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greenGoGo

Concluida
Madura
¿Qué es más peligroso? ¿Alguien que odia o alguien que ama?
Jungkook llega a la vida de Taehyung para brindarle amor y
seguridad. quizá, demasiada seguridad. Es un chico que actúa
adorable y risueño la mayoría del tiempo, pero todos tenemos un lado
oscuro, y el suyo sale a la luz cuando se meten con lo que es suyo.
Y para él, Taehyung es suyo.
『 Dangerously beautiful 』KookV
ɾ ɩɾꙆ

Published: 2021
Source: https://www.wattpad.com

"La historia comienza cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminan encontrándose.
En el instante menos esperado, pero en el momento indicado"
—Que bonito —dijo cierto castaño caminando hacia la biblioteca en busca de algunos mapas que su
profesor le había encargado buscar.
Su escuela era una mierda. Pero no una mierda como institución o en infraestructura —que era de
muy baja calidad, e incluso tenías que llevar tu propio papel de baño y tenías que cuidar muy bien tus
pertenencias y comida o te quedabas sin nada— sino por los alumnos y profesores que hacían de la
experiencia escolar un martirio.
Al menos para algunas personas.
Y él era una de esas personas.
Primer día y ya era de nuevo la mula de la clase. Si no fuera un pedido directo del profesor se habría
negado.
Todos los días aparecía una frase a cualquier hora del día en su pantalla de inicio. Su primo había
instalado una aplicación para hacer que éstas aparezcan cada día, para al menos lograr hacer que una
sonrisa adornara su rostro, ya que eso casi nunca ocurría.
Él lo agradecía, pero las disfrutaría más si pudiera sentirse identificado o relacionado con todas esas
frases de amor, amor que era nulo en su vida. No puedes disfrutar por completo una canción cuando el
ritmo es bueno, pero la letra es desagradable.
Guardó su teléfono y continuó su camino, deteniéndose al ver a un chico parado frente a la cartelera
de la escuela, dónde habían papeles pegados por todos lados, y un mapa de el edidicio en medio. El
chico parecía perdido, trazando las lineas de colores que indicaban los caminos con sus dedos. Lo
escuchó suspirar exasperado y decidió acercarse para ver si necesitaba ayuda.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó parándose a su lado, mirándolo con ojos curiosos.
El chico volteó a verlo; su cabello largo hasta la altura de la nariz tapó levemente uno de sus ojos al
mirarlo con la cabeza algo inclinada hacia atrás, sus grandes y expresivos ojos le hicieron sentir una
corriente en todo su cuerpo al conectar sus miradas.
El chico se quedó unos segundos observándolo sin decir ni una palabra, la única acción que hizo en
todo ese tiempo de miradas fue girar su cuerpo hasta quedar frente a frente. El castaño un poco
avergonzado por su intensa mirada, y dándose cuenta de que ya habían pasado mucho tiempo en
silencio le obligó a preguntar una vez más.
—Disculpa, es que te vi y parecías algo perdido —dijo apartando la mirada por primera vez.
—Okey, lo admito, si estoy perdido —dijo con una sonrisa tímida, pero a la vez desprecupada.
No pudo evitar reir ante el tono y las palabras que había usado de primeras, le hicieron sentir que era
una de esas personas que siempre andaban positivas, con poca vergüenza y que vivía rodeada de
muchos amigos debido a su personalidad amigable.
—¿Estás buscando un lugar en específico? —preguntó mirando el mapa al no atreverse a volver a
verlo a los ojos y quedar hipnotizado.
—La oficina del director —respondió sin despegar la vista de él chico frente a él—. Inscribirme el
primer día es una costumbre que me niego a romper.
"Bienvenido a la mejor escuela del condado" pensó con sacrcasmo.
—No creo que sea tan malo, mejor tarde que nunca, dicen —respondió con la vista fija en la carpeta
que llevaba en su mano derecha, la cual tenía tatuajes en todos lados.
—Arruinaste mi pensamiento de chico malo —dijo con dolor muy fingido, llevando su mano libre a su
pecho.
—Lo siento, lo siento —se disculpó riéndose y llevando una mano a su boca para tapar su sonrisa. No
le gustaba que las personas vieran sus expresiones, un bajo autoestima y desagrado por la mayoría de
la gente le hizo tener esa manía.
—Te agradecería mucho si fueras tan amable en llevarme allá —pidió llevando su mano libre al
bolsillo de su pantalón.
—Claro, vamos por aquí —dijo apuntando detrás suyo —. Podemos ir por ambos lados, pero la
biblioteca me queda de camino —explicó. No quería perder tiempo en ir a lo suyo o tendría que
escuchar el reproche del profesor el primer día.
—Como tu quieras —sonrío y comenzó a seguirlo.
El castaño pensó en lo bonita que era su sonrisa. Bueno, el chico era completamente bonito, era
adorable cuando sonreía y parecía ser una buena persona. Se preguntó si era correcto comenzar a
hablarle o permanecer en silencio hasta llegar a donde el director y despedirse sin más. La respuesta se
contestó sola cuando escuchó al contrario hablar.
"Habrá que disfrutar de su compañía antes de que una a alguno de los grupitos tan odiosos" pensó
con algo de pena.
—¿Si hay kiosko aquí o debo de traer mi propia comida? —preguntó el chico de pelo largo observando
las paredes.
—Si lo hay, pero sinceramente te recomiendo no comer nada de ahí, o al menos ten cuidado y revisa la
fecha de vencimiento de todo —dijo con mala cara al recordar cuando compro un paquete de papas y
éstas estaban verdes e incluso alguna negras, y la chica no quiso devolverle su dinero.
—Supongo que moriré de hambre —bufó con un puchero en sus labios que Taehyng no pudo evitar
ver al volver su mirada hacia él.
—Puede que tengas suerte y alguien te de algo de lo suyo...si les agradas...
—¿Tu tienes un poco para ofrecerme? —preguntó con una sonrisa coqueta, que Taehyung trató de no
mal pensar e ilusionarse.
Era un gran error ilusionarte el primer día y él lo sabía a la perfección.
—Aquí es —dijo apartando la mirada de la suya y posandola sobre la puerta que estaba buscando—.
Adios. Suerte encontrar comida.
Avanzó unos pasos más camino a su destino original. Había sido agradable pasar esos minutos junto a
él chico desconocido, pero sabía que aquí terminaba todo. No era la primera vez que ayudaba a alguien
el primer dia, solo para que al segundo esa persona comenzara a molestarlo luego de ir por el camino
fácil; hacerse amigo de los brabucones del lugar para no tener que ser la victima.
Camino por el cual el jamás iría, ni aunque tuviera que soportar palizas y horas de hambre.
Entre ser o no ser, él era.
Se detuvo al sentir un tirón en su mano, volteó a que era lo que le impedía seguir caminando,
sorprendiendose al ver que aquel lindo chico sostenía su mano en un intento por detenerlo.
—Antes de que te vayas, ¿cómo te llamas? —preguntó con una mirada que él castaño no pudo
desifrar, pero que le hacía sentirse feliz junto con el interes en sus palabras.
Dudó recordando cosas de las cuales no quería hacerlo. Iba a negarse, pero algo en la mirada del otro
le trasmitía seguridad. No se sentía mal el querer confiar.
—Taehyung...
—Taehyung —repitió regalándole una sonrisa adorable a ojos del castaño. Hasta parecía un niño si
solo veías su rostro y no su cuerpo y tatuajes.
Quitó su mano rápido sin querer que parezca brusco y comenzó a caminar a páso rápido hasta la
biblioteca. Quiso ingorar los fuertes latidos en su corazón luego de ver semejante belleza sonreirle a él
de esa forma. Era inevitable, cualquiera se hubiese puesto rojo al verlo de lejos solamente.
"Normal, nos pasa siempre que vemos a alguien atractivo" trató de convencerse de que no era algo
especial, y solo era una reacción más del cuerpo humano.
La mirada de aquél chico nuevo cambió por completo cuando el castaño estuvo fuera de su campo
visual. Su sonrisa pasó de ser una tierna a una media sonrisa algo tétrica, a la vez que sus ojos se
entrecerraban observando el lugar por dónde de había ido aquel amable y lindo chico.
—Taehyung... —repitió.
Soltó una risa corta, pasó su lengua por sus labios y se giró para tocar la puerta frente a él.
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Corrió no muy rápido hasta su aula con el mapa de un metro en sus manos, ya con la idea de no gastar
tanto sus energías si ya se había tardado lo suficiente como para seguramente recibir un regaño.
—Disculpe la tardanza —dijo por respeto más que por gusto, con la respiración algo agitada.
—¿Acaso quieres que mi clase se arruine? ¿Eh? —la voz de su profesor sonaba fuerte, aunque no
llegaba a sonar como un grito—. Si tantas ganas tienes de andar por ahí holgazaneando en vez de hacer
lo que te pido entonces no entres a mi clase en primer lugar.
—Lo siento —dijo dejando el mapa sobre su escritorio, esperando su aprobación para volver a su
asiento.
—Por hacerme perder el tiempo, te vas a quedar parado frente a la clase hasta que termine —dijo sin
disimular lo mucho que le gustaba hacerle pasar un mal rato.
Sabía que era inútil explicarle el motivo de su tardanza, que solo lo acusaría de mentiroso y
maleducado, y eso solo sería darle más motivos para que lo denigrara.
Maldijo por dentro y quiso salir corriendo directo a un campo de cactus antes de tener que mirar a los
rostros de sus compañeros durante más de media hora. Estaba seguro de aprovecharían tenerlo de esa
forma para hacerle alguna maldad.
Y no se equivocó.
Pasaron solo cinco minutos y un chico sentado al frente comenzó a arrojarle bolas de papel directo a
su rostro, y otros compañeros fueron uniéndose a él a lo largo de los minutos. Solo cuando ya fueron
demasiadas las bolas de papel en el piso, cuando comenzaron a esparcirse hasta llegar al lugar donde el
profesor pisaba, fue que éste les dijo que pararan.
Apretó los puños aguantandose las ganas de mostrarse débil, mordiéndose el labio con fuerza hasta
sentir el sabor metalico ingresar a su boca. Sabor que ya hasta le era indiferente por todas las veces
que se había lastimado a si mismo.
Estaba seguro de que sus labios lo odiaban y se veían terriblemente mal.
Pudo volver a respirar cuando el sonido de la campana se escuchó por todo el lugar, moviéndose
rápidamente hasta su asiento para revisar sus pertenencias, rezando por que no le faltara nada.
Suspiró aliviado al notar que todo seguía en su mochila.
Como siempre, esperó a que el aula se vaciara para poder irse sin temor a que lo empujaran en el
acto. Caminó rápido hacia el aula de un curso más avanzado pero del mismo año, en busca de su unico
amigo en la institución. Tenía en mente regañarlo por no contestarle un mensaje en todo el tiempo que
las vacaciones duraron. Incluso antes de que terminara el año anterior, éste casi no pasó tiempo con él
ni le hablaba como antes.
No sabía si iba a encontrarlo en el aula, podría haber salido antes, pero con mirar no perdía nada.
Llegó y notó que no solo si estaba allí, sino que todos los de su clase parecían estar dentro, rodeando
el asiento de alguien que no logró divisar debido al cúmulo de gente.
No iba a entrar con todas esas personas, mucho menos con el chico que divisó entre ellos; Kim
Minjae, quién es una de las personas que más detesta de entre todas, y jura que el sentimiento es
recíproco. Decidió esperar en el marco de la puerta a ver si se alejaba de ellos o hacia contacto visual
con él.
Escuchó desde el centro de la ronda una voz que le resultaba familiar, pero no del todo. Trató de
recordar dónde había escuchado esa voz antes, pero la una voz irritante ante sus oídos interrumpió sus
pensamientos.
—Taehyungie, ¿que haces aquí? —preguntó Minjae observándolo desde su lugar, haciendo que todas
las miradas se pasaran sobre él— ¿viniste a buscarme, cariño? —preguntó en tono burlón.
Taehyung rodó los ojos y buscó con la mirada a su amigo una vez más, sonriendo levemente al notar
que éste lo estaba observando también.
—Seojoon Hyung, ¿podemos hablar? —preguntó calmado, tratando de ignorar todas las miradas sobre
él.
La risa de Minjae resonó en las cuatro paredes, seguido de su grupito de amigos que se le unieron,
incluso Seojoon.
—¿No le contaste? —preguntó con sorpesa fingida—. Bueno, que mejor momento que ahora —le dijo
al que Taehyung consideraba amigo—. Demuestrale cómo son las cosas ahora...y así probaras que eres
digno de pararte junto a nosotros.
El tono con el que lo había dicho era tan repugnante que Taehyung sintió un escalofrío por todo su
cuerpo. Miró a su amigo totalmente confundido y asustado, preguntándole con la mirada a que se
refería con esas palabras.
Seojoon se acercó a él sin expresión alguna, y cuando llegó frente a él cambió totalmente. Lo miraba
desde arriba, con un aire de superioridad y rechazo que Taehyung pudo sentir en lo más profundo de su
corazón.
—Era tan aburrido fingir ser tu amigo —dijo con gracia en cada palabra—. Solo necesitaba que
hicieras mis tareas y me alimentaras mientras estaba aquí, pero me cansé de eso y Minjae me ofreció
algo más interesante.
—H-hyung...¿Que dices...? —no pudo evitar que la voz saliera quebrada al momento de intentar
preguntarle que era lo que estaba diciendo.
—No me dirijas la palabra si no quieres ganarte un enemigo más. Estoy harto de ti y de tener que
fingir que me agradas —soltó sin pudor.
Taehyung quería decir algo, quería, de verdad. Pero nada salió de su boca, pero si comenzaba a salir
de sus ojos. Buscó con la mirada a Minjae para al menos maldecirlo para sus adentros, pero se quedó
aún más shockeado al ver al chico de la mañana ser rodeado por todos. Por alguna razón se sintió
mucho peor luego de verlo, sentía incluso vergüenza.
Se giró al sentir caer la primer lágrima y corrió lejos de allí, lejos de esa gente, lejos del que decía ser
su amigo, al unico de allí que quiso de verdad, al que le confió muchos secretos, al que pudo sonreirle
sin pena ni vergüenza. A aquél chico estúpidamente lindo que lo miraba con el ceño fruncido.
Ahora todo tenía sentido. Las veces en las que lo molestaban a él y no a Seojoon; cuando otras veces
también molestaban a la gente que intentaba acercársele con buenas intenciones, cuando le pedía que
por favor terminara su tarea ya que debía de cuidar a su abuela...todas esas veces Minjae había hecho
una fiesta.
Dejó de correr luego de varios minutos sin estar seguro de hacia donde se dirigía, trató de calmar su
respiración agitada mientras la misma era alterada a causa de su llanto. Se odió. Se odió tanto por ser
tan ingenuo y estúpido, por no darse cuenta antes, por que le afectara tanto, por confiar.
"La gente es repugnante" pensó recordando los momentos con el mayor, en una amistad que solo él
dusfrutaba.
"A la mierda todos, no necesito a nadie, a nadie"
Se sentó en suelo apoyando su espalda contra la pared de la parte trasera del gimnasio, donde había
terminado. Llevó sus rodillas a la altura de su rostro y se permitió llorar todo lo que quisiese por esa
vez, solo esa única vez. No le importaba si alguien lo escuchaba, no le importaban las clases que
seguían ni lo que pensaran los demás de él luego de presenciar la escena que se armó.
Con el paso de los minutos su llanto disminuía, hasta que ya no quiso seguir haciéndolo. Se limpió el
rostro con la manga de su camisa y suspiró hondo. Levantó la mirada y tragó sintiendo su garganta
seca, señal de que tenía sed.
—Vaya mierda todo... —dijo observando las nubes moverse lentamente.
Un rostro apareció en su campo visual y pegó un grito asustado. Escuchó una risa y notó mejor a
quien había irrumpido en su momento de paz. El chico de la mañana lo mirada desde arriba, sacando la
cabeza de una ventana que estaba sobre él.
—Con que aquí estabas —dijo sonriendo para luego subirse al marco de la ventana y saltar hasta
quedar frente a él.
Decir que estaba confundido con la actitud del chico frente a él era poco. Apartó la mirada él
limpiando una vez más su rostro por si había quedado algún rastro de lagrimas secas debajo de sus
ojos, no quería que lo viera peor de lo que ya estaba.
—¿Qué quieres? —preguntó sin mostrar mucho interés. Si el chico venía a burlarse de él,
definitvamente terminaría por confirmar que su vida es un asco, y que estaba destinado a estar rodeado
de personas que solo le harían querer tirarse de un décimo piso.
Claro que tener ganas y tener el valor para hacerlo son dos cosas completamente distintas.
—Me preocupé —respondió sentándose en forma de indio a su lado sin acercarse demasiado. Giró a
verlo con una leve pero sincera sonrisa—. No entendí del todo que fue lo que pasó y tampoco voy a
preguntar, pero te veías muy mal...Me preocupé.
Taehyung volteó a verlo, tan sorprendido como apenado al recordar la escena tan humillante que el
chico a su lado había presenciado. Se emocionó por un momento, pero luego la duda y la desconfianza
volviendo a ocupar todo el espacio en su cabeza y sobre todo, en su corazón.
—No bromees, a penas me conoces —dijo llevando su mirada a sus manos—. Ni siquiera sé tu nombre
—balbuceó lo último sin la intención de ser escuchado, pero el otro lo hizo.
—¡Es verdad! No te dije mi nombre —se giró y quedó con el perfil de Taehyung frente a él—. Mi
nombre es Jeon Jungkook —sonrió esperando alguna respuesta del castaño.
—...Okay —fue todo lo que dijo luego de evitar mirarlo.
No le gustaba ser tan borde o que pareciera que no le importaba en lo más mínimo cuando en
realidad le gustaría conocerlo mucho más, pero no sabía si...No. Más bien, no quería saber si el también
se acercaba a él con malas intenciones y un falso interés por querer tener algun tipo de relación.
Dolía mucho cuando las personas a las que le tenía aprecio lo lastimaban. Dolía mucho más que las
palabras de esa gente que no le importaba en lo más mínimo.
—Sabes, cuando se acercaron a mí pensé que eran agradables... —comenzó a hablar apoyando su
codo sobre su pierna y su barbilla en la palma de su mano, mirándolo sin quitar en ningún momento esa
sonrisa típica de maestra jardinera amable—. Pero, luego te dijeron todo eso y te hicieron llorar...No
quiero saber nada con gente así.
—Lo siento, pero...vete —dijo escondiendo su rostro entre sus brazos— Por favor.
Jungkook borró su sonrisa y lo miró preocupado, no sabía por qué le pedía eso, pero tenía una idea
luego de escuchar la conversación y el trato de los demás con él. No había que ser muy inteligente para
saber que Taehyung no se llevaba bien con nadie de allí y nadie tenía la intención de hacerlo. Por las
heridas en sus labios y su forma de hablar, como si quisiera alejar a todos de él, pudo darse cuenta de
que el castaño sufría de la peor de las formas en que alguien puede hacerlo; en silencio y aguantando
todo.
—No quiero irme, así que me quedaré —dijo despreocupado.
—Vete —repitió un poco más fuerte.
—No traje comida, pero tengo una botella de agua en mi mochila, ¿Quieres un poco? —ofreció
acercándose más a el otro.
Taehyung levantó ma mirada tratando de que en ésta se notara lo que en realidad no sentía pero
quería aparentar que sí; enojo.
—¿Acaso no entiendes que no te quiero aquí? —preguntó manteniendo la mirada, sintiendo que eso
hacía que sus palabras sonaran más verdaderas.
—Luego de llorar tienes que hidratarte, de lo contrario te dolerá la cabeza —continuó hablando como
si el castaño frente a él nunca le hubiera dicho que se fuera, manteniendo esa sonrisa que ya
comenzaba a irritar al otro.
—¡Bien! Me iré yo entonces —dijo tomando su mochila y colocándose de pie para comenzar a alejarse.
Sin un lugar en mente, solo quería alejarse del pelinegro.
Escuchó pasos detrás suyo y confirmó que había comenzado a seguirlo luego de escuchar su voz
nuevamente.
—¿Hay papel en los baños? ¿O eso también debo de traerlo yo? —preguntó sin cambiar el tono de voz,
caminando detrás de Taehyung con la mano en los bolsillos.
—Deja de seguirme —dijo apretando más el agarre en la correa de su mochila. No comprendía por
qué el pelinegro no lo dejaba en paz, ¿acaso tantas ganas tenía de molestarlo? ¿Había hecho una
apuesta con Minjae para ver cuanto tardaba en verle la cara de estúpido de nuevo?
—Pero quiero hacerlo —dijo con un puchero en sus labios que Taehyung no pudo ver debido a que no
podía verlo.
Se detuvo de golpe haciendo que el pelinegro casi chocara con su espalda, se giró a él y suspiró
rendido.
—¿Es una petición de Minjae? Si es así dile que se vaya a la mierda y me deje en paz al menos el
primer día —dijo con fastidio.
—¿Por qué piensas que necesito una razón para acercarme a ti? —preguntó serio, con preocupación
en sus palabras y una mirada que le hacía sentirse regañado—. Solo quiero conocerte más, que
podamos ser amigos, ya sabes...
—No necesito amigos, no necesito a nadie —dijo volviendo a girarse para continuar caminando.
—¿Por qué dices eso si no es lo que realmente quieres? —preguntó haciéndole saber que no podía
mentirle ni disimular algo que no era.
—Tu no sabes que es lo que quiero, no hables como si me conocieras —dijo cuando volvió a girarse
para encararlo una vez más.
—Tu boca puede decir mentiras, pero los ojos no mienten, Taehyung —dijo acercándose un poco más
hacia él, con la mirada totalmente fija en sus ojos.
Taehyung tragó duro luego de escuchar la forma en la que había dicho su nombre, y la atenta mirada
con la que estaba siendo observado. Apartó la suya sintiéndose avergonzado ante la cercanía de otro,
tratando inutilmente de mantener su postura de negación ante sus ganas de acercarse a él.
—Solo alejate, ya estoy harto de todos... —dijo sin ganas ya de ocultar el dolor en sus palabras,
girando para avanzar hasta unas escaleras que había cerca de ellos, y sentarse en uno de los primeros
escalones.
—Aún no he hecho nada para que te hartes de mí —dijo defendiendo su idea de querer conocerlo más.
Jungkook se sentó un escalones más arriba que Taehyung, a su lado. Taehyung se quedó pensando un
todo lo que le había ocurrido en el día y suspiró cansado.
"Soy muy joven para estar tan harto de la vida" pensó abrazando su mochila inconscientemente.
—Si quieres puedo demostrarte que quiero llevarme bien contigo, ¿Qué quieres que haga para
probarlo? —preguntó abrazando sus piernas, con la mirada sobre el otro, con la misma sonrisa de antes.
Taehyung se lo pensó. Iba a pedirle que si quería el agua que le había ofrecido antes, sintiendo la
garganta seca y su cabeza comenzar a doler un poco, pero recordó que debían de estar en clase y no
podría ir a buscarla sin que lo regañaran.
—Nada —contestó finalmente.
—¿Estás seguro? Porque puedo hacer lo que quieras, enserio —dijo con una emoción que el castaño
no comprendió.
—No deberías de entregarte tanto a una persona que acabas de conocer —dijo mirándolo por primera
vez desde que se sentaron.
—¿Porque? Yo quiero que confíes en mí, asi que tengo que confiar en ti tambien —respondió como si
fuera lo obvio.
Taehyung pudo sentir la calidez y sinceridad de sus palabras, lo que lo hizo sonreir
inconscientemente. Jungkook tambien sintió cómo su corazón palpitaba con más fuerza al ver en todo
su esplendor aquella sonrisa que tanto se negaba a mostrar.
Por suerte, Taehyung no se dió cuenta de su pequeño "error" y solo negó con la cabeza al pensar que
no podría alejar facilmente al pelinegro que ahora lo miraba con la misma mirada que cuando tomó su
mano más temprano.
—Oye, no me respondiste lo del papel de baño —dijo de nuevo para afirmar que preguntaba en serio.
—Regla indispensable número tres —respondió levantando tres dedos en su dirección—. Trae papel
todos los días y cuídalo como si fuera oro. Aunque si puedes, trata de no ir al baño de aquí.
—¿Tres? ¿Hay más? —preguntó tratando de no mostrar su alegría al ver que el castaño parecía
haberse rendido con la idea de alejarlo.
—Bueno, no es que las haya, yo me las inventé pero debería haber un cartel con todas ellas en la
entrada —dijo abriendo su mochila buscando algo en su interior.
—Si tu lo crees, entonces informame —pidió apoyando su barbilla en ambas manos. La sonrisa no se
le iba por nada.
—Regla número uno; siempre ten tus cosas encima, aquí puede desaparecer tu mochila en menos de
lo que tardas en pestanear —sacó un túper rectángulo color lila, sacó tres cubiertos de plástico en una
bolsa, mostrando que eran nuevos— dejó la mochila a un lado y le ofreció la cuchara a Jungkook—.
Regla número dos, siempre trae tu comida, y también cuidala como si fuera oro. Aquí son unas hienas
que roban la comida de quien sea.
—¿Enserio vas a compartirla conmigo? —preguntó refiriéndose a la comida. Taehyung asintió con un
pequeño rubor en sus mejillas, casi imperceptible.
—No es mucho...ni lo mejor, pero debes de comer algo, solo por este día —explicó con una
indiferencia que el chico a su lado no creyó en lo más mínimo.
Jungkook tomó la cuchara con una sonrisa mucho más grande que la que normalmente mostraba,
agradeciendo por la comida antes de tomar un poco de arroz condimentado del recipiente.
La camapana sonó una vez más, anunciando el cambio de hora. Aún flataban otra hora para la hora de
comer, pero no iban a hacer caso a lo que le dijeran, al menos no por lo que resta del día.
—Oye, Taehyung, pásame tu número —pidió con la boca llena, cosa que hizo que el castaño lo mirara
con el ceño fruncido.
—Primero; no hables con la boca llena. Segundo, no.
—Vamos, necesito tu numero para poder hablar contigo fuera de la escuela —pidió llevando otra
cucharada de arroz a su boca. Estaba realmente bueno, y la carne que lo acompañaba también tenía un
gusto exquisito.
—¿Y por qué haríamos eso? No somos amigos, no te ilusiones —dijo lo último en un tono más bajo,
más para el mismo que para el otro.
—Vamos, no seas así —pidió nuevamente mientras masticaba. Taehyung lo miró mal y no pudo evitar
golpear suavemente su frente.
—No hables con la boca llena —regañó una vez más.
—Lo siento, lo siento... —Jungkook se quedó unos segundos mirando el suelo, luego volvió su mirada a
él con una media sonrisa divertida—. Ya sé que hacer para que confíes en mí.
—No tienes que hacer nada, ya te dije que ésto es solo por ésta vez —dijo en tono neutro apartando la
mirada a su comida.
—Voy a cuidarte —dijo decidido, tomando una cucharada más de arroz—. No dejaré que nadie te haga
daño.
Y Taehyung se atragantó con un pedazo de carne, con las mejillas encendidas, el corazón a mil, y con
un mal presentimiento contradictorio a lo bien que se sintió escuchar esas palabras.
*•*•*•*•*
Como estoy eh, pues nada, aquí otra historia jaja
G.GG

Taehyung se dió cuenta de que Jungkook era realmente insistente; curioso, insistente, perseverante e
insistente, de nuevo. Hasta la hora de salida estuvo haciéndole preguntas sobre la escuela, queriendo
saber más sobre el castaño, insistiendo en conseguir su número y hablando sobre él mismo para
transmitirle confianza.
Con todo lo que habló ya sabía cual era su color favorito; sus gustos musicales, su talla de ropa, el
distrito donde vivía, que le gustaban los deportes y pasar tiempo con amigos, que era menor que él, sus
materias favoritas y las que no le gustaban, y sobre todo, sabía que no pararía hasta que Taehyung
aceptara ser su amigo.
Taehyung no comprendía el porqué de su insistencia e interés, tampoco supo porqué lo estaba
acompañando hasta la estación de tren, ni porqué mintió con tomar el mismo tren solo para esperar a
que se hubiera subido a salvo. Fue un acto tan lindo que no pudo evitar que su corazón se acelerara al
verlo sonreírle aún cuando el tren avanzó varios metros.
—No...no te emociones —se dijo a si mismo.
Cuando llegó a su casa, ingresó murmurando un "llegué" aún sabiendo que no habría nadie para
contestarle. Solo recordó lo sucedido con Seojoon cuando vio la foto que él había tomado de ambos, en
ambos rostros se mostraban sonrisas, pero sólo la de uno era sincera.
Tomó la foto que estaba a un lado de su monitor y la rompió en varios pedasos, lanzandola al pequeño
contendor de basura a un lado de su escritorio. Se tiró en su cama y decidió que solo dormiría hasta la
hora de la cena, cerrando los ojos con una sola imagen en su cabeza; Jungkook sonriendole.
Se despertó alrededor de las 11 con el estómago rogándole por comida. Llamado al que respondió sin
mucha vacilación, después de todo, la comida no se haría sola.
Tomó un baño largo antes de comenzar a cocinar.
Mientras preparaba algo rápido y poco elaborado, su teléfono sonó avisando que alguien lo llamaba,
miró la pantalla sin dejar de colar el arroz y sonrió un poco al notar que su primo lo estaba llamando.
Atendió y se colocó el teléfono entre su hombro y su mejilla para seguir cocinando mientras hablaba.
—Hyung, ¿no es muy tarde para hablar sobre videojuegos?
—Hola, primito de mi corazón, yo estoy bién, muchas gracias por preguntar, si, si comi,
gracias por preocuparte tanto —Habló con sarcasmo el chico al otro lado de la línea.
—¿Por qué eres tan dramático, Daehyun?
—¿Por qué me odias, Taehyung?
—Sabes que te quiero, maldito drama queen —dijo terminando de colocar su comida en el plato.
—Aaww, yo también te amo mucho, maldito nerd —respondió con una voz exageramente
cariñosa.
—Jamás dije que te amaba, tampoco exageres.
—¿Tienes algo que hacer el domingo a la noche? —preguntó ignorando sus palabras anteriores.
—Pues-
—¡Perfecto! Entonces iré a buscarte eso de las ocho, iremos a ver a un lugar que te
sorprenderá —dijo emocionado, sin intenciones de aceptar una respuesta negativa de parte del
castaño.
—Oye, yo no dije que-
—Descansa, te veo el sábado —dijo rápido, sin darle tiempo a contestar algo—. Te quiero, toma
mucha agua.
—Pero, yo...olvídalo, también te quiero —dijo dándose cuenta de que no iba a poder negarse.
La llamada finalizó y se rió por la actitud de su único primo. Todas las semanas lo invitaba a algún
lugar para sacarlo de su casa y hacer que olvide su vida escolar y cotidiana aunque sea por un par de
horas, y Taehyung no podía estar más agradecido por eso. Había hechos varios amigos fuera de la
escuela gracias a él, aunque eran más conocidos de su primo con los que se llevaba bien, más que
amigos.
—Quién necesita amigos con un primo así —dijo comenzando a comer, en silencio.
Dejó algo de arroz en el tuper que había lavado con anterioridad y lo guardó en la heladera para el
siguiente día, fue a lavar sus dientes y se acostó con una sonrisa en sus labios. No necesitaba tanto para
ser feliz, solo personas que lo quisieran, no importa la cantidad sino la intensidad.
Por alguna razón la imagen de cierto pelinegro invadió una vez más sus pensamientos, haciendolo
suspirar.
━─━──── ────━─━
"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andabamos para encontrarnos" —Julio Cortázar.
—No comprendo... —dijo luego de leer la imagen que apareció en su pantalla.
Iba ingresando a su amada escuela cuando notó a alguien pararse frente a él, impidiendole avanzar.
No miró a la persona y solo trató de pasar por su lado, pero aquél sujeto se colocó frente a él una vez
más, impidiendole seguir caminando. Levantó la vista ya cansado y se encontró con uno de los amigos
de Minjae mirándolo con burla.
—Ay no, tenía que ser éste —dijo haciendole saber lo mucho que le desagradaba—. Muévete, no tengo
ganas de seguir viéndote la cara.
—¿Cuando aprendiste a ser tan grosero, Taehyungie? —dijo con falsa simpatía.
—Que asco, no me digas así —dijo tratando de seguir caminando, pero un fuerte agarre en su hombro
lo hizo detenerse.
—Parece que aún no aprendes cuál es tu lugar en esta escuela —tomó su mochila e intentó quitarsela,
pero Taehyung se lo impidió aferrando más su agarre en la correa que estaba tomando—. No hagas esto
más difícil y dame la maldita mochila —dijo sin ocultar su tono violento.
—Pudrete —dijo Taehyung haciéndole frente, sin intención de mostrarse débil.
—Maldita puta —dijo lanzandolo al suelo de una cachetada tan fuerte que lo pudo escuchar hasta las
personas que no estaban prestando atención a la escena.
Taehyung se llevó la mano al lugar donde había recibido el golpe y sintió caliente su mejilla. Miró de
nuevo al estúpido que lo había golpeado y se sorprendió al verlo retorcerse del dolor mientras Jungkook
lo tenía de rodillas, con un brazo detrás de su espalda, y la posición se veía tan dolorosa como
incómoda.
No pudo ver con claridad el rostro del pelinegro, pero pudo deducir que estaba enfadado por su tono
de voz.
—Oye, nadie lo toca, menos en mi presencia —dijo mientras hacía cada vez más fuerte el agarre en el
brazo contrario.
Los gritos de dolor de aquel chico atrajeron la mirada de todos los estudiantes que estaban cerca y de
los que empezaban a llegar. Taehyung se hubiera reído de la posición en la que estaba aquél imbecil,
pero su mente prefirió admirar lo sexi que se veía Jungkook en esa situación. Sin nombrar lo feliz que
se sintió al ser defendido de esa forma por él.
Aunque eso no le quitaba la vergüenza de las mismas acciones. Es que todos estaban viendo y habían
escuchado sus palabras.
Reaccionó luego de unos minutos al recordar que seguramente alguien llamaría a algún directivo
para ver que era lo que ocurría, y se apresuró a levantarse para llevarse a Jungkook lejos del lugar.
—Jungkook, suficiente, tenemos que irnos antes de que algún profesor venga —dijo tomando su brazo
libre. Jungkook cambió su expresión por completo y sonrió al mirarlo.
—Taehyung, espera, haré que se disculpe —dijo haciendo gritar más al chico en el suelo.
—No necesito sus disculpas, solo vámonos, o estarás en problemas —dijo tratándo de apartarlo de allí.
—Pero, el te golpeó —dijo con el ceño fruncido.
—Y tu le estás por romper el brazo —dijo rodando los ojos—. Vamonos, por favor —pidió tomando su
mano el lugar de su brazo.
Jungkook pareció ceder ante sus palabras y soltó al chico para dejarse arrastrar por Taehyung, sin
mirar en ningún momento al chico que dejó quejándose de dolor detrás suyo. El pelinegro hizo que se
detuvieran y se quedó observando la piel del castaño con detenimiento, apretando su puño libre con
enojo al recordar cómo aquél chico lo había golpeado, que parecía ser con mucha fuerza, ya que le dejó
una marca muy notoria.
Taehyung se quedó helado al sentir la palma del menor sobre su herida. A penas la tocaba, con
cuidado y de forma suave, sin querer presionar demasiado al pensar que dolería al hacerlo.
—¿Te duele mucho? —preguntó llevando su mirada a la del castaño, la cual ya estaba sobre los ojos
profundos del azabache, mirándolo con unos ojos que buscaban algo en su mirada.
—...Si —respondió sincero al no tener ganas de mentirle—. Gracias, pero hubiera sido mejor que no te
metieras —apartó la mano del menor sin romper el contacto visual—. Ahora se meterán contigo por mi
culpa.
—No me importa que se metan conmigo, me preocupa que lo hagan contigo —dijo llevando su mano
nuevamemte al rostro del mayor—. Te dije que iba a cuidarte, ¿recuerdas? —sonrió.
—Y yo te dije que no tenías que hacerlo, ahora vendrán todos los amigos de Minjae y de seguro que te
darán una paliza, estúpido —dijo enojado al darse cuenta de que iban a lastimarlo por su culpa.
—Se pelear, no podrán hacerme nada —dijo orgulloso, sacando un pañuelo de su mochila—. Toma,
mojalo y ponlo en tu mejilla.
—No te golpeará uno solo, son unos cobardes —dijo aceptando el pañuelo—. Y lo siento, pero no creo
poder hacer mucho para ayudarte.
—Si estas preocupado por mi, significa que me darás tu número ¿verdad? —preguntó emocionado,
ignorando sus palabras.
—¿Por qué jamás me escuchan? —dijo golpeando su rostro al recordar la conversación que tuvo con
su primo.
El sonido de la campana se escuchó por todo el lugar, señal de que las clases habían comenzado.
Jungkook tomó la mano del mayor y lo acompañó hasta su clase, por las dudas. Taehyung siguió
advirtiéndole sobre Minjae y sus amigos durante todo el corto camino, pero Jungkook solo lo ignoraba
pidiéndole su número.
—Vendré rápido a buscarte, no salgas solo ¿Okay? —dijo dándole una botella de agua para mojar el
pañuelo anteriormente dado—. Y sólo dime si alguien te molesta y yo me encargo.
—Jungkook, ya vete —dijo sin tomar la botella. Ingresó a su aula bajo la atenta mirada de todos,
murmurando cosas a las que Taehyung prefirió no prestarles atención.
No pasaron más de cinco segundos luego de tomar asiento cuando una de sus compañeras se paró
cerca de él con su grupito de amigas y comenzaron a hablar en voz alta para que el castaño las
escuchara bién.
—No puedo creer que un chico tan lindo y sexi haya defendido a...esa cosa —dijo una de ellas mirando
sin disimulo al castaño que aún no había comenzado a sacar sus cosas de la mochila.
—Seguro que luego de que le dieran tantas palizas y lo humillaran, lo contrató como guardaespaldas
—dijo la chica rubia.
—Yo digo que es su puta personal, y el chico no quiere que dañen su nuevo juguete sexual —habló la
peliroja.
—Cierto, cierto —comenzaron a reirse—. Aunque, que juguete tan feo.
—Seguro que Minjae le enseñó a dar buenas mamadas.
Taehyung sintió su pecho doler mucho más con ese último comentario. Quiso apoyar su rostro en la
palma de su mano, pero se había olvidado que una estaba lastimada, haciendo que soltara un quejido de
dolor poco audible.
—Se merece el golpe que le dió Wooseok.
Por suerte para el castaño, la profesora de quimica entró justo luego de aquel comentario, haciendo
que las chicas fueran a sus respectivos asientos.
"Ni siquiera he visto su pene porque estaba demasiado ocupado llorando mientras intentaba
quitarmelo de encima, estupidas" pensó aún afectado por el comentario sobre Minaje.
━─━──── ────━─━
—¡Taehyung! —gritó Jungkook asomándose por la puerta de su aula mientras todos salían de ésta.
El nombrado estaba guardando sus cosas en la mochila y se asustó por el repentino grito, luego se
calmó al ver de quién se trataba. Caminó hasta dónde se encontraba el menor y salió caminando como
si nada por su lado.
—Taehyung, tu mejilla aún está algo roja, ve a mojarte la cara —escuchó decir al menos detrás de él.
—La gente piensa que me acuesto contigo, que por eso me defendiste y estás conmigo —soltó sin
dejar de caminar, sorprendiendo al menor.
—¿Qué? Eso no es verdad.
—Obvio que no lo es, pero la gente cree lo que quiere creer —Taehyung se detuvo en las escaleras
dónde se habían sentado el día anterior y se sentó en uno de los escalones—. Te dije que te alejaras,
ahora diran cosas sobre tu y yo, seguramente también traten de dejarte mal frente a todos por mi culpa
—dijo sacando una barras de cereales de su mochila.
—No es tu culpa que los demás sean tan idiotas —dijo sentándose a su lado, aceptando con una
sonrisa la barra de cereal que el mayor le ofreció—. Gracias.
—De igual forma, no tendrás una vida escolar normal si piensan que tienes algo conmigo, te lo digo
por tu bien —dijo mirándolo con suplica—. Jungkook, me agradas, no quiero que tengas que soportar lo
que yo.
—No me molesta que piensen que tenemos algo, de hecho me gusta —dijo mirandolo normal, como si
no hubiese dicho nada que haga que el castaño casi se ahogara con lo que estaba comiendo.
—¿Q-que cosas dices? —preguntó con el color rojo no solo en una de sus mejillas—. No digas
estupideces.
—No son estupideces, de verdad que me gusta —dijo comiendo el último pedaso de cereal.
Taehyung se quedó un momento pensando en si preguntar o no preguntar, en si creerle o no creerle.
Al final decidió preguntar pero no creerle.
—¿Por qué? —preguntó mirandolo de una forma que el azabache no pudo decifrar, pero que no le
agradó para nada, por alguna razón—. ¿Por qué eres así conmigo? No me hagas sentirme de esta forma
para luego hacer lo mismo que ellos, no creo pode-...
Jungkook unió sus labios sin dejar que continuara hablando. Solo los unió durante un par de
segundos, pero se sintió como si hibiese sido más tiempo.
Taehyung se quedó helado en su lugar, con los ojos abiertos sin poder reaccionar a lo que el menor
acababa de hacer. Cuando el menor se alejó, le sonrió.
—Sabes, ayer no fue la primera vez que vi —admitió bajando la mirada con un rubor notable en sus
mejillas.
Taehyung abrió la boca para decir algo, pero no salió nada. Jungkook aprovechó eso para seguir
hablando.
—Un amigo mío es amigo de tu primo, Daehyun —comenzó a contarle sin mirarlo—. Hace dos meses,
el te llevó a su fiesta de graduación y yo estaba allí porque también era la fiesta de mi amigo, ahí fue
cuando te vi...
El castaño comenzó a escucharlo con interes y sorpresa a medida que iba avanzando es su relato. Sin
poder creer que el menor lo conocía desde antes.
—Cuando te vi pensé: Wow, es tan hermoso. Y cuando te vi sonreir, no pude apartar la mirada de ti en
lo que restaba de fiesta, y por alguna razón no tuve el valor para hablarte —confesó mirándolo a los ojos
después de un rato—. Eso es muy raro en mi, ya que no soy tímido ni nada de eso, soy de encarar y dar
el primer paso siempre...pero contigo no fue igual.
—Jungkook, tu-
—¡Un mes después te vi de nuevo! —dijo alzando un par de tonos más, como pidiéndole que lo dejara
terminar—. Esta vez estabas con una niña pequeña en el parque de los peces, yo fui allí a recojer un
quit de boxeo que había comprado por internet, y me estaba yendo cuando te vi y te reconocí al instante
porqué ¿cómo no reconocer a tal belleza? Quiero decir, eres realmente hermoso, Taehyung, y no sé
porqué nadie aquí lo nota —dijo nervioso, con un tono más rojo que el anterior.
Taehyung se colocó de igual forma luego de escuchar sus palabras. No podía creer que el chico frente
a él era el mismo que había hecho gritar de dolor a un chico mucho más grande que él hace un par de
horas. Se veía tan bonito avergonzado.
—Me quedé horas viendo como jugabas con esa niña, viendo lo cariñoso y atento que eras con ella y
ahí confirmé que me gustabas...aún sin saber tu nombre, ni nada más. Le pregunté a mi amigo, que
también es amigo de tu primo, si te conocía, y me dijo que asistias a esta escuela, así que me transfería
solo para ver si podía conocerte...y estaba tan feliz de encontrarme contigo a penas llegaba —admitió
sonriendo a penas—. Sentí que fue el destino.
—E-eso...eso es bastante tétrico, si te lo piensas bien —bromeó apartando la mirada.
—Bueno, si, pero...La cosa es que, no tengo malas intenciones contigo —dijo completamente serio,
tomando su rostro del lado sano para hacer que lo mirara—. No sé quién te dañó de esta forma,
Taehyung. Pero yo no tengo intenciones de hacer lo mismo, y voy a ganarme tu corazón, definitivamente
lo haré.
—Yo... —Taehyung quería hablar, pero no había nada que quisera decir exactamente. No podía creer
todo lo que le estaba diciendo, no podía ser verdad, era demasiado bueno como para que le estuviera
pasando a él.
—No me importa que toda la escuela me odie, mientras tú no —sonrío y apartó su mano del rostro del
contrario—. Ya te lo dije, voy a cuidarte.
—¿Quién es tu amigo? —preguntó tratando de cambiar de tema.
—Moon Jongup, ¿lo conoces?
—Si, es un gran amigo de mi primo.
—También mío, ¿ves? Des-ti-no —dijo llevando su mano a su pecho de forma dramatica, haciendo reir
al castaño a su lado.
—Yo diría que acoso, pero tranquilo, no voy a denunciarte —bromeó sacando su teléfono del bolsillo.
—¿Ahora si vas a darme tu número? —preguntó emocionandose una vez más, buscando su teléfono en
sus bolsillos.
—No, Jungkook. Voy a preguntarle a mi primo si te conoce a ti —dijo con un leve rubor en sus
mejillas. Ahora se sentiría avegonzado con todo lo que el menor diría, y eso no le agradaba mucho.
—Oh, bueno... —dijo bajando la mirada con un puchero que Taehyung no pudo evitar mirar, luego el
menor levantó su vista y puso unos ojos de cachorro por los cuales el mayor no pudo evitar sentirse
afectado.
—Ay no, no, no me mires así —pidió apartando la mirada, pero Jungkook se acercó más a su rostro sin
quitar su expresión—. No...basta, no sigas.
—Me puse en vergüenza contándote como comenzaste a gustarme...y aún así... —dijo con los ojos
brillosos. Parecía que iba a llorar en cualquier momento, y Taehyung se sintió mal.
—Tsk, eres malvado, Jeon Jungkook —dijo dándole su teléfono con su número en la pantalla—. Rápido,
antes de que cambie de opinion —dijo mirando hacia otro lado.
—Eres tan lindo —dijo el menor anotando su número con una sonrisa de oreja a oreja, agendandolo
cómo: "Tae bonito". Mientras que el mismo se agrandó como: "Futuro novio ;)".
Taehyung leyó el nombre y lo miró con una ceja alzada, tratando de no avergonzarae por sus
palabras.
—Sabes que luego lo cambiaré, ¿verdad?
—Has lo que quieras conmigo.
━─━──── ────━─━
G.GG

Estuvo con el corazón en la garganta desde que volvieron a clases hasta que estas terminaron. Temía
que el amigo de Minjae se haya enterado de lo ocurrido con su amigo y fuera a por Jungkook, pero por
suerte, éste no vino a clases hoy, por lo que el cobarde de Wooseok no se atrevería a enfrentarlo el solo.
Luego de la confesión de Jungkook, obviamente no pudo evitar sentirse avergonzado con cada cosa
que diga o haga. No todos los días alguien se te confiesa de esa forma; te dice que se quedó flechado
desde hace un mes, que se cambió de escuela solo para conocerte y que va a conquistarte.
Es algo shockeante. Lindo, pero shockeante.
—¿En que piensas? —la voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos.
Nuevamente le acompañó a la estación de trenes. Le preguntó si pensaba hacerlo todos los días y dijo
que si, y no le pidió que no lo hiciera, ya que sabía que lo haría aunque le dijera que no. Justo ahora lo
estaba mirando con esos ojos tan lindos, mostrando su preocupación, esa que no recibe hace mucho de
nadie más que sus familiares.
—En que mañana Minjae te recibirá en la entrada con todos sus amigos para golpearte, por idiota —
respondió enojandose de nuevo.
—Te dije que no te preocupes por eso, soy fuerte —dijo levantando su brazo derecho mostrando sus
biceps—. Mira, toca, es grande.
Taehyung no pudo evitar mal pensar sus palabras, lo que lo hizo apartar la mirada avergonzado.
Volvió a ver al menor, quien estaba haciendo poses extrañas mostrándole los musculos de sus brazos.
—¿Qué haces? Me avergüenza solo verte —dijo sin poder evitar reirse ante las poses exageradas que
hacía.
—Solo muestro mis encantos —le guiñó un ojo mientras seguía haciendo poses cada vez más extrañas.
—Ya basta, la gente comienza a notar que te faltan algunos jugadores —bromeó tocando su cabeza
con el dedo, sin dejar de reir.
—Tus palabras no me duelen, Tae —dijo llevando una mano a su pecho—. Me queman, me lastiman,
mi corazón lo siente...No, espera, eso es por ti —dijo sonriendole coqueto.
—¿Siempre fuiste tan Don Juan? —preguntó rodando los ojos, rindiéndose en ocultar el rubor en sus
mejillas.
—Puedo ser muchas cosas, incluso podría ser tu novio, pero aún no me quieres lo suficiente.
—Callate de una vez —pidió tapandose el rostro con las manos.
Por suerte para Taehyung, su tren llegó y podría irse antes de que le de un ataque de vergüenza y
termine incluso aceptando algún cumplido del menor, solo para que se callara. Antes de que el tren
estuviera a su vista, Jungkook lo llamó.
—Estoy algo apurado, así que me voy ahora, pero... —buscó algo en sus bolsillos y se lo entregó en
sus manos, de forma que el castaño debía de aceptarlo si o si—. Es para que cuides tus labios. Son
lindos, pero siempre estan lastimados, y no deberías de seguir lastimandolos.
Taehyung miró de qué se trataba lo que había colocado en su mano y se quedó observándolo con la
boca entreabierta; era un bálsamo labial con sabor a cereza.
—Nos vemos mañana —saludó mientras se alejaba caminando de espaldas—. ¡úsalo!
Cuando el tren se detuvo a espaldas del castaño, Jungkook ya se había ido. Se quedó unos segundos
observando el lugar por donde se había marchado, luego se giró para subir al tren que no lo esperaría.
Dentro se quedó observando aquel labial detenidamente, como si fuera algo extraño, algo que nunca
pensó que tendría en sus manos. Y es que el sabía que sus labios estaban muy malheridos debido a que
se los lastimaba seguido, pero nunca sintió la necesidad de cuidarlos o curarlos, hasta ese momento.
"¿Son lindos? Imposible. Se que se ven espantosos porque yo los hago verse mal...Entonces, ¿por
qué...?"
Le quitó la tapa y olfateó el producto. Tenía un fuerte aroma a cerezas, lo que hacía que sintiera
ganas de probarlo, pero obviamente no iba a hacerlo. Se lo pensó durante unos segundos, hasta que se
lo colocó delicadamente sobre sus labios, sintiendo la curvatura de sus heridas en los mismos.
"No creo que los cure, pero...ya que gastó dinero en ésto, debería usarlo, ¿verdad?" Pensó guardando
el labial en su mochila.
Pasó ligeramente la lengua por sus labios inconscientemente y se quedó unos segundos saboreando el
sabor a cereza que ahora poseían sus labios. Sonrió por alguna razón que no supo comprender, pero no
pudo evitar volver a probar sus propios labios en todo el camino a casa.
Era un buen producto, el sabor duraba mucho más de lo que imaginó.
━─━──── ────━─━
En un callejón oscuro a mitad de la noche se encontraban tres hombres rodeando a uno que se
encontraba arrodillado en el frío, mojado y sucio suelo del lugar. Dos sostenían sus brazos mientras el
tercero estaba parado frente a el sometido, mirándolo con ojos vacíos y oscuros.
—Han Wooseok...nos volvemos a encontrar —habló el azabache con voz neutra.
—Jeon...¿por qué me estás haciendo esto? ¡Tu fuiste el que se metió conmigo! —preguntó el rubio
arrodillado. Su voz sonaba como si no sintiera miedo, pero el sudor en su frente decía todo lo contrario.
—Exacto, ¿y recuerdas porqué? —preguntó colocándose de cuclillas para quedar frentena su rostro.
El rubio se quedó pensando unos momentos y soltó una risa con poca gracia cuando recordó la escena
de la mañana.
—¿Todo esto por la zorra de Taehyung? —preguntó olvidando por un momento en la situación en la
que estaba—. Es la perra de Minjae, y siempre será así, es por eso que podemos hacer con el lo que se
nos antoje...se llama compartir .
Jungkook arrugó el entecejo lanzándole una mirada asesina. Levantó su brazo derecho y le dió una
bofetada tan fuerte que el rubio quedó unos segundos en blanco, gimiendo de dolor luego de sentir el
ardor en su mejilla izquierda.
—Taehyung no es de nadie, mucho menos de ese bastardo, ¿entendido? —preguntó sosteniendo su
menton con fuerza.
El rubio sintió un escalofrío por todo su cuerpo al ver aquellos ojos oscuros, que tenían una mirada
asesina, tan fría y fija que llegaba a sus huesos, haciendolos temblar. La sonrisa tétrica con le que le
sonrió solo lo hizo asustarse más; como si fuera el inicio de algo malo, algo malo para él.
—¿Sabes que pasará a partir de ahora si se siguen metiendo con Tae? —preguntó con diversión en su
voz—. Recibiran lo que él, pero multiplicado por diez.
Jungkook se levantó y sacó unos nudillos americanos con una pequeña púa sobre cada círculo, y se lo
colocó de forma que quedaran apuntando donde su palma.
—E-espera, ¿No vas a...? —el rubio trató de soltarse del agarre de los tipos que lo sostenían con
fuerza, pero solo logró que la presión en sus brazos se hiciera más fuerte.
La mano de Jungkook impactó de lleno con su rostro, abofeteandolo con tanta fuerza que las púas le
cortaron la piel fácilmente, dejando varías lineas rojas que llegaban desde un extremo de su mejillas
hasta su labio.
—Uno... —contó sin quitar la sonrisa divertida de su rostro.
Volvió a golpearlo con la misma fuerza, haciendo mas cortes mientras que los que ya estaban
comenzaban a sangrar de a poco. Los gritos de dolor del rubio se oían por todo el lugar, pero no había
nadie cerca para escucharlo.
—Dos...
Siguió golpeándolo hasta llegar hasta diez, solo sintiéndose sarisfecho cuando llegó a aquella sifra.
Comenzó a reirse mientras observaba la mitad de su rostro completamente destruida, roja y herida, la
sangre que caía mezclada con las lágrimas que soltó el rubio durante los dos minutos más dolorosos de
toda su vida.
El rubio estaba por desmayarse debido al dolor y al dolor de cabeza que comenzó a sentir luego de
todos esos golpes en su cabeza, pero Jungkook tomó su cabello e hizo que lo mirara una última vez.
—Si Tae se entera de esto...—se acercó a su oreja para susurrarle—. La proxima vez te golpeare tanto
que quedarás irreconocible...¿comprendes?
El rubio asintió sin mucha fuerza. Jungkook lo soltó y caminó lejos de allí junto con sus dos amigos,
sintiendo que había hecho lo correcto, y ahora había un estúpido menos que molestara a Taehyung. Las
palabras del rubio sobre Minjae le dejaron un mal sabor de boca, y unas ganas de arracarle los ojos al
mismo, pero no podía hacerlo.
No aún.
—Chicos, yo invito la cena de mañana —les dijo a sus amigos con una sonrisa amable, como si no
hubiera golpeado de forma sádica a un chico minutos antes.
—¡Ese es nuestro Kookie! —respondió uno de ellos, mientras el otro abrazaba al azabache por los
hombros.
━─━──── ────━─━
El viernes llegó más rápido que cualquier otras veces para Taehyung. La presencia del azabache en su
vida era —aunque no quisiera admitirlo— algo que comenzaba a a hacerlo sentir bien, tanto que le daba
miedo. Los últimos días nadie lo molestó más allá de los idiotas de su salón y algunos comentarios
cuando caminaba por los pasillos, pero por alguna razón Minjae no se había acercado a molestarlo en
los últimos dos días.
Estaba a punto de agradecerle al de arriba cuando el pelinegro del que hablaba se detuvo justo
delante de él, impidiendole que continuara avanzando.
—Enserio, ¿no tienen otro modus operandi? —preguntó rodando los ojos al recordar a Wooseok hacer
lo mismo días atrás—. Podrían al menos dejarme entrar, ¿no te parece?
—Adoro tu sentido del humor, enserio —habló el pelinegro sonriendole. Cosa que solo causó rechazo
al castaño.
—¿Qué te parece esto? Cuando estés esperando el autobus, te lanzas frente al primero que veas que
no va a detenerse —propuso con una sonrisa completamente falza, con la intención de que se notara su
falsedad.
Minjae rió ante sus palabras, negó con la cabeza y tomó su barbilla, utilizando más fuerza cuando
Taehyung intentó soltarse de su agarre.
—Dicen por ahí que tienen un nuevo amigo... —observó todo su rostro en busca de alguna expresión
de arrepentimiento, pero solo había rechazo en sus ojos—. Jeon Jungkook.
—Dicen por ahí que eres un imbecil, y yo les creo.
—Me estás engañando con alguien de mi misma clase, ¿acaso sabes lo que puede pasarle? —negó con
la cabeza acercando más su cuerpo al contrario—. Eres mío, Taehyung. No voy a permitir que nadie
más toque lo que es mío.
Taehyung le escupió en la cara, empujándolo con fuerza en un intento de alejarlo. El pelinegro no
borró su sonrisa incluso mientras se limpiaba el rostro.
—No soy de nadie, mucho menos tuyo, que asco —soltó con asco, sin importarle las miradas de los
demás alumnos sobre ellos—. Y no te metas con Jungkook, el no tiene la culpa de que estés tan mal de
la cabeza.
La mirada de Minjae cambió por completo al escuchar aquel nombre salir de sus labios. Tomó su
brazo con fuerza, arrastrándolo hacia un lado del patio de la escuela, mientras reía sin gracia.
—¡Sueltame, bastardo! —gritó intentando escapar de su agarre, sintiendo su muñeca doler ante la
fuerza con la que estaba siendo sujetado.
—Aprenderás a respetarme, zorra.
Tenía miedo.
Sabía que Minjae intentaría hacerle lo mismo que el año pasado, y solo pensarlo hacía que todo su
cuerpo temblara. Comenzó a respirar con dificultad, no pudo evitar morder sus labios ante el miedo y
sintió el sabor a cereza de éstos. La imagen de Jungkook apareció en su cabeza y por alguna razón
sintió aún más ganas de llorar.
"Jungkook...ayúdame"
Minjae se detuvo en el almacén detrás de la escuela donde se guardaban los objetos de la clase de
educación física. Lo lanzó al suelo haciendo que cayera de espalda, luego se lanzó encima del castaño
intentando besarlo a la fuerza.
—¡No, déjame! —intentó hacerlo a un lado para poder huir, pero Minjae logró colocarse de forma que
no podía hacer mucho.
—Amo tus expresiones cuando lloras...te ves tan hermoso... —lamió el rastro de lágrimas que caía por
sus mejillas.
—D-déjame...por favor...¡Sueltame, maldita sea!
Un estruendo llegó a oído de ambos, haciendo que los chicos en el suelo detuvieran todo movimiento
en el momento. Taehyung llevó su mirada a la puerta y sintió una presión en el pecho, y la tensión en
sus musculos comenzaba a desaparecer; un Jungkook con respiración agitada los estaba observando
desde el marco de la puerta, con los ojos encendidos de ira al ver a la escena frente a él, apretando los
puños al notar las lágrimas en el rostro del castaño.
Se acercó a ambos y sin pensarlo dos veces pateó el estómago de Minjae con tanta fuerza que el
pelinegro se quedó sin aliento durante un par de segundos. Jungkook ignoró por el momento a ese
bastardo y puso toda su atención en el castaño sobre el suelo. Éste cubría su rostro con sus manos
mientras lloraba con fuerza, cada llanto rompiendo de a poco el corazón del menor.
—Tranquilo, cielo...Todo está bién —dijo mientras lo levantaba con sumo cuidado—. Ya pasó...No
volverá a pasar —aseguró rodeandolo con sus brazos.
—I-infeliz —habló Minjae colocándose de pie para hacerle frente al menor—. No lo toques.
Jungkook lo miró con odio, desagrado, furia y muchas cosas más que no podía poner en palabras, pero
que pondría en acción más pronto que nunca. No había duda sobre eso.
Su prioridad en ese momento era Taehyung y nada más, por lo que muy a su pesar ignoró a Minaje y
llevó al castaño hacia fuera con la unica intensión de alejarlo de allí, de él.
—Vamos, te sacaré de aquí —tomó la mano del castaño llevándolo fuera del almacén.
—¡Te dije que lo soltaras!
Minjae se lanzó hacia Jungkook con la intención de golpearlo, pero éste hizo un movimiento rápido
dejando a Taehyung detrás suyo, recibiendo el golpe de lleno antes de golpearlo con la suficiente fuerza
para dejarlo inconsciente durante varios minutos.
—No me digas que hacer, maldito bastardo —musitó dándole una última mirada antes abandonar el
lugar, luego la escuela.
Taehyung continuaba llorando, parecía no poder parar y eso solo enfurecía más a Jungkook, que no
quería ni pensar en lo que hubiera pasado si el no llegaba, y mucho menos quería pensar en la
posibilidad de que esto haya pasado antes, y haya terminado lo que esta vez no permitió.
Caminaron unas dos cuadras hasta llegar a un Porsche gris claro estacionado cerca de la escuela, del
cual Jungkook sacó sus llaves y abrió la puerta del piloto, ingreso y le quitó el seguro a la puerta del
copiloto para que el castaño pudiera entrar.
—Sube —pidió colocándose el cinturón.
Taehyung prefirió no decir nada sobre el auto y se limitó a hacer lo que le pedía. Ingresó cerrando la
puerta detrás de si y se quedó limpiando los rastros de lágrimas que continuaban cayendo, en un
intento inutil por que esto ya no sucediera. Jungkook prefirió no decir nada y arrancar el auto camino a
un lugar donde el castaño pudiera relajarse.
━─━──── ────━─━
Luego de varios minutos Taehyung consiguió calmarse y dejar de llorar, en ningún momento dejó de
mirar por la ventana evitando encontrarse con los ojos del menor. Jungkook sabía que había algo más
que lo estaba atormentando además de lo que acababa de pasar, pero prefirió guardarse las preguntas
para más tarde.
—Así que tenías un auto —habló Taehyung queriendo alejar la incomodidad del momento—. Me
mentiste, no tomas el bus luego de que suba al tren.
—Si, bueno...¿eso importa ahora? —preguntó tratando de cambiar de tema.
—No realmente, pero si tenías un auto podrías haberte ofrecido a llevarme a casa, nadie se resiste a
un auto tan lindo —bromeó.
—Quiero que te enamores de mi, no de mi auto —le siguió el juego.
—Sabes, luego de verte mejor creo que estoy enamorado —dijo riéndose de sus propias palabras.
—Solo me quieres por mi dinero —respondió con fingido dolor en sus palabras.
—¿Tienes dinero? ¡Casémonos! —dijo mirándolo por primera vez desde que se subió al auto, sin poder
contener la risa ante sus propias palabras.
—¿Solo así?, ¿sin una cita antes? Eres tan poco romántico.
—Ya...¿puedes decirme a donde vamos? —preguntó apartando la mirada una vez más.
—¿Te gustan los peces?
—¿Vivos, cocinados o sushi?
—Vivos.
—Si, son lindos.
—Bueno, entonces tengo suerte... —dijo estacionando el auto. Apagó el motor, se bajó del vehículo y
se apresuró a abrir la puerta del copiloto.
—No era necesario, pero gracias —dijo tomando su mano para bajar del auto al igual que la gente
importante y con dinero.
Jungkook no soltó su mano y caminó a la entrada del lugar, donde había un guardia de seguridad
vigilando la entrada. El azabache se acercó a la cabina donde estaba parado y saludó al hombre con un
saludo de manos extraño.
—JK, tiempo sin verte —dijo el hombre de canas, sonriendo en grande al ver al menor.
—Que bueno verlo saludable, señor Jung —saludó con la misma alegría.
—Buenos días —saludó Taehyung haciendo una reverencia al hombre frente a ellos.
—Imagino que quieren ingresar —dijo el hombre buscando las llaves del lugar en su bolsillo—. Toma,
asegúrate de no escuciar nada y recuerda que nada de comida dentro, ¿okay?
—Si, nos vemos luego —saludó caminando hacía la entrada del lugar para ingresar la llave en las
cerraduras de la puerta.
—Jungkook, no está abierto —le dijo como si fuera algo que el menor desconocía.
—Si para mí, cielo —dijo guiñandole un ojo a la vez que abría la puerta.
—¿Quién eres exactamente? —preguntó dejándose llevar por el menor dentro del lugar—. Y no me
digas alguna estupidez porque sabes a que me refiero.
—Digamos que mi padre tiene muchos amigos —respondió restandole importancia.
Taehyung iba a decir algo más, pero se quedó boquiabierto cuando las primeras paredes de agua los
rodearon. Abrió la boca soltando la mano del menor para acercarse a los grandes cristales y admirar a
los peces desde cerca.
—Que...hermoso —dijo sonriendo encantado con lo que estaba viendo.
Jungkook ignoró por completo a los peces a su alrededor para concentrarse solo en el chico frente a
él, ese que ahora mismo estaba sonriendo tan hermosa e inocentemente. Tan distinto a su expresión
rendida y solitaria que tenía el día que habló por primera vez con él.
—Si, eres hermoso —dijo admirándolo tan fijamente que el castaño sintió su mirada atravesar su piel.
—No desaprovechas nada, ¿verdad? —preguntó bajando su mirada apagada a sus manos, que se
sentían frías y ásperas—. Deberías de dejar de hacer esto, Jungkook.
—¿Hacer qué? —preguntó acercándose a él hasta quedar detrás suyo. Pidiéndole en silnecio que
volteara a verlo sin necesidad de que tuviera que pedirselo.
—Tratar de acercarte a mí —se abrazó a si mismo—. No sigas, por favor.
—¿Por qué? —preguntó con su aliento golpeando la nuca del mayor, creando escalofríos a por toda su
espalda—. ¿Por qué no quieres confiar en mí?
—La última vez que confíe en alguien con tus intensiones...¿sabes como terminó todo?
—No, dime.
—Un maldito abusó de mí y ahora piensa que soy su propiedad y puede hacer conmigo lo que
quiera...cuándo quiera... —Taehyung sintió el llanto cerca cuando el hablar con claridad comenzaba a
ser más dificil.
—Lo de hoy...No es la primera vez, ¿verdad? —preguntó temiendo por la respuesta.
No obtuvo respuesta verbal, solo una negación con la cabeza luego de varios segundos en silencio.
Jungkook trató de contener la ira que sintió al confirmar sus sospechas, tomó los hombros del mayor
para girarlo y quedar frente a frente.
—Yo no soy como ese infeliz, no lo soy, Taehyung —trató de mirarlo directo a los ojos, pero el castaño
evitaba conectar sus miradas—. Dije que voy a cuidarte, y aunque jamás aceptes mis sentimientos voy a
seguir haciéndolo...Pero quisiera que confiaras en mí, aunque sea un poco.
—Tengo miedo, estoy sucio... —tapó su rostro y comenzó a llorar nuevamente—. Sé...siento que no
eres como él...P-pero no entiendo por qué yo...
—Podría quedarme horas hablando de todas las cosas que me gustan y conocí de ti estos últimos días,
pero no quiero aburrirte —tomó el rostro del mayor y alejó sus manos de su rostro—. Taehyung,
mírame.
Obedeció y se animó a mirarlo. Jungkook sonrió de forma extraña tratando de aliviar un poco el
ambiente, luego limpió su rostro cuidadosamente.
—Quiero proteger esa sonrisa que tanto ocultas, ¿necesito algún otro motivo?
━─━──── ────━─━

Taehyung sintió la enorme necesidad de abrazarlo luego de oír sus palabras, y así lo hizo. Un abrazo
fuerte, casi necesitado, era una forma de sentirse protegido y olvidar todo lo demás. El azabache se
sorprendió por un momento, pero lo envolvió de la misma forma, con la misma intensidad.
Se sentía tan bien que incluso asustaba.
—Tae... —el menor se alejó unos centimetros para poder mirarlo a los ojos—. ¿Confías en mí?
No respondió al instante, se quedó mirando aquellos orbes oscuros que brillaban gracias a la luz azul
del lugar, buscando en esos mismos la respuesta a su pregunta. Cuando notó en brillo único en ellos,
asintió lentamente.
—Si...No hagas que me arrepienta —amenazó abultando los labios que forma tierna.
Jungkook sonrió en grande haciendo que aparezcan pequeñas arrugas a los lados de sus ojos. No
pudo evitar posar sus ojos en los labios ya no tan lastimados del mayor y acercó los suyos hasta quedar
a pocos centimetros de los contrarios. Taehyung no desvió su mirada en ningún momento, y esperó el
beso que creyó que iba a recibir, pero luego de unos segundos sin que el menor se acercara más, bufó
despacito.
—¿Por qué no lo haces? —preguntó sin querer apartar sus labios ni un centimetro.
—Estaba esperando tu aprobación —sonrió y terminó de eliminar el espacio entre ellos.
Taehyung se permitió no limitarse, al menos esta vez y así no arruinar el momento y la atmósfera que
se había creado. Sus labios se movían lento pero profundo, queriendo sentir por completo al otro,
sintiendo la necesidad que juntar sus lenguas luego de varios segundos. Jungkook acariciaba las
caderas del mayor mientras que éste aprovechó para acariciar sus hombros y espalda, lugares que
había examinado con la mirada muchas veces, pero ahora podía tocar como quisiera.
Jungkook sonrió en medio del beso haciendo que éste se rompiera y Taehyung lo golpeara despacio
regalándole por haber interrumpido.
—¿De que te ríes? —preguntó mirándolo con el ceño fruncido.
—Lo siento, es solo que... —suspiró uniendo sus frentes—. Estoy feliz.
—Oh...
El mayor se sonrojo ante tal confesión, y por suerte para él, la tenue oscuridad y luz azul camuflaron
el color a la perfección. Jungkook separó sus cuerpos y entrelazó sus manos dejando un último beso
sobre los labios del castaño.
—¿Quieres ver los tiburones? —preguntó emocionado.
—No me jodas, ¿hay tiburones? —preguntó de la misma forma, dejándose llevar por el menor, que
conocía el lugar mejor que él.
—Pequeños y medianos, pero tiburones son tiburones.
Recorrieron cada sección sin querer perderse de nada. El más sorprendido por todo fue Taehyung,
obviamente, ya que el menor conocía el lugar y los peces casi de memoria. Aunque pudo deleitarse con
las sonrisas sinceras y con un Taehyung feliz durante horas.
Y eso, era más que suficiente para él.
━─━──── ────━─━
Cierto pelinegro comenzó a abrir los ojos lentamente, sintiéndose perdido durante varios segundos
luego de que su vista se aclarara. Intentó tocar su rostro pero algo se lo impedía, sintió un escalofrío
recorrerle todo el cuerpo y fue en ese momento cuando se dió cuenta de que estaba desnudo, atado de
todas sus extremidades, colgando boca abajo sin poder moverse.
Se dió cuenta de que tampoco podía hablar al intentarlo y sentir que algo le impedía mover la boca.
Una mordaza extraña cubría sus labios y le hacían doler cuando intentaba abrir la boca.
Intentó safarse, pero solo conseguía que las sojas en todo su cuerpo lastimaran su piel. Comenzó a
desesperarse, a sudar y a llorar del miedo de no saber por qué y cómo había terminado de esa forma.
Escuchó unos pasos acercarse y miró hacia todos lados buscando con la mirada al dueño de éstos entre
la oscuridad que lo rodeaba.
—Kim Minjae... —oyó a alguien pronunciar su nombre.
El rostro de Jungkook emergió de las sombras y Minjae lo miró completamente asustado. Gruñó
tratando de gritar, moviéndose bruscamente tratando de librarse de las ataduras y salir corriendo lo
más lejos posible luego de ver todo lo que le esperaba en los ojos del azabache.
—¿Te gusta el bondage? —preguntó deteniéndose frente a él—. Es muy popular en estos días,
¿sabías?
Minjae gruñó de nuevo y apartó la mirada de la suya sl no poder continuar viendo aquellos ojos
inundados en odio mezclado con locura.
—Puede que no te guste...pero te gusta rudo, ¿verdad? —tomó los cabellos del pelinegro y tiró
haciendo que conectaran sus miradas nuevamente—. Te gusta tener el poder y no te importa si la otra
persona siente dolor, ¿no es cierto?
Minjae solo podía llorar y rezar por qué nada de lo que estaba pasando por su cabeza le sucediera.
—Ahora sentirás lo que Taehyung...pero multiplicado por diez —sonrió con malisia y retrocedió—.
Déjame presentarte a unos amigos que quieren conocerte.
Dicho eso, de la oscuridad comenzaron a aparecer varios tipos desnudos, con unos accesorios
extraños rodeando sus cuerpos y una mascara que impedía ver sus rostros.
—Hagan lo que quieran con él, chicos —dijo Jungkook girandose para retirarse del lugar—.
Recuerden enviarme el material que graben, necesito algo para callar a ese idiota luego de esto.
Los hombres asintieron y Jungkook salió del lugar con el teléfono de Minjae en mano, enviando un
mensaje a sus padres avisando que estaría todo el fin de semana fuera de la ciudad con unos viejos
amigos con los que se reencontró.
—Un idiota menos... —dijo retirando el chip del teléfono para romperlo, el aparato se lo regaló a un
hombre de bajos recursos que estaba urgando en la basura junto con dinero para que comiera al menos
una semana entera.
━─━──── ────━─━
Taehyung terminó de lavar los platos y decidió irse a acostar temprano ya que su primo vendría antes
del mediodía y debía de esperarlo con comida hecha o tendría que escuchar los reclamos del mismo
durante todo el día.
Se cepilló los dientes, se colocó una camiseta olgada para dormir cómodo y se dispuso a acostarse. El
tono de llamada predeterminado de su teléfono se escuchó por toda la habitación y contestó sin ganas
pensando que se trataba de su primo, ya que es el único que lo llama.
—Si llamas para recordarme hacer la comida, déjame decirte que-
—¿Me harás la comida? Vaya, llamé buscando cobre y encontré oro.
La voz que escuchó no era de Daehyun. Apartó el teléfono para ver quién era el remitente de la
llamada y se sorprendió cuando leyó el nombre de Jungkook en la pantalla.
—Creí que eras mi primo —aclaró—. Créeme, no quieres comer lo que preparo.
—Puedes pedir delivery y decir que lo preparaste tú.
—Nunca se me había ocurrido, ¿acaso tú haces eso? —se colocó boca abajo apoyando su mentón
sobre la almohada.
—Claro que no. Mi estrategia es dejarte elegir lo que quieras y yo lo pediré para ti.
—Tan romantico —dijo sarcasticamente—. Espera, ¿por qué me llamaste? —preguntó recordando que
estaba por irse a dormir.
—Quería saber como estabas, y si la pasaste bien hoy...ya sabes... —su voz se tornó tímida de un
momento a otro y Taehyung sonrió ante eso.
—Estoy bien, y la pasé genial...Gracias.
—¡Me alegra oír eso!
—Si, aunque aún no me explicaste como es que puedes entrar a un acuario privado como si fuera tu
patio de juegos.
—El acuario es de un amigo de mi padre —comenzó a explicar—. Soy como un hijo para el
señor Jung, así que me consciente con lo que le pida, siempre y cuando sea cuidadoso.
—Ya veo...Eso es muy genial.
—Si, aunque hubiera preferido que tuviera un parque de diversiones que un acuario —
admitió para luego reírse.
—No te conformas con nada, ¿verdad? —preguntó rodando los ojos divertido ante la actitud infantil
del menor.
—Que puedo decir, mis padres me mimaron demasiado. Es su culpa.
—Cierto. Un niño malcriado es eso, mal criado.
—Oh, vamos, seguro que tus padres también te malcriaban con algo.
—Mis padres murieron cuando yo era pequeño, asi que no pudieron hacerlo —respondió calmado.
Como si estuviera acostumbrado a hablar sobre el tema.
—Oh...Lo siento, no debí hablar sin saber —se golpeó mentalmente por ser tan tonto.
—No te lo dije, asi que no tenías porque saberlo, no te preocupes —respondió restandole importancia
—. Además, no recuerdo nada sobre ellos, así que no es algo que me afecte demasiado.
—Aún así, lo siento. Soy muy bruto, pero tienes que quererme así —bromeó tratando de aliviar
el ambiente.
—No lo sé, no soporto tanta estupidez, ¿sabes? —bromeó de igual forma, sonriendo al darse cuenta de
que el menor siempre intentaba sacarle una sonrisa.
—Oye, dije bruto, no estupido —reprochó ofendido.
—¿Quieres comenzar a discutir sobre eso, Jeon?
—No. Lo siento, cariño —respondió con una sumisión que hizo reir a ambos.
—Estaba por dormir cuando interrumpiste mi sueño —dijo volviendo a recostarse sobre su espalda—.
Si no tuviera que levantarme temprano hablaríamos más, pero...
—Descuida. Descansa —dijo con voz suave. Como deseándole dulces sueños solo con esa palabra.
—Tu igual...
Colgó la llamada sin muchas ganas y dejó el teléfono sobre su mesa de luz. Volvió a recostarse para
dormir y al momento de cerrar los ojos escuchó el sonido de notificación. Volvió a tomar el aparato y se
extrañó al ver que Jungkook le había enviado una imagen.
Cuando la vio, quedó sorpendido al verse a si mismo en la imagen; se encontraba de pefil observando
el acuario con una sonrisa tímida, sus tenían un brillo muy bonito en sus ojos que creyó que había sido
edición, de no ser porqué estaba muy bien hecho como para serlo.
Un mensaje llegó segundos después, y Taehyung pudo sentirlo en ese momento: ya había caído por el
azabache.
"Eres como un tesoro con muchas cerraduras, y quiero ser quién consiga todas las llaves"
━─━──── ────━─━
La alarma lo hizo abandonar el mundo de lo sueños, en el cual estaba disfrutando de un concierto de
Sam Smith y maldijo a su primo por eso. Se levantó luego de estirar sus brazos hasta que sintió que era
sificiente y fue directo a la cocina. Tenía un mensaje de su primo avisandole que iría una hora antes
porque se aburría en su casa, y suspiró con cansancio.
—No podía aguantar las ganas de venir a molestarme, ¿verdad? —le preguntó al pequeño cactus que
tenía en el centro de la mesa.
Recibió otro mensaje de su primo y rió al leer el contenido de su mensaje.
"Sé que acabas de insultarme, Taehyung. Puedo sentirlo"
—A veces da miedo lo mucho que me conoce —dijo para si mismo.
Comenzó a preparar el desayuno para ambos tomándose su tiempo para cada cosa. Puede que su
primo esté en su casa en menos de lo que imagina, pero no le gustaba hacer las cosas a las apuradas y
eso no iba a cambiar por nada.
Tenía todo listo cuando escuchó que alguien intentaba abrir la puerta con llave y no se inmutó al
saber de quien se trataba. Escuchó la puerta ser abierta y luego cerrada, escuchó pasos acercándose a
donde se encontraba y luego sintió su trasero doler.
Le habían dado una fuerte nalgada.
—¡Te dije que dejaras de hacer eso! —regañó el castaño sobando su parte golpeada.
—Tienes un buen trasero, no puedo evitarlo —se excusó dejando su mochila sobre la mesa.
—Tu tienes un rostro muy golpeable, y aún así me abstengo de hacerlo por respeto a tus padres —dijo
terminando de servir el desayuno.
—Si, yo también te quiero mucho —respondió ignorando su comentario.
—¿Sabes quien más tiene un buen trasero? —preguntó luego de que de le ocurriera una forma de
molestarlo—. Youngjae.
Daehyun detuvo su mano que iba a tomar una tostada al oír el nombre que había dicho el castaño. Lo
miró con ojos amenazantes.
—Sus brazos también son muy sexis, y no hablemos de lo increblemente guapo que es —continuó
hablando con una sonrisa traviesa al notar que había logrado molestarlo.
—Ah, no, amigo —dijo amenzandolo con una cuchara—. Consigue el tuyo.
—Youngjae es un chico libre, sin compromisos, ¿por qué no debería coquetearle? —preguntó
preparándose una tostada con queso y mermelada.
—¡Por qué es mío! Mio, solo mío —dijo de forma infantil, moviendo sus manos rápidamente mientras
abultaba sus labios—. El no lo sabe, pero es mío.
—Las personas no son de alguien, Hyung —regañó dándole una mordida a su tostada.
—Lo sé, pero no puedo evitar pensar de esa forma...Tu no lo entiendes porque no te gusta nadie, pero
cuando lo hagas, recordarás mis palabras —dijo bebiendo su café con leche con indignación.
Taehyung dejó de masticar por un momento y se sonrojó al pensar en Jungkook cuando escuchó las
palabras de su primo. Negó luego de varios segundos pensando que no era posible que el pensara
alguna vez de esa forma con el menor, le parecían de mal gusto.
—Cambiando de tema, ¿que tal este año? —preguntó con miedo de escuchar la respuesta que le daría
—. ¿Esos malditos siguen molestandote?
—Si, pero éste año no es tanto...de hecho, casi nada —dijo tranquilizando al mayor, que lo miraba con
preocupación.
—Aún no puedo creer lo de Seojoon...ese maldito. Juro que voy a golpearlo cuando lo vea.
—No lo vale, es mejor tenerlo lejos.
—Si, eso es verdad...—iba a continuar comiendo cuando recordó algo—. Oye, y ¿porqué me
preguntaste por Jeon Jungkook el otro día? —preguntó con mucha curiosidad.
Taehyung se ahogó con su té y trató de que el color no se le subiera a la cara. Se limpió los labios y
carraspeo pensando bien sus palabras.
—Digamos que ahora es mi amigo, y cómo dijo que te conocía, quería corroborarlo.
—¡¿Eres amigo de Jeon Jungkook?! —preguntó más sorprendido de lo que el castaño esperaba.
—Si...es nuevo en la escuela, y de alguna forma ahora somos amigos, ¿por qué tanta sorpresa? —
preguntó extrañado por el comportamiento del mayor.
—Es amigo de un amigo, y según los rumores; su padre trabaja para la mafia —contó en voz baja,
como si alguien pudiera oírlos—. También se dice que nadie jamás pudo ganarle en una pelea callejera,
que tiene problemas de ira y es un psicópata.
—Eso no es cierto —dijo en voz alta, molesto por lo que escuchaba del menor.
—Oye, tranquilo. Yo solo te cuento lo que se dice por ahí —se defendió al notar a su primo molestarse
—. ¿Tu porqué te enojas tanto? ¿Acaso te gusta? —preguntó con la intensión de molestarlo.
—Iré a darme un baño —dijo levantándose de la mesa para huir rápidamente y evitar contestar
aquella pregunta—. Lava los trastes.
—¡Oye, no podras escapar de mí, Kim Taehyung!
Se encerró en el baño y suspiró. No se sentía preparado para admitir en voz alta que el azabache
había conseguido conquistarlo en tan poco tiempo, así que iba a evitar el tema lo más que pueda antes
de poder hacerlo.
Se tomó una ducha larga tratando de relajarse lo más posible, y salió casi media hora después. Se
vistió con algo simple y no quiso secarse el cabello, y lo dejó secarse al natural. Caminó hacia la sala
donde sabía que estaría Daehyun y se alarmó cuando lo vio con su teléfono en mano.
"Mierda. Los mensajes de Jungkook" pensó mordiéndose el labio en senal de nerviosismo.
—Hay algo llamado privacidad, no sé si lo conoces pero es algo que debes de respetar —dijo
acercandose al mayor con la intensión de quitarle el teléfono.
—Así que Jeon Jungkook... —dijo en tono pícaro, sonriendole con complicidad—. No me dijiste que
tenías algo con él, ¡Eres un pésimo primo!
—No tengo algo con él —le quitó el teléfono—. Bueno, hay algo...pero no es nada oficial y yo...Me
siento bien estando con él —admitió sin esconder el sonrojo en sus mejillas.
—Oh por dios...estas rojito —dijo con ternura. Acercándose a él para tomar sus mejillas y apretarlas—.
Mi primito tiene novio.
—No es mi novio, no te adelantes.
—Pero lo será, no lo niegues —respondió de igual forma.
—Eres tan molesto...
—Vamos, cuéntame todo lo que pasó desde que conocieron —dijo haciendo que se sentaran en el sofá.
Parecía una señora preguntandole el chisme de la semana a otra de sus amigas chismosas, y Taehyung
rió al pensar en eso.
━─━──── ────━─━
—Exactamente, ¿a donde vamos? —preguntó el castaño con algo de miedo al notar que las calles por
donde estaban caminando no parecían del todo seguras.
Ingresaron a un barrio al cual ninguno de los dos jamás había estado; las calles estaban más oscuras
que iluminadas, no había policías cerca y había basura acumulada en varias esquinas. A Taehyung se le
pusieron los pelos de punta.
—Según la ubicación que me envió Jongup...tenemos que entrar ahí —dio apuntando un callejón de
apariencia sospechosa.
—¿A donde carajos te envió? Ese lugar parece perfecto para tirar cadaveres y que nadie los escuentre
—dijo completamente asustado.
—Tranquilo, confía en mí —dijo enlazando sus brazos para darle seguridad—. Solo camina.
—Tengo un mal presentimiento...
Caminaron hacia el callejón donde se suponía que debían de ingresar y al hacerlo notaron una puerta
con dos hombres muy fornidos delante de ésta. Daehyun lo arrastró hacia ellos y cuando le mostro un
papel color negro ambos hombres lo dejaron ingresar sin decir ni una sola palabra.
—¿Lo ves? Llegamos a salvo —dijo sonriendo con inocencia.
Taehyung lo miró mal y el mayor entendió que no la estaba pasando nada bién. Siguieron caminando
por un largo pasillo hasta que poco a poco comenzaron oír muchísimas voces, gritos y música. Cruzaron
una puerta más y ambos abrieron la boca totalmente sorprendidos.
—¿Pero que...? ‐Taehyung no pudo terminar la frase cuando Jongup se acercó a ellos.
—Bienvenidos a los MMA hurban —dijo como si les estuviera presentando una maqueta de escuela.
El lugar era enorme; había un ring en forma de octágono en medio de todo el lugar y asientos
alrededor, pantallas gigantes sobre el ring y hasta una barra donde había varias chicas sirviendo tragos.
El lugar no era para nada lo que ambos se esperaban al ver el lugar donde se encontraba.
—¿A los qué? —preguntó Daehyun aún sin comprender que era ese lugar.
—¿Que demonios pasa aquí? —preguntó el menor de todos algo alarmado por los gritos de las
personas.
—En pocos minutos comenzará el primer round, así que será mejor que nos apresuremos —dijo el
rubio tomando la mano de ambos para llevarlos a primera fila.
—Son mis invitados, así que tienen lugares VIP. No me lo agradezcan —bromeó el rubio sentándose en
medio de ambos chicos.
—Este lugar es increíble —alagó el pelinegro.
—Lo sé. Este lugar esta oculto de la ley, y solo gente de confianza y aficionados de gran interes y
dinero pueden ingresar —explicó el rubio—. La gente hace sus apuestas por su favorito y el ganador de
la mayoría de rounds puede elegir el premio que quiera.
—No comprendo, ¿esto es boxeo? —pregntó Taehyung.
—¿No conoces lo que son las artes marciales mixtas? —preguntó. A lo que Taehyung negó—. Son una
combinación de varias artes marciales y deportes de combate, el boxeo es una de ellas.
—¿O sea que vale todo? —preguntó esta vez Daehyun.
—Se puede decir que si, aunque hay varias reglas a la hora de combatir. Las reglas básicas son: no
picar los ojos, ni en los orificios, nada de golpes bajos, morder, jalar el cabello, golpear directamente a
la columna o cuello, etc.
—Creo que entiendo...
Taehyung iba a preguntar algo más pero el sonido de una campana lo asustó. La voz de alguien se
escuchó por todo el lugar y la musica bajó su volumen, todos se callaron y el presentador comenzó a dar
la bienvenida a todos.
—Cada vez veo más caras nuevas, lo que me alegra muchísimo. ¡Espero que está noche
disfruten al máximo y apuesten mucho más! —la gente gritó en respuesta y las luces de todo el
lugar comenzaron a centrarse en el ring—. Sin más tiempo que perder, les presentaremos a
nuestros primeros peleadores.
—Ya verán que emocionante será esto.
—El día de hoy tenemos dos cosas que sé que les gusta; un nuevo luchador y un favorito de
muchos —las luces se concentraron en un lado de la jaula con forma de octágono y dejó ver a un chico
rubio—. En esta esquina, con un peso medio de ochenta y un kilos, ¡Choi Bojin! Denle la
bienvenida con unos fuertes apalusos.
Taehyung aún no comprendía de que iba todo, pero aún así aplaudió.
—Del otro lado; con un peso welter de setenta y siete kilos, el favorito de muchos y también
mío...¡JK!
El grito euforico de todos hizo retumbar todo el lugar, y cuando las luces dejaron ver al otro peleador,
Taehyung abrió los ojos sin poder creer lo que estaba viendo.
—¡¿Jungkook?! —gritó, pero solo fue oído por los chicos a su lado debido a los gritos de la multitud.
━─━──── ────━─━

