veces—. Pero aquí no. Salgamos.
Sin dejarlo decir algo, se quitó el cinturón de seguridad y salió del vehículo, esperando fuera a que el
mayor hiciera lo mismo. Al salir y mirar a su alrededor, Taehyung abrió los ojos encantado con la vista
que tenía.
Se encontraban en un lugar alto donde se podía ver toda la ciudad; gracias a varias luces apagadas
por las altas horas de la noche se podían apreciar las estrellas con mucha más claridad, incluso el clima
estaba perfecto, no hacía ni frío ni calor.
Era todo muy perfecto.
—Wooaa...¿que es éste lugar? —preguntó acercándose a la orilla de la montaña, apoyándo sus manos
en la superficie de la pequeña pared que lo resguardaba de caer al otro lado.
—Poca gente viene aquí —habló el menor subiendo sobre la baranda para sentarse mirando hacia la
ciudad frente a ellos—. Yo vengo a veces, cuando quiero estar solo y pensar.
—Es un buen lugar para pensar —se sentó de igual forma que el menor—. ¿En que piensas ahora?
—Dijiste que soy tuyo —dijo mirándolo con una sonrisa burlona—. No sabía que fueras tan celoso,
cielo.
Taehyung lo miró con el ceño fruncido, intentando que su rostro mostrara enojo. Gracias a que solo la
luz de la luna los alumbraba, el color en su rostro no era visible, y eso lo tranquilizó.
—¿Quieres que me vaya? Por qué lo haré si vuelves a hablar sobre eso —se cruzó de brazos y apartó
la mirada hacia el frente—. Maldito presumido...
Jungkook rió y lo abrazó. El mayor se movió tratando de safarse de su agarre, pero luego de un par de
minutos se rindió.
—¿Por qué te enojas? Yo estoy feliz —dijo mientras observaba su perfil iluminado por la luna.
—No deberías. Las personas no son de alguien, Jungkook...Está mal decir eso —dijo con
arrpentimiento en su voz.
—Sé que no lo dijiste literal, yo me lo tomé como un "el corazón de Jungkook me pertenece" —apoyó
su cabeza sobre su hombro, rompiendo el abrazo—. Y eso no es algo malo porque es verdad, ¿no te
refieres a eso cuando dices esas palabras?
Taehyung se quedó unos segundos pensando en profundidad sus palabras y se sorprendió al
confirmar que Jungkook no era tan tonto como pensaba. Efectivamente lo que quiso decirle a su primo
era que solo había un lugar en su corazón de forma romántica y el ya ocupaba ese puesto.
—Bueno, si...pero normalmente la gente dice eso cuando literalmente se cree que la otra persona le
pertenece —se rascó la cabeza nervioso al no encontrar palabras para explicarle—. Si sabes a lo que me
refiero.
—Si, entiendo...
Se quedaron unos segundos mirando el cielo norcturno sin decir nada, solo disfrando de la compañía
del otro. Taehyung observó el perfil del menor e hizo una mueca al notar la herida que ahora estaba
sobre su labio. Llevó su mano a su rostro y acarició la herida con la yema de sus dedos, despacio y
suave.
—¿Te duele mucho? —preguntó en un tono bajo. Como si al alzar la voz arruinara la atmósfera que
habían creado.
Jungkook negó y volteó a verlo.
—Para nada —dijo con el mismo tono.
—¿Y alguna parte del cuerpo? —preguntó conectando sus ojos con los contrarios, en busca de alguna
señal de que estuviera mintiendo.
—...Solo un poco cerca de las costillas, pero sobreviviré —bromeó, y le guiñó un ojo.
—Eres un idiota, ¿por qué solo dejaste que te golpearan cuando la pelea comenzó? —regañó estirando
su mejilla—. Fue tan...desesperante ver como ese tipo te golpeaba...
—Lo siento si te asuste, pero...no lo sé... —apartó la mirada—. No quería que me vieras golpeando a
alguien más...no quería que pensaras que soy un violento o algo así.
—Sinceramente, no me gusta para nada el boxeo y no considero deporte lastimar a otro para ver
quién es el más fuerte —tomó el rostro del menor e hizo que lo mirase—. Pero no importa lo que yo
piense, y jamás pensaría mal de ti solo por algo como eso.
—Si importa, si no te gusta no lo volveré a hacer, solo-
—Jungkook, que te guste una persona no quiere decir que tienes que moldearte a su gusto, tampoco
hacer cosas que no quieres —interrumpió, mirándolo con reproche—. ¿Acaso tu me pedirías que deje de
hacer algo que me gusta, solo porque a ti no?
—No...Claro que no.
—Bien, porque jamás haría eso.
—Comprendo lo que quieres decir...pero, ¿que fue lo que pensaste cuando me viste golpear a ese
tipo? —preguntó acercándose un poco más a su rostro.
—No me interesa si alguien más sale herido mientras no seas tu —respondió con completa sinceridad
—. Y si para que tu no resultes herido tienes que golpearlos hasta que queden inconscientes, entonces
hazlo.
Jungkook sonrió totalmente encantado con su respuesta, tomó su rostro entre sus manos y se acercó
hasta quedar a pocos centimetros de su rostro.
—Me gustas tanto...
Sus ojos tenían un brillo muy bonito, uno que Taehyung no pudo ignorar y mucho menos dejar de
apreciar. Odiaba lo fácil que el menor lograba hacer que se sonrojara, pero a la vez amaba su forma de
ser tan demostrativa. Jungkook no tenía filtros al hacerle saber lo que sentía por él y eso le encantaba.
—Callate y bésame antes de que cambie de parecer.
El menor solo sonrió y acabó con la distancia; el beso comenzó lento y tímido, pero luego de unos
segundos fue tornándose más intenso y rápido. Taehyung mordió su labio inferior sin importale la
herida, ordenándole con esa acción que dejara ingresar su lengua.
La necesidad de tocar el cuerpo contrario se hizo presente y llevó una mano a su cuello y otra a su
muslo, acariciando levemente la zona. Jungkook sintió que si continuaban comenzaría a tener una
erección, y no quería que Taehyung pensara que estaba desesperado por tenerlo debajo suyo. Que si lo
estaba, pero el no tenía porque saberlo.
Supuso que luego de los abusos de Minjae, el mayor tendría una especie de trauma en lo sexual y lo
que menos quería era asustarlo. Se separó lamiendo una última el labio inferior del contrario y pasó su
lengua sobre los propios.
—Cereza —dijo luego de sentir el sabor.
—El un labial adictivo —dijo levantando los hombros.
Taehyung apoyó su cabeza sobre su hombro, mientras que Jungkook entrelazó sus manos
aprovechando que el mayor no se había negado a ninguna de sus muestras de afecto.
—Solo compro cosas de calidad —alardeó.
—Cuando se acabe voy a querer otro, ¿donde lo compraste?
—Cuando se acabe solo pídeme otro y te traeré de todos los sabores que haya.
—¿Que dices? ¿Ahora vas a ser mi sugar daddy? —preguntó en broma.
—Solo si me llamas daddy, ¿que dices?
—Digo que te vayas a la mierda, Jeon —respondió con dulzura.
—Si, eso pensé.
━─━──── ────━─━
Esa misma noche, volvieron al lugar donde se llababan a cabo las peleas para que ambos primos fueran
a casa juntos. Obviamente, Jungkook se ofreció a llevarlos a lo que ambos accedieron, ya que el lugar
aún les parecía peligroso y mucho más a esas horas de la noche.
—Podríamos habernos quedado a tomar algo de la barra —se lamentó Taehyung ya en el interior del
auto.
—Yo probé algunos tragos y estaban buenísimos —dijo Daehyun desde al asiento trasero.
—Yo prefiero no beber...al menos estando contigo —le dijo al castaño a su lado.
—¿Y eso por qué? —preguntó curioso por sus repentinas palabras—. ¿Haces cosas vergonzosas?
—Umm...algo así...te lo explicaré mejor en otro momento —dijo nervioso, intentando cambiar de tema.
—No creas que voy a olvidar esto —amenazó picando su mejilla con su dedo índice—. Ahora tengo
mucha curiosidad.
—Definitivamente no va a olvidarlo —recalcó Daehyun mientras jugaba tetris en su teléfono.
—Okay, okay, comprendo —rió y estacionó su auto sobre la acera de la casa del castaño.
—Gracias por traernos, Jungkook —agradeció el mayor de todos quitándose el cinturón de seguridad
—. Oh, y estuviste genial hoy. La próxima vez voy a postar por ti.
—Gracias, Hyung. Y no fue nada, el camino a casa me queda más cerca si voy desde aquí —dijo
restándole importancia.
—Me voy primero —se despidió del menor y salió del automóvil primero para dejar que se despidieran
en privado.
Jungkook saludó con un movimiento de mano y asintió la mirada del castaño sobre él. Taehyung lo
mirada curioso, se quitó el cinturon y se acercó hasta quedar cerca de su rostro.
—Ahora, dime —dijo emocionado por saber la razón por la cual no quería beber estando con él.
—Dije que te lo explicaría otro día con más tiempo, no es como si tratara de evadir el tema, ¿sabes? —
dijo sonriendole con inocencia.
—Pero quiero saber ahora, solo dímelo y ya, prometo no reírme si es algo vergonzoso —dijo juntando
sus manos en forma de suplica—. ¿Por favor?
Su intención era usar sus dotes tiernos aprovechando el cariño que el menor le tenía para conseguir
su objetivo. Cosa que funcionaba a la perfección porque Jungkook accedió sin pensarselo dos veces
luego de ver sus ojos suplicantes y sus labios abultados.
—No es algo que te haga reír, precisamente —comenzó a explicar—: suelo ceder ante mis impulsos al
tener alcohol en mi sistema...no pienso mucho en las consecuencias de mis actos, simplemente lo hago.
—Okay, pero, ¿eso que tiene que ver conmigo?
—Quien sabe que pueda hacerte estando solos —dijo sin la intensión de que sonara como algo
violento—. Quiero decir, me gustas y obviamente me siento atraído por ti físicamente...No quiero hacer
algo sin tu consentimiento o por lo que me odies...sé lo que pasaste con Minjae y...
Cortó sus palabras al no estar seguro de si el castaño tomaría bien sus palabras. Tampoco quería
suponer cosas que pueden que no seas ciertas.
—Jungkook, ¿creés que le tengo pánico al sexo por culpa de lo que Minjae me hizo? —preguntó serio,
sin vacilar.
Jungkook apartó la vista y asintió.
—Oye, no soy tan débil en ese sentido —dijo volviendo a acomodarse sobre su asiento—. Es verdad
que a veces tengo pesadillas recreando la escena y temo que vuelva a hacerme lo mismo...pero no
quiero pensar en él o en lo que pasó cada vez que escuche hablar sobre sexo.
Jungkook lo miró sorprendido. Sabía que en verdad sufría por culpa de Minjae, pero ver que tenía la
fuerza y las ganas para no seguir haciéndolo solo hizo que el mayor le gustara mucho más.
—Tae...
Hubo un silencio de solo unos segundos pero que se sintió mucho más pesado que cualquier otro
momento incómodo entre ellos. Taehyung no quería que el menor tuviera miedo de dar el siguiente
paso por su culpa, obviamente quería que en algún momento suceda algo más entre ellos, y no quería
que cuando estuvieran a punto, el momento se arruine o el menor sintiera que esta haciendo algo
indebido.
—Quiero tener una vida sexual plena y sana, y un enfermo con pene pequeño no va a impedir que
pueda tenerla —dijo cruzándose de brazos con una mirada de enojo.
—Hyung, eres increíble —dijo el menor sonriendo al sentirse con una preocupación menos al saber
que el tema de la sexualidad no le afectaba de mala manera—. De igual forma, no quiero hacer algo que
tu no, así que lo mejor es que no beba por ahora.
—¿Hyung? —Taehyung lo miró extrañado—. Es la primera vez que utilizas el honorífico conmigo.
—¿Enserio? No lo había notado.
—No lo hagas, es raro —pidió.
—Deberías de entrar, ya es muy tarde —dijo el menor tomando su mano para dejar un beso en su
dorso—. Nos vemos en la escuela, vendré a buscarte para irnos juntos.
—De acuerdo, adios —dijo abriendo la puerta del copiloto. Sacó medio cuerpo y se detuvo, se lo pensó
dos veces y volteó a tomar el rostro del menor y dejar un beso rápido en sus labios.
—Ve a revisar tus golpes, por las dudas —dijo saliendo del vehículo por completo.
Jungkook solo se quedó observándolo con una boba sonrisa de enamorado. Esperó a que el castaño
ingresara a su casa y se puso en marcha camino a la suya.
━─━──── ────━─━
Taehyung se sintió muy incómodo al bajar del auto junto con el menor. La razón: el azabache había
aparcado justo frente a la escuela, y la mirada de todos se posó sobre ellos, y los murmullos no tardaron
en hacerse oír.
—¿Por qué no estacionaste en la otra cuadra? —le preguntó observando por todos lados, en busca de
Minaje o alguno de sus perros falderos.
—Por qué antes lo hacía para ocultar el auto de ti —respondió con una sonrisa que no venía al caso—.
Ya no hay necesidad de eso.
—Solo quieres presumir —le dijo comenzando a caminar.
—¿A ti o al auto? —preguntó coqueto, posando una mano en su caderas.
—Estamos en la escuela, Jeon —amenazó.
El menor quitó su mano con un puchero en sus labios, se cruzó de brazos y Taehyung solo rió ante lo
infantil que podía llegar a ser. Se sorprendió al no ver a Minjae y sus perros, estaba seguro de que iría a
por Jungkook luego de lo que pasó el viernes, pero se alivió al no encontrarse a ninguno por los pasillos.
—¿Por que estás tan paranoico? —preguntó el menor al notar que miraba para todos lados.
—Estoy seguro de que Minjae va a tratar de lastimarte.
—No te preocupes por esas cosas, sabes que podría mandarlo a dormir en segundos —dijo sin querer
sonar presumido.
Solo quería calmar al mayor, ya que sabía perfectamente que el pelinegro no se aparecería por la
escuela. Sonrió con malicia al imaginarse cómo estaría luego de haberlo dejado con esos hombres para
que le hagan lo que quisieran.
—No parece que estén por aquí...De igual forma, ten cuidado y no hagas nada imprudente.
—Eres tan lindo cuando te preocupas por mi —dijo en un tono meloso que hizo sonrojar al mayor, al
mismo tiempo que era abrazado por el menor.
—Estamos en la escuela, Jeon —amenazó intentando ocultar su sonrojo.
La campana sonó y Jungkook besó su mejilla antes de soltarlo para dirigirse a su respectivas aulas. El
castaño ingresó a su aula y automáticamente todas las miradas se posaron sobre él. Las ignoró y se
dirigió a su lugar, a la vez que los murmullos comenzaron.
Una de sus amadas compañeras se acercó a él y Taehyung pudo jurar que pudo ver el momento en el
que sus colmillos se hicieron presentes, listos para tirarle su mugroso veneno.
—Veo que cambiaste de dueño —dijo sentándose frente a él—. No creí que fueras de los que buscan
lujos, de hecho parecía que te gustaba el mal trato.
—Te salió un grano en la frente —dijo apuntando la zona.
La chica tocó su frente en busca del dichoso grano y se lo cubrió con el flequillo. Volvió a enderezarse
sobre el asiento y continuó hablando.
—¿Cuanto te paga? ¿O solo lo haces porque te gusta ser juguete de alguien guapo? —preguntó en voz
alta. Llamando la atención de todos a su alrededor.
