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Notas sobre el Sistema Interamericano de Protección a los Derechos

Humanos:

Obligaciones de Respeto y Garantía, y de Deber de adecuar disposiciones


de derecho interno:

. Respeto_______________no causar daño


. Garantía_______________Prevenir
_______________Investigar
_______________Sancionar (Convenciones Tortura art.6 y Mujer
art.7)
_______________Reparar
. Obligación de adecuar disposiciones de derecho interno

De las obligaciones generales de respeto y garantía surge del deber del Estado
de “prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos
reconocidos por la Convención y procurar, además, el restablecimiento, si es
posible, del derecho conculcado y, en su caso, la reparación de los daños
producidos por la violación de los derechos humanos” (Velázquez Rodríguez).
En virtud de la Obligación de Garantía, los Estados tienen el deber de
“organizar todo el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a
través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal
que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los
derechos humanos” (Caso Velazquez no Rodríguez vs. Honduras, sentencia
del 29 de julio de 1988).
Los actos u omisiones de un agente del Estado vinculado a cualquiera de sus
órganos -tanto del poder ejecutivo, legislativo, judicial, u otro poder
establecido institucionalmente en un Estado-, pueden generar responsabilidad
internacional, aún cuando actúe fuera del marco de sus funciones o con falta
de apariencia de autoridad. Asimismo, la responsabilidad puede surgir por
actos de una persona particular que actúe con la complacencia o tolerancia de
las autoridades estatales (Caso Ximenes Lopez vs. Brasil, sentencia de 4 de
julio de 2006; Caso de la Masacre de Puerto Bello vs. Colombia, sentencia
del 31 de enero de 2006

Convenciones y Protocolos:
. Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura
. Protocolo relativo a la abolición de la Pena de Muerte
. Protocolo Adicional en materia de DESC (San Salvador)
. Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas
. Convención Interamericana para eliminar y sancionar toda forma de
violencia contra la Mujer (Belén do Pará.

Relatorías:
. Derechos de la Mujeres
. Trabajadores migratorios y sus familias
. Personas privadas de libertad
. Derechos de la Niñez
. Derechos de Afrodescendientes
. Discriminación Racial
. Pueblos Indígenas
. Libertad de Expresión
. Defensores/as de Derechos Humanos
. Unidad para los Derechos de las Lesbianas, Gays y personas Transexuales y
Bisexuales
La Relatoría sobre Libertad de Expresión ha sido asumida por una persona que
no tiene calidad de integrante de la Comisión sino que actúa en función de una
delegación de poderes realizada por la misma
Admisibilidad de las peticiones ante la Comisión:
El art.46 de la Convención dispone: “1. Para que una petición o comunicación
presentada conforme a los artículos 44 o 45 sea admitida ante la Comisión, se
requerirá: a) que se hayan interpuesto y agotado los recursos de jurisdicción
interna, conforme a los principios del derecho internacional generalmente
reconocidos; b) que sea presentada dentro del plazo de seis meses, a partir de
la fecha en que el presunto lesionado en sus derechos haya sido notificado de
la decisión definitiva; c) que la materia de la petición o comunicación no esté
pendiente de otro procedimiento de arreglo internacional, y d) que en el caso
del art.44 la petición contenga el nombre, la nacionalidad, la profesión, el
domicilio y la firma de la persona o personas o del representante legal de la
entidad que somete la petición. 2. Las disposiciones de los incisos 1 a y 1 b
del presente artículo no se aplicarán cuando: a) no exista en la legislación
interna del Estado de que se trata el debido proceso legal para la protección
del derecho o derechos que se alega han sido violados; b) que no se haya
permitido al presunto lesionado en sus derechos el acceso a los recursos de la
jurisdicción interna, o que haya sido impedido de agotarlos, y c) haya retardo
injustificado en la decisión sobre los mencionados recursos”.

Objeto de las peticiones ante la Comisión:


El art.23 del Reglamento de la Comisión establece que podrán ser objeto de
peticiones “referentes a la presunta violación de los derechos humanos
reconocidos, según el caso, en la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos
“Pacto de San José de Costa Rica”, el Protocolo Adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”, el Protocolo a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la
Pena de Muerte, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer…”.

Agotamiento de recursos internos:


La palabra “recursos” no debe entenderse en el sentido de un medio de
impugnación de sentencias, sino como sinónimo de los grados o peldaños que
el normal ejercicio de una acción puede dar. Solo deben agotarse los recursos
“adecuados” y “eficaces” para lo que se pretende. No siempre se trata de vías
estrictamente judiciales, pues a veces pueden proponerse ante órganos
administrativos o legislativos, según los países.
Aunque el denunciante no haya sido parte, cuando el deber de investigar del
Estado es de oficio (torturas, ejecuciones extrajudiciales, etc.). Es renunciable
por el Estado. La identificación del recurso judicial que es necesario agotar
para acceder a la vía internacional no implica que el denunciante deba haber
sido necesariamente parte del proceso judicial interno. En gran parte de las
violaciones denunciadas ante la Comisión relativas a ejecuciones
extrajudiciales, torturas o desapariciones forzadas, existe un deber del Estado
de investigar estos hechos independientemente del impulso procesal de la
víctima o sus familiares.
La Corte estableció que “la excepción de no agotamiento de recursos internos
debe plantearse, para que sea oportuna, en la etapa de admisibilidad del
procedimiento ante la Comisión, o sea, antes de cualquier consideración en
cuanto al fondo; si no es así, se presume que el Estado renuncia tácitamente a
valerse de ella” (Caso Nogueira de Carvalho y otro vs. Brasil, sentencia del
28 de noviembre de 2006).