—A la mierda... —dijo Daehyun luego de ver a Jungkook—. Tae, ¡tu novio pelea aquí! ¿Por qué no me
dijiste?
—¿Jungkook? —preguntó esta vez el rubio—. ¿Sales con él?
—...N-no, no es mi novio...y no tenía ni idea de que él hacia esto —dijo sintiéndose algo mal por no
saber algo tan importante como esto.
¿Cómo podía ocultarle algo semejante si se suponía que quería tener algo con él?
—Peleadores, al centro del ring.
Jungkook y el otro chico se acercaron hasta quedar frente a frente.
Taehyung debía admitir que en esas pintas, con el cabello atado y esa mirada de superioridad ante
todo lo hacian ver extremadamente sexi. No tenía ni idea de que portara tal físico, aunque lo haya
tocado, no es lo mismo que admirarlo por completo, al igual que sus piernas. El castaño quiso posar sus
manos por esos muslos tan grandes y fuertes.
Los gritos de las féminas dirigidos hacia el menor lo ponían incómodo, y los comentarios obscenos le
hicieron apretar la mandíbula.
—Saludense —pidió. A lo que ambos obedecieron.
Jungkook tenía una mirada desinterasa, y luego del saludo llevó su mirada hacia su lado izquierdo
mirando a las personas a su alrededor sin buscar nada en particular, cuando su mirada cruzó con la de
cierto castaño que lo miraba con ojos sorprendidos. El azabache se quedó de piedra en su lugar y
maldijo por lo bajo.
—Preparense...
Jungkook se posicionó aún con la mirada sobre Taehyung, pensando es demasiadas cosas como para
preocuparse por la pelea. Mientras tanto, Taehyung solo deseaba que el menor no saliera herido, o al
menos no tanto. La campana sonó anunciando el inicio del round y el azabache llevó su mirada a su
contrincante, con su vista en él contrario pero su mente en otro lado.
El rubio comenzó a acercarse con pequeños pero rápidos saltos hacia el azabache, al notar que no se
movía aprovechó para lanzar el primer golpe que le dió de lleno en su rostro. Jungkook tambaleó pero
no cayó, y comenzó a moverse tratando de esquivar los ataques del contrario.
—¡¿pero que es esto?! ¡Acaban de golpear a JK! —se escuchó la voz del conductor junto con los
gritos de sorpresa de todos los presentes—. Parece que nuestro peleador favorito no esta
concentrado, ¡vamos chico, tu puedes!
Taehyung se llevó una mano a sus ojos, cubriendolos por un momento luego de presenciar el golpe
que recibió el menor. De dolía el rostro a él cuando notó la herida que ahora tenía su labio inferior.
—Esto es raro... —habló Jongup observando la pelea—. Jungkook suele terminar los rounds rápido y
sin recibir ningún golpe...pero ahora se ve preocupado, es como si no quisiera golpearlo.
—¿Será por tu presencia aquí, Tae? —preguntó su primo, preocupado por como se sentiría al ver a su
enamorado en esa situación.
—N-no lo sé- ¡Cuidado! —gritó cuando vió que el rubio comenzaba a propinarle patadas a los costados
de su cuerpo.
Jungkook trataba de cubrir y esquivar los golpes, pero le era dificil, no podía concentrarse. No quería
golpearlo, no delante de Taehyung.
El rubio comenzó a propinarle puñetazos mientras comenzaba a arrinconarlo contra una de las
esquinas de la jaula. Cuando lo tuvo completamente contra las rejas comenzó a golpearlo no solo con
los puños, sino con las rodillas también.
—¡Han arrinconado a JK! ¿Que sucede con él, el dia de hoy? ¡¿por qué no se defiende?!
Taehyung comenzó a desesperarse. Solo faltaba minuto y medio para que el round terminara y
parecía el que menor no iba a hacer algo por defenderse. Pensó en lo que Daehyun le había dicho y se
sintió culpable, quizá Jungkook no quería que lo viera de esa forma, pero a él solo le afectaba el hecho
de que resultase lastimado.
Se levantó y corrió hacia un lugar de la reja donde el menor pudiera verlo y escucharlo, sostuvo las
rejas y tomó aire para gritar.
—¿¡Que crees que estas haciendo, estúpido?! —gritó llamando la atención todos a su alrededor,
incluso la del menor que lo mirada sorprendido y con culpa mientras seguía tratando de esquivar los
golpes—. ¡Deja de perder el tiempo y pelea!
El equipo de Jungkook se apresuró a alejarlo del ring, pero ya había logrado su cometido. El azabache
le mostró una media sonrisa y empujó al rubio con sus brazos, le dió un fuerte rodillazo en el estómago
aprovechando que el otro estaba confiado, luego amagó con golpearlo con la zurda para confundirlo e
impactar su derecha con fuerza, haciendo que el rubio cayera al suelo casi inconsciente. El réferi se
acercó y alejó al menor del rubio para revisarlo.
—¡Y ahí esta el K.O que estabamos esperando! No se quién será ese chico pero gracias por
hacer reaccionar a nuestro querido JK.
El primer round terminó y Jungkook se acercó a su esquina para descansar y tomar agua. Taehyung
suspiró aliviado y estaba por sentarse cuando alguien del equipo del menor le pidió que vaya a hablar
con él. A lo que Taehyung, confundido, aceptó.
Llegó al lugar donde Jungkook lo esperaba sentado sobre ring en la puerta donde ingresaba a éste.
Estaba tomando una botella de agua mientras regulaba su respiración.
—¿Que haces aquí, cielo? —preguntó tomando su mano.
—No creo que esa pregunta sea algo que solo tú tienes que hacer, ¿sabes? —respondió tratando de no
mostrar su preocupación al ver la herida en su rostro y al pensar en que seguro que su cuerpo dolía en
muchas partes.
—Siento no habertelo dicho, no quería que tuvieras una mala impresión justo cuando quería que
confiaras en mí —se disculpó sintiéndose realmente mal, y con miedo a que el castaño no volviera a
hablarle.
—No quiero buenas impresiones, quiero sinceridad, Jungkook —regañó soltando su agarre para tomar
el mentón del menor y acercar su rostro al contrario—. Pensaré el perdonarte solo si ganas, ¿entendido?
—Tu mandas —dijo sonriendole coqueto.
Se alejó al mismo tiempo que la campana volvió a sonar anunciando el comienzo de otro round. El
castaño volvió a su asiento mucho más calmado y soltó todo el aire que estuvo conteniendo para
parecer despeocupado.
—Eres como la chica de la que King Kong se enamoró —dijo su primo de la nada—. Solo tu puedes
manejar a la bestia —bromeó.
—Callate —respondió intentando que los colores no le suban al rostro al sentir la mirada de todos
sobre él.
—¿Enserio no eres su novio? —preguntó el rubio algo impactado por lo que acababa de ver.
—No, no lo soy.
—Damos comienzo al nuevo round luego de este pequeño descanso.
Jungkook se notaba mucho más confiado, su mirada decía "voy a ganar", y el rubio se mostraba
bastante inseguro sobre lograr algo en este round.
El réferi hizo sonar su silvato y la pelea comenzó; Jungkook fue el primero en acercarse, haciendo un
juego de piernas que confundía no solo a su contrincante, sino que a la tribuna también. Cuando logró
confundirlo lo suficiente, lo golpeó con fuerza con la zurda haciendo que su cuerpo cayera hacia la
derecha, y con una patada con su pierna derecha lo tiró de lleno al suelo. Se colocó encima del rubio y
logro darle dos puñetazos más antes de que el réferi lo alejara.
El round terminó cuando el réferi levantó la mano en señal de que el rubio no podía continuar, y
Jungkook miró a Taehyung sonriéndole con complicidad. El castaño salió de su hipnosis al presenciar lo
que el menor podía hacer y sonrió tímido, bajando la mirada mientras negaba con la cabeza.
El siguiente round tuvo el mismo final que el segundo, y terminó más rápido al estar el rubio ya
debilitado y con cero esperanzas de lograr ganar. El resultado fue tan obvio que Jungkook no quiso
quedarse a escuchar sus puntos finales, bajó del ring y se acercó al castaño ignorando a su equipo, su
amigo y al primo del mayor.
—Espérame aquí, ¿de acuerdo? —dijo, no esperando respuesta y corriendo hacia las duchas con su
equipo detrás de él.
—Claro, lo que digas —respondió rodando los ojos ante la actitud del menor.
—Bueno...todo esto es muy raro —dijo el rubio rompiendo el silencio entre ellos—. No sé que habrá
entre ustedes dos, pero gracias por hacerlo reaccionar. Aposté por Jungkook, y iba a perder mucho si el
lo hacia.
—El presentador dijo que era el favorito de muchos, eso significa que es muy bueno, ¿verdad? —
preguntó Daehyun.
—Es el mejor —afirmó orgulloso—. Jamás a perdido una pelea, y siempre pide que donen comida o
cosas necesarias a comedores comunitarios o escuelas de bajos recursos como premio.
—Wow, es una buena persona. Tienes mucha suerte, Tae.
—Si...supongo —dijo completamente encantado con lo que escuchó sobre el menor.
Sin dudas no dejaba de sorprenderlo ni de ganarse su corazón. Maldijo internamente al sentir su
pecho golpear con fuerza y rapidez, sonrió levemente y esperó con nervios a que el menor volviera.
El último round de dos chicos que no conocía había comenzado y aún el menor no se aparecía.
Taehyung estaba comenzando a aburrirse, el deporte no era de su total agrado y si no se trataba de
Jungkook no sentía emoción alguna.
—Ahora que lo veo bien, el pequeño Jungkook no está nada mal —dijo Daehyun llamando la atención
de su primo—. Y digo pequeño porque es menor que yo, por qué por lo que pude ver, no tiene nada de
pequeño —levantó sus cejas de forma lasciva.
—¿Que dices? No andes viendo cosas que no son tuyas —dijo con molestia, sintiendo un dolor extraño
en su pecho al notar que su primo miraba de forma sexual a Jungkook.
—¿Por que? Jungkook es un chico libre, tu mismo dijiste que solo son amigos, ¿cierto? —preguntó con
confusión fingida.
—Si, pero aún así no puedes volver a pensar así de él, no lo hagas —se cruzó de brazos comenzando a
alterarse.
—¿Por qué? Puede ser una buena opción si Youngjae me rechaza —fingió hablar en serio, mirándolo
fijo.
—¡Jungkook es mío! ¿Comprendes? —gritó colocándose de pie, totalmente indignado con la actitud de
su primo cuando le había contado como se sentía con respecto al menor.
Daehyung comenzó a reir.
—Las personas no son de alguien, Taehyungie —le dijo las mismas palabras que él en la mañana.
Taehyung cayó en cuenta de sus palabras y tapó su rostro con sus manos en un intento inutil por
ocultar su vergüenza. El mismo había dicho que jamás pensaría en el menor como un objeto que solo él
puede tener y era justo lo que estaba haciendo.
—Puede ser, pero Tae tiene razón —dijo Jungkook detrás del castaño.
Había llegado justo cuando antes de que Daehyun comenzara a hablar de él, y su corazón dió un
vuelco cuando escuchó a Taehyung celarlo de esa forma.
Rodeó la cintura del menor con ambos brazos y apoyó su mentón en su hombro izquierdo.
—Lo siento, pero soy completamente suyo —respondió sonriendo muy contento.
—Ustedes si que me deprimen —dijo Jongup limpiando una lágrima imaginaria en su mejilla.
—Y luego dice que no es su novio... —dijo Daehyun por lo bajo.
Taehyung se cruzó de brazos y apoyó su cabeza sobre la contraria. Miró a Daehyun con superioridad
sin darse cuenta de que estaban atrayendo más miradas de las que le hubiera gustado. Jungkook dejó
un beso en su mejilla, se acercó a su oreja y susurró:
—Vamos a otro lugar.
━─━──── ────━─━
Taehyung no dijo nada en todo el camino. Estaba avergonzado por la escena que había hecho en aquel
lugar y evitaba a toda costa hablar sobre ello. Jungkook, por otro lado, tenía una sonrisa que no podía
quitarsela nada ni nadie.
—Cielo, ¿enserio no vas a hablarme? —preguntó aparcando en auto en algún lugar del cual el mayor
desconocía, ya que si bien estaba viendo por la ventana, no estaba mirando realmente.
—...No tengo nada que decir.
—¿Nada de nada? —Taehyung negó aún sin verlo—. Voy a contestar todo lo que quieras saber,
enserio. Tu solo pregunta.
El mayor se lo pensó por unos segundos y volteó a verlo con la vergüenza aún presente en su mirada.
Cosa que hizo latir con fuerza el pobre corazón del menor.
—¿Todo? —preguntó con voz suave.
—Todo —afirmó asintiendo varias veces—. Pero aquí no. Salgamos.
Sin dejarlo decir algo, se quitó el cinturón de seguridad y salió del vehículo, esperando fuera a que el
mayor hiciera lo mismo. Al salir y mirar a su alrededor, Taehyung abrió los ojos encantado con la vista
que tenía.
Se encontraban en un lugar alto donde se podía ver toda la ciudad; gracias a varias luces apagadas
por las altas horas de la noche se podían apreciar las estrellas con mucha más claridad, incluso el clima
estaba perfecto, no hacía ni frío ni calor.
Era todo muy perfecto.
—Wooaa...¿que es éste lugar? —preguntó acercándose a la orilla de la montaña, apoyándo sus manos
en la superficie de la pequeña pared que lo resguardaba de caer al otro lado.
—Poca gente viene aquí —habló el menor subiendo sobre la baranda para sentarse mirando hacia la
ciudad frente a ellos—. Yo vengo a veces, cuando quiero estar solo y pensar.
—Es un buen lugar para pensar —se sentó de igual forma que el menor—. ¿En que piensas ahora?
—Dijiste que soy tuyo —dijo mirándolo con una sonrisa burlona—. No sabía que fueras tan celoso,
cielo.
Taehyung lo miró con el ceño fruncido, intentando que su rostro mostrara enojo. Gracias a que solo la
luz de la luna los alumbraba, el color en su rostro no era visible, y eso lo tranquilizó.
—¿Quieres que me vaya? Por qué lo haré si vuelves a hablar sobre eso —se cruzó de brazos y apartó
la mirada hacia el frente—. Maldito presumido...
Jungkook rió y lo abrazó. El mayor se movió tratando de safarse de su agarre, pero luego de un par de
minutos se rindió.
—¿Por qué te enojas? Yo estoy feliz —dijo mientras observaba su perfil iluminado por la luna.
—No deberías. Las personas no son de alguien, Jungkook...Está mal decir eso —dijo con
arrpentimiento en su voz.
—Sé que no lo dijiste literal, yo me lo tomé como un "el corazón de Jungkook me pertenece" —apoyó
su cabeza sobre su hombro, rompiendo el abrazo—. Y eso no es algo malo porque es verdad, ¿no te
refieres a eso cuando dices esas palabras?
Taehyung se quedó unos segundos pensando en profundidad sus palabras y se sorprendió al
confirmar que Jungkook no era tan tonto como pensaba. Efectivamente lo que quiso decirle a su primo
era que solo había un lugar en su corazón de forma romántica y el ya ocupaba ese puesto.
—Bueno, si...pero normalmente la gente dice eso cuando literalmente se cree que la otra persona le
pertenece —se rascó la cabeza nervioso al no encontrar palabras para explicarle—. Si sabes a lo que me
refiero.
—Si, entiendo...
Se quedaron unos segundos mirando el cielo norcturno sin decir nada, solo disfrando de la compañía
del otro. Taehyung observó el perfil del menor e hizo una mueca al notar la herida que ahora estaba
sobre su labio. Llevó su mano a su rostro y acarició la herida con la yema de sus dedos, despacio y
suave.
—¿Te duele mucho? —preguntó en un tono bajo. Como si al alzar la voz arruinara la atmósfera que
habían creado.
Jungkook negó y volteó a verlo.
—Para nada —dijo con el mismo tono.
—¿Y alguna parte del cuerpo? —preguntó conectando sus ojos con los contrarios, en busca de alguna
señal de que estuviera mintiendo.
—...Solo un poco cerca de las costillas, pero sobreviviré —bromeó, y le guiñó un ojo.
—Eres un idiota, ¿por qué solo dejaste que te golpearan cuando la pelea comenzó? —regañó estirando
su mejilla—. Fue tan...desesperante ver como ese tipo te golpeaba...
—Lo siento si te asuste, pero...no lo sé... —apartó la mirada—. No quería que me vieras golpeando a
alguien más...no quería que pensaras que soy un violento o algo así.
—Sinceramente, no me gusta para nada el boxeo y no considero deporte lastimar a otro para ver
quién es el más fuerte —tomó el rostro del menor e hizo que lo mirase—. Pero no importa lo que yo
piense, y jamás pensaría mal de ti solo por algo como eso.
—Si importa, si no te gusta no lo volveré a hacer, solo-
—Jungkook, que te guste una persona no quiere decir que tienes que moldearte a su gusto, tampoco
hacer cosas que no quieres —interrumpió, mirándolo con reproche—. ¿Acaso tu me pedirías que deje de
hacer algo que me gusta, solo porque a ti no?
—No...Claro que no.
—Bien, porque jamás haría eso.
—Comprendo lo que quieres decir...pero, ¿que fue lo que pensaste cuando me viste golpear a ese
tipo? —preguntó acercándose un poco más a su rostro.
—No me interesa si alguien más sale herido mientras no seas tu —respondió con completa sinceridad
—. Y si para que tu no resultes herido tienes que golpearlos hasta que queden inconscientes, entonces
hazlo.
Jungkook sonrió totalmente encantado con su respuesta, tomó su rostro entre sus manos y se acercó
hasta quedar a pocos centimetros de su rostro.
—Me gustas tanto...
Sus ojos tenían un brillo muy bonito, uno que Taehyung no pudo ignorar y mucho menos dejar de
apreciar. Odiaba lo fácil que el menor lograba hacer que se sonrojara, pero a la vez amaba su forma de
ser tan demostrativa. Jungkook no tenía filtros al hacerle saber lo que sentía por él y eso le encantaba.
—Callate y bésame antes de que cambie de parecer.
El menor solo sonrió y acabó con la distancia; el beso comenzó lento y tímido, pero luego de unos
segundos fue tornándose más intenso y rápido. Taehyung mordió su labio inferior sin importale la
herida, ordenándole con esa acción que dejara ingresar su lengua.
La necesidad de tocar el cuerpo contrario se hizo presente y llevó una mano a su cuello y otra a su
muslo, acariciando levemente la zona. Jungkook sintió que si continuaban comenzaría a tener una
erección, y no quería que Taehyung pensara que estaba desesperado por tenerlo debajo suyo. Que si lo
estaba, pero el no tenía porque saberlo.
Supuso que luego de los abusos de Minjae, el mayor tendría una especie de trauma en lo sexual y lo
que menos quería era asustarlo. Se separó lamiendo una última el labio inferior del contrario y pasó su
lengua sobre los propios.
—Cereza —dijo luego de sentir el sabor.
—El un labial adictivo —dijo levantando los hombros.
Taehyung apoyó su cabeza sobre su hombro, mientras que Jungkook entrelazó sus manos
aprovechando que el mayor no se había negado a ninguna de sus muestras de afecto.
—Solo compro cosas de calidad —alardeó.
—Cuando se acabe voy a querer otro, ¿donde lo compraste?
—Cuando se acabe solo pídeme otro y te traeré de todos los sabores que haya.
—¿Que dices? ¿Ahora vas a ser mi sugar daddy? —preguntó en broma.
—Solo si me llamas daddy, ¿que dices?
—Digo que te vayas a la mierda, Jeon —respondió con dulzura.
—Si, eso pensé.
━─━──── ────━─━

Esa misma noche, volvieron al lugar donde se llababan a cabo las peleas para que ambos primos fueran
a casa juntos. Obviamente, Jungkook se ofreció a llevarlos a lo que ambos accedieron, ya que el lugar
aún les parecía peligroso y mucho más a esas horas de la noche.
—Podríamos habernos quedado a tomar algo de la barra —se lamentó Taehyung ya en el interior del
auto.
—Yo probé algunos tragos y estaban buenísimos —dijo Daehyun desde al asiento trasero.
—Yo prefiero no beber...al menos estando contigo —le dijo al castaño a su lado.
—¿Y eso por qué? —preguntó curioso por sus repentinas palabras—. ¿Haces cosas vergonzosas?
—Umm...algo así...te lo explicaré mejor en otro momento —dijo nervioso, intentando cambiar de tema.
—No creas que voy a olvidar esto —amenazó picando su mejilla con su dedo índice—. Ahora tengo
mucha curiosidad.
—Definitivamente no va a olvidarlo —recalcó Daehyun mientras jugaba tetris en su teléfono.
—Okay, okay, comprendo —rió y estacionó su auto sobre la acera de la casa del castaño.
—Gracias por traernos, Jungkook —agradeció el mayor de todos quitándose el cinturón de seguridad
—. Oh, y estuviste genial hoy. La próxima vez voy a postar por ti.
—Gracias, Hyung. Y no fue nada, el camino a casa me queda más cerca si voy desde aquí —dijo
restándole importancia.
—Me voy primero —se despidió del menor y salió del automóvil primero para dejar que se despidieran
en privado.
Jungkook saludó con un movimiento de mano y asintió la mirada del castaño sobre él. Taehyung lo
mirada curioso, se quitó el cinturon y se acercó hasta quedar cerca de su rostro.
—Ahora, dime —dijo emocionado por saber la razón por la cual no quería beber estando con él.
—Dije que te lo explicaría otro día con más tiempo, no es como si tratara de evadir el tema, ¿sabes? —
dijo sonriendole con inocencia.
—Pero quiero saber ahora, solo dímelo y ya, prometo no reírme si es algo vergonzoso —dijo juntando
sus manos en forma de suplica—. ¿Por favor?
Su intención era usar sus dotes tiernos aprovechando el cariño que el menor le tenía para conseguir
su objetivo. Cosa que funcionaba a la perfección porque Jungkook accedió sin pensarselo dos veces
luego de ver sus ojos suplicantes y sus labios abultados.
—No es algo que te haga reír, precisamente —comenzó a explicar—: suelo ceder ante mis impulsos al
tener alcohol en mi sistema...no pienso mucho en las consecuencias de mis actos, simplemente lo hago.
—Okay, pero, ¿eso que tiene que ver conmigo?
—Quien sabe que pueda hacerte estando solos —dijo sin la intensión de que sonara como algo
violento—. Quiero decir, me gustas y obviamente me siento atraído por ti físicamente...No quiero hacer
algo sin tu consentimiento o por lo que me odies...sé lo que pasaste con Minjae y...
Cortó sus palabras al no estar seguro de si el castaño tomaría bien sus palabras. Tampoco quería
suponer cosas que pueden que no seas ciertas.
—Jungkook, ¿creés que le tengo pánico al sexo por culpa de lo que Minjae me hizo? —preguntó serio,
sin vacilar.
Jungkook apartó la vista y asintió.
—Oye, no soy tan débil en ese sentido —dijo volviendo a acomodarse sobre su asiento—. Es verdad
que a veces tengo pesadillas recreando la escena y temo que vuelva a hacerme lo mismo...pero no
quiero pensar en él o en lo que pasó cada vez que escuche hablar sobre sexo.
Jungkook lo miró sorprendido. Sabía que en verdad sufría por culpa de Minjae, pero ver que tenía la
fuerza y las ganas para no seguir haciéndolo solo hizo que el mayor le gustara mucho más.
—Tae...
Hubo un silencio de solo unos segundos pero que se sintió mucho más pesado que cualquier otro
momento incómodo entre ellos. Taehyung no quería que el menor tuviera miedo de dar el siguiente
paso por su culpa, obviamente quería que en algún momento suceda algo más entre ellos, y no quería
que cuando estuvieran a punto, el momento se arruine o el menor sintiera que esta haciendo algo
indebido.
—Quiero tener una vida sexual plena y sana, y un enfermo con pene pequeño no va a impedir que
pueda tenerla —dijo cruzándose de brazos con una mirada de enojo.
—Hyung, eres increíble —dijo el menor sonriendo al sentirse con una preocupación menos al saber
que el tema de la sexualidad no le afectaba de mala manera—. De igual forma, no quiero hacer algo que
tu no, así que lo mejor es que no beba por ahora.
—¿Hyung? —Taehyung lo miró extrañado—. Es la primera vez que utilizas el honorífico conmigo.
—¿Enserio? No lo había notado.
—No lo hagas, es raro —pidió.
—Deberías de entrar, ya es muy tarde —dijo el menor tomando su mano para dejar un beso en su
dorso—. Nos vemos en la escuela, vendré a buscarte para irnos juntos.
—De acuerdo, adios —dijo abriendo la puerta del copiloto. Sacó medio cuerpo y se detuvo, se lo pensó
dos veces y volteó a tomar el rostro del menor y dejar un beso rápido en sus labios.
—Ve a revisar tus golpes, por las dudas —dijo saliendo del vehículo por completo.
Jungkook solo se quedó observándolo con una boba sonrisa de enamorado. Esperó a que el castaño
ingresara a su casa y se puso en marcha camino a la suya.
━─━──── ────━─━
Taehyung se sintió muy incómodo al bajar del auto junto con el menor. La razón: el azabache había
aparcado justo frente a la escuela, y la mirada de todos se posó sobre ellos, y los murmullos no tardaron
en hacerse oír.
—¿Por qué no estacionaste en la otra cuadra? —le preguntó observando por todos lados, en busca de
Minaje o alguno de sus perros falderos.
—Por qué antes lo hacía para ocultar el auto de ti —respondió con una sonrisa que no venía al caso—.
Ya no hay necesidad de eso.
—Solo quieres presumir —le dijo comenzando a caminar.
—¿A ti o al auto? —preguntó coqueto, posando una mano en su caderas.
—Estamos en la escuela, Jeon —amenazó.
El menor quitó su mano con un puchero en sus labios, se cruzó de brazos y Taehyung solo rió ante lo
infantil que podía llegar a ser. Se sorprendió al no ver a Minjae y sus perros, estaba seguro de que iría a
por Jungkook luego de lo que pasó el viernes, pero se alivió al no encontrarse a ninguno por los pasillos.
—¿Por que estás tan paranoico? —preguntó el menor al notar que miraba para todos lados.
—Estoy seguro de que Minjae va a tratar de lastimarte.
—No te preocupes por esas cosas, sabes que podría mandarlo a dormir en segundos —dijo sin querer
sonar presumido.
Solo quería calmar al mayor, ya que sabía perfectamente que el pelinegro no se aparecería por la
escuela. Sonrió con malicia al imaginarse cómo estaría luego de haberlo dejado con esos hombres para
que le hagan lo que quisieran.
—No parece que estén por aquí...De igual forma, ten cuidado y no hagas nada imprudente.
—Eres tan lindo cuando te preocupas por mi —dijo en un tono meloso que hizo sonrojar al mayor, al
mismo tiempo que era abrazado por el menor.
—Estamos en la escuela, Jeon —amenazó intentando ocultar su sonrojo.
La campana sonó y Jungkook besó su mejilla antes de soltarlo para dirigirse a su respectivas aulas. El
castaño ingresó a su aula y automáticamente todas las miradas se posaron sobre él. Las ignoró y se
dirigió a su lugar, a la vez que los murmullos comenzaron.
Una de sus amadas compañeras se acercó a él y Taehyung pudo jurar que pudo ver el momento en el
que sus colmillos se hicieron presentes, listos para tirarle su mugroso veneno.
—Veo que cambiaste de dueño —dijo sentándose frente a él—. No creí que fueras de los que buscan
lujos, de hecho parecía que te gustaba el mal trato.
—Te salió un grano en la frente —dijo apuntando la zona.
La chica tocó su frente en busca del dichoso grano y se lo cubrió con el flequillo. Volvió a enderezarse
sobre el asiento y continuó hablando.
—¿Cuanto te paga? ¿O solo lo haces porque te gusta ser juguete de alguien guapo? —preguntó en voz
alta. Llamando la atención de todos a su alrededor.
—Me dió este labial, mira que lindo —dijo mostrándole el labial de cereza que le había regalado—.
Tiene sabor a cereza.
La chica comenzaba a desesperarse al no conseguir molestarlo con sus palabras.
—Debería de darte vergüenza engatusar a un chico aprovechándote de que es nuevo —dijo casi
gritando—. Estás tan sucio que si Jeon supiera que te la pasabas debajo de Minaje, seguro que jamás te
hubiera tocado.
Taehyung se sintió realmente afectado por aquellas palabras, y no quería demostrarlo. Luchaba
contra sus emociones para no darle el gusto de verlo mal, pero era difícil. Iba a decir algo cuando
escuchó que alguien gritó su nombre.
—¡Taehyung! —gritó Jungkook desde la puerta.
Todas las miradas pasaron al menor y éste solo se acercó a el castaño bajo su atenta mirada y tomó su
brazo para hacer que se levantara.
—¿Que haces? —preguntó el castaño confundido.
Jungkook lo atrajo hacia él en un abrazo y le susurró al oído:
—Vamos a callar a ésta mujer.
Taehyung no comprendió lo que trataba de hacer, hasta que sintió cómo el menor soltaba sollozos
leves.
—¿Jungkook? —preguntó preocupado.
—Tae, ¿vas a permitir que te diga todas esas cosas? —preguntó tomando su rostro.
—Callate, Jungkook —le dijo apretando su mandíbula con su mano derecha—. Me pones en
vergüenza, ve a tu aula.
—Pero, soy yo quién anda detrás tuyo y no fue fácil hacer que me quieras —dijo jugando con los
mechones de su cabello—. No me importa lo que pasó con ese Minjae, solo te quiero a ti.
—Jungkook... —nombró con voz suave—...¡¿Que cosas dices?! Vete, sinvergüenza —lo regañó
pateando su pierna no muy fuerte.
Sentía el calor en sus mejillas debido a sus palabras y a que todos estaban observando la escena con
los ojos abiertos y sin poder creer lo que estaba diciendo el azabache. Jungkook solo reía y se quejaba
por los golpes en su pierna, pero no tenía intensión de irse sin dejar en claro que nada de lo que decía
esa chica era verdad.
—Ya, no te avergüences, de cualquier forma pronto haremos oficial nuestra relación —dijo intentando
abrazarlo, pero el castaño lo empujaba tratando de alejarlo—. Solo si me aceptas, claro.
—¡Para! O te juro que no vuelvo a hablarte.
—¿Te dije que te ves lindo enojado?
—¡¿Por qué tarda tanto el profesor?! —se quejó el mayor entre lloriqueos, rindiéndose en alejar al
mayor al darse cuenta de que no conseguiría nada.
Nadie a su alrededor se animaba a decir algo. Algunos miraban sin poder creer el comportamiento del
castaño, ya que siempre se mostraba serio e indiferente, incluso a algunas chicas les pareció tierno
verlo sonrojarse. La chica que estaba molestandolo los observaba con el ceño fruncido, totalmente
enfadada por el trato del azabache con el castaño.
Le había gustado Jungkook desde que lo había visto el primer día y no comprendía por qué se había
fijado en alguien como Taehyung, ni como había conseguido acercarse tanto con Minjae alejando a
cualquiera de su lado.
—De acuerdo, me iré, pero antes... —hizo una pausa y se giró a ver a la chica que parecía odiar al
mayor—. No deberías hablar de la gente de esa forma, mucho menos si no conoces a la persona más
allá de rumores.
—No te gastes, me odia por qué piensa que estás entre mis piernas y le enoja que no estés en las de
ella —dijo Taehyung aprovechando la ocasión para molestarla un poco abrazando al menor.
La chica se sonrojó por lo que había dicho y abrió los ojos sorprendida al ser descubierto el motivo de
su enojo.
—¿Qué? ¿Pensaste que no me iba a dar cuenta? —preguntó acariciando el rostro del menor—. No
quería presumirte nada, pero tu solita te lo buscaste.
—¡Cállate! —gritó girandose para salir corriendo del aula con los ojos llorosos.
El salón quedó en silencio y todos comenzaron a murmurar sobre lo ocurrido, mientras que otros
seguían observando a ambos chicos que aún estaban abrazados.
—Seria lindo estar entre tus piernas —comentó el menor sin pena.
—¡Ya sueltame y vete! —ordenó empujándolo para volver a sentarse—. ¿Acaso no sabes lo que es la
vergüenza?
—Si, lo que sientes cuando te digo cosas lindas —respondió y rió al ver el rostro enojado del mayor.
—No vuelvas a hablarme, fuera, shu, cucha —dijo haciendo un movimiento de alejarlo con su mano.
Jungkook solo le sonrió y salió de una vez por todas, no sin antes tirarle un beso volador. Taehyung
suspiró totalmente avergonzado luego de armar tremenda escena y se echó en su escritorio. El profesor
no asistió a esa clase, y la hora libre se la pasó haciendo tareas incompletas, escuchando musica o
mirando por la ventana.
Sonreía de vez en cuando al recordar la estupidez del menor.
━─━──── ────━─━
A la hora del recreo Jungkook no llegó a buscarlo como solía hacerlo, lo que lo preocupó mucho. Tomó
sus cosas y fue caminando hacia su aula, rezando por que no le haya pasado nada. Cuando llegó suspiró
aliviado al ver al azabache dormido sobre su escritorio que era justo el del medio.
Iba a acercarse cuando sintió que era empujado hacia un lado; varios chicos ingresaron y rodearon el
siento de Jungkook, uno de ellos lo tomó del cabello para levartar su rostro y el azabache de despertó
poco a poco.
—¿Tu eres Jeon Jungkook? —preguntó uno de ellos.
—¿Quien pregunta? —preguntó dando un manotaso a la mano que tiraba de su cabello.
Taehyung tuvo un mal presentimiento. Se acercó hacia ellos con la intensión de alejar a Jungkook de
ellos para no comenzar una pelea.
—¿Dónde estabas? Te estuve buscando —dijo al menor haciendose paso entre ellos—. No tenemos
mucho tiempo, vamos.
Tomó la mano del menor, pero uno de ellos tomó su muñeca con fuerza y lo empujó apartandolo.
—Tenemos asuntos que arreglar con el, no te metas —dijo el que parecía estar al mando.
Jungkook se levantó rápidamente y tomó al chico que había empujado al castaño por el cuello. Todos
se pusieron alertas, uno de ellos iba a acercarse al menor con malas intensiones pero Taehyung le
impidió el paso colocandose frente el.
—Arreglemos lo que sea pero no aquí —le dijo al que sostenía por el cuello—. Y si vuelven a tocarlo
les juro que no voy a contenerme y tendrán que suplicar por que me detenga.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de todos los presentes, incluso el de Taehyung. Su voz era tan fría y
amenazante, pero sus ojos eran lo peor, transmitían el doble de lo que su voz lo hacía.
Los chicos a su alrededor se miraron entre ellos buscando indicaciones de que hacer, el chico que
estaba siendo tomado por el cuello asintió en señal de que comprendía sus palabras y Jungkook lo soltó
luego de eso.
—Perfecto. Si todavía quieren hablar, nos vemos al final de clases fuera de la institución —dijo
acercándose a Taehyung para tomar su mano—. No quiero que me suspendan o algo peor.
Ambos salieron de allí dejando a cinco chicos totalmente en silencio y asustados. Taehyung se dejó
llevar hasta que llegaron a su lugar de descanso, se detuvo haciendo que el menor hiciera lo mismo y
cuando el menor se giró a verlo el mayor le dió un golpe en la parte trasera de su cabeza.
—Oye, ¿y eso por que? —preguntó con un puchero en sus labios, llevando su mano a la zona golpeada.
—¿Por qué hay cinco payasos buscando pelea contigo?, ¿que hiciste? —preguntó regañandolo.
—Yo no hice nada, lo juro —dijo levantando los brazos—. No sé quienes son, yo solo me quedé
dormido y cuando me desperté fue la primera vez que los veía.
—De igual forma, les dijiste que los esperabas para comenzar una pelea —tomó su rostro e hizo que lo
mirara de cerca—. Son cinco, Jungkook. No importa lo bueno que seas en esas peleas ilegales, te van a
golpear entre todos y no podrás hacer nada.
El menor posó sus manos sobre las suyas y le sonrió para luego dejar un rápido beso sobre sus labios.
—No te preocupes, cielo. Ya viste que me tenían rodeado y no pudieron hacer nada, no creo que
vengan —dijo despreocupado, tratando de hacer que deje de estar tan tenso.
—¿Por qué siempre buscas desesperarme? —dijo estirando sus mejillas.
—Yo diría que es uno de mis muchos encantos —bromeó acercando al mayor a su cuerpo tomándolo
por la cintura delicadamente.
—¿Encantos? ¿Cuales? —bromeó.
—Oye —se quejó fingiendo dolor en su pecho—. ¿Cuando será el día que me digas algo lindo?
—No lo sé, si sigues poniéndote en peligro la espera será aún más larga, ¿entendido? —preguntó
alejando al menor para continuar caminando.
—¿Dónde vas?
Taehyung continuó caminando y le mostró el dedo medio en respuesta. Jungkook solo comenzó a reír
y lo siguió detrás.
Al llegar al final de clases, tal y como dijo Jungkook, ninguno de ellos se presentó. Cosa que Taehyung
agradeció y pudo irse a casa con la seguridad de que al menos ese día nadie integraría golpear al
menor.
Taehyung estaba equivocado. Bueno, no del todo.
No iban a golpear a Jungkook, era él quien iba a golpear a esos tipos. Los chicos lo esperaban detrás
de la escuela, y el menor fue luego de acompañar al mayor hasta la estación de trenes. Costó un poco,
pero acabó con los cinco en menos de diez minutos.
Maldijo a uno de ellos por haberle golpeado en la pierna con un palo, ya que si Taehyung notaba que
caminaba con dificultad le preguntaría que había pasado, y tenía que pensar en una buena excusa.
━─━──── ────━─━

Alerta +18
Por alguna razón que no comprendía, el día siguiente ninguno de sus compañeros le dijo algo
desagradeble o hicieron algo para molestarlo. No había rastro de Minjae y sus perros, cosa que era muy
extraña, pero que iba a dusfrutar.
Jungkook seguía igual que siempre, y cuando se puso a pensar con detenimiento, se dió cuenta de que
el momento más tranquilo y agradable de su vida escolar era justo en este momento. Y sentía que gran
parte de eso tenía que ver con la llegada del menor a su vida.
—¿En que piensas? —preguntó el menor que se encontraba con su cabeza sobre el regazo del mayor
—. Estás como en las nubes.
Se encontraban detrás del gimnasio comiendo lo que el mayor había preparado la noche anterior.
Jungkook había llevado refrescos y así se complementaron para almorzar todos los días.
—¿Eh? Oh, estaba pensando en en trabajo de investigación que tengo que hacer para la próxima clase
de geografía —mintió—. Es mucho, y no creo poder terminar a tiempo. Además, odio esa materia y no
comprendo los temas.
—A mi me gusta geografia, puedo ayudarte —ofreció.
—¿Enserio? Te lo agradecería mucho —dijo acariciando su cabello—. El profesor parece odiar a todos,
y no quiero darle más motivos para que me baje puntos.
—Tranquilo, vas a ver que vamos a terminarlo en un solo día.
—¿Estas libre hoy? Podemos hacerlo en mi casa.
—Siempre estoy libre para ti, cielo.
—Eres tan cursi, me das asco —bromeó.
—Yo también te quiero, cielo —sonrió.
━─━──── ────━─━
Luego de clases fueron a casa del mayor en el auto del menor. En el camino Jungkook puso musica y
comenzó a cantarle canciones romanticas de Troye Sivan, se quedó asombrado con la voz del menor y
solo podía reír mientras se sonrobaja.
—Tienes una voz muy buena —alagó.
—¿Eso crees? Si quieres puedo cantarte siempre que quieras.
—Es buena, pero jamás superarás a Sam Smith.
—¿Que veo? Un rival —dijo copiando el meme de sid.
—Eres un idiota —dijo riéndose.
Llegaron a la casa del mayor y éste se extrañó al ver una gran caja frente a su puerta. Bajó del auto y
fue directo a revisarla; ésta tenía una nota pegada encima que decía "Gané un concurso en el super y
quise darte una caja. Atte: el primo más genial y guapo de toda corea".
—Es un regalo de Daehyun —informó al menor.
—¿Qué es?
—No lo sé, déjame entrarlo y lo abriremos dentro —dijo intentando levantar la caja.
—Yo lo hago.
Apartó al castaño y tomó la caja que era pesada, pero él la levantó como si fuera nada. Taehyung no
pudo evitar llevar sus ojos a los fuertes brazos del menor y se mordió el labio al notar lo sexis que se
veían cuando sus venas se marcaban.
Movió su cabeza apartando todos esos pensamientos que no venían al caso y cerró la puerta una vez
que ambos ingresaron a la casa. Jungkook dejó la caja sobre la mesa de la cocina y la abrió para ver el
contenido de ésta.
—Son latas de jugo de ciruela —le informó al mayor.
—¿De ciruela? —puso un gesto de desagrado—. No me gusta la ciruela.
—¿No? A mi me encanta —dijo sonriendo como un niño al que le acaban de comprarle una golosina.
—Puedes beberlos todos, yo no lo haré —dijo caminando hacia su habitación.
—No están muy fríos, voy a colocarlos en el refri un momento.
—¡De acuerdo! —gritó desde la otra habitación.
Tomó varias latas y las colocó todas en la parte superior de la heladera. Se quedó un momento
observando todo el lugar, la casa donde vivía su chico. Era un lugar no muy grande pero más que
suficiente para una sola persona, tenía un estilo simple pero agradable, justo como Taehyung.
Le extrañó no ver fotos por ningún lado, pero tampoco sabía si debía de preguntar por su familia. Fue
hacia la habitación donde el mayor había ido y sonrió al conocer finalmente el lugar donde Taehyung
dormía y despertaba cada día.
A diferencia de la cocina y sala; su habitación era distinta tenía mucho más color, tenía fotografías en
las paredes y en su escritorio a un lado de la computadora.
—Trabajaremos aquí —dijo el mayor sentado en el suelo, frente a una pequeña mesa que estaba en el
centro de la habitación.
—Linda habitación —alagó tomando asiento en su lado.
—Gracias.
Mientras el menor sacaba sus cosas de la mochila, se atrevió a preguntarle al menor sobre algunas
fotos en su pared.
—¿Quiénes son las personas de las fotos?
—Personas muy importantes para mi —respondió sin dar mucho más detalles.
—Pero...¿Quiénes son? —preguntó con intensión de que el mayor se diera cuenta de que quería saber
más.
Taehyung rodó los ojos y decidió responderle con la verdad.
—Esos de allí —dijo apuntando una foto en la que estaba junto con Daehyun y una pareja mayor—.
Son mis tios, padres de Daehyun. Son como unos padres para mí.
—Eso es lindo —dijo observando la sonrisa que el mayor mostraba en la fotografía.
—Ese de allí —dijo apuntando la que estaba a un lado de la otra—. Es mi padre adoptivo. Murió hace
cuatro años de una enfermedad al corazón.
El menor no dijo nada y solo observó al hombre en la fotografía que parecía muy feliz junto con el
castaño que tenía una sonrisa mucho mas grande que en la anterior foto.
—La mujer de allí —dijo apuntando a una foto que estaba sobre su escritorio, a un lado de la pantalla
de su computadora—. Sería mi madre adoptiva, pero la asesinaron un día antes de que pudiera
recibirme oficialmente como su hijo. Una bala perdida en un asalto a una tienda de juguetes donde
acababa de comprar un regalo para mí —explicó sin mostrar la tristeza en si voz, pero era evidente en
su mirada.
—Qué terrible... —fue todo lo que pudo decir.
—Pude conocerla antes...Era una gran persona —dijo finalizando la charla.
Jungkook se acercó y dejó un beso suave sobre su mejilla. Simplemente sintió la necesidad de hacerlo
y Taehyung sonrió demostrando que estaba bién.
Estuvieron media hora buscando información en los libros que el mayor había traído de la biblioteca,
hasta que el menor fue en busca de una lata de jugo. Pasaron dos horas y gracias a Jungkook ya tenían
hecho la mitad del trabajo. A lo largo de esas horas, el menor había bebido unas cinco latas, y estaba
por terminar la sexta cuando fue al baño por tercera vez.
Taehyung no comprendía como era que podía beber tanto de ese jugo que para él era espantoso. Pero
pensó que así eran los gustos del menor. Cuando éste salió del baño, el castaño lo miró con más
atención y notó que sus ojos estaban algo colorados, y tenía la mirada fija en él.
—¿Estás bién? —preguntó algo preocupado al notar que no había dicho una palabra en los últimos
treinta minutos.
El menor asintió y se acercó a él lentamente; se sentó detrás suyo colocándo sus piernas a cada lado
de las del mayor, y colocó su barbilla sobre su hombro derecho, abrazando su torso.
—¿Qué haces? —preguntó extrañado por el repentino comportamiento del menor.
—Solo...quería abrazarte —dijo con la voz más gruesa de lo normal.
—Tu aliento apesta a ciruela —dijo divertido.
Jungkook no contestó. Comenzó a dejar suaves besos por su cuello mientras acariciaba el estómago
con sus manos por debajo de la camiseta del mayor. Taehyung sintió escalofríos con cada beso que el
menor le daba y suspiró lentamente.
—¿Q-que haces? —preguntó extrañado por el repentino comportamiento cariñoso.
El azabache llevó sus labios a su oreja y susurró:
—Adoro tu perfume —dijo. Luego mordió levemente su lóbulo.
—Jungkook...
La temperatura de su cuerpo comenzaba a aumentar. La mano derecha del menor se movió hacia su
ropa interior y Taehyung no pudo evitar soltar un leve gemido al sentir su tacto sobre la tela. Los labios
del menor volvieron a su cuello y los besos continuaron, solo que esta vez eran mucho más profundos.
—J-junkook...Aah...
Una erección no tardó en aparecer y las caricias del menor continuaron unos segundos más hasta que
metió su mano por debajo de su ropa interior y tomó toda la extensión de su pene, haciendo que un
fuerte gemido saliera de los labios del castaño.
Jungkook movía su mano lenta y tortuosamente, mientras cambiaba los besos por mordidas que solo
conseguían desesperar más al mayor mientras intentaba callar sus gemidos mordiendo su mano
izquierda.
Comenzó a masturbarlo con más rapidez, mientras quitaba la mano de su boca para tomar su mentón
y girar su rostro a su dirección para comenzar a besarlo. Por unos segundos su mano se movía de forma
rápida, y por otros de forma lenta, moviendo su pulgar en forma de circulo sobre la punta de su pene.
Taehyung le correspondió tomando la nuca del menor para profundizar el beso, importandole muy
poco que su boca sepa a ciruela, mientras su cabeza estaba hecha un lío debido a lo bien que se sentía
el tacto del menor.
Continuó moviendo su mano mucho más rápido que antes hasta que se corrió en su mano y el mayor
cortó el beso para echar la cabeza hacia atrás soltando un gemido sonoro que lo habría hecho
avergonzarse de no ser por que estaba demasiado ocupado teniendo el primer y mejor orgasmo de toda
su corta vida.
Bajó la cabeza tratando de regular su respiración, dejándose caer en su pecho mientras el menor
dejaba besos cariñosos en su mejilla. Jungkook se quedó observando su mano menchada de semen
durante unos segundos y luego pasó su lengua por sus dedos.
—N-no hagas eso —regañó el mayor totalmente rojo por lo que había pasado—. Iré a traer algo para
limpiarte.
Se colocó su ropa interior de forma correcta y se levantó caminando hacia el baño en busca de una
toalla pequeña y la humedeció. Cuando volvió a la habitación el menor de había echado en su cama
boca abajo. Taehyung se acercó a él y pudo comprobar que se había dormido, tomó su mano derecha y
limpió cualquier rastro de su semen, mientras lo observaba su rostro dormido.
Llevó su mano hacia su cabello y acarició con dulzura su rostro con su otra mano. Aún sin
comprender mucho de lo que acababa de pasar, decidió no pensar mucho en eso y en su extraño
comportamiento, dejarlo dormir y tratar de continuar con el trabajo de geografía.
Antes de seguir, decidió limpiar un poco tirando las latas de jugo que el menor había tomado no sin
antes echarles un vistazo a lo que contenía. Se dió cuenta de que no era solo jugo, sino que cada lata
contenía cinco por ciento de alcohol, lo que explicaba el extraño comportamiento del menor.
Sintió varias cosas luego de descubrir eso. Lo que más le afectó fue la idea de que el menor solo había
hecho eso debido a que estaba borracho, y puede que de no ser por eso él jamás se habría animado a
hacer eso.
"¿Lo hubiera hecho sobrio? ¿O jamás lo hubiera hecho porque sentía que estaba sucio por culpa de
Minaje?"
Toda la emoción de hace unos minutos se fue por completo al pensar en eso. Recordaba las palabras
de Jungkook diciéndole que no le importaba lo ocurrido con Minjae, pero no podía creerlo, simplemente
no podía.
Mandó el trabajo a la mierda, fue a buscar un pote de helado que había sobrado del día anterior con
su primo y se sentó en su sillón a comer y pensar. No sabía cuanto tardaría el menor en despertar, pero
sabía que cuando lo haga lo enviaría a su casa. Si tenía suerte no recordaria nada y se podría ahorrar
cualquier tipo de charla al respecto.
Encendió la tele y buscó el canal de animal planet, canal que le gustaba mucho. Intentó prestar toda
su atención en los leones en la pantalla, pero aún podía sentir la mano del menor sobre su pene.
Pensó en si esto cambiaría algo en su relación y temió por lo que su estúpida boca podía llegar a
decir; cuando estaba nervioso o avergonzado no pensaba con claridad.
Otros dos episodios de animales salvajes terminaron, y el menor se despertó sintiendo algo de dolor
en su cabeza. Al darse cuenta de que no estaba en su habitación, buscó al mayor con la vista pero al no
verlo salió a buscarlo. Lo encontró sentado en el sillón abrazando sus piernas, y se acercó a él
sentándose a su lado.
—¿Qué hora es? —preguntó apoyando su cabeza en el hombro del mayor.
—Hora de que te vayas —respondió sin mirarlo.
Jungkook notó algo extraño en su voz y lo miró analizando sus expresiones. A su mente llegaron los
recuerdos de lo que había hecho y se golpeó mentalmente.
—¿Es por lo que pasó? —preguntó sentándose recto, mirándolo con culpa—. Lo siento, de verdad, no
sé que me pasó yo solo-
—Tranquilo —respondió aún sin dirigirle la mirada—. El jugo tenía alcohol...Sé que nunca harías eso
estando sobrio —soltó lo último con desilusión.
—Eso lo explica... —soltó el menor preocupado por las últimas palabras del mayor—. ¿Por qué lo dices
cómo si jamás quisiera tocarte?
—¿Acaso si hubieras estado sobrio lo hubieras hecho? —preguntó enfrentando—. Obviamente no.
Después de todo ya estoy sucio...No es lindo tocar algo que alguien más ensució, así que no m-
Jungkook se le echó encima acostándolo sobre el sofá; se colocó entre sus piernas, colocándo ambas
manos a los costados de sus cabezas, su mirada mostraba dolor mezclado con enfado, y Taehyung no
pudo mantener el contacto visual por mucho tiempo.
—¿Por qué hablas de ti como un trapo sucio que cualquiera ensucia y tira como si nada?
—Por que es así como me hace sentir... —sus ojos comenzaron a humedecerse y su voz s quebrarse—.
Es muy frustrante sentir que nadie va a quererte luego de...eso...
—Entiendo por qué piensas eso, pero estás completamente equivocado —acarició su rostro limpiando
el rastro de lágrimas que no paraban de caer—. Tu no estás mal, no hay nada de malo contigo. Si por mi
fuera te hubiera hecho mío la primera vez que te vi, porqué eres hermoso en cada aspecto.
Taehyung cubrió su rostro mientras intentaba cesar su llanto, pensando en las palabras del menor y
tratando de comprenderlas, ya que no entendía cómo el menor podía verlo de esa forma cuando él
mismo veía todo lo contrario.
—¿Te hice sentir mal? —preguntó refiriéndose a la masturbación de hace unas horas—. Si es así, lo
siento. Porqué el alcohol me animó a hacerlo, pero yo lo disfruté.
—No...se sintió tan bién que incluso me asusté —admitió limpiando sus lágrimas.
—¿Enserio? —preguntó sonriendo con más calma, feliz de no haber hecho algo que le desagradó.
—¿Acaso me negué en algún momento, idiota? —preguntó sonrojandose al recordar cuánto disfrutó.
—Bueno, ahora que lo dices, no...¿Quieres que lo haga de nuevo? —preguntó levantando las cejas de
forma coqueta.
—Yo...no sería justo...—dijo completamente avergonzado, apartando la mirada—. ¿Que hay de ti?
—Eso puede arreglarse —dijo para luego acercarse a y unir sus labios.
Taehyung rodeó el cuello del menor, soltando un gemido entre el beso al sentir como el menor
comenzaba a rozar su entrepierna contra la suya. Una mano fue hacia su trasero mientras que la otra se
colocó en el apoyabrazos del sofá para tener mejor soporte y hacer movimientos más rápidos y bruscos.
Jungkook rompió el beso para comenzar a dejar unos chupones en ambos lados de su cuello mientras
se deleitaba con los gemidos del mayor a un lado de su oreja. En algún momento el castaño comenzó a
mover sus caderas de igual forma, haciendo que el placer aumentara en ambos al igual que la velocidad
de sus embestidas.
Estuvieron largos minutos entre gemidos, caricias y besos, hasta que ambos se corrieron dentro de
sus calzoncillos. No se apartaron en lo que intentaban regular sus respiraciones.
—Tae...eres jodidamente hermoso —dijo mirándolo directamente—. No vuelvas a pensar que hay algo
malo contigo.
Taehyung lo atrajo en un fuerte abrazo y acarició sus cabellos con cariño.
—Gracias...De verdad, gracias.
Por primera vez el castaño estaba diciendo y haciendo lo que realmente quería, sin preocupación y sin
pena. Decidió que iba a confiar en el menor y no iba a arruinar las cosas.
—Gracias a ti, por dejarme estar contigo —dijo el menor correspondiéndole el abrazo de igual forma.
Las horas siguientes se la pasaron recostados sobre el sofá; con Jungkook apoyando su cabeza sobre
el pecho del mayor, abrazandolo mientras el castaño jugaba con su cabello enredando sus dedos en sus
oscuros mechones. Se la pasaron viendo peliculas de Disney hasta que ambos cayeron dormidos.
Olvidaron la tarea por completo, lo que Taehyung lamentaría al dia siguiente, pero eso no importaba
en ese momento.
━─━──── ────━─━
Jungkook regresó a su casa alrededor de las nueve p.m. luego de armar un berrinche diciendo que ni
quería irse mientras sostenía al mayor por la cintura y dejaba besos por todo su cuerpo. El castaño solo
acariciaba su pecho mientras intentaba hacerse el difícil, hasta que finalmente tuvo que golpearlo no
muy fuerte para que se vaya antes de que fuese más tarde.
Se quedó completamente tranquilo solo cuando el menor le envió un mensaje avisandole que había
llegado a casa, y se dispuso a cocinar algo rápido para darse un baño y comenzar a terminar el trabajo
que esperaba incompleto en su pequeña mesa. Había dormido casi toda la tarde, por lo que
seguramente esa noche no podría dormir.
Intercambió varios mensajes con Jungkook ayudándolo con el trabajo desde su casa. Alrededor de las
11 p.m. recibió un mensaje de un número desconocido, y el mensaje lo dejó desconcertado.
"ALÉJATE DE JEON JUNGKOOK. ES UN MONSTRUO"
Pensó en muchas cosas, pero jamás en que lo que decía el mensaje fuera cierto. No sabía quién podría
ser, ya que últimamente el menor había hecho varios enemigos, y con las peleas que hace puede
ganarse bastantes por diferentes razones.
Lo que más lo asustaba era el hecho de que alguien consiguió su número y sabía que tenía alguna
relación con el menor. Decidió tomarlo como una mala broma y eliminó el mensaje junto con sus malos
pensamientos.
"Jungkook un monstruo, es tan estúpido" pensó con gracia.
━─━──── ────━─━

Justo como había pensado, esa noche no pudo dormir.
Como consecuencia de eso, casi se duerme varias veces en clase y recibió el regaño de todos sus
profesores ese día. Le importó muy poco, no quería que su ánimo decayera por esos ancianos infelices.
Ahora se encontraba detrás del gimnasio con el menor comiendo algo que éste había comprado para
ambos esta vez, como habían acordado el día anterior.
—Oye, Jungkook —habló Taehyung recordando algo que su primo le había dicho acerca del menor
cuando fue a verlo pelear—. ¿Puedo hacerte unas preguntas?
—Las que quieras, cielo —dijo con su cabeza apoyada sobre su hombro.
—Mi primo que dijo que había rumores sobre ti, entre ellos que tus padres trabajaban para la mafia,
¿es verdad? —preguntó sin más.
—Si, mi padre es uno de los líderes de una muy conocida —respondió como si hubiera hablando de
cualquier cosa—. Lo siento, pero no puedo decirte el nombre.
—¿Enserio? —Preguntó pensando que el menor estaba bromeando.
—Si, de verdad —tomó su mano y entrelazó sus dedos—. ¿Eso te asusta? —preguntó alzando la
mirada para verlo a los ojos.
—No, solo que es muy...extraño. Ya sabes, le gusto al hijo de unos hombre de la mafia, no pasa todos
los días —bromeó.
Jungkook rió y se levantó para sentarse frente a él.
—¿Qué otros rumores hay por ahí? —preguntó curioso.
—Que nadie puede ganarte en una pelea callejera y que tienes problemas de ira —dijo terminando de
comer su triple hamburguesa del MC'Donald—. ¿Tienes problemas de ira?
—Claro que no, ¿alguna vez has visto que me vuelva loco o violento? —preguntó ofendido por la
acusación del mayor.
—No, pero nunca se sabe.
—Respecto a las peleas, obviamente nadie me ha ganado, soy fa-bu-lo-so —dijo colocando una mano
en su cadera mientras movia su dedo como una diva.
—Eres un agrandado y un presumido.
—Pero aún así fabuloso, ¿verdad? —preguntó acercándose a su rostro con ojos de cachorro.
Taehyung no pudo resistirse a esa mirada.
—Si, eres muy fabuloso —dijo sin poder evitar soltar una risa tímida.
—Dios mio, eres tan hermoso —alagó el menor tomando su rostro entre sus manos—. Se que estamos
hablando de lo fabuloso que soy, pero siempre me quitas el protagonismo.
El mayor rió ante la vergüenza golpeando su hombro.
—Ya, no digas esas cosas...No sé que decir cuando lo haces —admitió tomando el vaso de coca cola
para beber un poco.
—No espero que digas nada, solo me gusta decirte lo bello que eres —se acercó para besar su frente y
luego comenzó a jugar con sus mejillas—. Te ves muy tierno cuando te avergüenzas.
—Solo te gusta verme sufrir, eres un sádico —bromeó.
Jungkook se forzó a reír ante las palabras del mayor que en cierta forma era cierta, pero no del todo;
ya que disfrutaba ver sufrir a las personas que creía que se lo merecían, pero jamás disfrutaría verlo
sufrir a él.
Ese pensamiento hizo que se preguntara cómo se encontraría Minjae en esos momentos, y si ya había
aprendido la lección. No se había presentado a la escuela en semanas y no estaba seguro de si lo haría,
pero si sucedía, tenía que tener en claro que no se atrevería a volver a dañar a su chico.
Luego de que las clases terminaran y dejara a Tae en su casa, tomó au teléfono para llamar a uno de
sus amigos.
—Mingyu, necesito que me hagas un favor.
━─━──── ────━─━
E
stos ultimos días había algo que no dejaba de rondar por la cabeza del castaño; había escuchado la
conversación de unas compañeras de su clase y desde entonces no podía dejar de pensar que tenía que
hacer algo con su aspecto.
Para explicarles mejor, hablaban sobre la pareja perfecta que eran Hyuna y E'dawn; que ambos eran
talentosos, buenas personas y que ambos eran físicamente hermosos y con un estilo único que los
hacían verse bien juntos.
"Alguien guapo no puede estar con alguien que no esté a su altura estéticamente, de lo contrario, por
mucho amor que se tengan la otra persona se sentiría atraída hacia alguien más fácilmente" había dicho
una de sus compañeras.
Jungkook era realmente atractivo, con un cuerpo trabajado, su personalidad atraía como la luz a las
polillas y si nombramos lo sexi que se veía peleando en esas peleas ilegales, ya cualquiera que lo viera
caería ante él.
Y él —según el mismo— no tenía algo sobresaliente, atrayente o que esté a la altura del menor. Por lo
que comparandose con otras personas, el menor podría facilmente fijarse en alguien más en cualquier
momento si no hacia algo para mejorar su aspecto.
No comprendía que era lo que el menor veía en él, pero por el momento funcionaba, y no lo haría por
siempre, según él.
Se miró en el espejo de su casa tocando su piel, mirándola con deteniemiento sus rasgos faciales y
llegó a la conclusión de que el no era feo, pero su piel necesitaba más cuidados. A raiz de eso, decidió ir
a comprar mascarillas faciales y cremas para comenzar a cuidar su piel.
Quería sentirse digno de ser alguien que pudiera tener una relación con Jungkook, y tener la
seguridad de que el menor no se fijaría en alguien más.
Odiaba sentirse insuficiente, pero tampoco podía evitar pensar de esa forma. El menor nunca dijo que
algo de él no le gustara, pero quizá no quería decirselo para que no se sintiera mal.
¿Su físico era bueno? Su primo siempre decía que tenía un buen trasero, pero su panza de bebé podía
no ser atractiva ¿debería de hacer ejercicio?
Cuando llegó a la tienda donde vendían productos de belleza llevó lo que la chica del mostrador le
habia sujerido junto con varias mascarillas de distintas cosas, y de paso un nuevo cepillo de dientes, ya
que el suyo ya era tiempo de cambiarlo.
Cuando regresó a casa se sorprendió de ver el auto del menor frente a su casa, con el dueño apoyado
sobre la puerta escribiendo en su teléfono. Se quedó un momento observando lo bien que se veía con
esa cacheta de jean, esos pantalones deportivos y su cabello largo tapando la mitad de su rostro
haciendolo ver misterioso.
Se acercó a él escondiendo inutilmente las cosas en su bolsa.
—¿Qué haces aquí? —preguntó acercándose para saludarlo acariciando sus mechones de cabello,
como ya era costumbre.
Jungkook levantó la vista y guardó el teléfono en el bolsillo de su chaqueta. Dejó un beso en su frente
y sonrió.
—No tenía nada que hacer, estaba aburrido y vine a visitarte, ¿estás ocupado?
Taehyung negó y le hizo una señal para que entraran. El menor notó sus bolsas y reconoció varias
mascarillas, ya que el las utilizaba.
—¿Tu tambien usas de estas? —preguntó apuntando a la bolsa de plastico.
—Si, a veces... —mintió sin mirarlo para no dejar en evidencia su sonrojo al recordar el por qué las
había comprado.
—Son muy buenas, en especial la de avellana —dijo inocentemente sin tener idea de lo que pasaba
por la cabeza del mayor.
—¿Quieres ponerte una? —preguntó dándole a elegir una de todas las que había comprado—.
Podemos hacer una pequeña sesión se Spa —preguntó riendo ante su propia idea.
—¿Enserio? —preguntó emocionado—. Me encanta la idea.
Luego de escoger una para cada uno, el mayor guardó lo que no iban a utilizar y ambos fueron al
baño a lavar su rostro para tener la piel lista para utilizar las mascarillas. Taehyung le hizo una coleta
muy graciosa al menor para que su cabello no cubriera su rostro e hizo lo mismo con su cabello.
Taehyung no pudo evitar reir y tomarle fotos al menor con esa coleta mal hecha que el mismo había
atado. El menor posó mostrando una gran sonrisa y luego fue el quién le tomó fotografías al mayor.
Jungkook le pidió que colocara la mascarilla en su rostro como excusa para abrazar su cintura y
acercarlo hacia el. Y Taehyung no se quejó para nada y disfrutó del contacto sin dejar de sonreir en
ningún momento. Se colocó su mascarilla y esperaron el tiempo para retirarlo escuchando y cantando
canciones de 3racha, blackpink y Onewe.
Pasado el tiempo estimado retiraron la mascarilla, luego probaron usar la crema que había comprado
junto con lo demás y de igual forma ambos le colocaron al otro el producto.
Luego de comprobar que sus pieles estaban mucho mas suaves e hidratadas, se prepararon café con
algunas tostadas y se pudieron a ver una maratón de los juegos del hambre que estaban dando por
televisión.
El tiempo pasaba volando cuando estaban juntos.
En un momento Taehyung se dió cuenta de que Jungkook no lo había besado en todo el tiempo que
estuvieron juntos. Eso lo hacía sentirse ansioso y no sabía si era cosa suya o estaba preocupándose de
más, pero sentía que quería esas muestras de afecto.
Ambos estaban sentados uno al lado del otro, juntos pero sin llegar a tocarse. El menor estaba muy
entretenido con la película, ya que no había visto ninguna de sus películas y realmente le estaban
gustando. Taehyung se lo quedó mirando fijamente dirante un par de segundos esperando a que su
mirada fuera lo suficientemente intensa como para que lo mirara, pero eso no sucedió.
—Jungkook —llamó haciendo un leve pucheño inconscientemente.
—¿Qué sucede, cielo? —preguntó sin despegar la mirada de la pantalla.
—...Nada —respondió cruzandose de brazos algo molesto por que el menor no le prestaba la atención
que el quería.
Luego ablandó su mirada al darse cuenta de que no podía enojarse por algo así, y el menor estaba
disfrutando realmente la pelicula, no se atrevía a interrumpirlo. No sabía si el hecho de que el menor le
gustara lo hacia comportarse de forma en la que jamás antes lo había hecho, pero no le agradaba si eso
significara necesitar afecto que antes no buscaba ni recibía.
El comienzo del espacio publicitario hizo que el menor se girara a ver al mayor por primera vez desde
que la película comenzó.
—Tae...
—¿Qué? —preguntó sin voltear a verlo.
—¿Estás molesto por algo? —preguntó al notar el cambio en su semblante.
—No, ¿por qué lo estaría? —volvió a responder sin mirarlo.
—Cielo... —volvió a llamar.
El mayor se giró al verlo sin expresión en su rostro. Jungkook no dijo nada y solo se acercó a unir sus
labios durante unos pocos segundos. Se separó sin decir nada, mirandolo a los ojos en busca de eso que
el mayor no quería decirle, pero antes de poder hacerlo Taehyung volvió a juntar sus labios en un beso
mucho más profundo, haciendo que sus labios se movieran de forma lenta y dulce.
Las manos del mayor fueron a parar al pecho del menor mientras que las de éste se posaron en las
caderas del castaño. Se separaron solo cuando el aire se hizo muy necesario, y se quedaron mirando los
ojos del contrario mientras sus respiraciones se iban calmando.
—Ven aquí —dijo abriendo sus brazos para que el mayor lo abrazara.
Taehyung no se hizo de rogar y se lanzó a sus brazos abrazándolo con fuerza, aspirando su perfume
tan varonil e hipnotizante. Sonrió al haber conseguido lo que quería y apoyó su mejilla sobre el pecho
fornido del menor.
Jungkook se recostó sobre el sofa para tener una posición más cómoda, y acarició la espalda del
mayor sin soltar su cintura en lo que restaba de peliculas. Se la pasaron comentando partes de la
pelicula y luchando con que personaje era mejor; si Peeta o la Katniss
—Ella jugaba a dos puntas, y si el otro no hubiera estado relacionado con el bombardeo, seguramente
hubiera seguido haciendolo —acusó el mayor apoyando su barbilla sobre el pecho del menor, mirándolo
con el ceño fruncido—. Peeta siempre le fue fiel.
—El es debil, dejó que le lavaran el cerebro —defendió el menor—. Ella siempre creyó en el, ¿acaso el
no podía hacer lo mismo?
—No es debil, es mucho mejor y no necesita ser bueno con el arco para sobresalir.
—¿Por qué lo de defiendes tanto? Ahora tu me estás siendo infiel —bromeó haciendole cosquillas—.
¿Es porque no soy rubio?
—Jajaja ya, no hagas eso jajaja —el mayor intentó levantarse mientras reía, pero al menor fue más
rápido y lo giró para quedar encima suyo.
—No han pasado ni tres meses y tu ya te fijas en otro —dijo fingiendo llorar mientras continuaba las
cosquillas.
Taehyung soltó algunas lágrimas debido a las risas hasta que Jungkook lo dejó respirar. Su
respiración agitada, su cabello revuelto y su boca entreabierta mostrando esa sonrisa que tanto le
gustaba hicieron que el menor tuviera pensamientos impuros.
Como si el mayor pudiera leer sus pensamientos, quiso jugar un poco con el y se levantó un poco para
dejar pequeños besos en su cuello, subiendo poco a poco hacia su mentón, deteniendose a un lado de
sus labios, dejando al menor con ganas de un beso que no llegó.
—No seas cruel —dijo el menor intentando besarlo, pero el mayor le corría la cara—. Si así quieres
jugar...
Jungkook aprovechó su posición y llevó una mano a su entrepierna, haciendo que el mayor se
mordiera el labio a la vez que tensaba su cuerpo. Aprovechó ese momento para juntar sus labios,
sonriendo en medio de éste al sentir los leves golpes del menor en sus hombros.
—Eres malvado —dijo el mayor luego de separarse.
—El fin justifica los medios —dijo riendo.
—Y un estúpido.
—Aún así me quieres.
—¿Quién dijo que te quería? —bromeó cruzándose de brazos.
—Tus ojos me lo dicen, cielo.
—Alucinas —se hecho sobre el sofá, esta vez cambiando lugares cuando fue el menor quien se recostó
en el pecho del mayor.
—Oye, cielo...
—¿Qué? —preguntó jugando con sus largos mechones.
—Mañana tengo una pelea importante...
—Suerte.
—Se qué no te gustan mucho esas cosas pero...Me daría muchas energías que fueras a verme —tomó
su mano y entelazó sus dedos.
Taehyung hizo un sonido mostrando que se lo estaba pensando, hasta que accedió. No tenía nada
mejor que hacer y el menor le regalaba una buena vista desde el ring ¿Cómo podría negarse?
Jungkook sonrió y dejó varios besos en su rostro, mostrando lo feliz que lo hacía que el mayor vaya a
animarlo. Las peleas le gustaban y lo ayudaban mucho, como una especie de terapia donde podía
descargar toda la tensión.
Aunque la mejor terapia era Taehyung, sin duda alguna.
—Te guardaré dos lugares, ve con tu primo —ofreció.
—¿A la misma hora que la otra vez?
—Si, esta vez podrás probar lo que quieras de la barra pero que sea luego de mi pelea, quiero que
estés lúcido para ver como gano.
—Aahh, tan presumido —bromeó.
━─━──── ────━─━