—Me dió este labial, mira que lindo —dijo mostrándole el labial de cereza que le había regalado—.
Tiene sabor a cereza.
La chica comenzaba a desesperarse al no conseguir molestarlo con sus palabras.
—Debería de darte vergüenza engatusar a un chico aprovechándote de que es nuevo —dijo casi
gritando—. Estás tan sucio que si Jeon supiera que te la pasabas debajo de Minaje, seguro que jamás te
hubiera tocado.
Taehyung se sintió realmente afectado por aquellas palabras, y no quería demostrarlo. Luchaba
contra sus emociones para no darle el gusto de verlo mal, pero era difícil. Iba a decir algo cuando
escuchó que alguien gritó su nombre.
—¡Taehyung! —gritó Jungkook desde la puerta.
Todas las miradas pasaron al menor y éste solo se acercó a el castaño bajo su atenta mirada y tomó su
brazo para hacer que se levantara.
—¿Que haces? —preguntó el castaño confundido.
Jungkook lo atrajo hacia él en un abrazo y le susurró al oído:
—Vamos a callar a ésta mujer.
Taehyung no comprendió lo que trataba de hacer, hasta que sintió cómo el menor soltaba sollozos
leves.
—¿Jungkook? —preguntó preocupado.
—Tae, ¿vas a permitir que te diga todas esas cosas? —preguntó tomando su rostro.
—Callate, Jungkook —le dijo apretando su mandíbula con su mano derecha—. Me pones en
vergüenza, ve a tu aula.
—Pero, soy yo quién anda detrás tuyo y no fue fácil hacer que me quieras —dijo jugando con los
mechones de su cabello—. No me importa lo que pasó con ese Minjae, solo te quiero a ti.
—Jungkook... —nombró con voz suave—...¡¿Que cosas dices?! Vete, sinvergüenza —lo regañó
pateando su pierna no muy fuerte.
Sentía el calor en sus mejillas debido a sus palabras y a que todos estaban observando la escena con
los ojos abiertos y sin poder creer lo que estaba diciendo el azabache. Jungkook solo reía y se quejaba
por los golpes en su pierna, pero no tenía intensión de irse sin dejar en claro que nada de lo que decía
esa chica era verdad.
—Ya, no te avergüences, de cualquier forma pronto haremos oficial nuestra relación —dijo intentando
abrazarlo, pero el castaño lo empujaba tratando de alejarlo—. Solo si me aceptas, claro.
—¡Para! O te juro que no vuelvo a hablarte.
—¿Te dije que te ves lindo enojado?
—¡¿Por qué tarda tanto el profesor?! —se quejó el mayor entre lloriqueos, rindiéndose en alejar al
mayor al darse cuenta de que no conseguiría nada.
Nadie a su alrededor se animaba a decir algo. Algunos miraban sin poder creer el comportamiento del
castaño, ya que siempre se mostraba serio e indiferente, incluso a algunas chicas les pareció tierno
verlo sonrojarse. La chica que estaba molestandolo los observaba con el ceño fruncido, totalmente
enfadada por el trato del azabache con el castaño.
Le había gustado Jungkook desde que lo había visto el primer día y no comprendía por qué se había
fijado en alguien como Taehyung, ni como había conseguido acercarse tanto con Minjae alejando a
cualquiera de su lado.
—De acuerdo, me iré, pero antes... —hizo una pausa y se giró a ver a la chica que parecía odiar al
mayor—. No deberías hablar de la gente de esa forma, mucho menos si no conoces a la persona más
allá de rumores.
—No te gastes, me odia por qué piensa que estás entre mis piernas y le enoja que no estés en las de
ella —dijo Taehyung aprovechando la ocasión para molestarla un poco abrazando al menor.
La chica se sonrojó por lo que había dicho y abrió los ojos sorprendida al ser descubierto el motivo de
su enojo.
—¿Qué? ¿Pensaste que no me iba a dar cuenta? —preguntó acariciando el rostro del menor—. No
quería presumirte nada, pero tu solita te lo buscaste.
—¡Cállate! —gritó girandose para salir corriendo del aula con los ojos llorosos.
El salón quedó en silencio y todos comenzaron a murmurar sobre lo ocurrido, mientras que otros
seguían observando a ambos chicos que aún estaban abrazados.
—Seria lindo estar entre tus piernas —comentó el menor sin pena.
—¡Ya sueltame y vete! —ordenó empujándolo para volver a sentarse—. ¿Acaso no sabes lo que es la
vergüenza?
—Si, lo que sientes cuando te digo cosas lindas —respondió y rió al ver el rostro enojado del mayor.
—No vuelvas a hablarme, fuera, shu, cucha —dijo haciendo un movimiento de alejarlo con su mano.
Jungkook solo le sonrió y salió de una vez por todas, no sin antes tirarle un beso volador. Taehyung
suspiró totalmente avergonzado luego de armar tremenda escena y se echó en su escritorio. El profesor
no asistió a esa clase, y la hora libre se la pasó haciendo tareas incompletas, escuchando musica o
mirando por la ventana.
Sonreía de vez en cuando al recordar la estupidez del menor.
━─━──── ────━─━
A la hora del recreo Jungkook no llegó a buscarlo como solía hacerlo, lo que lo preocupó mucho. Tomó
sus cosas y fue caminando hacia su aula, rezando por que no le haya pasado nada. Cuando llegó suspiró
aliviado al ver al azabache dormido sobre su escritorio que era justo el del medio.
Iba a acercarse cuando sintió que era empujado hacia un lado; varios chicos ingresaron y rodearon el
siento de Jungkook, uno de ellos lo tomó del cabello para levartar su rostro y el azabache de despertó
poco a poco.
—¿Tu eres Jeon Jungkook? —preguntó uno de ellos.
—¿Quien pregunta? —preguntó dando un manotaso a la mano que tiraba de su cabello.
Taehyung tuvo un mal presentimiento. Se acercó hacia ellos con la intensión de alejar a Jungkook de
ellos para no comenzar una pelea.
—¿Dónde estabas? Te estuve buscando —dijo al menor haciendose paso entre ellos—. No tenemos
mucho tiempo, vamos.
Tomó la mano del menor, pero uno de ellos tomó su muñeca con fuerza y lo empujó apartandolo.
—Tenemos asuntos que arreglar con el, no te metas —dijo el que parecía estar al mando.
Jungkook se levantó rápidamente y tomó al chico que había empujado al castaño por el cuello. Todos
se pusieron alertas, uno de ellos iba a acercarse al menor con malas intensiones pero Taehyung le
impidió el paso colocandose frente el.
—Arreglemos lo que sea pero no aquí —le dijo al que sostenía por el cuello—. Y si vuelven a tocarlo
les juro que no voy a contenerme y tendrán que suplicar por que me detenga.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de todos los presentes, incluso el de Taehyung. Su voz era tan fría y
amenazante, pero sus ojos eran lo peor, transmitían el doble de lo que su voz lo hacía.
Los chicos a su alrededor se miraron entre ellos buscando indicaciones de que hacer, el chico que
estaba siendo tomado por el cuello asintió en señal de que comprendía sus palabras y Jungkook lo soltó
luego de eso.
—Perfecto. Si todavía quieren hablar, nos vemos al final de clases fuera de la institución —dijo
acercándose a Taehyung para tomar su mano—. No quiero que me suspendan o algo peor.
Ambos salieron de allí dejando a cinco chicos totalmente en silencio y asustados. Taehyung se dejó
llevar hasta que llegaron a su lugar de descanso, se detuvo haciendo que el menor hiciera lo mismo y
cuando el menor se giró a verlo el mayor le dió un golpe en la parte trasera de su cabeza.
—Oye, ¿y eso por que? —preguntó con un puchero en sus labios, llevando su mano a la zona golpeada.
—¿Por qué hay cinco payasos buscando pelea contigo?, ¿que hiciste? —preguntó regañandolo.
—Yo no hice nada, lo juro —dijo levantando los brazos—. No sé quienes son, yo solo me quedé
dormido y cuando me desperté fue la primera vez que los veía.
—De igual forma, les dijiste que los esperabas para comenzar una pelea —tomó su rostro e hizo que lo
mirara de cerca—. Son cinco, Jungkook. No importa lo bueno que seas en esas peleas ilegales, te van a
golpear entre todos y no podrás hacer nada.
El menor posó sus manos sobre las suyas y le sonrió para luego dejar un rápido beso sobre sus labios.
—No te preocupes, cielo. Ya viste que me tenían rodeado y no pudieron hacer nada, no creo que
vengan —dijo despreocupado, tratando de hacer que deje de estar tan tenso.
—¿Por qué siempre buscas desesperarme? —dijo estirando sus mejillas.
—Yo diría que es uno de mis muchos encantos —bromeó acercando al mayor a su cuerpo tomándolo
por la cintura delicadamente.
—¿Encantos? ¿Cuales? —bromeó.
—Oye —se quejó fingiendo dolor en su pecho—. ¿Cuando será el día que me digas algo lindo?
—No lo sé, si sigues poniéndote en peligro la espera será aún más larga, ¿entendido? —preguntó
alejando al menor para continuar caminando.
—¿Dónde vas?
Taehyung continuó caminando y le mostró el dedo medio en respuesta. Jungkook solo comenzó a reír
y lo siguió detrás.
Al llegar al final de clases, tal y como dijo Jungkook, ninguno de ellos se presentó. Cosa que Taehyung
agradeció y pudo irse a casa con la seguridad de que al menos ese día nadie integraría golpear al
menor.
Taehyung estaba equivocado. Bueno, no del todo.
No iban a golpear a Jungkook, era él quien iba a golpear a esos tipos. Los chicos lo esperaban detrás
de la escuela, y el menor fue luego de acompañar al mayor hasta la estación de trenes. Costó un poco,
pero acabó con los cinco en menos de diez minutos.
Maldijo a uno de ellos por haberle golpeado en la pierna con un palo, ya que si Taehyung notaba que
caminaba con dificultad le preguntaría que había pasado, y tenía que pensar en una buena excusa.
━─━──── ────━─━
Alerta +18
Por alguna razón que no comprendía, el día siguiente ninguno de sus compañeros le dijo algo
desagradeble o hicieron algo para molestarlo. No había rastro de Minjae y sus perros, cosa que era muy
extraña, pero que iba a dusfrutar.
Jungkook seguía igual que siempre, y cuando se puso a pensar con detenimiento, se dió cuenta de que
el momento más tranquilo y agradable de su vida escolar era justo en este momento. Y sentía que gran
parte de eso tenía que ver con la llegada del menor a su vida.
—¿En que piensas? —preguntó el menor que se encontraba con su cabeza sobre el regazo del mayor
—. Estás como en las nubes.
Se encontraban detrás del gimnasio comiendo lo que el mayor había preparado la noche anterior.
Jungkook había llevado refrescos y así se complementaron para almorzar todos los días.
—¿Eh? Oh, estaba pensando en en trabajo de investigación que tengo que hacer para la próxima clase
de geografía —mintió—. Es mucho, y no creo poder terminar a tiempo. Además, odio esa materia y no
comprendo los temas.
—A mi me gusta geografia, puedo ayudarte —ofreció.
—¿Enserio? Te lo agradecería mucho —dijo acariciando su cabello—. El profesor parece odiar a todos,
y no quiero darle más motivos para que me baje puntos.
—Tranquilo, vas a ver que vamos a terminarlo en un solo día.
—¿Estas libre hoy? Podemos hacerlo en mi casa.
—Siempre estoy libre para ti, cielo.
—Eres tan cursi, me das asco —bromeó.
—Yo también te quiero, cielo —sonrió.
━─━──── ────━─━
Luego de clases fueron a casa del mayor en el auto del menor. En el camino Jungkook puso musica y
comenzó a cantarle canciones romanticas de Troye Sivan, se quedó asombrado con la voz del menor y
solo podía reír mientras se sonrobaja.
—Tienes una voz muy buena —alagó.
—¿Eso crees? Si quieres puedo cantarte siempre que quieras.
—Es buena, pero jamás superarás a Sam Smith.
—¿Que veo? Un rival —dijo copiando el meme de sid.
—Eres un idiota —dijo riéndose.
Llegaron a la casa del mayor y éste se extrañó al ver una gran caja frente a su puerta. Bajó del auto y
fue directo a revisarla; ésta tenía una nota pegada encima que decía "Gané un concurso en el super y
quise darte una caja. Atte: el primo más genial y guapo de toda corea".
—Es un regalo de Daehyun —informó al menor.
—¿Qué es?
—No lo sé, déjame entrarlo y lo abriremos dentro —dijo intentando levantar la caja.
—Yo lo hago.
Apartó al castaño y tomó la caja que era pesada, pero él la levantó como si fuera nada. Taehyung no
pudo evitar llevar sus ojos a los fuertes brazos del menor y se mordió el labio al notar lo sexis que se
veían cuando sus venas se marcaban.
Movió su cabeza apartando todos esos pensamientos que no venían al caso y cerró la puerta una vez
que ambos ingresaron a la casa. Jungkook dejó la caja sobre la mesa de la cocina y la abrió para ver el
contenido de ésta.
—Son latas de jugo de ciruela —le informó al mayor.
—¿De ciruela? —puso un gesto de desagrado—. No me gusta la ciruela.
—¿No? A mi me encanta —dijo sonriendo como un niño al que le acaban de comprarle una golosina.
—Puedes beberlos todos, yo no lo haré —dijo caminando hacia su habitación.
—No están muy fríos, voy a colocarlos en el refri un momento.
—¡De acuerdo! —gritó desde la otra habitación.
Tomó varias latas y las colocó todas en la parte superior de la heladera. Se quedó un momento
observando todo el lugar, la casa donde vivía su chico. Era un lugar no muy grande pero más que
suficiente para una sola persona, tenía un estilo simple pero agradable, justo como Taehyung.
Le extrañó no ver fotos por ningún lado, pero tampoco sabía si debía de preguntar por su familia. Fue
hacia la habitación donde el mayor había ido y sonrió al conocer finalmente el lugar donde Taehyung
dormía y despertaba cada día.
A diferencia de la cocina y sala; su habitación era distinta tenía mucho más color, tenía fotografías en
las paredes y en su escritorio a un lado de la computadora.
—Trabajaremos aquí —dijo el mayor sentado en el suelo, frente a una pequeña mesa que estaba en el
centro de la habitación.
—Linda habitación —alagó tomando asiento en su lado.
—Gracias.
Mientras el menor sacaba sus cosas de la mochila, se atrevió a preguntarle al menor sobre algunas
fotos en su pared.
—¿Quiénes son las personas de las fotos?
—Personas muy importantes para mi —respondió sin dar mucho más detalles.
—Pero...¿Quiénes son? —preguntó con intensión de que el mayor se diera cuenta de que quería saber
más.
Taehyung rodó los ojos y decidió responderle con la verdad.
—Esos de allí —dijo apuntando una foto en la que estaba junto con Daehyun y una pareja mayor—.
Son mis tios, padres de Daehyun. Son como unos padres para mí.
—Eso es lindo —dijo observando la sonrisa que el mayor mostraba en la fotografía.
—Ese de allí —dijo apuntando la que estaba a un lado de la otra—. Es mi padre adoptivo. Murió hace
cuatro años de una enfermedad al corazón.
El menor no dijo nada y solo observó al hombre en la fotografía que parecía muy feliz junto con el
castaño que tenía una sonrisa mucho mas grande que en la anterior foto.
