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GRUPO 1: ABOGASAURIOS
De acuerdo con el artículo 61.1 de la Convención “solo los Estados Partes y la Comisión tienen
derecho a someter un caso a la decisión de la Corte”.
El artículo incluye la siguiente disposición concerniente a los fallos de la Corte:
De haber violación de un derecho o libertad protegidos en esta Convención, la Corte dispondrá
que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá, si ello
fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha configurado
la vulneración de esos derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada.
La Convención dispone que la parte del fallo que disponga indemnización compensatoria se podrá
ejecutar en el respectivo país por el procedimiento interno vigente para la ejecución de Sentencias
contra el Estado, los fallos del Tribunal son definitivos e inapelables.
Por último, la Convención establece que en “caso de desacuerdo sobre el sentido o alcance del
fallo, la Corte lo interpretará a solicitud de cualquiera de las partes, siempre que dicha solicitud
se presente dentro de los noventa días a partir de la fecha de la notificación del fallo” y que, los
Estados “se comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes”.
La Corte, a través de su función contenciosa aplica el derecho de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos juzgando a los Estados y estableciendo de esta manera la eventual
responsabilidad internacional de éste por el incumplimiento de sus obligaciones internacionales
en materia de derechos humanos
Como ha señalado la Corte desde su jurisprudencia, “los tratados modernos sobre derechos
humanos, en general, y, en particular, la Convención Americana, no son tratados multilaterales
de tipo tradicional, concluidos en función de un intercambio recíproco de derechos, para el
beneficio mutuo de los Estados contratantes. Su objeto y fin son la protección de los derechos
fundamentales de los seres humanos, independientemente de su nacionalidad, tanto frente a su
propio Estado como frente a los otros Estados contratantes.
“Desde este punto de vista, diseñada para proteger los derechos fundamentales del hombre
independientemente de su nacionalidad, frente a su propio Estado o a cualquier otro, la
Convención no puede ser vista sino como lo que ella es en realidad: un instrumento o marco
jurídico multilateral que capacita a los Estados para comprometerse, unilateralmente, a no violar
los derechos humanos de los individuos bajo su jurisdicción”
Función consultiva
Esta se encuentra contemplada en el artículo 64 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, el cual dispone:
1. Los Estados Miembros de la Organización podrán consultar a la Corte acerca de la
interpretación de esta Convención o de otros tratados concernientes a la protección de los
derechos humanos en los Estados Americanos.
2. La Corte, a solicitud de un estado miembro de la Organización, podrá darle opiniones acerca
de la compatibilidad entre cualquiera de sus leyes internas y los mencionados instrumentos
internacionales.
La Corte responde consultas que le formulan los Estados miembros de la OEA o los órganos de
esta, así la competencia consultiva de la Corte fortalece la capacidad de la Organización para
resolver los asuntos que surjan por aplicación de la Convención, ya que permite a los órganos de
la OEA consultar a la Corte en lo que les compete.
Respecto al mencionado artículo, la Corte sostuvo en su OC1/82 que dicha norma confiere la más
amplia función consultiva que se haya confiado a Tribunal internacional alguno, hasta el presente,
precisando que los términos de esa norma ponen de manifiesto el importante poder de apreciación
del tribunal, para valorar las circunstancias de cada especie, frente a los límites genéricos que la
Convención establece para su función consultiva, detallando que el mencionado poder de
apreciación no puede confundirse con una simple capacidad discrecional para emitir o no la
opinión solicitada.
Reconociendo la naturaleza permisiva de su competencia consultiva admitió, al analizar la
posibilidad de emitir diferentes interpretaciones convencionales por parte de distintos tribunales
internacionales, que las opiniones consultivas no tienen el mismo efecto vinculante que se
reconoce para sus sentencias en materia contenciosa.
En relación con la labor interpretativa que el Tribunal realiza, éste señaló en su OC-14/94, que
las interpretaciones contribuyan a fortalecer el sistema de protección de los derechos humanos.
Respecto a la diferencia entre la competencia contenciosa y consultiva, la Corte ha manifestado
que no está llamada a resolver cuestiones de hecho para verificar su existencia sino a emitir su
opinión sobre la interpretación de una norma jurídica, ya que la Corte en este ámbito cumple una
función asesora.
Aporte a la justiciabilidad de los derechos civiles y políticos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos quedó formalmente instalada el 3 de septiembre
de 1979, en San José, Costa Rica, país sede de la Corte. Pero no fue hasta 1982 que la Corte recibe
su primera solicitud de opinión consultiva y en 1986 sus primeros casos contenciosos.
En total, la Corte ha emitido a lo largo de estos 26 años, 18 opiniones consultivas y 123 sentencias,
lo que equivale a más 55 casos resueltos; sin dejar de lado las múltiples resoluciones de medidas
provisionales emitidas en más de 55 casos.
Estas opiniones consultivas, sentencias y resoluciones judiciales integran una relevante doctrina
internacional americana en materia de derechos humanos, en la cual la mayoría de los casos se
refieren a derechos civiles y políticos. Las opiniones consultivas, por su carácter general, tienen
un amplio alcance, abarcando a los poderes legislativos de los Estados, a sus órganos judiciales,
así como a órganos de la propia Organización.