Ya era viernes, y como todos los días Jungkook llevaba a Tae a su casa en su —según el mayor—
asquerosamente costoso auto.
El menor le contaba sobre lo importante que iba a ser esa pelea y lo nervioso que estaba. El castaño
solo se dedicaba a observarlo mientras relataba contento lo feliz que lo hacía que él fuera parte de su
vida en un momento tan importante como éste.
—Las recompensas se harán más grandes si logro ganarle a estos tipos, y podríamos ir a cualquier
lugar que quieras —ofreció mirándolo en una luz roja—. Mi fama aumentará y tendrás al chico más cool
y guapo detrás tuyo, ¿Qué se siente eso?
—Meh, no es tan bueno como suena —dijo alzando los hombros de forma desinteresada—. No me
gustaría que ganaras mucha más popularidad —admitió con un leve sonrojo en sus mejillas.
Recordó a todas esas mujeres alentandolo el día que vió su pelea y la sangre volvió a hervirle. Se
enojó nuevamemte cruzando sus brazos y arrugando en entrecejo.
Lo dijo en broma, pero Jungkook era tonto y se tomaba todo lo que decía muy enserio. No pueden
culparlo, el amor convierte a la gente en maquinas sin sentido común.
—¿Por qué? ¿Quieres que renuncie?
—¿Qué? ¡Por dios, Jungkook, claro que no! —golpeó su hombro con fuerza sacándole un quejido
ofendido.
—¿Por qué me golpeas? —preguntó haciendo un pequeño puchero con sus labios.
—Solo estaba bromeando —rodó los ojos—. Jamás, pero jamás dejes de hacer algo que te gusta por
que alguien más lo diga, ¿entiendes?
—Entiendo...
—Por dios, si te digo que te tires de un puente, ¿vas a hacerlo? —preguntó en broma.
—Si quieres —respondió volviendo a avanzar—. Yo haría todo por ti, cielo.
—Aish, olvídalo, no me hables —dijo mirando hacia la ventana para que no notara que estaba
avergonzado.
Jungkook solo rió y continuaron el resto de camino en silencio.
Al llegar a casa del mayor, éste tomó su mochila del asiento trasero y abrió la puerta dispuesto a irse
sin saludar al menor, solo para molestarlo.
—¡Oye! ¿Y mi beso? —preguntó con una voz lastimera que hizo reir al otro.
—Sabes, no debería de consentirte —volvió a sentarse y tomó la barbilla del menor mientras aún
sonreía—. Pero no quiero escuchar tus gritos.
—Yo si quiero escuchar tus gritos —respondió moviendo sus cejas de forma lasciva.
—Y te acabas de quedar sin beso, adios —soltó su rostro e intentó escapar antes de que el menor
pudiera notar lo rojo que se había puesto, pero Jungkook fue más rápido y tomó su brazo evitando que
se moviera.
—Espera, al menos déjame hacer algo —pidió mirándolo con suplica.
Tae suspiró y volteó a verlo. Jungkook sonrió con picardía y se acercó a su cuello para comenzar a
succionar su piel con intensión de dejar una marca.
—O-oye... —gimió sorprendido ante la acción del menor, disfrutando el contacto de sus labios en su
piel.
Apartó sus labios de ese lugar y continuó dejando pequeños besos por su cuello hasta llegar a su
mejilla y de ahí besarlo cuando el mayor volteó en su dirección.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó llevando su mano a su cuello, justo donde el menor había dejado
una marca rojiza que luego se tornaría oscura.
—El lugar estará lleno de gente, mucho más que otros días por ser peleas tan importantes —comenzó
a explicar sin apartar la mirada de los labios contrarios—. Si alguien se te acerca con malas intensiones
solo muestrales eso y diles que ya tienes a alguien.
—¿Me marcaste como perro a territorio? —preguntó sorpendido por tal precausion—. Si sabes que no
tienes el derecho de hacer eso, ¿verdad? —preguntó en un tono serio que hizo asustarse al menor.
—Yo...Lo siento —bajó su mirada sintiéndose triste—. Tienes razón, no somos nada aún y no tengo el
derecho, solo-
—No es justo —cortó sus palabras—. Si vas a hacer eso, entonces déjame hacerlo también —pidió
mirándolo fijamente, señal de que hablaba enserio.
—¿También? —preguntó sin comprender.
—Vas a volverme loco un día de estos —dijo, luego dejó su mochila nuevamente en el asiento trasero
para colocarse rápidamente a horcajadas del menor.
El menor estaba sorprendido, pero aún así dejó que el castaño hiciera lo que quiera con él y colocó
sus manos sobre sus caderas. Después de todo le pertenecía por completo.
—No seré en único con una marca... —dijo el menor colocando sus manos sobre el pecho del
contrario.
Jungkook sonrió encantado y levantó su barbilla para dejar se cuello expuesto.
—Marca todo lo que quieras, cielo.
Taehyung no necesitó nada más para acercarse a su cuello y acariciar primero la piel con su nariz,
respirando el aroma del menor mezclado con ese perfume varonil del que se estaba haciendo tan adicto.
—Sabes, me encanta tu perfume —habló a con sus labios apenas tocando la blanquecina piel,
haciendo que leves escalofríos recorrieran la espalda del azabache.
Eligió sin prisa el lugar donde se notara la marca, y colocó sus labios un poco más a la derecha cerca
de su manzana de Adán. Dejó un beso sobre la marca y se separó para poder apreciar aquella marca
suya.
Jungkook se sentía feliz, muy feliz de tener al mayor incluso en su piel. Se sentía tan satisfactorio que
incluso pensaba que sus sentimientos estaban siendo muy exagerados, pero no podía hacer nada al
respecto.
—Tendrás tanta atención... —se quejó abultando sus labios—. Todas esas mujeres alzadas, es tan
irritante —admitió cruzándose de brazos.
—¿Qué estoy escuchando? ¿Celos, acaso? —preguntó queriendo jugar un poco con él.
—...Un poco —admitió sin ganas de ocultar su vergüenza.
El menor no se esperaba esa, así que lo miró con ojos abiertos.
—Vaya, esperaba que lo negaras...
—¿Te molesta? —preguntó preocupado por que pensara que es un celopata de esos tóxicos—. Lo
siento, no puedo evitar sentirme inuficiente algunas veces.
—¿Qué? Claro que no, bebé —tomó su rostro con ambas manos y dejó un beso en sus labios, luego en
la punta de su nariz—. Me traes tan loco que podría tatuarme tu nombre en la frente para que todos
sepan que te amo.
Taehyung sintió esas últimas palabras como si fueran irreales. Sorprendido, abrió la boca para decir
algo y nada salió de ella, pero si de sus ojos.
—¿Cielo? —se alarmó al ver sus ojos humedecerse y lágrimas caer por sus mejillas, acarició su
espalda luego de que el mayor escondiera su rostro en su cuello— ¿Qué sucede? ¿Dije algo malo?
¿Algo malo? Ojalá hubiera dicho algo malo.
Había dicho algo peligroso, hermosamente peligroso por que aún no podía evitar desconfiar de las
intensiones de las personas y en ese momento se dió cuenta de que el menor ya se había instalado en su
corazón sin pedir permiso.
¿Lo decía enserio?, ¿De verdad había alguien que lo amara siendo él mismo?
¿Será Jungkook la persona que su padre decía que encontraría?
—Bebé, ¿Por qué lloras?
Taehyung solo se aferró más a su pecho sin decir nada. No se sentía preparado para hablar sobre el
tema y el menor comprendió eso.
—De acuerdo, puedes quedarte así el tiempo que necesites.
Luego de varios segundos en los que el menor se dedicó a acariciar su espalda mientras dejaba besos
sobre su cabello.
Pensó en el chico sobre el que estaba; Jungkook lo hacía sentirse seguro, podía bajar la guardia frente
a él y no se sentiría insignificante. Hasta ahora no había hecho nada malo contra él y siempre le
demostraba que lo quería, no lo presionaba a hacer algo que no quisiera e incluso lo estaba haciendo
parte de su vida.
Debe de ser él.
—Kook...—se enderezó limpiando los rastros de lágrimas y lo miró de una forma que el menor no pudo
descifrar—. Si ganas mañana, quiero que tengamos sexo.
El azabache se tensó poor su momento ante esa tan deseada propuesta, pero negó con la cabeza
haciendo sentir mal a Taehyung por un momento, bajando la mirada sintiéndose estúpido.
—No quiero tener sexo contigo, cielo... —tomó su rostro e hizo que lo mirara nuevamente—. Quiero
hacerte el amor...duro, pero con amor.
—Eres un romántico de mierda —dijo sin poder evitar que sus mejillas cambiaran de color.
—Se que te gusta que sea así.
━─━──── ────━─━
—Dios, Daehyun, no me hagas esto —dijo a su primo del otro lado de la linea—. Es un día importante
para Kook y no puedo fallarle.
—No puedo ir, enserio lo siento. Mi tía me pidió esto hace una semana y no quiero quedar
mal con ella, es mi tía favorita.
—¿Acaso quieres que me roben o algo así? —sacó tres camisetas para elegir una que convine con su
pantalón—. Tu viste en que clase de lugar queda, ¡Me van a robar seguro!
—¿No puedes pedirle a tu novio que vaya a buscarte?
—Seguro que está ocupado, no quiero molestarlo —respondió sin ganas de volver a repetirle que no
era su novio aún.
—Entonces pide un taxi y que él lo pague, es hijo de un mafioso, seguro que lo que le sobra
además de sensualidad es dinero.
—¿Sabes que? Olvídalo —dijo eligiendo una de las camisetas—. Si algo me pasa, que sepas que todo
tu culpa, solo tuya. Espero que puedas vivir con el remordimiento.
Sin agregar nada más cortó la llamada y lanzó el teléfono a la cama. Se colocó la camiseta elegida y
guardó las demás, mirándose al espejo desde varios ángulos para confirmar que se veía bién.
—No esta tan mal...
Su teléfono sonó y al ver el nombre en la pantalla sonrió inconscientemente. Contestó la llamada y
colocó el alta voz para terminar de arreglarse.
—¿Qué no estás ocupado? —preguntó tomando el peine para arreglar su cabello.
—Estoy analizando al oponente, y puedo hablar y mirar al mismo tiempo —dijo como si fuera
algo impresionante—. Soy multiusos.
—Crack, ídolo, maquina, fiera, tigre, tsunami, artista, inigualable-
—Ya, ya entendí —dijo entre risas, cortando sus palabras— ¿Si vas a venir, cielo?
—Dije que iría, y soy un hombre de palabra.
—¿Y Daehyun está contigo? Dile que un amigo mío quiere conocerlo.
—El no puede ir, tiene que cuidar al nieto de su tía —rodó los ojos con molestia al recordar la traición.
—No vendrás solo, es peligroso.
—Si bueno, no es mi culpa que el lugar esté en un barrio que parece más peligroso que mono con
navaja —se burló.
—Enviaré a alguien a recogerte, tu solo espera, ¿de acuerdo?
—De acuerdo, cariño —dijo el apodo más como burla que enserio, pero de igual forma Jungkook
sonrió al oirlo.
—Nos vemos en un rato, Cielo.
—Nos vemos...
Colgó la llamada y se dispuso a comer algo antes de que vinieran a recogerlo, no sabía si el evento iba
a durar mucho pero sabía que no iba a morirse de hambre. Se preparó unos sándwiches con lo que
había en el refrigerador y se sentó a esperar mientras revisaba las redes en busca de algo que lo
entretuviera.
Estaba a medio sándwich cuando un mensaje del que parecía ser el mismo número del otro día
apareció en la pantalla.
Curioso y con un mal presentimiento abrió el mensaje y sintió un escalofrió recorrerle toda la
columna al ver la foto que le habían enviado; era la mitad de un rostro totalmente lastimado, como si
hubiera querido destrozar su rostro con un objeto punzante varias veces.
Tiró la mirad restante del sándwich improvisado y corrió hacia el baño cuando las ganas de vomitar lo
invadieron. Soltó lo poco que había comido y su teléfono cayó a un lado del inodoro debido al temblor
de sus manos.
La imagen era muy fuerte y el no estaba acostumbrado a ver esas cosas, aunque lo que más hizo que
se espantara fue el mensaje con el que había llegado esa imagen:
"Jungkook hizo esto, aléjate de él"
Era ridículo, ¿por que querían difamar a Jungkook se esa forma?
El era incapaz de hacer algo. Seguro que aprovechaban que practicaba un deporte violento para
intentar dejarlo mal. Pero, ¿quién estaba haciendo estas cosas y por qué lo molestaba a él?
No supo cuando tiempo estuvo en el baño, y cuando el timbre de su casa sonó fue cuando finalmente
salió de allí. Dejó su teléfono sobre la mesa de la cocina y fue a abrir mientras limpiaba su boca
quitando los rastros de vómito.
Abrió la puerta y se encontró con un hombre que se veía de unos treinta y tantos años, alto, algo
moreno y con ropa que a simplr vista parecía costosa.
—¿Hola? —saludó dudoso al no conocerlo.
—Así que tu eres el chico de Jungkook —dijo mirándolo de arriba a abajo.
—¿Disculpa? —lo miró con una ceja alzada y se cruzó de brazos mirándolo mal—. No soy "el chico de",
mi nombre es Taehyung.
El hombre sonrió de lado y se disculpó.
—De acuerdo, Taehyung. Jungkook me pidió que pase a por ti, así que vámonos —dijo volteando con
la intensión de irse.
—Espera, debo de lavarme los dientes, acabo de vomitar —contó haciendose a un lado, señal para que
ingresara también.
El hombre no dijo nada y lo siguió, quedándose parado en mitad de la cocina a esperarlo. El castaño
terminó de cepillar sus dientes y soltó un gran suspiro, intentando olvidar aquella foto y mensaje. Volvió
a la cocina y vió que el hombre estaba observando su casa como si estuviera tratando de buscar algo.
—Bien, ya podemos irnos —dijo tomando su teléfono, olvidando borrar aquellos mensajes.
Siguió al hombre y solo por curiosidad, antes de ingresar al costoso auto no pudo evitar preguntar:
—Oye, no es como si te vieras sospechoso pero por las dudas, ¿como te llamas y que eres de
Jungkook? —preguntó evidenciando que no era ningún tonto que se fiaba de cualquiera.
El hombre lo miró divertido y no pudo evitar reir ante su comportamiento.
—Ya veo por que le gustas tanto —sacó su billetera y de ésta una foto, extendiendola para que pudiera
verla—. Soy Namjoon, padre de Jungkook.
Taehyung se sorprendió a la vez que una vergüenza se apoderó de él, haciendo que un evidente
sonrojo apareciera en sus mejillas. Agradeció que fuera de noche y la poca iluminación que evitaba que
se notara.
La foto mostraba al mismo hombre con un color distinto de cabello y a su lado, un pequeño Jungkook
de unos doce años, ambos sonriendo a la cámara.
—Vaya, que primer encuentro más incómodo y extraño —dijo rascando la parte trasera de su cabeza.
—Pudo ser peor —respondió guardando la fotografía—. Será mejor que nos vayamos ahora si quieres
saludar a Jungkook antes de que el show comience.
—Claro, vamos...
Una vez dentro del auto y a mitad de camino, recordó lo que le había dicho Jungkook acerca de su
padre y su curiosidad y falta de vergüenza hizo que no pudiera evitar preguntar algo que quizá sería de
mala educación:
—Oiga, ¿es cierto que usted es un mafioso?
Namjoon comenzó a reir, y Taehyung no supo de que se estaba riendo ¿acaso Jungkook le había
mentido y por eso se reía?
—Me caes bien, no tienes filtros al hablar.
—¿Gracias?
—Supongo que si Jungkook te lo dijo es por quue confía en ti, así que sí, estoy metido en esas cosas.
—Vaya, por un momento creí que el maldito me había mentido —dijo refiriéndose al menor.
—¿No tienes problema con eso? ¿No te asusta? —preguntó sorprendido por como se estaba tomando
a la ligera aquella información.
—Me parece...interesante cuanto menos. Quiero decir, mientras yo no tenga problemas con eso, no le
veo nada de malo.
—Ya veo...
—¿Usted también se quedará a ver la pelea? —preguntó mirando por la ventana.
—No, estaba de paso y le hice el favor de recogerte.
Taehyung lo miró con una ceja alzada y se sintió molesto por alguna razón.
—Es una pelea importante, el estaba muy emocionado, ¿por que no podrá asistir? —preguntó
olvidándose por completo de que estaba hablándole con un tono algo irrespetuoso a un mafioso.
Lejos de molestarse, Namjoon sonrió ante la preocupación del castaño por los sentimientos de su hijo.
—Tengo algo importante que hacer. Me gustaría quedarme, pero no puedo, y él lo entiende...o eso me
dice.
—Claro, trabajo importante, mucho más importante que un evento importante para su hijo —dijo en
un tono sarcástico—. No se preocupe, habrá alguien haciéndole porras —dijo refiriéndose a él mismo.
—Ojalá él fuera tan sincero conmigo como lo eres tu —habló soltando una risa, pero Taehyung pudo
notar la tristeza entre esas palabras.
—Lo siento, estoy siendo irrespetuoso —dijo volviendo a mirar por la ventana.
—Descuida, me alegra haberte conocido —admitió sonriendole—. Hace mucho que nadie me habla de
esa forma y lo agradezco.
Hablaron de cosas triviales hasta llegar al lugar. Namjoon se ofreció a acompañarlo hasta dentro para
evitar cualquier problema, una vez dentro, Taehyung pudo divisar al menor a varios metros de él cerca
de la barra y sonrió al verlo luego de todo un día.
—Entonces, nos vemos —dijo Namjoon dándose la vuelta para irse, pero Taehyung se colocó frente a
él impidiendo que se vaya.
—Al menos deséale suerte, no tardará más de cinco minutos —pidió casi rogando, manteniendo su
mirada fija sobre la contraria.
El hombre se lo pensó un momento, y mirando a su hijo a lo lejos, accedió. Taehyung reprimió una
sonrisa y se acercaron hasta él, que se encontraba con su entrenador charlando sobre quienes serían
sus oponentes.
—¿Nervioso? —preguntó el castaño detrás suyo.
Jungkook se giró rápidamente al reconocer aquella voz y no dudó en abrazarlo, sonriendo en grande.
—Gracias por venir, cielo —se alejó un poco para acunar su rostro entre sus manos, y cuando quiso
acercarse para besarlo Taehyung le dió un golpe no muy fuerte en el estómago, apuntando con la
mirada a su izquierda.
—Jungkook, presta atención a su alrededor —dijo, y el menor miró hacia donde apuntaba su mirada y
abrió los ojos sorprendido al ver a su padre allí.
—Papá... —soltó al castaño y luego de asimilar que efectivamente su padre se encontraba allí, se
acercó a abrazarlo.
—Tienes un novio muy interesante —le dijo al oído.
—No es mi novio...aún —se alejó un poco y tomó a Taehyung de la mano, acercandolo a ellos—.
Espero que no te haya dado una mala impresión, papá.
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó el mayor mirándolo ofendido.
—Nada, cielo. Solo digo.
—Descuida, estoy feliz de que tengas a alguien que te mantenga a raya.
—Gracias por recogerlo, papá —agradeció con una sonrisa— ¿te quedarás a ver la pelea?
Namjoon cambió su expresión a una más decaída y negó con la cabeza.
—Solo me acerqué a desearte suerte —dijo apoyando su mano sobre su hombro—. Estoy seguro de
que vas a ganar.
Jungkook sonrió con labios cerrados y asintió.
—Gracias, papá.
—Espero verte nuevamente, Taehyung —le dijo al castaño que observaba el rostro del menor el busca
de una señal de tristeza.
—Ah, claro. Gracias por traerme —dijo haciendo una leve reverencia.
Ambos se quedaron viendo la espalda del hombre que se perdía entre la gente que comenzaba a
acumularse en el lugar hasta que Jungkook tomó al castaño por la cintura y lo besó con dulzura.
Taehyung correspondió casi al instante y rodeó su cuello con sus brazos.
—Gracias —dijo separandose un poco, sin soltarlo.
—¿Por que me agradeces esta vez? —preguntó apartando un mechón de cabello de sus ojos.
—Por pedirle a papá que se acercara.
—¿Por qué crees que yo hice eso? —preguntó fingiendo no saber de que hablaba.
—El jamás lo había hecho, y tu eres muy manipulador.
—¿Manipulador? —preguntó sin saber si sentirse ofendido o halagado.
—Claro, con esos ojos y esa boca siempre me pides que te bese, no te hagas —dijo riéndose de sus
propias palabras.
—Uy si, incluso ahora, ¿no?
—Esta bien, lo admito, soy yo quien siempre quiere besarte —dijo acercándose a sus labios, rozando
sus labios.
—Entonces hazlo —dijo mirándolo a los ojos.
No tuvo que hacerse de rogar, y dos segundos después estaban comiéndose la boca frente a la gente
que los observaba con sorpresa, otros con envidia y un hombre en específico, con malicia.
━─━──── ────━─━

Jungkook estaba feliz, demasido como para concentrarse en lo que su equipo le estaba diciendo. Con
Taehyung sentado en sus piernas era inevitable observar su rostro sin quedar embobado con la cabeza
en cualquier otro lado menos allí.
—¡Jungkook, te necesitamos aquí! —lo regañó su entrenador.
El azabache parpadeó varias veces y pronunció un leve ¿decías? Que hizo que el hombre de edad
media se golpeara la frente tratando de mantener la calma.
—Mejor voy ya a mi lugar —dijo el castaño notando que su presencia distraía al menor.
No quería que por su culpa cometiera muchos errores en la pelea y resultara muy herido. Se levantó
de las piernas del menor dándole un beso para que no protestara por irse. El menor le entregó una
pequeña credencial con el número de su asiento, que era uno de las primeras filas, cosa que agradeció
mucho.
—No dejes que te golpeen mucho —le dijo con un tono de burla.
—Definitivamente voy a ganar —le dijo en un tono lascivo, haciendo que el mayor se avergonzara al
recordar lo que le había prometido si ganaba.
No le contestó y fue en busca de su lugar, sentándose allí a esperar a que la pelea comience. Iba a
comenzar en una media hora, cosa que le hizo agradecerse a mi mismo por haber traído el teléfono
para poder distraerse.
Jungkook esta vez si comenzó a escuchar a su entrenador con atención, recordando que ésta no iba a
ser una pelea más. Esta vez debía de enfretarse a nada más ni nada menos que su propio primo; Jeon
Wonwoo, que era dos años mayor que él.
Éste tenía más experiencia en las peleas, era más grande en edad y era un completo hijo de puta con
él. Desde niños siempre buscaba la forma de hacerlo enojar, jugarle una broma o intentar bajar su
autoestima de distintas formas. Pero ésta vez sabía que era distinto.
Esta vez podría golpearlo sin que alguien de la familia hiciera un escándalo.
Quince minutos después se encontraba en los vestidores calentando un poco para matar el tiempo
cuando, cuando escuchó unos pasos acercarse y una voz irritante comenzar a hablarle.
—Qué maravillosa noche será ésta, ¿No lo crees, Primito? —Preguntó un pelinegro vestido
completamente de negro parándose frente a él.
—Ya lo creo —respondió sin mirarlo—. Hoy no puedes enconderte detrás de la falda de tu madre.
El más alto ignoró sus palabras y se centró en hacer a lo que venía, que era molestarlo para que
peleara con enojo y tuviera ventaja sobre él. Un peleador con la cabeza fría ganaba la mayoría de las
peleas y él lo sabía muy bien.
—Antes vi a mi querido tío —comenzó a hablar con falsa empatía—. Creí que se quedaría pero luego
lo vi irse, ¿Hoy tampoco está para tí?
—No quiere ver como su hijo golpea a su sobrino y le quita el protagonismo, te tiene cariño —
respondió calmado.
Sabía las intensiones que tenía, pero eso solo era peor para él. Jungkook enojado es incontrolable y
tentar a la suerte era de tontos. Era difícil hacer que se molestara, no le importaba mucho lo que digan
los demás, mucho menos si era su estúpido primo.
Continuó golpeando el saco sin mucha fuerza, midiendo la velocidad de sus golpeas mas que nada,
mientras ignoraba las provocaciones del mayor sin problemas. Eso comenzaba a molestar al mas alto,
hasta que notó una marca oscura en su cuello y recordó que anteriormente lo había visto con un chico,
supuso que era su novio y decidió ver si hablando sobre él conseguía molestarlo.
—Noté que alguien vino a hacerte porras, ¿Ese lindo chico es tu putita ahora? —preguntó con un tono
calmado, pero lleno de veneno.
Jungkook detuvo sus golpes y se quedó quieto intentanto no mostrar su molestia ante la forma de
referirse a Taehyung. Continuó golpeando nuevamente el saco, esta vez con un poco más de fuerza,
pero el mayor había notado el cambio en su humor.
—No pude evitar mirarle el trasero y dios, si que tienes gusto, eso debo de admitirlo —sonrió con
malicia al notar que la fuerza en sus golpes aumentaba, señal de que estaba intentando no soltar sobre
él y golpearlo—. Deberías de presentarnos, quizá logre hacer que pase esta noche conmigo.
—Cállate... —amenazó deteniendo sus movimientos.
—Oh vamos, ¿no sabes lo que es compartir? —rió—. Prometo usarlo y luego te lo regreso...Claro, si el
luego no quiere volver contigo, ya es otra cosa.
El azabache apretó los puños con fuerza. Calma, debía de ignorarlo. Verlo molesto era lo que quería,
pero no podía continuar escuchando sus estupideces.
—¿Le gusta rudo? Ya sabes, un par de golpes, o quiza-
—Suficiente.
Se acercó a él y lanzó un golpe en su dirección, que si no hubiera detenido el mismo Jungkook, éste le
habría dado de lleno rompiendole la nariz mínimo. Su puño se detuvo a sólo unos escasos centímetros
de su rostro, y lo miraba con unos ojos y una mirada tan oscura y amenzante que asustó al contrario.
Jamás lo había mirado de esa forma tan tétrica y oscura.
—Vuelve a hablar de él, o a siquiera tocarlo... —habló pronunciando lentamente cada palabra—. Haz
algo que lo moleste aunque sea un poco, y te dejaré postrado en una sucia cama de hospital,
¿Entiendes?
Wonwoo no respondió. Se había quedado petrificado, comenzó a sudar en frío y tardó varios segundos
en poder reaccionar ante su amenaza. Iba a contestar, pero el menor salió de allí sin querer seguir
escuchándolo.
—Maldito...¿Quién se cree que es para hablarme así? —pateó con molestia una de las bancas que
había a su lado—. Muy bien, voy a hacer que no llegues ni a pisar el ring.
━─━──── ────━─━
—Me aburro...me aburro~ —cantó en voz baja, sintiendo que el trasero se le entumecía de tanto estar
sentado.
Miró la hora en si teléfono, faltaba diez minutos para que la primer pelea comenzara, así que decidió
aprovechar para ir al baño. Dejó su chaqueta sobre el asiento asegurando que nadie le quitara su lugar
aunque todos estuvieran enumerados, pero jamás se sabía.
Preguntando, llegó hasta el pasillo que llevaba hacia el baño y entró en la que tenía la figura de un
monigote con guantes de boxeo color azul. Le pareció un detalle lindi y no pudo evitar preguntarse si
Jungkook tenía su habitación llena de posterst de boxeadores o figuras pequeñas.
Liberó su vejiga, se acercó al lavamanos para limpiar sus manos y cuando las colocó debajo del
secador automático notó que alguien ingresaba en silencio.
Cuando sus manos se secaron por completo caminó hacia la salida, pero el hombre que había
ingresado se colocó frente a él impidiendo que saliera.
—Uff, que deja vu más desagradable —comentó intentando pasar por su lado, fallando por segunda
vez.
—Así que tu eres el chico de Jungkook, eh —dijo mirándolo de abajo hacia arriba de una forma que no
le agradó para nada al castaño.
—Por un demonio, que no soy "el chico de", tengo nombre —habló enojado por el apodo.
—Tienes caracter —se acercó un poco más a su rostro, haciendo que Taehyung se alejara
automáticamente—. Ahora veo por que le gustan tanto a mi primo querido, con el que me toca pelear
esta noche.
—¿Primo? —preguntó sorprendido—. Jungkook jamás me habló de ningún primo.
—Descuida, desgraciadamente tenemos la misma sangre, no te estoy mintiendo —se acercó más y en
un rápido movimiento lo tomó del cuello con fuerza, empujándolo hasta quedar contra la pared.
—¡¿Q-Que mierda haces?! —preguntó asustado.
La situación le trajo recuerdos nada agradables. Por lo que sus piernas comenzaron a temblar
mientras intentaba inútilmente quitar las manos de su cuello.
—No es nada personal, solo quiero que Jungkook se enoje un poco —habló acercándose a su rostro
para intentar besarlo, pero Taehyung giró el rostro y luego de conseguir alejarlo un poco más lo golpeó
con la rodilla en su entrepierna— ¡Aah, hijo de-!
Taehyung lo empujó una vez más aprovechando su posición algo encorvada haciendo que cayera al
suelo y se apresuó a salir de allí con su manó sobre su cuello, tosiendo dolorosamente. El maldito tenía
fuerza.
Al salir y dar un par de pasos chocó con alguien más, y aún con el miedo de lo que acababa de pasar
se alejó asustado.
—¡Déjame! —gritó con ojos cerrados al sentir unas manos tomarlo de los brazos.
—Soy yo, cielo, cálmate —habló Jungkook preocupado al ver el estado en el que estaba— ¿Qué
sucedió?, ¿Por qué corres?
Taehyung abrió los ojos y al conectar sus miradas unas pocas lágrimas salieron sin su permiso. Lo
abrazó con fuerza pidiéndole que se fueran de allí antes de que viera a la persona dentro del baño.
—Cielo, mírame —pidió acunando su rostro—. Dime que fue lo te pasó, ¿Qué-?
No pudo terminar la pregunta cuando notó unas manchas extrañas en su cuello. Levantó su mentón
con cuidado y sintió que el mundo se detenía al ver que se trataban de hematomas no muy notorios ni
grandes pero eran como para que sean visibles y dolorosos.
—¿Quién...?
El castaño intentó cubrir la zona pero Jungkook se lo impidió tomando sus manos. En ese momento la
puerta del baño se abrió dejando ver a Wonwoo con una mirada de enojo, que cambió a una
completamemte aterrada al ver a su primo justo frente a él.
Taehyung se colocó detrás del menor instintivamente al escuchar el sonido de la puerta abrirse detrás
de él. Los primos conectaron miradas por unos segundos, hasta que Jungkook se dió cuenta de lo que
estaba pasando y habló:
—¿Qué mierda intentaste hacerle? —preguntó con un tono de voz que solo transmitía temor—.
Responde...¿¡Qué mierda intentaste hacerle!?
Se acercó y lo tomó del cuello estampandolo contra la pared con fuerza, sacándole un quejido de
dolor al más alto. Levantó su puño con la unica intensión de comenzar a golpearlo hasta que no pudiera
levantarse, pero Taehyung se lo impidió tomando su brazo.
—¡No, espera! —intentó alejarlo del cuerpo del contrario— ¡Jungkook, escúchame!
—Apártate, cariño, voy a matar a éste hijo de puta —pidió sin apartar la mirada de los ojos asustados
de su primo.
—Jungkook, mírame —pidió tomando su rostro para conectar sus miradas—. Si lo lastimas aquí van a
descalificarte. Vas a pelear contra él, ¿verdad?
Jungkook pensó en sus palabras, cosa que el mayor aprovechó para alejarlo cada vez más del cuerpo
del otro. Tomó su rostro entre sus manos e hizo que lo mirara.
—Yo estoy bien, pero no lo estaré su pierdes la oportunidad de pelear hoy...Me dijiste que era
importante para tí, no me hagas sentirme culpable luego —habló entre suplicando y reprimiento.
—E-Escucha a tu novio... -pidió Wonwoo intentanto soltarse del agarre del menor.
Taehyung le sonrió a labios cerrados y tomo sus manos, alejandolas del cuello del otro. Wonwoo salió
casi corriendo de allí, dejando a ambos solos.
—Debiste dejarme golpearlo al menos una vez —dijo pasando sus dedos por su cuello, sobre una de
las marcas que estaba justo sobre la que él había hecho.
—Oh, no creas que estoy siendo empático con él —dijo limpiando el restro de lágrimas de su rostro—.
Solo no quiero que heches a perder tu pelea, pero cuando estén allí arriba dale unos buenos golpes de
mi parte, unos fuertes golpes.
Jungkook dejó salir toda la tensión en una risa y abrazó al mayor con fuerza, siendo correspondido al
instante.
—Lo siento, digo que voy a cuidarte pero por mi culpa pasó esto...
—No seas un maldito egoísta —respondió alejándose para poder mirarlo—. Lo correcto es decir que
ambos nos cuidamos...No s-
No lo dejó terminar y lo besó profundamente, un beso lleno de sentimientos que el menor no
conseguía poner en palabras, pero que Taehyung comprendió a la perfección. La musica comenzó a
sonar por todo el lugar, señal de que la primer pelea estaba a punto de comenzar, y que Jungkook debía
irse.
—Voy a enviar a uno de mis compañeros a que te lleve una pomada para esas marcas —habló
apoyando su frente sobre la suya—. Cuando suba a ese ring no me saques los ojos de encima. No quiero
asustarte pero voy a hacer que te enamores por completo al verme.
El castaño rió ante sus palabras y se mordió el labio para no confesarle que ya era tarde, ya se había
enamorado hace bastante.
—Sorpréndeme.
━─━──── ────━─━
Capítulo un poco más corto, pero interesante.
G.GG

Lo primero que hizo cuando regresó a su lugar fue colocarse la pomada que le habían dado para las
marcas y el dolor en su cuello. Maldijo al trastornado primo de Jungkook, deseando que éste le diera
una buena paliza en el ring.
Luego de pensarlo por unos momentos, se preguntó que cuál sería la razón del odio de ese chico
hacia el menor, o si solo era una rivalidad muy enfermiza de parte del desgraciado que lo lastimó sin
razón.
El ni lo conocía y fue a molestarlo en vez de demostrar que es capaz de hacerle frente a Jungkook
sobre el ring.
—Seguro le tiembla el culo por que sabe que va a perder, ay —se quejó al tocar una parte donde sus
uñas habían raspado—. Maldito wowon.
—Mi hijo es mucho mejor que mi sobrino al cual le faltan muchas peleas para alcanzar su nivel —
respondió el hombre a su lado.
Taehyung se sorpendió ante su repentina respuesta, incluso no había notado la presencia de ese
hombre de mediana edad que observaba al frente con una mirada desinteresada.
—¿Su hijo?, ¿acaso el violento de wowon es su hijo? —preguntó sin importarle hablar mal de él frente
el hombre.
—Es Wonwoo —corrigió—. Y si, soy su padre y un miembro exclusivo del lugar desde-
—Si, bueno, tampoco le pregunté demasiado —cortó sus palabras sin ánimos de seguir aguantando a
más gente molesta.
Estaba enojado. Y cuando se encontraba así su lado más malvado y sarcástico se multiplicaba. No
sabía si era algo bueno o malo, pero si peligroso.
—Qué muchacho más maleducado —contestó el hombre ofendido.
—¿Maleducado yo? Mejor hubiera criado mejor a su hijo para que no vaya por la vida ahorcando a
jóvenes en los baños —apuntó su cuello para mostrarle sus marcas—. ¿Ve esto? Su estúpido hijo lo hizo
y yo ni siquiera lo conocía.
—Mi hijo es incapaz de hacer cosas tan poco éticas como esa —lo miró de pies a cabeza y sonrió con
superioridad—. Al parecer, el mal gusto de mi sobrino aún no ha cambiado. Tu eres su pareja, ¿Verdad?
—Y a usted que me importa.
—Desagradable, totalmente desagradable.
—Mejor vuelva al geriátrico anciano, la emoción del lugar podría hacer que le pete el corazón —
respondió con falza preocupación.
—¿Acaso sabes a quién le estás hablando de esa forma, mocoso de clase baja?
—Como si fueras el presidente, ni me importa, criador de dinosaurios —insultó esta vez más por
diversión que por enojo.
Era divertido molestar al hombre.
—A penas estoy en mis cuarentas, no tienes ideas de lo que dices, inculto.
—No mienta, si usted ayudó a construir la torre eifel, segurísimo.
—En mi vida había conocido a alguien tan desagradable y que se animara a hablarme de esa forma,
espero que estés consciente de las consec-
—Calmese, señor. Sus pulmones seguro que ya no aguantan hablar tanto en tan poco tiempo.
—Da gracias a dios por que éste es un día especial para mi hijo, de lo contrario-
—Eso está muy bien, incluso las derrotas son importantes, de ellas de aprenden muchas cosas.
El hombre iba a responder, per la voz del locutor resonó en el lugar, obligándolo a callarse.
—¡Es una maravillosa noche para todos, ¿no lo creen?! —preguntó el presentador, animando a la
tribuna—. Esta noche, son los cuartos de finales, lo que significa que las cosas van a calentarse
mucho en el ring, ¡Hoy correrá mucha sangre señoras y señores!
Las últimas palabras no hicieron especial ilusión en Taehyung. Sabía que lo que había visto la primera
vez era solo el ápice de lo violento que podía llegar a ser cada round. Su único deseo que era Jungkook
no saliera tan lastimado, aún no conocía sus capacidades a la hora de luchar si lo hacía enserio, y se
supone que los mejores peleadores estarían hoy sobre el ring.
—Esta noche, ocho de los mejores peleadores que pisaron este ring estarán luchando por un
puesto en las semifinales.
La pantalla gigante que había permencido apaga, se encendió dejando ver los nombres de todos los
peleadores en el cuadro sinóptico competitivo. Los ojos del castaño se fijaron en el cuadro con el
nombre de Jungkook, que estaba debajo del de Wonwoo.
El presentador comenzó a presentar a los peleadores y mostraban la imagen de los hombres en la
pantalla, mostrando sus rachas de victorias, derrotas y un detalle que no le agradó para nada; el
número de personas que dejaron gravemente heridos y otros que terminaron en los hospitales.
—No te asustes mucho por las estadísticas —escuchó una voz a su lado.
—Jongup, ¿También viniste a apoyar a Jungkook? —preguntó cuando el mayor se sentó a su lado.
—Por supuesto, yo siempre apuesto por él —respondió levantando su pulgar—. Es mi fuente de
ingresos.
—Solo lo usas para ganar dinero, que cruel —bromeó.
—Imagino que tu estas aquí para apoyarlo y asegurar mis ingresos, ¿verdad?
—Me invitó, y como era una pelea importante accedí —dijo sin querer admitir la verdadera razón.
—¿Qué te sucedió en el cuello? —preguntó preocupado al ver las marcas en su cuello— ¿Jungkook te
hizo eso?
—¿Qué? Claro que no —negó varias veces—. Jungkook ni siquiera me insulta, soy yo el que a veces lo
golpea —apuntó al hombre a su lado—. El hijo de este anciano intentó besarme a la fuerza.
El rubio observó al hombre a su lado que había arrugado el entrecejo ante las palabras del castaño, y
abrió los ojos parándose automáticamente para hacer una reverencia en señal de respeto.
—Buenas noches, señor Jeon —saludó.
Taehyung solo observó las acciones del rubio sin entender el por qué de éstas. Miró una vez más al
hombre y mirándolo con más detalle, notó que tenía toda la pinta de ser un hombre con mucho dinero e
influencia social.
El hombre no le contestó, solo asintió.
—¿Dices que Wonwoo te hizo esto? —preguntó en un susurro para que el hombre no lo escuchara.
—Si. Yo estaba en el baño, luego llegó el y me acorraló contra la pared diciendo que no era nada
personal, solo quería molestar a Jungkook —explicó—. Si quería molestarlo hubiera hecho otra cosa,
¿Por qué tuvo que meterme a mi en su mierda?
—¿Él sabe que te hizo esto? —preguntó alarmado.
—Si. Estuvo a punto de golpearlo justo en el pasillo, pero le dije que lo haga sobre ring...No quería
que arruinara su pelea por ese imbécil —se cruzó de brazos, enojandose de nuevo al recordar.
—Oh rayos...Tendrá suerte si Jungkook no lo mata —dijo con preocupación.
—No creo que fuera para tanto, solo va a golpearlo con mucha fuerza...¿No?
—De verdad no lo conoces enojado, ¿No? —su tono se volvió seriode repente, cosa que asustó un poco
—Jamás se enojó conmigo...
—Y no lo hará, por que te ama, eso es obvio.
Sus palabras tan seguras hicieron que se sonrojara y bajara la mirada a sus manos. No pudo siquiera
contradecir lo que había dicho cuando sabía que era cierto.
—Justamente por eso es por lo que Jeon Wonwoo hoy terminará en el hospital —comenzó a explicar—.
Cuando alguien se metía con uno de sus amigos, esa persona terminaba mal, muy mal.
—¿A que te refieres con mal?
—Depende lo que esa persona les haya hecho a sus amigos, el hace lo mismo pero mucho peor —se
acercó más a su rostro y su voz cambió por completo a una mucho más seria—. Imagínate lo que le hará
a alguien que lastimó a la persona que ama. No a un amigo, al chico que quiere junto a él, el resto de su
vida.
—¿Por que lo tienes que decir de una forma tan cursi? —cubrió su rostro avergonzado—. No entiendo
mucho, pero básicamente estas diciendo que va a hacer sufrir mucho a su primo, ¿verdad?
—Exactamente.
—¿Y eso que tiene de malo?, el tipo es un imbecil y se merece una buena paliza.
—Lo también lo creo, ese tipo nunca me cayó bien, es un narcisista estúpido, pero si lo lastima
gravemente puede ser malo para él —explicó—. Puede que esto sea ilegal pero hay reglas, y Jungkook
puede quedar fuera de estas peleas y no volver a ser aceptado en ningun lugar parecido.
Taehyung se asustó mucho al oír eso. Lo último que quería era que el menor fuera echado de ese
lugar que tanto le gustaba. Si bien a el no le agradaba mucho y preferiría que jugara al ajedrez en ves
de pelear, era lo que le apasionaba, y no podían quitarle eso, no por su culpa.
—Tengo que hablar con él —dijo levantándose— ¿Dónde está ahora?
—Te llevaré, rápido antes de que la primer pelea empieze.
━─━──── ────━─━
—¡Cielo!, ¿Qué haces aquí? —se levantó de su asiento donde le estaban colocando vendas en sus
manos—¿Estás aburrido? Puedes quedarte aquí has-
—Jeon Jungkook —habló con un tono de voz autoritario que lo hizo callarse y agachar la cabeza como
un pequeño cachorro regañado.
El equipo del menor observaba la escena sorprendidos al ver como el gran y temerario Jeon Jungkook
bajaba la cabeza ante un simple chico.
—¿Qué piensas hacerle al imbécil de tu primo? —preguntó cruzándose de brazos.
—Voy a romperle los huesos —respondió sincero—. Es lo mínimo que se merece por haberte hecho
eso —dijo acariciando su piel recientemente marcada.
—Eso es contra las reglas —quitó sus manos de su cuello—. Sabes eso y ¿Aún así piensas hacerlo? No
vale la pena.
—No puedo perdonarlo por lo que intentó hacerte, debo dejarle en claro que jamás tiene que volver a
meterse contigo —respondió con una mirada seria.
Taehyung suspiró y miró al equipo del menor.
—¿Iban a dejarlo hacer eso? —preguntó, pero no obtuvo respuesta— ¡Respondan!
—N-no sabíamos nada, enserio —respondió el chico que estaba colocando las vendas en sus manos.
—Cielo, no te pre-
—Tu callate, solo callate —ordenó acercándose al chico de las vendas—. Dame eso, yo me encargo.
El chico miró a Jungkook buscando su aprobación, la cual recibió con un asentimiento de cabeza. Le
entregó las vendas e hizo una señal para que todos salieran de la habitación.
—Ven —pidió con un tono de voz más suave.
Jungkook se acercó y se sentó frente a él, palmeando una de sus piernas para que se sentara en ella.
El castaño no discutió y se sentó donde le había pedido, tomó su mano y comenzó a vendarla con
cuidado.
—Vine a verte hoy, a pesar de que no me gusta el deporte por que es algo importante para ti —habló
con voz suave, no quería sonar molesto—. Te veías muy contento cuando me hablaste de hoy, cuando me
invitaste y cuando acepté venir.
—Cielo... —rodeó su cintura y apoyó su frente sobre su hombro.
—Me gusta verte feliz, que hagas lo que te gusta...¿Por que vas a arruinar eso por un estúpido que
tiene miedo de enfretarse a ti?
—No es por él, es por ti.
—Si fuera por mí me hubieras preguntado —soltó su mano y tomó su mentón para hacer que lo mirara
—. Yo no quiero que hagas esto, ¿Sabes qué quiero?
Sus rostros estaban tan cerca que Jungkook no pudo evitar las ganas de dejar un beso rápido sobre
sus labios, haciendo que Taehyung le estirara una de sus mejillas para que lo tomara enserio.
—Quiero estar aquí en la semi final, la final y luego de que gane un cinturón o lo que sea que te den,
quiero que vayamos a celebrar a algún lugar que tu elijas.
—Me hace feliz que me tengas tanta confianza, bebé —admitió sonriendo contento.
—A mi me haría feliz que no arruinaras eso, ya tenía todo planeado —hizo un puchero para tratar de
converserlo, pero solo consiguió otro beso.
—Me es difícil no hacer algo, mucho más si se trata de ti —admitió mirándolo con seriedad—. Me
controlé cuando me lo pediste antes, pero no creo poder hacerlo de nuevo.
—Por favor...C-cariño —pronunció lo último con mucho esfuerzo. Era la primera vez que utilizaba un
apodo cariñoso con alguien—. Hazlo por mí.
Más le valía a Jungkook acceder de una vez luego eso o lo golpearía por hacer que pasara vergüenza
para nada.
El menor abrió la boca creyendo que había escuchado mal.
—¿Cómo me llamaste?
—No voy a repetirlo, es vergonzoso —dijo apartando la mirada con un leve rubor en sus mejillas.
—Dilo una vez más, anda —insistió dando pequeños toques en su estómago, causándole cosquillas.
—No, basta —pidió entre risas.
—Si lo dices una vez más, prometo no pasarme de la raya con Wonwoo —insistió—. De enserio, no voy
a romper ninguna regla.
—¿Lo juras? —tomó su rostro con ambas manos—. Sabes que me enojaré si me mientes.
—Lo juro, lo juro.
—Bien... —suspiró hondo y se dió ánimos a si mismo—. C-cariño, será mejor que pases a la siguiente
ronda o juro que no volveré a hablarte, ¿Comprendes, cariño?
—Por supuesto, amor mío —respondió mostrándole una de las sonrisas más lindas que el mayor había
visto en él.
—Buen chico —se burló despeinando su cabello de forma juguetona.
Su entrenador ingresó de nuevo a la habitación avisando que la primer pelea había termiando, y que
debía de prepararse para salir.
—De acuerdo, nos vemos cuando ganes —dijo Taehyung levantándose para retirarse.
—No tan rápido, cielo —dijo el menor tomando su mano para atraerlo y besarlo con ganas, de forma
dulce pero profunda.
El castaño sonrió en medio del beso por lo intenso que podía llegar a ser el menor, mientras éste lo
soltó no sin antes dejar pequeños besos por todo su rostro.
—Suficiente. Está tu equipo presente, los pones incómodos —regañó zafándose de su agarre.
—N-no se preocupe —dijo el chico encargado de llevarle agua en los descansos.
—Suerte a todos —les dijo a todos los presentes, luego salió del lugar mucho más calmado.
—¿Logró hacer que abandonaras esa estúpida idea de quebrarle los huesos? —preguntó su
entrenador.
—Era el único que podía hacerlo —respondió atando su cabello.
Todos suspiraron mucho más calmados luego de oír eso. Cuando el menor les había dicho que iba a
destrozarlo sin importarle si lo descalificaban, todos dieron por hecho que debían de despedirse a sus
puestos, por que cuando a Jungkook se le metía una idea en la cabeza no había ser que le hiciera
cambiar de opinión.
Hasta ahora.
—Bien, compañeros —dijo una de las chicas de su equipo—. Salimos en un minuto, recuerden actuar
rápido en los descansos y creen por completo en nuestra estrella, ¿De acuerdo?
Todos gritaron en respuesta, mientras que Jungkook se preparaba mentalmente para poder ignorar
las provocaciones que sabía que su primo le diría en medio de la pelea para desconcentrarlo. Le había
prometido a su chico que pelearía limpiamente y eso debía de hacer.
Mientras tanto, Taehyung había regresado a su lugar con una leve sonrisa que tranquilizó al rubio que
lo esperaba con malas noticias, pero al parecer era todo lo contrario.
—¿Entró en razón? —preguntó ofreciéndole un trago que había traído de la barra para él.
—Gracias. Y si, le di un par de golpes y me prometió que no haría que lo descalificaran —mintió. El
rubio no tenía por que saber que en realidad utilizó apodos cariñosos y palabras lindas.
—Wow, no sé a quién temerle más, si a ti o a él —bromeó.
El castaño solo se limitó a reír y a beber lo que había en su vaso, que descubrió, era cerveza, y de la
buena.
—Ahora si, la pelea que todos estaban esperando —habló el presentador luego de que las luces
se bajaran un poco—. Ambos peleadores están unidos por la sangre, pero esta noche no existe
familia una vez dentro del ring.
—Ahora empieza lo bueno —festejó el rubio.
—En la esquina roja; con un total de ciento treinta y tres peleas ganadas, veintiséis derrotas
y seis hombres mandados al hospital, ¡Jeon Wonwoo!
La esquina con el marco roja se iluminó dejando ver a Wonwoo caminar hacia el ring con todo su
esquipo detrás suyo. Los gritos de las personas eran fuertes, se notaba que el chico tenía muchos fans y
un grupo de chicas con su nombre escrito en sus camisetas.
—Su especialidad son las llaves y siempre intenta arrinconar a su oponente —informó Jongup—. Tiene
ventaja en experiencia, pero no creo que eso importe mucho si su contrincante es Jungkook.
Una vez arriba del ring, el pelinegro miró hacia el lugar donde estaba su padre, encontrándose con
los ojos de Taehyung que lo miraban sin ninguna expresión. Wonwoo llevó una mano a su cuello,
fingiendo masajearlo pero solo quería burlarse del castaño. Éste se dió cuenta de sus intensiones y solo
le mostró el dedo medio.
—Estoy comenzando a arrepentirme me haber calmado a Jungkook —habló con enojo en su voz pero
no en su rostro. No quería que se diera cuenta cuánto aborrecía su sola presencia.
—En la esquina azul; con un total de cincuenta visctorias, dos derrotas y solo un hombre
enviado al hospital, ¡Mi favorito, Jeon Jungkook, aka JK!
La esquina del menor fue iluminada por las luces, dejando ver a un Jungkook caminando con su
esquipo detrás de forma calmada, como si estuviera llendo a hacer algo insignificante.
Taehyung se sorprendió al ver que los gritos de las personas se escucharon mucho más bajos que
cuando Wonwoo apareció, aunque no podía faltar su grupito de admiradoras.
—De todos los peleadores de hoy, Wonwoo es el más famoso, muchos vinieron solo para verlo ganar —
informó nuevamente el rubio—. Si Jungkook le gana hoy, recibirá mucha más fama y sus apuestas se
harán más grandes.
—Osea que tu ganarás mucho más dinero, ¿Me equivoco?
—Para nada, amigo —respondió feliz.
Jungkook ingresó al ring dónde lo esperaba su adorado primo, pero antes de siquiera mirar a éste, su
vista buscó la de Taehyung, quién le sonrió haciéndole una señal de ánimo con las manos. El menor
sonrió y le guiñó un ojo, recordándole que no había olvidado su promesa.
—¿Qué te parece si apostamos? —habló Wonwoo llamando su atención.
El azabache lo miró cambiando su expresión por completo, sin responder a su petición.
—Si gano, me entregaras a esa putita una noche —propuso—. En el baño pude tocar su trasero, y
déjame decirte que se sintió genial —mintió solo para molestarlo.
Jungkook estuvo a nada de lanzarse encima y golpear su cabeza contra el suelo hasta que perdiera la
consciencia, pero el rostro de Taehyung apareció en su cabeza, recordándole que debía de controlarse.
—Peleadores, saludense.
Ambos se acercaron más y chocaron sus puños con fuerza, luego se alejaron unos metros. La
campana sonó anunciando así el comienzo de la pelea.
━─━──── ────━─━

Se podía notar que Wonwoo estaba diciendole algo a Jungkook, y a juzgar por la expresión del menor,
supo que algo malo o provocador le estaba diciendo. Taehyung podía sentir sus orejas arder, era obvio
que algo malo sobre él estaba diciendo.
Cuando la campana anunció el comienzo del primer ring, la mayoría de las personas se callaron para
poner toda su atención en la pelea.
Muy contrario a lo que se imaginó el castaño; Jungkook no se había lanzado a su primo a darle tantos
golpes como fuera posible, sino que comenzó a moverse por el ring dando pequeños saltos, esperando a
que el primero en lanzar un golpe fuera Wonwoo.
Éste se acercó lanzando el primer golpe, que era solo para distraer los reflejos del menor, no para
golpearlo realmente. Jungkook se acercó también lanzando una patada con su pierna izquierda, pateó
con fuerza apuntando a las costillas. El mayor colocó su brazo derecho evitando que el golpe tocara su
torso y a la vez intentó tomar su pierna para lanzarlo al suelo y hacerle una llave, pero el menor fue más
listo y, aprovechando el momento en el que sostuvo su pierna lanzó otra justo en su rostro, apoyando los
brazos en el suelo como soporte.
—¡Ooohh! Esa tecnica fue espectacular, nunca antes vista en esta arena —alagó el locutor, su
voz siendo acompañada por los gritos de los fans que apoyaban a Jungkook.
—Woaa...Eso fue increíble —dijo Taehyung impresionado.
—¡Eso Jeon, dale todo lo suyo y lo de su prima la hueca! —animó Jongup.
A pesar de lo fuerte del impacto, Wonwoo no cayó. Se acercó de nuevo al menos lanzando golpes
intentando hacer que sus brazos se cansaran un poco al usarlos como escudo.
Amagó con golpearlo una vez más a la vez que intentó golpear su estómago con su rodilla, logrando
que Jungkook retrocediera hasta quedar cerca de las rejas. El menor leyó sus intenciones y comenzó a
devolverle los golpes con rapidez, intentando alejarse de la reja.
El primer ring terminó, en resumen; Jungkook defendiéndose más que lanzando golpes, y Wonwoo
intentando arrinconarlo durante los cinco minutos.
El segundo empezó bravo, cuando Wonwoo consiguió golpearlo en el rostro dos veces lastimando su
labio y ceja izquierda. Jungkook no se permitió volver a dejar que lo golpearan, por lo que aprovechó la
confianza del mayor para patearlo de lleno en medio de su pecho; lanzándose a él para tomar su brazo,
darlo media vuelta y colocando su brazo de forma que podía llegar a dislocar su hombro si así lo quería.
—¡Intenta romperle el brazo, señoras y señores! Parece que nuestro pequeño JK tiene todas
las intenciones de dejarlo lejos de las peleas por un largo tiempo.
—Mierda, Jungkook no lo hagas... —pidió el castaño apretando los nudillos debido a los nervios.
El menor se sintió provocado ante tal oportunidad, y si por el fuera ya hubiera terminado la pelea en
el primer round, pero en medio de sus ganas de oírlo gritar de dolor recordó las palabras de Taehyung.
Soltó su brazo y se alejó no sin antes estampar su cabeza contra el suelo dos veces, dejándolo K.O
durante unos segundos.
—JK no piensa hacer que las cosas terminen tan rápido al parecer, ¡nuestro chico es un
sádico, señoras y señores!
La gente gritaba llena de emoción, orgullosos de las palabras del locutor mientras que a Taehyung
solo le causaba repulsión el disfrutar tanto ver como dos personas se lastiman de esa forma.
Jungkook miró hacia donde se encontraba el castaño y conectaron sus miradas por unos escasos
segundos, pero que fueron suficientes para que el menor se sintiera con energías nuevamente.
Era el último round, y estaba decidido a acabarlo en éste.
Wonwoo tenía la nariz rota debido a los golpes del suelo, pero se veía que aún podía continuar. Todos
gritaban cosas como "acabalo", "hazlo llorar", "envialo al cementerio", y Taehyung tuvo que taparse los
oídos para no seguir oyendo esos comentarios de mal gusto.
—Si Jungkook lo dejó con energías hasta este round, significa que nos dará un gran espectáculo en el
último —comentó Jongup.
Si las miradas mataran, el menor ya estaría enterrado varias veces. Wonwoo lo miraba con una
sonrisa burlona, pero que solo era fruto de su desesperación. Sabía que si no terminaba con él en este
round, sería el hazme reír de todo el lugar y de si familia.
A penas la campana volvió a sonar, Jungkook se acercó rápido hasta él y comenzó a lanzarle
puñetazos a una velocidad que no había mostrado hasta ahora. Cada golpe iba con una fuerza que
sorprendió incluso al mismo Wonwoo, que pudo sentir como los huesos de su brazo dolían muchísimo al
impactar los golpes.
Sin darse cuenta, fue él quien terminó contra las rejas. Cuando se dió cuenta de eso, ya era muy tarde
para él; Jungkook lo tomó del cuello asegurándose de estar a una distancia en la que no pudiera
defenderse con patadas o rodillazos, golpeó su hombro un par de veces para que sus músculos se
entumecieran y así no pudiera responderle con facilidad.
—¡Jeon Wonwoo está perdido, sino sale de ahí no podrá volver a contarlo!
—Diablos... —dijo el rubio llamando la atención del castaño a su lado.
—¿Qué?, ¿Lo esta inmovilizando para que se rinda? —preguntó sin haber notado las intenciones del
menor aún.
—Será mejor que no veas esto, Taehyung...
Como si le hubiera dicho todo lo contrario, giró de nuevo su cabeza hacia el ring encontrándose con
una imagen que le hizo revolver el estómago y quedarse completamete quieto.
Jungkook estaba golpeando su rostro una y otra vez, con fuerza y rapidez, como si estuviera
desquitandose. El rostro del mayor comenzó a tornarse rojo debido a la sangre que salía de sus heridas
que solo iban en aumento, mientras que iba perdiendo la conciencia poco a poco. Su cuerpo ya no podía
mantenerse de pié y comenzó a caer, pero el menor aún no había tenido suficiente; sostuvo su torso
contra las rejas, manteniendo en alto mientras comenzaba a golpearlo con la rodilla gusto en su
estomago y costillas.
Una y otra vez, parecía no tener suficiente.
—...Qué demonios...
—¿Por que no paran la pelea? —preguntó Jongup extrañado—. Es obvio que Wonwoo no puede seguir
pero nadie tira la toalla...
—Lo va a matar... —dijo sin poder creer que estuviera viendo al chico que ama intentando quitarle la
vida a otra persona.
Observó el rostro del menor y se asustó cuando notó unos ojos vacíos...como si su cuerpo estuviera
moviéndose por si mismo, como si no tuviera control de sus acciones.
—¡Detengan la pelea! —gritó el hombre a su lado— ¡Va a matar a mi hijo!
La voz desesperada de aquél hombre fue suficiente para hacerlo reaccionar. Se levantó y corrió hacia
las rejas, lo más cerca que pudo para que el menor pudiera oírlo.
—¡Jungkook, detente, para por favor! —gritó desesperado.
Debido a los gritos de las personas su voz no alcanzaba a ser oída, por lo que mordió sus labios
apoyándose en la reja y volvió a gritar, esta vez mucho más fuerte, haciendo que su lastimada garganta
doliera.
—¡Jungkook!
Las voces se apaciguaron a la vez que Jungkook parecía reaccionar, deteniendo sus golpes y girando a
ver al rostro asustado del chico a quien juraba amar; estaba llorando, y lo miraba directo a los ojos,
suplicando con la mirada que se detuviera.
Sintió su corazón romperse ante las imagen. Más bien, al ser el causante de esa expresión tan
desesperada del castaño.
Se alejó dejando caer el —hace rato— inconsciente cuerpo y se quedó unos segundos observando lo
que había causado, mirando sus manos llenas de sangre, luego a Taehyung, varias veces.
Nadie hablaba, había un silencio que jamás había estado en el lugar hasta ahora. La campana rompió
el silencio, finalizando la pelea y dejando al menor como un claro ganaron de la pelea. El presentador
fue quien hizo volver los ánimos a las personas, mientras que Taehyung corrió hacia los baños al sentir
unas ganas muy fuertes de llorar.
El hombre que parecía ser importante fue corriendo a revisar a su hijo, y tomarlo en brazos para
llevarlo al hospital del lugar. Mientras que Jongup no sabía como reaccionar ante lo visto; Jeon jamás
había peleado de esa forma, y comprendió totalmente la razón por la cual Taehyung se retiró...Jungkook
de había convertido en un monstruo por un momento.
El menor lo observó siguiéndolo con la mirada e intentó seguirlo, pero su entrenador le dijo que debía
de limpiarse primero.
—Ve a buscarlo cuando dejes de verte como un carnicero —le acosejó el hombre, señalando con la
mirada sus brazos y pecho donde había rastros de sangre.
Asintió y corrió a la duchas, solo con Taehyung en su mente. Mientras el agua caliente caía sobre su
cuerpo comenzó a llorar.
Había asustado a Taehyung, había roto su promesa de no pasarse de la raya y gracias a eso el castaño
seguramente ya no querría verlo. El miedo a que el mayor lo mirara con miedo hacía doler su pecho, no
quería que se aleje de él, no creía poder soportarlo. Si había una mínima posibilidad de que pudieran
ser algo más, ésta se había evaporado por completo.
¿Qué iba a hacer si Taehyung le pedía que se alejara de él?
¿Tendría que volver a obervarlo de lejos?
¿No poder hablar y bromear con él como ya había acostumbrado?
¿Cómo iba a poder soportar no poder besarlo de nuevo?
El podía ser un monstruo y dañar a demás personas, pero no a él, jamás podría dañar un somo cabello
suyo. Taehyung debía de comprenderlo, el no podía controlar ese lado suyo, simplemente no podía.
Golpeó la pared varias veces, haciendo que sus nudillos sangraran y que sus manos se acalambraran.
Tenía muucho miedo de perderlo. Si lo perdía, sería su completa culpa.
━─━──── ────━─━
Había perdido la noción del tiempo que había pasado desde que se encerró en ese cubículo, pero sus
manos aún temblaban y su llanto no paraba. Su garganta dolía y solo podía ver la imagen de Jungkook
golpeando el cuerpo de Wonwoo de esa forma tan aterradora...
A su mente llegaron las imagenes y aquellos mensajes sospechosos que le estuvieron llegando los
últimos días, y se negó una vez más creerlos.
La sola idea de volver a ver a Jungkook de esa forma y no poder hacer nada lo asustaba, lo aterraba.
No quería volver a verlo lleno de sangre y con esos ojos que simplemente carecían de emoción alguna.
¿Cómo podría animarse a verlo a la cara luego de esto?
Luego de varios minutos en los que solo se quedó observando los garabatos y dibujos de penes en la
puerta, oyó como la del baño era abierta y pasos acercarse. No le prestó mucha atención, hasta que
escuchó su voz.
—Ciel-...Hyung, ¿Está aquí? —preguntó observando los cubículos, deteniendo su mirada en el único
que estaba cerrado.
Su voz era suave pero profunda, sonaba como si hubiera llorado hasta hace unos minutos y eso
provocó un sentimiento extraño en el mayor. Su corazón comenzó a latir con fuerza, e instintivamente
llevó sus manos a su boca y cerró sus ojos con fuerza, calmando sus hipidos provocados por el llanto.

¿Qué se supone que podía decirle?


—Cierto, dijiste que no volverías a hablarme... —habló recordando su amenaza—. Lo siento mucho...
Escuchó su voz atentamente, aún sin saber si contestarle o no.
—¿Me tienes miedo? —preguntó apoyándose en el lavamos—. Sería lo normal, ¿Verdad? —rió sin
gracia.
Taehyung quiso decirle que no, que lo que a él le causaba temor era tener que verlo de esa forma y no
poder hacer nada para evitar una desgracia, pero cuando intentó hablar su garganta dolió haciéndolo
callar.
—¿Sabes por que comencé a pelear aquí? —preguntó sin esperar una respuesta—. Yo no
puedo...controlarme cuando alguien lastima a alguien a quien quiero —confesó.
El castaño recordó lo que Jongup le había dicho sobre eso, pero no creyó que era algo tan fuerte.
—Papá dijo que liberar mi enojo de esta forma podría ayudar, y entonces comencé a practicar. Yo no
diría que tengo problemas de ira, por que hay cosas que me enfadan pero no reacciono mal amte ellas,
simplemente me quejo y se me pasa...Pero pierdo el control cuando se trata de alguien que daña a los
que me importan.
Taehyung escuchaba el silencio, tratando de comprender sus palabras y la forma en la que se sentía
para así quizás, poder ayudarlo.
—Entrenar no calmaba esa lado de mi, pero poco a poco me fue gustando el deporte y me sirve para
liberar tensiones —se quedó unos segundos en silencio, pensando es que palabras usar para expresarse
de forma correcta—. Hasta ahora, lo único que llegó a calmarme y evitó que me metiera en muchos
problemas fuiste tú.
Sus palabras sonaron tan sinceras que estrujaron el corazón del mayor.
—Si tu me lo pides yo puedo parar, y creeme que si hubieras estado junto a mi cuando arrinconé a
Wonwoo me hubiera contenido, lo estuve haciendo en cada ring pero...sus palabras sobre ti volvieron a
mi cabeza y al ver que tenía la oportunidad perdí la cordura por completo.
Taehyung se acercó a la puerta, queriendo ir y abrazarlo, pero quería oír todo lo que el menor tenía
para decir antes de salir.
—No estoy diciendo que sea tu culpa ni nada parecido, solo...Gracias por detenerme —se acercó a
pasos sigilosos hasta la puerta cerrada y apoyó su mano en esta—. Se que seguro ya no querrás verme,
pero solo quiero que sepas que jamás podría dañarte a tí...Soy una persona horrible pero contigo siento
que soy mucho más que eso, me haces sentir de tantas formas increíbles que incluso ahora cuando
recuerdo tu sonrisa yo también lo hago —admitió sin poder evitar sonreír.
Taehyung comenzó a llorar de nuevo, esta vez debido a las palabras del menor que se incrustaron en
su corazón como si fueran dagas. Le hicieron sentir tan bién que incluso le asustó.
—Siendote sincero no quiero que te alejes de mí, no quiero tener que alejarme de ti pero eso es lo que
haré si me lo pides...Yo jamás haría algo que no quieres y, si ya no quieres estar conmigo yo voy a
entenderlo. Nada bueno sale de tener a una persona como yo en su vida...supongo...
Taehyung no soportó más y abrió la puerta, encontrándose de frente con un Jungkook con el cabello
mojado y heridas en su rostro que al no ser tratadas aún sangraban un poco, en especial la de su ceja.
La mirada arrepentina y asustada que tenía en ese momento hizo que las ganas de abrazarlo se
incrementaran y así lo hizo.
Lo abrazó con fuerza, hundiendo su rostro en su cuello e intentando calmar sus sollozos silenciosos.
Jungkook se sorprendió ante el gesto, pero correspondió de la misma forma, rodeando su cintura
intentando no pensar ese gesto como una despedida.
Las palabras del menor que habían sonado como Una despedida hicieron que su corazón de
desesperara. Le hicieron darse cuenta de cuán jodido estaba, al pensar que no podría soportar estar
lejos suyo luego de haberse instalado en su vida y en su corazón de esa forma tan ridículamente fuerte.
Quería estar con él y tenerlo en su vida aún si le temiera, por que preferiría vivir con miedo que sin
Jungkook. Su situación no era tan mala, por que no le temía a él en sí, por lo que se decidió a ayudarlo.
Había encontrado felicidad, amor y calma por una vez en su vida, y no se permitiría perderla.
Si el podía calmarlo entonces lo haría las veces que fueran necesarias, no importa cuando ni dónde.
Confiaba en sus palabras, esas que aseguraban que jamás podría dañarlo a él, y con eso pensó que todo
estaría bién.
Todo iba a estar bién...
━─━──── ────━─━

Alerta +18
Al notar que al mayor le costaba hablar, se lo llevó directo al hospital más cercano para que se
asegurara de que estuviera bién. Taehyung no estuvo muy de acuerdo con la idea, ya que pensaba que
con unas cuantas horas de descanso su voz volvería y todo habría quedado en un susto, pero el menor
insistía.
El camino al lugar fue silencioso. Jungkook no sabía que decir, y aún intentaba comprender lo que
significaba aquél abrazo que le había dado. El estaba seguro de que el mayor lo mandaría a volar y que
no querría saber más nada de él.
Y quizás así era, y aquél abrazo solo era un saludo de despedida. Quizás éstas eran las últimas horas
junto a él, y debía de aprovecharlas pero sentía que no tenía el derecho.
Por su parte, Taehyung deseaba saber que era lo que el menor estaba pensando y por qué tenía esa
expresión tan triste. Luego de ese abrazo las cosas deberían haber quedado claras, ¿Verdad?
Entonces, ¿Eso significaba que el menor se alejaría por voluntad propia por su bienestar o algo así?
La idea lo asustó.
—Llegamos... —avisó el menor apagando el motor y quitándose el cinturón de seguridad.
Salió del auto, se acercó a la puerta del copiloto y abrió la puerta para que el castaño pudiera bajar.
Tae le sonrió levemente en agradecimiento y bajó abrazándose a si mismo, sintiendo la brisa de la
noche que se había vuelto mucho más fría que antes.
Jungkook lo notó y se apresuró a quitarse su chaqueta, colocándola sobre sus hombros
cuidadosamente. El mayor se quedó quieto, mirándolo con una mirada suplicante; pidiéndole en silencio
que si va a dejarlo entonces que deje de comportarse de esa forma con él.
Éste, al no poder descifrar lo que había en sus mirada, se alejó un poco y comenzaron a caminar
dentro del edificio.
Se sentía tan raro estar junto al menor y que el ambiente fuera tan silencioso. Normalmente el
silencio no le molestaba, le gustaba, pero no esta clase de silencio tan incómodo.
Luego de un par de segundos y de que Jungkook tuviera que usar algunos contactos para que fueran
rápidamente atendidos, un doctor los invitó a ingresar a la sala privada.
—Ninguno parece estar lastimado de gravedad como para venir e insistir tanto en ser atendidos a
estas horas de la noche —comentó el médico— ¿Qué los trae aquí?
—Él no puede hablar, creo que duele al intentar hacerlo, ¿Es así? —preguntó buscando una respuesta
afirmativa del mayor.
El castaño —que se sentó en la camilla alta del lugar— asintió, y apuntó las marcas en su cuello,
luegos hizo un gesto de grito colocando sus manos al rededor de su boca.
—Alguien lo ahorcó muy fuerte, le hizo esas marcas pero antes de eso podía hablar —comenzó a
explicarle al hombre que había comenzado a inspeccionar las marcas en su cuello—. El gritó fuerte,
muy fuerte y luego de eso ya no hablar.
—Entiendo... —se acercó a una de las mesas en donde tenía unas paletas de madera, tomó una y se
acercó nuevamente al mayor—. Abre la boca.
Taehyung obedeció. Y fue siguiendo las indicaciones que el hombre le daba.
—¿Qué es lo que sientes cuando intentas hablar?, ¿Te arde la garganta? —asintió—¿Pica?
El mayor volvió a asentir. El médico miró al menor y le sonrió amable.
—No se preocupen, sus cuerdas vocales se dañaron un poco pero con los cuidados correctos podrá
volver a hablar con normalidad en unos pocos días —aseguró.
—Menos mal... —comentó aliviado mirando al mayor con una sonrisa.
—Pero eso sí, nada de forzar la voz, cuida tu garganta del frío y no fuerzes tu voz hasta dentro de
doce horas como mínimo —advirtió al castaño—. Mañana seguramente podras hablar pero en voz baja y
no demasiado, ¿Entendido?
Asintió.
—¿Algo más que debamos saber?
—Iré a traer un jarabe que ayudará mucho con su recuperación —avisó, y abandonó la habitación.
El ambiente volvió a tornarse silencioso, y Taehyung quiso aprovechar la situación para intentar
hacerle entender al menor que no quería que se aleje. Llevó sus manos a su cuello y fingió que
comenzaba a dolerle.
—¿Qué sucede? —preguntó preocupado el menor, acercándose rápidamente a él— ¿Te duele?, ¿Qué-?
Taehyung lo tomó de su camiseta y lo atrajo a él para juntar sus labios, comenzando un beso que
incluso sintiendo que no era correcto, el menor no pudo evitar seguir. Se acercó más a él colocándose
entre sus piernas, colocando sus manos en su cintura luego de sentir los brazos del mayor rodear su
cuello.
Cuando el beso se rompió por la falta de oxígeno ambos conectaron sus miradas, aún con sus rostro
muy cerca. Jungkook suspiró, apoyó su frente sobre su hombro, comenzando a acariciar su cuello con la
punta de su nariz; muy suave, a penas tocando su piel, con miedo a dañarlo.
—¿Qué significa esto? —susurró—. Estoy intentando comprender...Qué es lo que debería de hacer
ahora, y no tengo idea de lo que estás pensando...
Las manos del mayor tomaron su rostro, elevandolo para conectar sus miradas. Examinó su rostro
lastimado sin prisa, buscando la forma de hacerle saber que era lo que quería decirle, de forma que
comprendiera que no tenía el derecho de intentar alejarse, simplemente no lo dejaría irse.
Una idea se le vino a la cabeza y comenzó a buscar en sus bolsillos, sacó su teléfono y comenzó a
teclear en sus notas. Le mostró la pantalla al menor y éste abrió la boca sin saber como reaccionar ante
sus palabras.
"Ni se te ocurra alejarte de mí. Ya es tarde para que lo hagas, voy a ayudarte con ese problema que
tienes, estaremos bién"
Apartó la pantalla de su rostro para volver a escribir, esta vez con un sonrojo en su rostro. Volvió a
mostrarle la pantalla, esta vez sin mirarlo a la cara.
"Mentiroso. Dijiste que me amabas, y la gente no abandona a las personas que ama de esa forma...
¿Por qué quieres sufrir solo cuando ahora estoy contigo? No seas estúpido, tonto, bobo, egoísta..."
Jungkook rió por sus últimas palabras, pero no pudo evitar colocar una gran sonrisa; estaba feliz,
aliviado, sentía que era demasiado, que algo así no era posible, no podía creer que tuviera la suerte de
tener a alguien como Taehyung en su vida.
No supo como plasmar toda su felicidad por lo que solo pudo abrazarlo. Abrazarlo sin querer ser muy
brusco, recordando que se encontraba lastimado y no quería dañarlo de ninguna forma. Besó su
hombro, su rostro y se detuvo en sus labios, mordiendo su labio inferior en un intento por calmar toda
la felicidad que estab sintiendo.
—¿Eres asesino? Por que te juro que podría morir en cualquier momento por lo hermoso que eres.
Taehyung rió en silencio, negando con la cabeza mientras arrugaba la nariz.
—¿Fue muy malo? —preguntó al saber lo que estaba pensando—. Malo o no, es la verdad.
El mayor golpeó su hombro rodando los ojos ante lo cursi que podía llegar a ser. Aunque, ambos
sabían que en realidad disfrutaba sus palabras. Ahora sentía un alivio que era difícil de explicar, el
saber que Jungkook no lo dejaría lo hizo querer gritar de la emoción, pero no podía y aunque lo pudiera
no lo haría obviamente.
—Gracias, Cielo —habló acercándose a sus labios, pero sin llegar a tocarlos—. Te amo...
El que acortó la distancia fue el mayor, uniendo sus labios una vez más.
—Disculpen la tardan...¿za? —el hombre de bata blanca no supo que decir luego de presenciar esa
escena tan intimida.
Mientras un avergonzado Taehyung miraba al suelo intentando controlar las ganas de golpear al
menor, éste ni se inmutó por haber sido vistos.
—No se preocupe, ¿Ya podemos irnos? —preguntó tomando su mano.
—Si, claro... —le entregó la caja con el jarabe—. Recuerden las indicaciones, toma esto una vez a la
mañana todos los días durante una semana, y controlen las hormonas —bromeó.
Jungkook solo se rió y tomó la caja en sus manos. Taehyung se bajó de la camilla sin soltar la mano
del menor, saludaron y agradecieron al doctor para luego salir de la habitación.
—Si pudieras hablar estarías insultandome ahora mismo ¡Auch! —se quejó cuando sintió un golpe en
su brazo derecho—. A eso me refería también...
Caminaron hasta el auto tomados de la mano, olvidando por completo el mal rato pasado hace unas
horas, los problemas del menor y de todo lo malo en general.
Como todo caballero que era solo con el mayor, le abrió la puerta del copiloto como si se tratara de la
realeza, haciendo rodar los ojos al castaño que solo pudo reírse en silencio por sus ocurrencias.
La cosa ya se sentía como antes.
—Te llevaré a casa —dijo una vez dentro del vehículo.
Taehyung asintió, mientras se quitaba la chaqueta para devolvérsela al menor. Éste le insistió en que
se cubriera con ella el resto del camino, pero Taehyung insistió y se la colocó encima a él, ya que no
quería que se enfermara.
Luego de un par de minutos en los que el menor le hablaba sobre las cosas que aprendió cuando
empezó en las peleas, Taehyung comenzó a tocar varias partes de su cuerpo; brazos, pecho, estómago y
se detuvo cuando su mano se colocó sobre su rodilla.
Lo miró con curiosidad, quería preguntarle ai le dolía alguna parte del cuerpo, pero Jungkook lo
entendió de forma distinta.
—Cielo, ¿Qué es lo que quieres conseguir manoseandome? —preguntó sin mirarlo.
El mayor rodó los ojos divertido, y luego quiso aprovechar y molestarlo un poco. Luego podría huir a
su casa dejando al menor con un gran problema.
Comenzó a subir su palma poco a poco, moviéndose hacia la cara interna de sus muslos, acercándose
tanto a tu bulto pero sin llegar a tocarlo.
—Cielo... —llamó con un tono de advertencia, sin poder hacer mucho al estar conduciendo.
El mayor solo se mordió el labio inferior con diversión. Las ganas de molestarlo un poco más y ver
cómo reaccionaría lo hicieron subir su mano hasta tocar su entrepierna con su dedo índice, moviéndolo
lento de arriba a abajo.
—Cielo, estoy conduciendo... —pidió sosteniendo su mano para alejarla suavemente.
El mayor contuvo la risa al notar su expresión, y decidió que era hora de cambiar de actitud. Se cruzó
de brazos y volteó el rostro en dirección a la ventana, fingiendo estar enojado.
—¿Cielo? —preguntó notando su comportamiento— ¿Estás enojado? —preguntó sin mirarlo.
Comenzó a conducir con una mano para tomar la mano del mayor, pero este le dió un pequeño golpe
en su palma.
—Bebé, si quieres esta noche me cobro el premio que me prometiste, pero es peligroso que me
distraiga mientras conduzco —ofreció con una voz demasiado normal para lo que estaba diciendo.
Taehyung recordó ese pequeño detalle, y se cubrió el rostro por la vergüenza se lo invadió. No
recordaba haber prometido eso, y ahora que tenían la oportunidad, ¿De verdad se sentía preparado?
Los nervios lo estaban matando.
━─━──── ────━─━
—Llegamos, cielo —avisó el menor luego de ver que Taehyung se había quedado mirando a la nada, y
parecía pensativo.
El castaño parpadeó un par de veces, lo miró, luego clavó su mirada en el leve bulto que se había
formado en su parte baja. Era muy molesto tener una, y él era el causante de ésta, por lo que debía de
hacer algo al respecto, ¿Verdad?
—¿Te sientes bien? —preguntó el menor acercándose para apoyar su mano sobre su frente, revisando
que no tuviera temperatura.
El mayor sacó su teléfono y comenzó a escribir, nuevamente con un leve rubor en sus mejillas.
—¿Estás nervioso por lo que dije? —preguntó luego de darse cuenta de que había comenzado a
comportarse extrañi luego de lo que había dicho en broma—. No te preocupes, solo bromeab-
Taehyung colocó su dedo índice sobre sus labios, callandolo. Le mostró la pantalla e intentó calmar
los nervios que solo iban en aumento.
"Cambiaré mi regalo y te lo daré ahora. Y cuando mi voz vuelva, tengamos sexo por que ambos
queremos y no como premio, ¿entendido?"
—El amor, bebé... —insistió en llamarlo de forma más romántica—. De acuerdo, ¿Qué tienes para mi?
—preguntó emocionado—. No tenías que gastar dinero...
El castaño rodó los ojos ante la inocencia que parecía tener todo el tiempo, dejándolo como el
pervertido de la pareja cuando claramente ése era el menor. El aún era muy tímido como para igualarle.
Se bajó del auto y el menor hizo lo mismo. Caminaron hasta su casa y una vez dentro ambos se
quitaron las chaquetas, el mayor tomó la mano del otro guiandolo hasta el sofá dónde lo hizo sentarse y,
acto seguido, se arrodilló frente a él.
Antes de hacer nadaz tomó su teléfono y escribió nuevamente, para luego mostrarle la pantalla.
"Es la primera vez que hago una, por lo que no esperes mucho y ve guiandome"
Lanzó el teléfono al otro lado del sofá.
—¿Q-que haces? —preguntó nervioso al ver la mirada decidida que mostraba el mayor—. Cielo, no
tienes que-¡Auch!
Se quejó cuando sintió un pellizco en su brazo; Taehyung llevó sus dedos a sus labios, señal de que se
callara; atrajo su rostro para besarlo y luego lo empujó haciendo que su espalda quedara apoyada en el
respaldo del sofá.
Por alguna razón ya no se sentía tan nervioso. De hecho, estaba ansioso por practicar su primer
felación con él menor, sabía que él no lo juzgará por hacerlo mal la primera vez.
—¿Estás seguro? —preguntó una vez más, a lo que el mayor le dió una mirada enojada—. De acuerdo,
lo siento...
Taehyung suspiró y comenzó a bajar sus pantalones junto con su ropa interior, sorprendiendose al
notar que el pene del menor no era para nada pequeño.
El no era de piedra ni un cristiano; había visto varios videos dónde había visto más o menos como
hacerlo, y agradeció haberlo hecho hace pocos días, su memoria estaba fresca y podía recordar cada
cosa con más claridad.
Quizo hacerlo poco a poco; primero tomó su falo y comenzó a acariciar su glande con el pulgar,
sacándole suspiros pesados. Bajó su mano lentamente, para luego subirla a la misma velocidad,
acercando su lengua a la punta, acción que terminó por hacer que su erección creciera por completo.
La sola imagen del mayor jugando con su pene ya habría hecho se que se corra, pero por suerte el
tenía mucha resistencia. Se dejó llevar, disfrutando por completo la sensación de la lengua del mayor
rodeando todo su glande.
Con su otra mano, comenzó acariciar su escroto, comenzando a mover su mano que rodeaba su pene
más rápido, motivado por los leves gemidos del menor. Luego de varios segundos a ese ritmo, sin previo
aviso, ingresó el falo en su boca, haciendo que el menor soltara un gemido mucho más fuerte.
Mientras que con mano izquierda seguía acariciando su escroto, con la otra sostuvo el pene para
comenzar a lamer las venas que se marcaban con la punta de su lengua, tomándose su tiempo para
marcar todas.
Quiso tomarse unos segundos para apreciar sus expresiones mientras continuaba masturbando sus
extension con un poco mas de velocidad, queriendo asegurarse de que estaba haciendolo bien y que
Jungkook estaba disfrutándolo. Al ver que éste mantenía sus ojos cerrados y sus puños apretados,
gimiendo sin vergüenza a ser escuchado.
Sintiéndose mucho más confiado, volvió a meter el pene en su boca y, apoyando sus manos sobre las
rodillas del menor, comenzó a introducirlo casi por completo en su cabidad, acariciando el falo con su
lengua cada vez que subía e intentaba ir más profundo cuando volvía a bajar.
—Joder... —escuchó maldecir, mientras sentía las manos del menos sobre su cabello.
Cuando sintió que podía hacerlo con más rapidez aumentó el ritmo, deleitandose con los mucho más
fuertes gemidos que el menor le regalaba. Éste esta conteniendose para tomar el cabello del mayor y
comenzar a marcar él el ritmo, ya que no quería ser brusco cuando era su primera vez haciendo algo
así.
Luego varios minutos en los que variaba de ritmo, descanzaba su boca mientras usaba su mano y
volvía a jugar con su glande, comenzó a impacientarse un poco. Volvió a meter el pene el su boca y con
algo más de experiencia ganada en los últimos minutos, comenzó a chupar con mas fuerza sin perder
velocidad. Cosa que lo hizo sentirse orgullozo por alguna razón.
—C-cielo...Ooh, mierda...
Intentó hacer que se apartara antes de correrse en su boca, pero solo consiguió que el mayor lo
mirara curioso mientras continuaba martubandolo. De un segundo a otro y luego de un fuerte gemido,
se había corrido en su rostro.
El castaño se asustó un poco y cerró un ojo al haberle caído un poco se semen encima, pero no le
molestó mucho que ahora tuviera el rostro manchado del semen del menor.
—L-lo siento, amor... —se disculpó mientras intentaba regular su respiración.
Pasó su dedo sobre las partes dónde había semen y se llevó un poco a la boca, con mucha curiodidad
por saber que clase de gusto tenía y se sorprendió a si mismo cuando se encontró pasando la lengua
por sus labios, queriendo degustar un poco más.
Era algo salado, pero no estaba nada mal.
Jungkook se quedó unos momentos admirando la malditamente sexual imagen del mayor probando su
semen, con su rostro lleno de éste y aún antre sus piernas.
—Joder... —soltó sin darse cuenta.
La vergüenza volvió a apoderarse de Taehyung y se apresuró a ir al baño para lavarse el rostro, en lo
que el menor acomodaba sus pantalones. Mientras secaba su rostro, sintió que era abrazado por detrás
y observó a Jungkook a través del espejo.
—Gracias por el regalo, cielo —agradeció dejando un beso en mejilla—. Y perdón por acabar en tu
cara, quería apartarte antes pero-
Taehyung lo calló girandose para besarlo, siendo correspondido al instante. Se separó apoyando sus
brazos sobre los hombros del contrario y le sonrió con diversión.
—¿De qué te ríes?, ¿Eh? —preguntó mientras picaba su estómago, haciéndole cosquillas.
Taehyung comenzó a reír en silencio hasta que Jungkook se calmó y se le quedó observando en
silencio. El mayor ladeó la cabeza, como preguntándole que era lo ocurría, hasta que el azabache habló.
—¿Puedo dormir contigo hoy? No quiero irme... —pidió con algo de miedo a ser rechazado.
El mayor se sorprendió un poco, pero asintió luego de dejar un rápido beso sobre sus labios y tomó su
mano para guiarlo a la habitación. Buscó ropa limpia para prestarle al menor, pero éste terminó solo
aceptando los pantalones de lanilla alagando que dormía con el torso descubierto.
A dormir, no piensen mal.
━─━──── ────━─━