—La mujer de allí —dijo apuntando a una foto que estaba sobre su escritorio, a un lado de la pantalla
de su computadora—. Sería mi madre adoptiva, pero la asesinaron un día antes de que pudiera
recibirme oficialmente como su hijo. Una bala perdida en un asalto a una tienda de juguetes donde
acababa de comprar un regalo para mí —explicó sin mostrar la tristeza en si voz, pero era evidente en
su mirada.
—Qué terrible... —fue todo lo que pudo decir.
—Pude conocerla antes...Era una gran persona —dijo finalizando la charla.
Jungkook se acercó y dejó un beso suave sobre su mejilla. Simplemente sintió la necesidad de hacerlo
y Taehyung sonrió demostrando que estaba bién.
Estuvieron media hora buscando información en los libros que el mayor había traído de la biblioteca,
hasta que el menor fue en busca de una lata de jugo. Pasaron dos horas y gracias a Jungkook ya tenían
hecho la mitad del trabajo. A lo largo de esas horas, el menor había bebido unas cinco latas, y estaba
por terminar la sexta cuando fue al baño por tercera vez.
Taehyung no comprendía como era que podía beber tanto de ese jugo que para él era espantoso. Pero
pensó que así eran los gustos del menor. Cuando éste salió del baño, el castaño lo miró con más
atención y notó que sus ojos estaban algo colorados, y tenía la mirada fija en él.
—¿Estás bién? —preguntó algo preocupado al notar que no había dicho una palabra en los últimos
treinta minutos.
El menor asintió y se acercó a él lentamente; se sentó detrás suyo colocándo sus piernas a cada lado
de las del mayor, y colocó su barbilla sobre su hombro derecho, abrazando su torso.
—¿Qué haces? —preguntó extrañado por el repentino comportamiento del menor.
—Solo...quería abrazarte —dijo con la voz más gruesa de lo normal.
—Tu aliento apesta a ciruela —dijo divertido.
Jungkook no contestó. Comenzó a dejar suaves besos por su cuello mientras acariciaba el estómago
con sus manos por debajo de la camiseta del mayor. Taehyung sintió escalofríos con cada beso que el
menor le daba y suspiró lentamente.
—¿Q-que haces? —preguntó extrañado por el repentino comportamiento cariñoso.
El azabache llevó sus labios a su oreja y susurró:
—Adoro tu perfume —dijo. Luego mordió levemente su lóbulo.
—Jungkook...
La temperatura de su cuerpo comenzaba a aumentar. La mano derecha del menor se movió hacia su
ropa interior y Taehyung no pudo evitar soltar un leve gemido al sentir su tacto sobre la tela. Los labios
del menor volvieron a su cuello y los besos continuaron, solo que esta vez eran mucho más profundos.
—J-junkook...Aah...
Una erección no tardó en aparecer y las caricias del menor continuaron unos segundos más hasta que
metió su mano por debajo de su ropa interior y tomó toda la extensión de su pene, haciendo que un
fuerte gemido saliera de los labios del castaño.
Jungkook movía su mano lenta y tortuosamente, mientras cambiaba los besos por mordidas que solo
conseguían desesperar más al mayor mientras intentaba callar sus gemidos mordiendo su mano
izquierda.
Comenzó a masturbarlo con más rapidez, mientras quitaba la mano de su boca para tomar su mentón
y girar su rostro a su dirección para comenzar a besarlo. Por unos segundos su mano se movía de forma
rápida, y por otros de forma lenta, moviendo su pulgar en forma de circulo sobre la punta de su pene.
Taehyung le correspondió tomando la nuca del menor para profundizar el beso, importandole muy
poco que su boca sepa a ciruela, mientras su cabeza estaba hecha un lío debido a lo bien que se sentía
el tacto del menor.
Continuó moviendo su mano mucho más rápido que antes hasta que se corrió en su mano y el mayor
cortó el beso para echar la cabeza hacia atrás soltando un gemido sonoro que lo habría hecho
avergonzarse de no ser por que estaba demasiado ocupado teniendo el primer y mejor orgasmo de toda
su corta vida.
Bajó la cabeza tratando de regular su respiración, dejándose caer en su pecho mientras el menor
dejaba besos cariñosos en su mejilla. Jungkook se quedó observando su mano menchada de semen
durante unos segundos y luego pasó su lengua por sus dedos.
—N-no hagas eso —regañó el mayor totalmente rojo por lo que había pasado—. Iré a traer algo para
limpiarte.
Se colocó su ropa interior de forma correcta y se levantó caminando hacia el baño en busca de una
toalla pequeña y la humedeció. Cuando volvió a la habitación el menor de había echado en su cama
boca abajo. Taehyung se acercó a él y pudo comprobar que se había dormido, tomó su mano derecha y
limpió cualquier rastro de su semen, mientras lo observaba su rostro dormido.
Llevó su mano hacia su cabello y acarició con dulzura su rostro con su otra mano. Aún sin
comprender mucho de lo que acababa de pasar, decidió no pensar mucho en eso y en su extraño
comportamiento, dejarlo dormir y tratar de continuar con el trabajo de geografía.
Antes de seguir, decidió limpiar un poco tirando las latas de jugo que el menor había tomado no sin
antes echarles un vistazo a lo que contenía. Se dió cuenta de que no era solo jugo, sino que cada lata
contenía cinco por ciento de alcohol, lo que explicaba el extraño comportamiento del menor.
Sintió varias cosas luego de descubrir eso. Lo que más le afectó fue la idea de que el menor solo había
hecho eso debido a que estaba borracho, y puede que de no ser por eso él jamás se habría animado a
hacer eso.
"¿Lo hubiera hecho sobrio? ¿O jamás lo hubiera hecho porque sentía que estaba sucio por culpa de
Minaje?"
Toda la emoción de hace unos minutos se fue por completo al pensar en eso. Recordaba las palabras
de Jungkook diciéndole que no le importaba lo ocurrido con Minjae, pero no podía creerlo, simplemente
no podía.
Mandó el trabajo a la mierda, fue a buscar un pote de helado que había sobrado del día anterior con
su primo y se sentó en su sillón a comer y pensar. No sabía cuanto tardaría el menor en despertar, pero
sabía que cuando lo haga lo enviaría a su casa. Si tenía suerte no recordaria nada y se podría ahorrar
cualquier tipo de charla al respecto.
Encendió la tele y buscó el canal de animal planet, canal que le gustaba mucho. Intentó prestar toda
su atención en los leones en la pantalla, pero aún podía sentir la mano del menor sobre su pene.
Pensó en si esto cambiaría algo en su relación y temió por lo que su estúpida boca podía llegar a
decir; cuando estaba nervioso o avergonzado no pensaba con claridad.
Otros dos episodios de animales salvajes terminaron, y el menor se despertó sintiendo algo de dolor
en su cabeza. Al darse cuenta de que no estaba en su habitación, buscó al mayor con la vista pero al no
verlo salió a buscarlo. Lo encontró sentado en el sillón abrazando sus piernas, y se acercó a él
sentándose a su lado.
—¿Qué hora es? —preguntó apoyando su cabeza en el hombro del mayor.
—Hora de que te vayas —respondió sin mirarlo.
Jungkook notó algo extraño en su voz y lo miró analizando sus expresiones. A su mente llegaron los
recuerdos de lo que había hecho y se golpeó mentalmente.
—¿Es por lo que pasó? —preguntó sentándose recto, mirándolo con culpa—. Lo siento, de verdad, no
sé que me pasó yo solo-
—Tranquilo —respondió aún sin dirigirle la mirada—. El jugo tenía alcohol...Sé que nunca harías eso
estando sobrio —soltó lo último con desilusión.
—Eso lo explica... —soltó el menor preocupado por las últimas palabras del mayor—. ¿Por qué lo dices
cómo si jamás quisiera tocarte?
—¿Acaso si hubieras estado sobrio lo hubieras hecho? —preguntó enfrentando—. Obviamente no.
Después de todo ya estoy sucio...No es lindo tocar algo que alguien más ensució, así que no m-
Jungkook se le echó encima acostándolo sobre el sofá; se colocó entre sus piernas, colocándo ambas
manos a los costados de sus cabezas, su mirada mostraba dolor mezclado con enfado, y Taehyung no
pudo mantener el contacto visual por mucho tiempo.
—¿Por qué hablas de ti como un trapo sucio que cualquiera ensucia y tira como si nada?
—Por que es así como me hace sentir... —sus ojos comenzaron a humedecerse y su voz s quebrarse—.
Es muy frustrante sentir que nadie va a quererte luego de...eso...
—Entiendo por qué piensas eso, pero estás completamente equivocado —acarició su rostro limpiando
el rastro de lágrimas que no paraban de caer—. Tu no estás mal, no hay nada de malo contigo. Si por mi
fuera te hubiera hecho mío la primera vez que te vi, porqué eres hermoso en cada aspecto.
Taehyung cubrió su rostro mientras intentaba cesar su llanto, pensando en las palabras del menor y
tratando de comprenderlas, ya que no entendía cómo el menor podía verlo de esa forma cuando él
mismo veía todo lo contrario.
—¿Te hice sentir mal? —preguntó refiriéndose a la masturbación de hace unas horas—. Si es así, lo
siento. Porqué el alcohol me animó a hacerlo, pero yo lo disfruté.
—No...se sintió tan bién que incluso me asusté —admitió limpiando sus lágrimas.
—¿Enserio? —preguntó sonriendo con más calma, feliz de no haber hecho algo que le desagradó.
—¿Acaso me negué en algún momento, idiota? —preguntó sonrojandose al recordar cuánto disfrutó.
—Bueno, ahora que lo dices, no...¿Quieres que lo haga de nuevo? —preguntó levantando las cejas de
forma coqueta.
—Yo...no sería justo...—dijo completamente avergonzado, apartando la mirada—. ¿Que hay de ti?
—Eso puede arreglarse —dijo para luego acercarse a y unir sus labios.
Taehyung rodeó el cuello del menor, soltando un gemido entre el beso al sentir como el menor
comenzaba a rozar su entrepierna contra la suya. Una mano fue hacia su trasero mientras que la otra se
colocó en el apoyabrazos del sofá para tener mejor soporte y hacer movimientos más rápidos y bruscos.
Jungkook rompió el beso para comenzar a dejar unos chupones en ambos lados de su cuello mientras
se deleitaba con los gemidos del mayor a un lado de su oreja. En algún momento el castaño comenzó a
mover sus caderas de igual forma, haciendo que el placer aumentara en ambos al igual que la velocidad
de sus embestidas.
Estuvieron largos minutos entre gemidos, caricias y besos, hasta que ambos se corrieron dentro de
sus calzoncillos. No se apartaron en lo que intentaban regular sus respiraciones.
—Tae...eres jodidamente hermoso —dijo mirándolo directamente—. No vuelvas a pensar que hay algo
malo contigo.
Taehyung lo atrajo en un fuerte abrazo y acarició sus cabellos con cariño.
—Gracias...De verdad, gracias.
Por primera vez el castaño estaba diciendo y haciendo lo que realmente quería, sin preocupación y sin
pena. Decidió que iba a confiar en el menor y no iba a arruinar las cosas.
—Gracias a ti, por dejarme estar contigo —dijo el menor correspondiéndole el abrazo de igual forma.
Las horas siguientes se la pasaron recostados sobre el sofá; con Jungkook apoyando su cabeza sobre
el pecho del mayor, abrazandolo mientras el castaño jugaba con su cabello enredando sus dedos en sus
oscuros mechones. Se la pasaron viendo peliculas de Disney hasta que ambos cayeron dormidos.
Olvidaron la tarea por completo, lo que Taehyung lamentaría al dia siguiente, pero eso no importaba
en ese momento.
━─━──── ────━─━
Jungkook regresó a su casa alrededor de las nueve p.m. luego de armar un berrinche diciendo que ni
quería irse mientras sostenía al mayor por la cintura y dejaba besos por todo su cuerpo. El castaño solo
acariciaba su pecho mientras intentaba hacerse el difícil, hasta que finalmente tuvo que golpearlo no
muy fuerte para que se vaya antes de que fuese más tarde.
Se quedó completamente tranquilo solo cuando el menor le envió un mensaje avisandole que había
llegado a casa, y se dispuso a cocinar algo rápido para darse un baño y comenzar a terminar el trabajo
que esperaba incompleto en su pequeña mesa. Había dormido casi toda la tarde, por lo que
seguramente esa noche no podría dormir.
Intercambió varios mensajes con Jungkook ayudándolo con el trabajo desde su casa. Alrededor de las
11 p.m. recibió un mensaje de un número desconocido, y el mensaje lo dejó desconcertado.
"ALÉJATE DE JEON JUNGKOOK. ES UN MONSTRUO"
Pensó en muchas cosas, pero jamás en que lo que decía el mensaje fuera cierto. No sabía quién podría
ser, ya que últimamente el menor había hecho varios enemigos, y con las peleas que hace puede
ganarse bastantes por diferentes razones.
Lo que más lo asustaba era el hecho de que alguien consiguió su número y sabía que tenía alguna
relación con el menor. Decidió tomarlo como una mala broma y eliminó el mensaje junto con sus malos
pensamientos.
"Jungkook un monstruo, es tan estúpido" pensó con gracia.
━─━──── ────━─━
Justo como había pensado, esa noche no pudo dormir.
Como consecuencia de eso, casi se duerme varias veces en clase y recibió el regaño de todos sus
profesores ese día. Le importó muy poco, no quería que su ánimo decayera por esos ancianos infelices.
Ahora se encontraba detrás del gimnasio con el menor comiendo algo que éste había comprado para
ambos esta vez, como habían acordado el día anterior.
—Oye, Jungkook —habló Taehyung recordando algo que su primo le había dicho acerca del menor
cuando fue a verlo pelear—. ¿Puedo hacerte unas preguntas?
—Las que quieras, cielo —dijo con su cabeza apoyada sobre su hombro.
—Mi primo que dijo que había rumores sobre ti, entre ellos que tus padres trabajaban para la mafia,
¿es verdad? —preguntó sin más.
—Si, mi padre es uno de los líderes de una muy conocida —respondió como si hubiera hablando de
cualquier cosa—. Lo siento, pero no puedo decirte el nombre.
—¿Enserio? —Preguntó pensando que el menor estaba bromeando.
—Si, de verdad —tomó su mano y entrelazó sus dedos—. ¿Eso te asusta? —preguntó alzando la
mirada para verlo a los ojos.
—No, solo que es muy...extraño. Ya sabes, le gusto al hijo de unos hombre de la mafia, no pasa todos
los días —bromeó.
Jungkook rió y se levantó para sentarse frente a él.
—¿Qué otros rumores hay por ahí? —preguntó curioso.
—Que nadie puede ganarte en una pelea callejera y que tienes problemas de ira —dijo terminando de
comer su triple hamburguesa del MC'Donald—. ¿Tienes problemas de ira?
—Claro que no, ¿alguna vez has visto que me vuelva loco o violento? —preguntó ofendido por la
acusación del mayor.
—No, pero nunca se sabe.
—Respecto a las peleas, obviamente nadie me ha ganado, soy fa-bu-lo-so —dijo colocando una mano
en su cadera mientras movia su dedo como una diva.
—Eres un agrandado y un presumido.
—Pero aún así fabuloso, ¿verdad? —preguntó acercándose a su rostro con ojos de cachorro.
Taehyung no pudo resistirse a esa mirada.
—Si, eres muy fabuloso —dijo sin poder evitar soltar una risa tímida.
—Dios mio, eres tan hermoso —alagó el menor tomando su rostro entre sus manos—. Se que estamos
hablando de lo fabuloso que soy, pero siempre me quitas el protagonismo.