Errores de hecho o de derecho y Regla de la Cuarta Instancia:


La CIDH no tiene competencia para sustituir su juicio por los de los tribunales
nacionales, sobre cuestiones que involucren la interpretación del derecho
interno.
Doctrina de la “cuarta instancia”, elaborada por la Comisión en el caso Clifton
Wright, Jamaica y desarrollada en el caso Marzioni.
En el Informe nro 98/06 afirmó: “La función de la Comisión consiste en
garantizar la observancia de las obligaciones asumidas por los Estados partes
en la Convención, pero no puede hacer las veces de un tribunal de alzada para
examinar supuestos errores de derecho o de hecho que puedan haber cometido
los tribunales nacionales que hayan actuado dentro de los límites de su
competencia…De este modo, la Comisión carece de competencia para
sustituir su juicio por lo de los tribunales nacionales sobre cuestiones que
involucren la interpretación y explicación del derecho interno o la valoración
de los hechos…Por otra parte, no puede considerarse como denegación de
justicia y, en consecuencia, una violación de las garantías judiciales previstas
en los arts.8 y 25 de la Convención, el hecho de que recaiga sobre la
demandante una sentencia desfavorable. La obligación del Estado de
administrar justicia es de medio y no de resultado, de ahí que no se incumpla
porque no produzca un resultado satisfactorio para las pretensiones de la
peticionaria. De tal suerte que el mero descontento con el resultado obtenido
de la administración de justicia no es suficiente para tacharlo de arbitrario”.
Peticionarios o víctimas:
La víctima es parte a partir de 2001. Puede presentar ESAP (escrito de
solicitudes, argumentos y pruebas) y participar en las audiencias. Pero no
plantear hechos nuevos, respecto a los definidos por la Comisión.
La Reforma del Reglamento de la Corte del año 2010 hizo de la víctima y sus
representantes y el Estado las partes centrales del procedimiento ante la Corte.
El papel de la Comisión fue acotado al rol de velar por el orden público
interamericano.
Tienen derecho a expresar su opinión con relación al envío del caso a la Corte
y pueden actuar autónomamente ante ella (art.45 Reg. CIDH). Pero las
víctimas se encuentran limitadas en sus facultades en la medida en que sus
solicitudes, argumentos y pruebas deben restringirse al marco fáctico
establecido en el informe de la CIDH: tienen legitimación restringida.
De acuerdo con el Reglamento del Tribunal, en el escrito de solicitudes,
argumentos y pruebas, las víctimas y sus representantes deben ofrecer toda la
prueba documental, testimonial y pericial necesaria para demostrar los hechos
y violaciones que se alegan.
El consentimiento de las víctimas no se exige para presentar casos ante la
Comisión, pero sí en caso de solución amistosa o presentación del caso ante la
Corte.
Carga de la Prueba:
La carga de la prueba podrá invertirse cuando al peticionario le sea imposible
obtener las pruebas sin la cooperación del Estado. En los casos Velazquez
Rodríguez, Godínez Cruz y Gangaram Panday la Corte estableció que “en los
procesos sobre violaciones a los derechos humanos, la defensa del Estado no
puede descansar sobre la imposibilidad del demandante de alegar pruebas que,
en muchos casos, no pueden obtenerse sin la cooperación del Estado”
Admisibilidad:
Se puede diferir hasta el momento de definir el fondo del asunto, en
circunstancias excepcionales (art.36 pto 3 Reg. CIDH).
Medidas Cautelares y Provisionales:
La Comisión puede solicitar a los Estados la adopción de medidas cautelares
para evitar un daño irreparable a los derechos humanos de las personas en
casos graves y urgentes. Puede también solicitar a la Corte la adopción de
medidas provisionales, en casos graves y urgentes que entrañen peligro de
causar daños irreparables a las personas, aunque no se haya presentado caso
ante el Tribunal. Artículo 25 de su Reglamento.
El art.63 apartado 2 de la Convención dispone: “en casos de extrema gravedad
y urgencia, y cuando se haga necesario evitar daños irreparables a las
personas, la Corte, en los asuntos que esté conociendo, podrá tomar las
medidas provisionales que considere pertinentes. Si se tratare de asuntos que
aún no están sometidos a su conocimiento, podrá actuar a solicitud de la
Comisión”.
Las víctimas, sus familiares o representantes también pueden solicitar medidas
provisionales a la Corte, en los casos que se encuentren bajo su conocimiento.
Solo la Comisión o el Estado pueden someter casos a la Corte:
Para que la Corte pueda conocer es necesario que se agote el procedimiento
ante la Comisión de conformidad con los artículos 40 a 50 de la Convención