El sonido predeterminado de llamada comenzó a oírse por toda la habitación comenzando a despertar al
azabache que dormía plácidamente en aquella cama que no era la suya.
Aún con los ojos cerrados intentó girarse para tomar el teléfono de la pequeña mesa donde lo había
dejado la noche anterior, pero al sentir un peso sobre la mitad de su cuerpo abrió un ojo para ver que le
impedía moverse con libertad, y la imagen que vió lo hizo quedarse embobado sin poder creer lo que
sus ojos veían.
Taehyung estaba recostado sobre la parte derecha de su torso, su pierna estaba sobre la suya y si
cabeza reposaba sobre su hombro, podía sentir su respiración golpeando su cuello. El estaba boca
arriba y casi sin poder moverse pero era la mejor forma de amanecer, no le importaba dormir
completamente recto si podía tener al castaño de esa forma; abrazando su cuerpo, tan en calma cómo si
no tuviera de que preocuparse al tenerlo a su lado.
Lo hacía sentir tantas cosas y solo estaba dormido.
¿Estaba muy mal por Taehyung?
Estaba muy mal por Taehyung.
Estaba tan ido en sus pensamientos que había olvidado que el teléfono seguía sonando. Cuando el
sonido comenzó a ser molesto y logró hacer que el mayor se despertara, golpeando el pecho del menor
sin mucha fuerza.
—Apaga esa maldita cosa...o voy a lanzarlo por la ventana... —dijo en voz baja y un poco quebradiza
debido a que su garganta aún estaba algo mal.
—...Si, lo siento, Cielo —dijo estirando su brazo para tomar el teléfono sin querer moverse demasiado
para no molestar al castaño.
Miró la pantalla leyendo el nombre del contacto y se apresuró a responer mientras comenzaba a
acariciar el cabello de Taehyung de forma lenta.
—Buenos días —saludó en un tono de voz no muy fuerte, solo su suficiente como para que el hombre
al otro lado de la línea pudiera escucharlo.
—Jungkook, buenos días, ¿dónde estás? No llegaste a casa anoche, ¿estás bién?
—Estoy en casa de Taehyung, estoy bién...¿Ya te enteraste? —preguntó refiriéndose a la noche
anterior.
—Estas notician vuelan, ya sabes.
—Me pasé un poco, pero se merecía una buena paliza, no me arrepiento mucho —dejó en claro que no
iba a disculparse.
—Escucha, se que tus motivos habrás tenido pero esta vez te pasaste. Casi queda en coma,
¿entiendes lo mucho que tu tío va a molestarme ahora?
—Ese viejo es igual de basura que su hijo, solo ignoralo como siempre.
—Para ti es fácil decirlo, estás en casa de tu novio luego de haber follado toda la noche
seguramente, mientras que yo estoy camino al hospital para intentar que la familia no tenga
más problemas entre sí.
—No hicimos nada, solo dormimos.
—Aja, y yo soy el hada de los dientes.
—¿Solo llamabas para eso? Se que me extrañas, pero no pensé que tanto.
—Obviamente quiero felicitarte. No pude ver la pelea y que suerte, pero seguro que
estuviste genial y seguirás haciéndolo bién, después de todo eres mi hijo.
—Gracias, La próxima deberías de ir, me veo genial sobre el ring.
—No lo dudo. Envíale saludos a Taehyung, y la próxima vez que no vuelvas a casa avisa por
lo menos.
—Se los daré, nos vemos.
Comgó el teléfono y volvió a dejarlo sobre la mesa de luz. En un movimiento ágil se colocó de lado
abrazando al castaño en un inútil intento por volver a dormir, pero el sueño ya lo había abandonado.
—No volverás a quedarte...¿Cómo es que te llaman tan temprano un domindo por la mañana? —se
quejó Taehyung hundiendo su rostro aún más en su cuello.
—Son las once, cielo...
—Es muy temprano.
—¿Cómo está tu garganta? —preguntó acariciando su espalda arriba hacia abajo, lentamente.
—Creo que ya estoy bién, el doctor solo exageró.
—Aún así toma el jarabe que te dió, por las dudas.
—Qué molestia...
Jungkook soltó el cuerpo del mayor y se colocó sobre él apoyando sus manos a los lados de su caneza,
haciendo que lo mirara y pudiera apreciar mejor su rostro adormilado.
—Anda, vamos a desayunar, debo irme en un rato para ir a buscar mi premio y hacer otra cosas —
propuso con una sonrisa landina.
—No quiero —objetó cruzándose de brazos, mirándolo con una ceja alzada— ¿Y por qué tanta prisa?,
¿Qué son esas otras cosas?
—Otras cosas son otras cosas, ¿Qué más podría ser? —bromeó.
—No te hagas el tonto, ¿Acaso tiene que ver con la persona que te llamó? —preguntó aún más curioso
ante la evasión de sus preguntas—. Y sobre eso, ¿Quién te llamó?
El menor comenzó a reír ante su curiosidad y los evidentes celos que estaba mostrando sin ser del
todo consciente al haber despertado hace minutos.
—¿Y ese interrogatiorio? Si no te conociera diría que estás celoso —bromeó.
El mayor parpadeó varias veces procesando sus propias palabras luego de lo que había dicho el
menor y sintió pánico al darse cuenta de que estaba actuando de mala manera.
—Lo siento... —tomó su rostro entre sus manos, acariciando sus mejillas—. No tienes por que
responder a eso, no quiero ser una persona tóxica...
—Bebé, no te preocupes por eso, no está mal sentir celos y tu jamás harías algo que me dañara —
aseguró tomando su mano sobre su mejilla.
—El problema es que tu estarías de acuerdo con lo que sea que yo te pidiera y eso no está bien. No
importa cuánto digas amarme, hay cosas que simplemente no debes de aceptar, no seas estúpido —dijo
mirandolo directo a los ojos para que supiera que está hablando en serio.
—Entiendo... —volvió a sonreír y se acercó para dejar un beso en su frente—. Me pone feliz que me
cuides siempre, estoy enamorado de la persona correcta.
Taehyung no tardó en volverse rojo debido a esas palabras a las que aún no se acostumbraba, y solo
atinó a acercarlo para unir sus labios en un beso dulce que luego se volvió juguetón, ocasionado
sonrisas en ambos que cortaban el ritmo de sus besos mientras inconscientemente acariciaban sus
cuerpos con mucha más confianza que las veces anteriores.
—Ya, déjame ir al baño antes de que me haga encima —pidió el mayor.
—Ugh, no se si eso sería sexy de ver, mejor ve —bromeó quitándose de encima para que el castaño
pudiera levantarse de la cama.
—Vete a la mierda —respondió caminando al baño.
—Me encanta lo dulce que eres, cielo.
El mayor asomó su cabeza antes de cerrar la puerta y miró mientras el menor se colocaba la camiseta
que se había quitado la noche anterior para "dormir más cómodo", y preguntó:
—Voy a darme una ducha rápida, ¿Quieres usar la ducha luego?
—No, no te preocupes, amor.
—Okey~
Cerró la puerta y se dispuso a comenzar con todo su aseo rápido. Jungkook mantuvo la sonrisa hasta
que escuchó el agua caer, luego cambió su expresión a una mucho más seria y fría.
Tomó su teléfono y se dispuso a contestar el mensaje de su querido tío dónde lo llamaba de muchas
cosas, muchos insultos y amenazas que no tomaba enserio. Le causaba gracia incluso, disfrutaba ver a
la persona que tantos años se la pasó despreciandolo sufrir.
"Es culpa de su hijo por ser tan débil y meterse con mi chico"
Fue todo lo que le respondió para luego bloquear el número.
Iba a recostarse mientras esperaba al mayor, pero el sonido de una notificación llegar al teléfono de
Taehyung y no pudo evitar echar un vistazo a ver de que se trataba. Al leer el mensaje y darse cuenta
de que su nombre estaba en éste, su mirada se tornó mucho más tétrica.
"Espero que luego de lo de anoche te hayas dado cuenta de lo peligroso que es. ALÉJATE DE
JUNGKOOK O TERMINARÁS MAL. Ignoraste mis anteriores mensajes pero no puedes seguir
ignorandome luego de esto."
Era lo que decía el mensaje.
Observó el número desagendado del remitente; tomó su propio teléfono para sacarle una foto, luego
se apresuró a bloquear el número y borrar el mensaje. Decidió revisar los supuestos mensajes
anteriores del mismo número y apretó la mandíbula con fuerza al ver las cosas que le habían enviado
anteriormente.
Eliminó todo rastro de aquél número desconocido y dejó el teléfono del mayor justo donde estaba al
principio. Se apresuró a enviarle la foto del número a un amigo suyo, no sin antes intentar llamar para
ver si conseguía averiguar por su cuenta a quién le pertenecía pero nadie respondió.
Su amigo lo había llamado para saber el significado de esa repentina foto sin algún mensaje.
—Jk, amigo —saludó la otra persona a penas atendió la llamada—. Imagino que requieres mis
servicios, pero dame más detalles.
—Rastrea ese número; averigua a quien le pertenece, de dónde se envió y todo acerca de la persona
que envió mensajes al número que voy a enviarte —pidió mordiendo sus uñas debido a la ansiedad que
sintió de repente—. Si puedes hacer que el dueño se esa linea no puede enviarle más mensajes desde
cualquier otros dispositivo a su nombre te lo agradeceria muchísimo.
—A la orden. Nos vemos en la próxima reunión.
—Nos vemos, cuídate...
Colgó la llamada, borró la imagen tomada y el mensaje enviado. Taehyung no podía enterarse por
ningún motivo que sabía sobre aquellos mensajes.
Se preguntó el por qué no le había contado sobre esos mensajes, siendo el mayor alguien sin pelos en
la lengua y que le preguntaba todo tipo de cosas sin pena. Por un lado le alegraba que no se haya
tomado esos mensajes enserio, de lo contrario habría dejado de hablarle hace bastante tiempo, pero por
el otro le preocupaba que el mayor comenzara a tomar esos mensajes enserio luego de haberlo visto
perder el control.
Luego de lo visto la noche anterior y de haberle hablado sobre su "problema" con las personas que se
ganaban su odio, no era difícil creer lo que decían aquellos mensajes.
Aunque fuera verdad no iba a dejarlo ir a esta altura del partido. Mientras el mayor no se enterara
sobre las cosas que hace en secreto, el continuaría haciendo las cosas como acostumbraba, y
continuaría cuidándolo de la mejor forma que sabía hacerlo. Fingiría no hacerlo frente a él, pero no se
detendría.
La persona detrás de esos mensajes ya se había sentenciado a si mismo, y cuando lo encontrara iba a
asegurarse de que no vuelva a molestar a su chico.
—¡Jungkook! —gritó Taehyung sacándolo de sus pensamientos.
—¿Eh?
Levantó su mirada encontrándose al mayor observándolo con una ceja alzada; parado a unos metros,
con una toalla sobre sus hombros, su cabello mojado cayendo de forma muy sexy cuando ladeó su
cabeza al mirarlo con extrañeza.
—¿Estás bién? Parecías estar en las nubes, con cara de odiar al mundo —dijo volviendo a tomar la
toalla para secar un poco más su cabello.
—Estoy bien —volvió a sonreír como si nada y se colocó de pié para comenzar a caminar hacia él—.
Pensaba en donde llevarte a desayunar.
—Wow, esto de tener un sugar daddy es mejor de lo pensaba —bromeó.
El menor rió y sostuvo su cadera para acercarlo hasta tener su rostro a pocos centimetros del suyo.
—Se supone que un sugar daddy es mucho más mayor que tú y te paga por favores sexuales, ¿A que
viene eso de llamarle así a mis muestras de amor?
—No lo sé, muchas personas tienen esa fantasía de tener uno.
—Soy mejor que uno, duraré más tiempo —respondió soltandolo para comenzar a caminar hacia el
baño—. No encontrarás a alguien mejor, cielo.
—Egocéntrico.
—Precioso.
—Eres insoportable.
—Y tu hermoso.
El mayor sonrió luego de que la puerta del baño se cerrara, negando con la cabeza pensando que no
importaba el tiempo que pasara Jungkook parecía no cambiar ni un poco su forma de tratarlo y eso le
encantaba.
━─━──── ────━─━
—¿Donde vamos? —preguntó el mayor.
—Es la décima vez que lo preguntas y la respuesta es la misma, cielo...
—¿Y por que crees que sigo preguntando? —preguntó cruzándose de brazos—. No me has respondido
correctamente.
—Una sorpresa es una sorpresa, ¿No te gustan las sorpresas?
—Dijiste muchas veces sorpresa... —comentó volviendo a su pose normal—. No es que no me gusten
como tal, solo que me ponen muy nervioso y ansioso.
—Confía en mi, cariño. Seguro que te va a gustar —aseguró dejando un beso en el dorso de su mano.
—Bien...
Estuvieron varios segundos en silencio hasta que Taehyung recordó que quería hacerle varias
preguntar con respecto a todo lo de la noche anterior.
—Oye, Jungkook, ¿Sabes algo acerca de tu primo?
La pregunta no lo tomó por sorpresa, sabía que preguntaría algo como eso en cualquier momento, por
lo que asintió y le contó sobre la breve llamada de su padre por la mañana.
—No se nada a detalle pero me dijo que no estaba en peligro, supongo que eso es lo que importa.
—¿Y no tienes problemas legales?
—No, todo lo que pasa dentro de ese lugar no suele reportarse con la policia —explicó—. El lugar es
ilegal, de primeras no deberías de estar allí, por lo que tendrías más problemas que otra cosa.
—Oye, ¿y por qué es ilegal? —preguntó con mucha curiodidad.
—Las peleas de ese tipo con apuestas de por medio deben de hacerse bajo el conocimiento y manejo
de grandes empresas o sitios de entretenimiento como por ejemplo la televisión. Nosotros no estamos
bajo ninguna, todo el dinero de las apuestas no beneficia a una empresa legal sino a cualquier persona
—comenzó a explicar—. Necesitas papeles legales que confirmen que todo es legal y los reglamentos
del deporte se cumplen al pie de la letra, y muchas de esas reglas no se cumplen en nuestro lugar.
—¿Y por que no?
—Las personas que disfrutan de este tipo de peleas no suelen gustarle ver tan poca violencia, por lo
que no se conforman con las peleas que son transmitidas, así que pagan para ver mucha más sangre y
satisfacer sus gustos morbosos.
—¿Qué carajo?
Recordó los gritos euforicos de las personas cuando Jungkook golpeaba a Wonwoo y un escalofrío le
recorrió todo el cuerpo. Si les hubiera prestado más atención seguro que tendría los rostros de
satisfacción en su mente, y agradecía no haberlo hecho.
—Somos como los perros que preparan para pelear entre ellos, es lo mismo solo que con personas...
—¿Por qué aceptaste ser parte de ese lugar? —lo miró fijo y preguntó serio—. Podrías haber peleado
en un lugar legal, ¿Por qué elegiste ser parte de eso?
No hizo las preguntas como si estuviera regañandolo o estuviera a punto de darle un sermón sobre las
cosas que estaban bien y mal, solo quería saber.
—No lo sé...Supongo que por más turbio que fuera todo, tengo mucha más libertad de la que tendría
en el otro lado y... —hizo una pequeña pausa pensando en que palabras usar para expresarse de la
mejor forma—. Si pierdo el control, esa gente no me verá mal como lo haría la gente moralista...No me
hacen sentir como un monstruo, aunque lo sea.
Soltó una risa sin gracia, solo para que el ambiente no se tornara incómodo, pero sus ojos parecían
mostrar sinceridad y algo de tristeza. Taehyung notó lo falso de su risa y acarició su cabello enredando
sus dedos entre sus mechones de forma cariñosa.
—Eres un montruo muy apuesto, entonces —dijo queriendo subir sus ánimos.
Jungkook sonrió sintiéndose extremadamente feliz por sus palabras. Estaba aceptándo sus defectos,
incluso los hacía parecer cosas buenas y le daba seguridad.
Aparcó el auto a un lado de acera, apagó el motor, se quitó el cinturón de seguridad y se lanzó
inmediatamente sobre él atrapando sus labios en un beso que tomó por sorpresa al mayor. A pesar de la
repentina acción, no tardó en corresponderle, profundizando el beso lento y cálido que habían
comenzado.
—Por cierto, mi padre te envió saludos —dijo luego de romper el beso.
—Qué manera de arruinar el momento —se quejó apartandolo para quitarse el cinturón—. Mata
pasiones es tu apodo, ¿Verdad?
—Lo siento, bebé —rió y se apresuró a bajar del auto.
—¿Éste es el lugar? —preguntó el mayor al bajar del auto y ver el local frente al auto—. Se ve lindo.
Solo pudo apreciar la puerta color celeste pastel, las paredes de madera y las flores al rededor de la
entrada y debajo de las ventanas, pero antes de levantar la cabeza para leer el nombre del lugar,
Jungkook se posicionó detrás suyo y le cubrió los ojos con las manos.
—Sorpresa —recordó comenzando a caminar haciendo que el mayor también avanzara.
—Mierda...
No tardaron mucho en llegar a la puerta, y cuando ingresaron al lugar el olor a pasteles, pan casero y
café invadieron todo el interior de Taehyung asiendo que sonriera solo al imaginarse comiendo un
pastel de frutos rojos junto con una taza de café con leche.
Jungkook apartó sus manos de su rostro dejando que observara el lugar, y cuando Taehyung abrió los
ojos y observó el lugar, casi pega un grito de emoción al notar gatos por todo el lugar; sobre el regazo
de las personas, sobre los asientos, en el suelo, sobre los adornos.
—E-es un café neko... —habló recordando la vez que vió un lugar igual en uno de los animes que solía
ver.
—Sorpresa —repitió el menor tomando su mano, sonriendo complacido al notar ese brillo de emoción
en sus ojos.
—Siempre quise venir a uno...No tenía idea de que hubiera uno por el lugar... —volteó a verlo y le
regaló una sonrisa agradecida, una de las más sinceras que había mostrado frente a él—. Me encanta.
Besó sus labios de forma rápida antes de apresurarse a acariciar a uno de los gatos que caminaba
hacia ellos. Jungkook suspiró y luego sonrió, esperando a que el mayor decida cuándo buscar una mesa
para sentarse y desayunar, aunque estuvieran sobre la hora de almorzar.
━─━──── ────━─━

El miercoles de ese semana Jungkook se enteró que Wonwoo ya había despertado y que se encontraba
estable, aunque no podría volver a pelear durante al menos dos meses como mínimo; tenía tres costillas
rotas, alguna que otra leve contusión en la parte izquiera de la cabeza y varios músculos de los brazos
desgarrados.
Obviamente el menor no le dijo todo lo que tenía, solo le dijo que ya estaba bien y que podría volver a
las peleas luego de un tiempo de reposo.
Ahora se encontraban en el patio de la escuela. La cabeza de Jungkook descansaba sobre el regazo
del mayor como ya era costumbre, mientras éste acariciaba su ya bastante larga cabellera.
—Oye, ¿Crees que yo sería un buen peleador? —preguntó haciendo que el menor lo mirara con una
mueca extraña.
—¿Estás interesado en pelear?
—Obvio no, sería una molestia. Solo quiero saber que piensas tu, ¿Sería un buen peleador?
—...Serías un peleador muy lindo —respondió con una leve sonrisa.
—Eso no contesta mi pregunta.
—Uno muy lindo y sexi.
—¡Ya entendí! Maldito presumido —dijo estirando una de sus mejillas.
El teléfono del menor comenzó a sonar acabando con el ambiente agradable que se había creado. Lo
sacó de su bolsillo y se puso serio al leer el nombre en la pantalla, luego contestó.
—Joon, espero que tengas buenas noticias, ¿Como va eso? —habló de forma despreocupada para que
el mayor no sospechara que se trataba de algo raro.
—La persona que buscas es Park Seojoon, ¿Lo conoces o te informo lo que averigüé?
—...Si, conozco —respondió apretando los dientes.
—El tipo es astuto pero no tanto; compró números desechables para enviar cada mensaje,
pero el dispositivo del que lo hacía era el mismo, por lo que encontrando su IP fue fácil
encontrarlo.
—No dejas de sorprenderme, amigo, gracias.
—Soy bueno en lo que hago, si. Oye, vendrás el viernes a la fiesta que organizamos en honor
a tu victoria aplastante contra el imbécil de tu primo, ¿verdad?
—No me lo perdería por nada, ahí estaré.
—Genial, tu trae las cervezas, adiós.
—Nos vemos.
Colgó la llamada y volvió a guardar su teléfono, se quedó unos segundos observando las nubes
mientras pensaba en todas las razones que podría tener Seojoon para molestar a Taehyung. Era obvio
por sus palabras que lo conocía, sabía de su temperamento y las cosas que había hecho con los tipos
que le habían hecho algo a su chico y a otros antes de conocerlo, seguramente también.
—Te ves muy pensativo, ¿Pasó algo? —preguntó Taehyung volviendo a acariciar su cabello.
El menor negó y volvió a sonreír buscando su mano libre para entrelazar sus dedos.
—Solo era un amigo recordándome que no faltara a la fiesta que prepararon para mí —explicó no
mintiendo del todo.
—Qué lindo de su parte pero, ¿Una fiesta?, ¿Tu cumpleaños no era en septiempre?
—Si, no es por eso, quieren festejar que gané la pela —explicó—. Ellos quieren festejar como si
hubiera ganado las finales.
—Deben de quererte mucho...
—Eso espero, yo les tengo mucho cariño.
—Tienes muchos amigos, ¿Verdad? —preguntó curioso observando algún punto del césped.
—Si, algunos más amigos que otros, ¿Por qué lo preguntas, cielo?
—Curiosidad. Yo nunca tuve demasiados amigos, tuve unos pocos en el orfanato pero al despedirme
jamás volví a saber de ellos —comentó—. Minjae no dejaba de nadie se me acercara, y cuando creí
haber conseguido un buen amigo, el maldito de Seojoon resultó ser un hijo de puta.
El menor lo observó fijo, en su mente teniendo la imagen del recién nombrado y había decidido que
hacer con respecto a él.
—¿Alguna vez lo viste de forma romántica? —preguntó con un tono de voz neutral.
—¿A él? Joder, no, jamás —afirmó riéndose por la pregunta—. Solo le tenía cariño, era el primer
amigo que creía tener luego de mucho tiempo...Tu eres el primero...que me interesa de esa forma —
admitió intentando ocultar su sonrojo mirando hacia otro lado.
—¿Lo dices enserio? —se levantó sentándose frente a él—. No me ilusiones con algo así, cielo.
—¿Por qué iba a mentir con algo así? No voy a volver a repetirlo —dijo cruzándose de brazos, aún sin
voltear a verlo.
Jungkook sonrió y se acercó para dejar un beso en su cuello, luego subió a su mejilla, y tomó su rostro
para hacer que lo mirase y poder besar sus labios de forma dulce. La expresión tierna del mayor que lo
miraba con un leve sonrojo y labios abultados casi hace que le explotara el corazón.
—Me hace feliz saber eso —admitió acariciando su muslo.
—...¿Y tú? —preguntó muy curioso de repente— ¿Cuantas personas te gustaron antes que yo?
El menor cambió su expresión por completo a una que parecía incómoda, incluso dejó de acariciar la
pierna del mayor al recordar algo que preferiría no hacerlo. Aunque no le gustara hablar sobre el tema,
quería ser lo más sincero posible con Taehyung, así que contestó con la verdad.
—Hace unos dos años, me gustaba una chica, era un año mayor que yo...
Comenzó a contarle, y Taehyung puso toda su atención en él, sin querer perderse ninguna palabra
sobre esa historia que si bien sabía que iba a molestarle un poco, quería conocer más acerca del menor.
—Era nueva en mi clase, me pareció muy linda, parecía ser muy amable e inteligente. Gracias a que
nos pusieron como equipo en un trabajo de química nos hicimos amigos y una semana después se
confesó.
—¿Cómo se llama? —no sabía por qué le interesaba, pero quería saberlo.
—Su nombre es Emma, es australiana pero había vivido aquí desde pequeña —explicó.
—¿Por qué terminaron?
—Una tarde, tres semanas después de que aceptara ser pareja...La vi en el estacionamiento de la
escuela después de clases, estaba dentro del auto del profesor de educación física, comiendole la boca
como si no hubiera un mañana.
—...¿Los enfrentaste?
—No, los grabé, esperé a que hubiera un acto donde nos mostraran algún video y todos los alumnos
estuvieran presentes. Lo reproducí frente a toda la escuela, incluyendo a los directivos y demás
profesores.
—...Wow, ¿Y cuál fue su reacción? —preguntó sin poder evitar pensar que fue increíble lo que había
decidido hacer.
—Tomé el micrófono, la llamé prostituta barata y terminé con ella en ese momento. Los alumnos me
aplaudieron, a ella le había agarrado un ataque de pánico y el profesor fue despedido y escrachado en
las redes como un pedófilo.
—Increíble el lío que armaste —dijo soltando una risa burlona—. Me siento agradecido con el de
arriba por que no seas mi enemigo.
—Solo me gustaba, no demasiado y besaba terrible —contó arrugando la nariz—. Aún así logró que
me sintiera mal conmigo mismo por un momento, por eso quise ver que la pasara mal.
—El increíble Jeon Jungkook fue engañado, quién lo hubiera pensado —dijo sarcástico.
—Que puedo decir, incluso la gente muy atractiva suele ser engañada.
—Bueno, sonará egoísta, pero me alegro que no haya funsionado lo suyo... —admitió sonriendole
agradecido.
—Yo también, no sé que hubiera sido de mí si no te hubiera conocido —sostuvo su rostro acunando
sus mejillas y apoyó su frente contra la contraria cerrando sus ojos—. Bebé, eres increíble.
Taehyung sonrió cerrando los ojos también, llevando sus manos al cuello del menor. El sonido molesto
de la campana anunciando que debían de volver a clases arruinó el ambiente e hizo que se separaran,
no sin antes volver a juntar sus labios para poder soportar otras dos horas sin verse.
━─━──── ────━─━
El viernes por la noche, fuera de una tienda de indumentaria masculina de gala, Seojoon terminó su
jornada laboral como cada día a las 22:00. Caminó hacía su auto en el estacionamiento detrás del
edificio, deteniéndose al notar a alguien apoyado sobre la puerta del piloto.
Lo reconoció al instante, y aunque no iba a admitirlo, no pudo evitar asustarse ante su presencia. Se
acercó un poco más y se detuvo cuando lo tuvo a dos metros de distancia.
—Hasta que sales, creí que me había equivocado de horario o que estarías haciendo horas extra —
hablo Jungkook mirándolo impasible.
—¿Qué es lo que quieres? —preguntó el más alto mirándolo con en entrecejo arrugado, señal de que
no le agradaba para nada su presencia.
—Tranquilo, no pienso quitarte mucho tiempo —sonrió tomando su teléfono para chequear la hora—.
En media hora debo de ir a buscar a Tae, vamos juntos a una fiesta organizada por mis amigos. Solo
vine a pedirte amablemente que no vuelvas a enviarle esos mensajes absurdos...Te lo agradecería
mucho.
La expresión en la cara del más alto fue música para los oídos del menor.
—¿Vas a llevarlo junto con esos malvivientes? —preguntó molesto—. Deja en paz a Taehyung, estar
contigo solo le traeras problemas...Tú ya eres un problema, maldito psicópata.
—Sé perfectamente lo que soy y lo que hago, pero ¿Adivina qué? —se acercó un poco más, ahora solo
estando a un metro de distancia—. El también lo sabe y aún así elige estar conmigo.
—Ya quisieras. Nadie que haya visto de lo que eres capaz querría estwr contigo —dijo con un tono de
burla en cada palabra—. A menos que sea igual de enfermo que tú, y Taehyung no es un monstruo cómo
tu.
—Es curioso que seas tú quien lo dice, después de todo fuiste la persona que más daño le hizo, ¿O ya
olvidaste su mirada cuando le dijiste que solo lo estabas utilizando? —preguntó con malicia.
Seojoon apretó los puños maldiciendose a si mismo al recordar aquél día en el que tuvo que alejarse
por completo de una de las personas que se había vuelto tan importante en su vida.
—Yo seré un hijo de puta con algunas personas, pero incluso tu sabes que jamás le hice ni le haría
daño —guardó su teléfono en el bolsillo delantero de su pantalon—. Si no te he hecho nada a ti es por
respeto al cariño que Taehyung te tenía pero no tendrás tanta suerte para la proxima...No te metan
entre nosotros.
—Lo dañaras de otras formas, es cuestión de tiempo, voy a hablar con él y-
—Oye, Park... —se volteó un poco para mirarlo, clavando su oscura mirada sobre la suya haciendo que
un escalofrío le recorriera todo el cuerpo—. ¿Quieres morir?
La pregunta sonó tan tétrica que el más alto no pudo responder, tampoco sostenerle la mirada por
más tiempo. Jungkook volvió a voltearse para continuar su camino sin decir agregar nada más.
Seojoon decidió no hacerle caso y planear otra forma de hacer que Taehyung se alejara de él. El la
había cagado, pero no volvería a permitir que alguien más lo dañara como creía que lo haría Jeon.
━─━──── ────━─━
Taehyung salió de la ducha sintiéndose mucho más relajado. Se vistió con un short que le llegaba
hasta las rodillas, y una camiseta negra con el dibujo de Tomy y Dali de los Simpsons. Estaba listo para
irse a dormir luego de secarse el cabello, cuando le llegó un mensaje de Jungkook pidiéndole que le
abra la puerta.
Estaba confundido; se suponía que el menor debía de estar en aquella fiesta organizada por sus
amigos de la que le habló hace un par de días. Aún así se dirigió a la puerta, encontrándose con un
Jungkook un poco diferente.
Abrió la boca inconscientemente mientras se deleitaba con no solo el outfit increíble que llevaba
puesto, sino que lo que le quitó el aliento fue ver su cabello; se lo había cortado y lo había teñido de
rojo.
—¿Esa cara pongo yo cuando te veo? —bromeó el menor al ver su expresión al verlo—. ¿Me queda
bién? —preguntó tomando su mechón de su cabello ahora rojo.
—...Ni tanto, no seas agrandado —mintió cruzándose de brazos, mirandolo con una ceja alzada—. Es
tarde, ¿No tenías una fiesta?
El menor abultó sus labios haciendo un muy adorable mohín para desgracia del mayor, que ya no
pudo seguir manteniendo un gesto impacible.
—Al menos dame un besito, hace mucho no nos vemos —pidió acercando su cuerpo al contrario al
rodear su cintura.
—No seas exagerado, nos vimos hace horas —dijo apoyando sus brazos sobre sus hombros y ceder
ante su pedido.
Un beso breve pero que fue suficiente para que el menor quedara satisfecho.
—Son son muchas horas.
—Aún no me respondes que haces aquí, es tarde y estaba por ir a dormir —dijo permaneciendo en esa
muy cómoda posición.
—Lo siento, cielo, pero vine a invitarte a que vayas conmigo —respondió con una gran sonrisa.
El castaño parpadeó varias veces intentanto comprender sus palabras, y cuando lo hizo lo miró con
mucha confusión.
—¿Por qué quieres que vaya? Son tus amigos, no míos.
—Vamos dentro primero, hace un poco de frío y estas desabrigado —dijo ingresando al lugar sin soltar
su cintura haciendo que el mayor ingresara dentro caminando hacia atras, cerrando la puerta detrás
suyo.
—No creo que sea correcto que vaya, no me conocen.
—Ya les avisé que iría con mi novio y parecían muy emocionados por conocerte —dijo sin medir sus
palabras al referirse a él—...Ouh.
Ambos se quedaron en silencio, mirándose sin saber que decir luego de esas palabras. No era que le
molestara al mayor, solo que jamás le habían puesto un nombre a su relación, jamás lo habían hablado o
alguno había hecho la pregunta.
¿Lo eran aunque jamás lo hayan pedido?
El menor creyó que la había cagado debido al silencio del castaño. Quiso intentar arreglar su error,
pero tampoco quería volver a cagarla.
—...Oye, di algo o lloro —pidió el menor.
—No soy tu novio... —habló serio.
—Lo siento... —respondió bajando la mirada, sintiendo el dolor en su pecho que le ocasionaban esas
palabras.
—Pero ya les dijiste eso a tus amigos, así que si voy a ir, vas a tener que pedirmelo ahora para no
quedar como un mentiroso... —dijo con un leve sonrojo adornando sus mejillas.
Jungkook abrió los ojos no creyendo por un momento lo que acababa de escuchar, pero tenía que
hacerlo por que sabía que el mayor no querría repetirlo y podría terminar arrepintiendose de sus
palabras.
Soltó sus caderas, se colocó de rodillas frente él, tomando su mano izquierda entre la suya.
—Kim Taehyung, amor de mi vida, protagonista de mis sueños humedos, dueño de mi corazón...
¿Aceptarías ser el novio de éste increíble macho alfa?
Taehyung solo pudo reír por sus palabras y la forma en la que le estaba pidiendo tal cosa. El creía que
simplemente se lo preguntaría, pero había olvidado por un momento lo tontamente romántico que era el
menor.
—¿Qué es eso de sueños húmedos y macho alfa? —preguntó intentando no pensar en cosas subidas de
tono, al menos en ese momento—. Espera, quédate así un momento, ¡No te muevas! —pidió caminando
a paso rápido hasta su habitación para traer su teléfono.
Se colocó frente a él y encendió la cámara mientras intentaba contener la risa.
—Déjame tomarte una foto en esa posición para poder burlarme de ti más adelante.
—Yo te demuestro mi amor y tu solo te ríes de mi, ah...tan malvado y hermoso —dijo colocando su
mano en su pecho fingiendo dolor en esa zona.
—Listo —dijo bajando el teléfono—. Levántate, deja de humillarte solo de esa forma.
—Por ti vale la pena hacerlo, cielo —dijo colocandose de pié nuevamente.
—No puedo creer que mi novio sea tan estúpido —dijo tomando su rostro con una gran sonrisa—.
Anda, bésame antes de que cambie de opinión.
No se hizo de rogar y juntó sus labios en un beso lento y peofundo, juntando sus lenguas luego de
unos segundos con ganas de querer sentir mucho más al otro. Las manos del mayor fueron desde su
cuello a su rojizo cabello, mientras que las del menor fueron desde su cintura a su trasero, logrando que
las cosas pasaran de ser tiernas a subir de temperatura.
—J-Jungkook, la fiesta... —recordó antes de que se dejara llevar y terminaran por olvidarse del evento.
—En este momento estoy pensando seriamente en si ir o quedarme aquí y desvertirte —susurró en su
oreja—. Haré lo que tu me pidas, bebé.
Taehyung también estaba pensándolo mucho, pero al final decidió que se arrepentiría luego si el
menor se perdía una fiesta hecha por sus amigos por su culpa.
—D-Dame cinco para cambiarme y nos vamos... —dijo dejando un rápido beso sobre sus labios para ir
a su habitación en busca de algo decente que ponerse.
Jungkook suspiró un poco triste por no perder la oportunidad de poder escuchar los gemidos de su
ahora novio, pero a la vez estaba feliz por que lo eran oficialmente y por que esa noche se lo podría
presentar como tal a sus amigos.
━─━──── ────━─━

Decir que estaba nervioso era poco; él era puro nervios en ese momento.
Cuando Jungkook aparcó el auto frente a un bar que jamás había visitado antes —aunque no era como
si saliera mucho— en un barrio de dudosa seguridad, lo que menos le importó fue el lugar, sino que
esperaba llevarse bien con todos y no terminar discutiendo con nadie.
—¿Cielo? —preguntó el menor sosteniendo su mano al no recibir respuesta a sus llamados.
—¿Eh?
—¿Vamos?
—Si, vamos...
Ambos bajaron del auto al mismo tiempo. Taehyung no supo si debían de ingresar tomados de la
mano, pero decidió arriesgarse y entrelazar su mano con la contraria. Jungkook sonrió más que a gusto
con ese gesto y comenzaron a caminar hacia la entrada de ese lugar que dejaba escuchar música de
rock desde dentro.
—Al menos tienen buen gusto para la música —comentó el castaño.
—Te van a agradar, son muy animados.
—Eso es lo que más me preocupa —bromeó.
Al abrir la puerta y poner un pié dentro del lugar, las miradas de todas las personas allí se posaron
sobre ellos. La musica paró de golpe y dos de los chicos que estaban jugando al metegol que había en
medio del lugar, detuvieron su partida para voltear a verlos.
Todos tenían una mirada intimidante, looks oscuros típicos de las películas para representar a los
tipos problemáticos, lo que hizo que Taehyung dudara un poco sobre lo "animados" que se suponía que
eran.
—Que miedo —susurró el mayor.
—Hola, chicos —saludó el menor con una gran sonrisa.
—¡Jungkook está aquí! —gritó uno de ellos levantando lo brazos con emoción.
A él le siguieron los gritos de los demás chicos que se encontraban el el lugar, copiando su acción
haciendo reír al pelirojo. Se acercó al sillón en forma de C que se encontraba en el fondo del lugar,
donde se hallaban la mayoría de chicos.
—Veo que están todos.
—¡Bienvenido! —gritó uno de ellos levantándose para golpear su espalda como saludo.
El castaño que se acercó más a ellos observó a Taehyung de arriba a abajo y le sonrió cortésmente.
—Tu debes de ser el chico de Jungkook, es un placer-

—Aish, ¿Por que siempre se refieren a mi de esa forma? —preguntó molesto rodando los ojos—. No soy
"el chico de", tengo nombre.
Un "Oohhh" al unísono de los demás chicos a su alrededor hizo que Jungkook sonriera orgulloso.
Taehyung pensó que ya la había cagado, pero la repentina risa de todos a su al rededor lo hicieron
calmarse un poco.
—Ya veo por qué te gusta tanto, es exactamente como nos contaste —dijo uno de los chicos que
estaban sentados en el sofá color azul.
—Soy Taehyung, encantado —se presentó de forma rápida y básica.
Todos respondieron a su presentación de forma animada mientras los chicos que estaban hace unos
minutos en el metegol trajeron un sofá individual para el menor.
—Gracias, chicos —agradeció el pelirrojo sentándose—. ¿Estás bién con sentarte en mi piernas, cielo?
—Si —respondió sentándose sin vergüenza sobre sus muslos, apoyando su cabeza sobre la contraria
—. ¿Todos aquí son amigos de Jungkook? —preguntó a los chicos que los observaban con curiosidad.
—Solo nosotros y el chico de la barra —respondió uno de los chicos que había traído el sofá.
—Creí que serían muchos más —admitió observando el lugar—. Este idiota es extremadamente
amistoso —dijo refiriéndose al pelirojo.
—Ellos son mis amigos más cercanos —explicó mientras acariciaba una de sus piernas—. A algunos
los conozco desde hace años.
—Entiendo...
Mientras el menor los apuntaba mientras le decía los nombres de cada uno, sus amigos los
observaban con mucha atención.
—Oigan, ¿No se les hace muy extraño ver a Jungkook en plan novio? —preguntó uno de ellos que no
había hablado hasta ahora—. Quiero decir, mirenlo, está con una sonrisa de tonto que no es normal.
Los otros asintieron y comenzaron a comentar lo distinto que lo veían, como si el menor no estuviera
allí frente a ellos.
—Oigan, chicos, sigo aquí...
—¡Oh, Jungkookie, cierto! ¿Cómo estuvo los cuartos de finales? —preguntó el castaño que los había
saludado al principio.
Entre todos conenzaron a hablar sobre las peleas, no solo del menor sino que parecían que de verdad
eran fanáticos del deporte. Taehyung solo los escuchaba en silencio, sin aportar nada al no querer
hablar sin saber mientras escuchaba y disfrutaba la voz del pelirojo que se escuchaba contenta y a
gusto al estar con sus amigos.
—¿Y la final con Wonwoo?, ¿Resistió los tres rounds? —preguntó uno de ellos.
—Eso, mi querido primo no tenía intensiones de pelear limpiamente, ya saben como es —habló
Jungkook colocando una expresión se molestia al recordar todo los problemas que tuvo por su culpa.
—Maldito Wonwoo... —comentó Taehyung llevando su mano a su cuello inconscientemente.
—El maldito atacó a Taehyung en el baño antes de que comenzara la pelea... —contó llevando una de
sus manos al cuello que ya había sanado por completo, acariciandolo con cariño—. Le lastimó el cuello,
ya no tiene marcas pero se las había hecho muy feas.
Sus amigos abrieron los ojos diciendo cosas malas sobre él primo del menor, preguntándole a
Taehyung si había salido ileso del ataque.
—El muy cobarde intentó besarme, que asco...Pero le patee las bolas y salí corriendo —contó con el
entrecejo arrugado.
—El maldito sabía cómo cabrearme, fue directo a la yugular...menos mal que llegué a tiempo y me
llevé a Tae de allí —dijo dejando un beso en su mejilla.
—Espera...¿Como lograste esperar a que estuvieran sobre el ring y no le partiste los huesos justo ahí?
—preguntó uno de ellos muy sorprendido al igual que los otros.
—No iba a dejar que arruinara la pelea antes de que comenzara —dijo Taehyung con un tono serio—.
Le dije que si lo tocaba fuera del ring no iba a volver a hablarle, que espere a que estuvieran sobre el
ring y allí le diera todo lo suyo y lo de su padre.
—También me sedujo, pero eso es lo que más me convenció —dijo el menor sin evitar soltar una risa
que contagió a sus amigos.
—Callate, Jungkook —ordenó avergozado.
—Eres la primera persona que logra controlar a Kook —confesó uno.
—¿Enserio?
—Si. El suele ser muy impulsivo cuando se trata de alguien que lastimó a un ser querido, y tu eres su
novio, por lo que eso debió de enojarlo aún más.
—Si hubieran estado solos seguro que no sobrevivía para contarlo, aunque se lo merece, mira que
atacar a alguien que no le ha hecho nada...
—Chicos, aún estoy aquí... —dijo una vez más el pelirojo.
Taehyung se quedó pensando en esas palabras. Si el podía controlar a Jungkook en sus ataques,
entonces no debía de preocuparse por que el menor dañara a alguien de forma mortal, ¿Verdad?
━─━──── ────━─━
Alrededor de una hora había pasado; habían traído tragos, pero Taehyung y Jungkook se negaron a
beber algo con alcohol, el menor por que debía de conducir de nuevo a casa del mayor, y éste por que
no quería hacer el ridículo. Cuando estaba un poco pasado de copas solía ser muy impulsivo y
sinvergüenza.
Había conversado más de lo esperado con varios de sus amigos, y ahora estaba observando a un tipo
que había ingresado con dos amigos al lugar, y comenzaron a jugar al metegol.
—Menudo imbécil —comentó en voz alta al ver como ese tipo con la mitad de la cabeza rapada
insultaba a los chicos a los que le ganaban.
—¿A quién te refieres, amor? —preguntó el pelirojo al escucharlo.
—¿Quién es ese que se cree Amadeo? —preguntó apuntando donde se encontraba el metegol.
—Es un tipo que viene todos los fines de semana, juega bien a eso y le gusta burlarse de las personas
a las que le gana.
—Yo seguro le gano —dijo mirándolo con una mirada retadora.
—El es muy bueno, ninguno de nosotros logró ganarle.
—¿O sea que también se burló de ti cuando te ganó?
—Si, pero lo dejé insultarme mientras seguía bebiendo —dijo restándole importancia.
—Muy bien... —tomó su rostro y besó su barbilla—. Voy a vengarme por ti.
Taehyung se levantó bajo la atenta y curiosa mirada de su novio y amigos. Caminó sin prisa hasta el
metegol donde se estaba llevando a cabo una partida en la cual iba ganando el tipo con la cabeza
rapada a un lado.
—¡Toma eso, imbécil! —le dijo al chico con el que estaba jugando—. ¿Si quiera sabes jugar?, mi
sobrino de tres años hubiera podido anotar al menos un punto, ¡Apártate de mi vista!
Jungkook se levantó también y siguió a su novio en silencio. No sabía que estaba pensando hacer,
pero sea lo que sea no iba a permitir que le pusieran un dedo encima o que lo insultaran en su
presencia.
—¿Están jugando por dinero? —preguntó el mayor acercándose con una sonrisa que el menor sabía,
era falza.
—Así es, ¿Quieres apostar? —preguntó escaneandolo con la mirada—. No pareces del tipo que sabe
jugar bien a esto, y yo soy el mejor.
—No pierdo mucho intentándolo, ¿Cuánto es el precio de entrada? —preguntó manteniendo esa
actitud despreocupada sin quitar la sonrisa.
—Diez mil wones. El que gana se lleva todo lo que junté hasta ahora, sesenta mil wones —tomó la
pequeña pelota y la mostró con una mirada retadora—. ¿Le entras?
—Claro —se acercó un poco al pelirojo y le susurró—: Prestame diez mil, prometo devolverte el doble.
—¿Estás seguro?
El castaño lo miró con el ceño fruncido, y se apresuró a buscar su billetera para darle el dinero que
pedía. El mayor lo tomó y lo dejó en el frasco que contenía las ganancias del tipo imbécil.
—¿El mejor de tres? —preguntó manteniendo la sonrisa.
—Claro.
La partida comenzó cuando Taehyung se colocó en posición y el tipo imbécil ingresó la pelota por el
agujero. En primero en mover las palancas fue el castaño, que con solo un rápido movimiento metió un
punto desde mitad de cancha, sorprendiendo a todos los que observaban.
—Uno a cero —dijo cambiando su semblante por completo, mirando a su contrincante con mirada
burlona.
Ese punto en contra no le gustó para nada al tipo con la cabeza rapada, que solo creyó que fue suerte
y volvió a colocar la pelota en el agujero, comenzando una nueva partida.
Esta vez, jugaron más encerio logrando que la pelota tocara ambos lados de la cancha, que en una
jugada de pases que confundió al que iba perdiendo e hizo que el castaño anotara una vez más.
—Dos, cero —volvió a remarcar su puntuación.
—¡Se cuanto vamos! —le gritó mirándolo con ojos amenazantes.
—Oye-
Jungkook estaba por insultarlo, caminar hacia él para obligarlo a disculparse y dejarle en claro que no
volviera a hablarle de esa forma, pero Taehyung predijo sus movimientos y colocó su mano en su pecho
deteniendolo.
—Tranquilo, dejamelo a mi —pidió en un susurro tranquilizador.
—No te distraigas —habló el imbécil colocando la pelota comenzando antes de que el castaño tuviera
ambas manos en las palancas.
En un rápido movimiento y aprovechando que sostenía palanca que movía al arquero, logró parar la
pelota que iba directo al arco.
—Sucio, sucio...¿Asustado por perder? —preguntó riéndose con la intensión de molestarlo.
—¡Callate!
—Qué impaciente.
Colocó ambas manos en una sola palanca e hizo girar con fuera el muñeco arquero, haciendo que
ingresara al arco en una linea recta descubierta que se había formado.
—Eso fue fácil —dijo fingiendo que limpiaba su hombro.
—¡Maldito hijo de-!
Se acercó y sostuvo al castaño del cuello de su chaqueta con la intensión de golpearlo, pero Jungkook
fue más rápido y tomó su brazo tirando de la cintura de su novio para alejarlo de él.
—No quieres hacer eso —amenazó mirándolo con unos ojos tan oscuros que hicieron temblar al tipo.
—¿Por qué defiendes a éste don nadie?
—Soy su novio, imbécil —respondió Taehyung tomado el frasco con dinero que ahora le pertenecía—.
¿Tienes algún problema con que me lo que me gané?
—¿S-Su novio?
Automaticamente su expresión cambió a una completamente aterrada, y no tardó en disculparse con
el castaño.
—Recuerda una cosa; siempre habrá alguien mejor que tú, no te comportes como un maldito
narcisista o cuando conozcas alguien mejor vas a sentir que eres patético —aconsejó contando el
dinero.
Jungkook lo soltó sintiéndose conforme con la forma en la que su novio lo humilló.
—Oh, y disculpate con mi novio por haberte burlado de él cuando perdió —ordenó apartando veinte
mil wons para entregárselos al pelirojo.
—...Lo...Lo siento, Jungkook —se disculpó sin querer arriesgarse a negarse.
—Buen chico —se guardó un poco de dinero y lo que sobró se lo entregó a uno de los amigos del
menor—. Para la bebida, es un regalo.
—...¡Taehyung paga las bebidas! —gritó animando a los demás a gritar también.
Jungkook abrazó por la espalda al castaño y besó su cuello.
—¿Te dije que me pareces super sexi cuando te comportas de esa forma?
Taehyung sonrió y se giró para rodear su cuello.
—¿Sabes que es aún más sexi? —se acercó a su oreja y le susurró pegando su entre pierna con la
contraria—. Tu arriba y yo abajo.
—Creo que deberíamos volver, ¿No creés?
Se separaron un poco para sonreírle coqueto y besó varias veces sus labios. Taehyung profundizó el
beso y luego se alejó mordiendo levemente su labio inferior.
—Volvamos.
—¡Qué vivan los novios! —gritó uno de sus amigos, y como era normal entre ellos, los demás le
siguieron.
━─━──── ────━─━

Se despidieron de todos los amigos del pelirojo con un saludo mucho más cálido y amigable que cuando
se presentó. Taehyung les había caído de maravilla, y lo consideraron parte de la banda como ellos sin
tener en cuenta que era por ser el novio de Jungkook, e incluso le dijeron que si algún día necesitan un
favor que no dude en pedirselos.
—Ven más veces a nuestras reuniones, la próxima haremos un torneo de metegol —dijo uno de ellos.
—Si quieren perder su dinero, por mi bién —bromeó.
—Gracias por esto, espero que puedan asistir a las semi finales —les dijo el pelirojo tomando la mano
del castaño.
—Ahí estaremos, solo si nos consigues asientos en primera fila.
—Tengan por seguro eso.
Salieron escuchando el grito eufórico del chico que siempre gritaba primero, dijo "¡El novio de
Jungkook es cool!" Seguido del grito de los demás. Taehyung comenzó a reír sintiéndose muy a gusto.
Creyó que no encajaría con ellos y que le reclamarían al menor el haberlo llevado a su fiesta, pero salió
de allí con un mejor humor que cuando entró.
—Son agradables —comentó caminando hacia el vehículo.
—Te dije que te iban a agradar, pero creo que tu les agradaste mucho más.
—¿Eso crees?, no hablé mucho...
—Ellos ya te aceptaron cuando les reclamaste el haberte llamado mi chico —le abrió la puerta del
copiloto para que ingresara—. Les gusta que esté con alguien que se haga respetar.
Taehyung ingresó sintiéndose cohibido al recordar que se había referido como su novio muy orgulloso
por eso.
Poder decirles a todos que el menor era suyo y poder presumir que de alguna forma lo había
enamorado, lo hacía sentir tan bién que le costaba asimilar y aceptar que todo eso sí estaba pasando,
que el menor no era parte de su imaginación y desesperación por querer amar y ser amado de forma
sincera.
El menor había arrancado el auto hace varios segundos en los que se había perdido en sus
pensamientos. Volteó a verlo y se dedicó a contemplar su perfil sin querer perderse ningún detalle,
grabando cada uno de ellos en su memoria.
—Rojo... —acercó su mano a su cabello y comenzó a acariciarlo—. ¿Por qué elegiste éste color?
—Tu primo me dijo que los personajes con este color de cabello solían ser tus favoritos en los juegos y
series...Pensé que te gustaría, ¿Si te gustó?
Taehyung asintió mientras continuaba enredando sus dedos en sus cabellos. Sonrió levemente y
respondió sincero:
—Te queda genial, y te hace ver más...sexi.
—¿Antes no lo era? —bromeó.
—Si, pero éste color hace que te veas mucho más intimidante.
—Entonces misión cumplida —sonrió y se volteó para tomar su mentón y besarlo cuando se detuvo en
un semáforo en rojo—. ¿Te dije que ya me dieron mi premio?
—¿Enserio?, ¿Y que pediste?
—Ya lo veras, cielo.
—Aish, odio cuando te pones misterioso —se quejó cruzándose de brazos.
—Te gustará, ¿O no te gustó la sorpresa del otro día? —preguntó volviendo a conducir cuando el
semáforo cambió a verde.
—Si, pero...Al menos dame una pista —pidió golpeando despacio su pierna varias veces seguidas—.
Anda, no seas malo.
—Uumm...Es algo...¿Grande? —dijo pensando en que cosa decirle para que no pudiera adivinar—. Es
mío pero también quiero que sea tuyo.
—...Sabes que eso suena mal, ¿Verdad?
—Comienzo a pensar que eres el que tiene la mente más sucia, amor.
—¡Ya!, no se me ocurre nada más en este momento.
—Solo espera un poco más...
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Diez minutos luego de aquella conversación, mientras seguía intentando pensar en que sería el
premio que había pedido el menor, notó que el camino que estaba haciendo su novio no era el de su
casa o algún lugar que conocía.
—¿Donde me estás llevando exactamente?
—Es un secuestro —bromeó.
—Uy que miedo, que será de mi —habló sarcásticamente—. Ya, enserio, ¿Dónde vamos?
—Te mostraré mi premio, ¿No querías verlo?
—Te odio —dijo con una sonrisa.
—Yo te amo.
—Si me amas dime que es.
—Te amo mucho, muchísimo.
—Eres insoportable —dijo volteando a ver por la ventana para que no viera el sonrojo que causaban
sus palabras.
Jungkook solo rió, detuvo el auto aparcandolo frente a una bonita y gran casa color blanca con un
lindo patio en frente con muchas plantas y flores.
—Llegamos —avisó apagando el motor y quitándose el cinturón de seguridad.
—¿Es tu casa? —preguntó copiando sus movimientos.
—Ahora lo es.
Tomó la mano del castaño al bajar del auto y caminó emocionado hasta la entrada. Taehyung observó
el lugar sintiéndose abrumado al imaginarse el interior del lugar, creyó que era casa de su padre.
—¿Ahora? —preguntó confundido.
Al abrir la puerta e ingresar, el menor oprimió un boton que se encontraba a un lado de la puerta
encendiendo las luces de todo lugar.
—Puedes quitarte los zapatos y el abrigo —sugirió quitándose los suyos.
—¿De acuerdo?
El castaño solo se dejó llevar por el menor hasta una habitación que luego supo, era del pelirojo.
Había un gran ventanal cerca de la cama cubierto por unas cortinas blancas, las paredes eran de un
color blanco al igual que la mayoría de los muebles, incluso el suelo era de una madera muy clara, lo
único que contra restaba lo opaco del color eran algunas decoraciones color negras.
—No me jodas... —comentó el castaño al ver el tamaño de la cama—. ¿Cuántos metros tiene esta
cosa?
—Cuatro de largo y tres de ancho, ¿Te gusta, amor?
—¿Bromeas? Es cinco veces más grande que mi colchón con sabanas que tengo como cama.
—Puedes venir y dormir en ella las veces que quieras —ofreció rodeando su cintura.
—Mmm...Me lo pensaré —respondió jugando con su cabello una vez más—. Me gusta mucho el
colchón con sabanas que tengo como cama, ¿Sabes?
—A mi me gusta cualquiera, pero en la que estés tu —sonrió y lo miró con picardía—. El colchón es de
muy buena calidad con resortes super resistentes...¿Quieres probarlo?
—Estaba esperando que me preguntaras eso...
Un minuto después ambos estaban saltando sobre la cama mientras reían, como si fueran dos niños.
Jungkook tomó al mayor del torso y se echó hacia atrás haciendo que ambos cayeran sobre el colchón
aún entre risas, intentando regular su respiración en un semi abrazo.
—Siempre quise saltar así cuando era pequeño, pero no me dejaban —confesó recordando los años
que pasó en el orfanato donde solo había literas y no podía hacer tal cosa.
—Los colchones de la litera eran feos —dijo el menor sin pensar en sus palabras.
—...¿Cómo sabes sobre las literas? —preguntó muy confundido.
Jungkook se mordió la lengua y se golpeó mentalmente por haber hablado sin pensar. Pensó en una
respuesta que convenciera al mayor de que solo supuso que se refería a eso.
—Un amigo es huérfano, me contó como eran los dormitorios allí, las reglas y todo eso —mintió.
—Oh, si, no podías hacer nada...Pero la comida al menos era muy buena —respondió creyendo por
completo en su respuesta.
—Mientras haya buena comida, lo demás no importa —bromeó.
—Exactamente.
—Y bien, ¿Elegí bien el premio? —preguntó mientras acariciaba su cintura.
—¿Qué premio?
—...Creí que te habías dado cuenta de que era, bebé —dijo apuntando a su al rededor—. La casa es el
premio.
Taehyung se rió creyendo que era broma, pero al no ver vacilación en la mirada del menor, su sonrisa
se transformó en una expresión de poker.
—¿Lo dices enserio?
—Si. Bueno, el premio fue el dinero de lo que costaba la mitad, y tuve que poner la otra mitad pero
sigue siendo un premio —explicó.
—No quiero preguntar cuánto te costó para no maldecir mi pobreza como cada vez que subo a tu
costoso auto —dijo sin poder creer que pudieran pagarle tanto en las peleas.
—Las cosas ilegales mueven más dinero del que piensas —dijo como si le hubiese leído en
pensamiento.
—Joder, debí de hacerme luchador de MMA...
El pelirojo comenzó reír por su comentario, se puso de pié y ayudó al mayor a hacer lo mismo.
—¿Quieres ver lo mejor que tiene esta casa? —preguntó emocionado.
—¿Hay algo mejor que esta cama?
—Sé que te gustará mucho más.
Se acercó a las cortinas y las abrió de par en par, dejando ver las grandes vistas que poseía al estar la
casa sobre un terreno alto. Taehyung abrió la boca sorprendido y encantado con lo que sus ojos veían;
había una pequeña laguna artificial con cascada que funcionaba como piscina al final de un camino de
piedras rodeado de flores, y justo detrás de unas cercas no muy altas podías ver los edificios a lo lejos.
Las vistas eran parecidas a aquél lugar que habían ido el día que Taehyung se enteró de que el menor
peleaba.
El mayor no se había dado cuenta de que se quedó en shock hasta que sintió los brazos de su novio
rodear su cintura desde atrás, apoyando su barbilla sobre su hombro izquierdo.
—...Sabes, cuando estaba en el orfanato, yo dormía en una habitación del segundo piso —comenzó a
contar recordando las noches en las que no podía dormir—. A veces no quería salir al patio y me pasaba
horas observando por la ventana los apartamentos, las personas y en especial el parque donde los
padres llevaban a sus hijos...
Jungkook le hizo saber que lo estaba escuchando dejando algunos besos en su hombro, mientras
acariciaba su panza.
—No sé por qué los veía, me hacían sentir mal...Pero siempre regresaba a verlos —hizo una pausa y
luego suspiró—. Cuando no podía dormir también me colocaba en ese lugar, disfrutaba del silencio y las
luces sobresaliendo en la oscuridad de la noche, eso si me gustaba...Se parece mucho a ese panorama.
—¿Te hace sentir mal? —preguntó preocupado por haber hecho que se sintiera mal, cuando sus
intenciones eran las contrarias.
—No, me gusta...Me gusta mucho.
—Bebé... —llamó haciendo que el mayor volteara a verlo—. Elegí el dinero para la casa con la
intensión de que en un futuro...No digo que tiene que ser ahora, no quiero apresurar las cosas o hacer
que te sientas precionado o obligado a nada, aún somos jóvenes —se apresuró a decir—. Pero si nuestra
relación funciona y dura, me gustaría vivir contigo aquí en un futuro...Sería nuestra casa.
Taehyung se quedó en silencio durante unos segundos, mirando al menor con atención, buscando
alguna señal que le dijera si estaba bromeando, si estaba soñando o si el chico frente a él fuera real.
Necesitaba que alguien le dijera "Si, Taehyung, esta vez él no te abandonará, puedes permitirte
ilusionarte y pensar en el futuro".
No se había dado cuenta de que estaba llorando hasta que intentó hablar pero el nudo que se formó
en su garganta no se lo permitió. Llevó sus manos temblorosas a su rostro para comprobar si eran
lágrimas e intentó limpiarlas a medida que iban cayendo, comenzando a llorar cada vez con más fuerza.
Jungkook se asustó. Creyó que había dicho algo malo, que lo había asustado o alguna otra cosa, pero
sabía que era su culpa.
—¿Por qué lloras, cielo?, ¿Dije algo malo? —tomó su rostro acunando sus mejillas e intentando que el
mayor lo mirara, pero al hacer eso Taehyung solo comenzó a llorar más fuerte—. ¿T-Tae?
No supo que hacer, por lo que solo lo envolvió en un abrazo reconfortante y protector, susurrandole
cosas al oído para intentar calmarlo, pero su llanto e hipidos no cesaban. Taehyung reaccionó como
pudo y le correspondió el abrazo de forma desesperada en un intento por querer decirle que no había
hecho nada malo, que ni siquiera él sabía el motivo de sus lágrimas.
—Bebé, estoy comenzando a asustarme —admitió el menor al mo conseguir calmarlo.
El mayor jamás había llorando de esa forma, al menos no frente a él. El no saber el motivo de sus
lágrimas y no saber como detenerlas lo estaban desesperando.
—E-Es qué...estuve tan s-solo...siempre me dejan s-solo... —intentó expresar lo que sentía entre el
llanto.
A Jungkook se le oprimió el corazón de una forma tan dolorosa que quiso llorar. Comenzaba a
comprender el por qué se había puesto de esa manera y eso solo hizo que su pecho doliese aún más al
imaginarse todo lo que el mayor tuvo que soportar hasta ahora.
—Siento que n-no eres real y y-yo...no quiero que m-me dejes también...no lo soportaría.
El menor lo apartó un poco luego de escucharlo decir esas cosas e hizo que lo mirara. Limpió una de
sus mejillas con la manga de su camiseta, para luego besarla con cuidado varias veces, luego pasó a su
frente y mantuvo sus labios unos segundos sobre ésta.
—No te busqué todo este tiempo para dejarte ir... —apoyó su frente sobre la contraria y sonrió luego
de dejar un beso rápido sobre sus labios—. Siempre estaré contigo a menos que me pidas lo contrario,
aunque seguiría cuidándote desde lejos, definitivamente.
Taehyung intentó calmarse un poco y quiso soltar lo que sentía por él de la forma más sincera que
podía en esos momentos. Con su respiración mucho más tranquila y sin el nudo en su garganta que
impedía que hablara con normalidad, habló:
—Te amo... —tomó su rostro alejándose un poco para poder mirarlo a los ojos fijamente—. Desde el
día uno en que te metiste en mi vida creí que no podías estar hablando enserio, e incluso aún me cuesta
creerlo...
—Pero yo-
—Callate, déjame terminar —ordenó soltando una risa nerviosa.
—Si, perdón.
—Lo que quiero decir es que estás tan metido aquí —apuntó su pecho y sonrió —. Qué siento que si no
te veo solo un día, me sentiría tan vacío, tan mal...Puedo decirlo con completa seguridad y sin
vergüenza en este momento por que estoy sensible...
Jungkook reprimió una risa al escuchar la última parte.
—Mi amor...Estoy tan feliz por poder llamarte de esa forma, cada vez que tu lo haces me siento feliz.
Rodeó el cuello del menor con sus brazos, abrazandolo con fuerza una vez más.
—No me importa bajar la guardia si es contigo, siento que no es necesario —acercó sus labios a su
oreja y susurró—: Me encanta la idea de nuestra casa.
—¿Entonces en un si? —preguntó feliz.
—No me importa en que casa, mientras sea contigo...
Jungkook se apartó para besarlo con emoción, intentando no sonreir tanto durante el beso para no
romperlo, pero le era difícil. En un movimiento rápido tomó sus piernas y lo alzó haciendo que el mayor
rodeara su cintura con éstas, caminó hacia la cama sin romper el beso en ningún momento y lo recostó
cuidadosamente sobre ésta.
—Esta vez no voy a detenerme, cielo —advirtió colocando sus manos a los lados de su cabeza
mientras se acomodaba entre sus piernas, mirándolo directamente con puro amor en sus ojos—. Esta
noche terminarás de ser mío, y yo seré más tuyo de lo que ya soy.
—Por favor, no te detengas —respondió acariciando su rostro.
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Actualización rápida dedicada a mi lectora favorita que comenzó a leerla, lee todos mis
invetos con amor y siempre me saca una sonrisa com sus comentarios WingsBlack_ARMY
G.GG

Uniendo sus labios nuevamente, el menor metió sus manos bajo la camiseta del castaño, subiendolas y
luego bajandolas con un movimiento lento. Rompió el beso para quitarle la prenda superior, luego la
suya y comenzó a besar su cuello mientras desabrochaba el boton de su pantalón.
—Voy a darte una primera vez que jamás olvidarás —le susurró al oído.
—Pero...yo no-
—Shhh —apretó sus mejillas y dejó un beso en sus labios abultados—. Tu verdadera primera vez.
Taehyung quiso volver a llorar al oírlo. Era la primera vez que quería llorar tantas veces en un solo
día, y no supo si golpear al menor o agradecerle. Decidió que quería besarlo y así lo hizo.
Continuaron desvistiendose hasta que quedaron a viva piel, tal y como habían llegado al mundo. El
pelirojo se separó un poco del mayor para poder admirarlo, sin perderse ningún detalle de su desnudez,
deteniéndose en su rostro; Taehyung lo miraba con ojos brillosos, sus labios inchados, mejillas
sonrojadadas y el entrecejo un poco arrugado.
—¿Qué tanto miras? —preguntó cohibido.
Jungkook sonrió, apoyó su frente sobre la suya y lo abrazó.
—Eres hermoso —confesó mirándolo con el mismo brillo en sus ojos—. Tan perfecto...realmente busco
pero no encuentro un solo defecto en tí.
—C-Cállate...tu eres...eres...dios, amo todo de ti —confesó sosteniendo su rostro.
—¿Todo?
—Absolutamente todo...
Juntaron sus labios una vez más hasta que el menor omenzó un camino de besos desde su cuello a su
pecho, deteniéndose para jugar un poco con uno de sus pezones; mordiendo y lamiendo a su gusto,
alentándose al escuchar los leves gemidos del mayor ante su toque.
Quiso escuchar más, y tomó su pene ya erecto comenzando a masturbarlo con movimientos lentos,
moviendo su pulgar en círculos sobre su glande.
—¡Aah!...mnh... —gimió y se mordió el labio inferior sin saber donde colocar sus manos, terminando
por colocarlas a cada lado de su cabeza.
La intensión del menor era hacerlo sentir lo mejor posible, por lo que iba a tomarse su tiempo en cada
cosa para lograrlo. Taehyung iba olvidar todo lo que Minjae le hizo sentir y pensar sobre si mismo, el
haría que se viera a si mismo tal y como él lo hacía.
Continuó el camino de besos bajando hasta su entrepierna, reemplazando su mano por su boca.
—¡Aaahh!...m-mierda...aah...
Lo introducía todo lo que era capaz, bajando y subiendo lentamente, succionando con sus labios cada
vez que sacaba casi por completo la extensión de su boca, haciendo que las piernas del mayor
temblaran y su espalda se arqueara. Aumentó el ritmo cuando sintió las manos de su novio entre au
cabello tirando de éstos levemente, tomando eso como una señal de que quería más y el se sentía feliz
de estar haciendo que se sintiera bien.
Las sensaciones eran nuevas y demasiado para el pobre Taehyung que solo tardó unos minutos en
venirse en su boca, disculpándose al darse cuenta de ello.
—Lo siento... —se disculpó intentando regular su respiración.
Jungkook no le veía la razón para que lo hiciera, el mayor sabía increíble. No dejó que ni una gota se
desperdiciara, y para que el mayor pudiera saberlo se acercó para besarlo. El extraño pero conocido
sabor de semen en el beso era algo tan eróticamente sucio para ambos que solo consiguieron exitarse
mucho más.
—Ponte en cuadro, bebé —ordenó dándole una suave nalgada al mayor.
Taehyung se sintió extremadamente avergonzado ante el pedido. No estaba para nada acostumbrado
y el miedo de hacer algo mal lo invadió al instante. Aún así, obedeció por completo al estar tan exitado y
se volteó sobre si cuando el menor se acercó a la mesa de luz en busca de algo.
Tenía una vaga idea sobre como colocarse adecuadamente; apoyó su peso sobre sus antebrazos, abrió
las piernas y arqueó un poco su espalda para elevar su trasero.
Mientras, Jungkook se había preparado anteriormente equipando la casa con todo lo necesario para
vivir allí y guardó varios tarros de vaselina en gel cuando compró la casa. Tenía la intensión de que la
primera vez que lo hiciera con el mayor fuera allí, en la que deseaba que fuera la casa de ambos.
—Perfecto, bebé —alagó su postura acariciando su trasero—. Justo así...
La vergüenza no lo dejaba responderle, y por alguna extraña razón esas palabras del menor solo
hicieron que se exitara aún más.
Metió dos dedos en el tarro tomando bastante producto y los acercó a la entrada de su novio,
metiendo un dedo con lentitud, sin querer dañarlo ni un poco. Taehyung soltó un pequeño quejido al
sentirlo, pero respiró hondo sabiendo lo que venía a continuación.
—Avísame cuando estés listo, ¿De acuerdo? —preguntó acariciando su espalda con su otra mano.
—D-De acuerdo...
Jungkook movió el dedo metiendolo y sacandolo varias veces hasta que decidió que era suficiente e
ingresó otro más. Su erección ya dolía bastante debido a que no estaba siendo tratado, pero iba
aguantar un poco más por el mayor.
Siguió con los mismos movimiento hasta que el mayor comenzó a moverse en busca de más contacto
mientras gemía levemente y esa fue la señal para que el menor quitara sus dedos. Tomó un poco más de
vaselina y la colocó a lo largo de su erección, sonriendo al escuchar al mayor quejarse debido a que
había quitado sus dedos.
—No te preocupes, amor —dijo colocando la punta de su pene en su entrada—. Voy a hacerlo despacio
hasta que me pidas más.
—Hablas demas-¡Aah! —se quejó cuando el menor comenzó a ingresar en él.
El también comenzó a gemir despacio a medida que empujaba metiéndose de forma lenta, suspirando
cuando estuvo completamente dentro. Se movió de forma circular para que se acostumbrara, y luego
comenzó a moverse despacio.
Dolía un poco, pero era soportable. Se sentía mucho mejor a medida que se iba a moviendo detro de
él, cada vez más rápido, sacándole gemidos sonoros a ambos.
—Se que dije que iba a hacerlo despacio...pero se siente tan bien estar dentro de ti —habló de forma
pesada a un lado de su oreja, sin dejar de moverse.
Sus palabras solo hacían que el menor se exitara aún más. Sintió su pene muy solo y comenzó a
masturbarse en busca de más placer, pero el menor quitó su mano y la reemplazó por la suya,
moviendola a la misma velocidad de sus embestidas.
El mayor era un lío de gemidos y palabras incoherentes, sintiendo a la perfección todas las
sensaciones que el menor la ocasionaba, incluso esos besos por toda su espalda y cuello que solo hacían
que perdiera la cabeza por completo.
Jungkook extrañaba sus labios, salió sin dar aviso por lo que Taehyung soltó algo muy feo sobre la
madre del menor haciendo que éste riera.
—Date la vuelta, bebé —pidió dando otra nalgada con la misma fuerza que la primera.
Taehyung obedeció y se volteó quedando frente a frente, acercándose al cuerpo del menor pidiéndole
con la mirada que volviera a ingresar en él. Jungkook se colocó entre sus piernas y volvió a entrar de
forma rápida sacándole un gemido sonoro al mayor.
Se acercó a su cuello y comenzó a dejar varias marcas en zonas al azar mientras el mayor llevaba sus
manos a sus hombros, arañandolo sin querer debido al placer que sentía. Tomó el rostro del menor y
juntó sus labios sintiendo que habían pasado horas sin besarlo.
Sintió las paredes del interior del mayor apretarlo cada vez más y supo que estaba cerca de venirse,
por lo que rompió el beso y comenzó a marturbarlo para admirar su rostro cuando llegara al clímax.
Cuando de sintió venir, el castaño intentó cubrir su boca para que no se escuchara su gemido, pero el
menor las quitó tomando sus muñecas para sostenerlas sobre la cabeza del mayor con una sola mano.
—Déjame escucharte...
Taehyung no pudo aguantar mucho más y se vino soltando un gemido muy vergonzoso, soltando su
esencia sobre su propio estomado y la mano del menor que rodeaba su pene.
Jungkook se vino segundos después en su interior al sentir sus paredes apretar aun más su pene, y al
presenciar esa expresión tan erótica junto con ese hermoso sonido que habían soltado sus rojizos e
inchados labios.
El menor soltó sus muñecas y al instante fue abrazado por el mayor mientras ambos intentaban
regular sus respiraciones.
—Te amo, Jungkook... —dijo soltando lágrimas de pura felicidad—. Gracias, por todo.
El pelirojo lo abrazó también aún si salir de él y besó su cuello varias veces.
—Te amo, Kim Taehyung...siempre lo hice.
━─━──── ────━─━
Los rayos de sol que ingresaban por el gran ventanal hicieron que Taehyung comenzara a despertar al
sentirse molesto por éstos. Abrió los ojos poco a poco hasta que pudo mantenerlos abiertos, dió una
rápida mirada intentando reconocer el lugar en el que estaba hasta que sintió unos brazos rodear su
cintura cuando intentó moverse.
Escuchó unos leves ronquidos cerca de su oreja y giró su cabeza un poco, sonriendo al reconocer esa
cabellera roja; Jungkook lo estaba abrazando por detrás, ambos estaban desnudos y las caderas del
mayor comenzaron a doler cuando quiso darse la vuelta.
—Ugh...qué molestia —dijo.
Se volteó quedando frente al menor, que dormía plácidamente con el ceño levemente fruncido,
roncaba muy despacio y Taehyung no pudo evitar reír ante la escena. Las manos del pelirojo aún
sostenían su cintura con un agarre posesivo y seguro, y el mayor se quedó varios segundos observando
su rostro mientras recordaba lo ocurrido la noche anterior.
Se mordió el labio sintiéndose algo avergonzado, pero mucho más feliz por haber dado ese gran paso
en la relación con el menor. Sentía que jamás podría sentir tanta felicidad como en ese momento al
recordar cada palabra dicha por su novio.
Comenzó a jugar con el rostro del menor; jugueteo con su labio inferior, pinchó su mejilla con su dedo
y acarició su barbilla.
—Kook... —llamó con la intensión de despertarlo.
Apretó sus mejillas haciendo que sus labios se abultaran, luego despeino su cabello, pero parecía que
nada lo despertaba. Decidió que quizas debía de usar otro metodos, por lo que acercó sus labios a los
suyos y dejó un rápido beso.
—Cariño...Oye... —lo besó varias veces más, luego comenzó a desesperarse—. ¡Joder, Jungkook
despierta de una vez! —gritó golpeando su pecho despacio.
El menor abrió los ojos asustado. Cuando estuvo maso menos despierto y vió al mayor frente a él
sonriendo bobamente.
—Hola, mi amor —dijo hundiendo su rostro en su cuello.
—Me estoy orinando, sueltame —ordenó tomando sus brazos.
—Un poco más... —rogó besando su cuello cariñosamente.
—Un poco más y me hago encima, anda, sueltame.
—...Eres malo —dijo fingiendo llorar al soltarlo.
Taehyung rodó los ojos quitándose las sabanas de encima y se levantó bajo la atenta mirada del
menor sobre él mientras buscaba su ropa interior por el suelo.
—Ojala fuera sol para darte todo el día —dijo Jungkook con la mirada fija en su trasero.
—Ay no, piropos de albañil no...
—¿Por qué no? Me sé varios —respondió riendo—. Escucha;...Te entro como agua al Titanic, lindas
piernas, ¿A que hora abren?, no seras Oreo pero te baño en leche, quien fuese bisco para verte dos
veces, estas tan bueno que-
—Suficiente, creo que deberíamos de terminar —dijo entrando al baño con su ropa interior en la
mano antes de que comenzara a reír.
Cuando terminó de hacer sus necesidades e ingresó a la ducha, escuchó al menor gritar:
—¡Estas tan bueno que te comería con ropa y todo, aunque estuviera un mes cagando trapos!
Y Taehyung comenzó a reír sin poder aguantarse más.
━─━──── ────━─━
El turno de aseo de Jungkook llegó y mientras tomaba un baño y terminaba de asearse, el mayor se
tomó un medicamento para el dolor que el menor le había dado y se dedicó a observar el resto de la
casa dándose cuenta de que era más grande de lo que parecía, luego revisó las alacenas de la cocina y
el refrigerador para ver si podía preparar algo con lo que había.
—Vaya, con que así se ve el refrigerador de alguien rico —dijo notando que esta estaba equipada con
todo tipo de cosas y en el freezer había mucha carne de todo tipo—. Que pobre me siento, dios mío...
Decidió que prepararía alguna ensalada de frutas con algún batido y algunas tostadas con mermelada
de ciruela para el menor y de durazno para él. Mientras cortaba las frutas sintió unos brazos sobre su
cintura y un beso en su mejilla.
—Creí que podría admirar éste escenario luego de casarnos, pero cumpliste mucho más antes con mi
fantasía —dijo el menor tomando una frutilla para comerla.
—¿Fantasía?
—Si, mi fantasía era despertar junto a ti luego de una noche de sexo con mucho amor, luego
levantarme por la mañana admirando tu rostro recien despierto y verte preparar el desayuno para mi
disfrutando de la hermosa vista que me das con esos boxers negros y con mi camiseta puesta...así como
en las pelis gringas.
—No pides demasiado —dijo cortando un pedazo de manzana para dársela en la boca.
—Qué puedo decir, soy un chico humilde —dijo luego de masticar el pedazo de manzana.
—¿Humilde?, ¿Has visto tu refrigerador? —preguntó volteando para verlo con una ceja alzada—. Yo
no diría que ésta casa es muy humilde, tampoco.
Jungkook rió y se acercó para besarlo mientras apoyaba sus manos sobre la mezada de la cocina. El
castaño dejó el cuchillo a un lado y tomó su cuello para profundizar el beso.
—Preparé un desayuno saludable —dijo jugando con una de sus orejas—. Eres un deportista, así que
mientras yo me encargue de la comida va a ser todo bajo en grasa, ¿De acuerdo?
—Ni mi entrenador me cuida tanto —bromeó.
—¿Alguna queja, cariño? —preguntó con un tono amenazante.
—Claro que no, cielo.
—Bien, ahora ve a sentarte —besó rápidamente su labio y se giró para tomar ambos tarros pequeños
con fruta.
Jungkook sonrió y obedeció sentándose en una de las sillas. Taehyung dejó todo en la mesa; el vaso
con licuado, la bandeja con tostadas y el tarro con ensalada de fruta. El menor palmeó su pierna
invitando al mayor a sentarse sobre esta y así lo hizo.
Mientras desayunaban charlaban sobre un programa de televisión que a ambos les gustaba, el
teléfono del castaño comenzó a sonar.
—Primo, ¿Qué es lo que quieres? —preguntó atendiendo.
—Primero que nada buenos días, y segundo, yo estoy muy bien, gracias por preguntar, ¿Y tu?
—No seas dramático —dijo rodando los ojos—. Es extraño que me llames tan temprano, ¿Sucede
algo?
—Solo quería avisarte que Jisoo vino de visita y quiere ir al parque, ¿Quieres acompañarnos?
—Por supuesto —respondió sonriendo en grande—. ¿A que hora?
—A la de siempre. Te diría que puedo ir a buscarte antes, pero como ahora tienes un novio
con auto puedes pedirle a él que te lleve y me ahorras el trabajo.
—Jungkook no es un taxi, tendría que preguntarle primero si puede hacerlo.
—Pues pregúntale, aunque dudo que diga que no.
Taehyung volvió a rodar los ojos y miró al menor.
—¿Podrías llevarme al parque luego?
—Por supuesto, cielo —respondió apoyando su barbilla en su hombro.
—Nos vemos en unas horas —dijo con la intensión de colgar.
—¿Tan temprano con Jungkook?, ¿De qué me perdí? —preguntó con un tono insinuante.
—Adiós —colgó.
━─━──── ────━─━
No es jisoo de blackpink, es choi jisoo de itzy (Lia)
G.GG