El mayor rió ante la vergüenza golpeando su hombro.
—Ya, no digas esas cosas...No sé que decir cuando lo haces —admitió tomando el vaso de coca cola
para beber un poco.
—No espero que digas nada, solo me gusta decirte lo bello que eres —se acercó para besar su frente y
luego comenzó a jugar con sus mejillas—. Te ves muy tierno cuando te avergüenzas.
—Solo te gusta verme sufrir, eres un sádico —bromeó.
Jungkook se forzó a reír ante las palabras del mayor que en cierta forma era cierta, pero no del todo;
ya que disfrutaba ver sufrir a las personas que creía que se lo merecían, pero jamás disfrutaría verlo
sufrir a él.
Ese pensamiento hizo que se preguntara cómo se encontraría Minjae en esos momentos, y si ya había
aprendido la lección. No se había presentado a la escuela en semanas y no estaba seguro de si lo haría,
pero si sucedía, tenía que tener en claro que no se atrevería a volver a dañar a su chico.
Luego de que las clases terminaran y dejara a Tae en su casa, tomó au teléfono para llamar a uno de
sus amigos.
—Mingyu, necesito que me hagas un favor.
━─━──── ────━─━
E
stos ultimos días había algo que no dejaba de rondar por la cabeza del castaño; había escuchado la
conversación de unas compañeras de su clase y desde entonces no podía dejar de pensar que tenía que
hacer algo con su aspecto.
Para explicarles mejor, hablaban sobre la pareja perfecta que eran Hyuna y E'dawn; que ambos eran
talentosos, buenas personas y que ambos eran físicamente hermosos y con un estilo único que los
hacían verse bien juntos.
"Alguien guapo no puede estar con alguien que no esté a su altura estéticamente, de lo contrario, por
mucho amor que se tengan la otra persona se sentiría atraída hacia alguien más fácilmente" había dicho
una de sus compañeras.
Jungkook era realmente atractivo, con un cuerpo trabajado, su personalidad atraía como la luz a las
polillas y si nombramos lo sexi que se veía peleando en esas peleas ilegales, ya cualquiera que lo viera
caería ante él.
Y él —según el mismo— no tenía algo sobresaliente, atrayente o que esté a la altura del menor. Por lo
que comparandose con otras personas, el menor podría facilmente fijarse en alguien más en cualquier
momento si no hacia algo para mejorar su aspecto.
No comprendía que era lo que el menor veía en él, pero por el momento funcionaba, y no lo haría por
siempre, según él.
Se miró en el espejo de su casa tocando su piel, mirándola con deteniemiento sus rasgos faciales y
llegó a la conclusión de que el no era feo, pero su piel necesitaba más cuidados. A raiz de eso, decidió ir
a comprar mascarillas faciales y cremas para comenzar a cuidar su piel.
Quería sentirse digno de ser alguien que pudiera tener una relación con Jungkook, y tener la
seguridad de que el menor no se fijaría en alguien más.
Odiaba sentirse insuficiente, pero tampoco podía evitar pensar de esa forma. El menor nunca dijo que
algo de él no le gustara, pero quizá no quería decirselo para que no se sintiera mal.
¿Su físico era bueno? Su primo siempre decía que tenía un buen trasero, pero su panza de bebé podía
no ser atractiva ¿debería de hacer ejercicio?
Cuando llegó a la tienda donde vendían productos de belleza llevó lo que la chica del mostrador le
habia sujerido junto con varias mascarillas de distintas cosas, y de paso un nuevo cepillo de dientes, ya
que el suyo ya era tiempo de cambiarlo.
Cuando regresó a casa se sorprendió de ver el auto del menor frente a su casa, con el dueño apoyado
sobre la puerta escribiendo en su teléfono. Se quedó un momento observando lo bien que se veía con
esa cacheta de jean, esos pantalones deportivos y su cabello largo tapando la mitad de su rostro
haciendolo ver misterioso.
Se acercó a él escondiendo inutilmente las cosas en su bolsa.
—¿Qué haces aquí? —preguntó acercándose para saludarlo acariciando sus mechones de cabello,
como ya era costumbre.
Jungkook levantó la vista y guardó el teléfono en el bolsillo de su chaqueta. Dejó un beso en su frente
y sonrió.
—No tenía nada que hacer, estaba aburrido y vine a visitarte, ¿estás ocupado?
Taehyung negó y le hizo una señal para que entraran. El menor notó sus bolsas y reconoció varias
mascarillas, ya que el las utilizaba.
—¿Tu tambien usas de estas? —preguntó apuntando a la bolsa de plastico.
—Si, a veces... —mintió sin mirarlo para no dejar en evidencia su sonrojo al recordar el por qué las
había comprado.
—Son muy buenas, en especial la de avellana —dijo inocentemente sin tener idea de lo que pasaba
por la cabeza del mayor.
—¿Quieres ponerte una? —preguntó dándole a elegir una de todas las que había comprado—.
Podemos hacer una pequeña sesión se Spa —preguntó riendo ante su propia idea.
—¿Enserio? —preguntó emocionado—. Me encanta la idea.
Luego de escoger una para cada uno, el mayor guardó lo que no iban a utilizar y ambos fueron al
baño a lavar su rostro para tener la piel lista para utilizar las mascarillas. Taehyung le hizo una coleta
muy graciosa al menor para que su cabello no cubriera su rostro e hizo lo mismo con su cabello.
Taehyung no pudo evitar reir y tomarle fotos al menor con esa coleta mal hecha que el mismo había
atado. El menor posó mostrando una gran sonrisa y luego fue el quién le tomó fotografías al mayor.
Jungkook le pidió que colocara la mascarilla en su rostro como excusa para abrazar su cintura y
acercarlo hacia el. Y Taehyung no se quejó para nada y disfrutó del contacto sin dejar de sonreir en
ningún momento. Se colocó su mascarilla y esperaron el tiempo para retirarlo escuchando y cantando
canciones de 3racha, blackpink y Onewe.
Pasado el tiempo estimado retiraron la mascarilla, luego probaron usar la crema que había comprado
junto con lo demás y de igual forma ambos le colocaron al otro el producto.
Luego de comprobar que sus pieles estaban mucho mas suaves e hidratadas, se prepararon café con
algunas tostadas y se pudieron a ver una maratón de los juegos del hambre que estaban dando por
televisión.
El tiempo pasaba volando cuando estaban juntos.
En un momento Taehyung se dió cuenta de que Jungkook no lo había besado en todo el tiempo que
estuvieron juntos. Eso lo hacía sentirse ansioso y no sabía si era cosa suya o estaba preocupándose de
más, pero sentía que quería esas muestras de afecto.
Ambos estaban sentados uno al lado del otro, juntos pero sin llegar a tocarse. El menor estaba muy
entretenido con la película, ya que no había visto ninguna de sus películas y realmente le estaban
gustando. Taehyung se lo quedó mirando fijamente dirante un par de segundos esperando a que su
mirada fuera lo suficientemente intensa como para que lo mirara, pero eso no sucedió.
—Jungkook —llamó haciendo un leve pucheño inconscientemente.
—¿Qué sucede, cielo? —preguntó sin despegar la mirada de la pantalla.
—...Nada —respondió cruzandose de brazos algo molesto por que el menor no le prestaba la atención
que el quería.
Luego ablandó su mirada al darse cuenta de que no podía enojarse por algo así, y el menor estaba
disfrutando realmente la pelicula, no se atrevía a interrumpirlo. No sabía si el hecho de que el menor le
gustara lo hacia comportarse de forma en la que jamás antes lo había hecho, pero no le agradaba si eso
significara necesitar afecto que antes no buscaba ni recibía.
El comienzo del espacio publicitario hizo que el menor se girara a ver al mayor por primera vez desde
que la película comenzó.
—Tae...
—¿Qué? —preguntó sin voltear a verlo.
—¿Estás molesto por algo? —preguntó al notar el cambio en su semblante.
—No, ¿por qué lo estaría? —volvió a responder sin mirarlo.
—Cielo... —volvió a llamar.
El mayor se giró al verlo sin expresión en su rostro. Jungkook no dijo nada y solo se acercó a unir sus
labios durante unos pocos segundos. Se separó sin decir nada, mirandolo a los ojos en busca de eso que
el mayor no quería decirle, pero antes de poder hacerlo Taehyung volvió a juntar sus labios en un beso
mucho más profundo, haciendo que sus labios se movieran de forma lenta y dulce.
Las manos del mayor fueron a parar al pecho del menor mientras que las de éste se posaron en las
caderas del castaño. Se separaron solo cuando el aire se hizo muy necesario, y se quedaron mirando los
ojos del contrario mientras sus respiraciones se iban calmando.
—Ven aquí —dijo abriendo sus brazos para que el mayor lo abrazara.
Taehyung no se hizo de rogar y se lanzó a sus brazos abrazándolo con fuerza, aspirando su perfume
tan varonil e hipnotizante. Sonrió al haber conseguido lo que quería y apoyó su mejilla sobre el pecho
fornido del menor.
Jungkook se recostó sobre el sofa para tener una posición más cómoda, y acarició la espalda del
mayor sin soltar su cintura en lo que restaba de peliculas. Se la pasaron comentando partes de la
pelicula y luchando con que personaje era mejor; si Peeta o la Katniss
—Ella jugaba a dos puntas, y si el otro no hubiera estado relacionado con el bombardeo, seguramente
hubiera seguido haciendolo —acusó el mayor apoyando su barbilla sobre el pecho del menor, mirándolo
con el ceño fruncido—. Peeta siempre le fue fiel.
—El es debil, dejó que le lavaran el cerebro —defendió el menor—. Ella siempre creyó en el, ¿acaso el
no podía hacer lo mismo?
—No es debil, es mucho mejor y no necesita ser bueno con el arco para sobresalir.
—¿Por qué lo de defiendes tanto? Ahora tu me estás siendo infiel —bromeó haciendole cosquillas—.
¿Es porque no soy rubio?
—Jajaja ya, no hagas eso jajaja —el mayor intentó levantarse mientras reía, pero al menor fue más
rápido y lo giró para quedar encima suyo.
—No han pasado ni tres meses y tu ya te fijas en otro —dijo fingiendo llorar mientras continuaba las
cosquillas.
Taehyung soltó algunas lágrimas debido a las risas hasta que Jungkook lo dejó respirar. Su
respiración agitada, su cabello revuelto y su boca entreabierta mostrando esa sonrisa que tanto le
gustaba hicieron que el menor tuviera pensamientos impuros.
Como si el mayor pudiera leer sus pensamientos, quiso jugar un poco con el y se levantó un poco para
dejar pequeños besos en su cuello, subiendo poco a poco hacia su mentón, deteniendose a un lado de
sus labios, dejando al menor con ganas de un beso que no llegó.
—No seas cruel —dijo el menor intentando besarlo, pero el mayor le corría la cara—. Si así quieres
jugar...
Jungkook aprovechó su posición y llevó una mano a su entrepierna, haciendo que el mayor se
mordiera el labio a la vez que tensaba su cuerpo. Aprovechó ese momento para juntar sus labios,
sonriendo en medio de éste al sentir los leves golpes del menor en sus hombros.
—Eres malvado —dijo el mayor luego de separarse.
—El fin justifica los medios —dijo riendo.
—Y un estúpido.
—Aún así me quieres.
—¿Quién dijo que te quería? —bromeó cruzándose de brazos.
—Tus ojos me lo dicen, cielo.
—Alucinas —se hecho sobre el sofá, esta vez cambiando lugares cuando fue el menor quien se recostó
en el pecho del mayor.
—Oye, cielo...
—¿Qué? —preguntó jugando con sus largos mechones.
—Mañana tengo una pelea importante...
—Suerte.
—Se qué no te gustan mucho esas cosas pero...Me daría muchas energías que fueras a verme —tomó
su mano y entelazó sus dedos.
Taehyung hizo un sonido mostrando que se lo estaba pensando, hasta que accedió. No tenía nada
mejor que hacer y el menor le regalaba una buena vista desde el ring ¿Cómo podría negarse?
Jungkook sonrió y dejó varios besos en su rostro, mostrando lo feliz que lo hacía que el mayor vaya a
animarlo. Las peleas le gustaban y lo ayudaban mucho, como una especie de terapia donde podía
descargar toda la tensión.
Aunque la mejor terapia era Taehyung, sin duda alguna.
—Te guardaré dos lugares, ve con tu primo —ofreció.
—¿A la misma hora que la otra vez?
—Si, esta vez podrás probar lo que quieras de la barra pero que sea luego de mi pelea, quiero que
estés lúcido para ver como gano.
—Aahh, tan presumido —bromeó.
━─━──── ────━─━
Ya era viernes, y como todos los días Jungkook llevaba a Tae a su casa en su —según el mayor—
asquerosamente costoso auto.
El menor le contaba sobre lo importante que iba a ser esa pelea y lo nervioso que estaba. El castaño
solo se dedicaba a observarlo mientras relataba contento lo feliz que lo hacía que él fuera parte de su
vida en un momento tan importante como éste.
—Las recompensas se harán más grandes si logro ganarle a estos tipos, y podríamos ir a cualquier
lugar que quieras —ofreció mirándolo en una luz roja—. Mi fama aumentará y tendrás al chico más cool
y guapo detrás tuyo, ¿Qué se siente eso?
—Meh, no es tan bueno como suena —dijo alzando los hombros de forma desinteresada—. No me
gustaría que ganaras mucha más popularidad —admitió con un leve sonrojo en sus mejillas.
Recordó a todas esas mujeres alentandolo el día que vió su pelea y la sangre volvió a hervirle. Se
enojó nuevamemte cruzando sus brazos y arrugando en entrecejo.
Lo dijo en broma, pero Jungkook era tonto y se tomaba todo lo que decía muy enserio. No pueden
culparlo, el amor convierte a la gente en maquinas sin sentido común.
—¿Por qué? ¿Quieres que renuncie?
—¿Qué? ¡Por dios, Jungkook, claro que no! —golpeó su hombro con fuerza sacándole un quejido
ofendido.
—¿Por qué me golpeas? —preguntó haciendo un pequeño puchero con sus labios.
—Solo estaba bromeando —rodó los ojos—. Jamás, pero jamás dejes de hacer algo que te gusta por
que alguien más lo diga, ¿entiendes?
—Entiendo...
—Por dios, si te digo que te tires de un puente, ¿vas a hacerlo? —preguntó en broma.
—Si quieres —respondió volviendo a avanzar—. Yo haría todo por ti, cielo.
—Aish, olvídalo, no me hables —dijo mirando hacia la ventana para que no notara que estaba
avergonzado.
Jungkook solo rió y continuaron el resto de camino en silencio.
Al llegar a casa del mayor, éste tomó su mochila del asiento trasero y abrió la puerta dispuesto a irse
sin saludar al menor, solo para molestarlo.
—¡Oye! ¿Y mi beso? —preguntó con una voz lastimera que hizo reir al otro.
—Sabes, no debería de consentirte —volvió a sentarse y tomó la barbilla del menor mientras aún
sonreía—. Pero no quiero escuchar tus gritos.
—Yo si quiero escuchar tus gritos —respondió moviendo sus cejas de forma lasciva.
—Y te acabas de quedar sin beso, adios —soltó su rostro e intentó escapar antes de que el menor
pudiera notar lo rojo que se había puesto, pero Jungkook fue más rápido y tomó su brazo evitando que
se moviera.
—Espera, al menos déjame hacer algo —pidió mirándolo con suplica.