En cuanto a los principales temas, relativos a los derechos civiles y políticos, tratados por la Corte
en sus opiniones consultivas, podemos señalar: pena de muerte, libertad de expresión, derecho a
la nacionalidad, hábeas corpus y garantías judiciales, debido proceso legal, y derechos humanos
de los niños, así como de los migrantes indocumentados.
Conclusiones.
1. Ha sido únicamente un caso el cual habría sido sometido a la consideración de la Corte
relativo a la violación de derechos políticos (artículo 23 Yatama vs. Nicaragua).
Pero el demandante manifestó que recibe atención medica de dicho hospital desde el año 2006
pero solo por una serie de dolencias, mas no le realizaron exámenes para el diagnóstico de
infecciones de transmisión sexual, y recién a partir del 2014 se le diagnostico que padecía de la
enfermedad del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), lamentablemente ya estaba en un
estado muy avanzado. En base a eso se sostiene que no se le brindo una atención oportuna desde
el 2008.
Además, alega que, pese a su condición de salud, no se le brinda un tratamiento adecuado, lo que
agrava aún más su riesgo de salud, ya que se suspendió reiteradas veces la terapia Antirretroviral
de Gran Actividad (TARGA) que venía recibiendo. Y por si no fuera poco se expresa que
mediante una receta médica que tiene de fecha el 1 de julio desde 2016, se le extendieron los
medicamentos del TARGA por un mes, pero cuando solicito la cita se le dio turno para el 12 de
agosto de dicho año. Es decir, que se quedo sin medicamentos por 13 días y lo mismo sucedió el
21 de octubre de 2016 que se le expidió medicina para 30 días. En pocas palabras estuvo sin
medicina en un total de casi un mes. Claramente en lo mencionado anteriormente se está
vulnerando el derecho a la salud del demandante pero antes se tiene que saber los fundamentos
de ambas partes.
El demandado alega que ha cumplido con brindar el tratamiento médico correspondiente. Y que
la omisión alegada no ha implicado un perjuicio, por cuanto existe literatura médica que indica
que la suspensión del TARGA por primera vez en un plazo no mayor de 15 días no modifica la
carga viral ni el CD4. Precisa que al demandante se le viene brindando atención y suministrando
medicamentos.
El 12 de junio de 2018, la Red Asistencial Rebagliati del Seguro Social de Salud EsSalud, contesta
la demanda. Indicando que es falso que al demandante no se le haya practicado los exámenes
correspondientes, o que no reciba el tratamiento conforme a los lineamientos existentes. También
menciona que, si bien en alguna oportunidad se suspendió el tratamiento TARGA por pequeños
períodos, ello obedeció a que los medicamentos, que son proveídos por distribuidores, quienes
dependen de productores cuya producción determina el stock, no fueron entregados
oportunamente, a pesar de que se tomaron las medidas de previsión.
EN PRIMERA INSTANCIA
EN SEGUNDA INSTANCIA
Con Resolución 14 de fecha 3 de octubre de 2019, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, revoca la apelada y declara improcedente la demanda. Arguye que si bien de
acuerdo con el artículo 15. 1 de la Ley 29414, Ley que establece los derechos de las personas
usuarias de los servicios de salud, toda persona tiene derecho a escoger el médico o el
establecimiento de salud, ello se realizará según la disponibilidad y su estructura. De igual forma
el artículo 7 del Reglamento de dicha ley establece que toda persona puede elegir la Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud (IPRESS) según los lineamientos de las Instituciones
Administradoras de Fondos de Aseguramiento en Salud (IAFAS). Por ello, si bien los asegurados
pueden atenderse en las IPRESS que brindan un seguro de salud, para ello existen seguros del
Estado y privados, cada uno con coberturas distintas. Añade que el demandante es un paciente
asegurado del Seguro de Social de Salud, por lo que le corresponde recibir atención en los
establecimientos circunscritos a EsSalud, lo que no significa denegación arbitraria del acceso a la
prestación del derecho constitucional a la salud.
Pues en base a todos los fundamentos y el caso expuesto el Tribunal Constitucional ha resuelto.
Declaro fundada, en parte, la demanda de amparo. Por un lado, ordena que se entregue
oportunamente las medicinas del TARGA al demandante. Por otro lado, declaro infundada la
demanda respecto al traslado del demandante a otro centro de salud bajo la cobertura de EsSalud.
También se ha acreditado la vulneración del derecho a la salud, se detecto interrupciones al
tratamiento del favorecido, lo que implica la existencia de un incumplimiento de las obligaciones
existentes para con un paciente con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
Finalmente, no puede dejar de advertirse la falta de apoyo del Estado para ayudar a los
padres de familia cuando enfrentan este tipo de dificultad. Existen muy pocos centros de
salud mental en los que se diagnostique y acompañe a los miembros de una familia cuando
alguno de ellos presenta trastornos psíquicos o de conducta: es responsabilidad del Estado
implementar políticas públicas para solucionar esta importante carencia que afecta el
desarrollo y madurez de los ciudadanos, en las distintas etapas de la vida, pero, en
particular, en los años de educación escolar.
REFERENCIAS:
Introducción a los derechos civiles. (2021, enero 22). Contreras & Metelska.
https://www.contrerasmetelska.com/blog-espanol-/2021/1/22/introduccion-a-los-derechos-
civiles-tienes-un-reclamo-viable