Interamericana. Los peticionarios o las víctimas no pueden someter el caso
ante la jurisdicción de la Corte. Pero, de conformidad con lo dispuesto en el
art.45 del Reglamento ante la Comisión, tienen el derecho a expresar su
opinión sobre el envío del caso a la Corte, y pueden actuar autónomamente
ante la Corte.
Informe 50:
Una vez que las partes han presentado sus respectivos argumentos y la
Comisión considera que posee suficiente información, la tramitación del caso
se encuentra completa. En ese momento la Comisión preparará un informe en
el que incluirá sus conclusiones, y hará recomendaciones al Estado. Se llama
“Informe 50”, porque es emitido de acuerdo con el art.50 de la Convención.
Tiene carácter confidencial, y la Comisión le otorga al Estado un plazo dentro
del cual debe cumplir con las recomendaciones.
Si el plazo expira sin que el Estado haya cumplido con las recomendaciones,
la Comisión tiene dos opciones: 1) Emitir otro informe, que se llama “Informe
51”, mandar el caso a la OEA y publicar su decisión en el Informe Anual, 2)
Someter el caso ante la Corte.
En caso de que la Comisión decida enviar el caso a la Corte, deberá hacerlo
dentro del plazo de tres meses contados a partir de la fecha en que envió el
informe original al Estado, si es que éste último no solicitó una prórroga que
suspenda el plazo original para su envío. A partir del 1 de enero de 2010 el
Informe 50 de la CIDH se presenta ante la Corte Interamericana como escrito
inicial del procedimiento.
Informes sobre seguimiento:
Existen dos maneras en las que la Comisión da seguimiento a sus decisiones:
incluyendo las recomendaciones en sus informes sobre países y, a partir de
2001, en virtud de una resolución de la Asamblea General, elaborando un
informe sobre seguimiento de las recomendaciones en casos individuales.
Defensor Interamericano:
A partir de 2010, para las víctimas que no cuenten con representación legal,
para impedir que “las razones económicas impidan la representación legal”.
Corte Interamericana: regla de la “competencia de la competencia”:
La Corte estableció en el caso “Ivcher Bronstein” que “como todo órgano con
competencias internacionales, tiene el poder inherente de determinar el
alcance de su propia competencia. La competencia de la Corte “no puede estar
condicionada por hechos distintos de sus propias actuaciones. Los
instrumentos de aceptación de la cláusula facultativa de la jurisdicción
obligatoria (art.62.1 de la Convención) presuponen la admisión, por los
Estados que la presentan, del derecho de la Corte a resolver cualquier
controversia relativa a su jurisdicción. Una objeción o cualquier otro acto
interpuesto con el propósito de afectar la competencia de la Corte es inocuo,
pues en cualesquiera circunstancias la Corte retiene la competénce de la
competénce, por ser maestra de su jurisdicción”.
Jueces Ad hoc:
En el año 2009, a través de su opinión consultiva nro 20, la Corte puso fin a la
facultad que tenía un estado demandado de nombrar un juez ad hoc para el
conocimiento de un caso que se estuviera llevando en su contra.
Indemnización:
. Víctimas . Familiares (daño patrimonial familiar) .Dependientes
económicos
La indemnización incluye el daño material y el moral. El material incluye el
daño emergente y el lucro cesante. También pueden ser medidas de
satisfacción: realización de un acto público de disculpas, publicación de la
sentencia, localizar, identificar, exhumar los restos mortales de las víctimas y
entregarlos a los familiares, buscar e identificar a los hijos de una persona
desaparecida, crear un sistema de información genética, otorgar becas de
estudio a las víctimas y a sus hijos.
Y también medidas de no repetición: aquellas destinadas a eliminar o atacar
las causas estructurales de la violación: cursos de capacitación para agentes
policiales, modificación o derogación de una ley.
Daño patrimonial familiar: consiste en la pérdida de los familiares de la
víctima “de sus trabajos o de la posibilidad de realizar sus actividades
cotidianas debido al cambio de sus circunstancias personales como
consecuencia de los hechos”. Es una especie de lucro cesante de los familiares
de las víctimas (Caso Bulacio).
Competencia Consultiva:
Esta se refiere a la capacidad de la Corte para interpretar la Convención
Interamericana y otros instrumentos internacionales sobre Derechos Humanos.
La misma puede ser activada por cualquiera de los Estados miembros de la
OEA, no solo por aquellos parte en la Convención, y para los órganos
enumerados en el capítulo X de la Carta de la OEA.

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