Tae suspiró y volteó a verlo. Jungkook sonrió con picardía y se acercó a su cuello para comenzar a
succionar su piel con intensión de dejar una marca.
—O-oye... —gimió sorprendido ante la acción del menor, disfrutando el contacto de sus labios en su
piel.
Apartó sus labios de ese lugar y continuó dejando pequeños besos por su cuello hasta llegar a su
mejilla y de ahí besarlo cuando el mayor volteó en su dirección.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó llevando su mano a su cuello, justo donde el menor había dejado
una marca rojiza que luego se tornaría oscura.
—El lugar estará lleno de gente, mucho más que otros días por ser peleas tan importantes —comenzó
a explicar sin apartar la mirada de los labios contrarios—. Si alguien se te acerca con malas intensiones
solo muestrales eso y diles que ya tienes a alguien.
—¿Me marcaste como perro a territorio? —preguntó sorpendido por tal precausion—. Si sabes que no
tienes el derecho de hacer eso, ¿verdad? —preguntó en un tono serio que hizo asustarse al menor.
—Yo...Lo siento —bajó su mirada sintiéndose triste—. Tienes razón, no somos nada aún y no tengo el
derecho, solo-
—No es justo —cortó sus palabras—. Si vas a hacer eso, entonces déjame hacerlo también —pidió
mirándolo fijamente, señal de que hablaba enserio.
—¿También? —preguntó sin comprender.
—Vas a volverme loco un día de estos —dijo, luego dejó su mochila nuevamente en el asiento trasero
para colocarse rápidamente a horcajadas del menor.
El menor estaba sorprendido, pero aún así dejó que el castaño hiciera lo que quiera con él y colocó
sus manos sobre sus caderas. Después de todo le pertenecía por completo.
—No seré en único con una marca... —dijo el menor colocando sus manos sobre el pecho del
contrario.
Jungkook sonrió encantado y levantó su barbilla para dejar se cuello expuesto.
—Marca todo lo que quieras, cielo.
Taehyung no necesitó nada más para acercarse a su cuello y acariciar primero la piel con su nariz,
respirando el aroma del menor mezclado con ese perfume varonil del que se estaba haciendo tan adicto.
—Sabes, me encanta tu perfume —habló a con sus labios apenas tocando la blanquecina piel,
haciendo que leves escalofríos recorrieran la espalda del azabache.
Eligió sin prisa el lugar donde se notara la marca, y colocó sus labios un poco más a la derecha cerca
de su manzana de Adán. Dejó un beso sobre la marca y se separó para poder apreciar aquella marca
suya.
Jungkook se sentía feliz, muy feliz de tener al mayor incluso en su piel. Se sentía tan satisfactorio que
incluso pensaba que sus sentimientos estaban siendo muy exagerados, pero no podía hacer nada al
respecto.
—Tendrás tanta atención... —se quejó abultando sus labios—. Todas esas mujeres alzadas, es tan
irritante —admitió cruzándose de brazos.
—¿Qué estoy escuchando? ¿Celos, acaso? —preguntó queriendo jugar un poco con él.
—...Un poco —admitió sin ganas de ocultar su vergüenza.
El menor no se esperaba esa, así que lo miró con ojos abiertos.
—Vaya, esperaba que lo negaras...
—¿Te molesta? —preguntó preocupado por que pensara que es un celopata de esos tóxicos—. Lo
siento, no puedo evitar sentirme inuficiente algunas veces.
—¿Qué? Claro que no, bebé —tomó su rostro con ambas manos y dejó un beso en sus labios, luego en
la punta de su nariz—. Me traes tan loco que podría tatuarme tu nombre en la frente para que todos
sepan que te amo.
Taehyung sintió esas últimas palabras como si fueran irreales. Sorprendido, abrió la boca para decir
algo y nada salió de ella, pero si de sus ojos.
—¿Cielo? —se alarmó al ver sus ojos humedecerse y lágrimas caer por sus mejillas, acarició su
espalda luego de que el mayor escondiera su rostro en su cuello— ¿Qué sucede? ¿Dije algo malo?
¿Algo malo? Ojalá hubiera dicho algo malo.
Había dicho algo peligroso, hermosamente peligroso por que aún no podía evitar desconfiar de las
intensiones de las personas y en ese momento se dió cuenta de que el menor ya se había instalado en su
corazón sin pedir permiso.
¿Lo decía enserio?, ¿De verdad había alguien que lo amara siendo él mismo?
¿Será Jungkook la persona que su padre decía que encontraría?
—Bebé, ¿Por qué lloras?
Taehyung solo se aferró más a su pecho sin decir nada. No se sentía preparado para hablar sobre el
tema y el menor comprendió eso.
—De acuerdo, puedes quedarte así el tiempo que necesites.
Luego de varios segundos en los que el menor se dedicó a acariciar su espalda mientras dejaba besos
sobre su cabello.
Pensó en el chico sobre el que estaba; Jungkook lo hacía sentirse seguro, podía bajar la guardia frente
a él y no se sentiría insignificante. Hasta ahora no había hecho nada malo contra él y siempre le
demostraba que lo quería, no lo presionaba a hacer algo que no quisiera e incluso lo estaba haciendo
parte de su vida.
Debe de ser él.
—Kook...—se enderezó limpiando los rastros de lágrimas y lo miró de una forma que el menor no pudo
descifrar—. Si ganas mañana, quiero que tengamos sexo.
El azabache se tensó poor su momento ante esa tan deseada propuesta, pero negó con la cabeza
haciendo sentir mal a Taehyung por un momento, bajando la mirada sintiéndose estúpido.
—No quiero tener sexo contigo, cielo... —tomó su rostro e hizo que lo mirara nuevamente—. Quiero
hacerte el amor...duro, pero con amor.
—Eres un romántico de mierda —dijo sin poder evitar que sus mejillas cambiaran de color.
—Se que te gusta que sea así.
━─━──── ────━─━
—Dios, Daehyun, no me hagas esto —dijo a su primo del otro lado de la linea—. Es un día importante
para Kook y no puedo fallarle.
—No puedo ir, enserio lo siento. Mi tía me pidió esto hace una semana y no quiero quedar
mal con ella, es mi tía favorita.
—¿Acaso quieres que me roben o algo así? —sacó tres camisetas para elegir una que convine con su
pantalón—. Tu viste en que clase de lugar queda, ¡Me van a robar seguro!
—¿No puedes pedirle a tu novio que vaya a buscarte?
—Seguro que está ocupado, no quiero molestarlo —respondió sin ganas de volver a repetirle que no
era su novio aún.
—Entonces pide un taxi y que él lo pague, es hijo de un mafioso, seguro que lo que le sobra
además de sensualidad es dinero.
—¿Sabes que? Olvídalo —dijo eligiendo una de las camisetas—. Si algo me pasa, que sepas que todo
tu culpa, solo tuya. Espero que puedas vivir con el remordimiento.
Sin agregar nada más cortó la llamada y lanzó el teléfono a la cama. Se colocó la camiseta elegida y
guardó las demás, mirándose al espejo desde varios ángulos para confirmar que se veía bién.
—No esta tan mal...
Su teléfono sonó y al ver el nombre en la pantalla sonrió inconscientemente. Contestó la llamada y
colocó el alta voz para terminar de arreglarse.
—¿Qué no estás ocupado? —preguntó tomando el peine para arreglar su cabello.
—Estoy analizando al oponente, y puedo hablar y mirar al mismo tiempo —dijo como si fuera
algo impresionante—. Soy multiusos.
—Crack, ídolo, maquina, fiera, tigre, tsunami, artista, inigualable-
—Ya, ya entendí —dijo entre risas, cortando sus palabras— ¿Si vas a venir, cielo?
—Dije que iría, y soy un hombre de palabra.
—¿Y Daehyun está contigo? Dile que un amigo mío quiere conocerlo.
—El no puede ir, tiene que cuidar al nieto de su tía —rodó los ojos con molestia al recordar la traición.
—No vendrás solo, es peligroso.
—Si bueno, no es mi culpa que el lugar esté en un barrio que parece más peligroso que mono con
navaja —se burló.
—Enviaré a alguien a recogerte, tu solo espera, ¿de acuerdo?
—De acuerdo, cariño —dijo el apodo más como burla que enserio, pero de igual forma Jungkook
sonrió al oirlo.
—Nos vemos en un rato, Cielo.
—Nos vemos...
Colgó la llamada y se dispuso a comer algo antes de que vinieran a recogerlo, no sabía si el evento iba
a durar mucho pero sabía que no iba a morirse de hambre. Se preparó unos sándwiches con lo que
había en el refrigerador y se sentó a esperar mientras revisaba las redes en busca de algo que lo
entretuviera.
Estaba a medio sándwich cuando un mensaje del que parecía ser el mismo número del otro día
apareció en la pantalla.
Curioso y con un mal presentimiento abrió el mensaje y sintió un escalofrió recorrerle toda la
columna al ver la foto que le habían enviado; era la mitad de un rostro totalmente lastimado, como si
hubiera querido destrozar su rostro con un objeto punzante varias veces.
Tiró la mirad restante del sándwich improvisado y corrió hacia el baño cuando las ganas de vomitar lo
invadieron. Soltó lo poco que había comido y su teléfono cayó a un lado del inodoro debido al temblor
de sus manos.
La imagen era muy fuerte y el no estaba acostumbrado a ver esas cosas, aunque lo que más hizo que
se espantara fue el mensaje con el que había llegado esa imagen:
"Jungkook hizo esto, aléjate de él"
Era ridículo, ¿por que querían difamar a Jungkook se esa forma?
El era incapaz de hacer algo. Seguro que aprovechaban que practicaba un deporte violento para
intentar dejarlo mal. Pero, ¿quién estaba haciendo estas cosas y por qué lo molestaba a él?
No supo cuando tiempo estuvo en el baño, y cuando el timbre de su casa sonó fue cuando finalmente
salió de allí. Dejó su teléfono sobre la mesa de la cocina y fue a abrir mientras limpiaba su boca
quitando los rastros de vómito.
Abrió la puerta y se encontró con un hombre que se veía de unos treinta y tantos años, alto, algo
moreno y con ropa que a simplr vista parecía costosa.
—¿Hola? —saludó dudoso al no conocerlo.
—Así que tu eres el chico de Jungkook —dijo mirándolo de arriba a abajo.
—¿Disculpa? —lo miró con una ceja alzada y se cruzó de brazos mirándolo mal—. No soy "el chico de",
mi nombre es Taehyung.
El hombre sonrió de lado y se disculpó.
—De acuerdo, Taehyung. Jungkook me pidió que pase a por ti, así que vámonos —dijo volteando con
la intensión de irse.
—Espera, debo de lavarme los dientes, acabo de vomitar —contó haciendose a un lado, señal para que
ingresara también.
El hombre no dijo nada y lo siguió, quedándose parado en mitad de la cocina a esperarlo. El castaño
terminó de cepillar sus dientes y soltó un gran suspiro, intentando olvidar aquella foto y mensaje. Volvió
a la cocina y vió que el hombre estaba observando su casa como si estuviera tratando de buscar algo.
—Bien, ya podemos irnos —dijo tomando su teléfono, olvidando borrar aquellos mensajes.
Siguió al hombre y solo por curiosidad, antes de ingresar al costoso auto no pudo evitar preguntar:
—Oye, no es como si te vieras sospechoso pero por las dudas, ¿como te llamas y que eres de
Jungkook? —preguntó evidenciando que no era ningún tonto que se fiaba de cualquiera.
El hombre lo miró divertido y no pudo evitar reir ante su comportamiento.
—Ya veo por que le gustas tanto —sacó su billetera y de ésta una foto, extendiendola para que pudiera
verla—. Soy Namjoon, padre de Jungkook.
Taehyung se sorprendió a la vez que una vergüenza se apoderó de él, haciendo que un evidente
sonrojo apareciera en sus mejillas. Agradeció que fuera de noche y la poca iluminación que evitaba que
se notara.
La foto mostraba al mismo hombre con un color distinto de cabello y a su lado, un pequeño Jungkook
de unos doce años, ambos sonriendo a la cámara.
—Vaya, que primer encuentro más incómodo y extraño —dijo rascando la parte trasera de su cabeza.
—Pudo ser peor —respondió guardando la fotografía—. Será mejor que nos vayamos ahora si quieres
saludar a Jungkook antes de que el show comience.
—Claro, vamos...
Una vez dentro del auto y a mitad de camino, recordó lo que le había dicho Jungkook acerca de su
padre y su curiosidad y falta de vergüenza hizo que no pudiera evitar preguntar algo que quizá sería de
mala educación:
—Oiga, ¿es cierto que usted es un mafioso?
Namjoon comenzó a reir, y Taehyung no supo de que se estaba riendo ¿acaso Jungkook le había
mentido y por eso se reía?
—Me caes bien, no tienes filtros al hablar.
—¿Gracias?
—Supongo que si Jungkook te lo dijo es por quue confía en ti, así que sí, estoy metido en esas cosas.
—Vaya, por un momento creí que el maldito me había mentido —dijo refiriéndose al menor.
—¿No tienes problema con eso? ¿No te asusta? —preguntó sorprendido por como se estaba tomando
a la ligera aquella información.
—Me parece...interesante cuanto menos. Quiero decir, mientras yo no tenga problemas con eso, no le
veo nada de malo.
—Ya veo...
—¿Usted también se quedará a ver la pelea? —preguntó mirando por la ventana.
—No, estaba de paso y le hice el favor de recogerte.
Taehyung lo miró con una ceja alzada y se sintió molesto por alguna razón.
—Es una pelea importante, el estaba muy emocionado, ¿por que no podrá asistir? —preguntó
olvidándose por completo de que estaba hablándole con un tono algo irrespetuoso a un mafioso.
Lejos de molestarse, Namjoon sonrió ante la preocupación del castaño por los sentimientos de su hijo.
—Tengo algo importante que hacer. Me gustaría quedarme, pero no puedo, y él lo entiende...o eso me
dice.
—Claro, trabajo importante, mucho más importante que un evento importante para su hijo —dijo en
un tono sarcástico—. No se preocupe, habrá alguien haciéndole porras —dijo refiriéndose a él mismo.
—Ojalá él fuera tan sincero conmigo como lo eres tu —habló soltando una risa, pero Taehyung pudo
notar la tristeza entre esas palabras.
—Lo siento, estoy siendo irrespetuoso —dijo volviendo a mirar por la ventana.
—Descuida, me alegra haberte conocido —admitió sonriendole—. Hace mucho que nadie me habla de
esa forma y lo agradezco.
Hablaron de cosas triviales hasta llegar al lugar. Namjoon se ofreció a acompañarlo hasta dentro para
evitar cualquier problema, una vez dentro, Taehyung pudo divisar al menor a varios metros de él cerca
de la barra y sonrió al verlo luego de todo un día.
—Entonces, nos vemos —dijo Namjoon dándose la vuelta para irse, pero Taehyung se colocó frente a
él impidiendo que se vaya.
—Al menos deséale suerte, no tardará más de cinco minutos —pidió casi rogando, manteniendo su
mirada fija sobre la contraria.
El hombre se lo pensó un momento, y mirando a su hijo a lo lejos, accedió. Taehyung reprimió una
sonrisa y se acercaron hasta él, que se encontraba con su entrenador charlando sobre quienes serían
sus oponentes.
—¿Nervioso? —preguntó el castaño detrás suyo.
Jungkook se giró rápidamente al reconocer aquella voz y no dudó en abrazarlo, sonriendo en grande.