Jungkook supo que hizo muy bién en teñirse el cabello de ese color, cuando notó que el castaño a su
lado no dejaba de jugar y acariciar su cabello. Se notaba que le gustaba mucho, y que algo de él le
gustara mucho, lo hacía sentirse muy a gusto.
—Mañana son las semi finales, ¿Verdad? —preguntó el mayor sin dejar de enredar sus dedos en su
cabello—. Daehyun está muy emocionado, es un morboso que le gusta mucho ver a dos tipos golpearse
de forma violenta.
—Lo siento por hacer que veas esas cosas, cielo —se disculpó abultando sus labios—. Sé que no te
gustan, pero por eso mismo te agradezco mucho que vayas a verme, tu me motivas mucho, amor.
—Está bien si eres tú, no les presto atención a los demás, me aburren —dijo encogiéndose de
hombros—. Semi finales significa que estarás todo el día acupado, ¿Verdad?
—Si, hoy estaré todo el día entrenando, y mañana temprano tengo que ir a estudiar a los oponentes —
respondió sin verlo, ya que mantenía su vista en la carretera.
Taehyung se quedó unos segundos en silencio, sintiéndose cohibido cuando una idea cruzó por su
cabeza, y se armó de valor mientras bajaba su mano de su cabello hasta su rostro, picando su mejilla
con su dedo índice.
—¿Hasta que hora estarás entrenando? —preguntó con sus ojos clavados en su cuello.
—Seguramente como hasta las cinco o seis, luego de eso volveré a casa.
El mayor pasó su lengua por sus labios, y comenzó a acariciar su mejilla con el dorso de sus dedos.
—Seguramente esté con Daehyun y Jisoo como hasta las dos...Luego de eso no tengo nada más que
hacer, así que iré a ver como entrenas —dijo agradeciendo que no pudiera voltear su mirada hacia él, o
notaría sus mejillas sonrojadas.
Jungkook no dijo nada durante unos segundos, cosa que hizo al castaño ponerse nervioso, pero
cuando se detuvo en una luz roja y no perdió ni un segundo; se movió a su lado, sostuvo su rostro y
capturó sus labios en un beso rápido pero dulce, besando su mejilla izquierda tres veces antes de
alejarse un poco para mirarlo a los ojos y sonreírle.
—No tienes idea de lo mucho que te amo —dijo con palabras tan seguras, que Taehyung sintió un
escalofrío placentero recorrer todo su cuerpo al oírlo.
—Tonto, presta atención al camino —dijo apartando la mirada, inetentado inutilmente ocultar el
sonrojo que el menor ya había visto por completo—. ¿Acaso quieres que te multen quedarte como un
tonto en medio de la calle?
—Si me voy a pasar ese tiempo basándote, entonces vale la pena —dijo bajando su mano hasta su
cuello.
El sonido de las bocinas de los autos detrás suyo comenzaron a sonar cada vez más, cosa que hizo que
el castaño lo empujara para que volviera a acomodarse y avanzar.
—Ya, avanza de una vez, esos ruidos son insoportables —dijo cruzándose de brazos, mirando en
dirección a su ventanilla.
El menor rió mostrando una gran sonrisa, y comenzó a avanzar nuevamente, mientras Taehyung
sacaba su teléfono al sentir éste vibrar tantas veces. Curioso, pero también aterrado al sentir un deja vu
parra nada agradable, cuando le llegaron varias fotos de un número desconocido.
—Joder... —susurró, pero el otro pudo escucharlo.
—¿Qué ocurre, cielo? —preguntó preocupado.
—Nada, solo es spam —habló rápidamente, bloqueando su teléfono para que no pudiera ver nada,
aunque el menor ni siquiera estuviera viendo en si dirección.
Jungkook se quedó un par de segundos en silencio, hasta que hizo un sonido de afirmación,
haciéndole creer al castaño que no sospechaba nada sobre los sospechosos mensajes que sabía que le
llegaron.
Apretó la mandíbula, aumentó la fuerza del agarre sobre el manubrio, a la vez que su mirada se
oscurecía como cada vez que algo lo cabreaba en serio. Si se enteraba de que se trataba de Seojoon,
debería de hacer algo al respecto para dejara de molestar a su chico de una vez por todas.
El jamás amenzaba en vano o en broma, si tenía que matarlo a golpes, lo haría, y no sería su culpa
porqué él le advirtió. Tenía el poder de hacerlo desaparecer con solo hacer una llamada, y aunque le
gustaba hacer las cosas con sus propias manos, si tenía que hacer la llamada, la haría.
Sintió un tacto en su rodilla derecha que lo hizo salir de sus pensamientos, y detuvo el auto a un lado
de la acera del parque, cambiando su expresión a una inocente y alegre cuando miró a su novio.
—Lo siento, ¿Qué dijiste, bebé? —preguntó con una sonrisa.
—Que aquí esta bien, me estarán esperando en la fuente redonda —dijo quitándose el cinturón—.
Gracias por traerme.
—Envíale saludos a tu primo de mi parte —dijo buscando su mano para entrelazar sus dedos—. Puedo
mandar a alguien a que venga a buscarte, ya que no sabes donde está nuestro gimnasio.
—No hace falta, solo envíame la dirección e iré yo mismo —dijo acercándose para que lo besara, cosa
que el pelirojo no tardó en hacer.
—Llámame por cualquier cosa que necesites, o si me extrañas mucho —bromeó besando su barbilla.
—No voy a molestarte mientras entrenas, y ahora que lo pienso, ¿No sería una distracción si voy a
hacerte compañía mientras lo haces? —preguntó alzando una ceja—. Eres un intenso y no quiero ser
una molestia.
—Claro que no, todo lo contrario, cielo —dijo guiñandole un ojo—. Tu me haces querer lucirme, me
voy a esforzar el doble si tu me ves.
—Bobo —dijo rodando los ojos con un leve sonrojo—. Ya vete.
Dejó un último beso sobre sus labios, y salió del auto antes de que su primo lo llamara apurandolo.
Queriendo olvidarse de las fotografías que le habían llegado, comenzó a caminar a la gran fuente que
estaba en el centro de ese gran parque, que a pesar de ser tamprano había mucha gente y niños por
todo el lugar.
Jungkook avanzó observando por un momento a su novio por el retrovisor, tomando su teléfono con
una mano para marcar el número de uno de sus amigos. Esperó a que atendiera, y su voz se tornó
mucho más fría que antes, mientras comenzaba a acelerar para llegar a su destino rápido.
—¿Sabes donde está el parque que tiene la fuente? —preguntó, esperando una respuesta—. Necesito
que lo vigiles, si Seojoon se acerca a él, graba todo y envíame el video, si ves que se vuelve insistente,
haz que se vaya.
—A la orden.
—Le llegaron nuevos mensajes, no quiso mostrarse nervioso pero sé que se trata de el...Parece que no
se tomó enserio mis amenazas —dijo suspirando molesto.
—¿Luego lo buscaremos?
—Ten por seguro que sí.
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Jisoo lo abrazó con fuerza cuando lo vió acercarse a ellos, sonriendo en grande y riendo cuando
Taehyung comenzó a hacerle cosquillas en tu estomago.
—Estás cada día más hermosa, ¿De verdad eres pariente de Daehyung? —preguntó aprovechando
para molestar a su primo.
—¡Oye! —se quejó el mayor.
—Estás más alta, ¿Te has alimentado bien? —preguntó acariciando su cabello.
—¡Si!, comí todo, todo lo que mi mami me daba —dijo orgullosa.
—Muy bien, con razón ahora estás tan grande, mira —dijo agachandose hasta quedar a su altura—.
Casi me llegas.
La niña rió y volvió a abrazarlo, olvidándose por completo de que su primo se encontraba allí también.
Daehyun carraspeó llamando su atención, ambos lo miraron, y volvieron a voltear la mirada,
ignorandolo.
—¡Oigan, no sean así! —se quejó de forma infantil, pateando el suelo.
—Ya, no seas bebé —dijo el castaño acercándose a él, sosteniendo la mano de la pequeña—.
¿Esperaron mucho?
—Acababamos de llegar, ¿La pasaste bien anoche? —preguntó apuntando su cuello, donde tenía las
marcas de los chupetones que Jungkook le había hecho—. Va, hasta la pregunta ofende, ¿Verdad?
—No tengamos esta conversación estando con Jisoo —pidió rodando los ojos.
—¿Te lastimaste, Tae? —preguntó la niña, inocente, apuntando su cuello.
—No cariño, esto no es una herida, es...Algo de adultos —respondió evitando tener que hablar del
tema.
—No creas que voy a olvidar que tenemos una conversación pendiente —amenazó.
Luego de ignorar varias veces a Daehyun, éste sacó tres raquetas y una pelota de tenis, y se pusieron
a jugar entre ellos mientras la niña le contaba al castaño como le iba en la escuela, los nuevos amigos
que había hecho y la ropa nueva que su madre le había comprado.
El teléfono de Taehyung no dejaba de sonar, y la razón por la cual no se animaba a atender era porque
el número era desconocido. No quería apagar el teléfono por si Jungkook lo llamaba, por lo que decidió
bloquear el número, no iba a atender.
—¿Quién te llama tanto?, ¿Jungkook es un celoso de esos tóxicos? —bromeó su primo.
—No, es un número desconocido que no deja de llamar —dijo restandole importancia.
—Hablando de tu novio, ¿Mañana no es la final? —preguntó devolviendole la pelota.
—Las semi finales, si —respondió con una mueca extraña—. Tengo muchos sentimientos encontrados
con las peleas, no me gusta ver que lo lastimen, pero me encanta verlo con esas pintas de chico malo —
confesó.
—¿No es una fantasía...Ya sabes? —preguntó indirectamente, para que la niña no pudiera oírlo—. ¿Lo
han hecho con él vestido con esos shores y las ventas en las manos? —bromeó.
—Claro que no, tonto —dijo mientras jugaba con la niña—. Aunque, no es una mala idea.
—¿Y te duele detrás?
—¿Por qué demonios quieres saber eso?
—No lo sé, curiosidad —respondió encogiéndose de hombros.
—No voy a responder a eso —dijo arrugando en entrecejo.
Aunque sí, aún le dolía un poco.
—¡Taehyung! —escuchó que alguien lo llamaba desde lejos.
Cuando volteó y notó que Seojoon se acercaba a él a paso rápido, maldijo y tomó a la niña para
entregársela a su primo, que al ver a el tipo tuvo ganas de lanzarse encima de él y golpearlo hasta que
ya no pudiera abrir los ojos.
—Vamos a otro lado —dijo Taehyung ignorando al chico que se acercaba a él.
—¡Taehyung, espera! —pidió tomando su brazo, deteniendo su paso.
—¡Quítale las manos de encima, imbécil! —dijo Daehyun intentando accercar a él, pero el menor lo
detuvo, mirándolo serio.
—No estamos solos, cálmate —dijo dándole una rápida mirada a la niña, que miraba a Seojoon
asustada, escondida detrás de su primo mayor—. Y tú, quítame tus asquerosas manos de encima.
—Tenemos que hablar, Tae —pidió sin soltarlo, a lo que el castaño se soltó de un tirón, mirándolo con
molestia.
—No tenemos que hacer nada, vete a la mierda —dijo volteando para irse, pero Seojoon volvió a
tomar su brazo, esta vez de forma un poco más brusca.
—Por favor, tienes que escucharme, es importante —suplicó.
—Oye, no arruines nuestra salida —amenazó Daehyun.
—Hyung, llévate a Jisoo por un momento —pidió volviendo a soltarse del agarre del otro—. Este
imbécil no se irá hasta que lo escuche.
—Solo serán unos minutos, lo juro...
Daehyun no pareció muy de acuerdo con esa idea, pero sabía que lo mejor era que la niña no
continuara viendo aquella escena, ni escuchara la muy evidente discusión que habría en uno minutos.
—Estaré cerca —avisó tomando a la niña en brazos, para retirarse no sin antes darle una mirada
filosa al pelinegro.
Cuando ambos estuvieron solos, Taehyung se volteó a verlo, con una expresión de rechazo total, cosa
que hizo sentir mal al contrario.
—Tae, escúchame bie-
—No te atrevas a llamarme así, no tienes el puto derecho de hacerlo, maldito bastardo hijo de puta —
dijo apretando los dientes.
Seojoon se mostró triste, y suspiró intentando acercarse a él, pero Taehyung retrocedió cuando notó
que se acercaba.
—Primero que nada, lo siento —dijo con una mano en su pecho—. Sé que actué como una mierda, te
lastimé y sé que no merezco tu perdón, pero-
—Si sabes todo eso, ¿Por qué mierda me molestas?
—Solo escúchame, por favor...
—No tengo todo el puto día, habla rápido para que pueda decirte que te vayas a la mierda y volver a
lo que estaba haciendo antes de que viera tu estúpida cara y mi día se arruinara por completo —dijo
cruzándose de brazos.
—Es verdad que solo me acerqué a ti para usarte y mantenerte vigilado a pedido de Minaje...Pero
créeme cuando te digo que terminé por darme cuenta de que eras alguien increíble, yo te tomé cariño
de forma sincera-
—Ay dios, ¿Si sabes que solo estás empeorando las cosas? —dijo llevando una mano s su frente.
—Taehyung, yo... —se acercó tomando sus hombros, acercándose más a su cuerpo cuando el otro
intentaba alejarse—. Tu me gustas, y no sabes lo mierda que me he sentido desde que-
—Ah no, no, no me vengas con esas mierdas —dijo intentando empujarlo—. Sueltame de una maldita
vez.
Seojoon iba a decir algo, pero al notar las marcas en si cuello, la sangre le hirvió, y no pudo evitar
enfadarse al pensar que Jungkook había logrado tomarlo.
—¿Estás saliendo con Jeon? —preguntó apretando sus hombros con más fuerza, haciendo que el
castaño intentara no mostrar una mueca de dolor—. ¿¡Es que acaso no te has dado cuenta de la clase de
persona que es con todas las pruebas que te envié!?
—¡A ti que carajo te importa con quien salgo! —dijo empujándolo con fuerza haciendo que lo soltara
—. ¿Tu eres el que se la pasa enviandome mierdas ensuciando su nombre? —preguntó molesto.
—¡Tienes que alejarte de él, es alguien peligroso! —dijo buscando su teléfono—. No sabes las cosas
que hizo, como dejó a Minjae, es un puto loco y sádico, va a lastimarte y-
Taehyung no resistió más y lo golpeó con fuerza en el rostro, haciendo que retrocediera unos
centimetros.
—Eres lo peor —dijo con un tono de voz que solo demostraba odio, al igual que su mirada—. Antes de
hablar mal de él, ponte a pensar en todo lo que tu me dañaste a mi, y continúas haciéndolo al no
dejarme ser feliz, defendiendo a la persona que estuvo haciendo de mi vida un infierno...Luego de haber
traicionado mi confianza de la peor manera.
—Taehyung, por favor créeme, tengo pruebas, puedo mostrarte el verdadero rostro de Jeon, solo-
—¿Qué tan infeliz tengo que ser para que estén felices? —preguntó sintiendo sus ojos picar—. Soy
feliz, Seojoon, no necesito ni quiero escuchar nada de lo que tengas que decirme, ya no eres nadie para
mí, así que si me tienes algo de cariño así como dices...Déjame en paz.
—Solo estoy intentando protegerte, Taehyung, ¿Por qué no crees en lo que te digo? —preguntó
desesperado.
—Por que todo lo que siempre me has dicho y demostrado no es cierto—respindió obvio—. Y porque
esa persona que dices que es peligrosa, es la única que logró que me deshiciera de toda la mierda que
tú y tus estúpidos amigos me dejaron.
—Tae, por favor, ¿Qué tengo que hacer para que-
—¡Joder, vete, no quiero seguir viendo tu mierda de cara, déjame en paz! —gritó volteando para
alejarse cuando sintió que una lágrima traicionera bajaba por su rostro—. ¡Y si vuelves a llamarme, te
voy a denunciar por acoso!
Seojoon no se animó a volver a detenerlo, y solo se quedó observando su espalda alejarse, sin ser
consciente de que no muy lejos de ahí, había alguien admirando toda la escena, y que había filmado
todo.
—Maldito desafortunado —dijo el chico de capucha gris, mientras le enviaba el video a Jungkook con
una sonrisa maliciosa.
━─━──── ────━─━
Jungkook estaba tan concentrado golpeando el saco de boxeo con todas sus fuerzas, que no escuchó
nada a su alrededor, ni notó que alguien lo llamaba, hasta que sintió un toque en su hombro.
Detuvo sus movimientos, volteando a ver a su entrenador, que al ver su expresión de pocos amigos,
solo apuntó en dirección a la puerta de la habitación, para luego caminar en dirección a ésta para
retirarse del lugar. Cuando notó a su novio, su expresión cambió por completo, sonriendo en grande
como un niño pequeño.
—Cielo, si viniste —dijo acercándose a él con la respiración entrecortada.
—Te dije que iba a venir, ¿Creías que no? —preguntó cruzándose de brazos
Intentando no mostrar que la imagen del pelirojo con el torso decubierto y el cabello de enfrente
humedo por el sudor lo tenía completamente encantado, solo se dedicó a obervar su rostro.
—Creía que aún faltaba mucho, ¿Qué hora es? —preguntó tomando su rostro para besar sus labios
con ternura.
—Son casi las tres, ¿Cuánto llevas golpeando a ese pobre saco? —preguntó apretando sus manos, que
picaban por querer tocar toda su piel espuesta.
—No lo sé, no estaba atento a la hora —respondió con la mirada fija en el cuello del castaño,
admirando las marcas que él mismo había hecho—. ¿Almorzaste, cielo?
Taehyung asintió, creyendo que no sería raro que acariciara un poco la piel de su novio, ¿Verdad?,
tenía el derecho y poder de hacerlo.
—¿Y tú? —preguntó mientras pasaba sus manos por su hombros, bajando hasta sus manos de forma
lenta, mordiendo levemente su labio inferior.
—Si...Oye, amor —llamó quitándose las vendas de las manos, lanzandolas por algún lado de la
habitación—. ¿Quieres ayudarme a entrenar?
—¿Y que se suponque que debo de hacer? —preguntó con ojos curiosos.
—Hay algo que siempre quise hacer —dijo tomando su mano para caminar hasta la zona de las
colchonetas—. Creo que ahora es el momento perfecto para hacerlo.
Jungkook tomó una, colocandola sobre el suelo, para luego pedirle al castaño que se recostara sobre
ella.
—¿Qué se supone que debo hacer? —preguntó dudando un poco en si hacerle caso o no.
—Nada, solo recuéstate —dijo con una mirada y sonrisa inocente—. Confía en mí, cielo.
—De acuerdo...
Se recostó sobre la colchoneta, sonrojandose cuando el menor se colocó sobre el, entre sus piernas,
apoyando ambas manos a los lados de su cabeza. Jungkook cambió su expresión a una mucho más
coqueta, bajando para dejar un beso rápido en sus labios cuando notó que el castaño abrió la boca para
decir algo.
—Solo son flexiones, pero recibiendo un premio cada vez que consigo hacer una —dijo sin quitar la
sonrisa.
—¿Estás seguro de que no estás jugando en vez de entrenar adecuadamente? —preguntó mientras
acariciaba su cabello.
—Claro que no, mi amor, esto es puro entrenamiento —dijo, y volvió a bajar para darle un beso—. Yo
entreno y tu me ayudas, todos salimos ganando.
—Ya, supongo que si...
—¿Llevas la cuenta tú? —pregunto aprovechando el momento para acariciar su mejilla por un
momento.
—De acuerdo, si llegas a cien, te daré un premio al llegar a casa —dijo guiñandole un ojo.
—¿Lo ves?, tu si que sabes motivarme —dijo sonriendo emocionado.
—No veo que estés haciendo ninguna —bromeó.
Jungkook comenzó a moverse, deteniéndose a penas un segundo para besarlo cada vez que llegaba a
sus labios, mientras que Taehyung intentaba no distraerse con la vista de sus hombros y brazos
tensarse cada vez que lograba hacer una. Inconscientemente se mordió el labio inferior cuando escuchó
un suspiró pesado salir del labios del menor, a la vez que ladeó un poco la cabeza dándole una vista
toralmente exitante.
—Bebé, esto se está poniendo...Emocionante —dijo cuando el castaño levantó un poco más su mentón,
dándole una imagen muy sensual a la vez que lo miraba con esos ojos encendidos, mordiendo su labio
de esa forma tan hipnótica—. Sigue así, y tendré que volver a tomarte justo ahora.
—No seas tonto, alguien podría vernos —dijo avergonzado.
—¿No quieres correr el riesgo? —preguntó acercándose a su cuello, mordiendo levemente zonas al
azar—. ¿No es emocionante?
—Claro que no-Aahh... —gimió cuando el menor bajó más de cuenta, rozando su entrepierna contra la
erección que el castaño no sabía que tenía—. N-No, Jungkook...
—¿No?, ¿Estás muy seguro de que no? —preguntó sin detener sus movimientos, deleitandose con los
leves gemidos que el mayor intentaba no soltar.
—...No... —dijo no muy seguro de sus palabras, ya muy exitado como para detenerse—. Eres un
maldito-
Jungkook lo calló besando sus labios, mientras que una mano se adentraba a su camiseta, buscando
uno de sus pezones, el cual comenzó a pellizcar levemente, haciendo que el castaño se volviera loco por
dentro.
Con su mano libre, se dirigió a su trasero, el cual masajeó a su gusto todo lo que quiso, separandose
de sus labios luego de unos segundos, solo para volver a besar su cuello y poder escuchar mejor sus
gemidos.
—¿Es exitante, bebé? —preguntó en su oreja, mordiendo levemente su lóbulo.
—Mierda, si... —respondió acariciando todo su torso, hasta detenerse en su pecho, sintiéndose
alfortunado de que todo ese increíble cuerpo le perteneciera a él y solo a él—. Más rápido.
Ni corto ni perezoso, Jungkook obedeció, moviéndose más rápido pero igual de profundo, volviendo a
unir sus labios, sonriendo cuando sintió el cuerpo del mayor temblar debajo del suyo, señal de que se
había corrido en sus pantalones, la sensación logró hacer que el menor hiciera lo mismo luego de un
par de movimientos más.
—...Te odio —dijo Taehyung mientras abrazaba su cuello—. Te había dicho que no.
—Me dijiste que no te tomara, pero aún estamos vestidos, ¿Verdad? —preguntó en un tono inocente
que el castaño no se creía para nada.
—Jodido manipulador.
—Cosa preciosa.
—Ah no, esos trucos ya me los sé —dijo cruzandose de brazos.
—Si por mi fuera, te haría el amor en cualquier lugar, pero tu no eres cualquier cosa ni cualquier
persona —dijo besando su mejilla—. Eres el futuro padre del perro que adoptaremos y cuidaremos como
un hijo.
—...¿Dos perros? —preguntó con ojos brillosos.
—Todos los que quieras, Cielo.
Taehyung sonrió y acercó su rostro para besarlo nuevamente, ignorando por completo el hecho de
que ahora tenía su ropa interior pegajosa y estaría de esa forma hasta llegar a su casa. Creía saberse
todos los trucos del pelirojo, pero al parecer siempre lograba convercerlo de una u otra forma.
Daba igual, lo amaba.
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⚠ ADVERTENCIA: SI ERES SENSIBLE A LAS ESCENAS DE TORTURA, EL CAPÍTULO TERMINA


AQUÍ PARA TI (O solo lee los diálogos para enterarte sobre la historia) ⚠
Al rededor de las once de la noche, en el sótano de una de las tantas casas abandonadas de un barrio
al que casi nadie iba, un pelinegro despertaba sintiendo su cabeza dar cientos de vueltas por segundos,
sintiéndose mareado y desorientado.
La sensación de agua helada impactar en su cuerpo lo hizo despertarse por completo, asustandose al
ver que se encontraba recostado de una mesa de metal, con solo ropa interior y los brazos extendidos a
cada lado de su cuerpo.
—Hace un poco de frío, ¿No lo crees? —escuchó una voz conocida preguntarle.
—J-Jeon...
Desde la oscuridad de la habitación, la figura de Jungkook apareció frente a él, con una mirada tan
fría y aterradora, que Seojoon por poco y se orina encima del miedo que sentía a verlo.
—Sabes, yo de verdad no quería llegar hasta este punto, de verdad que no —dijo comenzando a
caminar a su alrededor—. No tengo tanto tiempo como antes, las finales estan a la vuelta de la esquina,
tengo que entrenar y tambien dedicarle tiempo a mi novio...Como puedes darte cuenta, cosas más
importantes que tener que dedicarle mi valioso tiempo a gente como tú.
—...¿Vas a matarme? —preguntó sabiendo que se encontraba pálido del miedo, sabiendo que le
esperaba lo peor—. No me sorprendería...Eres un pudo loco de mierda.
—Lo pensé, eso iba a hacer desde un principio, pero mis amigos me aconsejaron algo mucho más
divertido y eficiente, que es hacer que sufras mucho —respondió tomando unas pinzas de una mesa
cerca—. Lo bueno de tenes amigos igual de locos que yo, es que también tienes unas ideas muy buenas
sobre cómo torturar a alguien.
—¡Puto loco de mierda! —gritó asustado, intentando safarse de las ataduras pero lo lograba ningún
resultado—. ¡Cuando Taehyung sepa lo que haces, va a huir de ti, antes de que le hagas lo mismo
cuando ya no te quiera!
—Para no hacer esto tan aburrido, voy a contarte a cerca de mi amor por él, ¿Qué te parece? —
chasqueó los dedos, y uno de los amigos del menor aparecieron para meter un trapo en su boca,
callandolo.
Las manos de Seojoon estaban apoyadas sobre otras mesas más pequeñas, atadas desde las muñecas
para que no pudera moverlas.
—¿Sabías que soy adoptado? —preguntó acercando las pinzas a uno de sus dedos—. Si, al igual que
Tae.
Tomó una de sus uñas para comenzar a tirar, comenzando a arrancarla desde la raíz mientras
escuchaba los gritos ahogados del pelinegro.
—De hecho, el no lo sabe, pero yo estuve en el mismo orfanato hasta los diez años, cuando mi padre
quiso adoptar al niño que más débil se viera, para convertirlo en alguien fuerte —continuó con otro
dedo, repitiendo el mismo proceso.
Lágrimas caían por el rostro del pelinegro debido al miedo y el dolor, continuaba intentando zafarse
de las ataduras, pero era inútil.
—Taehyung no me recuerda, y es lógico porque yo era muy delgado, usaba lentes y casi no hablaba
con nadie —dijo, mientras continuaba quitando las uñas de sus manos una a una, tomándose su tiempo,
e incluso dejando que uno de sus amigos le hechara alcohol a la carne expuesta cada vez que sacaba
una—. Me veo completamente distinto que en ese tiempo.
Cuando terminó con la mano izquierda, siguió por la derecha.
—Taehyung de niño era igual a como es ahora, ¿Sabes?, solo que un poco más extrovertido y con
varios amigos —chasqueó los dedos nuevamente, y otro de sus amigos se acercó con otras pinzas, y
comenzó a repetir su acción pero con las uñas de sus pies—. Me gustaba porque no importa lo perdedor
y patético que yo me viera, el siempre me defendía de los demás niños, e incluso una vez lloró cuando
un niño comenzó a decirme cosas increíblemente horribles...Si, los niños pueden ser la cosa más cruel,
definitivamente.
Cuando hablaba de Taehyung, sus ojos adquirían un brillo único, que iluminaba su oscura y tétrica
mirada.
—Yo siempre lo admiraba de lejos, jamás me acerqué...No era digno de hacerlo —cuando ya no
quedaron uñas, caminó hasta la mesa con varias herramientas, y tomó unas tijeras de jardinería—. El
puede parecer frío y una persona egoista, pero es todo lo contrario con la gente que el estima...Tu
debes de saberlo, ¿Verdad? —preguntó con un tono de voz que haría temblar a cualquiera—. Lástima
que hayas desperdiciado tu oportunidad de ser importante para él.
Acercó las tijeras a una de sus orejas, e hizo un corte limpio y rápido, arrancando toda ésta de un solo
intento.
—No le mentí del todo, porque cuando volví a verlo si fue en esa fiesta...Lo reconocí al instante,
incluso después de tantos años, solo que ahora era todo un hombre, al igual que yo.
Dejó las tijeras de un lado, ignorando los gritos ahogados que sonaban desesperados, los gemidos de
súplica y dolor. Decidió terminar con todo de una vez, y tomó un martillo grande, acercándose a sus
piernas.
—Jamas pude olvidarme de él, y cuando volví a verlo supe que no podía dejarlo ir...Ahora si soy digno
de estar a su lado, ¿No crees que es romántico como la vida nos volvió a juntar en el momento correcto?
Levantó el martillo sobre su cabeza, y bajó rápido, golpeando el hueso de su pierna con fuerza,
escuchando como sus huesos se partían.
—Yo de verdad lo amo, haría cualquier cosa por él, para verlo feliz y que nada le falte...
Volvió a golpear en el mismo lugar, terminando de quebrar su hueso por completo.
—No puedo dejar que nada arruine lo que tenemos, y no importa quien sea...Voy a eliminarlo si es una
amenaza para él o nuestra relación —dijo caminando del otro lado de la mesa—. Tu lo llamas locura,
pero no lo es, simplemente lo amo demasiado.
Volvió a levantar el martillo sobre su cabeza, y golpeó con todas sus fuerzas. Por un momento parecía
que iba a perder el conocimiento debido al dolor, pero uno de sus amigos se encargó de mantenerlo
despierto echándole agua helada sobre el rostro.
—No tienes de que preocuparte, lo haré tan feliz, me amará tanto, que no importa si alguna vez se
entera de todas las cosas que hice...No podrá dejarme —dijo, y golpeó por última vez.
Le quitó el trapo de la boca solo para escuchar sus gritos y llanto de dolor, chasqueando nuevamente
los dedos para hacer que sus amigos lo desataran.
—Para que veas que no soy tan malo como crees, te dejaré desatado, y si logras salir de aquí con las
piernas rotas, alguien te encuentra y te preguntan que sucedió...
Lo tomó de sus cabellos y tiró con fuerza, haciendo que lo mirara.
—Más te vale no mencionarme, ni a mis amigos, por qué la proxima vez no iré a por ti, sino que
acabaré con tu familia, uno por uno, y tu serás el culpable, ¿Comprendes?
Seojoon simplemente asintió con las pocas energías que le quedaban, y cuando estuvo a punto de
dormirse, uno de sus amigos le inyectó algo en su brazo.
—Adrenalina, para yudarte a salir —respondió cuando notó que veía asustado la zona pinchada—.
¿Ves que no somos tan malos?
—P-Pudrete...
—Espero que puedas ver mi pelea —dijo mientras se retiraba del lugar, quitándose los guantes de
latex que se había colocado, quemandolos con su encendedor—. Y comienza a tomarte las amenazas de
alguien enamorado más enserio, o la próxima vez, no te tocará alguien tan generoso como yo.
Ante el dolor que estaba sientiendo, y el que sabía que sentiría al intentar salir del lugar, Seojoon
prefirió que lo hubiera asesinado.
Jungkook sabía eso, y por eso fue que decidió que mejor lo dejaría vivir, pero recordando cada día,
quien es el responsable de que terminara de esa forma y por qué;
Por amor.
━─━──── ────━─━


La alarma sonó justo a las ocho treinta de la mañana, y el primero en despertar luego de cinco
segundos de escuchar en sonido predeterminado del teléfono, fue Taehyung.
Estiró su brazo hasta su mesa noche, tomando el teléfono de su novio para apagar el molesto ruido, y
luego volvió a dejarlo sobre la mesa de noche. Frotó sus ojos con una mano, ya que la otra estaba
entrelazada con la de Jungkook, que continuaba durmiendo plácidamente abrazándo su cintura desde
detrás.
—Jungkook... —llamó mientras daba leves palmadas en su mejilla—. Oye, ya vete de mi puta casa y
déjame seguir durmiendo.
El pelirojo solo lo atrajo más hacia él, estrechando su espalda contra su pecho, hundiendo su nariz en
su cabello.
—Jungkook, tu alarma de mierda sonó, ¿No dijiste que tenías que hacer algo importante? —dijo
mientras intentaba soltarse de su agarre—. ¡Al menos contestame!
—Si, cielo, pero mejor otro dia, ahora estoy demasiado cómodo —dijo, y besó su nuca.
—Otro día y una mierda, ya me despertaste así que ahora vas a hacer lo que tenías que hacer —dijo,
mientras se giraba para quedar frente a frente—. No seas vago.
El pelirojo hizo un puchero, y llevó una mano a la mejilla contraria.
—No me apures, amor. Con que salga de aquí a las diez llego bien.
—¿Entonces por qué carajo tu alarma suena una hora antes? —preguntó arrugando el entrecejo—.
Encima que anoche llegaste aquí tard-
Jungkook lo calló besando sus labios, mientras se colocaba encima suyo, colocándose entre sus
piernas. Se apartó luego de unos segundos, tirando levemente de su labio inferior al morderlos
despacio.
—Porque quería que desayunaramos juntos, cielo —dijo con una sonrisa de lado—. Y si quieres,
podemos ducharnos juntos, ¿Qué te parece?
—Me parece que eres un idiota —llevó su mano a su cabello, tomando un mechón entre sus dedos
mientras se mordía el labio inferior—. Enserio me encanta tu cabello, es sexi.
—A mi me encantas tú, todo tú —dijo sonriendo en grande.
—¿Qué quieres que prepare para desayunar? —preguntó mientras jugaba con su cabello—. No tengo
mucho a diferencia de tu casa Playboy, pero ayer fui a hacer la compra y traje esa mermelada espantosa
que te gusta.
Jungkook rió por sus palabras y se acercó para besarlo una vez más.
—Lo que sea que hagas está bien, amor.
—Entonces muévete, el agua tarda diez minutos en calentar...¿Cuánto tienes que esperar en tu casa
narco?
—¿No que era una casa Playboy? —preguntó entre risas.
—Es la misma mierda, las dos son costosas —respondió rodando los ojos—. La tuya será más grande,
pero la mía está mejor decorada y es más fácil de limpiar.
—No es mi casa, cielo —se acercó a su cuello y comenzó a dejar besos por toda la zona—. Es nuestra,
todo lo mío es tuyo, yo soy tuyo por completo, ¿Lo sabes?
Taehyung llevó sus manos a su hombros, acariciando su piel desde allí hasta su espalda, sonriendo al
sentir su pecho se llenaba de esa sensación de felicidad y todo el amor que sentía por él.
—Te amo, ¿Tu sabes eso?
Jungkook lo miró con ojos brillosos, y asintió varias veces.
—Yo enciendo el agua caliente —dijo, y se levantó rápidamente hacia el baño.
Taehyung buscó su teléfono, para ver si tenías mensajes de su primo, pero no había ninguno. Estaba a
punto de revisar sus redes sociales, pero Jungkook volvió a ingresar a la habitación, y volvió a colocarse
sobre él.
—Tenemos diez minutos antes de que el agua se caliente, ¿Me dejas hacerte el amor? —preguntó con
una boba sonrisa.
—¿Solo diez minutos? —preguntó coqueto.
—Podemos seguir en la ducha —dijo guiñándole un ojo.
—Entonces... —lanzó el teléfono a un lado, y lo miró con una expresión de inocencia mientras rodeaba
la cintura del menor con sus piernas, acercandolo más—. Muéstrame cuanto me amas, Jungkookie.
━─━──── ────━─━
Con su botella de agua bien fría, se sentó en el sofá de cuero negro y su entrenador le puso play a el
video en la pantalla frente a él, mostrando la foto de un chico sobre un ring.
—Nos informaron quien se enfrentara a ti esta noche —dijo el hombre colocándose a un lado de la
pantalla—. Su nombre es Jung Hyungmin, veintitrés años, el año pasado llegó a las semifinales pero
perdió por K.O en el último round.
—¿Resistencia? —preguntó mientras colocaba la pajilla en la botella, para beber de ahí.
—Bastante si no está tan lastimado, pero promedio si lo está, dependiendo la zona golpeada —
respondió.
—¿Especialidad?
—Llaves y patadas en zonas bajas, tiene buena defensa pero no se puede decir lo mismo de sus
relfejos.
—Tengo que ver la pelea anterior, ¿De qué forma ganó?
—Por puntos, y obtuvo ventaja dañando la pierna izquierda de su contrincante en el primer round.
—¿Color favorito?
El hombre lo miró confundido, pero aún así buscó tal información.
—El rojo...
—¿Superhéroe favorito?
—Bueno...Se lo ha visto con muchas prendas de Hulk, pero no sé cuál será.
—¿Familia?
—Hermana mayor, padre y madre vivos, pero no se mantiene en contacto con ellos.
—¿Rumores sobre su sexualidad?
—Ninguno.
—Entonces... —dejó la botella de agua a un lado y se cruzo de brazos mientras observaba la foto del
tipo en la pantalla—. Es un imbécil con una infancia sufrida ya que su nacimiento no fue esperado,
superado académicamente por su hermana mayor, quien era la consentida de ambos, lo que lo hacían
ver como una decepción...
—¿Por qué crees eso?
—También podemos deducir que sufría acoso escolar que incluían golpes o violencia intrafamiliar,
cualquiera que sean las dos, fueron a muy corta edad ya que esa cicatriz que tiene en la cara es muy
antigua. Ese sentimiento de debilidad lo hizo contener la ira durante mucho tiempo y la soltó toda con
una persona la cual lo molestaba desde hace mucho tiempo. Podemos deducir que efectivamente fue
bullying porque ambos padres están vivos...
—¿De qué hablas?
—Al liberar toda su furia de forma violenta y al darse cuenta de que de esa forma pudo defenderse,
decidió que la violencia y fuerza bruta le gustaban, lo hacen sentir fuerte, le gusta siempre ganar y para
eso no le importa jugar sucio y utilizar medios poco honorables como joder una extremidad del
oponente si eso le da una ventaja para ganar.
—De acuerdo...
—No se ve muy musculoso, por lo que la fuerza bruta está en sus piernas, y es lo que usa para
debilitar, y sus puños para rematar...También tiene una masculinidad frágil, se nota.
—¿Y en resumen?
—Sabía que su oponente se movía rápido por el ring, la velocidad, por eso fue directo a dañar su
pierna...Eso indica que estudia al enemigo muy bien antes de cada pelea, lo que me da una gran
ventaja.
—¿Ventaja?
—Si, yo soy impredecible, soy completo y no muestro debilidad alguna, aunque me estudie durante
todo el día no va a poder encontrar nada que pueda favorecerle, lo que lo hará desesperarse, asustarse
y tener que recurrir a otros métodos para ganar ventaja, sin ventaja no es nada porque solo es un tonto
con suerte y fuerza bruta.
—¿Y la charla sobre su vida era para...?
—Uno puede aprender mucho de la forma de pelear del otro a través de su vida, y soy bueno dándome
cuenta de los detalles, ¿Aún no te acostumbras a eso?
—La verdad que no, muchas veces no te comprendo pero te dejo ser.
—La pelea de mañana será fácil, solo que debería de darle al publico emoción y no terminarlo todo de
una vez, ¿No crees?
—Por supuesto, son las semifinales, el dinero aumenta asi como la violencia y sangre que vean en esos
rings —aseguró.
—Espero que Taehyung no se espante tanto...
—¿Tu novio vendrá a verte?
—Si, siempre viene a apoyarme —dijo cambiando su expresión y el tono de su voz por completo—.
Dijo que me tiene una sorpresa preparada su gano hoy.
—Que bueno, solo espero que no se lleve una decepción —bromeó.
—Oye, oye, ¿Qué quieres decir con eso? —preguntó ofendido.
—Nada, ¿Cómo crees?
—Ah, me parecía.
—Oye, Jungkook...Si tuvieras que estudiarte a ti mismo, ¿Qué conclusión sacarías? —preguntó
curioso.
El menor lo pensó unos segundos, luego sonrió de lado.
—Que va a ganar no importa que haga, porque perder no es una opción...
━─━──── ────━─━
Cuando Daehyun le preguntó si no podía conseguir un asiento más para llevar a un invitado, no pensó
que sería el mismísimo Youngjae, el chico que le gustaba a su primo.
Jungkook no tuvo problema en conseguirle el lugar, por lo que ahora irían tres personas a apoyarlo.
—Esta si que es una sorpresa —dijo cuando ambos ingresaron a su casa—. No sabía que ustedes eran
amigos, no me contaste nada, primito —se cruzó de brazos y lo miró con una ceja alzada.
—Bueno, lo que pasa es que ya casi no tienes tiempo para mi por estar con tu noviecito —intentó
evitar responder su pregunta.
—Ajam, lo que tu digas —caminó hasta la cocina, sirvió un vaso de agua y otro de jugo de naranja—.
Oye, Youngjae, ¿Si sabes a que lugar quiere llevarte mi primo?
El chico de cabello negro asintió, y tomó el vaso de jugo que le ofrecía, mientras que le entregó el de
agua a su primo.
—Dijo que tu novio es boxeador, y que hoy tiene una pelea importante.
—Bueno...No es asunto mío, pero, ¿Es enserio, Daehyun?, ¿Boxeo? —preguntó mirándolo con una ceja
alzada.
—¿Qué?, es eso...aunque también con patadas...y llaves...y todo eso —dijo apenado, bajando la
mirada.
—¿Eso no es MMA? —preguntó el pelinegro invitado.
—Si, es exactamente eso —respondió Taehyung mientras tomaba su teléfono para comprobar la hora
—. Nos vamos, o nos perderemos las biografías de los peleadores.
—¿Tu novio es muy bueno? —preguntó Youngjae.
El castaño solo sonrió, y volteó a verlo antes de cruzar la puerta.
—Es el mejor —aseguró, y salió para comenzar a caminar hasta la calle.
—Ya lo verás esta noche —dijo Daehyun, tomando su brazo para comer a caminar también.
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La cara de Youngjae cuando llegaron a esa calle que parecia cualquier cosa menos segura, hizo reír a
los otros dos, que recordaron la vez que ellos llegaron a el lugar.
—Nuestra cara seguro fue peor —aseguró Daehyun.
—Creí que nos robarían, nos violarían o algo, pero que definitivamente no saldríamos ilesos de aquí —
bromeó Taehyung.
—¿Están seguros de que es por aquí? —preguntó el pelinegro observando para todos lados con
inseguridad.
—Justo en ese callejón —respondió el castaño como si nada.
—¿Callejón? —preguntó con miedo.
—No seas gallina, no es lo que parece —dijo Daehyun.
Cuando caminaron un poco más hasta meterse en ese callejón, y vieron a el hombre a un lado de la
puerta, los dejaron ingresar sin problemas al ser ya conocidos en el lugar. Al ingresar, fue tanta la
sorpresa que se llevó Youngjae que hizo reír a ambos.
—Si, esa también fue nuestra impresión la primera vez —aseguró Taehyung.
—¡Mira, Jungkook está en la pantalla! —avisó Daehyun.
Todos voltearon a donde apuntaba el mayor, y efectivamente la imagen en movimiento de Jungkook se
mostraba en la pantalla grande. Se notaba que la actualizaban cada pelea, ya que en la imagen llevaba
el cabello rojo.
—¿Ese es tu novio? —preguntó Youngjae.
—Si —respondió orgulloso sin apartar la mirada de la pantalla.
Su teléfono sonó, y atendió tapándose un oído debido a el ruido de la gente en el lugar. Se volteó para
alejarse un poco, pero no notó que alguien pasaba justo en ese momento, y terminó chocando con él.
—Lo siento —se disculpó sin mirarlo.
—Fíjate por donde caminas, imbécil —escuchó que el hombre le dijo.
Taehyung solo rodó los ojos y continuó caminando, mientras escuchaba a Jungkook preguntarle donde
estaba.
—Estoy aquí en la en-
—Oye, ¿Quién te crees para rodarme los ojos de esa forma? —preguntó el tipo tomando su brazo con
fuerza para que voltee a verlo.
—¡Oye, sueltame!, ¿Qué te pasa, loco de mierda? —preguntó molesto debido al fuerte agarre,
haciéndole frente.
El tipo tenía el cabello rubio y muy corto; se veía con un cuerpo musculoso, y era un poco más alto
que él, su piel era acanelada y su mirada solo mostraba ofensa.
—Mírame con respeto cuando te hablo, tonto insignificante —dijo acercándose de forma amenazante
—. Estás frente a el campeón de éstas peleas durante tres-
—¡Que me importa, no te pregunté tu vida! —respondió Taehyung sin ganas de seguir escuchándolo
—. Mierda, ¿Por qué siempre me cruzo con tipos como éstos? —preguntó mientras volvía a voltear para
irse.
No dió ni dos pasos cuando pudo ver que Jungkook se acercaba rápidamente donde él, y lo atraía
hacia el con una mano, mientras que con la otra había detenido el puño del tipo que iba directo a él. El
castaño se quedó de piedra cuando al voltear se dió cuenta de lo que estaba a punto de sucederle.
—No sabes la suerte que tuviste de que llegara antes de que le tocaras un pelo —dijo Jungkook con
una voz aterradora, que le erizó toda la piel a su novio—. Si lo hacías, no volverías a ver la luz del sol.
El tipo comenzó a reír, apartando su puño del agarre contrario, mirándolo con una sonrisa de lado.
—Jeon...¿Es tu putita? —preguntó divertido.
A Jungkook la mirada se le oscureció aún más, e hizo una ademán de acercarse pero Taehyung no se
lo permitió.
—Cálmate, no vale la pena, vámonos —le susurró.
—Deberías de adiestrar bien a tu perra, tiene que aprender a respetar a quienes son más importantes
—dijo con el mismo tono burlón, solo para molestarlo.
Taehyung sabía que si continuaba de esa forma sería mucho más difícil hacer que se calmara, por lo
que simplemente tomó su mano y lo alejó del otro.
—¡La próxima vez no llegarás tan rápido, Jeon! —gritó el hombre, riendo como un desquiciado.
—Solo es un payaso, no le hagas caso —dijo, y entrelazó sus manos cuando ya se alejaron—. Ey,
cálmate...
Tomó su rostro entre sus manos, haciendo que volteara a verlo, respirando un poco más calmado
cuando notó que su mirada volvía a la normalidad al verlo.
—¿Estás bien, cielo? —preguntó el pelirojo abrazando su cintura.
—Perfectamente —respondió seguro—. Solo me preocupé cuando vi que querías golpearlo.
—Se lo merece, no solo debería golpearlo —dijo apretando su mandíbula—. No sé que le hubiera
hecho si llegaba a lastimarte.
—Pero llegaste a tiempo, gracias, amor —tranquilizó, besando sus labios de forma rápida—. Solo es
un narcisista más, no le des la atención que quiere.
Jungkook sonrió y llevó una mano a su mejilla para juntar sus labios en un beso que necesitaba,
llevaba muchas horas sin besarlo y solo eso ya lo estaba volviendo loco. Lo abrazó con fuerza cuando el
beso finalizó, y le habló al oído.
—Cielo, solo quiero avisarte que a medida que esto avanza, la gente espera mucha más sangre y
violencia... —dijo con preocupación—. Me veo obligado a tener que pelear de una forma mucho más
cruel, y realmente no me agrada la idea de que me veas de esa forma.
—Tonto, yo ya me esperaba algo así y lo acepté la primera vez que te vi sobre ese ring... —besó su
mejilla y luego lo miró con una sonrisa despreocupada—. Yo solo sufro si veo que te lastiman a ti, así
que no dejes que eso suceda, ¿De a cuerdo?
—Lo que tu digas, amor —respondió sonriendo en grande—. Te amo.
—Yo a ti —respondió de la misma forma—. ¿Contra quien tienes que pelear hoy?
—Es alguien japonés, y es sub campeón del año pasado —informó, y apuntó la pantalla—. Ese que
están pasando ahora.
—Se ve difícil...Pero confío en ti, más te vale no perder porque voy a apostar por ti, ¿Entendido? —dijo
picando su pecho son su dedo índice.
—Por supuesto, cielo —le guiñó un ojo y sonrió con ternura—. Por cierto, ¿Vino tu primo?
—Si, debe de estar ya en los asientos junto con su novio —respondió buscando con la mirada a ambos
—. Al pobre lo trajo aquí diciendo que era boxeo.
—Bueno, no le mintió del todo, solo omitió algunos detalles —bromeó.
—Iré a sentarme yo tambien, ya que eres el primero en salir, ¿Cierto?
—No, cielo, esta vez soy el ultimo en salir.
—Oh, bueno, entonces no hay prisa —besó una ultima vez sus labios y soltó su agarre—. Aprovecha
para analizar al que podría ser tu próximo rival.
—Es lo que hago siempre —respondió con una sonrisa inocente—. No andes solo por el lugar, por las
dudas, ¿Está bien?
—Te preocupas de más, no seas pesado —dijo rodando los ojos—. Suerte.
Continuó su camino hasta su asiento correspondiente, mientras que Jungkook volteó donde antes se
había enfrentado a el otro peleador, y su mirada volvió a oscurecerse.
—Espero que la próxima pelea sea contra ti, Park Ilhoon...
━─━──── ────━─━


Al ser las semifinales, el tiempo de cada round aumentaba de tres minutos a cinco, alargando cada
pelea de diez minutos, a veinte. Taehyung no sabía cómo sus cuerpos podían aguantar tanto tiempo
golpeando, o en el caso contrario, resistiendo los golpes sin colapsar.
Jungkook le había advertido que las peleas se harían cada vez más sangrientas y violentas, por lo que
no estaba seguro de si ver la primer pelea, la cual no sería la suya. Agradecía haber traído su teléfono
para al menos distraerse con los pocos juegos que tenía en él.
—¡Taehyung, aquí, aquí! —escuchó una voz conocida, y cuando logró dar con el dueño de ésta, sonrió
leve acercándose a los cuatro chicos que estaban sentados en las primeras filas.
—Hola, ¿Llegaron hace mucho? —preguntó acercándose a ellos, tomando asiento a un lado de ellos.
Los amigos que habían estado en la fiesta para el pelirojo, estaban allí para ver pelear a su amigo. De
derecha a izquierda estaban; Jongho, Yunho, Mingi y Wooyoung. El que siempre gritaba primero era
éste último, por lo que le era imposible olvidarse de él más que de los otros.
—Llegamos hace poco, ¿Tú llegaste con Jungkook? —preguntó Yunho.
—No, llegué con mi primo y su novio —al decir eso, comenzó a buscar con la mirada a los susodichos,
encontrandolos en la barra bebiendo y conversando de forma animada—. Creo que vendrán cuando la
pelea comience.
Tomó asiento a un lado de Jongho, y suspiró un poco nervioso por la pelea de su novio, aunque
falatara para que comenzara.
—No te preocupes —le dijo Jongho como si pudiera leer sus pensamientos—. Jungkook es el mejor,
este oponente es pan comido para él, porque lo estudió mucho para tener ventaja.
—Lo sé, estoy seguro de que va a ganar, solo espero que no resulte tan herido —respondió
encogiéndose de hombros.
—Tenerte aquí es como un power up para él, porque querrá lucirse —comentó Mingi con diversión.
Taehyung solo rió ante eso y buscó con la mirada a Jongup. Le pareció extraño que no estuviera en las
primeras filas como cada pelea, pero no pudo pensar mucho en eso porque su mirada se posó en una
persona que estaba sentada del otro lado del ring, haciéndolo fruncir el ceño.
—Qué desagradable... —comentó cuando vio que el rubio con el cabello rapado que quiso golpearlo
anteriormente, literalmente obligaba a una chica que pasaba frente a él, a sentarse en sus piernas.
—¿Hablas de Park Ilhoon? —preguntó Yunho mirando en la misma dirección que él.
—Si ese es el nombre de ese imbecil con ese cabello tan ridículo, entonces si —respondió Taehyung—.
El imbecil intentó golpearme solo porque choqué con él sin querer, ¿Es que acaso todos aquí son unos
violentos?
—Quitando a Jungkook cuando se enoja, si, la mayoría —respondió Wooyoung.
—Espera, ¿Dijste que intentó golpearte? —preguntó Jongho con los ojos exactamente abiertos.
Tae asintió y todos negaron con sus cabezas al mismo tiempo, como si les hubiera contado una
tragedia.
—¿Jungkook sabe eso? —preguntó Yunho.
—Si, justo llegó y evitó que me golpeara —respondió sintiendo un escalofrío por su espalda al
imaginarse lo que hubiera pasado si ese hombre grande y feo le hubiera dado un puñetazo—. Lo calmé
cuando intentó golpearlo porque me llamó su putita...Puta su madre, maldito psicópata.
—Bien, en resumen, mañana va a morir si es que pelea con Jungkook —dijo Wooyoung encogiéndose
de brazos.
—Obviamente va a pelear con él, Kook va a ganar y el maldito seguramente también —acotó Mingi.
—¿Por qué están tan seguros de que el violento va a ganar? —preguntó Taehyung curioso—. ¿Es tan
bueno?
—Ha ganado este torneo cada año desde que comenzó a pelear aquí —comenzó a contar Jongho—.
Tiene muchísima resistencia y fuerza, el muy maldito lee bien a su oponente, sus debilidades, va y ataca
justo en ellas, siempre.
—Este es el primer año de Jungkook, y él al ser el mejor desde hace años, es al que todos apuestan —
comentó Wooyoung.
—Aunque, Jungkook ya tiene mucha fama a pesar de que este es su primer torneo anual, su
popularidad sube como espuma —acotó Jongho.
—No te preocupes, Jungkook no tiene debilidades, Park no tiene oportunidad, mucho menos si el
maldito quiso golpearte, nuestro Kook va a hacerlo papilla —dijo Yunho con completa seguridad.
—Obviamente no va a matarlo, porque van a descalificarlo —dijo Mingi.
—¿Es eso lo que más les preocupa? —preguntó Taehyung con una ceja alzada.
—Si, el maldito no merece seguir desperdiciando oxígeno —dijo Jongho con total sinceridad.
—Todos saben que casi mata a su novia a golpes solo porque ella no quiso tener sexo con él una vez —
comentó Yunho con una expresión de pena—. La pobre quedó tan mal que tuvo que mudarse del país
porque vivía con el miedo de que él la buscara para acabar con ella luego de que lo denunció por eso.
Taehyung se sintió terriblemente mal al escuchar eso, y el desprecio por ese tipo solo se hizo aún más
grande. No podía creer que una persona así pudiera vivir su vida como si nada, como si pudiera hacer
lo que quisiera con quien quiera.
Odiaba a la gente que se aprovechaba de los demás, no importa de qué forma.
—En su última entrevista dijo que no importa contra quién pelee, va a destrozarlo, y llamó a Jungkook
un "novato con suerte pero poca fuerza" —comentó Wooyoung con el ceño fruncido—. Dijo que no
llegaría ni a cuartos de finales, pero parece que al ver que llegó hasta aquí y que mandó a Wonwoo al
hospital, quiere que la final sea con él.
—No cree que pueda ganarle, porque su confianza y ego son más grandes que toda Rusia, pero dijo
que le gustaría pelear la final con un oponente "Igual de sádico que él" —terminó de contar Mingi
haciendo comillas con sus dedos.
—Jungkook no es un sádico —defendió Taehyung a su novio—. Solo se descontroló con él porque
estaba molesto.
Ninguno de los cuatro respondió a eso aunque todos supieran que en realidad, Jungkook si lo era,
pero no con todo el mundo igual que Ilhoon, sino que con las personas que dañaban a sus seres
queridos.
El castaño volvió a mirar donde el rubio, y se quedó observando con curiosidad en su dirección
cuando notó una cara conocida acercarse a Park: El tío de Jungkook y padre de Wonwoo.
—Jamás supe que puesto tiene el tio de Jungkook —comentó, y volteó a ver a los cuatro—. ¿Es
importante?, Jongup lo saludó con mucho respeto la vez anterior, el viejo quiso decírmelo pero yo no lo
dejé hablar porque no me interesaba.
Los cuatro pares de ojos se posaron en la dirección en la que el castaño apuntaba, y todos fruncieron
el ceño al ver a ambos tipos peligrosos juntos.
—Es uno de los mayores inversionistas en estos eventos, también es alguien que maneja las grandes
apuestas, tiene mucha influencia en eso, suele apostar por quien resulta ganador la mayoría de las
veces —respondió Yunho.
—Un viejo narcisista que se cree más de lo que es y con muchos más derechos que cualquiera que no
tenga tanto dinero en sus cuentas como él —dijo Wooyoung con asco en sus palabras.
—¿Qué es lo que tanto parece hablar con Ilhoon? —preguntó Jongho con recelo—. Nunca antes los
vimos interactuar.
—De hecho, el viejo parecía odiar a Park porque una vez dejó muy grave a Wonwoo en una pelea el
año pasado —comentó Mingi—. Es extraño verlos juntos como si estuvieran hablando de negocios.
Taehyung volvió a fijar su mirada en dichos hombres, y sintió un escalofrío en todo su cuerpo al tener
los ojos fríos de Park Ilhoon sobre su persona. Lo miraba con una sonrisa maliciosa, como si estuviera
planeando algo en su contra, y eso no le gustó para nada, incluso de daba algo de miedo. A su lado, el
padre de Wonwoo, también posó su mirada sobre él durante unos segundos, como si lo estuviera
culpando de algo.
—No me gusta la forma en la que miran a Taehyung —susurró Jongho a Yunho, solo para que él lo
escuchara—. Ve a informarle a Jungkook, nosotros nos quedamos con Tae.
El de cabello celeste asintió, y se puso de pie.
—Iré al baño —mintió, y se alejó a paso algo rápido.
—Yo iré a buscar algo de beber —dijo Taehyung intentando distraerse y quitarse esas miradas de
encima.
—¡Vamos contigo! —dijo Wooyoung poniéndose de pie con una sonrisa.
—¡Vamos! —dijeron Jongho y Mingi al mismo tiempo.
—¿También quieren algo?, puedo traerles —ofreció Taehyung encogiéndose de hombros, dejando el
claro que no le molestaba hacerlo.
—No, vamos a ir contigo a todos lados —respondió Jongho acercándose a él para pasar su brazo sobre
sus hombros, comenzando a caminar hacia la barra—. Vamosna cuidarte la espalda, al parecer tienes la
mala suerte de llamar la atención de imbeciles que quieren golpearte o ahorcarte —bromeó.
—¿Jungkook les pidió esto? —preguntó sonando molesto con la idea—. Porque si es así, dejenme
decirles que-
—No lo hacemos a pedido de él, lo hacemos por él y porque queremos —respondió Wooyoung a su
lado.
—Eres importante para Jungkook, y Jungkook es importante para nosostros, ahora tú también eres
importante para nosotros —dijo Mingi apuntando a él mismo y a los otros dos—. Somos amigos ahora, y
nuestra amistad se basa en la lealtad, lo es todo.
Taehyung se sorprendió al escucharlos, y no pudo evitar sentir una calidez en su cuerpo que nunca
antes había sentido. Se sintió feliz, porque por primera vez sentía que había hecho amigos que no iba a
traicionarlo o a abandonarlo como hasta ahora.
—...Ugh, no sé que responder a eso...Gracias —respondió, sonriendo leve—. Voy a darles mi lealtad
también, en ese caso.
—Jungkook nos enseñó eso, ¿Sabes? —comentó Jongho sonriendo en grande—. El verdadero
significado de la lealtad, lo que hace de una amistad sólida y verdadera.
—El estar para el otro no importa que, incondicionalmente, el recordar los malos y dolorosos
momentos, y darte cuenta de que en todos ellos estuvieron las mismas personas apoyandote o
ayudándote —acotó Mingi.
—Realmente tienes suerte de que él esté contigo, ¿Sabes? —preguntó Wooyoung—. No habrá cosa
que el no haga por ti, lo que nos preocupa un poco porque literalmente tienes su vida en tus manos, el
muy tonto haría lo que fuera por y para ti.
—Incluso si lo odiaras, el seguiría haciendo cosas por ti —terminó de decir Jongho.
Taehyung bajó la mirada avergonzado por sus palabras, sonriendo porque sabía perfectamente que
era la persona más afortunada del maldito mundo por tenerlo en su vida y por ser amado por él.
—El muy imbecil incluso me preguntó si quería que dejara las peleas, que si no me gustaba que lo
hiciera entonces lo dejaría —comentó luego de unos segundos—. Obviamente le dije que ni loco hiciera
eso, porque es algo importante para él, lo sé, y por más que estemos juntos y esto no me fascine... —dijo
apuntando a su alrededor—. Eso no me da el derecho de decidir por él y mucho menos de cambiar algo
de su vida...Literalmente me molesta cuando me dice que si yo se lo pido, el haría lo que sea.
—Si, sabemos que eres una buena persona, que lo mantienes a raya sin aprovecharte de su devoción y
amor hacia ti, por eso también estamos felices de que el te tenga —dijo Wooyoung mostrándole una
sonrisa sincera.
—Por eso ahora también eres de los nuestros —acabó Mingi sonriendole de igual forma.
Taehyung les devolvió la sonrisa, intentando hacer que todo lo que estaba sintiendo pudiera ser
transmitido en ella, porque realmente no era bueno con las palabras, siempre terminaba maldiciendo
por alguna razón.
Al llegar a la barra y ver que su primo le estaba inspeccionando cada lugar de su boca a Younjae con
su lengua, no pudo evitar querer burlarse de él aprovechando y tomando venganza por las veces en las
que el mayor se burlaba de él con Jungkook.
—Pero mira nada más —dijo llamando la atención de ambos, que se separaron con rostros coloreados
ante la vergüenza de ser descubiertos—. Lamentamos interrumpir, pero nos dio algo de sed.
Les sonrió burlón, y rió al ver la mirada fulminante con la que su primo lo miraba en ese momento.
Sabía que estaba molesto por haberlos interrumpido.
—¿Éste es tu primo? —preguntó Wooyoung apuntando a Daehyun.
—¿Y ustedes son...? —preguntó él.
—Son amigos de Jungkook —respondió Taehyung por ellos, luego sonrió leve—. También son mis
amigos.
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Si bien no le gustaba el deporte, extrañamente estaba muy emocionado cuando el turno de salir de
Jungkook llegó. Los seis y él, ya estaban sentandos en los asientos de primera fila, esperando a que el
presentador nombrara a ambos peleadores. La música dejaba en claro que eso estaba por ocurrir en
pocos segundos.
—Kin Taehyung —llamó un chico acercándose a él, el cual el castaño reconoció como el chico que le
daba agua a Jungkook durante los descansos—. Jungkook te llama.
—¿Ahora? —preguntó con una ceja alzada.
La pelea estaba a punto de comenzar, ¿Qué era lo que quería decirle en ese momento. El chico asintió
a su pregunta, y le hizo una señal con la cabeza para que lo siguiera. Él solo rodó los ojos y se puso de
pie.
—Ahora vuelvo —avisó a los demás, y se alejó de ellos.
Mientras caminaba hacia el lado del equipo del pelirojo, pudo notar y escuchar a las animadoras de su
novio, las cuales seguían gritando cosas que para nada estaban relacionadas con la pelea, sino más bien
lo bien que se veía y cosas sexuales que hicieron al castaño apretar los dientes.
¿Cuál era su maldito problema?, parecían hienas en celo, ridículas.
Jungkook estaba sentado en el pequeño banco que usaba para sentarse durante los descansos,
escuchando a su entrenador. El hombre tenía toda su atención hasta que Taehyung entró en su campo
visual y ya no escuchó nada de lo que dijo.
—Cielo —llamó sonriendo en grande al verlo, y se puso de pie para sostener su cintura y acercarlo a
él.
—¿Qué quieres?, la pelea está por empezar, no quiero distraerte —regañó cruzándose de brazos.
—No sé para que me esfuerzo —dijo su entrenador llevando una mano al puente de su nariz,
indignado ante la forma en la que el pelirojo lo ignoró.
Jungkook no le respondió, solo acercó sus labios a los suyos, y lo besó con ganas, jugando un poco con
su labio inferior antes de separarse unos segundos después. Apoyó su frente sobre la suya y negó con la
cabeza.
—Solo quería ánimos, me das muchas energías cuando me besas, cielo —dijo mostrándole una sonrisa
coqueta.
—Imbecil —le respondió con las mejillas levemente sonrojadas, y llevó sus manos al pecho
descubierto de su lindo y sexi novio—. ¿Tu estupido club de fans nos están viendo? —preguntó curioso.
Las simpáticas —quese note lo sarcástico de ese adjetivo— chicas que gritaban como si estuvieran en
el concierto de su grupo favorito, estaba detrás suyo, por lo que no podía verlas. Jungkook miró hacia el
lugar y asintió.
—¿Por qué preguntas? —preguntó el pelirojo muy curioso.
—Nada en especial —dijo, y subió sus manos hacia su cuello, sosteniendo luego su rostro para volver
a besarlo, pero esta vez incluso ordenándole que dejaba ingresar su lengua, cosa que el menor no dudó
en hacerlo.
Jungkook, a su vez, atrajo más el cuerpo contrario al suyo, completamente a gusto con otro beso más,
hasta que la voz del presentador los obligó a separarse.
—¡Señoras y señores, llegó el momento que todos ustedes y yo, estabamos esperando! —
habló en presentador haciéndose escuchar por todo el lugar, a la vez que las luces de colores se
encendieron y se movían por el público y el ring.
—Es mi señal —dijo, y le dió un último beso rápido antes de soltarlo—. No apartes tus ojos de mí,
cielo.
—Presumido —le dijo, y sonrió antes de voltear para irse.
Volvió a su lugar, justo a tiempo para ver al contrincante de Jungkook subir al ring mientras era
presentado por el hombre de voz de locutor que quedaba muy bien para la ocasión.
—En la esquina roja; con un total de doscientas peleas ganadas, treinta y tres derrotas, y doce
hombre enviados al hospital, ¡Jung Hyunmin!
El nombrado saludó al publicó levantando sus brazos, luego lanzando algunos puñetazos al aire
aprovechando todo el tiempo y la luz sobre él para presumir su cuerpo trabajado, que si bien solo era
un poco más voluptuoso de brazos, Taehyung pensó que se veía ridículo porque sus piernas eran
delgadas y no le favorecían mucho.
—Este chico estuvo muy cerca de ganar el año pasado, pero fue derrotado justo en semi finales,
¿Logrará avanzar y llegar a la final donde se enfrentará al gran Park Ilhoon?, ¡Lo veremos en unos
minutos! —habló en presentador tan emocionado como siempre.
—¡No tienes oportunidad! —gritó Mingi.
—¡Vas a terminar en el hospital! —ese Wooyoung.
—¡Ni tu madre va a querer verte luego de que Jungkook acabe contigo! —ese Jongho.
—¡Eso que dijeron ellos! —respondió Yunho.
—¿Todos los amigos de Jungkook son tan gritones? —preguntó Daehyun a su primo.
—Al menos ellos si —respondió éste soltando una risa nasal.
—¡En la esquina azul; ahora con el cabello rojo, el novato que dejará de serlo cuando
termine la temporada, con un total de cincuenta y un peleas ganadas, dos derrotas y dos
personas enviadas al hospital, Jeon Jungkook, aka JK!
Jungkook ingresó por su puerta, tan tranquilo y apacible como siempre, sin inmutarse por los
abucheos de las personas que apoyaban a su contrincante. No hizo poses, ni mucho menos presumió
nada, solo volteó su rostro hacia donde estaba su novio, y al cruzar miradas le guiñó un ojo.
Taehyung solo se mordió el labio inferior reteniendo inútilmente una sonrisa ante su gesto, ignorando
las burlas de su primo que también presenció aquello.
—El chico viene a por todo, su popularidad sube tanto como su número de seguidores en
Instagram, es mi favorito, lo admito —dijo el hombre, y luego rió—. ¿Logrará pasar a la final y
luchar contra el gran Park Ilhoon?, ¡Lo veremos en unos minutos!
—¡Acaba con él, rompele las costillas! —animó Wooyoung.
—¡Haz que sea el número tres que envíes al hospital! —gritó Mingi.
—¡No lo mates pero haz que quiera estar muerto! —y ese fue Jongho.
—¡Eso! —apoyó Yunho.
—¿No es eso bastante violento? —le preguntó Youngjae a Daehyun.
—Oh, cariño, ésto... —dijo apuntando a su alrededor—. Es lo que le sigue de violento, lamento no
haberte dicho que te prepararas para ver esto.
Ninguno de los siete había visto la primer pelea, ya que se habían quedado en la barra tomando algo y
charlando de cosas triviales, por lo que el pobre novato en el mundo de las peleas ilegales de MMA
urban, no tenía idea de que era lo que iba a presenciar en los próximos veinte minutos.
—Peleadores, a sus puestos —habló el árbitro que ya estaba en medio del ring.
Ambos peleadores se acercaron al centro, dejando un espacio considerable entre ellos. Se miraron, y
sonrieron landinos cuando ambos pudieron ver lo mismo en los ojos del otro: ganas de darle una buena
paliza al otro para que el público lo disfrutara al máximo.
—Saludense.
Ambos chocaron sus puños, y dieron dos pasos havia atrás. El árbitro retrocedió tres, y levantó la
mano, luego hizo sonar el silvato, dando comienzo al primer round.
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Extrañaba mucho escribir esta historia
¿La estaban esperando con ganas? lamento haberme tardado.
G.GG


A penas el sonido del timbre sonó por todo el lugar, la pelea comenzó, y lo hizo siendo Jungkook el
primero en lanzarse a comenzar a lanzarle golpes a su contrincante, los cuales solo pudo esquivar a
duras penas.
Tal y como Jungkook lo predijo, el tipo retrocedió e intentó golpearlo lanzando patadas justo a sus
piernas. Sabía que no tenía tan buenos reflejos y que intentaría lastimar una de sus extremidades para
que le fuera difícil seguir peleando, pero no iba a permitirle hacer eso.
Dejó que se sintiera con la ventaja y creyera que no llegaba a esquivar sus patadas, hasta que en un
rápido movimiento, le sostuvo la pierna con la que había intentado golpearlo de nuevo, y con su otra
pierna pateó la zona trasera de sus rodillas, haciendo que el tipo cayera al suelo de espaldas. El pelirojo
solto su pierna, y se alejó dando un pequeño salto hacia atrás, quería jugar con él y animar a la tribuna,
no iba a terminar rápido, de eso estaba seguro.
—¡Buen comienzo para JK!
El tipo se levantó molesto por haberlo lanzado al suelo, y se abalanzó hacia él sosteniendo su torso,
haciendo que cayeran al suelo, e intentó lanzarle golpes en su rostro, pero Jungkook fue más rápido y le
dió tan fuerte con la derecha que el tipo se desestabilizó facilitando que el pelirojo se lo quite de
encima, y fue él quien de una patada en su pecho lo alejó hasta que chocó contra las rejas. Se puso de
pie nuevamente y retrocedió unos metros, mirándolo desde su lugar con una sonrisa burlesca que solo
hizo enfadar a su contrincante.
—¡JK está jugando con él, no piensa terminar las cosas rápido!
Esta vez fue Jungkook quien se acercó rápidamente cuando el otro se reincorporó y avanzo hacia él;
esquivó algunos puñetazos, luego de los devolvió encestando dos golpes con la zurda, luego dos
derechazos en su abdomen para luego hacer un movimiento de piernas rápido con el que terminó
dándole un rodillazo en la nariz aprovechando que el tipo bajó un poco la cabeza debido a los golpes en
su estómago. Terminó de volver a enviarlo hacia las rejas girando y dándole una fuerta para en el
pecho.
Quería demostrarle que él era incluso mejor con las piernas que él.
—¡El suelo ya comienza a teñirse con la sangre de Jung, esto terminará siento una masacre,
señoras y señores!
El público gritaba totalmente emocionado por el espectáculo, los gritos eufóricos de incluso las
personas que vinieron a apoyarlo podía escucharse por todo el lugar, haciendo sentir un poco incómodo
a Taehyung, quien aún no se acostumbraba a presenciar estas cosas con especial agrado. Por ahora no
estaba alterado porque Jungkook no parecía tener ni un rasguño, pero sabía que iba a calmarse hasta
que su novio ganara.
Faltaban tres minutos para que el primer round termine, y Jungkook no parecía estar apurado,
esperaba a que el tipo volviera a levantarse en vez de rematarlo para alargar su sufrimiento y darle al
público lo que pedía: sangre.
Hyungmin se levantó, escupió sangre y se limpió con el puño la sangre que también le salía de la
nariz, luego se acerco sin prisa a Jungkook, amagó con darle una patada, pero luego comenzó a lanzarle
golpes que parecían que querían dañar sus antebrazos. Golpeó una y otra vez, y el pelirojo estaba
resistiendo hasta que sintió que los golpes ya comenzaban a ser molestos, y dejó su frente al
descubierto cuando bajó sus manos.
El tipo amagó con golpearlo en el rostro un par de veces, pero luego cambió la dirección de sus
golpes al estómago contrario, intentando lastimar sus costillas. Jungkook sin previo aviso le dio un
cabezazo justo en la nariz, dejando en claro que ya se la estaba rompiendo debido al quejido que Jung
soltó. Queriendo poner en práctica sus llaves, se abalanzó a él para sostener su cuello debajo de su
axila, apretando fuerte y con firmeza, para luego comenzar a darle rodillazos en su estómago; una, dos,
tres, cuatro, cinco, seis, hasta que el otro le sostuvo la pierna, y Jungkook aprovechó eso para tirarse
hacia atrás en el suelo sin soltar su cuello, golpeando su cabeza contra el suelo en el acto.
—¡JK está hecho fuego, esto es lo que estábamos esperando ver el día de hoy, mierda que si!
Jeon lo soltó y se apresuró a subirse sobre su espalda aprovechando su leve mareo, y mirando hacia el
lado de sus piernas, sostuvo una y la levantó hacia atrás, tirando de ella hasta que el árbitro lo obligó a
detenerse cuando Jung golpeó insistentemente el suelo. Se levantó y levantó los brazos hacia el público,
haciendo que éste grite aún más emocionados, alentando y halagando su primer magnífico round.
La campana sonó, y el volvió a su esquina, donde su equipo ya lo esperaba preparados para asistirlo,
darle agua y limpiarle el sudor y la sangre contraria.
—¡Primer e impresionante round, Jeon Jungkook el novato nos está dando una de las peleas
más intensas de éste torneo!
Desde su lugar observó a su novio, que al cruzar miradas le sonrió leve, como diciéndole que estaba
bien con lo que acababa de ver, que no se preocupara.
—Tiene muy en claro que debe de entretener a la gente —comentó Yunho.
—También es obvio que se está luciendo, eso es para conquistarte, Taehyung —comentó Jongho con
diversión.
—Solo que no lo golpeen tanto y ya estaré feliz —respondió intentando no avergonzarse por sus
palabras.
—Veamos que va a mostrarnos en el próximo —comentó Mingi cruzándose de brazos con orgullo por
lo bueno que era su amigo.
—Espero que termine de forma única, que la gente que lo menospreció, se dé cuenta de lo
equivocados que estaban —dijo Wooyoung con el ceño fruncido, asintiendo a sus propias palabras—.
¡Vamos, Jungkook, demuestra quien manda!
—¡Eso! —apoyó Yunho.
—Oye, esto es...Heavy —comentó Youngjae al primo del castaño, el cual solo le sonrió apenado.
—Lamento no haberte avisado antes, pero si quieres puedes no mirar...
—Na, está entretenido, supongo —respondió restándole importancia.
La campana volvió a sonar, anunciando el comienzo del segundo round, y Taehyung volvió a respirar
hondo para intentar no ponerse nervioso. Ambos peleadores volviendo a pararse frente a frente en
medio del ring, hasta que el árbitro les indicó que podían comenzar a atacar.
El primero en atacar esta vez fue Hyungmin, quien comenzó a dar saltitos a su alrededor para
intentar marearlo, luego se agachó un poco y comenzó a lanzarle golpes en la zona baja de su torso, los
cuales Jungkook cubría utilizando sus antebrazos. De un momento a otro y siendo mucho más rápido
que otras veces, logró colocarse detrás y golpeó con fuerza en su espalda con su codo, haciendo que el
pelirojo reaccione soltando un quejido de dolor ya que había casi golpeado su columna directamente,
pero luego se volteó de forma habilidosa y lo apartó de una fuerte patada.
—¡Oye, esa zona no puedes golpear, maldita basura tramposa! —se quejó Wooyoung.
Taehyung solo apretó los puños preocupado por el dolor que le pudo haber causado ese golpe al
menor, y mordió su labio inferior con algo de temor por qué su oponente se molestara y lanzara un
golpe no permitido que le cause un dolor o lesión severa.
A Jungkook le molestó mucho ese intento de golpearlo de forma que podría perjudicarle bastante, y
eso se notó en su mirada.
—Oh ouh, alguien va a sufrir mucho en este round —comentó Mingi al notar el cambio en la mirada
de su amigo.
—¿Hueso roto o costillas fracturadas? —preguntó Jongho a sus amigos.
—Yo digo que va a destrozar su estómago y lo hará vomitar sangre —comentó Wooyoung.
—Puede que todas ellas —acotó Yunho.
A Taehyung no le gustó para nada las ideas de aquellos cuatro, y rezaba por que el pelirojo no hiciera
nada que pudiera dejarlo fuera la competencia justo en las semifinales.
Jungkook lo miró directo a los ojos, y su oponente supo en ese momento que había hecho algo que le
costaría muy caro, y lo tuvo muy en claro cuando en menos de lo que él pudo reaccionar, ya tenía el
pelirojo frente a él, y también un puño en la boca de su estómago que lo hizo quedarse sin aire durante
unos segundos, y escupir algo de sangre.
Cayó de rodillas sosteniendo la zona golpeada con ambas manos, tosiendo e intentando obtener todo
el aire posible. Jungkook no iba a esperar a que se recomponga como el round anterior, por lo que
caminó hasta quedar detrás suyo y lo lanzó al suelo boca abajo de una patada en su espalda. El tipo
quiso levantarse, pero el pelirojo se posicionó sobre él sosteniendo su cabello con fuerza, y comenzó a
golpear su cabeza contra el suelo repetidas veces hasta que escuchó el sonido del hueso de su nariz
romperse por completo.
El árbitro lo hizo alejarse de él, y luego de darle tiempo a Jung y preguntarle si podía continuar,
levanto la mano y tocó el silbato dando por terminado ese round.
—¡A nuestro JK no le gustan las trampas, señoras y señores, ya nos lo dejó muy en claro!
La mirada de Jungkook volvió a la normalidad cuando se sentó en su pequeño banco y fue rodeado
por su equipo, que le preguntaba si le solía el hueso de la columna, a lo cual él negó y solo pidió agua.
Chasqueó la lengua sin animarse a voltear a ver a su novio, temiendo de que en su mirada hubiera
rechazo o miedo hacia su persona.
Se había descontrolado, sabía que no debió de hacerlo, pero el maldito intentó dañar su columna, eso
no era un juego, podía arruinarle la final.
—Jungkook... —escuchó la voz de su novio detrás, y volteó al instante.
—Y ten cuidado con...Olvídalo, haz lo que quieras —respondió su entrenador, ofendido por haber sido
ignorado olímpicamente una vez más.
—Cielo... —nombró con la respiración algo agitada aún.
Taehyung estaba desde detrás de las rejas, mirándolo desde un poco abajo debido a la altura del ring,
y detrás suyo estaban sus amigos, que lo siguieron para asegurar de que nadie lo molestara.
—¿Estás bien?, ¿Tu espalda? —preguntó con un tono que parecía tranquilo, pero en sus ojos Jungkook
pudo notar a la perfección la preocupación que éstos mostraban—. ¡Responde, maldita sea!
El pelirrojo solo se acercó a la reja, apoyando su frente a la altura de su rostro, y también su mano
derecha, la cual pedía en silencio sentir el tacto de la suya. Taehyung comprendió el mensaje y posó la
suya sobre ésta, sin importarle que la reja no les permitiera sentir por completo su tacto, también
apoyando su frente sobre la suya de la misma forma.
—Estoy bien, no fue un golpe directo —le sonrió y guiñó un ojo para transmitirle seguridad—. No te
preocupes, cielo, terminaré esto pronto y nos iremos a casa a festejar que pasé a la final, ¿Si?
—...Más te vale no dejar que te lastime mucho o me voy a enfadar contigo —respondió sintiendo
mucha más tranquilidad al escucharlo—. Estupido.
—También te amo, bebé —respondió soltando una leve risa divertida.
El sonido de la campana anunciando el último round se escuchó por todo el lugar, haciendo que
Taehyung se separar del ring y le diera una última mirada de advertencia antes de regresar a su lugar.
Jungkook suspiró con mejores ánimos luego de haber visto que su hermoso novio aún lo quería y se
preocupaba por él incluso luego de haber presenciado aquello.
—¿Está bien? —preguntó Daehyun a su primo cuando regresaron a sus lugares.
—Si, me dijo que acabaría rápido —respondió mucho más tranquilo.
El pelirojo regresó al centro del ring con una leve sonrisa, la cual su oponente notó y creyó que le
ayudaría molestarlo un poco para hacer que su concentración fallara y tuviera alguna ventaja. Como no
encontraba debilidades suyas en combate, decidió molestarlo con lo que acababa de ver desde su
esquina.
Pésima idea creer que molestar a Jungkook le resultaría a su favor.
—Jeon, tu zorrita no está nada mal —comentó cuando lo tuvo en frente, volteando a ver donde
Taehyung—. Si te gano en ésta, ¿Me la prestarías un rato para divertirme con él?, tiene una boca que
parece ser experta en mamadas.
Jungkook al escucharlo cambió no solo su mirada, sino que parecía que el diablo se había apoderado
de él, ya que su expresión era tan dura y fría que Jung supo en ese preciso instante, que la había cagado
a lo grande.
—¿Por qué me volteó a ver?, que miedo —dijo Taehyung al ver que Hyungmin lo había volteado a ver
mientras parecía decirle algo a Jungkook.
—Oh no... —dijo Yunho llevando una mano a su boca.
—Definitivamente será el tercero —comentó Wooyoung.
—¿El tercero? —preguntó Tae con una ceja alzada, volteando a verlos.
—El tercero que Jungkook envíe al hospital —respondió Jonho, y apuntó a los peleadores—. El muy
idiota parece que hizo algún comentario para nada agradable sobre ti.
Y hasta Taehyung sintió pena por ese pobre tipo, aunque también se molestó por eso del mal
comentario hacia su persona. Volvió a mirar al ring cuando la campana volvió a sonar a la vez que el
árbitro daba comiendo a la pelea, y se quedó totalmente en shock al presenciar lo que todos en ese
momento.
Jungkook había sido veloz y salvaje a la hora de avanzar cuando la campana sonó; lanzaba puñetazos
con tanta fuerza que incluso llegaba a lastimarse sus propios nudillos, daba un paso y cuatro golpes a la
vez, golpes que el pobre de Jung no alcanzó a esquivar por completo. Comenzó a darle fuertes patadas
en sus costillas, y enviándolo con fuerza hacia las rejas cuando pudo hacer que dejara su rostro al
descubierto.
No detuvo los ataques en ningún momento, le dió varios codazos cuando lo tuvo contra las rejas hasta
casi dejarlo inconsciente, hasta que luego lo sostuvo y lanzó al suelo boca abajo. Se subió encima y
sostuvo su brazo hacia atrás, y de un rápido movimiento le sacó el brazo de lugar.
El grito desgarrador le erizó la piel a absolutamente todas las personas que estaban en el lugar,
incluso dejandolos en silencio durante unos segundos.
Jungkook no tuvo suficiente con eso, y mientras presionaba su pecho contra el suelo utilizando su
rodilla, llevó ambas manos a cada lado de su hombro derecho, el mismo lado del que me había quitado
el brazo de lugar, y también le dislocó el hombro, haciendo que soltara otro grito de puro dolor.
Se puso de pie y le pateó el rostro con tanta fuerza que lo dejó inconsciente, y luego incluso lo escupió.
Estaba tan enfadado que si el árbitro no lo hubiera apartado, seguramente seguiría pateando si
cabeza hasta matarlo.
Nadie, absolutamente nadie hablaba de Taehyung de esa forma y no era castigado por atreverse a
faltarle el respeto de esa forma.
La campana anunciando el final de la pelea sonó, haciendo que todo el equipo del pelirojo se acercara
a él para bajarlo del ring e intentar calmarlo. Jungkook apretaba los puños y estando debajo del ring
pateó con molestia el pequeño banco que utilizaba para sentarse.
—¡Qué magnífico final para esta noche, ¿Ya ven por qué es mi favorito?! —comentó el
presentador extremadamente feliz—. ¡JK pasa a la final, y peleará contra Park Ilhoon, el ganador
invicto desde hace años!
En ese momento no escuchaba a la multitud, a su entrenador, al presentador, a absolutamente a
nadie, estaba intentando tranquilizarse por su cuenta pero parecía que no lograba nada.
—¡Jungkook tienes que calmarte! —pidió su entrenador, sin atreverse a tocarlo, por las dudas.
Nadie se atrevía, en realidad, porque Jungkook en ese estado era peligroso, cualquiera que intente
tranquilizarlo terminaría lastimado. Nadie quería correr el riesgo.
Taehyung se acercó junto con los demás a donde ellos al ver la forma en la que trataban de
tranquilizarlo, preocupándose al ver que su novio parecía completamente ido, golpeaba la pared y en un
momento volteó a ver Jung que seguía en el ring siendo atendido por su equipo.
Al notar que tenía intenciones de volver a subir a éste, se apresuró a colocarse frente a él y empujarlo
leve hacia atrás.
—Ya basta —ordenó mirándolo fijo, buscando que el otro también lo mirara.
—No, tiene que aprender a no volver a hablar de ti de esa forma —respondió apretando los dientes, e
intentó moverlo con cuidado para regresar al ring, pero Taehyung no se lo permitió y sostuvo su rostro
obligándolo a que lo mirara.
—Dije que basta, Jungkook. Se acabó, ¿Qué no ves cómo lo dejaste? —dijo con voz firme al igual que
su mirada.
—Nadie va a hablarte de esa forma, ¡No voy a permitir que nadie te falte el respeto, voy a acabar con
todos los que lo hagan! —respondió cerrando los ojos con fuerza, apretando los puños y respirando con
dificultad.
Taehyung se sintió de muchas formas al escucharlo, pero principalmente no quería seguir viéndolo de
esa forma, tan fuera de si. Realmente sintió una calidez enorme al ver que incluso en ese estado,
Jungkook no se atrevía ni a tocarlo por temor a que lo lastime de alguna forma.
—Mi amor, mírame... —pidió con voz suave, acercando su rostro al suyo, llevando sus manos a las
contrarias, sintiendo como éstas dejaban de temblar al sentir el tacto de las suyas—. Mírame, por
favor...
Jungkook obedeció al instante, sintiendo como todo lo malo se esfumaba como humo al conectar su
mirada con esos ojos hermosos los cuales jamás se aburría de ver.
—Ya basta, no quiero que te pongas de esta forma, ya lo dejaste muy mal... —subió sus manos a si
rostro nuevamente, y le sonrió leve—. Ya no importa, ganaste, yo estoy bien...Estamos bien —dijo, y lo
abrazó envolviendo su cuello con sus brazos, sin importarle que su novio estuviera lleno de sudor y con
algo de sangre salpicada en algunos lugares—. Vayamos a casa, ¿Si?
Jungkook cerró los ojos envolviendo su cintura con firmeza, atrayendolo más a su cuerpo, y asintió.
—Lo siento... —dijo el pelirojo contra su cuello—. Odio que hablen de esa forma sobre ti, me vuelve
loco, te amo y no voy a dejar que nadie te falte el respeto de esa forma...
—Ya no importa, ¿A mí que carajos me importa lo que diga un estupido cualquiera? —preguntó con un
tono de regaño—. Solo no vuelvas a reaccionar de esta forma por eso, ¿Y si lo golpeaba muy feo y te
descalificaban?, piensa un poco, maldito cavernícola...
Jungkook se alejó un poco, llevando sus manos a su rostro, mirándolo con pura adoración y amor,
tanto que Tae se sintió intimidado, pero encantado a la vez.
—Solo merecen que los asesine a golpes, porque, ¿Cómo pueden hablar de esa forma de la persona
más hermosa y maravillosa del mundo? —preguntó tan el calma que parecía que no se había alterado
hace solo unos momentos—. No, es un maldito pecado ensuciar tu nombre con palabras tan de mierda,
cuando solo te mereces las más bonitas y cursis, que yo sé que te encantan...
Taehyung se sonrojó violentamente al escucharlo, y no supo que responder a eso, porque el maldito
estaba haciendo que incluso justifique un poco sus acciones si lo miraba de esa forma y le hablaba como
su fuera el objeto más hermoso y sagrado del todo el maldito universo.
—Mientras yo viva, pasaran dos cosas; voy a amarte, y voy a cuidarte de todas las formas posibles, y
eso incluye a las palabras de mierda que no te mereces —dijo, y acercó sus labios a los del castaño,
quien no pudo evitar corresponder al instante.
Los demás solo observaron a la pareja que se había envuelto en su propio mundo ignorando a todo y
todos; el equipo de Jungkook, los paramédicos que estaban llevando a Hyungmin al hospital, a sus
amigos que se calmaron al ver que Taehyung había logrado tranquilizarlo, e incluso a esos pares de ojos
que observaban a la pareja con puras malas intenciones, y planes sucios para la gran final.
Definitivamente nadie más que Taehyung podía lograr calmar a la bestia en la que Jungkook se
convertía, lo cual era tanto tranquilizador como preocupante.
Para Jungkook, Taehyung era tanto una fortaleza como una debilidad, y éso, podría traerles muchos
problemas a alguien con tantos enemigos como lo era Jeon.
¿Qué les esperaba a ambos?
━─━──── ────━─━


No le costó mucho a Taehyung, hacer que Jungkook fuera a darse un baño antes de que se retiraran a
sus casas. Mientras, Daehyun y Youngjae se fueron en un taxi juntos, negando que iban a dormir juntos
aunque eso sea lo que probablemente sucediera esa noche, y tampoco es que solo iban a dormir.
Se quedó en el que era el lugar donde Jungkook se preparaba para las peleas junto con los otros
cuatro, que querían felicitarlo como se debe antes de retirarse.
—Confiamos en que vas a cuidarlo bien, Taehyung —dijo Yunho.
—Asegúrate de que te diga la verdad sobre si algo le duele o se siente mal, suele mentir sobre su
salud para no preocupar a los demás, pero si tú se lo exiges, seguro que suelta todo como cómplice al
que se le baja la condena —dijo Wooyoung.
—Sabe que si me miente, la pasará mal —respondió encogiéndose de hombros—. No suele mentirme.
—Vamos a organizar otra fiesta en honor a su victoria, pero ésta vez vamos a organizar un
campeonato de metegol, ¿Estás listo para perder? —preguntó Mingi de forma retadora.
—Solo ve pensando en cuánto dinero vas a perder —le respondió el castaño con seguridad.
—Ah, tan confiado, tan digno de ser pareja de Jungkookie —dijo Jongho asintiendo ante sus propias
palabras.
—Así que, ¿Eres la pareja de Jeon? —todos escucharon una voz realmente irritante aunque no tuviera
que ser chillona, y voltearon a la entrada de la habitación, encontrándose con Park Ilhoon justo frente a
ellos, el cual miraba a Taehyung como si fuera un conejillo de indias.
Los cuatro amigos de Jungkook se posicionaron frente al castaño rápidamente, encarando al rubio con
una posición a la defensiva, mientras que Taehyung solo observó al hombre con recelo.
—¿Qué es lo que quieres, Park? —preguntó Mingi con una voz firme pero tranquila.
—Solo vine a hablar con Jeon, ¿Algún problema con eso? —preguntó mirando al alto con una sonrisa
landina.
—Jungkook se está duchando —respondió Jongho de la misma forma que su amigo.
—Bien, lo esperaré —respondió de dorma desinteresada, caminando hacia uno de los sofás que
estaban en la habitación.
Miró a los chicos frente a él, posando su mirada en el castaño, el cual había sacado su teléfono y
miraba la pantalla ignorando su presencia. Comenzó a reír divertido cuando notó que los cuatros
parecían estar intentando crear una barrera entre él y el castaño.
—¿Por qué protegen a la perra de Jeon como si fuera tan importante? —preguntó con burla en cada
palabra.
—Si Jungkook te oye hablando así de él, vas a terminar peor que Jung —dijo Yunho con un tono
amenazante.
—¿Tanto te mezquina, Jeon?, entonces debes de tener algo de especial, o ser una puta muy buena en
la cama —le dijo directamente al castaño.
Taehyung por fuera seguía ignorandolo, con la mirada desinteresada en su pantalla, pero por dentro
estaba que quería golpear a ese maldito por hijo de puta, ¿Cuál era el maldito problema con todos los
bastardos que terminaban insultandolo como si les hubiera hecho algo o querían golpearlo?
No entendía que era lo que hacía para atraer a tanta basura, en verdad que no creía hacer nada para
buscarlos pero siempre terminaba siendo atacado con alguno.
Lo ignoró por dos razones; porque sabía que el que los ignoren, los ponía como locos a los narcisistas
psicópatas como él, y otra porque no quería dar problemas, porque si Jungkook salía de la duchas y veía
que el tipo había golpeado a alguno de sus amigos, iba a descontrolarse.
Ni hablar de lo que le haría si es que lo escuchaba hablarle de esa forma a Taehyung o si llegaba a
lastimarlo.
—¡Oye, te estoy hablando, zorra! —se quejó Park al notar como era ignorado.
—Y él te está ignorando, ¿Qué no ves? —dijo Wooyoung con un tono burlesco en su voz—. Entiende
que para él vales caca, y te está haciendo un favor en no responderte para que no hagas una locura y
Jungkook termine asesinandote antes de que puedan pelear en las finales.
—Me di cuenta de que Jungkook es un monstruo, pero no podría conmigo ni arriba del ring o justo
aquí —dijo con seguridad, claramente menospreciando por completo al pelirojo—. Me importa una
mierda si se molesta o no, pero no me vale mierda que un cualquiera que se acuesta con él me trate
como a un cualquiera.
—Tienes razón, no eres un cualquiera —dijo Taehyung sin poder soportar el no responderle ante sus
palabras irritantes—. Eres un pobre tipo que solo sabe usar fuerza bruta y no tiene ningún encanto, lo
único que puedes intentar presumir son las victorias ganadas en estos torneos... —le sonrió con burla, y
en sus ojos solo había seguridad al igual que es sus palabras—. Perderás esa racha este año porque
terminarás siendo el cuarto en la lista de Jungkook, lo sabes.
—¿¡Qué mierdas dices, eh, puta de mierda!? —se pusó de pie e intentó acercarse al castaño.
Antes de poder siquiera empujar a alguno de los cuatro que lo protegían, la voz de Jungkook se hizo
escuchar haciendo que todos volteen a verlo.
—¡No serás el cuarto que envíe al hospital, serás el primero al que mande directo al cementerio como
vuelvas a intentar ponerle un dedo encima a mi novio! —gruñó el pelirojo mientras se acercaba al
castaño con la mirada fija en el de cabello rapado.
Su cabello estaba aún mojado, y se colocó justo delante de Taehyung, quien sostuvo su mano desde su
lugar para intentar impedir que se descontrolara. No quería que tuviera problemas que pudiera hacer
que no llegara a finales.
—Jeon... —nombró el rubio soltando una risa divertida ante sus palabras—. Debes de enseñarle a tu
putita a medir sus palabras con ciertas personas.
—Soy Taehyung, payaso con crisis —dijo Taehyung asomándose y apuntado su cabello—. Te quitaste
parte de cerebro además de los pelos, ¿O por qué no puedes comprender eso?
De verdad que intentaba ignorarlo, pero sus palabras y forma de referirse a su persona solo lo hacían
dudar en si quería evitar que Jungkook le arrancara la cabeza a patadas.
Solo y gracias al agarre en su mano, Jungkook pudo aguantarse y evitar que la ira se apodere de él, y
suspiró callando las palabras de Park antes de que pudiera insultar nuevamente a su novio.
—¿A qué viniste?, ¿Qué demonios quieres? —preguntó fijando su oscura mirada sobre él.
Como si hubiera olvidado los insultos de Taehyung, el de cabeza rapada sonrió con diversión y volvió
a enderezarse, quitando su postura a la defensiva.
—Solo vine a halagarte por su maravillosa pelea, la forma en la que no tuviste piedad con ese pobre
infeliz —respondió, y pasó su lengua por sus labios—. Pude confirmar que eres tan sádico como yo, eso
me hizo entusiasmarme mucho, no puedo esperara a pelear contra ti.
Taehyung frunció el ceño al escuchar decirle eso a su novio junto con esa mirada casi lujuriosa, como
si estuviera descubriendo que comparten las mismas perversiones sexuales y le estuviera haciendo una
invitación. Se sintió celoso de alguna forma por eso, sin saber exactamente la razón de ello.
—Kook... —llamó acercándose a su oreja, enlazando sus manos juntas—. Ya no soporto verle la cara a
este idiota, vamos a casa de una vez.
Jungkook suavizó su mirada y volteó para verlo, dándole una leve sonrisa para luego asentir y
sostener con firmeza sus manos juntas.
—Claro, cielo —dijo, y volvió a mirar a Ilhoon pero con una mirada desinteresada—. Si es todo,
entonces nos vamos.
No esperó respuesta y simplemente comenzó a caminar junto con sus amigos hacia la salida de la
habitación. El ser ignorado de esa forma por el pelirojo hizo que el rubio apretara los puños con fuerza,
viéndolos abandonar la habitación como si el no fuera importante.
—Oh, y, Park... —dijo Jungkook deteniéndose para voltear a verlo, esta vez con ojos fríos y profundos,
causándole un escalofrío por todo su cuerpo—. No somos iguales, realmente no quieres saber lo hijo de
puta y sádico que puedo llegar a ser, así que mejor no hagas que te lo demuestre.
Dicho eso, sus amigos miraron al tipo con unas sonrisas cómplices y tétricas, los cuatro junto con
Jungkook parecían tener el mismo brillo que contrarrestaba lo oscuro de sus miradas. Sin agregar nada
más, todos se alejaron del lugar sin importarles nada más.
━─━──── ────━─━
Si bien la casa que había comprado Jungkook era espectacular y con algunas cosas más como una
cama más cómoda como para que el pelirojo descansara bien, la casa del castaño estaba más cerca, y
Taehyung insistió en que debía de recostarse lo más antes posible.
—Ve a recostarte mientras yo te preparo un té de manzanilla —ordenó el mayor mientras se quitaba
los zapatos.
—Cielo, estoy cansado, solo vamos a dormir —pidió el menor mientras copiaba su acción—. No me
duele nada, estoy bien.
—Cállate, Jungkook —fue todo lo que Taehyung respondió a eso—. Quítate la camiseta y espérame en
la cama.
Y es que el castaño estaba seguro de que le estaba mintiendo. Si bien no había recibido una paliza,
quería ver si el golpe en su espalda necesitaba ser tratada con alguna crema, y se encargaría de
averiguar todos los dolores que me habían quedado luego de la pelea, además del cansancio.
El pelirojo observó a su novio ir a la cocina a toda prisa, y sonrió muy feliz al ver que estaba
preocupado por él. Su novio era todo un amor, él lo sabía perfectamente, y el que se estuviera tomando
tantas molestias para que se sintiera bien y menos adolorido luego de la pelea, lo hizo sentirse
orgulloso de tenerlo como pareja.
No quiso molestarlo, por lo que se apresuró a ir a la habitación mientras se quitaba la camiseta y la
dejaba caer al suelo sin preocuparse por donde caía. Su cabello aún estaba húmedo y eso hizo que un
escalofrío le recorriera todo el cuerpo al sentir el aire algo frío recorrer todo su torso y cabello.
Se tiró en la cama boca arriba, aspirando hondo para deleitarse con el aroma del perfume de su novio
que estaba por todo el lugar, eso le encantaba.
Se puso a pensar en lo que había ocurrido con Jung, y no se arrepentía en lo absoluto. Lo que
realmente le daba tranquilidad, era que Taehyung parecía seguir queriéndolo de la misma forma a
pesar de haber visto lo que es capaz de hacer y la forma en la que pierde el control.
Mientras Taehyung siga a su lado, nada más importaría.
Escuchó pasos acercarse y automáticamente se sentó en la orilla en la cama. Vio como su lindo novio
se quitaba el pantalón dejándolo caer al suelo tan y como él hizo con su remera, y caminó al baño sin
darle una mirada. Salió luego de unos segundos con algo en su mano, una pequeña caja de color roja la
cual reconoció cono alguna crema cuando el mayor llego donde él.
—Siempre tengo de éstas cosas por las dudas, menos mal —comentó, y se subió a la cama para
colocarse detrás del pelirojo.
—¿Qué es? —preguntó curioso, volteando el cuello un poco para intentar mirarlo.
—Para los músculos, es como un analgésico y calmante —respondió, y le entregó la caja vacía—.
Sostén esto.
—Pero, estoy bien, cielo, enserio —dijo haciendo un mohín con sus labios.
—¿Te pregunté?
—No...
—Entonces solo cállate, y baja la cabeza un poco —ordenó mientras se colocaba un poco de producto
en la punta de sus dedos.
—Claro, bebé —respondió obedeciendo al instante.
Taehyung comenzó a masajear los músculos de su cuello y su nuca, no de una forma totalmente
profesional, pero sabiendo un poco gracias a que una vez había ido a un Spa con su primo y luego de
recibir un masaje pidió consejos para hacerlos él mismo.
Jungkook cerró los ojos y soltó un suspiro leve, sintiéndose completamente a gusto y placentero con
los masajes que estaba recibiendo. Sabía que la mayoría de sus músculos debían de estar tensos y
adoloridos, pero no había querido admitirlo para no preocupar al mayor.
—¿Te duelen los brazos? —preguntó Taehyung cerca de su oreja—. Vi que te defendiste mucho, tus
brazos fueron golpeados muchas veces.
—Mmh...Un poco —respondió sin abrir los ojos—. Aah —soltó un leve jadeo cuando el castaño
comenzó a esparcir el gel frío y a masajear sus hombros con lentitud pero ejerciendo presión de forma
placentera.
—¿Crees que Jung haya quedado muy mal? —preguntó curioso y algo preocupado por creer que pudo
haber tenido problemas por haberlo enviado al hospital con todo el brazo fuera de lugar y una nariz que
no podría reconstruirse de ninguna forma.
—Lo detrozé —respondió simple—. Aunque tampoco es que le haya roto los brazos, solo le saqué los
huesos de lugar, se vuelven a colocar de forma correcta.
Taehyung arrugó la nariz al ver que en medio de su espalda, a un lado de su columna, había un
moretón, que supo al instante que era debido al golpe no permitido que Jung había querido darle para
perjudicarlo. Tomó otro poco de gel y comenzó a colocarlo de forma suave sobre la herida.
—¿Crees que luego de esto se vea como Voldemort? —preguntó con un tono de burla que hizo sonreír
al menor.
—Seguramente, definitivamente le destrozé la nariz, eso si que no puede arreglarse tan fácil como lo
de su brazo...O algunas costillas —respondió divertido.
El mayor comenzó a masajear absolutamente toda su espalda, haciendo que Jungkook casi se
durmiera ante lo bien que se sentían las manos de su novio tocarlo de esa forma, aunque la posición no
ayudaba mucho. Luego de unos minutos el castaño paró, y se bajó de la cama para ir corriendo hacia la
cocina cuando el sonido de la pava eléctrica anunció que el agua estaba caliente.
Regresó unos pocos minutos después con una taza de té, la cual le ofreció al menor que la aceptó
gustoso.
—Gracias, cielo —agradeció, y acercó si rostro al suyo para besarlo de forma dulce durante unos
segundos.
Taehyung se había sentado a su lado, y solo se concentró en jugar con su cabello en lo que se
terminaba el té. Su mirada se posó en las manos contrarias, más específicamente en sus nudillos, los
cuales estaban algo rojos y maltratados, aunque sus manos se seguían viendo sexis.
—¿Quieres hielo para tus manos?, se ven algo hinchadas —dijo, y se apoyó sobre el hombro
descubierto de su hombro.
—No, cielo, no me duelen o molestan, mis manos ya están acostumbradas —respondió tranquilo, y
luego se le quedó viendo durante unos segundos en completo silencio.
—¿Qué tanto mirás? —preguntó Taehyung al sentirse cohibido por su intensa mirada sobre la suya.
—Tanta belleza hace que pierda la cabeza, me vuelves aún más tonto de lo que me traes cuando me
tratas tan bonito, bebé —dijo con una gran sonrisa en sus labios.
—Lo dices como si te tratara mal la mayoría del tiempo —se quejó con las mejillas teñidas de un leve
carmín.
Jungkook terminó de beber todo el líquido, y dejó la taza en el suelo para luego acercarse y tomar el
rostro contrario con ambas manos.
—Quiero hacerte el amor, pero estoy muy cansado —dijo, y terminó por juntar sus labios, comenzando
un beso lento y delicado, el cual no tenía ni una pizca de querer llegar más lejos.
Taehyung le dio otros besos más cuando se separaron, y tomó su mano para tirar de él al mismo
tiempo que se recostaba debajo de las sábanas. El pelirojo lo miraba en silencio, y sonrió en grande
cuando el mayor abrió un poco sus piernas y le hizo un movimiento de cabeza indicándole que se
acercara.
Se subió a la cama, adentrándose a las sábanas hasta que se colocó entre las piernas de su hermoso
novio, y abrazó su cintura apoyando su mejilla sobre su pecho. El mayor tomó la sábanas y los cubrió a
ambos, para luego abrazar el torso contrario con delicadeza, llevando una manos al cabello rojizo luego
de unos minutos.
—Jungkook...
—¿Si, bebé?
—¿La pelea con Ilhoon será mucho peor que está? —preguntó sonando tranquilo, pero en sus ojos
había preocupación.
—Si, él suele ser muy violento, y la final solo lo pone más violento —respondió con el mismo tono de
voz—. Pero no te preocupes, lo haré como hoy, no podrá lastimarme tanto, no lo dejare hacerlo.
—Más te vale que sea así.
Jubgkook rió ante su amenaza, y besó su pecho sobre la tela, para luego suspirar hondo.
—Mañana tengamos una cita —propuso sonando emocionado.
—¿Qué tienes pensado? —preguntó sonriendo ante la idea.
—Lo que tú quieras, solo pídeme un lugar al que ir, no importa que tan lejos esté y vamos juntos.
—¿A donde quieres ir tú?
—No me importa el lugar o lo que hagamos, solo te quiero ver feliz y te quiero conmigo, solo eso
basta para que sea la mejor salida del mundo mundial, cielo —respondió orgulloso por su "humildad".
—Puaj, que cursi eres.
—Solo contigo, mi amor —aseguró soltando una leve risa ante sus palabras.
—...¿Y si cenamos en ese lugar al que me llevaste la noche en la que descubrí que peleabas? —ofreció
con cierta ilusión en sus ojos ante la idea.
—Oh, muy romántico, me encanta.
—Yo no voy a cocinar nada, desde ya te aviso —dijo el mayor.
—No pasa nada, podemos pedir delivery, total el postre si vas a darmelo tú —dijo con un tono
sugerente que el castaño captó al instante.
—¿Sabes de que tengo ganas desde hace unos días? —preguntó sonando inocente.
—¿De qué, cielo? —preguntó luchando por no dormirse aún.
—...Mañana te digo —respondió, y estiró su brazo para apagar la pequeña lámpara que estaba sobre
su mesa de noche—. Ya mejor duerme.
—Buenas noches, cielo. Te amo.
—Es un fastidio, pero también te amo —respondió, y se dedicó a acariciar el cabello contrario para
que se durmiera más rápido.
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La alarma sonando con una canción predeterminada que dejaba escuchar cascadas y pájaros, hizo que
Taehyung tuvieras ganas de tomar el teléfono de su novio y meterlo a la lavadora para ver si ahí dentro
también tiene ganas de joderle las mañanas a las personas.
No, no era una persona a la que me gustaba levantarse temprano, claramente.
Cuando estiró su mano para buscar el molesto aparato y lanzarlo lejos de la cama, sintió que su mano
era sostenida con suavidad y llevada un poco más arriba de su cabeza, donde al llegar sintió que el
dorso de ésta era besado con delicadeza.
—Yo lo apago, cariño —dijo Jungkook, soltando su mano para estirarla y tomar su teléfono para
apagar la alarma, que por suerte, solo sonaba una vez y no se repetía.
Taehyung se removió un poco, sintiéndose algo confundido cuando notó que estaba boca abajo sobre
el cuerpo del menor, y el recuerda que las posiciones eran al revés cuando fueron a dormir. Restandole
importancia luego de unos segundos, se reincorporó hasta quedar a horcajadas de su abdomen,
comenzando a frotar sus ojos mientras lo observaba.
—Buen día, cielo —saludó Jungkook acariciando sus muslos, una linda sonrisa adornaba su rostro.
—¿Qué haces despierto tan temprano?, por lo general tengo que golpearte para que te despiertes de
una buena vez —dijo, y luego fijó su mirada en el reloj que estaba colgado en la pared, confirmando que
era temprano.
—No lo sé, simplemente me desperté hace unos minutos y me quedé pensando en algunas cosas —
respondió tranquilo.
—Bueno, comienza a levantarte —ordenó mientras se apartaba de él para bajar de la cama y caminar
hacia el baño—. Es lunes, tenemos escuela, y debo de llamar a Daehyun para que me cuente el chisme
sobre Youngjae y él.
—Si, mi amor —respondió Jungkook obediente, sentándose en la cama—. Ah, ya estoy cansado de la
escuela... —se quejó haciendo un berrinche que el castaño llegó a escuchar.
Desde el baño, Taehyung solo rodó los ojos negando con la cabeza.
—No seas bebé, es nuestro último año, al menos para la secundaria, y no vas a tener que estudiar
nada más si no quieres ir a la universidad o facultad —se volteó del vater hacia el lavabo, y comenzó a
buscar su cepillo de dientes—. Hablando de eso, ¿Tienes pensado seguir estudiando o qué?
—Debo de seguir con los negocios de mi padre, él me adoptó para tener un descendiente que tome su
lugar en un futuro —respondió mientras ingresaba al baño también, para liberar su vejiga.
—¿Y qué hace exactamente tu padre? —preguntó no muy seguro de querer saber la respuesta a eso.
—Lavado de dinero, narcotráfico, préstamos que se cobran de formas algo violentas y extremas,
exportaciones ilegales... —terminó de orinar y se volteó para sostener la cintura de su novio y moverlo
de forma suave para lavar sus manos y rostro—. Entre otras cosas no muy lindas, que no puedo decirte,
lo siento.
Taehyung no sabía como sentirse con eso. Mientras cepillaba sus dientes, pensaba en el hecho de qué
serían esas otras cosas ilegales que no podía decirle; el hecho de que Jungkook hiciera todas esas
cosas, que además de que estaban mal, eran un riesgo para él mismo, y no era tonto, sabía que para él
también por estar involucrado con una persona perteneciente a ese mundo.
Las personas que hacen esas cosas son malas, son crueles y despiadados, él lo sabía muy bien. Pero,
Jungkook...
Sintió dos fuertes brazos rodear su cintura desde atrás, y labios suaves comenzar a besar su cuello.
Levantó la mirada hacia el espejo frente a él, y pudo admirar la linda imagen de ambos juntos de esa
forma, solo viendo a dos personas que se aman.
—¿Te he dicho que me encanta dormir contigo y despertar a tu lado de ésta forma? —preguntó
utilizando un tono de voz dulce, sincero, pero haciendo reír un poco al mayor por tener aún el cepillo de
dientes entre éstos, haciendo que su voz se escuche algo graciosa
Taehyung escupió un poco del dentífrico en en lavabo, y se agachó para enjuagar su boca. Jungkook
copió su acción segundos después, y se sorprendió un poco cuando el mayor volteó hacia él y sostuvo
sus rostro entre sus manos.
—Kook... —lo miró a los ojos, sintiendo su corazón golpear fuerte y rápido cuando el menor sostuvo
sus caderas y le prestó total atención.
Su expresión contenta; esa sonrisa a labios cerrados, las suaves caricias a los lados de sus caderas,
esos ojos brillantes que lo miraban con total devoción y tanto amor que incluso se sintió pequeño frente
a él. Los momentos vividos con él se hicieron presentes, haciendo que sintiera una estampida de
elefantes en su estómago, porque no recordaba ni una sola ocasión en la que el menor le haga negado
algo, o le haya hecho sentir mal a propósito.
Fue imposible no notar el cambio en su vida desde que entró en su vida, y se dio cuenta de lo feliz y
vivo que Jungkook lo hacia sentir, pero sobre todo: amado como siempre quiso y siempre creyó no ser.
Y, joder, lo amaba incluso siendo un monstruo sobre el ring.
Si Jungkook era un monstruo, entonces sería su monstruo, ese que no lo es para nada cuando se trata
de amarlo y tratarlo con cariño, respeto y delicadeza.
—...¿Piensas estar conmigo siempre? —preguntó, sorprendiendo al menor ante la repentina y extraña
pregunta.
—Obviamente, pienso envejecer a tu lado si tu me lo permites, hacerte feliz cada día y darte todo de
mi, y absolutamente todo lo que quieras —respondió respondió completamente seguro, sonriendole en
grande para que sepa que habla totalmente enserio—. Estoy a tus pies para estar a tu lado, ya eres
dueño absoluto de mi corazón y todo lo que me conforma.
Acercó más sus cuerpos rodeando completamente su cintura, y besó su rostro y mentón de forma
juguetona varias veces.
—¿A qué viene la pregunta?, ¿Te hice sentir inseguro de alguna forma? —preguntó con preocupación.
Taehyung negó y suspiró hondo. Abrazó su cuello y se escondió en la curvatura de su cuello y hombro,
mordiendo su labio inferior de forma ansiosa.
¿Cómo podía admitirle que ya no había forma de que logre alejarlo de su vida si estaba tan dentro de
su corazón y mente, siendo dueño de ambos sin que él pudiera hacer algo al respecto?
—Solo te pregunté una cosa y terminaste diciéndome la cosa más cursi hasta el momento, puaj —fue
todo lo que respondió.
—Sé que te encantó, puedo sentir tu corazón latir rápido, eso me hace feliz —respondió orgulloso.
Esa calidez en su pecho que sentía cada que Jungkook le decía ese tipo de cosas, era simplemente un
sentimiento del que no quería deshacerse, quería sentirse así siempre, amado y protegido por ese chico
que con solo sonreírle lograba hacer que su lado más suave quisiera hacer acto de presencia y
reemplazar esa personalidad fría y siempre recelosa por temor a encariñarse, que la felicidad del
momento fuera algo que en un futuro quizás deba de abandonar.
No, Jungkook no iba a abandonarlo, ni él haría lo mismo.
Se separó un poco solo para poder mirar su rostro y conectar miradas. Las palabras no eran lo suyo,
realmente, por lo que solo cedió ante las ganas de besarlo. Unió sus labios comenzando un beso que
era, principalmente, dulce, pero algo intenso, profundo y dominante por parte del menor.
Que lo besara de esa forma solo conseguía hacer que su mente desconectara de todo por un
momento, tanto, que incluso no se dio cuenta de en qué momento habían terminado nuevamente en la
cama; Jungkook en medio de sus piernas, mordisqueando su labio inferior entre el beso, metiendo sus
manos por debajo de su camiseta, llegando a sus pezones, los cuales comenzó a presionar levemente.
Iban a olvidar que debían de ir a la escuela, de no ser porque unos toques en su puerta los hizo volver
a prestar atención a su alrededor, siendo Taehyung el primero en apartarlo.
—Diablos, no, Jungkook, tenemos escuela —regañó como si fuera culpa del menor, empujando su
pecho para que se apartara.
Jungkook bufó y maldijo a quien sea que estuviera detrás de la puerta, por haber arruinado lo que
sería un increíble polvo (con mucho amor) mañanero. Viendo al castaño caminar hacia la puerta
mientras se acomodaba la ropa, tomó su teléfono para caminar hacia la cocina, y quizás adelantar el
desayuno para ambos, sabiendo que no terminarían lo que comenzaron sin querer.
O bueno, sin que Taehyung se diera cuenta del tiempo que iba a pasar y ya no iban a llegar a clases,
porque el si era consciente, pero no podía importarle menos la escuela en ese momento.
—¿Quién es?—preguntó Taehyung antes llegar a la puerta.
Al no recibir respuesta, se extrañó un poco, pensando en que quizás era su primo, pero luego
descartó la idea por completo al recordar que éste tenía trabajo a esa hora. Mientras intentaba hacerse
la idea de quién más podría ser a esa hora, solo abrió la puerta esperando a algún vecino.
El corazón se le paralizó cuando la figura detrás de la puerta era nada más ni nada menos que Kim
Minjae.
Se asustó por el hecho de que se trataba de él, pero el aspecto que éste tenía le transmitía mucha
cosas menos miedo; en su mejilla derecha tenía una marca lineal fina bastante alargada, también tenía
ese tipo de marcas en si cuello y notó que una se dejaba ver en el límite del cuello de su camiseta,
bajando hacia su pecho, sus ojos estaban algo apagados, tenía una expresión de angustia y no llevaba el
uniforme, no estaba ni siquiera arreglado como cada que lo había visto de forma casual.
La última vez que lo vio fue hace más de un mes, en los que tampoco lo vio en la escuela, ni supo nada
de él.
—¿Qué haces aquí? —preguntó receloso, cerrando un poco la puerta hasta que solo se dejó ver un
poco su silueta.
Como si su voz lo hubiera hecho volver a prestar atención a lo que lo rodeaba, su expresión cambio a
una que lucía desesperada.
—T-Taehyung, escúchame, por favor-
—Creo que no hay nada de lo que debamos hablar, ¿O no recuerdas que la última vez que nos vimos
intentaste violarme, bastardo? —preguntó con voz dura, molesta.
—Seojoo, Seojoo está muy mal, está en el hospital porque-
—¿Es enserio?, ¿Realmente crees que me importa ese otro hijo de puta?, por mi que se muera-
—¡Jungkook casi lo mata! —gritó desesperado, queriendo hacer que lo escuchara.
—...¿Qué demo-
—Dijo que estabas con él, ¿¡Por qué estás con ese monstruo!? —gritó, y para sorpresa de Taehyung,
se arrodilló frente a él.
—¿Qué mier-
—¡Tienes que alejarte de él, es un puto loco, un psicópata, un sádico!, yo te hice mal, lo sé, pero él
simplemente es un monstruo, él-
—Espero que no estés hablando de mi... —dijo Jungkook abriendo la puerta en su totalidad, quedando
a la vista del pelinegro que al escuchar su voz y verlo, comenzó a temblar—. Porque no es muy lindo lo
que estás diciendo.
Taehyung posó su mirada en Minjae, y se extrañó a más no poder cuando vio la forma en la que se
puso al ver al pelirojo; temblaba de forma violenta, sus ojos estaban fijos en Jungkook y éstos se estaban
volviendo más brillantes debido al llanto que iba a soltar, su respiración se volvió agitada, y estaba
seguro de que le estaba agarrando un ataque de pánico.
Jamás creyó que lo vería de esa forma.
—M-Monstruo...¡Psicópata, asesino! —le gritó directamente a Jungkook, quien solo lo miraba con ojos
fríos y amenazantes—. ¡Taehyung, tienes que saber todo lo que hizo, él-
—Lo que voy a hacer es golpearte por venir a la casa de mi novio a decirle mierda sobre mi —dijo
Jungkook, y a penas dio un paso acercándose a él, Minjae cayó de culo al piso, y retrocedió asustado.
—¡No me toques, no, no quiero que vuelvas a dejarme en manos de esos enfermos! —se levantó como
pudo del suelo y retrocedió mirando fijo al castaño—. ¡Dile que te diga todo lo que le hizo a Wooseok, a
Seojoo, a mi, que te cuenta las cosas que hizo!
—Minjae... —Jungkook lo miró sin ninguna expresión en su rostro, y habló con una voz tan en calma
que le heló la sangre por completo al pelinegro—. Vete.
En sus ojos pudo verlo, lo supo, lo tenía más que claro cuando lo vio.
—Y-Ya soy hombre muerto... —miró a Taehyung una vez más—. ¡Ya soy hombre muerto, va a matarme!
Sin agregar nada más, salió corriendo de forma despavorida, casi tropezando con sus propios pasos
mientras intentaba alejarse de ese lugar lo más rápido posible.
—Loco parece él corriendo de esa forma —comentó Jungkook retrocediendo para volver a ingresar a
la casa, cerrando la puerta y tomando la mano de su novio para que se alejara de la puerta—. ¿Qué fue
lo que te dijo, cielo?
Taehyung, que estaba algo conmocionado por lo que había visto y escuchado, pero cuando salió de su
pequeño trance, miró al menor.
—No más de lo que escuchaste...¿De qué demonios estaba hablando? —preguntó muy confundido—.
Dijo que le hiciste algo a Seojoo, ¿Es así?
Jungkook lo miró a los ojos, y con una expresión seria, negó con la cabeza.
—Te juro que no, yo no tengo ningún problema con él, y no te ha hecho nada que yo sepa, como para
que al menos le de una paliza, ¿O si?
—No, luego de que dejé de hablarle, solo nos ignorabamos en la escuela... —respondió sonando
seguro, aunque sintiéndose un poco mal por omitirle algunas cosas, como por ejemplo la vez en la que
Seojoo quiso hablar con él en el parque—. ¿Cuál es el maldito problema de Minjae diciendo todas esas
cosas?
—Están empeñados en querer hacer que me odies... —dijo, y sostuvo su rostro para hacer que lo
mirara—. No soportan que ya no puedan dañarte porque ahora yo estoy a tu alrededor y si intentan algo
voy a molerlos a golpes.
—No puedo creer que intenten decirme que vas a lastimarme cuando ellos fueron los que más lo
hicieron, ¿Se creen que diciendo todas estas mierdas voy a sentir miedo de ti? —preguntó molesto—.
Son unos estupidos de primera, acusandote de cosas horribles, como si fueras un asesino maníaco o no
sé...
—Está bien, no me importa lo que digan de mi, solo me importa lo que tú pienses de mí...¿Crees que
soy capaz que matar o dañar de sobremanera a alguien a propósito? —preguntó sonando temeroso por
su respuesta.
Taehyung lo miró y negó con la cabeza, llevó sus manos a su rostro y le sonrió.
—No soy tan ingenuo, jamás voy a creer en lo que me digan personas como ellos. Él, Seojoo y todos
sus amigos que me molestaron por tantos años, pueden irse a la mierda y no volver jamás —respondió
con seguridad, y luego besó sus labios de forma suave—. ¿Cómo podría pensar en ti de esa forma
cuando todo lo que haces es comportarte como un puto oso cariñoso y bobo?
Jungkook sonrió complacido con sus palabras, riendo divertido para luego agacharse para levantarlo
sosteniéndolo detrás de sus rodillas, haciendo que Taehyung tuviera que sostenerse de sus hombros
para no caer, riendo también por la acción.
—¿Qué crees que haces?, Bájame, tenemos que desayunar algo e irnos o no llegaremos a tiempo —
dijo mientras apoyaba su frente sobre la suya—. Llegamos tarde y no vas a besarme en lo que resta de
día.
—Te estoy llevando a la cocina para prepararte el mejor desayuno del mundo, no te preocupes —
respondió sin quitar la sonrisa, ingresando a la cocina para caminar hacia una de las encimeras, y dejó
allí al castaño con cuidado—. ¿Qué quieres que te prepare?, solo pide y yo te complazco.
—Umm...¿A ver que puedes llegar a hacer medianamente bien? —dijo el mayor llevando una mano a
su barbilla, como si estuviera pensando mucho en que pedirle—. Ah, no se me ocurre nada que puedas
hacer, ¿Una tostada no quemada? —se burló.
—¿Y si mejor pedimos delivery mientras terminamos de prepararnos?
—¿Enserio?, ¿Es muy difícil no quemar una tostada para ti? —preguntó frunciendo el ceño.
—No, es que ya perdimos mucho tiempo y solo tenemos menos de media hora, cielo —dijo apuntando
el reloj que estaba sobre una de las paredes.
—¡Mierda, Jungkook, aún ni me lavo la cara! —se quejó apartandolo para bajar de la encimera y
correr al baño.
—Bien, ¡Pediré algo, no te preocupes, amor! —le avisó, y tomó su teléfono de la mesa.
Su sonrisa se borró por completo, recordando a Minjae y lo que se había atrevido a hacer.
Al menos el pelinegro era lo suficientemente inteligente como para saber que, efectivamente, era
hombre muerto.
━─━──── ────━─━
Cerca de las doce de la noche, Minjae de había animado a salir de su habitación solo para mirar por
los pasillos en busca de alguien, y al no ver nada suspiró tranquilo.
Desde que llegó de casa de Taehyung, no había salido de su habitación más que para ir al baño, así
como lo estuvo haciendo desde que escapó de las manos de aquellos hombres que abusaron tanto de su
cuerpo que ya no sentía que le pertenecía.
En todo su cuerpo habían marcas de latigazos y otras marcas que le quedaron de aquellos largos,
muy largos tres días. Jungkook le había enviado los videos que los hombres grabaron mientras se
divertían y maltrataban su cuerpo, amenazando con hacerlo viral mundialmente si decía algo sobre él.
Sus padres no sabían que era lo que había ocurrido, él no dijo nada, solo se encerró en su habitación
al volver a su casa; no se animaba a salir de su casa, ni siquiera se sentía seguro en otra habitación que
no fuera la suya.
Seojoo, hasta antes de que deje de saber de él, le hablaba por llamada y le contaba lo que ocurría con
Taehyung y Jungkook, cosa que le dejaba un muy mal sabor de boca al imaginar que el —ahora pelirojo
— menor podía llegar a hacerle algo como lo que le hizo a él, al castaño.
El sabía que había sido un completo hijo de puta con Taehyung, y su lado egoísta le hizo sentirse
desesperado cuando la idea de que ahora Jungkook fuera quien pudiera aprovecharse del castaño
fingiendo ser una buena persona, cuando era capaz de hacer cosas incluso peores que él.
Que cualquiera, era un monstruo capaz de cualquier cosa, no le temblaba la mano ni había
remordimiento cuando dañaba a alguien.
El enterarse de la condición de Seojoo, ver con sus propios ojos la forma en la que Jungkook lo había
dejado, simplemente tuvo miedo.
Miedo.
Eso fue lo que sintió cuando, al ver por la ventana de su habitación, notó la figura inconfundible de
Jungkook desde detrás de la reja de su patio trasero, mirando en su dirección y sonriendo cuando sus
miradas se cruzaron.
Gracias a la luz de una pequeña y enana lámpara de jardín, lo vio levantar un teléfono, decir algo, y
unos segundos después todas las luces de su casa y patio se apagaron.
Supo lo que vendría a continuación.
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El horario favorito de ambos en la escuela era definitivamente los recreos y hora de almuerzo. Algo que
ya se había hecho costumbre era el sentarse en el lugar frente al gimnasio, el cual era de suelo de
césped y para suerte de ambos, el edificio era lo suficientemente alto como para generarles sombra ya
desde el medio día.
Acariciar el cabello de Jungkook era algo que Taehyung hacía ya sin necesidad de que el menor se lo
pidiera, lo hacía porque le gustaba la sensación de su lacio cabello, darle mimos de esa forma, y a decir
verdad, que su cabello ahora fuera rojo solo le gustaba mucho más.
Joder, como le ponía el cabello de ese color.
—Jamás me contaste de tu madre adoptiva, si es que tienes —comentó el castaño.
—Cierto. Pero, no lo hice porque simplemente no tengo —respondió sin más, sus ojos manteniéndose
cerrados, disfrutando de las caricias del mayor sobre su cuero cabelludo.
—¿Cómo no?, No pueden adoptarte si no se trata de un matrimonio, de preferencia heterosexual —
cuestionó.
—Lo que sucede es que mi padre solo hizo un acuerdo con una mujer que antes vivía en nuestro
vecindario... —comenzó a contar—. Se casaron solo para poder adaptarme, luego él le pagó a ella, se
divorciaron, y mi padre me crió solo junto con sus compañeros de trabajo.
—Oh, eso suena más sencillo de lo que en realidad es —dijo soltando una leve risa ante la forma de
decirle aquello, como si fuera un plan cómico—. Pero, ¿Luego ella se fue sin más?, ¿No se encariñó ni
un poco contigo?
—No lo sé, no volví a verla porque con el dinero que le pagó mi padre, ella se mudó y no volvía a
saber de ella —respondió simple—. No le di mucha importancia, no me faltaba nada, y mi padre me lo
explicó.
—A veces olvido a lo que se dedica, en mi cabeza es alguien normal hasta que recuerdo que
posiblemente es vendedor de órganos ilegalmente —dijo en broma, pero Jungkook no se lo tomó de esa
forma.
—¿Cómo sabes que sus socios hacen eso? —preguntó sorprendido.
Taehyung quedó en silencio por unos segundos, conectando su mirada con la suya, y lo miró como si
le hubiera dicho que odia a los cachorros bebés.
—¿En enserio?, yo solo estaba bromeando.
—...No son personas ortodoxas, o con una moral correcta, son malas personas y hacen cosas malas,
obviamente hacen cosas como éstas para ganar dinero —respondió con sinceridad.
—Eso...¿Eso significa que en un futuro tu también vas a hacer esas cosas? —preguntó con algo de
miedo de escuchar su respuesta.
—...Podría hacerlo, si quiero ganar más dinero del que ya se gana haciendo otras cosas, pero no
necesariamente tengo que encargarme de eso, mi padre no trabaja solo y hay distintas personas
encargadas de cada negocio —respondió sincero, sin querer mentirle—. No quieres que lo haga,
¿Cierto?
—Obviamente no —respondió enseguida—. Una cosa es hacer cosas ilegales como el lavado de dinero,
exportaciones ilegales y demás...Pero, es obvio que no consiguen órganos de una forma bonita y
voluntaria, no quiero ni saber de que forma lo hacen...
—Tampoco me gusta la idea de encargarme de eso, no iba a hacerlo, solo de las cosas de las que se
encarga mi padre, que son solo el narcotráfico; inmigración ilegal y lavado de dinero.
—Es...Es igual de culpable si trabaja con las personas que hacen lo otro, lo sabes.
—Pues...Si —respondió sintiéndose mal, temeroso de que Taehyung quiera abandonarlo por lo que
haría en un futuro.
Se reincorporó abandonando el cómodo regazo de su novio, para sentarse a su lado y mirarlo fijo a los
ojos.
—Cielo, ¿Realmente estás de acuerdo en estar conmigo sabiendo a lo que voy a dedicarme en un
futuro? —preguntó serio—. Sabes que haría lo que fuera por ti, enserio lo que sea, no me importa el
riesgo o lo malo que sea...Pero no puedo no aceptar el cargo que mi padre me da, porque se lo debo, lo
sabes...
—Yo...
¿Que si le gustaba la idea de que su novio hiciera esas cosas? Por supuesto que no. Pero, ¿Dejar a
Jungkook?, eso si que no le gustaba para nada, de solo pensarlo se le oprimía el pecho dolorosamente.
Se asustó un poco al darse cuenta de que no creía ser capaz que dejar al menor jamás, lo amaba
muchísimo, lo necesitaba demasiado en su día a día. Jungkook lo ha aceptado, amado y ayudado como
nadie, sería injusto que lo alejara por eso, que le pidiera que no acepte seguir con los negocios sucios
de su padre.
Jungkook literalmente haría lo que fuera por él, entonces, ¿Por qué el no debería de hacer los mismo?,
es lo más justo, a su parecer.
No, simplemente no podía dejarlo jamás.
No importa qué.
—Yo lo entiendo —aseguró, llevando una de sus manos al rostro contrario, acariciando su mejilla y
sintiendo su corazón acelerarse cuando el pelirojo se frotó suavemente contra su palma—. Si,
obviamente quiero estar contigo. No voy a dejarte, no vas a librarte de mi tan fácil.
La sonrisa tan grande y brillante del menor, le hizo sentir que estaba haciendo lo correcto, lo que su
corazón pedía, y solo le importaba eso en éste momento.
—Gracias, cielo —llevó su mano a la contraria, sosteniendola con cuidado para dejar un beso en el
dorso de ésta—. Yo tampoco voy a dejarte, jamás...
Se acercó un poco más hasta llegar a su cuello, donde dejó un beso húmedo que hizo estremecer al
castaño, que aceptó gustoso cada muestra de cariño; luego subió e hizo lo mismo en su barbilla, donde
dejó dos, luego subió a su mejilla, para dejar otro, hasta que terminó sosteniendo su barbilla con su otra
mano, para voltear su rostro con cuidado y atrapar sus labios con los suyos.
Al mayor le gustaban las leves mordidas en su labio inferior, largas sesiones de besos habían hecho
que Jungkook supiera de que forma besarlo, chupar y morder sus labios para hacer que su novio se
derritiera ante las sensaciones.
Del mismo modo, y gracias a las mismas sesiones de besos, el castaño sabía que a Jungkook le
gustaba mucho los besos de lengua, tener el control cuando sus lenguas se encontraban, que le
permitiera el acceso luego de que el oelirojo tirara levemente de su labio inferior con sus dientes, y era
justo lo que estaba haciendo.
Cuando una de sus manos fueron a parar a uno de los pectorales del menor por sobre la ropa, y otra
al cuello del susodicho, Jungkook llevó ambas manos a las caderas de su novio, ladeando la cabeza para
besarlo durante unos segundos más hasta que se separaron en busca de aire.
—J-Jungkook... —jadeó cuando el menor fue directo a su cuello, atacandolo con besos húmedos, leves
lamidas, e incluso dejó una marca cerca de su manzana de Adán—. Y-Ya, suficiente...
Soltando una risa, Jeon dejó su cuello y subió para dejar un beso en si mejilla antes de separarse un
poco para mirarlo.
—Me dejé llevar, lo siento, cielo.
—Imbecil —fue todo lo que dijo, dándole un leve golpe en su pecho.
—¡Ah, mi corazón! —dijo de forma exagerada, llevando ambas manos a su pecho—. Creo...Creo que
voy a sufrir de un infarto... —subió su mirada al rostro de su novio y luego volvió a la normalidad—. No,
en realidad es mi corazón volviéndose loco por ti, guapo.
Taehyung rodó los ojos pero aún así rió. Sostuvo el cuello de su camiseta para tirar de él y colocar su
cabeza sobre su regazo cuando él se recostó en el césped. Jungkook solo se dejó hacer y se acomodó
mejor, buscando con una de sus manos, la contraria, para entrelazar sus dedos.
—Cielo, mañana voy a entrenar todo el día —informó, como le era costumbre.
—De acuerdo, yo veré si Daehyun está libre y podemos ir a algún lado con Jisoo, la extraño —comentó
mientras llevaba su brazo libre detrás de su cabeza, usándola como almohada.
—Los chicos dijeron de si quieres, puedes invitarlos a algún lugar —comentó con emoción—. Ellos
suelen ir a muchos lados, y a veces se meten en problemas porque no pueden estar sin causarlos, pero
me dijeron que les gustaría invitarte.
—¿Enserio? —preguntó realmente sorprendido por eso, pero a la vez sintiéndose feliz por ser tomado
en cuenta.
—Claro, ellos ya te consideran un amigo, pero como les dije que como no estabas acostumbrado a
salir tanto con gente que conoces hace poco, no te insistieran por ahora...¿Hice mal?
—No, bueno, me gustaría mucho pasar tiempo con ellos, me agradan mucho y también los considero
amigos —respondió sincero, sin poder evitar que una sonrisa adornara sus labios—. Diles que pueden
invitarme siempre que esté libre, podríamos ir juntos y deprimirlos con muestras de cariño.
—Aah, Mingi realmente odia que le hagan eso a propósito, porque eso de no haber tenido pareja
nunca lo pone sensible —dijo soltando una risa sonora—. Hagámoslo justo frente a él, solo para
molestarlo.
—Suena divertido —respondió riendo también.
—Seguro que pronto van a organizar otra fiesta por haber pasado a la final, y definitivamente van a
hacer un torneo de metegol solo por ti, cielo.
—Ah, cierto, me prometieron uno.
—Yunho es terrible en eso, seguro que va a meter alguna excusa para no perder dinero.
—Pobrecillo, ¿Intentaron enseñarle?
—Si, pero es un caso perdido —respondió haciendo un movimiento con su mano libre a modo de
negación—. El que es bastante bueno es Jongho, siempre es el único que logra ganarme, aunque pocas
veces, yo soy el mejor.
—¿Y Wooyoung?
—Wooyoung no tiene mucha técnica, pero tiene una suerte de los cojones, ni el mismo sabe como,
pero termina girando las manijas como loco y le atina.
—¿Hace cuánto se conocen? —preguntó muy curioso por eso.
—Poco después de que mi padre me adoptara, de hecho —miró directo a las nubes, recordando
aquellos días—. Todos son hijos de personas que trabajan junto con mi padre, los conocí en una de las
reuniones en las que todos iban, y enseguida congeniamos, porque a todos nos gustaba Dragon Ball Z y
la serie de los jóvenes titanes.
—Oh, a mi también me gusta mucho Dragon Ball —comentó animado—. En el orfanato, solo nos
dejaban ver la televisión durante una hora, siempre era a la misma y solo funcionaban poco canales,
siempre era cuando comenzaba eso, y siempre ganabamos los que queríamos ver eso y no la mayoría de
la niñas, que querían ver otras cosas más aburridas.
"Lo sé" quiso decir, pero se lo guardó para él mismo.
—Tenías suerte, entonces.
—Sip.
—Oye, de esta respuesta depende que nuestra relación continúe, ¿De acuerdo? —preguntó sonando
para nada serio.
Taehyung solo rió ante eso, sin saber que era lo que iba a preguntar.
—A ver, suelta.
—¿Cuál es tu personaje favorito de la serie? —preguntó, y apretó un poco más el agarre de sus manos
en señal de nervios por saber su respuesta.
—Mister popo —responde tranquilo, mientras se muerde el labio inferior para no comenzar a reír al
sentir como Jungkook volteaba a verlo.
—Dime que estás bromeando —pidió con una expresión de incredulidad.
—No, ¿Por qué?, ¿No te gusta él?
—Es un personaje de mierda, a nadie le gusta, nadie se acuerda de él —dijo como si el otro estuviera
mal de la cabeza—. Cariño, sabes que te amo, pero esto es...es...Simplemente no, ¿Por qué ese?
Y sin poder aguantar más, Taehyung comenzó a reírse a carcajadas, soltando incluso la mano del
menor para cubrir su boca. Jungkook se da cuenta de sus intenciones, y suelta un suspiro de alivio.
—Diablos, ya me había asustado...
—Era broma, obviamente —dijo luego de que se haya calmado—. Definitivamente mi personaje
favorito es Vegetta, aunque piccolo también era de mis favoritos.
—Ay, dios...
—¿Qué?, no puedes decirme que no son los mejores personajes porque sino, te dejo —amenazó.
—No, es que... —se reincorporó y de arrodilló a su lado tomando su mano con ambas suyas, haciendo
que el castaño se sentara y lo mirara con una ceja alzada—. Lo he decidido, cásate conmigo.
Taehyung se sonrojó ante su propuesta, que aunque fuera en broma, si lograba ocasionar que su
corazón se acelerara en demasía al imaginarse todo si fuera real.
—¿También son los tuyos? —preguntó sin responder a su propuesta.
—Si, ambos, son los mejores, los que mejor evolucion tuvieron, son los más humanos —respondió con
ojos brillantes.
—¿Verdad?, Vegetta no es más fuerte que Goku solo porque no es el protagonista, pero si no le
sacaran un power up del culo cada que es necesario para la trama, definitivamente él le rompería el
culo a Goku, ¿A que sí? —preguntó con la misma emoción.
—Joder, si, eso es exactamente lo que pienso —besó varias veces el dorso de su mano antes de volver
a mirarlo—. También coincidimos en que Piccolo es en realidad más padre de Gohan que Goku,
¿Verdad?
—Me cago en todos los que lo niegan —respondió, y le sonrió en grande.
—¡Mañana mismo nos casamos, decidido! —respondió, y se acercó más para besar sus labios con
intensidad.
Ninguno pudo evitar reír en medio del beso, haciendo que éste se cortara por un momento. Ambos
volvieron a poner cómodos luego de charlar un poco más sobre esa serie tan popular, luego fueron
envueltos por un silencio para nada incómodo.
—Mira, cielo, esa nube parecen tus nalgas —comentó apuntando unas nubes con forma circular que
estaban justo sobre ellos.
Taehyung le dió un leve golpe en la frente, sintiéndose ofendido por ese comentario.
—Se parecen a tus bolas, estupido.
—¿Por qué me golpeas, cielo?, yo te amo —se quejó llevando una mano a su frente.
—Por decir que mi trasero se parece a esas dos nubes deformes.
—No lo son. Se ven bien redondas, firmes y suaves, como tus nalgas, mi amor.
—Ya cállate o me voy antes al aula —amenazó dando otro golpe en su frente.
—Violento... —murmuró en voz baja, pero Taehyung logró escucharlo y le dió otro golpe—. Cielo...
Cielo.
Ese mote cariñoso con el que Jungkook lo llamaba la mayoría de las veces le gustaba mucho, y al
parecer al menor también, ya que era su favorito, se lo había dicho. Le daba mucha curiosidad el saber
por qué justamente ese era su favorito y no otro.
En este momento mirando al cielo desde el césped del patio trasero de la escuela. No, la casa más
grande de ambos, como había insistido Jungkook en que la llamara, observaba el cielo y no pudo evitar
preguntarse aquello.
—Kook...
—¿Si, cielo? —preguntó Jungkook desde su regazo, donde tenía su cabeza apoyada.
—¿Por qué me llamas cielo? —preguntó curioso—. Quiero decir, ¿Por qué justo ese es tu apodo
favorito con el que llamarme?
—¿Por qué preguntas?, ¿No te gusta? —preguntó temeroso.
—Si me gusta, tonto —aseguró rodando los ojos—. Solo tengo curiosidad, ¿Vas a responder o que?
Jungkook fijó su mirada en el cielo, y automáticamente los recuerdos de su niñez comenzaron a fluir
como agua de río, haciendo que se pierda en éstos por un momento.
¿Tenía un significado especial?, sí.
A su mente llegó una ventana abierta, su detrás de esa ventana, mirando hacia fuera, la figura de un
niño de cabello castaño que no notaba si presencia. Él, siendo un niño pequeño y delgado, observaba la
figura del otro niño desde una distancia considerable, intentando no ser visto ni escuchado por aquél
niño que parecía muy entretenido observando desde allí.
Se preguntaba por qué aquél niño pasaba tanto tiempo mirando por esa ventana, siempre solo,
siempre con esa expresión de tristeza.
Le gustaba más cuando sonreía, definitivamente.
El sonido de la puerta ser abiertas y risas que pararon al verlo, hicieron que ambos niños en esa
habitación voltearan a ver al grupito de niños que dormían en esa habitación junto con el niño castaño.
—¿Qué haces aquí, feo? —preguntó uno de ellos, dando un paso hacia delante para intimidar al niño
de cabello azabache que era considerablemente más pequeño—. Ésta no es tu habitación, vete.
Las piernas del pequeño azabache de ojos grandes comenzaron a temblar, creyendo que iban a volver
a golpearlo o hacerle alguna maldad.
Pero no fue así esa vez.
—Yo lo invité —escuchó a sus espaldas, e inmediatamente volteó para observar al niño de cabello
castaño—. No lo molesten, está conmigo.
La mirada del niño frente a la ventana se posó sobre él, al mismo tiempo que una gran sonrisa se
instalaba en su rostro, y su mano se extendía en si dirección, invitándolo a que se acercara a él.
Jungkook miró su palma, luego levantó la vista nuevamente a su rostro, nervioso y avergonzado. Con
un temblor en su mano derecha, acercó su pequeña mano a la contraria, sintiendo un cosquilleo en todo
su cuerpo cuando ambas manos tuvieron contacto entre ellas.
Antes de que el castaño se hiciera a un lado sobre el baúl en el que estaba parado para alcanzar la
ventana, éste le mantuvo la mirada sin borrar su sonrisa.
—¿Quieres ver el cielo conmigo?
Al ver que su novio parecía haberse perdido en sus pensamientos, Taehyung pasó una mano frente a
sus ojos, haciendo que volviera a prestarle atención.
—¿En qué pensabas?, te quedaste con cara de tonto —preguntó el mayor.
Jungkook posó sus ojos en su rostro levantando la mirada, sonriendo cuando notó que, desde su
perspectiva, el cielo rodeaba la figura de su novio tal y como aquella vez hace tantos años.
Llevó una mano a su rostro, acariciando su mejilla con parsimonia.
—El cielo me recuerda a ti.
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Si, me encanta Dragon Ball Z
G.GG


Jungkook debía de prepararse, porque solo quedaban cinco cuatro días para la final, y toda su
concentración debía de estar en ganar, y obviamente en su novio, por supuesto.
Había algo que lo tenía inquieto desde el día de la semifinal, y aunque no quería pensar en sus
sospechas como una posibilidad, debía de ser precavido y evitar cualquier daño que pueda llegar a
dañar a Taehyung.
Cuando ingresó a uno de los gimnasios que le pertenecía -el cual era únicamente utilizado por
Jungkook y sus amigos para ejercitarse- notó que ya todos estaban ahí esperando con él, preparando su
sitio de entrenamiento.
-Hola, chicos -saludó acercándose a ellos, saludando a cada uno con un choque de puños-. ¿Llegaron
hace mucho?
-No, a penas -respondió Yunho.
-Estabamos terminando de atar tu nuevo saco de boxeo -comentó Mingi apuntando detrás suyo-.
¿Quieres que lo colgemos por ti?
-Por favor -respondió mientras dejaba su mochila a un lado y comenzababa quitarse la camiseta.
-A la orden jefe -respondió Jongho.
Mientras él y Mingi colgaban el nuevo saco de boxeo, Jungkook se cambió las zapatillas por unas
deportivas. Se sentó en uno de los bancos que se encontraban en el lugar para colocarse las vendas en
sus manos, mientras en su cabeza solo estaban esos pensamientos que, al pensar en que algo pudiera
sucederle a Taehyung, simplemente la sangre le hervía.
-Sesenta y cinco kilos de porquería, y pareciera más -se quejó Jongho mientras levantaba el peso de
un lado mientras Mingi ataba la cadera a un gacho que colgada del techo.
-¿No que muy fuerte tú? -se burló Wooyoung desde uno de los asientos, mientras observaba todo sin
intenciones de ayudarlos.
-¿Quieres ver?, puedo mandarte a la decada de tu abuela de un solo puñetazo -amenazó.
-Uy, que miedo, esperate que me cago del miedo -respondió burlón.
-¿Seguro que lo ataste bien, Yunho? -preguntó Mingi observando los nudos alrededor del cuerpo
frente a ellos-. Parecieran que van a salirse en cualquier momento.
-Si, son de los que se ajustan a medida que más intentas safarte -respondió muy confiado en sus
habilidades.
-Ponganle la cinta en la boca antes de que se despierte -indicó Wooyoung.
-Tu también podrías ayudar y al menos hacer eso, deja de ser un puto vago -se quejó Mingi.
-Va, que molesto eres, yo fui quien causó el apagón en toda su cuadra -se excusó-. Gracias a mi todo
salió perfecto.
-Serás hijo de-
-Ya dejen de pelear, parecen niños de primaria -se burló Jungkook acercándose a ellos cuando ya
estuvo preparado-. No va a caerse, ¿Cierto? -preguntó refiriéndose a el sostén de las cadenas de su
nuevo saco de boxeo.
-Descuida, es reforzado -tranquilizó Jongho.
El pelirojo asintió, se colocó en posición y comenzó a lanzar golpes, tal y como lo hacía en sus
entrenamientos, y de cierta forma ésta también lo era, solo que, ahora su saco de boxeo era mucho más
entretenido para golpear.
-¿Tú padre te ha dicho algo sobre el tema de Ilhoon y tu tío? -preguntó Jongho a unos metros. Se
había puesto a levantar unas pequeñas pesas en cada mano, aprovechando el lugar en el que estaba.
-No, le dije que viniera aquí a decírmelo, porque quiero hablar con él al respecto sobre lo que haré si
en verdad me entero de que esos hijos de puta están planeando algo -respondió sin dejar de golpear,
ignorando los gemidos de dolor que eran ahogados por la cinta.
-Tae no tiene idea de nada, ¿Verdad? -preguntó Yunho, quien se había sentado al lado fr Wooyoung a
beber una lata de Sprite.
-No, no quiero asustarlo -respondió con el tono de voz un poco más fuerte al sentirse impotente, pero
sin dejar de golpear el cuerpo atado frente a él-. Me gustaría decirle que fuera con cuidado, pero no
quiero hacer que se asuste o preocupe...Quiero que asista a la final, el será mi mayor motivación.
-Joder, que puta mierda si resulta ser que quieren jugar tan asquerosamente -se quejó Wooyoung-El
maldito sabe que podrías ser el único que pueda ganarle y quitarle su racha, por eso le tiembla el culo.
-Tú tío esta enfadado contigo por lo de tu primo, no es de sorprenderse que quiera ayudarlo a hacer
que pierdas -acotó Mingi.
-Si llega a hacerle algo a Tae, me va a importar una mierda que sea el hermano de mi padre -escupió
con molestia, dando un fuerte golpe, oyendo como algo se rompía, y un grito ahogado junto con él.
-Creo que entonces tu tío tiene suerte de que no haya encontrado nada -se escuchó la voz de
Namjoon, y todos voltearon a verlo. El adulto mayor miró detrás de su hijo y alzó una ceja-. ¿Y ese quien
es?
Apuntó a un pobre Minjae que estaba atado de los pies con cadenas, y sogas alrededor de todo su
cuerpo que mantenían sus brazos hacia atrás, con una cinta plateada en su boca. Las marcas de los
golpes en todo su torso y espalda solo dejaba en evidencia que el pelirojo no tenía ni un poco de piedad
a la hora de golpear su cuerpo.
-Un imbecil que se portó mal con mi novio y se atrevió a ir a su casa a delatar las cosas que hice -
respondió Jungkook restandole importancia-. ¿Dices que no debo de preocuparme?
-Ojalá, pero no. Solo vine a decirte que no he notado ni me he enterado de nada que estuviera
planeando en contra de tu novio -respondió seguro-. Pero, hasta que no se termine el torneo y luego de
éste, deberías de matenerlo vigilado muy bien, y deberías de cuidar tu espalda también.
-Lo sé, por mi no hay problema, me preocupa mucho más Tae -respondió, y volteó para continuar
golpeando al pobre Minjae-. Los chicos me ayudarán a mantenerlo a salvo el día de la pelea, y ahora
mismo envié a alguien a vigilar su casa, lo seguirá a todos lados.
-¿Sabe que está siendo vigilado? -preguntó Namjoon.
-Obviamente no.
-¿Y sabe que tienes a unos de sus conocidos como bolsa de arena? -preguntó con un tono algo
divertido.
-No, no sabe nada de las cosas que les he hecho a todos los hijos de puta que lo molestaron de alguna
manera -detuvo los golpes y bajó la mirada-. Jamás va a enterarse, no puedo permitir que lo sepa.
-¿Es por eso que estás matando a golpes a ese pobre tipo?
-Si -asintió, y fijó su mirada en el pobre Minjae, que intentaba no desmayarse-. He decidido que no es
seguro dejar cabos sueltos.
-¿Eso significa que también vas a ir a acabar con Seojoon y aquél a que le destrozaste la cara? -
preguntó Jongho.
Jungkook volteó a verlo por un momento, y sonrió de lado, para luego ponerse en posición para darle
una patada justo al pecho de Minjae. Siguió dándole patadas hasta que el pelinegro cerró los ojos por
completo, y el pelirojo pasó una mano por su cabello, suspirando hondo.
-Cada cabo suelto terminará dos metros bajo tierra -respondió con seguridad.
Wooyoung se acercó al cuerpo de Minjae, se subió a una silla que estaba cerca y soltó el agarte de
cadena, dejando caer al pelinegro, el cual sl estar cabeza abajo, terminó dándose un fuerte golpe contra
el suelo, que fue lo que terminó por acabar con su sufrimiento.
-No quiero que dejes rastros, ¿De acuerdo? -preguntó Namjoon, antes de acercarse a su hijo para
palmear su espalda con estimo-. Quizás vaya a verte, estoy intentando adelantar trabajo para tener
tiempo.
Los ojos del pelirojo brillaron por completo al escuchar eso, haciendo que las pequeñas arrugas
alrededor de sus ojos pudiera verse cuando sonrió en grande.
-¿En serio? -preguntó con emoción, y abrazó a su padre con fuerza-. Será increíble si vas,
definitivamente me esforzaré el triple.
-¡Abrazo grupal! -gritó Wooyoung con emoción, animando a los otros tres a acercarse y rodear a
padre e hijo en un abrazo lleno de cariño.
Era una linda imagen si ignorabas el cuerpo de Minjae detrás suyo.
━─━──── ────━─━
Últimamente lo único que rondaba por su eran tres cosas: los exámenes que se acercaban, la final de
la pelea de Jungkook, y las palabras de Minjae.
Desde el día anterior su mente no dejaba de recordarle sus palabras en algún momento del día, o
cuando Jungkook le enviaba un mensaje. Tenía un lío en su cabeza y una sensación en su pecho que no
era para nada dolorosa, sino más bien molesta.
No quería dudar de su novio, de hecho no lo hacía, pero la curiosidad era mucho más fuerte en
algunos momentos. Como por ejemplo ahora, cuando estaba regresando que comprar unos focos para
su baño, ya que el que tenía se había fundido, y pasaba por la calle en la que se encontraba la casa de
Seojoo.
Había ido solo dos veces mientras el creía que eran amigos, pero recordaba a la perfección el camino
y cual de todas esas casas era la suya.
Su mente tenía un conflicto, el cual era; si ir a preguntar y confirmar que nada le había sucedido al
mayor, o simplemente ignorar ese hecho porque confiaba en Jungkook y debía de importarle
absolutamente nada lo que ocurriera con ese mentiroso hijo de puta.
Antes de que pudiera seguir pensando en que hacer, ya se encontraba caminando en dirección a la
casa del mayor.
Tenía un mal presentimiento y en su cabeza comenzaban a sonar algunas alertas que le sugerían no ir,
no buscar respuestas que seguramente no debía de escuchar por su salud mental y sentimental.
Quería confiar plenamente en Jungkook, pero, ¿Y si éste no estaba siendo del todo sincero?
Sabía que el menor era capaz de todo por él, sabía perfectamente la forma en la que se descontrolaba
cuando alguien le hacía algún daño, por lo que pensando en eso, la idea de que le hubiera hecho algo no
le pareció del todo loca.
Pero, ¿Por qué?
Seojoo no le había hecho daña luego de la disputa que tuvieron cuando reconoció que solo había
fingido su amistad, y luego de eso él estaba completamente bien, lo había visto varias veces en la
escuela hasta hace varios días cuando le dijo que debía de alejarse de Jungkook.
El menor no estaba en ese momento para escuchar la discusión y verlo llorar, no tenía motivos para
meterse con él, según Taehyung.
¿Acaso estaba ignorando algo importante?
Cuando salió de sus pensamientos, ya estaba frente a la puerta de aquella casa de paredes celestes, y
sintió un nerviosismo que le ponía los pelos de punta. Su mente le decía que abandonara ese lugar, pero
su mano se movió por si sola y golpeó varias veces la puerta de madera gruesa.
Al pasar casi dos minutos sin que nadie abriera la puerta, estuvo a punto de voltear e irse, pero la voz
de una mujer del otro lado preguntando de quien se trataba, no le dejó hacerlo.
-S-Soy Taehyung... -respondió algo nervioso.
Reconoció la voz de la mujer como la madre de Seojoo, por lo que creyó que iba a reconocerlo sin que
tuviera que decir y mentir que era un amigo del susodicho. Era solo un estupido detalle, pero aún así no
le sentaba bien mentir con eso.
La puerta fue abierta unos segundos después, y la figura de la madre de Seojoo se dejó ver.
-Taehyung, hijo, hace mucho no te veo por aquí -comentó la mujer sonriendole a penas.
-Ha pasado un tiempo, sí... -comentó bajando la mirada por un momento-. Umn, yo vine a hablar con
Seojoo sobre algo, ¿Se encuentra en casa?
El rostro de la mujer cambió por completo luego de escucharlo, y le fue inevitable el ocultar la
tristeza de su rostro, y las lágrimas que comenzaron a salir de sus ojos, hicieron que Taehyung se diera
cuenta al instante que algo andaba mal.
-¿Algo le sucedió? -preguntó ansioso por su respuesta-. ¿Qué sucedió con él?
La mujer llevó sus manos a su boca y negó con la cabeza, y Taehyung solo quiso gritarle que le
respondiera, pero no quería ser tan maleducado y sabía que simplemente no sería correcto. Tuvo que
esperar unos minutos hasta que la mujer se calmara y pudiera volver a hablar.
-M-Mi hijo...Mi hijo está muerto -soltó con dificultad, para luego soltar un sollozo más sonoro.
Taehyung se quedó completamente helado, su cabeza se quedó completamente en blanco, en shock.
No podía procesar sus palabras, simplemente no pudo asimilar lo que la mujer le estaba diciendo.
-¿Q-Qué...?
La mujer negó con la cabeza, y comenzó a hablar como si ya no pudiera dejar de hacerlo.
-Hace unos días no llegó de trabajo, y desapareció hasta ayer, murió de deshidratación, un hombre lo
encontró tirado en el suelo de una calle en un barrio casi abandonado... -tomó aire nuevamente y
continúo-: Su estado era tan...tan...Sus piernas estaban destrozadas y tuvo que arrastrarse, le habían
arrancado las uñas de las manos y los pies, le arrancaron una oreja...Lo trataron como si fuera un trapo
y dejaron que muera.
Taehyung solo la observaba con la mirada algo perdida, sintiendo como su estómago se revolvía al
imaginarse aquello que la mujer estaba relatando.
-¿Quién...? -no se sentía capaz de terminar sus preguntas, pero aún así la mujer comprendió que era
lo que quería decirle.
-No sabemos...No sabemos nada, no pudieron encontrar nada en el lugar donde...donde lo torturaron
de esa forma -respondió casi en un hilo de voz.
Taehyung solo alcanzó a retroceder sintiéndose totalmente perdido. Palideció, sintió su garganta
secarse y la idea de que Jungkook haya tenido que ver con eso lo descolocó por completo.
No, su Jungkook no podría haber hecho eso. Sabía que era un tanto violento cuando se enojaba, pero,
no era capaz de llegar hasta ese extremo, ¿Cierto?
No lo pensó siquiera cuando salió corriendo, queriendo alejarse de ese lugar como si eso lo alejara de
aquellos pensamientos, aquellos que no quería aceptar, tomar como verdaderos.
No, no podía ser, simplemente no podía ser.
Quizás simplemente Seojoo se metió en problemas con alguien peligroso y desgraciadamente las
cosas terminaron muy mal para él.
Pero no podía ser su Jungkook, no él.
━─━──── ────━─━
Cerca de las diez de la noche, Taehyung permaneció en su casa. Había llegado a ella luego de ir a
casa de Seojoo y enterarse de lo sucedido con él, y solo se encerró en su cuarto, se sentó sobre su cama
a pensar en todas esas cosas que solo hacían que sintiera un fuerte dolor de cabeza.
Tenía distintos sentimientos en ese momento, pero le preocupaba el hecho de que el sentimiento de
tristeza por parte de lo que le ocurrió a Seojoo, sino que el tema de que Jungkook pudiera tener algo
que ver en eso lo preocupaba, le asustaba.
Estaba tan metido en sus pensamientos que no fue consciente de que alguien ingresó a su casa, e
ingresó a su habitación llamando su nombre.
-Cielo, ¿Ocurre algo? -preguntó sentándose en la cama frente a él.
Taehyung salió de sus pensamientos y levantó la mirada para verlo, sintiendo un escalofrío por todo
su cuerpo al momento de conectar miradas.
Él no era de las personas que no enfrentaban a una persona si estaba molesto, para nada le gustaba
ignorar los problemas o algo que le molestaba, pero cuando el rostro preocupado del menor se acercó
al suyo y sintió ambas manos tomar su rostro con delicadeza, todas esas ganas de preguntarle si fue él
quien dañó a Seojoo, simplemente desaparecieron.
-¿Te sientes mal?, ¿Hay algo que te preocupa? -preguntó con voz suave, transmitiéndole toda la
confianza que pudo-. Puedes decirme, cielo.
-Solo...Me duele la cabeza -mintió.
Jungkook hizo un leve puchero con sus labios, y se acercó a su rostro para besarlo varias veces, luego
lo atrajo más a su cuerpo para abrazarlo con dulzura.
-¿Quieres que te haga un té?, pídeme lo que quieras -dijo el menor contra el cuello contrario,
acariciando su piel con la punta de su nariz.
Y Taehyung simplemente se deshizo en sus brazos, abrazando su cuello y acercándose para olfatear
su cabello. Cerró los ojos con fuerza, pensando en que simplemente no quería saber si tuvo algo que ver
o no, simplemente no quería saberlo.
Solo quería a Jungkook a su lado.
-Si, por favor... -respondió sonriendo a penas.
-Enseguida vuelvo, no me extrañes, cielo -dijo antes de separarse, dándole un casto beso antes de
apartarse por completo.
-Ni un poco -respondió bromeando.
Ignoró todo lo malo, porque simplemente quería ignorar todo aquello que pudiera hacer que dejara de
querer a Jungkook.
Después de todo, ojos que no ven, corazón que no siente.
Estaba tan mal...
Pero simplemente sabía que no podría alejarse de Jungkook.
Ya era muy tarde.


Alerta
Por su salud mental, Taehyung decidió no seguir pensando en el tema de Seojoo, y decidió
concentrarse solamente en su novio, el cual ahora estaba parado en una silla a mitad del baño mientras
el mayor alumbraba con la linterna de su teléfono para que el otro pudiera colocar el foco nuevo.
—Vas a caerte si sigues moviéndote tanto, quédate quieto, solo tienes que enroscarlo y ya —regañó el
castaño.
—No te preocupes, cielo, ya casi —tranquilizó.
Le dió unas vueltas más al foco y éste se iluminó todo el baño, haciendo que el menor sonriera
orgulloso de su pequeño logro. Taehyung tiró un poco del borde de su camiseta para hacer que bajara, y
cuando estuvo a su altura le dio un golpe detrás de su cabeza.
—Oye, ¿Y eso por qué fue? —se quejó el menor llevando una mano a la zona golpeada.
—Porque pudiste haberte caído —respondió sin más, para luego voltear apagando la linterna de su
teléfono—. Gracias por ayudarme con eso. Trae la silla.
Jungkook sonrió ante su preocupación, y tomó la silla para luego seguir al mayor hacia la cocina,
dejando la silla en su lugar antes de acercarse a su novio, el cual se había sentado sobre la pequeña isla
de la cocina.
—¿Cenaste? —preguntó sonriendo leve cuando el menor se acercó a él y rodeó su cintura con ambos
brazos—. No sabía si ibas a venir muy tarde y yo lo hice, pero te guardé un poco.
Jungkook le sonrió y acercó sus labios a los contrarios, dejando un suave beso sobre los labios ajenos,
para luego besar su mejilla varias veces.
—Lo hice, con los chicos... —respondió tranquilo, luego bajó hasta su cuello, comenzando a dejar
besos húmedos por toda la zona, a la vez que sus manos recorrían un pequeño camino hacia la cara
interna de sus muslos—. ¿No quieres ser mi postre, cielo?
Taehyung se estremeció ante la sensación de los labios contrarios sobre aquella zona tan sensible
para él, y solo alcanzó a suspirar mientras llevaba sus manos al pecho contrario, moviendo su cabeza
para darle más acceso a su cuello.
—No lo sé...¿Debería? —preguntó fingiendo pensarlo, pero no pudo evitar temblar de anticipación
cuando sintió una mano adentrarse a su camiseta y acariciar su abdomen con lentitud.
—Podría suplicarte, pero... —sostuvo sus piernas desde detrás de sus rodillas, acercandolo más hacia
él, casi juntando sus pelvis—. No quiero perder tiempo en eso.
—Estoy de acuerdo con eso —respondió mirándolo con una sonrisa coqueta, abriendo un poco más
sus piernas.
Se tiró un poco hacia atrás, apoyando su peso en una mano, mientras que con la otra tiró un poco del
cuello de su camisa, dejando ver las marcas que el menor había hecho en sus clavículas, sabiendo que
le fascinaba apreciar las muestras de que era el único que podía marcar y tomar su cuerpo de esa
forma.
—Voy a reclamar absolutamente todo tu cuerpo dejando marcas por todos lados, ¿Qué te parece, mi
amor? —preguntó mientras sostenía sus piernas para hacer que se sostuviera de él, comenzando a
caminar hacia la habitación.
—Me parece que hablas demasiado —respondió con las pupilas ya bastante dilatadas ante la
anticipación, sintiendo su creciente erección hacer acto de presencia, casi chocando con al abdomen
contrario.
Jungkook rió ante su leve desesperación, y solo siguió su camino apresurando un poco más el paso
por qué el también estaba algo desesperado poe volver a hacer el amor con su hermoso novio, probar y
acariciar cada parte de su cuerpo.
Volviendo a juntar sus labios, el menor lo sostuvo con firmeza y lo dejó sobre la cama, sin apartarse
del todo mientras se acomodaba entre sus piernas, ya que no quería dejar de degustar la boca ajena.
Taehyung llevó sus manos a los hombros contrarios, apretando con manos temblorosas la tela de su
camiseta.
El pelirojo rompió el beso al mismo tiempo que tomaba las manos contrarias para sostenerlas y
colocarlas a los lados de la cabeza del castaño, solo para poder admirarlo un poco antes de volver a
cercar su lengua a los labios impropios, delineando de punta a punta el inferior, para luego chuparlo y
morderlo con delicadeza.
Jungkook en el sexo era definitivamente el dominante, y no porque fuera el activo, sino que; le
gustaba llevar el control de todo, sin dejar de ser amoroso y delicado, y a Taehyung le gustaba que
tuviera el mando de las cosas, le gustaba sentir que el otro disfrutaba de su cuerpo así como él lo hacía
con el suyo. El mayor sabía que su personalidad y carácter eran los dominantes en su relación, pero en
el sexo, le gustaba sentirse delicado, permitirse avergonzarse y mostrarse vulnerable ante el mayor.
En ese momento cambiaban los roles porque de esa forma se sentían un poco libres de ser como
realmente querían hacerlo algunas veces, ambos disfrutaban de aquello de igual forma, los excitaba en
demasía.
Mordió dulcemente y besó una de sus mejillas antes de soltarlo, para separarse y poder quitarse su
propia camiseta, luego hizo con lo mismo con el mayor. Observó y acarició con ambas manos la suave
piel de su novio, luego retrocedió para ponerse de pie y poder quitarse los pantalones.
Taehyung no quiso desperdiciar tiempo, e hizo lo mismo con los propios, lanzandolos a un lado junto
con su ropa interior. El menor se despojó de sus boxers, pero no se acercó, solo se quedó parado
admirando la etérea y sensual imagen del castaño, el cual tenía sus piernas algo abiertas invitándolo a
que volviera a su posición de antes.
—Kook... —soltó entre leves jadeos, llevando una mano a su propia erección, comenzando acariciarse
a si mismo de forma lenta—. No me hagas esperar, joder...
Jungkook sonrió landino, mordiendo su labio inferior mientras se acercaba, colocándose entre sus
piernas, quitando la mano contraria que estaba dándose placer a si mismo, mientras que con la otra
remarcaba los chupetones que el mayor tenía en su cuello y clavículas.
—Casi desaparecen, voy a tener que hacer otras, cielo... —avisó, y luego acercó sus labios a su cuello,
eligiendo una zona al azar para comenzar a chupar y succionar.
Taehyung suspiraba hondo, sintiendo su cuerpo temblar cuando las manos del menor terminaron en
su trasero, apretaron sus nalgas y dio una leve nalgada en una de ellas, sacándole un gemido bajo.
—Kook, tócame... —pidió llevando otra vez su mano a su pene, ansioso y desesperado por sentir poder
sentirlo dentro o que comenzara a estimularlo.
Jungkook por su lado, no se atrevió a levantar la mirada a la suya, porque sabía que si lo hacía,
cedería, y antes de eso quería jugar un poco más con su piel y zonas sensibles. Quería hacer que se
viniera mientras sentía su boca marcarlo por todos lados, jugar un poco antes, por eso volvió a quitar su
mano de su miembro.
—Pronto, bebé —respondió luego de dejar un beso sobre la última marca que dejó en una de sus
clavículas, escuchando un gruñido de su parte.
Bajó hasta su pecho, donde dejó otra marca en uno de sus pectorales, luego se vio tentado por uno de
sus lindos y rosados pezones, el cual llevó a su boca y comenzó a lamer, chupar y morder. Aunque su
erección comenzaba a doler exigiendo atención, se estaba tomando su tiempo, porque él mismo creía
que era un pecado no tomarse el tiempo de deleitarse con el bello cuerpo de su novio.
Taehyung solo podía temblar y estremecerse ante todas las sensaciones placenteras que el menor
podía hacerle sentir solo utilizando su boca, pero a la vez lo hacían desesperarse, porque solo lo estaba
excitando cada vez más, y su erección comenzaba a doler como la mierda.
—K-Kook...Por favor... —suplicó intentando llevar sus manos nuevamente a su pene, pero las fuertes
manos de su novio no se lo permitieron, por lo que decidió jugar un poco con él moviendo su pelvis
hacia arriba para que ambas erecciones se frotaran entre ellas. Cuando lo consiguió, sintió una ola de
placer concentrarse en su parte baja, y sabía que no solo él podía sentirlo, porque escuchó un gruñido
de parte de Jungkook, y éste se levantó un poco para mirarlo mientras sostenía su cadera con una mano
—. Te quiero dentro... —suplicó nuevamente.
—Bebé, eres realmente impaciente, ¿No es así? —preguntó mirándolo con los ojos completamente
negros, llenos de lujuria—.¿Qué tanto me quieres dentro?
Taehyung no respondió, solo estiró su mano hasta tomar una de las suyas, y chupó los dedos índice y
corazón, comenzando a empaparlos en su saliva, enviándole un mensaje claro que lo que quería que
hiciera a continuación. Eso fue tan malditamente erótico que Jungkook fue contagiado por la
desesperación del mayor, y con su otra mano tomó su propia erección y se masturbó acercando la punta
a su entrada, solo para que el líquido pre seminal manchara esta.
—Suficiente —ordenó el pelirojo alejando su mano de su boca, para luego llevarla hacia la rosada y
latente entrada que esperaba por él—. No desesperes, mi amor.
Taehyung un poco más sus piernas, y sostuvo las sábanas a los lados de su cabeza mientras gemía
despacio cuando sintió ambos dedos adentrarse al mismo tiempo. Solo fue un poco doloroso los
primeros segundos, pero nada que fuera insoportable, luego de eso solo pudo cerrar los ojos mientras
disfrutaba de la sensación de los dedos moverse en su interior de forma rápida, y viendo estrellas
cuando lo movimientos de tijera rozaban su próstata.
Cuando el pelirojo notó que éste movía sus caderas en busca de más contacto, supo que era suficiente
y retiró sus dedos con rapidez, sacándole un gruñido molesto al castaño, que rápidamente fue
reemplazado por un gemido sonoro cuando sintió la intromisión de su pene de una estocada limpia y
rápida.
Jungkook gimió, sonando eso como un gruñido grave, totalmente ido por un momento al sentir las
cálidas paredes del interior de su novio presionar su erección, haciéndolo sentir en el paraíso. Cuando
tuvo de nuevo algo de cordura, quiso jugar un poco con su lindo y desesperado novio; salió por
completo, luego volvió a ingresar de forma algo lenta hasta la mitad, para luego repetir aquellos unas
cuatro veces hasta que escuchó la voz del mayor.
—¡Deja de jugar y follame! —exigió notablemente irritado al necesitar mucho más de su parte,
específicamente que sintiera que iba a partirlo en dos.
—Con amor, bebé, con amor —dijo en un tono divertido luego de escucharlo, pero decidió que ya era
suficiente juego para el pobre.
Se hundió en el por completo, comenzando directamente con movimientos rápidos y profundos,
haciendo que Taehyung gimiera a gusto y sonoramente. El menor no tardó en tomar ambas piernas
contrarias y elevarlas, apoyando la suya sobre la cama para tener mayor acceso y poder aumentar la
velocidad.
Sonrió de lado cuando el castaño gritó su nombre y murmuraba unos casi indescifrables "ahí, justo
ahí" cuando golpeó una y otra vez su punto dulce. En ese momento no importaba absolutamente nada
más, no podía sentir otra cosa que no fuera placer absoluto, así que cuando el menor levantó sus
caderas y con eso medio de su cuerpo en un intento por buscar aún más accesibilidad —si era posible—
no le importó en lo más mínimo que luego pudiera llegar a dolerle la espalda.
A pesar del inmenso placer, ambos tardaron bastante antes de sentir que estaban al límite, a punto.
—K-Kook, voy a...¡Ahh! —arqueó su espalda y apretó las sábanas con fuerza cuando sintió que estaba
a punto de acabar.
Jungkook notó eso y, sintiéndose cerca también, dejó caer las piernas contrarias a los lados de sus
caderas, para acercarse al rostro contrario y comenzar a besarlo sin disminuir la velocidad de sus
embestidas. Taehyung se aferró a su cuello con ambos brazos, y mordió sin querer el labio contrario con
fuerza cuando llegó al clímax.
Al menor no le importó aquello, solo se concentró en acabar él mismo, queriendo liberar todo en su
interior, que lo sintiera en cada fibra de su cuerpo, que le sea imposible olvidarse de él incluso cuando
esté pensando en cualquier otra cosa.
Gimió contra su cuello cuando se sintió completamente liberado, y dejó caer su peso sobre el cuerpo
contrario, el cual abrazaba su torso como si la vida se le fuera en ello. Tardaron unos minutos en
regular su respiración, y ninguno dijo nada hasta que el mayor lo llamó.
—Kook...
El mencionado se levantó apoyando su peso en sus antebrazos, y lo miró con ojos brillantes.
—¿Si, cielo?
Taehyung no le respondió al instante, se tomó su tiempo que admirar su rostro y delinear sus
facciones con una mano, mientras que con la otra comenzó a acariciar su cabello rojo, ¡Joder, como le
gustaba ese color en él!
Por un momento el menor se sintió completamente vulnerable y atacado ante la intensidad en su
mirada, porque ésta demostraba muchísimo amor y adoración, como nunca ante lo había visto en él. Su
corazón se sintió atacado pero a gusto, dejándolo saber con latidos apresurados y fuertes.
—Sin importar qué, te amo, Jungkook... —admitió de repente. Su voz sonando tan sincera como jamás
lo había hecho.
El menor sonrió en grande, tanto que incluso soltó una leve carcajada ante toda la emoción de sus
palabras. Salió de una vez de su interior, de forma lenta para no lastimarlo, disculpándose cuando notó
la mueca en el rostro de su hermosos novio, sabiendo que la sensación de su semen salir de él no le era
del todo agradable porque luego le costaba limpiarse y manchada mucho sus sábanas.
Sostuvo sus caderas y los colocó a ambos de costado, abrazandolo y acercando su rostro al contrario
para besarlo con dulzura, luego se separó a penas para poder mirarlo a los ojos.
—También te amo sin importar qué, cielo —confesó—. Podrías dispararme en el pecho, pero yo jamás
dejaría de amarte.
—Kook, tú... —dudó un poco en preguntar, no por temor a la respuesta sino por que el otro creyera
que hay algo más detrás su pregunta—. Tú jamás me harías daño, ¿Cierto?
Jungkook lo miró como si le hubiera salido otra cabeza, y negó rápidamente.
—Jamás, no intencionalmente, no me lo perdonaría a mi mismo en la vida —respondió muy serio—.
¿Por qué lo preguntas?, ¿Crees que te dañaré?
—No, no es eso, solo quería volver a aclararlo —respondió sonando seguro—. Sé que no me harías
daño...Pero, ¿Les harías daño a las personas que me lo hacen?
—Sin duda alguna, yo te protegeré siempre, y voy a hacer que cada persona que se atreva a
lastimarte o si quiera a insultarte, se arrepienta por el resto de su vida —respondió sonando tranquilo,
incluso algo inocente al decir esas palabras que de inocente no tenían nada.
Se mordió el labio inferior y llevó ambas manos al rostro contrario, comenzando a acariciar sus
mejillas.
—¿Lo haz hecho antes? —preguntó tranquilo, pero en sus ojos se podían ver que estaba siendo serio
al respecto—. ¿Haz dañado a alguien por mi?
Jungkook se quedó en silencio unos segundos, pensando en el por qué de estas repentinas preguntas,
temiendo responderlas.
—Lo he hecho —admitió finalmente.
—...¿Hasta qué punto? —preguntó igual de tranquilo, no quería parecer asustado, alarmado o
disgustado.
—...¿Importa realmente?
—Para mi si. Por favor, no me mientas, ¿Hasta qué punto? —insistió.
—Hasta el punto en el que no volverán a lastimarte de ninguna forma, hasta ese punto —respondió
serio, pero sin querer sonar duro.
Taehyung pensó en lo que significaban sus palabras, que podía asegurar que eran completamente
serias, se notaba en su mirada, no podría dudar ni un poco de todo lo que dijo hasta ahora. Se
sorprendió a si mismo cuando encontró agradables sus palabras, la seguridad de que Jungkook lo
amaba tanto que no le importaría enfrentarse a quién sea para que no volvieran a lastimarlo.
Pero también estaba consciente de que eso estaba mal y era peligroso para el menor, muy mal y muy
peligroso.
—¿Te arrepientes de ello? —volvió a preguntar con una extraña calma invadiendo todo su cuerpo.
—Ni un poco. Es más, volvería a hacerlo las veces que fueran necesarias —admitió sin una pizca de
gracia.
—...¿Por qué yo?
—¿Por qué tú, qué? —preguntó sin comprender.
—¿Por qué me amas? —preguntó mirándolo como si fuese un enigma lleno de preguntas sin
respuestas—. ¿Por qué yo?, ¿Qué tengo de especial que hace que llegues a tales extremos por mí?, no lo
entiendo...
Jungkook sonrió ante sus palabras, y de acercó para besar su frente, luego sus mejillas y luego sus
labios.
—Eso es muy simple de responder —tomó una de sus manos y la llevó a la altura de su pecho —. Eres
mi cielo.
━─━──── ────━─━
Tomen éste capítulo como un regalo antes de que las cosas se pongan un poco...Dramáticas
:)
G.GG