—Gracias por venir, cielo —se alejó un poco para acunar su rostro entre sus manos, y cuando quiso
acercarse para besarlo Taehyung le dió un golpe no muy fuerte en el estómago, apuntando con la
mirada a su izquierda.
—Jungkook, presta atención a su alrededor —dijo, y el menor miró hacia donde apuntaba su mirada y
abrió los ojos sorprendido al ver a su padre allí.
—Papá... —soltó al castaño y luego de asimilar que efectivamente su padre se encontraba allí, se
acercó a abrazarlo.
—Tienes un novio muy interesante —le dijo al oído.
—No es mi novio...aún —se alejó un poco y tomó a Taehyung de la mano, acercandolo a ellos—.
Espero que no te haya dado una mala impresión, papá.
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó el mayor mirándolo ofendido.
—Nada, cielo. Solo digo.
—Descuida, estoy feliz de que tengas a alguien que te mantenga a raya.
—Gracias por recogerlo, papá —agradeció con una sonrisa— ¿te quedarás a ver la pelea?
Namjoon cambió su expresión a una más decaída y negó con la cabeza.
—Solo me acerqué a desearte suerte —dijo apoyando su mano sobre su hombro—. Estoy seguro de
que vas a ganar.
Jungkook sonrió con labios cerrados y asintió.
—Gracias, papá.
—Espero verte nuevamente, Taehyung —le dijo al castaño que observaba el rostro del menor el busca
de una señal de tristeza.
—Ah, claro. Gracias por traerme —dijo haciendo una leve reverencia.
Ambos se quedaron viendo la espalda del hombre que se perdía entre la gente que comenzaba a
acumularse en el lugar hasta que Jungkook tomó al castaño por la cintura y lo besó con dulzura.
Taehyung correspondió casi al instante y rodeó su cuello con sus brazos.
—Gracias —dijo separandose un poco, sin soltarlo.
—¿Por que me agradeces esta vez? —preguntó apartando un mechón de cabello de sus ojos.
—Por pedirle a papá que se acercara.
—¿Por qué crees que yo hice eso? —preguntó fingiendo no saber de que hablaba.
—El jamás lo había hecho, y tu eres muy manipulador.
—¿Manipulador? —preguntó sin saber si sentirse ofendido o halagado.
—Claro, con esos ojos y esa boca siempre me pides que te bese, no te hagas —dijo riéndose de sus
propias palabras.
—Uy si, incluso ahora, ¿no?
—Esta bien, lo admito, soy yo quien siempre quiere besarte —dijo acercándose a sus labios, rozando
sus labios.
—Entonces hazlo —dijo mirándolo a los ojos.
No tuvo que hacerse de rogar, y dos segundos después estaban comiéndose la boca frente a la gente
que los observaba con sorpresa, otros con envidia y un hombre en específico, con malicia.
━─━──── ────━─━
Jungkook estaba feliz, demasido como para concentrarse en lo que su equipo le estaba diciendo. Con
Taehyung sentado en sus piernas era inevitable observar su rostro sin quedar embobado con la cabeza
en cualquier otro lado menos allí.
—¡Jungkook, te necesitamos aquí! —lo regañó su entrenador.
El azabache parpadeó varias veces y pronunció un leve ¿decías? Que hizo que el hombre de edad
media se golpeara la frente tratando de mantener la calma.
—Mejor voy ya a mi lugar —dijo el castaño notando que su presencia distraía al menor.
No quería que por su culpa cometiera muchos errores en la pelea y resultara muy herido. Se levantó
de las piernas del menor dándole un beso para que no protestara por irse. El menor le entregó una
pequeña credencial con el número de su asiento, que era uno de las primeras filas, cosa que agradeció
mucho.
—No dejes que te golpeen mucho —le dijo con un tono de burla.
—Definitivamente voy a ganar —le dijo en un tono lascivo, haciendo que el mayor se avergonzara al
recordar lo que le había prometido si ganaba.
No le contestó y fue en busca de su lugar, sentándose allí a esperar a que la pelea comience. Iba a
comenzar en una media hora, cosa que le hizo agradecerse a mi mismo por haber traído el teléfono
para poder distraerse.
Jungkook esta vez si comenzó a escuchar a su entrenador con atención, recordando que ésta no iba a
ser una pelea más. Esta vez debía de enfretarse a nada más ni nada menos que su propio primo; Jeon
Wonwoo, que era dos años mayor que él.
Éste tenía más experiencia en las peleas, era más grande en edad y era un completo hijo de puta con
él. Desde niños siempre buscaba la forma de hacerlo enojar, jugarle una broma o intentar bajar su
autoestima de distintas formas. Pero ésta vez sabía que era distinto.
Esta vez podría golpearlo sin que alguien de la familia hiciera un escándalo.
Quince minutos después se encontraba en los vestidores calentando un poco para matar el tiempo
cuando, cuando escuchó unos pasos acercarse y una voz irritante comenzar a hablarle.
—Qué maravillosa noche será ésta, ¿No lo crees, Primito? —Preguntó un pelinegro vestido
completamente de negro parándose frente a él.
—Ya lo creo —respondió sin mirarlo—. Hoy no puedes enconderte detrás de la falda de tu madre.
El más alto ignoró sus palabras y se centró en hacer a lo que venía, que era molestarlo para que
peleara con enojo y tuviera ventaja sobre él. Un peleador con la cabeza fría ganaba la mayoría de las
peleas y él lo sabía muy bien.
—Antes vi a mi querido tío —comenzó a hablar con falsa empatía—. Creí que se quedaría pero luego
lo vi irse, ¿Hoy tampoco está para tí?
—No quiere ver como su hijo golpea a su sobrino y le quita el protagonismo, te tiene cariño —
respondió calmado.
Sabía las intensiones que tenía, pero eso solo era peor para él. Jungkook enojado es incontrolable y
tentar a la suerte era de tontos. Era difícil hacer que se molestara, no le importaba mucho lo que digan
los demás, mucho menos si era su estúpido primo.
Continuó golpeando el saco sin mucha fuerza, midiendo la velocidad de sus golpeas mas que nada,
mientras ignoraba las provocaciones del mayor sin problemas. Eso comenzaba a molestar al mas alto,
hasta que notó una marca oscura en su cuello y recordó que anteriormente lo había visto con un chico,
supuso que era su novio y decidió ver si hablando sobre él conseguía molestarlo.
—Noté que alguien vino a hacerte porras, ¿Ese lindo chico es tu putita ahora? —preguntó con un tono
calmado, pero lleno de veneno.
Jungkook detuvo sus golpes y se quedó quieto intentanto no mostrar su molestia ante la forma de
referirse a Taehyung. Continuó golpeando nuevamente el saco, esta vez con un poco más de fuerza,
pero el mayor había notado el cambio en su humor.
—No pude evitar mirarle el trasero y dios, si que tienes gusto, eso debo de admitirlo —sonrió con
malicia al notar que la fuerza en sus golpes aumentaba, señal de que estaba intentando no soltar sobre
él y golpearlo—. Deberías de presentarnos, quizá logre hacer que pase esta noche conmigo.
—Cállate... —amenazó deteniendo sus movimientos.
—Oh vamos, ¿no sabes lo que es compartir? —rió—. Prometo usarlo y luego te lo regreso...Claro, si el
luego no quiere volver contigo, ya es otra cosa.
El azabache apretó los puños con fuerza. Calma, debía de ignorarlo. Verlo molesto era lo que quería,
pero no podía continuar escuchando sus estupideces.
—¿Le gusta rudo? Ya sabes, un par de golpes, o quiza-
—Suficiente.
Se acercó a él y lanzó un golpe en su dirección, que si no hubiera detenido el mismo Jungkook, éste le
habría dado de lleno rompiendole la nariz mínimo. Su puño se detuvo a sólo unos escasos centímetros
de su rostro, y lo miraba con unos ojos y una mirada tan oscura y amenzante que asustó al contrario.
Jamás lo había mirado de esa forma tan tétrica y oscura.
—Vuelve a hablar de él, o a siquiera tocarlo... —habló pronunciando lentamente cada palabra—. Haz
algo que lo moleste aunque sea un poco, y te dejaré postrado en una sucia cama de hospital,
¿Entiendes?
Wonwoo no respondió. Se había quedado petrificado, comenzó a sudar en frío y tardó varios segundos
en poder reaccionar ante su amenaza. Iba a contestar, pero el menor salió de allí sin querer seguir
escuchándolo.
—Maldito...¿Quién se cree que es para hablarme así? —pateó con molestia una de las bancas que
había a su lado—. Muy bien, voy a hacer que no llegues ni a pisar el ring.
━─━──── ────━─━
—Me aburro...me aburro~ —cantó en voz baja, sintiendo que el trasero se le entumecía de tanto estar
sentado.
Miró la hora en si teléfono, faltaba diez minutos para que la primer pelea comenzara, así que decidió
aprovechar para ir al baño. Dejó su chaqueta sobre el asiento asegurando que nadie le quitara su lugar
aunque todos estuvieran enumerados, pero jamás se sabía.
Preguntando, llegó hasta el pasillo que llevaba hacia el baño y entró en la que tenía la figura de un
monigote con guantes de boxeo color azul. Le pareció un detalle lindi y no pudo evitar preguntarse si
Jungkook tenía su habitación llena de posterst de boxeadores o figuras pequeñas.
Liberó su vejiga, se acercó al lavamanos para limpiar sus manos y cuando las colocó debajo del
secador automático notó que alguien ingresaba en silencio.
Cuando sus manos se secaron por completo caminó hacia la salida, pero el hombre que había
ingresado se colocó frente a él impidiendo que saliera.
—Uff, que deja vu más desagradable —comentó intentando pasar por su lado, fallando por segunda
vez.
—Así que tu eres el chico de Jungkook, eh —dijo mirándolo de abajo hacia arriba de una forma que no
le agradó para nada al castaño.
—Por un demonio, que no soy "el chico de", tengo nombre —habló enojado por el apodo.
—Tienes caracter —se acercó un poco más a su rostro, haciendo que Taehyung se alejara
automáticamente—. Ahora veo por que le gustan tanto a mi primo querido, con el que me toca pelear
esta noche.
—¿Primo? —preguntó sorprendido—. Jungkook jamás me habló de ningún primo.
—Descuida, desgraciadamente tenemos la misma sangre, no te estoy mintiendo —se acercó más y en
un rápido movimiento lo tomó del cuello con fuerza, empujándolo hasta quedar contra la pared.
—¡¿Q-Que mierda haces?! —preguntó asustado.
La situación le trajo recuerdos nada agradables. Por lo que sus piernas comenzaron a temblar
mientras intentaba inútilmente quitar las manos de su cuello.
—No es nada personal, solo quiero que Jungkook se enoje un poco —habló acercándose a su rostro
para intentar besarlo, pero Taehyung giró el rostro y luego de conseguir alejarlo un poco más lo golpeó
con la rodilla en su entrepierna— ¡Aah, hijo de-!
Taehyung lo empujó una vez más aprovechando su posición algo encorvada haciendo que cayera al
suelo y se apresuó a salir de allí con su manó sobre su cuello, tosiendo dolorosamente. El maldito tenía
fuerza.
Al salir y dar un par de pasos chocó con alguien más, y aún con el miedo de lo que acababa de pasar
se alejó asustado.
—¡Déjame! —gritó con ojos cerrados al sentir unas manos tomarlo de los brazos.
—Soy yo, cielo, cálmate —habló Jungkook preocupado al ver el estado en el que estaba— ¿Qué
sucedió?, ¿Por qué corres?
Taehyung abrió los ojos y al conectar sus miradas unas pocas lágrimas salieron sin su permiso. Lo
abrazó con fuerza pidiéndole que se fueran de allí antes de que viera a la persona dentro del baño.
—Cielo, mírame —pidió acunando su rostro—. Dime que fue lo te pasó, ¿Qué-?
No pudo terminar la pregunta cuando notó unas manchas extrañas en su cuello. Levantó su mentón
con cuidado y sintió que el mundo se detenía al ver que se trataban de hematomas no muy notorios ni
grandes pero eran como para que sean visibles y dolorosos.
—¿Quién...?
El castaño intentó cubrir la zona pero Jungkook se lo impidió tomando sus manos. En ese momento la
puerta del baño se abrió dejando ver a Wonwoo con una mirada de enojo, que cambió a una
completamemte aterrada al ver a su primo justo frente a él.
Taehyung se colocó detrás del menor instintivamente al escuchar el sonido de la puerta abrirse detrás
de él. Los primos conectaron miradas por unos segundos, hasta que Jungkook se dió cuenta de lo que
estaba pasando y habló:
—¿Qué mierda intentaste hacerle? —preguntó con un tono de voz que solo transmitía temor—.
Responde...¿¡Qué mierda intentaste hacerle!?
Se acercó y lo tomó del cuello estampandolo contra la pared con fuerza, sacándole un quejido de
dolor al más alto. Levantó su puño con la unica intensión de comenzar a golpearlo hasta que no pudiera
levantarse, pero Taehyung se lo impidió tomando su brazo.
—¡No, espera! —intentó alejarlo del cuerpo del contrario— ¡Jungkook, escúchame!
—Apártate, cariño, voy a matar a éste hijo de puta —pidió sin apartar la mirada de los ojos asustados
de su primo.
—Jungkook, mírame —pidió tomando su rostro para conectar sus miradas—. Si lo lastimas aquí van a
descalificarte. Vas a pelear contra él, ¿verdad?
Jungkook pensó en sus palabras, cosa que el mayor aprovechó para alejarlo cada vez más del cuerpo
del otro. Tomó su rostro entre sus manos e hizo que lo mirara.
—Yo estoy bien, pero no lo estaré su pierdes la oportunidad de pelear hoy...Me dijiste que era
importante para tí, no me hagas sentirme culpable luego —habló entre suplicando y reprimiento.
—E-Escucha a tu novio... -pidió Wonwoo intentanto soltarse del agarre del menor.
Taehyung le sonrió a labios cerrados y tomo sus manos, alejandolas del cuello del otro. Wonwoo salió
casi corriendo de allí, dejando a ambos solos.
—Debiste dejarme golpearlo al menos una vez —dijo pasando sus dedos por su cuello, sobre una de
las marcas que estaba justo sobre la que él había hecho.
—Oh, no creas que estoy siendo empático con él —dijo limpiando el restro de lágrimas de su rostro—.
Solo no quiero que heches a perder tu pelea, pero cuando estén allí arriba dale unos buenos golpes de
mi parte, unos fuertes golpes.
Jungkook dejó salir toda la tensión en una risa y abrazó al mayor con fuerza, siendo correspondido al
instante.
—Lo siento, digo que voy a cuidarte pero por mi culpa pasó esto...
—No seas un maldito egoísta —respondió alejándose para poder mirarlo—. Lo correcto es decir que
ambos nos cuidamos...No s-
No lo dejó terminar y lo besó profundamente, un beso lleno de sentimientos que el menor no
conseguía poner en palabras, pero que Taehyung comprendió a la perfección. La musica comenzó a
sonar por todo el lugar, señal de que la primer pelea estaba a punto de comenzar, y que Jungkook debía
irse.
—Voy a enviar a uno de mis compañeros a que te lleve una pomada para esas marcas —habló
apoyando su frente sobre la suya—. Cuando suba a ese ring no me saques los ojos de encima. No quiero
asustarte pero voy a hacer que te enamores por completo al verme.
El castaño rió ante sus palabras y se mordió el labio para no confesarle que ya era tarde, ya se había
enamorado hace bastante.
—Sorpréndeme.