Como habían prometido y preparado, dos días antes de que la pelea final se llevara a cabo, los amigos
de Jungkook organizaron un torneo de metegol para celebrar su victoria en las semifinales. Esta vez,
también invitaron a Daehyun junto con su —aun no novio— invitado especial, Youngjae.
Fueron al mismo bar de la última vez, literalmente alquilaron todo el lugar por una noche solo para
ellos, cosa que no sorprendió en lo más mínimo a ninguno, solamente al pobre de Youngjae que aún no
estaba al tanto del dinero que mueven aquellas peleas ilegales.
—Parece que luego hará más frío, debí traerme algo más abrigado —se quejó Taehyung al bajar del
auto.
—Puedo darte mi chaqueta luego, cielo —dijo Jungkook acercándose a él para enlazar sus manos
antes de caminar hacia el bar.
—Tú tampoco traer nada más que eso, no voy a aceptar tu chaqueta —respondió firme—. Le quitaré la
suya a Dae.
—¡Oye!, ¿Quién dijo que yo iba a darte la mía? —respondió el recién nombrado luego de bajar del
auto también.
—¿Cuándo dije que iba a pedirtela? —preguntó el castaño divertido—. Dije que iba a quitártela.
—Soy tu mayor, respetame —exigió.
—¿Los demás ya están dentro? —le preguntó al pelirojo ignorando a su primo.
—Sí, ellos siempre son los primeros en llegar —respondió Jungkook.
Los cuatro ingresaron al bar siendo recibidos por las luces neón del lugar; música de Baby metal no
muy alta como para que pareciera una discoteca, pero si para animar el ambiente, se escuchaban varias
risas dentro y el sonido característico del metegol golpeando los limites de la cancha de metal.
—¿Practicando un poco? —preguntó Jungkook cuando se acercaron donde ellos.
—¡Llegaron! —gritó Wooyoung al verlos, siendo seguido por los otros tres que gritaron animados
también.
—Hola chicos —saludó Youngjae amable.
Los recién llegados saludos a los cuatro con un choque de puños, luego Yunho les preguntó a todos
que querían para beber, aclarando que podían pedir lo que quisieran las veces que quisieran, porque
todo iba por cuenta de Mingi, a lo que éste se quejó corrigiendo que era Jongho quien pagaba, y éste
dijo que Wooyoung se había ofrecido a hacerlo, comenzando así una discusión entre los cuatro.
—Yo pago las bebidas de todos esta noche, no se pongan a discutir como si fueran unos niños —dijo
Jungkook riendo divertido por el comportamiento de sus amigos, contagiando a su novio que también
sonrió ante eso.
—¿Cómo así?, esta fiesta es en honor a ti —dijo Yunho negándose a esa idea.
—Pero si insistes... —comentó Wooyoung.
—A ver, podemos pagar entre los cuatro, ¿Por qué tanto problema? —dijo Jongho, logrando que todos
estuvieran de acuerdo con eso.
—Yo quiero una Corona —pidió Daehyun, luego volteó a ver a su casi novio—. ¿Qué quieres tú?
—Lo mismo está bien.
—Ya saben que quiero yo —dijo Jungkook encogiéndose de hombros luego de sentarse en el sofá en
forma de C que estaba en el lugar.
—Yo quiero una medida de whisky —dijo Taehyung sentándose en los muslos de su novio, pasando un
brazo por sus hombros.
—A mi traiganme algo con pomelo —pidió Mingi.
—Ah, no, tú vienes con nosotros a ayudarnos a traer los demás tragos —se quejó Jongho tomando uno
de sus brazos para comenzar a tirar de él—. Anda, no seas vago.
—Tsk, me pregunto que sería de ustedes sin mí —se quejó rodando los ojos mientras se dejaba
arrastrar hasta la barra.
—Ahh, se escucha como el paraíso —bromeó Yunho.
—Serás hijo de puta...
Los otros cuatro solo los escuchaban atentos sin poder evitar reír ante sus discusiones y bromas.
Jungkook volteó a ver a su novio y besó su mejilla mientras acariciaba uno de sus muslos, llamando su
atención con eso.
—Puedo mandar a que te compren un abrigo si quieres, cielo.
—¿Enserio? —preguntó frunciendo el ceño.
—Por supuesto, cielo.
—No, Jungkook, no tienes que ganar dinero en eso —regañó rodando los ojos—. Dios, ¿Acaso si te
digo que tengo pereza de caminar vas a enviar a que me vayan a buscar en limusina?
—Pues, sí. Es una buena idea, tú solo avísame y yo la mando, amor —respondió hablando muy enserio.
—Estaba bromeando, y espero que tú también —dijo igual de serio.
—Yo no estaba bromeando —respondió inocente—. Cuando dije que haría lo que fuera por ti, jamás
puse un límite porque no lo tengo cuando se trata de ti, cielo.
—¿Ah, sí?, bueno, cuando dije que iba a golpearte si gastabas dinero en algo innecesario o estupido,
tampoco puse límite de golpes —respondió cruzándose de brazos.
—Uy, Taehyung domador de bestias —bromeó Daehyun al escucharlo—. ¿Acaso le das nalgadas a
modo de castigo?
Jungkook al escucharo lo miró con una media sonrisa y cejas alzadas, como si estuviera diciendo que
aceptaría gustoso aquél castigo, y Taehyung solo negó con la cabeza reteniendo una risa.
—Olvídalo, masoquista.
—Si eres tú, quiero que me pegues, me embaraces y me abandones —respondió en broma, logrando
hacer que el castaño riera alto, contagiando a los otros dos también.
—Eres un idiota —dijo llevando sus manos al rostro contrario para sostener sus mejillas—. ¿Por qué
estoy contigo?
Jungkook le sonrió en grande y acercó sus labios a los contrarios, besandolos varias veces antes de
responderle.
—Porque me amas, y yo te amo. Somos la dupla perfecta, cielo.
—Ah, cierto, por eso —respondió sonriendo en grande antes de volver a juntar sus labios en un beso
mucho más largo e intenso.
—Oigan, planeamos un torneo de metegol, no una orgía, así que relajen las nalgas —dijo Wooyoung
cuando regresó junto con los otros tres.
—Iug, nunca más digas eso, imaginarme teniendo una orgía con ustedes porque definitivamente no
aguantaré el vómito una vez más —dijo Jongho dejando los dos vasos sobre le pequeña mesa frente al
sofá.
—Ya te gustaría probar este cuerpo —dijo Wooyoung pasando sus manos por su pecho de forma
exagerada.
—No, Wooyoung, nadie aquí quiere eso —se burló Jongho.
—¡Vete a mierda, envidioso!
—Ya callense, mejor vamos a preparar los equipos —dijo Daehyun llamando la atención de todos, que
ya estaban sentados con los vasos de sus bebidas correspondientes—. Obviamente yo y Tae vamos a
formar equipo, porque juntos somos invencibles en esto, lo siento, Jungkook.
El pelirojo arrugó el entrecejo y estaba a punto de quejarse, pero una tercera voz los interrumpió.
—¡De eso nada! —dijo Wooyoung llamando la atención de todos.
—Decidimos que ibamos a formar equipos al azar, y por eso ya preparamos todo para hacerlo —acotó
Yunho.
—Mingi, la bolsa —pidió Jongho.
—¿No la tenía Wooyoung? —preguntó levantando las manos en señal de que no tenía nada consigo.
—¡No jodas, te la di a ti cuando llegamos!
—Yo se la di a Yunho —se excusó Wooyoung.
—¿Qué?, no es verdad —se quejó el recién nombrado—. Hazte cargo si no sabes donde la dejaste.
—¡Son todos unos irresponsables! —se quejó el menor del grupo de cuatro—. Mingi, te lo encargué a
ti, no a él, ¿Sabes cuánto tiempo me tomó hacer esos papeles?
—Ni que fueran la gran cosa, solo son papeles cortados —se defendió.
—¡Eran papeles recortados a la misma medida, escritos y doblados perfecto!
—¡Papeles y ya!
—Oigan, aquí hay una bolsa con papeles —avisó Youngjae apuntando debajo de la pequeña mesa
frente a ellos.
Todos miraron en esa dirección, luego la voz de Mingi se dejó escuchar por todo el lugar.
—¡Te dije que estaba allí!
—¡No mientas, no tenías ni puta idea de que estaban allí! —se quejó Jongho.
—Bien, ya que la encontramos, vamos a elegir los equipo —habló Yunho tranquilo, tomando la bolsa e
ignorando a los otros dos que seguían discutiendo.
—¿Cómo es que tienen tanta energía? —preguntó Taehyung negando con la cabeza ante la actitud de
sus nuevos amigos.
—Te acostumbraras con el tiempo —aseguró su novio abrazando su cintura y apoyando su cabeza
sobre su pecho—. Yo quiero que seamos equipo, cielo...
—Habrá que ver si tienes esa suerte —respondió Taehyung encogiéndose de hombros.
—¡Muy bien yo les explico como será esto! —dijo Wooyoung luego de aclararse la garganta—. Como
somos ocho, será como en cuartos de finales, por lo que incluso para poder probsr suerte van a tener
que ganar.
—Qué bueno que eres explicando, flipo —comentó Jungkook en broma.
—¡Aún no termino! —se quejó, luego volvió a sonreír como si nada—. Como decía, vamos a jugar
piedra, papel o tijeras, y los que ganen van a poder sacar un papel. En vez de que les toque la persona
con la que quieren, deberían de rezar por qué les toque el suyo propio, ya que si lo hace, pueden elegir
libremente a cualquiera que no haya sido emparejado ya, ¿Comprenden?
Todos asintieron en señal de que comprendieron, y pronto se asomaron para comenzar la pequeña
batalla de piedras, papel y tijeras. Luego de varias rondas, al final los que ganaron fueron Jongho y
Youngjae.
—Muy bien, pueden ser los primeros en elegir —dijo Yunho acercando la bolsa con los papeles que se
veían todos iguales.
—¿Vas primero? —preguntó Youngjae.
—No, está bien, ve tú —respondió el menor de todos.
—Bien... —metió su mano en la bolsa y sacó un papel sin escarbar mucho, y al abrirlo mostró el
nombre que estaba escrito—. Yunho.
—Ay, espero que al menos tu si sepas jugar bien, porque yo soy un caso perdido —dijo éste mirandolo
con ojos apenados.
—Bueno...Siempre hay una primera vez para todo —dijo el aún no novio de Daehyun, aolo haciendo
que todos comenzaran a reír al saber que serían los primeros en perder.
Cuando le tocó a Jongho sacar un papel, sonrió en grande mostrando con orgullo el nombre del papel
que le había tocado.
—¡Taehyung, oh yes! —celebró intentando no darle importancia a la mirada asesina que el pelirojo le
estaba dando en esos momentos.
El castaño rió al notar la expresión en el rostro de su novio, y comenzó a besar su mejilla para hacer
que deje de estar molesto.
—Supongo que no tienes tanta suerte hoy —bromeó.
Jungkook volteó a verlo con ojos de cachorro y labios abultados, causando una extrema ternura en el
mayor.
—Yo quería que fuéramos equipo, cielo...
—Para la próxima lo seremos —aseguró, dejando un casto besos sobre los suyos, para luego volver a
hacer que la cabeza contraria se recostara en su pecho—. Prometo comprarte algo con el dinero que
ganemos.
—Aahh, ¿Tan poca fé me tienes, amor?
—No es poca fé en ti, es mucha confianza en mi y en Jongho, ya que me dijiste que era muy bueno en
esto.
—Bueno, quizás te sorprenda, cielo.
—Quizás.
Cuando los equipos fueron formados unos diez minutos después, quedaron de esta forma; Taehyung y
Jongho, Yunho y Youngjae, Mingi y Daehyun, Jungkook y Wooyoung. Todos pagaron partes iguales para
formar el premio, el cual se lo llevaría todo el equipo ganador.
En la primer ronda fueron Jungkook y Wooyoung, contra Yunho y Youngjae. El resultado fue obvio y
los primeros mencionados fueron los ganadores, pasando a la final. La segunda ronda, a pesar de que
duró más que la primera, terminó con cinco goles de parte de Taehyung y Jongho, y ninguno de parte de
Mingi y Daehyun.
—Tae, pídele a Kook que nos deje ganar y así adelantamos el premio —bromeó Jongho.
—El no haría eso aunque se lo pidiera —dijo el castaño riendo divertido.
—Si lo haría —dijeron todos al unísono.
—Si lo haría —repitió Jungkook dándoles la razón a sus amigos.
—No vas a hacerlo. O juegas en serio o te dejo en abstinencia, ¿Qué decides? —preguntó amenazante.
—¡Daremos lo mejor de nosotros! —animó el pelirojo.
Todos los presentes rieron ante su respuesta, y luego de bromear un poco más, el partido comenzó;
ambos equipos eran buenos, aunque obviamente el de Taehyung y Jongho era superior, porque el menor
de todos era bueno como arquero, y el castaño con los demás jugadores, y no tardaron ni un minuto en
marcarles el primer gol.
—¡Tomen eso, imbeciles! —se burló Jongho haciendo un baile ridículo con un movimiento de cadera
extraño.
—Comenzaré a animar al equipo de Kook solo para no volver a ver eso —dijo Mingi mirando con
vergüenza ajena a su amigo.
Cuando Tae y Jongho marcaron el tercer gol, los otros pudieron marcar uno que fue literalmente de
suerte, cuando Wooyoung comenzó a girar a sus jugadores de forma desesperada. Luego de eso,
Taehyung se puso serio, ya que no le gustaba que le hicieran ni un solo punto en ese juego, se lo tomaba
muy enserio.
—Bien, basta de juegos —dijo, y cuando tuvo la pelota en uno de sus jugadores de en medio,
sorprendió a todos cuando golpeó para el lado donde estaba su propio arco, pero éste golpeó a un lado,
para luego rebotar dos veces en cada lado de la cancha, para finalmente ingresar en el arco casi al
límite del arco.
—¡Joder, eso no debe ser físicamente posible! —se quejó Wooyoung.
—...Te ves tan sexy cuando vas ganando —halagó jungkook mirando a su novio con ojos brillantes.
Taehyung solo le tiró un beso junto con un guiño, mientras Jongho a su lado hacía otro baile extraño,
pera esta vez moviendo sus piernas de forma que parecía doler.
—En serio, que ya no hagan más puntos —suplicó Mingi cubriendo sus ojos para evitar ver la
vergüenza que conformaba a su amigo.
El gol ganador no se hizo se esperar cuando volvieron a jugar, dejando como ganadores a Taehyung y
Jongho, haciendo que todos los demás miraran con tristeza y envidia todos los billetes que repartían
entre ellos. Aún así, Jungkook volvió a acercarse a su novio para sostener su cintura con ambas manos,
acercándolo a él para besar sus labios de forma apasionada.
—Te ves tan sexy contando dinero, ¿Quieres ser mi contador personal? —preguntó mientras dejaba
mordidas juguetonas por su cuello, causando risas en el castaño.
—¿Qué ganaré yo a cambio? —preguntó coqueto.
—Literalmente, lo que quieras —respondió sonriendo divertido.
Cuando todos volvieron a sentarse, no pasaron ni cinco minutos en paz, cuando el chico de la barra se
acercó a Jungkook para susurrarle algo al oído. El rostro del pelirojo se transformó cuando el hombre
terminó de hablar, y le habló también al oído antes de que agradecerle.
La música dejó de sonar de un momento a otro, y gracias a eso pudieron escuchar golpes en la puerta
principal, unos fuertes e insistentes golpes. Jungkook les dió una mirada a sus amigos, los cuales
asintieron sin necesidad de escuchar palabras, para luego caminar hacia una habitación a la cual los
demás no habían ingresado aún.
—¿Qué sucede? —preguntó Taehyung notando que algo andaba mal cuando vio la expresión tan seria
en el rostro de su novio—. Jungkook...
—Gente que no está invitada a la fiesta llegó —respondió serio, luego volteó a verlo para besar sus
labios—. Déjame levantarme un momento, cielo.
—¿Gente no invitada?, ¿Qué significa eso? —preguntó algo preocupado al notar como el pelirojo se
acercaba a la barra para hablar con el barman.
—¿Qué está pasando? —preguntó Youngjae algo temeroso por el cambio en el ambiente.
—No lo sé...
Jungkook regresó a su lugar, y se agachó para quedar a la altura de su novio, luego le sonrió como si
nada.
—Cielo, ¿Me harías un favor?
—¿Qué favor?
En ese momento los cuatro que habían abandonado la habitación, volvieron a aparecer, y se
acercaron a la entrada, quedando justo en frente de la puerta principal, esperando al pelirojo.
—Necesito que los tres vayan y se queden un momento en el baño —respondió algo preocupado de
que el castaño comenzara a preguntarle la razón—. No hay mucho tiempo, por favor hazme ese favor y
ya-
—¿Por qué demonios quieres que vayamos al baño? —preguntó molesto cuando se dio cuenta de que
el menor no iba a explicarle por si mismo que estaba ocurriendo—. ¿Quién demonios vino?, ¿Qué es lo
que van a hacer?
—Cielo, por favor, luego te explicaré todo, pero ahora-
—Dae, Youngjae —llamó a los otros dos poniéndose de pie sin dejar de mirar al pelirojo—. Vayan al
baño y quédense allí hasta que vayamos a buscarlos.
—Cielo...
—Pero, Tae-
—Hyung, por favor —pidió cortando sus palabras, manteniendole la mirada a su novio mientras se
cruzaba de brazos—. No salgan hasta que yo y Jungkook vayamos a buscarlos.
La pareja se miró entre ellos, y luego obedecieron con temor a preguntar algo. Sabían que algo no
andaba bien porque el ambiente se había transformado y no era para nada agradable, y los golpes en la
puerta seguían sonando, cada vez con más insistencia, poniéndoles nerviosos.
—Cielo, por favor. Solo-
—Cierra la maldita boca, Jungkook, solo dirígete hacia mi para explicarme que demonios está
sucediendo o no me hables —respondió apretando los dientes ante la impotencia.
Jungkook le mantuvo la mirada unos segundos, luego suspiró y murmuró algo que el castaño no llegó
a escuchar. Cuando escuchó a Jongho llamarlo, supo que no había tiempo ya para explicaciones, por lo
que, resignado, tomó la mano de su novio y comenzaron a caminar hacia los demás.
Taehyung sintió su corazón latir con fuerza, pero el agarre de sus manos le permitía conservar la
calma. Era obvio que algo no andaba bien, la mirada de todos era oscura, y el no sabía que era lo que
iba a ocurrir cuando la puerta fuera abierta, por lo que solo decidió mostrarse impacible al igual que su
novio.
—Abre —ordenó Jungkook, y el barman se acercó a la puerta para abrirla de par en par.
Al hacerlo, lo primero que Taehyung pudo ver, fue la figura de unos cinco hombres; cuatro de ellos
caminaban a paso lento pero seguro detrás del que parecía ser el que estaba al mando de todos, y pudo
reconocerlo al instante, haciendo que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo.
—Jeon, ya creía que no ibas a abrirme —habló el tipo que estaba frente a los demás.
Jungkook estaba en medio de sus cuatro amigos, con Taehyung a su lado, menteniendo un agarre en
sus manos que era firme, con su mirada fría e impacible sobre la del rubio.
—Park Ilhoon... —habló tranquilo, rompiendo el silencio que se había formado—. No creo haberte
invitado a ti, ni a tus amigos a mi fiesta, por lo qué, ¿Qué es lo que quieres?
El de cabello rapado sonrió landino, y luego posó su mirada en Taehyung, quien intentaba ocultar sus
nervios bajo una expresión de indiferencia ante su persona. Sintiendo como era recorrido por la mirada
contraria, levantó una ceja e hizo una mueca de desagrado.
—Vine a hablar de negocios, sobre nuestra pelea y sobre el tipo de relación que podríamos tener —
respondió sin apartar la mirada del castaño.
—Deja de mirar a mi novio —ordenó Jungkook con un tono de voz amenazante.
—Los ojos se hicieron para ver, Jeon. No seas celoso —respondió divertido, sin apartar la mirada.
—Si tanto valoras tus ojos, te recomiendo apartar la mirada de él ahora mismo.
—Vaya, al parecer el chico de Jeon es más importante para él de lo que imaginé —dijo Ilhoon llevando
su mirada al pelirojo—. Tanto como para amenazarme.
—Me cago en todo —comentó Taehyung sonando molesto, llamando la atención de todos—. Entiende
una cosa, no soy "el chico de", mi nombre es Taehyung, Ta-e-hyung, ¿Es muy difícil para los tipos como
tú entender eso?
El silencio se hizo presente, y por un momento Taehyung creyó que la cagó con su comentario
impulsivo, pero cuando escuchó la risa sonora de Jungkook, se sintió un poco más calmado.
—Ah, realmente te amo —le dijo volteando a verlo.
—Voy a ignorar la forma en la que tu puta me habló solo porque vine a otra cosa —comentó Ilhoon
totalmente ofendido por el tono que usó Taehyung para hablarle—. Y será mejor que mantenga la boca
cerrada o sino-
—¿O sino qué? —preguntó Jungkook en voz alta, acercándose hasta que quedó a un metro del rubio,
deteniéndose solo porque los tipos detrás de Ilhoon sacaron armas y lo apuntaron—. Vienes a mi fiesta
sin ser invitado, con tipos armados, a exigir hablar de algo de lo que no estoy interesado, y le hablas
mal a mi novio frente a mis narices...¿Sabes que solo eso último puede hacer que hoy sea tu último día
respirando en este mundo? —habló con un tono de voz tan tétrico, frio y amenazante que todos en el
lugar.
—¿En verdad crees que puedes seguir amenazándome de esa forma? —preguntó el rubio acercándose
hasta quedar a pocos centímetros—. Creo que aún no te has dado cuenta de en la posición en la que
estás en este momento —dijo apuntando a los hombres detrás suyo.
—Error. Tú no te has dado cuenta de que estás en uno de mis territorios —corrigió, y al levantar los
brazos a la altura de su pecho, sus amigos sacaron armas rápidamente de sus ropas y apuntaron a los
hombres, mientras que el barman ya se encontraba apuntando al rubio con una arma de alto calibre
que dejaba en evidencia que estaba apuntando directo a su pecho gracias a un laser que poseía la
misma—. Tu peor error no es el de venir a amenazarme en mis tierras, sino que será el volver a faltarle
el respeto a mi novio, y aún más en mi presencia, ¿Te queda lo suficientemente claro?
Ilhoon apretó los dientes tensando su mandíbula, respirando pesado para luego retroceder y mirar a
Taehyung una vez más. El castaño no se dejó intimidar por su mirada una vez más, solo le mantuvo la
mirada, y se permitió reír burlón ante su desventaja en ese momento.
—Bien, he terminado aquí —dijo Park, e hizo una señal a sus hombres para que guardaran sus armas,
luego retrocedió caminando de nuevo a la salida—. Nos vemos en la final, Jeon.
Sus amigos bajaron las armas solo cuando aquellos ya no estuvieron en su campo visual y la puerta
fue cerrada nuevamente. Jungkook suspiró y volteó a ver a su novio con una sonrisa adorable, como si
nada hubiera pasado.
—Lamento haberte hecho pasar un mal rato, cielo —se disculpó, y se acercó a él para abrazarlo por la
cintura—. Solo quería que no estuvieras presente por las dudas, era peligroso.
—...Jungkook —llamó apartandolo un poco para sostener su rostro con ambas manos.
—¿Sí, bebé?
—No vuelvas a ocultarme nada, ni me pidas que haga algo sin antes explicarme por qué, ¿Te queda
claro? —dijo utilizando un tono serio y amenazante que hizo temblar a los amigos del pelirojo también
—. No voy a aguantar que me trates como un maldito ignorante o un niño de ocho años que no puede
estar a tu lado en situaciones como ésta, ¿Entendido?
—...Si, cielo. Lo lamento —se disculpó bajando la mirada arrepentido.
—Bien.
Acercó sus labios a los contrarios, comenzando un beso en el que él llevaba el control, y Jungkook
solo diafrutaba dejándose controlar por su sexi y hermoso novio.
—...Tae da miedo a veces —susurró Wooyoung a los otros tres, que asintieron totalmente de acuerdo.
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El mes que viene comienzo la universidad, recen porque puede tener el mismo tiempo para
poder actualizar a tiempo
G.GG

Todos estuvieron de acuerdo en que la fiesta no iba a terminar en ese momento, por lo que decidieron
seguir con ella luego de la repentina visita no deseada.
Aprovechando que tenían cartas en el lugar, decidieron jugar a algo mientras seguían bebiendo y
escuchando música. El juego elegido fue el 'chinchon'.
—¿Para qué vino ese golpeado? —preguntó Dae luego de que su primo le explicara lo sucedido.
—Dijo que quería hablar sobre negocios, la pelea y no sé que otra estupidez —respondió Jungkook
mientras elegía que jugada hacer con sus cartas—. No tengo nada que tratar con él ni me interesa
hacerlo, y no creo que el sí, creo que vino a buscare problemas, de otra forma no hubiera traído a esos
gorilas.
—Yo creo que venía con intenciones de hacerte algo para que no puedas pelear en condiciones, es un
cobarde y sabe que eres mejor peleador que él —dijo Jongho con tono molesto.
—¡Eso, juega sucio, sucio, sucio! —se quejó Wooyoung.
—No, esa jugada no, estoy seguro de que Mingi está esperando a que hagas algo como eso —dijo
Taehyung a su novio, tomando su mano derecha, la cual estaba por tirar una carta—. Mejor deja esta,
nadie está buscando números altos.
El castaño estaba sentado sobre sus muslos, y ambos estaban jugando juntos, al igual que Daehyun y
Youngjae, y Wooyoung con Yunho, ya que eran varios para jugar y no suficientes cartas para un juego
cómodo entre todos.
—Taehyung, no nos desconozcamos —dijo Mingi intentando sonar amigable.
—¿Tú quien eres? —preguntó el castaño solo para molestarlo.
—¿En serio estaban armados? —preguntó Youngjae aún sin poder creerlo.
—Sip, con escopetas —respondió Wooyoung—. Amenazaron con volar todo el lugar con granadas
también.
—...¿Q-Qué? —preguntó aún más aterrado de lo que estaba antes.
—Tarado, lo asustas —regañó Yunho dándole un golpe en la cabeza a su amigo, luego volteó a ver al
pobre castaño asustado—. No le hagas caso, solo tenían armas y la sacaron cuando Jungkook se acercó
a Ilhoon.
—¡Aish, no tenemos ni una jugada, Yunho! —se quejó Wooyoung—. ¡ Y todo por tu culpa!
—¿¡Qué!?, ¿Por qué diablos es mi culpa si estamos jugando juntos, maldito idiota? —se quejó éste.
—¡Porqué sí!
—¡Porque sí voy a golpearte!
—¿Se pueden callar como buenos perdedores y seguir jugando?, es su turno —se quejó Taehyung
rondando los ojos.
—Pero sí aún no perdem-
—Callense y jueguen —amenazó Jungkook.
—Dominado... —susurró Wooyoung.
—Te escuché —dijo el pelirojo mirándolo con el ceño fruncido.
—Genial, no estás sordo.
—Serás...
—¡Ya, callense y jueguen, maldita sea! —se quejó Jongho.
—¿Qué no pueden estar sin discutir por más de veinte minutos? —preguntó Daehyun rondando los
ojos.
—Así no se puede jugar —se quejó Taehyung cruzándose de brazos—. Jungkook, haz algo para
callarlos.
—Enseguida, cielo —respondió el pelirojo dándole un suave beso en su hombro, luego volteó a ver a
sus amigos y su mirada cambió a una mucho más fría y dura—. Oigan, están molestando a mi novio, y
saben perfectamente lo que les sucede a los que lo hacen, ¿Van a seguir con sus tonterías?
—...Dominado —murmuró Wooyoung.
—Pollerudo —se burló Mingi.
—Oigan, tengo hambre —dijo Daehyun de repente, llamando la atención de todos.
—¿A esta hora?, ¿No comiste antes de venir? —preguntó Youngjae a su lado.
—Si, pero a las apuradas —respondió haciendo una mueca de malestar—. ¿Tienen el número de algún
delivery?
—Yo tengo el de una pizzeria —respondió Yunho—. Puedes pedir y si llegan luego de los veinte
minutos, te cobran la mitad, o podemos ir al lugar y ahorrarte el delivery.
—¿A esta hora están abiertos? —preguntó Taehyung con sorpresa.
—Si, es un bar que también es pizzería, por lo que cierran eso de las seis de la mañana —comentó
Jongho—. A veces vamos allí porque las pizzas a la piedra que hacen son las mejores, y están a un
precio bastante accesible.
—¡Cierto, ese lugar al que fuimos una vez antes de que comenzara con las peleas! —dijo Jungkook
recordando aquella noche, y luego volteó a ver a su novio—. Cielo, tenemos que ir juntos a ese lugar en
algún momento, te va a encantar.
—¿Y por qué no vamos ahora? —preguntó Wooyoung a modo de propuesta—. Podemos ir todos y
comer, a mi también me está dando algo de hambre.
—A mi también —comentó Mingi.
—¿Tú que dices, cielo? —preguntó el pelirojo a su novio.
—Me parece bien, siempre viene bien una buena pizza a la una de la madrugada —respondió
divertido—. Pero, tu no vayas a comer demasiado o luego te hara mal, tienes que mantener tu cuerpo
saludable para la pelea, ya luego puedo cocinarte todo lo que quieras cuando ganes.
—Ahhh, realmente sabes que decir para hacerme feliz, cielo —halagó sonriendo en grande,
acercándose a su cuello para besar la zona varias veces.
—Entonces está decidido, ¡Vamos a comer pizza! —gritó Wooyoung emocionado.
━─━──── ────━─━
Se supone que iba a ser una salida agradable, donde iban a comer mientras reían y contaban
anécdotas, se burlaban de Wooyoung y avergonzaban a la pareja que aún no formalizaba, pero para
Taehyung, desde el momento en el que se sentaron en una de las mesas, fue un infierno.
—Podemos hacerle un descuento, son varios y me agradan —dijo la chica mesera encargada de tomar
nuestra orden, la cual se paró del lado de la mesa de Jungkook, y le estaba hablando directamente a él
ignorando al resto, y claramente su tono era de coqueteo—. ¿Tú quieres algo en especial?
—No, gracias. Solo lo que ordenó mi amigo hace un momento —respondió el pelirojo de forma
amable, apuntando a Yunho, quien había hecho la orden.
—Entendido. No dudes en llamarme si quieren algo más —habló ella sin apartar la mirada del
pelirojo, y luego posó una mano en su hombro, haciendo que Jungkook se sintiera incómodo.
Esa fue la gota que derramó el vaso, la que hizo que Taehyung explotara y ya no pudiera controlar su
boca.
—Yo si quiero algo...Hyebin —dijo el castaño leyendo el nombre en la pequeña placa con el nombre de
la chica, llamando su atención—. Si no es mucho, ¿Podrías apartar tus manos de mi novio, y ponerte a
hacer tu trabajo como de debe? —preguntó con voz amable, obviamente intentando no mostrarse
afectado de mala manera.
Los demás en la mesa solo se mordieron los labios conteniendo una risa, mientras que Jungkook temía
que su novio dijera algo lo suficientemente malo como para hacer que chica se pusiera a llorar, porque
lo conocía y sabía que era un pasivo agresivo lo suficiente inteligente como para dañar sin necesidad de
utilizar la fuerza.
—Y otra cosa, querida —interrumpió cuando notó que la chica estaba por contestarle algo—. Si vas a
esmerarte más en prepararte para intentar ligar en tu trabajo en vez de siquiera aprenderte el nombre
de las pizzas para hacer un trabajo decente, ¿No crees que deberías de al menos intentar no
maquillarte como si hubieras utilizado el invento de Homero Simpson?, porque es realmente
desagradable ver tu cara pintada como si uno de tus tantos hijos que debes de tener sin padres te
hubiera maquillado.
Wooyoung y Jongho no aguantaron la risa y en ese momento comenzaron a reír tan fuerte que
llamaron la atención de todas las personas en el lugar, y haciendo que la chica se pusiera roja de furia y
vergüenza por sus palabras.
Taehyung no sintió que fuera suficiente, por lo que, pasando su mano por los hombros de su novio, se
acercó un poco más a ella y le sonrió de forma compasiva.
—Mi novio no va a decírtelo porque es muy amable y considerado, pero a mi me gusta siempre ir con
la verdad y déjame decirte con completa sinceridad que tu voz es lo suficientemente irritante como para
hacer que los guardias de la reyna se movieran solo para taparte la boca —dijo sin quitar el tono
amable, sonriendo compasivo—. Deberías de mejor intentar ligar en una discoteca, ya sabes, porque ahí
hay poca luz y pueden llevarte al baño con sola una mirada o que les muevas tu trasero inexistente en
su entrepierna y así te aseguras el que no vayan a bailar justo a un lado de los parlantes para no tener
que escucharte.
Daehyun no quería reírse porque la chica parecía estar a punto de llorar, pero le fue imposible el no
hacerlo cuando la chica se volteó para intentar irse y terminó tropezando con sus propios pies,
causando la risa de todos en la mesa a excepción de Youngjae y Jungkook, el cual sabía que su novio
seguramente se iba a molestar con él por el coqueteo de la mujer.
—Cuando termines de levantarte, ¿Podrías traerme un daiquiri de durazno? —preguntó Taehyung a la
chica que estaba aún en el suelo—. Nada más que eso, querida, gracias.
La chica salió corriendo hacia los baños, y casi todos en la mesa comenzaron a reír y a halagar la
forma de humillar a esa chica, mientras que el castaño apartaba su brazo de su novio y se cruzaba de
brazos sin observarlo.
—Cielo, ¿No crees que eso fue un poco extremo? —preguntó temeroso—. No tenías que hacerla
llorar...
—¿Por qué te importa tanto?, ¿Acaso te gustó?, ¿No quieres seguirla para limpiar su lágrimas? —
preguntó molesto—. Si tanto te preocupas por ella, ve y dale consuelo, de paso llévala a tu puta casa y
le das lo que quiso desde que comenzó a coquetearte y tú no hiciste absolutamente nada para apartarla.
—Cielo, yo no-
—Cierra la maldita boca, Jeon, porque solo vas a empeorar las cosas —advirtió apartando la mirada,
cruzándose de brazos.
Jungkook intentó tomar su rostro, pero el castaño le dio un golpe en su mano, alejando su toque.
—No quiero que me toques, ¿Por qué no mejor vas y la tocas a ella? —preguntó a la defensiva,
dándole una mirada severa.
—Sabes que no es así, yo iba a decirle que se detenga y-
—No quiero escucharte decir absolutamente nada, mejor mantente callado si no quieres que me
moleste aún más —cortó sus palabras volviendo a apartar la mirada, y tomó su silla para alejarla unos
centímetros de la suya—. Estupida camarera ridícula, de todos los que están en esta mesa, ¿Tuviste que
gustarle tú?, me cago en toda su familia.
Jungkook bajó la mirada resignado a esperar a que se le pase un poco el enojo antes de hacer que
deje de estar enojado con mimos y palabras dulces, mientras los otros observaban todo en absoluto
silencio, por temor a que Taehyung se las tomara con ellos también por burlarse o comentar al
respecto.
—...Qué intenso —comentó Youngjae rompiendo el silencio.
Dos horas después, la mayoría de ellos se encontraban ya bastante ebrios, la pareja oficial del grupo
se había arreglado y ahora estaban comiéndose a la boca como si esa fuera su razón de vivir, mientras
que los demás se habían puesto a bailar y cantar a un lado de las mesas al no haber pista de baile en el
lugar.
Fue una buena noche a pesar de todo.
━─━──── ────━─━
A la mañana siguiente Taehyung se despertó con una resaca que jamás había sentido, porque no
acostumbraba a emborracharse, jamás lo hizo, y al ser la primera vez, el dolor desconocido de su
cabeza casi lo hace creer que va a tener un derrame cerebral.
A pesar del dolor insoportable, se las arregló para hacer que los fuertes brazos del pelirojo lo
soltaran, y caminó hacia el baño para darse una ducha de agua fría, creyendo que eso iba a ayudarlo un
poco. Notó que no estaban en su casa, sino que estaban en la de Jungkook. O como le gustaba al
pelirojo que la llamara "la casa de ambos", cosa que agradeció porque iba a poder darse un baño de
espuma al haber una tina allí.
Estuvo al rededor de una hora aseandose por completo y secando su cabello, hasta que salió y buscó
ropa que ponerse, obtando por unos boxers azules y una camiseta negra que le pertenecía a Jungkook,
la cual le llegaba por debajo encima de sus muslos. Caminó hacia la cocina en busca de algo que
termine de quitarle la migraña, y también tomó una pastilla junto a un vaso de agua para llevarselas a
su novio, ya que sabía que se despertaría de la misma forma.
Se la dejó sobre la mesa de noche de estaba del lado del pelirojo, y regresó a la cocina con su teléfono
en mano para revisar la hora, y poner algo de música para ambientar mientras preparaba el desayuno.
K/DA sonaba a un volumen alto mientras preparaba algo saludable para el menor, ya que era sábado y
Jungkook iba a pasarse todo el día entrenando, por lo que necesitaría energías. El desayuno es la
comida más importante, dicen, y él va a prepararle algo delicioso y sano para que comience el día de la
mejor forma.
Iba por la cuarta canción cuando sintió que unos brazos rodearon su cintura y su cuello era atacado
por varios besos húmedos.
—Buen día, cielo —saludó Jungkook en su oreja.
—Buenos días. No creí que despertaría tan rápido, ¿Tomaste la pastilla que te dejé?
—Si, gracias por eso, precioso.
—¿También tomaste un baño ya? —preguntó sorprendido cuando pudo oler el aroma del shampoo de
coco y menta de su cabello—. Eres rápido cuando te lo propones, quien lo diría —bromeó.
Jungkook le dio una nalgada y se colocó a su lado para observar que era lo que estaba preparando, y
sus ojos se iluminaron cuando vio que estaba cortando banana para hacer un licuado.
—¿Quieres que te ayude, cielo? —preguntó mientras acariciaba su cabello.
Taehyung volteó a verlo y se quedó unos segundos con su mirada fija en su cabello. Llevó una mano a
éste, el cual estaba húmedo, y ladeó la cabeza.
—El color se te está yendo, se ve casi rosa —comentó.
—¿No te gusta?
—No es eso, solo comenté que el tinte se te está yendo —aclaró encogiéndose de hombros—. Yo creo
que te ves bien con cualquier tipo de tinte o estilo de cabello.
—Lo que pasa es que suelo bañarme con agua caliente, lo sabes, y al lavar mucho mi cabello no dura
tanto —respondió haciendo un leve puchero—. ¿De qué color te gustaría que lo tiña la próxima vez?
—Del que a ti más te guste, ya te dije que te ves bien con que sea —respondió casi en un regaño.
—Umm...Creo que sé cual podría gustarte —comentó, y dejó un beso en su hombro antes de caminar
hacia la habitación en busca de su teléfono.
Taehyung solo negó con la cabeza sonriendo divertido, y luego de unos segundos escuchó el sonido de
la notificación de su teléfono, lo cual lo hizo acercarse a mirar de qué se trataba, y se sorprendió
cuando notó que era de su primo, ya que al ser fin de semana no suele enviarle mensajes tan temprano.
Se extrañó aún más cuando leyó el mensaje: "necesito hablarte sobre algo importante, ¿Puedes venir
a casa hoy?"
Por alguna razón, no tuvo un buen presentimiento.
━─━──── ────━─━


Daehyun no le especificó la hora en la que debía de ir, por lo que aprovechó que Jungkook debía de ir a
entrenar antes del medio día para que lo llevara ya que le quedaba de paso, según el menor.
—¿Vienes hoy a casa? —preguntó Taehyung cuando el auto se detuvo frente a la casa de Daehyun.
—Como siempre, cielo —respondió el menor—. A menos que no quieras que vaya.
—¿Por qué no iba a querer que vayas? —se acercó a él luego de desabrochar su cinturón, y se acercó
a él para besarlo—. Entonces, ¿Te espero para cenar?
—Por favor —respondió, y le dejó otro casto beso antes de que el mayor se alejara para bajarse del
auto—. ¡Te amo!
Taehyung solo le mostró el dedo medio junto con una sonrisa divertida, luego caminó hasta la puerta
de la casa de color carmín. Jungkook se alejó en su auto y el castaño tocó la puerta esperando a que
alguien abriera.
Sinceramente no sabía que era lo que su primo iba a decirle. "Algo importante", ¿Importante de
preocupante o de emocionante? Por la forma en la que le envió los mensajes: sin emojis ni signos de
exclamación. Supo que no era la segunda opción.
¿Algo les había sucedido algo a sus tíos?
Ante el solo pensamiento de ello se le ponía la piel de gallina, los nervios lo atacaban. No quería
pensar que lo único que le quedaba de familia pudiera irse también.
La puerta se abrió sacándolo de sus pensamientos, y la figura de su primo le sonrió leve, haciendo
que un poco de su temor se fuera con ese solo gesto.
—¿Para qué me molestas tan temprano? —preguntó Taehyung ingresando a la casa—. ¿Tanto me
extrañas?, nos vimos anoche.
—No es eso, necesitamos hablar sobre algo importante —dijo mientras esperaba a que el castaño se
quitara los zapatos—. Alguien vino hace una hora, y quiere hablar contigo sobre algo importante.
—¿Quién? —preguntó confundido.
—Está en la sala —dijo, e hizo un movimiento con la cabeza hacia la sala, luego comenzó a caminar
hacia alla.
Taehyung se extrañó de que no le respondiera, y con un sentimiento de curiosidad y algo más que no
pudo nombrar, pero que no le gustaba para nada. Aún así no preguntó nada más y siguió a su primo
hasta la sala. Al llegar a ella y ver a la persona que estaba sentada en el sofá de sus tíos, se detuvo
abruptamente y solo miró con mucha confusión la gran venda que tenía en la mitad izquierda de la cara
el hombre frente a ellos.
—H-Han Wooseok... —nombró sin acercarse ni un poco—. ¿Qué demonios está haciendo éste bastardo
aquí, Daehyun?
Su primo le pidió que se sentara, pero Taehyung se negaba a hacerlo, porque no quería estar cerca de
uno de los tipos que hicieron de sus últimos años escolares un martirio.
—Kim, por favor, tengo que hablarte de algo importante —insistió Wooseok hablando por primera vez,
con un tono extraño, debido a lo que sea que tuviera debajo de esas vendas—. Es de vida o muerte.
—No tengo nada que hablar contigo —gruñó, e intentó voltearse para irse, pero su primo lo detuvo
tomando su brazo—. Dae, ¿Qué demonios? —preguntó totalmente ofendido.
—Tae, escúchalo, por favor —insistio, y su rostro era serio, muy serio—. Es algo relacionado a
Jungkook, es importante porque también tiene que ver contigo.
Al escuchar aquello, a Taehyung se le hizo la piel de gallina luego del tremendo escalofrío que se caló
cada parte de su cuerpo. Un mal presentimiento aún más fuerte que los anteriores les hizo saber que
ESE tema ahora sería mucho más serio, y su primo ahora lo sabía, lo cual no era bueno.
—N-No quiero saber —se apresuró a decir, apartando la mirada de la de su primo, intentando soltarse
de su agarre—. No quiero saber absolutamente nada.
—Taehyung esto es serio, sabes que no te insistiría hablar con alguien como él si no lo fuera —insistió
el mayor—. Solo te pido que lo escuches, solo eso...
—Taehyung, por favor... —pidió Wooseok desde su lugar.
El castaño bajó la mirada y luego de unos largos segundos de pensarlo asintió con la cabeza, y fue a
sentarse en el sillón más pequeño. Suspiró hondo y se cruzó de brazos mientras lo miraba fijo, con el
ceño levemente fruncido, como si estuviera maldiciendo el que estuviera aquí más que otra cosa. Su
primo se quedó de pie a un lado suyo, y le hizo una señal al otro para que comenzara a hablar antes de
que el castaño cambiara de opinión.
—Primero que nada, quiero disculparme por todo lo que te he hecho en la escuela y fuera de ella... —
dijo el más alto de los tres.
—Tus disculpas me las paso por los huevos —cortó Taehyung al escucharlo, con molestia en cada
palabra—. Tus disculpas no van a cambiar absolutamente nada, no va a hacer que el pasado cambie o
me hará pensar en ti como una mejor persona, las disculpas te las metes en el culo y nunca jamás me
vuelves a decir algo como eso, porque solo hace que me den ganas de golpearte.
—Entiendo que te hice cosas muy malas, no solo yo y fue por mucho tiempo, pero en verdad que estoy
arrepentido...Meterme contigo fue lo peor que pude haber hecho, porque por eso hoy estoy así —dijo
apuntando su rostro.
—¿Qué demonios tiene que ver el que hayas sido un hijo de puta conmigo, a lo que sea que te haya
pasado en la cara? —preguntó casi divertido.
—Esa es la razón principal por la que estoy aquí —dijo, y Taehyung notó como sus manos comenzaron
a temblar—. Yo...¿Recuerdas el día en el que te abofetee y Jungkook casi me rompe el brazo? —
preguntó casi temeroso.
—¿Cómo olvidarlo?, fue genial ver como casi te arranca el puto brazo luego de que me hayas
mandado al suelo de un golpe —respondió luego de rodar los ojos.
—Bueno, esa noche yo... —se quedó unos segundos en silencio, observando algún punto de la
alfombra de color nude debajo de ellos—. Y-Yo terminé en un callejón de un barrio desconocido porque
dos tipos me noquearon y me llevaron allí...Ahí estaba Jungkook, él los había mandado a que me
llevaran allí.
Taehyung apartó la mirada al escucharlo, y comenzó a jugar con sus manos sin querer escuchar
absolutamente nada de eso que sospechaba que le diría. No quería escuchar nada de eso.
—Yo creí que solo quería asustarme por lo que te había hecho, pero entonces él sacó unos nudillos
americanos que tenían pinchos y... —había comenzado a hablar de forma apresurada, pero luego se
quedó en silencio de golpe durante unos segundos, hasta que pareció volver a la realidad—. Me dijo que
todo lo que te hicieran, él lo devolvería multiplicado por diez...Luego comenzó a golpearme en el rostro
con esos nudillos con pinchos, diez veces...
Taehyung no levantó la mirada, pero pudo notar por el rabillo del ojo como Wooseok llevaba sus
manos a su venda, y la quitaba dejando expuesta la parte de su rostro destrozada.
—Mira cómo me dejó —exigió con ojos rojos y llorosos—. Yo te abofetee y sé que estuvo mal, pero él
me destrozó la cara por eso, ¿Qué clase de enfermo haría algo como esto, eh?
Taehyung se animó a alzar la mirada, y al ver el rostro contrario sintió que todo el estómago que se
revolvía; la mitad de su rostro estaba tan dañado que no parecía tener mejilla, ni siquiera llegaban a ser
cicatrices, eran tajos de carne abiertos a penas sanados un poco, casi llegaban a sus labios.
—Tengo que hacerme una reconstrucción de rostro en unos meses, todo por haber decidido
molestarte ese día —soltó con dolor en sus palabras—. Supe que tu no tenías idea esa misma noche
cuando él me amenazó diciendo que si yo te contaba algo de lo sucedido, él me golpearía tanto que
terminaría de destrozarme la cara...¡Jeon me hizo esto por ti y sé que no es tu culpa pero también eres
responsable si lo hace por ti!
—¡No me jodas con esas cosas! —gritó Taehyung poniéndose de pie, fijando su mirada en él—. No te
creo, no creo en nada de lo que me dices.
Y era mentira, si lo creía, pero simplemente no quería tener que tomar responsabilidad de eso, o
tener que hacer algo con respecto a su relación con Jungkook.
—¿¡Cómo no puedes creer lo que te digo!? —se quejó Wooseok—. ¡Mira cómo me dejó, ¿Por qué
demonios mentiría y vendría hasta aquí arriesgándome a que Jungkook se entere?!
—¡No tengo razones para creerte, ¿Por qué tendría que hacerlo?!
—¡Porque te lo estoy rogando! —gritó con dolor, y se acercó a él para arrodillarse frente a él—. Por
favor, Seojoo está muerto y Minjae desapareció, tengo miedo de ser el próximo que desaparezca o
aparezca muerto porque ellos me advirtieron que quizás Jeon buscaría terminar con nosotros para que
tú no supieras las cosas que hace...
Taehyung se sorprendió al ver su acción, y no supo que hacer cuando el otro apoyó su frente sobre la
alfombra, y comenzaba a sollozar.
—P-Por favor, dile que no me haga nada...Yo intenté denunciarlo, p-pero no logré absolutamente nada
y jamás lo haré...N-No quiero terminar como ellos, por favor, te lo suplico...
—Taehyung... —llamó Daehyun, y el castaño volteó a verlo un tanto ido debido a todo lo que cruzaba
por su mente en ese momento—. Jungkook no es lo que creíamos, no es lo que crees y yo a él si le creo
porque mira, nadie se humillaría y rogaría de ésta forma... —suspiró hondo y lo miró con algo de pena
—. Tae, yo creo que deberías de dejarlo, no es-
—¡Jamás! —cortó sus palabras, y lo miró con el ceño fruncido, puños fuertemente cerrados y
respiración algo acelerada—. No voy a dejarlo, yo no le creo, no me importa que tanto digan de él,
Jungkook no es esa clase de persona y el jamás me haría daño.
—Taehyung, ¿Acaso no es sospechoso lo que les ocurrió a Seojoo y Minjae? —insistió Daehyun—. Es
alguien que está mal de la cabeza, nadie en su sano juicio hace éstas cosas, no es excusa ni vuelve sus
acciones buenas o legales el que lo haga "para vengarte", ¡No está bien!
—¡Cállate, no sabes nada de él! —negó frenéticamente—. ¡No voy a dejarlo, jamás!, y será mejor que
no intentes hablar con él sobre esto, ni se te ocurra meterte en nuestra relación —amenazó apuntándole
con su dedo índice—. Yo sé quién es Jungkook, no necesito que todos estos imbecil intenten hacer que
lo deje con esas estupideces.
—¡Taehyung, por favor! —suplicó Wooseok desde el suelo—. T-Te lo ruego...
—No voy a dejar que estés en una relación con un tipo como ese, no me importa tener que
enfrentarme a él con tal de abrirte los ojos —dijo su primo con seriedad, luego cambió su expresión a
una preocupada—. No sabemos que podría hacerte a ti, no quiero que nada te suceda, Taehyu-
—¡Él jamás me haría nada! —gritó mucho más fuerte que las veces anteriores—. Él me ama, y yo lo
amo, es la persona con la que yo quiero estar y si a ti no te parece...Entonces no vuelvas a hablarme ni
a buscarme —dijo con todo el pesar en su corazón, pero totalmente en serio.
—Tae, no puedes estar hablando en serio... —dijo el mayor sin podrr creer lo que estaba escuchando.
—Aprecio que te preocupes por mí... —dijo, y caminó lejos de ellos, yendo hacia la entrada sin mirar
atrás—. Pero nada ni nadie me va a alejar de Jungkook.
—¡Tae, espera! —insistió Daehyun yendo detrás suyo—. No estás pensando claramente, ¿Acaso no
estás consciente de la clase de persona que es en realidad Jungkook?
—Sé perfectamente quien es —aseguró sin mirarlo, mientras se colocaba los zapatos.
—No, no sabes quien es en realidad, de lo contra-
—¡Sé perfectamente quién es Jungkook! —gritó volteando a verlo luego de posar su mano en el pomo
de la puerta—. Lo que ustedes no saben, es que él jamás me haría daño.
—Eso no lo sabes con seguridad y no quita el hecho de que-
—Hablo en serio, Dae —insistió con ojos suplicantes—. No me hagas alejarme de ti, no quiero que te
metas en nuestra relación, ni que hables con Jungkook sobre esto.
—Tae, tienes que pensarlo con más claridad, tú-
—No insistas, no te molestes... —abrió la puerta y le sonrio a penas—. Yo amo a Jungkook, respeta
eso, por favor.
—Tae...
—Adiós —dijo simple, y salió de aquella casa a paso acelerado.
━─━──── ────━─━
Taehyung luego de lo que ocurrió en la casa de su primo, no quiso ir a su casa, y en cambio fue a la de
Jungkook. Tuvo que pagar bastante de taxi porque ésta estaba mucho más lejos que la suya desde la de
su primo, cosa que le hizo doler el bolsillo, pero le restó importancia porque en su cabeza habían cosas
más importantes.
Sacó su llavero, el cuál contenía dos llaves; una de su propia casa, y la otra la de la casa de Jungkook,
junto con un pequeño llavero en forma de nube, regalo del menor que vino junto con la última llave.
Taehyung sonrió al recordar el día en el que se la obsequió, asegurando que debía de tener una copia
de la llave de la que también era su casa.
Le dió un beso al llavero y abrió la puerta de la casa, ingresó a ella a la vez que encendió algunas
luces, y se quitó los zapatos luego de cerrar la puerta tras de sí. Caminó directo a la cocina para
servirse un vaso de agua, el cual bebió por completo, luego se quedó unos segundos observando el
suelo mientras recordaba las palabras de Wooseok.
¿Cómo se supone que podría pedirle que no le hiciera nada cuando se supone que él no sabe acerca
de las cosas que Jungkook hace?, debería de confesarle al menor que sabía lo que hacía, y no sabía que
tan bueno sería eso.
¿Y si Jungkook le insiste en que tiene que alejarse de él porque es una "mala persona"?, sabe que no
va a negarle absolutamente nada, porque la sinceridad del menor era mucha, más con las cosas de las
que ya tenía conocimiento.
Aunque, le mintió una vez cuando le preguntó si Minjae decía la verdad, pero...
¿No eran mentiras las que quería escuchar?
¿Quién de ellos dos estaba peor?
Sacó su teléfono y decidió enviarle un mensaje al menor, pero antes de eso se detuvo a observar su
fondo de pantalla, el cuál era una foto de Jungkook haciendo una mueca de disgusto al haber probado
una dona de limón que no le gustó para nada. Rió al recordar eso, y suspiró llevando una mano a su
frente.
—No quiero dejarlo...Supongo que yo soy el que está peor —habló para si mismo.
Fue hacia su app de mensajería y decidió dejarle un mensaje para que leyera cuando tuviera tiempo.
Sabía que quizás estaría ocupado con los entrenamientos, por lo que tampoco quería molestarlo con
muchos mensajes o una llamada.
"Cuando termines, ven directo a nuestra casa, estoy aquí"
Envió el mensaje y dejó el teléfono sobre la isla de la cocina, luego comenzó a buscar algo para comer.
En una de las alacenas encontró varias latas de Pringles de distintos sabores, y sonrió en grande,
porque la última vez que estuvo allí, le comentó al menor que le gustaban mucho, y ahora tenía toda
una alacena llena de ellas.
Eligió unas de queso cheddar, tomó su teléfono y fue directo a la sala para encender la televisión y
buscar algo que ver en Netflix. Quería distraerse con algo, y cómo no tenía nada más que hacer, ni ir a
algún lugar en específico, decidió intentar distraerse con alguna película o serie.
Terminó eligiendo ver "la chica nueva", y consiguió distraerse un poco, hasta que el sonido
predeterminado de su teléfono comenzó a sonar haciéndolo saber que estaba recibiendo una llamada.
Al revisar el remitente, suspiró cansado y decidió no atender.
—No quiero hablar contigo por ahora, Dae... —comentó para si mismo.
Puso el teléfono en silencio y lo dejó sobre la pequeña mesa a un lado del sofá.
La serie estaba entretenida, pero aún así terminó por dormirse al llegar al séptimo capítulo. Despertó
luego de unas horas debido al sonido de la puerta principal ser abierta y cerrada, junto con la voz
catarina de su novio, el cual llamaba a su nombre.
—¿Estás aquí, cielo? —preguntó el menor mientras caminaba desde la cocina a la sala.
Taehyung se reincorporó en el sofá y frotó sus manos sobre sus párpados intentando despertar por
completo.
—Estoy aquí —respondió alzando un poco la voz.
Jungkook ya estaba caminando hacia él cuando lo escuchó, y sonrió enternecido cuando lo vio con el
cabello revuelto y un leve puchero en sus labios junto con los ojos entrecerrados. Se acercó a él y se
agachó a su altura, llevando una mano a su rostro para comenzar a acariciar una de sus mejillas.
—Qué extraño que estés durmiendo a ésta hora, cielo —comentó sin dejar de sonreír.
Taehyung iba a responderle algo, pero se quedó en silencio y algo en shock al notar que su cabello
ahora era de color negro, pero rojas en las puntas. Le quedaba tan bien y lo hacía ver tan sexi que se
quedó unos segundos hipnotizado viéndolo.
—¿Te gusta mi nuevo look? —preguntó el menor riendo divertido al ver su reacción.
—...¿En qué momento te lo hiciste? —preguntó el castaño saliendo de su pequeño trance—. Te queda
bien, te dije que cualquier cosa te quedaría bien.
—Elegí bien entonces, si te gusta —se acercó y atrapó sus labios entre sus suyos.
Taehyung ladeó la cabeza para profundizar el beso, a la vez que llevaba sus manos al cuello contrario.
Se separaron luego de uno largos segundos, y el castaño prácticamente se lanzó sobre él haciendo que
cayera al suelo, y lo abrazó con firmeza.
—Te extrañé —comentó el mayor.
Jungkook se sorprendió un poco por el gesto, pero rápidamente sonrió y le correspondió de la misma
forma.
—Yo siempre te extraño, cielo.
Taehyung se separó un poco sin apartar la mirada de la suya, y le dió un casto beso antes de hablar:
—¿Qué hora es?
—Casi las ocho.
—Tenemos que hacer la cena...
—Podemos hacerla juntos, mi amor —ofreció el menor mientras acariciaba sus caderas con los
pulgares.
—Luego de cenar...Tenemos que hablar de algo importante —dijo con seriedad, haciendo que el
menor tuviera un mal presentimiento, pero aún así asintió y le sonrió como siempre.
—Entonces, a cocinar.
━─━──── ────━─━


Tal y como lo habían arreglado, luego de cenar, Jungkook se encargó de colocar los platos en el
lavavajillas y limpiar toda la mesa mientras Taehyung tomaba un baño, para ya dejar todo listo para la
charla importante que el mayor quería tener.
El menor no tenía ni idea de que era lo que quería hablar, pero sospechaba que sería algo sobre
Daehyun, ya que Taehyung más temprano había ido a visitarlo justamente porque quería charlar de algo
importante, según sus propias palabras cuando le preguntó.
Como había tomado una ducha antes de regresar a casa, solo se quitó la ropa quedando con sus
boxers como única prenda, y se dejó caer de espaldas en la muy espaciosa cama. Cerró los ojos un
momento escuchando desde dentro del baño el secador de cabello, no iba a dormirse porque a pesar de
haber pasado horas entrenando y estar algo agotado, debía de escuchar lo que su novio quisiera
decirle.
—Dime que no te dormiste —dijo Taehyung ingresando a la habitación con su camisa suelta ya puesta,
ese era su pijama junto con sus boxers.
Jungkook se inmediato se reincorporó y negó con la cabeza. Estiró su mano invitándolo a acercarse, y
el mayor no pudo negarse a eso, por lo que en menos de tres segundos ya estaba colocado a horcajadas
suya, posando sus manos en el bello y no tan exagerado sixpack de su sexi novio. El menor se hizo un
poco hacia atrás, apoyando su peso en sus brazos, admirando a su novio desde ese ángulo.
—¿De qué querías hablar, cielo?, ¿Algo le sucedió a Daehyun? —preguntó algo preocupado.
El mayor negó con la cabeza y suspiró hondo, quedándose en silencio durante unos segundos,
preocupado un poco más a su novio.
—Amor, ¿Sucede algo malo? —preguntó dejando notar su preocupación al otro.
—Cuando llegué a casa de Dae, el me dijo que alguien me estaba esperando en la sala... —comenzó a
contar con la mirada fija en los ojos contrarios—. Cuando estuve ahí, pude ver que era Han Wooseok...
Taehyung pudo notar como algo cambiaba en la mirada del menor cuando lo nombró, más eso no hizo
que dejara de hablar, porque debían de tener esa conversación.
—¿Qué hacía él ahí? —preguntó el menor con vos neutra.
—Se disculpó conmigo por haber sido un imbecil conmigo durante años, pero yo le dije que se meta
sus disculpas por el culo, básicamente —respondió levantando sus hombros restandole importancia—.
Pero, no solo fue por eso...
Jungkook no hizo ningún comentario a eso, solo se quedó en silencio, permitiéndole terminar de
contarle todo.
—Él tenía una gran venda en la mitad de su cara —apuntó su mejilla izquierda—. Me mostró lo que
había debajo y...dijo que tú le hiciste eso, y también comentó que Minjae está desaparecido.
—...¿Le creíste? —preguntó sin un tono en específico, solo hizo la pregunta sin apartar la mirada.
—Jungkook, dime la verdad... —se acercó un poco más a su rostro, mostrándose serio—. ¿Tienes
pensado hacerle lo mismo que le hiciste a Seojoo y Minjae?
Aquella pregunta tan directa descolocó un poco al menor, que solo pudo mirarlo con ojos incrédulos y
la boca levemente abierta debido a la sorpresa.
—Sé lo que le pasó a Seojoo, pero hoy me enteré de que Minjae está desaparecido y que también
atacaste a Wooseok —dijo con completa seguridad—. El se arrodilló frente a mí y me suplicó que te
pidiera que no le hicieras nada, dijo que sabía que no podría hacer nada en tu contra pero que no
quería terminar como ellos dos...
—¿Cómo...? —Jungkook estaba un poco shockeado, pero más que nada asustado.
Asustado al pensar que Taehyung sabía lo que hacía a sus espaldas, y que ahora le tenía miedo, que lo
dejaría porque lo vería como un monstruo, el cuál si era, pero jamás lo sería con él.
—¿Qué es lo que sabes? —preguntó algo temeroso.
—Lo suficiente como para pedirte que no le hagas nada, no es necesario, nada de esto era necesario
realmente, ¿Por qué...? —no terminó la frase, solo llevó sus manos a su rostro y exaló irritado—.
Daehyun le creyó, y me dijo que debía de alejarme de ti porque-
—Es verdad —cortó Jungkook, y con cuidado sostuvo las caderas contrarias para moverlo de encima
suyo y colocarlo sobre la cama, luego él se puso de pie—. Lo que dijo Wooseok, es verdad, lo que dijo
Minjae y lo que te dijo Seojoo...Todo es verdad.
—Jungkook...
—Y también es verdad lo que dice tu primo —lo miró a los ojos, los suyos viéndose vacíos junto con
una expresión apenada—. Seguramente te dijo que soy un enfermo, un loco, un monstruo y que debes
de alejarte de mi porque soy una mala persona, que podría hacerte daño...
—Jungkook, espera...
Taehyung se puso de pie también, comenzando a alarmarse por sus palabras, esas que no quería
escuchar por nada del mundo. Intentó acercarse a él pero el menor solo retrocedió con pesar.
—Y tiene razón en todo, menos en lo último —lo miró directo a los ojos, con sinceridad en ellos—. Yo
puedo ser un monstruo con todos pero jamás contigo, a ti no podría ni siquiera insultarte, lo sabes...¿Si
lo sabes?
—Lo sé, yo lo sé —respondió Taehyung acercándose una vez más, esta vez sosteniendo su cuello para
que no se aleje y lo mire—. Yo sé eso, se todo eso...Pero yo te amo, Jungkook.
—Yo los torturé, yo puedo asesinar sin remordimientos, porque estoy mal de la cabeza en ese sentido,
y porque gracias a los contactos de mi padre jamás podrán hacerme nada, jamás seré castigado por ello
—insistió apretando con fuerza sus puños, intentando no ceder ante las ganas de abrazarlo, porque
sentía que no tenía el derecho de hacerlo ahora—. Soy una mala persona, que sea incapaz de serlo
contigo no me hace menos malo.
—Podemos manejar eso, tú dijiste que yo podía ayudarte a calmarte, ¿No es así? —preguntó un tanto
alarmado al creer que el menor lo dejaría—. ¿O acaso me mentiste con respecto a eso?
—No voy a mentirte, porque no me gusta hacerlo...Yo nunca dejaré de hacer esto, a menos que tú
estés en el momento para detenerme, porque tu eres mi calmante, pero también eres mi detonante... —
negó con la cabeza, luego bajó la mirada—. Mientras tu no estés presente, yo siempre querré dañar de
la peor forma a cualquiera que se meta contigo, no me importa si es hombre o mujer, no discrimino
cuando se trata de hacer que se arrepientan de haberte hecho algún mal...
—Pero mientras lo esté, no hay que de preocuparse.
—¿No lo entiendes, Cielo? —preguntó soltando una risa amarga, levantando la mirada una vez más—.
Jamás te haría daño, pero soy una persona horrible...Ahora que lo sabes, ¿Realmente piensas que algo
cambiará en mi?, no lo hará, yo no puedo cambiar y lo hecho, hecho está.
—¡A mi no me importa! —gritó aferrándose a él en un abrazo fuerte y firme, luchando por no
comenzar a llorar asustado—. Yo solo quiero estar contigo, mientras te pueda calmar lo haré...Para mi
eres lo más maravilloso del mundo, aunque nunca te lo diga, yo te amo tanto que no quiero vivir de
nuevo una vida en la que no estés, porque sería miserable...Porque te quiero a mi lado.
—Cielo, por favor...
—Nadie es perfecto, ni cien por ciento bueno...Yo no te amo por como eres con los demás, te amo por
cómo eres conmigo, lo demás no me importa, ¡Llámame enfermo pero no me importa lo que hagas,
porque lo haces por mi y me gusta saber que me amas tanto que tomas riesgos por mi!
Jungkook no lo resistió más y le correspondió al abrazo, cayendo de rodillas al suelo cuando las
piernas del mayor perdieron fuerza. Lo apartó un poco para acunar su rostro entre sus manos, y lo miró
también con los ojos cristalinos, ya que no le gustaba verlo llorar, mucho menos por su culpa.
—No llores, cielo...Me partes el alma...
—¿N-No me amas acaso?
—Te amo más que a mi vida...
—¡Mierda, entonces no me dejes! —pidió dando leves golpes en el pecho ajeno con los puños
cerrados, luego apoyó su frente sobre uno de sus hombros—. No me dejes, yo te amo incluso sabiendo
lo que haces, porque llevo un tiempo sabiéndolo pero quise ignorarlo porque no voy a verte con otros
ojos, no importa que...Yo te amo y eso es lo único que me importa.
—Tu no eres como yo...
Taehyung se separó y limpió torpemente algunos restos de lágrimas, le sonrió y tomó una de sus
manos para colocarla sobre su mejilla derecha.
—¿Crees que eres el único que está mal de la cabeza?, no seas tan narcisista y mírame, te estoy
rogando que no me dejes porque te amo aún siento un psicópata desalmado, pero que no lo es solo
conmigo y eso me encanta...¿Quién de los dos está peor?
—Cielo...
—Te cortaré las bolas si me dejas, ¿Eso es lo que quieres? —amenazó.
Jungkook soltó todo el aire retenido en una risa nasal, luego cerró los ojos por un momento y
finalmente cedió.
—Supongo que ambos estamos mal...Gracias por estar tan mal como yo, porque dejarte me habría
destrozado —admitió juntando ambas frentes—. Te amo infinitamente, cielo.
—¿Tenía que ponerme a llorar como un imbecil para que dejaras de decir estupideces y dejaras de
amenazarme con dejarme? —preguntó intentando sonar molesto, pero solo podía reír de alivio—. Sin
importar que, te amo, te lo dije.
—¿Lo decías por esto? —preguntó algo sorprendido—. Ese día habías dicho esas palabras un
poco...raro. No le di demasiada importancia en ese memento...
—No le des importancia a cosas sin importancia...Estupido.
Jungkook rió y lo apartó de nuevo solo un poco, para tener una vista del rostro contrario, el cuál
comenzó a limpiar de los restos de lágrimas de debajo de sus ojos. Se quedó admirando su rostro unos
segundos en completo silencio.
—¿En verdad quieres estar con un enfermo como yo?, ¿Realmente? —preguntó en un último intento
antes de ceder por completo.
—Si me lo vuelves a preguntar, vas a dormir en el piso y sin almohada —amenazó, luego se acercó
para besarlo de forma suave, muy distinto al tono de sus palabras—. Ya hablamos, fin del tema. Vamos a
dormir.
Jungkook solo se limitó a sonreír y acabar con la distancia entre ambos rostros una vez más. Lo
sostuvo entre sus trabajados brazos, y unos pocos segundos se encontraban sobre las blancas y grandes
sábanas.
No volvieron a tocar el tema, simplemente comenzaron a acariciar y besar las pieles contrarias,
durante largos minutos antes de comenzar a la siguente fase.
Las cosas iban a terminar de esta forma, después de todo, para bien o para mal, eran tal para cual.
━─━──── ────━─━
Eran alrededor de las 1 a.m. y ninguno de los dos podía dormir.
Jungkook sabía que el mayor estaba despierto porque no dejaba de dibujar formas al azar en su pecho
desde hace rato, y Taehyung sabía que el menor también lo estaba porque las acaricias en su cabello
continuaban.
—Cielo...
—¿Mhn?
—Hay algo que tengo que contarte, algo que no te dije la vez que nos conocimos...
Taehyung levantó la cabeza un poco, para apoyar su barbilla sobre el hombro en el que antes estaba
recostado, para mirarlo con curiosidad y algo de recelo.
—¿Es algo malo?
—No creo que sea malo...Depende de como lo veas tú, pero yo no creo que sea algo malo —respondió
seguro, bajando la mirada un poco parra conectar sus ojos con los impropios.
—Habla entonces.
—Yo estuve desde los cuatro años hasta que me adoptaron en un orfanato...Pero no cualquier
orfanato, sino que en el mismo que tú —admitió con voz tranquila.
El castaño abrió los ojos ante la sorpresa de saber eso, más no lo interrumpió, ya que el menor
parecía querer decir muchas cosas más, y dejó que lo hiciera.
—Mis padres biológicos eran de bajos recursos, por lo que yo era más pequeño que los demás, estaba
bastante delgado y débil debido a la mala alimentación... —sonrió y se acercó para besar el leve
puchero que apareció en los labios del mayor cuando contó aquello—. No recuerdo casi nada de esos
días, así que no importa realmente. La cosa es que, yo era de los niños más pequeños y débiles del
lugar, por lo que era uno de los que más era molestado por los demás niños.
—Ugh, recuerdo que habían niños que se la pasaban molestando a los más pequeños o tímidos,
realmente los odiaba —comentó el castaño con una mueca de desagrado, luego cambió a una de tristeza
—. ¿A ti te molestaban?
—Sí. Pero, había otro niño, uno más grande que yo, que siempre que veía que lo hacían, me defendía
y algunas veces comenzaba a llorar debido a las cosas que me decían —contó con un brillo especial en
sus ojos mientras observaba a su novio, que lo miraba y escuchaba atentamente—. Yo nunca me animé a
hablarle o pedirle que jugara conmigo, no sé porque, simplemente le agradecía cuando me ayudaba y él
tampoco parecía interesado en hacer amigos que no sean de su edad, de hecho casi siempre estaba
solo...Muchas veces yo lo observaba desde la puerta de la habitación en la que el dormía, pero no me
acercaba porque no quería molestarlo, ya que parecía disfrutar mucho dela tranquilidad y paz de estar
mirando por la ventana siempre...
Taehyung tardo unos segundos en reaccionar a sus palabras, y cuando lo hizo de reincorporó sin dejar
de mirarlo. Abrió y cerró la boca bastante confundido, pero más que eso curioso, por eso no pudo evitar
preguntar:
—¿Estás...hablando de mí?
—Creí que no te darías cuenta tan rápido —respondió sin poder evitar reír por su expresión al
confirmarlo—. No me recuerdas, y es entendible porque era completamente diferente, de hecho, ni yo
mismo me reconocería.
—...¿Hablas enserio? —preguntó aún sin poder creerlo.
—Tengo una foto que nos sacamos con mi padre el día que me sacó de allí, ¿Quieres que la busque
para que veas si puedes recordarme? —preguntó emocionado.
Taehyung asintió enérgicamente y se aparto un poco para que el otro pudiera levantarse de la cama.
Viendo como el menor buscaba sus boxers por el suelo, decidió hacer lo mismo y volver a colocarse su
"pijama" que había terminado en el suelo al lado de la gran cama.
—¿En qué momento trajiste tantas cosas? —pregunto Tae desde la cama, viendo como el menor abría
el placard y sacaba una caja de una encimera que había dentro.
—Fui trayendo de a poco, ya que quiero mudarme aquí definitivamente, mi padre no tuvo problema
con eso —comentó mientras buscaba algo en una caja que algunas cosas que el mayor no conseguía ver
desde su lugar—. Estoy seguro de que estaba por aquí...¡Esta!
Dejo la caja a un lado luego de tomar una fotografía suelta, y se acercó a la cama para entregarle la
fotografía al mayor, la cual tomó con emoción.
—Mi no puede ser tan mala... —comentó mientras observaba la fotografía.
Jungkook lo miraba atento, esperando a que lo reconociera.
Taehyung observó la imagen del pequeño niño de ojos grandes sonriendo tímido a la cámara a un lado
del padre de éste, el cual se veía más joven pero sin mucha diferencia a como estaba ahora. Luego de
analizar un poco más las facciones contrarias, abrió los ojos sorprendido cuando el recuerdo de un niño
a su lado observando por la ventana, el cual había invitado a hacerlo junto a él cuando escuchó que le
hablaban de forma muy grosera. Luego, otros leves recuerdos del mismo niño llorando mientras era
molestado y el interviniendo vinieron a su mente, y sonrió inconsciente.
—Claro que te recuerdo, el niño bambi —comentó divertido, volteando a verlo.
—¿Niño bambi? —preguntó confundido.
—Ah, yo te decía así porque tus ojos eran muy grandes, y con los lentes puestos se veían un poco más
grandes, parecías un pequeño bambi —comentó divertido—. Dios, no tenía idea de cuánto olvidé de esa
época hasta ahora...
—No es que los lentes me quedaran mal, pero en cuánto pude me hice una pequeña cirugía para
mejorar mi vista, ya que no estaba tan mal.
—Los chicos con lentes siempre me parecieron atractivos —comentó sin pensarlo mucho.
—De repente quiero volver a usarlos —comentó luego de escucharlo.
Taehyung rió al escucharlo, luego se lanzó a él para abrazarlo con fuerza. Por alguna razón se sentía
extrañamente emocionado por todo lo que el menor le confesó, jamás se imaginó que algo como esto le
sucediera a alguien como él, era como en las películas de romance que le gustaban en secreto.
—¿Te gustaba en ese momento? —preguntó cuando se separo un poco para mirarlo con una sonrisa
pícara.
—Desde ese momento, sí —admitió sonriendo algo avergonzado—. Te mentí un poco aquella vez, pero
no del todo porque esa vez en la fiesta si fue la primera vez que te vi desde que te fuiste, y te reconocí
de inmediato porque no cambiaste mucho, y jamás me podría olvidar de ti, siempre te recordaba y
cuando volví a verte...No podía volver a desaprovechar la oportunidad de esta vez, siendo todo un
hombre y no un niño cobarde, poder tenerte en mi vida.
—¡Aish! —se llevó ambas manos a su rostro al sentirse completamente avergonzado y emocionado—.
Es como una película cliché...No me lo creo.
Jungkook tomó ambas muñecas y aparto sus manos para poder ver su rostro sonrojado. Eran pocas
veces las que el castaño se avergonzaba, por eso le gustaba admirarlo cada que sucedía.
—¿Estás rojito, bebé? —preguntó con un tono meloso, con toda la intención de hacer que se
avergonzara aún más—. Aawww, mi bebé está avergonzado.
—¡No te burles, es tu culpa por ser tan estupidamente romántico! —se quejó intentando mostrarse
enojado, pero solo lograba causar aún más ternura en el menor, que sonreía tan encantado que era
imposible no notar lo mucho que amaba al chico frente a él.
—¿Te he dicho que te ves adorable y muy bonito cuando te sonrojas? —sostuvo su rostro con
delicadeza y beso cada una de sus mejillas—. Lindo, lindo, lindo, lindo, lindo.
Taehyung no supo que responderle, tampoco le salía ningún insulto, por lo que solo se dejó halagar y
mimar, luego suspiró y se lanzó para abrazarlo por el cuello, acercando su rostro al contrario.
—¿Por qué no me dijiste esto antes? —preguntó cuando se calmó un poco.
—No lo sé, supongo que me daba un poco de vergüenza que me recordaras como el niño flaco, débil y
llorón que era en ese tiempo, se supone que ahora soy un badboy —respondió bromeando a lo último.
—Pues, no te comportas para nada como un badboy cuando estás conmigo y sin embargo estoy
enamorado de ti —respondió el mayor restandole importancia a lo último—. ¿Por qué decidiste
decírmelo ahora?
—Solo me dieron ganas de hacerlo, porque elegiste amarme conociendo cada parte de mí —respondió
completamente sincero—. Gracias.
—Gracias a ti por decirlo...Fue una linda sorpresa —admitió.
—Me alegra que no te pareciera extraño —admitió notablemente aliviado—. Ahora podríamos hablar
sobre alguna anécdota de esos días, aunque fueran bastante lamentables de mi parte.
—Puede ser, pero no ahora —se alejó un poco y fue hacia su lugar de la cama para meterse debajo de
las sábanas—. Es tarde, mañana tienes un día largo, debes de dormir, anda.
—Como tú digas, cielo —obedeció, y copió la acción del mayor, no sin antes apagar las luces.
Automáticamente ambos cuerpo se acercaron, quedando el castaño con el rostro encondido entre el
cuello y hombro del contrario, abrazando su cuello. El menor por su lado, rodeó la cadera impropia por
completo, hundiendo su nariz en el cabello contrario, sintiendo la calidez de su novio como la sensación
más encantadora de todas.
—Mañana es el gran día, y me alegra que estés conmigo en esto que es muy importante para mí —
admitió el menor.
—Estaré en todos los momentos importantes y no tan importantes...
—Lo mismo digo, cielo.
—Ya duerme.
Si, mañana era el gran día. Cosas inesperadas sucederían.
━─━──── ────━─━