━─━──── ────━─━
Capítulo un poco más corto, pero interesante.
G.GG
Lo primero que hizo cuando regresó a su lugar fue colocarse la pomada que le habían dado para las
marcas y el dolor en su cuello. Maldijo al trastornado primo de Jungkook, deseando que éste le diera
una buena paliza en el ring.
Luego de pensarlo por unos momentos, se preguntó que cuál sería la razón del odio de ese chico
hacia el menor, o si solo era una rivalidad muy enfermiza de parte del desgraciado que lo lastimó sin
razón.
El ni lo conocía y fue a molestarlo en vez de demostrar que es capaz de hacerle frente a Jungkook
sobre el ring.
—Seguro le tiembla el culo por que sabe que va a perder, ay —se quejó al tocar una parte donde sus
uñas habían raspado—. Maldito wowon.
—Mi hijo es mucho mejor que mi sobrino al cual le faltan muchas peleas para alcanzar su nivel —
respondió el hombre a su lado.
Taehyung se sorpendió ante su repentina respuesta, incluso no había notado la presencia de ese
hombre de mediana edad que observaba al frente con una mirada desinteresada.
—¿Su hijo?, ¿acaso el violento de wowon es su hijo? —preguntó sin importarle hablar mal de él frente
el hombre.
—Es Wonwoo —corrigió—. Y si, soy su padre y un miembro exclusivo del lugar desde-
—Si, bueno, tampoco le pregunté demasiado —cortó sus palabras sin ánimos de seguir aguantando a
más gente molesta.
Estaba enojado. Y cuando se encontraba así su lado más malvado y sarcástico se multiplicaba. No
sabía si era algo bueno o malo, pero si peligroso.
—Qué muchacho más maleducado —contestó el hombre ofendido.
—¿Maleducado yo? Mejor hubiera criado mejor a su hijo para que no vaya por la vida ahorcando a
jóvenes en los baños —apuntó su cuello para mostrarle sus marcas—. ¿Ve esto? Su estúpido hijo lo hizo
y yo ni siquiera lo conocía.
—Mi hijo es incapaz de hacer cosas tan poco éticas como esa —lo miró de pies a cabeza y sonrió con
superioridad—. Al parecer, el mal gusto de mi sobrino aún no ha cambiado. Tu eres su pareja, ¿Verdad?
—Y a usted que me importa.
—Desagradable, totalmente desagradable.
—Mejor vuelva al geriátrico anciano, la emoción del lugar podría hacer que le pete el corazón —
respondió con falza preocupación.
—¿Acaso sabes a quién le estás hablando de esa forma, mocoso de clase baja?
—Como si fueras el presidente, ni me importa, criador de dinosaurios —insultó esta vez más por
diversión que por enojo.
Era divertido molestar al hombre.
—A penas estoy en mis cuarentas, no tienes ideas de lo que dices, inculto.
—No mienta, si usted ayudó a construir la torre eifel, segurísimo.
—En mi vida había conocido a alguien tan desagradable y que se animara a hablarme de esa forma,
espero que estés consciente de las consec-
—Calmese, señor. Sus pulmones seguro que ya no aguantan hablar tanto en tan poco tiempo.
—Da gracias a dios por que éste es un día especial para mi hijo, de lo contrario-
—Eso está muy bien, incluso las derrotas son importantes, de ellas de aprenden muchas cosas.
El hombre iba a responder, per la voz del locutor resonó en el lugar, obligándolo a callarse.
—¡Es una maravillosa noche para todos, ¿no lo creen?! —preguntó el presentador, animando a la
tribuna—. Esta noche, son los cuartos de finales, lo que significa que las cosas van a calentarse
mucho en el ring, ¡Hoy correrá mucha sangre señoras y señores!
Las últimas palabras no hicieron especial ilusión en Taehyung. Sabía que lo que había visto la primera
vez era solo el ápice de lo violento que podía llegar a ser cada round. Su único deseo que era Jungkook
no saliera tan lastimado, aún no conocía sus capacidades a la hora de luchar si lo hacía enserio, y se
supone que los mejores peleadores estarían hoy sobre el ring.
—Esta noche, ocho de los mejores peleadores que pisaron este ring estarán luchando por un
puesto en las semifinales.
La pantalla gigante que había permencido apaga, se encendió dejando ver los nombres de todos los
peleadores en el cuadro sinóptico competitivo. Los ojos del castaño se fijaron en el cuadro con el
nombre de Jungkook, que estaba debajo del de Wonwoo.
El presentador comenzó a presentar a los peleadores y mostraban la imagen de los hombres en la
pantalla, mostrando sus rachas de victorias, derrotas y un detalle que no le agradó para nada; el
número de personas que dejaron gravemente heridos y otros que terminaron en los hospitales.
—No te asustes mucho por las estadísticas —escuchó una voz a su lado.
—Jongup, ¿También viniste a apoyar a Jungkook? —preguntó cuando el mayor se sentó a su lado.
—Por supuesto, yo siempre apuesto por él —respondió levantando su pulgar—. Es mi fuente de
ingresos.
—Solo lo usas para ganar dinero, que cruel —bromeó.
—Imagino que tu estas aquí para apoyarlo y asegurar mis ingresos, ¿verdad?
—Me invitó, y como era una pelea importante accedí —dijo sin querer admitir la verdadera razón.
—¿Qué te sucedió en el cuello? —preguntó preocupado al ver las marcas en su cuello— ¿Jungkook te
hizo eso?
—¿Qué? Claro que no —negó varias veces—. Jungkook ni siquiera me insulta, soy yo el que a veces lo
golpea —apuntó al hombre a su lado—. El hijo de este anciano intentó besarme a la fuerza.
El rubio observó al hombre a su lado que había arrugado el entrecejo ante las palabras del castaño, y
abrió los ojos parándose automáticamente para hacer una reverencia en señal de respeto.
—Buenas noches, señor Jeon —saludó.
Taehyung solo observó las acciones del rubio sin entender el por qué de éstas. Miró una vez más al
hombre y mirándolo con más detalle, notó que tenía toda la pinta de ser un hombre con mucho dinero e
influencia social.
El hombre no le contestó, solo asintió.
—¿Dices que Wonwoo te hizo esto? —preguntó en un susurro para que el hombre no lo escuchara.
—Si. Yo estaba en el baño, luego llegó el y me acorraló contra la pared diciendo que no era nada
personal, solo quería molestar a Jungkook —explicó—. Si quería molestarlo hubiera hecho otra cosa,
¿Por qué tuvo que meterme a mi en su mierda?
—¿Él sabe que te hizo esto? —preguntó alarmado.
—Si. Estuvo a punto de golpearlo justo en el pasillo, pero le dije que lo haga sobre ring...No quería
que arruinara su pelea por ese imbécil —se cruzó de brazos, enojandose de nuevo al recordar.
—Oh rayos...Tendrá suerte si Jungkook no lo mata —dijo con preocupación.
—No creo que fuera para tanto, solo va a golpearlo con mucha fuerza...¿No?
—De verdad no lo conoces enojado, ¿No? —su tono se volvió seriode repente, cosa que asustó un poco
—Jamás se enojó conmigo...
—Y no lo hará, por que te ama, eso es obvio.
Sus palabras tan seguras hicieron que se sonrojara y bajara la mirada a sus manos. No pudo siquiera
contradecir lo que había dicho cuando sabía que era cierto.
—Justamente por eso es por lo que Jeon Wonwoo hoy terminará en el hospital —comenzó a explicar—.
Cuando alguien se metía con uno de sus amigos, esa persona terminaba mal, muy mal.
—¿A que te refieres con mal?
—Depende lo que esa persona les haya hecho a sus amigos, el hace lo mismo pero mucho peor —se
acercó más a su rostro y su voz cambió por completo a una mucho más seria—. Imagínate lo que le hará
a alguien que lastimó a la persona que ama. No a un amigo, al chico que quiere junto a él, el resto de su
vida.
—¿Por que lo tienes que decir de una forma tan cursi? —cubrió su rostro avergonzado—. No entiendo
mucho, pero básicamente estas diciendo que va a hacer sufrir mucho a su primo, ¿verdad?
—Exactamente.
—¿Y eso que tiene de malo?, el tipo es un imbecil y se merece una buena paliza.
—Lo también lo creo, ese tipo nunca me cayó bien, es un narcisista estúpido, pero si lo lastima
gravemente puede ser malo para él —explicó—. Puede que esto sea ilegal pero hay reglas, y Jungkook
puede quedar fuera de estas peleas y no volver a ser aceptado en ningun lugar parecido.
Taehyung se asustó mucho al oír eso. Lo último que quería era que el menor fuera echado de ese
lugar que tanto le gustaba. Si bien a el no le agradaba mucho y preferiría que jugara al ajedrez en ves
de pelear, era lo que le apasionaba, y no podían quitarle eso, no por su culpa.
—Tengo que hablar con él —dijo levantándose— ¿Dónde está ahora?
—Te llevaré, rápido antes de que la primer pelea empieze.
━─━──── ────━─━
—¡Cielo!, ¿Qué haces aquí? —se levantó de su asiento donde le estaban colocando vendas en sus
manos—¿Estás aburrido? Puedes quedarte aquí has-
—Jeon Jungkook —habló con un tono de voz autoritario que lo hizo callarse y agachar la cabeza como
un pequeño cachorro regañado.
El equipo del menor observaba la escena sorprendidos al ver como el gran y temerario Jeon Jungkook
bajaba la cabeza ante un simple chico.
—¿Qué piensas hacerle al imbécil de tu primo? —preguntó cruzándose de brazos.
—Voy a romperle los huesos —respondió sincero—. Es lo mínimo que se merece por haberte hecho
eso —dijo acariciando su piel recientemente marcada.
—Eso es contra las reglas —quitó sus manos de su cuello—. Sabes eso y ¿Aún así piensas hacerlo? No
vale la pena.
—No puedo perdonarlo por lo que intentó hacerte, debo dejarle en claro que jamás tiene que volver a
meterse contigo —respondió con una mirada seria.
Taehyung suspiró y miró al equipo del menor.
—¿Iban a dejarlo hacer eso? —preguntó, pero no obtuvo respuesta— ¡Respondan!
—N-no sabíamos nada, enserio —respondió el chico que estaba colocando las vendas en sus manos.
—Cielo, no te pre-
—Tu callate, solo callate —ordenó acercándose al chico de las vendas—. Dame eso, yo me encargo.
El chico miró a Jungkook buscando su aprobación, la cual recibió con un asentimiento de cabeza. Le
entregó las vendas e hizo una señal para que todos salieran de la habitación.
—Ven —pidió con un tono de voz más suave.
Jungkook se acercó y se sentó frente a él, palmeando una de sus piernas para que se sentara en ella.
El castaño no discutió y se sentó donde le había pedido, tomó su mano y comenzó a vendarla con
cuidado.
—Vine a verte hoy, a pesar de que no me gusta el deporte por que es algo importante para ti —habló
con voz suave, no quería sonar molesto—. Te veías muy contento cuando me hablaste de hoy, cuando me
invitaste y cuando acepté venir.
—Cielo... —rodeó su cintura y apoyó su frente sobre su hombro.
—Me gusta verte feliz, que hagas lo que te gusta...¿Por que vas a arruinar eso por un estúpido que
tiene miedo de enfretarse a ti?
—No es por él, es por ti.
—Si fuera por mí me hubieras preguntado —soltó su mano y tomó su mentón para hacer que lo mirara
—. Yo no quiero que hagas esto, ¿Sabes qué quiero?
Sus rostros estaban tan cerca que Jungkook no pudo evitar las ganas de dejar un beso rápido sobre
sus labios, haciendo que Taehyung le estirara una de sus mejillas para que lo tomara enserio.
—Quiero estar aquí en la semi final, la final y luego de que gane un cinturón o lo que sea que te den,
quiero que vayamos a celebrar a algún lugar que tu elijas.
—Me hace feliz que me tengas tanta confianza, bebé —admitió sonriendo contento.
—A mi me haría feliz que no arruinaras eso, ya tenía todo planeado —hizo un puchero para tratar de
converserlo, pero solo consiguió otro beso.
—Me es difícil no hacer algo, mucho más si se trata de ti —admitió mirándolo con seriedad—. Me
controlé cuando me lo pediste antes, pero no creo poder hacerlo de nuevo.
—Por favor...C-cariño —pronunció lo último con mucho esfuerzo. Era la primera vez que utilizaba un
apodo cariñoso con alguien—. Hazlo por mí.
Más le valía a Jungkook acceder de una vez luego eso o lo golpearía por hacer que pasara vergüenza
para nada.
El menor abrió la boca creyendo que había escuchado mal.
—¿Cómo me llamaste?
—No voy a repetirlo, es vergonzoso —dijo apartando la mirada con un leve rubor en sus mejillas.
—Dilo una vez más, anda —insistió dando pequeños toques en su estómago, causándole cosquillas.
—No, basta —pidió entre risas.
—Si lo dices una vez más, prometo no pasarme de la raya con Wonwoo —insistió—. De enserio, no voy
a romper ninguna regla.
—¿Lo juras? —tomó su rostro con ambas manos—. Sabes que me enojaré si me mientes.
—Lo juro, lo juro.
—Bien... —suspiró hondo y se dió ánimos a si mismo—. C-cariño, será mejor que pases a la siguiente
ronda o juro que no volveré a hablarte, ¿Comprendes, cariño?
—Por supuesto, amor mío —respondió mostrándole una de las sonrisas más lindas que el mayor había
visto en él.
—Buen chico —se burló despeinando su cabello de forma juguetona.
Su entrenador ingresó de nuevo a la habitación avisando que la primer pelea había termiando, y que
debía de prepararse para salir.
—De acuerdo, nos vemos cuando ganes —dijo Taehyung levantándose para retirarse.
—No tan rápido, cielo —dijo el menor tomando su mano para atraerlo y besarlo con ganas, de forma
dulce pero profunda.
El castaño sonrió en medio del beso por lo intenso que podía llegar a ser el menor, mientras éste lo
soltó no sin antes dejar pequeños besos por todo su rostro.
—Suficiente. Está tu equipo presente, los pones incómodos —regañó zafándose de su agarre.
—N-no se preocupe —dijo el chico encargado de llevarle agua en los descansos.
—Suerte a todos —les dijo a todos los presentes, luego salió del lugar mucho más calmado.
—¿Logró hacer que abandonaras esa estúpida idea de quebrarle los huesos? —preguntó su
entrenador.
—Era el único que podía hacerlo —respondió atando su cabello.
Todos suspiraron mucho más calmados luego de oír eso. Cuando el menor les había dicho que iba a
destrozarlo sin importarle si lo descalificaban, todos dieron por hecho que debían de despedirse a sus
puestos, por que cuando a Jungkook se le metía una idea en la cabeza no había ser que le hiciera
cambiar de opinión.
Hasta ahora.
—Bien, compañeros —dijo una de las chicas de su equipo—. Salimos en un minuto, recuerden actuar
rápido en los descansos y creen por completo en nuestra estrella, ¿De acuerdo?
Todos gritaron en respuesta, mientras que Jungkook se preparaba mentalmente para poder ignorar
las provocaciones que sabía que su primo le diría en medio de la pelea para desconcentrarlo. Le había
prometido a su chico que pelearía limpiamente y eso debía de hacer.
Mientras tanto, Taehyung había regresado a su lugar con una leve sonrisa que tranquilizó al rubio que
lo esperaba con malas noticias, pero al parecer era todo lo contrario.
—¿Entró en razón? —preguntó ofreciéndole un trago que había traído de la barra para él.
—Gracias. Y si, le di un par de golpes y me prometió que no haría que lo descalificaran —mintió. El
rubio no tenía por que saber que en realidad utilizó apodos cariñosos y palabras lindas.
—Wow, no sé a quién temerle más, si a ti o a él —bromeó.
El castaño solo se limitó a reír y a beber lo que había en su vaso, que descubrió, era cerveza, y de la
buena.
—Ahora si, la pelea que todos estaban esperando —habló el presentador luego de que las luces
se bajaran un poco—. Ambos peleadores están unidos por la sangre, pero esta noche no existe
familia una vez dentro del ring.
—Ahora empieza lo bueno —festejó el rubio.
—En la esquina roja; con un total de ciento treinta y tres peleas ganadas, veintiséis derrotas
y seis hombres mandados al hospital, ¡Jeon Wonwoo!
La esquina con el marco roja se iluminó dejando ver a Wonwoo caminar hacia el ring con todo su
esquipo detrás suyo. Los gritos de las personas eran fuertes, se notaba que el chico tenía muchos fans y
un grupo de chicas con su nombre escrito en sus camisetas.
—Su especialidad son las llaves y siempre intenta arrinconar a su oponente —informó Jongup—. Tiene
ventaja en experiencia, pero no creo que eso importe mucho si su contrincante es Jungkook.
Una vez arriba del ring, el pelinegro miró hacia el lugar donde estaba su padre, encontrándose con
los ojos de Taehyung que lo miraban sin ninguna expresión. Wonwoo llevó una mano a su cuello,
fingiendo masajearlo pero solo quería burlarse del castaño. Éste se dió cuenta de sus intensiones y solo
le mostró el dedo medio.
—Estoy comenzando a arrepentirme me haber calmado a Jungkook —habló con enojo en su voz pero
no en su rostro. No quería que se diera cuenta cuánto aborrecía su sola presencia.
—En la esquina azul; con un total de cincuenta visctorias, dos derrotas y solo un hombre
enviado al hospital, ¡Mi favorito, Jeon Jungkook, aka JK!
La esquina del menor fue iluminada por las luces, dejando ver a un Jungkook caminando con su
esquipo detrás de forma calmada, como si estuviera llendo a hacer algo insignificante.
Taehyung se sorprendió al ver que los gritos de las personas se escucharon mucho más bajos que
cuando Wonwoo apareció, aunque no podía faltar su grupito de admiradoras.
—De todos los peleadores de hoy, Wonwoo es el más famoso, muchos vinieron solo para verlo ganar —
informó nuevamente el rubio—. Si Jungkook le gana hoy, recibirá mucha más fama y sus apuestas se
harán más grandes.
—Osea que tu ganarás mucho más dinero, ¿Me equivoco?
—Para nada, amigo —respondió feliz.
Jungkook ingresó al ring dónde lo esperaba su adorado primo, pero antes de siquiera mirar a éste, su
vista buscó la de Taehyung, quién le sonrió haciéndole una señal de ánimo con las manos. El menor
sonrió y le guiñó un ojo, recordándole que no había olvidado su promesa.
—¿Qué te parece si apostamos? —habló Wonwoo llamando su atención.
El azabache lo miró cambiando su expresión por completo, sin responder a su petición.
—Si gano, me entregaras a esa putita una noche —propuso—. En el baño pude tocar su trasero, y
déjame decirte que se sintió genial —mintió solo para molestarlo.
Jungkook estuvo a nada de lanzarse encima y golpear su cabeza contra el suelo hasta que perdiera la
consciencia, pero el rostro de Taehyung apareció en su cabeza, recordándole que debía de controlarse.
—Peleadores, saludense.
Ambos se acercaron más y chocaron sus puños con fuerza, luego se alejaron unos metros. La
campana sonó anunciando así el comienzo de la pelea.
━─━──── ────━─━
Se podía notar que Wonwoo estaba diciendole algo a Jungkook, y a juzgar por la expresión del menor,
supo que algo malo o provocador le estaba diciendo. Taehyung podía sentir sus orejas arder, era obvio
que algo malo sobre él estaba diciendo.
Cuando la campana anunció el comienzo del primer ring, la mayoría de las personas se callaron para
poner toda su atención en la pelea.
Muy contrario a lo que se imaginó el castaño; Jungkook no se había lanzado a su primo a darle tantos
golpes como fuera posible, sino que comenzó a moverse por el ring dando pequeños saltos, esperando a
que el primero en lanzar un golpe fuera Wonwoo.
Éste se acercó lanzando el primer golpe, que era solo para distraer los reflejos del menor, no para
golpearlo realmente. Jungkook se acercó también lanzando una patada con su pierna izquierda, pateó
con fuerza apuntando a las costillas. El mayor colocó su brazo derecho evitando que el golpe tocara su
torso y a la vez intentó tomar su pierna para lanzarlo al suelo y hacerle una llave, pero el menor fue más
listo y, aprovechando el momento en el que sostuvo su pierna lanzó otra justo en su rostro, apoyando los
brazos en el suelo como soporte.
—¡Ooohh! Esa tecnica fue espectacular, nunca antes vista en esta arena —alagó el locutor, su
voz siendo acompañada por los gritos de los fans que apoyaban a Jungkook.
—Woaa...Eso fue increíble —dijo Taehyung impresionado.
—¡Eso Jeon, dale todo lo suyo y lo de su prima la hueca! —animó Jongup.
A pesar de lo fuerte del impacto, Wonwoo no cayó. Se acercó de nuevo al menos lanzando golpes
intentando hacer que sus brazos se cansaran un poco al usarlos como escudo.
Amagó con golpearlo una vez más a la vez que intentó golpear su estómago con su rodilla, logrando
que Jungkook retrocediera hasta quedar cerca de las rejas. El menor leyó sus intenciones y comenzó a
devolverle los golpes con rapidez, intentando alejarse de la reja.
El primer ring terminó, en resumen; Jungkook defendiéndose más que lanzando golpes, y Wonwoo
intentando arrinconarlo durante los cinco minutos.
El segundo empezó bravo, cuando Wonwoo consiguió golpearlo en el rostro dos veces lastimando su
labio y ceja izquierda. Jungkook no se permitió volver a dejar que lo golpearan, por lo que aprovechó la
confianza del mayor para patearlo de lleno en medio de su pecho; lanzándose a él para tomar su brazo,
darlo media vuelta y colocando su brazo de forma que podía llegar a dislocar su hombro si así lo quería.
—¡Intenta romperle el brazo, señoras y señores! Parece que nuestro pequeño JK tiene todas
las intenciones de dejarlo lejos de las peleas por un largo tiempo.
—Mierda, Jungkook no lo hagas... —pidió el castaño apretando los nudillos debido a los nervios.
El menor se sintió provocado ante tal oportunidad, y si por el fuera ya hubiera terminado la pelea en
el primer round, pero en medio de sus ganas de oírlo gritar de dolor recordó las palabras de Taehyung.
Soltó su brazo y se alejó no sin antes estampar su cabeza contra el suelo dos veces, dejándolo K.O
durante unos segundos.
—JK no piensa hacer que las cosas terminen tan rápido al parecer, ¡nuestro chico es un
sádico, señoras y señores!
La gente gritaba llena de emoción, orgullosos de las palabras del locutor mientras que a Taehyung
solo le causaba repulsión el disfrutar tanto ver como dos personas se lastiman de esa forma.
Jungkook miró hacia donde se encontraba el castaño y conectaron sus miradas por unos escasos
segundos, pero que fueron suficientes para que el menor se sintiera con energías nuevamente.
Era el último round, y estaba decidido a acabarlo en éste.
Wonwoo tenía la nariz rota debido a los golpes del suelo, pero se veía que aún podía continuar. Todos
gritaban cosas como "acabalo", "hazlo llorar", "envialo al cementerio", y Taehyung tuvo que taparse los
oídos para no seguir oyendo esos comentarios de mal gusto.
—Si Jungkook lo dejó con energías hasta este round, significa que nos dará un gran espectáculo en el
último —comentó Jongup.
Si las miradas mataran, el menor ya estaría enterrado varias veces. Wonwoo lo miraba con una
sonrisa burlona, pero que solo era fruto de su desesperación. Sabía que si no terminaba con él en este
round, sería el hazme reír de todo el lugar y de si familia.
A penas la campana volvió a sonar, Jungkook se acercó rápido hasta él y comenzó a lanzarle
puñetazos a una velocidad que no había mostrado hasta ahora. Cada golpe iba con una fuerza que
sorprendió incluso al mismo Wonwoo, que pudo sentir como los huesos de su brazo dolían muchísimo al
impactar los golpes.
Sin darse cuenta, fue él quien terminó contra las rejas. Cuando se dió cuenta de eso, ya era muy tarde
para él; Jungkook lo tomó del cuello asegurándose de estar a una distancia en la que no pudiera
defenderse con patadas o rodillazos, golpeó su hombro un par de veces para que sus músculos se
entumecieran y así no pudiera responderle con facilidad.
—¡Jeon Wonwoo está perdido, sino sale de ahí no podrá volver a contarlo!
—Diablos... —dijo el rubio llamando la atención del castaño a su lado.
—¿Qué?, ¿Lo esta inmovilizando para que se rinda? —preguntó sin haber notado las intenciones del
menor aún.
—Será mejor que no veas esto, Taehyung...
Como si le hubiera dicho todo lo contrario, giró de nuevo su cabeza hacia el ring encontrándose con
una imagen que le hizo revolver el estómago y quedarse completamete quieto.
Jungkook estaba golpeando su rostro una y otra vez, con fuerza y rapidez, como si estuviera
desquitandose. El rostro del mayor comenzó a tornarse rojo debido a la sangre que salía de sus heridas
que solo iban en aumento, mientras que iba perdiendo la conciencia poco a poco. Su cuerpo ya no podía
mantenerse de pié y comenzó a caer, pero el menor aún no había tenido suficiente; sostuvo su torso
contra las rejas, manteniendo en alto mientras comenzaba a golpearlo con la rodilla gusto en su
estomago y costillas.
Una y otra vez, parecía no tener suficiente.
—...Qué demonios...
—¿Por que no paran la pelea? —preguntó Jongup extrañado—. Es obvio que Wonwoo no puede seguir
pero nadie tira la toalla...
—Lo va a matar... —dijo sin poder creer que estuviera viendo al chico que ama intentando quitarle la
vida a otra persona.
Observó el rostro del menor y se asustó cuando notó unos ojos vacíos...como si su cuerpo estuviera
moviéndose por si mismo, como si no tuviera control de sus acciones.
—¡Detengan la pelea! —gritó el hombre a su lado— ¡Va a matar a mi hijo!
La voz desesperada de aquél hombre fue suficiente para hacerlo reaccionar. Se levantó y corrió hacia
las rejas, lo más cerca que pudo para que el menor pudiera oírlo.
—¡Jungkook, detente, para por favor! —gritó desesperado.
Debido a los gritos de las personas su voz no alcanzaba a ser oída, por lo que mordió sus labios
apoyándose en la reja y volvió a gritar, esta vez mucho más fuerte, haciendo que su lastimada garganta
doliera.
—¡Jungkook!
Las voces se apaciguaron a la vez que Jungkook parecía reaccionar, deteniendo sus golpes y girando a
ver al rostro asustado del chico a quien juraba amar; estaba llorando, y lo miraba directo a los ojos,
suplicando con la mirada que se detuviera.
Sintió su corazón romperse ante las imagen. Más bien, al ser el causante de esa expresión tan
desesperada del castaño.
Se alejó dejando caer el —hace rato— inconsciente cuerpo y se quedó unos segundos observando lo
que había causado, mirando sus manos llenas de sangre, luego a Taehyung, varias veces.
Nadie hablaba, había un silencio que jamás había estado en el lugar hasta ahora. La campana rompió
el silencio, finalizando la pelea y dejando al menor como un claro ganaron de la pelea. El presentador
fue quien hizo volver los ánimos a las personas, mientras que Taehyung corrió hacia los baños al sentir
unas ganas muy fuertes de llorar.
El hombre que parecía ser importante fue corriendo a revisar a su hijo, y tomarlo en brazos para
llevarlo al hospital del lugar. Mientras que Jongup no sabía como reaccionar ante lo visto; Jeon jamás
había peleado de esa forma, y comprendió totalmente la razón por la cual Taehyung se retiró...Jungkook
de había convertido en un monstruo por un momento.
El menor lo observó siguiéndolo con la mirada e intentó seguirlo, pero su entrenador le dijo que debía
de limpiarse primero.
—Ve a buscarlo cuando dejes de verte como un carnicero —le acosejó el hombre, señalando con la
mirada sus brazos y pecho donde había rastros de sangre.
Asintió y corrió a la duchas, solo con Taehyung en su mente. Mientras el agua caliente caía sobre su
cuerpo comenzó a llorar.
Había asustado a Taehyung, había roto su promesa de no pasarse de la raya y gracias a eso el castaño
seguramente ya no querría verlo. El miedo a que el mayor lo mirara con miedo hacía doler su pecho, no
quería que se aleje de él, no creía poder soportarlo. Si había una mínima posibilidad de que pudieran
ser algo más, ésta se había evaporado por completo.
¿Qué iba a hacer si Taehyung le pedía que se alejara de él?
¿Tendría que volver a obervarlo de lejos?
¿No poder hablar y bromear con él como ya había acostumbrado?
¿Cómo iba a poder soportar no poder besarlo de nuevo?
El podía ser un monstruo y dañar a demás personas, pero no a él, jamás podría dañar un somo cabello
suyo. Taehyung debía de comprenderlo, el no podía controlar ese lado suyo, simplemente no podía.
Golpeó la pared varias veces, haciendo que sus nudillos sangraran y que sus manos se acalambraran.
Tenía muucho miedo de perderlo. Si lo perdía, sería su completa culpa.
━─━──── ────━─━
Había perdido la noción del tiempo que había pasado desde que se encerró en ese cubículo, pero sus
manos aún temblaban y su llanto no paraba. Su garganta dolía y solo podía ver la imagen de Jungkook
golpeando el cuerpo de Wonwoo de esa forma tan aterradora...
A su mente llegaron las imagenes y aquellos mensajes sospechosos que le estuvieron llegando los
últimos días, y se negó una vez más creerlos.
La sola idea de volver a ver a Jungkook de esa forma y no poder hacer nada lo asustaba, lo aterraba.
No quería volver a verlo lleno de sangre y con esos ojos que simplemente carecían de emoción alguna.
¿Cómo podría animarse a verlo a la cara luego de esto?
Luego de varios minutos en los que solo se quedó observando los garabatos y dibujos de penes en la
puerta, oyó como la del baño era abierta y pasos acercarse. No le prestó mucha atención, hasta que
escuchó su voz.
—Ciel-...Hyung, ¿Está aquí? —preguntó observando los cubículos, deteniendo su mirada en el único
que estaba cerrado.
Su voz era suave pero profunda, sonaba como si hubiera llorado hasta hace unos minutos y eso
provocó un sentimiento extraño en el mayor. Su corazón comenzó a latir con fuerza, e instintivamente
llevó sus manos a su boca y cerró sus ojos con fuerza, calmando sus hipidos provocados por el llanto.
Fin.
━─━──── ────━─━
Puede que no lo sepan, pero no es un final "bueno" moralmente correcto por obvias razones,
por eso dije que "¿Quién dijo que esto iba a tener un final bueno?".
Y perdón por haberlos asustado, siempre quise hacer una escena así, jeje :D
G.GG