Hoy era el gran día.
Esa mañana ambos se despertaron a las 8 p.m. cuando la alarma sonó como habían programado. A
pesar de que aún estaban bastante casados debido a que se durmieron algo tarde, ambos se sentían
motivados por la gran final de hoy.
No volvieron a hablar sobre el tema de que Daehyun sabe las cosas que hace Jungkook y,
seguramente, ya no quiera tener un vínculo de amistad con el menor, y éste lo entendía. Sin embargo,
Taehyung estaba preocupado y asustado.
—Es la única familia que tengo junto con mis tíos, no quiero tener que alejarme de ellos... —comentó
Taehyung luego de sentarse a desayunar junto con su novio, y comenzar a charlar sobre su primo—. Yo
le dije que respetara que te amo y que quiero estar contigo, pero él es una persona muy...correcta —
terminó sin estar muy seguro sobre la forma de llamarlo—. El jamás verá como algo bueno o seguro que
esté contigo...
—Cielo, no quiero que te alejes de la persona que más quieres solo por mí... —comentó Jungkook con
sincero pesar, porque odiaba verlo triste o mal.
—No seas tonto —regañó el mayor, y le dio un leve golpe en el muslo—. No es por ti, es por nostros.
Se supone que el debería de querer verme feliz, y yo soy feliz contigo, ¿Importa lo demás?
—Bebé... —Jungkook llevó una mano a su mejilla y acarició ésta con estimo—. No es algo fácil para él,
es un tema que deberían de hablarlo nuevamente pero cuando estén más calmados, ¿No crees?
—Suena bien... —suspiró y se acercó para dejar un casto beso en los labios impropios—. Seguramente
termine aceptándolo, porque somos familia y no puede vivir sin mí —bromeó.
—Nade podría vivir sin ti luego de conocerte, cielo —halagó el menor sonriendole leve.
—Eres tan cursi que me das pena —dijo intentando no demostrar cuánto le gustaban esos
comentarios de su parte—. Apresurate y termina esto, tengo que hacer algo hoy.
—¿Algo? —preguntó curioso.
—En unos siete meses terminaré la secundaria, y luego comenzaré la universidad —comenzó a contar
—. Puedo esperar a hacer el año de prueba para ver si me gusta la carrera que elegí, o, puedo
inscribirme ahora y hacer el CBC de seis meses, y con eso ya me ahorraría el año de prueba y
comenzaría directamente con la carrera que quiero seguir.
—¿Vas a anotarte para el curso de seis meses?, ¿Cuál carrera escogiste al final?
—Sí, quiero comenzar la carrera de abogacía, al final me decidí por esa —respondió mostrándose
seguro—. Defensor de los derechos de los niños me gusta.
—Estoy seguro de que vas a hacer todo bien, cielo —respondió sonriendole seguro—. Voy a ayudarte
con todo lo que quieras, te puedo ayudar a estudiar o memorizar algunas cosas.
—Tú vas a estar ocupado con tus estudios y las peleas, recuerda que te queda un año más para
terminar la escuela, ¿Luego de eso que vas a hacer?
—Bueno, seguiré con las peleas como hasta ahora, y creo que comenzaré a involucrarme con algunos
trabajos de papá, seguramente —respondió casi seguro de sus palabras—. No tenía pensado estudiar
nada más luego de la escuela, la verdad.
—Ya vez, ambos vamos a estar bastante ocupados —dijo, y terminó de beber su té con leche, para
luego levantarse del regazo de su novio—. Termina tu desayuno, yo voy a vestirme y a hacer la cama.
—Yo termino aquí y limpio todo, no te preocupes, amor —dijo el menor tomando otro de los panes con
mermelada que le preparó el mayor—. Oh, y yo pongo la ropa a lavar, así no pierdes tiempo en eso.
—De acuerdo —salió de la cocinar y se detuvo antes de llegar a las escaleras, volviendo hasta
asomarse en el marco de la cocina—. Kook, ¿Podrías llevarme hasta la universidad para retirar el
papeleo?, luego yo regreso en autobús si tienes prisa en irte.
Jungkook lo miró desde su lugar con una mueca de diversión, y asintió con la cabeza antes de
guiñarle un ojo.
—Claro que sí, cielo. No tienes que preguntarlo, solo pídeme que te lleve —dijo lo último con un tono
de regaño.
—Claro que no, tienes cosas que hacer también.
—Pero tú eres mucho más primordial en mi vida que cualquier otra cosa.
—Imbecil —respondió yéndose rápido del lugar para que pudiera ver su sonrojo.
Jungkook solo rió ante su insulto y negó con la cabeza. Le encantaba cuando su novio de avergonzaba
e intentaba ocultarlo con insulto y a veces leves golpes, era adorable. Además de ser un poco
masoquista por gustarle eso, pero no era importante.
Estaba terminando de beber su "licuado" espantoso de verduras que por el mismo no hubiera probado
jamás, pero su precioso y considerado novio se lo había preparado con mucho amor cuando leyó que
era bueno para dar energías y la salud. Al ser el día de la final, el castaño parecía estar mucho más
exigente y cuidadoso con su alimentación que su propio entrenador, y le encantaba que se preocupara
mucho por algo que el consideraba muy importante como lo eran las peleas.
Realmente lo amaba, y el sabor horrible del "licuado" no era nada, podía ignorarlo si se concentraba
en el detalle.
El sonido de notificación de su teléfono lo hizo salir de su pequeña nube, y al saber que se trataba de
sus amigos, se apresuró a leer los mensajes del grupo y responder a ellos.
"Cambio de planes con respecto a Wooseok, Tae sabe todo y me pidió que simplemente lo deje. No
puedo negarle nada, lo saben."
Dejó el teléfono a un lado y sonrió.
Sonrió porque Taehyung lo amaba y lo quería con él sin importarle las cosas que hace.
Al final, si logró lo que le dijo a Seojoo.
━─━──── ────━─━
Tuvo la leve esperanza de que su primo le enviara un mensaje disculpándose y diciéndole que
aceptaba su relación con Jungkook, pero no fue así.
—Daehyun no vendrá esta noche —le dijo a su novio, el cual estaba del otro lado de la línea—. Entre
todos los mensajes que me envió, dijo eso.
Era la hora del almuerzo, y el menor le llamó mientras comía lo que su entrenador le había
preparado. Taehyung a penas se estaba preparando algo porque había tardado más que lo que hubiera
gustado en la universidad debido a que, según el castaño, todos eran unos incompetentes que no hacían
su trabajo con ganas y cómo se debía.
—Oh, supongo que era algo obvio... —respondió Jungkook desde el otro lado—. Lo siento por
eso...
—¿Por qué demonios te disculpas? —regañó el mayor—. Es su problema si quiere alargar estao, es
cuestión de tiempo para que cambie de opinión.
—Ya...Con que tú estés apoyándome, me es más que suficiente, cielo.
—¿Tu padre también irá hoy?
—Me prometió ir, y coy a confiar en su palabra —respondió emocionado.
—Pues, puede sentarse a mi lado, el que era para Dae, así tienes a las dos personas que más importan
viéndote desde el mismo lado —sugirió.
—Se lo diré, no creo que tenga problema alguno.
—¿Ahora que tienes que hacer? —preguntó Taehyung mientras terminaba de prepararse ese
sándwich de pollo con lechuga y tomate que tantas veces le salvó el hambre a las apuradas—.
¿Necesitas que te alcance algo?
—Cuando termine de comer debo de volver a la sala, tenemos que analizar a fondo la forma
de pelea de Ilhoon —respondió con un tono de voz extraño, que le hizo saber que estaba hablando con
la boca llena—. El muy carbón es habilidoso y fuerte, pero por lo visto en velocidad es en lo que
más lo supero.
—No comas con la boca abierta —regañó.
—Lo siento, cielo —se disculpó riendo leve—. ¿Tú ya comiste, bebé?
—Estoy en eso, acabo de llegar —respondió con pesadez—. ¿Puedes creer que estuve casi una hora
sentado a espera de solo tres papeles que me costaron más de lo que pensé?, ¡Son unos hijos de-
—Calma, mi amor, calma —dijo el menor riendo ante su molestia—. Lo que importa es que ya
estás en casa y puedes comenzar a rellenarlos con calma.
—Si, lo bueno de no tener nada que hacer es eso —suspiró hondo y se quedó unos momentos
pensando en varias cosas—. Creo que debería de conseguir un empleo, ¿No crees?
—¿Un empleo?, ¿Por qué?, ¿Necesitas dinero?
—No, lo que mis padres me dejaron me alcanza para vivir hasta unos dos años...Tres ahora que
prácticamente vivimos juntos y los gastos los dividimos, pero me aburro bastante sin hacer nada, y aún
con el curso me va a sobrar mucho tiempo libre.
—Pues, ese tiempo libre puedes usarlo para pasar el tiempo conmigo y los chicos, comenzar
algún hobby o podemos tener citas —sugirió—. No te preocupes por el dinero aún y aprovecha
mejor el tiempo libre, no muchos lo tienen.
—Mmn...Puede que tengas razón —habló pensativo.
—Ah, mi entrenador me está haciendo señas amenazantes —comentó Jungkook con un tono
fingido de miedo—. Tengo que colgarte aunque no quiera, cielo...
—No te preocupes, hazle caso a tu entrenador, luego hablamos o simplemente mos vemos allá —
respondió con un tono despreocupado para no hacerle saber que le hubiera gustado hablar un poco más
con él—. Te amo.
—Le diré a papá que te vaya a buscar, ¿De acuerdo? —preguntó, pero no esperaba respuesta—.
Nos vemos, cielo. Te amo.
—Nos vemos...
La llamada finalizó y Taehyung suspiró hondo, dejando su teléfono sobre la pequeña mesa frente al
sofá donde se dejó caer. Pensó en quizás mirar una película mientras terminaba su sándwich, pero
luego decidió que mejor comenzaría a estudiar, y para eso fue hacia la habitación para tomar prestada
la notebook de su novio.
Cuando se tiró a la extensa cama junto con la notebook y la encendió, sonrió al ver que el fondo de
pantalla de bloqueo era una fotografía de ambos cuando fueron a cenar en el lugar donde se podía ver
toda la cuidad brillante de noche. Era noche fue una de las mejores, y aunque al principio se negó,
terminaron haciendo el amor allí mismo luego de cenar.
Por suerte nadie apareció y los vio.
Apretó la tecla de espacio y esta se desbloqueó sin más. Algo que le gustaba mucho de la relación con
Jungkook, era la confianza que ambos tenían entre ellos, ninguno tenía la necesidad de colocar
contraseña a sus teléfonos o cualquier otra cosa, y si lo hacían era por tema de seguridad y ambos le
decían la contraseña. Ambos respetaban la privacidad del otro, lo cual era seguramente, una de las
pocas cosas más sanas en su extraña relación.
El fondo de pantalla de Jungkook con sus amigos también le hizo sonreír, pero no se detuvo mucho a
verlo ya que quería comenzar lo antes posible a estudiar algunas cosas básicas. Decidió que luego
podría rellenar los papeles que tanto tardó en que le dieran, porque seguía enojado por la tardanza que
le llevó eso.
━─━──── ────━─━
La tarde pasó tranquila, y ahora las estrellas comenzaban a aparecer poco a poco en el cielo de color
zafiro.
Eran casi las 8 p.m. y Taehyung ya estaba listo, esperando en el sofá a que su suegro viniera a
buscarlo para ir a, por fin, ver a su novio. Sólo habían pasado horas, y no creía admitirlo en voz alta,
pero realmente lo extrañaba, quería abrazarlo, besarlo y desearle suerte una vez más antes de la pelea.
Ya estaba vestido, aunque no tomó una ducha porque no vio innecesario cuando ya se duchó por la
mañana y estuvo casi todo el día sin hacer demasiado. Le envió un mensaje a su novio y recibió una
respuesta casi inmediata, donde el menor le dijo que ya estaban preparándose, y que su padre estaba
de camino a buscarlo.
Sin prisa alguna, se levantó del sofá y revisó si tenía lo necesario encima; teléfono, identificación, algo
de dinero —por las dudas—, chicle de menta y el tan amado bálsamo de sabor cereza que no había
dejado de utilizar jamás porque le encantaba.
—Bien, nada falta...
El timbre sonó y eso le hizo saber que habían llegado por él. Fue hacia la puerta, se colocó las
zapatillas y abrió la puerta encontrándose con su suegro, el cual le sonrió amable. Por un momento
Taehyung olvidó que se trataba de un hombre que no hacía absolutamente nada legal, pero luego
recordó que se trataba de uno de los líderes de alguna mafia desconocida para él, que seguramente
hacían cosas horribles sin que nadie sepa.
—Hola, suegri —saludó el castaño, luego cerró la puerta tras de si.
—Hola...¿Nueri? —preguntó en un intento por también ponerle un apodo extraño.
—Dios, no vuelvas a repetirlo, se escucha horrible —dijo con una mueca de disgusto.
—Si, bueno, no sirvo para estas cosas... —comentó algo apenado—. Como sea, vamos.
Caminaron hacia el auto de color negro perteneciente al mayor, se subieron a éste y Taehyung se
colocó el cinturón de seguridad tal y como debía de hacerse, luego se acomodó y sacó su teléfono para
avisarle a su novio que iban de camino.
—¿Jungkook se veía nervioso por lo de hoy? —preguntó el hombre con la mirada fija en el camino.
—Nervioso no, más bien...Emocionado —comentó con una leve sonrisa—. Ya sabe, le encanta esto y se
preparó mucho. El saber que usted va a verlo también es lo que lo hizo motivarse el doble.
—En verdad quería venir a apoyarlo en cada pelea, aunque no fuera tan importante como esta, pero
no suelo tener tiempo cuando él tiene sus peleas... —comentó algo triste.
—Seguro que él entiende, y por eso jamás le reclama nada —dijo el castaño sonriendo al pensar en el
menor.
—Sabes...Cuando lo saqué del orfanato, era un niño muy introvertido y tímido —comenzó a contar, y
Taehyung volteó a verlo muy interesado por el tema—. Lo primero que me dijo al llegar a casa fue
"gracias por escogerme de entre todos los demás niños, seré un buen hijo del que se sienta orgulloso", y
eso me hizo sentir muchas cosas, entre ellas mucha pena porque hablaba de él mismo como si fuera...el
menos importante de los niños, ¿Sí me entiendes?
—Entiendo... —respondió sintiéndose de la misma forma que él hombre en ese momento.
—Lo elegí porque tenía algo especial en su mirada, no sé explicarlo...Simplemente supe que quería
criarlo a él, que llevara mi apellido y hacer que dejara de verse tan pequeño e indefenso —contó con un
brillo en sus ojos que Taehyung pudo notar a la perfección desde su lugar—. Tenías que verlo, era muy
delgado, pequeño, usaba lentes y tenía unos ojos grandes...
—Lo sé, yo estaba en su mismo orfanato —comentó Taehyung con un leve sonrojo en sus mejillas al
sentirse en una película cliché nuevamente.
Namjoon no volteó a verlo pero abrió los ojos en grande, sorprendió por esa declaración.
—¿Enserio?, ¿Se conocen desde ese tiempo?
—Jungkook me lo admitió anoche, y yo tampoco podía creerlo, hasta que me mostró una foto de
ambos del día en el que lo llevó a si casa, y lo recordé casi de inmediato —contó intentando no mostrar
la sonrisa que amenazaba con adornar su rostro—. No eramos amigos, hablamos pocas veces, pero yo
siempre ahuyentaba a los niños que lo molestaban, en ese tiempo lo reconocía como "el niño bambi",
por sus ojos...
—Es una buena forma de llamarlo, si tenía ojos de bambi —comentó el mayor riendo por el apodo—.
Wow, eso es...¿Él te reconoció cuando se conocieron en la escuela?
—Sí... —decidió omitir el hecho de que prácticamente se cambió de escuela solo por haberlo
reconocido de inmediato en aquella fiesta—. Me dijo que jamás pudo olvidarme, y bueno, aquí
estamos...
—Vaya, tremenda historia de amor la de ustedes —bromeó.
—Si bueno, ¿Qué era lo que iba a contar antes de que lo interrumpiera? —preguntó queriendo saber
más acerca del Jungkook pequeño que no pudo conocer.
—Cierto, a lo que iba... —carraspeó y soltó un suspiro largo—. El primer año se basó en yo intentando
ganarme su confianza y que pudiera hablarme sin miedo, que pudiera decirme si necesitaba algo, si se
sentía mal o si quería algo, porque jamás me contaba o decía nada de eso...
》Desde pequeño estudiaba mucho, durante horas, siempre buscando sacar buenas notas en
todo...Me dijo que era para que yo no me arrepintiera de haberlo escogido, y luego de eso le dejé en
claro que no tenía que demostrarme nada, solo tenía que ser un niño feliz y mantenerse sano, que no
me volví su padre para que me demostrara nada en especial, y luego de eso poco a poco comenzó a
confiar más en mí.
—¿Le gustaba pelear desde pequeño? —preguntó curioso.
—Bueno, cuando ingresó a la secundaria, comenzaron los problemas de ese tipo, relacionado con
peleas...
—¿Se metía en peleas desde los catorce?
—Trece, para ser exactos —corrigió—. El nunca tuvo amigos hasta que ingresó a la secundaria, donde
se hizo amigo de Jongho, Mingi, Yunho y Wooyoung. Ellos se conocían debido a las reuniones en las que
mis socios llevaban a sus hijos, pero no se juntaron a hablar hasta que se dieron cuenta de que todos
iban a la misma escuela.
》La cosa es que, se metía en muchas peleas, al menos tres por semana, junto con los chicos, y la
razón por la que no los expulsaban era porque pagábamos para eso no sucediera, ya sabes, el dinero
mueve montañas —dijo encogiéndose de hombros.
Taehyung no se sorprendió por eso, en ese punto tenía muy en claro que el dinero podía hacer
cualquier cosa.
—¿Por qué peleaba tanto?
—Durante un mes no me lo dijo, y yo estaba bastante enojado porque creía que se estaba volviendo un
bully...
—¿Y lo era?
—No, de hecho, el peleaba con los niños que les hacían bullying a otros niños —aclaró—. Me dijo que
el sabía cómo se sentía que te molestaran y que no iba a dejar que nadie que fuera mala persona, se
metiera con los que no hacían nada para merecer un mal trato. Lo había llevado a clases de taekwondo
y eso lo ayudaba a no recibir tanto golpes sino a ser el que los daba más, y yo le dije que estaba
perfecto que les diera su merecido a las personas malas, que jamás debía de dejar que lo dañaran a él o
sus seres queridos.
》Las peleas era cosa que todas las semanas, y pasaron de ser solo en la escuela, a ser en cualquier
lugar al que vaya. Fue a los quince cuando supe que se descontrolaba, y solo era cuando molestaban a
sus amigos, de no ser por terceros, hubiera molido a golpes a muchas personas aunque fuera un chico
de quince con pocos músculos, más que nada porque incluso usaba cualquier cosa para atacar...Una vez
le rompió la cara con un ladrillo a un tipo que intentó tocar de más a Jongho.
Taehyung hizo una mueca al imaginarse el dolor que tuvo que sentir aquél desgraciado, más no sintió
ningún tipo de pena por él.
—Yo no pasaba tanto tiempo con él como antes, por lo que no sabía muy bien que hacer, y siendo
sinceros tampoco quería hacer algo al respecto, porque Jungkook se había vuelto alguien fuerte que
defendía a los suyos con todo lo que él es. Hasta hace poco le recomendé practicar boxeo para mejorar
su condición física y que libere tensión de esa forma, luego de un día a otro comenzó a practicar MMA,
y aquí estamos...
—Vaya...Ahora entiendo mejor el por qué Jungkook es de esta forma... —comentó el castaño
apartando la mirada hacia la ventana.
—Es un buen chico, daría la vida por las personas que quiere, porque estuvo mucho tiempo solo... —
comentó con algo de pena, luego sonrió—. Siempre le dije que su lado salvaje y descontrolado era una
fortaleza, algo que le daba la fuerza para cuidar de los suyos y no dejarse pisar jamás, lo apoyé y felicité
siempre que ganaba una pelea.
—Ya veo...
Y Taehyung comprendió todo luego de escucharlo.
—Llegamos —avisó Namjoon, y detuvo el auto.
━─━──── ────━─━
Are you ready?
G.GG


Se notaba que eran las finales, ya que al ingresar al establecimiento el lugar estaba abarrotado de
gente, más que otras veces.
Se complicaba un poco avanzar porque habían muchas personas yendo de un lado a otro, algunos
grupos de personas paradas en medio de los pasillos o el "lobby" del lugar. La música sonaba no tan
fuerte, lo que Taehyung agradecía porque no creía poder aguantar en el lugar como si fuera una
discoteca de mala muerte.
-¿Quiere ir a la barra, o vamos directamente a buscar a Jungkook? -le preguntó a su suegro.
-Estoy bien, vayamos con mi hijo -respondió el mayor, quien vigilaba que nadie empujara al castaño.
-Bien, los bastidores están por allá -apuntó una dirección a su izquierda, a la vez que sacaba su
teléfono-. Pero voy a llamarlo para preguntarle si está ocupado o- ¡Hey!
Fue empujado bruscamente por un hombre que iba caminando de forma apresurada, lo que ocasionó
que su teléfono cayera al suelo.
-¿¡Por qué demonios no te fijas por donde vas!? -preguntó gritandole al hombre que lo miró con algo
de pena.
-Lo siento, no-
-¿Algún problema, Tae? -se escuchó la voz de Jongho a espaldas del castaño, y al voltear se encontró
con el cuarteto de amigos mirando al chico con el que chocó con ojos amenazantes.
-Ten, creo que la pantalla se rompio un poco -dijo Yunho entregándole el teléfono al castaño.
-Demonios, se rompió el vidrio protector... -se quejó Taehyung revisando el aparato.
-¿Quieres que le rompamos la nariz? -preguntó Mingi mientras sostenía al hombre asustado al ser
sostenido de ambos brazos por el más alto y Wooyoung.
-No, déjalo, solo queremos ir donde Jungkook -dijo restandole importancia, luego miró al hombre y se
acercó extendiendole su mano-. Deberás pagarme por el vidrio, al menos.
El hombre miró a cada uno de los amigos del castaño, que lo miraban como diciéndole "si no pagas, te
rompemos los huesos", por lo que no tardó en sacar su billetera y entregarle varios billetes grandes sin
revisar la cantidad, solo se los dio y salió corriendo en cuanto lo soltaron.
-Pero, esto es demasiado -intentó avisarle, pero antes de que pudiera hacerlo, no había rastro del
tipo-. Bueno...
-¡Tío Namjoon! -gritó Wooyoung en cuanto vio al mayor, ya que no había notado su presencia hasta
ese momento.
Los otros al escucharlo voltearon su mirada hacia Namjoon, y éste les sonrió tranquilo. Los cuatro se
lanzaron a abrazarlo como si no lo hubieran visto en meses, y por un momento Taehyung se cuestionó
sobre si era verdad que el hombre estaba metido en cosas extrañas, ya que parecía uno de esos tíos
super amables y bondadosos que te llenaba de dulces cuando ibas a visitarlo.
Aunque bueno, Jungkook normalmente tampoco parecía ser capaz de lastimar ni a una mosca. Quizás
el hombre era mucho peor que Jungkook cuando se molestaba, y la verdad es que no estaba del todo
seguro si quería averiguarlo.
-Nos sorprende que hayas venido, pero está de puta madre -dijo Mingi pasando sus brazos por los
hombros contrarios-. Vas a ver a Kook lucirse por primera vez.
-Se lo prometí, y tenía muchas ganas de venir -respondió el mayor de todos.
-¿Fueron a verlo? -preguntó el castaño refiriéndose a su novio.
-Si, pero solo fueron menos de dos minutos porque nos mandó a esperarte a que llegaras para que te
escoltemos -respondió Jongho con gracia.
-Ibamos a hacerlo aunque no lo pidiera, es un exagerado -se quejó Wooyoung.
-Ya debe de haber terminado de calentar, ¿Vamos? -preguntó Yunho.
Taehyung asintió, y todos caminaron hacia la sala perteneciente al menor y su equipo. Al llegar al
lugar, se sorprendieron al notar que alguien salía del lugar, y era nada más ni nada menos que Park
Ilhoon.
-¿Qué demonios? -preguntó Wooyoung cuando notó la presencia del otro.
El rubio de cabello rapado no dijo nada, solo llevó su mirada hacia el castaño, y sonrió con malicia,
causando un horrible escalofrío en todo su cuerpo. No le gustó para nada la forma en la que lo estaba
observando, como si tuviera algo planeado, algo malo.
Queriendo escapar de su vista, aceleró el paso e ingresó a la habitación buscando con la mirada a su
novio, un poco preocupado ante la idea de que Park pudo haberle hecho algo. Pudo volver a respirar
tranquilo al verlo a unos metros sentado en un banco largo a un lado de unos casilleros de color azul;
estaba sentado con sus piernas levemente abiertas, con ell torso descubierto, los shorts deportivos de
color negro, sus manos juntas y la mirada en el suelo con el ceño levemente fruncido.
-Kook... -llamó el castaño, logrando llamar su atención de inmediato.
-Cielo -se levantó con una sonrisa leve y caminó hasta él para abrazarlo de inmediato, atrechandolo
con firmeza a la vez que llevó su rostro a su cuello, acariciando con la punta de su nariz su piel
perfumada-. Te extrañé.
Taehyung no tardó tampoco en corresponder al abrazo rodeando su cuello, llevando una mano a su
cabello para acariciarlo casi de forma automática.
-¿Estás bien?, vimos a Ilhoon salir de aquí... -preguntó intentado que su preocupación no se note
demasiado.
-Sí, solo... -sus palabras fueron interrumpidas por la emoción que sintió al ver a su padre ingresar a la
habitación con una mirada llena de orgullo a pesar de que aún no había peleado-. Hola, papá.
Soltó a su novio con cuidado y caminó hacia su padre para darle un gran abrazo, el cual fue
correspondido con los mismos sentimientos. Los otros cuatro ingresaron en ese momento, y admiraban
la escena con sonrisas enternecidas. Taehyung también lo hizo, y permaneció en su lugar mientras
esperaba poder preguntarle al menor que era lo que Ilhoon quería con él.
-¿Falta mucho para que comience la pelea? -preguntó Namjoon cuando se separó de su hijo-. Estoy
emocionado, ya quiero ver como le partes la cara a ese tipo desagradable.
-En unos quince minutos -respondió Jungkook, luego se giró a ver a sus amigos a la vez que regresaba
donde su novio para tomar su mano-. Supongo que todos vieron a Ilhoon salir de aquí, ¿Cierto?
-¿Te amenazó?, ¿Intentó sabotearte? -preguntó Mingi a la defensiva.
-No, solo vino y me dijo que no iba a tener que hacer demasiado, porque yo iba a dejarme ganar -
respondió el menor con mucha confusión-. Fue extraño, dijo eso y se fue, ¿Debería de tomarlo como una
amenaza o una burla?
-Todo lo que sale de su boca son amenazas, deberías de tener cuidado, no te fies de nada de lo que te
diga -respondió Yunho con preocupación.
-Coincido con él -comentó Taehyung apretando el agarre en su mano con más firmeza-. Seguramente
va a decir cosas para molestarte cuando estén sobren el ring, pero no dejes que te influya, mantente
tranquilo y concentrado, ¿Okay?
-Me será difícil si dice algo malo sobre ti -admitió con una mueca de pena-. Ya saben cómo me pongo
cuando se trata de ti.
-No creo que sea tan estupido como para intentar hacer lo mismo que Jung -comentó Jongho-. Casi
haces que se lo lleven en una bolsa solo porque dijo cosas sobre Tae, estoy seguro de que sabe que solo
se perjudica al molestarte.
-Opino lo mismo que el imbecil a mi lado -dijo Wooyoung refiriéndose a su menor.
-Sea como sea, no le demos mayor importancia -opinó Namjoon-. Solo preocupate por darle una buena
paliza y lucirte allá afuera, ¿De acuerdo?
-Cierto, esta es tu noche amigo -apoyó Yunho dándole unas palmadas en la espalda al de puntas rojas-.
Te desearía suerte, pero no la necesitas.
-Si ganas, los invito a cenar, ¿Qué les parece? -ofreció Mingi.
-¡Mingi nos va a invitar a un restaurante de clase! -gritó Wooyoung emocionado.
-Oye, yo no dije que-
-Que suerte, me ahorraste el invitarlos a cenar a mi casa -comentó Namjoon agradeciéndole por su
propuesta.
-Pero yo no-
-¡Salimos en diez, Jungkook! -interrumpió su entrenador ingresando al vestidor junto con el equipo
del menor-. Oh, buenas noches a todos.
-Buenas noches -saludaron los invitados al esquipo completo.
-Supongo que es hora de que vayamos a nuestros lugares -comentó Taehyung, y volteó a ver a su
novio con una leve sonrisa-. Nos vemos cuando el árbitro levante tu mano -dijo guiñandole el ojo.
-Quédate un minuto más, quiero decirte algo antes de que tenga que prepararme para salir -pidió
sosteniendo sus caderas, acercandolo un poco más.
-Bueno, Jungkook nos echó, así que mejor nos vamos a nuestros lugares -habló Mingi.
-¡Rompele una pierna! -dijo Wooyoung antes de retirarse junto con los demás, exceptuando al castaño.
-¿Y bien?, ¿Qué quieres decirme? -preguntó Taehyung mientras daba leves masajes en el cuello de su
novio.
-Muchas cosas, podría decirte que eres el chico más hermoso que conocí en mi vida, y que voy a
conocer -dijo acercándose más al cuerpo contrario, acariciando sobre la tela de su camisa cada lado de
su cadera, acercándose a su rostro para dejar pequeños besos por todo su rostro-. Qué amo cada uno de
tus lunares; tu sonrisa, tus ojos, tu sexi voz, sobre todo las expresiones que haces cuando hacemos el
am-
-¡Shhh! -calló colocando ambas manos sobre su boca, sintiendo sus mejillar arder-. Está tu equipo, no
seas un sinvergüenza -regañó.
Jungkook rió y besó la palma de su mano, luego se acercó para besar sus labios cuando el mayor
retiro sus manos y volvió a colocarlas en su cuello, haciendo el beso mucho más intenso.
-Ya, ¿Qué querías decirme? -preguntó Taehyung sin separarse del todo, dejando que el menor siguiera
lamiendo y mordiendo su labio inferior.
-No te apartes de los chicos o de mi padre, ¿De acuerdo? -pidió se forma seria de un momento a otro,
mirandolo fijo-. No confío nada en Park, no se sabe que podría hacer, solo le interesa ganar y no dudo
en que hará cualquier cosa para lograrlo.
-No te preocupes, los chicos siempre están cuidándome aunque no se los pida -respondió con
seguridad, sin querer preocuparlo-. Deberías de preocuparte por ti, quizás pelea de forma sucia e
intente hacerte algo, no te nubles por comentarios estupidos, céntrate en lo que tienes que hacer.
-Estaré atento a todo, estuve estudiando mucho su estilo de pelea y puedo con él, no te preocupes por
mí, cielo -tranquilizó, y dejó un beso más sobre sus labios favoritos.
-No dejes que te golpee tanto, odio que te lastimen, tú rostro y cuerpo son demasiado bonitos como
para tener heridas -tomó sus mejillas y dejó un sonoro beso cuando escuchó música desde fuera-. Debo
irme ya, te veo fuera...Te amo.
-Te amo también, cielo -respondió regalandole una gran sonrisa, haciendo que aparecieran pequeñas
arrugas a lo lados de sus ojos.
Sin decir nada más, y presionado por la voz del presentador, decidió salir del lugar lo más rápido
posible para darle tiempo al equipo de su novio para que se prepararan.
━─━──── ────━─━
Sabiendo dónde estaban sus lugares, llegó rápidamente encontrándose con que habían dos asientos
tres asientos vacíos a la derecha de sus amigos y su suegro, ya que ese era de Daehyun, pero éste no
vendría. Obviamente se sentó al lado de éste último, y todos comenzaron a observar las repeticiones de
las peleas de los finalistas en la pantalla grande.
Noto a una mujer con un vestido rojo pegado al cuerpo, yna chaqueta de mezclilla y cabello rubio
corto sentarse justo a su lado a pesar de que había otro asiento al lado. No le dio mayor importancia a
su presencia ya que la voz del presentador lo hizo volver su mirada a la pantalla.
-¡Señoritas y señores, la noche que todos ustedes estaban esperando por fin está aquí! -el
bullicio comenzó a gritar eufóricos, exceptuando a unos pocos, minoría de la de Namjoom y Taehyung
eran parte, ya que éstos estaban tranquilos-. ¡Hoy, dos bestias en el ring estarán intentando
acabar con el otro y nos darán el espectáculo más increíble de la temporada y posiblemente
de la historia!
'Believer' de Imagine Dragons comenzó a sonar por todo el lugar, y los gritos se acallaron un poco,
espectantes por la presentación de los peleadores para que el primer round comience.
-¡El público hoy está muy dividido, y no es una sorpresa, ya que ambos peleadores lograton
grandes peleas sobre este increíble ring! -Taehyung miró el reloj y supo que solo faltaban escasos
minutos para que su novio saliera y la pelea comenzara-. Aunque debo decirles, amigos míos, que
mi favorito sigue siendo JK, ¡Ese chico cautivó mi corazón de piedra en sus inicios, tiene una
chispa única, se los aseguro!
Algunos abucheos se escucharon desde la tribuna, de personas que obviamente venían a alentar a
Park. Eso hizo que el cuarteto de amigos comenzaran a gritarles en respuesta que Jungkook iba a
destrozar a Ilhoon en cada uno de los rings.
-¡Y ahora sí, sin más que agregar, con ustedes nuestro primer peleador! -la música cambió a
'FXXK IT' de Big Bang, y la foto de Park ilhoon apareció en la pantalla grande-. ¡En la esquina roja;
con un total de quinientas treinta y nueve victorias, quince derrotas y doscientos ochenda y
cuatro hombre enviados al hospital, el grande y ganador de ésta competencia durante tres
años seguidos, Park Ilhoon!
El tipo salió por el pasillo correspondiente, rodeado de cuatro mujeres con poca ropa que sonreían
orgullosas de representar al peleador invicto del lugar, mientras que éste caminaba como si fuera el rey
del mundo hacia el ring, saludando al público con la lengua afuera y soltando gritos pidiendo más y más
aplausos.
El cuarteto de amigos comenzó a soltar comentarios despectivos y crueles hacia él, recibiendo
abucheos por parte de los fans del contrario. Taehyung no le había prestado atención en lo más mínimo,
de hecho había sacado su teléfono para revisar sus redes en cuanto comenzaron a contar su lista le
logros.
No le interesaba ni un poco aquél tipo, sinceramente.
-¡Una entrada impecable como siempre! -halagó el presentador-. ¡Pero no gasten toda su
energía, porque tenemos a otro peleador prometedor esta noche.
Esta vez Taehyung si se interesó por lo que estaba diciendo el presentador, y guardó si teléfono
rápidamente para prestar atención.
-¡En su ya característica esquina azul, con cincuenta y dos victorias, dos derrotas y tres
hombres enviados al hospital, el que hoy dejó de ser un novato, y se convirtió en uno de los
peleadores más apoyados, JK!
'The greatest showman' comenzó a sonar; y a Taehyung se le aceleró el corazón cuando lo vio
ingresar por su pasillo, caminando con seguridad y firmeza, viéndose extremadamente sexi mientras
subía al ring de forma desinteresada y seria.
A diferencia de Ilhoon, Jungkook solo avanzó hacia el ring con su equipo, y simplemente observó al
hombre frente a él con tranquilidad. Cuando la música se apagó, buscó entre la tribuna a su novio, y
cuando lo encontró no pudo evitar quedarse admirandolo y regalándole una sonrisa leve.
Taehyung por su lado se dedicó a ignorar a su club de fans que gritaban todo tipo de cosas que no
quería escuchar porque seguramente se subiría al ring solo para besar a Jungkook y dejarles en claro
que era suyo y de nadie más. Le sonrió de igual forma e incluso ignoraron la voz del presentador, hasta
que la voz de cierto individuo desagradable para todos retumbó en sus oídos.
-Admito que me equivoqué con respecto a ti -dijo Ilhoon frente a él, hablando a través de un
micrófono para que todos lo escucharan-. Tengo que admitir que quizás puedas darme un poco de
pelea, pero ambos sabemos cómo van a terminar las cosas.
Jungkook lo ignoró y solo le lanzó un beso volador a su novio, el cual no pudo evitar reír ante la
expresión de fastidio del rubio.
-¿Por qué no apostamos algo entre nosotros, Jeon? -ofreció intentando mantener la calma, ganándose
su atención cuando apunto hacia Taehyung-. Apostaré lo que quieras, pero solo quiero que apuestes el
culo de ese noviecito tuyo que tanto mezquinas, ¿Qué dic-
Sus palabras quedaron atascadas cuando Jungkook de un segundo a otro sostuvo su cuello con fuerza,
y le dio una mirada llena de desprecio y odio. Antes de que el rubio pudiera hacer algo, el árbitro fue
quien intentó separarlos pero no pudo mover al menor, incluso Ilhoon intentó apartar su mano pero se
le hizo complicado.
-¡Cuidado, JK, no queremos que te descalifiquen antes de comenzar la pelea! -advirtió el
presentador.
Taehyung se alarmó cuando escuchó aquello, y rápidamente se acercó para hablarle e intentar hacer
que lo soltara. Sostuvo las rejas del ring y tomo aire.
-¡Jungkook, sueltalo! -ordenó aprovechando el poco silencio que la tribuna les daba debido a la
sorpresa del ataque del menor-. ¡Ya hablamos de esto, no hagas que consiga molestarte!
El menor escuchó su voz y solo tuvo que voltear a verlo para soltarlo de inmediato, dando un paso
atrás y para mirar a su novio con ojos arrepentidos.
-Controlate... -le dijo en voz baja, y el menor asintió comprendiendo por completo lo que quiso decirle.
-Realmente estás loco por él eh... -dijo el rubio llevando una mano a su cuello, intentando no toser
para mostrar que Jungkook realmente le había hecho daño, y sonrió con malicia-. Mucho mejor de esa
forma...
-Tae, vuelve con los chicos -pidió Jungkook acercándose donde él, agachadose un poco para mirarlo y
sonreírle-. Lo siento. Prometo controlarme, en serio.
-Más te vale, imbecil -respondió el castaño, y le dio una ultima mirada antes de voltearse para
regresar.
Las cosas tardaron un poco en calmarse, hasta que el árbitro le entregó el micrófono al menor luego
de que el rubio dijera muchas cosas más las cuales a nadie le importa. Se suponía que debía de ser su
momento de lucirse con palabras amenazantes o cools, pero Jungkook solo le sonrió divertido y negó
con la cabeza.
-Hablas demasiado, ¿Por qué mejor no te callas y damos comienzo al show donde te hago el número
cuatro en mi lista de enviados al hospital? -preguntó burlón, y dejó el micrófono caer al suelo.
Ilhoon apretó la mandíbula entre emocionado y enojado por las palabras del menor. El presentador al
escucharlo hizo un comentario y luego dio comienzo a la pelea.
-Acérquense -pidió el árbitro, y ambos obedecieron-. Saludense.
Un fuerte choque de puños fue su saludo, dieron un paso hacia atrás y la campana sonó anunciando el
inicio de la pelea.
━─━──── ────━─━
Mejor sigamos un poco más :D
El primero en avanzar fue Ilhoon, quien tenía muchísima ira contraída queriendo salir a la luz. Luego
de todas las veces en las que el menor lo hizo quedar como un estupido, y la humillación de recién,
estaba que la sangre le hervía por completo y lo único que quería era molerlo a golpes.
Por su parte, Jungkook logró esquivar los primeros golpes durante unos segundos, hasta que en un
rápido movimiento tomó uno de sus brazos con ambas manos, se volteó y se lanzó al suelo para rodar y
lograr hacerle una llave, la cual le sirvió para tener acceso al rostro descubierto del rubio, consiguiendo
darle tres puñetazos limpios. En un ágil movimiento, Park pudo deshacer la llave y casi logra hacerle
una, pero Jungkook fue más rápido y se soltó para rodar hacia atrás logrando safarse y ponerse de pie.
Ilhoon se levantó con velocidad también, y sin quitarle la mirada de encima comenzó a dar pequeños
saltos a su al rededor mientras se acercaba de a poco. Se abalanzó con patadas hábiles y altas,
queriendo golpear su rostro, pero no logró hacerlo, más su destino cambió a su pecho, donde logró
darle un golpe, pero Jungkook lo sostuvo se la pierna y sin darles tiempo a la tribuna de comprenderlo,
se agachó apoyando una mano en el suelo, dándose impulso para girar sobre él mismo y darle una
patada en el rostro que descolocó por unos segundos al rubio.
-¡Impresionante, ¿Vieron eso?! -preguntó el presentador muy emocionado por la táctica del
menor-. ¡Por esto es que es mi favorito!
Queriendo vacilarlo un poco, Jungkook de reincorporó y lo miró comenzando a reírse leve, apuntando
su labio, el cual ahora estaba partido y sangrando debido a la patada. Park se enderezó soltando humo
por las orejas, realmente estaba rojo de ira y eso solo hacía que el menor disfrutara mucho más el
molestarlo.
-¡Acaba con él, Jungkook, o yo acabaré contigo! -amenazó Wooyoung desde su lugar.
-¡Si te dejas golpear el rostro, te castro! -gritó Mingi.
-¡Matalo, directo al corazón, Jungkook! -gritó Jongho.
-¡Dale una patada en la piña! -gritó Yunho.
Todos lo miraron con una expresión de confusión y desagrado por su comentario, y éste solo bajó la
mirada apenado.
-Yo también quería decir algo cool, nunca se me ocurre nada... -se excusó.
-Sí, es exactamente por esta razón que no lo haces -dijo Wooyoung.
-¡Presten atención a la pelea! -regañó Taehyung.
Mientras tanto, solo quedaban dos minutos y medio para que el round terminara, y Ilhoon no se iba a
mostrar débil ante tantas persona, e iba a ganar de la forma limpia o sucia, pero iba a hacerlo.
A diferencia de las veces anteriores, esta vez fue Jungkook quien se acercó directo a propinarle
puñetazos, a la vez que le daba algunas patadas cada tanto. Ilhoon comenzo a moverse de forma
extraña mientras se cubría y decidió molestarlo un poco.
-¿Con cuántos se acuesta la zorra de tu novio, eh? -preguntó queriendo molestarlo, intentando que se
distrayera por un momento para contraatacar.
-Frase incorrecta -gruñó el menor, y se abalanzó a él para tirarlo al suelo, dándole un puñetazo en el
estómago cuando estuvo encima, para luego comenzar a darle tantos puñetazos uno sobre otro que el
rubio no pudo aguantar y terminó por dejar un lado de su rostro al descubierto.
La fuerza y violencia con la que estaba dando los golpes era notado por todos, haciendo que la tribuna
festejará eufórica la escena frente a ellos, mientras que Taehyung rezaba por que no lo matara o iban a
descalificarlo y darle por ganado la pelea a Park.
Ilhoon fue salvado por la campana y el árbitro, que lo alejó de él cuando no parecía querer quitarse de
encima. Jungkook se levantó y se fue a su esquina para sentarse con molestia reflejada en si rostro,
tomando la botella de agua que uno de los chico de su equipo le daba, mientras su entrenador revisaba
sus leves heridas.
-¿Estás bien?, ¿Puedes seguir? -preguntó su entrenador más por rutina que por necesidad, porque a
diferencia del rubio, el menor estaba casi en perfecto estado.
Por su lado, Taehyung pudo respirar con normalidad cuando la campana sonó. Pasó los dos minutos
observando a su novio desde su lugar, preocupado por los dos rounds que seguían, porque el menos
parecía estar sobre esforzándose mucho y no quería que se cansara antes de que pudiera terminar con
todo.
Cuando ambos peleadores volvieron a estar frente a frente, el castaño notó como Ilhoon le
murmuraba algo, y unos segundos después Jungkook parecía palidecer, y volteó a verlo con terror en
sus ojos.
Sintió unos toques en su hombro y volteó a ver a la chica de vestido rojo, la cual le estaba entregando
un pequeño papel. Con algo de duda lo tomó y leyó lo que tenía escrito, sintiéndo su cuerpo tensarse
por completo al leer lo que ponía:
"Haz algún movimiento brusco, o advierte a tus amigos, y te disparo justo en el corazón, luego en la
cabeza a tus amigos"
Con su cuerpo temblando por completo, bajó la mirada y notó que había un bulto que apuntaba hacia
su pecho en el bolsillo de la chaqueta de la mujer, la cual lo miraba con una sonrisa divertida. Volteó a
ver a su novio con pánico sin saber que hacer, y Jungkook le dio una mirada llena de arrepentimiento en
sus ojos.
Pudo leer sus labios antes de que la campana sonara, y comprendió sus palabras:
"Perdón".
━─━──── ────━─━


Miedo. Eso era lo que sentía en ese momento, pero no por él, sino por lo que significaba esa simple
palabra pronunciada en silencio.
Cuando la campana sonó avisando a los demás que comenzaba el segundo round, y lo que parecía que
iba a ser un round igual al anterior, terminó siendo completamente lo opuesto a los esperado: Ilhoon
estaba golpeando repetidas veces a Jungkook, y éste a penas e intentaba cubrirse de los golpes.
—No te preocupes, en cuanto Park gane la pelea, me iré, precioso —habló la rubia a su lado, pero
Taehyung a penas y la escuchó, ya que estaba algo en shock por todo lo que ocurría.
—¡Jungkook, defiendete, maldita sea! —gritó Jongho, desesperado al ver que su amigo parecía no
querer darle pelea al rubio de cabello rapado.
—¡No te quedes como un puto muñeco, reacciona! —gritó Wooyoung.
—¿Qué demonios pasa con él? —preguntó Mingi apretando los puños y dientes al ver que su amigo se
dejaba prácticamente golpear.
—Algo anda mal... —comentó Yunho.
—¿Qué es lo que le sucede? —preguntó Namjoon a su lado con preocupación.
El corazón de Taehyung se partía con cada golpe que le era dado a su novio, sabía perfectamente la
razón por la que éste no se estaba defendiendo, y su cuerpo comenzó a temblar de impotencia.
—¡JK, ¿Qué es lo que sucede contigo?! —preguntó incluso el presentador sin comprender su repentido
cambio.
A pesar de estar bastante lastimado, Ilhoon aún podía lastimarlo mucho perfectamente, estaba
aprovechando la ventaja y le estaba dando con todo, se podía notar el desespero y enojo que le tenía al
menor. Cuando logró darle un rodillazo en el estómago con fuerza, haciendo que Jungkook se quedara
sin aire por unos segundos, y aprovechó para patear sus piernas y hacer que caiga al suelo de espaldas;
se subió encima y comenzó a darle puñetazos en el rostro repetidas veces, de las cuales el menor no se
defendía mucho.
Las heridas y la sangre en el rostro de su novio le ocasionaban un dolor cada vez mayor, y Taehyung
sentía que no podía permitir que Park se saliera con la suya, que le arrebatara la victoria que Jungkook
se merecía, que lo dañara para evitar que él saliera herido.
¿Y si lo golpeaba hasta matarlo o causarle una herida grave?, ¿Y si le dejaba ganar pero de igual
forma al terminar le disparaba de todos modos?
No quería ser la razón por la cual Jungkook sufriera tanto, no iba a darles el gusto de salirse con la
suya, ya sea que tuviera que recibir un disparo.
No iba a permitirlo.
Se volteó hacia la mujer, y la miró con odio puro.
—Tú y él se pueden ir a la mierda, no van a conseguir nada —dijo, y acto seguido llevó sus manos al
bulto duro del bolsillo de ella, intentando forcejear para alejar la punta de su cuerpo.
—¿Qué crees que haces? —preguntó ella con nerviosismo y algo de temor, en un susurro, ya que no se
esperaba que el castaño reaccionara de esa manera—. Suelta o te disparo, estupido.
—Dispara entonces, pero no voy a quedarme quieto viendo como lastiman a mi maldito novio —gruñó,
haciendo más fuerza para alejar el arma de su cuerpo.
Cuando la mujer sintió que el castaño estaba a apunto que hacer que su mano soltara el arma, se
espantó y no se lo pensó mucho antes de apretar el gatillo, y el sonido de un disparo llamó la atención
de todos en el lugar, acallando el grito de la tribuna y la voz del presentador. Todas las miradas se
dirigieron a la dirección del castaño, notando que éste estaba casi encima de la rubia, la cual el ver que
todas las miradas estaban sobre ellos, entró en pánico nuevamente, y como Taehyung no soltaba el
arma, disparó nuevamente, acusando que el castaño soltara el arma y cayera al suelo sosteniendo su
abdomen herido.
Los gritos de espanto no se hicieron de esperar, y antes de que la rubia pudiera sacar su arma para
apuntar a los guardias de seguridad del lugar, terminó cayendo al suelo con un agujero de bala en su
frente, producto de los rápidos reflejos de Namjoon, el cual sacó su arma primero.
—¡Taehyung! —gritaron el cuarteto al mismo tiempo al ver a su amigo en el suelo, con sangre
manchando el suelo y su propia ropa.
Al escuchar el grito de sus amigos, Jungkook se quitó de encima a Ilhoon de una vez, dándole una
fuerte patada en el estómago para que lo dejara levantar la mirada, cosa que intentó hacer desde que
escuchó el disparo. Al voltear se encontró con la escena más horrible de todas las que podía haber
presenciado: Taehyung en el suelo, sangre saliendo se su abdomen, e intentando levantarse para mirar
en su dirección.
El castaño ignoraba los llamados de sus amigos pidiéndole que no se moviera, que aguatara hasta que
llegara ayuda, pero lo único que quería era lograr observar a su novio, y con esfuerzo lo logró. Lo miró
desde su lugar, conectó sus ojos con los contrarios que parecían no creer lo que observaba, no
queriendo admitir que estaba sucediendo, y le sonrió a pesar de sentir el sabor metálico de la sangre
caer de su boca a su barbilla.
"Perdón" le dijo de la misma forma que él, y luego se dejó caer por completo al suelo al no tener más
fuerzas para permanecer en esa posición.
—¡Una maldita ambulancia o lo que sea, mi amigo se está muriendo! —gritó Yunho desesperado.
Jungkook bajó corriendo del ring, quería llegar donde si novio y empujaba con fuerza a todo aquel que
se le atravesara en el camino, no escuchaba absolutamente nada, tampoco podía pensar en otra cosa
que no fuera llegar donde su novio. No sentía el dolor de sus heridas, tampoco le importaba mucho la
sangre que caía por su frente casi cubriendo su vista, cuando llego donde Taehyung, apartó a todos y
tomó el cuerpo débil del castaño en sus brazos.
—¡No podemos esperar una puta ambulancia, lo llevar al hospital ahora! —le gritó a sus amigos
cuando éstos le decían que debían de esperar a la ambulancia.
—Encenderé el auto, tu sube atrás y presiona la herita tanto como puedas —habló su padre corriendo
a su lado, ayudando a abrirle el paso hacia la salida.
El menor ni siquiera podía asentir, sentir el cuerpo tembloroso de su novio, el cual a penas y podía
mantener los ojos abiertos, pero no era lo suficientemente consciente como para darse cuenta de que
estaba en el lugar en el que más deseaba estar: los brazos de Jungkook.
—K-Kook... —intentó llamarlo, sabiendo que debía de resistir lo suficiente porque en el momento en el
que cierre los ojos su cuerpo iba a debilitarse. Su abdomen dolía como la mierda y el sabor de la su
propia sangre lo estaba mareando por alguna razón.
—Aquí estoy, cielo —respondió al escucharlo, corriendo hacia la parte trasera del auto de su padre, la
cual fue abierta por éste último—. Estoy contigo, nada va a pasar...Todo va a estar bien, lo
prometo...Nada va a pasar...Todo va a estar bien... —se repetía más para si mismo que para él.
Lo acomodó con cuidado en los asientos traseros, y se subió cerrando la puerta con el vehículo en
movimiento, ya que Namjoon había arrancado lo más rápido que pudo. El hospital más cercano estaba a
unos veinte minutos, pero a la velocidad en la que iban seguramente llegarían antes. Colocó sus manos
en las heridas que sangraban cada vez más, reteniendo un poco más el sangrado.
Sabía que su padre estaría conduciendo lo más rápido posible, por eso no lo apresuró. No le
importaba lo que ocurriera en la competencia, pero estaba seguro de que haría pagar a Ilhoon por esto,
con su patetica y asquerosa vida. Cuando le susurró aquellas palabras sobre el ring, supo que Taehyung
estaba en peligro pero creyó que podía manejar la situación.
"Si no dejas que te rompa todos los huesos y gane, mi chica le meterá una bala en el pecho a tu
preciado Taehyung".
Solo le bastó observar a ambos desde su lugar para darse cuenta de que la rubia tenía un arma
escondida, y a juzgar por la expresión en el rostro de su novio, supo que éste sabía perfectamente lo
que estaba sucediendo. Por eso se disculpó en silencio, porque iba a tener que ver como le daban una
paliza y perdía, iba a decepcionarlo también y no quería eso, pero menos quería que algo le sucediera.
Estaba aterrado por la idea de perderlo, no podría soportarlo, no puede ni quiere imaginarse una vida
en la que no esté Taehyung sonriendole y esperandolo en casa al final del día. Ante la sola idea de
perderlo siente ganas de llorar y así lo hace, llora desesperado, asustado, pidiéndole a todas las
entidades que conoce que por favor no le arrebaten a la persona que más ama, que no lo condenen a
tener que asimilar que ya no va a despertar cada día pudiendo observar el rostro relajado del mayor
entre sus brazos.
—N-Nada pasará, todo e-estará bien... —seguía repitiendo sin dejar de presionar la herida, con la
mirada fija en el rostro cansado de su novio—. Estoy c-contigo, t-tienes que seguir conmigo, c-cielo...
Cada minuto que pasaba se sentía horriblemente largo, no sabía que tan grave era la herida, no sabía
que tenía mucho tiempo antes de que empeorara todo o lo peor sucediera, ¿Y si Taehyung no aguantaba
tanto?
No, no quería pensar en eso, pero le era inevitable.
—Ya casi estamos, llamé al hospital y nos estarán esperando con una camilla fuera, ¿Estás listo para
sacarlo del auto? —preguntó su padre desde el asiento del conductor.
Jungkook asintió aunque el otro no lo estuviera viendo, y comenzó a respirar hondo intentando
calmarse para no entrar en pánico a último minuto y pudiera perjudicar el estado del mayor. La sangre
manchaba los asientos y la alfombra del suelo, y eso solo le recordaba lo mal que estaba su condición.
Definitivamente iba a asesinar de la peor forma a Ilhoon.
Pero ahora no era momento para pensar en eso.
El movimiento del auto detenerse de forma casi abrupta le hizo saber que ya habían llegado, y no
pudo evitar asustarse al notar que Taehyung había cerrado los ojos y parecía estar inconsciente. Aún
con el corazón a mil, lo sostuvo con cuidado y lo sacó del auto con la mayor rapidez que podía en el
momento, y aunque un lado suyo no quiso alejarse, con pesar en su corazón le entregó a su novio a los
enfermos y médicos que los estaban esperando con una camilla en la entrada del hospital.
Obviamente los siguió de cerca con su padre pisándole los talones, hasta que uno de los enfermeros lo
detuvo diciéndole que hasta ahí podía avanzar, y algo más que no escuchó porque se quedó
completamente en blanco observando la puerta por la que se habían metido con Taehyung.
—Joven, por favor acérquese a la sala para que puedan tratar sus heridas también —habló el mismo
enfermero que le había impedido el paso.
Había olvidado que se encontraba solo con su pantalón deportivo, aún tenía sus manos vendadas y el
rostro manchado con su sangre, heridas y algunos moretones en su torso y brazos. No podía importarle
menos su condición en éstos momentos.
—Joven, venga por-
—¡No necesito nada, solo vaya y salve a mi novio! —le respondió en un grito que asustó a todos los
presentes en el lugar.
—Jungkook, cálmate, no ayudas en nada alterandote de esta forma —habló Namjoon acercándose a él
para posar una mano en su hombro, intentando calmarlo de alguna forma—. Deja que al menos
atiendan tus heridas, ¿O acaso piensas que Taehyung dejaría que te comportaras de esta forma?
Jungkook no supo que estaba apretando sus manos tan fuerte que se estaba haciendo daño, hasta que
escucho la voz de su padre y sintió sus piernas flaquear. Volteó a verlo y se mordió el labio inferior con
fuerza, abriendo la boca con labios temblorosos, ojos rojos y húmedos.
—P-Papá...
A Namjoon se le destrozó el corazón al verlo de esa forma, y solo pudo rodearlo con sus brazos para
acercarlo y abrazarlo con fuerza. Lo escuchó llorar y lo sintió temblar, como si fuera un niño al que
acaba de perder a su mascota, y supo que si Taehyung no salía de ésta, Jungkook no iba a soportarlo, y
el no estaba dispuesto a perder a su hijo de ninguna forma.
━─━──── ────━─━
No pasaron ni diez minutos desde que llegaron al hospital cuando su cuarteto de amigos llegó
también, armando un pequeño escándalo en el lobby pidiendo saber dónde estaba siendo atendido
Taehyung. Jungkook se dejó tratar las heridas luego de escuchar a su padre decirle que debía de verse
menos hecho mierda para cuando le dijeran que podía ingresar a ver a su novio, y eso hizo que volviera
a tener un poco más de esperanzas.
—¿Son familiares del paciente? —preguntó una enfermera saliendo de la habitación donde estaba
siendo atendido Taehyung, con una ficha en sus manos.
Jungkook se acercó rápidamente a ella al escucharla, sin importarle el estar aún con el torso
descubierto.
—Soy su novio, ¿Cómo está él? —preguntó sin dar más detalles.
—Aún es muy pronto para darle una respuesta, están en cirugía y van a hacer todo lo que puedan
para salvarlo pero tiene que ser paciente —respondió la mujer con un tono profesional—. Necesito que
nos de algunos datos sobre él y también llamar a su familia para que-
—No tiene familiares vivos, es adoptado —respondió rápidamente—. No es alérgico a nada, no tiene
enfermedades ni una condición problemática, es un chico sano...Si eso es lo que quiere preguntar...
—Bien, eso es todo por ahora, gracias y por favor, sean pacientes —respondió ella, y regresó a la
habitación.
Jungkook se contuvo de pedirle que le dijera algo más sobre su novio, pero simplemente regresó a la
silla donde estaba sentado hace unos momentos, y suspiró hondo. Yunho se acercó a él y le entregó su
chaqueta para que cubriera un poco su pecho del frío del lugar.
—Gracias —dijo el de puntas rojas.
—Todo va a salir bien, Tae es un tipo duro, ¿Crees que solo dos balas van a poner acabar con ese
cabeza dura? —preguntó Wooyoung queriendo animar al menor.
—Seguramente tarden muchas horas, es lo normal para revisar que todo esté bien y no haya ningún
peligro —habló Jongho uniéndose a las frases motivadoras.
—Todavía no puedo creer lo que Ilhoon hizo, de verdad que yo creía que era un mal perdedor, pero
llegar a estos extremos para no perder...¿Acaso quiere morir? —preguntó Mingi con molestia en su voz
—. Ganara o perdiera luego de lo que hizo, es hombre muerto, ¿Sí está consciente de eso?
—Obviamente ese maldito va a recibir su merecido, pero ahora no es tiempo de pensar en eso sino en
esperar a que los médicos puedan salvar a Taehyung —habló Namjoon cortando sus palabras—.
Supongo que también se tomarán medidas en el lugar por lo que hizo, ya que no solo hizo trampa y casi
mata a uno de los miembros, sino que puso en peligro al lugar, ¿O acaso no supo que si es herida de
bala la policía va a investigar?
—Cierto, seguramente llamen a la policía para preguntar que fue lo que sucedió, ¿Qué le vas a decir
sobre eso, Jungkook? —preguntó Yunho a su lado.
—Les diré el cuento del robo fuera del gimnasio, que estábamos teniendo una pelea de práctica y que
Taehyung fue asaltado cuando venía...Qué se resistió y el tipo disparó —respondió con la mirada fija en
el suelo—. No podemos permitir que sepan del lugar y sobre Ilhoon, Park es mío y lo voy a hacer pagar
yo mismo con mis propias manos.
—Bien, seremos tus testigos y diremos eso parra ahorrarnos problemas —respondió Namjoon
llevando una mano a su cabello—. ¿Dónde estaba Park cuando salieron?, ¿Lo vieron?
—No, no estaba en el ring, lo más seguro es que se haya escapado como la rata apestosa que es —
respondió Jongho.
—Puede correr todo lo que quiera, pero vamos a encontrarlo de una u otra forma, maldito estupido...
—comentó Wooyoung apretando los puños ante el enojo e impotencia que le generaba todo el asunto.
Una hora pasó desde que llegaron y aún no había señal alguna sobre la condición del castaño; Yunho
se ofreció a ir a buscar café, y Namjoon estaba llevando a cabo una búsqueda a través de su teléfono
para dar con Ilhoon y tenerlo en la mira para que su hijo pudiera vengarse de él en cuanto Taehyung
mejorara.
Jungkook por su lado parecía cada vez más muerto y desesperado con el paso del tiempo.
Dos horas pasaron, y todo seguía igual.
—¿Creen que debería de avisarle a Daehyun? —les preguntó a los otros, sin apartar la mirada del
suelo blanco y pulcro—. Sé que me odia y que seguramente querrá golpearme y decirme que todo esto
es mi culpa, pero es familia de Tae y merece saberlo...Seguramente él me golpearía por preocuparlo,
pero, ¿No se lo merece?
—Yo creo que hasta que Tae no mejore no deberías de llamarlo, porque solo vendrá a hacer escándalo
y aunque estuviera aquí no podría hacer nada por él —respondió Mingi.
—Yo creo que tiene derecho de saber —opinó Yunho.
—Yo opino igual —habló Namjoon.
—Pues yo estoy de acuerdo con Mingi —opinó Wooyoung.
—Yo no sé, a mi no me miren —habló Jongho.
—Gracias, la verdad es que son de gran ayuda —habló Jungkook rodando los ojos—. No le
avisaré...Esperaré a que Tae esté bien, despierte y me diga que lo llame, entonces lo haré.
Habló confiado en sus palabras, en la idea de que su novio iba a estar bien e iba a decirle que era un
estupido por dejar que lo golpearan de esa forma arriesgando también su victoria. Aunque él también lo
regañaría mucho por haber sido un impulsivo y haberse puesto en peligro de esa forma.
El podría soportar todos los golpes que fueran necesarios solo para que nada le sucediera, estaba
bien si Taehyung permanecía a salvo, él lo había dejado claro pero el mayor seguía actuando de esa
forma...
Dios, a partir de ahora iba a cuidarlo el doble de lo que lo hacía antes, porque no creía poder soportar
que algo como esto le ocurriera dos veces. Definitivamente lo mantendría a su lado, protegido y a salvo
de lo que fuera incluso si tenía que pegarse como chicle a él.
Iba a hacer muchas cosas por el, solo, por favor, que todo saliera bien.
━─━──── ────━─━
Ya solo queda un capítulo
¿Quién dijo que esto iba a tener un final bueno? ♀
G.GG


Capítulo dedicado a WingsBlack_ARMY , Pizcalhan7 , Park_Young-Mi
Que están desde el principio en esta y en varias historias mías. Les quiero mucho, en serio
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Tal y como lo habían hablado anteriormente; dos policías, hombre y mujer, llegaron luego de la
llegara el cuarteto de amigos, y como todos eran testigos dieron su testimonio el cual contaba lo mismo
y de forma muy segura, por lo que los oficiales les creyeron, anotaron todo y les desearon que el
castaño se recuperara.
Poco más de tres horas pasaron desde que Taehyung ingresó a la sala de emergencias, y Jungkook, en
especial, estaba tan desesperado por alguna noticia de la condición de su novio que incluso no era
consciente de que se estada lastimando los costados de sus dedos con sus propias uñas.
—No hagas eso, te dañas —regañó su padre a su lado, el cual ya iba por su tercer vaso de café para
soportar el sueño y la espera—. Piensa en que cada minuto que pasa es un minuto menos para que
puedas volver a verlo, de esa forma te calmaras más.
—Lo siento, es que...Me estoy volviendo loco —respondió mientras llevaba sus manos maltratadas a
su cabello, tirando de sus hebras con desesperación—. Siento como si hubiera una piedra en mi pecho
que no me permite respirar con facilidad, me oprime el pecho y...Quiero llorar de miedo pero ya no
quiero hacerlo porque eso no va a hacer que el tiempo se adelante o que todo salga bien.
Namjoon le sonrió leve y llevó una mano a su cabello para acariciarlo con parcimonia.
—Eso es cierto...Pero si quieres llorar, entonces hazlo, sabes que odio que te guardes todas tus
emociones —dijo con un leve sabor amargo en su boca al recordar a su hijo cuando era un niño con
miedo a decirle cómo se sentía.
—Ya lloré lo suficiente, no quiero seguir haciéndolo...
Wooyoung y Mingi se habían quedado dormidos hace como una hora, y Yunho y Jongho habían ido a la
casa de Jungkok y Taehyung para buscarle una muda de ropa debido a que la suya estaría manchada de
sangre, a pedido del menor. El hospital estaba silencioso y eso solo hacía que el ambiente fuera cada
vez más y más deprimente.
Jungkook se apoyó sobre el hombro de su padre, cerró los ojos y suspiró hondo. No sabía que tanto
podría seguir aguantando sin saber la condición en la que estaba su novio y armar un escándalo para
que le dieran alguna respuesta. Tampoco quería armar un escándalo, sabía que Taehyung lo regañaría y
le daría un golpe en el brazo si estuviera con él.
Lo extrañaba.
—¿Familiares del paciente Kim Taehyung? —llamó una voz desde la puerta de la habitación a su
izquierda.
Automáticamente Jungkook se puso de pie y se acercó al hombre de edad media que tenía una planilla
en sus manos, y lo miró con ojos afligidos.
—¿Cómo está él?, ¿Puedo verlo?
—El paciente está muy delicado, ya que recibió dos disparos los cuales dañaron uno de sus riñones y
su intestino grueso, perdió mucha sangre... —informó el doctor con algo de pena—. Está estabilizado
pero su condición es delicada, solo podemos esperar a que las horas pasen y su cuerpo resista.
Y esas palabras cayeron como un balde de agua helada sobre Jungkook, el cual comenzó a sentirse
mareado y con ganas de vomitar. Un miedo aún más grande se instaló en su pecho, sus manos
comenzaron a sudar frío y su corazón pareció detenerse por un momento, y de no ser por su Padre
seguramente hubiera caído de rodillas al suelo ante la noticia que no esperaba recibir.
El esperaba que le dijeran que solo estaba bien, sin complicaciones, que su novio estaba despierto y
podía pasar a verlo para regañarlo por ser un impulsivo y luego besarlo con cuidado durante horas para
volver a sentirlo y pedirle que jamás volviera a asustarlo de esa forma.
—¿Puedo verlo? —preguntó sin ánimos.
—Claro, puede quedarse unas horas, pero solo una persona —respondió el doctor, y le hizo una leve
reverencia a ambos, para luego perderse en uno de los pasillos.
Namjoon le dio unas palmadas en la espalda junto con una mirada comprensiva y le dijo que entrara
de una vez, que le avisaría a los chicos sobre el estado de Taehyung y pediría que no los molestaran por
el momento. Jungkook se lo agradeció y se apresuró a ingresar a la fría habitación.
Al hacerlo, lo único que pudo escuchar fue el sonido del electrocardiograma, y su vista se posó en la
figura sobre la cama de sábanas blancas, notando que su lindo novio tenía varias cosas conectadas en
distintos lugares de su cuerpo, permaneciendo dormido. Se acercó con pasos temerosos hasta una silla
que estaba al lado de la puerta, y de igual forma caminó hacia la cama, dejando ésta a un lado de la
cama para sentarse y poder admirar el rostro calmo de su castaño.
Tragó duro reteniendo un llanto al verlo de aquella forma, y llevó su mano temblorosa la impropia,
tomándola con tanta delicadeza que se tardó más de lo que debería. Besó el dorso de ésta, manteniendo
sus labios durante largos segundos, hasta que se separó y fijó su vista nuevamente en el rostro del
mayor.
—Mi cielo...¿Por qué te gusta tanto meterte en problemas, eh? —preguntó en un susurro, como si no
quisiera ni que él otro escuchara sus palabras—. Puedes hacerlo, pero solo cuando yo esté contigo para
poder impedir que algo te suceda...Este no fue uno de esos momentos...Lo siento tanto... —se lamentó
como si él le hubiera causado todo eso, el haberlo dejado de esa forma.
Quería poder cambiar las cosas, ser él quien estuviera en la cama y no su precioso novio el cual no se
merecía estar así. Le gustaría que estuviera despierto para poder escuchar su varonil, sexi y gentil voz
decirle cualquier cosa, lo que sea, solo quería escucharlo de nuevo.
—Está bien si descansas toda esta noche, pero debes de despertar cuando se haga de día para que
podamos irnos a casa, ¿De acuerdo, cielo? —comenzó a acariciar con el pulgar la mano que sostenía,
durante unos largos minutos en silencio, hasta que volvió a hablar—. No te preocupes por nada más que
no sea el recuperarte por completo cuando despiertes, ¿De acuerdo?, no importa ni el torneo, ni mi
salud porque estoy bien, no le diste tiempo suficiente al maldito de Park para que me lastimarla mucho.
Hubo otro silencio de largos minutos en los que el menor se dedicó a observarlo, acomodar su cabello
y dejar cariciar por su rostro con su otra mano, hasta que un sonido extraño llamó su atención e hizo
que volteara a ver la pantalla del electrocardiograma. No comprendía que eran esos números que
aumentaban, pero supo que no era nada bueno cuando el cuerpo de su amado comenzó a moverse de
forma frenética.
—N-No...no... —se llevó las manos a la cabeza y sintió pánico—. ¡No, deja de hacer eso, Tae, basta!
Los gritos parecieron llamar la atención de su padre fuera, ya que éste entró preocupado, y al notar lo
que ocurría fue en busca de unos enfermeros, mientras Jungkook seguía pidiéndole al castaño que
dejara de hacer aquello. Luego de unos segundos ingresaron varios enfermeros junto con el médico con
el que había hablado antes, y Namjoon tuvo que tomar al azabache para sacarlo de la habitación a la
fuerza, ya que éste no quería alejarse de su novio.
—¡Sueltame, algo le está pasando, tengo que estar con él!
—No tienes que ver esto, hijo... —intentó calmarlo—. Deja que hagan su trabajo y lo atiendan.
—¡Me necesita, tengo que estar con él! —siguió insistiendo mientras intentaba soltarse del agarre del
contrario, hasta que poco a poco dejó de hacerlo y sus piernas perdieron fuerza, haciendo que cayera
de rodillas al suelo con el rostro inundado en lágrimas—. L-Le prometí que siempre iba a estar con él...
—Jungkook... —Namjoon intentó decirle algo que lo hiciera calmarse, pero nada se le ocurría.
Pasaron cerca de tres minutos, cuando el médico que antes habló con él salió de la habitación y se
acercó a ambos. Jungkook tuvo miedo de levantar la cabeza y encontrarse con ojos compasivos, porque
si el hombre tenía esa mirada entonces eso solo significaba que...
—Lo sentimos —dijo el hombre de bata blanca—. Hicimos lo pudimos pero...No soportó los daños y
perdió mucha sangre.
Jungkook se quedó totalmente helado al escucharlo, y el pitido del electrocardiograma era todo lo que
podía escuchar luego de eso. Se sintió morir en vida, y todo lo que pudo hacer fue gritar, gritar y sacar
todo el dolor que estaba sintiendo en ese momento, lo hizo hasta que se quedó sin voz y su cuerpo
tembló violentamente.
Su Taehyung, su amor, su cielo...
El rostro de su padre apareció frente a él sin ningún tipo de expresión, y comenzó a nombrarlo una y
otra vez, insistentemente en llamar su atención cuando ya estaba viéndolo a los ojos.
—Jungkook, hey...hijo, despierta —insistió Namjoon palmeando su mejilla para intentar despertarlo—.
Hijo, el médico quiere informaros sobre el estado de Taehyung...Espera, ¿Estás llorando?
El menor abrió los ojos de golpe y se reincorporó rápidamente, llevo una mano a su pecho y miró a
todos lados, como si estuviera desorientado. Namjoon le palmeó la espalda para llamar su atención y lo
miró con preocupación.
—¿Qué sucede?, ¿Tuviste una pesadilla?
Jungkook lo miró durante unos segundos intentando también responderse el mismo esa pregunta,
hasta que pudo encontrar su voz para preguntar:
—¿Cómo está Tae? —preguntó asustado por la respuesta que recibiría.
—¿Usted es la pareja del paciente? —preguntó una voz masculina detrás suyo, y volteó pafa luego
ponerse de pie y asentir con la cabeza varias veces—. Bien, debo de informarle que el paciente está
estable y fuera de peligro por el momento; tuvimos que hacerle una cirugía para sacar las balas y
limpiar el interior, no recibió heridas graves de parte de una de ellas ya que no tocó ningún órgano
vital, pero el otro si dañó su estómago y por eso tuvimos que colocarle una sonda nasogastrica para
poder remover sangre del estómago, y le suministramos líquidos por vía intravenosa para que comience
a recuperar sangre, por fortuna no perdió demasiada.
Jungkook tardó unos largos segundos en reaccionar a sus palabras, y cuando lo hizo soltó todo el aire
que estuvo reteniendo, y rió llevando sus manos a su rostro.
Sí, todo había sido una maldita pesadilla.
—Él está bien, esta vivo... —habló para si mismo—. Está bien, estamis bien...
—Tuvo bastante suerte, ya que una de las balas rozó su columna y pudo haberle traído problemas
mucho mayores, pero ahora solo habrá que esperar a que se recupere más y despierte —siguió
hablando el hombre de bata blanca—. Luego de recetaremos medicamentos y se les indicarán como
cuidar de la herida una vez que llegue el momento de irse.
—¿Puedo verlo? —preguntó de inmediato luego de limpiar sus lágrimas.
—Por supuesto.
—Gracias.
No esperó ninguna otra respuesta, casi que corrió hacia la habitación y se metió como si lo estuvieran
persiguiendo. Suspiró apoyándose en la puerta una vez ésta fue cerrada detrás de si, y suspiró hondo
antes de levantar la mirada con algo de temor luego de la pesadilla que tuvo.
El escenario no era muy distinto a como en su sueño, solo que en esta ocasión la silla no estaba a un
lado de la puerta, sino en una esquina de la habitación a un lado de la ventana del lugar. Se acercó a
tomarla y la colocó al lado de la cama de su novio, y esta vez no dijo absolutamente nada, solo se quedó
observando su rostro y acercó sus manos a una de las contrarias, para sostenerla con delicadeza pero
firmeza.
Estaban algo frías, por lo que se dedicó a calentarlas hasta que el sueño volvió a vencerlo y cayó
dormido nuevamente sobre la cama de sábanas blancas.
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No supo cuánto tiempo durmió, solo se despertó cuando escuchó ruido el cantar de los pájaros que
provenían de la ventana. Al intentar abrir los ojos, estos fueron atacados por la claridad de la luz del
día, la cual hizo que parpadeara un par de veces antes de poder abir los ojos definitivamente, y con lo
que se encontró fue con una enfermera revisando los sueros y demás aparatos conectados a su novio.
—¿Qué...? —quiso preguntar que hora era, pero fue interrumpido por un estornudo.
—Buenos días para usted —saludó la mujer amable, y le dio una mirada enternecida—. Su pareja se
ve mejor que anoche, está mejorando y puede que despierte en unas pocas horas.
Jungkook sonrió totalmente aliviado al escuchar eso, y miro a su novio aún dormido. Acercó su mano
al rostro del castaño y acarició su piel con delicadeza.
—¿Cuando podremos irnos?
—Eso depende, si despierta y no hay mayores complicaciones, puede que puedan hacerlo en unas dos
semanas, ya que debe de quedarse un tiempo más luego de despertar para prevenir y hasta que la
herida se cure lo suficiente —respondió segura.
—Entiendo, gracias.
—No hay de qué.
La mujer hizo una leve reverencia y se volteó para retirarse de la habitación. Jungkook estiró sus
extremidades, haciendo una mueca de incomodidad cuando sintió que su cuello y hombros dolían, más
no le dio tanta importancia como al hecho de estar completamente sediento.
La puerta fue abierta y cinco figuras ingresaron.
—Por fin pudimos burlar a los enfermeros para ingresar —comentó Jongho.
—¿Cómo va el herido?, ¿Mejora? —preguntó Mingi.
—¿Por qué aquí hace tanto frío? —se quejó Wooyoung.
—Chicos, creo que hay que hacerles caso y no entrar todos... —habló Yunho con preocupación.
—Buen día, hijo —saludó Namjoon.
—No hagan tanto ruido —regañó el azabache a sus amigos—. ¿Siguen aquí?
—Obviamente seguimos aquí, ¿Qué esperabas? —preguntó Wooyoung con ofensa.
—Aquí está la ropa —habló Jongho, y dejó la bolsa en el suelo a un lado de la cama.
—¿Tienes hambre, hijo? —preguntó Namjoon igual de tranquilo.
—Tengo mucha sed, ¿Podrías traerme algo? —respondió Jungkook.
Namjoon asintió y salió de la habitación, dejando a los amigos en la habitación. Mingi se acercó al
menor y le dio unas palmadas en el hombro a su amigo.
—¿Qué dijeron sobre su estado?
—Estará bien, quizá podamos irnos en dos semanas si todo sale bien —respondió con una sonrisa
sincera.
—Eso está de puta madre, porque detesto los hospitales —comentó Wooyoung—. No vendría aquí a no
ser que alguno esté por morirse o grave, y éste es uno de esos casos.
—Yo muero de hambre, Yunho, ¿Puedes traernos algo para desayunar? —preguntó Jongho.
—¿Y por qué yo?
—¿Por qué no tú?
—Pues...Tienes un punto —respondió, y miró a los otros—. ¿Qué quieren?
Cada uno pidió lo suyo, y Yunho fue en busca del desayuno para sus amigos. Namjoon ingresó un
minuto después con una botella de agua, y se la entregó a su hijo, el cuál había vuelto a tomar la mano
de su novio hace unos momentos.
—Papá, ¿Sabes algo de Park?
—El muy cobarde se niega a hablar aún con las personas del MMA, se encerró en su casa y puso
hombres a cuidar su culo de ti —respondió el adulto—. ¿Quieres que envíe a mis hombres y que lo
lleven a tu casa?
Jungkook se lo pensó por unos segundos, luego negó con la cabeza, sorprendiendo a los demás.
—Voy a esperar a que Tae despierte, y le preguntaré que quiere que haga con él —respondió
totalmente seguro.
—Ese maldito merece que lo torturemos hasta que ya no quiera vivir, lo sabes —se quejó Mingi.
—Lo sé, y lo haría sin problemas...Pero no quiero seguir actuando a espaldas de él, no más —dijo
observando a su novio—. Haré lo que él me pida porque lo haré por él, ¿Entienden?
A pesar de que los otros no estuvieron muy de acuerdo con eso, no podían obligarlo a nada, por lo que
solo lo dejaron ser. A los casi treinta minutos llegó Yunho con varias bolsas de Mc'Donald, y pesar de no
estar muy seguros si estaba permitido, desayunaron todos juntos en la habitación.
—Técnicamente eres el ganador, ya que Ilhoon seguramente será descalificado y echado de las peleas
definitivamente —comentó Jongho.
—Eso te convierte en el nuevo ganador de los MMA, Jeon —halagó Wooyoung.
—No era la forma en la que quería ganar... —se quejó Jungkook.
—Si en un solo round lo hiciste desesperarse hasta tener que hacer todo esto, en los próximos ibas a
dejarlo paralítico, era un hecho —habló Mingi.
—No dejó que te lucieras —bromeó Yunho.
Jungkook iba a comentar algo, hasta que notó como Taehyung movió su mano oprimiendo levemente
la suya. Llevó su mirada al rostro contrario y el corazón casi se le sale cuando vio que comenzaba a
abrir sus ojos muy lentamente. Los demás al notar la mirada del menor también observaron al castaño,
y decidieron no hablar para que sea éste primero en hablar.
—Cielo... —llamó tomando una de sus manos nuevamente.
El castaño volteo a verlo al escucharlo, y lo miró sin decir nada durante unos largos segundos, hasta
que carraspeó levemente para poder pronunciar algo.
—¿Quién eres? —preguntó con una expresión de extrañeza.
El rostro de Jungkook palideció al escucharlo, y casi comienza a llorar ante la idea de que su novio
haya podido olvidarse de él.
Pero la risa algo quebrada del mismo lo hizo mirarlo con confusión.
—Tarado, no me golpeé la cabeza como para tener amnesia, ¿Cómo diablos podría tenerla si me
dispararon en el abdomen? —preguntó burlón.
Los demás presentes comenzaron a reír al escucharlo, y Jungkook lejos de molestarse, también rió
por su propia estupidez y se acercó para besar la frente y mejillas de su novio. Le acercó la botella de
agua y le ayudó a beber de ésta colocando una pajilla.
—Nos diste un susto de muerte anoche, ¿Cómo te sientes ahora, cielo?
—Siento que si me muevo, lloro de dolor, porque me duele todo incluso estando quieto —se quejó
haciendo un leve puchero—. Lo siento por asustarlos, pero no iba a dejar que el maldito de Ilhoon te
lastimara y te arruinara la pelea por la que tanto has trabajado.
—Nada de eso importa más que tu vida, y casi te pierdo, Taehyung —regañó Jungkook.
—A mi me no me hablas en ese tono, Jeon Jungkook —regañó frunciendo el ceño.
—Lo siento, amor...
—Además, así como tú te ibas a sacrificar por mi, yo también puedo hacerlo porque también te amo y
tengo todo el maldito derecho de hacerlo si me da la regalada gana de hacerlo, ¿Entiendes?
—Solo debía de dejarme golpear...
—¿Y si te mataba a golpes o te causaba una herida grave con secuelas?, ¿Qué te aseguraba que no iba
a dispararme igualmente aún si lo dejabas ganar? —movió su mano hacia el rostro golpeado, pasando
su mano por el labio partido del mismo—. No iba a arriesgarme a perderte de esa forma y que el otro se
saliera con la suya.
Jungkook tomó su mano y besó el dorso de ésta antes de colocarla sobre su mejilla, apoyándose en su
cálido tacto.
—No iba a soportar el perderte, de ninguna manera podría seguir si no estás a mi lado, cielo —dijo
con tanto dolor en sus palabras que el castaño quiso llorar.
—Yo tampoco podría seguir sin ti —aseguró—. ¿Tú estás bien?
—Estoy perfecto ahora que estás conmigo de nuevo —respondió, y le regaló una de sus mejores
sonrisas—. Dicen que mejoras, quizás podríamos irnos mañana al mediodía si nada sale mal.
—Menos mal, detesto los hospitales.
—Coincidimos en algo —comentó Wooyoung rompiendo la burbuja de los enamorados.
En ese momento Taehyung se dio cuenta de que no estaban ellos solos, y les sonrió a los demás. Iba a
decirles algo, pero la enfermera volvió a ingresar a la habitación y al ver a tanta gente los regañó y los
sacó fuerza, dejando únicamente al menor de todos por ser pareja del paciente.
La mujer revisó al castaño; le hizo varias preguntas, le comentó su situación y todo lo que tuvieron
que hacerle, le indicó otras cosas y se fue diciendo que le traería el desayuno luego de que Taehyung le
agradeciera.
Cuando la enfermera se fue, los otros volvieron a entrar sin importarles el regaño de la enfermera.
—¿Qué sucedió con Ilhoon? —preguntó el castaño.
—La muy rata cobarde y apestosa se está refugiando en su casa con hombres cuidando de su culo
cobarde —respondió Jongho.
—No quiere hablar con los organizadores de las peleas porque sabe que está fuera luego de lo que
hizo —comentó Yunho.
—Jungkook es el ganador por descalificación de su contrincante, por lo que ahora tiene mucho más
dinero que antes —bromeó Mingi, aunque fuera cierto.
—Seguro que estás cabreado porque no es la forma en la que querías ganar —comentó Taehyung a su
novio.
—Son tal para cual, que cursi —comentó Namjoon con ternura.
—Cielo —llamo Jungkook a su novio, y entrelazo sus manos—. No sabía si avisarle a Daehyun o no, así
que estaba esperando a que despertaras para que digas que quieres que haga.
—Menos mal que no le llamaste, o hubiera armado un escándalo y te hubiera culpado de todo —
respondió Taehyung soltando un suspiro hondo—. Lo mejor será que no le digamos nada de esto, no
quiero darle más motivos para que te odie, y además salgo mañana, no hay necesidad de que venga.
—De acuerdo. Y hay algo más que quiero preguntarte...
—¿Sobre qué?
Jungkook miró a todos los presentes antes de volver a mirarlo a él, e hizo una mueca extraña.
—Yo quiero hacerle pagar a Ilhoon por todo lo que hizo, pero ya no quiero seguir haciendo este tipo
de cosas a tus espaldas y sin tu consentimiento...Por eso...¿Qué es lo que quieres que haga con él? —
preguntó finalmente.
Taehyung se sintió feliz por sus palabras, pero a la vez era extraño tener que responder a eso, porque
también sabía que el rubio se lo merecía, pero él no tenía el suficiente pudor y estómago como oara
hacerse cargo el mismo de haberle pagar. Pensó en que casi lo mata, casi deja a Jungkook
completamente destrozado, y sabía que si algo le sucedía, su novio no iba a poder soportarlo e iba a
hacer una locura, entonces Namjoon y los chicos estarían destrozados, y quizás ellos tampoco iban a
poder soportarlo.
Quería hacerlo pagar, que sufriera, y sabía que Jungkook podría hacerlo sin problemas, porque por él
haría lo que fuera y, le gustaba mucho saber aquello por más retorcido que fuera.
Luego de suspirar, lo miró con un brillo extraño en sus ojos, y le sonrió landino.
—Kook...Quiero que lo hagas sufrir, mucho —respondió completamente seguro—. Hazlo pagar por lo
que nos hizo, mi amor.
El mismo brillo en los ojos del castaño aparecieron el los ojos de todos los presentes, y Jungkook
asintió dándole una sonrisa que demostraba lo mucho que le había gustado esa respuesta, aunque
también sonrió totalmente a gusto al darse cuenta de lo que significaban esas palabras salir de él.
Era el inicio de lo que significaba volverse como ellos, y todos lo sabían.
En ese momento se dio cuenta de que no solo cumplió lo que le dijo a Seojoo mientras lo torturaba,
"me amará tanto, que no importa si alguna se entera de todas las cosas que hice...no podrá dejarme".
No solo era eso, sino que Taehyung comenzaba a amar que Jungkook hiciera lo que fuera por él, por
cuidarlo de esa forma. Tanto, que incluso no le sorprendería que en un futuro, sea él quien le pida
lastimar a alguien que le haga daño.
Y amaba pensar en esa posibilidad.
Era un sentimiento tan peligrosamente hermoso, que muy pocos podían experimentarlo, y ellos lo
hacen.

Fin.
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Puede que no lo sepan, pero no es un final "bueno" moralmente correcto por obvias razones,
por eso dije que "¿Quién dijo que esto iba a tener un final bueno?".
Y perdón por haberlos asustado, siempre quise hacer una escena así, jeje :D
G.GG

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